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Willka

NUESTRA IDENTIDAD
“Willka”
NUESTRA IDENTIDAD Nuestra Identidad

1ª Ed – Biblioteca Andina – Editorial Pachakuti – 2013.


500 p. : 14.8x21 cm.
ISBN 978-987-25927-3-13
1. Historia y Memoria Oral de los Pueblos Naciones Indígenas
Andinas 2. Derecho Indígena 3. Filosofía Andina.
CDD 320.982

© 2013 5520 NEA.


© Willka
© Hermandad Amawtika Universal
© Escuela Amawtika de Tiwanaku
Circulo de Historia Memoria Oral Andina
© Biblioteca Andina
Editorial Pachakuti

Comité Editorial:
El Consejo de Amawtas de Tiwanaku y del Gran Conse-
jo de los 13 Maestros de la Escuela y la Hermandad
Amawtika Universal Andina.

Editor: Pedro Jorge Solans


Coordinación Gral.: Luis Higinio Ortiz
Diseño y Maquetación: La Comuna.
Fotografías: Colección Biblioteca Familia Zarate
Tapa Willka Sarantasñani Alandia Pantoja

Es Propiedad del Autor


Derechos de autor protegidos por ley
Derechos Reservados para todos los países
La Reproducción Total o Parcial de este libro no autorizada
por los Editores, viola derechos reservados. Cualquier utiliza-
ción debe ser previamente solicitada.

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Willka

Agradecimientos:

A mis abuelos Vicente y Elena… quienes nos guían


y acompañan desde la eternidad de los ancestros.

A mis Ancestros, a mis maestros amawtas de la


Escuela, mis hermanos de la Hermandad
Amawtika Andina. A los hermanos y hermanas de
YACHAKUNAPAK y a todos aquellos que anó-
nimamente dedican su vida por la Liberación de
nuestros Pueblos… desde nuestra Cultura de la
Vida y del Dialogo hacia al Gran Ayllu Universal.

A mis Padres, hermano y mi amada sobrinita Isa-


belle siempre…

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Nuestra Identidad

PRESENTACION

Este libro nos introduce es uno de los te-


mas mas apasionantes de la actualidad: La
Cultura de la Vida y del Dialogo, son los
pueblos milenarios que han despertado de
un silencio aparente pero que siempre se
expresaron con lenguaje propio que refleja
para los demás pueblos del mundo y para
ellos mismos su identidad y su creatividad.

La Lucha de los Pueblos Indígenas en con-


tra del sistema occidental de “civilización o
barbarie” que relego a los Originarios a una
condición infrahumana de “resabio del pa-
sado” obstáculo del desarrollo. El sistema a
aniquilado a muchas de las comunidades y
les ha quitado sus territorios ancestrales
para convertirlos en propiedad privada de
nuevos terratenientes. Dando el paso de
tratar de destruirlos simbólicamente, de-
clarando su “no existencia” como antes lo
habían declarado sobre sus tierras. Pero
ellos resistieron y lucharon y aferrados a sus
costumbres milenarias, en medio de siglos
de miseria exclusión y desarraigo.
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Willka

Y la paradoja de la historia es que ahora


cuando finalmente la civilización occiden-
tal a entrado en acelerada crisis económi-
ca, política y social desde los rincones del
sur del mundo con alta presencia indígena
surgen las posibilidades de soñar con otro
mundo posible. “Un Mundo donde que-
pan todos los mundos” y de eso se trata, de
reinventar el mundo. Un mundo como el
arco iris, abandonar la idea de una sola so-
ciedad, lengua y cultura que ejerce domi-
nación sobre la diferencia.

La idea de la existencia de una Histografia,


Filosofía, Cosmovisión desde la Memoria
Oral Milenaria es el debate actual en todo
el planeta como un viento nuevo que sopla
el siglo XXI. Un tema estratégico para el
mundo actual y nadie mejor para hablar
sobre él en toda su dimensión que mi her-
mano y gran maestro amawta “Willka”
quien nos enseñó a leer las arrugas de
nuestros abuelos. ¿Y quienes están apor-
tando la novedad a las discusiones sobre el
futuro de la amenazada especie humana?

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Nuestra Identidad

Los Pueblos Originarios de Los Andes


donde se plantearon los principios filosófi-
cos del sumak q’amaña o suma kawsay, el
Buen Vivir o Vivir Bien – el estado de ar-
monía entre los seres humanos y la natura-
leza que viene de siglos de transmisión y
memoria oral. Hoy tengo en mis manos su
libro, tengo el honor de prologar esta im-
portante obra, pese a las grandes diferen-
cias en nuestros orígenes, contextos pero
unidos en los valores profundos y la nueva
espiritualidad de ver nuestro mundo que va
despertando dia a dia… hacia un Mundo
Nuevo y Posible.

Nuestra propuesta de un Mundo Diverso


con el renacer de esta Cultura de la Vida y
del Dialogo en contra de la Cultura de la
Guerra y la Muerte… en un nuevo para-
digma planetario civilitario.

Willka, nos aporta en estas paginas llenas


de interés para todo el que tenga curiosi-
dad intelectual y sobre todo sensibilidad
humana y poner a prueba su conocimiento
ancestral experimental de las “Culturas de
5
Willka

la Vida y del Dialogo” sobre la “Culturas


del Silencio”. Los pueblos originarios de
America Latina y del Mundo con el Cono-
cimiento que estuvo guardado por la Her-
mandad por la comunidad originaria es
una experiencia tracendente escucharlos en
profundidad, luego reflexionar sobre este
problema con amplitud y transformarlos
para llegar al pensamiento amawtiko.

Un Pensamiento Amawtiko, es hoy el re-


tumbar de esa voz acallada inmensa por
500 años pero que renace como trueno que
resuena sobre un mundo en crisis, desinte-
grado por su propio egoísmo y que sigue
intentando acallar esa voz mediante la
mentira y la violencia. A travez de este mu-
ro de silencio, los pueblos marginados y
oprimidos siguen expresando por todos los
idiomas y en los colores del arco iris.

Esta es publicación fue dispuesta por Fon-


do Indigena, IFEA y la naciente Biblioteca
Andina. Es un verdadero acierto y llena un
ancho vació en la producción académica,
histórica política social y sobre todo jurídi-
6
Nuestra Identidad

ca y una buena base para futuras reflexio-


nes sobre el tema de tan alta importancia
para la creación de un Nuevo Pensamiento
Amawtiko Andino, y mejorar el desempe-
ño en la construcción del Primer Estado
Plurinacional como Base del Gran Ayllu
Multiversal. Están corriendo nuevos vien-
tos en el mundo. Es una buena ocasión
para reinventarnos desde la raíz.

Para finalizar este libro y que el lector tiene


en sus manos es un valioso aporte, tanto a
la cultura de los pueblos andinos como
para el mundo entero y que el ajayu del
Willka el “Joven Danton de la Comuna
Aymara” nos provoque a escribir e inves-
tigar sobre las enseñanzas que consolidan
esta nueva conciencia indígena en sus dere-
chos milenarios y en el supremo ideal de
erigir “este Gran Ayllu Multiversal, la so-
ciedad justa para todos los seres humanos”.
Paris, Febrero de 2013

Dominique Temple Ph.D


Instituto Francés de Estudios Andinos
Universidad Indigena Intercultural
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Willka

“Al fin y al cabo somos lo que hacemos. Para


cambiar lo que somos”.

“Tucunanchispack ñoccanchis kanchis


ruasun cambianapac caiku”.

Eduardo Galeano

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NUESTRA IDENTIDAD

TENEMOS QUE LEER DE LAS PIE-


DRAS

Cuando el español llega a Cajamarka, cap-


tura al Inca Atahuallpa y logran matarlo,
cuenta el mito que unos amautas iban del
Cuzco a Cajamarka. En el camino encuen-
tran a amautas que vienen de Cajamarka,
quienes les dicen que el inca ha muerto.
Después de una larga conversación, los
amautas dicen: Enterraremos nuestro sa-
ber. Lo convertiremos en piedra y dentro
de 500 años hablaremos.

Es el saber que se hizo piedra. Es por eso


que, tiempo atrás, nunca se hablaba de
equilibrio, de identidad, complementación,
consenso. Estaba tapado el discurso. Aho-
ra, esa piedra ya dejó de ser piedra y esta-
mos recuperando el discurso de los
amawtas y de las amawtas. Hoy día, los
hombres y mujeres tenemos que buscar
Nuestra Identidad

como destapar, hacer que los amautas sigan


hablando.
Tenemos que leer de las piedras, de la ce-
rámica, de los mantos, y de lo que los abue-
los y abuelas cuentan. Para recuperar nues-
tra identidad de nuestros abuelos tenemos
que vernos con los hombres sabios y las
mujeres sabias que viven en el Illampu, que
viven en el Illimani. Hay viejitos que viven
dentro del Tunari. Viven cuidando el fue-
go, el wayra, la tierra. Son los depositarios
de nuestra cultura.

SON NUESTROS INSTRUMENTOS


TEÓRICOS

Para salir adelante como nación, hay que


hablar con ellos, que son las kollkas del
Yachay, del saber, porque nuestra cultura
tiene una profundidad que tenemos que
destapar, y tiene una capacidad de superar
a todo lo que occidente ha logrado hasta
hoy día.

1
Willka

Con la ayuda de los ancianos, las ancianas,


y con ayuda de la lectura de los libros he-
chos en piedra, tenemos que destapar todo
lo que está enterrado, porque son los ins-
trumentos teóricos, los instrumentos con-
ceptuales, los instrumentos de juicio, para
enfrentarnos en una lucha ideológica no de
un año, de dos años. Tenemos que enfren-
tarnos en una lucha durante muchísimo
tiempo. Si no, no vamos a poder surgir
como cultura.

Tenemos que plantearnos una lectura de


esta realidad nueva de nuestra cultura. Te-
nemos que abrir esta realidad, armarla, po-
nerla bien presentado para que los compa-
ñeros que tengan interés en ser cuadros,
dirigentes y líderes, puedan captar esta
propuesta nuestra destapada y convertirse
en ideólogos y líderes políticos, líderes cul-
turales, líderes religiosos, líderes económi-
cos, líderes jurídicos.

2
Nuestra Identidad

I CREEMOS A LOS CRONISTAS, ES-


TAMOS REMATADOS

Si nosotros creemos las fuentes de los cro-


nistas y de los occidentales, estamos rema-
tados. Aparece un texto en Francia, que
empieza a hablar de la economía de reci-
procidad, de la economía de redistribución.
Y aquí aparecen aymarás y quechuas ha-
blando igualito. Tienen que repetir a un
antropólogo occidental para hablar de
nuestra cultura. No han tenido capacidad
de ver nuestra cultura.

Como puede un jaqe, hablar de igualdad


en el pasado, cuando tal cosa no ha existi-
do. Como va a haber igualdad si cada uno
es diferente a su semejante, si cada familia
tiene más hijos que el otro. La igualdad
solamente existe allá donde existe la aliena-
ción y la enajenación. La igualdad nunca
ha existido. Ni siquiera dos gotas de agua
son iguales, y el hombre antiguo reprodujo
la naturaleza en su pensamiento.

3
Willka

Esos conceptos de igualdad, comunitaris-


mo, solidaridad, reciprocidad, economía de
redistribución no surgen de nuestro propio
espacio cultural, de nuestra propia historia.
Surge de antropólogos y etnólogos que han
colocado a su criterio nuestra cultura. De-
bemos tener cuidado en eso. Debemos es-
tudiar y discutir más estos conceptos para
manejarlos con más responsabilidad.

EQUILIBRIO, COMPLEMENTACIÓN,
CONSENSO E IDENTIDAD.

JUSTICIA, LIBERTAD, DEMOCRACIA


Y DIGNIDAD EN EQUILIBRIO,
COMPLEMENTACIÓN, CONSENSO E
IDENTIDAD.

Unos cuatro mil, 10 mil, 40.000 años antes


de 1492, antes de que llegaran los españo-
les, vivíamos en la llamada sociedad de la
unidad, vivíamos en equilibrio, en com-
plementación, en consenso, en identidad,
que eran los principios fundamentales en
los cuales se regía esta sociedad.
4
Nuestra Identidad

Esos principios no surgieron de la cabeza


de un pensador. Surgieron de la realidad
que nuestros padres vivieron y desarrolla-
ron. Vienen de una realidad vivida desde
hace unos cuarenta mil años hasta la llega-
da de los conquistadores.

Esto se refleja en la sociedad de manera


que los seres humanos no vivimos solos.
No estamos aislados, vivimos como indivi-
duos en relación con nuestras familias, la
sociedad y la naturaleza. Sobre todo esto
tenemos al cosmos con el que estamos
también en completa relación, porque si el
sol dejara de alumbrar, no hubiera calor y
todos moriríamos. Existía equilibrio entre
el individuo, su familia y la sociedad con la
naturaleza y el cosmos.

Por ello, ya no nos sirve hablar de justicia,


libertad, democracia y dignidad. Si habla-
mos de ese modo, no vamos a plantear
nunca una nueva propuesta.

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Willka

¿JUSTICIA, PARA QUÉ?

En la sociedad de unidad no se hablaba de


justicia, sino de buscar el equilibrio.

¿Justicia, para qué? Si nunca ha habido jus-


ticia. El indio más que en justicia, vive en
equilibrio. Había equilibrio entre los hom-
bres y entre el hombre y la naturaleza. El
hombre antiguo no podía arrasar el monte
más de lo que se requería para su sembrado
para él, su familia y el estado, que le daba
todas las comodidades. Había que preser-
var la naturaleza.
Hoy, los terratenientes en Santa Cruz se
tiran 300, 400, 500 hectáreas y arrasan el
monte. Destruyen la naturaleza. Comien-
zan los problemas de erosión. En la época
de nuestros abuelos había más habitantes
de los que hoy vivimos. Pero, en esa época
nadie hablaba de erosión, de contamina-
ción del medio ambiente. Hoy somos me-
nos, y ya vemos.

6
Nuestra Identidad

NADIE SE DECÍA LIBRE

En la sociedad originaria, nadie se decía


libre como en la sociedad occidental, sino
todos vivían en complementación. Todo
era amarrado. Nadie estaba suelto. Nadie
podía matar un animal, si no lo requería
como alimentación o complementación.
Podía matar una gallina para consumo del
día, pero no podía matar cinco, pues no iba
a consumir las cinco. Si mataba cinco, sig-
nificaba que iba a mercantilizar o vender.

Tenia unas hectáreas, que él podía trabajar


con el trabajo familiar. No tenía 50 hectá-
reas, porque no las podía trabajar con su
familia. Necesariamente hubiese tenido
que contratar jornaleros, lo que hubiera
dado inicio al proceso de explotación de la
fuerza de trabajo.

NUNCA SE HACE NADA POR DE-


MOCRACIA

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Willka

En la sociedad occidental se desarrolla la


democracia, mientras que en los ayllus y en
toda la nación originaria nunca se hace na-
da por democracia. Todo se hace por con-
senso, se vive en consenso, de manera que
todos están de acuerdo.

No hay democracia, pues la democracia nos


dice que la minoría se debe someter a la
mayoría. Si de cinco personas, tres están de
acuerdo y las dos restantes no, esos se van a
tener que someter a los tres, que son mayo-
ría. En la nación originaria, esa situación
no se da, sino todos deben de estar de
acuerdo para dictar cualquier medida.

