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UNIDAD 8:

- Pre-entrevista: concepto, análisis de la misma:


Berardo de Bauduco: La preentrevista, aspectos técnicos y teóricos (Abuchaem, J.)
Se denomina pre-entrevista a la etapa que precede a la entrevista en un proceso diagnóstico. Comienza cuando
se tienen las primeras noticias del examinado y finaliza cuando el mismo está en condiciones de entrevista.
Dinámicamente es la totalidad de la suma de las reacciones contratransferenciales del examinador, incluyendo no
solamente las que se desarrollan en presencia física del examinado, sino también en su ausencia. Es decir, todo lo que
percibe, piensa, siente, hace o dice el analista en cuanto es determinado por el analizado, configura la totalidad de la
respuesta psicológica y psicosomática del analista.
Los momentos de la misma son:
1- Pre- entrevista remota o mediata: Desde el comienzo de la pre-entrevista hasta el encuentro físico con el examinado.
Durante este periodo aparecen vivencias contratransferenciales que es de importancia tener en cuenta. Este primer
contacto es sumamente importante. Lo frecuente es que lo haga el propio paciente por teléfono, en este caso tenemos
la oportunidad de conocer las características de su voz y el diálogo que se entable. Hay personas que impresionan muy
bien al concertar la entrevista. Otras, en cambio, son tan desagradables que movilizan un rechazo. Otro punto a tener en
cuenta es el ambiente físico que rodea al diálogo telefónico. Debemos tener en cuenta también la hora en que se solicita
la entrevista. La forma de cómo se establece el primer contacto con el examinador también es importante. El contenido
del diálogo debe ser analizado. También es importante la actitud que asume la persona que solicita la entrevista, hacia la
tarea a realizar y hacia la persona del examinador, esto nos puede señalar rasgos caracterológicos fundamentales.
Podemos tener las primeras noticias por un colega, amigo, etc., en cuyo caso se consideran los comentarios que hacen
con la misma validez diagnóstica que si hubiese sido hecho por la propia persona.
2- Pre-entrevista cercana o inmediata: Desde el encuentro físico con el examinado hasta el principio de la entrevista. Se
compone de dos partes: la zona de impacto y la pre-entrevista propiamente dicha. La zona de impacto corresponde al
primer contacto con el cuerpo o la persona del examinado. Hay diferentes tipos de impacto: visual, auditivo, olfativo,
motor, etc.

- Análisis de las ansiedades:


