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Jucción porcíol o folol, C"p{;qtr t
1944 be €Jiforo lnf"r-Amcdcono
fla S Nacio
TNADUCCION DE
TLVIRA POM€RO

\,

M
INTER AMIRICANA . BUE OS AIRES

PNINTED IN :

:.
I
PARTE PRIMTRA
I

LA HORA OSCURA

U * siglo es un perlodo relativamente corto. Nt st


ouiera excede en mucho al término de una vlda humans.
ÑJofstante, los riltimos cien años han cambiado I¿ vida
¿e ú humaíridad más que cualquier otro perlgdo de la
-corriente
historia del mundo, como si la del tiempo.se
fru¡iera transformado de río apacible en rugiente cata-
rata. Hace eien años, la mayoi parte de la especie hu-
mana seguÍa viviendo comó fraUía vivido siempre. El
teJano Oiiente era todavfa un mundo cerrado, tan re-
mbto en eI pensamiento de Europa como si fuera un
planeta difefente, mientras el leJáno. O_ccldente estaba
áun deshabitado y el Africa tropicat todavía era desco-
nocida. En el trañseurso de treg generaciones eI mundo
entero ha sido abierto, unido y cambiado. Ha habtdo un
aumento continuo en iroblacidn, riqueza y conocimiento.
Las ciudades han aurñentado, no sblamente en ntlmero
v extensión: han vinculado al mundo, pare formar una
Éociedad única. Se aproxima el momento en que todas
las ciudades se conñertan en una sola Babilo-
nia- que imprima un sello en la mente de-una cada hombre
y muje-r e tniponga las mismas normas de condueta en
iodas las actividádes humanas.
If,¡ cierto sentido, este desenvolvlmiento ha satlsfc-
lll'r
1;i,¡ ' r'ir 1' -

10 Cn¡sfopIrEB D.twsoN Er, Jurc¡o DE rás NÁcroxrs lt


cho, y au4 excedido, las esperanzas de los hombres de tos de lo bueno y lo malo, de la verdad y Ia fatsedad,. hlP
una centuria atrás. E'ué un itfa de gozo para el optimls- iiAo pospuestoí y la civilización va a la deriva ante Ia
mo liberal cuando la desesperaclón
)eracron roman[rca de las
romántica de Ia§ ge-
ee- [oiméntá Oe l¿ destrucción, eomo r¡n navfo desarbolado
neraciones anteriores abrió paso a una fe en tas
las postbili- Los males que el siglo.diecinueve erela haber
r
dades ilimitadas de la eienbia, del progreso material y l;i" timón.
áfe¡a¿o para siempre -lproscrlpción y persecuc.ún, _tor-
de la libertad política. tur"á y eiclavitud :i el temor de la muerte violenta- han
... en la eaohtciór¿ de la inteligencia retorñado, y con éUos nuevos terrores-que _el pasado no
en el buque a aa,por, en el temocarrll,, conoció. Hemos descubierto que también el mal es una
en las ideas que sacud,en a la humanfd,qd. fuerza progresiva y que eI mundo moderno ofrece pers'
pectivas illmitadas para su desarrollo.
Sin embargo, hasta los más optimistas no alcanza- Asf, no e§ un accidente que el.perfodo que _!a visto
ron a ver la velocidad y ascensión del movlmlento que U cutáinación del desenvolvimientó moderno del po{-er
comenzaba a acumular energlas, y gue iba a conductr óieáUirco y económico, hubiera llevado a la civilización
en tan corto plazo a la conqústa dél tiempo y det es- occtOent aL- aL borde dé ta ruina. Porque nuestro po{er
pacio, y a la completa sojuzgáción de la natural-eza a los
propósitos hu¡nanos. éi nuestra propia destrucción -y el mtlndo está embria-
gado y enváne?rado por el podér, como los pueblos Plh
Durante una generación, desde 1840 a lB?0, las co- ñiUvós lo estaban por el aicohol, germen y pólvora de
§as s¡guleron como los liberales hablan esperado, fnrs" una eivilización más adelantada.
trando las esperanzas visionarias de ideáttstar¡ como tikiste, en realidad, un abismo todavfa más profundo,
Mazzini, y satisfaciendo por eompteto Ia opinión gene- entre las'eondiciones-externas de nuestra vida y aqqe-
ral del p{ggresista siglo dieeinueve, que encóntró sdper- úal de nuestros antepasados de hace cien años, que las
soniflcaeión en estadistas como cávour y Gladstóne. qüá éxistian entre la- civilizaeión de los conquist-adores
I,r.g.o, durante cuarenta años, hubo un pérfodo de paz tisnanoús v n de los nativos del Nuevo Mundo. El auto-
inquieta, durante el cual los hombres fuéron perdieñdo *fifittá"aeioptano representan un eambio mucho más
gradualmente su fe en los ideales del überaiismo del -en
revoluétonario la rdlación de1 hombre con lo que lo
siglo $e.cinpeve, aunque la prosperidad material y tos rodea, que la ltegada de los caballeros eubiertos con sus
conoeimientos cientfficos continuaban aumentandó. Br
e¡a .cqlma agitada, cuando las energías del mundo oecl-
áimaárfias, que- destruyeron la civilización de . MéJico
dental pargcian absorbidas en hacei dinero, y en Ia ex-
v Perú. Peio-el cambio-ha sido demasiado stlbito para
plotaeión d. lg§.pueblos m4s débiles, se oyeron nnas po- fiue tos hombres se adapten a las nuevas condiciones. La
riaturaleza humana eainbia lentamente y los hombres,
cas voces proféticas anunciando la apro:dmaeión det iin que han conquistado el tiempo y el espacio y adquirido
d._.tq era, pero ésas eran voces de lotos, como Nietzsehe óoder materiál casi ilimitado, no son más superhombres
y Dostoiewski, paT? los que no habla lugár en ese parafso t¡ue sus bisabuetos de 1840. Sin embargo_, ha¡ devenido
de tontos que se llama é1 mr¡ndo real.- frrperhombres a pesar de ellos mismos: han sido_aleja-
Pero durante los riltimos treinta años esta realidad Ooi ¿et arado v del banco del remendón, y §e les ha
artificial se ha derrumbado como un castillo de naipes; dado un poder que ni arln los autócratas divinizados, de
el poder maligno que tenía apresados los cerebro§ de los imperios del antiguo mundo, nrulea poseyeron'
aquellos desterrados, ha invadido el mr¡ndo de los hom- Estas son las condiciones que han llevado a la im-
bres y se ha convertido en su amo. Los antiguos concep. pfantaciOñ-áe¡- éstado totalitarlo. Es un intento de resol-
r
12 CnrsropEEB D¡,wsoñ Er, Jurcro DE LAs N¡,croxus t3

probrema del poder de las masas por medlo de Ia laridad triunfante del estado del siglo diecinueve. Fué
entonces cuando León XIil resumió los principios socia-
I-91__gl
fuerza, y asf producduna nueva serie áe fensionéJv-con-
flictos gue
que intensifican el carácter
carácber destrrretivn
destructivo rlp íq ,rr-
de ia cri- les católicos en aquella gran serie de enclclicas que cons-
s\. r,os problemas del poder no pueden sei sotucfonadñ tituyen la expresión clásica de los ideales del humanismo
u-olrqmte_por et poder ni solo pbr la ciencia,
glTgP§e ha,convertido en servi4or? del poder. l,a-UUer_
ttiüli; y liberalismo cristianos, que han sido la inspiración de
Ia cultura de Occidente. Pero sus advertencias fueron
Hrcr y
tad Ia ta,zott
y-_re razón esEan
están siendo destruldas por los tr»deres
slendo destrufda§ igualmente desoídas. Cuando en 1870 el Papa manifesto
gu9 ellos gearon, y.ta _huryanidad se estd aestüañáó;in- que la humanidad corría hacia la ruina, y advirtió a
9,.{91pn9y puede
cieg-ameñte, hacia er abismo. porque ta huina-
la sociedad que se preparara para la crisis inminente,
Tldlg salvarse por sus proplos esfúen¡o§. o¡an-
cto es abandonada a sf misma, pdrece, y cuanto m¿s anteg que f.g9ra demasiado tarde, gu§-.paUfras no hieie-
grande e§ §u poqe{ y m᧠numero§o§ §us reclu§o§ mate. ron impresión en el seno de una civilizaeión que segufa
rlales, más cohptetá es la cat¿stróiá aerecentando su prosperidad material y era todavía re-
lativamente estable. Es solamente durante los riltimos
Esta es Ia verdad que ha sldo reeonoclda por toda§ treinta años que el mundo ha despertado a la realldad
las eiviltzaciones que eimundo ha eonocldo, peio quá na de los peligros, de los que el papado habla adverttdo
sldo olvidada o_nega{? po{ et hombre modérirq-eüu-*a- tanto tiempo a¡rtes. Dr¡rante los tlltimos tres pontifica-
qaqo por su poder iecién adquirido. Sin embargo, ha que- dos, los heehos verdaderos han sido revelados con espen-
q3d9 un testigQ. Durante rós úrtimos cien añod ta rlte- tosa claridad, V la lglesia ya no parece un testigo des-
sia no ha cesado de mantener el principio d,e la defrn- deñado de la verdad olvidada, sino que se yergue en el
dencia de la le¿ y de la sociedad ?rumaira, ae un oiaen mismo eorazón de la lucha, en la que todos los sere§
qqe tpscignde la polftiqa y ta economfa, y áe-;dvertti
a los hombres de lá catástiofe inevitablé'{ue ieiurtarfe humanos están envueltos. Hoy no es el enemigo el libe-
del intento de crear una civilizaeión que no conozca más raJls¡no humanitario, que era una especie de versión se-
Iey que las necesidades y ?mbicionei de aquéIlos. Ená glar del idealismo moral eristiano. Es un nuevo poder
p$me¡o de tos tres periodos de que ne rráritáó; etstg§ que pisotea todos los derechos e ideales humanos. Bato
advertencias fueron - deseartadas -sumariamente' como la sombra de esta amenaza los conflietos parclale§ que
mero obseurantismo reaccionario. sin embargo, cuanaó han dividido la cütura occidental ya no tienen el mismo
Pfo rx condenó eI Liberalismo lo hizo as¡."ná -Domü; signiflcado, y la causa de Dios y Ia eausa de la huma-
liberaba a tas naciones del despotismo llinritfü ios nidad se han convertido en una. La ley de la fraterni-
poderes del estado, sino porque'vió en eÉa dad no es extrafia a la naturaleza humana, y tro está
doctrina ár
desconocimiento de ta su6ordinación d; ñ socieoaa-Hü- colocada en oposición a los ideales de libertád y pro-
rgqlra_a ta ley divina, y ta afirmaeión de un nuevo orfn- greso social que han inspirado la cultura oceidental en
clplo de poder .ilimitado,. $e mayor alcance aún que'nin- Ios tiempos modernos. Por el contrario es Ia únlea ley
guna prerrogattva real (1). que puede salvar a la humanidad de la ley férrea del
poder que destruye al débil por la violencia, y eI fuerte
-, l,"g
vra
iqplieaciones de este principio se hicieron tode-
mas claras_ gn el segundo perfodb, cuando el tdeatis_
por la tralción. Porque el nuevo paganlsmo no tiene nada
de co¡nún con Ia ideallzación poétiea del mito helénico
mo llberal de Nfazzini i r¿majrt¡re aió lugar a la secu- por los humanistas y clasicistas de reeientes eenturlas,
es gue se han retelado los poderes del ablsmo fuer-
(l) Lorón Iütr, robre ol falso libe¡alismo eu "Er p¡pa y oI puoblor, -las
zaÁ¡ oscrüas que ün estadd encadenadas por mlt años de
t
14 CnrsroPEER DlwsoN Er, Ju¡cro DE LAs Nrcro¡rns l5

civilizaeión cristiana- y que ahora han sido puestos en defensas del Imperio y destruyeron el imponente eüfi-
libertad para conquistar el mundo. Porque la determi- cio del orden romano. Sin embargo, San Agustln lanzó
nación de ganar eI poder es también la determinación de su respuesta. Pudo erguirse sobre el conflicto, porque
llegar a la destrueción, y finalmente se convierte en la aunque era un romano leal y un literato que comprendía
propia destrucción. el valor del pensamiento griego, eonsideraba estas cosas
En estos tiempos oscuros deben ser muchos los que como temporarias y accidentales. San Agustln no vivfa
se sienten arrastrados a la desesperaclón cuando ven Ia a Ia luz de Atenas y AlejandrÍa, sino a una nueva luz,
ruina de las esperanzas de paz y progreso que inqpira- que mlbitamente habfa aparecido en el mr¡ndo desde eI
ron eI idealismo liberal de1 siglo pasado, y la degrada- este, unos pocos siglos antes. El Imperio Romano era,
ción de las grandes conquistas del conocimiento humano después de todo, hijo de Babilonia, la encarnación del
y del poder para servir a las fuerzas malignas de la des- orgullo humano y de la riqueza material, el perseguidor
trucción. Tal vez nunca una civilizaclón ha sufrldo una de los santos y eI opresor de1 pobre. Los destinos verda-
subversión tal de sus propios valores y nonnas mlen- deros del hombre se estaban realizando en otra parte,
tras su poder material y riqueza permanesfan casl ln- en Jerusalén, la ciudad de Dios, que se afirmaba a tra-
tactos Xr err muchos respectos, mayores que nunca. vés de la ruina y destrucción de los reinos e imperios
Para los eristianos, sin embüBo, el choque y la des- humanos, pof, la energla irresistible de un propósito
ilusión han debido ser menos severos que pa.ra-aquellos dlvlno.
que han puesto su fe en el evangelio del siglo diecürueve, Pero hoy, para nosotros, la respuesta es mucho más
del progreso seglar. Porque la fe cristlana nunca dismi- diflcil. Porque la civilización que ha sido minada, y está
nuyó la realidad de las fuerzas del mal en la historia y alrora ameñazada por la subversión total, es una civili-
la sociedad, así como en la vida de los indlviduos, y h r,ac76n cristiana, construlda sobre los valores espiritua-
preparado la mente de los hombres para enfrentai las les e ideales religiosos de San Agustín y sus iguales; y
consecuencias extremas de1 triunfo externo del mal y su adversario no es la simple barbarie de pueblos extra-
la apa¡ente derrota del bien. §in embargo, no es una ño§, que están a un. nivel cultural más bajo, sino nue-
filosofla derrotista, es una afirmación trir¡nfante de vida, vos poderes, armados con todos los reeursos de la téc-
de la vida eterna victoriosa sobre la muerte; del reino nisa clentffica moderna, que están inspirados por una
de Dios prevaleciendo sobre los gobernantes de este mun- determi¡ración cruel de ganar el poder, que no recono-
do de oscr¡ridad. cen otra ley que su propia fuerza. Este es casi un re-
Ilace quince siglos el mundo antiguo se encontró en- verso de la sltuación contemplada por San Agustln. En
frentado con una crisis que amenazaba destruir la civi- su época el mundo se estaba derrumbando y las puertas
lización casi en eI mismo momento en que la Iglesia de la lglesia permanecían abiertas, para permitir la en-
había conseguido la victoria sobre el paganismo. Durante trada en una cludad de refugio a una humanidad derro-
mil años eI mundo mediterráneo habla vivido seguro, a tada. IIoy el mundo es fuert€, V no tiene misericordia
la luz de la culüura helénica. En los tiempos actuales .su por la debilidad y el sufrimiento. Desprecia al Cristia-
sol se habla puesto, y la oscuridad y eI frlo del norte nismo como la forma ¡¡rás peligrosa de escape y derro-
bárbaro y cruel, descendla sobre el mundo. Los pueblos tismo. Tiene su propia religión, una religión que es eI
guerreros de1 este de Alemania, impelidos del sur de reverso de los valores morales cristianos, y que dice:
Rusla y del Danubio por el avance de las hordas mongú. "Blenaventurados sean los fuertes, porque ellos posee-
llcas, que venlan de más allá del Yolga, atravesaron la§ rán el mundo", p€Ío la cual, no menos que eI Cristiaff¡;'t;"F\u

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16 CnrsroPrrER DrwsoN Er, Julcro DE LAs Nlcron¡ss 17

mo, demanda sac*iflcios sin límites y una lealtad indivf- estos fines son negativos, como en Ia revolución y en la
sibte de todo el hombre. Así, la situación que los eristia- guerra, la escala eompleta de valores morales se tras-
nos deben de enfrentar hoy día, tiene más de común trueca. Es poslble comprender cómo este nihilismo mo-
con lo descrito por eI autor del Apocalipsis, que eon la ral puede ser combinado con una corriente de !flealismo
époea de San Agustín. El mundo es fuerte, y tiene por fanático, en un movimiento revolucionario suÜterráneo.
amos a los señores del mal. Pero estos señores no son Pero se éonvierte en algo peor cuando es'adoptado como
autócratas viciosos como Nerón o Domiciano. Son los credo de un gobierno, y es aplieado por los poderes do.
ingenieros del mecanismo del poder del mundo: r¡n me- minantes para defender la violencia y la injusticia; cuan-
canismo que es más formidable que cualquiera de los do eI terrorismo revolucionario de la sociedad secreta,
conocidos por el mundo antiguo, porque no está limita- se mezcla eon el terrorismo represivo de la policla se-
do a l¡os medios externos, como eI despotismo del pasa- creta para produeir una nueva técnica totalitaria de go-
do, sino que emplea todos los recursos de la psicologfa bierno, por medio de la fuerza y el miedo que minan los
moderna para haeer del alma humana el motor de su fundamentos psicológlcos de la libertad moral.
propósito dinámieo.
Desde el punto de vista cristiano, el punto más serio
De aquf eu€, mientras los fundamentales principlos de la situacibn e§ que el mal se ha convertido en algo
agustinianos de "Los Dos Amores" y "Las Dos Ciuda- personificado, separádo de los apetitos y pasiones-hu¡na-
dés", ma¡rtienen su validez, en estos tiempos han asumido iras, y exaltado sobre la humanidad, 9n una esfera en
una nueva forma, que no tienen igual en las experien; ta éuát todos los valores morales están confundidos y
cias prevl,as de la lglesia. Porque ahora se está haciendo transfOrmados. Los grandes terroristas, desde Robes-pie-
un de[berado intento de unificar e infundir energla a rre y Saint-Just, hasla Dzerstrinki, no han sido hombres
la sociedad humana con las mayores bajezas: poner a inmbrales, sino- rígidos puritanos que hicleron eI mal
üen¡salén ----el esplritu del Hombre como recipiente del friamente, por prineipio, sin ningún pensamiento de ven-
espfrltu de Dios- al servielo de Babilonia; el esplritu de1 tajas personales, mientras que las nueva§ dictaduras
hombre degradado, convertido en el ciego instrumento asocia¡r las cualidades más altas y más bajas de la na-
de rur deseo demonlaco de llegar al poder. No hay lugar
aquf para discutir el origen y desarrollo de ese mal. Es turaleza humana ---el propio sacrificio y deyoción infi-
suflciente declr que las tendenciias revolucionarlas en Ia nita, así como la violencia itimitada y el deseo vengati-
civllización moderna, que fueron insplradas originarla- vo- en su determinación de ganar el poder.
mentc por un positivo opüimismo humanitario, se han Este es el nuevo mal que se ha extendido desde Ru-
perrrertido hasta llegar a una "Revoluclón de la Des- sia hacla el oeste, hasta llegar al verdadero corazón de
trucelón". Y la causa principal de esto, como señala Europa. Ya no está asociado neeesariamente con el co-
Nietzsche, ha sido Ia pérdida de los valores morales cris- munismo. Por el contrario, se extiende por oposiciór¡
tianos, los cuales "impidieron que el hombre se despre- más que por imitación. Tan pronto como los hombre§ d€'
clara a sf mtsmo eomo hombre, que se volviera contra terminen que todos los medios son permitidos para lu-
Ia vida, y que fuera Ilevado a la desesperación por los char contra eI mal, entonces su bien no podrá distin-
conmimlentos". guirse del mal que van a destruir, La subordinación de
Porque cuando una ven la moralidad ha sido despo- la moral a la política, el reino del terror, y la técnica de
lsda de sus fi¡¡rdamentos religio§o§ y metaffsicos, inevi- la propaganda y la agresión psicológica, pueden ser em-
üablemente se subordtia a füres mfu baios; y cuando pleados por cualquier poder o partido que sea lo bas-
18 CnrsroPrrun DlwsoN
tante audaz como para abandonar Io§ escnlpulos trorS-
les y preeipitarse en el abismo.
Esta es Ia mayor diflcultad que tenemo§ gue encarar
en el momento presente. Es t¡n mal que pro§pera con Ia
guerra, y la neeesidad de oponerse al espfrltu de -agre'
siOn ilimitada por medio de las arma,s, crea la ahmósfers
más favorable para su crecimlento. De aquf que tengn-
mos la pesada tarea de eonduclr, simultáneamente, lula
guerra én dos frentes. Tenemos que oponernos por las II
ármas a la agresión del enemigo exterlor, y al mlsrno
tiempo resistir al enemigo interlor: el erecimlnto eri
nuestra propia sociedad del poder pernleloso contra el
que estamos luchando. Y esta se$rnda guerra et lB más DEMOCRACIA Y GUERRA TOTAL
peligrosa de las dos, ya que puede ser perüda tanto por
Ia victorla como por la derrota, y eI proplo hecho de que
estamos impelidos a ldentificar el mal con su manlfm-
tación externa que amenafra, nuestra exlster¡cla naclonal, ( r*rO empe zó la guerra, hubo una tendencia en
tiende a eegarnos para descubrir las tendencles rnás ln* muchos sectores neutrales, a disminuir la importancia
sidiosas qué pueden eseonderse en nuestro proplo orden de los hechos, a contemplarla como una guerra aI estilo
social. La desinüegractón de la eultura oecldental bafo !n antiguo, entre ciertos poderes europeos, en la cual sola-
violencla moral y económlca de la gtrerra no es u pe, mente sus propios intereses y prestigios nacionales esta-
ligro que pueda ser descartado fácllmente. NI tampOeo ban en lucha, y aun la consideraron como una hostilidad
puede ser aceptado por los cristianos con el mkmo etrpf- simulada efectuada para cubrir una retirada estratégica
ritu con que aceptaron la calda del Imperto Homano. a nuevas posiciones diplomáticas.
Porque aquél fué un desastre externo, que deló sln aI- Hoy ya s nadie le es posible engañarse con tales ilu-
teración alguna las fuentes de la vltaltdad esph{tualn siones. Esta "guerra fal,sa" se ha revelado como una gue-
mientras que ésta es una eatástrofe esptrltuat que gol- rra total, eue no toma en cuenta la soberanía nacional ni
pea directamente los fundamentos moreles de nues- las convenclones internacionales, ni los derechos huma-
tra sociedad, y destruye, no la forma exterlor de Ia civl- nos, y la conflagración se extiende con tal rapidez que
I!zac!ón, sino el alma del hombre, que es sI prtnctpio y 'et ningxin estado es tan fuerte ni tan remoto que pueda
fln 0g tqda cultura humsna. conflar en perma¡reeer aislado. Cualesquiera que sean
los resultados, deben afeetar al mundo entero y al fu-
turo de todos los pueblos y de Ia civilización.
Mucho se ha escrito sobre los designios de la guerra
y de la pan de los aliados, pero el motivo real es muy
simple: iefrenar el tr»oder de la máquina militar mayor
del mundo, antes que conquiste a Europa y domine
al mundo.
Asf, cualqulera gue sean sus faltas y los efectos de
, li ,
i

Cn¡sroPHER DlwsoN E¡, furcro DE LAs NlcroNrs 2f

§us propios sistemas sociales, Gran Bretafra y América y no dela intacto nitrgún valor espiritual. Trata a la re-
se yerguen hoy como el baluarte de la llbertad del mun- ligión mlsma como a otra arma de su arsenal, y si bus-
do. Si ese baluarte se quiebra, nadie sabe lo que suce- eamos refugfo en el pacifismo, encontramos que éste es
derá después: el caos universal o la esclavitud universal. explotado en la misma forma, eomo un arma útil para
En cualquier caso es una tonterla suponer que las con- debilttar la resistencia y desintegrar la moral nacional.
secuencias puedan ser limitadas a Europa. El mundo del La marcha arrolladora hacia el poder, QU€ constituye
Atlántico es una unidad, de la cual depende a su vez el el totalitarismo, está aboliendo los límites que han sido
mundo del Pacjfico. Si los dos pilares de Atlante se rom- impuestos por siglos de eristiani§mo y civjlización sobre
pen todo el he'misferio occidental vacilará. tolinstintos primitivos de violencia y agresividad. Pero
Tampoco los efectos de tal eatástrofe estár¡ limitados estos llmites no son necesarios solamente para la pre-
a la política y la economía. Envuelven camblos profim- servación de la libertad individual: no son meno§ esen-
dos en eI carácter de la civilización, tales como solamente ciales pera el orden social, y cuando esos Iímites son des-
han tenido lugar en el pasado en el caso de una revo- truldos, nada queda entre el alma humana desnuda y
Iueión religiosa. Porque la caracterfstica más sallente del las fuerzas de la destrucción. Asl, la guerra presente,
sistema totalitario contra el que estamos luchando, es con su poder ilimitado de destrucción y su desdén pot
su pretensión de controlar la mente de los hombres al todas lÑ restricciones morales y legales, es solamente el
iguát que sus cuerpos, y para reforzar esta pretensldn, síntoma externo de la enfermedad, que está sufriendo no
moviliza todos los reeursos del nuevo arte de la propa- sólo Alemania y Europa, sino el mundo entero.
ganda y de la sugestión de las masas. Hace la guema,
no solamente eon medios militares y económlcos, süm ¿Cuál es la fuente de ese mal? Ciertamente no ha
stdo inventado por Herr Hitler y su§ eolegas. Ellos_son
utilizando también armas espirituales que están dtrigtt sus criaturas, nó sus creadores. Son solamente hombres
das contra la mente y la voluntad de los pueblos cuya que han sido llevados al poder en la eresta de la ola de
simpatla puede afectar el curso de la lucha, es dectr, destrucclón, como los üdéres de la Convención durante
de todos los pueblos de la tierra. la Revolución Francesa; los abogados y periodistas que
Esta extensión inmensa de las earacterfsticas de.esta aparecieron de la nada y cambiaron la faz de-Eur_opa y
guerra, no solamente convlerte en un absurdo la antigua désanarecieion tan sribitamente como se habían levan-
concepción de la neutralidad, junto con todas las otras tadol Pero mientras que la fuerza que impella a la Re-
leyes y convenciones establecidas que defendfan las re- volución Francesa era una ola inmensa de idealismo y
laciones internacionales, sino que involucra también los esperanua en el futuro, la nueva revolución es un mo-
fines morales, ante los que ningrin cristiano puede que- vimiento de desintegración y desesperaeión, cuya fuerza
dar indiferente. En eI pasado fué posible conslderar Ia procede de la bancarrota de los ideales sobre los cuales
guerra como una ealamidad externa, como las plagas o habfa colocado sus esperanzas eI mundo del siglo die-
el hambre, que debían ser soportadas como un mandato clnueve.
divino, pero que no afectaban a la responsabilldad mo- La perspectiva de que la civilización moderna se iba
ral del hombre o a su libertad religiosa. Por el contrarlo, acercando i¡revitablemente a tal catástrofe, no es nueva.
a menudo los males de la guerra fortalecfan el llamado Ya en el siglo pasado fué el tema central de la filosoffa
de la religión, al hacer volver la inteligencta de los hom- de Nietzsche, que ha tenldo una influencia tan grande
bres de la lucha terrenal a la vlsión de la paz eterna. en el pensamlénto rnso y alemán. Pero Nietzsche no
Pero la guerra total no respeta ningrma de estes eosas, estaba solo. IIn contemporáneo suyo, en Rusia, Constan-
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CnrsroPrrEn D.l,wsoN Er lurCió bü i¿s Ñrc¡oxn§ 2g

tino Leontiev, {üe es el tema del úttlmo trebaio de trabajo de movlmientos de masas y partidos revoluclo'
IVI. Berdyaev, ha emitido un Jutcto simllar sobre La cul- narlos, dlrtgidos por hombres del pueblo.
tura occidental. Es cterto que este movi¡nlento empezó cuando la de-
mocracia liberal era más débil, y ha obtenido sus triun-
"Ese orden, demasiado móvll, escribe, $re dió a la fos más'grandes en pafses que habían estado acostum-
humanidad t¿é ideas del siglo dieclnueve, de progfe§o, brados durante centurias a la disciplina rfgida de una
iguáráaO y emancip-ació! es muy inestable y... $ebe pr- autocracia teocrática o & una monarqufa absoluta. En
rñinar, eri una cafástrofe univeisal o en un& transfor- Rusla, sobre todo, la democracia occidental era r¡na im-
macióá lenta v profunda de las socledades humanas portación extranjera, y no solamente reaccionarios como
sobre las base-s de principios completamente nuevoft' Leontlev, slno socialistas como Herzen y anarquistas co-
piincipios no solamerite no liberalesi qltg por el contra- mo Bakunin, odlaban eI sombrero de copa y la levita de
iio exiremadamente represivos y tiránlcos. Tal Yez te la burguesía occidental, como la librea de la servidum-
esclavitud retornará uná vez mád, asumlendo gna fsrme bre de tdeales extranJeros, gue eran aún más extraños
diferente, semejante a una rígida subordlnaclón de IAs a sut tradlciones e insüintos que la esclavitud y el obs-
páisonas'a las iomunidades gran&s y pqqugñas, y é§tgs ourarltismo del réglmen zarista.
á su vez dependiendo del Estádo. En cualquler easo esta Por ests ra,Eón es importante distinguir dos elementos
nueva cultüra será muy opresiva para muchos, Y- |oa en la reaccién moderna conüra la democracia liberal.
hombres del sigto veinté, tán próximo a nosotro§' lels Ehrtsüe 1* reacción que se ha levantado en el mismo §eno
de sustentarlo óon eI ea:úcar ytt agUa de ro§&§ de la ll- de la democracia, como resultado del progreso de la or-
bertad y humanidad, lo combinarán con algo pq99 cr ganizaclón det hombre y de la mecaniaación de nuestra
mún y ial vez aterrador" de manera que "la vtda de cultura que he destruldo las bases económicas y sociales
estos ñuevos hombres será mucho más opreslva y poco del inü\rldu¿tismo llberat; y segundo, la reacción natu-
satudable que la vida de los btrenos monJes eserupulosos
en monastérios austeros" (1). ral de &quello¡t pafses que no tenlan tradición democrá-
tica nativa y que tun aeeptado las ideas liberales como
Esta conjetura tan slgnificativa, que e§ casl lqa-pto- parte de la cuttura material de Europa occidental, que
fecfa, se ha óumplido poi completo. Duraqte los tllttmos ellog creyeron que era el símbolo, no sólo del progreso,
veint'e años la áemocracia liberal ha sufrldo derrotas sino tautbién de la explotación extraniera.
tras derrotas. En una gran parte del mundo hemo§ vi§üo
Fué solamente cuando estos dos elementos se unieron
la anulación completa de aquellas libertade§ que el slqlo en le derrota y revolución de1 período de postguerra, que
diecinueve eonsideraba como las bases de tra civilizacién
moderna, y eI estableeimiento de un nuevo orden soci;al
diercn nacluriento aI nuevo orden toüalitario que ahora
que niega los derechos humanos más elementales, y des' está a,menazando la existencia de la democracia en
8urcpn'oecidental y en el mundo. Como en eI siglo di,e-
druye clases y pueblos enteros, tan cruelmente como
ctnueve la democracla occidental mantuvo su hegemo-
cualquier Aespotismo oriental del pasado. Y e§to se ha
hechó posible, no por el triunfo de las fuerzas "re&cclo' rtla por un proeeso de penetración económica e ideoló-
g1cl, ¡m el comerclo y la prensa libres y por la propa-
narlas'i o conservádoras en la soeiedad oecidental slno
por su derrota y el triunfo de §u§ enemigos. Ha sldo el gaclón üe ldeas liberales; asf hoy el nuevo régimen tota-
lltarto está buscando extender su dominación por sus
(r) Nicolás Berdyaev. "Leontievn. (Geoffrey Blcs, f94O) pp. l0S1@ proptos métodos por la organlzación y disciplina de las
ilr'i¡

CnrsroPHER D¿wsoN Er, Jurclo DE LAs Nlcro¡¡ss 2í

rnasas y combatiendo toda oposición, dentro y fuera, con del sistema de modalidades y eostumbres de la vida". §o-
un plan de acción psicológica y de agresión militar. bre todo, derivó su fuerza de la ereencia cristiana en el
valor absoluto y único del alma humana, gue trasciende
¿Es la democracia occidental lo suficientemente fuerte
como para resistir este ataqge, o la Euro_pa de occldente infinitamente toda la riqueza, poder y gloria del mundo.
está déstinada a seguir eI cámino tomado por Alemania Las consecuencias políticas y sociales de ta1 ereencia
y Rusia y sufrir uná revolución totalitarta? La respuesta son dos. De un lado produce la actitud ascética y l'a es-
ño depende solamente de factores militares, por-que_ aqn peranza en eI otro mundo, la desestimación de los bie-
el triúnfo en la guerra no podría preveni{r Por sf solo, tra hes terrenales y del poder-mundanal y la- transferencia
declinaeión de lá democraCia, si las condlciones moder- de1 centro de1 pensamiento y de la acción a la esfera
nas son desfavorables para que sobreviv_&, mientras gue religiosa y supértemporal. Péro de1 otro lado, taqpfén
poi otro lado, si los tgri¿amentos de la demoeracia occi- tenáía a inan[enerse dentro del orden soeial y polltico,
áéntat siguen firmes, ni trna derrota militar Ia destruirfa. por la modificaeión de tipos e instituciones sociales en
un sentido cristiano.
Es necesario, en primer lugar, entender lo que que'
Así, exactamente como una monarquía cristiana di-
remos decir por demoeraeia, y seggndo, dlstingUir _entre fiere enormemente de los reinados bárbaros de los que
Io que vive Í to que ha muerto en la tradición demo- desciende históricamente, la libertad cristiana combl¡ró
cráfica que iremo§ heredado de la centurla pasada. Por y transformó los elementos de libertad bárbara de la ciu-
democraéia no queremos significar meramente el proplo dadanía ctásiea en algo nuevo. Las más profundas raÍ-
gobierno o gobiérno populár, sino ry4§ bien esa forma ces espirituales de la democraeia occidental no se en-
farticular dé propio g-odierno qry fu! basado en el ideal
cuentfan ni en la hermandad sangrienta de las tribus
áe übertad pérsonal, y personificado por instituciones guerreras, ni en los privilegios cívicos de los estados ciu-
representativas o partaméntarias. Esta forma particular dadanos sino en Ia reversión espiritual de valores, que
dd democracla es pecriliar a la eivilización moderqA oc- hizo que los hombres honraran la pobreza y eI sufri-
cidental, y está asociada especialmente con las $es gTan-
-Oeste: IngJaterya, Francia y miento, y q.ue vieran en un pobre la imagen de Cris-
des naciones polítieas del
Estados Unidds, de y las cuale§ se extendió, en el cur§o to mismo.
del siglo diecinueve, a easi todo el mundo civilizado. Este sentido de libertad cristiana y democracia cris-
Pero áunque sóto atcanzÓ su desarrollo completg colno tiana (para usar la expresión de León XIII) fué difun-
resultado de las tres revoluciones occidentales Re- dido poi toda Ia cristiandad y formó el fondo espiritual
voluciones Inglesas de 1642-1688, la Revolueión -las
Amerl- de uñ orden social QUe, desde un punto de vista exte'
cana, y la ReÍolución Francesa- sus rafees están -pro- rior, aparece, a menüdo, extremadamente jerá1quico.y
fimdamente arraigadas en las fuentes del eristianismo autoritario. En la Europa oriental, debido especialmente
occidental, asl que es imposible comprenderla apartada a los imperialismos orientale§, a los cuales estuvo some-
de su fondo religioso y eultural. Asf, el ideal occidental tida durante tanto tiempo, este fondo estaba tan ale-
de libertad, que es la inspiración de toda la tradición Jado de Ias realidades políticas que la conclencia social
democrática, ño es una mera conseeuenela'de las nuevas óristiana se expresó en térrninos mlsticos o apocalípticos.
ürstituciones potíticas. Como Burke escribió, la democrs- En el Oeste, sin embargo, eI orden social era más plá§-
eia penetró en todo el orden cristiano de la sociedad eri§- tico y más orgánicamente relacionado con las creencias
tiana y "se levantó, no de las leyes del estado (enr el que e ldeales de los pueblos. Es trn hecho que ninguna civi-
más prosperó por negligencia que por atención), sino lizaeión, ni siguiera la de la antigua Greclia, h¿ sufrido
i

r*'
26 CnrstoPrrEn D¡,wsoñ
jamás un proceso de cambio tan continuo y profundo,
eomo el que ha soportado la Europa occidental durante
ro cuar,,u,o..li,T;.;'J;'.,,"u"
de ella.
todavra J:
los últimos novecientos años. Es imposible expliear esto Por eso debemos advertir que cuando decimos que
hecho en términos puramente económicos, por una in- estamos luchando por la democracia, no estamos com-
terpretación materialista de la historia. El principio del batiendo meramente por deüerminadas institucione§ po-
cambio ha sido espiritual y el progreso de la civilización líticas, ni siquiera pór principios políticos, Menos airn
occidental está íntimamente relacionado con el esplritu luchamos poi la prósperidad mezquina del industrialis-
dinámico de la cristiandad occidental, que ha ido hacien- mo moderño, que-fué bI resuttado de1 liberalismo eeonó-
do, gradualmente, al hombre de occidente sabedor de su mico de la centuria pasada. Lo que tenemos que defen-
responsabilidad moral y de cambiar el mundo. Esta pre- der es, para citar las palabras det cardenal Liénart, "una
tensión está implícita en la perspectiva crlstia¡ra del civitizaéión humana y cristiana, construída con pacien-
mundo: ciertamente ya fué expresado en los términos cia infinita": un trabajo at que muchas razas diferentes,
más explfcitos por San Pablo: "¿O no sabéis que los san- pueblos y escuelas de pensamiento han contribuído,
tos han de juagar al mundo? Y si el mundo ha de ser siglo tras siglo.
juzgado por vosotros ¿sois indigRos de juzgar cosas muy
pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de Juzgar a los án- Y a pesar del conflicto que ha marcado su desenvol-
geles? ¿Cuánto más las cosas de este siglo?" (1) La hl§- vimientó, ha sido un trabajo de unidad; porque el c,ris-
toria de la cristiandad es la historia de la vlndicación' tianismo, el humanismo y la libertad social no §on ideas
progresiva de esta pretensión tremenda {u€, no sóIo hizo discrepantes que hayan dominado alternativamente la
conciencia europea; tienen una afinidad espiritual que
de la Iglesia una fuerza social mucho más dinámica que no fué percibidá por los reformistas y revolucionarios
cualquier otra religión que eI mundo haya conocido, sino que fueron envueltos en eI torbellino del conflicto, pglo
que difundió su influencia a través de toda la civiliza- lá cual se está haciendo ahora visible cuando todos están
ción de occidente, y afectó a las esferas de pensamiento igualmente amenazados por fuerzas inhumanas que no
y acción más alejadas de la influencia dirocta de la están relacionadas con ninguno de ellos.
religión. El gran peligro que tenemos que enfrentar se debe a
En realidad, no fué sino hasta eI final de la Edad la ausencia-de lornprensión de ésta comunidad espiri-
Media, que la unidad del cristianÍsmo medioeval se hubo tual. La cultura euiopea ha pasado a través de u¡t P9-
perdido, que se sintieron los efectos de este cambio espi- ríodo de individualismo y atomización que ha preparad_o
ritual revolucionario. AsÍ, la elevación de la democracia el camino para la m᧠formidable desintegración de
occidental no fué realmente la creación de un nuevo nihitismo que nos amenaza hoy. De aquí Qüe, en el qau-
culto seglar, sino que fué el resultado de slglos de tra- fraglo de Europa, sea muy fácil para cada partido o
grubo, intentar-arrojar la censura por el desastre sobre
bajo en que araron la tierra virgen det oeste y espareie- ios hombros de los otros partidos, o hasta explotarlo en
ron la nueva simiente sobre la faz de la tierra. No hay provecho de sus propios intereses, algo así como una
duda que la semilla estuvo mezclada a menudo con clz,a- óportunidad para su propio engrandecimiento. Los ene-
ña, u oprimida por las zarzas y los espinos, o fué sem- migos de Europa conocen perfectamente esta debilidad,
brada en tierras estériles, donde se marchitó, no obsta¡rte y están listos para explotar las divisiones y diqensione§
éntre partidos y secta§ ¡i: clases y escuelas filosóficas, de
(f) I Corintios VI, 2-3. m¿nerb de crear tma atmósfera de desconfianza univer-
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28 CnrsroprrEn
".. 29
D.q,wsoN Er, Jurcro DE LAs NacroNrs \-
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§al- y. desintegración_ que preparará el camino para su
trabajo de destrucciónl
eontemplada en este sentido absoluto, ro es mbnw
opuesta aI cristianismo, y ciertamente a cualquier forma
Esta es la causa de la gravedad de la situación pre- elevada de la vida civilizada. La guerra es expresión de
sente. La democracia occidental no está librando sola- barbarie y "las naciones que se complacen en la guerra"
mente una batalla en los frentes con los totalitarismos qude in sua feritate confi.dunt"- eran consi-
rivales de derecha e izquierda. Está siendo minada al -"gentes
derádas poi la antigüedad cristiana como "bárbaros", ep
mismo tiempo, desde su interior, por un proceso de des- el sentidó estricto, y como representativos del principio
integración que socava nuestra vitalidad y AeUitita nues- social opuesto a aquel que estaba personificado en el
tro poder de resistencia. orden de la cristiandad.
Es inevitable que nosotros tengamos que enfrentar Muchas veees la existencia del cristianismo fué ame-
estos peligros con una concentracióh inmeñsa de esfuet'- nazada por los asaltos de esta barbarie externa que ?
zos, gue una todas las fuerzas de la nación menudo-infectaba Ia misma sosiedad cristiana, con el
eeonómicas y psicológicas- para la causa común. -militares,
¿Sig- espíritu de violencia brutal y d9 la- voluptuosidad de la
nifica esto que es imposible pára Ia democracia, deriotár coirquista. Sin embargo el cristianismo sobrevivió a las
al totalitarismo sin convertlrse a su vez en totalitaria? épocas oscuras, en las cuales la espada era Ia única ley,
El gran problema que los estados democráticos tienen y los pueblos que aceptaron el evangelio de la paz y
que resolver, consiste en cómo conciliar las necesidades adoraron la cruz de Cristo, probaron ser más fuertes
de la organización de las masas y poder mecanizado, que los adoradores de la deidad guerrera.
que encuentra §u expresión extrema én la guerra total,
principios de libertad, justicia y hrinanidad dé Y asÍ puede ser en el conflicto entre la nueva barba-
-con loq rie, que §acrifica todos los valores humanos a la con-
los cuales deriva su fuerza espiiituar. párece existir una
contradicción insoluble entre [a técnica totalitaria, que es quistá del poder, y la demo_cracia occidental, que, es- Ia
una forma modernizada de las viejas tradiciones-dél go- tieredera dét cribtianismo. La demoeracia no será des-
bierno absoluto, basada en la aisóiptina militar, la ie- truld,a ni por una derrota militar ni por la disciplina y
presión .del pensamiento y el régimeñ de policfa Éecreta, organización que ha tenido que imponerse a sí misma
y erl sistema democrático que i-mplica ra-rimitación dei paia obtener lá victoria, si puede mantener su valor es-
podc-r del_ gobierno ejecutivó por tá discusión y la coope- ñiritual, y preservarse de los peligros de la desmoraliza-
ración voluntari*,-y.-ta tibertá¿ ae ta opinión-púbtica; y óiOn y fá Aesintegración. Pero ¿stá no es una tarea fácil.
ningrin plan.ci-e_ntÍfi9o, por poderoso qrñ sea, t'uede vén- Dura;-nte más de doscientos años Ia esencia de la cultura
cer esta oposieión. sin embárgo, está iodaviá -en terreno occidental ha sido minada en su entraña por el eonflicto
Ag prygla que un sistema, que es por su naturaleza mes entre religión y racionalismo, como fué disputada.en loq-
adaptable que el orden rígiáo del bbsolutismo, sea incá- siglos preóedentes entre el catolici§po y eI p_rotestantis-
paz de reagrupar sus fueizas ante el desafío hel estado mo. Péro este conflicto que dividió et mundo moderno
totalitario y las nuevas condiciones de la guerra. no lo fué realmente entré las fuerzas religiosas y anti-
religiosas en nuestra civilización, sino un conflicto entre
Cierto que la guerra, que es un estado de violencfa dos-religiones rivales: eI cristianismo tradicional de un
organizada, es por sü misma naturaleza, opuesta al ideal lado, y del otro, una religión seglar del progreso huma-
de libertad-personal, ley y del sis-
-bajo las reglas de táque no, que despertó una fe no menos intensa y una espq-
tema de gobierno de libie determinación son carac- ranza ilimitada en eI amor por la humanidad, como cual-
terlstleas de la demoeracia occidental. péro la guerra, quler movimiento religioso. Todos los movimientos "pre
'1 .ifit,,t

30 CRrsropHER D¡,wsoN Er Jurcto DE LAs N¡cloxes 31

gresivos" democracia, humanismo, socia- mat Ílammend,, Manchmal i¡n Ratteh, Traurig und
lismo- se-liberalismo,
alinearon del lado de la nueva rerigión, mien= giittlinh.
trqs gue los_"reaccionarios", los defensores Aet ántiguo Und nun auÍstard. er: steht: hiiher
orden tradicionalistas, eonservadores--se Als stehende Türme, hiiher.
-realistas,
gniero_n-para la defensa del cristianismo tradicion&r, y Ats d,ie geatmete Luft unseres sonstigen Tags.
de la fglesia como una institución. Süeht. Uberstht. UnC wir? Glühen in Eines ausq,tn-
Este alineamiento de fuerzas se definió más aguda, rnen.
mente entre los pueblos eatólieos, sobre todo en dl sur In ein neues Geschópf , das er tiidlich belebt (L) .
dg Europ!. Entre los protestantes, especialmente en rn- Es particularmente difíci[ para el -ing]és comprender
glaterra, la división fué menos chrá, porque allí exis- la tmpbrtancia de esta "revolución destructiva" .(para
tían toda clase de gradaciones de opinión rbtigiosa, des- citar ia frase de Herr Rauschning), porque el nihilismo
de la alta iglesia conservadora hasta la unitaria. Cier- e§ un fenómeno que está completámente aleiado de
tamente, el poder que estaba tras el liberalismo polltico nuestro temperamehto y tradiciones nacionales, de ma-
inglés representaba la conciencia no conformista eué, nera que esiamos en aptitud de poder desechar la vi-
desde un punto de vista puramente religioso, era rfgi- stón dlrecta de é1, que fué dada por Dostoievsky-o por
Nletzsehe, como una pesadilla metafísica. Sin emb-argo,
damente conservadora y tradicionalista. Sin embargo, subsiste el hecho de que ta rebelión contra eI idealismo
aun en fnglaterta y en los Estados Unidos, los jefes in- moral, ta cultura humanista y la democraeia liberal es
telectuales de la religión del progreso, tales como Ben- uh hecho histórico, no menos real que la Reforma o la
tham y los dos Mills, Roberü Owen y Herbert Speneer, Revotución Francesa, y asf como estos movimientos
Thomas Hurley y John Morley, eran hostiles al cristia- afeeüaron toda la cultüra occidental, aunque estaban
nisrno tradicional y estaban en contaeto más o menos asociados originalmente con un pals en particular,_lo
directo con los liberales y socialistas de1 continente. mlemo sucede con la nueva "antirreligión". Como eI Dr.
Pero durante los últimos treinta años este arinea- Borkenau lo ha demostrado tan claramente en su re-
miento de fuerzas ha cesado de representar la realidad ciente libro (2) el nacionalsocialismo en Alemania, co-
de la situación. Se ha levantado ün poder nuevo, eue mo el bolcheviquismo en Rusia, son reacciones naciona-
no es menos hostil a los ideales liberáles y humanita- les especfficas de un estado de ánimo universal' En Ale-
manlá ha tomado un giro decididamente militar y agre-
1io-s d.e .los apóstoles del progreso, que a li fe histórica slvo, debido a Ia violencia peculiar y a la rapidez de la
del cristianismo. El mundb há sido üardo para eompren-
der la naturaleza qe este po_4er, porque éite tiene'poco dtmluctón det orden del siglo diecinueve que siguió al
de común con las teorías religioias y políticas que'han eolapso del Imperio en 1918 y al hecho de que el orden
gobernado a la humanidad en el pasado. su fueiza pro- del stglo diecinueve, tal como lo eonocemos en occidente
vi_ene, _no de ideas o creencias, sino de la negaciórf oe con su liberalismo parlamentario y su individualism.o eco-
ellas, de las ciegas fuerzas de ciestrueeión que yacen en nérnlco, tuvo un desarrollo superficial en comparación
lo profun9p dqt alma humana, y {ue ahora'hari enürado con la tradición militar que habla construldo el estado
en erupción dg¡u¡_o de- supérticie de la civilizaeiór¡ prrrsiano por la gxrerra y para la guerra hasta un grado
como un voleán dormido -la qué
entra en actividad desj a que no alcanzó ningún otro estado europeo. Por lo
tructora
(l) n. M. Rilke, Fünl Gesánge (Agosto t9l4).
WW ein Uulkq,niogher Berg lag er i& tpeiten, lllefiela {f,} "El aneni§9 lgÍqlítgfl.'t por
Franz Berkgnaq. fqber * Fohsr'
rl

Er, Jrnc¡o DE r.As Nlc¡oxrs 33


32 CnrsroPrrER D¡,wsoN
tanto, ha resultado más fácil en Alemania soiuzEar to- tura, mientras que eI cristianismo sublimado de los li-
das las fuerzas del estado a la determinación reiótucio- beraies y los humanistas, a pesar dq sy caútcter_vago
naria de ganar el poder, y lanzarlas como una avalan- y desorg-anizado, fué Ia religién trabajadora de la demo-
y -nna influencia real sobre la
eha sobre el plano de la agresión externa. Del mismo óracia óccidental ejerció
modo, el earáeter pagano de la ética nazi no carece de conciencia social. tto- obstante, los eristianos no tienen
un fondo histórico. Mientras que Alemania oceidental ffiÑñ-tuuéñlura contem-glar la dertotaeausa de este espi
formaba parte del cuerpo de Ia cristiandad desde un ritu- con complácencia o ind,iferencia. La de Dios
prineipio, la conversión-del este de Alemania. v esDe- I t, causa ¿ét frombre es una sola. Los cristianos esta-
cialmente de las provincias Bálticas, fué l,¿raíi, y ile- Éañ justifieados al condenar la separación de los ideales
vada a cabo por la guerra y la violencia, de riránera áá Jürticia, Iibertad y .raz6n de sus fundamentos en la
que Ia desunión y la falta de -equilibrio que han impreso fe i costurnbres cristianas. Pero estos ideales no son
su sello en el temperarnento nacional §ermano, tienen abstracciones vacías. §on los fundamentos de la vida
sus raÍces en los orígenes históricos y raóiales del estado humana, y cuando estos fundamentos son minados, el
naclonal. El espíritu de los antiguo§ dioses no fué debi- edificio áe ta civilizaeión termina en Ia desintegración y
damente exorcisado por la espadá , y h& continuado ron- el caos.
dando el fondo del espíritu átemán.
En Occidente, por el contrario, el paganismo murió
de muerte natural, y no ha dejado-rasf,roltras é1. cuan-
do hablamos de. los- partidarios de ra nueva religión del
progreso como "paganos',, usamos la palabra en. un sen-
tido diferente. Loeke y Franklin, Roüsseau y Lamarti-
ler f. S. Mill y Guizót y de Tobquevitte, estaban mu-
ehfsimo más al-ejados dei paganisnio que io que lo estu-
vieron sus antepasados medloevares. hran tódavía cris-
tianos en cierto modo, aun cuando ya no ereían que
g1efqn. Hoy día, este tipo de cristiani§mo sublimado ts-
tá desacreditado. En realidad ha sido objeto de críti-
cas, más mordaces y aun más intensas que el cristia-
nismo dogmático. Es fáeil comprender que este cambio
ha sido bienvenido entre tos cristianos- piadosos como
gn signg del renacimiento religioso y de un despertar
{e fe religiosa. Sin embargo, no es náda de esto. Signi
fica simplemente qug el movimiento de desintegradión
que.primero .estuvo dirigido contra et cristianismo dog-
mático e institucional, ña sido ahora concentrado coñ-
tr-q ef espíritu cristiano, la moral y el idealismo huma-
nitario que se derivaba de é1. Esto ño es sorpresivo, dado
que en Europa oceidental el cristianismo -institucional
hace mucho ha cesado de dominar la sociedad y la cul-
.t
34 Cnlsroprgf, Drrtor E¡, furcro DE rrts N.leror¡us 35

