Sei sulla pagina 1di 13

LETRA DEL AÑO (HISTORIA YORÙBÁ)

La Ceremonia de la Letra del Año es el evento religioso más importante


que se lleva a cabo por los Bàbáláwos, tanto en Cuba como en Nigeria,
aunque en fechas diferentes, por lo que debe ser del conocimiento de
todas las personas que se preocupan por la cultura Yorùbá.

No cuestionamos, ni cuestionaremos jamás lo que hacen los hermanos


de las diferentes ramas religiosas dentro de su Ilé Osha, tanto en Cuba
como en el resto del mundo; pues merecen todo respeto y consideración
hacia la identidad y diferenciación que puedan tener según sus códigos
culturales.

Cuba es el territorio donde mejor se conservan las tradiciones culturales


de esta religión que nos fuera legada por nuestros ancestros esclavos
traídos desde África a finales del siglo XVIII. Esto se debe en gran
medida a los esclavos pertenecientes a la etnia Yorùbá, en específico los
de las religiones de los Oríshas e Ifá. En nuestro país esta religión es
considerada como Religión Cubana de Origen Africano teniendo en
cuenta, a través de la historia, los elementos tradicionales rescatados
por nuestra población religiosa; elementos que han sido conservados y
revitalizados y que por su apego popular han llegado a formar parte de
nuestra cultura y de nuestra identidad nacional.

Esta religión, como la vida ha demostrado, se ha trasladado desde Cuba


a cualquier región o país del mundo, de una forma natural y
espontánea, sin perjudicar la religión en general, por el contrario,
formando ese toma y daca que le da riqueza a la religión y a la cultura,
pues exportar una tradición como esta, que se caracteriza por no hacer
proselitismo, "La convertirá en la religión del Siglo XXI", como expresara
el Prof. Wándé ( Awó y Bàbá
- Vocero de Ifá para el mundo. Titulo dado por el Oòni de Ifà
y el Araba Àgbáyé Olúisese. Omó Ògún. Inspector general de la religión
Yorùbá en el mundo), expresión con la que estamos completamente de
acuerdo.

Nuestra Institución ha estado luchando desde hace muchos años por la


unidad de todos los practicantes de la Regla Osha e Ifà del mundo en los
aspectos más importantes y generales donde la Letra del Año tiene un
papel fundamental.

En cuanto a este último aspecto, hemos tratado de unificar a todos los


religiosos, sin lograr hasta el presente un resultado final, puesto que los
patrones de cada practicante en ocasiones se vuelven absolutistas y es
posible, que no se haya pensado, en que al rechazar la unificación y no
tomar una decisión positiva como esta, por demás sumamente
importante, se haya dejado de tener en cuenta, los problemas que esto
ocasiona, que no atañen sólo a una persona, a un grupo institucional o
familiar, sino que dañamos a una religión que insistimos, nos fue legada
históricamente por nuestros antepasados, que forma parte de nuestro
patrimonio, que debemos respetar y preservar seriamente.

Hemos tratado de hacer un trabajo de unificación para llegar a un


consenso en cuanto a la Letra del año, nos referimos a un sistema
adivinatorio de probabilidades y es por esta sencilla razón que cada
ceremonia da por resultado la regencia de distintos Oríshas y Odù
(signos) en el año, y las personas creyentes y no creyentes se ven
confundidas, no saben en quien creer, ni por cual letra regirse, lo que
hace que pierda en credibilidad, prestigio y se considere a esta altura,
después de tanto terreno ganado, que a nuestra religión le falta
seriedad, respeto y la unión por la que tanto luchamos.

Creemos que en este caso el desconocimiento, el apresuramiento, o la


ingenuidad de muchos han hecho que se tire por tierra el respeto a una
tradición de más de 100 años de existencia.
HISTORIA

Desde sus inicios las investigaciones cuentan que la Letra del Año
comenzó a sacarse a finales del siglo XIX, sin poder precisar la fecha
exacta. Por datos y documentos se nos revela que Bàbáláwos
procedentes de las diferentes ramas religiosas existentes en el país
comenzaron a reunirse para efectuar con todo rigor las ceremonias
establecidas, que concluían el primero de enero con la apertura de la
Letra del Año.