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Nuestra Identidad

LA IDENTIDAD ANTES QUE LA


DIGNIDAD

En la sociedad originaria, cada una conser-


vaba su propia identidad, se respetaba al
individuo, se respetaba al árbol, a los ani-
males. A todo mundo se respetaba, a todo
el conjunto, al ser humano y su entorno,
como también al cosmos. Sólo si compren-
demos esto, entenderemos lo que es la
identidad.

Para el hombre y la mujer de la nación ori-


ginaria, es más importante conservar su
identidad a que le digan que tiene un tra-
bajo digno de esclavo, vendiendo caramelos
en la calle, lustrando zapatos o cargando
bultos. Es más importante para el hombre
originario la identidad, antes que la digni-
dad. Se trata de mantener la identidad ori-
ginaria antes que tener la dignidad del
hombre, que perdió la identidad y es un
esclavo más dentro de la sociedad blanca y
burguesa.

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Willka

Por ello, la finalidad que perseguimos cada


uno con todo, es de vivir en equilibrio,
complementación, consenso e identidad.
En esto tenemos que fundamentarnos. To-
da la vida del ser humano, debe ser orien-
tada para el equilibrio, para la complemen-
tación, para el consenso, y para la identi-
dad en su diferencia y semejanza.

LA PACHA Y LA IDENTIDAD
TODO ESTÁ UNIDO

Nuestros padres ya supieron como percibir


la pacha. Pensaron en como era la pacha,
como caminaba, como transcurría. Nues-
tros padres pensaron que la pacha es toda
la realidad. Esa realidad total tiene un
transcurrir, lo cual no se puede separar de
ella misma.
En este conjunto grande que es la realidad,
tenemos estrellas, lunas, cometas, constela-
ciones, plantas, animales. Tenemos seres
humanos, bacteria y virus. Tenemos esas
bacterias y microorganismos que le están
dando vida al suelo.
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Nuestra Identidad

A pesar de que el sol está tan lejos y noso-


tros de él, a pesar de que las estrellas están
bien lejos, todos estamos dentro de todos.
A pesar de esa distancia, todo está unido,
todo se mezcla, se combina, se recombina,
se intercepta de manera que nada está ais-
lado en un transcurrir permanente, donde
siempre se está haciendo.

El transcurrir es excéntrico y concéntrico,


donde nunca hay un centro. Todos son
centros. Es una expansión y una contrac-
ción en todo sentido y dirección. No hay
arriba, no hay abajo, no hay derecha, no
hay izquierda. La pacha se mueve en toda
dirección y sentido de carácter circular se-
micircular.

Esto, occidente recién lo supo en las déca-


das del 20 al 30, cuando un científico dice
que el espacio está en expansión. Y lo que
dijo Einstein en el pasado, que todo en el
espacio es curvo, esto nuestros abuelos ya
lo sabían. Cuando nuestros abuelos repre-

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Willka

sentan en una piedra una recta, no repre-


sentan la recta sino representan una curva.
Cuando representan un cuadrado, repre-
sentan una esfera. Ellos sabían todo lo que
recién está conociendo occidente.

LA PACHA SE REPRODUCE EN
TODO

Esa realidad global, lo que nuestros abuelos


llaman la pacha, es una interrelación entre
tiempo y espacio, donde todos conforma-
mos una unidad, donde no hay nada sepa-
rado, donde todo está amarrado, donde
todo está unido. La noción de espacio y
tiempo, sin embargo, permiten ver la reali-
dad muy superficialmente. La realidad tie-
ne cosas más mediatas, que hay que verlas
con la intuición, la imaginación, con los
sueños, con la voluntad, con las percepcio-
nes.

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Nuestra Identidad

La pacha se reproduce en todo hombre o


mujer, como también se reproduce en cada
planta o animal o cada estrella.

hay diferencia entre una piedra, una plan-


ta, un animal y un ser humano, pues todos
somos seres. La única diferencia que podía
haber es que una sea piedra, otra planta, el
otro animal y el otro un ser humano.

Como todos estamos en la realidad somos


parte de ella, el hombre al mismo tiempo
es macho y hembra, y la mujer hembra y
macho. Hay una unidad que es neutraliza-
da por una fuerza neutra que nos permite
vivir en equilibrio. Nuestros antepasados
comprendieron que todo es semejante.
En la portada de Tiwanacu, en el frente,
vemos dos ventanitas. Aquí nuestros abue-
los nos indican que la unidad, que puede
ser el rectángulo que se ve, se divide en
dos. A su vez, el dos está regulado por una
tercera fuerza. Vale decir, lo negativo y lo
positivo está regulado por lo neutro.

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Willka

CADA COSA ES DIFERENTE Y ES SE-


MEJANTE

Cualquier cosa en la realidad, en la pacha


tiene dos aspectos. El primero es de lo dife-
rente y el segundo aspecto es de lo seme-
jante. Cada cosa es diferente y es semejan-
te. Por lo diferente, esta cosa es una planta
y por lo semejante es natural y cósmico. Si
ponemos al lado de esta planta un sol, la
planta es diferente al sol y el sol es diferen-
te a la planta, pero al mismo tiempo la
planta es semejante a la planta por lo natu-
ral y lo cósmico, y al mismo tiempo el sol es
semejante a la planta por lo natural y lo
cósmico.

Una estrella tiene dos aspectos, lo diferente


y lo semejante. Igual ocurre con un animal
o planta o ser humano. Si vemos una plan-
ta, por lo diferente es específicamente o
particularmente una manzana, no es un
melocotón. Es diferente a una pera o ba-
nano, pero semejante en lo natural y lo
cósmico. Por lo diferente, esta planta es un
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Nuestra Identidad

manzano o una planta, no es una estrella,


no un animal, pero al mismo tiempo es un
elemento natural y cósmico. De esta mane-
ra, cualquier elemento es semejante y dife-
rente.

NUESTRA IDENTIDAD COMPRENDE


TODA LA PACHA

Esto nos permite comprender la identidad.


La identidad es el rostro y cara que nos
permite ser identificados por nosotros. Yo
tengo mi identidad, y ustedes me ven y me
permiten ser identificado por ustedes. Este
mismo rostro permite identificarme. Lo
mismo ocurre con las civilizaciones. Son
sus características de ojos, nariz, boca, etc.,
que permite identificarlas.
La identidad de nuestros abuelos tiene un
rostro o cara o figura. Esa figura de la iden-
tidad histórica es donde el ser humano de
aquel entonces no sólo es humano, sino
también es naturaleza y es cosmos, es pa-
cha, runapacha, jaqepacha.

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Willka

Nuestra identidad comprende toda la pa-


cha. Somos a la vez miembro y conjunto de
la pacha. Somos la pacha en pequeño.
Nuestra identidad comprende que cual-
quier otro elemento, que no es él, es tam-
bién elemento de la pacha, de tal manera
que el animal viene a ser para él un her-
mano. Una planta es un hermano, la luna
viene a ser otro hermano, el sol otro her-
mano.

LA TIERRA NO LE PERTENECE A
NADIE

En la sociedad de nuestros abuelos, nin-


guno era superior a nadie. Si en una ins-
tancia el ser humano era diferente a la
planta, era a la vez también semejante. El
ser humano tiene vida como la planta. Vi-
víamos en un mutuo respeto, como si fué-
semos nosotros mismos. Respetábamos su
propia identidad. La conocíamos como
planta, que daba frutos para que los usá-
ramos como complementación de nuestra
reproducción. A nosotros igual la planta
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Nuestra Identidad

nos respetaba, porque su energía era la que


nos permite la vida.

En 1852, un gran jefe indio norteameri-


cano recibe la propuesta del presidente
norteamericano Franklin Pearson de ven-
derle las tierras de los indios a los blancos.
Pero, el jefe indio le dice al presidente nor-
teamericano: Señor, como yo le voy a ven-
der la tierra, si la tierra no le pertenece a
nadie.

Era un gran jefe o amawta, que recuerda al


presidente norteamericano de que hay un
tiempo pasado y que realmente no hay
ningún dueño de la tierra. Además, le
complementa y le dice: Señor, ¿qué hijo
vende a su madre? ¿Cómo yo le voy a ven-
der la tierra, que es como la madre para mi?
¿Cómo yo le voy a vender los ríos, si los
ríos son la sangre de mis antepasados?
¿Cómo le voy a vender la tierra, donde so-
pla el viento que es el aliento de mis abue-
los?

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Willka

El hombre y la mujer se sienten en toda la


pacha, y el ser humano tiene que vivir co-
mo expresión que es de la pacha, como ex-
presión individual que es de la pacha. No-
sotros no sólo somos imagen y semejanza
de todo cualquier otro elemento de la
realidad, somos imagen y semejanza de to-
do.

Eso es la identidad que se recupera en cada


elemento de la realidad, como se la vio,
como se la comprendió en la realidad de
nuestros abuelos.

ESTAR SIENDO Y OCURRIENDO


NOMÁS NO HAY NADA FEO Y NADA
BONITO

Nuestra identidad tiene una actitud o con-


ducta frente a la realidad toda, frente a la
pacha. Esa realidad siempre se da, se trans-
curre en un siendo y ocurriendo siempre.
Dentro esta estar siendo y ocurriendo, la
realidad de la pacha tiene un proceso de
transcurrir en todos los sentidos, direccio-
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Nuestra Identidad

nes. De un modo expansivo y contractivo, y


de un modo excéntrico y concéntrico.

En la naturaleza, en el cosmos, no hay nada


feo y nada bonito. Eso es un invento. El
occidental nos mete a nosotros que el
hombre es bien atlético, bien parado. El es
bello, y la mujer con bonito cuerpo es be-
lla. Mientras que una mujer gorda, no es
bella. No es así, todo en la realidad es lo
que es. Es una forma de ser, que uno tiene
que respetar en su diferencia y en su seme-
janza, y no darle el valor que éste es bueno,
éste es malo, éste es feo.

TODO ES MATERIA Y/O ENERGIA

Nuestra cultura nunca pensó que aquí ha-


bía lo bueno y allá lo malo, que aquí había
lo bonito y allá lo feo, la materia aquí, el
espíritu allá. Para nosotros no hay espíritu.
Todo es materia y / o energía. En su con-
junto, todo está amarrado. No existe ser
social y conciencia social. Todo es una tota-
lidad única. Todo se compenetra en todo.

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Willka

El pescado que comemos en la mañana de


repente tiene las moléculas de cualquier
otro animal nuestro de hace 5 años atrás,
20 años atrás. La planta que estamos co-
miendo, no tiene solamente la condensa-
ción de la luz solar. Tiene la condensación
de los animales descompuestos que están
en el suelo, de las bacterias, de los hongos
que pasan a formar parte de la planta que
estamos comiendo. Nos estamos comiendo
un pedacito de estrella, un pedacito de co-
meta, un pedacito de luna, de un animal
pasado nuestro.

Todo está metido en todo. Nada está aisla-


do. Nosotros no pensamos que exista un
espíritu. Cuando conversamos con nues-
tros muertos, no pensamos que estamos
conversando con espíritus, sino con ener-
gías que existen realmente como existe una
mesa.

Es una modalidad, una frecuencia, una


longitud de onda de esa energía en su estar
20
Nuestra Identidad

siendo y ocurriendo, que existe en la reali-


dad. Nosotros pensamos así, sentimos así
dentro de una realidad, donde todo es ma-
teria y /o energía o viceversa, dentro de
una sociedad de equilibro, donde el ser
humano reproduce la pacha y la sociedad
misma reproduce la pacha.

NO HAY MUERTE NI VIDA

Por ello, no hay muerte. Donde hay muer-


te, empieza otra forma de vida. Nosotros
seguimos viviendo como energía. No desa-
parecemos. Los mismos cristianos, lo reco-
nocen cuando hacen una misa por un di-
funto. Dice el sacerdote: En el nombre del
padre, del hijo, del Espíritu Santo, hace-
mos esta misa por Ricardo Mendivar, que
en verdad no está muerto, esta aquí con
nosotros.
Todavía existe la reminiscencia, la informa-
ción en la desinformación, de que en la
realidad no hay muerte ni vida, sino un
transcurrir nomás. Nuestros antepasados
nunca supieron de muerte.

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Willka

Cuando preguntamos a un runa o jaqe que


es de su hijo, el responde: Está muerto
nomás. ¿Cómo está? Bien nomás, ¿para qué
te preocupas? Entonces el occidental dice:
este indio, que frío es, no quiere a su hijo.

Pero no es eso pues, sino que uno ya com-


prende que no hay muerte, que es un pro-
ceso. Está muerto nomás, pues. Siempre
nos da la idea de que la pacha siempre está
transcurriendo, lo que nos explica una ma-
nera de ver la realidad. Eso es lo que le da
el sentido de vivir en la realidad más allá de
lo que es la imagen simple de la realidad.

LA PACHA ES UNA SOLA REALIDAD

Nosotros creemos que no hay cielo ni in-


fierno. Para nosotros todo es pacha, arriba
y abajo, pero lo curioso es, que esta divi-
sión aparece con dos cronistas como Santa
Cruz Pachacuti y Huamán Poma de Ayala,
que eran cristianos y empiezan a confundir.

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Nuestra Identidad

La pacha es una sola realidad, dentro de


cada uno. Aunque seas hormiguita, la pa-
cha se concentra con todo su poder. De
esta manera la pacha es infinito y finito, y
se reproduce en cada uno, de manera que
cada cosa es infinita y finita.

El judío sabe también el transcurrir de la


pacha, pero miente, la diviniza. También
tiene noción de la vuelta, como nuestros
padres, que la realidad se voltea. Por eso, es
la coincidencia de que los anuncios profé-
ticos de la Biblia, que están en San Lucas,
han señalado el tiempo del Kutipacha.

OTRA MODALIDAD DE EQUILIBRIO


MANTENERSE EN LA IDENTIDAD

En su proceso de caminar, de avanzar su


proceso de estar siendo ocurriendo siempre
en esta realidad, en este mundo, donde
estamos todos juntos, junto a todo, nuestra
cultura tenía una finalidad, una meta. Te-

23
Willka

nía un destino, un saber a donde ir, por


donde ir, como ir, y a donde llegar.

Uno de los fines que persigue nuestra iden-


tidad es simplemente mantenerse en la
identidad para conseguir el fin permanente
de la identidad, de ser un hombre y una
mujer y al mismo tiempo naturaleza. Otro
fin es el fin del equilibrio, el fin de la com-
plementación, del consenso.
Vemos que el individuo forma parte de la
realidad, se da en la realidad, transcurre en
la realidad, y vuelve a la realidad. De este
modo, la finalidad de la sociedad, del indi-
viduo, es que esté constantemente en equi-
librio, identidad, complementación y con-
senso, que son realidades que se encuen-
tran en la realidad misma.

NO HAY NI LO BUENO NI LO MALO

En nuestra cultura no hay ni lo bueno ni lo


malo. Todo está por encima de esos valo-
res. Los hombres y mujeres que vivieron en
el ancestro, se levantaron por encima del

24
Nuestra Identidad

bien y del mal, porque solamente reprodu-


jeron en su vida social, el equilibrio, la
identidad, la complementación, y el con-
senso. Al reproducir eso el ser humano tra-
ta de vivir consigo mismo.

