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Prédica: 03 de Julio de 2016.

Una vez, un padre de una familia acaudalada llevo a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito
de que su hijo viera cuan pobres eran las gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una
noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde.

Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:

* ¿Que te pareció el viaje?


* ¡Muy bonito Papa!
* ¿Viste que tan pobre puede ser la gente?
* Si!
* ¿Y qué aprendiste?

* Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.


* Nosotros tenemos una piscina que llega de una cerca a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que
no tiene fin.
* Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas.
* Nuestro patio llega hasta la cerca de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte.
* Ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia; Tu y mi mama tienen que trabajar todo el
tiempo y casi nunca los veo.

Al terminar el relato, el padre se quedó mudo....y su hijo agrego:


* Gracias Papa por enseñarme lo rico que podemos llegar a ser!!!

Título: Seis cualidades de la familia.


Lectura Bíblica: Job 1: 1-5

1 Introducción:

Al leer estos versículos en el libro de Job, podemos vislumbrar la actitud de un padre, como protector y
guarda de su familia. Su preocupación iba más allá de sólo una preocupación material, por el contrario,
el siempre clamaba a Dios en oración por cobertura por su familia.

La familia es importante para Dios. Y Dios siempre ha querido usar la familia, por eso la instituyó en su
plan perfecto, antes que la Iglesia.

Sin embargo, la familia en Panamá está siendo violentada frontalmente, lamentablemente la situación
es sumamente grave; hemos aprendido en la escuela que la familia es el núcleo de la sociedad, y si la
sociedad no está conformada por familias sólida, no está estable, la sociedad tiene problemas serios.
Hace cientos de años, el imperio romano, un imperio que gobernaba grandes territorios, se vino abajo…y
desapareció completamente. ¿Y por qué desapareció? Los historiadores dicen que una de las causas fue
la destrucción de la familia.

¿Cuántos pueden decir que su familia está estable o es exitosa?

Miremos la actitud de Jesús en la cruz. Aun estando ahí tenía una actitud, una conducta, un compromiso
bien claro con respecto a su familia.

Dice la Palabra en Juan 19:26-27,

Estaban de pie junto a la cruz la madre de Jesús, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas
y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre al lado del discípulo que él amaba, le dijo:
«Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo». Y al discípulo le dijo: «Ahí tienes a tu madre». Y, a partir de
entonces, ese discípulo la llevó a vivir a su casa.
Juan 19:25-27

Para Jesús la familia es importante, para el Reino de Dios la familia es importante, para los propósitos de
Dios la familia es importante.

Tan importante es que en Efesio 5:22-25, se habla de los deberes del esposo, de la esposa, pero el
versículo 32 dice: “Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”; muchas
veces este versículo no se entiende, significa que el modelo de la familia no es la iglesia, sino todo lo
contrario. El modelo y ejemplo para la iglesia es la familia, de la vinculación de Cristo con su iglesia.

¿Cuántas familias reflejan en su vida a Cristo?

La Palabra dice en 1 Timoteo 5:8:

Pero los que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la
fe verdadera y son peores que los incrédulos.
1 Timoteo 5:8

En este versículo nos indica, que no hacer como lo dice la palabra es negar el evangelio de Jesucristo.

Y Tito 1:16 dice que algunas personas

Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y
desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.
Tito 1:16
“Una pregunta importante: ¿su familia niega su fe?, o ¿su familia es un reflejo de Cristo?

Si nuestra familia refleja a Cristo, démosle la gloria a Dios.

Pero veamos hoy bajo el lente de la palabra, las cualidades de una familia que glorifica a Dios.

2 Las seis cualidades de la familia.

2.1 Compromiso con la vida familiar. (1 Corintios 13:4-7)

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige


que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se
alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido,
jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.
1 Corintios 13:4-7

Es muy difícil encontrar a una familia con dos o tres décadas de vida familiar que no hayan tenido
problemas, o una familia de un año de vida que no hayan tenido problemas. Muchas parejas, a los pocos
años de casados, se divorcian porque no son capaces de resistir a los problemas.

Toda familia desde que comienza hasta que se encuentre con el Señor, tendrá problemas,
enfermedades, problemas económicos, conflictos, problemas interpersonales…y paremos de contar. Y
todos, todos siempre tendremos problemas como individuos.