La explicación de aquel proceso de desintegración


era relativamente sencilla. Fué debido a la imposibilidad
de adaptar las libertades que se habían desarrollado en
el campo limitado del estado ciudadano, a las condicio-
nes de un imperio gue abarcaba el mundo. Nuestros
propios problemas son el resultado de una situación
mucho más compleja. Sin embargo, hay un cierto para-
lelo entre las dos. AsÍ como la cultura y libertades po-
ilI lfticas del antiguo mundo fueron el producto del esta-
do y de sus clases ciudadanas, la cultura y libertad oc-
cld,entales han sido desarrolladas por las clases ciudada-
nas o privilegiadas de las sociedades, en pequeña esca-
LO§ ORIGENES RELIGIOSOS DE LA DE§UNION la, del sistema de estado europeo que incluÍa las mo-
EUNOPEA narquías nacionales occidentales, los estados ciudada-
nos italianos, y los principados germanos. Y nuestro
problema procede de la dificultad de adaptar los ideales
cüturales y las instituciones polítieas que se han des-
E r, rr..rro fundamental, que subsiste en el fondo de arrollado en este campo tan restringido, al nuevo mun-
la guerra presente, y que en cierto modo la ha produ- do de estados en gran escala, de Ia misma manera que
cido, es el de la desintegración de la cultura occidental. el mundo antiguo fué obligado a adoptar las instituCio-
nes e ideales del estado ciudadano a las condiciones cos-
No es que la civilizaciÓn esté amenazada por la pers- mopolitas del imperio del mundo.
pectiva de una nueva época oscura, como la que el mun-
do romano tuvo que soportar en el tiempo de las ürva- Así, en ambos casos, vemos la misma tendeneia de
siones bárbaras; es más bien una desiñtegración que la cultuta a perder en calidad a medida que aumenta
viene de adentro, tal como la que Roma experlmentO en cantidad, y a las corrientes polÍticas más nuevas y
siglos antes de la llegada de los bárbaros, cuando su menos desarrolladas, afirmarse sobre las más evolucio-
poder material había alcanzado su punto má:dmo. Es- nadas y civilizadas. La tendencia general del mundo an-
tamos en situación de comprender él estado de ánimo tlguo era eI resurgimiento de las tradiciones del despo-
de Tácito cuando escribió eI prefacio a su historla. tlsmo oriental contra el de la ciudadanla occidentel, Y
"Estamos entrando, dice, ,en un perlodo de la hts- on el mundo de hoy vemos un proeeso similar en la
toria rico en desastres, sombrÍo en guerras, divtüdo por declinación de la democraeia y eI renaeimiento de un
sediciongs y salvaje en sus horas de paz nuevo tipo de absolutismo en la Europa central y orien-
- hubo ele-
prota-
nación de ritos sagrados, adulterios bn situacionés tal que había sido gobernada antiguamenüe por auto-
vadas, el mar estaba lleno de exilados, las rocas de las cracias militares o monarquías autoritarias.
islas empapadas por eI crimen. . . todo era un dellrio Si continuamos con esta analogía, la conclusión pa-
de odio y terror; los esclavos eran sobornados para que rccerla ser que la causa de la democracia es desespera-
traicionaran a sus señores, y los hombres librls a §us da, y que Europa oceidental está destinada a conver-
patrones. Aquel que no tenfa ningún enemigo era des- tlrse en el botln de autocracias totalltarias, que progre-
truído por su amigo." rlva,mente se hacen más poderosas y peligf,osas. Perso-
36 CnlstópfrEr Dlügóbr E¿ Jurc¡o DE LAs Nlc¡o¡rrs fi
üatrmeate üo soy un fatalista, y una compar6eión ^ de ron ignorados dunante los dos úttimos siglos de progreso
e§te lndOle, si bi-en arroJa alguna luz sobre la sltueciÓn rnaüerial, perc grl8, sin embargo, han dejado una herlda
histórlca, úO tlene el cáráctér de una ley mecánic¿ de profimda en eI alma europea. Cuanto más podamos
fataUaaa y determinación. Además, Ia§ divisiones en alumbrar estas fuentes escondidas de conflictos y mal-
nuestra cililizaelón, no obstante la exageración de Ia cntendidos, más esperanzas habrá de una reconciliaelón
propaganda nacionátfsta y racial, son mucho más su- csptritual, effi es eI único fundamento verdadero de paa
iiefiiclates que aquellas que separaron. los pueblos del y órden i¡rtérnacional, ya que el problema de la reunlón
ántiguo rnrindo. Este estaba cómpuesto de elemeRtos del srtstta¡rlsmo tiene una, relación más estrechs con Ia
e§enótelmente dispares. Las antigr¡as mon?rquías- ortgq- calu¡a de la paz del rrn¡ndo de lo que generalm"ente se
tales, Ios estados ¿iudadanos del-Mediterráneo y-las tri- cree.
hUs ile Europa occidental, hablan stdo unldas a la firer- Aquf tenemos tres probtemas para considerar. Pri-
üür por eI poáer imilttar d.e Roma, perg no tenfan r¡n fon- mero, el cisma entre el-crlstianismo orlental y occlden-
do bsptritüat
-§us
común, ni tampoeo-orfgeles comunes; te- tal; segrrndo, la división entre la Europa eatólica y trB
flfafi rafces en rnundos diferentes. En el mundü mo- prutestante; y tercero, las divlsiones internas del pro-
derno, por el contrario, la sltuación e§ cornpleta^meqte testantismo mlsmo.
distinta-. Durante un millar de años los pueblos y estados
de Europa se han desarrollado balo influencias slmilares, El pri¡ner problema es relativamente simple y -obvio.
y compártido un patrlmonio cultural eomún. Todos ellos [a Aivisión reügiosa entre el oeste y el est-e eoincide con
han nieifiao su eáucación en la escuela del crtstlanlsmo, tma üvisión cuttr¡ral, claramente marcada, 9üe separe
y no obstante lás violaciones en guq hayan ürcurtlüo en r Europa oriental y occidental. El cristianlsmo ortodoxo
3us enseñanzas y dtscipllna, todavfa con§ervan su ün- dc Rusta y los Balóanes, fué, durante sig-los,-qn mu¡do
presión y rettenén a médtas un recuerdo de s¡¡ anttgua CerTa, o pára el oeste latino en el cual todas las corrien-
unldad espititual. ks det pensamierto, culttrra social y tra§ición religfosa
Pero si esto es asl, ¿por qué no es el cr[sü&ni§mo el
corrfan-por canales separados. Para la Rusia ortodoxa
punto de reunlón de Iá unidad oectdental? ¿Pof qu6 de Ia Edad Medla, eI bcctdente cristiano no exi,stla, Y
pareee impotente para oponerse a lag fueruar que están después de la cafda de Bizancio y la conquista {e los
Ea;leanes por los turcos, ro existió sino Rusia,_la teryg-
despedazando a Europa? ra Boma.- Como eI monje Filofei escribié a Ivan III:
La razón es que Ia misma reltgfón e§ una fuerza sin "Tomad nota, oh, religioso y gpcioso Zar, Qüe todos loc
uñidad y por lo tanto destntegradora. Antes que l,a ctYi- rclnos eristianos están confirndidos en vos solamente,
lizaeión europea seglarizara, el crlstlanisrno estaba ya
-unasepalabra, que dos Bomas han eafdo, pero la tercera permanece
dividido. En el móderno estado llberal se- m p!e, y no habrá una cuarta. Vuestro reino crlotlano
glar emergló como una solución al problema de la des- no seguirá la suerte de los otros".
unión reli§iosa, eue habla preclpltado a cast todos los Asf, tras el mundo cerrado de las Repúbtieas §ovü6-
pueblos de Europ-a a Ia guerra cfvll, y ta reacción con- ücas, Eon su identifieación absoluta con la ideologfa eo-
ha los iluminados y el fracaso del estado llbera,l nos muuteta y su sumisión absoluta al dictador comunlsü&,
ha trlevado de rnrelta, no a la époea de la uhided rcItglo- rc emcrrentr¿ el mundo cer:rado de la Rusia ortodoxa,
§rá, sifio a tra de las g[rerras de rellgl6m.
oon su absoluta identifieación con Ia lglesla orüodoxa
Balo los conflicüos ideotóglcos que üvtüen aI müErdo y su absoluta sumi$ón al Zar ortodoxo. Berdyaey, para
rhsdlbrno, yecen lm vlelo§ ooüfl¡cto§ ü0O!6glcffi, ![uo üüe- nmMar mlanrcnte uno entre muclroe, h¿ mogürado
, ,- ",,,1 '''

38 CnrsroPgrn DrwsoN Er. Jurcro DE L,¡r,g NlcroN¡s 39

claramente cómo eI uno se ha transformado en el otro que dependla de la libre elección del individg-o. Los pro-
como conseeueneia de la expansión victoriosa de la cul- 6temaf provocados por este estado de desunión religiosa
tura occidental en Rusia, y del conflicto que se desarro- en una sociedad que, sin embargo, posee una tradición
lló entre el estado policial militar de la Rusia de post- cultural común, no han sido, hasta ahora, suficiente-
Petrine y eI viejo ideal de la Santa Rusia, que estaba mente apreciados por los historiadores o los sociólogos.
profundamente fijada en la mente popular. La tensión Es obvio que no pued.a abordar aquí todos eIlos, aün
no fué finalmente resuelta hasta que el estado mismcr en la forrna más sumaria. Lo que me propongo hacer
fué capturado por el mesianismo seglar de las ideas re- es decir algo acerca de la conseeuencia social de la di-
volucionarias, que asi crearon la forma más temprana vergencia entre las dos principales tradicione§ religiosas
y completa del nuevo absolutismo totalitario. Nunca in- denlro del mundo protestante, porque aquí encontra-
sistiremos demasiado si repetimos que la idea totalitaria mos las semillas del conflicto espiritual que divide hoy
no fué fascista ni italiana, ni alemana de origen. Fué dla la civilización occidental, y aunque las divisiones
una reacción rusa que no pudo haberse originado sin teológlcas nunca fueron profundas y ahora están casi
los siglos de segregación cultural y unidad polltico-reli- olvldadas, han tenido consecuencias histórieas de incal-
giosa que formaron la conciencia nacional rusa. culable importancia.
En el cristianismo occidental, ambos desarrollos, re- Nada es más notable que la forma en que el lutera-
ligioso y cultural, han sido infinitamente más comple- nlsmo y el calvinismo, a pesar de su acuerdo teológico
jos y multiformes. Aquí las divisiones religiosas son de firndarñental, han producido o ayudado a producir ac-
fecha comparativamente reciente y en una gran parte tltudes sociales totálmente diferentes y han terminado
de Europa son confusas e indistintas, Nuestra civiliza- representadas por tradiciones -pol_íticas opuestas. Mien-
ción occidental se caracteriza por una falta notable de tras que el luteranismo casi desde eI principio adoptÓ
uniformidad religiosa, y el problema de las minorfas re- una actltud pasiva hacia el estado y aceptó una co-n-
ligiosas ha sido en el pasado una cuestión más can- cepclón de ta autoridad política altamente conservado-
dente que cualquier cuestión de minorías raciales de re; y aun patriarcal, el calvinismo ha demostrado ser
hoy día. una fuerza revolucionaria en la historia europea y ame-
Existe, por supuesto, el catolicismo latino uniforme rlcana, y ha proveído el elemento dinámico moral en
-expansión
en ltalia, España, Portugat y Süramérica, y el cálido la gfan de la cultura burguesa, desde el siglo
bloque de luteranismo escandinavo, pero los palses que dleclséis al diecinueve.
han tomado la dirección del desarrollo de la cultura ¿Cómo se explica este contraste? No hay duda. qle
moderna y Alemania, Suiza y los Países Ba- Cn ÉrAn parte es-debido a las cireunstancias accidentales
-Francia
jos, el Reino Unido y los Estados Unidos- también han oUdconftnaron al luteranismo a los estáticos estados te-
sido divididos por la religión en varlos grupos. En algu- rrltortates de Alemania y Escandinavia; y relaeionaron
nos casos, como en Francia, la minorfa religiosa apena§ ¡l CAlvinismo eon las progresistas comunidades eomer-
sobrevivió a siglos de ostracismo y perseeución. En Ale- ctales de Holanda, Bélgica e Inglaterra. Pero esto no
mania y en Suiza, el pals estaba subdividido territo- -deestá presente en el pensamienlo
G¡ todo. El contraste ya
rialmente en infinidad de feligreslas de credos rivales. y en la personalidad sus dos protagonistas. La quie-
Mientras que en Inglaterra y aun en los Estados Unidos, üud potftica de Lutero no es simplemente el resultado
el principio sectario fué dominando cada vez rr¡ás, has^ dc lis clrcunstancias soci:ales que lo rodearon. Viene
ta que la religión se convirtió en un asunto personal dc lgr rafces más proftrndas de su elperiencia religiosa.
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40 Cnrsroprrrn D¡,wsow Er, Jurcto DE L/Is Nlc¡o¡¡ns {¡[

Está demostrado elaramente en los famosos pasajes si- él no está allf por su propia volr¡ntad, sino porqlle ha
guientes, eue tomo de Ia obra de Troeltsch "Enseña,nea sido colocado por §u Dios.
social de las iglesias cristianas", un libro que contiene ,,Por esta raz6n desea eumplir aquf su deber, dglar
gran número de referencias sobre el problema qlue es- que to golpeen y maltraten, si-elto P.1a9e aI demonlo.y
tamos tratando. a sus servidorut, ptro él no se moverá de ese'sitlo haSta
"IJn niño (escribe Lutero) entenderla de estos dichos qr" n señor lo- llame y todas las horas buenag_.que
(de Nuestro Señor) que es una ley cristiana no resistir ü;;. fu.-.áñriderará coráo un&. gracia especial" (1)". .-
el mal, no tomar la espada, no defenderse, no vengarse" Leyendo .*l;; p;saigs
"de _(y.
otr-os similáres)-, es fác11
sino dar su cuerpo y sus posesiones y dejar que los tome interÉátái ta áétifud Lirtero eomo una forma ex'
el que qúera. Nosotros tenemos suficiente con Nuestro y
ffi#-dé-pacitiimo cristiano de alejamientoalgrrnos de Ia vtda
§eñor mismo, que no nos abandonará, como lo ha pro- que en de
müñAanai, simitar a Ia eircontramos
metido: "Sufre, sufre; resígnate, resígnate". Esta es la Ios prtmeros éüáq""tos.'Pero,. este pensamiento tlene
ley cristiana y no hay ninguna otra. át*u"f*r. A pesar de su oposióion super-ag"tlT.t'1?-*:
"Si sufriste violencia o injusticia, debes decir que son ü-iárcriá y ót munclg, {,qtéro nunea consideró aI e§taoo
propios de los poderes de este mundo. Si has de vivir como a una ;üi;idád temporal criticable o maléflca'
én é1 mundo, eso es lo que debes esperar. Nunca triun- Uf *it*o Oicé: 'ifle escrito- sobre ]a autoridad seglar'
farás en efeetuar aquello que sucedería de cualquier rna- rfá*ánoola gtóriosa y útil, como -nilgu1l maestro lo ha
nera. Si has de vivir entre los lobos, entonces has de ñórño desde-tál tiárápos áe los ApgglglesJ exceptuando
aullar eomo ellos. AquÍ, en este rnundo, permanecerno§ ñósibtemente a San Águstín" (2). Todav[a más t qpgr-
en una hostería donde el demonio es el dueño y el mun- i."ñ; ái entrsis que-pone en laso0fa[ aceptación_por eI in'
do Ia mesonera, y toda clase de malas pasiones los ser- dividuo de su lugar en'el orden eomo ]os medJns
vidores, y éstos son los enemigos y oponentes del Evan - divinos ordenadós para su santifieación. Las palsbr?§
gelio. AsÍ, si te roban tu dinero o te injurian en tu ho- áef catecismo de É Iglesia Inglesa, "colocarme en lo
nor, es exactamente lo que tienes que esperar en es- fá¡o, y reverentemente, con- respecto a todos los-qUe son
ta casa." *i'.'rñ"jores, y eumpúr mi deber en tal condición de
En este pasaje, Brandenburg hace el siguiente co- ;ic*,- áÍ cuaÍ f,tacerá a Dios llamarme"- son completa-
mentario, que considero valioso reproducir: mente luteranás en espíritu. En realldad, hay Un pare-
cido notable entre la dbctrina de la AntigUa lglesia-Afl'
"En ninguna parte encuentro el elemento esencial slicana del carácter sagrado de Ia autoridad --el dere-
de las apreciaciones d.e Lutero sobre el mundo, tan cla- Eho divino de los reyes- y la doctrina eorrelativa de la
ramente expresado como en este pasaje ilustrativo. Et óUéOi.rr.ia pasiva dé parté .del sujeto, y el patriarqllf
monje desea escapar del servicio del diabólico posadero mo conservador del luteranismo germano, aunque el ul-
apelando a la huída; la lglesia lucha y desea arranear iimo sobrevivió al primero y tuio un earáeter feudal
el poder de manos del mesonero, empleando medios ex- mucfro más definidó. Existe, no obstante, otro elemento
ternos de autoridad, y quiere ganar control sobre los qu* .s peeuliar al luteranismo, y especialmente a Lutero
pervidores; al principio Lutero esperaba convertir a los
habitantes, ineulcándoles el espfritu cristiano; ahora, sin (l) E. Troeltsch, I-a enseñanza social de las iglg$ar-y grup$.cristia.
nos".'-(Trad. Ins.) U. pp. 86?, y E. Brandenburg, "Luthers Anrchaum¡
embargo, h& renunciado a esta esperanza, pero a pesar von Staat und Gesellschaft, P. 5.
de ello, quiere permanecer en Ia terrtrble casa. Porque (2) Krieg wider die Türken, B. AIY, l, Ml.
42 Cnlsroprrun Drwrox E¡, Jutcro DE LAs N.toor.rss 43

mismo. Es la tendeneia instür'üiva a la agrestón y vlo- del Espíritu Absoluto, y su. eoncepción de la historia
lencil, que es tan caracterlstica de los escritos polémi- óó*o I'a manifestación áe Dios en eI tiempo, de- manera
cos de Lutero, y que se muestra particularmente vio sue Welt-Geschiehte y Welt-Gericht del mun-
lenta en sus escritos eontra los cámpesinos rebelados. áá-V- júció del munáo- son lo -historia
mismo. AqYí üambién
"No se puede discurrir tazonablementb con un rebelde, encóntramos el mismo culto al poder y a Ia fuerza, que
perg se le pgede contestar con el puño hasta que su énéó"ttO su expresión extrema- entre- los disclpulos de
nariz sangre". O "Es meJor que .todos los campesl¡nos Hégel, e inspird el fannoso ensayo de Belins§ sobre Ia
fueran muertos, antes que lo§ prfncipes y magfÉtrados batalla de Borodino.
perecier?rl, _po-Iqle los rústicos tomaion 1a espada sür Pero tuvo todavía una influencia mayor y mucho
la autoridad divina". más directa sobre el pensamiento político-g_ermang, don-
Estas expresiones pueden ser tal vez consideradas de se fundió con los élementos caiólicos del renacimien-
como.qalabras violentas de una naturaleza apasionada to romántico, para producir eI nuevo conservadorismo
y coléri,ea. Pero hay algo más que eso en eiló. IIay un prusiano de P. J. Stahl y Bismarck.
fondo de religión, casi de misticlsmo, en el culto de Aquí, eI culto de Lutero.por la fuerza y y-::19{ 11;
Lutero por_el_poder. Porque aunque cree que todo po tural áe'irracionalismo" se transforma en el culto der
der viene de Dios y que -la autoiiAaa del -Estado dts- mititarismo y de un Machtpotitik amoral o super-In9rPl.
cansa en la Ley Natural y en la voluntad divlna, ve il;l"i q". Troeltsch vea en lade restauración del lute'
gst? ley, ;ro como Santo Tomás lo hizo, como una ley ianisñro gtrmano prusiano "uno los sucesos más im'
páitá"tus" en Ia liistoria social", durante el siglo die-
de- l.a raz6n, siqo
somo el poder divino y,,el
mtsterloso qué
gobierna este dañino muñdo presente,- reino de- Ia cinueve.
ira.y el castigo". "En este retno no hay nada más que ,,Junto con la política de restauración católica in-
castigo y resistencia, juicio y condenaéión, de manéra ternaeional, eicilné,-q". estaba emparentada con é1,.y
de constreñir al mal y proteger al bueno. por eso tam- lúñiñ é"inirfi-;! iá" diferente, Y c-on la cual está
bién este reino posee y- empuña la espada',. ón-contacto, a ?é.ái a*igable a vecbs hostil, el lutera-
En eonsecuencia,_ Lutero va aún más teJos y dice: ñññ;opá ü póri.iO" frincil''al del,problema más di-
"La mano que empuña ta espada seglar no es una mano fíci1 y urgente-qüé afecta^la vida de Alémania, y cumple
humana, sino la mano de Dios. Es -Dios, no el hombre, ¿il É"--¿En.i-dé ensanchar el abismo entre las fuerzas
quien cuelga, y d_etiene la rueda, decapita y castiga. Eé áG áporan ta causa de la democracla y eI . progreso,
Dios quien hace la guerra (1),,. ün anisrno en eI cual desaparecen
-el anhelo tódas las tentativas
Esta tradición luterana, con su dualismo extraño de A. ié.oncitiación; pbrque de construir un
áuente sobre este abismo en Alemania con un-progra-
pesimismo y fe, alejamiento mundanal y afirmaeión del y digno de
mundo, quietud pasiva y aeeptación eruda det reüro de ilr-;;á1-.ri.[iu"o, tué un sueño idealista
la-fuerza, ha sido la fuerza más poderosa en la forma- énéomio, pero refutado rápidamente'" (1)
ción d,e la mente germana, y la actitud social alemana. Toda ésta tradición y bt pensamiento y lgs. ideales
Tuvo un lugar importante en el desenvotvimiento del que ha producido, son iasi ignorados en Inglate¡ra,- y
idealismo cristiano. se encuentra tras la exaltacrón de ártá es ñ mi opiáión una de-Ias causas ryás p_lofundas
^malentendido
Hégel del estado prusiano como la expreslón supreme lei contlieto y que divide hoy dla la ci-
(l) Troeltsch, "Enseñanza social de las iglmias crisü¡nas" (trad'

t
(l) Ob. Kriegsleute rclig werdon kónuen. XD(, 626. Ing.). tr, P. 576.
i .'.,, ', tt):,.::,'i, .,,.t,,'.,.[iil
.: lr

gL Cnlsroprrun DrwgoN E¡, Jutro DE Ls N¡c¡o¡rgs 6


vllizacrón occidentar. Tras Ia democracia del calvint§. no del presbiterio (1), y declararon qu€-"la Iglauio ara
qo. y las rglesias libres, er cuar es, como he ücho; com- pl fundámento del mundo" y que n'era deber de los reycc
pletamelte distirtg, en su visión'social y poii-ticb;-d& arrojar sus coronas delante de ellos y lamer -91 potvo
mundo del luteranismo, y que ha tenido üná infruácia de sirs pies (2)". Pero estas pretensiones teocráticas ns
mucho más grande, y reiación más estrecha con to quá eran jeiárquicas e impersonales como en q lglesia me-
nosotros conocemos, como civilización occiau"iá, o H dioeváI, esüaban basailas en un individualismo intenso
lamente civilización, sin ninguna otra cattticacióñ. - -- que derivaba de la certeza de Ia elecciÓn y 9l deler gel
- Esta divergenci-a solamente fué manifestada por com- &istiano individual de cooperar en la realización del
pleto ell el curso.de los siglos, pero no fué simflemente propósito divino contra un mundo hostil y- pecador. Asl
el resultado de circunstancias histórtcas. Tuvd sus ral- él cátv¡rismo es al mismo tiempo aristocrático y demo-
ces en el mismo origen de los dos credos y en la per§o- crático; aristocrático por{ue, así como los "sattto§", era
nalidad de sus fundádores. A primera vt§ta esto irueae una minoría selecta, elegida entre la masa de la huma'
parecer difíeil de sostener. Existe en la enseñanÉa de nidad desvalida e infinitamente superior a las eriaturas
calvino el mismo,pesimismo con respecto a la naturá- de este mundo; pero democrátiea en que cada uno er&
ler,a y voluntad humanas, el mismb alejamiento ¿ér dlrectamente responsable ante Dios. El calvinismo e§, en
mundo y la misma elevación del poder d,ivlno, y arln una palabra, una democracia de santos, elegidos de Dios,
la misnna arbitrariedad que se encuentra en Luteio. stn pero también, en un sentido, elegidos por ellos mlsmo§,
e,rnbargo, todas estas concepciones fueron transforma- -' ya que es la conciencia del individuo el testigo último
das. por-el esplritu intenso áe aetividad moral que ea- de su elecció¡r.
racterizó a calvino y al calvinismo. El genio de óalvino No es, sin embargo, en el calvinismo, sino en el puri'
fué el de un organizagor y legislador,-severo, Iógtco i ta¡rismo inglés y americano, que estos conceptos de la
i¡¡flexible en sus propósitos, y consiguienternenté, fué Comr¡nidad Sagrada y de la misión eósmlea de los §Bn-
él y_no r,utero quién lnspiró át proteítantismo el deseo tos, alcanza su expresión nnás completa. Porque en In'-
de dominar al mundo, ¡ cambiar la sociedad y la cut- glaterra la tradición calvinista pura se unió con la de
tura. De aquí gu€, aun cuando el carvinismo ha sido Ios anabaptistas y las sectas independientes par& pro'
siempre considerado Ia antÍtesis del catolieismo, ú gr;: dr¡cir un nuevo movimiento, que es tan polltico como
so mucho mayor que el ruteranismo, rst¿ muóno tá, retigfoso, y gue señala la primera aparición de la demo-
cerca del catolicismo en su concepcíon ¿e la relación craéia genuina en el mundo moderno. Y en este ürtento
rwolucionario de transformar el estado inglés en una
{* l". rglesia y er Estadg, y en su asérción de la rnáefeñ-
dencia y.suprymaela deÍ poder espirituai. A este res- comunldad sagrada, "construir Jerusalén en los campos
pecto las tradiciones del catb[cismo meaioévar y verdes y placeñteros de Inglaterra", la coneepción calvl-
ümiento gregoriano de reforma, han conducido hasia
del mo- ntsta de la aristocracia democrática de los santos pro-
veyó la inspiración y la fuerza de lmpulsión.
Yn- sraag maygr aún que ro que ro hizo er catolicismo Ilustraré esto con el sermón que Thomas Cloodwin,
de Ia contrarreforma.
el papado dependía de las mo_ ru¡o de los calvinistas más ortodoxos entre los lfderes
_^_ryun? é.poc¡1e_n_que
tos Habspulgos, y cuando tos catóticos aeep_
1Tgll1._
Earon las 99teorfas de obediencia pasiva y el dereeho üüáo (f) Afiruación del derecho divino del presbiterio.
izl Cartwright. "Respuesta & un& pregunta" (r5?3)r p..,!9Q. cn f.
de los reycs, los carvinrstas so§tüvi;ión el derecho diyr- tff. Allcn. "Pensiuiento pólítico en el siglo diecieéi§", p. 221 (lgm).
:' ;.'

4ñ Cn¡sropggn DlwsoN E¿ fu¡cro Dü Llr Nrcroxrs {l


independientes, pronunció ante ra cámara de los comu- dato divino y por su propia vocaeión, para sostener los
nes en febrero de 1645. derechos de Dlos y del pueblo. El espfritu que los ani-
El tema de su sermón fué: ,,El gran interés de los maba eneuentra una e:rpresión notable en la declara-
estados y reinos", y su conclusión, zLos santos de In- ctón provenlente de r¡n campamento de Muselburgh du-
glaterra constituyen el interés de Inglaterra,,. rente la campaña eseocesa de 1650.
"Esta es nuestra gran seguridad, y es el interés más
gspecial del reino, en el cual vivimos, la *magna char- "Al comlenzo de los grandes y maravillosos y
trabaJos
de Dtos en estos dos pafses de Inglaterra Escocia,
ta" de é1. Y cuando digo "santos", ro quiero -significar nosotros, los sub-oficiales y oficiales del ejército lnglés,
un grupo de hombres. ¿No sabemos que la nueva cria- alrora en Escocia, éramos, la mayorla (sino todos) hom-
tura es encontrada en circuncisión y ur paganisrrro, y bres de profesiones partieulares, y no estábamos intere-
que en un estado es tan eminente como en -et otro? Y
serla el mayor sacrilegio del mundo dar eI nombre de sados en lo más mínimo en asuntos públicos y del es-
santos y religiosos a cualquiera. No necesito daros ca- tado. Pero al principio de la guerra civil eneontramos
racterísticas de los santos:-ha sido et tema principal de nuesüros corazones extraordinariamente movidos por el
la predicación en este reino durante estos cuarentá años §eñor para asistir al Parlamento contra el rey, estando
y nlás, para describirlos ante vosotros, y para distinguir satlsfechos en nuestros corazones y conciencias de que
los hombres de los hombres. érsmos üamados por el Señor para ser el instrumento
"Asl como hay multifud de gente, llamada y elegida, gue llevarfa a cabo lo que eonstituía nuestros ruegos
en este 1eino, honorañtes y dignos sénaaóres, contüruos a Dios: la destrucc!ón del Anticristo y Ia Ii-
-vosotros,
sois lo_,s llamados y elegidos entre tódos?stos para está beración de §u Iglesia y pueblo. Y por este motivo sim-
g1aq úarea. . . Considerad ta verdad que Dios ha depo- ple nos enganchamos, no conociendo la política profun-
sitado en vuestras manos. Tenéis el teSoro más rico {ue da de los estadistas mundanos. Y desde entonces hemos
yo sepa Dios haya colocado sobre la tierra. Los santos amiesgado nuestras vidas en los eampos de batalla, don-
de..rnglaterra constituyen el interés de trnglaterra. Es- de hemos visto los milagro§ del Señor, contra todos los
cribid esto sobre vuestras paredes para íenerlo ante oponentes de este trabaJo de Jesucristo, a quien hemos
vuestros ojos en todas vuestias constiltas y deliberaeio- vlsto lr constantemente eon nosotros indicándonos el ca-
nes, nunca os desviéis por nada de este -pensamieáió.
Y respelad a los ml¡ro a seguir.. .
santo§, a todos. si mantenéis erriáró
-

vuestro interés, tened consideración por los santós, gián- "Y aquí os pedimos lieeneia para deciros que estamos
des y pequeños". persuadldos que somos pobres instrumentos indignos en
No fué, sin embargo, en el parlamento sino en el Ias manos de Dios, para vencer a sus enemigos y pre-
ger v&r su pueblo. . . Deseamos que pueda ser conocido
ejército, que la aristodemocracia de ros santos encontró
su expresión más completa. Es la nota dominante de los ¡nr vosotros, nuestros hermanos de Escocia, que no §o-
deba-tes del ejército en Putney, en L647, cuando los de- mos soldados de fortuna, ni somos meramente servido-
legados de los regimientos tomaron los asuntos en su res de los hombres; no solamente hemos proclamado a
m?no y sg erigieron como los representantes del pueblo Jesucrlsto, el rey de los Santos, como nuestro rey, sino
y lrs santos contra el rey y el parlamento. El ejército que deseamos someternos a é1, con sus mismos térmi-
y cromwell mismo, se cohsideraban como el braáo eie- n(N, y admitirlo en nuestro corazón en el ejercicio de
putivo de la comunidad sagrada, comisionados por man- su autoridad real, y seguirlo adonde quiera que El va-

L
I

# Cn¡sroPEER DrwsoN
Er fulc¡o DE LAs Ntcrorvrs 49
yc. EI h¿ enüna.do por su propla voluntad en un conve-
nlo de Ctracla con sus pobres santos (1)." Por esta razÓn, desde un amplio punto de vista, es
-de la
Esta traslaclón de la concepción de Ia "comunidad lmposible negar la importancia tradición de la
lglésia libre calvinista én el desenvolvimiento de la de-
sagrada" desde un ideal eclesiástico a un principio de
acclón polltica revolucionaria, no fué confinada a ex- ¡ñocracia liberal anglo-sajona, ya que, como Troeltsch
tremistas sectarlos, tales como los baptistas y los hom- ha dicho, la diferencia entre los ideales políticos de un
bres de la guinta monarqufa, fué aceptada por los prin- Gladstone o un Abraham Lincoln, y aqüellos de Stahl
y Bismarck, señalan las grandes diferencias entre eI
clpales teólogos independientes, como los dos Goodwins,
por fntelectuales como Vane y Milton y por los lfderes inundo del pensamiento luterano continental y el an-
glo-sajón, el-cual fué determinado o influenciado por el
det ejército mismo, Crornwell e lreton. John Goodwin, óalvinismo y las iglesias libres. Tras las últimas se en-
el gran apóstol de la tolerancia, llega aún más lejos, cuentra el ideal de la Comunidad Sagrada, seglarizado
al punto de comparar el espfritu "crÍstianamente heroi- hasta eI punto de que es hoy aplicado a las grandes na-
co" del ejército, con el ejemplo del "Señor Jesucrlsto, ciones civilizadas, pero conservando todavía su actividad
bendlto por siempre, que entró en las cámaras de la moral y su deseo de dominar y reformar el mundo. AsÍ,
muerte para desde allf traer con é1 un mundo perdi- la creencia del occidente moderno en el progreso, er
do" (2). Y marca el comienzo de un nuevo mundo, por- los derechos del hombre y eI deber de la acción política
guo, como señala Troeltseh, el gran experimento de la que se conforma a los ideales morales, deba lo que deba
reptibliea de Cromwell, a pesar de su corta vida, por la a otras influencias, deriva últimamente de los ideales
energÍa de su impulso religioso abrió eI camino a urr morales del puritanismo y la fe en la posibilidad de la
nuevo ttpo de civilización, basado en la libertad de la realización de la Comunidad Sagrada en la tierra, me-
pon¡ona y la conciencia, como derechos conferidos ab-
dlantes los esfuerzos de los elegidos. Mientras, la combi-
solutamente por Dios y la Naturaleza. La conexión se nación germana de realismo y misticismo, de disciplina
ve mág claramente en América, donde el calvinismo con- externa y anarquía interna, que es tan extrafia a nues-
gregacionista de Nueva Inglaterra, que fué un desen-
volvimiento paralelo al puritanismo independiente de la tra forma de pensar, tiene sus raíees en la perspectiva
luterana del mundo, con su coneepción de Ia humanidad
anüigua fnghterra, desarrolla¡rdose de Iás mismas raf- corno el instrumento pasivo de las fuerzas poderosas de
ce§, en ürección diferente, se dirige directamente a la la naturaleza irracional y gracia irresistible.
aserclón de los derechos del hombre en las eonstitucio-
nes de los estados norteamericanos, y a la elevación de Asf, los dos tipos principales del p-rotestantismo re-
Ia democracia polltica. Pero tambiéñ inspiró la apari- presentan, no sóló,do§ ideas distintas de la lglesia, y de
clón de la nueva cultura liberal burguesa en Ingiate- iU relación con eI mundo, sino también dos conceptos
rra, anrnque aqFf el desarrollo se compllca a eausa del Opuestos de la Ley Natural. La.concepcióT de Lutero de
eolapso qplaqtróficg §e! uperimento cromweiliano, y de lñ Ley Natural, e¡l lo que afecta al estado, es un reco-
ta seglaridqd pg,rcial _de sus ideales en Locke y la se- noclmiento realístico del orden concreto de Ia sociedad
gunda revolucién lnglesa. Como producido por la Providencia en el curso de la
hlstoria; o para usar la expresión de Kaufmann y
(l) una declaración del Ejército rnglés ahora en Escocia, desde el Troeltsch, es la Ley Natural del irracionalismo (1). Cal-
en Muselburgh, lo de Agosto, r6s4. En ..pu.
camp-Ernento de- log sitiadores
ritaniomo y Libertad", Woodhouse, pp. AU.A. vlno, por otro lado, cohsideraba Ia Ley Natural en l.a
(21 'Podcr y derecho unidog", -citado en woodhor¡r¡e, op. ci:. p. zzfi.

t
ttl ,roeltsch II. p. 616.
L \1:'!ri:'

50 Cnlsropgrn Dlwsox E¡, Itncto DD u\s Ntctor¡us 5l


forma tradieional, eomo idéntica a la rey moral, como h¡¡tÉ. Y eomo et catolicismo corta a través de las fron-
la norma a que deben conformarse todas tas coiductas tcras culturales y pollticas nacionale§, hase lo mlsmo
sociales e individuales y que descansa, como último ré- con las diferencüs- ideológicas que hemos estado dis-
curso, en la voluntad de Dios, revelad.a a la razón y cutlendo.
a la conciencia. De un lado, la tradición polltica católtca está de
. I es.t? oposición todavla se mantiene en pie a pesar tcuerdo, en un sentido limitatlo, como por- eJemplo.en
de los siglos de seglaridad que han transformado d cur cl ttpo histórico det estado católico,. con la tradlciÓn
tura Europea. Porque el cónflicto entre la democracla Oonüinental luterana en su autoritari§mo, su tradiclo-
g_qciclental y Ia Alemania Nazi, es en el fondo un con- nallsmo conservador y su aceptación de un orden cor-
flicto entre dos eoncepciones opuestas de la Ley Natu- por¡Uvo estricto de §ociedad.- Por otro lado, eI catoli-
ral, y consecuentemente de molalidad pública. -para el ótsmo está mucho más cercano a la tradiclón calvir¡ista
qglmano, la llamada anglo-sajorfa a la moralidad en po- Occldental en su punto de vista de la relación de la
lltica internacional y sü aser-ción de ideales humanita- Igleda con el estaho, la primacfa {el Podel_ espiritual,
rios étnicos,
-aparecé irreal, hipócrita, y como una ca-
y ¡obre todo, en su concepción de la L,ey Natural. La
reta para .cubrir su impgriatisriro egoísta. *rientias que ICca calvinistia de la Ley l.iatural es fundamentalmente
para. nosotros, la exaltación
-germana del poder para'su ldántica a la de la filoÉofla católica, varfan solamente
propia causa,_la glorificacióñ de la guefra, el'desdén tn que la rfltima pone un énfasis más firme en su ea-
p,or los derechos del individuo y el áespre'eio poi tos dptár raclonal, contra el voluntarismo calvinista. Y en
ideales humanitarios, nos pareeeá tnmorales, irráci-oú: ol desa,rrollo del pen§amiento político en eI siglg dieci'
l"t, y- anticristianos. Doncie ra tradición cristiana vive róts, edste un curioso paralelismo entre la doctrina pg
Fd?Iir, ?.unque no sea intacta, existe una posibitidaá Uüe;e de los jesultas, Molina, Mariana y §uárez, y la de
cte entendimiento, como lo podemos observar-en el caso lot ptrblictstas hugonotes france§es.
de Bismerck y su amiqo, arüuet angro-salon tiplc;; J.T. Algo simllar ocurre con re§pecto a Ia cuestión de la
Motley. Pero cuando er cristianismó desapareeb, eí abis- ¡oUenínfa del pueblo contra ét derecho divino de los
mo se vuelve insondable, como el que rróv exidte entie ru:fcs; la protesla calvinista que se desarrolló más com-
ef tgeo-pag-anismo nazi y'el liberallsino sedlartzaao piátainente en Escocia y en- Francla que en Ctineb(&,
cialismo liberal del muñdo anglo-sa¡ón. -'
- o so-
ó!tÉ relacionada directamente con la enseñanza de es-
Hasta ahora, sin embargo, no hemos dlcho nada de colásttcos posteriores como John Maior, que fué el maes.
la tradición religiosa que está oculta en todo el desen- tro üe Knóx y Buchanan, y cuya influencia puede apre-
volvimiento de la cultura occidental, y Ia cual ha con- olrrso en el pensamiento hugonote, eomo por eJemplo,
tribuído más que ningún otro factor, a la formación de cn ol ilVi¡tdiciae contra Tyrannos".
su unidaa sociSt y esfirituat. Del catóticismo emárgierén &tos elementos eomunes expllcan eI hecho de que
las dos tradiciones religiosas de que hemos estad-ó rra- posterlores hubo un proceso
fn perfodos -ferttlización influencl¿
bla1dg,.y desde un punto de vista protestante la histo- -entre elde
mUfua, dey cruzada pensamiento
ria hubiera sido mucho más simpre si et catolicismo hu- ootfttco he t¿s sociedades occidentales catóIlcas y pro-
biera d-ejado de existir con ta ilegada de ta Reforma. h¡trnte§, yB que la democracia liberal moderna no h¿
sil .embarg_o, el catolicismo no sóló existe, sino que co- flüO contin-adani en unas ni en otr&§n ni derivado exclU'
existe con el protestantismo, ya que hoy dlá no h{y área ¡lv¡nrente de una o de otra, dado que ceda un+ posefa
cultural gue sqa homogénea y exclu§ivamente prote§- unl tradictón comrln de Ley Natural, e¡r la cual los
I I i?;¡,tr¿¡í'Ir."
1tt ll,.l,,i,
t 'i
I 'i ',i. \

52 CnrsroptrEt Dlwsorir
r Er Ju¡c¡o Dr r¿¡ Ntoorr¡ Sg

trr el blen, y, sobre todo,poderes


éste es el caso en tiempg ge
y
dereehos del hombre pudieron estar basados. sin embar- lrrerra, cuando todos los recursos del estado
go, al mismo tiempo, el caüolictsmo también tenfa su moderno, están organizados para la destnrcción huma-
puntg de unión con el mundo luterano, y este elemento tro. Porque en la guerra, la tentación de aullar como
común. .emergió en el pensamiento poii[ieo de la Res* los lobos es abrumadoramente poderosa. Sin embargo,
tauración, que se debfé a la interaéción de elementos cl ftn de la guerra, desde eI punto de vista crlstliano,
católicos y germanos, baJo no es l,a llberación de las fuerzas del desorden sl¡ro la
-della influencia d,el movimienia domlnaclón de ellas, por rnedio de un violento esfuerzo
romántico de principios siglo diecinueve.
Hoy, con Ia declinación de la democracia liberal, es do voh¡ntad disciplinada. La única cosa que hace lle-
natural ele las tradiciones de autoritarismo polfttó y
. vadero el mal de la guerra es la esperanza de la Paz,
tradlcionalismo. en _los pafses catóIieos se reaieg,rrrr¿í, no rneramente la paz negativa del cese de hostilidades
pero los-principios de la-T,ey Natural están implfntados rlno la paz verdadera de justicia y libertad. La mente
tan profundamente en la tr-adtctón católica, que no pue- occtdental no puede someterse permanentemente a la
den ser nunca jgnorados. Ha stdo et t¡rtei.éi prindipar ldea de un estado social sin Justicia ni libertad, rln es-
del pgp.ado, d,esde ta época de León xrlr, recoráar e§'tos t¡do eue, como dice San Agustín, no es más que un
principios a la mente aa mundo modei:ro, y el pipá robo en gran escala. La civilización occidental, a pesar
actual, en su encíclica sobre la guerra,.modlerno -ix- de todas sus fallas, es sabedora del valor de la justlcia
singütarizé mciet; en realidad, la fuerza motriz del desarrollo de
presa_mente la denegación o de§cuido de la
f,ey Natural eomo É fuente profunda de que aeñvan
lr democracia occldental ha sido el deseo de crear una
todos los males característicos-del estado módernó: Ari: rooledad que no fuera meramente el instrumento del
Ia creencia en la base ética de la vida sociat y póttu.d poder, sino que descansara en fundamentos morales, que
que fué la inspiración original de la democrácia occi- hroteglera los derechos de1 débil contra los privileglo§
dental, encuentra su justificación en Ia é"senan á ü l, óct tüerte, y la llbertad del ürdividuo eontra la autorl-
fsJeqia catótiea y la úradtción del gtstranrsmo éáoaeñ:
üd üfmitada del estado mismo. Es por esto que la de-
tal. Hoy dfq se l-e opone la no éilca ley na[ural de rázas nogpeión moderna de los principios de la ley natural
y clases y el realismo.maquiavélico qüe hacen d6i pod;; Gt Úás fatal para el estado democrátlco que fué fun-
el.supremo valor porfüeo y que no'vaclla ante la-irai= drdo sobre ellos, que para la clase de estado autoritario
ero.n ma§--negra, o la crueldad más brutal pa,ra eon§e quc conslderaba el poder como su propia justificaclón.
gutr sus füres. f aom¡¡ la pérdida de las bases éticas de la vida lnter-
El centro de estas fuerzas hostiles se encuentra en [rclonal y polfttca es la causa princlpal de la desinte-
-la eultura
los estados de Europa central y orlental, los cualá,-a ¡Eoctón de oceidentál, el único caml¡ro de
pega.l de su.gran desenvolvimieñto cultural, han
iclntegraeión es el señalado por Pfo XfI en su memo.
estáaá
relativamente retrasados en su desarrotto pbtlttco, y ca-
rlrl a los cardenales la vlspera de Navidad de 1939,
oUrndo proclamó una nueva cruzada para "gular a las
recÍan del espíritu político que los puebroi occiadn-tates illolones desde las rotas cisternas de los ürtereses mate-
ad-quirleron gracias a su edueaclón ürtensiva de propto fldm y egofstas, hacla la fuente vlvlente de Ia justlcla
gobierno. Estas fuerzas hostiles se están extenáteri¿o dlvlna."
rápidamente a través del mundo moderno debtdo ar de-
terioro de las normas culturales que acompañan al des-
envolvimiento de ta clvilización, lorque eñ poüüca, co-
mo en economf&, la corrlente más beJe ilenóo a desato-
:-ry-Í¡T'...:--

# Cn¡sroPIrER DrrsoN Er. Iutc¡o DE LAs Nrcroxrs 55

rrido a menos que el proceso de desintegración hubiera


tenido un largo alcance y muchas facetas.
La ceguera para reconocer esto por parte de los li-
berales, durante las últimas dos o tres generaciones, ha
sido responsable, en gran parte, de la gravedad de la
situación presente. Tenemos, antes, que mirar hacia eI
futuro, debemos reconocer los errores del pasado y com-
prender la naturaleza real de las fuerzas que están
transformando el mundo moderno.
IV EI gran obsüáculo que se yergue en el camino de
Ia aclaraeión de los heehos, es la confusión' del pensa-
miento, que ha ereado tal malentendido de la natura-
EL TNACASO DEL LIBERALI§MO Ieza verdadera del liberalismo, lo mismo entre sus par-
ttdarios que entre sus opositores. Es esenclal definir
nuestros términos, porque no hay ninguna palabra
slquiera democracia- que haya sido usada tan suelta -niy
vagamente para cubrir una v&riedad tat de elementos
D U**, los riltimos veinte años, hemos visto el üvergentes. El término conservadorismo está asociado
colapso del gobierno constituclonal en toda Europa, y tan estrechamente con ciertos partidos politicos, que no
con él la pérdtda de la libertad personal económica e da lugar a confusiones, mientras que el liberalismo ha
lntelectual: en una palabra todas las libertades que el tenido siempre un carácter ideológico que lo lleva mu-
elgto di,ecinueve creyó hablan sldo ganadas, o lo estaban cho más allá del campo de los partidos políticos. Por
giendo, como una poseslón permanenüe para la huma-
eJemplo, cuando el profesor Laski escribe Ia historia de
nldad. ¿Tenemos que creer que aquellas libertades eran la ascención del liberalismo europeo, está escribiendo
una lmpostur&, y demostraron su ürutllidad tan pronto la historia de lura filosofía o una Weltanschauung, y la
como fueron ganadas? ¿O estaban tan unidas con las htstoria completa del liberalismo como un movimiento
clrcunstaricias soclales y oconómicas del siglo pasado, polltico inglés permanece fuera de su libro, que ter-
que {ueron necesariamente deJadas atrás por lós nue- mina, creo, con la Revolución Francesa. Por lo tanto
vos deserrollos culturales del slglo vel¡rte? O finalrnen- debemos distinguir el liberalismo como partido político,
üe, ¿han.stdo traicionadas por los llberales mismos? ¿Y como una ideología y como una tradición.
gu derrota es deblda a la fatta de fe en principios que
son eternamente válidos? I¿s ralces de Ia "tradición" liberal están tan arrai-
gadas en la historia inglesa y americana, que son casi
IIay algo que decir de cada t¡na de estas expllca- lnseparables, mientras que la "ideologla" liberal debe
clones, que pueden descrlblrse respeettrvarnente corno casl tanto a Francia como a Inglaterra. El liberalismo
fascista, marxlsta'y demoerátlca. El eolapso del gobler- como partido, tuvo sus orígenes en España y se exten-
no congtltuclonal y el renacimlento del despotismo ron dtó a través de la maüror parte de Europa y Suramérica,
demaslado reales y demaslado lmportantes para ser er- antes de ser adaptado oficialmente en este paÍs. Utili-
pllcados superficialmente. Impllcan un eamblo en el es- z¡do en este sentido, el liberalismo está ümltado, por su-
plrltu de nuestra clvlllzaclón, que no pudo haber ocu- puesto, I un efrculo particular soclial y polftlco. En'rea-
,:jri.1:r, |1t l''i. :1.<.?flilr,q:

56 CnrstopHEn D¡wsolr r
I
r f,l Ju¡c¡o DE LAs N¿ooNrs 87

lidad hay tantos liberatismos como partidos liberales, I


establecida de la tibertad social y polltica que Inglate-
ya qu_e lo que es liberalismo en un páís puede ser con- rra poseia, y consecuentemente conStruyergn dema"Sla.dO
servadorismo en otro y revolucionario én un tercero. alto para sus cirniento§, de manera que repetidas Yecg§
Asi, 9n rnglaterra eI liberalismo político en el sentido todo eI edificio político se deshizo baJo eI choque de le
más limitado, tomó forma en las primeras décadas del
revolución.
qigtq diecinueve, .bajo la dirección -de Cobden, Bright y
Gladstone, en estrecha relación eon el movimientó adt En el caso del tercer pals que menclonado o sea
-atinhemás
comercio libre y con el no-conformismo protestante. La nspaña, eI liberalismo eftana alelgdo de las
identificación de interés económico e ideátismo religioso tr¿i¿iciones culturales y polftieas de la naclón, que en
que resultó de la combinaeión de estas dos influeñcias Francia. El liberalismo- e§paño1 era un prodgctg lrnpor-
puede parecer ingenua_ a la moderna época postmar- tado eue, en ciertos períodos, disfrutó de tod-a ]*.Pop3-
xista, pero fué- Ia verdadera esencia dei moiimiento. laridaá dr. a nnenrido adquiere una novedad ideolÓ-
cuando, por ejemplo, cobden escribió: "No sostenemos gica extranjera. Y por la misma taz6n se levantó Cor-
nlda T,is qyg.lo -que es agraclable a los preeeptos [ra ét el fairatismo-nativo
-á,fn del carácter espariol. Y esta
altos del cristianismo -mercáao más sltuación se frizo mas águ¿á por Ia identiflcactón
óomprar en el
barato y vender en el-más cáro", era completamánte
más
del antiguo orden en Españá con la lg1esigt -y Por. I
sincero-y.enteramenle representatiío del espíiitu de pie- carácter"teoerático que Ia monarqula es-pañ911 hab:ia
dad utilitaria, que inspiró er liberalismo ingtés e-n--su odquirido por su relatión con la inquisicjón. r\sl en Es-
período clásico. paiia y en-Surarnérica, el liberalismo fué eonstreñido a
El liberalismo. franeés, por otra parte, tiene un ea- bcupaí la posieión de una religión riva!, y esta identi-
rácter rnueho más inteleótüal y doctrinaiio. ru¿ priñ- flcabión ddt tiberalismo con el- anticleriealismo, no ha
cipalmente la creaeión de los fiiósofos y hombres y^mu- tenido sglamente un efecto permanente en la historla
española, sino que ha tenido su repercusión en los ca-
ieres.de tetras -qqg.estaban -en-oposicién a ñapóréoñ, y tóiicos aá to¿o él mundo, sobre todb en Italla merldio.
a quienes él aludió en estilo fa§cista como d ,.doce ó nal, donde los orígenes del liberalismo fueron asocla-
gulnce ryetafÍsicos que d.eberlan ser arrojados al água'a como opuestos a lom-
Así eI liberalismo francés tuv_o, desde ei princip6,-"" dos con eI movimiento españo1-el liberalismó
sentido mucho más vfvido del'peligro dei Aesp'olismq bardía y Toscana, donde itallano tenfa
que el liberalismo inglés, y dadó qüe aquél ha visio á una afiáidad mucho más estrecha con el tipo francés.
IIe hecho este breve examen de algfrnos de los tlpos
f'r.aLqia pasar desde et aesfotismo áet anb¿en r¿g¡má, al prlncipales de liberalismo euroPeo, porque es tntltü dts'
totalitarismo revolucionarib de los Jacobinos, y "tuegb a
la dictadura mititar de. N_apoteón, comprendí¿l que %st" tutir éI Uberalismo en forma abstraet&, & meno§¡ (luo
peligro no estaba timitado a un extrémo poutico. - liá se tenga en la mente eI fondo histórico y ry9141 con'
aq3Í que los grandes liberales franceses eómo Benja- creto d'e las d.iferentes formas de liberalismo. En tngla-
mín constant, Maine de Biran, Royer-co[ard y de Tóc- iérra, por ejemplo, cuando la doctrina de laisser lyfre y
queville, son en cierto sentido más modernos y cierta- el cuÍtó ¿et inOilvidualismo económico §e desacredltaron'
mente más conscientes de los hechos fundameritales de hubo una tendencia del liberalismo a convertlrse en un
tdeat abstracto, en cierta manera u4!do, ro- m¡ry flrme-
la potítica que los liberales ingleses, que fueron flu¡ su- a una máquina de partido. Y cuando-la máguf-
mente,'nizo
cesores en el tiempo. si1 embargo, eran mejores filó- na se pedazo-s, td como ocurrló en muchos- Pef§F
sofos gue políticos. carecfan de ra tradición finnemente mucho antes de Ia aparlctón üeI faselsmo, G§to üteall§,
iir i.. .' :,,tl':r{:

58 CnrsroplrER DlwsoN Er, Jutclo DE LAs NlcloNrs 59


mo abstracto no p.r¡d.o ofrecer bases sólidas para ningu-
na otra nueva aótividad política. de Persia: "Pues alrnque los griego§ §on hombres libres,
no lo son en todos los respectos. La ley es el señor que
- haee
lo
_ ¿Tendrem_os_
que_ concluir como el doctor Mannheim
ellos tienen, y al que temen más que tus srlbditos te
ett "Er
ly9rnory y ra socird,od,;', aiáiéñao Ail1d.l
naufragio d-el liberalismo temen a, ti".
nada podrá ser salvado sino
sus valores"? ciertamente éste pódría sei el caso si Esta nueva concepción de la vida fué puesta a prue-
con_
sideramos al tiberarismo como^4iep_aiáir, dái;ntiguo ba en la gran guerra, en la cual las ciudades griegas
individualismo económico, o explicaiio .á*o ro hace libres reslstieron el ataque en masa del despotismo asiá-
el
qrofesor Laski como "er 'subpr^oauóto áé ros estüeizás ttco y emergieron triunfantes. Y en los siglos que si-
de tas ctases medias para gahar su sitio ¡á¡o éi;;l;1 guierbn, el mundo helénico demostró por .primera vez,
Pero la ideología ribeial eJ mucho más que eso, y ra v para siempre, de lo que era capaz eI espiritu humano
tradición de ra cuar esa ideologil-se -iiianto es mucho de la esclavituO de un gobiernq de
Inaygr aún. porque- esta tradieíón rra-iiao et centro de fuerza. Como esta tradición de la civilizaciÓn occiden-
la eivilizaeiín oó_cidenta-I, y a pesar de las ""á"ótiá-ii¡érado
iai-Jónrevivió a la declinación del estado ciudadano, f
Ias desitusiones de ros riÍti"mos ireinta ,ññ derrotas ür'iááT"iá
v
iliJ p¿rai4a dé su ubertad política, La ha sido siempre el
una fuerua viviente en el mundo
-ug-h"y eá*ilo qú; máicii Au los probtemas hisióricos. respuesta P-11
Iiberalismo no es un nombre compreta*áht. satisfacto- antiEua escueia de los historiadores liberales {ué que
rlo porque signirica rimitarro a uña *áñirrrñiód;ñ_ V.
no sobrevrvro; que la luz de la civilizaciÓn clásica §e
ticular de é1. por otra- parté, er térmi"ó-á.*rcraeia, que hoche la Edad Oscura r,ena9i9
extinguiO en ía de ¡r ry:
g1_T_o _sglejal rrby aia, Ñ
:1,l: menos respecros, hgfoíamente en el Renacimiento, que fllé el punto de
aun satisfac!-orio, ya qug ñ-argir"no,
ra deñrocraeia ig"áIij parti¿a del nuevo período de progre§o e iluminación. El
taria. puede ser fácilm"átá uüo.a -ira
nudo) como el insrrumento aéi aespüt¡J*ó o.-iá. a me_
«y io sido ñu"ió aé vista que yo mantengó es d.9 tug el. mun$o
r"*rái, i,nttgUo salvó sd alrña por su conversión aI eristianis-
el eual es diametralmente opuest"^-;f-ir;i"cipio
-y riberal, *ó,1 q"e la tradición de su eultura vivió enpolltica el cristla-
semejante en su sentido uniüersat má, li*ituao. ntsino ücctdental. La pérdida de la libertad en
Es la libertad y no ra igualdad la que ha sido ta el mundo antiguo fué-compensada-por la revelaciÓn de
ilspiración de ra cuttura oc.fdental, y tóau h historia una nueva [dértad espirifua1; así, cuando 1a ciudad
del hombre de occidente ha sido u"á rarga nrisquLáa mun{ana fué esclavizaáa, los hombres pusieron su fe
en la existencia de una ciUdad espiritual es llbre,
de la libertad. La civilización occidental nunea ha -como "que
una unidad ra_ci1t o. geográfica. Nació en las playássido v la madre de todos nosotros". Y la prlmera épo-
Égeo, entre ta barbárie" de. uuropa ¿Aiiñu;rffi"y;i ¿ái áa en la historia de la libertad está señalada por la
despotismo civilizado de Asia, .o^"quái- rr,rero mundo aparición de las ciuda{es gri_egls libres- y su lucha con
de pgqueños estados ciudadanos, quá tue la fuente de Érsh, la segunda está señalada poT 9l nacimlento de
una forma nuera de.vida de riuévas concepciones Aé }a Ielesia Cristiana y su lucha con el Imperio Romano,
), oue-habla perdido l-os ideales de ciudadanla y libertad
fas feygs.y dg. ta ciudadanía. pero esta 1i¡ertad no fué foHtica, y se estaba convirtiendo rápidamente en un
un individualismo anárquico como el de los bárb;ros
rrué et fruto de un esfüerzo intensivo á"-oisciprffi-l tasto eÉtáAo servil, como aquellos del antigfro Orteute.
organización social. como Herodoto aicá-en la ^áreñsá La batalla se libró a la sombra de las vara,§ y haehas
gue pone en boca del rey espartano exilado, en la de los verdugos, en anfiteatros y cau¡pot¡ de concen-
coñá trrclón desde Germania al Afrlca y desde Espeña a A¡-
,l

60 Cr¡sropEtB DrrsoN
I El Jutclo DE LAs Nlcro*rs 61
Te}la, y sus héroes fueron los mártir es, Martyrum can*
dtdatus exercitus. Desde enfonceq-aó"aüürJra
lulia
fe crlstiana fpé predi,eada, no soraineniá en Europa,
f
I v de Ia cual se desarrolló finalmente el tiberalismo po-
no de un extremo ar otrb aet munáó,'desd;;;-póh-y si-
t imo en el sentido más estricto. EI fracaso del liberalls-
'úItimo
Anam al ca¡radá, los nomrres d;ñ h¿mbres que-;i;i- I mo en el curso del siglo §e ha debido, sobre,
figuaron con su san-gre ra d-rib;rtrñ-;ü,it- I to¿o, al fracaso de los partidos liberales para dqr ex-
tual, han sldg
l9n1ad"og, y es,verdad-t
sotamehtJfroy, con ta apa_ I presíón adecuada a esta ideología, Y & la tradición so'
rlctón der nuevo desafío" tCIáriiárió-l io, varores I ótal, ffifo profunda todavfa, que se encuentra tras é1. El
tianos, que gr_ fundamento ¿er maitirio'v
Ios mártlres,, han entrado en la .uuslién. er
cris_
,,honor de I moümiento [beral, en su. sbntido más amplio, trans-
I formó al mundo por una liberación inmensa de las ener-
La fuerza di¡rámica de este idear espirituar üryectó I Sfas humanas, péro eI liberalismo en su sentido más ll-
nueva vida en la crvilizactón moii¡u"aá^aer
munaó-ai- rI í"itado, ¿emoitió su incapacidad para guiar las fuerzas
oue había liberado. §e cónvirtió en un credo defenslvo
_tls,rp y-qiq al cristiantsmó utino-f ñóa., de incorpo- y negativo, el cual desde el punto de vista soctalsta' no
rar tos bárbaros del nort. a-iJ
"u.iu'Ji"Lñ ütí_
vllizaelón medioeval de bcciaeñte. ál* ü iepresentaba nada más que interés de clase. Si¡r em-
nuevamente gye el principio de É-iioér=üa encontramos bargo, la crÍtica socialista del liberalisrno fué, al-menos
tué ia-;;ffi
ps tmportañre dei rrueío aesenvoloimiJni;";ftflrff"i. on su primera forma, un producto de la ideologla llbe-
ral. Fué la extensión, a una clase más amplia, del ideal
¡»gy- -duro
reconocer
qpe- pueda s9r para el aemociati
#áffi
algo en común -entre rur -iáéurd ;-tñiñ; que al prlnelpio había estado limitado a la minorfa po-
del mr¡ndo fiudat éátoñ.o. i, ilttcaménte Conseiente. La apelación fundamental del
lir embargo, ros antiguos
liberales ro realizaron *Loio a sabiendas,
por su ideali-
soclalismo descansa en su aserción de los d.erechos so-
ración de ra ctales reales contra los derechos políticos abstractos. Es
_c¿rta ry*á"r y aei móü*iu"to constitu- una llamada a lo mismos principios que inspiraron a
t"ülr ffi,y?,l*t mitl:ti
de Ia libertad preconrzaoa en ri ag;};#*,i*¿i.srt
los precursores del iiberalismo inglés, y que fueron aflr-
mados tan admirablenaente por uno de los intérpretes del
pendencia v nies aún tod"ui* oeciaiacion de ra rnde- efército de Cromwell, cuando declaró: "El hombre más
Revoluctón-Francesa. ¡ro onsiá;ñ, ,r;;iamada por ra
au pobre que hay en Inglaterra, tiene una vida pare vlvh
envotvimiento ;"",;;rafces del des- como el más rico" (1).
-de la riuártil r 1a aéroñ.i, occidentales
Esta afirmación del derecho de los hombres a vivir
::#i§$Hln**t't-t*{*iuhífi:,i?;#ffi una vlda completa, es la esencia del socialismo, y asf,
es
llo una unidad polftica tr Ietos de estar en oposición a la tradición liberal, es una
dad compuesta ae iráá-váe prolongación de esta última, desde Ia esfera de la ley y Ia
@cliales, cada upo pose_yendo una vi'Aa,áutéüffi;T.; polftica, a la ciencia económica y la cultufa. Sln em-
propüas lnstituciones ü6res. ñargo es irnposible ignorar la existencia de un elemento
. Fué en- rlgraterra, en er sigro diecisiete, que eI tdeal antt¿i¡eral én eI soclali§mo, que ha contribuído más que
crlstfano de libertad es_piritual-y ra trááiáián *rddffii ñt"gri" otro factor separado, al fracaso de la libertad en
ub"TFd-es porlrjcas_iresaroll ju"tálpñ producir el rñr¡ndo moderno. El socialismo continental, repre§en-
!_" ra
tado sobre todo por KarI Marx, e§ responsable, nO §O-
#"r .HTl3?13",'Hfr hlH i:i H# H'.f;Sñl;t#
(f) Cor. Rainborough hablando e,ontfa Ireton on Puttroy' Oct' 20'
lw.
,

L
62 CnrsropHER DtwsoN El Jurcro DE LAs N.c,ctowrs 63'

lamelte- por el descrédito la ideol ogla liberal, sino


po_r el gesaflo totalitario a{e ta libertao, -oájo Éñmü;
ta el estado moderno, tan pronto como éste abandona
las tradiciones polÍticas que han guiado hasta aquí a
det cuat estamos viviendo hoy dta. iá-áiótádur; ññiü:
cionaria det protetariado, el- uso d;l úder ¿ei -Jstáao la civilización occidental. La parte más aterradora no
eomo un arma para destruir todos lós elementos sñ es Ia violencia revolucionaria de los primeros años de la
ciales gue se .gpóqe-n a los interesái áá r" chse áo*í Revolución Rusa, ni eI putsch de 1933 en Alemania. No
nante,.la substitución es el reinado de la policía secreta, y la crueldad y trai-
de ta masa por el individuo ;ffi; clón que la aeompañan. Lo peor de todo es que no exis-
el centro de todos los valores culüurates- y morales,
do,r estos. p_rineipios que se encuentran en ra rafz to_ üen límites al movimiento de retroceso: que en unos
del pocos años una sociedad puede pasar de un alto idealis-
estado totaritarió, derivan der mariismá y der ió.ialrs-
mo revolucionario. una vez que ha sido a-nanaonáal la mo revolucionario a un estado de inhumanidad orga-
tradición liberal, ras fuerza§ rivales del tohritárismó nizada que planea la liquidaeión y la destrucción de
pueblos enteros, tan despiadadamente como los antiguos
pierden rápldamente sus máscaras ideológicas y se con- osirios, o los tártaros medioevales. Esta barbarie moder-
vierten en formas diversas de hacer ra miima cos&, con- n& es peor que la de1 pasado en Ia que está inspirada,
sistente en la destrueción de la libertad y el sacrificio no por la crueldad ingenua de una simple sociedad gue-
de la vida humana la vida del ricó o del pobre, rrera, slno por la cieneia pervertida de una civilización
-sea
del burgués o del proletario- al culto del poder. eorrompida.
- ¿E! posible, por una parte, recobrar en el socialismo Pero, aunque esta barbarie ya está sobre nosotros,
Ios valores liberáles y hümanós, de las fuerzas toiatita- es inconsciente e involuntaria en gran parte, y no es
rias que los hgn veñcido, y poi otra, libertar ta tiáai- bienvenida ni aprobada abiertamente, ni aún por aque-
ción liberal misma de su'aioóiación óon el limitado in- llos pueblos que más han contribuído a su aparición.
dividualismo económico del siglo pasado? Estas Jon las De aquí que las naciones democráticas, en su resisten-
cuestiones que tenemos que résolier, sl la Democraeiá cla a este progreso de las fuerzas del abismo, pueden
Ir, tan
9" a-d.aptarse ar mundb transformado ¿ei Jistá-v;in: deseansar, no solamente en el apoyo de aquellos que
te, bien o ¡nejor que las ideologfal totaritaíia"s. l¿s slguen fieles a las tradiciones espirituales de la civiliza-
últimas, después cie toáo, provienen"oe r¡n suelo dtstinto clón occidental, sino también, hasta cierto punto, en la
que las nuestras. son sistémas, por los cuales las socie-
slmpatfa secreta de los mismos pueblos totalitarios.
-di¡iante sigros por tai ti;
dades han sido, disciplinadas
diciones de autocracia teocrática o moñaigüía *iliiir, La idea de la libertad es prácticamente universal, y
y se_ han adaptado al nuevo mundo. no existe ningún pueblo, por más que carezca de -capa-
Talei sociedaaed que qga enteramente insen-
pueden ser revolucionadas por una minoiia dúermin; -Uamado. polÍticá,
cldad o experlenciá
stble a su En lo que difieren es en la calidad
9l ryff rárjlPero
mocrática.
v rápidamenré que cuaiquiái soeiedad de-
ésta es una fuente tánto oe ae¡ili¿aa de la libertad que ellos más aprecian, Y 0r su poder de
como de fuerza. La fachada imponente ds ta uniaaa to- obtenerla contrá las fuerzas hostiles de la naturaleza y
talltaria puede esconder ta deÉitidad interna ae su ei- las circunstancias. La vida hurnana ha estado siempre
Eru-ctura, o imponer un esfuerzo que su§ cimientos so- reprimida por las neeesidades del trabaio, los conflictos
eiales son incapaces de soportar. ' - y ia muerfe, ya que en todas las Qnoc-as muchos hom-
Por lo demás, los éxitos externos de tales movimlen- bres han sido obligados a ceder todas las otras liberta-
tos no hacen nada por disminuii tós périsros que afron- des que más apreciaban, por el derecho simplg de vivir
y nada rnás. Lá esencia de Ia civilización consiste en la
"l
im

ü Cn¡srop¡rEn DtwsoN Er, Ju¡cro DE r¿s Nrc¡oN¡g 6


Itmtüaclón qe este jmpe¡io de ta necesidad y el ensan_ üradición alemana y europea central. Pero para la civi-
chamlento de la esferá de la tiberüaá, p*o en el pasado llzación occidental en general, la victoria de tal espíritu
ha habido tanta desigualdad en ñhlstribución ^A; ü; significa Ia muerte, porque es la denegación y destruc-
gananeias sociales, eomo para oar arám runaaménio ción de los principios espirituales por los que ha vivi-
a la crftica de Rousseau sóbre ú ¿ivilüáción.-r;Ar"r; do el occidente. La gran tradición de Ia civilización oc-
mente en el.sigto diecürueve que et aoelánh dé iu óiáñ- cidental ha soportado tanto tiempo y ha sobrevivido a
gla { el crecimiento de1 contrót aei ño*üru sobre la na_ tantas crisis, que podemos creer que es demasiado fuerte
turaleza, hizo posible alejar las fronléiá, de ta neeesi_ para ser destruída por el nuevo enemigo totalitario. Pero
dad hasta un p":rt-o tar {ue rruriáia pñeciao increÍbre no puede ser salvada únicamente por medios económicos
g lop-Fe-n$doles der pasadb, va que ra iinertálrii opói-: o militares. Como ya he dieho, la crisis nunca se hubiera
tuntdad de vivir uná vidt.'búrü;-ñ .ó" producido si las fuerzas espirituales de la cultura occi-
melF privilegios de una minoria,-sino qlá vu necesaria_ dental no hubieran sido divididas y desintegradas. Así,
puoieron coi- la necesidad excede a la polÍtica y demanda nada menos
-vertlrse en dérechos de nacimiento oé--icioó; ú;-ü;
humanos. que una reorientación espiritual de la sociedad oeeiden-
tal y un llamado a los valores esenciales que debe pre-
Ia Iulo _e] ogflmismo
r- oemoeracla riberar que inspiró ra expansión de
en el siglo diecinuevé, ha terñrinado en servar a toda costa, a pesar de los eambios revolueiona-
deslluslón. Las fuerzas-nuevas que han sioo- rios que han destrrrldo los fundamentos eeonómieos del
señáráaá,
por la ciencia y la tndustria, són tan gigánt"esü;-1"; antiguo individualisnno liberal. Es una tarea inmensa
parecen empequeñecer a la humanidad,]requieren -'gi- que demanda la cooperaeión de todas las fuerzas vivien-
g13t: p1y1 controlarras. De ahí el conilícto tes de nuestra cultura, en un esfuerzo sostenido de re-
noy gla entre un liberalismo que abandonó üue-vérriot
él control
or*anizaeión soeial e inteleetual. En este trabaio. en mi
social tradicional en un aceeso áe optimiiüo prematuió, opinión, eI liberalismo oeuna una posteión prineinal. nor-
y el_glrevo colectivismo que sacrtrica ta tibe?i;d que eS la úniea fgerza nolltiea en Flurona ol1tr psf{ irron-
y p_olftica al ldeal de una brganizacior, [átur de ta ññí
soció-
tifieada eon Ia eausa de la llbertad v no ntlerle ahe,nrlo-
nar esa eausa, sin eesar de exlstfr. EI soeiallsmo. el enn-
qntiguo liberatismo, con todas sus deficiencias, tuvo servadorismo v el naeionalismo. no son lnmrrnas ¿ las
ru§. rafces-profnndamenúe arráigádái-en-er suelo ¿e tnflu.eneias totalita,rla,s. va sea nor Ia nronacrenr{e n nnr"
rá un noder cle asimilaeión lnterna. Puerlen a,sumlr forvnas
cultura cristiana y_occidentat. do*J uáoá-*. oÉ siaJi
escribió una vez: '¡En Francia ta iinárlJa es antigua, ui totalitarias sin una traición eonselente de sus nrinel-
nlOS. AUn Ia demOeraeia no Oeuna Una nnslniÁ¡ Inrlv
tlvlsmo está areJado de todo er desenvoivimru"io -ñi-
9! $espotts.ryo gl qlre es mode*o,f Féró-Lr nuevo corec- firme. ya que siemnre es fáell nara una dietaclura em-
rfental. fiene más a" óó*,i" con ras monarquías plear Iemas demoerátieos, esneeialmente en eI momento
orien- presente, euando los iefes del ataque a la libertad no
i${d§,l'üiia,tfá?{":-Hgf,ffi
lla Chtna.
JrHrg#ffi jH: son monareas hereditarios ni arlstóeratas, sino demago-
gos en el sentido más estricto, tal vez los más grandes de-
E"s fácil entender el llamado de este espíritu magogos que el mundo ha eonocldo.
a un Pero aunque es imposible exagerar el valor de la tra-
§#iijl$fá.tHf 1#H'ffH31,3¿tilr":i"1,*t"##:
rlsmo. Ilasta es posible conciUart,o ñ" u"; parte d,e la
dición liberal en Ia cultura occidental y Ia Importaneia
de un renacimiento liberal, es lntltil buscar una solu-
ffi Cr¡sropEEn Drrsolr
Er. Jtrero DE Lr,s N¡,créNus 6t
eión para la restauraeión de los antiguos parütdos ubc-
_y Fp
recuper_acrón der poder por los me¿ios porf-
.r,1lT anüiguos.
Toda la situacrón há cambiado tan
ctamentalmente que hoy. estamos entrentááós p",fun-
!,reos
I",
üliü'#:ir'l3frff
totalitarias,
'ü:ffi 3:T, m:A tt f H""*",íH
contra-ras que estamos iuáñánáo, inl"¡rtao
ád * ñá*
resotver estos. probremasl y ésta élia-ia;dn
Pero to hacen por medio ae uñ rl"iñu¡i.aeión
-tol 6ruáI
de tos hechos, {ue sacritica ¡ló, ái iI v
9ultyr.a, parq obtener un éxiio "rñ;§;á,
*,ñriai- i"r-ráiah. É;
un intento de eneontrar un uirñ fó*o en muchos
easos similares,-Jo rinigo, que s_e'c'oásiffi
es perder el
camino. La tarea consiste'en [evar á"e-vuerta EL FRACASO DE LA LIGA DE LAS NACIONE§
lización occidentar ar camino an[igd pe]ro'éJtó ra civf_
ser rearizado oor ras coalicrongs pérl¡rtá"ñoi p*áf-**puéá,

antiguos. puehe r* ñññ;r"rñé"t"'iir-ia ribre
coope_ La calda la Liga
,?tito1?#i".ü,??;i,.il,:"ffi jtrjH'ffiii"Btf 1.
- d,e

HSnll
tat y la necesiáad ae créái- una comunión orgánica
en-
D r*O*TE cien años, la Europa cristiana ha existido
iitti.':'"tt*';?$ür,::pf -f,iigfmf*l.SS¡:im, como una verdadera sociedad supernacional, una socie-
mente, y son Un idear ái pu;ñ-ñ*_
.?.rl^iTp..óte.nt9i,
cer vago utópico, dad consciente en alto grado de-su comunidad de cul-
_y péro la historia nóÁ ae tura, a pesar de las guerÍas continuas y divisiones inter-
pun-gu! eíemenlgr en una ."imHt3:t3i?
tradición riberar bár-i,ánéntespue_oan iái sumergldos
qa§ que crearon su historia. Europa recordaba tra unidad
_él F"iip,
temporalmente o, suprimiaés por ra fuerza, del mundo helénico que se ergula contra eI mundo no
tqgnte reaparecegt inas. prónt'o-ó ni¿rrároe, i¡revitable- helénico como una sociedad dé pueblos tibres contra el
a menudo despolismo de oriente, y como el mundo civilizado
rnundo de "la buena vida',- contra el mundo de-cl
en una forma nueva e iriesperada. Ei
eonsiste en aiust_ar nuestio^ pensamiento;iñib-niiñ-rffi los
eondiciones: üer ro qué;ñ; y ro que a ras nueva§ bárbaros.
tradición oóciaenlári_ t'orirprender queha muerto en Ia Hoy ya no es lo mismo. Europa ha perdido su unidad
i
poderes nuevos. que 'et-rromure tos i¡rmensos
r,á--"odr¡rido durante er
_
y la cgnciencia de su misión espirituat. ya no existe una
último medio .igro- pludil'I." q*preados división elara entre tos pueblbs cristianos y entre ros
de Ia tibertad cqn en eI serrrcro que no Io son, y con Ia desaparición de su conciencia
¡á *irmJtaciiida¿ üJñ q". han srdo cristi¿na, Europa ha empezado a dudar de su propia
aptricados para Aeshuirlá.---
existencia. cada uno a su manera, el nacionarisnio f er
lnternacionalismo moderno, igualmente han ignoradó la
existencia de una cultura európea de r¡na sociédad euro-
pea de naeiones, y han intenlado construir un nuevo
mundo, sobre fundamentos disti¡rtos.
::1i::\ .
-.-ra
--r¡i:I".r-¡---':F@-F

CnlsropHEi Drwso§ El Ju¡c¡o DE rrts Nlc¡oNss


La riltima guerra marcó la caída del sistema de esta- ddad de la paz y el orden, con más urgencia que antes.
9p _:l.Iop,u,9r.elrq se remonüa ar rráta¿l ¿e weittáiiá, en Asf, es de [nportancia vital distinguir entre lo que vive
fl:lgrq diecisietp, y_ gue se las ha arregrado pará aáal- y lo que ha muerto en los ideales de la Liga de las Na-
rarse er desarrollo del nacionallsmo y ñ ¿emócrácia aü- clones, y salvar la causa de la paz y el orden interna-
pero ra éáiáa?á ur-iirs clonal, de que sea identificada con los aspectos más li-
ITti:L:lsl_9,g1.cinueve.
(re§ monarquias.europeag en 191?-191g sdñ_
Iá es_ mitados y más sectarios, diremos, del lnternacionallsmo
tructura otir qnt¡suóirsluma de -eita¿odestruyóy obtigó a 1os moderno.
conciliadores de vérsa[es a- emprendei una réoiganrzá:
BaJo las eircunstancias existen-tes, ha sido la tenden-
_ción de la vid-a internacionit ma; ññIa;rentalmente de ela de los idealistas, unirse a la causa de la Liga de las
to que se hubiera intentado en ñrnsri;,
üi;1ñü;ü;.*"
Ellos no ge restringreron a ra reorganizacrón Naclones, de manera que la Unión de la Ltga de las Na-
de clones se convirtiera en una cruzada ideallsta, que mo-
§uropa; intentaron crea? ün orden internacional basa- vllizara todas las fuerzas del sentimiento humanltario
$o en- principios generaiás, que abarcara er mundo en- y la tndignaclón moral, que son tan poderosos en el
!gro. rp {s1 de rás Naetoíes y er rratááo de versa[es,
ar mundo protestante anglosajón, eontra los traficantes de
euar estab¿ uni{a insepardbreme;te,lu;ron;r-ir; la guerra y los dictadores que representan las fuerzas
ducto, por_ una parre dei ídr"rtñ;-iiüIirr
cracia ansrog_1lolar represántáá; de ,, demo- de la oscurldad y la reacción.
ff;i'iresiaenh-v.r.i-
son, y por otra, del re-alismo nacibna[stá \[*_ Pero como la Liga de las Naciones fué por su orige¡r,
dores eúropeos., represenhao- por M. ae lós no un organlsmo puramente ldeal, sino una creaclón
Clemeneeau. Mten-
tras ellos róri aÉan-""-ñ;árrió,-tu*Lñ-iiü.rrs Nstórtca, basada en una alineaeión deftnida de fuerzas
atadas en Eü eran des- polfttcas, ta tendencla de oposiclón a la tlga t-amblé-n
nadaira.;#iil,.f :xláil%.1ü:il't¿,t1 j,i¡?,lm*ti: irpeló a lrna especie de idealismo, que consideraba a la
nal, antes que estuvterá 1.rmr,ráo;;;';ompleto. r,ig* como la riepresentación de la§ fuerzas oscuras de
-finanza
la internacional y del imperialismo occidental.
,,Bli,*á.1t{3ÉEil1t*i&rffi :*.:t;f:É,*ns: Apeló a las fuerzas reprimidas de las naciones y las cla-
que asplraba a ses cuyos derechos Justos hablan sido sacrificados por
-o-rg?nlzar
Éra r¡n mlrndo que ya se habla el arreglo de la postguerra, para que se rebelaran contra
alejado de aoue,á traaióm" ..r,irriüi-i eYia rtevado
Iejos aún de -eua más el orden internacional de Versalles y Ginebra.
poi-roiirlirsós catastiotrcos de Ia gue_
rra, la revolución y et Aesastre económico. Ahora, la parte más paradójica de esta situación, la
Asf, el nuevo.orden internacronar constituye el ñeeho de que ambos grupos de ideallstas
nebra estuvo aesünááó ái ira.as.o de versaues y Gi_ basaron sus apelaclones sobre el mismo principlo --ol
que cada año y-ca{a nuevl ocsal ei puncrpio, ya prtnctpio de lá propia determinación nacional- y__en
hicieron más I crhts ñ;áñt óonseduencia la controversia sobre la Liga de las Na-
iá;'"-r";'d;i":,ü?jrilj:i"".l,ritil*x#üJ.X?'#f i; clones no ha sido nunca una lueha directa entre naclo-
váiniál §iii nalistas e internacionalistas, como lo habla sldo, un siglo
por ros .,ráf.T,Hrfiti: antes, la controversia sobre la Santa Alianza. Aun la
Liga de tas "ifin*sq--ro;"niu,
Nacioñe; ¡; presery&ctón dr
lorma extrema del ultranacionalismo y raclsmo, {üe
oblención-a.r;;a;;tG;'[rónár-;a;idilrnffi
existencia de nuestra civiltzactórr, y ,Iil
.rá* rrr.ro revés de
ahora resulta identificada con la polftica anti Liga, no
la polftica de r,a Lrga, ha deápstrado fué origlnalmente caracterfstiea de ella, porque los
sota,mente IiB neee- Sf,andes poderes que no pertenecleron a la tigp desde
r. Jitil:i l
' ¡¡,'i:

70 Cn¡stoptrER D¡,wso§ Er Ju¡cro DE L{§ Nrc¡oxns 7L

9! nrinpipio, Ios EE. IIU. y Ia U. R. §. §., eran ambos


mareadamente 0üganización intensiva, que debilita los eslabones espi-
antirracistás y uno de elos _Ia Rusia
soviética sei-más E;ñ"*ente interna_ fltuates que urlen a los hombres, excluyendo las fron-
-pretendía üeras pollticas, y concentra toda la energÍa de la socie-
,.;11?1.?Í"§¡1
ñóii¿i.l J"ioeares Aiilü;ilmá i-iá"-e dad en la obtención de un propósito colectivo, V QUe
ahí que, desde er principio, ra lnevitablemente ha de causar un choque con eI deseo
nes no fué enteramente nacioñaúsüa Liga
- - - Pu nI
de ras Nacio colectlvo de otras sociedades.
aetiniaamelt*
internacionalista, ni fué puramente idealista Io que hace tan grande el peligro dg B guerra ac-
mente realista. Fué casi un paralero-óompteto ni única_ tualmeñte no es que los hombres sean más belicosos que
santa Arianza, esto es, tüé una iid a;.ri:áoó, de ra cn el pasado, sino que están mejor organizados. La gug-
tió- prim?rraryeTt. pqíq piur.rrrri et a¡:regto qú.;;ir: rTa yá no es el pasatiempo de los reyes ni comercio de
nal que habÍa sido éstabreciao cómó-rói"iirdo internacio ct6róttos profesionales, es el arma mortífera de enormes
de su yic_ @eres personales que han agrupado la vida de la po-
-,H3;li:?tr; blaeión en las ruedas de su mecanismo social.
iryü¿rñri#iffixffi1üIi*Jff
los tratados. que asegurarÍa la El creclmiento de estos organismo§ monstruosos es
il;-*;áünte ra aplica-
ción de sanói9les a cuarquier estado una de las particularidades dominantes en el sistema po-
rar el status quo por la firerza de las que intentara arte- lftlcomode-rno, y son inconciliables con eI antiguo sis-
árr"rr. tcma de estado buropeo y con la tradición de la demo-
Así, lo únicgpue
greg_to de
¡e polfa
yeisalles]
esperar era que et fracaso
fue.a seguido por ra cafda de
crecla llberal que inspiró la Liga de las Naciones.
$eI-
la Liga de las Naeiones, y si iá ]iti*i ñu au sobreviür
y servir a tos t.tgr para ros cualel ;; yérgu.
ante ros
-ojos de sus partidarios, ei- necesario restaurarra sobre
bases más ainplias qir.i éórrespondan
de la nueva sitüacióri
a ras rearidades
Los fundadores de ra Liga de las Naciones no advir-
tieron tas nuevas tendencias"de ra viáa i"ñ;;dffir
no encontraron.tugar en ra fitosoffa ópiiirirta üü;
mocracia riberar, pero gge exp¡ica ói6riiáao aJrá áe:
existente en el muñdg y de trostilioadl"ñnacional, áe tuñiió"
que no absuerven a tás naciones a lüs-riaerei-heli aun-
v
responsabilidad por sus actos porÍticos. h
¡recrro-óon_
siste en que el dundo mo¿érnd es imlulsado
tierpo eñ dos aireccrnés"o-puestar.-it, rina parte, ar mismo
naciones se aDroximan unas a otras pá, ia* ras
eonquistas
y cieñtiticá;;-t;iñitd a;i éI;lái, y der riem_
!écnieas.
po, que ras tenían separadas se trañ-óolirálao"o
abolidos, y el mundo se ha convertioo-]isicamente üo.ie;
uno, lo que antes nunca habra ocurriáó. -io, en
las naciones son imperidas a arcürse otro rado,
d; ir" proceso de
CnlsropHER DlwsoN E¡, Jurc¡o DE LAs N¿,clolvgs 73

csencia misma del problema del orden internaclonal.


Porque las naciones son factores permanentes que srrb
dsten, se les dé o no reconocimiento jurfdico; mlentras
que los estados, como ya hemos podido comprobarlo en
lós úItimos años, pueden cambiar su form&, Y ser mul-
ttplicados o suprimidos por guerras y revoluclones, con
o sin justicÍa, con o sin la voluntad de los pueblos lnvo.
lucra«ios. Un período como el de las guerrás napoleónl-
2. El EstadoNación y tq Unidad. Eurapea oas fué testigo de una masaere total de estados, afgu-
- nos de los cuáIes desaparecieron para siempre, mleltras
OtrOs reaparecieron 6ajo una forma nueva cuandO la
tormenta-hubo pasado. Así, una Liga de las Naciones
creada en el año-1800 hubiera sido enteramente dlstlnta
o fué simple- en composición y número de la qu9 se formÓ después
mente el resultado de ra codreia inescrupulosa de loJ oi- de la cáida de Ñapoleón. Y eI carácter transitorio de
rigenles de los estados; fué debida sobre iodo, como ya lo o§tas formaeiones potíticas muestra que cualquier ordgn
he señalado antes, al conflicto y a la contusión eiiiiáñ: que esté basado sobre ellos como poderes soberanos, debe
tes entre los dos idealismos rivales del nacio"aiir*ó ¡iecesariamente ser poco permanénte y carecer de auto-
la democracia liberal, que han sido los dos grandes mol-v rtdad mundial. En ltalia, por ejemplo, el número de es'
tivos del cambio porfticó en el mundo modérrro. tados que poseía soberanía de facto corroboró el caso de
En la teorla, -el presidente wilson reconoció plena- los partidarios de Ia unidad nacional, aunque al mlsmo
mente el principig
mente-.el princi de la nacionalidad al basar É r,iga tlempo trajo La tarca de obtener la unidad por un acuer-
en el libre albedrlo nacional, y la soberanía det estació- do internacional (o más bien interestatal) diffcll hasta
nación. Pero no alcanzó a comprender la fuerza de lás Ia lmposibilidad.
y -i,
'|

pasiones colectivas que


p?§iones que escondían estas fórmulas
fórmula" I-mo-la Así, la única mayor causa del fracaso del interna-
dificultad de aplicar las úItimas a estados como la clonalismo, tanto en teoría como en la práctica, ha sldo
narquía de -los Habsburgos, que hablan sido creados so-
bre principios dinásticos y r-eligiosos. la falta de reconocimiento del carácter artificial e lnes-
table de la unidad política, sobre la que descansan todos
De ahi gue, aunque
unque los conciliadores de versalles
Versalles nuestros proyectos de organización internacional..I¿ pa'
trataron
taron de basar sus cambios territoriales ronru el prin-
-completanient" labra estádo-significa simplemente una organizactó! Po'
cipio del libre albeldrío nacional, fuéron Iltica independiente, y nó nos dice nada acerca de la
ineapaces de resolver el probreria de ras mi"oiiá;; ;i naturaleza de la sociedad que está organizada. Un estado
aún de ineorporar_ lo¡ prineipios wiiiárriarror mismos a ouede ser una pequeña ciudad como Lucca o ul gran
puede gf,an
la convención de la Liga. Lá Liga de las Nacione.- tué Imperio como Rómá; un territorio minúsculo que ha sldo
,*r-1"^,:L¡lii:ipio¡?qu Tás queiú r,iáá oé .Jtáoos-,1 formado por las posesiones de familia de algrrna gq§t
la soeiedad
ta ae ia
soeiedáO de la Liga estuvo basada eníeram.otJ áñ'ui principesCa, como Lichtenstein o Mónaco, o una eivill'
heeho de la sobellníá,po1ítica, sin ninguná referencia zación inmensa como China, que por miles de años h¿
caráeter nacional de lás sociedaael-eñ cuestión ái
gldo un mundo cerrado, y se ha bastado a sf mismo'. Te'
Esto no es un mero asunto de nombreJ. Envuelve la
nemos solamente que mirar atrás en la htstoria y Yer
1,' ir'

74 Cn¡sropEEn Drr!olr Er, fu¡c¡o DE r.as Nlcrowrs 75

la multiprieidad e inconmensurabilidad
ciones nbtiticas, Ñ;;o*prender de Ias organisa. log estados-nación de Ia Europa moderna, d.e manera
quier siStem3 itite'iñ;ióñar, que el absurdo de cuar, {ue el "Dorn7rs, (Irbis, Orbis" agustiniano, está tomado
trata a todos ellos co*o
si fueran individuos potí-t-ieó¡ conjguarejaerecrros gomo una clasificación adecuada de la estructura social
naturateza eomú". iompáral a cñid;on y una del mundo entero.
tos EE. UU. Liberla, o ir La teoría política aristoteliana estaba basada en un
:g1 U qeptiÉrrca »óminicárrá, es como com ürálisis completo de las formas existentes de la socie-
3Tii""',,'ffi??uü;'#:Lrlffr,iir.tJralr;1xü,![ii', dad, y aun en eI tiempo de San Agustín, todavía conser-
__ -
tp comparación de formas tan ofársas puede tene:. Yaba- su validez. La sociedad civilizada estaba organi-
gada todavía sobre las bases del estado ciudadano, y el
,q.i:sl!t?i;ru,flrfl ,rí;§Ti:n:l1['i1rtiffi ti#H
los botes o los^,brlT_lt.perg- que
lmperio romano formaba una especie de sociedad mun-
dlal'compuesta de estados-ciudades, güB eran las célu-
prgpósitos
no es de ningrin
uso a las del organismo internacional. Fuera de ésta se en-
los orgaáiiación'irái,iió".ti mt ntáramos
.de_
organfzar ra industria navai io,br, Contraba eI mundo caótico de los bárbaros que vivían
¡r ñiin¿ipiñ-ál i;
voto por bote, lo único q,ré consegürtá-nios um especie de existencia subpolítica, y q-ue constitulan
zar el orden,:15t^.lt9-y'produei""ia anáiqutaes desorgani_
y el caos. tula amena?,a continua para la sociedad civilizada del
Y to rnismo yju,*,j-"_ñqüé er aniurao él or,bis teyrarum rofiLano. Todavía existía un gran estado
te, si tratamos -un& *uros fragran_ que permanecía en un plano de hos-
de crear organización ürternacional clvilizado
basada en ros cr9_regho{igualeJñáh,
ñdone§, y consi_
-Persia- hácia Roma, y formaba -una especie
ttlidad permanente
deramos cada-esraao ¿e-Vaclo
ddñáái *" nación de de ,antí[esis oriental de la monarquía mundial romana.
iy,re. sin embargo, esto éi ro
iie, iás lrá.Iór.r, porque encontramos{ñ i"ñtó Esta estructura sociopolítica todavÍa conservaba su §lg-
nlficado para la mente medioeval a pesar de los cambios
originares de ,rrtrul3ffirB,rHt? eI Mund.o. Para los filósofos medio-
la iiga" urr-.ir.utáao aá'veisaues, ros Es- que r¡CúLr¡GL sufrido
que había
tltag Du¡
tados unidos juntoa panamá, Giáñ
jaz, Italia y Liberia, F rancia y Haltf.
sieiiilñ":;iht- ivales como Santo Tomás, Ia ciudad era todavía el Ór-
gano político esencial, Y €1- Iugar -del imperio romano
si esto hubiera sido simplemente una concesión a Las íué ocupado por el cristianismo al gue se consideraba
neeesidades temporarlas oe la situación de postgu;d; como td rinicá soeiedad universal. Además de esto exis-
no hubiera sldo tan importante, pero va mucho más tfa el Islam, eI anticristo social, eon el que el mundo
lejos,- y _envu-erve ras pres-uncioned §ociórogi."r-¡e"Iñ; cristiano vivía en un estado de guerra permanente, y
los ideales del modeino movimió"lo iñt?rnaeional. va además existían los paganos del Báltico oriental que
sea en su humanitarismo seglar en sus aspeitos-cbío- Astaban siendo gradualmente eonquistados e incorpora-
licos..Por ejempro, ra reracióñ más -o dos, contra su voluntad, a la sociedad cristiana.
ó]áia qLe conozco de
principios inte'nacionares catófieñ c?ogo álÉuüi Pero hacia fines det siglo quince este cuadro tradi-
rnternacional,-preparado por la únión -.1rnt--ern¿cional de
Clonal, de súbito, se hizo pedázos, interior y -exterior-
Estudios sociarés-- mientñs trata proi*d*ente mente. Europa advirtió de pronto la. existencia de un
de los mundo enteio de pueblos, 1os salvajes de América -y
dereehos y deberes de los estados, éoneáa.=orra
superficial al fundamental probiema sociorosico aüención Africa, y los pueblos civilizados del .lejano Oriente, 4e
"naturaleza" del estado. Aeepta casi sin modlflcaelón ü
d; manera que se magnificó incalculablemente la eseala
concepto aristoteüano el de su unilerso histdrico y geográfico. Al mismo tiempo
act eitadñiud;d} io-spñ; ; el mundo cristiano era convertido por la heteifa en un
.iirir.,r'r-"1r--.¡4"?:-r,,"7:-T

76 Cn¡sroprrf,n DrwsoN Er, furc¡o DE r¿s N¿o¡ow¡s tl


eampo de batarla
dales y las _y de ras ruinas de Ios principados ferr ¡t fr* convertido en una nación en eI sentido occidental
_ciuaáa"er li¡rJ., se revan tó ra nueva mona!. ñ ñ páiafia, pero ha sucedido eso merced a una _ruP-
qufa, armada con pqqár-a'¡.áü6;"áot"a* que- ha. transformado la
jestad de la prerrosativá con la m¿i fu; áorirpléiá'co" eI pasado,
el gobierno del estado'
orvrna. üulfirra dál pueblo, no ñrenos qub
Desde ese i-;l;inationatiimo orientai, que-se levantó en Pro;
nññálíii.omomento en adelante el es
tipi-.*_ iü r,re y? l" .,"ult1?too'1"r1Íi y
h§ta reaeción eontra la hegemonía euroLes, 6 en sl
narqufa nacionai. ruvo un caiá.i.r-ai.tintamente ñiimó 1¿ prueba más notable del poder de Europa pa,ra
perial y se moderó a sí-mismo, rm-
mái-.óur. er patrón oambiar aI mundo.
lmperfo romano que sobre er áei der
Debemos, sin embargo, encarar el hecho de que no
embargo,ro.lp::vo er óáiáctér-unir;üíñááó-.iudadano. §irr
que sus ambiciones y.pretensiones-"riáu""det imperto, yu h¿y-todavía'una civilizaóión mundial. en el mlsmo sen-
tadas por ra existen"ciá-áu otrñ siempre limi iieL ;ñ q* ha habido una civilización eu_ropee .9n el
eslrá.rlirmilares cuyo,s iisaao. ¡iuy fuerzas poderosas las antiguas
-puebtos destruyendo pero-^existen
derechos reconoció en téáriáláuñ"Iüáioo -
[tvirir"* éntre los y culturas,
ñarlos en la precticá. -
vvv' pudo desde
tmralmente fuerzas pbderosas trabajand-o en dtrecclon
Asf, aunque er cristianismo, en er sentid.o íouesia, v éstas están amenazando disolver y destruir
de,un- qan estaao-óñru"ño, gobernáaó-po* medioevar
una Íi r¡nidári Oe la cultura occidental, que hasta aquf ha
tal como
gor? doble, no existió más, r,ir"tiááic-iü"es fueron roJerar- lOo la fuente real de un orden internacional,
tal:te poderosas eomo para tormái un-vincuro bas_ pl gue el mundo Poseía.
entre los puebrgs curtural
$e Eüropa, queylos unió en una socie-
gld .v.aga'de estados soróianos. a pesar de todos ros
cambios que ha sufrrdo el mundo en ios
gtos. eon ia aparició"-á.-já oemóciá.iá-yao. úrtimos si-
naetonaf,- este ta conciencta
sociar cóntñññtáeanao
-üt.*acionales.
conce.pción de ryodero
las relaciones nuesüra
.polftióár u
Nuestra idea del estado áóriii Tóálv¡á,-m¿s
de los estados-nación guJ su aesáilóiidron o menos,
oecidentar durante ros utiimos cuatroóiéntós en Europa
tras ideas de !a socieaáJ-i"tuiñróññ;T; .ñ;Jff;ír:
Lisa Mundiar de ras máóio".],i, -.;r;,ilüáiv.o aún de r¡na
por el patrón g. antigua sóciáááá moderadas
B en Ia
tados, mientras que_ ü",ilopuu de ros Es_
mismáJoiñil.i
nallsmo de ros fuebtos rro-europeos nuevo nacto-
consciente e inconscienterneúr,í;;, está influeneiado,
ü.*pro de ros es-
tados nacionalistas uuropeo, y sus ideales.
sin.embargo? estos probremas son
ferentes en reáríaáa. L-u iñá"il y ta _profundamente di_
ne§ en el mismo sentido que süeciacñina no son naelo-
, irlr"aa, son unt_
d'dss culturale! que no tienen_anarogfa-i,.R,,
excepto ,,con,, Euiopa ñrfu¡ri". Europa,
Turqulá, por otro lado,
i. jl r';l
,. i, .'i

78 Cn¡srotf,Er DrwsoN Er frnao DE Lrs Nic¡oxr¡ 79

DOdbte distingufr entre Ia guerra de ideas, y eI eonfllcto


ü¡ ürtereses polítlcos.
§l aceptamos el principio totalitario, parecería que
lf úntca eqperanza de una paz mundial tendrla que ba-
lfrse en el triunfo de una ideología única. Y éste era
ür realidad el ideal del comunismo en su primera fase
Dtlltante, cuando Zinoviev y Trotzky creían que la ciu-
üdela del capitalismo caeria al primer toque de las
3' Ld tlnidad. Europea a ra Liga d,e ras Naeiones trompetas del EJéreito Rojo. Pero los últimos veinte años
- D¿n iiemostrado la vanidad de sus esperanza§, y el resul-
ü¡do actual de la ofensiva comunista, ha sido acentuar
cl conflicto de ideologlas, destruir o debilitar los parti-
dog moAerados y los estados constitucionales, para ven-
Iil r*os visto que se está haciendo
cada vez más di- tlta del extremismo y las dictaduras.
fÍcil aplicar poütico_ tradicionar Asl, el intento de unir al mundo, introduciéndolo
europeo .:r_*.odgrq der pasado
sociedad «ie estaáorñ;;ares soberanos.
-una una
compartiendo üentro del estrecho iaquet de una ideología uniforme,
curturá
i:*a{ ;l;"i;"do
común- a un mpndo oé rup.re_stados, espirftual É ttna tluslón utópica, que es irreconciliable tanto con
ll, paz internacionat como con la libertad nacional. La
y civilizaciones rivares luJrrán en er cuar razas
oespiádaáámente por Ia ba§e verdadera de la vida internacional ha de encon-
supremacía. Er antiguo óiaán;í.ñ**!ueoe
parecer trarse, no en la unidad ideológica, sino en una comu-
", i;;"
il:'fl"!"?j J á ""
rü ;'';;"üilá "ü'riao
por un re s - nldad de cultura. Esto fué señalado con claridad nota-
ble por Burke, euando, por primeta Yez., Europ_a- se _en-
i,,"ltrg,d;.ÉíT:'i,.t3i:.,iff
equitibrar ra desiguaraáá-t- ::T"ltl?itdl}ñ;? llenló con un estado que conscientemente se había iden-
tlftcado con una nuevá ideología polÍtica. Lo citaré aquí
t-adgs mayores y menores. noau, porÍtico entre ros
I es-
¡lgo extensamente, La que-teqo que gno-tiene que pre-
ilí;;;É;,"t.i,**-áá;,ül:f^l,J:ffr",fJ"H.i:3iJ,T nrponer que hoy día nadie lee a Burke y este pa-
por los derechos hisróiicos;-Ti.ññ.;ñ;ia
Ios principios e iaeáres ilhe¡a oposición a nfe muestra que la concepción de Europa como una
un campo común donde
puedan encontrarse ros .rtrairtrr,'tái;"fio verd¿dera comunidad de cultura, no es una novedad,
"i, üurroo hacÍan en ¡lno que fué tratada como una verdad fundamental por
n_Hfr g'Jff : i.r, áltígüü i¿-si,id;: Ioe pensadores clásicos del pasado.
r
en eia mo_
con_unoauió,'dñtXü§,::r§,t..,,-ruif "El intercambio entre las naciones, escribe Burke,
fatal a cuarquier órase r1;ltiá,Tit#;
J.au" mundial, óomo
no depende tanto, como se supone generalmente, de la
Ias guerras retigiosas áJ ro fueron
ael- pásaOo. óierililentu, es
formalidad de los tratados y pactos nl es meramente un
más funesta, g*", que aún asunto de interés político. Los hombres no están atados
en ti..puráa;l; ;ii.reneia enrre entre sí por papeles y sellos. Son llevados a asociarse
por semejanzas, conveniencias o simpatías. Lo mismo
6¡!!§'H,:|ry':*rryl,tf#,a,a*,r;1;,ift silffi nre,ede con las naciones como con los individuos. No
n-ultrm qgr f,.qy, gf-esffi, !¿ü!rt,árü """.t¿ ran esrre- hay vfnculo de amistad tan poderoso entre las nacio-
chamente identificado con iu iáóiüCq,il * hace im- De§, como un& correspondencia en leyes, costumbres,
80 Cn¡sroprÍER D.twsoN
Er. fulclo DE LAs N¿clowus 81
ütaneras y hábitos de vida. Estas son obrigaciones
hombre viajara... y §e alejara de su propig P?¡s, nunca
escri_
tas en el eorazón. aproximan a ros homüres
sin su co
nocJmiento, y a vece§ contra sus intenciones. se sentirla ilor compteto en el extranJero". (1)
Er razo se_
oculüo, pero-irrefragable, de intercambio Dejando de lado-la forma oratoria y n9 muy-eientí-
mantiene -unidor uun" cuando sus naturalezas habituai
-creüo,
Ios fiea dé }¿s palabras de Burke, no creo que los problemas
versas y prontas para ros ritigios, per éseneiates áe las relaciones internacionales hayan sido
procedimientos equrvocos, ; reñir
ros inaüzcan
-l-tucrrar
a empreai. tratados más satisfactoriamente. El único punto que
y acerc{r vicia las ideas de Burke es el conservadorismo o tradi-
de los términos cie .ur oL[gaciones"eüritas.
stmilitud, l* paz es más ra paz, y ra guerra con esta cionalismo que lo conducía, casi contra sus propios. prin-
Ia guerra. H*t_g*istido periodos en Ios es menos ciplos, a co?rsiderar el sistema de estado existente del
óuares Ias comu_ aritigúo régimen como la única forma posible de orden
$*-aqr, aparentemglte'en faz entre sí, han estado más
perfectamente-separadas, euroleo. Vló con claridad suficiente las falacias det li-
qtu en épocas posteriores 10 beraÍismo revolucionario, su desatención de la realidad
han estado mucñas ,u.iori.r histórica, sü idealismo utópico, su falso racionalismo
er curso de
Iargas
^y
pnqrientas gueirar. "*"í.;;:"
La causa debe buscarse que lo llevó a atacar al cristianismg., y su individualismo
en la similitud a través de toda nuropa, ae relisióñ, Ie. §ingular que le hizo ignorar el carácter orgánico de las
ye§ y costumbres. En el fonclo, todas éstas son tnstituciones sociales.
las mis_
ma§. Los autores de, la ley públlca, a menudo han lla- Pero Burke no advirtió que la revolución no era me-
mado a este agregado de ia§ nacioies un estado. -ió- ramente una revuelta negátiva contra el cristianismo
nfan taz6n. Es-viitualmente un gran estado con lavmis_ y el orden social. Fué también una afirmación de los
m¿ base de tey general;-ycon a[u"a áiieiencia en tás áerechos de los pueblos contra los gobiernos irrespon-
costumbres de próvincra esta¡rócimieñ[o, locales,,. sables y de las náciones contra las tradiciones pasadas
de moda del estado dinástico.
. tuego Burke p.ase- a describlr ros diferentes eremen-
üos de esta comurifdad. prtmero, Ias naciones de Y de aquí Qüe, cuando Ia revolución hubo sido ven-
Europa cida por tás füerlas nacionales qug e-Ta misma había
InJ,llgoJ"lf_UtrsTd.ñuLúñ-;irr"ü";.-Éü"""d;
zu polftica y economfa deiivan-de ras misffir"i,i#l;;; hechd tanto por despertar, los estadistas aliados en
Viena, que erán también discípüoq de Burke, tamp.oco
!9mo por eJemplo: las tradtciones germanas estuvieron
represenüadas en rnstitueiones medióevtiñ, y tinaimáiité advirtiefon estas fuerzas. Recónocieron más explícita-
ordenadas y acraradas. por ra rey ró*á"r;á, *urr.ra que mente de lo que se había hecho antes o desde entonces,
en su constitución social los estados europeos son
la existencia he 1o que Burke denominó el estado euro-
mueho peo, pero organizaton Uuropa sobre ]a base del legalismo
rnás slmllares de lo que generalmente reh, creldo. brecédente Í dinástico, en lugar de hacerlo sobre una
§ociedad orgániea de naciones vivas. Y consecuente-
I