A través del Oráculo de Ifá se daban a conocer las orientaciones y


recomendaciones que debían cumplirse durante ese año, con el fin de
evitar o vencer los obstáculos y las dificultades. Por esta razón la
primera Letra del Año que se realizó en Cuba la efectuó el Bàbáláwo
Remigio Herrera, Òbàrà Méjì, ş ( chi a, e hi a), de origen
africano, apoyado fundamentalmente en cinco de sus ahijados, a saber:

Marcos García Ifàlola. Bàbá Èjìogbè

Olúguere Òyèkún Méjì

Eulogio Rodríguez Tata Gaitán. Ògúndá Fún

José Carmen Batista Ogbè Weñe

Salvador Montalvo Òkànràn Méjì

Bernardo Rojas Ìrété Untendí

Es bueno señalar que algunos de los ahijados de ş tenían como


Ojùgbònà a Olúguere que era también de origen africano.

En el año 1902, por problemas de salud de ş , Tata Gaitán asume


la responsabilidad de la Letra del Año apoyado por los Bàbáláwos antes
mencionados y participando además:
Secundino Crucet Osalòfòbeyo

Bernabé Menocal Bàbá Èjìogbè

Quintín Lecón García Òtúrá Niko

José Asunción Villalonga Ògúndá Masa

Y otros

ş muere en el año 1906 y Bernardo Rojas se convierte en su


sucesor, heredando las deidades mayores de su padrino y bajo la tutela
de Tata Gaytán asume la dirección de la Letra del Año.

Bajo la sabia dirección de Bernardo Rojas y de todos los Bàbáláwos


mayores que hemos mencionado con anterioridad se mantuvo la Letra
del Año, muy discretamente entre el grupo de Bàbáláwos que no eran
muchos en aquellos tiempos, debemos destacar que fue entre los años
del 48 al 52 que se incrementó con la presencia de más hermanos,
contando con el apoyo y la participación de:

Juan Antonio Ariosa Ogbètua

Tatica Òbàràrete

Joaquín Salazar Osalòfòbeyo

Cornelio Vidal Ogbèshé

Miguel Febles Òdíká

Aurelio Estrada (Babel) Bàbá Èjìogbè

Igualmente contó con la participación de casi todos los Bàbáláwos de


esos tiempos. Aunque la ceremonia siempre se realizaba con la mayor
discreción posible y en privado; ya que en el gobierno imperante, todo
este tipo de prácticas de creencias africanas estaban consideradas como
un delito común dentro del código penal. Por esta razón en algún que
otro año se trató de disminuir la participación masiva de Bàbáláwos y se
invitaban a los jefes de familia con sólo uno de sus ahijados.

El 9 de mayo de 1959 fallece Bernardo Rojas y su sucesor, el Dr. José


Herrera, hereda las deidades de ş y la responsabilidad de la Letra
del Año. Tomando en consideración que Joaquín Salazar era el Bàbáláwo
mayor y Obà de la rama, el Dr. Herrera le cede la dirección de la
apertura del año; llevándose a cabo con la misma efectividad y rigor
religioso que las anteriores ceremonias correspondientes a la Letra del
Año.

Las actividades en estos años fueron realizadas bajo la dirección de


Joaquín Salazar y la Rama ş , representada por el Dr. José
Herrera.

