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Liturgia de

Cristal
del

Cuarteto para el fin de los tiempos

Olivier Messiaen

Por Chus Corral Cano


Olivier Messiaen nació en Aviñón (Francia) en 1908 y murió en
1992. Fue uno de los compositores más importantes de su
generación. Después de estudiar en el conservatorio de París con
Paul Dukas y Marcel Dupré entre otros, fue nombrado organista de
la iglesia de la Santa Trinidad en París, puesto que ocupó durante el
resto de su vida. Profundamente católico, la religión fue uno de los
pilares fundamenteles de su inspiración artística.

“Mi fe es el gran drama de mi vida. Soy un creyente, así que canto las
palabras de Dios a aquellos que no tienen fe.”
Olivier Messiaen

Otra de sus grandes pasiones fue la ornitología, estudió el canto de


los pájaros y los utilizó ampliamente en sus obras. También fue
importante su faceta de maestro que desarrollo en la Ecole
Normale de Musicque y en la Schola Cantorum . En 1949 y 1950
impartió clases en los cursos de verano de Darmstad, donde se
concentraban gran parte de los futuros compositores de
vanguardia. Fue maestro de Pierre Boulez y Karlheinz Stockhausen
y una gran influencia para los jóvenes compositores seriales.

A pesar de su estrecha relación con la escuela de Darmstad,


Messian no parece encajar en ninguno de los movimientos del siglo
XX. Fue un compositor que en cierto modo fue por libre, lo cual, a
mi modo de ver resulta aún más interesante.

En 1940 fue llamado al servicio militar y posteriormente fue


capturado y llevado a un campo de prisioneros de guerra en Gorlitz,
en Silesia. Aquí es donde compuso el “Cuarteto para el final de los
tiempos”, con los instrumentos de los que disponía: Clarinete,
violín, cello y piano. ( Una combinación ciertamente inusual).
Messian incluso afirmó que el cello solo disponía de tres cuerdas, lo
cual fue posteriormente desmentido por Étienne Pasquier el cellista
que estrenó la obra.

Messian también asociaba notas con colores (Lo cual recibe el


nombre técnico de Sinestesia) Por ejemplo un acorde de La mayor
con sexta añadida era azul brillante para él. Por tanto la pintura fue
también una gran inspiración para él, y citó a pintores como Robert
Delaunay o Charles Blanc-Gatti como influyentes en sus obras.
Robert Delaunay, 1938, Rythme n°1, Decoration for the Salon des Tuileries, Musée
d'Art Moderne de la ville de Paris.

Cuarteto para el Fin de los Tiempos.


Como hemos mencionado anteriormente, la concepción del cuarteto
se produjo durante la segunda guerra mundial,en el campo para
prisioneros de guerra Stalag VIII A en Gorlitz, Silesia. Allí
Messiaen, trabó amistad con un oficial alemán que era un gran
aficionado a la música y que le pasó de contrabando papel, lápiz y
goma de borrar, lo que le permitió retirarse a componer después de
los trabajos.
Messiaen aprovechó la presencia de tres músicos : Jean le Boulaire
(violín), Henri Akoka (clarinete) y Étienne Pasquier (violonchelo) .
El estreno tuvo lugar el 15 de enero de 1941 ante unos 5.000
reclusos del propio campo. Y la inspiración para la obra es, como
no, religiosa. Se basa en un texto bíblico del libro de las
Revelaciones:

“Y vi otro poderoso ángel bajar de los cielos, vestido con una nube: y había un arcoíris
sobre su cabeza, y su cabeza era como si fuera el sol, y sus pies como pilares de fuego …y
puso su pie derecho sobre el mar, y su pie izquierdo en la tierra ...Y el ángel que vi de pie
sobre el mar y sobre la tierra levanto su mano al cielo y juró por él que viviría por
siempre… que no habría más tiempo: Mas en los días de la voz del séptimo ángel, cuando
empezara a escucharse, el misterio de Dios terminaría …”