Rolla, E.: La entrevista clínica
El autor sostiene que el diagnóstico clínico es uno de los diagnósticos a realizar en la entrevista clínica, y no
precisamente el más importante. Los diagnósticos a realizar deben ser múltiples para que podamos desarrollar una
formulación pronostica e incluso sugerencias conectadas con las vicisitudes de un proceso terapéutico. Estos son: D. de
ansiedades, D. de presentación fenoménica, D. de comunicación, D. de punto de urgencia, D. de transferencia, etc.
Las ansiedades persecutorias, depresivas y confusionales están siempre combinadas, se compaginan de tal
manera que el período del abordaje o indagación da lugar a un tipo de conducta en la cual predominan señales
objetivables o clínicas de las maniobras indagatorias que el sujeto hace, más o menos primitivas o más o menos
organizadas. De igual manera, estas tres ansiedades están mezcladas durante el mantenimiento y la separación. Donde
es netamente objetivable la ansiedad confusional (con desestructuración de la organización habitual del sujeto,
sentimiento de pérdida de la identidad del Self, y todos los artificios de conducta que el sujeto emplea para recuperar
dicha identidad) es en la presentación de los puntos de urgencia.
Uno de los puntos a observar en el diagnóstico de ansiedades es la fase de instrucciones y los comienzos del
período procesal, las cuales tendrán características de la presentación de la ansiedad de abordaje. Como índice de
actitudes se puede tomar al incremento de la curiosidad, las maniobras indagatorias, la exageración de la represión, el
incremento de la identificación proyectiva y de la identificación mimética, escoptofilia, exhibicionismo, las señales
neurovegetativas (estremecimiento, palidez, sudores, tartamudeos, temblores de voz, de las manos, ruidos intestinales,
etc.). Es esperable que la ansiedad de abordaje ceda, pero puede que el sujeto la mantenga durante toda la entrevista.
Esto tiene que ver con lo que Rolla llama Organización Básica de la personalidad del sujeto que se analizan a través del
análisis del contenido de la entrevista.
Durante el período de mantenimiento hay una suerte de equilibrio entre los elementos verbales y no verbales
de la comunicación, entre la forma y el contenido de los mensajes y una determinada coherencia dentro de la asociación
libre de ideas, que dan lugar a la ansiedad de mantenimiento. Hay un equilibrio en que prevalece la ansiedad depresiva.
Esta ansiedad de mantenimiento será perturbada cuando el contenido de los mensajes y el intercambio de los mismos
produzca una desorganización de la identidad del Self en el entrevistado. Es decir que se produce un emergente
confusional y las señales clínicas correspondientes que son la congruencia y coincidencia entre los elementos verbales y
corporales, el discurso coherente, armado, donde el sujeto puede hacer un desarrollo armónico de su problemática. Por
lo tanto, la ansiedad de mantenimiento se ve postpuesta ante la emergencia de la ansiedad confusional, y luego ante la
reaparición de la ansiedad de abordaje.
Al final de la entrevista, surge la ansiedad de separación, que también posee sus observaciones clínicas
correspondientes y está relacionada con la manera particular en la que el sujeto ha establecido un vínculo con el
entrevistador, y la forma en que se repara va a ser un indicador de la forma de elaborar la situación de pérdida.
Aquí es muy difícil decir si hay un predominio de ansiedad depresiva o paranoide.
Una secuencia natural será entonces: ansiedad de abordaje, ansiedad de mantenimiento, ansiedad de
separación. Es importante esta secuencia como así también las alteraciones de la misma y la forma en que se entrelazan
durante el proceso total de la entrevista. El autor establece que si se dan estos tres tipos de ansiedades y en la secuencia
establecida, es porque el Yo ha realizado un adecuado manejo de las angustias.
También se deben tener en cuenta los puntos de urgencia. Son las señales directamente objetivables de la
ansiedad confusional las que nos aseguran que el sujeto está mostrándonos su punto de urgencia en relación con el
contenido y la forma de los mensajes precedentes, y con las dificultades que se suscitan en el diálogo de intercambio
con el entrevistador. En estas circunstancias reaparecen en el sujeto elementos correspondientes a la ansiedad de
abordaje, pero los que más importan como elementos clínicos son las expresiones y señales hipocondríacas, como las
dificultades que presenta para el mantenimiento de una coordinación motora adecuada y el incremento de la
coordinación motora lisa y glandular (disnea, movimientos inapropiados en su silla, transpiración de las manos y cara,
empalidecimiento, sonrojos, mirada lejana, etc.).
A partir de la duración y frecuencia de esos lapsos de desorganización establecemos la labilidad de la
estructuración del Self del sujeto, la fragilidad de sus vinculaciones objetales interpersonales, y la debilidad de sus
técnicas de mantenimiento de las vinculaciones con los objetos interpersonales, es decir, es lo que llamamos un Yo
débil, inmaduro, frágil.
Una organización de personalidad que funciona en un nivel de integración cognitivo-conceptual (madura) es la
que tiene breves lapsos de emergentes confusionales y de escasa frecuencia durante el desarrollo de una entrevista.

- La entrevista de devolución: concepto, aspectos técnicos.


Etchegoyen, H.: Los fundamentos de la técnica psicoanalítica
La devolución no debe ir más allá del objetivo básico de la tarea realizada, es decir, aconsejar al entrevistado el
tratamiento más conveniente, la indicación con sus fundamentos, siempre muy sucintos.