Posteriormente Joaquín Salazar y otros mayores se dieron a la tarea de


reorganizar nuevamente las ramas tradicionales existentes. De esta
forma se volvió a ampliar la participación en la Letra del Año a todos los
Bàbáláwos. Es así como fueron llamadas, entre otras, las ramas que
siguen a continuación:

NOMBRE
RAMA REPRESENTACIÓN SIGNO IFÀ
SIGNO
Francisco Ògúndá
Ògúndá Kete Ángel Villalonga
Villalonga Lení

Remigio
Bàbá
ş Herrera. Fernando Molina
Èjìogbè
Òbàrà Méjì

Bàbá
Ño Karlo Adebi Ojuáni Boká Ángel Padrón
Èjìogbè

Pericón Pérez Ogbè Yonu Alejandro Domínguez Òsá Guleya

Y otros
La letra que se interpreta en la sede de la ACYC (Asociación Cultural
Yoruba de Cuba), y es la realizada por los Bàbáláwos del país con mayor
cantidad de años de iniciados (Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifà) y
que desde su comienzo lo han hecho de forma ininterrumpida hasta la
actualidad, letra sacada para Cuba y el mundo.

Las ramas más tradicionales del siglo XIX y del comienzo del XX
estuvieron dirigidas por Bàbáláwos africanos que después delegaron
esta responsabilidad en sus sucesores cubanos.

No pretendemos centrar ni establecer tradiciones, sino defender la


legitimidad de las ya existentes, transmitidas de generación en
generación.

ÀWÀ NÍ ÌBÍ TÍ ÀWÀ LÒNÌ, NÍTÒRÍPÈ À DÚRÒ LÉJÌKÀ, AWÒ N TÍ WÒN


WA SÍWÀJÚ WÀ.

Estamos hoy donde estamos porque estamos parados en los hombros


de los que vinieron antes de nosotros.

Nos satisface sobremanera que la Santería, "Regla Osha" e Ifà,


fructifiquen en cualquier territorio del mundo, con la misma fuerza que
lo han hecho otras Religiones Cubanas de Origen Africano, que son las
que hoy constituyen su fortaleza, como son por citar algunas, el Vudú y
el Palo Monte, siempre y cuando no exista en su trasfondo una base de
proselitismo y el ánimo de lucro y comercialización.

Aprovechamos la oportunidad para dar a conocer nuestra inconformidad


con el sacrificio público de animales, que realizan muchas personas en
cualquier latitud en distintos festivales, eventos, espectáculos, videos
etc., por una razón muy sencilla pero fundamental, no creemos que para
llevar a cabo estos menesteres públicos de envergadura sea necesario
llegar al sacrificio de animales, máxime cuando nuestra religión cuenta
con tantas bellas manifestaciones y expresiones culturales posibles de
exhibir.
Somos de la opinión que aquellos que se han prestado para ofrecer este
tipo de actividades, no tienen bien definida su religiosidad, pues
debemos tener muy presente que no todos los elementos de la cultura y
la religión de un pueblo son comercializables, así como que no todos los
habitantes del planeta deben tolerar la realización de un tipo de
espectáculo de esta envergadura, pues su visión sobre esta cuestión es
bien diferente y en ocasiones muchos son afiliados de asociaciones
protectoras de animales, lo que conlleva a que su opinión sobre estos
actos sea denigratoria, lo que en lugar de enriquecer nuestra cultura la
lleva a su detrimento.

La Historia de la humanidad refiere, que todas las religiones en sus


inicios sacrificaban seres humanos, pasando posteriormente de acuerdo
a su mitología y patrones al sacrificio de animales, los que
posteriormente fueron sustituidos por algún elemento que suplantara
este sacrificio, no siendo el caso de las religiones de origen africano que
hasta nuestros días siguen utilizando en su ceremonial secreto el
sacrificio de animales.

Muchas son las personas que equivocadamente o erradas se aprovechan


ahora de la popularidad que ha adquirido esta religión en Cuba y nos
atrevemos a decir que en el mundo, para utilizarla como medio de lucro
y de enriquecimiento, cuando anteriormente estás mismas personas la
consideraban como cosas de negros, de personas atrasadas y de
oscurantismo.