El Cuarteto consta de ocho movimientos:

I. Liturgie de cristal
II. Vocalise, pour l'Ange qui annonce la Fin du Temps
III. Abîme des oiseaux
IV. Intermède
V. Louange à l'Eternité de Jésus
VI. Danse de la fureur, pour les sept trompettes
VII. Fouillis d'arcs-en-ciel, pour l'Ange qui annonce la fin du Temps
VIII. Louange à l'Immortalité de Jésus

El primer movimiento: “Liturgie de cristal” fué descrito por Messiaen de la


siguiente manera:

"Entre las tres y las cuatro de la mañana, el despertar de los pájaros: improvisa un mirlo
solitario o un ruiseñor, rodeado por un brillo de sonido, por un halo de trinos perdido muy
alto en los árboles. Armonioso silencio del cielo ".

Del prefacio de Messiaen a la partitura publicada

A diferencia de otros movimientos del cuarteto el primer


movimiento no tiene una forma clara.
Gene Biringer. De la universidad de Laxrence lo resume de manera
excelente en el siguiente gráfico:
Este movimiento se basa ampliamente en los pedales: patrones
recurrentes. La parte entera del piano se construye a partir de un
pedal rítmico y de un pedal armónico. Lo cual constituye el
esqueleto sobre el que se construye el movimiento. El pedal rítmico
y el armónico, no coinciden y se van desplazando.
El ritmo de este pedal es el siguiente:

El cual consta de 17 valores mientras que el pedal armónico consta


de 29 acordes.

En total este pedal rítmico se repite hasta en 9 ocasiones más una


repetición inconclusa de los valores del 1 al 15.
El pedal armónico es tocado un total de 5 veces, más una sexta
inconclusa del 1 al 22.

Sin embargo es muy curioso que en la cuarta repetición del pedal


rítmico el tercer acorde es omitido.

Sobre el pedal ritmico-armónico del piano aparece el cello con un


sonido etéreo de armónicos. También utiliza pedales durante toda la
pieza, en concreto un pedal melódico de tan solo cinco notas
( marcado en azul en el gráfico anterior) que se va repitiendo sobre
un pedal rítmico de 15 valores.

El pedal rítmico del cello se sucede 7 veces más una repetición de


los valores del 1 al 4.

Por tanto observamos que la pieza concluye sin que ninguno de los
pedales realice el ciclo completo. Como compositor, aquí Messian
tuvo 3 opciones:
1. Acabar el primer movimiento, cuando hubo finalizado uno de
los pedales, lo cual otorga a este una importancia conceptual
superior a los demás, sería un elemento fundacional.
2. Acabar, en un momento en el cual ninguno de los pedales ha
realizado su ciclo completo (Esta es su opción).
3. Esperar a que los 4 pedales coincidan de nuevo, y los cuatro
finalicen su ciclo, como al inicio del movimiento.

Para conocer este dato debemos realizar unos cálculos matemáticos


básicos. En primer lugar vemos que Messiaen ha escogido una
progresión de 29 acordes, el cual resulta un número primo ( es bien
conocida su obsesión por estos números) y también ha escogido un
ritmo con 17 unidades, otra vez número primo. Para la parte del
cello escogió 5 notas (primo) y un ritmo de 15 valores (no es
primo)
Si calculamos el mínimo común múltiplo de estos números
obtenemos: 7395.
Por tanto el ritmo del piano se tendría que repetir 435 veces hasta
que todos los pedales se volvieran a alinear de modo que sonase el
inicio repetido, de manera idéntica. Lo cual es un número
ciertamente muy elevado, tendría que durar casi dos horas el
primer movimiento, para conseguirlo.

