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Poderoso Maestro:
Para los antiguos griegos, KRÓNOS χρόνος, era el tiempo, pero el tiempo 1
lineal. Existe otra voz en griego y otro concepto también válido para referirse al
tiempo, KAIRÓS καιρός, solo que siendo éste un tiempo indeterminado, es el
instante preciso para que ocurra un acontecimiento. Diríamos que, si KRÓNOS
es el tiempo cuantitativo y no permanente, fluido, colectivo. KAIRÓS es
cualitativo y de naturaleza permanente, fijo, individual. En griego moderno,
KAIRÓS es también el clima, pero en ambos casos, griego clásico y moderno
(Koiné), puede ser considerado como el plural, los TIEMPOS καιροί; KRÓNOS
es singular. Los helenistas, en tanto filólogos y lingüistas, tienen aquí un rico y
amplio campo para el debate sobre la etimología y evolución de esta palabra.
En la teología cristiana, KAIRÓS es el tiempo determinado por Dios para que
ocurra un suceso. Así, el Nuevo Testamento utiliza 86 veces este vocablo
mientras que se vale de KRÓNOS en apenas 54 pasajes. Quizá podría decirse
que KAIRÓS es el momento en que el tiempo intercepta a la Eternidad. Es
también aquella coyuntura de crisis en la Historia, que abre una oportunidad
existencial para el ser humano. Por lo visto, KRÓNOS y KAIRÓS, aunque
subyacentes, nos recordarían que el teísmo y el deísmo tampoco eran ajenos
ni extraños para esa antigua Hélade. Ese tiempo es aquel de la Circunstancia y
el Trascendental.
El miércoles 20 de setiembre próximo pasado, con la puesta del sol y las tres
primeras estrellas medianas visibles en el cielo de Jerusalem, para Israel, ha
empezado el año 5778. El período del crepúsculo, que va desde la puesta del
sol (shkiá) hasta que se hacen visibles esas tres estrellas en el firmamento (tzet 2
hakojavim), es un período de tiempo incierto conocido como “bein ha shema
shot”, es decir, más propiamente, el ocaso, por cuanto existe un crepúsculo
matutino y otro vespertino, y en este caso se trata más bien del segundo y no
del primero, aquel del orto y de la aurora.
Sabemos, de acuerdo con los estudios y teorías científicas más modernas, que
el Big Bang nos ubica en el tiempo de hace 14 mil millones de años, y que la
vida habría empezado en este planeta nuestro hace 4,000 millones sin certeza
en cuanto a su aparición terrestre o su origen cósmico, extraterrestre. El
mecanismo original todavía nos es desconocido. El año pasado, 2016, los
científicos anunciaron haber identificado 355 genes presentes en lo que podría
ser considerado el LUCA (Last Universal Common Ancestor) de todos los
seres vivos en la Tierra. Biológicamente, la vida es un proceso. A la fecha se
admiten siete aspectos o características que identifican ese proceso: (1)
homeostasis; (2) organización; (3) metabolismo; (4) crecimiento; (5)
adaptación; (6) respuesta al estímulo; y (7) reproducción. Desde el punto de
vista de la física, la vida puede ser definida en términos de la termodinámica
como un conjunto de sistemas abiertos autopoiéticos y capaces de una
organización espontánea. Los virus se mantienen en el borde de la vida y son
considerados como replicadores y no exactamente como seres vivos. La
bioquímica tiene la palabra hasta explicar cómo surge el primer vestigio de los
ácidos nucleicos (ARN y ADN) y cómo se enlaza esa primera molécula vital
que hace posible el pasaje de la materia inorgánica a la orgánica.
En 1927, Martin Heidegger publicaba SEIN UND ZEIT (Ser y Tiempo), quizá la
obra más importante de este filósofo alemán del pasado siglo XX. Sin embargo,
en 1924 había propuesto en su conferencia El concepto de tiempo algunos
conceptos claves que podemos apreciar en la siguiente cita textual:
1
https://elesencialista.wordpress.com/2012/04/24/heidegger-tiempo-y-finitud/
presente de tal manera que, pasado y futuro, se vean reducidos a meros
constructos teóricos de la razón como si fueran consuelos fútiles y banales.
Es claro Poderoso Maestro que, si bien somos seres del tiempo, en el tiempo y
para el tiempo, con un tiempo preciso y determinado, diríase que participamos
de un KRÓNOS, ineludible; empero, no somos de ese tiempo. Tenemos un
KAIRÓS, poseemos un instante, un momento singular, único, un tiempo axial
en torno al cual parecería girar toda nuestra existencia en un instante. El
tiempo se nos escapa como KRÓNOS y no siempre somos conscientes de ese
KAIRÓS. No somos amos ni señores del Tiempo. El H:. Johann Wolfgang von
Goethe, nos revela una clave. Iniciado en la Logia AMALIA en Weimar, el 23 de
junio de 1780; Adelantado el 23 de junio de 1781; fue Exaltado al Sublime
Grado de Maestro Masón, el 3 de marzo de 1782. Dicha Logia trabajaría bajo el
2
Op. Cit.