"De todas estas' fuentes se levantó un sistema de


eostumbres v educaeión, que tué casi-,irrruu, mente, las fuerzas erecientes de los movimientos nacio-
en toda
.:tB partg gét *y"dó;, qü;suavizó, mezeró y armonizó nales europeos fueron deJadas sin salid?, Y sus explo-
eI color del conJunto, - - siones revolucionarias destruyeron eI edificio artificial
del orden europeo que los estadistas de Viena habían
Por esta semejanza en ras formas de intereambio y construfdo tan cuidadosamente.
Ios hábitos de vída, en
ryng,i"-ciua-aaá"o- ááEuropa podría
ler un e¡dlado en nürguna pa.rüe de eua-. cuando
un (l) "Cartas sobre Ia paz regicidd' I (ed. Payne trI, pp. 80.81).
82 Cn¡sropHER DrwsoN
E¿ Jurcro DE LAs Necroxss 83
Ahora laT'lga de las Naciones de lglg repttió el emor ,para el establecimiento de la ley internacional como
de la santa Arianza aI omrtir, a pesar ae'zu lrtirñ;;l
reconocer la soberanía de las naéiones, excepto el .i la verdadera regla de conducta entre los gobiernos"
gaso de- que y? poseyeran existencia potítica auton-oma.
(para citar las palabras del Pacto). Es posible que los
Pero afremás de esto,.ignoraba todavia por eompleto la Estados Unidos, que rehusaron mezclarse en la polÍtica
existencia de aquer estido europeo que li santa ¿[anra auropea por los heehos de Ia Liga, hubieran estado
dlspuestos a cooperar en una organización de esta clase
.y acep.tado cómo ia báse d; ;u orñ:
había reconocido
nizaeión internacionar. más amplia y más imparcial y asi hubiera heeho posible
Esta falta de recónoeimientó"d. ln creación de un verdadero orden internacional. Porque
la impo¡taneia vitar der comprejo curtuiár rristóiicó en
la vida internacjonal, dejó a tá úga ae rai Nacioná;;ü: el fracaso de la Liga de las Naeiones no significa quá el
pendida en el aire sobre -el reralisrño rÍgido ae rl polftica prineipio ético fundamental, sobre el cual estuvo batada,
det poder eontemporáneo v er ideálrsmt-iago der'únérá- pueda ser abandonado. Et principio que el presidente
tismo cosmoporita. Er resdrtado ru¿ q* i;=iiá* Wllson invoeó como la inspiüción'de sü progrbl¡¿
nec-ió dependiente en la práctiea de =üria 'alianza
p-ár*"- -r.st
principio de justieia para todos los puebtos y nacionali-
poderes vietoriosgs, y de los rlades, y su dereeho a vivir en términos iguales de li-
evitabtemente _qgd su deelinacioñ ha seguioo in_ tlertad y s_e.guridad eon respecto a los otros, ya sean
eeonómica. Así, ,a -ta peraiaa de su t .áá*á"rá ñiiitá" , fuertes o débiles"- es un principio que el libéralismo
ha óxistido un conftieto i&rí- del siglo diecinueve heredó de la-tradición cristiana, y
"ñ[i.'i* ñ-1"
!e¡ de Ia Liga y sus intereses reales. El iáeartsmo que ha sido proelamado una vez más por pío XII en su
Liga favoreció.el desarme, la polftica ae-coneesiones v
conciliación internacionales, y-la tendeneia-l tr;-d; á teciente encícliea como un principio esencial de ra civi-
eada estado eomo a un socio igual .r. il eontraterniaaá llzación cristiana. Es este principio el que hoy estamos
clel mundo. pero.- para obtenerlue el sistema de defendiendo contra el absolutismo tota[tario, éI cual, se-
Ia Llse
diera resultados bbfo las condieiones ;*irffii.il .i"-ri.l qúq las palabras de la encíclica, ,,se coloca en el lugar
cesario seguir cle Dios y exalta al estado o partido como fin úrtimo de
.una llnea porfttca comptetamántJ'opdñ, la vida, como e_l criterio supremo del orden moral y Ju-
pt_gntando primero, y pór sobre todas tas cosas, ér manl rfdico, y prohibe toda apelación a los principios áe- la
f,enlmrenfo de una supremaefa militar easi l¡rvenelble.
del srupo de pod-er€s. euy& unión era ei--rintü -ii*Hj razón natural y de la conciencia cristiana".
rnento verdadero del sisteina. EI conflicto que hoy amenaza destruir la civilización
En otras palabras, el fraeaso de la Liga se debló a no es un conflicto de taza, ni de cultura, ni siquiera de
que su verdadera base militar-polltica era ?emasiaáo ll- ldeologÍa. Es un conflicto emanado de la determinación
mitada y parcial y su supereslructura demasiado uni- elesnuda de ganar el poder, que ha barrido todas ras os-
versal y amplia. La tarea- esencial de los concilladore§ tcnsibles disputas icleológicas: el conflicto raeial de
de versalles consistió en la aprobación de un acuerdo, urios y semitas, el social del comunismo contra el fas-
sobre la base de Ia propia elsmo, y el internacional entre los partidos y opositores
restauraría, ¡ior v?sá qüe fuera-determinación naetona¡ que cle la Liga de las Naciones. Si esta fuetza triunfa, será
su forma, el estado de tl fin de Europa como una comunidad de pueblos libres,
-E¡uropa f- proveería las condiciones polltibas para una
cooperación económica y cultural. si §e rru¡ierd-óbtentd;
.
porque eI apetito insaeiable de estos poderes monstruo-
;os, inevitablemente engullirá todo lo (ue es fuerte. Pero
,es!o último, entonces ñubiera sido posiHe iieáai- más tambi-en será, en generáI, el fin de cuálquier eqperanza
lejos, y estructr¡rar una especie de orfanizaómir-?ñundiai
üe orden internacional, porque el conflicto que éstamos
l 1:.'.,'

84 CnrsroprrEn Dlwso!, Er Jurc¡o DE r,As N¡ooNss 85

pre§en'ciando
}oy, no e§ meramente una cuesüón de r.¡
validades o inter:eses eurooégs. us un cñnieto mundi¿rr,
que se está rib_rando sobie terñtorio
áüropuo, p€ro r.,
efeetos der crmr,ro p-u.oór ser limiiád;;a
La misma idea cte la'ley-interna.ionái, Europa (r)
do moderno lá como el mu.
ra ha con"o.ñ;, tue éi-piot'ucto de ra
lización euro,e,a y tuvo iü ngge, órñ;-todos cir,l
mas erevado§.a.q ";,iüérjJiiuilización, los varo'r,r¡
un orden esnirituai sobresarieñiél-i" en ffi
ra creencia .rr
rey divina v VI
natural, a ta cual toAói-roJ puebloí
loi iñáiiüüás, estaban som..f,B*t v as¡ coiril
como er papa ha dichó, Lr_sotamente por
,n retor,,,
l.A §ECULAñIZACION DE tA CULTURA OCCIDENTAL
*ü;ñ .i'#::ff
ie T?,l?ü.ff i_i ü,.ffi:i,f:ir .Tj#By u
éste es un próbrgma
la Liga de las ¡racióñés, -á *¿, rüñáariiirt"r QUe er rrr,
que cuarquier proyecto rrr,
unión Feclerar. us.soiámtnie buanao
eT-piineipio morar ]l O es pqpible discutlr la situaclón moderna, ni des-
d¡ el puntote vista de la religión ni del de la polÍtica,
ffi:i:,"{{d{{{:ü#i;Hli:i"?.Tr?[t$:iá::::rm: lh emplear la palabra "cultura". Pero la palabra ha
f"?L",'ffi Hflt?1ti#tü:ffi:ütf üüo usada en tantos sentidos diferentes y contiene tan-
pués der naufragio aJ l?t#iP.,fltlTH# hr mattces en su acepción, que es necesario decir algo
rui-éii¡ñtes iá'ái"rogias de prt,_ Dbre el sentido en que la yoy a emplear, de maneia
-innecesarias.
fr!:tr"Ifl1§{lil"uH#ff r,r",triTffi ñ1#,H*irf l üc evitar confuslones
cipios filosóficos y morales, so-brg
sóIo ta civ,rzacién cr-isiiihl, tdfi;ffiáffiffirijfil; - , El Diccionario Conciso de Oxford da tres significa-
smo hda ra crvürzaciór. dos: hnr&nza, nneJoramlento por medio de la educación
mental o ffsiea y desarrollo intelectual. Ninguno de és-
hü, sln embargo, es precisamente el sentido en el cual
I palabra es umda. por los antropólogos, sociótogos, y
lhora, de modo ereelénte, también poi historiadores y
fllósofos. Desde 18?1, cuando §ler,-en fnglaterra, pu-
bltcó su famoso tibro sobre Cultura Prtmitiv&, y deBde
ün- perfodo anterlor aún, en el continente, la palabra
fc ha extendido hasta cubrir todo el compteJo de insti-
tuclones, costumbps y creeneias, asl corño ias artes y
üganizaeión económlea, que constituyen la herencia so1
gtat {e--gn pgeblo. Es casi ürtercambiable eon la pala-
-a
bna clvlltzación, aunque la u,lüma está restrlngiAa tas
idosc fueron Gxpucstas antc dol s¡rallido do Ir
fomss más elevadas de cultura, vB que excsté r¡na ob-
, ,jl/n*Tstac guoma cn
tcdón obvla al habla¡ de tra "clvilización,, de un püenio
86 CnlsroprrER D¡,wsoN
Er ju¡cro ob ¿rs ñ¿,c¡o¡vr§ s?
incivilizado. por
.lo tanto, empleo cultura como el tér-
mino más amptio e incrüsivo', t cfiiru.io" ó*; -ü; La relación entre las más altas y más bajas formas
tipo particutar de cultura, en sus de religlón nunca ha sido más perfectamente especifi-
manifestacionéi-*?, eada que en la.s palabras de los apóstoles a los simples
elevadas y conscientes.
llcaonenses, cuendo ellos recibieron a Bernabé y a Pa-
,!
AsÍ, es posible ubicarse detrás o más allá de la civi- blo como a dioses: "Os anunciamos que de estas vani-
*?acrgnf .y esturliar la naturaleza lnumana en un esta-
oo dades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y le
relativamente pero nunca es posible ir tlerra, y la mar. y todo lo que está en ellos; el cual en
-primitivo.
mas altá de ra euñura. La iael áui r-iglo oieóióéño, oé las edades pasadas ha dejado a todas las gentes andar
un estado de la naturateza en et cual éi ñomrre e"lÁtü en sus caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin tes-
an_tpq de encontrarse aprisionado entre ras
mallas
red del estado-¡¡ de ta ieligión oigáñiáál y en de la tlmonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y
et cuat tiempos fructíferos, hinchiendo de mantenimiento y dé
$:b:gl-:_t1 gde se encueñtra nuevamenre de manera alegría nuestros eorazones". La religión del hombre- pri-
nlraafn aamnl^t^-^^-¿^ ---.r.
í,
.lt..f lt,6.,id.j"iaEr-il"lbüpü:ñ ilffTil mitivo está unida a esas cosas: comida, lluvia, y el curso
de las estaciones. En ellas él ve la mano de Dios y el
*,iii,l:,_::*p,:pf
rnrurvo rorma parte.de pur'd sociar, ;'#;üff
patrón. i.";A a menuoo ,ffi; trabajo de fuerzas sagradas y mágicas. De esta man-era,
Sjf§" i"jiá depende
elaborado,-y "q1pj".lt--un_
aé rai-traaiciáner Jottrrrres,
rüuv
la forma de vivir de los hómbrés, y las crisis de sus
to como el hombre civilizado, o arin-rnás-.- tan-
vldas están tejirtas inextrieablemente con ras creencias
En la misma forma es imposibre separañh curtura y práctlcas religiosas, para formar su patrón de cultura.
de .ta religión, y cuanto más ;tid; ,;lrl.mos Sin emb&rgo, aun las formas de religión más crudas
en ra his-
tgr_ia, o- más deseendemos en la escara áét
a".aii"ll";;
gal,. rnás estrechamente unidas e.t¿rrla úrr* .o' ra
y. más primitivas nunca están completámente restrin-
otra. gidas a este patrón; siempre poseen un elemento de
Es fácil entender ra razón aé estq qñ es inherente transcendencia,-sin el cual cesaiían de ser rerigión. Da-
la naturaleza de_ ra religión mismá. tsorque ra religióna do. que- la religión es el vínculo entre el hombré y Dios,
no es, como creyeron los racionalistas dé tos aos üiii- entre la sociedad humana y el mundo espiritual siern-
Jnos siglos, un fónómeno secundario quJ ¡ra suigid;-á; pre tiene un doble aspecto. para el que lb admita, sea
la expto!.q.io, de la credurid"d ñü*;;;;, como Hobbes un viajero o un crltico racional, Ias -religiones priiniti-
lo dice, "de ra-opinión de fantá.dil-ig*rancia de mo- ves pueden pareeer un peso muerto de la con?ención
tivos ocultos, devoción a lo que ros rlonñnies y s-uperstición soeiales, que impide avanzar a la socie-
tomar las eosas casuares como pronósticos,,; se temen, y de
encuentra dad;- para e]. primitivo rriismo, §in embargo, es el cami-
en el mismo centro de la concieñcia huáái*, no de los dioses, el orden consagrado tiaáieional que
del hombre, de su dependencilaffie;;;*ás er sentido
", artos v de
su retación eon el mündo espirüuáil cua;6;ffi;irilpi;
lleva la vida humana a la comünión con los pode'res
más altgs; y vemos en la historia de religiones más des-
es una cultura, es más estrácha rr, ,éráóion
con la reli- arrolladas, que las prácticas religiosas más simples y
glórr no porque una curtura inierlor sái'iñ¿. elementales son capaces, no de estar cargadas solámen-
que las elevadas, sino porque tos umitelestrecññ-A;;;
"ipiriffii
control sobre la natur a{ezaáumentan er ,.rrtiao te de emoción religiosa, sino de convertirse en eI vehículo
dencia del hombre, ya-que parece imposiule para
o. oñ";: de profundas ideas religlosas, como por ejemplo el rl-
tdad existir sin ra a¡ldá de ros poderirs la socie- tual del sacrlficio en la India antigua o la ordenación
mistériosos qü;-r, ceremonlal del ealendario en la Chüra.
rodea,n.
Por otro lado, cu¿ndo llegamos a las retiglones más
:i,.,,',
i!

BB Cnrsropuun Drwsor Eí Ju¡oo DE Lrut Nrc¡oxrs


i
altas, donde existe un esfu etzo consciente por afirma. y su sectrlaridad?
la trascendencia absoruta de ¿Están relacionadas" como tra
biñ-l áer orden espiri_ y el efecto? Y
si es ásf, ¿es la exüensión la cauu
tuat, todavía no encontramos un diüor¿ñ
t? religión. y la _cuttura. eun ei ¡üáir*o,ü;pi.ii"á"_ secularización oviceversa? 1"

!r9
a primera vista vorver ra espar¿a a ia- viaá que parec* 'r
" No hay duda que el rápido proglgso materlal
y. la
condenar to-dos los varores náturáiel ñu*i,na v 'lipansiórf externa-de la cultura-océidental han tentdo
tá construída ra eurturá humana, sin Jo¡r, ros cuales es_
emráiáó tir"á Íd efeeto secularizador. Los imperios del mundo tlenden
gran infruencia sobre ra cultura'Jlmprrmé"J*-éáieéi1,.
"á* i¡suatmente a perder eontacto Con sus raíces esplrltuales
sobre ta vida sociar de ros nariv;s d;i ñib;tf
A. ürld, i lo mismo su-cefle con la expansión dey_una clvlllzaclón
no menos qyglna religión que adopta una fnr meaio de la influeneia i_itelectual admlnlstratfva,
actitu¿ ran
camente oositiva, o cómo ñosotróí áe"imos-;p;;;;;';,_ 6Opo lo vemos en el caso del mundo helénlco en la ter'
frente a ta natuíare rl i-u la vida rrlmana. oora y segunda centurias A. C. Sin embargo, QtI" .r9
"{e 9¡te -tipp:i*
Religfone.s
embar§o, tiaen ñes üürr*rnre eI ete_ il te tausá eseneial del cambio. que La ctrltura occldental
menro de rensión y coñtÍicio á;-ñ;;üió" lC estaba secularizando antes de el gran perfodo de
.riirr'r"ri_
sig.T v cuuura, qud es rácir iá"*"r #üffi"ii'iill ,,,"#- 'n¡ expansión hubiera empezado. Las cau§a§ ft¡ndamen-
-de
ese proceso fuer-on espirituale§ y relacionadas
n*á á!;;r'eee compreramenre runu,§Í Jtiá?ffirrá'-
cla con el patrón social^.
ü¡les
$trechamente con todo eI de§envolvimlento esplrltual
ru+gtn tipo de cultura encontramo§, por del hombre occidental. Pero las mismas cau§as que pro'
-^-rf nada
razon, que cbrresponda rearmál[i-ar pióbrEñ* esta üUJeron la secul afizaciÍn de la cultura fueron tambtén
tenemos oue énfi.entarin .l morrrrñtó-áñrente ir,iá Itsbonsables de su expansión externa. Existfan, en re-a-
btema de* un, es,taaJ-á;;;dñ;i¿, _el pio- lldád, dos aspectos dé un solo proceso, una revolución
; tiho"u"ión eñrre
Ig t_._ligió, y ta cuttu.a-;ñ otras pdraüos, tat del mundo que parece trascender a la histori,a y
de una curtura seeurariáaqa. *"- ñ#-a,ra"el problema Grepr nuevas cat-egorías, con las cuales nuestras tlor-
culturas han pasacro poi-fases ¿e iécutar que otras mds tradicionales de juicio son incapaee§ de conclllar.
tiva,,por ejempio crriná án' izaeión rera- I Es con respecto a los hechos religioso§ gue los mé-
enér^,,ui,iiob.q,ióáo;."i;t:ilff ilá|3.1;c*r1.Tffi tOdos tradicioñales de interpretación son más imperfec-
estuvieron limitedas J-sóciig*.r::.iáitiJorares,
y easi üos. Porque si consideramos el problema desde ur pur'
ciertamente a pequeñár órirus -eñ üo de vi§ta cristiano, nos encontramo§ con la paradoJa
o ériÉs esüas
de que fué r¡na cultura cristiana, Y ro una pagana, la
des' Pero hov és soereda_
-ün tenórnelo mundiar, y, ar menos en
Ias sociedadés. *a.-ááéi'rriüdas.,
se extiéri¿e a través de firente de esta revolueión. Mientras, el htstorlador se-
roda ra esrructlo" róá¡ár gtar es llevado contra el hecho igualmente perturbador
;i";fdd;ra-;üffi" ra genre eo_
que el penümiento ¿. lrr elases óe que el elemento no seglar de la cultura occldental
frt"¿,Llff.Tt y sru- ha §iAo el elemento dinámico en todo el proceso del
Es bastante seneilra Ia e4prieaeión cmbio, ya que la secularización completa- de la cultura,
dad de Ia situariór de Ia universali_ por un ate¡amiento de este elemento, harfa delenpr por
ñ;..";u. Es debida
mundiat de ra-civiliiaetÍi- occioentai- a Ia extensión óompleto él movimiento progresivo, X asf prod9ctr qrg
poiru
impe$af, por er prográso;#;ñi'ínm'i, expansión rccñdad estátlca, que tia domlnado el ca,mblo soclal'
económica e intelectual. pero,.¿-.g¿Í ,i penerración hasüa un grado taf que ya no pt)see nlnguna energfa
ü iaaeión
Ia exüensión Ínnoensa de la éiüuizicton-oietdáñtfu;; entre vlt&I.
Ests es tra grandese y mtserta de ta clvütuaclón mo'
|i: tt':t:,4'.i

90 CrrsroplrEa Drwsolf Er. Jurcro DE LAs Nrcrol¡us 91

dern-a que ha conquistado al mundg por ta pérdlda üe los bárbaros se habÍan construído por medio de la
de
s,u a.lma-,
.y que cuándo el alma está p"raiA*. AeUá o", _ gspada.
La existencia de este doble dualismo Je la lglesia
oer rambién al mundo. La cultura océidentaí nunc,f ñn
sido una unidad natural, como rás- giandes eivllizacio-
nes der antiguo, oriente, como Eáipñ; brrina- e rnái; y et estado, y del ideat cristiano y la realidad bárbara-
Es una asociáción eambiante d.ññbios y pa¡ses, -qi* fo ut a de iás razones principales por Ia que el cristia-
debe su unidad a la continuidad'ae lu-tiráiéiéí, frfs*o occidental no se^ deseñvolvié en una civilización
tradición oue ni siquie-ra origid riñó .ile úeiáá¿;iran;: uTu iétigiosu cerrada, como aquellas del antiguo oriente. En
y erigranaecio, rrari" qr. se convirüió en ra fuen- Caníbio, Ia unidad del crislianismo se rompió y [_a hege-
I9rT0
te de un mundo nuevo y una nueva humanidad. monía cultural de la iglesia fué destruÍda por la revo-
rante mil años ra portaáora de está iüai.ion fuéDu- lución religiosa del sigló dieciséis. Pero aunque_ esto pre-
iglesia cristiana, y áurante este párioaó'aá ra paró el cañrino para Ia secularización de la cultura, na-
fué solamente corivirtiéndose en ñdembros deiorrnae-ioñ, ta podía haber-estado más lejos de la m_ente e inten-
que las naciones pudieron parttciprr la istrriá Ctóri de los líderes del movimiento. Por el contrario, &
de la cultura occidental.
.rr- l,a comunidad allos les pareció que estaban trabajando. para la dese-
Cularización de la iglesia, y la restauración del cristia'
ñ. . La. importancia de este factor ha sido rara veu su- nismo a su pureza primitiva. No comprendieron que el
fieientemente
.ap_reeiada por tos rriJtóriaáore.. Elros re_ lntento de purificar y separar Ia religió1 de sus agr_e-
conocieron ta influencia áe ta isr¿iiá-á" la historla -¡iér E&dos culturales, podla eñconürar su equivalente en la
dioevar, v la forma en ra eual-ra ünioa¿- iriieióiá me- íCpaiación de la Cultura de la religióq y.la secularwa-
eristianismo aeondicionó el desarrolto dJ los pu"ebbs ñ: Ctón creciente de la vida y el pensamiento. Y esto fué
eidentales. ,pero,
_rn€ .pa{ece, ninguno oé Lilo§;"mpñ-
lo que sucedió, aunque fué un proceso gradual que tar-
dió. ptenamente la. silnifiq?crón"a"l-rruóhá, que es dó siglos en comPletarse.
únieo en la historia árundiat, que nüióp" encontrócasi su Sin embargo, la nueva cultura humanista que es-
3*:dg {-jgrT, culrural, no Sirirpremán6 por ta pioi._ üAba empezanáo a desarrollarse en occidente en los si-
sron de r¡na fe_ común, sino por entrar en una comu- glos quiñce y dieciséis, estaba lejos de ser enteramente
nidap espirit-ual.qug ya existi* y que posera ñpriffi-
pio ind-ependientá iecular. Como Burdach 1o ha señalado, misma con-
ganos de autolidad.de-organización,
coñ sus propioloi- cepción del Renacimiento renacimiento de la cul-
y sus propias insiiiüeiories v rává".
La i_glesia medioevai no ei"a un estado déñiro'aJ'ü" tuia- estuvo estrechamente -o unida con la Reforma, o
gst-ado, sino una sociedad superpotili.a áe-ra cuará 0l renacimiento del cristianismo. Ambos estuvieron in-
tado era un órgano timitado, toóaf y-rünoioi"ado. es_ fluenciados en sus orígenes por las esperanzas aPoea-
rdeal_
mente hubo una.g-ral socieáad _ia-aáipuebro- crrsiia_ lfpticas de una renovaeión espiritual del cristianlsmc/,
que estuvo tan extendido hacia fines de la Edad Media,
l^trii!",8'f Si[,{i,I?í3:,ñ,Í,iJlru;f Hff g,#'ffi: Í qo. eneontró diferentes formas de expresión en Euro-
te medioeval no concernía exétusiv;móñte-a ras relacio- pa meridional y septentrional. Ni los humanistas ni los
nes de las dos jerarquÍas entre si, Á-i-ñó-mlnos ieformistas soñaron Ia destrucción del cristianismo. Cre-
conscren-
te_mente y de modo mes profundo'ar proorérna de recon_ yeron, como Erasmo, que "el mundo estaba recobrando
ciliar este orden ideal con el mundo real de estados te_ n¡s sentidos como si despertata de un profundo §ue-
rritoriales y principados feudales, que lm áuscenaánte, ño", y pensaron que Ia religión y la cultura podlan des-
:iit.,])',.
ir,.:l

n Cn¡sroprrEr DrwsoN
Er, Ju¡cto DE Lá,s N¿ctol¡ss 98
prenderse de_sus antiguas pieres,
volvlendo a sus orígen"es. Jr renova,r su Juventud
,ile ser
¡,üe Fué Una f,eocracrA,
seglar. F'UC
Sef SeElar. comunista totalltaria
teocracia, COmUnñüa úoüauu¡Lua,
Asf, Io Qle obtuvo el Renaeimiento {'$obernadá por un rey sacerdotg Meüafísi.g- :19'
9:!91, gue descubrió -ui nuuoo m,ndo fué eomo Io de gido por sufragio universal,universal, y tres -etmagistrados repre-
encontrar un camino de vuelta añlr¡Jmunaoen su intento de trata-
por une ientando
Eg¡lUÚU¡¡f¡L, al
Q¡ Poder,
¿Lrt vr, la
Lc.. Sabidurla
Sabidu
vqv¡ss¡'w yvJ la
'E Ciencia,
Y-v que
quq
a-- ----l--
ruta nueva. E¡ra remoclo, ;aüiü'd;ü, ban respectivamente de Ia gueria, la ciencia y_la edu-
.que rrauiañ ataao ;ñ;;mienro y ra .jlgfri.T,f;3ff: eaclón, y It ciencia económica_ y la eugenesia. No eran
bre medloeval, ta aparl¿ió" ae münáoJrruors
y ta com- admitihós ni la propiedad ni eI inatrimonio, nl la fami-
prenslón de bs po§i5itio;de¡-ililni6ür lla, y los magistradbs trabajaban de acuerdo q su§ ?P-
rr¿ra' causaron rlna libera_ción au ," razón hu-
á9 d;rgñ'l;áíí tttüáes, tos hónores se concedfan de acuerdo al mérito,
cultura occrdentat un- nüávo carácter-ñe
"'iu y los alimentos de acuerdo a las necesidades y consti-
mundial. AulQu-e u créñói, óó.la""iai'estabaabareamrento
tución.
en flr infancta, hombres como r,eonáiáo todavÍa
racelso, camp_ ane[a.. y -Bacon y& de vinci, pa- A primera vista la utopla de Campanella recuerda
comprender ,. rrauran
sus positúUaaAei-'tráñriñiláAorasempezado a la de Tomás üloro, pero al mismo tiempo difiere pro-
les. Campanella és.riné:-*' mundia- ft¡ndamente en espíritu e lntención. No fué por cau¡&
',Glorla r Fl que. sabe y puede hacer todo. de la utopla que Moro perdió la cabeza, sino en defensa
0h, mi arte, ñteto ae ía iabiduria tunoamental, del orden tradicional del cristianismo. Pero el utopLs-
algo de su bella da rr¡o de Campanella tenÍa un carácter definidamente re-
1**gl.r, qü. se ltama el Hombre. volucionario que se mostró en el intento fantástico de
un segundo. Dios, et ñriugro aeip.i*uro, gobierna un puñado de frailes y proscriptos de sutstltqir e! gq
las profundidades; súue nasta"ei .ráio blerno español en 1599, y establecer Ia Ciudad del Sol
gus movlmlenüos, ,i" aras y caleura
sus meaiaas,, il;Jturateza. en el Monte Stilo, en Cata1uña. Asl creo que Campane-
El vlento y el mar lla, más que Tomás Moro, y más que los anabaptistas
globo terrestre con un han sidó ¿o*iñáoos- por é1, y et
ll
y g_obierna, trueca y fracá-ru presa. ióüli, ro eonquista
barco,--ér de Munster, tendría que ser considerado como e! pre-
cursor del socialismo revolucionario moderno, ñ᧠e§-
I

rm¡»ne leyes como un pecialmente ya que la vida de la organización y el con-


8l persa*ho.iil9ne,iog9 Dios.iur
coñ-su ciencia, ha dado
p"péi-.ip-óaut trol de Ia vida social por la cieneia natural formó una
y par' distin_guir el tieñpó, ñ',ü i;"'ü* de habrar, parte esencial de su teorfa. Sin embargo, a pesar del
&r
. carácter revolucionario de su pensamiento, y I pesor
bronce.,,
-Et autor dé estos
ra ro*ü üi nl. .r p.r,ráñi.ff.
"éi.;6i H,'ff#ll?#31?l,ir,,18 de su divorcio completo de la tradiclón cultural del
r Ia curüura humanist" l-riu"iili."-.ü"
_

ñs iaeales reri- erlstianismo medioeval, su ideal, como ya lo he dicho,


g1l1i,#"%?H3l,:nfFáo[f ,u,zasrevor"üoil,,iiidi; no era seglar. Campanella miraba hacia el pasado, máB
a la ldentificación pagana de la religlón con la culüun
Durante su rargo encierro de treinta años que haeia eI estado seglar moderno, y l& secularlzaelón
en ras bri_ de Ia vida. Fué por esta razón que se opuso tan amar-
:Hffi,g;.#Bfl ti¿itl**li:ul,"u,,tifllrl;srT$u gamente a la Reforma, a la que consideraba como un
que unrrfa a ra humanidad oá¡óá movimiento individualista de deseeularizar la rellglón,
turaleza. pero aun en su fol áá¡i.*o de ra na_ ürspirado por la indisciplina natural_ del pueblo germs-
Aorú;; ía'L{uoaá áá §"i"áTt#ffiffid, H?.¿'Hi# no: en una palabra, la nueva rebellón de los bárbaros.
A pesar de todos sus malentendidos de la stüuaclón,
;iiu.ii¡ I

94 Cn¡sropHER D¡,wsoN E¡, Jurcto DE L,ts Nlclortrs


permanece este elemento
qe verdad:
causa principar de ra secularizááion que en rearidad I;r do libre y el gobierno eonstitucional. El lugar que la
dentat fué lá pérdidá ál lu unidad ffi, curtura occi ftttsiOn ocupaña en esta cultura difería de un .país a
.ri.ti*rrr, ra disoru
ción de la comirnidro uo ta que ros puebibs gtrd y de uria clase a otra. Pero ,en general me inclino
habían enconrraqo su ;i;á;dñá?ñirir,rrr. ae oecident,, I perisar que ha habido una tendencia a subesüimar su
cho de esta pérdida ou Er mero he ldportancia. En ta Inglaterra victoriana, por ejemplo,
tral que se exlanaio giáaüár¡."tá
"ñüaa;üá';;-tu*itorio neu_ lo que más chocaba al observador extranjero, n-o e{a
completo todá h vidá .oeiar, h;rá inctuir casi po' ftmltemente la observancia religiosa, sino eI hecho de
ñ;il"áJilüiirf",
.r,r,g
controversia . orr. ár"iente-;
llsg
-iu qge et cristianismo influenció la política nÉbtica. Así, un
'^?^
_ Joru"rn cia rer i_ dghAista francés contemporáneo escribe: "Las conviccio-
Deo religiosas no son meras reglas para la conducta par-
,q:üJE.:il::H#&,:lr*u".lt"u:ffi
Ios hombres a aceptár, -ái--*uro, HI;áT ttcutar ó simplemente indulgeneias intelectuales; entran
príctica, eJ nrr¡rcipio á? u..iá" como una necesidacl ¡n la vida polÍtica e influencian las acciones de los hom-
..oñáái".u y porítica co_ bres públicos como la conciencia pesa sobre los indivi-
Tun, por hombres que difeTiñ-ñ J"r'á?iniones teotó_
glcas v en su reaftadtclesiá.giár¡ duos.-Las sectas disidentes son generalmente las prime-
bres hubieron aomi[iáá-l-ñri"óibí, l;;Jd
E-qül"
qru ros hom
r' hereje po
rus en agitarse enérgicamente por algún objeto, 9l cqq!
tlenen que llevar a Cabo por mándato de ta religión. El
dÍa ser un buen ¿iua;a;;;'o
ser un activo hombre oe nüo"ilsi üff; ñ.H pasano podía movlmiénto se extiende a través de toda la iglesia cris-
dieron a eonsid.rai árté ."*ho iriJ"itá¡remente- ten tlana del país, luego en las diferentes clases de la socie-
como et mundol:I_g?duro, coñún oé accion práctica dad civil, y finalmente alcanza al gobierno mismo, que,
l.ir.;6;;;türiuu
gión como un mundo príJaaó.v*-rur-áüi. de ta reri- o eolncide-en su aprobación o renuncia a continuar. Así,
meramente de opinión par[icuta.r. personar o cI tráfico de eselavos ha sido abolido; así, eI espíritu de
En esta la paz ha predominado en Inglaterra hasta los pocos
I9lry surgió Ia nueva cuttura humanista f.fros últimos, reuniendo el poder, al mismo tiempo que
cl equitibrfo de los intereses materiales y de la fuerza de
l1liá3h#li:,*r:r§*H.,lr:i':#iiJi"'#i:#:t,liTil?'13
,H:a.-r--.,i.tiá'"i.*J;""#,ffiffi Sl%*iffiS"i3 lrs convicciones religiosas; e impuesto por la nación en
ffif,?i¿:lifl cl gobierno, el cual por su parte, durante el transcurso
ñ:igil,r,illó;Tlf:".*li*ry:.ñd,üiii,i¿ifi i",iJ?ffi#; de este intervalo, no ha rechazado los sentimientos pú-
ff{.:1,¡};,i{,trjlq"rj$:i:Hffi HH#fl::ij"i#:
crisis revotuálonaria. Solame:rrnpanada por una violenta bllcos, slno que los ha adoptado voluntariamente como
Io regla de su política de estado" (1).
te emeiiülirl"n,o ora ro 9n |pstaterra y en Nor-
^_-^olg
l?S#T'3"iI::1",i"",;;iti?.á,':Li#'S:i]#,,:",,I3,: El hecho de que la cultura liberal estuvo fundada
fi íJ*t;p"?1X::,,?*-.ñ^;*ñ#§,i::i,'ü,#,?fi :?3i:fil
jL ffi áff ?i,,,til;fl,,:r Íobre valores morales cristianos, la hizo accesible a in-
ü:tn i.i jl*:* ,d",,.?dí3$.áHf,iml::
,":Xiii_*'+.,.,f * fluencias religiosas, aun en una época seglar. Sin em-
H;THff ".m1,lp*,:
g;ionillñ;;il?ffJffi ,r"H,illi; bargo, los elementos espirituales en la cultura liberal no
lf* j;.??¡iff
la libertad
,T,,,f; cristiaña. ft¡eron lo suficientemente poderosos como para contro-
Pero finarmente estas l¡r las fuerzas inmensa§ que hablan sido libertada§ p-or
formar ra curtura ri¡árál dos corrientes se unieron para cl nrosreso de las ciencias aplicadas y tas nuevas téc-
ti*g,rura del sigro diecinueve.
eon su individualismo, ,ü-Euólrii*.1iista nlúi éeonómicas. El advenimiento de la máquina, guCI
tr,-, con su fe en ta raz6n
I, _cristia-
y en ur pró§r.ro, en er comer- (l) Quizot, "Mgm-olrs U"t '12, (Traducsión inglesan 1859)'
if,
96 CrrsropEEn DrwsoN a¡, Er, Ju¡clo DE LAs N.lcroxrs 97

fuá en qre¡b se,ntido el resultado de la eurtura libei.;rr mente este margen de libertad, hasta- que hoy erl los
renrltó fatal a los ideales y valoies Uferiles, y últinirr üstados totalitariós y, solamente en grado apgna! menor,
mente a los tipog. sociales
- - {ue nan riao ,ieadores y por. en to* democrático§,'el control social se extiende hasta
tadores de Ia óultura. Íi viAa y l¿ eonciencia. Y como este controf está ejer-
-¿

La máqui?a impricó er aumento der poder, la eo, Cldo con un espíritu utiliüario par? fines militares, eco-
eentración del_pod+, y nómicos y políticos, la secularizácig-n -completa de la cul-
vlda eeonómiea, aésÉues B mecaniraciOá, brimuro, de i,,
a-é u ,ial-robfu en-gáne;-i tura paréie inevitable. Que la religiÓn_ sobreviva toda-
L
Es cierto oue en Gran'gretana-y r* ñ.áos unidos, vfa, e§ debido, por una parte, al hecho de- que ]a técnica
efectos rev:orucionárñ d.*iá *..rnización fueron
-ierritoiiñ
Ios
del'control sócial no esta hdavía completamente des-
Arrollad&, yd que hay resquicios y rincones en la socie-
cidos por Ia existencia de redrr
y mercadog ext¡anjeros para absorber óló"iales ilimita dad y en ia personalidad-humana que 9II cierto modo
9ot,
fuerzas económicas. Fué soiañente cuañáo ,e ras nue,ar; han éscapado al proceso de regimentación,- y -por otrq
mecanización al mundo cerrado de guiop, apricó r* parte, porque la religión misma es,aprovechada por eI
continenta r, éstadó torno un instrumento para el control social, más
gug qu carácter revolucionario se rrizó-éíia."rc.-V-¿;i,r
-tl o menos de la misma forma en que Augusto revivió los
fué 9l -caso, ¡obr.e todo, cuan¿ó p;ió ,t n,rrguesfa r
beral de occidente a lai mános de iás *oñarquías i
rltos moribundos y las instituciones del paganismo ro-
cráticas de Europa orient_ur, burr.r
se aproximó a ros prrr mano, con miras a añadir el prestigio de la antigüedad
3""-
btemas der nuevó orden aáiaé el p,rñi;;i' y la tradición a su nuevo orden. Pero una religión $e
der polftico y la organizacién militar. ,irá-áér'pi, ésta clase, que es utilizada como un medio para un fin
gqe_ ha dividido a Europa en el si_
político o como un instrumento de cultura, ha perdido
^r^ 1l^.flT__co-nflicto- gu earácter traseendente y por 1o tanto ha cesado de ser
gro ygulfe y ha prg$ucrdo dos guerra§ munáiates, es er
resultado de la áp[cación de üna t¿éniól simiiái,,-óoi, una religión en el sentido verdadero.
un espfrltu o Así, como 1o he sugerido, el progreso de la civiliza-
,T":::ril;,3fi1':!hl"n?#ulTnT,"..'i:'i"1"::iliti""v
ra mecanuacrón siendo usadas en uno de los casoi,
éoii ción oceidental por la ciencia y el poder, parecen condu-
uP espfrltu comercial, para el acreeenf"miento
acreeentamiento de «ie la.
r:r cir a un estado de secularización total, en el cual des-
*1.1:nrJ j^" g,9fói,óq "i-rñi,iffi^ñiiii;;';,#
v mieniid;f iÍ aparecen simultáneamente la religión y la libertad. La
3":y**1,Ífl ry{.f r;o"iiiüili,#1ii,iál
eta s j- hác e -ra-iñá Áñiáaáoñ á;üH;, ffi Jr? disciplina que la máquina impone sobre eI hombre es
grll§la!
T,*,:r*gr orgarlización párece ser ra .oñaiáiffi;a;1 ian éstrictá que ta misma naturaleza humana corre el
sarla de la supórvivenciá-sécial. -- --- -J páiero de ser-mecanizada y absorbida en el proceso lry-
i.fiii.-po"¿á esto es acepüado como una necesidad his-
La cultr¡ra liberal buscó evltar el peligro de la secu_ iñiñ inefuOi¡ie, eñeonf,ramos una sociedad qle está
larización compreta, meaiáñh l" insisüené?a sonre
.

l, pre_ pr-oyectada con ún espfritu estrictamente cientffico,. pe-


servación de un nprgel de trberda-i"áíiü"ár; q,ñ
ra inmune al controi aer éshaó;lrñ;i, ffi- ñ-Éü i"i¿ un orden estático y sin vidar {ue qu_e no tiene
teorfa ai ;td-fi" m¿s allá de su propia óonservaeión,_y d9b9
", a.ñ-
Inengs, Ia vida eeonómica estuviérá suuoráinaaa.-f
tro de Ia zona de liberrad in.iiiid{?l;h íiürüad retigiosa ñát"rUnánte eausar et ¿é¡ititamÍento de la voluntad
tru*a"a y la esterilidad de la cultura. Por o-brq.p.arte,
era el útttmo baluarte que oeieñdfr'ñiüiro"rridad
mana. Pero el progreso-de ra mecanizaérón y hu_ ;i-urra ;oóieAad rechaza este determinismo científic-o y
ra organi- busca preservar y desarrollar la vitalidad humana den-
zaclón soclat , edé est¿ vincuraáá,- ña dro Oe ia estructtrra de ur estado totaütario, es forzada,
i.áaucido firme_
CnrsropHEn D¿wsot{
como sucede en la Alemania
!azi, a explotar los elemen_
tos irracioriales en la socieaaá- y 1ñ it-ñldtiorteza huma- PARTE SEGUNDA
ffi $'r#:Jffrlt:'iliff llJBL'Srfl ii*tilTffi{,;
contr-olar' se han desatado para aóminar y
mundo. destruir el
Este es er dilema de una- cultura securarizada,
podemos evitarro y no
ni por un iaearismJhuññi§ñ;üdcil:
La Restauracion de
rre los ojos ar lado iiracional de ra ,ia;; ñ, po,
pirituatidad indiviglar una e.s.
oqu i"t"ñtüui'.áíri:
particurar, que está sieñdo nglri.iáa, a un mund.
secado por los ingenieros sociáiel"-
,¿fiár*ató'lJi_
-Er'v

un Orden Cristiano
E¿ lurcro DE Lt\s NÁclorns 101

PIANEAMIEIi¡:TO Y CULTURA

I O concepeión de una sociedad planeada ha tenido


un efecüo revolueionario en el pensamiento social y en
la acclón política durante los últimos veinte años, y to-
davfa su lmportancia es apenas comprendida por la opi-
ntón pública. Sür embargo, es posibte que marque un
cambio en la eivilización humana, mayor que ninguno
ocurrldo desde el fin de la Edad de Piedra y la aparición
de las culturas arcaicas de Egipto y Mesofotamia y los
valles del Indo y del Rlo Amarillo.
No hay duda que está impllcita en la idea de la cien-
clr aplic&da, como ya fué advertido por hombres del Re-
nacimiento, tales como Leonardo de Vinci, Campanella
y Bacon. Es menos evidente en el perfodo siguiente, de-
btdo a la creencia del siglo dieciocho en una armonla
preestablecida entre los mundos morales y naturales, que
ttfzo del interés individual un gula infalible hacia el
blen soeial, y consideró las aceiones gubernamentales
@n sospeeha. Fueron los sociallstas del siglo diecinueve,
sobre todo los sansimonianos, quienes primero populari-
za,ron la id,ea, y la convirtieron en base de su filosoffa
gocial.
Einalmente, en el siglo veinte, se convirtló en una
realidad polltica con la Revolución Rusa y la aparielón
102 CnrsropHEn DtwsoN Er" Jt¡¡c¡o DE u\s Nrcror¡gs 103

del estado totatitario. sobre todo, cuando stalin,


tanzó et ptan en 1g2g, lnsürunentos de destruceión y degadación. Por lo tan-
Qyilg"gn?i, süiáiO uri-interés mundiat üo, ha llegado el momento de que reconsideremos el pro-
acerca de ra
_posib_ilidad dei ptañeamiárrTo a. u" esüI" blema del planeamiento en sus implicaciones más am-
en gran escara y dió ru_gar a-ra aparic-ión dá u,a fiñü
literatura de própagandá y contréverlia sonre pli&§.
el asunto. Hasta aqul, la discusión ha sido limitada principal-
La eoncepción der ptaneamiento soeiar y económico,
mente a los-hechos polfticos y económicos. El problema
1o fué, sin eñr¡áiá", riñi;;Ao a Rusi a o aros comunistas. oculto de una cultura planeada ha sido tocado apenas,
Tg-" *g.ptada _poñtás aemocraeias oócidentares, como ra hesta ahora, por la opinión pública. Y es eI retroceso
solueión parq Ib depresión u.oréli.á-i.-ü desocupación,
y fué ta inspiraeióri der New "pñsidente tnstintivo desde una cultura planeada, que e§ una de las
Dear fuerzas más grandes contra el totalitarismo.
veu en ros fusra¿ol uni,il;i. ñil;; dér Roose-
fué apricada con inmóñiá áiiü.ñri;;éüila ü;: .".Aremania Pero no es necesario ser un materialista para ver que
piadada, de manera de moiaeái;u;rññ;hy fuerza des- es tmposible tener una sociedad planeada sin involucrar
da de ta nación de acu.iáó-a ús ia.ás toda ta vi_ los héchos económicos y culturales. Se puede limitar el
para ta tarea na-ris, y equiparra planeamiento como lo ñan hecho en eI pasado los esta-
ra conquista I $*i";1,;ión der mundo. -dos
.de
La revelación de las posibilidades siniestras democrátlcos, pero también se limita el de §u ?s-
organización eientífica,. cüáñá; * ;.ir#áaa de esta pecto económico. Cüalquier planéamiento econÓmico to-
totalitarios, !ra. conducial á por esüados üal, significa una sociedad planeada, y por lo tanto una
_una cieita reaeción contra
la idearizaeión ingenua áa pla"."l"iliiio, 'cüturá regida por un plan. Y es esta situación, en l?
naeea social infarible. Existe un reconocimlenb eomo una pa- unto improvisado
cuat el plan cultural es un asunto im que está
de Ia necesidad de aetenoái ra ri¡áriaá--riüi""na general forzado
forzado-en sociedad por su eeonomía planeada, la qu_e
en la sociedad
y ros va_ es responsable det carácter crudo y utilitario de la cul-
fgres espirituares contra iós erctol á.rrr-iñanizadores de tura moderna.
,na organización totalitaria. de. tlsóóiiaae.
t . ü;i,# st aceptamos el principio del planeamiento social,
rios^ originates det ptaneámi;it"
ññ;;
eneméiiáa,-ü"r,siáJi¿llóciaiistál-*?;1rffi gl'lll5iJ desde la bise hasta süs forrñas elevádas de organización,
davía aceptában ros oálóréI nneraiés hln considerar los valores espirituales, nos quedamos con
que no miraron más allá de.
u f ñü*rnistas, ros
á]-miná.íái, tu¡a cultura hecha a máquina; Que difiere de un pafs a
y eonfusión der sistema .rpitr[úá. der egofsmo Otro, solamente en lo que §e refiere aI proceso de meca-
ñrüiuanoo ro vie_
pal? fines *üi áir*á;t.q por aicradores más o meno§ perfecto en un país que en otro.
ntzabión,'mayorfa
ylot_?prreado
camarilIas militaristas, se vieron
obri§ados a pasar
Para la de la- gente ésta es una perspectiva
revista a sus,jg.T_. qm.nezaron a eomprender aterradora, porque el hómbre ordinario no considera
valores riberares que haüíar, presupuesto, que los la ractonalizácidn de ta vida eomo el único bien. Por el
estrechamente reücionados eon ros estaban más contrario, a. menudo los hombres son atraÍdos m᧠Por
que ellos habían d.escartado, que varores cristianos la variedád de la vida que por su organizaelÓn raciona-
y que a menos que estos varords ro- que rr*üi*'ffiá; Itzada. Aunqud fuera posible resolver todos los problemas
contra la inhumanidad aesiruetora
puarei,án ser defendidos materiales de la vida--pobreza, desocupaeión, guerra-
der alma de ras nue-
vpr .tipnlas, todas estas conqutst-as-áulá' y construir un orden mundial uniformeo científicamente
organizaeión órganizado, ni los elementos más poderosos, ni los más
,lrjÍ#iü,i'.i,'#Tlñ?i,#m,#fffi*Ji,ffiii elevados d.e la naturaleza humana, encontrarían satis-
fa,sción en 61.
104 CnrsroprrER D.twsoN Er. Jurcro DE LAs N¡,clo¡rus r.05

. Estas perspectivas son descartadas usuarmente por.