Sepan que le reservamos gran respeto a todas las religiones con las que
cuenta la humanidad, que no nos preocupa que alguien que no se
respete, hable mal de otra religión para que la suya prevalezca, al
contrario nos da pena de que alguien tenga que utilizar este medio para
que su religión florezca pues eso deja mucho que desear y se puede
interpretar que su religión no está lo suficientemente fuerte ni tiene
principios sólidos que sustentar.
El respeto es la base de la vida y cada persona es libre de escoger su
credo y su línea a seguir ya que entre los seres humanos debe primar el
respeto y no el intrusismo en la vida de cualquier semejante sea
profesional o no, y en mayor medida si se trata de su fe religiosa.

Somos creyentes de una de las religiones más antigua con que cuenta la
humanidad, ya que hoy en día se conoce que el lugar donde hubo vida
humana por primera vez en la existencia de la humanidad fue en el
continente africano y precisamente en la ciudad sagrada de los Yorùbá
(Ilè Ifè), procuraremos que esta no sea manipulada y ni sea objeto de
espectáculo sólo porque a algunos les interese hacerlo.

HISTORIA, PATAKÍ O ESÈ IFÁ SOBRE LA LETRA DEL AÑO

1. OLÓFIN CONVOCA PARA LA CEREMONIA DE APERTURA DEL AÑO

Olófin mandó a buscar a los Oríshas para la ceremonia de apertura del


año y todos asistieron elegantemente vestidos. Òrúnmìlà, que llegó
último, fue en ropa de trabajo y con cuatro ñames en la mano, lo que
ocasionó burlas y comentarios. La letra que salió decía que iba a faltar la
comida, pero como estaban en holganza económica se olvidaron de la
advertencia y comenzaron a gastar sin preocupación. Al final, tuvieron
que pedirle comida a Òrúnmìlà, que fue el único previsor, ya que
sembró los ñames y tuvo comida todo el año.
2. ÀYÉYÈ IFÀ (APERTURA DEL AÑO)

Nota: Siguiendo con la tradición Yorùbá, este Patakí o Esè Ifá, nos narra
la historia de cómo inicialmente se realizaba la Ceremonia de Apertura
del año, era en el momento del solsticio de verano, situación que
cambió con el cambio universal del calendario romano.

Llegó un momento en el que los seres humanos ya no cabíamos en el


Cielo. Òlódùmarè, al ver ésta situación, envía a Òrìsànlá a la Tierra,
territorio de Èşú y quién vive con Òròiná (lo primitivo). Òrìsànlá bajó a
pedirle a Èşú que le permitiera traer a los hijos de Òlódùmarè para que
se establecieran en la Tierra. Èşú otorgó esta petición con la condición
de que todos los seres vivientes (plantas, animales y seres humanos) se
convirtieran en sus fieles servidores, y así conducirlos en éste mundo
desconocido.

Òrìsànlá, al ver la ventaja que sus familiares del Cielo tendrían con Èşú
aceptó e informó a Òlódùmarè, quién desde el Cielo, realizó un conjuro
donde apareció Òrún (el sol) e iluminó la Tierra. Por otro lado, Òròiná
habló con Ìnlé Àfókòyérì (el espíritu de la corteza terrestre) para que le
permitiera vivir con todas sus espiritualidades en el medio de la Tierra.

Òrìsànlá, al ver la aceptación de Ìnlé Àfókòyérì, invocó a Òtá Òlé (La


Tierra) para que viviera encima de Ìnlé Àfókòyérì, y así el mal no
regresara sin el permiso de Òlódùmarè, todo con el fin de mantener la
balanza del bien y el mal.

Hecho esto en la Tierra, Òrìsànlá se encaminó al Cielo, llevándose con él


a Èşú Òbásìé (primer Èşú que subió al Cielo con una jícara de barro).

