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EL EXPERIMENTO TUSKEGEE.

ESTUDIO DE LA EVOLUCIÓN DE LA SÍFILIS EN


UNA POBLACIÓN VULNERABLE.

Fue un estudio realizado en Estados Unidos de Norteamérica entre los años de 1932 a
1972.Dicha investigación fue financiada con fondos federales y su diseño fue un estudio de
casos y controles. El Servicio de Salud Pública aprobó la realización de una investigación
para conocer los efectos de la sífilis en el ser humano y su evolución en la población negra de
Tuskegee.

Este hecho comienza en 1932 cuando el Servicio Público de Salud de los Estados Unidos
decide llevar a cabo un estudio sobre la evolución de la sífilis en la población negra de
Tuskegee, en el Condado de Macon (Alabama). Se estudió a cuatrocientos varones negros
sifilíticos y otro grupo similar de doscientos no sifilíticos sirvió de control. El objetivo fue de
comparar la salud y longevidad de la población sifilítica no tratada con el grupo control.

Es importante señalar que hubo “incentivos” para el ingreso de estos voluntarios a la


investigación, es así que se les ofrecieron algunas ventajas materiales, incluso sanitarias, pero
que en ningún caso incluían el tratamiento de la sífilis. Además no se les informó de la
naturaleza de su enfermedad y sólo se les dijo que tenían “mala sangre”.

En los años treinta la comunidad científica tenía conocimiento de un tratamiento para la sífilis
mas no se disponía de una terapia específica verdaderamente eficaz. Sin embargo, ya en 1936
se comprobó que las complicaciones eran mucho más frecuentes en los infectados que en el
grupo control, y diez años después resultó claro que el número de muertes era dos veces
superior en los sifilíticos.

En ningún momento se les aplicó tratamiento a pesar de que la penicilina estaba disponible ya
en la década de los cuarenta y más adelante se sabría que sin el antibiótico su esperanza de
vida se reducía en un veinte por ciento. Los que recibieron tratamiento antes de 1972 fue por
médicos que no estaban relacionados con el estudio.

La investigación continuó sin cambios sustanciales y se publicaron trece artículos en revistas


médicas hasta que, en 1972, el periodista J. Heller publicó un artículo sobre este tema en el
New York Times, momento en el que comenzó el escándalo y cesó el experimento. La
justificación que dieron los investigadores fue que no hacían más que observar el curso
natural de la enfermedad. Ninguna de estas normas éticas fue aplicada en el estudio
realizado en Tuskegee a pesar de que se prolongó hasta 1972.

Para el final del estudio, solo 74 de los sujetos de experimentación continuaban con vida. 28
de los hombres habían muerto directamente a causa de la sífilis, 100 murieron por
complicaciones derivadas de ella, 40 de sus esposas fueron infectadas, y 19 niños nacieron
aquejados de sífilis congénita.

Para entender lo ocurrido hay que remontarse a finales de los años 20, poco antes del crac
económico, cuando el experimento se puso en marcha. Por aquel entonces, no existía ningún
tratamiento fiable para la sífilis, tan sólo algunos mecanismos que causaban fuertes efectos
secundarios y cuya utilidad no estaba demostrada. Con el objetivo de entender mejor el
funcionamiento de la enfermedad, el Servicio Público de Salud y el Instituto Tuskegee
decidieron estudiar durante un período de seis a ocho meses la población infectada que
habitaba en el condado de Macon y, posteriormente, tratarlos con los medicamentos
disponibles. Con lo que no contaban por aquel entonces es con que iban a terminar
engañando, enfermando y despreciando a decenas de los estadounidenses más
desfavorecidos.

El aspecto realmente horripilante del asunto es que la sífilis había despertado previamente
una enorme atención por parte de los médicos, y cada detalle de la enfermedad era ya bien
conocido hasta ese momento y se hallaba exhaustivamente documentado.