Ios progresistás eomo reaccionarias. ur} ?Or el contrario, las formas más extremas de cultura
u"a parabra, son
los argum.entos de los conservadoiár, i6s tradicionalistas ftAnAarO se encúentran en los niveles económicos más
y los románticos. primero fueron deáarroiláoos áitor. El hotel de lujo es el mismo en todo eI mundo,
§e y_los romántieos contra el racionarido social de la
ñi Br;r ü representa un tipo he cultura eompletamente materia-
Revolución Francesa. pero su crítióá-éltun* basada [sta^, mientras qué la posada que abastece a las clases
bre un sentido exacto de ras rearidadés rrisioriárr, so- ftás'pobres ha preservádo su individualidad cultural y
posefan, sobre I .riá nacio-nal , o catl,cter local, hasta un grado excepcional.
la naturareza de todg, un sentido má'éüilo y profundo de El tipo más antiguo de cultura estaba catacterizado
É curtura q"J m*-iuoiofoT; q"ññ; por una gran desiguáldad con ,respecto ? la libertad in-
criticaron.
iltvi¿uat. La libertád tenía mucho§ aspectos. Existlan di-
Ellos vieron la riqueza inmensa y Ia vitalidad de Ia ferentes clases de libertades. El noble, el burgués y el
gl]_t"ru. europea en süs varios aeseníoñimientos uñ-ú, campesino tenían, cada uno, su propia libertad y sus
drferentes naciones a través de las
Qpgcas, v, é" compa- propias restricciones. En una palabra, había mucha li-
ración, ideal filosófico de una sociedad fundada sobre bertad y ninguna igualdad, miéntras que hoy existe mu-
-el
principios racionares abstractos,
ñi;ói;
Y aun hoy, a pesar de todaé ias conquistas l;i" ;iá;. cha igualdad y apenas hay libertad.
- ";¿ñ de ra téc-
nica científica ¡r _el acrecentamiento de ias posibilidades
Similarmente, eI tipo más antiguo de cultura tenía
poco poder sobre su médio, natural o social. Pero poseía
del control social, permanece en pie él problema de si normás espirituales clararnente definidas y era rico en
es
-posible
producir-por un planeairriento-áientítióo- u"á valores culturales. Estos erart, por supuesto, religiosos
que fuera
fT!I?, !an. rica, fariada y vitat como
óo*o una que primariamente, porque Ia religión fué la suprema fuersa
el eurso de ll:"lgcienremehte,
l,u^::u^?l"^ los años.
o r rá,oi* ..i",éi*tt,H ünificadora en el antiguo tipo de soeiedad, pero eran
también culturales en el sentido más limitado, ya que
.cgmpalapdg ra sociedad moderna praneada con ras estas sociedades tenían un sentido del estilo mueho ma-
soeiedades históricas no planeadrr, á ud rra sueláiáq yor que el nuestro.
vemos que es enormemente st'rerior ert'[ue poder , én iij Hoy hemos hecho progresos incaleulables en eI con-
queza, p.ero tiqlg dos punto,l. aébites: (af pareée trol científieo de nuestro medio, pero al mismo tiempo
dejar
qogo o ningÉn tugar. q?ra ta tibertao periónár, y
1b) áE- nuestra cultura ha perdido sus miras y toda norma es-
deña los valores éspiiituales. piritual claramente definida, y nuestros valores cultura-
vemos estos defegtgg gemelos más fuertemente impre- les se han empobrecido.
sos en los estados totaritários, que han siaó-ausolutamen- La antigua cultura religiosamente orientada se des-
te despiadados en su trato de'los oerecrrós individuába. lntegró haCe más de dos siglos, y ahora vemos que tiene
Pero.
9oq{" quiera que Ia moderna cuiiüra mecanizada lugar el mismo proceso de desintegración en la cultura
es obtelida, aun.en paÍses de tradición liberat,- enco* liberal-humanista, que fué su sucesora y heredera.
tramos la libertad de ia personalidad, a^inarada por Ia
presión de tas fuerzas ecónómieas, y tós ;-á, ;tñJi*ri:
sin embargo, esta desintegración de- la cultura no
signliica que át llaneamiento social moderno pueda ig-
res culturates sacrificados a los sthñaaras-m#táos
ite *6r*r la parte cültural, y contentarse a sí mismo con la
la civitización de las masas. Esta nó ri*pññ*t", ieconstirrcción económiiu y política. Pero, eI hecho de
una euestión de conflictos de clase, poique"l no es sola_ lue asi haya procedido hasta-aq!í 9s utg de los factores
mente ta vida del proretariado ú qiráAfá unitormaaá. la cultura, y esta des-
ñitnóipate§ Od 1¿ desintegración?e
106 Cn¡sropEEB D¿wsox
Er" furcro DE rÁs Nac¡owrs 107
integraciór-rr",-a s-u vez,-una. ge I
del desorden que er muñho .rte las cay§a§ prfneipales hultgra planeada que sea libre? ¿O eI planeamiento cul-
duce en guerras y revoluciones. luiliffio, y que se tra- fiurat iniolucra neéesariamente un estado totalitario?
una civ,ización que se eoncentra l, Esta es la cuestión que trata el doctor Mannheim en
deseuida casi enturr**t" en ros medios y que
-Señala finales de su libro "El
los eapítulos hombre y la socie-
.ros_fines,
te desintegrarse y aesespiritualizarse. debe tnevitabremen_ 6ad". que los orígenes del totalitarismo han de
Nuestras sociedades democráticas ltrcontrarse en el absolutismo militar del continente. "EI
dedicar todo su ptaneámiÉ"-t" á han heeho esto llército de los estados absolutos, escribq, fug la primera
e industrial,.a¡anaon;ñe; druilización técnicaar Eran institución gue no solamente ideó métodos racio-
esfera-Eá-n cultura a Ia
iniciativa oiivaoá. ,.d'ñe-hp-dJiñr"-rilt., ñales creando artiiicialmente una condueta uniforme de
la máquiná, cuanao ia etase dirigeqte de ra era de las masas por medio de la disciplina militar y- otras
taba eonstituída por ñómü".s de ra sociedad es_ ldeas para fencer el miedo, sino que también empleó es-
antiguo, hombres- _dE ióituü en er sentido üos métodos para educar grandes masas de hombres (que
y una tradición decon u-ñ"
{ondl r.iá"ffiico establecrdo
ocio aór*uñiJiáii;;l;.:H,:i"ri:
fueron tomados, en su gran mayoría, de las clases más
tes a ra crase éi"ááaá"á v á.. g.anrigüea;a}FIrjt#fr?f;
bajas), para que actuaran, y de ser posible, pensaran en
esta elase hubo p"to¡.iá rüi.rrro"menro la forma prescripta". (1)
a ¡s or¡i¿á pio ..tr#Hl.^*f1g:, Este sistema d.e convertir una masa de individuos en
srésirámáñ te p or er óioeri á"J,tftrSail,lti trna unidad disciplinada por medio de la fuerza, es desde
cesó de sef cu"rtürarmáliá"creadora.
Por otra carte, vemos qu_e los estados
luego el más simple y el más rudimentario, pero lgs
apricado u, piarr'au'.L1lt=irizaóioniáñpi.ta totaritarios han puebtos que han estado bajo su disciplina, son natural-
definidos. peio para rines rnente más susceptibles a la organización totalitaria que
listas aún que los_euos ná"-iial ñffi'.;;üH;enre mareria- los más democrátieos. Así, no es sorprendente que las
es[aa-á. a.*¿"rá;iü;:s"s pranes dos grandes sociedades totalitarias de hoy, sean las su-
a corto término y, €fi consegueneia, son
eesoras revolucionarias y herederas de las dos monar-
rios' cuando han 'dür;ái;dg prácticos y ut,ita-
qufas militares más grandes de ayer: Rusia y Prusia.
subordinado a estas miras-ñ"4.tióqí, g, pi*;- cultural, ro han
que Ia cuuura ha sido da;-{,{-;"ai'iJ*urda iá""h resultado de Mientras que las dos grandes sociedades democráticas
y deses_ británico y los E. E. U. U.- son esencial-
piritualizada-.nr,q
¡"y-uüü qug en las-democracias ha -el estado
mente estados civiles, que nunea han conocido (excepto
habido una nérdida_
i .rrp&ri:cimiántl di' vatores espirr_
tuales. pero ^mientrai elro^s-éxistan, en casos raros de emergencia) el régimen centralizador
Ni ta rerigión ni u -riioióú, permanecerán [6res. que es impuesto por un sistema militar.
er arte-ñi*i* ciencia son Pero, aunque este método de organización uniforme,
§üfffi,*H#?ra servir¡o. í"Érd; a; ;" parrido ni f,oruada por lá disciplina compulsora, es el más fácil -y
Pero puede objetarse que esta da los résiltados más rápidos, a la larga no es el más
tura at estado, ei irrs.pa'raue det subordinación de ra eul_ efectivo, no solamente porque deja muy poco espacio
miento toral. una curtirra librr-;;;;; ñ;-;ñ; del ptanea_ para el ajustamiento individual, sino porque una socie-
ilrtura no pla_ dad basada en la disciplina y en la obediencia ciega tiene
neada. La organización oe ia menos recursos internos y menos poder de resistencia
al servicio de
cultura significa ponerra
sociares,'¿hr
v a. aquÍ ar der estado. moral que una sociedad libre. Si es posible para un pue-
{iney
Este es el hecho vital. prribh á;;nyotver une (l) K. Mannheim. "El hombre y la sociedad", p. 255.
I08 CnrsroprrER DnwsoN
El Jurcro DE LAs NlcroNrs 109
blo organizarse ribremente,_
será más fuerte que uno or.
ganizado por la fueráá. Mi impresión es que en la solución del doctor Man-
ry _rá 1i.ffi.tlria de los sord,
de ra á"ugua ltheim aparecen dos grandes dificultades:
$st:itff.danos cróáia óáátru ros ejérc*o,r
A. Que una ciencia social tal como la que é1 reelama,
Ahora, en er caso de una lpenas si existe, aunque ya podernos ver sus comienzos.
sociedad moderna planeada, B. Que la tarea de volver a moldear la naturaleza
el problema consiste en, si- póffi*d reemprazar .r
Gteich s char.tun g forzadó- de humana, es tal que trasciende la potíticd, Y que si se le
,ut- áiá-tááirr* totaritarias
por un proces_o que er ooctor-iwaiñffi; tncomienda al estado, clestruirá inevitablemente la li-
organización de üna sinfonÍa. compara a ,r bertad hurnana en una forma mucho más completa que
cra un comoositor asÍ como rérl-""á'sintonra invoru la que han intentado hacer aun los estados totalitarios.
de venir et iompositor?-Ert.-un oirlcful,'¿y de dónde h¿r Aquellos estados, sin embargo, nos muestran los ries-
Rey Filósofo o ei re§isráooi, oeur, me parece, er ideat der gos de un planeamiento total que sacrifica las libertades
una Repúbricai pratónica. y valores espirituales de1 tipo más antiguo de cultura,
¿Pero quién existe hov que sea capaz de por la causa detr poder y éxito inmediato. El plan de la
et tegisladór der *""áñt"iri;üü obrar corlrr
estaría de acuerdo .oñ lárotros fi"áitor Mannheinr bultura no puede ser emprendido con espíritu dictato-
no ha sido resuelto todauir, y queet qu.e este probrema rtal, como el de un rearme. Ya que es una tarea mucho
er uiótogo y er econo_
mista son incapaces de dai una respuesta. más difícil y elevada que cualquier organización econó-
nheim espera ,}ás bien- la aparicitin El doctor Man_ hlca; demanda mayores recursos de los poderes del co-
cia de r§icotogiá-§o.irr^i,ru guiará l. üru nueva cien_ nocimiento y entendimiento. En una palabra, debe ser
tatea, no simplemeirte oi iisuá ar bgislador en ra emprendida con un espíritu realmente religioso.
sino también oe traniioi*á1¡1 izar tá-i,iitr.* existente, Es elaro que en el pasado, en lo que se refiere a la
adaptarra a Ias nuevas condicio"és rr,r*una para cultura dirigida por las miras de la conciencia, fué sobre
"áiiiáráiá
áññ
-do,
y, que "sola*"rriá orden planea_ todo la religión la que lo hizo. En la Edad Media, la re-
ra reconstrucción de ra "Jña.iunolul-rrá*bre
socied;d{:,ñ;tiprur.ntees posibre llgión creó las instituciones culturales que guiaron y
de cosas, escribe, estado eontrolaron la mente de Ia sociedad, yd que todas las
trat* ros confli.to., una nuevá técni ca Dara
".*.ñá*or
jñü^ con una psicorogía, mola,,- formas más elevadas de Ia cultura eran, si no planeadas
dad v pran de. algióñ,'"-o-pÉr.tuilffi clentíficamente, aI menos se les daba forma y unidad
chos aspectos,' de aciu"rióí que üii;i.u"tes, en mu_ espiritual.
pasado. ¿ l*v rremoi-ááquirido
r¡\'¡*wD en er
'tru Y en la eultura liberal-humanista que formó el pe-
- Mientras que hasta ahor rlodo de transieión entre el cristianismo medioeval y la
u..i,?i."iüJ'u,".,ññ;üi1?.rfá"$3i,.glnfl ..ilftlt:t: moderna civilización seglar, la religión retuvo todavía
cial gran importancia cultural. Fué la fuente de las normas
-porque cuatqulei
de compromisos ó6Ja que sucedió iué er resurtado
aócidentár..'."tru táña.Lcias morales y valores espirituales que son esenciales a la
ftic-to-, hoy existá" i"ái."il."qu. en eon_ tradición liberal, aunque los liberales lo ignoraron fre-
sl Ios partidos polítieos rrgrr.r, nos revan a pensar que cuentemente e intentaron basarlos en ideas abstractas.
rerrusañao mirar más Pero los ideales racionales del liberalismo 'estaban abs-
#,?rff ,.'ti,n*ñiü*iñt'iu§.', ra' Jóálü;t üü;; ;ü: traídos de una tradición religiosa histórica, V la cultura
liberal fué más fuerte y tolerante preeisamente en aque-
(l) Op. eit. p. IS. llas sociedades en que la conciencia política y social eris-
Uan¿ estaba más YiYa.
t10 CnlsToprrEn DtwsoN Er Ju¡c¡o DE r,As NacroNus tlr
,,§#lü1ll3l,%:,:l"lilr.,,:?x:ry,y:53,*".i:?T:Hrfl,?il Y la posición de la cultura intelectual no es meior.
[n ciertó modo es peor, ya que su desintegración es
ffi* nr#,##niff
y
-- más reciente, y tro ha tenido tiempo de organizar sus
üofensas, corno lo ha hecho la religión.
_Ia cuttura intetéciuai.-
esfera más baja, y dejó ia r tffi}ifldffi*,ql| En el momento presente parece eomo si estuviéramos
Gmpezando
-Ia a ser testigos ds una e§pecie de persecuclón
cultUra,,colTespondiendo al movimiento antirreli-
ü{üEiiüü,iffixi?l;,,e*lB:tHti.üi;,?t#f
mos obrigados a tómar encuérrr¡ *# üe
gtoso y antielerical del siglo pasado. Por supuesto, la cul-
proyectos de erganización socilr, É;uiilio, en nuesrros tn¡a que ha comenzado a ser atacada, no es, de ninguna
cutarizar Ia culiula o á ó9¡9e!i"y por Io tanto, a dese maneia, la misma eultura que hemos estado discutien-
consideración hacia fa iélüion, plan sin ningunrr do. Es una especie de intelectualismo sin vitalidad, que
""_lo tanto e producir
por ya no desempeña una funeión social ni posee un sentido
r¡na curtura totarmente ságtaí,Hi;;;
X.
munistas ha1 desplegaoo Áéuid Ia que ros co de responsabilidad social.
mo económico. ñr- ññ det materiarÍs- Una cultura de esta elase e§ una forma de cultura
En ros dÍas-en que er orden social üecadente y moribunda, y está destinada a_desaparecer.
c_ientemente relisioÉó, ñ;"1 europeo era eons- P,ero esto rio signifiea que la sociedad pueda existir sin
eultura. ¡Es muy sencilló decir "al diablo con la cultura",
pcro esto es Justamente lo que ha sucedido, y veamos
üE_d;dkr#lT#?.kTi.rir*frH*fi,ri;,T#
ganizaeión o sociedad érprñt"-ir, túnde nos ha- desembarcado! Durante los últimos trein-
pio duat oe organlzááiOrili"vo, ü'r-s.iáiil. Este princi_ ta años los lfderes naturales de la cultura occidental han
una importanéia mrerro para tá eultura eriropea, ¡tdo exterminados casi por completo en el campo de ba-
usuarmente. sin auaa iu?, mayoi ae b áüu .u reconoce üatrla, fusÍlados, en campos de cóncentración y en el exi-
ryÉü d;t,;ffito, una fuen_
te de confiictos y tiiánt";.'iü;r",á;áiension üo. Un delincuente puede ser mejor que un intelectual,
v*at v pero dominada_ por malhechore§ no es ne-
Dero una sociedad dominada
tr'üBll?r-#.,"fJll-?lHdHd;#'J'Tl'i'ilhl.#'ul oesarlamente criminal: es más probable que sea una so-
otedad desintegrada y desorganizada. Es un fenómeno
Es obvio que Ia curtlra moderna es aemasiado seglar, l¡astante común en la historia, un fenómeno típico de
loo perfodos de transición y está seguido, a menudo, por
lüT-t?!r[i+im:ml.nf *uelhl,l:i*sf,ll. una reección aguda que prepara el ,camino para un rena-
]á igñi, una vez más Ia eomunidad
cipio, haciendó ae clmiento espiritual.
espiritual universat.quE iüd urra vez. cuarquier intento I![ás tarde o más temprano, debe existir una restau-
de hacer esto. .*t.riórmuñir como
una medida de res_ ración de la cultura y una reorganización de la vida
tauración sociar, .éill-.ü"a constru.é¡oi'artificiar, esplriüual de la sociedad occidental.
un principio espirituat oirient" Er -ü;;i'orio no
antiguamente er-dominio oe ra ráñr, que fué Cuanto mas exitoso y completo sea el proceso de or-
ahora aban- gnnlzaclón económica, mayor será la necesidad de un
üJt3[?":i,&ffi,:ffi1i*3,trxfit.t
peccionan¿o ár *üñáo ríeí.iu ras
""Jü
i; *,]:r;t ,:
áitrerñ*. troneras de
objetivo supereconómico de acción social. Si eI control
c¿da vez mayor del hombre sobre su medio y §u§ má§
grandes recursos materiales, están sencillamente consa-
Ias fortifigacipnes,
¡pados a Ia multiplicación cuantitativa de sus necesida-
ltz Cn¡sroprrEn D¿wsoN E¡, fulcto DE LAs Ntc¡or¡us 113

des y satisfacciones materiares, ra civlización terminar:i


pletamente secularizada o será religiosa en una forma
:l.111prllp_"g _d.g plopia inddlgencia córáctiva. pero r;r :IUEVA?
:pT:lilT?:,n1tui,aTñ;ffi;iáá,i-i!iiii"J':iffái.íl Desde eI punto de vista del racionalismo m{s antiguo,
;"üXH,T,',
al,l trt¡to

patabras,
caai^J^-r
g q *-q
- i^-^--
q_ra¡1 ea dp, a f iríes .
::, H1 :o:ia la créación oé' ün1,5uena
tl

"r
iuiár.i ;ililffi
-;láj;,:ri'ár"Jáilr,; no existe la éuestión de los elementos superracionales. La
retigión es simplemente una expresión del elemento irra-
tido aristotérico. porque ta
üido aristotético. curturJ *e. cional en la náturaleza humaña, un poder oscuro y si-
for_qug ra óüttura Lr[i"ar. es
m7, Lriuaaa e.q Fsa,",_
niestro que es eI enemigo de la cultura verdadera y de
il
cialmente, después esen_
db todo,- er fruto G la energíaenerpín y v rc
rr\
jñár,ru;; la ciencia.
1xfftr"::'?lt::,1:.l1ro_.,-gulo.EaiJa.if.iJyiL
l.::iqr*'.Jryr?Iios,ii,n-á*rr*áiü1i;#f ?á?#i EI racionalismo moderno, sin embargo, adopta una
ifili :i: x":::""1',1*ri
un simpte
ñ.il.üñili,á;#
ill,
margen de ri¡.itáá #t'lffii actitud ligeramente diferente. floy el énfasis se pone'.no
tanio soble eI irracionalismo de la religión, como sobre
Es obvio o.ue ra nueva sociedad. praneada
tendrí& il iu[timación de lo irraeional, V también es criticada
lglpis, y-
Td menos, curtuiar*u"t"'.rááátru que rasQu. como evasión y cumplimiento de los deseos, como un
sutrstituto ilusório de Ia realidad. Si esto fuera cierto,
eiedades der pasado, que lrevaron a cabo so-
eosas tan gran-
des, a pesar he su l.,bñ;-v a.nniaálG
razónde que Áeiia inútil mirar a ta religión como una fuente de pg{e¡
no hava sido asÍ hásta aqui, ñry-arübüJcarra
en nues_ éspiritual; por el contrarlo,.sería una fuente de deloili-
tra preocupación intensálindteiái ou
hechos it, dáA, una'eipecie de neurosis colectiva que pervlerte y
nómicos, qyu ilevó iili"nición-a eco_
mina la eneigía social. (1)
i"dd
-áiirouema
r "
no económieas, que también ér.o ras funciones
de ta ¿Pero es posible conciliar una opinión tal con los
$_g¡ocupación, taÍ cómo rJ óánocemos hov. pero una cut_ heeáos de la-historia? Porque la retigión ha sido, sin
üura ptaneada qu_e es er .o*piu*;ff;
de una duda, uno de los más grañdes poderes en la historia
"üesario humána. Parece haber aumentado la energía colectiva,
en lugar de disminuirla, y siempre qpe la humanidad se

un retorno a ras tradieionJs_oe t#,dtffiá$


ha püesto en movimientb, la religión ha sido como eI
ffill*$:'Iñq$IIir#}ffi t?plü#preinoustrial.
pilai de fuego y la nube, que iban delante de los israe-
Iitas én su viaje por eI desierto.
g.ll p-To. un varor sociat mueho *?, Er".üü ;i#?ú: Me pareee imposiblg creer que el. poder del esplritu
;Hls'*lff :i#1#.f; :i,#,1¿,&xyfi *?:i#il.iJi,H: no es siño una pefversión y consécuentemente una_degfa-
Permanece. en pie Ia cuestión dacióú de la enérgía físiea, y sin embargo, ésta es la con-
.üu tarea de pra-
de si
neamiento curturar puede ser,evad";;ü;;;5':i ctusión lógica dJl argumeñto racionalista. Es como si
uno fuerg-a decir qué ta raz6n misma se desprende de
doctor Mannh^eim .§ne1a, po" un esfuerzo puramente la perversión del irrácio4ql,. Es una lfnea de pensapienlo
racionat dp praneamiénto- cientfii.o; ó ,l óxité- qué conduee a la pared blanca del nihilismo y de1 ab-
_y
necesariamente ar qraneamiento,
"";;:
mento en la curtu-ra en ra vida truriránl qle trasciende
aii 6*é rrulárá*éñ
tos subraeionares eirracionáiñ qiue iolo pir"oéh (1) Esta es Ia opinión freudiana. Freud escribe: "Las roligiones- do

neados mecánicamente. Gñü- la humanidad deben ser clasificadas como ilusiones de las masas, a saber:
como deformaciones engañosas de la realidad basadas en el deseo de obte'
En otras parabras, ¿será Ia cultura del futuro com- seguridad de-felicidad
ner una*Ch¡llizacíón, y protección contr& el sufrimiento". S.
Freud, Guerra y Muerte", tr. J. Richman (1939) p. 34.
tt0 Er, Jurcto DE r,as Nicroxrs : ' tl5
surdo. Por otro lado, si admittmos ros principios opues- fraeaso de la religión. Por el contrario, ellos prueban
tos poderes creadores de la razón y l" piimacfa oet que eI poder del Esplritu puede destruir cualquier obs-
-los tendremos que dejar rugar eñ nuéstro mundo
esplritu- ftculo y superar lal defensas más elaboradas que la i!-
planeado para la intervención dé un poder que tras- genuidád humana pueda proyectar. Y mientras qpe fa
ciende el planeamiento. y er únieo lugat'para e§te poáu, íttuación presente parece én muchos respectos más di-
en una eivilización planeada, se encuentra en la óima, ffcil que cüalquiera-en la historia del pasado, es también
como fuente de energla espiritual y el principlo que gula al mlsmo tiempo más inestable, está menos fiJada en
todo el desenvolvimiento. Porque asl como eI -plañea- las costumbres y unida menos emocionalmente. En una
miento económico es imposlble a menos que una socie- Dalabra. la mecanizaeión de la vida humana la vuelve
dad posea una cierta cantidad de vltalidad flsica, un rnes serisitiva, en algunos aspectos, a la influencia espi-
deseo de vivir que provea el motivo-poder para eI traba- rltual, que el antiguo tipo inorganizado de cultura: en
jo, el planeamiento eúltural requiere un principio aná- el momento presente, esta respuesta es más evidente
logo de vida espiritual, sin el cual la cultura se convierte donde las fuerzas en cuestión son más dañinas, pero
en una pálida abstracción. claramente ésta no puede ser la única posibilidad, y el
gran problema que tenemos que resolver consiste en
La única forma de desecularizar la eultura conslste cómo hacer para descubrir los medios que son necesa-
en dotar de un designio espiritual a todo el slstema de ilos para abrir este nuevo mundo, aparentemente sin
organización, de manera que la máqulna se convierta ülma, de mecanismo destructor de almas, al mundo es-
en servidora del espíritu, y no en su enemtga o su dueña. plritual que está tan cerca de é1.
Obviamente, ésta es una tarea inmensa, pero no pode-
mos evitar enfrentarnos con ella en un futuro ceróano.
Si la cultura no ha de ser dinamitada desde abato por
la explotación de las fuerzas lnstintlvas subraciónátes
en la naturaleza humana, debe ser activada desde arrlba,
siendo eonectada una vez más con las fuerzas del poder
divino, la sabiduría y el &mor. I¿ fe en Ia posiblttdaA
de esta acción divina en el mundo es el fi¡ndamento der
pensamiento cristiano. creemos que pars cada nueva
necesidad hay una respuesta de la gracia dlvina, y quo
cada crisis histórica ( ¡que es una clisis del destin-o rru-
mano!) se encuentra con una nueva efuslón del Esof-
ritu. La tarea de la rglesia y la del cristta¡rrsmo tndivt-
dual, consiste en prepárar e[ camlno para tar acción dt-
vina, abrir las ventanas de la mentd trumana y remo
ver las cortinas de_ lq ignorancia y el egonsmo, qúe man-
tienen dormida a la humanidad. Los E-vangeúoi nos en-
señan puede obrar la religión eomo-allada de ia
-córyo
esrupttrez hgmlna
estuqidez_ numana y la mala votdÍrtad,
volunü cómo pueoi cesai
Ios ojos de los hombres y tapar sus oídos. peio
Pero no púe-
mos emplear los Evangelios como argrrurento -por ;t
It6 Cn¡sropEEn D*tsoN
Er furc¡o Ds rJ\s Ntc¡oxrs I1?

rus prácüieas religiosas. Pero la idea cristiana de la sat-


vación, es esencialmente social. Tiene sus ralces en el
Anüiguo Testametrto, en la concepción -la det pueblo de
Dfos,- el !a enseñanzp profética de restauración espi-
¡ttual de fsrael, ¡r e¡r. p manifestación progresiva del pio-
pótilo divino en la historia. Aparece erf el Évangelio cómo
las buenas nuevas de la [e[ada del Reino jun reino
que_}o.erg nacional-ni político en el sentido en que el
II pueblo judfo lo concebfa, sino universar y trascendeirte-
un nuevo orden espiritual, destinado á transformar el
Pry)dg y la humanidad. Y finalmente, las proyecciones
PRINCTPIO§ §OCIALE§ CRI§TIAIVOS teológicas y antropológicas d.e esta creencia- están com-
pleqTeqte desarrolladas en los _escritos apostólicos que
manifiestan el mlsterio de la salvación v it mlsterio'de
l¡ Encarnación, que es el nacimiento d.e" una nueva hu-
y a través der cual el hombre es incorporádo-
L o ,, cristiana ha mantenido siempre la posibilidad I¡q1i0a$
la unidad orgfuiica del Cuerpo Divino. (1) '
de la salvación humana. contra los credos oei tatalismo si ésta es la esencia de la doctrina cristiana de la
y materialismo que han unido el destino del trómure a naturaleza y destüro del hombre, debe determinar la
las estrellas o a la tierra, ha mantenido u ribe*a¿- áJ
hombre y su destino espirit_r¡al. Ha reconoeido, irrás irañ: egne-epelón crlstiana de la historia y el orden social. To-
camente que la mayoría. de las filosofías hümad;;t dos los sucesos temporales y todos los cambios de cul-
realidad de1 mal y ra extensión de su inftuonéia -iñ iu tura, han de ser réhcionados en cierto modo a esta
naturaleza humana. sin embargo rra aeetárááo qrññ lealidad central. No hay nada humano que no sea afec-
luJurioso animal carnfvoro, cuyás pasionái son ihnniia_ ü¡do por esta revolueión üvina. E¡ni,ttes Spiritum Tuu¡n
mente más destructivas e inc¡itcuti¿¡tes que aqueuas ae aü creabuntur et renoaabis facinm terrae.
las bestias de ra jungra, porque esten guüdas r": EI mundo nuevo y la nueva humanidad existen como
teligencia, es, sin emlbar§9, 6apa* oit,"capaz deñi--r,
adquirlr lrna levadura o una simiente baJo la superficie del orden
una naturaleza espiritu"l y gánar un füi dioi"o:Ei ;i presente: el orden que los cristianos llaman el mundo.
gli*lrry!*o,
rg\?a por su Taq
gue ninffia ot a-réugiori;ü üil-
floctrina de renovaeión y regenáración es-
Creemos que está destinado a transformarlo, que lle-
gará un tigrnpo en que los reüros de este mundo se con-
ni$tu4. Se tevant_a pala ta restauracion ñ tráñiórma_ vlertan en eI Reino de Cristo, y en que todas las cosas
eión de Ia naturaleáa humana en-óiiiñ,-en oüras pa_ rc harán nuevas. §in duda es diflcil aceptar esta idea
Iabras, para ra creación de una humani¿á¿ ioilil o* y es aún inerelble desde un punto de vlsta puramente
. . E-sta grarl verdad ha sido oscurecida y a menudo ol- hr¡mano. §irx embargo el mundo ya ha experimentado
vidada poy et individuatismo religioso ae iol riltrmñ-aoi una. vez su r¡erdad" Porque, ¿qué podfa haber pareeldo
9 .tres. siglos, gue_ coneebfa la salvación cómo una vida más imposibte que la transformación de la clvillzación
Igll?,, después de Ia muerte, que obtenlan los inoivt¿uos
plaGO§Os, COmo recompen§a a su perfecclón
moral, o a (1) F. Prat, '.La Théologie de SL Paul", 2a. odici6n, l9l2, L p, 4fl9,
oom. "üe Grmd ilIyxir:.,i.
n8 Cn¡sroprrEn DlwsoN Er, fu¡cro DE rJ\s Nlcroxus 119

del mundo antiguo por un.grupo hombres oscuros y üternatlva cristlana de renovación y orden espiritual,
sin educación, oé uná raza déspieciáAt;en Dorque es aqul, y no en el plano de la organización po-
-de_
una provincia
oscura? Pero sin embargg, esdsucedió, y ¿eipu-ci dJ*ir llttca y económica, que ha de encontrarse el centro ver-
novecientos años, despüéé que tantoí íeinoi v puá¡iá, dadero del problema.
han venido y se h.an iqg, esir ideá toaaoia *Ldt"Iilií" §in duda no es fácit para el hombre moderno com-
cierto punto, nueiliá y nuáslró-pe"iamiento. prender la aplicabilidad de los prlncipios crlstianos a las
.se dirá que esto no"iü
puede sucedei nuevamente. su- ñecestdades inoderna§. La Iglesia habla un lenguaje dis-
ceqro una vez y terminó: se ha convertido en una parte ttnto al del mundo moderno, QUe ha perdido hasta la
de la historia. Pero ésta no es la opiniéiiirtstiana. ldea de la teologfa. Debemos comprobar el hecho de_ qge
Desdr:
aquel punto de vista ra conversióri ael mundo
dtian;;; el mundo de la Biblia y los Padres, y los dogmas de la
solamente una muestra o ula aniiéipacién aei-ñEA; teotogfa se han convertido hoy en una lengua muerta
transformar ar mundo de ra te- cii-§tiana, rd q", d; para la mayorfa de los hombres. Y esto significa Qle las
i ;;
inusitado es ra forma estáticá
lpásü;;Í
qgg el mundo moderno presripóne. pero como hemosórsuañlr*r, grandes realidades fundamentales
óuales depende todo, y que son más-las
verdades de las
reales que las cosas
visto, el mundo moderno bs er hundó seiuiáiizad; qü; que vemos y tocamos- son desdeñadas como palabras
hi"i,flll1i? Ailt*'il:ltni ff TSJtü3kla f meras fórmulas piadosas que no tienen aplicación en
$;l"lfr la vida moderna.
espirituales dé É tradidiOn cristiana^ Aun desde ru1 punto de vista externo y superficial,
Lo que preseneiamos hoy, sin emb&rgo, no es la calda ¡erfa un error permltir a una dificultad de esta fndole,
- la
de cultura tradicionat áél cristianisláb, ¿J ta catas- que tmpldlera Ia comprensión de los principio§ e tdqas
trofe de ta cuttura.laica qge ha ocupado su iusai.-páiqu. due tlenen una parte real en los hechos fundamentales
el fracaso de nuestra civilización e-n satisfacár las nete- de nuestro tiempo.
sidades más profundas del hombre, ha creado un vacío
espiritual, qna zona de oscuridad y eaos bajo el orden
mecánico y la inteligencia cientffica del mundb moderno.
Q9 ugri
I,a demandá de un orden nuevo, para una solu-
ción total de nuestros probremas socialó§ mediante un
nuevo planeamiento de la sociedad que trirnsformar á, la
vida humana y reh_ará al hombre rnismo. Estos son, eñ
realidad, slntomas de ra necesidad religiosa fi¡ndameátat
de la salvación- exp-erimentÉindose en
-la necesidad
formas nuevas, que corresponden a laiultura puramente
Qic-a, en
qug h?* aparecid.o. pero si, como treinoJ atéhó,
el fracaso de la ci-vilización moderha está réiáóióñááci
directamente con su secüarismo y su pérdida ¿e tól ira-
lores espirituales, es_inútil poner ñuestias esperanzas en
remedlos, por,más drásticos que sean, que ilnoran este
problema fr¡ndamenta,l. por esta taz6a, ñay ñes ocastón
ahora, que en oportruridades anterlores, dé reaflmar Ia
120 CnrsropEEn DtvysoN Er. Jurcro DE LAs Ntclo¡rrs 121

de eza" , una ley que no es moral porque es la


la Natural
expresión de la misma fuerza de la vida irracional que
hace que las bestias salvajes se devoren una§ a otras, y
que los insectos prosperen en eI sufrimiento y destruc-
Ción de organismos más elevados.
Por esta tazón todo depende de establecer si cree-
mos en la existencia de un orden espiritual, del cUal
eI hombre es naturalmente conscienfe por §u conoci-
1. La Ley de la Naturaleaa miento del bien y del mal, o si el mundo corre clega-
mente, impelido por las fuerzas irracionales a las que
el hombre-debe sérvir si ha de sobrevivir.
De acuerdo a la primera alternativa se ve claramente
( ro"*S son los principios eseneiales a que está uni- que los estados y naciones, no menos que los lndividuos,
§st¿n unidos por una ley más elevada que el propio ür-
$a la eoncepción cristiana del orden social? En primer terés, y la propia preservación. Hay una ley eterna que
lugar tenemos el principio de la dependencia de ia vida
y la sociedad humana del orden divino: la idea de una gobierna toda§ la§ cosas y es la raz6n del universo. En
Iey de la Natutaleza, por I;a cual todos los seres raciona- éste orden el hombre paiticipa conscientemente, hasta
l9s ,pryticipan de la Razon eterna, la fuente y vínculo el punto en que é1 es un ser moral y raeional, X es_la
de todo el orden eósmico. fuente, de Ia que derivan en úItima instancia todas las
leyes humanas. Como dice San Agustín en un pasate
Esta es una i$ea-muy antigua, tan antigua que ha famoso de "La Ciudad de Dios": "Ya que Dios, de quien
sido tratada por los filósófos y teóÍogos comó un irinci- proeeden todos los seres, formas y orden, no ha deJado
pio universalmente aceptado, desdé los comienios de ni aI cielo ni a la tierra, ni aI ángel ni al hombre, nl a
nuestra civilización. sin embargo, es desafiada hoy en la última de sus criaturas, ni a las plumas del pájaro, ni
una forma directa y radlcal y puede decirse que -este a las flores de Ia hierba, ni a la hoja del árbol, sltt su
desafÍo es el hecho moral fundániental d.e la gue^rra pie- debida armonía de partes, y sin una cierüa p&2, no puede
sente. Todo el sistema nazi c,on su vigencia áe la náñ- creerse que El hubiera deseado que los reinos de los hom-
lidad y su agresión afortunada, su exáItación'ae tolñe- bres y sus gobiernos y sujeción estuvieran fuera de las
reehos del fuerte a expensas del débit y su cirricó dás- leyes de su providencia.
precio p_or_las l.y..q y tratados internacibnales, es ia ná-
gación de ta tradicional eoncepción occiaenfál'al l.a ñy Es cierto que San Agustín reconoció solamente con
Natural y es la expresión de una teoría diametralmeri- demasiada claridad que la historia del hombre es muy
negra, y que aun la paz relativa y el orden que hablan
te opuesta. sido conferidos al mundo antiguo por eI Imperio Ro-
De acuerdo a esta perspectiva, la ley es un acto po- Inano, habían sido conseguidos solamente a costa de mu-
lítico que expresa el deseo de la comunidad o el estado. cha sangre y sufrimientos humanos. El Imperio fué, en
La voluntad de1 estado es ley, y como el estado desea su realidad, ro la creaeión de la justicla, sino de la deter-
propla preservación y ventaja, la ley no está basada en minación de obtener eI poder. Sin embargo, aI no estar
la "jusüicia", sino en la determinación de ganar et poder satisfecho con eI poder solo, sino aspirando a gobernar
y el deseo de vivir. Y asl nos encontramos con otra ,.ley por la ley, reconoció eI principio de iusttcia que impllca
122 CnrsropEEB DlwsoN E¿ fulcro DE Llts Nlcro¡¡us 123

Ia exCstencil_d9 lgs prlgcipios morales y de las leyes


eternas en las cuales -están'baiaaosl----- por los gobernantes, las- decisiones de- los iueces o la vo-
Este es el sisnific¡rdo de ra Ley Natural en irurta¿ áel pueblo, que lo que lo es el curso de la natu-
eI sentido yaleza. En ia misiná formá, mil oehocientos años más
eatótico tradieidnat. Es uná doctrí"á
:üra emptear tas palabras "i""ti-tl"i
;;T;: tarde, Blackstone, la personificación del tradicionalismo
?¡i*+,
que dJ"dffij'ftrHn::
"hay en los hómbres uña cierta reyEiirrar-ffir, legal inglés y del senfiAo común,.declara gug "La ley- d9
la-natulaleia, siendo contemporánea de la humanidad,
,urra q10].ongacio", gg la rey eterna ñoiia cuar ros hom- y dictada por Dios mismo, es, por supuesto, superio-r en
llur.distinguen er bien dei mar.,,. sin esíe poder de dts- óUtigación- a cualquier otra. Es ob,ligatoria en todo el
cernimiento morar er rrombié ñd ;err;1*
Pero esto no ,., racronar.
provea un código rápidamente
muñdo, en todos lós países y en todos los tiempg!; np-
¡1S-r_nitlca,qqe guna ley humana tieñe validez si es contraria a ella' (1).
hecho,.de regtás que t6aoiia,
El sentido morar varra de acuerdo "d*fu;:;"" lffñ pdü: ¿Cómo ta tradición sagrada y secular ha sido aban-
a
tendimiento, y las diferáácial áé-.áuá.iórr,ra medida der en- donáda casi totalmente por el mundo moderno? Sus
carácter afecfan a uno no menos que cultura y enemigos vienen de campos muy diferentes, sin embargo
ar otro. De aouí su aeuerdo en este sentido es algo más que un accidente,
que santo Tomás admta que
oscurecida o pervertioa por causas
ra-L.i-Htd;i;"'ñ;H; y corresponde a una divisiÓn {nuy profund& en el pe-n-
sociares; como un
ejemplo cita tésar a ioí
!.rm*rror, quienes no ,.con_ Áamientó europeo. De r¡n lado tuvo su origen en un ele-
sideraban el robo como injusto, mento del pensamiento protestante, especlficamente del
miént=rás fuera llevado
a eabo fuera
$e las tronteiLs aér estadó, ri"o como una luterano, eomo por ejemplo, la doctrina de la deprava-
ción total de la ñaturálezá humana y el dualismo, o más
f;'ili .l?H:*liü?,,
cionada por ros ractoi;;
ffiñ;i"ñ,;,*ü*
:t¿r.m rmiit,mffi: bien, la contradicción de la Naturaleza y la Graciaf qqe
deja a la,primera convertida en la presa-despiada.da de
teramentt: asi .á*lri-f,Jáurr_sigue extürgue en_
siendo un ser ra- lo§ podereÉ del maI, hasta que es rescatada p-or lq trlup-
cionar aún en.-un estado au u*i¡aiüqülb"rde cióli vlolenta de ta-gracia divina. EI efecto de este dua-
at hombre civuizaao uñ-nr., pareeer
lismo es divorciar la ley moral de Ia religión, ya qle p9-
animal. y como to¿oi-lot-i ñ.aI .,i.ü,ifu que el de un see un valor puramentb temporal. Como Lutero dlce, _la
ley pertenece a la tierra, eI Evangelio pertenece aI clelo,
y iténen que ser mantenidos tan ále¡ados como sea posi-
m5g*m$'ffi*lHffi,H{,fff*r ble. "En ét gobierno civil debemos observar la obedien-
cia más rlglda y exacta a la ley, y en ese dominio no
como ro he dicho ar principio, tenemos qüe satier nada del evañgelio, de la conciencla,
turat es ran r-ylq.ltaq"il iirfil;íia"
esta idea de ra r,ey Na-
del mismo de la graiia, del perdón de los peCados, nl aún de Cristo
modo como una verdad evidenh. pgr ló!-áii"g* mismó, sino'que tenemos que saber solamente cómo ha-
gados, desde rlgnocp der rmperió-
ñorúil; hast¿ nue§- ññ blar de Moisés, la ley y los trabajos. Asl, ambas co§as, a
lroq dias. Asr, cicerón basa tbaa sü-irrrü au-rá-rüá saber, la Ley y el Itrvangelio, han de ser separado9 lo
la doctrina de que la leytrumana no es sino la apiica_ más fosible, y óada uno fia de permanecer en el dominlo
ción de una ley érerna dé Dios ,y {ue no es iiá"itEüüiil proplo a que pertenece. La ley ha de permanecer fuera
áel cielo, es décir, fuera del corazón y la conc{encla; por
(l) Cesar, "De Bello Gallico,,, Vt Zs
(f) Introducción a los "Comentaríol'.
t24 CnrsroprrEB D¿wsoN E¿ Jurcro DE LAs NlcroNus I25

otro lado, Ia ribertad der Evangerio


mundo, .'
au.i", -rü;
está en permaneeer
ffil cuerpo y sus
plia y profundd, yd que no ha sido restringida a ciertos
países y pueblos, sino que ha influenciado eI pensa-
f,§jfiff ;}g: miento de los católicos y los protestantes, y se ha hecho
Er pesimi!*o profundo más fuerte cada día con la secularización progresiva de
raleza más que ei reiño A, {e Lutero no vió en ,a natu-
ñ;ff ü; uha rey il-íd'yBnEfti,J,,"1,,:"fjJ§r*
nuestra civilización. El pensamiento de Lutéro pertenece
a un mundo distinto de éste en que vivimos; era todavía
ralismo extremo
ción der munao {rep_aró-il .q*ñ "p*" ra seeur anza_ un hombre de la Edad Media, aunque se había rebelado
contra el catolicismo medioeval. Pero el pensamiento de
v_ia
pero ra revuérta á¡óli.io" áitlñ *íírra"*as objerivos. Maquiavelo vive todavía en el mundo moderno y en-
coñtr1 q
!élñá[ural no provino
solamente der ate;amieniá'munaaríaiar*L,rruro cuentra su expresión en las palabras y hechos de los
formistas. EnconürO un ipoyo y ros Re_ políticos y dictadores modernos. Como PÍo XII escribe
mundanidad de ros aun más poderoso en Ia
y ;;ffiAres der Renaci- en su encíclica "La oscuridad sobre la tierra": "Hoy, las
miento' ya anter á. "¡¿;düüi;
Iu ñ;;orr*,. Maquiavero habÍa pro- falsas opiniones sostenidas en eI pasado han sido amal-
ducido su "Guíu. áá-ññry: gamadas eon inveneiones nuevas y equivocaciones de la
que estudia er intérisóñi; h poríri-ca;,
.?
gtu. o.g á"n.inar comó uná ftcnica mente humana. Y este proceso pepverso ha llegado tan
no mo- lejos, que no ha quedado más que confusión y desorden.
lii,§3?'lifl |",:Hf HlJ,+antenirrii*üa.1-nñü;i: El error capital que podemos señalar como la fuente
gl*t3ift :i1,,,tJ1i"¿T:$:Hül;'í-il,j&..f#,;*i# principal, profundamente escondida, de la cual derivan
su origen los males del estado moderno. Tanto en la vida
privada como en el estado mismo, y también en la rela-
;:';lfr,z#,npir.*f,r:,?,ljlltfr 'fif i:f,li:,,i:?$ ción mutua de los estados y de los países, la única norma
común det óikTñ"ñ;g;' universal de moralidad es puesta de lado, con lo cual
León XIII en sus encÍclicasi, la,.cuat, como to exp,,có
aá"ii,ñi"^.,io'rarr.a;ü;#i,flr3'.'lá;r'1.!1}¿,#;?.rró'-tüáI significamos la Ley Natural, ahora enterrada baJo tula
capa de crítica destructora y de indiferencia".
No deja lugar para Ia consagración
que es expresado tbn sorémne der estado Dios.
y sacramentarmenteapor
rrto tradicionai aár; -;;;üu.io;-&*ro*" eÍ
por er contrario,-i*priJr"iu rüiu, crisrünos.
.*ráiiráiiáii der estado v
Ia profanación á'e ráí., , í.
at prÍncipe de ra suboráii.üor,¡u "ütórráái.'smancipandó
destruvó er prin.idil;uiira.,;ññ;n m¿s elevado,
y el principado de Ia
libertad en e-t u.t iló-á¡.áo.
Este falso rearismo potíiico
realidades esnirituareJrñ;; que pi.esa o ignora las
rrenos fatar a ra tradición
cristlana, y rio menos destruet*-o.r-irístiarrirmo
una rearidad sociar, que ro r"e ul-..Iiiiür[smo como
de Lutero. ciertamuíniE -sñ i"irüu,l.il" falso
"ri.^ "sdo más am_
(f) "Inrnortale Det, y *Líbertos praescantíssitnutn,,
CnlsroprrER DrwsoN ," ' '! E¡, Julcio DE LAs N.lclor'rrs t L27

y es imposible entender su enseñanza sobre el orden in-


[ernaciónal sin elta. Está basada en la idea de que Eyry-
pa el esencialmente una sociedad de nacio1es- o pueblos
tristianos, una sociedad que deriva su unidad, no de la
ta¿a ni dét interés económico, sino de la comunidad es-
oiritual. v es solamente mediante una restauración de
áste tuáOamento espiritual que el orden europeo puede
ser restituído.
2. La ldea del Cristianismo En las palabras de Benedicto xv: "Nos enseña la his-
torla que óuando ta Iglesia penetró con su espíritu-las
álfiguas naclones bárñaras de pgropa, poco a.poc-g Ll9:
ron áisminuyendo las muchas diferencias que las tenlan
Y o he señalado ras causas históricas de esta reberión divldtdas, y iinalmente se extinguieon sus peleas; cot
contra la clásica concepción católica de Ia Ley Natural el tlempo formaron una sociedad homogénea' en la cual
y su relación íntima con la cafda de la unioad se ortsinó la Europa cristiana, eüe, bajo_ la direc_ción y
del cristianismo medioeval en el sigro dieciséis.
reusiosa auspfüios de la Iglésia, mientras preservaba una dlversi-
áadOe naciones,-ten¿ía a una uiridad que favorecla su
Hoy somos testig_os de un resurgimlento de esta crÍ- prosperidad y su gloria" (1).
tica revotucionaria áe ra Ley Ná[ur;i,-láñto en la ñrá]á
- Asf, aun cuando la religión cristiana no es el fin del
religiosa como en la secular, ya que ie ha convertido
uno de ros nuntos más discutidós áL- ru áoctriná éátolica^ en eristianismo, es en realidad-su fruto. Porque, como Plo X
Ñiibió en f'gOe (2), hay muchos benefióiosmisión en el orden
Cuando estla criuá es;i;
er caso dl iiarr Barrh r *ffi i?#'ox,?á"i¿:§n'3
bidg e1 parte a una ideá eiroñáaEer füg* de Ia doctrina .'l natural que sin ieí'et {f¡eto directo
iEteJia. fluyen de ella, sin embargo,
de
como
la
sus
de la
eonsecuen-
mientras. predicaba a
en la teorfa católica. Nunca rra iiao-tonsi¿eráü6il; iiár-ñittiiá.r. porqu'e "la rglesiá,- de escándalo -y una
una base compreta, de gran ampriiüá, a;-L horra ñúñ*¿ificado, qüe fué uná piedra.
y
cristiana. Es éseniiatmEnte parciail ñmitada. cuando sociral ió*" páia et münOg,-ha sido Se la primera_inspiradora
-ha extendido donde-
p rglesia considera los probl'emas ád ü viaa social cris- ür*off;de É civiÍización.
oulera que su§¡ ápóstoles han predicado, preservando y
liana .-y el idear de uná curtura-.iir[irá*, considera a üártecciónando ld que era bueno en la antlgua -civiliza-
la civitÍzación, no eomo un orden eitáticJbasado en los
pre.ceptos_ tlgtqtablei-de lá L.r
ñañirár--sino como una
üffi'ñA;ñ,iáscatándo de la barbarie y elevando hasta
realidad histórica concretá qüe d¿iM1üs varores uñ toi*a de sociedad civilizada a los nuevos -pueblos
maternal, y dando a
rates v aun su unidad espirtqár, aáiü rddi.ié" mo_ que buscaron refugio en su pecho
i.iüüü.
p9!-ar ge Ia g.raq cantidad de estudios que sirran toa, t¿ sociedad humana, poco a poco, sin duda, pero
---* en años
necrro, _recientes, sobre la doctrina sdcial de las
con una marcha §egura e inmutable, el sello caracterfs-
encíeüeas qaq3tes_, comfarativamenle müy poca ateñ:
eión se ha dedicado a elta faceta de su enJenánz" ,á¡* (f ) "Pacem Dei Munus Pulcherrí¡nuni', Mtyo 23, 1920, en "El Papa
la civilización cristiana. sin embargo, Ia encontramos y el paeblo", p. 2?8.
' {» "Ii'Fer¡no Proposito", Junio ll, 1905. "El Papa y el pueblo", pp'
en toda ta serie de encíclicas desde rg-?g r¡ásta eiñ*ñ; lg0.l9l.
I28 Cn¡sropHEn DrwsoN
Er, Jurcro DE LAs Nlc¡oNsg 129

l11g H? pg=-jl ggryglva en.todas parres. La civitiza_ clicas, la cultura europea no puede subsistir cuando se
Sil_*:l^Hgp^rl-..1T,u1,r,ri,á!iH"T;irii;#,Tliá,ífr la priva de su fundamento religioso. El cristianismo es
ffi 3'_t3tr?*:[tli,iüiái,,1;:'""HsuáfJ:?f iperdura- eI áIma de Ia civilización occidental, y cuando eI alma
ll."W:"*:r."paál-üt"r-pr.tiürñ;;#,H'fiiJ""rTXI3; se va, el cuerpo se pudre. Lo que está en juego no es la
i3;,tu'ilf^"#?1,"::*g::d-m¿lsé-,ñüilrü,"üÍiü"*Tr1'
detriniento de tá sóóiáliáli. rior que mantiene unida a La sociedad, Q[€ une eI hom-
Así, por ra fuerza intrfnseca de las rior que mantiene junta a la sociedad, que une el hom-
se eonvierte nuevamente g1 guaraianá cosas, h rgresia bre aI hombre, y el orden del estado al orden de la na-
Ia eiv,izaeión-cristianá. *iif,ñráu.i'?Jey protectora de turaleza. Y euando esto se ha ido, nada queda, sino el
admitida en épocas -ánt*ioie;; -aü; reconocida v principio de la fuerza bruta que es esencialmente irre-
mentos inamovibres de lá iéeislaci,in f;d; ffi"ñ;tj conciliable con una sociedad plural como la comunidad
.ioii sobre ella des- europea, y que por lo tanto opera como una fuerza revo-
f3#fásil"1§á.ffll;tr
todos ros asuntós iérátiuór- a
#r it_:fl:** *iií **:ü§ :, lueionaria y destructora, tanto en e I orden nacional
como en el internacional: dividiendo las clases y las na-
nación de tod¿s -ra .oñ.iárrá ia, ra subordi_ ciones entre sí, hasta que la sociedad es destrulda o la
vinas der Evangerio, rr"ur*o1rf. ;l;d;;"a ras reyes di_
br
¡.as 1é/.J ¿. humanidad es reducida a un nivel muerto de servidum-
y eelesiástico, en procura der arrñros poaeres, civir bre bajo la mano de hierro del poder. Durante más de
naeiones, sin desrüedró-á""ru b,ürdür*t *porar de ras sesenta años, los Papas sucesivos han advertido al mundo
ri*ñtái Li.rrro,, (r).
Esta concepción. de una civilizaeión moderno la proximidad de la catástrofe (1), y ahora
es un idear adstracto, .irró cristiana que no la catástrofe ha llegado.
una
personificada en instítuciones tradióiol"rristóricá rear^ El optimismo que llenó el siglo diecinueve con sus
sociatés,-fmanifestándosé
en variadas aerividaaeJ curi*áffi:ili{ sueños de una utopía humanitaria de progreso material
nismo' ya sea q-ue ra a.áñt.mos iáu* der crisria_ y de iluminación racional, ya no engaña a nadie. Por eI
ó
un ideat, no p.*+oi. ñáái- su reatidaau recñacemos como contrario, existe el peligro de caer en los extremos opues-
el gran nrincipio oe u-Liiio.d
rristOrica, como tos de la desesperación y el derrotismo. Por lo tanto es
a;;ñJJ. e,r' Gibbon. a
quien náaie acusará a" ;;p;tii^iñaÉüíá, importante no perder de vista el lado positivo de la ense-
por er eie_ ítanza papal, recordar que la diócesis sagrada nunca ha
desesperado de la república cristiana, pero, como León
$fAt}fl'§t|fiffi ,r?X**:T^.l,iri,acüñ,-.,'-t..tiso-^d.
m,Édpá,"x.^ü.,taibniaüigllig'i#¿J?rfi XIII dice: "se ha colocado una muralla y un baluarte
ñ;";;il;"b;is 5jTi*?f.fi para salvar a la sociedad humana de caer en la bar-
t ?l?*t?ifr:lte nrodqj;';n
ñüñüffi i"ü1ifrl1,tll#l"t:ltm::1,*:,r,Hlfl
sim,ares v barie".
-moaáirrá;. --sv^,v¡¿'|!¡ Si Ia civilización europea deriva su vida y unidad de
hostiles, de Ia uuropá un principio espiritual más elevado, no está atada aI
. .rrrg y-a,nque-Europa deriva-su-forma, su unidad es- ciclo fatat del nacimiento y la muerte, tiene en eierto
plritual su cultura áe ra tradición .*iliia" d, yd no es sentido un alma inmortal, al menos una po§ibilidad de
más eristiandad: o más bien es una cristiandad renovaclón espiritual. "Restaurar tOdas las cosas en
estado de desintegración y disor"ái0".-§.üún en un Cristo, escribió Pfo X en la enclclica que ya he citado,
hs encí_ ha sldo siempre eI lema de la Iglesia y es especialmente
(1) Il Fe¡¡no Proposito',, Junio lt, lg05.
(t) Leén XIII, primera encíclica. "Inscrüabílf', 1878.
r30 Cn¡sroprrEn DrwsoN Er, Jurcro DE LAS N.lc¡orvss 131

nuestro en los tiempos peligrosos en que vivimos... res-


taurar en cristo no soÉmeñte lo que depende directa- cieneia del cristianismo, ya que proveyó una norma ob-
mente de ta misión divina de Ia rgÍesia db suiar tas ;i- juzgadas (1).
mas hacia Dios,_sino también, conrio lo hemós Jetiva por la cual las naciones eran
expilcado,
lo que flu¡re _naturalmente de esta misión Aiviiiá, comá Sin justicia, el estado no es nada más que un robo
por ejempl-o la civilización cristiana, en cada *rb, ;; organizado, Y la ley de las naeiones no es más que la
todo.s los elementos que la componei,,. ley de la destrucción del débil. Hoy día los derechos de
.,_3!i lg apgs.tasía apalente dét eristianismo y tas ea_ las naeiones son ignorados porque Europa ya no posee
tastrofes sociales- y. políticas que han seguido, no han un standard moral común. Es muy cierto que después
destruido la posibitidad de la lestauraeió=n. r¡ásta pue- de la última guerra se hizo un esfuerzo verdadero, para
oen aun preparar el eamino para ella, haciendo eaei las
paredes y torres que et homÉre ha eónstiuraó1óñ restaurar el orden internacional sobre Ia base de la jus-
fugios para s.u e$oígm_o, tas fortalázaJ-aJ;" álñrú; ;;: ticia, para todos los pueblos y nacionalidades y su de-
I
Entre el naufragib todavfa quedan tos funaamentñs-a. recho a vivir en términos iguales de libertad y seguridad
un orden cristiano; porque_ eltá basado en la ter eiJr"i los unos con respecto a los otros, ya sean fuertes o dé-
de la naturaleza_que es ia ley de pioJ v aá u, riecesiaa_ biles, principios que están de completo aeuerdo con los
des constantes de ta naturáleza -ñmáná-. T.nemlJ a. de las-encfclicas. Pero Ia Liga de las Naciones fracasó al
nuestro lado, drjo el papa en su proclam á la vrspeiá aá intentar restaurar un orden cristiano, porque ignoraba
Ia guerra, no solamente-er esprrttü de t, ,"tig,r;ft,ild; el aspecto espiritual del problema; creó un esqueleto
gue
-4?
preservado la fe v er genio der óristú""ir*ñiñ; jurldico de orden internacional, pero no el cuerpo vi-
también a toda la raza rruniana, qor uárie hambre de viente de una comunidad espiritual. Como el Papa actual
pan v libertad, no de aeero. ro1 ót1b lado;-IoJFffiipi;
que han mina.do y d,estrufdo er oraen óith,ano ha dicho: "Aun las regulaeiones mejores y más detalla-
papa ro séñaró en su eneiérlca .c; no son, das serán imperfectas y condenadas al fracaso, a menos
somg g| oscuridad, so- que los pueblos y aquellos que los gobiernan se sometan
bre la tierra", meramente negativos, sinoEarméntá-anri
naturales. La negaeión de ñ herrnanaáa der nomrre v de buena gana a la influencia de aquetr Esplritu, que es
Ia afirmación de-ta omnipotencia y áusotulisñ'üi;.{ et único que puede dar vida, autoridad y fuerza de unión
tado tienen su origeq ep rq_§gne§aclón de Ia rst ü- a la letra muerta de los acuerdos" (2). Y eI resultado
tural, la cual, como León xrrr eñseña, es ta tuáhtá fué que la Liga fracasó al intentar vencer el impulso de
norma de la libertad y la tey _humanas (1). ro que hizáv Ia anarqufa, la guerra y la revolución, y en §u lugar se
de Europa cristiana una verdadera sociedad de-Ias na- levantó el desarrollo monstruoso del absolutismo totali-
ciones fué su reconoeimiento de esta ley suprema que tario, el cual, segrln las palabras del Papa, §e da a sí
trascendÍa las diferencias nacionales y tos i¡rtereses de mismo los privilegios de Omnipotente, y "trata al Estado
los gobiernos. Pues aunque, como dic-e Benedicto :rv, o a los ciudadanos como el fin aI cual debe tender üoda
la ley fué violada a menudo en la práctica, aunque hubo accién humana, y Ia regla por la cual deben ser iuzgadas
guerras, revolucio,nes y actos ürcontables de inJusticia
soclal, la santidad de la ley fué reconoctda por ia con-
(l) "lJbi Arcano Def,', El Papa y el pueblo, p.244. cf. Pío XII. '%a
(t) Sobre Ia libertad.
oscuridd, sobre la tíerrd'.
,Ol "Los cinco puntos de la p-u del Papa", p. 15 (C. T. S.).
132 CnlsroprER D¡,wsoN Ér Ju¡cro DE Las Nleiorps 133
todas las cuestiones morales y legales,, (1). sl
envolvimiento üriunfa, será el-fintei áris'uánismó,este des
de ,Europ.a como comúnidaO ae pleUrñ übr.r, ,r ni,
de ta civitización misma. su aerrtla áó*0. t';i ii;
en último
caso, no de la fuerza de las armas,
pÍritu, ta infruencia misterioia, quó sinó-áái-podei d;i d:
es h úniñá Aür p".d.
eambiar la naturareza humana y renovar ra taz'oe
tierra.
r,