Soave, M.: Psicoterapia y psicoanálisis: Diferencias teórico-técnicas


En la entrevista de devolución diagnóstica y pronóstica el entrevistador debe transmitir con lenguaje sencillo
impresiones generales acerca de la problemática del entrevistado. Los objetivos perseguidos son:
- Hacer sentir al paciente que se le presta atención y se piensa en sus dificultades. Logro de una alianza de trabajo.
- Brindarle cierta clarificación preliminar de su problemática.
- Reforzar su motivación para entender y resolver sus dificultades por medio de la psicoterapia.
- Facilitar el siguiente paso, que será la elección de metas terapéuticas, al presentarle la conflictiva central del
tratamiento, con lo que se irá delineando el probable foco terapéutico. Se transmitirá al paciente sólo algunas
apreciaciones acerca de su problemática, sin extenderse ni profundizar demasiado. Se pueden utilizar interpretaciones
panorámicas, que permiten esbozar de manera global psicodinamismos subyacentes de la situación-problema.
- Además de los aspectos diagnósticos, también se deben hacer referencias al pronóstico, capaces de tranquilizar y
reanimar al paciente. Esto le dará la pauta de que podemos brindarle nuestra ayuda y de que tiene posibilidades de
resolver sus padecimientos o al menos aliviarlos.

- Esquema de análisis para las entrevistas en psicoterapia breve:


Knobel, M.: Cap. IX: Una técnica de psicoterapia breve
Es posible proponer una técnica de psicoterapia breve que se apoya en los cuatros principios siguientes:
1- Es no transferencial
2- Es no regresiva
3- Es elaboradora de predominio cognitivo en detrimento del predominio afectivo
4- Modificación objetal que se opera al permitir experimentar el remplazo de una información falsa por otra verdadera,
creando así una vivencia real, en la que la persona pasa a ser un sujeto activo de su propia historia.

El encuadre
La flexibilidad y los conocimientos del terapeuta son fundamentales para establecer un “encuadre”. Éste no
debe diferir del que se utiliza en cualquier método terapéutico (un lugar adecuado y fijo, un horario preestablecido,
privacidad de la relación y los elementos mínimos necesarios adecuados para “conversar” durante determinado
tiempo).
En situaciones de emergencia puede ser necesario hacer psicoterapia en la calle, frente a viviendas precarias que
se están inundando, en algún rincón clandestino o en un campo de batalla. En esas circunstancias, la “privacidad” está
dada por el dolor y el sufrimiento de cada uno y por la capacidad del terapeuta para compartir la angustia con los que
sufren, para aliviarla, ayudar a los demás y apoyarlos.
Es fundamental conocer las bases teóricas que orientaran la actividad psicoterapéutica; conocer los elementos
técnicos que cada terapeuta dispone; saber que existe una psicoterapia breve y que es posible hacerla con un paciente
que a su vez puede aceptarla y saber que la disposición terapéutica puede llevar a la utilización de un encuadre
disponible.
El verdadero encuadre está formado por el terapeuta y el paciente, por su voluntad de trabajar juntos.