Las audiencias sobre el escándalo Tuskegee fueron presididas por el ya fallecido senador
Edward Kennedy. Sus conclusiones contribuyeron a las regulaciones sobre la investigación
médica vigentes en Estados Unidos desde el año 1981

Después de detener la prueba, el Gobierno de Estados Unidos empezó a indemnizar a los


participantes con pagos y tratamientos médicos gratuitos. No admitió, sin embargo, haber
hecho nada malo hasta el 16 de mayo de 1997, cuando el presidente Clinton, en una
ceremonia en la Casa Blanca, pidió perdón formalmente. ““El gobierno de los Estados
Unidos hizo algo incorrecto –profunda y moralmente incorrecto. Fue una atrocidad hacia
nuestro compromiso con la integridad y la igualdad para todos nuestros ciudadanos…
claramente racista.” -- Disculpa del Presidente Clinton a los 8 sobrevivientes del Experimento
Tuskegee, Mayo 16, 1997. De los ocho participantes que seguían todavía con vida, cinco
asistieron a la ceremonia.

El estudio de la sífilis de Tuskegee condujo a la elaboración del reporte Belmont y al


establecimiento del Consejo Nacional para la Investigación Humana y los consejos
Institucionales de Revisión de Protocolos de Investigación.

COMENTARIO DESDE UN PUNTO DE VISTA BIOETICO

Desde nuestro punto de vista creemos que esta fue una investigación sin principios éticos
debido a que fue llevada a cabo en una población totalmente vulnerable ya que era
racialmente discriminada y marginada.

Se violaron varios principios bioéticos:

• El de beneficencia, ya que no se buscó el hacer un bien a esta gente

• El de autonomía, al no haber obtenido su consentimiento en base a una información


adecuada y llevando a cabo actuaciones bajo engaño.

• El de justicia, pues se buscó una población tan vulnerable como la de negros indigentes y
enfermos, ofreciéndoles además ciertas ventajas como medio de coacción.
• El de no-maleficencia, el de más categoría moral desde el juramento hipocrático, pues no
administrar un tratamiento indicado es maleficente y puede llegar a ser homicidio por
omisión.

Abreviando los daños y violaciones éticas y morales en este estudio, tenemos:

 Falta de respeto a las personas.

 No hubo consentimiento informado

 Hubo engaño

 Hubo coerción e incentivos indebidos para enrolar pacientes ofreciéndoseles cuidado


de la salud y pago por su participación

 No darle el tratamiento adecuado(Pese a que estaba difundido el uso de la penicilina)

 Falta de una revisión continúa del estudio.

 Injusticia

 Se usó una población vulnerable.

 El comité ad hoc sobre el estudio de la sífilis, decidió parar el estudio


inmediatamente.

REFERENCIAS

1.- Jones, JH. Free Press; New York: 1981. Bad blood: the Tuskegee syphilis experiment.

2.- Reverby SM. More than Fact and Fiction. Cultural Memory and the Tuskegee Syphilis
Study. Hastings Center Report. 2001; 31: 22-28.

3.- Gracia D. Profesión médica, investigación y justicia sanitaria. El Búho. Santa Fe de


Bogotá 1998.

4.- Brandt AM. Racism and Research: The Case of the Tuskegee Syphilis Study. Hastings
Center Report. 1978; 8: 21-29.

5.- Beecher HK. Ethics and Clinical Research. N Engl J Med. 1966; 274: 1354-1360 6.-
Vanessa Northington Gamble, MD, PhD. Under the Shadow of Tuskegee: African Americans
and Health Care. Am J Public Health 1997; 87:1773-1778.

7.- Ralph V. Katz, DMD, MPH, PhDa,*, S. Stephen Kegeles, PhDb, B. Lee Green, PhDc,
Nancy R. Kressin, PhDd, Sherman A. James, PhDe, and Cristina Claudio, PhDf. The
Tuskegee Legacy Project: history, preliminary scientific findings, and unanticipated societal
benefits. 2003 January ; 47(1): 1–19.

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