Transcurrida ésta etapa, Òlódùmarè convocó a su hijo mayor y más


fuerte, Ògún, para que emprendiera la segunda ida a la Tierra. Éste
siguiendo el mandato de Òlódùmarè, tomó su machete, 200 hombres,
200 mujeres, y emprendió el camino a la Tierra. Después de abrir
caminos por días Ògún percató las consecuencias de no realizar los
preparativos necesarios para salir del cielo, consecuentemente tuvo que
devolverse. De igual forma le sucedió a Òlókùn.

Òlódùmarè luego de éstos dos fracasos convocó a su hijo menor,


Òrúnmìlà, pidiéndole que intentara de nuevo poblar la Tierra, dándole
tan sólo 100 hombres y 100 mujeres. Òrúnmìlà consultó a la deidad
Òpelè quién le aconsejó invitar a Èşú Òbásìé a que lo acompañara ya
que era el único que conocía la Tierra.

Òrúnmìlà antes de invitarlo le sacrificó un Aúkó (Chivo). Ésta comida le


gustó tanto a Èşú Òbásìé que decidió acompañarlo a la Tierra. Èşú
Òbásìé partió primero que Òrúnmìlà porque se había enterado que Ògún
y Òlókùn le trancarían los caminos para impedirle llegar a su destino,
debido a la molestia que sentían al no poder concluir las misiones
encomendadas.

Èşú convenció a estas poderosas deidades y juntos ayudaron a abrir los


senderos para que Òrúnmìlà llegara a la Tierra. Òrúnmìlà llegó sin
ningún tropiezo gracias a la astucia y conocimiento de Èşú Òbásìé.

Por esta razón cuando se recibe Idèfà (Pulsera de Ifá) e Ì e’ (Mano de


Ifá), a la persona se le entrega Èşú Òbásìé, ya que fue quién bajó con
Òrúnmìlà a la Tierra abriéndole las vías y venciendo dificultades.

Instalado Òrúnmìlà en la Tierra, levantó sus chozas, y con la ayuda de


Èşú Òbásìé, sembró las semillas traídas del Cielo. Llegada la noche, los
hombres y mujeres, Èşú Òbásìé se encontraban durmiendo cuando
Òrúnmìlà comenzó a realizar su primera quimera.

Al despertar, todos quedaron asombrados al ver que las cosechas había


florecido y los pocos animales que había traído del Cielo se había
multiplicado. Comenzaron a celebrar, posteriormente Òrúnmìlà consagró
a sus hijos en Ifà para que le ayudaran con la organización de la venida
a La Tierra de las otras deidades.
Ogbè Òtúrá, fue el primer ser humano en recibir la consagración de Ifà,
coronándose primer Àrábà Àgbáyé sobre La Tierra y organizador de las
posiciones de las comidas. Con el permiso de Òrúnmìlà y aportado por la
quimera del mismo, Ogbè Òtúrá, se encaminó hacia el Cielo con muchos
alimentos y animales para ofrendárselos a Òlódùmarè y así se le
permitiera bajar con las deidades que representarían las posiciones
principales en la Tierra.

Òlódùmarè le destinó a Ogbè Òtúrá ésta misión diciéndole:

"Como ya no podrás subir de nuevo al Cielo, entre las deidades que


enviaré estarán representándome Ìbà Òdù".

La venida de Igba Ìbà Òdù a La Tierra es certificada en el Òdù Òfún


Méjì, y es quién encabeza el Igbòdún (Bosque Sagrado) de Ifà, cuarto
consagrado en el bosque para el nacimiento de todos los Ikín de los
Bàbáláwo e Ì e’ .

Ogbè Òtúrá se encaminó a la Tierra con muchas deidades, incluyendo a


Ş , que bajaba con Ànyán / Añá (El tambor) y Àyágànàlú (La
espiritualidad que representa el sonido del tambor).

Ya establecido nuevamente en la Tierra, Ogbè Òtúrá convocó a todos


sus hermanos para escuchar a Ş que les dijo:

"Para ustedes lograr la felicidad de sus semejantes, tienen que trazar el


camino que les dicta Ifà; así, durante cada año, estos consejos les
servirá de ley a los habitantes de la Tierra. Deben hacer sacrificios a las
distintas posiciones para que se les permita vivir con la bendición de
Òlódùmarè”.