Pero, esos no son valores. Son elementos,


fenómenos o dinámicas. Son partes que
están en la realidad misma de la naturaleza
y el cosmos. Son realidades dadas en la na-
turaleza en su estar siendo y ocurriendo en
el proceso de transcurrir. Estas realidades
son reproducidas en la sociedad por lo cual
no son valores meramente humanos, no
son inventos del ser humano. La realidad
no tiene valores.

Nuestra cultura originaria tampoco tiene


valores, porque no es la cultura meramente
humana, no es la cultura que separa la so-
ciedad de la naturaleza y del cosmos. Es la
cultura que mete dentro y reproduce den-
tro la sociedad lo que es la naturaleza y el
cosmos en su movimiento. Como el hom-
bre y la mujer son parte del cosmos y la na-

25
Willka

turaleza, la sociedad reproduce dentro de si


misma, la realidad misma de la naturaleza y
del cosmos. Reproduce el equilibrio, iden-
tidad, consenso y complementación.

NADA ES SUPERIOR, NI INFERIOR

No hay una cultura superior, ni una cultu-


ra inferior. Cada cultura responde al espa-
ció geográfico donde se da. Vemos a los
ayoreos o guarayos. Ellos andan, no como
un Tiwanacota o un Quechua, sino como
lo exige el medio de la amazonía y del
oriente. Se están adoptando o mimetizando
como le exige la naturaleza.

El vivir en la amazonía, significa conservar


el bosque, la fauna, la flora, la masa atmos-
férica. El vivir en la altura, significa vivir de
otro modo, hacer la casa, la agricultura de
otro modo. El vivir cerca del mar, significa
otra forma de alimentación. Cada espacio
geográfico exige una forma de identidad
con la naturaleza y el cosmos.

26
Nuestra Identidad

De esa manera, en la realidad todo es equi-


librio, absolutamente todo. Nada es bueno,
ni malo. Nada es superior, ni inferior. Aún
la enfermedad, aún lo que llamamos socie-
dad de no unidad. Este momento de des-
humanización que vivimos, a pesar de lo
que está provocando y estamos viendo, es
nomás un momento de la pacha en su
equilibrio.

TODO ES EQUILIBRIO, AÚN LA EN-


FERMEDAD

Lo mismo, si nosotros nos enfermamos de


una pulmonía, si soy un médico occidental
podría decir: mi paciente está desequilibra-
do, porque la enfermedad es un estado de
desequilibrio. Pero si me recuerdo que no
soy occidental, soy originario, digo: no se-
ñora, usted no está en desequilibrio, sino
está en otra modalidad de equilibrio.

Para un médico originario, la enfermedad


sería una modalidad de equilibrio, porque
el hombre enfermo al estar en la pacha,

27
Willka

está reproduciendo el equilibrio de la pa-


cha en su modalidad. Se enferma porque
quiere enfermarse, y no porque la pacha le
enferma. Al enfermarse porque come mu-
cho, entra a pasar a una modalidad de
equilibrio en que se enferma, lo que el mé-
dico occidental llama desequilibrio. Pero
en la realidad de la pacha, no hay desequi-
librio. Todo es equilibrio, aún la enferme-
dad, aún la muerte.

ESTOY EQUILIBRANDO NOMÁS

Si desaparece el Illimani, si toda La Paz se


hunde, tu puedes decir: que catástrofe, que
desgracia. Pero la pacha dice: bueno pues,
estoy equilibrando nomás, en otra parte
aparece también. Desaparece un mar y en
otra parte aparece, eso es una catástrofe
para nosotros, pero para la tierra, ¿qué es?
Es equilibrio.

Nuestra cultura en esencia y en fondo no


tiene valores. Porque como la sociedad re-
produce, refleja como espejo a la realidad, y
28
Nuestra Identidad

en la realidad de la pacha, no hay valores.


La realidad es completamente indiferente,
no le importa un comino que desaparezca
todo el sistema solar.
Igual en nuestro cuerpo. Hay millones de
glóbulos que se están muriendo, y otros
que están naciendo. Nadie se da cuenta. En
este instante en la piel, hay células que se
están cayendo, y otras que están naciendo.
En la realidad, hay estrellas que nacen y
estrellas que mueren, y a la pacha nadie le
dice que usted está comportándose mal,
que está comportándose bien.
Hoy día, nosotros desforestamos el bosque,
estamos alterando el equilibrio de la masa
atmosférica, de la masa de agua, de la capa
de ozono, con el efecto invernadero. La
tierra sólo entra en otra modalidad de equi-
librio, y nos permite vivir todavía.

29
Willka

PERO LLEGA UN MOMENTO EN


QUE EXPLOTA

Pero va llegar un momento, en que este


equilibrio se va sacudir de tal manera, que
para entrar en otra modalidad de equili-
brio, puede provocar lo que nosotros lla-
mamos una catástrofe ecológica, que ade-
más está calculada. En 2050-2100, el efecto
invernadero va producir un calor inmenso.
Los polos se van a deshacer. El Illimani no
va tener hielo. El Tunari ya no se va llenar
de nieve. Son efectos del hombre por ac-
ción contra la naturaleza.

Pero la tierra va a recuperar su equilibrio.


No le importa el hombre. Como sea, todo
lo equilibra, a pesar de los desequilibrios
que hagamos. Por ejemplo, un ser humano
hoy día se mete cinco San Pedros. Al día
siguiente sigue borracho. Pasan dos días,
recupera su equilibrio. Igual una mujer, le
operamos, está flaca, pero se recupera. La
tierra de la misma manera.
30
Nuestra Identidad

Pero llega un momento en que explota.


Igual que el ser humano, que llega a su es-
tado de muerte y cambia. La tierra no va a
desaparecer, pero va a cambiar toda su re-
lación de equilibrio, y a ese peligro estamos
llegando por la acción nociva de la socie-
dad actual.

Hoy en Bolivia, tenemos la deforestación


más grande de todo el planeta. Diariamen-
te en Bolivia se desforestan más de mil hec-
táreas. Al año, más de 365 mil hectáreas,
que está afectando el ciclaje de evaporación
del agua, el ciclaje de generación de oxí-
geno, de purificación de la atmósfera. Eso
se llama ecocidio. Por eso tardan las lluvias.
Por eso tarda el Tunari en llenarse de nie-
ve.

31
Willka

TODO TIENE SU RITMO

Todo tiene que vivir en equilibrio consigo


mismo, tiene que vivir en equilibrio con su
familia, tiene que vivir en equilibrio con su
sociedad, con la naturaleza y el cosmos.

Hoy en día, un hombre y una mujer hacen


el amor solo de día, y no de noche. El
hombre antiguo no hacia el amor de día.
Guardaba de hacer el amor de noche. El
hombre guardaba la primavera para copu-
lar y tener hijos, no en otoño ni en in-
vierno ni en verano, en el momento del 21
de septiembre para adelante. Nosotros no
podemos sembrar quinua en el altiplano el
8 de marzo, tenemos que esperar al 21 de
septiembre. Todo tiene su ritmo, período,
momento.

De vivir en equilibrio con los momentos, el


hombre se ubica en la naturaleza y se ubica
en el espacio, donde el sol dice: estamos en
solsticio, estamos en equinoccio. Es el es-

32
Nuestra Identidad

pacio de equilibrio del ser humano en su


vida con la naturaleza y el cosmos. Pero no
es el ser humano que se abstrae, que se va,
que se para, se aísla, se siente diferente,
sino que él se siente, se comprende, se sabe
que es un pacharuna, que es un jaqepacha,
que es un pacha en su conjunto, en su ex-
presión individual.

EL ORIGEN DE LAS COSAS


NUESTRO PLANETA NUNCA FUE EL
MISMO

Vas caminando por el desierto, y le pregun-


tas a un anciano: ¿Qué había por acá? Te
responde: Antes había pues, un mar. Más
allá, le preguntas a otro anciano. –No, no
había mar, había un bosque. Aparece otro
anciano. -No, no había un bosque, había
una cordillera. El proceso del transcurrir
siendo siempre de la realidad, no es tan
apretado en tiempo, sino es una distancia
en tiempo que nosotros no podemos calcu-
lar.

33
Willka

La tierra como planeta nunca fue la misma.


Hoy esta achatada en los polos y ensancha-
da en el ecuador. Antes fue más redonda y
mucho más antes fue todavía más redonda.
Lo que nosotros llamamos América y Áfri-
ca, antes estaban unidos. Estos mares que
hoy conocemos, Atlántico, Pacífico, no
existían cuando la tierra tenía otra forma.

La Cordillera de los Andes es muy joven


todavía. El lago Poopó, Titicaca, el Salar de
Coipasa y el Salar de Jayunipacha son re-
manentes de un mar antiguo, antes de que
aparezca la Cordillera de los Andes.

CUATRO HERMANOS Y CUATRO


HERMANAS

Los mitos del origen del universo que no-


sotros conocemos, desgraciadamente están
filtrados de la desinformación cristiana.
Por ejemplo el libro escrito en Guatemala,
o en Centroamérica, llamado Popol Vuh.
Resulta que tenemos una desinformación
total sobre toda nuestra cultura.
34
Nuestra Identidad

Cuando se habla en nuestra cultura del


origen de la civilización incaica, del Cuzco,
se dice: Salen del lago Titicaca 4 hermanos
y 4 hermanas para originar un nuevo mun-
do, para armar un nuevo orden. Si recupe-
ramos el código, vemos: No son 4 hombres
solamente, son 4 mujeres más. En el fondo
se nos está diciendo, que hay 8 principios
de creación.

Occidente llegó solamente a 5, o realmente


llegó a 4 elementos, que pueden ser: agua,
tierra, fuego y aire. A esos añade un quinto
elemento, llamado éter.
Pero nuestra cultura nos habla de 4 princi-
pios masculinos, y 4 principios femeninos.
Es decir, nuestros abuelos hablan de 8
principios. Van más lejos que una explica-
ción de querer explicar un mundo, de co-
mo aparece un mundo. Pues bien, estos 4
principios, como hoy día se sabe en Física y
en la Química, son el Carbono, el Oxí-
geno, el Nitrógeno y el Hidrógeno. A eso
agregan algo de lo que occidente no habla.

35
Willka

Agregan un carbono hembra, un oxígeno


hembra, un nitrógeno hembra y un hidró-
geno hembra. Es decir, la cosa va más com-
pleja.

LA REALIDAD SE GENERA POR IN-


FINITAS ENERGÍAS

En astrofísica, todos los físicos se rompen


la cabeza para unir 4 fuerzas. Por la unión
de esas 4 fuerzas varía la explicación de
como se origina el universo, y como se ori-
gina todo el espacio, toda la realidad. To-
davía están pensando con 4 principios,
mientras nuestros abuelos van más lejos.
Van diciendo, que son 8 principios.

Pero, aparecen astrofísicos dentro de la físi-


ca y astrofísica que ya no hablan de 4 prin-
cipios, sino de 8 y 16 principios, u 8 puer-
tas, 16 puertas, 32 puertas, 48 puertas. In-
clusive hablan de las teorías de las cuerdas.

Nuestros abuelos nunca dijeron: no son 4


puertas, no son 8 puertas, no son 16, 32 ni
36
Nuestra Identidad

48 cuerdas. Lo de los 8 principios, sola-


mente fue una forma elemental de querer
explicar para la posteridad un tipo de in-
formación de como se puede concebir un
tipo de orden.
Nuestra cultura tiene una profundidad y
una amplitud, que supera todo el saber oc-
cidental.

En un esquema así, nuestros abuelos resu-


mieron todo el saber chino que se basa en
el saber del yan y del yin. El yan se divide
en yan con yin y secuencialmente. Cada
uno se divide hasta hacernos una esfera
con 64 combinaciones, con una mezcla de
combinaciones del yan y del yin.

Las coloca en forma de un cuadrado en la


que coloca ocho a un lado y ocho al otro.
Esto el chino lo llamó el libro del I-chin,
donde el yin y el yan se complementan para
leer el futuro.

Sin embargo, la realidad se genera por infi-


nitas puertas. Son infinitas energías las que

37
Willka

generan toda la realidad, dentro de la uni-


dad de la realidad. De este modo, nuestros
padres comprenden que en la pacha existen
muchísimas dimensiones de existencia,
unidas en una sola realidad.

LA PACHA ES INFINITA, Y A LA VEZ


FINITA

Por ser un todo único, contiene cantidades


infinitas dimensiones dentro de la única
dimensión de existencia de la pacha en su
unidad, en el siendo ocurriendo de la pa-
cha. Esta complejidad no es filosofía, es
simplemente la captación, la aprehensión
de la realidad como la realidad se da, como
la realidad transcurre.

Por eso, dentro del todo hay millones de


estrellas que no podemos contar. Dentro
de cada estrella, no sabemos cuantos mi-
llones de infinitas vidas hay. Nosotros no-
más tenemos dentro de nuestro cuerpo in-
finitas cantidades de microbios que no po-

38
Nuestra Identidad

demos contar.

La pacha en sí no es absolutamente infini-


ta. Al mismo tiempo es finita, porque está
en una constante transformación y movi-
miento, un estar siendo ocurriendo siem-
pre que no para nunca. Pero no es un mo-
vimiento dialéctico. Es un movimiento
multidialéctico, donde en la pacha se dan
todas las dimensiones posibles de existencia
dentro de la unidad de la pacha.

NUNCA HA EXISTIDO NINGÚN


DIOS CREADOR

Esa realidad está demostrando hoy que no


hay espíritu alguno, que no existe ninguna
fuerza capaz de haberla creado a la pacha.
No existe y nunca ha existido ningún dios
creador. Nuestra cultura no necesita y nun-
ca ha necesitado a dios alguno, a creador
alguno. Nunca ha sido necesario crear algo
llamado dios, personificada como Brama,
como Jehová, como Alá.

39
Willka

De la misma manera, toda la información


científica de la astrofísica, de la aparición
del universo, es completamente falsa. Es la
información para dominarnos, y oprimir-
nos científicamente e ideológicamente.

Sin embargo, en el occidente griego, en la


filosofía cosmológica, el hombre filósofo
quiso explicarse el origen de las cosas. Al-
gunos decían: el origen de las cosas es el
aire; otro decía, es el fuego; otro decía es la
tierra; otro decía, el agua. De repente apa-
reció alguien y decía: no, es todo junto.
Apareció otro y decía: no, no es eso, la
realidad es el transcurrir nomás. Otros de-
cían, bueno pues, hay que pensar no en
cuatro elementos, sino en cinco elementos.