Rito de la Estricta Observancia, primero; Zinnendorf después y el sistema
Schröder por último. El primer rito fue fundado el 24 de junio de 1751 por el
Barón Carl Gotthelf von Hund (1722-1776) y constaba de siete grados: (1)
Aprendiz; (2) Compañero; (3) Maestro; (4) Maestro Escocés; (5) Novicio; (6)
Templario; (7) Caballero Templario. La Estricta Observancia Templaria, arguye
que la célebre Orden de Caballería, para salvarse de la extinción y persecución
de la que había sido objeto y que culminara con el sacrificio de su 22° Gran
Maestre, Jacobus Burgundus de Molay, se viste con el ropaje de los albañiles y
abandona, al menos de manera pública, la cota de malla y el yelmo, para
cambiar la trulla por la espada, así como la adarga y el escudo, por el martillo y
el cincel. Se dice que en 1361, el Gran Maestre trasladó su sede a Aberdeen,
en Escocia, y que desde allí se expandiría la Francmasonería por todo el resto
de Europa, en especial, Francia, Alemania, España, y Portugal. Para los
seguidores de ese Rito cada Hermano Masón es, en verdad y en esencia, un
caballero templario. Pero permitidme retornar al hilo de mi exposición a pesar
de lo atractivo del tema precedente. En su obra cumbre, FAUSTO, las palabras
del pacto con Mefistófeles son: “¡DETÉNTE!... ¡CUAN BELLO ERES!…” y ese 5
es el instante fugaz, aquel del minuto que huye y se escapa, del segundo que
se desvanece…
La palabra año proviene del latín "annus", del sánscrito “amati” y del griego
“ενος” (énos) o”εννος” (énnos), y que a su vez encuentra su origen en el proto-
indoeuropeo "at-no", cuyo significado es: "ir"3.
3
Pokorny, Julius. "Indo-European Etymological Dictionary - Indogermanisches Etymologisches
Woerterbuch". http://dnghu.org/indoeuropean.html
la benevolencia y generosidad, la oportunidad, virtudes y valores demostrados
por AMALTEA, aquella cabra que fuera la nodriza de JÚPITER (ZEUS). En
agradecimiento, el Padre de los Dioses la ubicó allí en lo alto de los Cielos.
Astrológicamente, éste último planeta, representa al JUEZ y la capacidad de
abstracción, los Altos Estudios, en tanto que SATURNO es la FILOSOFÍA y la
INICIACIÓN. Ambas tienen un CICLO, un tiempo propicio y exacto en el Cielo
para su cumplimiento, su KAIRÓS, 5 años.
SATURNO es también la muerte, no solo como final sino como FIN de la Vida,
nuestro objetivo existencial, Poderoso Maestro, aquel de nuestra circunstancia.
El Solsticio de Capricornio
El Solsticio de Capricornio nos conduce hacia la morada de la Muerte que
imaginamos oscura y sombría, desde el hemisferio Boreal, hasta que
descubrimos aquí en el Sur, en el hemisferio Austral, que no es la estación
invernal sino la opuesta, la estival, y que entonces no hace frío sino calor. Y
que aquí reina e impera la luz no solo al final de la Muerte y de la oscuridad,
sino en todo este período. Descubriremos también lo inverso: en este período
de luz estival, en el verano, para el hemisferio norte, aquí se goza el invierno, el
frío y la oscuridad. Entonces comprenderemos que los extremos se
complementan, se unen y se conectan, a través de los Solsticios, de Cáncer y
Capricornio, tal como ocurre con los Equinoccios, de Aries y de Libra, el SER,
Poderoso Maestro.
Tal es el signo y la realidad de nuestro Tiempo/Vida. Dependerá de nosotros
que solo sea KRÓNOS o hacer-lo KAIRÓS… Podemos quedarnos en la
Melancolía y en la Nostalgia, o pasar hacia la Autodisciplina y la Realización, ir
más allá de Thomas de Kempis (1380-1471) y no reposar en una imitación,
sino asumir el mensaje Paulino que habla sin duda alguna de un Cristo en
nosotros cuya LUZ se expresa en el primer versículo de San Juan: Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ 8
λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεός ἦν ὁ λόγος. En archē ēn ho Lógos, kai ho Lógos
ēn pros ton Theón, kai Theós ēn ho Lógos. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y Dios era el Verbo.
Las versiones chinas del Evangelio de Juan, usan TAO allí donde se lee
LOGOS. Como FAUSTO, SATURNO reafirma que no basta solo el
CONOCIMIENTO sino que demanda: VIVENCIA ÍNTIMA, REALIZACIÓN
INDIVIDUAL, e implica con ello DISCERNIMIENTO, DISCIPLINA,
DEDICACIÓN para acceder, finalmente, alguna vez, en un solo sublime y
supremo instante, a una IDENTIFICACIÓN.
«¡Choquen nuestras manos! Si un día le digo al fugaz momento: "¡Detente!, ¡eres
tan bello!", puedes entonces cargarme de cadenas, entonces consentiré gustoso en
morir. Entonces puede doblar la fúnebre campana; entonces quedas eximido de tu
servicio; puede parase el reloj, caer la manecilla y fingir el tiempo para mí.»
FAUSTO, J. Goethe.
Es mi palabra Poderoso Maestro, ¡MUY FELICES FIESTAS PARA TODOS!