La diferencia entre una familia que fracasa y una que tiene éxito es el compromiso, eso hace que pueda
resistir.

El compromiso significa esa responsabilidad, que se tiene de salir adelante con la familia tanto en las
buenas como en las malas. No son sólo palabras, se demuestra con hechos completos y específicos;

Cuando hay compromiso las metas de la familia son más importantes que las metas personales, que
todos los miembros de mi familia tengan éxito es más valioso que mi éxito personal.

Ejemplo: Como padres, en aquellos hogares que todavía tienen hijos en casa, si llego a casa y les digo a
mis hijos que no me molesten porque estoy cansado de trabajar todo el día para lograr mi éxito…yo no
puedo decir eso. Debo sacrificarme por mis hijos, y aún cansado debo ayudarles, compartir, amarles,
proveerles para sus necesidades, no pensar solamente en lo mío, sino en el bien de toda la familia,
porque tengo compromiso con mi familia.
2.2 Aprecio de unos por otros. (1 Pedro 1:22)

Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse
unos a otros como hermanos, con amor sincero.* Ámense profundamente de todo corazón.*
1 Pedro 1:22

Aprecio: Valoración que se hace de una persona o una cosa por su calidad o mérito

El aprecio hay de demostrarlo, hay que decirlo, debemos decir a nuestra pareja que le amamos, a
nuestros hijos expresarles nuestro afecto.

Si hay algo que hace mucho daño es la falta de estimación personal, la falta de valoración. Una de las
debilidades más fuerte de la familia es el maltrato, muchas veces no hay comprensión, sino gritos.

¿Cuánto vale su esposo, su esposa? ¿Cuánto valen sus hijos? La respuesta es mucho, el valor de cada
uno de ellos es tan grande, que Cristo dio su vida por ellos.

Y si Dios mismo fue capaz de dar la vida por mí, ¿cuánto valgo yo? Lo que vale Dios. Yo no puedo maltratar
a la persona que es imagen y semejanza de Dios.

Ahora bien, si mi esposa, esposo, mis hijos valen, ¿qué significa apreciar? En el mundo mercantil es
colocarle precio, el valor que le corresponde; para Dios todos somos importante.

Nuestra esposa, nuestro esposo, nuestros hijos son un tesoro; la familia es una herencia, un regalo que
Dios nos ha dado. Pero con qué frecuencia se nos olvida que lo que Dios nos ha dado es muy valioso.

2.3 Comunicación. (Colosenses 3:12-17)

Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de
tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los
demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que
ustedes deben perdonar a otros. Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta
armonía. Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un
mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos. Que el mensaje de
Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la
sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón
agradecido. Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias
a Dios Padre por medio de él.
Colosenses 3:12-17

Hace algunos años atrás, la familia comía junta, se divertía junta, la sociedad de antes tenía tiempo para
compartir, para comunicarse;
Hoy el modernismo atenta contra la comunicación, todo el tiempo está evitando que nos
comuniquemos, lo que tenemos es una malísima comunicación. Todo se lo dejamos al whatsapp, al
Facebook.

Es importante aprender a escuchar, a captar lo que la otra persona nos dice, a interpretar el sentimiento.
De la misma manera, debemos aprender a hablar.

Hay una gran diferencia en cómo se comunican los hombres, de cómo se comunican las mujeres.

La Biblia lo dice en 1 Pedro 3:7

De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa
y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva
vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones.
1 Pedro 3:7

Como esposos debemos aprender a conocer a nuestra esposa, conocer a cada uno de mis hijos y eso
pasa cuando;

a. Cuando compartimos tiempo juntos. Es una tremenda necesidad en este tiempo. Todos los
miembros de una familia tienen necesidades, de conversar, de descansar, de jugar, de quien les
dé un abrazo, es una larga lista de necesidades que deben ser suplidas en la casa, de lo contrario
la buscarán en otro lado. Si se cultiva el pasar tiempos juntos, esto perdurará con los años y los
hijos se lo enseñarán a sus hijos.

b. Aprendemos a entender los problemas. (Lucas 17:1-2).

Cierto día, Jesús dijo a sus discípulos: «Siempre habrá tentaciones para pecar, ¡pero qué aflicción le
espera a la persona que provoca la tentación!
Lucas 17:1

Todas las familias tienen problemas. No olvidemos que los problemas siempre van a existir y
algunos conflictos; por muy maduro que podamos ser, siempre van aparecer.

