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Proceso Fisiopatológico

La enfermedad clásica es producida por el Mycobacterium tuberculosis y en menor medida por


el Mycobacterium bovis en el ser humano. La vía de infección usualmente es respiratoria, pero
puede ser digestiva en casos de ingestión de leche no pasteurizada de vacas infectadas por M.
bovis, contacto en caso de personas que manipulan productos animales o enfermos de
tuberculosis, y rara vez congénita.

Por vía respiratoria la infección se debe a la inhalación de pequeñas gotitas mucosas de 2 a 10


micrómetros de diámetro, que salen, en forma de aerosol, de personas infectadas al hablar,
toser, cantar o estornudar, permitiendo la entrada de 1 o 2 mycobacterias. Claro está que el
desarrollo de la enfermedad está dada por el establecimiento y proliferación de
microorganismos virulentos y su interacción con el huesped. La resistencia del huesped
mediante hipersensibilidad influyen en el curso de la enfermedad. La probabilidad de producir
y desarrollar una infección y sus correspondientes lesiones se determina por el número de
micobacterias en el inóculo y su multiplicación, así como el tiempo de contacto. La probabilidad
aumenta con la falta de ventilación. Gotas de más de 10 micrómetros quedan atrapadas en las
vías aéreas superiores y son eliminadas.Los bacilos avirulentos (BCG) sólo sobreviven meses o
años en el huesped de inmnunidad normal.

Hay dos tipos de lesiones en los tejidos:

Exudativa: Reacción inflamatoria aguda, con líquido de edema, leucocitos polimorfonucleares,


y posteriormente mononucleare, alrededor de los bacilos tubeculosos. Se observa en el tejido
pulmonar, donde asemeja pneumonía bacteriana. Puede curarse por resolución, absorbiendo
todo el exudado, o puede producir necrosis masiva del tejido, o puede evolucionar hacia un tipo
de lesión productiva. Con esta lesión hay positivización de la prueba de tuberculina.

Productiva: Lesión completamente desarrollada, granuloma necrótico. Consta de tres zonas.


Una zona central de células gigantes multinucleadas grandes tipo Langhans que contienen
bacilos tuberculosos. Una zona media de células pálidas epitelioides orientadas radialmente. Y
una zona periférica de fibreoblastos, linfocitos y monocitos. Hay desarrollo de tejido fibroso
periférico y centro de materia caeosa dada por necrosis tisular incompleta (Tubérculo). Un
tubérculo caseoso en el pulmón puede romperse en un bronquio, drenando su contenido y
formando una cavidad, curando posteriormente por fibrosis o calcificación. En el ojo, el
tubérculo esta compuesto de cérlulas multinucleadas y epiteliodes.

Las micobacterias residen en el interior de los monocitos, células retículosnedoteliales y células


gigantes, y es esta localización intracelular la que dificulta la quimioterapia y favorecen su
persistencia.

En la periferia del pulmón, el Mycobacterium tuberculosis es reconocido por macrófagos


alveolares que destruyen el germen. El gérmen dentro del macrófago produce interleukina 1,
conduciendo a inflamación local inicialmente inespecífica, y con el avance del proceso los
linfocitos se convierten en un componente celular predominante al final de la primera semana.

Posteriormente el macrófago alveolar le presenta los antígenos al linfocito T por aposición de


membranas, mediado por antígenos de histocompatibilidad, produciendo linfokina 2 o factor
activador de macrófagos. Las linfoquinas estimulan a los macrófagos, promoviendo la afluencia
y activación de otros linfocitos. Es así como los macrófagos obtienen la capacidad de destruiri
micobacterias.
La activación mutua de macrófagos y linfocitos induce la acumulación de células en el sitio de
ingreso del bacilo. La fusión de macrófagos produce células epiteliales y células gigantes
multinucleadas. La acumulación nodular de células inflamatorias de predominio mononuclear
producen el tubérculo, lesión característica de la tisi.En bajo grado de sensibilidad tisular (niños
o inmunodeprimidos) la reacción es difusa y la infección no se contiene adecuadamente,
conduciendo a la diseminación y destrucción tisular local.El desarrollo de hipersensibilidad
tardía en la mayoría de los sujetos infectadospor el bacilo tuberculoso, hace útil la prueba
cutánea de tuberculina (Prueba de punción múltiple, prueba de Mantoux y derivado protéico
purificado o PPD) en el diagnóstico de infección por Mycobacterium tuberculosis.

Histológicamente el tubérculo es un granuloma que se forma entre la tercera y sexta semana


desde el ingreso del gérmen, y coincide con la positivización de la prueba de tubeculina y la
aparición de la capacidad celular para limitar la multiplicación y destruir el bacilo.

La lisis celular conduce a las enzimas lisosomales a producir un grado variable de lesión, e incluso
necrosis tisualr, incluyendo caseificación, produciendo el granuloma con necrosis caseosa.La
diseminación linfática y hematógena alcanza órganos linforreticulares (Ganglios linfáticos,
hígado y bazo), pulmón, hueso, meninges, riñón, médula ósea y cualquier otro órgano.En la
primoinfección, los bacilos diseminan a partir del sitio inicial por vía linfática a los ganglios
linfáticos regionales. Puede haber diseminación hematógena, produciendo distribución miliar al
erosionar una vena por un tubérculo o ganglio linfático caseoso. Una lesión caseosa que
descargue en un bronquio puede aspirarse y distribuirse a otras partes del pulmón, o puede ser
deglutido dirigiéndose a estómago e intestinos. El complejo de Gohn es la lesión tisular primaria,
junto a los ganglios linfáticos afectados.El complejo primario o de Gohn es el foco
parenquimatoso primario con compromiso ganglionar regional a partir de la tercera semana. El
95% de los casos cambian de curso. Los macrófagos limitan la replicación del bacilo o lo
destruyen iniciando el proceso de cicatrización por fibrosis o calcificación o desaparición
completa.

Los focos extrapulmonares desaparecen casi todos por completo, sin embargo, en sitios
propicios para la multiplicación, como lo son el hueso, el riñon, glándulas suprarrenales y los
ápices pulmonares, quedan como focos residuales que conservan los bacilos vivos.

El 95% de estos casos no desarrollan la enfermedad, pero permanecen positivos a la prueba de


tuberculina. El 5% restante de los pacientes tiene una respuesta inmune insuficiente. La
infección progresa a enfermedad (Tuberculosis primaria progresiva). Una vez establecida la
enfermedad la curación puede ser de 10 a 20%. Lo usual es curación por quimioterapia con
antifímicos.

La tubeculosis diseminada y la meningea suelen aparecer entre 2 y 6 semanas de la infección. La


tuberculosis clínicamente significativa en ganglios linfáticos o tuberculosis endobronquial
aparecen de 3 a 9 semanas. Las lesiones óseas y articulares tardan años en desarrollarse,
mientras que las lesiones renales se hacen evidentes decenios después de la infección.

Hay tubeculosis diseminada cuando hay un aumento en el número de bacilos circulantes y


deficiente reacción del huesped, dejando focos metastásicos clínicamente silentes en diferentes
órganos. Éstos focos se pueden encapsular u originar tuberculosis extrapulmonar como
reactivación de la tuberculosis previamente sembrada.

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