Este era el secreto para poder perfilar el camino a los hijos de la Tierra
durante la vida.

Ogbè Òtúrá aprovechando la quimera de Òrúnmìlà comenzó a ofrecer


sacrificios a las deidades recién llegadas a la Tierra, en cada una de las
posiciones donde se alojaron.
Las deidades y sus ofrendas fueron:

Un Màlúù (Toro) a Òlókùn, ceremonia efectuada a la orilla del mar


certificada en el Odù, Èjìogbè. A raíz de ésta ceremonia se abrió el mar
y permitió que Ogbè Òtúrá cruzara a otra tierra.

Una Abo Màlúù (Vaca) a Òtá Òlé, ésta ceremonia es realizada por 16
Ìyánìfá que efectúan un Conjuro específico que no permite a las
espiritualidades de Ìnlé Àfókòyérì subir a la tierra en el momento de
abrir la fosa.

Una Abo Màlúù (Vaca) a Órò (deidad dueña del cielo), es realizada a las
12 de la noche únicamente por Bàbáláwo.

Una Abo Màlúù (Vaca) a Òrúnmìlà, efectuada por toda la población


religiosa.

Después de haber realizado la apertura del año, Òrúnmìlà envió a su fiel


servidor Òpelè al Cielo para notificar a Òlódùmarè el establecimiento de
todos en la Tierra y pedir el envío de la deidad Ùlé (las edificaciones). Al
llegar Ùlé a la Tierra, Òrúnmìlà le hizo sacrificio, posteriormente se
desintegró en el suelo y se erigió en grandes casas y edificios.

Òrúnmìlà convocó a las 4 primeras deidades que bajaron desde el Cielo


con él y les dijo:

"Ògún, te llamo a ti primero por ser el mayor de todos, para entregarte


tu templo"

Y este le respondió:

"No soy merecedor de un templo por la traición que intenté antes de


que bajaras a la Tierra, por lo tanto me iré a vivir al monte, a la
intemperie, pero de igual manera trabajaré para todos mis hermanos y
así la bulla de mi mandaría y yunque no los perturbará".

Por ésta razón Ògún vive enterrado y fuera de la casa (Según


antiguamente en la tradición en Nigeria).
Luego Òrúnmìlà llamó a la deidad Òlókùn y le ofreció su templo, ésta le
respondió de igual manera que Ògún:

"Decido irme a vivir al fondo del mar y desde ahí controlaré las grandes
riquezas para repartirlas a mi hermanos”.

Es por ésta razón que Òlókùn vive en todas las agua como único dueño.

Òrúnmìlà llamó a la deidad Òpélè y le ordenó subir de nuevo al Cielo


más su representación se quedaría en La Tierra para que todos sus hijos
lo recibieran y ayudaran a la humanidad con la orientación de Ifà.

Esto nos certifica que Òpélè es una deidad más del Panteón Yorùbá y es
representada únicamente por una semilla que lleva el nombre de Òpélè,
no existe ningún otro implemento que lleve éste nombre. Este
instrumento de adivinación debe ser consagrado.

Òrúnmìlà llamó a Èşú Òbásìé para darle su templo y éste le dijo:

"Òrúnmìlà, no lo acepto, tú fuiste el único que me dio de comer y


ordenaste a las demás deidades que hicieran lo mismo, por lo tanto
decido quedarme como el custodio de tu templo, de La Tierra y
protector de las personas que te sigan”.

Ésta es la razón por la cual Èşú Òbásìé vive al lado de Òrúnmìlà.

Ilè Igue Ifè les desea que la bendición de Òlódùmarè, Olófin, Òrúnmìlà,
Èşú y todos los Oshas y Oríshas los acompañen.

Ẹ Kú Ọdún Tuntun 2018

Feliz año nuevo 2018

Potrebbero piacerti anche