La entrevista inicial
Es fundamental para determinar el futuro de la relación terapéutica, que puede iniciarse o terminar en ese
momento.
Puede convertirse en toda la psicoterapia (excepcionalmente). El terapeuta debe tener un profundo
conocimiento de la psicoterapia breve a fin de estar en condiciones de realizar una entrevista inicial que le permita
fundamental un diagnostico holístico, psico- bio- social, fenomenológico y metapsicológico para determinar el tipo de
tratamiento que aplicará.
Considero que la entrevista es igual a cualquier otra entrevista inicial para planificar un trabajo psicoterapéutico
cualquiera.
El terapeuta tendrá que evaluar la capacidad yoica, las estructuras más o menos patológicas y más o menos
rígidas, los mecanismos de defensas utilizados en el momento de la entrevista y las potencialidades del entrevistado, su
capacidad intelectual, de simbolización y de abstracción, sus limitaciones en ciertas áreas del comportamiento, su
tonalidad afectica y la carga afectica manifestada frente a determinados asuntos, y los problemas que presenta.
En ella no puede faltar la identificación del paciente (nombre, edad, sexo, ocupación, condiciones familiares,
socioeconómicas, vivienda, empleo o desempleo, estructura familiar y estado general de salud).
Un aspecto fundamental es determinar la “modalidad relacional” del paciente, o sea su forma básica de
comportamiento y de relacionarse con el terapeuta, que se establece en el uso que hace de sus mecanismos de defensa
(obsesivos, fóbicos, histéricos, paranoides, esquizoides, etc.). Estos mecanismos no dependen necesariamente de su
estructura psicológica básica y pueden concordar o no con la modalidad relacional, por ejemplo una persona con
estructura esquizoide puede relacionarse obsesivamente; y el problema aquí no es cuestionar su esquizoidia, sino
establecer un relacionamiento que respete las minucias del relato, el control de la situación, la afectividad reprimida por
la angustia, etc.
No se puede ni debe evitar la historia clínico- social ni la del desarrollo.
Evaluar los aspectos resistenciales es de primera necesidad, como también estimar la “disponibilidad” para una
terapia, es decir, la motivación real que el paciente tenga para buscar este tipo de ayuda.
Es importante recordar, que trabajando con criterio psicoanalítico, se debe considerar la existencia de un motivo
manifiesto y de un motivo latente de consulta. El terapeuta debe tratar de detectar este último, para no quedarse
tratando meramente un “malestar”, un seudofoco, sino para discriminar y seleccionar los conflictos que requieran un
esclarecimiento y concientización más urgente.
La entrevista inicial no es sólo una sesión, puede también exigir varias sesiones. Es todo un proceso de
encuentro, de conocimiento y diagnostico, de vivencias transferenciales y contratransferenciales. El principal objetivo de
la misma es obtener una segunda entrevista, porque demuestra capacidad de empatía y disposición terapéutica.
Lo que se debe hacer es una evaluación honesta y comprensiva de la entrevista, para formular un diagnostico y
poder, hacer una propuesta terapéutica. Estoy en contra del concepto de “devolución” porque implica que el terapeuta
tomó algo de su paciente, y eso no es verdad. No toma nada, sino que da, conocimientos y experiencia que tratan de
beneficiar al paciente.
Discutir y esclarecer para el paciente esa propuesta terapéutica es necesario, como un intercambio adulto de
ideas y posibilidades, fundamentalmente unidireccionales: la mejoría y bienestar del paciente. Ello puede llevar a
formular un proyecto de “contrato” terapéutico.