De ese modo aparecieron diferentes formas


para explicarse como se originó la realidad,
hasta que alguien apareció y decía: bueno
ya no es una etapa cosmológica, sino una
etapa antropológica. Decía: ya es un dios, y
apareció Zeus, Júpiter, y otros.
40
Nuestra Identidad

De esa manera, inventaron a dios, como


algo que no existe en la realidad. En la In-
dia, 500 años antes de Buda, inventaron a
un dios que llamaban Brama. El código de
la unidad que hemos visto en nuestra cul-
tura, viene a ser Brama, el dios de cuatro
cabezas, por que aquí encontramos cuatro
hombres.
Como él, toda religión para querer ligar al
hombre escapado de lo natural y de lo
cósmico, lo hace a través de la represión,
del pánico, del miedo al castigo. A diferen-
cia en nuestra cultura, a un hombre de la
unidad, no le importa el castigo, por que
no teme a nada. Su vida no se realiza bajo
la presión, la personificación de un dios
que tiene que castigar armado de una espa-
da, del fuego, armado del infierno, o arma-
do de lluvia, armado de plagas, etc.
En nuestra cultura, lo que podría ser lla-
mado dios que no es dios, viene a ser lo
que es la pacha. Hablando en jakearu, o en
runasimita, la pacha viene a ser la represen-
tación real de lo que es toda la realidad.

41
Willka

LA GRAN RAZA ROJA

Según la cultura occidental, el ser humano


aparece por acción divina con Adán y Eva
hace 40,000 o 50,000 años atrás, pero esta
humanidad no es la primera ni la única. La
tierra ha existido con humanidades dife-
rentes en millones de años atrás, humani-
dades anteriores que no sabemos que ex-
presiones han tenido. Siempre ha habido
humanidad. Hoy somos una humanidad
diferente, y queremos explicar nuestra apa-
rición con el ojo del blanco, estamos recor-
tando el proceso histórico anterior.

Nosotros, los jaqes, los runas descendemos


de la gran raza roja. Cuando esta cultura
atraviesa una crisis, se sabe que en cierto
momento, todo el mundo era dirigido por
la cultura negra. En el África, los ancianos
negros decían: nosotros tenemos la memo-
ria del mundo de los sueños ya hace 40,000
años atrás, porque objetivamente su cultura
es mucho más antigua que la blanca.
42
Nuestra Identidad

Después aparece un vasto y hegemónico


poder de la cultura amarilla, y hoy vemos
que la cultura capitalista tiene una hege-
monía básica de la llamada raza blanca. Pe-
ro hoy, no hay solamente razas blancas.
Hay razas rojas, negras, amarillas. Hay una
mezcla de razas. Antes igual había blancos,
rojos, negros, amarillos, todos combinados.
En cada momento histórico, la hegemonía,
la dirección política cultural corresponde a
una raza y luego a otra.

EL CÓDIGO DE LA UNIDAD

En el Cuzco hay referencias de estas cultu-


ras, de su sucesión. En pirámides egipcias
también hay referencias de estas culturas.
Igual, en la cultura china, en la India, en
las huellas arqueológicas y etnoculturales
hay referencias sobre la sucesión de estas
culturas, pero no sabemos que fecha tiene.

Eso está escrito en las piedras que queda-


ron de nuestras culturas. El símbolo del
código de la unidad, que lo vemos en nues-

43
Willka

tra cultura, en Samaipata, de los guaraníes,


en Brasil, en México, en Perú, es un signo
que aparece en todo el mundo, en la Chi-
na, en la India, en el Medio Oriente, Ru-
mania. El Hindú lo llama mandala, igual el
Chino.

Es el remanente, el testimonio de que en


un tiempo hubo una sola cultura en el
mundo.

No sabemos cuanto antes de cual Pacha-


kuti habría sido, cuando toda la humani-
dad vivía dentro del código de la unidad.
Ese código representa la tierra. El polo nor-
te, polo sur, el ecuador, la zona templada, y
la zona fría.

El hombre originario en nuestras tierras


conoció la redondez de la tierra, los meri-
dianos, los paralelos, el eje de inclinación
de la tierra, los trópicos.

44
Nuestra Identidad

TODOS VIVÍAN EN UNA SOCIEDAD


IGUAL

Eso se sabe por la información de esos


símbolos y la semiótica, las lenguas. Si uno
va al Tibet, se encuentra con que el tibe-
tano es igualito al aymará. La lengua tibe-
tana tiene la misma filología que los ayma-
rás. Hubo una Argentina que explicó el
idioma etrusco por el idioma quechua, por
el runasimita.

Esto no debe darnos la premisa de ser una


cultura padre o madre, sino que había un
momento en que todos, negros, amarillos,
blancos, rojos vivían en una sociedad igual,
que no sabemos cuando. Lo importante,
empero, es rescatar que en Abya Yala, en
América del Norte, en Centroamérica y en
América del Sur se siguió viviendo con los
códigos de la unidad de la sociedad, cuan-
do ya gran parte del mundo vivía en no
unidad.

45
Willka

L
A CULTURA DE LA UNIDAD
LA UNIDAD GENERABA LA ABUN-
DANCIA

En esa cultura de la unidad, en nuestras


tierras nunca se pensó ni se planificó la
guerra, la explotación del trabajo, el ham-
bre, la miseria, la ignorancia. En nuestra
sociedad de la unidad, donde había equili-
brio, complementación, identidad y con-
senso, la unidad como una forma superior
generaba la abundancia.

Un hombre podía tener su parte de tierra,


y otras por la de su mujer y la de sus hijos,
para producir para la familia. Era tanta la
abundancia, que hubo un inca que dijo
que como comemos mucho, porque era
mucha la comida, que hayan tres días de
dieta al mes. Se ordenaba por prescripción,
que los tres días de luna llena se debería
ayunar.

46
Nuestra Identidad

LA CIVILIZACIÓN DE LA NO UNI-
DAD

Pero, cuando llega el invasor con la cultura,


la civilización de la no unidad, de la socie-
dad de la escasez, de la propiedad privada,
la explotación del ser humano en el traba-
jo, la opresión del ser humano a nivel polí-
tico, ideológico y cultural, la sociedad cam-
bia.

A nuestras tierras, llegan y rompen un ciclo


de unidad, de equilibrio. Aquí llegan con
sus reyes, con su latifundismo, con su for-
ma de apropiarse de la tierra, de extraer los
minerales, de llevárselos. Hoy, sí se planifi-
ca la guerra, el hambre. Hay ecocidios, se
destruye la naturaleza. Hay etnocidio, des-
trucción de la cultura.

El15% de la población mundial se apropia


y consume el 80% de la producción mun-
dial, generando escasez, mientras que el
80% de la población mundial consume el

47
Willka

15% de lo que produce. Hay todo un pro-


ceso de pérdida de lo humano.

LAS TRES DIMENSIONES

Ahí vemos la profundidad y amplitud de la


vida como se desarrolló en aquel pasado de
la sociedad de la unidad, donde vivieron
nuestros abuelos. No solamente era lo que
hace el hombre o el ser humano, sino era
lo que hace el ser humano junto con todo:
las estrellas, plantas, viento, aguas, junto
con toda la realidad.

Dentro de la identidad, dentro la sociedad


de la unidad o la abundancia, nuestros an-
tepasados vivían en equilibrio, identidad,
complementación y consenso. Desarrolla-
ban todo lo humano integral y globalmente
en dos aspectos: el aspecto de lo diferente y
el aspecto de lo semejante.
Estos dos aspectos generan tres dimensio-
nes: la dimensión de lo humano propia-
mente, la dimensión de lo natural y la di-
mensión de lo cósmico. El ser humano tie-
48
Nuestra Identidad

ne o desarrolla la identidad en todos estos


aspectos al mismo tiempo.

Por lo diferente, el ser humano es particu-


larmente o específicamente humano, es lo
humano. Por lo semejante, el ser humano
es lo natural y lo cósmico. En lo diferente,
él sabe que es un ser humano, que es dife-
rente a la planta en cuanto a lo específico.

Pero al mismo tiempo que se sabe diferen-


ciadamente humano, en lo semejante sabe
que somos iguales en lo natural y lo cósmi-
co. Debemos considerar como nuestros
hermanos, tener respeto a los animales y
plantas y no matarlos por matar, sino sólo
para alimentarnos y complementarnos.

SE DESARROLLABA PLENAMENTE
TODO LO HUMANO

La forma de vivir del hombre y la mujer en


la sociedad de la abundancia, es la forma
de vivir socialmente. Como el ser humano
es un elemento más entre otros de la reali-

49
Willka

dad, de la pacha, como cualquier otro ele-


mento vive desarrollando los dos aspectos:
lo diferente y lo semejante.

Desarrollando lo diferente en la sociedad


de la unidad, el ser humano vive como
humano, es un hombre, es una mujer, es
un ser humano que vive con condición
humana. Al mismo tiempo, asume vivir
como semejante, como un ser natural y
como un ser cósmico.
De este modo, la forma de vivir del hombre
y la mujer en la sociedad ancestral de nues-
tros abuelos, es la forma de vivir donde se
desarrolla plenamente toda la estructura,
toda la condición humana, todo lo hu-
mano, integral y totalmente. No como aho-
ra, que es una cosa, una mercancía, una
máquina, un ser completamente alienado y
enajenado y deshumanizado.

YA NO VIVE LO SEMEJANTE

Cuando los españoles traen a estas tierras


la sociedad de no unidad, traen un modelo

50
Nuestra Identidad

de sociedad, donde no hay equilibrio, don-


de no hay complementación, ni identidad
ni consenso. En esa sociedad, el ser hu-
mano escoge solamente lo diferente y no
siente lo semejante. Ya no vive lo semejan-
te. Por lo diferente, escoge solamente lo
específicamente humano.

En este proceso histórico de vivir en lo di-


ferente, de sentirse solamente el humano,
su vida ya no está amarrada a lo natural y
cósmico. Esto lo vemos hoy en día en la
sociedad en la que vivimos. Especialmente,
los campesinos podemos verlo.

Pero el citadino no hace nada para perte-


necer a lo natural y cósmico. Se aísla por
completo, como este proceso de la sociedad
de no unidad basado solamente en lo espe-
cíficamente humano, viene de hace mu-
chos siglos atrás. Desde que aparece la pro-
piedad privada de los medios de produc-
ción, lucha de clases, apropiación de la ri-
queza en pocas manos, lo humano se pier-
de paulatinamente.

51
Willka

HA PERDIDO TODA LA HUMANI-


DAD

Este ser humano que escogió solamente al


ser humano, que se asume tan diferente,
que se olvidó de lo semejante, empieza a
perder lo que escogió. Hoy en día, después
de siglos de pérdida de lo humano en espe-
cífico, este ser humano desapareció. Ha
perdido toda la humanidad y ha llegado a
ser nada.

Ya no está presente. Por eso, nosotros que


nos sentimos humanos, naturales y cósmi-
cos, cuando vemos un blanco, lo vemos
muy pequeño, porque solamente es dife-
rente. En lugar de él, está lo deshumano o
lo no humano en un proceso o etapa de
deshumanización.

Este desarrollo de lo diferente ha creado un


proceso, un camino, un avance donde hoy
en día no encontramos unidad en el desa-
rrollo de la sociedad actual. Vemos que el
52
Nuestra Identidad

ser humano se separó de su mujer. Ya prác-


ticamente anda solo, pues la mujer es la
última rueda del coche. No le importa.

Desde la sociedad comunitaria, la esclavis-


ta, la sociedad feudal, la capitalista e inclu-
so en el marxismo, la no unidad tiene sólo
enmarcado lo diferente. Nos separa de la
naturaleza. Hace que el hombre deba do-
minar la naturaleza, y con eso hemos ido
creando en todo este tiempo el desequili-
brio, como son la erosión, la contamina-
ción. En esta sociedad de no unidad en la
que vivimos, nos hemos separado de mane-
ra abismal al individuo de lo natural y
cósmico.
Por la estupidez del hombre blanco de sen-
tir solamente lo diferente, surgieron las
ideas de dominar, de conquistar, de explo-
tar al otro ser semejante o diferente, de
sentirse solamente ellos los dueños del
mundo y de los demás.

53
Willka

LA "PERSONA HUMANA"

El artículo uno de la Constitución Política


del Estado, dice que la sociedad boliviana
tiene como finalidad, la defensa de la per-
sona humana. Igual que esta tiza es una
elaboración de la industria, resulta que la
persona humana es el producto final, la
elaboración de la sociedad occidental, que
se traduce en el humano alienado y enaje-
nado.

La persona es el deshumano producto de


miles de años de opresión y explotación,
donde el ser humano no estuvo presente
en su condición realmente humana en sus
dos aspectos y tres dimensiones. Se asume
persona y empieza a hablar de que tiene
dignidad, derecho a la libertad, derecho a
la justicia y derecho a vivir y hacer demo-
cracia.

Igualmente fracasó el socialismo en Europa


del Este, porque no sabía entre otras cosas,
equilibrar la necesidad del individuo con la
54
Nuestra Identidad

necesidad de la sociedad. Puso la sociedad


por encima del individuo, y encontró la
negación a partir del propio individuo. En
nuestra sociedad, lo que ha existido es la
pretensión de equilibrar al individuo con la
sociedad, y se logró este equilibrio que no
logró el socialismo.

EL INDIVIDUO DEL KUTIPACHA

Por ello, la propuesta de nosotros, de la


nación originaria, es ya no defender la per-
sona humana, sino destruir la persona hu-
mana para que el individuo se encuentre.
El individuo que está equilibrado con sigo
mismo, complementado consigo mismo,
consensualizado consigo mismo y conser-
vando su identidad con sigo mismo. A su
vez con su familia, con la sociedad, con la
naturaleza y con el cosmos o la pacha.

La propuesta es construir el individuo revo-


lucionario, el individuo del Kutipacha, el
individuo que se asume diferente y seme-
jante al mismo tiempo que se asume hu-

55
Willka

mano, natural y cósmico. Tenemos que


sacar esa camisa sucia de la persona aliena-
da, deshumanizada, para que vuelva a ser
humano, como fueron nuestros padres en
sus dos aspectos y en sus tres dimensiones.
Estamos por la defensa del individuo, con
el derecho a vivir en identidad con si mis-
mo, en complementación, en consenso y
en equilibrio.

La propuesta de la sociedad de la unidad,


no es como la del occidente, donde separan
al hombre y la mujer de la naturaleza y del
cosmos. Solamente se queda en lo específi-
camente y diferencialmente humano, don-
de solamente el hombre es lo importante,
donde sólo el hombre es la imagen y seme-
janza de un todo, donde el hombre es su-
perior a todo y está encargado a dominar la
naturaleza, donde se jacta dueño del mun-
do.

56
Nuestra Identidad

EL PODER DE TODA LA PACHA

La sabiduría de los hombres antiguos se


empataba, se mezclaba con la pacha. La
mezcla del poder en el runa, en el jaqe, es
la unidad del runa con la pacha o la unidad
del pacha con el runa. El poder que tiene el
hombre es el poder que tiene toda la pa-
cha, no es el poder solo del ser humano. El
hombre separado de la pacha, obviamente
no tiene el poder de un runapacha.

Con el poder que nosotros podemos alcan-


zar si nosotros volvemos a tener nuestra
propia identidad, vamos a tener una capa-
cidad mucho más profunda y más amplia
de desarrollarnos, que el simple occidental
que ve que el poder es solamente lo políti-
co. Si nosotros estamos hablando sólo del
instrumento político para alcanzar el po-
der, estamos hablando en términos occi-
dentales.
Nuestro horizonte político sería escaso y no
estaríamos planteando certeramente el

57
Willka

modo originario de lo que es el poder. La


cultura nuestra no es solamente poder polí-
tico. Si estamos hablando del poder en
nuestra cultura, debemos hablar del poder
en otra dimensión. El hombre y la mujer
sabia de nuestras tierras, no quieren poder
por el poder, sino para vivir en equilibrio,
complementación, identidad y consenso.