Con el tiempo las situaciones cambian en una familia, no es lo mismo cuando somos recién
casados, que al pasar 6 años, nacen los hijos, en el trabajo también hay cambios, todo a nuestro
alrededor cambia, los cambios producen crisis.

El punto es que los cambios y las crisis requieren ajustes, no debemos dejar ahí los problemas
que sigan, debemos enfrentarlos, para ello se requiere de sabiduría, de madurez, se requiere de
Dios.
Al enfrentar los conflictos en la vida familiar con la sabiduría de Dios, somos modelos a nuestros
hijos, para que cuando tengan su matrimonio aprenderán a enfrentar sus conflictos; dejando a
un lado los modelos del mundo. Las dificultades que tenemos en el hogar son permitidas por Dios
con un propósito, y el esposo, la esposa los hijos, cada uno con sus debilidades y fortalezas, son
instrumento de Dios para fortalecer nuestra fe, carácter y para hacernos modelos para la gloria
del Señor.

2.4 Cultivar la vida espiritual.(Josué 24:14-15)

»Por lo tanto, teme al SEÑOR y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus
antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve sólo al SEÑOR.
Pero si te niegas a servir al SEÑOR, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses
que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos,
en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al SEÑOR.
Josué 24:14-15

Para desarrollar la familia debemos tener nuestra confianza en el carácter santo de Dios. Él es soberano,
a veces lo cantamos, lo danzamos, lo decimos de muchas maneras, pero no lo vivimos.

Él quiso que tuviésemos a esa esposa, ese esposo, a esa familia. En su soberanía perfecta, el éxito que
tengamos con nuestra familia se va a deber a la confianza que podamos tener en ese Dios que es
perfecto, que es eterno, que sabe hacer las cosas bien.

¿Cuál es el Dios que reina en tu familia? ¿Cuánto le conoces? ¿De qué tamaño es ese Dios?

Muchas veces las cosas no van bien porque no confiamos en ese Dios soberano, todopoderoso, sanador,
sustentador, restaurador, que hace milagros y que puede cambiar a su conyugue o a sus hijos; y además
puede hacer que la familia cumpla sus propósitos.

Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, cuando lo colocamos en el lugar que le corresponde en el
hogar pasan grandes cosas.

Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos lo respeten y lo obedezcan.
1 Timoteo 3:4

2.5 Tomar decisiones. (Job 1: 4-5)

Los hijos de Job se turnaban en preparar banquetes en sus casas e invitaban a sus tres hermanas
para que celebraran con ellos. Cuando las fiestas terminaban —a veces después de varios días— Job
purificaba a sus hijos. Se levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por
cada uno de ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el corazón».
Esta era una práctica habitual de Job.
Job 1:4-5

Protección con nuestras oraciones.

2.6 Practicar o poner en práctica nuestra fe. (Salmo 78: 4)

No les ocultaremos estas verdades a nuestros hijos; a la próxima generación le contaremos de las
gloriosas obras del SEÑOR, de su poder y de sus imponentes maravillas.
Salmos 78:4

Hablamos de fe.

3 Conclusión:

Recordemos en Dios su misericordia y su favor

Josué 24:17-18

Pues el SEÑOR nuestro Dios es el que nos rescató a nosotros y a nuestros antepasados de la esclavitud
en la tierra de Egipto. Él hizo milagros poderosos ante nuestros propios ojos. Cuando andábamos por
el desierto, rodeados de enemigos, él nos protegió. Fue el SEÑOR quien expulsó a los amorreos y a las
otras naciones que vivían aquí, en esta tierra. Por lo tanto, nosotros también serviremos al SEÑOR,
porque sólo él es nuestro Dios.
Josué 24:17-18

Dios tiene para nuestra familia una vida gloriosa, victoriosa, poderosa, una vida óptima. Si Cristo es el
Señor de su vida, está permitiendo que controle su vida y a su familia para gloria de su nombre. Como
creyentes, no seamos familias que negamos la fe al no proveer para nuestra casa.

Ese proveer es hacer todo lo necesario para que nuestra familia cumpla la voluntad de Dios; nuestra
familia debe ser el más hermoso testimonio de que Cristo reina en nuestra vida

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