3. El Pod,er del Espfritu

DraO, el punto de vista cristiano, el fracaso de la


liga de las Naciones y el de todos los otros intentos
hechos pgr_ hombres dé buena voluntad para crear un
orden social e internacionar justo, son el résultado inevi-
table de la secularización piogreliva de la cultura mo-
derna. como Pfo xrr lo ha-señahdo en su enclcncá ,,iá
oscuridad sobre.la-tierra", los efectos de este pro.eso no
pueden ser limitados a ta esfera teológica. L,a
b¿idiáá aá
la fe en Dios es seguidl no¡ la pérdiía de tos^prfncfpios
morales universate¡, y tllaatpeqtg se pierde torio ;qu;ti;
que ,une a los hombres. por la falta oé te en Dios tas ná-
ciones se separan y se d.estruyen unas a otras. rraián
de ser dioses, cuando no son más que leviatanes, mons-
truos subhuma_nos cu-ya faerza inñrensa no es áingid"
por ningún poder espiritual.
Vendrd,:
La humanidad d,ebe rodar con él
Como Monstruos d,el abismo
Nuestra civilizaeión está cayendo en poder de estas
{uerzas _ciegas porque ha perdido el Espfritu que e§
fuente de vida y luz. Como el Papa ha dicho, ningún
arreglo polltico, ningún nuevo orden, ninguna tiga de
naciones ni tnstitucién internacional nos ayudará, á me-
(l)" nos que comprendamos esto, y nos sometamos a este
"Osctuidd sobre lu tierrd', poder que es el únieo que puede dar üda, autoridad y
134 Cn¡sropEEB D¿wsoN Er, Ju¡c¡o DE L.as NicloNrs 135

fuetza de unión a ra,retra muerta de das de ta historia, un juicio de las naciones tan terrible
Ia rey. ¿pero eómo
ñriiid;qu-;; como eualquiera de los descriptos por los profetas. Ve-
ffi mos todos los recursos de la eiencia y la tecnologfa, de
"n::$?*11:'á#n:,á,ffd;i'l:S?:?.f
19"tya -f ,á.u, nuevamenre en er ..piri[i#"[TriilE: los cuales estábamos tan orgullosos, dedicados metódi-
gunda de Nico_demo:.¿"cómo eamente a la destrucción de nuestro mundo. Y detrás
la respuesta es la *i§*lóarq.pueden §., ifrus;ü*,,"i?
tgs_pu.ebtos y civilizacio_ de esta destrucción material existen males mayores aún,
nes como para ros indiviados. ;,rl la pérdida de la libertad y de la esperanza, el esclaviza-
desea, y- tú escuchaste su voz, pero
uspiriü respira donde
no saUiáíá; ffi;; mténto de pueblos enteros a un orden inhumano de vio-
venía ni adóntu i!1". ño- *iauiu.er lencla y opresión. Sin embargo, por oscura que parezca
noo'emos
poder de Dios, o negar lás posibilidades ümites ar
de su acción la perspectiva, sabemos que la decisión última no des-
ereadora' Ni pgdemoÉ tampoco, pof, cansa en el hombre sino en Dios, y que no es su volun'
de antemano ?ómo o¡raremos erf rehción otra parte, deeidir
a hs nuevas tad abandonar a la humanidad a sus propios impulsos
l?TT,ile..nosorros, .ó*; nación ó-Jái"o
«ramos ser llamados a desempeñar. - parrido, po_ destructivos o a la eselavitud de los poderes del mal.
Dios no gobierna solamente la historia. Intervlene como
En el Antiguo, Testamento ros profetas advertían actor de ella, y el misterio de la Divina RedenciÓn es la
constantemente a llave de su acción creadora. El reinado de Cristo y su
l9s judiog
eficiencia de ta acción
contra iá éónri anza, en ra
"poiiiica,-ta autoridad sobre las naciones no son frases devotas, son
áI,ái*a de ta car-
D€", o eontra ra espera áet ,;ail,í.iñ*irriár principios de lmportancia revolucionaria, tanto en el
ofro Iado condenában no menos eñeisióimente á*iq* ü, orden moral como en el político. Como Newman escribió
pusilánime b1!a-qá peair güñaA ra ne- hace eien años: "La religión de Cristo no fué un mero
y-gación ¡r
de esperar su saliacién fieñte á Añsñes y cosas a Dios credo o filosofía. Un eredo o una filosoffa no necesltan
des abrumad.oras. dificulta- haber interferido con reinos de este mundo; pero pudie-
Hoy estamos_ enfrentados a una ron haber existido baJo el imperio romano o eI persa.
-ñiiir*os
demanda métodos nuérór ág aócioñ.situación nueva que No: el reino de Cristo fué un reino al contrario. Ocupó
marnos para un conflieto espirituat có" que ar_ un lugar; pretendió gobernar sobre aquellos que hasta
nizadas der mar, ras cualár. óo*o san u. t"é"rrl órlá- aqul los gobiernos del mundo habfan gobernado sin
paüro dice, no son rival: y si estos gobiernos del mundo no lo reconocleran
meramente materiales o hún
sonespirituares.,"sobieir,il"á"ffif y se sometieran a su gufa, gobernando de acuerdo y baJo
ffi'#Ji.tt3:,ffiffi?i
euyo aúaque asf;uto y viorento arroita-r"J sus leyes, "romperfa en pedazos" estos goblernos, no con
ras de un orden.huñrano y una civuizáóiór, ir¿gu".iffi*j armas terrenales, sino con el poder dlvlno".
gado su existencn. que ha ne-
P*,? aqueilos que ven en eI mal nada más que
-
generalizaeión abslracta de tas iaiiasltebiliaááeJá.
una
lo,s
inaivi{uos, g¡ naturar- áo. u sotucíón cristiana
pareciera res
también vag-a y óscura. pero si reconocemos
la reatidad tremenda áe ios m?F gÉiñ"*os que
carar, veremos que er poder del Esprfiiu en-
que los puede vencer. eláf,i"i.ó;d;;
Estamos pasando por una de ras mayores
encruciJa-
Cn¡sroprrEn DlwsoN Er Jurc¡o DE LAs NrcroNrs 137

En todas las crisis que cambiaron el eurso de la his-


toria, ellos vieron la mano de Dics, y para cada crisis
hubo también una palabra oportuna que manifestar, la
cual era misión de los profetas. Si Dios retuvo su pala-
bra o si fué desfigurada por falsos profetas, el curso de
la historia corrió ciegamente.
Al profeta que tiene un sueño, déienlo contat, U a
aquel que tiene mi palabra, déjenlo decir fielmente. ¿Qué
tiene que aer Ia paja con el trigo?, dijo el Señor.
¿No es mi palabra como un fuego, diio el Señor, y
cotno un martillo que hace pedazos las rocas?
LA ESPADA DEL ESPIBITU
Pero la palabra de Dios no fué solamente la palabra
de juicio y destrucción, fué también una fuerza cre&-
dora, la Palabra de Vida, el órgano del Espíritu que re-
H **o* visto que la concepeión eristiana der nueva la faz del mundo, como lo vemos en la visión de
y Ia sociedad g$á rejos de ser.un hombre Ezequie] del valle de los huesos: los huesos secos de la
como sus eríticos racionaristas tradicionalisrno estático, Casa de Israel, cuando la ciudad santa había sido des-
nudo' Lo que di:!Tg",. 1" ñ-ñ;ñ ñpuesto a me_ truída, y el pueblo estaba formado por exilados y cauti-
fiur*pectiva eristiana de ra his-
[?l'h$S:ff :lpunró oe vis'iá.ae ü rno;rr;
fqsrai, ;;; vos que habían perdido las esperanzas.

intervñ¿ñ""á:?H:1,;il".Lfl ,fj.fr Il?Jil,$il.l,titflaX "Y El me d.ijo: Profetiza al espíritu, profetiza, oh hiJo


hombre para del hombre, U dí al espíritu: Asl ha dicho el Seítor
f:rl!i, i-ffirr"rcon esta aeci,ndivina.
P*ry coñcepciones están ,ñár craramáñ1u L*presadas e,
Jehoad: Ven Espíritu de los cuatro uientos y sopla sobre
estos muertos, y aiaird,n".
isssJi'Tl3i.3h"#$¡,xttT#,-ieffi":nf
fetas no soramente aán-üñá i"t.rpietación ft it"*.#
de ra historia
AquÍ tene-mos un vitalismo realmente dinámlco, e,n
compáración con el cual, el nuevo vitalismo biológico de
en términos del reinadoEi la sangre y la raza, y el antiguo vitalismo pagano de loq
quetamniá,,muestrán;üCl?'u{ts?LJ,HtX*T,lü?Jjl.1 clioses de ta tierra, son débiles, degradados y oscuros. El
sobre todo, en la palabra profética. Espíritu sopla a través del mundo como el vientg y et
La aoz dljg, Ltora. ,,por qué ttoraré? fuégo, empujando a los reinos ante sl, quemando l?s
.y-ét dijg,
,:_"::?:-e:jtjdroa,ytoai-ñ-ólár¡íá,""ríi";;;;"kitri Toda obrás del hombre como hierba seca, pero el significado
qel
ba del eatnpo,
eatn de la historia no se encuentra ni en el viento ni Én el
tgJtor se nuffchitó porque et Es_ fuego, sino en la "pequeña yoz" de la Palabra, QUe nunea
f:
píritu d,et !:"i3 sopil;
!:tr Señor !!g?t sodiá'euos. está silenciosa, pero que no puede obtener su fruto a
Ciertamente et puebto ér-iileroa. menos que eI hombre coopere con un acto de fe y obe-
-espiritual.
La hierba se seió ta ftor se- marchitó, pero diencia Este elemento dinámico y profético
del Señor perm,o,necerti'porpor siempre.
ta patabra es una parte esencial de Ia tradición cristiana, y está
siemnre presente aún en aquellos períodos en que la Iglesia pa-
138 Cn¡sroprrn Drwsor Er, Ju¡c¡o DE r¡s NreioNrs 139

reela untda a un orden social fijo e inmutable, como cn


familia, su oeio y su§ pensamientos_, 9st{n eontrolados
el eristianismo orientar. pero tioy ha adqurrído nueva inrrñnsa y.complef? 991 partido, l,
importancia debi«Io al derrumbe-de Ia se-paración oue iñ'ñ*-q"i"áría que éstán Coniirtiendo gradual'
ñóri.iá I ia"proiláan-da,
dividía las esferas religiosas y seculares dd u vioa, áu-
rante los últimos sigtñ y h-llegada, al mismo tieinpo, mente a La sátiiOaA de un estado de ciudadanos li-
bres en una c-oi*e"a o un hormiguero.-La nuevaaltira-
do exterior de los sueesols históricoi en una i
del mundo int_erior dé la éxperierleia éspirituat ei mrin: nía no solamenle sojuzga al puebló po¡ la fuerza que
sino
go-

unidad.
nueva bierno de un amo, cémd t¿s tilanlas del pasado,
é*bGu las nuevaÁ técnicas de-Ia p,sicologl-u y--9,,t-t1l9l:
. Hoy dla, el cristianismo está implleado en Ia hlstorla, Ouéta para someter la personalidad. y controlar la men¡e
así como rsrael lo fué en la época'de ioJ proiátas,;im: AésAe ádentro. Mediante la represión y eI estfmulo con-
que todavfa no ha habido tiempo para queios crisiianos tilüOós, po* ta iugestión f ei terr_or, la personalidad es
ajusten sus mentes a lo que hi §ucediho. sin em¡arlq sometida á un asaito psicótógico, ¡asta que entrega-su
ya .existe una comprensidn general de que los heclíod iinérta6, y sB eonvierté en uñ tftere que grit?, marchai
:g.jll9t,y políticos s-e han conlertido en eslpiritüátei,-quó odia y áüere , i la voz de su amo, en respuesta a su in-
ra rgtesia ng puede abstenerse de interveriir sin tnitiio viii¡tb e irreconocible estímulo. En un ordenque- tal no
nar su misión. La razón de este gran cambio no eJ, sl¡r puede haber iuárr para 1a religión,. a merlos ésta
embargo, primariamente religiosa] es decir, no ei d¿bida
ñi.;áá iü rm"itáa u§piritu_{ y permita..qYe la emplee el
al progreso del etemento crislianó en nüéétra curtüa I ñ"é"; po¿e, como uñ medio pára condicionar y contro-
la legglquista .del mundo por Dios. roáo I_J .ó{rarid; ial fa riiAá psíquiea cle las masas. Pero ésta es una solu-
es debido a la invasión de rb espirituar pór Ir iá"iñi;i: óiófi*pósibte'para et cristiano, ya que serfa ug peqldo
a la triunfante afirmación de ta civilizacién y dei ótaAd óonira ét Uspiritu §anto en el sentiaó más absoluto. Por
seculares contra los varores tL tgtesia debe, una vez más, emprender su
rg,lesia. nJ significado real de to -espirituales í contia ia
que iiamariros totatlta-
eiia razón
óiiéio
-proféticd
y atestigúar 1¿ Palabra, aunque .esto
rrsmo y 9l estado totalitario, es el control total de todas siánitida el juició de las-naeiones y una.guerra-abierta
Ias actividades y energfas ñum?nas, fañto espiritiüiés .üt tot poderes del mundo. Las democracias occidentales
,coTno
fÍsicas, por el estado, y su airec'eióñ a los tines aic-
V-sul iihéres no estimaron en todos sus alcances eI pe-
f,aoos por sus
.intereses, o más bien los intereses del !ar- íigro de la fuerza revolueionaria que ilPelfa a los esta-
tido o camarilla goberñante. con eI resultado que- el antiguo sistema
dós btalitarios,
una tal tentativa ha sido hecla por los déspotas del d.e estado euioieo se ha venido ana¡o como un castlllo
pasado porque el Dios-estado es el no¿s antiguo-oe tod;; áé naipes, y áIiu*oi luchando pgr nuestra existencia
los e-nemiggs de Dios. Fero en er pasado, ét po¿ei áá contra un enumigo despiadado.- Y,_ similarmente, los
estado estaba limitado por los medios a iu diSposición. cristianos no a]canzaron a comprender cuán profirnda-
ñ;iñ-úbfr"-sido sacudidos lo§ fundamentos del mun-
Foy ese,poder es ilimltado. El avance de la cleñcb y la para qatvar a
tecnología, mientras ha aumentado inconmensurable- áo, I qué esfuerzo inmenso se necesitaba
mente el eontrol del hombre sobre su medio, ha aumen- U'frurñanid.ad del abismo del nihilismo y la desintegra-
tado también el control de la soeiedad sobie el ürdivi- ción espiritual. Estas dos luchas no son' ciertamente,
la
duo, el del estado sobre la socied&d, y eI de los gober- pudieta
nantes sobre el estado. En los nuevói estados, no- sola- misma.- rs posiore que la derrota de Alemania
mente la propiedad y el trabajo de un hombrb, sino su A;ñ, tan füártes cómo siempre los malesenespirituales sl misma,
A.i totatitarisáo, mientras qué la guerra e§,
74A CnrsropHER Dewsoñ
Er, Jurcro DE LAS NacroNns 141
un elemento-_destruetivo
pfritu der nihilis-ml iu'que favorece eI progreso der es_
a"¡h";¿iór;. las situaciones elevadas". Como el cardenal Hinsley dijo
si es posibre utilizár"diuctra
v_ tooo depende de en la proclama que inauguró el movimiento:
puramente materiares iá*ló.ur, ,o pára fines
o aesiiü.ffi;;,;ilo como un "El apóstol escribió estas palabras en la prisión, en-
dio de derener raJiuáia;r.ñ;üüq me_ cadenado entre dos soldados romanos, armados como
ü1. han
roffi., como Burká es-cribió hace un
sido ribe_ para la guerra. Dice, en efecto" que ia enorme panoplia
í,?13Th?rTundo' de la guerra, o los arma,mentos materiales, cuentan
§t-¿J"#fl.trl,'fi %::il-qry[,ilffii:l;T.ii:,;,ffi : poco contra el Espíritu, porque Ia palabra de Dios no
está unida, Verbum Dei nan est A\ligatum. El espÍritu
a.,"o*Já§"i,*fl ñHffi .ff #nldfi.t.g"l¿ no puede ser esclavizado o aprisionado, excepto por su
""*
hombre. Está ¡iu" oárürurta' pñ tH propia traición voluntaria. La Palabra del EspÍritu es
nuestros amigos, poi ,iüu*rru fam,ia, por la Palabra de Dios, y Ia Palabra de Dios es más pene-
"1"'.tr;-dñ;,. ü? nuestra patiia,
por nuestra especie. er-i.rto.es-vaniáiá; trante y aguda que una espada de dos filos,,.
men". si esto es cierto- r-ñrie1rá,;*;-r.? el restols cri- Si los cristianos hubieran comprendido esta verdad,
das der pasaoo, i"6'r;;i,á guerras rimita-
y hubieran hecho de ella su principio de acción, los
eon su carga rnonstruása" 6¡;;;r;
ae oestñ;ü;.
d. ," guerra rorar males que ahora amenezan avasallarnos, no hubieran
menso es soportable, .Ert" mar in_
evitar o previnii**i.- li.i"Ii"ilrrr.o surgido. Pero ésta es, precisamente, Ia verdad que eI rnun-
,i*yoru, aún. urto es,medio
"oiá*"rtu
dad' Io qüe,osotroi cil*'*?.,-porque f de
en reari-
do moderno ha negado. Este ha puesto su confianza en
ríeil ne§ar q9? n *á:,á;r.;^qó p*ru*rs que es di- el "arma de la carne", como los judíos del Antiguo Tes-
sean sus creer:iu. ig; ,"ffiil., .ruresquiera tamento, y ha creído la palabra del hombre y no la de
,ruiiáior*s, sienten que están defen_
diendo' no solamente-ifiri:-gr Dios. Ha trastrocado toda la jerarquÍa de los valores es-
y, su própiedad, sino eo- pirituales, de manera que nuestra civilización ha sido
sas que son mayores volcada, con la care hacia la oscuridad y la nada, y la
a,i" qg9. eilos rñir"ñg, y más pro_
fundas que tos i"térelü^nórit¡;;.";t;;omrcos.
qrue se han revantaoo
espalda contra eI sol de la verdad y la fuente de la
creen
en aerénsá'á. h ;ioi;;;;,
có"íru existencia. Durante un corto tiempo poca im-
ra traieión v -tiene
l;r#*Hi1icia, ü ü;ü" á" tuda ra rru- porúancia que sean décadas o centurias- permaneció pa-
úinando precariamente sobre eI hielo d.elgado del racio-
u.'l preparad:- nalismo y el humanismo secular. Ahora el hielo se ha
ggil"ll*"i3ffi f..rfi:';:,
perorear,erárisrian;-;;ffi 1 arriesgar roto, y somos arrastrados por la corriente, aunque po-
,[];?r,j:n"?*ffi".TTn*l demos engañarnos dlciendo que las fuerzas que han sido
.liberadas
a no hacer menos en et cá:lli:!, son de nuestra propia creación, y siiven a nues-
ou-iol'á".i9r,.t yespirituat que existe tra determinación de ganar el poder
_

,Tff T.,Ll*rauu á áiáiliguar ra pa_


¿Es posible revertir este proceso? Ningún poder hu-
.u,i;*""i#i,ftf"Yfi l,}HifJ§B1T.Til"r*iJ,oáslgnioiüñ-
haromao"comotiruiol,i.il,;brñ;;*s;;Fffir:rHbfl
mano puede detener este deslizamiento hacia el ablsmo.
Puede hacerlo solamente un movimiento profuncro d.e
habta det armamento
lleva a cabo "no contra "rniñig1l- para tl-g,r"rra que H: cambio o conv-ersign, que lleve una vez más al espíritu
ta ü11" y ra sangre, sino se humano en relación vital con el esplritu de Diosl
los principados y podere., contra Cada crisis mundial es, como la palabra lo indica, un
ros gobúnantes de este
"rrtr*p"**i.iááá
mundo de oscurialo- .orriru-lu
espirituar en
juicto y una deeisión, de los cuale§ algo nuevo debe re-
sultar. Es, por 1o tanto, una oportunidad de escuchar
142 Cr¡sroprrEn D¿wsoN Er Juoo DE r.as Nrcro¡vss l4Íl
Ia Parabra de_Dios, y para Eglíritu de
manifestar a ra de desestinrar el poder de la espada. Y asf el hecho de
humanidad sq poáer c"eaaor.
-er
frtil.,"ü esperanza
que que creamos que el poder del Espíritu es aún mayor que
l3:r#f f :"i-sieinprem"ñt¡ár,.ñ6il,'íi.-id"-üi"í"ili,
-
el de la inteligencia, no es raz6n para descuidar la últi-
piie en ñ Tiii,,:E;:' .ü3N:
tu puebro de rai *rrrói' a.ri[ §J;:'i iÍ:'ffil*'fi¡ii.;
'rrt",r.,
ura, que puede ser el instrumento más poüente del Es-
pfritu o su adversarla más formidable.
-¿rü;;á;
qgiié*]
estaremos sarva4os,,. uste' s.ntiao tra ta taz, y La tentativa de la ürteligeneia de construir un mundo
dad urgente y riberarioñ ruul, encuáñil; oii rii,íé.i_ que estarfa enteramente en poder de1 hombre, y oncon-
sohmente un trarfa su fin en é1, no es una eosa nueva. Es, como San
plli$o .v va,so en ra-áctitüáláiigio.u der crisria-
::l9J: corriente.
nrsmo Es.por esto por ro-áüE-ra fe cristiana Agustfn señaló, una tendencia universal que corre a'
ha hecho tan poca iinpreJiO"-d ;í ñ;; través de la historia y toma formas diferentes en las dis-
parece i*póiuíñ. tintas épocas. Pero nunca se ha revelado tan explfcita-
ria. y auri cuando-;rü"dñuenciar rr a;33 #"r1r113¿J
ei rvr*imienio ou iJ'urpada mente como Io hace hoy en el estado totalltario, que
girifu pueda pareeer en .i--*i.ño*"rrl, der Es_ cast ha triunfado en la construcción de un mundo com-
Queña, creo .quq es imporántu, porque ,"[3i?.THIrxrt; pletamente eerrado al Esplritu, no dejando lugar alguno
este heeho vi-tar qu" ñá rüo. tan'&r=."iá;do para la libertad espiritual. Pero el resultado es tan opre-
por las formas más artamend;i,_g?iirffiás e ignorado sivo para la naturaleza humar&, V tan destructivo, que
eetesiástiea. como aióé-ái cáraenál'riiñü, de actividad debe necesariamente producir una reacción de resisten-
desempeñar un paper e" érta rodos pueden cla y revuelta, en la cual se harán sentir una vez más
;ñffi;iJflirit,rar,
et Espírtu divide tur-ao"ñr'iffiHulJrl lorque los elementos cristianos de la cultura occldental. En e.l
su voluntad para emprearlos.. pode*-ñ-ib*ar ou aeuerdo a momento presente puede parecer utópico hablar de la
ella por Ia oiacior, üorrf'estuoio_ parte en llegada de un nuevo orden cristiano: un nuevo crlstla-
es neeesario decir mücho y por ra acción. No nismo. Pero cuanto más comprendemos la distaneia que
acerca ae É primera y de Ia
tercera de esras i*ñ;;'da;
prenden Ia importanciá'at r"á;r'iri caróricos com_ nos separa de nuestra meta y la inmensidad de las difi-
I
ia átra .iáiá¡. reio tañt;i.ffff;!1,[,t:9tr",i:Jg;,'f
cultgdes que tendremos que vencer, más esperanzas hay
de éxito final.
eos se incrinan a descuidar ra
y a desestimar ra importansiá ,.ráiñáluit" interectuar Io que debemos buscar no es la alianza del poder
d'ei;irñi'der pensamien- temporal, como en el antiguo cristianismo, y una confor-
to. La razón rear del- triunfo de roi midad externa a las normas cristianas, sino una reorga-
poderes oue
están eonquistlndo al munáo, y er fracaso
""érá,de ros cristla- ntzaclón de todos los elementos de la vida humana y de
n-os para resistirrgs, ha sido qüe ros piim"ros
han em_ la eivilización por eI poder del Esplritu: el nacimiento
pleado et arma inteÍectuafáir toaa de una comunidad verdadera que no es nl una mas&
pervertidos que sean sus designiri, sü é*téñsión, por más inorgánica de individuos ni una organización mecaniza-
*ióriirá, que ros cris-
tianos se han contentado con ras buenas
intenciones y da del poder, sino un orden espiritual viviente.
principios sanos que han aceptado Et ideal de una comunidad tal, fué el sueño que ins-
como
f't¡é et más granáe ae táaós ros dichdóres, co§a naturar.
Naporeón,
piró a los reformistas pollticos y revolucionarlos de los
quien dijo: "Existen_aos pooeres rlltimos siglos, pero dado que ellos rechazaron el poder
en er mundo, Ia espada
{ l' int-eligencia. A }1 raiga ra espada siempre es venci-
da por Ia inteligencia".
del Espfriüu, sus ideales resultaron lrreales y utópicos,
y no obtuvieron ni libertad sin orden, ni ord.pn sin
wáá:r puéoe áá*á, a Napoleón libtrtad.
"/

144 CnrsroprrER D¿wsoN E¿ Ju¡c¡o DE LAs N¡,c¡oxns 1(tS

estamos luchando contra el orden totalitario. oue


-Ho_y
es la denegación de ta tibertad más sistemátidlñdü;
gue e_l mundo ha visto. pero debemos reconocér, mien-
tras luchamos p_or ta libertad, que la tinertao Áou ño
sarvará al mundo. una paz verdadera sóIo pu*á. séu
asegurada por medio de la restauración aer oi.aen ..pi-
.

rit¡ra|,. porque es solamente en et uspiiitü que er poriár fV ,"r'a :'Ll¿'.


--.1'.:*o.*,,.

I^lt lf:rlr_d pueden concitiarse y uriÍrse, yá que ü Us_


"'''\
,t'' qt"
q?ql_d_.I EspÍritu es tanto er pocier que füeae'u¡rarnos
\!

oe las manos del, enemigo, RETORNO A LA UNIDAD CRISTIANA.'' ',


-como ra füerzá que aeipier[á
y libera las fuentes dormíaas .f
de la enéiáia de la natu_
raleza humana ;r-(+'
1-

,'
) , i'"
.¡"
iu*
t
1\

S t ,u fe cristiana contiene fuentes tan vastas de ener-


gía y poder espiritual, si la Iglesia es eI órgano divino
de transformación mundial y la simiente de una nueva
humanidad, ¿cómo es que el mundo todo eI
mundo cristiano- ha decaído hasta llegar --sobre
al estado ac-
tual? Desde el punto de vista cristiano es fácil compren-
der la persecución, la adversidad externa y el fracaso,
pero es mucho más duro enfrentarse con el fracaso del
cristianismo en eI plano espiritual. No es simplemente
que la civilización moderna se haya secularizádo, sino
que los cristianos han permitido que tal cosa sueediera.
En el pasado la fglesia aportó los líderes espirituales y
maestros de Europa. Controlaba las universidades, po-
seía en cada ciudád, en cada pueblo, en cada pedaádde
tierra de la cristiandad un céntro de ürstrucóión Dara
la -predicación del evangelio y la formación de la'opi-
nión cristiana. Si esto se está perdiendo, lo cual ha §u-
cedido casi enteramente, no podemos rehusar toda la
r_esponsabilidad y arrojar la cénsura sobre los hombros
de los racionalistas y los anticlericales. como ya lo he
señalado en el caplttilo IIr, la causa principat dé la secu-
larización de la cultura occidental la constituyen las di-
visiones religiosas entre los cristianos. Tras Ia crisis pre-
CnrsroprrER Dr¡rso
I,
146 Er, Jurcro DE Las Nlcrowrs L47
N

sente en Ia vida de.Europa, se encuentran sigros


de des- fl disensiones y disputas, y que ereen que la condición
Iii,"l religiosa y disputás-,'que han dividido las mentes { principal de aceión común consiste, para los cristianos,
iililil"ü::
han des-
qy., é' er,:i"it, que puede
en renunciar a sus diferencias y unirse de inmediato
sobre las bases de las verdades que mantienen en cotnún,
::*i*:j:yr:,.T:_*:^:l'1.1"*rós-intJreréu
:3lflT1:
egofsmo de ?l-.:S1rg_ 99-
las clases V pue¡fos.
áiíuiütí y:; y eue, en su opinión, forman la esencia del cristianismo.
DeI otro lado se encuentran aquellos para quienes las
El retorno ar cristianismo es, por ro tanto, ra condi- divisiones entre los cristianos son reales, y tan impor-
indispensabre tantes gue oscurecen la existencia de cualquier elemento
"Jól espiritual,. que.para
d.-.d
Ia restáürácion- de ra eomunr-
eonstituirf; riñ-iuente nueva de común. El eristianismo no es nada más que un nombre
vida para nuestrá civilizaeión. que se emplea para cubrir un número de religiones dis-
. Fst. prineipio es aeeptado, en teorfa, por todos ros
tintas que no tienen entre ellas en común más de lo que
eristianos sinceros, p.erq -en la' pi¿cuéa Ixisten aiiárén- tienen con otras religiones que no son llamadas cris-
cias profundas de opinión, no sórd ánire árdrúü-i.ñ- Uanas.
testantes, sino aun éntre rbs mismos caioiicos Ciertamente, nlnguna de estas posiciones extremas
protestantes, eon resneeto a los. m¿toaos v loi ffrr-
ros "máárr"T, es aceptable para nosotros, y ambas han fracasado en
Ios cuares p-uede ser obtenrda
1a.}niáád,-i-rrári";r güe; lo misma, al desestimar la importancia de la creencia
en que pueden eooperar los erlstianos, religiosa. Otra opinión tiende a lo que los teólogos cató-
visiones, en Ia aeeión eomún para enfrentarse ae ñlai-_
á"pesa"
a Ia erlsls licos llaman "indiferentismo" oo sea que las creencias
presente de Ia civilización. religiosas no interesar, yy que la voluntad de cooperar
es todo. La opinión rigorista concentra tanto su aten-
naeer olr su voz en esta hora de oseuridad. De otra
ma- ción sobre la -cuestión -de la autoridad y el orden ecle-
ner.a Ia patabra pasará a la voz dura
V óáior" ael áAvár_ siástico, que ignora o desestima la importancia de las
sario de Dfos, qüe tambtén es ttamá.ío-ü acusáaor áe ereencias, los valores morales, las tradiciones religiosas
los herrnanosí'. En las áihsiones de loJ crisuanos
ha en_ y los sacramentos y formas de adoración comunes, que
eontrado campo pror¡ieio p?_ra su acus&erón, y existen en el centro de las divisiones religiosas del mün-
ir i,ermi-
liqgr que estas divisioneslilenctán á conirrna*n
testimonio, estaremos rinaiéndonos tñi.io"rndonuestro
do cristiano. Tenemos el claro testimonio apostólico, co-
I nues- mo el criterio fundamental del cristianismo: ,,por esto
tra causa en el punto y momentó deóisrvos. es conocido el Espíritu de Dios. Toclo esplritu que con-
..-.sin embargo, subsiste er hecho de que Ios crrstianos {i.ga que Jesucristo ha venido encarnadó, es dé Dios y
difieren en materia de ereenela r do oiáán. Esüán dtvt todo espfritu que niega a Jesús no es de Dios, y éste es
ai*qq nor sigros v.sigros de disput"asy .óñ[roverst¿s. el Anticristo."
existido persecueiones.y-contia perieeuci**r. rranCa; Hoy tenemos que enfrentar al Anticristo en una for-
eo_
rrido ríos cte .§ansre, f !ódos estos'erroiel a:-ntiguo;, Iodi, ma nueva, el Anticristo totalitario o la organización to-
estas enemist?def y aivisrgnes, han oáilad "ñ* ñüü; tal de la sociedad humana sobre principios anticristia-
eomo las mutflaclones y clgatrices de ,18; nerraas -ál
nos. Este es el enemigo que tiene que combatir Ia Espa-
el. cuerpo del cristianismo. Tal situaclón pi.bvoca
dól ac- da del Esplritu, y por lo tanto tendría que ser la eausa
titudes contrarias al problema de ra cooperacrón crrs- común para todos aquellos que se egrupan bajo el nom-
tiana. De un rado se éncuentran aqüerios"q* están-ln bre de Cristo. Aqul, sin ningún compromiso de princi-
rebelión eontra er oscuro prontuario' aCi-crtiit*nrsiuo plos o ninguna exclusividad limitada, existe un caso cla-
¿e
148 CnlsroprrER D.l,wsoN
Er furcro DE LAs N.rclo¡vns I49
en tos campos más espirituales y pro-
il"1."s:operación
exacto,.si §g entiende que quiere decir que lo que es mo-
"Ellos son der mundo: po.T_Jg tanto habran der mun- ralmente ilícito nunca puede ser ventajoso para eI pue-
do y el mundo_Ios escucña,i. ,,T.! ñ;H'ñios
y has ven_ Dlo. Hasta eI antiguo paganñmo reconocló que ta ma^:rt-
;Iff .?ráXf:,"fllt",fálo'
es ui-quñ.tá ;d ;üüti ma serfa enteramente exacta si se invirtiera y se leye-
sin embarg,o, Ia rlamada de ra Espada der Esprritu
ra: ¡Nada es ventajoso si no es moralmente -bueno- al
mismo tiempo, pero porque es moralmente bueno es útil
no está limitaáa a ros crisiianos, a quienes también! (C_icerón, "De Offieiis,, III. B0). Este principio
prineipalmente. u nuevo Anticristo -es fué dirigida
también er ene_ fundamerltaf, tomado de la ley moral, podría signifióar
migo de Dios y der rro-miie, y todos ros en las relaeiones entre los estádos, un -estado pérpetuo
cientes en argú-n graáo de lá"exis[áñ.il hombres eons- de ggerra entre las varias nacioned; en la vida aet'esta-
perior a ta aE-ia u. una ley su-
Fdál a ra der inrerés individuar o do, éste confunde_ la ventaja y el áereeho, V se rehusa
nacional, tienen
-er derecíro y_et d.b.r-a; ,nirse a esa
eruzada. Esta es Ia
a reconocer el hecho fundamental de que el hombre, co-
base aela tly§riürr'r, u ra que tan_ mo persona,-posee dereehos dados por Dios, que deben
to v tan a menudo se rrál- r.Téiiái] I'üúu es expuesta ser preservados de eualquier tentativa de la cómunidad
extensamente en tas .rrciáicas p?p4ér.
lamente el pasaje au ü u".llricdaé títiie;í"ru: a negar,-suprirnir o impedir su ejercicio. pasar por alto
rio'xi
sia en Aremaniá, que es má,i-aiñúñrriiu sobre ra igle-
esta verdad es perder
-de
vista el hecho de que ii verda-
asunto que estamo-s tratanáo. apricabre ar dero bien comrln es definido y descubierto-en la natu-
raleza del hombre, con su cdordinación armoniosa de
"La tendencia der momento presente consiste derechos p_ersonales y obligaciones sociales, asi como oet
sociar más v más, no sol,amente ia-Lñsuf"";; en di- propósito de la
-ia ñr"L .sociedad que es determinaáo por la mis-
ma natutaleza humana.
sino también ros fundamentos ae El
de ta fe verdadera en Dios y au lór-ñriáápbsh ¡"rti.iá,
y La soeiedad es consiherada por
el creador como un medio para el desarrollo compl'eto
de Dios. Aouí tengmoj prgg-ente, €rr -espeóiár;
b
',üil;
reverados de las faeütades det individiror y
_un rromuie tiéñí qrié
uamado usüarme"6 Luí-ñ;ffiál ,."iítáf por hacer uso de la sociedad, ya danao, y& tomando, pára
del creador mismo en ras [a¡rá; ábü;ñ;ó" ra mano su pr-opio bien y para el 6ien de tos -demás. euri ñAl
der hombre
(Rom. 2.14
"rgl)¡
para-quá
que no esté cegada-por
toá;;ad;;d-hü#ñ; aquellos valores univers-al.r-y superiores, que no pueaeñ
ser comprendidos por el inaivi¿üo, qino-úñicameñte poi
rds pasion.lI
leer en estas tábras.'por ios'preceptoi ¿s f,ecaaoi piña; la sggie_$ad, ¡on proyeetados por eÍ creador para n cáu-
dJ ásta Ley Natu-
ral, toda rev positiva, cuarqiiiéñ-áyr;;' er legisrador, sa det fin del hombie, para sü desenvolvimié"ió
p_19.q? se, ¡ionaa;
morat, y
ü ü;ü. se refiere a su conrenido
y supernatural, y su perfección. cualquiera que viore"átuiár
te orden, conmueve los pilares de ra §ociedaá y ariiásga
ás-
-gn consecuencia a ta legáiidáJ ñ .r, autoridad
su obtigaeión gn conciencia- Éstas su tranquilidad, su seguridad y aún su existericia.
son comptetamente opuestas a n iéy lJyJs-rrumanas oue
{_? *El ereyente tiene un derecho
defecto innato,_que_ do_puede ñáffi;I;ññ;H; inatienable de profesar
f9, y de practicarla en la forma que más te cdnvenga.
pulsión ni po-r gñ ae¡priéá"g ser crirado ni por la com_ !u
á;fñrzas.
ta norma debemos júzga"r tambiéñ-ul-pi.i"cipio por es- Las leyes que suprimen o dificultan la profesión y prác-
""trr"" fi¡nda- tica de esta fe son contrarias a la ley natural". (,lVtit
mental: ¡Es justo ro- qqé oé-r,t"JórJi#ü^ur
cierto que se re puedddar"ra esté puebro! Es brennender Sorge" 34 y 35).
iiiinciü;-* significado Se advertirá que este pasaie concluye con una afir-
mación rotr¡nda del dereeho de la ltbertad rellgiosa. Esta
I50 CnrsroprrEn DlwsoN Er Ju¡cro DE rJ\s Nlc¡oxus 151

euestión ha sido uno de aquellos poderes de la oscuridad espiritual, acerca de los


la cooperación cristiana, ros ojostácuros en eI camino de
áq gr mó"i*ienio ae ra Espada cuales escribe San Pablo en su epístola a los efesios, de
der Espíritu, ya_ que ros óátén.ñ;'iiJ" donde ha derivado su nombre La Espada del EspÍritu.
principio. ReÁu*á ciaro;;i" ,u.onocido este
én todJ ú a;r"iü "á;'ü ñlpqgu,embargo, rri"IJ#;fg,"j'; Ningún remedio secular puede remediar las necesidades
te hecho particurar aurni+#,-ffli fHkl
hü-diüá"liá "o. opinión entre
del mr¡ndo; ningún esfuerzo puramente moral puede res-
taurar la ilaz virdaderq y -eI or$e¡r. espiritual de la so-
"o ;i!.gu
catóticos v proteiiáni.I,
ü-rr..rrido igual_ ciedad. n ünico fin, hacia el cual debe ser dirigida la ac-
mente en ra defensa aé iJ rinériáa
"üái "s
que pÍo x*ama "ral *ii ñ.*í; contra ro ción cristia¡a, es Ia restauración de todas las cosas en
giosa organiza dd", ;iá üru-"cia "-Jpíiir,r"r,
a"."rtioidumbre reri_ Cristo. Toda ia enseñanza catÓlica sobre acciÓn social,
de tos medios normales dJ áetáñsá;,de ,ioiili", verfdieas v ¿urante et siglo presente, ha sido basada en Ia doctrina
f,ñ;d.,, 8) que soñ
características de_r estáao totutitariá.-Nt''nay del reinado rlnivérsal de Crisbo, que es la respuesta de la
existe una sran difereñ¿ia ;";i;ñiéi, duda oue IgleSia a las pretensiones universales de los sistemas to-
mo y ras igresias libler,. ó*r, titre et catouóis- tatitafios, Peio a pe§ar de sus implicaciones enormes, €s-
privitegios que una igreíia 1e¡pecto a ros derechos v ta doctrina no séría un obstácuio para la cooperaciÓn
pretender. Fero ra m"ismi ásta¡iüiüp;"i, ¡i,.iá#Iitü crisüiana: e§ un principio de unidad, no de divisron, por-
y3 tiSeramenre oistinlál dii**;ü*riiJ;, en una for-
ü {üo, cUandO el rernadO de Crisüo §ea reconocido, no coulo
üna absüraceiÓn üeológica, sino como una realidad social,
i!tr*$i#áf¡:il..',irr,-,1'¿t:n,lHitr#,trjird;
parl ñi'ü;?t'e unirse -e-ontrá
tas üVisione§ del crisuianismo serán hechas a un iado,
il??fri':tfffi3te -a ñ ñ: y la ro;aa, humana realiza¡á su unidad orgánica bajo su
gianaésigü.;l3-li.f8ii#Jt.i:,i11,.,:r,it;:,]Th".f üabeza Divina.
dición de iodel _¡ nriv¡égro, y Ios derechos #i: Ahor&, esta meta de la unidad espifitual puede pare-
cer l¡rtinitAmente remota de los hechos del mundo ac-
tual, de la reaüdad de une civilizaciÓn que se ha alejado
fl**H;.1:tskardi.iutr;,#tffi,,};,.{ü.,.ql de Dios y se ha convertido en servidora de fuerzas de-
Esa libert?g reli.giosa es, monfaeas. PArece infinitamente remota aún de los hechos
en mi opinión, uno de aque-
llos "principios ae rinertaiir,rr"rr?
j. oe ra Ley Natural,,, del mundo religioso, que está divictido y desintegrado tan
que están espeeificados
uñ ra consiitucl#, .o*o ras mi- penosamente. §in embargo, esta visión de unioad no es
ras fundamentares der
es ciertamente una pérdidá-
**Ir"{rr;r-i;;o es admitido,
meramente una especie de utopismo cristiano; es una
realtdad espiritual viviente que no puede ser más negada
üí.pb", "
?qrr,. .disputar entre elros acerca oe ias causas de
argo peor
o destrulda que la unidad de la raza humana en el or-
-que en- su origen son más bien rerigiosas
fricción,. den natural. Como un teólogo católico ha escrito recien-
que políticas. Debemos récordar, sin temente: "Todos los hombres son, en su corazón, en po-
principios de Ia Ley Naturar, esenciaresá*üurgo, que ros tencia, miembros de Cristo, y por lo tanto de su Cuerpo,
tituyen soramente una base'mrnima áecomo son, cons- Ia lglesira. Y esta potencialidad no es meramente una
El llamado verdadero de ra Espada á.iurpiritu, átcion comtin.
es dtri_
postbtlldad remota puramente abstracta. Este principio,
si{9 .a B gracia J al poder a.'óior,
ft;
,oo,, ros únrcos el poder de Crlsto y su Esplritu, está presente en todas
suficientemente fuertei como para paites. También edste la libertad de aceptar o rechazar.
oponer§e y de$otar a
152 Cn¡sroplrER D.twsoN Er. Jurcro DE LAs Nlcroxrs 153