NO HABÍA RELIGIÓN
NO NECESITA NINGÚN DIOS

Nosotros hemos establecido que cualquier


elemento de la realidad, sea hombre, ani-
mal, planta, estrella, agua, viento, tierra,
fuego, todos tienen dos aspectos: Lo dife-
rente y lo semejante. Por lo diferente es
específicamente algo, puede ser planta,
animal, estrella, ser humano, y por lo seme-
jante es natural y es cósmico.

En la sociedad de la abundancia, de la uni-


dad, el ser humano es total. Lo es por que
es diferente, como humano. Es semejante,
como lo natural y lo cósmico. Al mismo
58
Nuestra Identidad

tiempo que es humano, natural y cósmico,


está unido inseparablemente a lo natural y
a lo cósmico. Es la naturaleza misma, la
pacha misma.

Dentro de esta unidad, él no concibe que


existan dioses, espíritus. El no necesita nin-
gún dios, ningún conjunto de dioses. Den-
tro de esta realidad, no hay religión. Por-
que no es necesario religar, vincular al hu-
mano a lo natural, a lo cósmico, por que
está unido inseparablemente.
Dios aparece, cuando aparece la sociedad
de no unidad y el hombre está separado de
la naturaleza y del cosmos. Ahí aparece la
religión, porque el hombre necesita estar
unido a la naturaleza y al cosmos, del cual
ya se separó. Entonces religión significa
volver a unir, volver a religar lo que se ha
separado.

59
Willka

EL SOL ES UN HERMANO

De este modo, en nuestra antigua sociedad


no había dioses. El hombre antiguo nunca
se separó de su realidad. Nunca entendió la
necesidad de dioses. El sol no era un dios.
El sol es un hermano. Es macho y hembra
al mismo tiempo. La tierra no solamente es
pachamama, es padre y madre para noso-
tros, es macho y hembra al mismo tiempo.
La tunupa y el tunupa son macho y hembra
al mismo tiempo.

Teníamos muchos hermanos. Unos eran


más grandes, unos más chiquitos. Uno era
una hormiguita, el otro un mosquito, el
otro una mariposa, el otro un elefante, un
ser humano, una estrella. Si llego a una
casa saludo al compañero, igual así al sols-
ticio. Tengo que saludar al sol, al hermano
sol, es un acto de complementación.

60
Nuestra Identidad

Hay que ch'allar también, es otro ser vivo


como nosotros. Si tengo que pasar el lago
Titicaca por Tiquina, tengo que decir per-
miso, pues. Es un ser con vida, pero no es
un dios. En la realidad, nunca hubo dios.

De este modo, la información que tenemos


nosotros, de que hubo religión en la socie-
dad nuestra, es una gran mentira de los
evangelizadores, para destruirnos, y acusar-
nos de idólatras. Los cronistas nos hicieron
creer que hemos tenido dioses. Tenemos
que romper esos mitos, pues nos taparon
nuestra cultura. Debemos destapar real-
mente nuestra cultura para saber de donde
venimos.

VINCULARNOS OTRA VEZ A LOS


HERMANOS MAYORES

Solamente en la no unidad aparece la reli-


gión. Hoy día, en esta etapa histórica, noso-
tros vivimos en una sociedad de no unidad.
El jaqe y el runa están separados de la na-

61
Willka

turaleza y el cosmos. No se siente unido a


ella.

A través del proceso de transculturación,


muchos de nosotros tenemos la cruz cris-
tiana metida en el corazón. Vamos a la vir-
gen de Copa cabana, vamos a la virgen de
Urkupiña y le pedimos una camioneta.
Todo pedimos al dios cristiano. Ya no
asumimos nuestra relación de lo natural y
lo cósmico.

En estas condiciones de vida es necesario


crear y recrear una propuesta de visión
cósmica originaria. Aunque antes no había
necesidad, hoy sí es necesario crear la reli-
gión cósmica originaria, la religión cósmica-
telúrica, que nos vincule otra vez a lo natu-
ral y a lo cósmico. Tenemos que vincular-
nos otra vez al hermano sol, a la luna, a los
achachilas, a los hermanos mayores, al Tu-
nari, al Illimani, al wayra, para asegurarnos
y garantizarnos el respeto a la naturaleza
que el ser humano ha olvidado. Al hablar
de religión originaria que nunca hubo, hoy
62
Nuestra Identidad

día sí tenemos que preparar una propuesta


religiosa coherente para utilizarla política-
mente, ideológicamente como conductores,
como dirigentes y lideres.

Recuperar que somos parte de una cultura,


que tiene derecho de ser, que tenemos de-
recho de desarrollarnos. De lo contrario
vamos a seguir perdidos. El sol es otro
compañero, la tierra, la luna igual, es una
complementación nomás. A eso el occiden-
tal le llamó ritual.

EN EL ACTO SEXUAL, TODO ES VÁ-


LIDO

Cuando usted llega a su casa, su hija le trae


su regalo, igualito usted. Eso no es un acto
de reciprocidad, sino de complementación.
En ese sentido, se complementa un hom-
bre con una mujer en la cama. Nosotros
vemos los wacos pornográficos, donde hay
un hombre haciendo el amor de distinta
forma. En unas cerámicas, un hombre, o la
mujer encima, haciendo todo.

63
Willka

Sucede que si nosotros vamos a la India,


podemos ver unos libros. Uno se llama el
Kamasutra, y el otro el Anangarranga,
donde los sabios indios enseñan a sus hijos
a hacer el amor. Aquí en nuestra cultura
también había eso. Aquí el amor está ex-
presado en varias figuras como si fuera pe-
lícula pornográfica, pero no es pornografía,
es el acto de complementación del hombre
y la mujer. Por que en el acto sexual, todo
es válido.

NO SE HABLA DE AMOR

El amor es el principio que le sirve al cris-


tiano para dar amor al prójimo y amor a su
dios por encima de todas las cosas. Es el
principio que nos sirve para hablar de amor
a nuestra mujer o a los hijos. Hasta en ese
modo de complementación nos han meti-
do el amor. En nuestra cultura no se habla
de amor.

64
Nuestra Identidad

Hablamos de atracción y de reacción en el


siguiente sentido: Cada uno es diferente y
es semejante. Los semejantes nos atraemos
por lo diferente y también nos rechazamos.
En la diferencia hay atracción, porque de-
cimos que los polos opuestos se atraen. En
lo semejante porque somos semejantes,
también nos atraemos, pero por lo diferen-
te hay también repulsión.

Lo que sucede en la realidad, nos lo dice la


misma física, las leyes físicas de atracción.
Por la atracción universal, se atrae la tierra
con la luna, el sol con los planetas. En la
astronomía, esto se llama ley de gravedad.
La atracción de la pintura con el papel, se
llama adhesión en física. Si disolvemos sal
en el agua, encontramos un proceso de di-
solución, donde las moléculas tiene otra
forma de atracción, diferente a la gravedad
o a la adhesión. Encontramos una forma
de cohesión.

Al nivel de los seres humanos, la atracción


entre un joven y una joven, se conoce co-

65
Willka

mo enamoramiento. La atracción entre pa-


dres e hijos, se llama atracción filial. Es de-
cir, lo que llamamos amor, no es otra cosa
que una modalidad de la atracción de lo
que existe en la realidad. Por eso, en nues-
tro idioma es munay, querer, que es muy
diferente al amar occidental.

Las mujeres originarias y los hombres ori-


ginarios tiene otro concepto más profundo
del acercamiento a la pareja. En ese sentido
siempre hay respeto a la diferencia y la se-
mejanza. Por eso, nunca hubo machismo
en la sociedad originaria y por sobre todo
primero fue la mujer, segundo la mujer y
siempre la mujer. Siempre hubo el más
profundo respeto del hombre a la mujer.

ANTES DE NACER Y MÁS ALLÁ DE


LA MUERTE

Como el ser humano estaba unido al cos-


mos, a la naturaleza, se hacían los bautizos
solamente cuando el niño dejaba de mamar
la leche materna. En ese momento se le

66
Nuestra Identidad

cortaba el pelo y se le daba un nombre más


adecuado a la historia del ayllu: Cuntur,
Illapa, Wayra, Quispe.
Se le daba una identidad, aunque el niño
ya es asegurado desde el vientre de la ma-
dre, dentro de la sociedad. Por eso se dice,
que nuestra cultura es la cultura de antes
de nacer y más allá de la muerte. La pro-
fundidad de la vida es más allá de lo que
estamos comprendiendo como bautismo,
como confirmación, como matrimonio.

En el matrimonio, si a uno le gustaba una


mujer del otro ayllu, uno pedía permiso a
los padres de esa mujer. Uno tenía que vi-
vir con esa mujer dos años a prueba. Si no
se comprendían, no podían vivir juntos.
Usted dejaba a la mujer y se iba a su ayllu,
aunque tuvieran un hijo. De él se encarga-
ba el ayllu, pero de este modo se evitaba el
divorcio y la separación.

El bautismo, la confirmación, el matrimo-


nio no corresponde a nuestra realidad, co-
mo tampoco corresponde el concepto de

67
Willka

sociedad. Por eso que se habla de ayllu. Es-


tamos acostumbrados a hablar a lo occi-
dental. Nos han puesto nombre occidental,
nos han educado en escuela occidental,
hacemos política a lo occidental. Entonces,
hagamos un esfuerzo por hablar de nuestro
modo.

LOS AMA SUA, AMA LLULLA, AMA


QHELLA

Es completamente mentira que el no men-


tir, el no robar y el no ser ocioso, hayan
existido. Son inventos del cristiano, de la
evangelización. Esos ama sua, ama llulla,
ama qhella, los inventaron los españoles
para explotarnos y oprimirnos mejor. La
única moral que hemos tenido es la moral
del equilibrio, identidad, complementa-
ción, y consenso.

El único legislador fue la naturaleza, fue la


pacha que reproduce el ritmo de la natura-
leza y el cosmos, porque la sociedad repro-
duce a la naturaleza, al cosmos. El que no
68
Nuestra Identidad

tiene trabajo en occidente se muere. En


cambio, en nuestra cultura todos tenían lo
que en occidente llaman trabajo. No ha-
bían ociosos, y no había mentiras, simple-
mente por que había complementación,
equilibrio, consenso e identidad. Todo era
transparente.

En la mita durante la colonia era obligado


a trabajar. Era el español que manejaba
toda la extracción de la riqueza. Era él,
quien se aprovechaba, porque le daba cabal
para que trabaje y no se muera. Por eso hi-
cieron esas consignas. Porque, en la socie-
dad de la abundancia, no necesitábamos
robar.

COSMOCIMIENTO
ESTÁ METIDO EN LA REALIDAD

El hombre originario para aprender la


realidad, al querer concebir y levantar su
identidad histórica, no hace conocimiento.

69
Willka

No trata de aprender la realidad y ser sabio


para llegar a tener poder, riqueza y gloria.
Hace pachacimiento, Cosmocimiento o
sabiduría para simplemente vivir en equili-
brio, identidad, complementación y con-
senso consigo mismo, con su familia, con la
sociedad, con la naturaleza y con el cosmos,
con todo el entorno.

Cuando el occidental hace conocimiento,


está separado de la realidad que va conocer.
El conocimiento surge de la realidad, pasa
por el hombre que está fuera de la realidad
y vuelve a la realidad para transformarla, de
una manera que llaman dialéctica.
Pero en nuestra forma de Cosmocimiento
o sabiduría, no hay tal dialéctica. El hom-
bre que va a hacer ese Cosmocimiento no
está afuera, sino adentro, dentro de la
realidad.
El ser humano de aquel entonces, cuando
quiere conocer, aprender, coger esta reali-
dad de la Pacha, no se separa de la realidad,
no se siente extraño fuera de la realidad.

70
Nuestra Identidad

Se coloca dentro la realidad o pacha, se


siente un elemento más de esta realidad.
Está metido en la realidad, y aprende de la
realidad, sintiéndose y viviéndose que es la
realidad misma.

EL HOMBRE SE HACE ÁRBOL

Por ejemplo, el occidente ve un árbol, y un


hombre que lo va a conocer. Este hombre
capta el árbol y lo llega a conocer a través
de una relación de conocimiento. Así toda
escuela, o teoría de conocimiento occiden-
tal, siempre coloca al hombre fuera, y al
objeto fuera del hombre. Es decir, separa al
hombre del objeto.

En cambio nuestros padres, nunca coloca-


ban al hombre fuera del objeto, sino al
hombre, dentro de la realidad. De tal ma-
nera, que cuando el Cosmocimiento de un
árbol se realiza por parte de un hombre, es
el hombre que se convierte en árbol, es el
hombre que se hace árbol, o el árbol que se
hace hombre. Es otra forma de saber.

71
Willka

Es por eso que nosotros vemos un guaraní


con la fuerza de un tigre, por que ha llega-
do a compenetrarse con el tigre. Siente que
él es un puma, o un tigre, y de un golpe,
sentimos la fuerza del puma, o del tigre, y
nos mata de repente.

TAMBIÉN CON EL USO DEL SENTI-


MIENTO

Este ser humano comienza a aprender a


coger, a levantar la realidad dentro de él
con el uso, no sólo de la razón sino tam-
bién con el uso del sentimiento, de la in-
tuición, la imaginación, los instintos, la
percepción, la voluntad, los deseos, los
sueños, hasta lo que se llama el diálogo con
los muertos, con los que no están. Hasta en
occidente hacen las guijas, hacen reuniones
espiritistas. Pero no se trata de espíritus, se
trata de energías que están ahí presentes.

En las antiguas litotecas, vemos un hombre


agarrando un cacto, con la cabeza llena de
72
Nuestra Identidad

serpientes, con las alas de cóndor, garras de


puma, ojos de águila, cuerpo humano, y
todo hecho de piedra. Es un jeroglífico,
donde se ve la unidad de todos los elemen-
tos de la realidad. Se ve la piedra, se ve al
animal, se ve la planta, al ser humano, y se
ve a la estrella. Esto es cosmocimiento en la
cultura nuestra.

Cuando se dice que un yatiri habla con los


muertos, o se dice que un chamán del
oriente o de la Amazonía, se transforma en
otro animal, o se transforma en una planta,
sucede que el ser humano, que es naturale-
za y cosmos al mismo tiempo, asume una
identidad de identificación total con la na-
turaleza y el espacio. Eso no hace el occi-
dental, y como nosotros tenemos forma-
ción occidental, nos es difícil comprender
que esto es posible.CUANDO SE SIENTE
QUE ES TODA LA REALIDAD

Occidentalmente, nos parece imposible


que el hombre se meta en un árbol, en un
animal, o en una estrella, pero como he-

73
Willka

mos visto que la realidad es una, es un to-


do, que a la vez es un uno.
Cualquier elemento de la realidad, sea una
planta o un animal, cualquier uno, es a la
vez todo.

En esta simple y a la vez compleja relación


está el fundamento de la identidad de
nuestra cultura, de como se hace saber,
como se hace cosmocimiento. Solamente
cuando el ser humano se siente, él además
que cualquier otro ser de la realidad, que es
toda la realidad, se puede hacer ese tipo de
cosmocimiento.