El contrato terapéutico en psicoterapia breve


Es una de las mayores dificultades en psicoterapia en general y de la psicoterapia breve en particular. Parece
difícil explicar cómo se establece ese convenio entre una persona que busca ser ayudada y el profesional que puede
ofrecerla esa ayuda.
Karl A. Menninger y Philip S. Holzman consideran que el psicoannalisis y la psicoterapia son transaccionales y
contractuales. Alguien busca ayuda y alguien la ofrece, dentro de un cierto contexto (encuadre) y en determinadas
condiciones, que son compartidas y aceptadas por ambas partes. Un paciente busca el contacto con un terapeuta para
ser examinado, evaluado, para que le formule un diagnostico o hipótesis diagnostica, para obtener información sobre lo
que le ocurre y para ser aconsejado sobre el tratamiento a seguir.
En realidad se trata de un pacto, de un convenio por el cual el terapeuta y paciente se ponen de acuerdo sobre
lo que harán y asumen compromisos que quedan explícitos y en los que no debe haber engaño. Se trata de un trabajo
realizado por dos personas, pero en una única dirección: la mejoría del paciente.
Fiorini afirma que se debe hablar de lo que es una psicoterapia, de cuales son los papeles que habrán de
desempeñar el terapeuta y el paciente y de lo que se espera que cada uno haga.
Eduardo A. Braier dice que es conveniente que antes de iniciar el tratamiento, el paciente entienda el papel del
psicoterapeuta, por ello conviene explicar en lenguaje simple el significado de una interpretación, proponer duración,
horarios, método de relacionamiento (cara a cara), lenguaje, vacaciones, honorarios, fecha de finalización, feriados y
todo lo que se refiere al encuadre.
Lia F. Cristovao resume muy bien el concepto de contrato como una fase preliminar del proceso terapéutico, que
abarca desde el reconocimiento mutuo terapeuta- paciente hasta el esclarecimiento de las reglas básicas que orientarán
al terapeuta.
Desde mi punto de vista, una vez decidida la propuesta de psicoterapia breve y aceptada por el paciente, se
debe formalizar la relación contractual que establecerá los límites del encuadre psicoterapéutico y lo ubicará dentro de
una realidad operativa.
1- Explicación de la función y de los objetivos terapéuticos.
2- Los objetivos terapéuticos serán explicitados como limitados. También se aclarará que se intentará ayudar al paciente
a entender, mejorar y enfrentarse mejor consigo mismo y con el mundo que lo rodea.
3- No se ocultará al paciente su estado ni los conflictos que le producen desajustes, angustias, inadaptaciones
autodestructivas o autopunitivas.
4- También se aclarará que probablemente el desarrollo de esta propuesta terapéutica lleve eventualmente a buscar
otra técnica psicoterapéutica, o médica; y que también puede suceder que se produzca una mejoría definitiva o de
duración imprevisible.
5- Se establecerán los horarios, días de tratamiento, feriados. No creo que convenga iniciar una psicoterapia breve poco
antes de un período de vacaciones porque se desvirtuaría el proceso propuesto.
6- Se señalará especialmente la norma del secreto profesional y se exigirá lo mismo del paciente. Se aclarará que el uso
de términos vulgares en las conversaciones podrá ser necesario a veces para describir mejor una situación, y que la
reserva del tratamiento permitirá una mayor libertad en la comunicación.
7- Se solicitará la confianza más absoluta y el relato de todo, sin restricciones y sin seleccionar lo que al paciente pueda
parecerle importante o no.
8- Se aclarará que las sesiones serán cara a cara (para evitar las regresiones).
9- Se establecerán los honorarios según las circunstancias en que se de el encuadre, las posibilidades del paciente
dentro del mismo y la situación del terapeuta.
10- Se establecerá el tiempo de duración de cada sesión y el número de sesiones que se realizarán.

Algunas consideraciones sobre honorarios, tiempo de sesión y duración de la psicoterapia breve