La hermandad universal está abierta a todos, y no re- imposible, porque ignora la naturaleza real de nuestro
ehaza a ninguno,, (1). AéÉaóuér¿o. Coneedlendo que los eatólicos, ang{ctngs,
creemoi"que la creación de esta sociedad aivina es óitódoios,-tuteranos lasy i[lesias libres crean eq l? Igte-
{9. impo-rta'?cia infinitamente mlyór qñ t,do ro suce- sia del Díos Vivo, cómo pltar de la verdad,. subsiste. el
dido en la historia,-y que_es_solamehte c1¡n esta sóóiá¿uá, frátfró quu no es É mismd Iglesia, qn u+ sentido institu-
.que la_ humanidad püede liberarse de la maldieión de áio"ai ónietivo, la que es el ón¡eto de esta fe. Vemos esto
los malentendidos y ias luchas fratricidasr que rran cons- más clarámenúe en- el caso de los católicos y ortodoxos.
tjtui9o la pallq qué te correspondió a iá Éumanidad eaí- Tenemos aquí dos soeiedades espirituales perfeetamente
lp:.L:t de esta sociedad, güe es ta caridad, es
9!$"itucapaz concretas y ¿etinidamente orgánizada,s, que están de
er unrco qocter de dar nueva vida, ,,por esto sabe_ acuerdo, hásta un grado notable, en Ia concepción de
mos que hemos. pasado de ra muerte a'rd vida, poiá"u su natuialeza y seriicio, pero que son mutuamente ex-
amamos a nuestros hermanos,,. clusivas, ya qu"e parecería que buanto más pr_ofunda e§
. L* p*usente erisis mundial debe ser juzgada por los su creencia eh "Ia lg1esia", más completa es la-separa-
cristianos en reración a estas verdadei turlaamehtáres ción entre ellas. En eI caso del protestantismo y las igle-
P:1.1o:--c?fgar con nuestra parte F,esporrraUiliááá. sias libres, la situación es, por §upuesto, definida mucho
rremos fracasado aI intentar hacer ofr nüestras voóéi menos claramente, debido á la desaparición completa de
ante las naciones._ Hemos permitido qüá ;i* visión rén- unidad estructural e intelectual. Sin embargo, es conce-
dita dp ta p1r, ta Ciudad dA Dios, guyá--iuf es la VeráaO, bible que la reacción contra la tendencia separatista del
cuya ley. eq ta-_c-a1idad. cuya troirteía eJ"ra nté*rriááá;i protesiantismo, de ta cual el Movimiento Ecuménico es
:?r^:g]l"P por eJ potvo áe ta conrrovér¡ial1i*ftaau; ét e¡emplo más notable, podría dar por resultado la crea-
ar campo de nuestra proqia
_vista parciar y áeriiiÉdh_ cióri de un cristianismo protestanté reunido, que podría
.. Sin embar.ggr por póco'leales qud rrayán iiao los éñl-
flanos a su misión, en el p-asado y-en el fresente, eiéemos
levantarse contra Ia Iglesia católiea, en la misma forma
que la ortodoxia oriental lo hizo en el pasado.
qqq eJ pod-er transformator y a.i'e.piri[ü Así somos llevados otra vez aL problema fundamen-
-áe -óiisa";
ieqeneráaor
:*1"J11i1-pr.sente en ta igtes"iá t-üü;-;i tal de la desunión cristiana, {ue es el problema del
nosotros. cumplimos con nuestia parte en Ia táíea,
manifestará una vez más este póoer en respuest:áál;
oiái cisma. En realidad este problema está tan estrecha-
gran necesidad del mundo. mente asociado con el de la herejía, como en la diferen-
cia de opinión religiosa, güe es muy fácil confundir uno
con otro. Pero, sin embargo, es muy importante dlstin-
guirlos cuidadosamente, y considerar en sí misma la na-
turaleza del cisma, porque creo que en éste, más que en
2 la herejía, se encuentra la clave del problema de la des-
unión del Cristianismo. La hereila, como regla, no es la
causa de} cisma, sino una excusa para é1, o más bien
puede ser objetado que Ia colaboración de ros una racionalizaéiÓn de é1. Tras de cada herejla se en-
-_. P.uro sobre la
cru¡uanos, base de principios ftrndamentales, és cuentra algUna clase de conflicto social, Y es solamente
resolviendo este conflicto que §e puede restaurar la
(r) "socieilad' ile la lglesid'. victor 'white, o. p,, Dominicos, sep.
unidad.
1911, p. d68. para ilustrar lo que quiero significar, tomaré como
154 Cn¡sTopEER DewsoN
Er Jurcto DE LAs N.tcrowrs 155
ejemplo er cisma entre ras igresias
bizanlir* y annenia,
conrroversia erri ro i"ti"l'*iñr¡{d'HffiIi" los armenios, porque pertenecemos a un mundo diferen-
§s"fl:s"esa te, y si ayuna?noq ¿espués de todo, encontramos difícil
compreram;"?:1ll,f,?:?"iXtl,ixt:he%iü;f;f
ra herejía de ros foónóJ;ír,á,
i rñ;i;hs *-f
del conseio
conipienáer cómo'la génte puede conceder laqta impor-
tancia a las cuestiones que se refieren a cuándo y cómo
de charcedon; asunros afu,.*!*l r"iiiáñdL debe llevarse a cabo el áyuno. Pero, ¿podemos estar se-
y sutiles;üffii-
volucraban ros propremal más piotuna6i guros que ese mismo espíiitu no es hoy lguPlmente fuer-
eiencia teológicá. §in em¡arso, de Ia
aun desde er principio, le, aunque tome formás complet4mente distlntas? Re-
es obvio oue las pasionás-que"ríen"ió"
jandrla de tu*uilgT iá. ca,es de Áte- cuerdo ñaber leído, hace varios años, la historia de un
-"üüqe, e rriéiáron ruerrar a ros eminente teótogo no conformista, cuyo nombre he olvi-
obispos como a anir¡íalás-sárvá¡á*,-ñi' dado, que me chocó, como un ejemplo de esta intoleran-
radas por u1 cleseo p*á ué ñ';&,üá ütuyieron insni- cia. Es-te teólogo habfa viajado a Asls, y estaba enorme-
por motivos puramerite rerieiosoi iiorósica ni aun
á, óü"iquier crase. Fué mente impresionado con la historia de San Francisco- y
un espÍritu qg í.ffi.'i.rigiosos, pero f el arte medioeval en que está expresada. Pero una tarde,
cuya fuerza reari;;;utr-n*'impñó
era oe ü misnia cl;td;ra que r'
cuando visitaba la iglesia más baja, se encontró con un
luehas polÍticas, y aún- güárrffi y ocaslona
fraile y un grupo de campesinas que hacían las estacio-
,d
J

y cuando dejamos eiconfli:É,p_pciparrevoluciones. {l


nes de la Cruz, entonando aI mismo tiempo uno de e§o§
a Efeso y a tristes cantos tradicionales, que son tan distintos de
AlejandrÍa v ; ñ,
fll

lgbamos resut[ado, i.rt rdarios en nuestros himnos ingleses, e impresionan por sus acentos
Armenia o Ánisiñiu,-rá.üria
ouvio que er erenoento teoró-
4ro ha dejado de i"*;;; prácticlñ*tu
er conflicto rear es. de sentinafentos en cuen ta, y
orientales. De súbito, experimentó una reacción violen-
ta de sus sentimientos, y se dijo: "Esta religión no es
mo ejempto t1{irmaeion, qqg ññ;res. Tomo co- la mfa, y este Dios no es eI Dios que adoro".
griega la semana antes aparecía en ," üt,rgia Este caso me parece un ejemplo perfecto, porque el
deia-cuaiur*lv que he citado
en "La esrrucrurl g" Edpu,iñ;H:
ces matditos armenios em¡iiezan áiu, r* tres ve_
motivo teológico o intelectual está enteramente ausente.
No es lo mismo que si él vacilara por la Mariolatría, o
su.avrrno niñérñJ, qü por la pompa de una misa solemne. Se rebeló en Italia
ellos ltaman
y huevos, para "ltrrgyron, ie*o nosotrói-óómemos quesos por la misma causa, por la cual el no conformismo evan-
refutar sir t er-e¡ia;. Ááiri,-én mt oprnión, gelista se ha levantado en Inglatema, como una mani-
podemos ver en un estado ca
iaaisensiorrr.rigi;.*-p;;;t'J.fr?i".i*:H'lt:::-:ffi iestación espontánea de Ia devoción cristocéntrica popu-
lar. Y Io que lo trastornó no fué ninguna divergencia
nifica que.ros grregos consideraban
gente bestiar. y g"é estaban seguros á lóJ **enios como de opinÍones teológicas sino solamente eI escenario ex-
&e obrarfan mar
;r;ú; cosa. yaedonde traño y la tradición cultural diferente.que separa el mun-
Itgrprr que rücit-ian reina un es-
podrÍa áspeiarsg de rás aiscr¡sioneJ do de la Italia campeslna de la próspera clase media
fifilxrl'hr,r$tu tJ* inglesa. . *'' '"''S
.{peso **,ur,iH8'áirá:",:, X!i*iA,H Xffi?,$;*,f*: No hay necesidad de preocupa,rse de este punto. Fué
biera enconrraao.nilgqn; airiáurr;ü .ó;er cuarquie_ comprenciiOo sóIo demasiádo forzadamente por los ery.Ii-
p. otrg ?, y $ no rru¡ióia srdo ta doc_ torei y pensadores del Entightenme¿ü desde Bayle a Gib-
trina de ?rg,r.11-teorg.Sic
ra Encarnacidn,-úai,ria bon y tt omas Paine, y fué responsablg 9n gryn parte
É"ü" üürmente
Arrora nos resutta thcu e,ondenor otra.
de la reacción contra la ortodoxia en eI slglo dieciocho.
a ios grtegos ya
Pero, senslblemente, su u§o c6mo arma eontra la reli-
156 CnrsropEER D¿wsoN Er. Jurcro DE LAs N¿croNrs " r57

gión revelada ha tendido histórico. Si hubiera sido posible llevar la vida a un nivel
a enceg.uecer a Ios
respecro á su sisñificáAo*rqat.apologéticos muerto de uniformidad, en el cual, ingleses y españoles,
fi::r?füBsrcon La hfsroria franceses y alemanes, hubieran sido todos iguales, las
contrárse;fl ff&#L?x,ti,:3,tr#f jni§l;;?"ii.,i?ffi condiciones hubieran sido más favorables para la unidad
siglo dieciocho, a -.u¡l;,^ .¡"¡1r"yérráo- I religiosa, pero la civilización europea hubiera sido infi-
ramente racional de ta ieligion;,ú;ilu"en üna f,osofía pu- nitamente más pobre y menos vital, y probablemente su
dades absürac-tu¡ q"u .óñ -iooastas generáli_ vida religiosa se hubiera empobrecido y hecho menos vi-
.o*urres a
de retigiu".p,
de ra rerigión, t:iffiá i!'us nada *á, qr" elras formas
fanrasma
tal también. Es el pecado habitual de los idealistas sa-
Qle ronáá-ra-tüñurT.-n fg muerta-y crificar la realidad a sus ideales; rechazar a la vida por-
ra esperanza pg*aioa. óüá¡11ié, i.^.risü; rear debe que ésta no alcanza la altura de sus ideales; y este vieio
nocer, por ularado, et carrácter_o¡¡-ái?iáae reco_ prevalece tanto entre los idealistas religiosos como entre
,grosa u verdad re_ los laicos. Si condenamos el principio de la diversidad
et otro,-v,d
de aquÍ ra necJsiááo ,í¿!
;ñ{ts-retigión,
ffi ieorogía_ y por o polaridad en la historia y demandamos una civiliza-
en formas "::*i&A;
con_cretas ápróiroas de represenrarse ción abstracta uniforme que evitará los riesgos de las
Ia tradición cutrurJ olí erl cárácter-nacionái-y guerras y los cismas religiosos, atentamos contra la vida
ü,!.Fió.-nl *;.f;rrurat que to!
campesinos itatianos
sus senrimienros , ñ; t.*¡"*r'iilgr.ru, expresen
de la misma manera que si condenáramos la diferencia
de los sexos, como muchos heréticos lo han hecho, por-
_en rórmá_ di;¿i#;i m ü"u estarñ mat
es que adoraran dioses que conduce a Ia inrnoralidad. Y éste no es un mal-pa-
a otros como separado. oi]árentes ó].'áoilsideraran unos ralelo, porque la polaridad o dualismo de la cultura de
po de ra rgresii áála mente ae cristo y der
cuer_
responden a estímulos ;,;0.,-ñ'.;1Hálaje disrinro v
noiq". que he hablado, no es sino un ejemplo de ese ritmo uni-
ámóciona.res difeientes. versal de la vida que eneuentra su expresión más nota-
En otraÉ ble en la división de los sexos. Por supüesto que no quie-
sfr'#ffi ;sTr'#ai*-áu"rii"onotenari*anqu.invorucrar ro decir que Ia dualidad de la cultura es una ley fija,
Apenas es n-ecesario absoluta e inalterable; es más bien una tendencia qúe
señ arar ta importaneia
que tiene actúa en diversas formas en las sociedades diferentes y
LftH]'á,-á,:ll.H,g.i:ffi1:l
,c*mo rlo es la religié"-áu'sud; ii*,H,t.,.f ?#j: en époeas distintas del desenvolvimiento de una misma
de sates y Bossuur; ?s i;;áI,'s*
Ja-;trgq #tl",w"ps Franeisco
sociedad. Pero ésta es una tendencia que se encuentra
siempre presente y que parece mostrarse más claramen-
adoran i,*¿g"lli y Dagoes te détinida cuando la vida social y la cultura son más
que sus saeerd"h;-i* ;g.i. *iáoñiul'y nacen rodo
-que ras
ro vitales y creadoras, como por ejemplo en la época del
iiloi;áy-^ü*r"o'#irmo puede
cirse der católieo cóñiuñtt,'-
utatis mutandis. de- Renacimiento.
Baio los hechos teorogül Cualquier punto vital en la vida de la socledad puede
y protesranrismo, ru .rJrá"trí que dividen ar catolieismo
convertirse en el centro de una polarización tal, y donde
entre Ia Europa meridionai á;;;lisma curturar una cultura tiene una organización excepcionalmente rí-
Iu. ,.ñütrilnar, que
biera existido aunque r .Ñ; rruniera apare- hu- gida, como en el imperio Bizantino, el principio de dua-
cido nunca. Dero. qu. el cris[ia"¡r*r-rro lidad puede encontrar su expresión en una división apa-
ar óx-isu, ,á-tilarce in6vita-
blemente en üermin'os-réiüñ1o.. rentemente arbitraria, como aquella de las facciones del
sin embargo, esta olñorres naturar, Circo Azules y los Verdes- que desempeñó un pa-
condenaoa eoñó per¡uaiclái, y, que y no puede §er pel tan-Ios
importante en la vida social de Constantinopla.
es paite der proceso
I58 Cn¡sroprrER DlwsoN Er, Ju¡c¡o DE LAs Nrcroxrs 159

sln 9n1uargo,_la raza y la religión son los puntos vitales,


alrededor de los cuales se unen las fuerzai ae oposición su carácter social, veremo§ que la oposición de la .ISte-
de la soeiedad. Asi vemos cómo ras corrienies j?;i;y iia y ta Capilta, de la conformidad y la d§idencia, tiene
dórica forman unal importancia en la vida {e l1s pequeSps ciudades y
_toq
d-os polos opuestos de ta socied"ad grie-
g-&, y cómo se definieron finalmente
aldeas inglesas de los siglos dieciocho y diecinueve, que
en el conflicto entre deja *"f atrás las diferencias entre las varias sectas
Atenas y Esparta, que dividió a Grecia cinco sigtos A. seóaratlítas. Y hasta clerto punto, al menos, esta opo-
c.
-
Algunas veces ras dos crases de motivos se unen v sitiiOn religlosa constituye un fondo o fundamento espi-
refuerzan unp gta o!ra, como en rilanaál¿ñ,ñ
sas de la rerigión y üñ;ri- rttual parl la divtsión pótltica entre los grandes partldos
.ra'ruza se identidóáion, ae máñra ingtesei, de manera que en muchlf partes de Inglat-erra
gue ta. oposición ehrre cerras y Angioüjo".Jlnéóñiié se-admttió que un separatista pudiera- ser_un buen ltbe-
expresión retigiosa en ta oposicíon-aE-átátüó; y ral y un dtst¿ente, uñ buen cohservador. Es muy clgrto
compiobamos en horonia- uñ áIia¿o- iiinffi;- ñffir: que-elmetodismo apareció en una époc.a -el g.ue los li!"-
1?t_t9r.que de
cosas, eneontró allí expresión doble; primero Gm"* ütes representaban el orden social establecldo, y 9.b..
tró en él conflicto entre Ioi polacos-óátliií"o, y rusos su tmpcitancia al hecho de que-hizo su.llamado prinei-
todoxos en er este, mientras que en er sui, donde or_
er con- pal a fas clases qug no tenfag franquiqias-, a las cuales
flicto era Duramente naeionár entre ros-irorá.ó, ;ñ-- ñtngrfn partido piüftico de la época habla dirtgido apela-
trfacos catiricos, ros ru"ti*iü"ü;1;#'rü.rro, intensos f ción directa alguna.
y.la oposición eultural menos tuertem;"fu marcada. por Pero, cualquiera que sea la opinión que podamos te-
otra pqrlg, ep
-Bohgmia, en_un perf;do'interior, donde ner de las ceu-sas de óualquier cisma en particular )¡ del
|q,oposición de ros ch-ecós y cárdáñós Je lnanifestó tam- signiftcado social de movimientos religiosoq en partlcu-
bién en una for113, rerigiosá, er nacionaii*mo lai, no puede haber, creo, ninguna cuestión aeerca de
una forma herética y qr iúnu¡o eslavo tomó
eon la causa de Ia Igiesia. úáima;ó ,. identificó que en tb fristoria det cristianismo, desde el perlodo qe
lbs padres de la iglesla hasta los tiempos modernos, la
Pero, por añadidura a estos casos, donde herelfa y el eisma han derivado su impulso principal de
de polaridad sociar está demostraáo á,, iu er principio
forma más eausas sociológieas, de manera que un estadista que hu-
cruda, tenemos una forma más sutii dá-pálu*iaáo io-éiá: biese eneontrado la forma de satisfacer las aspiraeiones
religiosa qxe se desenvuelve dentro de ia sociedaa ná- naeionales de los Checos en el siglo XV, o las de los Egip-
cional unificad&, v. «rentro de las rronterál ¿e una traai- cios en el siglo V, hubiera hecho más para reducir la
ción retigtosa coniún. un ejempto nóta¡iá ou esto. puáá. fuerza centrffuga de los movimientos de los Husitas o
encontrarse en rnghterraj ooñoe la tensió" A;-iü*zru los Monotefstas, que un teólogo que hiciera la defensa
sociafes opuestas éncuentiu, g{presión en ra -óposiórn más brillante y convincente de la comunión o de la doc-
religiosa entre.tas igre_sias establécidas ñ sepaiatis[ái. trlna de las dos naturalezas de Cristo. Mientras que es
,
{desunión
primera- vista puedq.parecer como si rá áiüilrid;d
de los séparati-stas se encontrara en contradic-I
muy dudoso si la conversión es verdadera, porque SuIl-
qu; fós egipcios hubieran aeeptado la doctrina de Chal-
gj9l con lo.gue rrddicrro acerca det cismá rerigióñ-ü,mo
una-erpresión de dualidad de cultura y la teñoáncñ-A; é"drrr, früÉteran encontrado otro campo de división,
las fuerzas sociates a converger akeáéaoi o. áós-ñró, mtentras que el motivo sociológico de esa divlsión per-
pero.si ponemos aá udo er áJpect" maneciera i¡ralterable.
táól6diJ el- problema de la
¿Qué tiene que ver to{o esto eon
lp_uestos.
del no conformismo, y concentramos ouesüra atencióñ en
reuirtón, tal e¡mo e¡dste hoy dla? Serfa un error pr1¡
I

160 CnriTopHER D¿wsoN Er, furcto DE LAS Neclor,rps 161

trld.o llegar a ra eoncrusió+ dg guer porgue Ia desunión


religiosa estuvo, en el pasa sarias, pero no e§ meno§ evidente qge..la -pasión {.- lu
rebeüéri que llevó a un gran jefe.espiritual, como Mar-
rdi*ñ,tr.ü,ii',;ffi?ái,{klTiff,?,;,:,HHff
como un m* que_ no frueou s.i- dñ;á;udo il?iü iín r,uterb, aI cisma y á ta herejía, no fué puramente
que por *ugioj ng]ítigos y económicos.-r,t;a"ü nada más religiosa eá su origenl sino que fué la. expresión de 'r¡n
unidad cristiana p.ugde ser mejoi-L*liar, no d. ü conllicto espirituat, en el cuál los motivos religioso§_es-
la controversia reiigiosa ni p-"i ü;¿ñ poftica, mediante taban confündidos por completo, de manera que si Lu-
por tas virtudes teótógicas:-té, .rññ;; sino tero no hubiera sidó una pérsonalidad "pslqÚca", pata
estas virtudes. deben íer ápricáolí;;d"s y caridad. y usar la palabra en eI sentido de San Pa_blo, asl como en
telectual v rerigiosa. usnecesario, so¡ütoao, esferas, ir- eI moder:no, habría sido capaz de juzgar las co§as profun-
reugjqs.os de toaosloi ,ñófilói-eiiraños
[bertar ros das de Dio§ como un hombre espiritual: hubiera seguido
l^u_.h_gf
cen su aparición en ros confrictoJ Áóélares que ha- siendo un reformista sin llegar a ser eI originador de
inconscientes, una herejía.
porque si podemos hacer esto,
cisma de su faerza dinámica. si pii"a;ññ
ilááffiói
il$ñf"
ffii Cuando nos volvemos a la Reforma inglesa, la in-
razón de nues_tra, antipáua insti"tiri a entender ra fluencia de los factores no religiosos en eI cisma es tan
retigiosos, encontrareinoi- qou ro, riáói, otros cuerpos obvia, que no hay necesidad dé insistir en ella. Fué en
onstñóüiü;";;fr;flH gran parte un movimiento del estado "contra" la Iglesia,
ff lHlr,"ü,J,T"',i-#ra"lx1m1l*#ffiffi y ta tüerza que lo originó fué el despertar de la concien-
keHfi tr
iii.ñ.iáñte aei conirid;-*.t.ua óia naeional y eI nacimiento de la cultura nacional. De
flH.Í §,[T:iro sociar_ -i*
perma_
guirá á aquí que los hechos religiosos se identificaron tanto con
ia causa nacional, eüe el catolicismo se convirtió en el
se ^
fue:zas .i.gr.olo.i-¿ Jil ;til*l* aé

#
rormas realn: representante de todas las fuerzas hostiles a la naciona-
lidad, y todos los católicos fueron considerados como ma'
los ingleses y súbditos desleales. Para el inglés corriente
r,sa;;"s*ffiffifffi{fi $-+f-n*3f:l*,fl el católico típieo no era Tomás Moro, sino Guy Fawkes,
y la eelebración de la Traición de la Pólvora se convirtió
,u,,ilifr1l.',.1t&31"n::3',i'rT-:l-".Imás.importantehaeia en una especie de expresión ritual primitiva del aborre-
.i.oñ-áá*ñü.tráconci."¿i;-áTi4üfi cimiento popular del enemigo hereditario de la taza.
que puedan contaminar nueitrá-i.. -ñri i,X"d,]3,TnHíl; Esta identificación de la religión y la nacionatidad
de los casos, er pecado aei cis** il"grrn mayoría duró más de doseientos años, y aun hoy subsiste como
intención consc*.Tlu ae -Gárarse ro ,u árigina en una un prejuicio subconsciente en el fondo de la conciencia
de ra
sia, sino d.e permitir a u nñánte q"é-*á váraadera igre- humana. Pero ha ido disminuyendo inevitablemente con
rezca tanto por enemistades instintirar-ü o.üpu y se oscu- el desarrollo de la civilizaeión moderna. Ya no hay ne-
oposiciones,
ya no podemos ver craramente ros hechof;JpilIt¡ra- cesidad alguna de que el naeionalismo, eI sentimiento de
_que
les, y nuestra actitud religiosa es determinada pór clase o lolmotivos éconómicos se disfraeen con el manto
ruér_ de Ia religión, porque se han convertido ahora en las
zas que no son religiosas.
Es fácil ver.,. en el siglo quince, por ejemplo, cómo fuerzas ¿ominañteJy conscientes de la vida social. Las
intereses y motivos matóriatés rricíeñl qüe lOeoioáias que hoy fórman los. polos -opuestos de Ia ten-
ros
de la rglesia y er estado se opusieran a ,ttor*asüderes sión sócial iro sori religiosas, siño políticas, nacionales.y
nece- ;¿;nómicas, que han iruzado y §orrado en gran parte
162 CnrsropriEn D.twsoN Er, Julcto DE LAs N¿crsNss 163
Ias más antiguas divisiones socio-rerigiosas
ron.la Europa catótica de ta proi"rá-ñ-té. que sep&ra- unirse e los cristtanos a pesar de ellos mismos; o puede
Lre aour en mi opürión, la época presenüe es ser que ta iglesia reaccioñe positivamente ante la situa-
más ravoiabr .que,
e aii iañ; á;ü riiiiááa üüe ninguna orra cióni mediañte una nueva efüsión del esplritu apostóIico,
desde la Edad Media. si ei;ñrtú;iñá*se comó GrigRon de Montfort lo profetizó hace dos siglos.
una minoría religiosa, si convierte en
es amenazado por Ia hosfiltdad
y.ta persecuciónl enrónces iá ;ñ;;ffi"
nismo se convierte en una ráariaáá-v;;j, d;{ üffiü:
mente una frase-r apprece.un centró de ser mera_
{
las fuerzas disperias'der cristia;ññ
aritaraor del cual
ñirta." reunrrse v
ánq ffiññffi;;Trl_
reorsanizarse. Debemos reeordár
tural del confljgto y rá -te,nsion óóiaiu, -q"e
ta historia, exisre üna rel mei atravfesan
.J:il.áff [róiüIia", au duatidad
;:tTt'!?,1[,Ha:ffi ;;31i#ft énrrffi;
a
reino--albñr,
-y qr
dos ciudades gé
u aóciriná de r", i#H"uI ffJ
raniloñla y_ ¡erusatén,
aparece en ra historra, y re_ da su impóit.oyo conflieto
tos cristianos permtel,í"á rñ rrbia. cdñ.i;
.óñriüTü'í aioirtooes der

g***"lrt*1l*+-s{}ü:*mlr
Ia
en representaeión
visibü_du uJté i'rTriiipio divino po-
sitivo, rdvantáná&;-.;;iñ ñ#ñd#til*"
Creo que Ia época aei óismr.eit¿- pasáhao, der mar.
llegado eI momento en y que ha
-qur át prirrcipi;;#i"o de ra vida
de Ia rglesia reafirmará'su
aá atüócrón, [evando
todos los erementos vivienteinqaer
o. lá ,laly-á pensamiento
cristianos a una unidad- o¡sanica- o"áo'q"úe
cristo es ra
cabeza de ra rgresia y er Elpíritü sa"6 é, r" oiáJ.i;
rglesia, donde quie.ra que hlra fe en cristo y en i.;
er Es-
píritu de cristo, existe ét espiiitu de u"iááá y"ros má¿io,
de reunión. por esta razói no es necesario habrar
cho acerca de ros camilos y medios, páráur ros mu-
eamüros
d_el espÍritu son esencialmeirte mistáfiád, y
el entendimiento humano. Aún puede s., quusourépasal
eI mlsmo
vigor de las fye-r¡as que se están re,nténuo contra
rglesia y la rerigión, co-ntribuyan a Ia unidad, la
forzendo a
CnrsroprrER DewsoN
Er, Julclo DE LAs N.rcrorns 165

somos eonscientes_en tiempos de paz, pero la cual es, sin


embargo la base de nuestra exisfenciá nacional.
En el pasado hemos constituldo un pueblo cristiano.
Durante más de mil años la fe cristiana ha estado entre-
tejida con nuestra historia, y h& entrado en la vida y
en el pensamiento de los hombres y muJeres corrientes.
Nosotros nunca hemos negado deliberada y consciente-
mente esta herencia cristiana. La simiente todavfa está
v allf, aunque ta1 vez esté mezclada con malas hierbas,
oprimida por las espinas o agostada por el sol en suelo
pedregoso. Y ahora que el rastrillo de la guerra ha pa-
LA CONSTRUCCION DE UN ORDEN sado sobre la tierra, todavla puede dar fruto, sl esa tie-
CRI§TIANO rra no está fuera del coraz6n.
En estos tiempos horrendos puede parecer irreal ha-
blar de las perspectivas de un nuevo orden crlstiano.
[l r*o, Pero si el cristianismo no es una religión apta para re-
visto que ras divisiones del crrstianismo sistir las épocas difíciles, los cristianos no tene¡nos de-
han
tenido su caus¿ principar en ros confrictos sociares. recho de habtar. Para eonstruir un orden crlstiano no
es posible tras_troear qi proceso y encontrar ¿No
en la acción necesitamos vastos recursos económicos o tlempos excep-
sociat común un caminó ¿e retórnó;;ñ;'unidad cional¡qgnte_ prósperos. Un trabajo tal se hace meJor con
cristiana? sociar
el espfritu de Nehemías y sus cómpañeros, que recons- i
Hoy to.{or estamos siendo unidos por Ia presión de truyeron las murallas arruinadas de J'erusalén, sln re-
una necesidad común; nuestra existenóia eomo naciones cursos y en peligro constante, trabajando con una mano
libres, nuestras instituciones y nuestra- fórma ¿e liál y sosteniendo la espada con la otra. No necesitamos un
nunca han estado anteriormeñte tan amánazadas comó programa ambicioso de un orden ideal. Debemos cons-
lo están_lgq:
_Nos
haltamos entrLntáábl á-eranAes mates truir sobre los fundamentos que quedan todavla de la
grandes. qge a menudo nos naturaleza humana y Ia tradición naclonal. como el pa-
a pes?T de todos estos males sd¡nrecerfinvencibles_
y-Ean nos este
-aanáó-ür, pa agtqal lg.I1a explicado en su enclcliea sobre la gue-
oport'nidad que es rearmentg igátiá¿iauie, porque ha rra, la tradición nacional es una especie de herencil sa-
l-rdo compra dá eon t anioi-s-utri*ñíú;l Ia eritieios, que
grada, gyg n9 debe ser desestimada, ya que, leJos de opo-
no- puede ser va_ruada por ninguna esóah nerse al ideal cristiano de la hermandad de loÉ hombris,
rruman'a=áé
y?191u1 Aunque ta gqerla desrrffi1a"ñ;oraliuenas; es el órgano natural mediante er cual debe realizarsé
remueve at mismo pquet_ideal. La tradlción de los puebros de habla inglesa
-riqylnosalvár tl tié"iiásó¡il¿cuiólí
mucrios oe iós
barreras que es imposibré de paz. Nos ha sido siempre una tradición iie libertad. como Birrke
$espgia aé toao-r, ü"é áñ JJururrriat, y nos trae de vuer- escribió, "todos los antiguos pafses de la Europa eristia-
ta a las rearidades.Éás¡cqs, ionre tas-türñestá fundada na estaban de acuerdo en el prlnctpio comtln-de que el
nuestra vida común. sobíe toao.ñós d, É opórtuniaa¿ Estado está hecho para el pueblo y no el puebro cónfor-
fle recobrar nuestra r¡r¡ioad iJpiriiilal, d, t cual apenas mado al estado, pero Inglaterra dlferfa del resto en que
hizo de la libertad personal un obJeto directo de go-
1.66 Cn¡sropHEn D¡,wsoN E¡. Jurc¡o DE LAs N¡.c¡oNrs 167

bierno, y. rehusó sacrificar er indivlduo a la cornunldad, Porgue la causa que estamos defendiendo es mucho
g la -pa¡te al coniuñto". Hoy estos principios han-aidd más fuñdamental que cualquiera forma de gobierno, y
desafiados en una-forma más fundaniental que cuaiquiái cuatquier credo polltico. Está unida a toda la tradición
otra en ocasiones anterior€s, y nos enconüramos enfren- de lal cdtura cristiana y oceidental, a la tradición de la
tados a un orden en er cual'tódos los derechos rrumánás libertad y la eiudadanía social por-.un lado, y a la de
{de1lapoder
misma persona humana son inmolados en el altar la tibertád espiritual y eI valor infinito de la persona
a la gloria del nuevo Leviatán. humana, por otro. No hay duda que ta demoeracia como
si hemos de eonstruir un orden cristiano para Gran ldeal. representa esas cosa§, y es e] resultado de esta
Bretaña, ha de ser basado en la libertad, porqire de otra tradición. Pero en la práctica, la moderna cultura demo-
manera no sería británico, pero debe sei una libertad crática, a menudo representa solamente una versión se-
cristiana, no una libertad de materialismo económid cularizada y envilecida de este i{eal, y en muchos res-
egoÍsmo individual. Esto significa que debé ser un ordent
pectos, como de Tocqueville_lo vió hace más de un siglo,
prepara el camino- para la 4egada_ dql pg-evo orden que
social dirigido a fines espiiituates, en el cual todos los bbtlene forma potítica en el estado totalitario. En uha
hombres tengan una posibilidad de emplear su ribertad palabra, lo que estamos defendienclo no es Ia democracia
en el servieio de Dios, de acuerdo a sus propios dones sino ta humánidad. La base de nuestra unidad cam-
y poderes. Las libertades que reclamamos y que la huma- po común, sobre el cual todos estamos de acuerdo--el no
nidad demanda, no son el derecho del fuerte de oprimlr és un asunto de opiniones políticas, es nuestra resistencia
al débil, ni el derecho de los ambiciosos de enriquecerse a un sistema que sentimos que es inhumano y opuesto
a expensas de otros hombres, sino los derechos elemen- a todo lo que es caro a los hombres cristianos. Ya no
tales que son para eI espÍritu humano lo que el aire y podemos ¡ayt decir "hombre civilizado", porque estamos
la luz son para el cuerpo: libertad de adorár a Dios, li- énfrentados al hecho terrible, a] cug! cerró los ojos et
bertad de palabra, liberación de la indigencia y el temor. optimismo liberal del siglo pasado, el heeho de qué una
Sin estos derechos el hombre no puedé ser plenamente sóeiedad pueda deshumanizarse, rnientras consérva to-
un hombr€, y el orden que los niegue es un órden inhu- das las ventajas técnicas y materiales de una civilización
mano. cientlfica adelantada.
La cosa más importante que tenemos que compren- Para luchar contra esta cosa inhumana, hemos teni-
der es que no estamos luchando por ningúñ fin pdrcial, do que adaptar nuestra vida a l? gu_erra tollat y a. las
pi po{ ninguna ideologÍa de partido, sino para preserrar condiciones inhumanas que esto involucra. Pero ¿cómo
los valores de nuestra completa tradición éspiri[uar y so-
cial, contra las fuerzas que amenazan destiuirra. desde ouede hacerse esto sin sacrificar las misma§ cosas por
^fa; que se hace el sacrificio? En otras palabras ¿es pgsl.-
este punto de vista, eI us-o del término ,,d.emoeracia,, ca-
mo la definición de nuestra causa, no es compretamente ¡te §atvar nuestras vidas sin perder nuestras almas? A
satisfactorio. La democracia tiene una significación po- primera vista parece fácil contestar afirmativamente es-
lítica restringida, que de ninguna manera eubre el cdn- tas preguntas, porque este pafs ya ha pasado por la
po y la
qg de valores que tienen que ser defendidos, -paia ta confu- expúteñcia de la gUerra moderrl&, I soportado durante
§ión de democfacia como ün término genárat nüei- cu-atro años la larga agonla de Flandes y del Somme,
tra tradición de libertad social, y su slgnifieado polltico, sin sufrir nirngUna transformaclón revolucionaria, Y sh
T4s limitado pero más exacto, púede ploducir málenten- perder sus valores tradicionales de humanidad, Iealtad
didos y desacuerdos. y Ufertad personal. Pero hoy la pregunta está hecha en
l68 CnrsroprrER D¡,wsoN Er fu¡cto DE LAs N.lctoNrs L69

forma mucho más fundamenlal. La pérdida de la paz, Ia sociedad demo ctática u "occidental" pueden ser pre-
el fracaso de la democracia política en-la Europa de post- servados.
guerra., la aparición de los bstados totaiitarios y stf des- EI gran peligro existente consiste 9n- que el desarrollo
envolvimiento exitoso de ras nuevas técnieas d"el poder, de las nuevas técnicas de control social ha -dejado atrás
todo señala la insuficieneia de una política purainentó ioi aésunvolvimientos religiosos y morales de la cultura
defensiva y la necesidad de una reoridntación tundamen- moderna. EI efecto negatiio y régresivo de esta tenden-
tal de nuestra sociedad y curtur a para luchar contra eI cia sobre la cultura há sido ciaramente especificado por
desafío de las nuevas coridiciones de una época de poder eI orofesor XáiI Mannheim en "El hombre y la socle-
científicamente or.ganizado. La sociedad fnre puáá-;;;
brevivir únicamenté si puede convertirse en uná sociedad
á;á;; pero él escribe desde el puntg de.vlsta del pro-
tan perfect_amente orgáT iTada y científicamente ptanea- léélirtá o áofernante, mientrat qY. e] Problema religloso
É" ljué4"óiri.rva* múcho mejor desde-el punto opuesto:
da como el orden despótico dé ros estados totaiitarios. el del sujeto.
Y así, en medio del toibeltino le la guema y Ia préilon Si ta liloertad ha de §er preservada, es necesario dar
inmediata de una conceniraeión inténsiva áel eifuerzo también al individuo atguria libertad de asociaclón y
lagioqal, estamos forzados, al mismo tiempo, a enfrentar urg""á etácción vocacionát. Usto tlry¡i-é.1 ppege- aplicar-
el hecho fundamental de cómo es posibte píoyectar uná se"a ta libertad espiriüual. Debe existir libertad de comu-
I
sociedad moderna sin destruir ta liLertad fuciái ios lu- nicación o comuñióri, V libertad de vocaciqg esp_ecial-
|ores que la cultura occidental y cristiana han áceptaáo mente de vocación coirüemplativa. ¿Cómo están relaclo-
hasta ahora como el fundamenlo de la vida humaha. nadas entre sí estas lil¡ertades?
. En primer lug?1, debemos reconocer que no es bas_ En el pasado, }a libertad p-ersol?I qa estado siempre
t_ante asegurar la libertad rerigiosa en el sbntido técnico estableciOa sol¡ié ta propiedad particular. Et cludadano
del derecho de mantener las creencias religiosas y prac- era un fromnrá prósp^ero, y en cónsecuencia, las franqUl-
!1.?, alguna clase de adoración religiosa, porque es mny áiár V privilegiós esta¡an_ a disposición de a_quellos que
fácil para una sociedad planeada inborporar tós más mí- ;i'-" "piópieta"rios u hombres. uye- poseian *lgll?-,f$:
nimos elementos vitales del cristianismo otganizado en de rañgo- material en la socied?d .y alguna establltdao
su nivel más bajo de vitalidad espiritual, mientras social. Ét derecho de propiedad traio consigo e! derecho
destruye, al mismo tiempo, las raíces de la personalidad, d; 1¿ libertad en la elécción de una ocupación. Pero aun-
sin la cual, tanto la religión como Ia libertad sociar se q"u eiiu derecho era pelsonal, no.era cómpletamente ln-
marchitan y mueren. La solución totatitaria consiste en ¿ividuatista. nitalou ünido a Iá existencia de un pequeño
salvaguardar Ia vitalidad física y sacrificar ra ribertad áiupo primario familia- que tenía sus qosesiones
espiritual, -El go1nprgmiso demoerático consiste en pre- E" óo*,:n bajo el-ta gobierno del padre,.qnp mlnúscula §o-
servar la libertad individual sobre eI nivel superficiai de ciedad comuñista.-Así, la base bel ediflcio social, estaba
la vida económica y política, mientras desatiende las raí- conitituída por ta familia, como la unidad económlca y
ees físicas y espÍrituátes. social primaria.
La cosa más importante es, por lo tanto, asegurar el Fué en un med.io social tal, donde existió la libertad
mÍnimo de condiciones que son esenciales parJ la pre- ..pititrái ¿éf paiado. En contiaste con la libertad soclal
servación de la libertad espirituar, y bien püede decírse, y ^política, fud sin emb-argo, considerada slempre como
pya la supervivencia del alma hunnana: porque sin esto, írráep.ndi'ente'de las relaciones económicas. En una pa-
ni los valores cristianos, ni los varores tradicionales de hbrá, la tibertad espiritudl fué imaginada a menudo co'
/:.
170 CnrsropsEn D.twso§ Er. Iurc¡o DE rÁs NlcroNps 171

l,tt*Íi%?tr,,s tará el individuo para desempeñar su función eeonómt-


ü!diq:üü,ia,?is,3.HH,,?,-,,,1?,fl
cación espirituar. sin emuáiso, r?s li¡i.laáes ;: p;dmientrás'ñó .iista ün margen p_ara ta libertad
-lñtuiferir
y políticas nunca fueron éónÁi¿éráG;moespirituares iñáiui¿"ar, que [iéáá en ór tránajo 9. ]l- rf:
mente excrusivas. ciertamente E ,iltimi*pr.rrpone,reefproea_ ouina. es'iduatmente indeseable que haya un senüloo
cierto sentido, el derecrrláe propiedad, en il-üfñniiéñlo,- qu"
'tantb
pudiera génerar- resistencia o
pierde su valor morat *ü sigrrilü;üri aparte del cuar ineficacia. po.-io ha di ser el propósito. +e
i- ra sociedad acondicionar al individuo_ para eI servrcro
El cambio f'undamentar y revorucionario en en realidad, los sistemas tota-
dad moderna.ha sido lá ááítrutcla;ñ, Ia socie- total de la eomunidad, Y -mucho
eepción individuat y. perlonat qg 1; anrigua eon- litarios han adelantado en Ia consecución de es-
-¡; liráiñd"ál-pd-ü
llegada det nuevo oiadn aei capitalismT
iñoustriar y der te designio.

i!!"eliiri,n#,.n3.#ffi:1,1t;ifiri8¿?ff
económica ha crecido cadl-vez
J*lüt
*¿r, y iir- n* ido asimi- incóñcenible que pueda ser
'aceptada pol t.nd.:#ffi
""sr.ilm"r.t^"iüh:s#iü!illp'i{üfi *gt qlel s¡rnt ltl-ot : i
Iando a los servicios priniiós organizados,
que han exis- rt r t á[ñ r'd'ñ;i. o'ü
zación. É'qt el mundo no es cle-
tido siempre iór;j;*pr6,
!"_*gder^ -gi¡i*"o éi-.¡?üro, la crisis pt.tu"Tá qü" .iiá. sufriendo
bida a ta ,ur.óiOñ-instintiva-áá ta sociedad
civil, tas bticiñas er servicio occidental
y departamentos de ür_ su más ín-
contra ,, .iriJoñ; lrñ;J ¿árti"ctor
genierÍa),
pero de ser
que en- et pasado urá" u" Y 1a ra-
-
á sü áá*ü" ;; ¿';" ,* esrera
éontras tá'ná" timo, y de fas iáióe§ Ae su vitalidad espiritual'
económica priváda. 'w vp'va* u\r§J itstlr"##f§rü zón de qr. .*to*;;;* más onvio está-en -que-.la..t-fT:
se está separando cada vez más der tra-
*^.!"_propiedad
bajo, y se convierte sobre^todo ur ui a.rérno
de recibir
$'snt*t}:rnx'rui-,t'r;,:e,if"3§:?'i,"fffJ31:::
Oe los elementos espirituales
nómico, y ta JüüótáiñáéiOn de. manera
ffi1áS$3,h;nS¿:#1,§i,T,1fi g;gá,-uüásonadminis- de la cultura óáóiAental a fines materiales, -
posición tal como
oue ésta ,o o.oóáná-moralmente
-la uTP
Marx
ptit&*" H;*;;iriir ;i-ítrq";pr.t."áia
a" revolución totalitaria'
1i,T'i*:i,J*'lrl"[.*Xfi]i'ffiT"T.li',fl
anterior. En [8lfr
ros días de toi ejérülo*=ir"-rcenarlos, urr i#ír^ijñ,, ürffi; que eI burgués capitalista
estaba .ro*n{Jiltiéii" bajo süs pies y
produciendo sus
hombre era ribre de_prestar seivicio en-ils rueizas'rr*
j"u:i"ilSi&J;liüil
v ,i'r.áññt"o üü"ftüiil.
kffi l.;rlj*-fi.?:#",,13,,1Hfi ,

a recibir a-ampos, y. ef no;


X'"éL l?
Bajo ta I?lTl,g:.L9,yigio
eonscripción univeísar, por otro hdl;i§lHirií: iliiiriái.rñniltrlautti"ada
fué la hermandad de los trabajadore§
q¡'r:;" ü;ñ;iñ;Hü;
nuevo que e§ medido y clásificáao antes-áe p;"¿r.ñ-;;
der victoriosJ;ó
Iibres, sino ra
-litáñia
impersonal del orden de la má-
la máquina. quina, q*. .Jrrrói¿.n dd destrueción no menos que de
nrod.ucciOn. un óráen de producción para la destrucclÓn,
Y lo mismo sucede con el trabajo de ros hombres 'ú;;"¿üeñtra su expres-ión suprema en la guerra me'
en el estado sociarist? y totalitarió.Éi irráiriauó;;ñ;
un tugar en la máquiná economicá Eü""-ái'tñ clanizada y en la guerra mundial total'
euela. cuanro m.aq ferfectaqenie óigáñüioo iiTrl La naturaleza monstruosa de este desarrollo lo haco
está el sls-
tema, más compretámente td"piád;lllüoicionado intolerable a toda mente sana. Todos están de acuordo
es_ áoii principio de que el orden de la máqulna debe ¡or
172 Cn¡sropnER DewsoN Er Jurclo DE r.as Nlcroxss 173

en un grado más o menos igual, entre los hombres de


y.iosi,xi,-,iffi cieneia y los soldado.s, literatos y abogados, artesanos y
.H,'ffiffi ;rx,rr¿.1*x+io_¡,áras.iá,., pastore§. F'ué el daño inmenso de la cultura capitalista
itgllf l;:,prit*'.ttJiea*'iñ;;^ü;*Í;#iá1H,T:: debilitar o destruir este esplritu, y colocar el motivo-
s9! inrr ei-ár#:S *i* de a aá.rrii*anirá
Ti'jr§:li
I
ciol qüe provecho y el poder del dinero como normas supremas
de la vida social. Y ahora que el motivo-provecho ha
.ffin?*i¿,I
gérináiáil,
ell i?ffiLf lf t3:
qrorege,ff
; ;;#",á,rr
sido dejado de lado por el ideal de la eficiencia técnica,
y el poder del dinero está siendo destronado por el po-
i:iái?iJrudr,?1ff
i,g1; J*aü ü,,tt á. der de1 estado, se ha convertido en problema principal
;fl,m**=e a.r iüá, §ffdiffi.f i??Tí3*l#,[{;j
s'óiuaáá;"iT.i$f
de la soeiedad la necesidad de una restauración de la
étiea de la sociedad. Si Mammon ha de ser destronado
'3ntf T:',I*Há1i.3tif.qilgi_t1l para que Moloch ocupe su lugar, el nuevo orden será
eltos misrüoi,
cuidadosamenre Fffi
llirur¿iiü;;'ilrr''ur.*enros más más inhumano y más anticristiano que el antiguo. Y en
iiói.áia;r v *á. ,rtáñ.rrre apreciados.
¿cuáIes so1 es¡os ri.*át"rl_primero,
una palabra esto es lo que vemos en el estado totalitario.
libertad de aso- Los revolucionarios no han dejado de advertir la lm-
portancia de los dos elementos .coeiales a los cuales me
ilüü-;á:íiil'§á1.ttt'iemprer,ááryt1;siü;-flü estoy refiriendo. El comunismo se ha fundado sobre el
n4,ffir.,A6¿t"l**tr*ffi ffi'#,flfriii ideal de la camaraderia, que es el prineipio de la aso-
ciación. El fascismo se ha fundado sobre -el ideal de la
,"ff *"H$3i,,'á?:,1'áLt,;riffff ':hA;lh,f.*T$ll direeción, eüe es el principio de la vocaeión. Pero tanto
uno eomo otro han negado la libertad, y por esta raz6n
mrsma qüe ú a, óñJ.iüñ?
det hombre e el culto de la dirección se convierte en una adoración
,If,:ífft 'Hi:fl**"'?,# ;*HH:fu ,#
os oieiió¿ñ demoníaca del poder, y el culto de la camaradería se con-
giri!,ñtaiiigirqusatmllH.tJ?;I.?,n'nr"rechopar- vierte en una excusa para la sujeción del individuo a
ticular' ror e]ig"t*riüi'á la dictadura despiadada de un partido.
motivos opuestos,.vJilüé ,o*clón. y er provecho son Nuestra sociedad todavla conserva una tradición po-
ei. primero iñvJíucra
desintere§ que
-sú6oraiñá .r
un eierto derosa de tibertad social y polltica, y es esto, más que
provecno a un fi¡r la igualdad o eI derecho divino de las mayorías, lo que
no eeonómico. En er ñ; a"á qrru
139ti1o
es tan obvio que es inná.ásaiñ1fi'ütil'á,
_uo.á.ion religiosa esto conitituye la esencia de lo que tlamamos democracia.
etaro también e1 er .*.o-áá-rrr
prorrüái; quen**. y es Pero nosotros, no menos que los estados totalitarioS, eS-
cumplen tamos sufriendo el proceso del camblo económico y so-
H?,:tr;,;.,ff#i:tlffi:""oci,r*y-p,,..""ffi tuadicióñde cial, desde la libertad desordenada del capitalismo del
Tenemos er ejempro más famoso sigló diecinueve al orden mecanizado de una sociedad
Ia profesión *gqi..-;;üt.ra.e sobre este punto en pláneada. Hasta ahora hemo_s e'scapadg a la gm3rguTa
inspirada por er ideár ñr*ripio ha esrado hel conflicto de clases y a la violencia revolucionaria
y que encuenúra Éüil; _ei del. seivicio iesinteresado. que ha acompañado al p-roceso en otros países. Ha sido
juramento hioocrátió.
expresión
ñl; fórmura deí electuado poi la extensión gfadual y constitucional de1
-
dñ -_clari.1.
caeión v er rionor protesüñrrr¡n senti iJsimilar de Ia vo- control buiocrático en todos los campos de la actividad
rrá-u:riiiii.iü'L' er pasadq social, y mientras et sistema no §ea destrozado ¡nr la
t74 CnrsroPsEn DrwsoN E¿ Julc¡o DE r.¿s NtcloNEE 175

catástrofe externa de la derrota militar, np parece exis- fué la servidora obediente de cuanto poder ganó, por
tir ninguna razón para que el proeeso no eontinúe, hasta distintos medlos, eI control del estado.
que nuestra sociedad llegue a estar tan completamente El ürmenso adelanto en el poder de la administración,
sujeta a plan como cualquier estado totalitario. que es característico de todos los estados modernos, de-
6e ser acompañado por un progf,eso correspondiente en
. ¿_Pugde sobrevivir la socied ad. a un proceso tal? Exis-
te, desde luego, el peligro de que el ptáneamiento buro- el sentldo de la responsabilidad personal por parte de
crático pueda destiuii la libeitad nb menos completa- los adminis'üradores, de otra manera se cbnvertirá en
mente que la dictadura totalitaria. Sin embargo, ho es un goblerno impersonal de esclavos sobre esclavos: la
necesario e inevitable, ya que el sistema no es en sf mis- tiranfa de los esclavos del escritorio sobre los esclavos
mo irreconciliable con eI principio de la libertad de vo- de la máqulna. En otras palabras, el servidor público
cación. Ciertamente, el servidor civil es más apropiado debe ser un hombre libre y un ciudadano, si ha de ad-
que eI hombre de negocios o el político, para representar ministrar una sociedad libre. Como hemos visto, la ten-
el principio del servieio desinteresado y el honor profe- dencia del nuevo orden eonsiste en tratar a la polltlca
sional en la sociedad moderna, eontra el motivo cápita- y a la organizaclón económica como formas de servicio
lista del provecho y la determinación dictatorial de ga- público, de manera que el servieio civil se convierte en
nar el poder. En el pasado, es muy eierto, han sido los norma y modelo de toda la estructura social. Consecuen-
elementos negativos de la burocracia los que se han he- temente, sl el principio de la libertad de vocación es
cho más evidentes, con el resultado de qu-e en la mente preservado en este punto, asegurará" la libertad espiri-
popular se encuentra asociado el distintivo de la cinta tual en eI momento preeiso, mientras que si se pierde
y_ del formalismo, eon la ausencia de la responsa-
aquf, toda la sociedad se convertirá en algo mecanizado
-rgj.a
bilidad personal y el amor a la rutina. pero esto fué de- y sin vida.
bi$g gn glal pprte a las condiclones constreñidas y ti- Es cierto que éste no es el único principio que está
mitadas de Ia época del individualismo, cuando er ser- en juego, ya gue la libertad de vocación sin libertad de
vicio público estaba restringido por ra tradición liberal asociaclón es imposible o sin signifieado. Pero todavía
plivilegio aristocrático por uña parte, y et prejuicio poseemos un amplio margen de libertad de esta última
liberal eontra ta interferencia del eltado, -por btrá.
$91 clase, aun cuando está siendo restringida cada vez más
Ha habido una expansión tan inmensa en las fun- por Ia mecanización de la vida económica. Todavía no
c-ioles y poder de la -burocracia, que está tan alejada hemos perdldo el sentido de la eiudadanÍa, y existen aún
vastos campos de la vida social, en los cuales puede en-
{u !o que fué- hqq. gn sigro, comd la Jerarquía oficiar eontrar expresión el principio de la asociación libre, co-
{e la época de Diocleciano io estuvo del se-rvicio civil mo por eJemplo en la creación espontánea de nuevos
del imperio. sin embargo, nuestra sociedad no se rra asi-
milado aún al cambio, y t, opinión púbtica está toAtti; grupos y organizaciones para luchar con las nuevas ne-
influenciada por resabiós de pensamientos que pertene- cesidades sociales, tal como lo hemos visto el año último
cían a tradicig+es qug hace inucho que úan cesado de en nuestras ciudades bombardeadas.
existir. El servidor purnco no ha cornprendido poi com- Esto, sin embargo, nos da solamente el material nue-
pleto la extensión de su responsabilidad. No es s-utieiente vo de una sociedad libre. Abandonado a sf mismo el
§_er un especialista competente y trabajador. Nada pue- principlo de asoclaclón puede expandirse hasta alcanzar
de ser más alto a ese respecto que el standard de la bu- una proliferación anárquica de grupos rivales, o puede
rocracia alemana. Sin embargo, por esta misma taa6n, degeñer¿r en un& explotación del egolsmo de los grupo§,
176 Carsropnrn D¡,¡rysoN Er. Jurc¡o DE LAs Nlclorrs t77
en Io§ cuares ra camaraderla se convierte
para ra corrup_ción y ra apropiación en una excusa rnilitar, eligió a un almirante inglés, QU€ era el enemigo
jos polÍticos. -sotamente *cuando iiíel;a d;ñ;;.ñ- de su país,-eomo la personificación de su ideal (1).
ción es asesola$ ra riuuraa de asocia- Cláro está que si Inglaterra ha de adaptarse a la
.por
ponsabilidad individuar,
el áspíritu á.-ro-áueión y ra res- disciplina de uña sociedad planeada, es este elemento
es capaz ae seivir a ros órdenes de lá tradición nacional, por sobre todas las cosas, eI
mas elevados de ra curtura,_ au .rá* Ias
t
bajo las cuares ra ribertaa oétho*nr, condiciones
6s espirituarmente
que proveerá la dinámica moral necesaria. Nuestro tem-
peramento nacional es naturalmente rebelde al esplritu
fructlfera, de malera que en rugái-aá *u burocracia prusiano de Ia obediencia disciplinada y organlzación
muerta controlando la áctividad te una masa informe, metódica, sobre todo, y todavla más al mlstlcismo de
tendremos la forma masas que ha,ce fácil para el eslavo abandonarse en
.orgánica de una eomunidad vivien-
te.. En la époea capitatista er motivo-práveeho fué tan sumisión extátiea a un poder colectivo lmpersonal. Pe-
exüremadamente acéntuado que ra sociedad
tendió a con_ ro, por otra parte, es más fácil para eI inglés aceptar
vertirse en una organización aesamáá; y
cruer, que no Ia idea del deber social y servicio desinteresado con un
gra y? eapaz de evocar el amor y Ia tealtbd de los rrom_ sentido de responsabilidad personal. Si este espfrltu pue-
que una sociedad ae áccio"irtur. En de ser aplieado a las nuevas eondiciones de la socledad,
F',tr,.igr-rl
totalitario el motivo poder está tan ..náludo, er estado es eoncebible que una sociedad planeada pudlera ser
y .des.tr¡lye, no soraniente ra ribertad siro que barre creada sin la déstrucción de la hbertad nl por parte de
principios erementares de Ia tarnbién ros la buroeracia impersonal ni por la tiranfa lnhumana.
vida. ranto uno como otro Pero la tarea que hay que llevar a cabo es tan grande
eontribuye+ a ra exproiJ.ié" explotación del débir
por el fuerte, y de lós muchos-ra que no puede ser eumplida solamente por medlos socla-
por_ roífóáos, y8 sea que les y políticos. fnvolucra la acción de fuerzas esplrltua-
Ios fuertes estén rpresentáoor por
der eeonómico, eomo en la sociedad
ros poseedores der po- les más profundas que pertenecen a la esfera rellglosa.
poseedores der poder porÍtico, capitatista, o por ros Si nuestra civilizacTón está tan completamente secula-
ros jefes aL partido y ra rizada que la intervención de estas fuerzas es lmposlble,
policía del estado, ., .i ,iG*u
futalitario. creo entonces que no resta esperanza alguna de preser-
§olamente fortareciendo er eremento var la libertad, y el nuevo orden se volverá más y más
de vocación, tan_
to en el estado eomo en ra sociedad;;*il" impersonal e inhumano. Pero si eI crlstlanlsmo es toda-
estos males. Fué ra fuerza der- sistema ser evitados
vía un poder viviente en el mundo, debe constltulr la
,l,l t,

porítico ingrés en :,1


eI pasado.,_a pefar de-s-u privilegitñ base de la restauración de la llbertad humana y la res-
Irpi*itu de crase,
1,1

flue eonsideró la políticd como una forma de servieio


ptiblico no como una opo*uniáaa
f *;*;rtirse ros des_ - El orden Capitalista,
ponsabilidad personal.
que está basado en el poder del
pgi.os det_poder, y esta áctitud a¡o .i effipro y
dinero el motlvo del provecho, era completamente ex-
vieios priblicos/ try pioigsiones,-á.'*rrr.*aa los ser_ y
r
standard etevadb o. i"tésr"idád que un traño á los valores crlstlanos fué la causa prlnclpal
ññr*i^yi
dad fué obtenido. Es notiriá que euando ,.rponsabiti- de la secularización de nuestra cultura. El orden tota-
litario, basado en el culto al poder, marca una reverslón
' tt'|
en ra primera ;:)
a las normas preerlstlanas y encuentra §u er(perlencla ,'

['t-ü-t"tr¿ l'1f,,:tr1lff*1il,-;it, fg:* f.S.,.ffi


'',|

,'1,i
,',]

desinteresado, contra ra Lmnición det poder y ra groria (l) El retrato idealizado del almirante Collingwood, en "Seraítude
,',i

et Grandeur Militaires", de Alfred do Vigny.