Pero no lo podemos lograr nosotros, que


nos sentimos solamente humanos, por que
estamos en un proceso de transculturación,
que nos lleva a la pérdida total de la iden-
tidad cultural. Por eso no lo aceptamos fá-
cilmente eso.
En México hay un pueblo que todos los
años tienen que ir a una pampa, van a cor-
tar cactus, y van a masticar el cacto sólo
para ver la cola del dios-venado llamado
74
Nuestra Identidad

Coyawmahui. En este proceso va a limpiar-


se por completo. Lo que nosotros podemos
conocer de esta realidad es lo que el occi-
dental nos ha imprimido, como formas de
conocimiento.

LOS DOS LÓBULOS CEREBRALES


DESARROLLADOS

Nos hemos olvidado de escribir con la de-


recha de izquierda a derecha, de abajo a
arriba, de escribir en diagonal y lo mismo
con la izquierda. No manejamos los dos
pies, no tenemos los dos lóbulos cerebrales
desarrollados. Occidente nos ha obligado a
escribir y hablar en un solo sentido. En
cambio, los grandes sabios de nuestra cul-
tura escriben con las dos manos y en todos
los sentidos.
Los dos oídos están altamente desarrolla-
dos, no solamente uno como nosotros.
Cada uno ve mas con un ojo que con el
otro. Nuestras posibilidades de ser en occi-
dente están limitadas. Estamos hablando
del equilibrio. Si estamos aprendiendo a

75
Willka

escribir solamente con una mano estamos


en desequilibrio. Nuestros padres buscaron
siempre el equilibrio derecho e izquierdo.

Ahí donde nuestros chullpas, en Lípez, Sa-


linas, Uyuni, en la región de Wiscapampa,
en Cuzco, y otros lugares, habían hombres
y mujeres, que hacían cosas maravillosas,
prodigiosas. Hacían milagros, más grandes
que Cristo. Cualquier milagrero oriental,
del Medio Oriente, incluyéndose Jesucris-
to, queda completamente chico frente a
nuestra cultura, cuando se realiza esta for-
ma de aprender, de coger la realidad.

Entre Uyuni y Coipasa hay un ambiente


telúrico, cósmico, una radiación especial
que potencializa al ser humano a ser dife-
rente, y se cultiva el saber. Por eso, que
Tiawanacu sale de la región de Tahua, de la
región del Salar y migra a Tiawanacu.

LA REALIDAD SE AGARRA CON


TODO

76
Nuestra Identidad

Además, nuestra cultura originaria tiene


una metodología, una manera de pensar en
la forma como se desarrolla nuestra identi-
dad, nuestra cultura, nuestra nación origi-
naria dentro de la sociedad de la unidad.

La propuesta científica del hombre y de la


mujer originaria, está fundamentalmente
basada en la potencia que tiene el ser hu-
mano para aprender y coger la realidad.
Por ello, el saber originario no se adquiere
solamente racionalmente, sino también
con los sentimientos, la intuición, los ins-
tintos y con toda la potencia del ser.
Cada proceso, sea instintivo, sea emotivo,
tiene su propia manera de darse, sus pro-
pios métodos, caminos, circunstancias que
cada hombre en su ocasión tiene que desa-
rrollar de acuerdo a lo que quiere coger o
aprender, pero obviamente la realidad no
solamente se agarra con la razón. Se agarra
con todo.

NUESTRA CIENCIA
SE NECESITA IMAGINACIÓN

77
Willka

Hasta en la cultura occidental, ya no es la


racionalidad que está explicando el desarro-
llo de la ciencia. Einstein por ejemplo dice,
que para hacer matemáticas no se necesita
inteligencia en primer lugar, sino se necesi-
ta imaginación. Se necesita amarrar la pro-
puesta racional de hacer matemáticas con
la imaginación.

A la vez, un matemático francés pasaba


mucho tiempo, noche y día estudiando
unas funciones matemáticas y no encon-
traba ninguna solución al problema. Pero,
según él cuenta en su autobiografía, en una
noche tuvo un sueño, que le dijo como en-
contrar el problema.

El ejecutivo industrial japonés-


norteamericano está completamente arrui-
nado. Ya no rinde más.

Quienes manejan hoy día en gran parte el


staff industrial, ya no son ejecutivos, ni
economistas. Son artistas, son gente de lo-
78
Nuestra Identidad

cura, son gente que hace informalidad de


pensamientos. Han recurrido ya no a un
staff de empresarios, sino a gente que alu-
cina, gente que imagina donde invertir.

Ya no recurren al uso de la racionalidad


económica. Están usando la irracionalidad
de seres humanos, que no han tenido esa
formación tan estrictamente académica que
el sistema exige. En Europa, ya están qui-
tando la especialización educativa para tor-
narse un tanto ecuménicas en la forma-
ción. Porque desde niño, el niño ha sido
educado para ser economista, y terminaba
un gran economista. Pero no sabía nada de
sociología, nada de sicología u otras mate-
rias.

LO QUE NUESTROS ABUELOS YA


HABÍAN APRENDIDO

Parece que la cultura occidental tiene po-


deres infinitamente grandes en tecnología,
infinitamente grandes en poder financiero,
tecnológico y científico. Pero nuestra cultu-

79
Willka

ra es mucho más grande que la cultura oc-


cidental. Ellos recién están aprendiendo lo
que nuestros abuelos ya habían aprendido.

Nuestros abuelos ya sabían ingeniería gené-


tica. Habían desarrollado tanta variedad de
maíz de diferentes colores, que inclusive
había un maíz morado para hacer la chicha
morada en el Perú, o el API. ¿Cómo se
desarrollaba tanta variedad de fréjol en to-
do el continente de Abya Yala, si es que no
había un desarrollo genético? Los compa-
ñeros guaranís sabían tanto de abejas, que
occidente no sabe.

Ellos sabían mucho de astronomía, pues


practicaban el equilibrio entre el hombre y
la mujer, de los animales, plantas y el cos-
mos en su relación con todo la pacha en su
desarrollo. Nuestros padres supieron lo que
occidente recién se entera.

80
Nuestra Identidad

LA EXPANSIÓN DEL UNIVERSO

En la astrofísica conocían todas las conste-


laciones habidas y por haber en el hemisfe-
rio sur y norte. Inclusive conocían conste-
laciones oscuras, llamadas constelaciones
negras, que están dentro de los centros bri-
llantes, dando figuras o contornos como la
constelación de la llama, del sapo.

En el campo de la astrofísica llegaron a co-


nocer que la realidad está en expansión.
Esta realidad hoy día se llama el espacio en
expansión. Se supone que el espacio se va
de uno a otro punto con una velocidad de
alejamiento sin par. Pero occidente aún no
percibe, que la expansión no sólo va en un
sentido, que la velocidad no sólo va en un
sentido.

Nuestros abuelos ya supieron de una reali-


dad de expansión del universo, del espacio
y lo complementaron con un conocimiento
de contracción del espacio. El espacio, co-
mo espacio donde hay estrellas y constela-

81
Willka

ciones, no solamente se expande sino tam-


bién se contrae en vueltas y más vueltas.

Y hoy recién la astrofísica sabe eso. Com-


prende y conoce eso, lo estudia, lo ve con
telescopio, con frecuencia de ondas, con
diferentes medidas va calculando, como el
espacio está expandiéndose, como está
concentrándose.

LA WIPHALA

Llegaron a saber en que momento la tierra


recibe determinada radiación lumínica del
sol, en cada solsticio. Hicieron la llamada
wiphala, no por la observación del arcoiris,
sino por la observación de la relación de la
tierra dentro del movimiento planetario,
dentro del sistema planetario solar, de tal
manera que supieron colocar ciertos colo-
res de la wiphala.

Cuando la tierra estaba en el solsticio de


verano en el hemisferio sur, la tierra tenía
una determinada radiación lumínica en su
82
Nuestra Identidad

espacio, en su cara. Cuando la tierra estaba


en otro momento, en el solsticio de verano
en el norte, y nosotros en el solsticio de
invierno, la tierra tenía otro color, otra ca-
ra. Cuando la tierra estaba en equinoccio,
tenía otra cara, la wiphala tenía otra forma
de poner.

Esto se lograba establecer a través de cono-


cimiento astronómico y astrofísico de la
relación de la tierra con el sol. No es la re-
lación solamente y únicamente de la tierra
con el arcoiris, con un fenómeno simple-
mente metereológico. Su relación de con-
fusión del movimiento de la pacha en la
cromaticidad, es una relación de conoci-
miento de la relación de la tierra con el sol
y dentro del sistema planetario solar.

RAYOS LASER

Cuando se construye esa representación


cromática en una forma con dos pirámides,
podemos imaginar la wiphala hecha croma-

83
Willka

ticidad, convertida en una pirámide cuesta


arriba y otra abajo.

Esto empieza a acumular tanta energía solar


que se convierte en un acumulador, que
bien disparado tiene la fuerza que hoy en
día se esta conociendo como rayos láser.
Este conocimiento físico y astrofísico de
nuestra cultura no tiene parangón.
El código de Kanta tayita está reproducido
en una piedra parada y partida de Tiwana-
cu. Significa el amanecer en la luz y el
amanecer en la oscuridad. Nuestros padres
nunca pensaron que la luz era buena y la
oscuridad lo malo. La energía de la noche
tiene su fuerza tanto en la luz como en la
oscuridad. Por eso, hay energía en la escala
cromática más allá del color violeta y antes
del color rojo. Nosotros solo vemos lo
cromático, que es luz, pero nuestros abue-
los ya manejaban lo acromático, las ener-
gías de la noche.

Igualmente, al diagramar el código de Kan-


tatayita, se sabe que había un ciclo históri-
84
Nuestra Identidad

co, donde el ser humano tiene un pulso de


72.4 pulsaciones por minuto que son dife-
rentes a las actuales de 75. Era una huma-
nidad diferente, de condiciones diferentes.

REGABAN LA TIERRA DE ABAJO


HACIA ARRIBA

Nuestros padres descubrieron la técnica del


sifón, los conocimientos de hidráulica para
irrigar las tierras desde abajo hacia arriba.
Aplicaban el viento. Ponían el agua en una
fosa, y captaban el viento. El viento podía
entrar a una velocidad de 80 a 100 Km/ h.
Este es un simple conocimiento de física
que nuestros abuelos supieron.

Hoy recién se conoce la técnica del sifón


desde el siglo pasado. Todas las culturas
regaban la tierra, mandando el agua de
arriba a abajo, pero nunca de abajo hacia
arriba. ¿Cómo se podía mandar el agua has-
ta la punta de Tunari? Ese conocimiento de
meteorología, de física, hoy día recién occi-
dente lo está conociendo, pero todavía no

85
Willka

lo aplican. Siempre hay que esperar que el


agua se bombee.

NOS HAN MESTINIZADO


MÁS BLANCO QUE EL BLANCO

Nuestra cultura es una cultura abierta, am-


plia, que acostumbró siempre a dar, a brin-
dar la complementación. De un cocha-
bambino, de una persona de Tarija, de uno
de Camargo, como le reciben a uno. Sola-
mente en algunos lugares donde occidente
ha penetrado con fuerza le tiran a uno la
puerta, no le dan ni siquiera un vaso de
agua.

Pero cuando el blanco llega, nuestros pa-


dres dan en complementación, pero no
reciben nada, solo reciben muerte, sangre,
violencia, agresión mental. Nos hemos
acostumbrado a recibir al blanco con las
piernas abiertas. Todo le damos al blanco,
pero cuando llega un hombre honesto no
le damos ni mierda.

86
Nuestra Identidad

Nosotros siempre vivimos en correspon-


dencia, en complementación entre lo natu-
ral y lo cósmico. Si dejamos de vivir así,
vamos a volver tan blancos como el blanco
y seremos perfectamente aculturados. Ya
no seremos runas, sino justamente lo que
occidente quiere, un reflejo pálido, una
caricatura de ellos, indios con corbata y
chaleco. Pedir limosna con teléfono, con
fax, con carro y con avión, es igual como
pedir limosna en la calle.

Si somos mestizos que vivimos en la ciu-


dad, decimos al indio, cochino, sucio, as-
queroso, y nos sentimos más blanco que el
blanco. Andamos con corbata. Votamos
somos tránsfugas políticas. Un día estamos
por acá, mañana por allá. Tenemos al cristo
clavado en el corazón. Sin querer, estamos
haciendo el juego a la clase dominante, que
nos hace entrar del corazón el derecho de
ser ciudadanos mestizos.
NOS QUITARON NUESTRA CARA

87
Willka

La cultura occidental, por cuanto trae ex-


plotación y opresión, es enemiga de nuestra
cultura. En la cultura occidental, en Euro-
pa, la gente todos los días se matan, se sui-
cidan. En Cochabamba hay 30 suicidios al
mes, porque la sociedad occidental y cris-
tiana no tiene salida humana.
Durante 500 años de colonización y evan-
gelización, los cristianos han venido acá a
malograr, destruir, oprimir, explotar y a
matar nuestra cultura. Nos borraron, nos
quitaron nuestra cara, corazón, lengua, cos-
tumbre, nuestro saber. El interés del occi-
dente de propagar la Biblia era justamente
el interés de la colonización manejada por
el Vaticano, para hacer una lavado de cere-
bro y de corazón justamente frente a noso-
tros.

Desde 1550 a 1600 aquí en América hubo


tres concilios. Dos en Lima y uno en Méxi-
co, en las cuales se habla como joder al in-
dio, como arrancarle su sabiduría y como
matar a sus sabios. En eso, se acordó con-

88
Nuestra Identidad

tratar agentes indios. Contrataron cronistas


indios, que torcían la historia.

NOS HACEN DEJAR DE COMER LO


NUESTRO

Ahora entran a nuestras tierras. Nos predi-


can el evangelio en nuestras caras, hasta en
nuestra sopa. Prendemos el televisor, el
evangelio. Prendemos el radio, el evangelio.
Salimos de Cochabamba, el Cristo de la
cruz. Estamos reventados.

Al contrario, cuando el Vaticano quiere


predicar el evangelio en Arabia y en Ku-
wait, los árabes se sacan el ancho por man-
tener su cultura. Le dicen váyanse, y el Va-
ticano protesta, se queja de que no dejan
predicar el evangelio en Arabia Saudita.
Conque concha quiere predicar el evange-
lio a casa ajena, en tierra ajena, a todo el
mundo. Eso es agresión, es violación de la
identidad cultural.

89
Willka

Aquí, nos controlan cada día con una lu-


cha ideológica en la escuela, el colegio, la
universidad, en las conferencias, en el cine,
en la radio, la televisión. Nos hacen dejar
de comer lo nuestro. Comemos todo enla-
tado, puro fideo en las noches. No hay
quinua, no hay papalisa, no hay izaño, no
hay mote.

QUIEREN METER OCCIDENTE A


TRAVÉS DE NUESTRA LENGUA

En EEUU, de los comanches, apaches,


quedan apenas el uno por ciento de tantos
millones de seres humanos. A esos indios,
le meten universidad, para que sean empre-
sarios, economistas, contadores, adminis-
tradores. Así los alejan de la conciencia y
sentimiento de su cultura originaria.