Fijémonos ahora en pedal melódico del cello que repite las


siguientes notas:

Se trata de 5 notas pertenecientes al modo de transposición


limitada nº 1, más comúnmente conocido como escala de tonos.
No debemos caer en el error de analizar la partitura de modo
vertical, ya que cada instrumento es concebido de manera
independiente. Precisamente por la concepción de la obra, basada
en pedales las coincidencias verticales irán variando según se
desfase el pedal. De hecho Messiaen consideraba que la escala de
tonos no debía ser usada, pues Claude Debussy ya la había
empleado a la perfección. Por tanto si en esta ocasión la utiliza es
porque está camuflada entre el magma harmónico de los diferentes
instrumentos.

Para entender la música de Messiaen hay varios conceptos que


debemos conocer, uno de ellos es el de los ritmos no
retrogradables. La retrogradación es un proceso del contrapunto
que consiste en leer de derecha a izquierda, en lugar de izquierda a
derecha. Los ritmos no retrogradables son palíndromos musicales,
es decir son idénticos leídos de derecha a izquierda o de izquierda a
derecha. Esto es algo que Messiaen explica incluso el el prefacio de
su “Cuarteto para el fin de los tiempos”
Bien si tomamos el pedal rítmico que realiza el cello (anteriormente
notado) observamos que consta de 2 partes.

Tanto la parte A como la B se tratan de ritmos no retrogradables


(R.N.R) Para obtener un R.N.R basta con sumar a un ritmo su
retrogradación, como observamos en la sección B que es definido
por Messiaen como “dos ritmos retrogradados, el uno respecto al
otro con valor central común” (marcado con la cruz). En realidad no
deja de ser lo mismo, a mi modo de ver.

Si volvemos ahora a estudiar con más detenimiento el pedal rítmico


del piano, podemos observar que se trata de ritmos de influencia
hindú como el Ragavardhana. Y contiene un ejemplo de otro
elemento favorito de Messiaen, el valor añadido. Un valor añadido
es un valor rítmico "extra", normalmente corto, añadido a un ritmo
constante simple.

El último ritmo es el inicio exacto del pedal rítmico del piano.


Observemos ahora el pedal armónico

Los acordes del 1 al 8 son lo que Messiaen llama: acordes sobre la


dominante, y sus apoyaturas. Se trata de acordes que contiene las
7 notas de la escala mayor.

Del 16 al 21 son acordes del tercer modo, tercera transposición.

Los acordes 23 - 28 se escriben en el segundo modo, la segunda


transposición, o más conocido como escala octatónica.

Sobre todo este gran pedal, encontramos al clarinete cantando al


estilo de los pájaros. Y el violín realiza el contrapunto al clarinete,
también en el bucólico estilo de imitación de los pájaros.
La melodía del clarinete, la cual es la línea melódica principal del
movimiento, en concreto está inspirada en el reclamo de un mirlo, a
continuación una transcripción de Messian :
Según Messiaen, la canción del mirlo se caracteriza por climacus
resupinus. Lo cual es nomenclatura proveniente del canto
gregoriano.
Aquí un ejemplo: la cuarta nota es más alta que la tercera.

El canto llano es otra de las grandes inspiraciones de Messian, lo


cual no es sorprendente si tenemos en cuenta su elevada fe
católica.
BIBLIOGRAFÍA

• Olivier Messiaen,“The Technique of My Musical Language”, vols. 1 and


2. Paris: Alphonse Leduc,1956.

• Program notes for his “Quatuor pour la Fin du Temps”. Music Guild MS
150.

• Ross, Alex (2004) The Rest is Noise, The New Yorker, USA. h

• Rischin, Rebecca (2003), For the End of Time, The Story of the
Messiaen Quartet, Cornell University Press, new York

• Griffiths, Paul "Messiaen, Olivier." Grove Music Online. Oxford Music


Online. 17 Feb. 2009

• Peter Hill, Nigel Simeone,“Messiaen” . Yale University Press,

PÁGINAS WEB

• http://www2.lawrence.edu/dept/it/musicguides/mq/

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