I

\
178 CnrsropHuB D¿wsoN El Julcro DE rl\s Ntcloxss 179-'

religiosa ap10pi1da,
Pero un orden fundado _et arguna forma de neopagani§mo. chos mi,e¡nbros, ernpero todos los miembros del cuerpo,
en er principio de
tiene una afinidad naturar eon los idbales ra vocación siendo mTtchos, son un cuerpo, asl también Cristo. Por'
que pü un frspíritu somos todos bautizados en un cuer'
hecho está en que ra coneepción de Ia cristianox. Er po, ora Judíos o Griegos, ora, sieraos o libres; y todos
vocación sociar
encuentra su arquetipo y patrón en 1a la.a
cristiana de hemos bebido de un mismo Espíritu. Pues ni tampoco
la voeaeión espirituar. vérnos esta afinidád?üd;.lEñ: el cuerpo es un miembro, sino m,uchos. Si dtJere el pie:
_cipio, en las relaciones entre los apóstoles crtstiarioJ v Porque no sou tnano, no soy d,el cuerpo: ¿por eso no
!gs. -rep_resentantes der orden romano, ¿a qüe-FEAñ i serd, del cuerpo? Y si, di,jere la oreja: Porque no soy ojo,
Pablo, los etegidos del señor, paree_en rráber'sánüidirdi no sog del euerpo: ¿par eso no serd, del cuerpo? Si toilo
cornelio el centurión. y Festó bt goberpador, una espácie el euerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo luese
de entendimiento instintivo, q-u-dno sintierón ni oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dlos ha colo-
ñlG;
pggi.qgtes iudíos ni por ros firósofos griegos. md óónsi- cado los miembros eada uno de ellos en el cuerpo, eotno
creraron como a hombres que estaban preltando un-sJi_ quiso. Que si tod,os fueran un miembro, ¿dóncle estu-
vieio desintergragg por su pr-opia vocádién, y por aiera el cuerpo? Mas ahora tnuchos mlembros son a la
to ministros de Dio3,,eomd e[bs mñ*ñ; aunque roentan- un aerdad, ernpero un cuerpo. Ni el ojo puede decir a la
plano de acción más bajo. rnano: No te he menester: ni asimiyno la cabeaa a los
Es en la esfera rerigiosa que er prineiplo de la'Iiber- pies: No tengo necesidad d,e aosotros. Antes, mucho mús
tad y Ia voeacion encüé"tia'su desarrori6-mA; los mlembros del cuerpo que parecen md,s flaeos, son
ñrf;;;
¡r -com_pleto, tal como lo vemos en los máeniticós-eánil neeesarias; Y a aquellos del cuerpo que estirnarnos ser
!}tgr de Ia primera epiptoll de san p"fu;;"ü;ffidfiü; mds ailes, a éstos aesti.mos md,s honrosamente; y los que
en los cuares cogrpSri Ia diferencia Gñ; áo"ésl.f;üJ en nosotros sor? rnenos honestos, tienen mds compostura.
espirituales de Porque los que en nosotros soz md,s honestos, no tlenen
1a 1slgsia_co¡r ¡ai iüncionáJ
mo naturat (1 Coriñtios '- oá brñ;ñ:
Xff, 4-Zn): neeesidad: mas Dios ordenó el cuerpo, dando mds abun-
dante honor al que le faltaba. Para que no haya desaae-
Empero hag repartimiento d,e d,ones; tnas el nencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se in-
Espíritu es. y haylepartimienti le- míi¿iieraosi mi,smo teresen los unos por los otros. Por manera que sl un
mismo señor ,rj y hay ypart¿mieii'á '1" operaeiones: ,il,lt mietnbro padeee, todos los miembros a una, §e duelen;
y si un mi,embro es honrado, todos los miembros a una
Que ohra ióaii ff-';,;r;;;;
tna.s et mismo Dios-es-er
.

tgdo-s. Ernpero a ead,a zrno -re es dada, se goean. Pues aosotros sois el cuerpo de Cristo, y mlem-
*án¡t"rtaciú¡t, d,et
Esp-íritu fara prouecho. porque a ta ieráa¿, bros en parte.
dada por- er zsptrttu p"1,iora d,e sabWuría; a éste es
a otro,
bra de ciencia- s.geún'et miimo zipilttu.-h*oííáiiízx; pata-
Y luego San Pabto continúa mostrando que más allá
et mtimá- Éll¡rilú;';; ;;;;, donei a, ,oil¡.f.Íifrir;;U de todos los dones espirituales, trascendiéndolos y col-
rnismo Espí;itu:,¡ á át*i-riqaei.ones d,e n mándolos, se encuentra el camino indispensable y uni-
ir::iíf;r.*l y a otrol'a¡á\reción d,e ,rorrf#!:;t; olrrÍ,
séneros de tenguas; U a otro, tnterplit_ñld; áb\r;;;:o;,.
versal de la caridad, el corazón del organismo espiritual,
Mas todas estas coias oorá uno et m¡smo sin el cual los dones espirituales más poderosos y eleva-
repartiendo particularmente a, calda- i Espírrtu, dos son inútiles e inanimados.
uno-'como
Porque d,e ti ?nq,nera que er cuerpo es ,*no, qulere. La misma concepeión de la vida orgánlca de la co-
y fiene rnu,- munidad y los mismos principios de orden, vocaclón y
180 Cn¡sropEEB DtwsoN
diferenciaeión funcional fueron Er" fu¡cro DE LAs Nrcrouus^
anlinarrn, 181
'

südi pqi ñffi*i:1!.f,3Jisfii?¿;,


ra base de ra éricá-sñáifi ciiitiaiá-áñ'!" ;i3*,##
_oraen
de manera que.san[ó-ffi:"ilFiálioriudad _E{ad *reáia,
cosmos de vocaeiones, en como un
ér---.uai;dü i,l"rur"rar función
económi ca v sociar áá"i;ñ!I?
su l.qsai en er orden uni-
,n4ffiffi,,*
versar de ros fines. v ..ta ioT..p.ioñ-pg;+"0 ,d'
occidental, tan profundámLnte, Ia eultura ,t,,.¡
teramenfe ni- pdr n-i;6ñ? hue ñdtüé destrufda en- (I i¡
ta époea capiüaiisñ, ^;;;'que"i Éór ál"ir,rioiduarismo de t\,¿
rearirniáo* ñi"áiiililt. ái
v-' L,
retuvo su llLiHsT#
ur,.i.rióñ-';tfi¿3* \
"---
,r

xql y PÍo xr. 'ctN' e¡¡uru,,s¡.§ §( trt#,f VI


Es eierto gue_ Ia aplicabitÍdad.
sido oscureciaá, de esüa eoncepción ha
¡artl;ü;"
se desarroiló piimerJ óilüir. punto, por eI hecho de que
I,A CRI§ITANDAD, SUROPA Y EL NUEVO MUNDO
tism o, con uná*truái"ioá er ióáüJ-róti"r der feuáa_
nera que siempr-e es aptá iiá'tii Ji.ii'ái"*irLridad, de ma-
.

vffi ág*o.iáii.*I. lá dé una


nación conserüdgñ para que rJ incli-
ii.** yisto en
á,3":{¡ffi¡:iq[i1Hr j3]f#nífi$:_::ffi E" ,*cipio de la vocación, acerca del cual he escrito
l,;ifr
c§mo y nazismo, auñquu
no !ueae-ñáLé, conc,iación
entre er mecanrráJi"-n=üñá."o
i# en el últtmo capftulo, oo es menos importante para el
orden internacional que para la vida dét estado f ta co-
tr¡r,;dffi;oh*ario y er munid¿d. §i trazamos ta idea de ra vocación dásde su
filH',8ilÉ,?if
Iibertad
i|itlá,f*e.,..ió". iü!üe asr "omé ü fuent_e griglnal en la tradición cristiana, encontramos
gy9 dg¡de el.principio- tuvq un carácter dobte, y que ia
del el vo-caelón espiritual del individuo estuvo unidá -a ü mt-
eipú.*"ru:{:f.'#"{"tt,ti*$i¿lltffi ,',Htr"Tff
bertad personai.y ;l ,i;üdll +:
A; ñ;í;lñrón ribre, srrl
sión histórica 3. gr- puebto. La vocación de Abraham,
"el amig.o de Dios"; füé también ra vocación de uñ püej
tos cuales er ord9"-gj"iffiá",t
;, ü;e;rco, blo..elegido para una misión universal. ]l a üravés' del
á:f#"if:.Sífi,?i?ñ á;;'*tu' ;;;;ierreñForen ói-
mris
Anülguo Testamento encontramos a los profetas insis-
tlendo, no sotamente sobre la vocación diitna-áJr.iñá,
sino también sob¡e la vocación de naciones e imláñód
para gumptir alguna tarea particular en la histoiia oói
mundo.
Es cierto gue en el Nuevo Testamento el énfasis está
puesto más bien sobre la cafda de las barreras naeio-
nales y la universalidad del Evangello, que ,,Dlos ha he-
cho de una sangre I todas las nacionef de los hombres
que v{ep sobre la faz de la tlerra', y que en Cristo no
ha¡1 "nl Judfo nl griego, ni esclavo nt-ltbre, nl masculino
nl femenlno". Fué solamente en la rglesta que este he-
cho de la untdad y hermandad de la raza ñumana fué
182 CnrsroprrER DtwsoN Er. Jurcro DE LAs N.,rcromns' 183

comprendido y expresado. Los cristianos ..una taza


elegida, un sacerdbcio-i-áá, ** nación eran creta, no hUbo lugar para el ideal moderno de la nacio-
para.$ propia posesión de Dios,, (ii: santa, un puebro nalidad, y aun .la misma unidad política ocupaba un
ó;como to üce lugar relaüivamente limitado. Los reyes y prfncipes eran
la epjstola-a Diognetus: "ro que et arríra el en ¿i;uerpq considerados como oficiales del estado cristiano, no co-
son los cristianos en el murido,,. ,,El alma se extiénte mo soberanos en el sentido agustiniano, y eI misrno nom-
por todos los miembros del cuerpo y los eristiano, bre del estado Staat-, como la comunidad
todas tas ciudades del mundo. . . Et átma estl6nTi"í,í; "ó, que forma la -state,'état,
base de todo eI pensamiento social cris-
g.n el cuerpo, pero por sÍ misma lo sustenta; y los ciiJ- tiano, se origina en los publicistas italianos del Renaci-
tianos están confinados en el mundo como en una eát- mienúo que eitanan rebelados conscientemente contra to-
cel, pero ellos sustentan al mundo. . . Dios les ha seña_ da la üráOición del cristianismo medioeval. En realidad
lado yla gran tarea, y no es justo que eilos ra recñá- fué en la connotación siniestra de "Rq,ison d'état" -
cen" (2). "raggione d,i sto,to" que el nuevo término adquirió
La historia del cristianismo es la historia una cul- cirCulación general -
en la Europa occidental.
tura basada en esta idea del univeriárismodeespirituál, sin embñgo, no es satisfactório explicar Ia apariciÓn
que fué más que una i{_ea porque estuvo repreientáaa det estado nadio-nat únicamente como una rebettÓn con-
por .l? sociedad superpotfticá ad n rgtesiá. cbn la con- tra la unidad del cristianismo, y las tradicronesconser-de la
versión del imperio romano, primero,"y iá de los ¡¿rrá- culüurA cristiana, porque cada uno y.todos ellos
ros, después, se formó una' óomunicíah oe pueblos que vaban rura eierta realtad a esms traciicione§ y una c9n-
compartían una tradición es-pirituat común, qil iüé ciencia eqropea común. Cada unO de los grandes. esta-
transmitida de edad en i áo-puário-Én'óu.ulo en realidad, un micrOcosmos de la so-
dos europeo§ era,'universal,
hasta abarcar.loda, Europa- "atg-
na¿í qüá ásto, ór,á-nüññ;; ciedaO ciistiana de Ia cual emergierorr. Esos
estados repre§entan una iristalizaciÓn de los diferenües
f,or{ue-ffiYlggry*g_et et punüó---6 vBtá eiementOs-culüurales y sociales, alrededor de un poder
iiL.ll,_,I59p1 no es una unidad, o
sing simplemente Ia eentral, que fué un poto, tanto de cultura como de f uer-
zas politicas. Así, se originaron dos actitudes, opuestas,
::r,.'i:r".illT1'.:tg.-1"r_._91!i".r-,t..asiárico.Nitampd;
es una unidad racial,. porque desde los tiempos préhis- á""üué complementariai, hacia el estado. y- la nacion.
tórieos han sido un cíi§ot d'e razas y el punto de reunión por ün hdo- §e reconociÓ que Ia comunidad era part'e
de tradiciones curturares de tos de un todo más amplio, una parte de Europa, un Piep-
El principio formal de ra unidaoniás-«íioárro. orrgenes.
óurópeá no es bro de la sociedad-de las naciones; por oÜro, el hecho
sing e-spirituar. Europa constituyó ú;;ffiiandad: físico de que cada uno de los grande¡ no.deres -§e considerara
ra so-
ciedad de ros p_uep{oi cristianos qye dwa"t"
más o menos, había sido *oiauáaa ñii inói, el deredero y guardián dét ideal universal del cristianis-
mo, Ies hizo cómprender su vocaciÓn nacional como un
fluencia .re{gíosa e interectuat rraiiá f,ü*r,
-q* misma in_
puéUto elegido, cbn una misión especial en el mundo.
adquirió una
eonciencia de _ ra comunidad espiliiuai-t*u hascendía itatia, tr"rañcia, España, Inglaterra, Alemania, Rusia, Po-
los tímites poríticos y raciares. MT;n-iñ
.li, lonla, Irlanda, todas ellas en un momento u otro, Y aI-
espiritual fué reconócida como una realidad comunidad gunas veces simuttáneamente, han mantenido esta idea
social con_
de una mlstón o vocación particular, que algunas veees,
(1) I Pedro 3. 9. como en la Polonia de1 siglo diecinueve, ha asumido una
(2) a Diognetus 6.
Epístola forma definidamente mesiánlca; pero más a menudo se
184 Cn¡sropEER DlwsoN E¡, Julclo DE LAs NlctoN¡s 185

expre§a agresivamente en Ia forma del imperialismo


o Pero esta expansión mqndial de la eultura europea
engrandecimiento nacional. tué acompáñaOa por un movimiento centrffugo_ Q1re des-
Fué de importancia decisiva para este desenvorvi- i"i.g*O Iá, unidaá europe&,. Y -produJo, de un lado una
miento que ra caÍda de ra sociedaá crisüiana *eoioálár cultüra cosmopolita genétaiiia¡la, qug tuvo sus raÍce§ en
-ninguña
y la_aparición der nuevo estado, coincidierán cón Europa, pero relación -oigánica. estrecha coII
ca del descubrimientci y la apertura de nuevosñ¿ñ- mun-
;1iá, V b.ir otra uñ nuevo culto de Ia nacionalidad, que
dos.a la e4protación y coionizaóihn r.rropá*s. cuando ras lugar para ninguna comunidad más amplla. Es-
antiguas tierras del Mediterráneo orieñtal, cuna de la "oáei¡O
te nuévo cütto-eneontrd su expresión
-e1.
más ürtensa y-com'
pleta en Alemania, durante despertar nacignal -quP
cultura de occidente, fueron arrancadas violentamentá
del resto de Europa por Ia conquista otomana, eampos §iguió a la conquista napoleónica;-pero n-o fué exclusl-
vímente alemárf en su oriigen, y su désenvolvimiento §Ub-
de expansión nuevos e ilimitados se abrieron'ante ios siguiente abarcó toda Europa, y fué llevado de tm ex-
pueblos jóvenes de occidente en América, Afric&, y zud- trémo a otro del mundo como una parte inseparable de
este de Asia. EI ejemplo de España y portugal fué se- la ideología occidental. Sin embargo, el naclonalismo en
guido rápidamente por Hotanda, Inglaterra y Francia, su forma- romántiea más tempraná, no lmpltcó ningtma
de ma-ner? que toda la orientación de Europa iué trans- hostilidad a la idea de Europa. Es signiftcativo que el
portada, desde su antiguo eje mediterráneo, al nuevo escritor alemán que primero émpleó_la qalabra Naciona-
mundo atlántico. Además, la Rusia moscovita, que había lidad fué Novalis-, el-autor de Die Christenheit oder Eu'
estado viviendo alejada durante siglos, dependlendo det ropa,, que mira atrás, hacia Ia unidad del cristianlsmo
imperio mongol, detuvo finalmente el avanóe inmemorial móOioeval, como a un patrón para la reorganización de
hacia occidente de_los puebtos guerreros de las estepas Europa y ta humanidad. Fué solamente cuando el na-
y empezó a expandirse en Asia -septentrional, mieniras cionalisriro se separó de este idealismo romantico y_ §e
que al mismo tiempo recobraba Contacto con Europa reinterpretó en términos de biología darwiniana popular,
oceident?\, y era influenciada, cada vez más, por h cüt- que adquirió un caráeter definidamente anti-europeo. Sin
tura occidental. Así, en.- el sigJ.o diecinueve, Eirropa ha- embargb, en Alemania sobre todo, el nacionalismo con- tj
bía llegado a ser la señora del mundo. Lá civilüación tinuó ieteniendo un clerto matlz casi religioso, y es esta ,l
europea era considerada "civilización,' en un sentido ab- fusión incongruente de materialismo racialista y mtsti-
l,]
, il
soluto, la ciencia y téenicas europeas, las instituciones cismo nacionáfista Ia que ha producido el fenómeno §o'
e ideas políticas- de Europa, aun lós vestidos y maneras
europeas, se universalizaron y transformaroL las vidas cial'expanslvo del nacionalsocialismo,, tal como lO ve' iil
de millones de seres que habfan vivido hasta entonces mos"hoy.
en obediencia a las tradieiones sagradas de civilizaciones equi el estado no es ya considerado como el mlem- itil
antiquísima§, g-bajo_las condicioáes prehistóricai:ae-u bro áe una sociedad de naclones, slno comq eXlS- ,,Íil
barbarie.primitiva. rtr hdas partes, tesde tas piaáeras tiendo solamente para adelantar los flnes de la comunl- '.'
dad racial que es la rlltima realldad soclal. Entre esta§
Jl
de América hasta las tierras ilrgenós de la ,urrid ;di:
earta, los
\ta,$a" ro§ aventureros
ayen[ureros-europeos
europeos fueron a apropifurdose de unidades no hay comunldad, porque la naturaleza recla'
Ias nuevas tierras, y los réeursos naturdtás'del munáó ma que cada una permenezca rfgldapentae dentro de los
fueron siendo explotados porp.ol buscadores-
bgscadores de oro e ir""-
de-oro lnge- límites de sus próptas formas de vlda. Por ests razón
,óiói,ftüJ 5ü- la mezcla de raial y cultur&§ es el supremo crtmenglü'
8o-
ropeo§, y de alimento a los tr¿bajadores ¿e Ur¡ropá. cial. Cuanto más pua es la tana,, másblOvada es lt tr

,'rill
186 CnIsToPHER D,Iw§oN
Er. Jutclo DE LAs Nec¡oxrs 187
tura, y Ia ley- final del progreso hurnano
eontrada en- ra rr.pá"ii6" iictórrórá-áá ha de sor e,,- mente una unidad espiritual basada en la religió4 y ex-
riores y Ia elimirraclon piogr.uire-ar-r*i-r"zas tipos supe-
ros presada en la culturb, no puede ser reemplazada por
irüeriores. üna unidad:biológica ni económica, porque éstas perte-
Es obvio que estas teolialjgl,puy.apropiadas
proveeruT^ple para necen a un phnó diferente de realidad social. Son ele-
i{99róSi91 para ta qbrfurca agresiva de
un imperiarismo^qnitá1iy mentos sociales, no organismos sociales, en el sentido
vgmos en el-caso de Atemsnia
t.i"ái, 'ñe*so poler exacto.
I*i1f,:ilr,'1
aé-",iá'-üdffi
' ff i'tf&:i.:1T,il*liJiBflffi
-momentó ;üé de
.¡",fi
Es verdad que es imposible restaurar el antiguo orden
europeo, aun eir su forlia más reciente { Tás vagamente
f
,iryÉt*?
Ias
u ;lm*:liaxt*r#
tradiciones y e.piiitu caractuils-uó srffir,TTHist
oiga^niráOa, poique el mod-erno desenvólvlmiento econó-
mico y ta güérra-mecanizada-moderna han qfectado pro-
funddmerite las condiciones de la vida polltlca y la con-
áe u civ,ización
occidentar. que auñ rritrer
mismo--óórñia.o cepción de la soberanía del estado, de -mqnera que ya
fuente de'tas_ *4{?rñá!, como Ia no'es posible para los estados menores de Eu¡op3 lnanl
como ro ñuñ.or.visd, rudia .orrquisras d tener su indefrendencia mediante eI sistema tradicional
creó ra unidad ¿"i.,iiái y eom*nidad ,sir*?ffi!? [tJ; de las alianzds militares y el equilibrio del. podqr. Pero
cuttura que h civiliááóI.í", tuér;mo- comunidad -de
occioeátái-adquirió esto no significa que tendrían que ser sacrificados a la
fluencia irni.versar. uláiéilo_ que su i¡*- decisión de ganar- eI poder de lós estados totalitarios o
{uropa
o" nacionei v que por to tánto.fué también absorbidos en una uñidad raeial que pudiera ser una
Xrl?-i::'rt$?f er eiementó iil
creación artificial de una propaganda nacionalista. Esta-
dos pequeños como suiza-y BéIgica, -que ni siquiera ha- 1,]

A,lr-#*idi*tlüefitUf
nación son *l.?l}#,ru,.*ru* blad uña lengua común, pueden, sin emb?Tgor poseer
un carácter nácional firmé y tradiciones históricas que
::Tg a.o*p,léfiü
misma existencia a;;r.áor".qru
su^ sínt-e!J§, y
creben su no pueden por el interés de ninguna. teo-
-racial ser denegadaspártido.
i

volverros a sus elemññ'.t*p*éstos .cuarquier intento de ría o ideologíá de Porque es mediante l¿


trucción- De aq"i:qir;-ái"""""oó i-nvorucra su des- "'iliI,,'
raciimó-rro ,* sino otro vida de sociedades históricas de esta clase, ya sean gran- t,,l

síntoma de ,, des o pequeñas, que existe la civilización europea._ A-un ,§il\


solución de h -qéf,rri*;il?i" a" ñüritái,rrtura. La di- hoy las tiadicionés nacionales y Ia. unidad social de los
üi
se concentren T1glqii*;i"a ha hecho
primero en ias partes gueque los hombres puéblos europeos parecen tan fuertes como siempre; el '
flu
,fl"t

-las ,urior.-,y lg.so .q rds eremriir"r'i:'ffit'Jüfrrrt


I fracaso ha tehido lugar en eI plano polftico; es el fraca-
I,il

estaban compuestas uí nacionér.--------'*' so del estado individual y del sistema de estado europeo illlj
Así, Ia ideorogía racista, al iguar qge en adaptarse a las nuevas condiciones.
es el resurtado de1 de*umbe de ia ra comrurista, Sin embargo, aun este fracaso es un testimonio in- ,illir
la tentativa de encontrar un su¡stiiuto uniiai europea y de directo de los-poderes de la civilizaclón occidental, da-
ñr*
$lil

gún eremento sociar primariá, ella en al- do que es el résultado de la expanslón mundlal de la
QUe
pero si, iomo creemos, sea permanente e ür- cultüra occidental y su triunfo sobre las limltaclones
rybre. nuiopa fué esencial- fÍsicas que condlcionaron la ctvilizaclón e.n. el pasado_.
En los cómienzos del slglo veinte la polltica internaclonal
ür,i

el era todavla un campo cerrado reservado a los poderes


sobre fiiíi
"*r,']'*r}i'ri§,.'f"J:Ti:'* Japón v la cultura occident¡r en
europeos, y el resto del mundo aportaba un fondo pasi-
flit

ilil
188 Cn¡sroprrEn DlwsoN Er Jurcro DE L s Nrctowss 189

vo para su§ nganiobras.


1

nuestras mentes a lá es Apenas hemo valían las nuevas fuerz&s, y crearon una organización
q¡"ñ ñtu,iq6 ü-ffififrtpk
er cuar ra uniááá-ño'ár'*f
pero con la llegada
tiliffiHm
otáoürffi'ra eiv,ización.
que no fué ni europea ni universal, ya que no inclufa ni
a log Estados Unidos ni a la U.R.S.§., y dado que su
base verdadera fué un sistema de alianzas, similare§ a
aquellas que habían garantizado el equilibrlo europeo
t"l?lrll peaaz8s- ui {9.1." prr..rt. guerra hemos rris-
l"tisü;i#;;a det poder en los siglos dieciocho y diecinueve. No es
,T, d_e esrado, baJo
sorpiendente que un sistema que ignoraba las realida.
des del poder mundial hubiera sido desafiado y arrui-
ffiffiJ-iiffi'11"r:.S;,uXam,ggli¿?J*1?f* nado por los nuevos reglmenes de Europa y Asia, que
r"#mJÉi:tpi,x,Ftl&tr,rtrr*lil#rm estaban basados sobre la realidad desnuda del poder e
ignoraban tod.os los otros factores. Pero aunque el ra-
cismo, el militarismo, la autarqufa y la agresión iltmi-
H,r'*fiütlis'ir*mfilf f{ffi,Hi,,{**$ tada son poderosos como fuerzas revolucionarias y des-
nf "*"*:t,":*diar :Cñüa-
-su- tructivas, no pueden ser empleados como fundamentos
ü*m: ffi
nesarcón-éxcepcioña-fff
esrá casi de un nuevo orden. El trabajo de la Liga de las Naciones
ha de ser hecho nuevamente con mayor realismo y res-
casi eüteramenü-Jl.-ut
no de esros ¡ooerei; ü"
il'ül,:i:¿?:f,Hfjlif,ffi
irendencia de o ponsabilidad más amplia. No puede ser hecho por Eu-
estaáó-ii;át #Ti,rt#f,oT ropa solamente, pero tampoco se puede llevar a cabo sin
tradicional.-É.k§'ürr"i"ip.gór
ñiffiü o federacrones Europa, ya que Europa todavla representa la eoncentra-
clón más grande de población, poder y actividad cultural
i^l',.ffi 'áf ,#iilffi'JJf ,t¡r*;ü,íolgde-teriitorio, del mundo. Por lo demás, es de Europa y de América,
que es el Nuevo Mundo de Europa, de donde ha venido
f.."S§."#--d;üii.r"^1ffi tt'"ii*",T=stEoóq'üñá* la idea de un orden mundial internacional, y es merced,
prdüü"diiü_*"í[f a la i¡rfluencia occidental y en comunión eon la cultura
,$T.'3r"r:J'! ::]i;'tir-ff';f i?íffi t!,.§
.r,'.óioilií"*rF. ffi ;üffi que er desarro-
oecidental que los pueblos de Asia y Africa han adqutrtdo
la noción de su ciudadanía mundial y de su rarrgo ür-
:lrü:f 'dtli:t'lhi§.:iFl{ttüf 'Hn;itffiffi ternacional.
Pero, ¿eómo es posible concebir cualquler soluctón
ffiii:nH':il:,:*$ffi:ffift5á#T}iM;ffi
ra seguriáád*ilit rrrr"i*ii-idnil
que concilie los derechos de las naclones con la e:dsten-
cia de Europa, por una parte, y le necesldad del orden
$lffr1.. una base r¡ni_
mundial, por otra? En prlmer lugar, es necesarto pensair
que el problema no es eI de una relactón rlntca entre
Esto fué recono_cido,
por los fundadores la lación y la Ltga de las Naclones, o el estado y la so-
dg Ia ¿iga de ras
-*n*o ñH;,"r.p:l.ipio,
pero].órñó-rr.mos vrsro ciedad unlversal. Es una relaclón trlple, lnvolucrando
:' cinco, ñ-;i;;;"ron a caieurar en ro que en una unidad cultural que es intermedla entre le naelón
y el mundo. Hasta aqul, la unidád cultural ha sldo la
(I) Empleo Ia palabra en el úItlma, y las distintas culturas y civilizaclones, tales co-
Hi**l*::rninr,.ru"h#:qir1,;$*"*í,ff H,"?"""ilr3 mo I,¿s de Chi¡ra y Europa por ejemplo, eran mundos
cemados, adoptando la miisma actitud, una§ con reqpec-

,1

,{
,.¿l
,l
I90 Cnlsroprrrn D¿wsoN
t' Er, Jurcro DE LAs Nlcloxrs 191
to a Ias otra§, tomada p:L,l^T griegos
y los bárbaros
-m;sur*,*i' ideales está limitada en Rusia por el carácter totalitario
ffiif f,frTff'$?h tj:tlianos y Jñ' r* de Ia ideología comunista y los métodos de dictadura
unacivlizácion-á;.;'rfi ;;türryir",iri}:,.:'jl1#fJrrii revolucionaria, y en el fmperio Británico por la diferen-
compuesta de provirr.iu, ."riiurales, cada eia de rango entre los dominios con gobierno propio,
sisentes
de Ias cuale,s es los territorios eoloniales y los protectorados, asf como
eomp,rurta ;
diferentes nueblor ó ñ*Jiones. ñ;* ül ,r, númerouna de por la inclusión del vasto subcontinente de India, eue
potíticas v^soeiarár-riiii."tes casi toáá, Ias ideologías
este Erupó intáimáaü.o"í."-ar iñár;ili* exisrencia de
constltuye una de las mayores áreas culturales del mun-
do y uno de los miembros potenciales de la confedera-
iisáao'.o*o ra suprema
realidad social .ortru'ui rtnao-aáffi; eión universal. Porque la India no es una nación sino
eional inorEánieá á i-ñrü*", s'ocieaaa interna_ una sociedad de naciones como Europa, eon una tradi-
q_rr. es simñremente
de todos ros esraá;r;;iil;rffi Ia suma eión comrln de civilizaeiín, que sobrepasa la polftica y
verdadero debe teneién'tygl*, ;u" .H'orden mundiar que ha sobrevivido a invasiones sin número y a siglos
dades der noder, ri"i ü*n*! *;"i;;enh
tura que afeetai nl"soiá'Lr r'#iüií,iades de ra eur-
Ias reali- de dominaeión extranjera.
institueioner Pero, ¿gué decir de Europa misma? ¿Es posible ima-
ginar una federaeión europea oeeidental que tomarla su
il3ffi'!fiiJlu*.H:ril;itt":igrtT,::'iffiidl.3'; luEar con las tres unidades federales exlstentes, como
Existen dos línea* á* eondu-eta miembro de Ia sociedad universal? En el momento pre-
a seEuir para ,tratar
este probrema. oJ-un iial,
.aáá
euttura pudiera s.r orgárrizada .ioiiiátio, o área de
sente el ideal de unos Estados Unidos de Europa puede
pareeer utópico e lrreal, sin embargo pareee ser la rlnica
eom;;; mundo auto_ soluclón eapaz de eonciliar la tibertad nacional v la au-
sunuré,*iryl,n r"t rite-
iÉl[3*i?l,i',liii[?# ff #a
menrepd;;"rñr;á;,,utlHi?:3üíirr,.",r:,f
tonomla eultural de los pueblos europeos occidentales
eon Ia tradición de la unidad europea y tas necesidades
«rereehos de tár-"á-.já,iÉrli trT; del orden ?nundial.
.agi-d;;;áz
La soruei¿" arteináiiíá".b¡g*iá
ñ aer mundo. Las obieeiones a Ia idea de una federaeión europea
de naeiones sino ,r, ;;.;;, ,,o una rÍea
óorrlq.r.rgiq;,-;;; son el resultadg, en gran parte, de tener una opinión
raciones, orr?l1f+'U;ilur1iqaá, -au* riga de fede- demaslado ltmitada de la ñaturaleza de la federaeión,
lültu ra, y eada y eoneeblrla en las condiciones de los Estados unidos
HÍ'i:fffi13?fl:,Tip"i#;}fffiá HE fil.,"nes ó .,iá-
$e {,mé_rtea, donde la solución federal fué posible por el
Ya tene*?: ejemplos hecho de que Ia opinión nacional fué eoncéntrada'sobre
Iítico en Ios tres grairdesae este tipo de organismo po- Ia unión misma rlráq que sobre los estados, que poseran
poderes Que están un carácter provincial más que naeional.'pbro en Eu-
aliados en
l?#.f'rf.t.¿.,*".;, üii"iu ,9" ai.tiit". en consrtu- rop? eI _desarrollo intensivo de las tradiciones polfticas
nacionales y Ia cultura nacional, han hecho a fodos los
ffi1*,*í1re¿{gats**ihl¿F1ilffi-f pueploq tan c.onscientes de su propia lndividualidad que
cualquier llmitaclón de su sobéranfa porftica es reciblda
.x,:""t*",:Jxil,ht.[:[;1":,3ffi como una amenaza, a su existencla espiritual.
,ffiq?,?,',fl
ideates democráu.á, ,jiiilái.s, fl?xsi Parece absurdo s&car como conclusión de todo esto
de Ia aesiguáiááá-rirüffiffi;quey rec hazan que la únlca forma posible de unidad europea es un im-
ra aprica.,BirrJffifjl perlallsmo totalltarlo que destruirfa toda la libertad na-
192 CnrsroprrER DlwsoN
E¡, JurcIo DE LAS N-tcloxes I93
cionar. ciertamente, es m4s- razonabr,e pensar
sanizaeión de Europairnñ;E;il;iin ribre y ra or-
que
variada a,]emana o anglo-americana de Europa, sino si Europa
como fuera posibre. Er Estado he de ser orgánizada como un imperio militar totalita-
ha mostradó cuán t"i"l pyeaeHriá"iüá a. ras Naciones
iriá-iñel camino de ta rio, o como una federación demoerátiea libre. §olamen-
autonomta y
*irñ
preservando - ar_diversid;A
^d. lár'i;il, te mediante ia segunda alternativa es posible integrar
rñTpg unai
ciar verd*dpr?,, a,nque i"aátiniáá et principio del libre albedrío nacional en una unidad
poüético orden-univeilá1, üna ñ*'it*o nuestro hi-
""ru"á"ffi?ll:X?,ff: más amplia, que poseería suficiente comunidad de cul-
tea*a.iári'au federaciones, tura y tradición histórica como para despertar un sen-
{.que por Io demás exiite con un mínimo de organiza- tido verdadero de lealtad, tal como una organización in-
cron y contror central. un ia *irffi ternacional que es incapaz de crear la Liga de las Na-
eoncebir un? unión europea que ;;rma es posible
sería- primariamente ciones. Una unión europea de esta clase estaría en eon-
una socieda{ de-pueblos iini"s', árii**.uat dición de cooperar con las otras federaciones mundiales:
grandes y pequeñós, roi reinóly jur'iup,iblicas tos estados
propias institücionei y constiiü.Íorü. eon sus el Estado Británico, los Estados Unidos y la U.R.S.S., así
junto a ros orros, ¿óñd lHstirían los unos como con la América Latina, India y China, como miem-
b rraéáñ-iós "riiemnros hno constituyente de un orden mundial federal.
tado Británico oe ú* iiil;ones. der Es-
En esta forma sería posible preservar el carácter na-
una federación tar estarra_ enteramente cional y la misión cultural de los estados más pequeños,
con Ia concepción traoiciána¡ de aeuerdo
que tienden a desaparecer en la atmósfera cosmopolita
Burke definib-cod"n áJ*'q" a" rá-üiliáád europ€&, que
sado en una forma .drrñ ug-pffiffi cristianos, ba- tle un estado mundial. Así Suiza o Dinamarca tienen su
a;,.r!gá, trugar y significación en el orden europeo, como Colom-
cultura, poseyenao uña-léy priurica iirril.ro*unidad de bia o Ecuador lo tienen en América Latina, o Nueva Ze-
comun.
EI varor porítieo de .rt3 concepción landia o Terranoya en el Estado Británico, y sus valores
fué vieiado aI
§er aceptada' Ia guerra órg
Iey inteinacÍonar,"ulvlciá"que ,rra^páitu normar de Ia
individuales se perderían o serían seriamente deterio-
rados en un sistema mundial uniforme, al eual el estado
tué rñitioo pero no cu-
rado por ra tentativa áJéróti";;;'ai#ir pequeño es incorporado eomo una unidad aislada, junto
ras condieio- a" superestados gigantescos que euentan su poblaeión
fttri:, ffi"
tentativa seria f
{, áé *,:&i'r",f#
iñilr i}-'# Eii',% le[:?
tr:^-u:-t?dos de Europa
base de los ññipisñ üi.Tirnos, sobre Ia
por cientos de millones.
No hay duda que las dificultades que se levantan en
ramüia crisrfana au rár-iá;id;: como miembros de Ia el camino de la creación de este sistema federal orgá-
yecto fué lanz1do É.#d;do que er pro- nico de orden mundÍal son inmensas, pero lo mismo
qg;ior?rr
ücos de Europa oec'iáérr}á,-L grandes éslaaos autoirá- puede deeirse de cualquier sistema de orden mundial,
Ia nacionardád isfi;;;üñ íJ, p.irr.ipios desde una Liga de las Naciones hasta un estado mun-
sublimes fueron-t -ñilñilrrg.;g;-ññ#ios, sus ideares
de
oéfuáriiáü, .o*o üirl?ascara,
dial unitario.-Sin embargo, la historia catastrófiea de
tiranfa, y fuero-n oestruiáol-poT de Ia los ultimos treinta años óon sus dos guerras mundiales
natisras de mediaaoJ á"i los movimientos nacio_ y su sucesión de crisis económicas y políticas tendria
ron a ver Ia necesidad á; ,jhb aiuáí"üf"ü,nru no uega- q*" aportar pruebas suficientes para convencer a las
i"n oraen europeo organ izado. drenteri más iautas y conservadorás que la cuestión de1
Hoy esta necesidad es comprendida orden universal no es un especulación utópica, sino un
y Ia cuestión principái-ñ én bdas partes
eJ éñtu.-"rññás**orrfa rusa, hecho vital, del cual dependen nuestras vidas y ta exis-
tencia de nuestra oivitización. &r el momento presente
| ":

{ '(

194 CnlsroprxER DtwsoN


Er. Ju¡clo DE LAS N,telor,:rs 195
Ias fuerzas de la destrucción y ra viorencia
ralmente en asce-nso, de manera que ros hombres están tempo- principio espiritual del cual Europa derivÓ su existen-
ten tentados a abanáonaf se sien_
pi.iir.iÉiü sobre los cuares óla. Nb existe nada en el pasado europeo que no haya
ha sido basada ra civilizáciol'oeciá-ániáI y
1q,s sido formado ni eondicionado por las influencias cris-
ros poderes demonÍacos que tran üiid;dé a rendirse a tianas, y ni aún los herejes y revolucionarios han de ser
superficie raeionalizada ior la socieü¿ d"dñ ái"r, exceptuados, ya que han sido inspirados a menudo por
moderna. Esta
es ta gran rragedia oe ñuestiJ?ñ; que ra porítica una-d.evoción exagerada y unilateral hacia algún ele-
mento partieular de la tradición común. Y en segundo
lgresiva y q propaganda .deJ poaér lmoial *p"ñ;-ió; Lugar, los cristianos tlenen una nueva responsabilidad
elementos más profundos de la-concieneia oe tás-m;r;,
p?s de {o que [o hace el idealismo moiar aé lá-¡ü;ti.iá y misión con respecto a la sociedad del nuevo mundo
internacional y la paz universat. v poi ro tañtá,;;i;_ que Europa ha creado, a pesar de sí misma, por su§ con-
mente recobrando una fuerza espirifuar oin¿miáa-á* quistas científicas y su expansión económica -y colonial.
mueva la conciencia de la sociedad más profund**"ñte Esta sociedad mundiat es algo informe todavía, un caos
que la determinación mate_riar de gurá" en el cual las fuerzas de destrucción solamente son las
humanidad podrá ser satvada aet peiilra
er poder, ra únicas que parecen activas. No posee en sí mismo nin-
gún prihcipio de orden ni poder espiritual capaz de
Hemos visto. que la civilización europea debió
su ori- clarle-formá orgánica y unidad. Cualquier tentativa de
gen no a ra unidad raciat ni a ta orgáñiracién -póriti.", organizar al mundo mediante el poder econórnico o mL
sino a las fuerzas espirituales Iitár divorciado de ta visión espiritual, está eondenado
y a los bárbaros en la nueva que unieron a los romanos
iociedá¿ áér cristianismo. al fracaso, porque desconoce los factores más profundos
Pero esa sociedad no estuvo rimitaáá-"r, principio
a ra y vitales de1 problema, y si estos factores psieológicos y
sociedad particuru-l puebl os que u;üil;;;iiir"*ü óspirituales són descuidados, pueden r-eafirmarse en una
Fug, en p^rincipio una_g! -socieaáo-u"1;;*oi
-oe
basada en ra rebeüón apasionada y destructora, tal como la que. des-
unidad y en er.sen_tido natürar de la-iiJtlrnidad truyó l¿ répública de Weimar y eI sisterna internacional
ad, correspondiendo en er plano temporát a rá huma- de Ia Liga de las Naciones.
idea de ra ñumaniaaa quJtrascendÍa tódas
de rav,a y crase "en ra éuar no- hay griegos ni
"áéoa
ras divisiones Es imposible, por lo tanto, desdeñar |as pret_elsiones
judÍos, cir- del cristiánismo Como lnaplicables al problema del orden
c,ncisos ni incireuncisos, bárbaró*;i-ñ";biáJ Ínternaeional, porque tos poderes demoní?cos que han
libres ni escravos,§in9 quá c"iito é; hd6;y está "ó*ád;;, entrado en la casá vacía de Ia civilización secular no
en todo,,.
si esta fe vive todavía en d mundo ,o'd, menos vátida pueden ser exorcisados por economistas ni polÍticos:
hoy, eomo base espirituar det oraen *u"diat, a; ia religión es el único poder que puede luchar contra
el pasadó para. ra construcclóñ-áe Éuropá;H b a;;
]11"9_gn- las fuerzas de destrucción en términos iguales y salvar
una palabra, es soramente en un orden qy"di"fñt j; a la humanidad de sus enemigos espirituales.
idea sociat cristiana encuentd;u;;Eño, mas
p_leta, ya..qug desde er prineipio el idüi ái universalis-
com- La misión universal del cristianismo está basada en
mo espiritual y ra vocación münaiat ááiiristianismo su concepción de una sociedad espiritual que sobrepasa
formado er forido de ra eiléa sociar cñiiiaiii. han a todos los estados y culturas y es la meta final de Ia
tianos tienen ula Así los cris_ humanidad. Dondequiera que existe el cristianismo, so'
ssponsauiiiaaa t ñffiisión doble en brevive una simlente de unldad, un principio de orden
3-"t*il preggnte..u"-pr-uoer ruáár, áü*
ros de l,a anüigua tradición euroleá y rós *" ros herede- espiritual que no puede ser destrufdo P9r la guerra, por
s,ordi*es der etr confltctó de intereses económico§, ni por el fracaso
-
796 CnrsropHER Drwsolr El futcro DE LAs Nlcroxss rw

!e la organización política. No hay duda que se dirá que


la rglesia cristiana no cumple en realidad esüa misién, iXH,f ffi }S',ffi B#Tl,'ñ,I'ffif §,*ffiffitr#
I.-quelo_s cristianos son demasiado pocos, demasiado dé- ---
mento actual. po'
Prl.r.y demasiado pobres en eualidahes eÁpirituárei ó in- E:t p"á;;-del Espíritu e¡ el único suficientemente
telectuales, para infruenciar el curso de É historia. pero ,rleroso como páia-vtneerlo. Con su fortaleza, -los cris-
l-o mismo pudo haberse dicho de tos judíos en la época bianos en el páüáo'éniiéntaron y vencieron a
la civill-
de los profetas o de ros cristianos mismos bajo er imferio ,"*ién pagaria--oei. i*qerio romano v 3] tlYIfT:^P*-
romano. "Mirad vuestra vocaeión, hermanós',, esdribió g*rró ¿"' iüs conquistadotgs bárbaros. EI nuevo pagarus'
f* A* ien.mÑ quá _."tten!ar hoy essumucho más te-
san Pablo, "que no muchos hombres sabios dé acuerdo frla inhunrani-
con la- carne, ni muchos de ros poderosos, ni muehos de irmfé q"e de aquéllos, Pót
los nobles son llamados". Es de ia rnismá'n aturaleza del Ou¿ V tu "uatq,riela cientlfica del mal'
explotación
----f,áro ténámóJ te en el poder del Espfritu debemo§
cristianismo si
confiar en eI ry
depender de los medios humanos, no ,rreer que aun-estos males pueden ser vencidos' PorqUe
"arma d.e la carne,,, no juzgar los heóhos Oet mundo, po¡ formidables que _paxezcan'
por las normas humanas ni seglares. Lo finico que de- ü;-p"d.ieJ
manda es fe, y la falta de fe es lo único que puede de-. o*rr ^po¿rres ciégoJ qge'-tigb?ian en la oscurida{ y. qut
itcrivan su potéñéiafaa¿ de füerzas nlgativ?: {-+:tly:;
rrotar al propósito divino.
Así, la esperanza de1 mundo descansa, como último
ioius. Son impotentes contra aquel Espíritu que essus el
s*lái y Ou¿or^-de Vida. Y en la misma forma todas
recurso, en la existencia de un núcleo espiritual de cre- ,invenciones nuevas y cuidadosamente imaginada9 ptra
yentes que son los portadores de la simiénte de la uni- r,,,"clavizar la mente irumAtta, SOn impotenteS COntra IOS
dad. cada uno tiene que hacer a la vida su contribución del amor espi-
iro¿éré" más elevados del entándimiento-y santo'
rltu.ales, qru *r, los dones
única_y especial det todo. Pero en eI estado presente de esenciales del Espíritu
desorden mundial, donde cada sociedad luehá para con-
seflril su propósito mediante el poder político, sin parar
mientes en los derechos de los otros,- o en la vida del
to9o, su vocación se ve frustrada, de manera que cuanto
mís elevada y-única-s9a, más absoluta es la olosición y
más amargo el conflicto. La reconciliación de las nacio-
nes sólo pued_e ser efectuada en un plano más profundo
que el del poder político o el interés-económico. ns esen-
cialmente una tarea espiritual que demand a la visión
espiritual qg. es la te, Í la voluntad espirituat que es
la caridad. Hoy vemos lo que le sucede at inundo cüando
et espíritu deÍ odio se conviéit" é', ár- póa.i q"J h;;
marchar la vasta máquina del estado, qüe ha sido eons-
truída por la moderná organización ciéntífica. gnfien-
tadas con este Tal, todas las diferencias políticas tt to-
das tas diferencias de elase, de nacionali'rlad o de ms,a
se desvanecen hasta hacerse insignificantes. aun los rna-
les de la guerra presente, enonnes @mo so[, no son
.: ?tl[i

1,
BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO - B DE LA R

ilflil ilil ililililililillillllll lllll llllllllll lillllll] lilll ilill illillil


2 9004 00959853 2

INDICE
P,c,nrE Pnturnr

PÁc.
I. hora oscura ... .. 9
-La
II. Democracia y guerra total 19
-
III. -- Los orígenes religiosos de la desunión europe& 34
IV. El fracaso del liberalismo . . . 54
V.
- El fracaso de la Liga de las Naciones
- 1. La caída de la Liga 67
2. El Estado-nacit¡n y la Unidad europea 72
3. La Unidad europea y Ia Liga de las
Naciones 7B
VI. La secularizaciórr rle l¿ cultura 85
-
I)nrtru Sncu¡ror.
LA RESTAUIIACION DE UN ORDEN CRISTIANO
I. Planeamiento y cultura 101
II. - Frincipios sociales cristianos 116
- 1. La ley de la naturaleza . 120
2. La idea del cristianismo 126
3. El poder del espíritu 133
III. -- La espada del espíritu 136
W.-Retorno a Ia unidad cristiana ,.... 145
V. La eonstrucción de un orden crigtiano . . . . . L64
-
vI._LaCristiandad,EuropayelNuevoMundolBI
'1,

,),!,
IIL'I'IM AI] NOVH
Nt)t/til.¡¡
/t, t.:u¡rdovllU
Wlnll¡r
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I I l'.1,,.1rr,.r,,rrr,... l. Lt¡lwlÉ
l,i ,:',','' ':,,. 'l::: , l',1';f',*'fl,
UltIlrÉ lltllltrlrr
l', .1,,. .1,, ["] l, , r n t:r¡¡t
Este libro terminése de imprimir (i¡tl¡,lrr
el 3o de setiembre de 1q44, en los
Talleres Gráficos .,ROSEDAL,, r rrl l, r lrrf{ ttt,ñil,flil
Santa Fe 3399 - Buencn Ai;.
Ala.lr'lrrl¡tct ll!l
I r,l ti ¡ lUrl l¡lttl?14,,

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I I rtr. lr rl 1,, lt,, Af ,r,r ([] ,lr'1,
I ¡, ¡,ri,rrr,l,r,, ltlllAtt l1't tt,
I r',, É !.,t,rul M¡,rhr,ltfrl, lt, OlOt,l ' , il.1't,

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