En Brasil, de millones de compañeros que


había de la nación originaria, solamente
quedan 150 mil seres humanos, frente a
casi 150 millones que no son de la nación
originaria. Y en cada territorio india en
90
Nuestra Identidad

Brasil, encontramos una iglesia católica,


una iglesia evangélica, una iglesia mormo-
na, que agravan el cerco y aniquilamiento
ideológico. Esa gente en 20 años, ya no se-
rán indios.

Quieren liquidarnos como cultura. En Bo-


livia, por medio de la educación bilingüe
quieren meter occidente a través de nuestra
propia lengua. MISERIOR que es una
agencia jesuita-alemana ha invertido tres-
cientos millones de dólares con dinero del
Vaticano. La educación bilingüe no es para
hacernos un favor. Es para de una vez aca-
barnos en el proceso de etnocidio.
La educación bilingüe es parte de la refor-
ma educativa, impuesta en Bolivia, Perú,
Chile, Ecuador, que al lado de la reforma
de la constitución política, de la capitaliza-
ción, de la participación popular es todo
un paquete contra todos nosotros para
acabar esta cultura. Si nosotros no nos da-
mos cuenta, con la nueva ley INTI, nos van
a dejar sin piernas.

91
Willka

EL CORAZÓN TAL VEZ YA ES OCCI-


DENTAL

Hoy día, ya han metido a los jóvenes de los


18 años a la danza, al baile y carnaval elec-
toral para garantizar su hegemonía ideoló-
gica, su hegemonía política, económica,
social y cultural. Así somos nosotros obje-
tos de una agresión permanente, y muchas
veces, nosotros vemos pasar esto por nues-
tras narices y no nos percatamos.

No sólo nosotros tenemos identidad. Occi-


dente también tiene su identidad. Nosotros
llegamos a perder nuestra cultura y tener
nuestra identidad aculturada. Tenemos el
rostro occidental, aunque nos pongamos el
sombrero. El corazón tal vez ya es occiden-
tal.

Mientras un indio tenga el corazón con


Cristo, la Virgen María, bautizando sus hi-
jos, casándose por la iglesia, no va a tener
autodeterminación. Seguiremos siendo es-

92
Nuestra Identidad

clavos de occidente. Seguirá habiendo acul-


turación.

Occidente en su proceso de dominación,


nos ha convertido en sus esclavos. Si vamos
a seguir educando a nuestros hijos a la ma-
nera occidental, vamos a seguir educándo-
nos para la autoliquidación.

SOCIEDAD LO DESHUMANO

Hemos llegado a la sociedad de no unidad,


en la cual el ser humano ya no escoge los
dos aspectos y las tres dimensiones de vivir,
sino escoge sólo el primer aspecto, lo dife-
rente. Por lo diferente, escoge solamente la
posibilidad de vivir como humano, olvi-
dándose de lo natural y lo cósmico. Vivir
en lo diferente, genera la desaparición total
de lo específicamente humano hasta llegar
a la casi total desaparición de éste.

Por eso, hoy día la sociedad actual llego a


ser la sociedad de lo deshumano, la socie-
dad donde no está presente lo humano. No

93
Willka

podemos pensar que esta sociedad sea


realmente humana, porque no se puede
comprender que un ser humano explote a
otro ser humano. No se puede comprender
que el explotado se deje explotar por otro
ser humano. No se puede comprender que
existan seres humanos, que planeen una
guerra, que planifiquen la ignorancia, las
miserias, las enfermedades.

No podemos decir que vivimos en una so-


ciedad humana, cuando encontramos todas
las manifestaciones de la deshumanización.
Estamos viendo el deterioro, el proceso
histórico donde lo humano en su diferen-
cia ha ido desapareciendo más y más hasta
llegar a la total desaparición de la posibili-
dad humana.

No se puede pensar, que solamente el 15%


de la población mundial haga uso y abuso
de más del 80% del total de la producción
mundial. No se puede pensar que en Boli-
via 5% de la población se lleve toda la ri-
queza producida por el hombre de Bolivia,
94
Nuestra Identidad

mientras el restante 95% vive en condicio-


nes de miseria. Eso es deshumanización.

No se puede pensar que en el Perú, el uno


por ciento de la población se lleve más del
92 % de todo el PIB para su bolsillo. No se
puede pensar que el mundo en su conjunto
vive en su gran mayoría un estado de des-
humanización.

LEVANTAR DE NUEVO NUESTRA


IDENTIDAD EL TERCER TAKY
ONQOY

Entre 1500 y 1600, se desarrollaba en


América el Primer Taky Onqoy. Ya no era
una resistencia militar en ese entonces, era
una resistencia ideológica. Después se desa-
rrolla el Segundo Taky Onqoy. Hoy día es
necesario el Tercer TaKy Onqoy.

Esto implica entre otras cosas, recuperar


nuestras waqas, ahí donde han colocado
una iglesia, por que generalmente ahí don-
de hay iglesias, estaban las waqas. Ahí iba la

95
Willka

gente. A través de los actos de complemen-


tación en los solsticios y en los equinoccios,
a través de nuestra música, nuestra Wipha-
la, en nuestra organización social, hay que
recuperar el equilibrio, la complementa-
ción, el consenso y la identidad, que son
completamente diferentes a la propuesta
occidental y cristiana de la justicia, la liber-
tad, la democracia y la dignidad.

Tenemos que amarrar nuestra economía,


nuestra sociedad, nuestra política, nuestra
expresión jurídica, nuestra expresión cultu-
ral, nuestra expresión ideológica, nuestra
expresión religiosa como una cultura glo-
bal, como una propuesta ideológica de
identidad cultural, que no son inventos
sino describen la realidad misma.

TENEMOS QUE CORTARNOS LA


COLA

El rostro de nuestra identidad hay que pin-


tarlo en nuestras caras y nuestros corazo-
nes. Hay que levantar de nuevo la identi-
96
Nuestra Identidad

dad en todo nuestro ser, en nuestros pen-


samientos, sentimientos, intuición, imagi-
nación, atención, instintos, costumbres,
alimentación, actuar frente a la realidad, el
modo de comportarnos frente al estado y a
las clases que nos atacan. Hoy día, no hay
wascares, amarus, kataris y bartolinas que
nos defiendan.

Hoy día, estamos nosotros con la identidad


de nuestra cultura de nación originaria.
Esta identidad debemos levantar con sus
propias características para que se convier-
ta, se transforme, se torne como un factor,
como un motor, como un catalizador, co-
mo una fuerza que mueva, que estimule,
que eche a caminar un proceso de Kutipa-
cha de querer cambiar las cosas dentro de
la situación histórica actual del Qullasuyu y
de todo el continente llamado Abya Yala.
No hay Kutipacha, no hay Pachakuti, si
cada uno de nosotros no cambia, si noso-
tros mismos no cambiamos. Tenemos que
cortarnos la cola, y cortarla de una vez. Si
no, nos revientan, nos van a jalar como

97
Willka

rueda. El proyecto del Kutipacha es a largo


plazo.

PONGAMOS NOMBRES ORIGINA-


RIOS

Muchos dirigentes revolucionarios no tra-


bajan junto con sus compañeras, porque
ellas están trabajando, son gerentes, otra es
abogada, otra es empresaria. No tienen a su
mujer a su lado.

Si somos revolucionarios, no podemos


pensar que una pareja marcha uno por un
lado y una por otro lado. La familia es la
fundamentación del cambio de la Kutipa-
cha. Estamos haciendo desfase, si nosotros
hablamos del Kutipacha, y nuestros hijos
los tenemos en el colegio metodista.

Nuestra cultura tiene tanta dimensión que


hay que saber cogerla, levantarla y poder
armarse de esto, y decir: bueno, yo me sien-
to orgullo de ser lo que soy, y no sentir ver-
güenza. Un primer acto cultural, un primer
98
Nuestra Identidad

avance que podemos hacer, es cuando ten-


gamos el valor de poner nombres origina-
rios a nuestros hijos, de poner los nombres
que correspondan a nuestra cultura.

Tenemos tanto terreno para luchar cultu-


ralmente, que tenemos que ganar espacio
en la confrontación ideológica, para poder
enfrentarnos a la agresión ideológica de
otras culturas, sobre todo a la occidental y
cristiana.

UNA PROPUESTA INDIA QUE EX-


TENDEMOS AL MUNDO

Tenemos que crear nuestra propia educa-


ción, nuestra propia salud, dado el aban-
dono que hoy ejecuta el neoliberalismo en
el campo de la salud o educación, porque si
vamos a pedirle educación o salud al siste-
ma, nos vamos a arruinar.

Hoy, el hombre europeo quiere uña de ga-


to, se lleva nuestras plantas, usa la medicina
antigua. Su fármaco industria, su farmaco-

99
Willka

pea ya no aguanta más producción sintéti-


ca. El cuerpo humano ya no aguanta más.
Por ello, ellos empiezan a valorar egoísta-
mente la naturaleza y la meten en cápsulas.
Ahora buscan lo natural, pues al cuerpo
humano que fue objeto del abuso de la
medicación química occidental, han apare-
cido enfermedades como el SIDA.

Tenemos que cambiar la sociedad, hacer


un Pachakuti, voltear las cosas, porque
simplemente el jaqe no es jaqe, el runa no
es runa. La sociedad actual se deshumani-
zó. Ya no hay ser humano. El ser humano
está ausente de la historia. Debemos volver
al ser humano de lo humano, natural y
cósmico. En el occidente también quieren
recuperar eso. Por eso vienen los gringos a
estas tierras, por eso se llevan nuestra qui-
nua, papalisa, todo. Hasta nuestros genes se
roban.

Debemos buscar la propuesta revoluciona-


ria del humano, no solamente en lo dife-
rente, sino volver a nuestra realidad de
100
Nuestra Identidad

unidad a lo natural y de lo cósmico, una


propuesta india que todavía nosotros ex-
tendemos al mundo.

La condición para restablecer la unidad en


la descomposición emergente naciente, no
se realiza con principios cristianos, sino
con los principios de buscar el equilibrio, la
complementación, la identidad, el consen-
so. Esos valores que no son valores, tienen
más contundencia que los amas.

LA CAPACIDAD DE ORGANIZAR A
NUESTRO PUEBLO

No podrá haber autodeterminación autén-


tica, si nosotros como jaqes, como runas no
arrancamos de nuestro corazón todo lo que
puede ser occidental y cristiano y nos haga
daño. Para llegar a esto debemos saber cual
es nuestra identidad, y levantar nuestra
memoria, nuestra cultura. Sólo así sabre-
mos a donde iremos, cual es nuestra fuerza
histórica. De lo contrario, no lograremos
nada, pues no seremos capaces de crear un

101
Willka

aparato orgánico capaz de realizar una polí-


tica a gran, mediano y corto aliento.

Nuestra organización revolucionaria del


Kutipacha no debe ser solamente un ins-
trumento político clásico. Tiene que recu-
perar nuestros propios valores culturales al
mismo tiempo en lo económico, lo social,
lo político en si, lo jurídico, lo cultural y
religioso. No podemos quebrar la concien-
cia falsa sólo políticamente, descuidando lo
económico, social, jurídico. Caeríamos en
una práctica política occidental, y nos de-
rrotarán táctica y estratégicamente.

Nosotros tenemos que dar los fundamen-


tos de nuestra identidad para hombres y
mujeres que son humildes, que son diri-
gentes de su pueblo en cada comunidad.
En cada comunidad, cada cual conoce a la
gente a la que se va dirigir. Para robar el
huevo, no hay que esperar que el águila
esté alertado. Tenemos que tener una or-
ganización, métodos y estilos de trabajo y la
capacidad de organizar y dirigir a nuestro
102
Nuestra Identidad

pueblo en su recuperación de la conciencia


originaria.

Tenemos que hacer el intento y el esfuerzo


de colocar lo que es la propuesta cultural
nuestra en todos los espacios donde pode-
mos llegar. Todos los días vemos en el sur
de Perú, en el centro de Perú, en Colom-
bia, en México, en Ecuador, que la pro-
puesta está tomando eco, que se está escu-
chando. Para el jaqe o el runa, eso es no-
más el gen que se abre y empieza a encon-
trarse con su propia identidad. Entonces
asume la propuesta. Somos mayoría.

TOMEMOS NUESTRA CHICHA, CO-


MAMOS NUESTRO ALIMENTO

En Bolivia, la nación originaria todavía


existe. La vemos hablando su idioma origi-
nario, muchas veces sin saber nada del cas-
tellano, sin saber leer y escribir. Pero lee las
estrellas, habla con ellas, sabe cuando sem-
brar, lee el libro de la astronomía. Cosas

103
Willka

que la ciudad ha perdido. Vive en com-


plementación con la naturaleza y el cosmos.
Es una cultura que está viva, que no es ig-
norante.

Muchos procedemos de ayllus. Por ello,


queremos plantear que tenemos que volver
a nuestros ayllus. Volver a ellos y plantear
nuestras formas de trabajo ancestral sobre
las tierras. Mantener la mink'a, el ayni, la
mita. Rescatar las autoridades originarias.
Teníamos una economía de sustento, la
capacidad de consumir lo que tenemos.
Hoy día podemos ponernos de acuerdo
que, por decir, 50 ayllus no compren fideo
ni cerveza paceña.

Tomemos nuestra chicha, comamos nues-


tro alimento y nos compremos entre noso-
tros y no le compremos al occidente. Nues-
tra nación originaria tiene su propia capa-
cidad económica, política y cultural dentro
del campo.

104
Nuestra Identidad

TENEMOS NUESTRA PROPIA CA-


PACIDAD

Somos grandes, hemos hecho una gran cul-


tura. Aún lo somos. No podemos renun-
ciar a esa grandeza con la desaparición de
nuestra cultura. Tenemos que hablar nues-
tro propio idioma y sacar adelante nuestra
propia cultura.
Entre nosotros hay en potencia, grandes
filósofos, grandes pensadores, grandes artis-
tas, grandes contadores, grandes sociólogos,
grandes agricultores, grandes renovadores
tecnológicos.

Tenemos condiciones innatas para crecer


como seres humanos, dentro de lo natural,
de lo cósmico, y de lo humano específico.
Debemos dejar de sentirnos incapaces, de
reducirnos a simples sindicalistas. Pensa-
mos que el sindicalismo y la política chata
es todo.

Dentro de nosotros hay capacidad de ser


dirigentes y de ser lideres, de ser adminis-

105
Willka

tradores de nuestra revolución. Tenemos


nuestra propia capacidad de trabajar en
equipo, en grupo, saber dialogar y discutir.

Tenemos un gran nivel político, que podría


ser aún más grande, si es que dialoguemos,
conversemos y discutamos. Si lleguemos a
acuerdos y ejecutemos los acuerdos, los
mandatos, las conclusiones y resoluciones.
Si llevemos a la práctica lo que significa
este acuerdo, esta fuerza.

PODEMOS CONSTRUIR NUESTRA


ECONOMÍA

Lo económico nos amarra a que no pode-


mos avanzar. Existe obviamente una nece-
sidad de plantearnos una economía. Esta-
mos dependiendo de factores externos o
extraños a nuestra propia fuerza.

La única posibilidad que tiene la nación


originaria para sobrevivir es a partir de su
propia fuerza, a partir de si misma. Y puede

106
Nuestra Identidad

construir su economía, si no pierde su te-


rritorio, ni su cultura ni la tierra.

Por ello, debemos oponernos a la ley de


tierras, que va quitarle las tierras a la na-
ción originaria de la amazonía, del chaco,
del oriente, del altiplano, de los valles. Al
quitarnos las tierras, occidente le haría im-
posible a la nación originaria reorganizar su
propia economía. Si nosotros no vemos
eso, si permitimos eso, estamos propician-
do la destrucción de nuestra propia cultura.

En cambio, si la nación originaria defiende


su territorio, sus recursos naturales, tendrá
la base y la economía para defender su
forma de vivir, su forma de trabajar, para
mantener la reconstrucción de la sociedad
originaria ajustada a los tiempos actuales.
Puede reconstruir la autoridad originaria,
sobre la cual construir su propia educación,
su salud, su cultura, su religión e ideología.
Si no recuperamos nuestras waqas, ni luga-
res sagrados, nuestras formas de comple-

107
Willka

mentación, no vamos a ser nunca una cul-


tura autónoma.

ESTAR EN EL SISTEMA SIN ESTAR


EN EL SISTEMA

La nación originaria es la que más chance


tiene, más que la ciudad, de alcanzar su
propia autodeterminación dentro el siste-
ma. De plantear, dentro de la nación origi-
naria, una economía paralela, una sociedad
paralela, un estado paralelo, una educación
paralela y una cultura autónoma con sus
propios valores y su propio comportamien-
to diferentes a los occidentales y cristianos.

De tener una táctica, una estrategia de estar


en el sistema sin estar en el sistema. De
desarrollarse dentro del sistema sin com-
prometerse con el sistema. Utilizar astuta-
mente lo que el sistema dé, carreteras, co-
municación, y al mismo tiempo boicotear-
lo. Así puede crecer en su propia econo-
mía, con su sociedad, con su política, con
su educación, con su cultura.
108
Nuestra Identidad

Esa es la propuesta que le corresponde a la


nación originaria. La nación originaria tie-
ne esa posibilidad histórica de construir
autónomamente su propia versión origina-
ria de ser y estar en este país. Y será el ma-
yor y más contundente factor revoluciona-
rio, el actor principal del cambio o del
Kutipacha en Bolivia en su conjunto.

Por ello, si nosotros somos hombres del


Kutipacha, debemos ver como cuidar y ve-
lar por mantener la nación originaria como
fundamento de nuestra cultura. En un
proyecto nacional que signifique la des-
trucción de ella, no vamos a ir a ninguna
parte. Por ello, occidente cuida que no se
nos salga el indio, porque si se despierta
reventamos el sistema.

DIRIGIR NUESTRO PROPIO DES-


TINO

Eso tampoco significa caer en una propues-


ta de que la nación originaria sea lo único.
Aunque muy diferente a los problemas de

109
Willka

los campesinos en el chaco y a la propuesta


de los sectores urbanos oprimidos y explo-
tados en las ciudades, no podemos aislar-
nos de ellos.

Dentro de toda la población boliviana, de


los siete millones de habitantes existen seis
millones de originarios. En el campo tene-
mos la nación originaria y tenemos los
campesinos. Somos más de tres millones
metidos en el campo, entre campesinos y
nación originaria. En la ciudad tenemos las
clases sociales oprimidas y explotadas, los
ex mineros relocalizados, pequeños comer-
ciantes.

Si nosotros comprendemos lo estratégico


de que somos mayoría, la propuesta tiene
que hacerse más amplia, amarrando con el
campesino y las clases populares en la ciu-
dad. Hay posibilidad histórica de estar to-
dos para dirigir nuestro propio destino. Y
esa propuesta tiene que surgir de los líderes
naturales, los cuales, si se sienten capaces y
consecuentes con su pueblo, tienen que
110
Nuestra Identidad

volver a abrir su corazón y su saber a su raíz


originaria.

No existía la concentración de riqueza pri-


vada nadie podía tener mas de los que ne-
cesitaba y no había una distribución equi-
tativa como muchos investigadores nos ha-
cen ver, porque lo equitativo significa dis-
tribuir a todos por igual, pero si nosotros
vemos las familias no todas son iguales hay
algunas que tienen un hijo, 5 hijos y otras
hasta 10 hijos no ve?, Dar por igual a cada
uno significa favorecer a la familia que tie-
ne menos hijos, si se tiene una torta pues
para una familia será mas que suficiente
para comer bien, pero que pasará con la
que tiene unos ocho hijos, significa que la
torta la tendrá que repartir entre los ochos
y a cada uno le tocará apenas una pequeña
parte, entonces no hay equidad, entonces
lo que se hacía era si una familia tiene ocho
hijos pues había que darles ocho partes
iguales y para el que tiene uno pues solo
hay que darle una parte, entonces no había

111
Willka

opción de que acumulen mucho más de lo


que necesiten.

Nunca se planteó ese problema fundamen-


tal de la filosofía occidental, que coloca
frente a frente dos aspectos: materia y espí-
ritu, o lo que se conoce en sociología como
ser social y conciencia social, o biológica-
mente como cerebro e ideas.

En occidente, el que dice que primero es la


materia, es un materialista o científico. El
que dice que primero es el espíritu, lo lla-
man idealista. En nuestra cultura, no hay la
intención de plantearse estas preguntas, ni
la necesidad de dar una respuesta a esto,
porque simplemente si el materialista res-
ponde que primero es la materia dice que
segundo es el espíritu, vale decir que acepta
la existencia del espíritu, pero en condicio-
nes que es producto de la materia.
Entonces pensé que exista una creación
como lo dice el génesis que es un libro de
hace 4000 años con plagio con copia de los
húmeros y caldeos, no es un libro mera-
112
Nuestra Identidad

mente judío es un libro copiado y plagiado


de tradiciones de otros pueblos como los
caldeos y mesoptameos, porque realmente
el judío no tuvo la habilidad nunca de ser
un pueblo ni siquiera como el nuestro, no
nos llega ni al dedo gordo del pie, el creer
que hubo un primer hombre como es
Adán y Eva es producto de la cultura occi-
dental dominante. Pero más atrás no lo
explica, no explica que habían monos y
otros animales más atrás.

Con esa simple propuesta echamos por los


suelos la tesis de Darwin, porque estamos
hablando de un animal, de una planta, de
un ser humano, y de una zoología, de una
geografía, de una geología inclusive muy
reciente, muy confusa, el primer hombre
aparece sin caer en las teorías científicas de
Darwin llegaremos a coligir que estamos
apareciendo hace unos 50.000 – 100.000
años, pero que de esas culturas donde no
habían monos, Yo me pregunto, como ex-
plicar de qué tipo de mono viene, si hace
más de 400.000 y 500.000 años atrás hacia

113
Willka

3’000.000 millones de años el hombre ya


estaba y se sabíamos cómo era el mono.

Al tratar de dar una noción de identidad


primero es fundamental tener una base de
lo que fue la sociedad ancestral, la cual era
más superior en términos no en términos
de tener aviones, etc. Tal vez eso se supon-
ga superior pero no es así, fuimos superio-
res en términos de que en este periodo el
individuo realmente era un ser humano, en
cambio hoy, entramos en un proceso de
deshumanización, donde nos hacen ver
como una ciencia la agro biología, sin em-
bargo nuestros ancestros ya habían sabido
de este estado y con mayor profundidad,
no era nadie importante, el hombre era
parte del todo

El ser ancestral hombre y mujer no quería


poder, pues a diferencia del sabio judío
que, astutamente, para dominar al mundo
elabora un documento como el llamado
Eclesiastés y Proverbios en el cual dice: para
ser sabio hay que dominar a las propias es-
114
Nuestra Identidad

trellas, solamente el necio es esclavo de las


estrellas, si yo quiero ser sabio dice el judío
debo construir mi casa sobre siete estrellas
es decir la prepotencia de este llamado sa-
bio es que puede ser sabio si y solo si do-
mina la influencia de las estrellas, él enton-
ces podrá alcanzar la sabiduría para alcan-
zar tres cosas: poder, gloria y riquezas

Resulta compañeros que en nuestra cultura


no hubo una filosofía, la filosofía según el
occidente se refiere a la sabiduría, pero la
sabiduría occidental está hecha para tener
poder y riqueza, pero la sabiduría de nues-
tros abuelos está hecha solamente para vivir
en equilibrio, complementación, consenso
e identidad, cosa que no ocurre en la so-
ciedad de no unidad, entonces en el campo
de la filosofía, este amor que tiene, que sale
de la filosofía no es el amor para vivir como
ser humano, por ejemplo Aristóteles es un
hombre que hace filosofía pero es un escla-
vista, tiene esclavos, entonces como un
hombre que ama la sabiduría puede ser tan
humano y al mismo tiempo tener esclavos y

115
Willka

todos sus libros hablan de la apología y la


esclavitud, vale decir que en nombre de la
filosofía se premia así ese saber separado
del ser.

Hablábamos de una sociedad de unidad,


donde eran otros los principios, y ahí había
la defensa del ser humano, del individuo,
en cambio en la sociedad de la no unidad,
decíamos que estaban en un proceso de
deshumanización, el capitalista, que es
dueño de empresas, de los medios de pro-
ducción, mientras más le explote al pobre,
mas fructividad va tener, por eso en todo el
transcurso de la humanidad desde la con-
cepción occidental, ha ido avanzando el
modo de explotación. Hoy por ejemplo, si
el obrero tenía que trabajar 4 horas para
justificar su sueldo, hoy con 2 horas, y ahí
se agarraba el capitalista 4 horas, para el
patrón.

Mas insisto en que en el video aquí hay


una propuesta de defensa del salar de Uyu-
ni en aymará y castellano, hay que defender
116
Nuestra Identidad

el salar de Uyuni y el salar de Coipasa. No-


sotros escribimos un documento publicado
en Europa en defensa del salar de Uyuni y
se está conformando en Europa comités de
defensa del salar de Uyuni, a su vez hemos
conformado en Oruro un comité de defen-
sa del salar conformada por 17 organiza-
ciones. El 15 de enero estaremos unidos
con más de 60 autoridades originarias para
conformar en Colchani un comité de de-
fensa conformada por autoridades origina-
rias del salar de Uyuni, de Coipasa, ese dis-
curso, esa posibilidad solamente puede dar-
se, que existe aquí en Bolivia más que en el
Perú.

En el Perú han arrasado con todo lo que es


el campo, actualmente en el Perú existe
menos de 10% de la población viviente en
el campo, lejos de poder construir la posibi-
lidad de desarrollo de la economía en el
campo en el sector campesino, en la nación
originaria, esas posibilidades han desapare-
cido, porque por un lado la acción del im-
perialismo y por otro la acción de las gue-

117
Willka

rrillas lejos de propiciar la autonomía y la


construcción de bases originarias en el
campo de una economía paralela de una
autonomía social, política, economía, y ju-
rídica han propiciado la restricción de esa
posibilidad.

Es por eso que debemos oponernos acá en


Bolivia de la aparición de grupos guerrille-
ros en el campo, porque nos llevaría real-
mente a acelerar, el proceso que el mismo
imperialismos ha montado que el proceso
de migración del campo a la ciudad.

Especialmente el hombre que ha ido a la


ciudad y ya perdió su territorio, se plantea
otras cosas. Algunos de ellos han conserva-
do su identidad, pero otros se han acultu-
rado. Ya sus hijos están completamente
transculturados y aculturados, metidos en
la clase popular.

Si fuésemos una organización seria por


medio de un ampliado o un plenario. Una
vez que esta resuelva, se ejecuta y así se
118
Nuestra Identidad

avanza. Después se resigue la práctica, se


realiza otra reunión y se va avanzando y
dándonos cuenta donde estamos poniendo
el error y donde el acierto. A su vez se hace
el balance crítico de cada compañero, que
debe ser criticado y vigilado y debe ser seve-
ramente amonestado, si es que no ha cum-
plido las tareas que debería de cumplir.

119
Willka

Este volumen, IV de la Fundación Biblioteca Andina,


se terminó de imprimir el mes de junio de 2013, en
los talleres de Editorial Arte, La Paz, Bolivia.

En su diseño se utilizaron caracteres roman, negra y


cursiva de la familia tipográfica Simoncini Gramond,
tamaños 9, 10, 11, 12. En su impresión se utilizó pa-
pel Hansa mate 60 gr.
La edición consta de 3.000 ejemplares
(500 empastados y 2.500 en rústica).

120
ALVARO RODRIGO ZARATE HUAYTA
“WILLKA”
(Bolivia, 1976). Abogado, Antropologo, Arqueolo-
go, Crítico, narrador y traductor. Es doctor (Ph.D.)
en Derecho Indigena y Construccion de Matrices
Civilizatorias en la Universidad de Harvard y la
Sorbona I. Ha obtenido diversos premios entre
ellos el Doctor Honoris Causa de la Universidad de
Abjasia. De su producción se puede mencionar:
Mensajes y Cartas desde los Andes (2010); De la
Revolucion al Pachakuti (2009) Crisis del Estado y
la Republica a la Construccion del Estado Plurina-
cional (2006).

Portada: Detalle de “Pachakuty” (1952), Serie Revolucion, de


Alandia Pantoja (Bolivia, 1916). Técnica mixta sobre tela 150 x
180 cms. Colección privada familia Zarate.
Nuestra Identidad

BIBLIOTECA ANDINA
La Colección PACHAKUTI de recuperación de la Memoria e Historial Oral de los Pueblos y
Naciones Originarias de la Hermandad Universal Andina, La Escuela Amawtika de Tiwana-
ku, con el apoyo de IFEA, la Universidad Indigena Intercultural y el Fondo Indigena..
Por la memoria de nuestros Achachilas y Awichas (abuelos-abuelas) en recuperación de la
historia de los pueblos andinos como un avance continuó de lucha, que se expresa en sus
diversas facetas, es como su pensamiento que se asemeja al vuelo del cóndor con sus mo-
vimientos multidimensional. Desde las Luchas Anticoloniales del siglo XX, liderizado por
Santos Marka T´ula, comocontinuidad de los Zarate “Willkas” que articulo a los indianistas y
kataristas en los momentos actuales. Esto es solo una de las faceta de la lucha visible de
nuestros abuelos(las) que la historiográfica oficial en el ámbito académico la denomino “Re-
beliones Andinas”, y en su visión moderna la calificaron de “movimientos sociales”, como si
se tratasen de movimientos contestatarios que solo reacción por agresión y carentes de una
visión propia de vida.

WIRACOCHAM, THUNUPAM, AKAM PACHAMAMAN, ACHACHILANAM CHAMA-


PIKISIUWA MUNAT TATANAKA AWICHAM KUNATAM ILLASIWAM MISTUNIPJARAKI-
MSA AKA PAYIRI JAKUMTASIN ULAM QULLASUYUM NAYRARU SARAWINAKAS THA-
KISIKATINSASIÑAWI JUK AMPI QHANAMCHANATANKI JALLALAKIMA JACHA THAQUI
SUMA JAKAÑA

Desde el Milenario y Ancestral territorio Pakajaki a 5520 de la Nueva Era Andina

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