Es diferente un tratamiento en consultorio particular, en una entidad publica, en una clínica privada o en un
hospital estadual, etc. El profesional que trabaja en instituciones hospitalarias o en universidades tiene un salario y éstos
son sus honorarios.
Un terapeuta sólo de elite o diván se margina de lo real.
Se debe respetar al paciente y saber que debe contribuir a ayudar, aún fuera de sus normas económicas, a quien
dentro de nuestro sistema de vida permanece marginado de la “beneficencia y posibilidades de una economía de
mercado en la que se encuentre el terapeuta”.
En el consultorio privado, las faltas a sesiones se cobran (no las motivadas por razones de fuerza mayor). Si la
inflación disminuye el poder adquisitivo del terapeuta, y sus honorarios aumentarán; pero pretender aumentar los
honorarios según los índices de las transacciones económicas es castigar impositivamente a quien necesita ayuda. Surge
un nuevo impuesto: el impuesto a la salud perdida. Es como si se exigiera que se pague más por estar perturbado, en
una sociedad perturbada y alienante.
Un problema importante es decidir qué duración tendrá cada sesión. Por tradición o sometimiento a un superyó
psicoanalítico, nos mantenemos aferrados a la “hora de 50 minutos”; pero ¿Porqué 50 minuto y no 55 o 45? La actividad
del psicoterapeuta y la dinámica activa y participante de la psicoterapia breve exigen redimensionar la duración del
proceso psicoterapéutico y establecer con absoluta claridad los límites y las posibilidades de la modalidad elaborativa
que pretende obtenerse (por ejemplo, con un paciente se interrumpió la sesión a los 25 minutos, de común acuerdo,
porque era evidente que se había llegado a un punto elaborativo importante).
El tiempo de la sesión está determinado por su contenido y por la vivencia transferencial- contratransferencial
del proceso terapéutico. El tiempo tiene que estar determinado previamente, pero con flexibilidad.
El encuadre está formado por el paciente y el terapeuta. Ambos van a participar de una experiencia, que aun
teniendo una proposición unidireccional (la del paciente) no deja de involucrar a los dos protagonistas. Cada
terapeuta deberá llegar a configurar cuál será su tiempo operacional dentro del encuadre disponible en esta
psicoterapia no regresiva y de tiempo y objetivos limitados.
Este tiempo operacional debe encajar necesariamente dentro del encuadre disponible y podrá ser de 20, 30, 40
minutos, según el paciente, el terapeuta y las circunstancias del encuentro de ambos. Lo más importante es que el
terapeuta elabore ese tiempo operacional porque ello le permitirá regular y adecuar sus intervenciones dentro de este
propósito terapéutico. La mayor y más significativa alarma contratransferencial es sentir la necesidad de prolongar las
sesiones.
En cuanto al número de sesiones, el fenómeno es semejante. Es difícil establecer el número adecuado de
sesiones. Cada terapeuta establece su propio criterio acerca de la duración de una terapia de objetivos y tiempo
limitados. El número de sesiones es aparentemente arbitrario pero, una vez determinado, responde a una adaptación
perfecta del psicoterapeuta a su método y siempre dentro del encuadre disponible.
En nuestra propuesta hay dos puntos básicos:
1- El tiempo de psicoterapia está determinado por un tiempo interno del terapeuta, en el que considera que podrá
abarcar, aunque limitadamente, aspectos conflictivos y podrá ayudar a entenderlos y tal vez a resolverlos.
2- La disponibilidad de tiempo del paciente, su estructura de personalidad, su modalidad relacional, su nivel intelectual y
los mecanismos de defensa que utilizará permiten adecuar el tiempo y el número de sesiones a una finalidad terapéutica
de objetivos limitados.
Considero útil que el psicoterapeuta fije interna y externamente el número de sesiones y la frecuencia de las
mismas. Su “reloj interno” funcionará marcando una temporalidad operacional que deberá ser eficaz según su
experiencia.
Ya sean 10, 12, 14 o 16 sesiones, una o dos veces por semana, se creará un tiempo terapéutico adecuado, que
utilizará un tiempo operacional por sesión, dentro de una realidad que determina un verdadero encuadre disponible.
El tiempo terapéutico adecuado dependerá de la patología, de la estructura de la personalidad, de los conflictos
manifiestos y latentes, de los mecanismos de defensa utilizados y utilizables, de la realidad existencial del paciente, de la
realidad biológica y física circunstancial y de los conocimientos, experiencias y disponibilidad terapéutica de quien
decide asumir el papel de asistente del prójimo que acude a pedir ayuda.

La selección de pacientes para una psicoterapia de tiempo y objetivos limitados


En términos generales podemos decir que toda persona que necesita ayuda puede ser tratada con esta
aproximación terapéutica. En primer lugar, siendo los objetivos limitados, dependerá del caso clínico y del
psicoterapeuta establecer esos objetivos. El factor tiempo puede depender de variables que van desde la emergencia
psiquiátrica o psicológica hasta la limitación natural de la situación, como por ejemplo una psicoterapia preparto o
prequirúrgica. También influirá el factor geográfico, el tiempo de que una persona pueda permanecer alejada de su
familia y su lugar de trabajo.
Sifneos tiene un criterio de psicoterapia breve que se basa en la necesidad de movilizar ansiedad para que surjan
los conflictos reprimidos más rápidamente accesibles. Para este autor lo fundamental es un problema neurótico
circunscripto. Los otros criterios son:
1- Inteligencia por encima de lo normal
2- Haber tenido por lo menos una relación significativa con otra persona
3- Una crisis emocional
4- Capacidad para interactuar bien con el terapeuta- entrevistador y para expresar sentimientos
5- Motivación para un trabajo duro durante el tratamiento
6- Una molestia principal especifica.
Si el paciente presenta por lo menos tres de estos requisitos, se realiza una segunda entrevista. En materia de
motivación el autor considera que la misma está presente si se observa:
1- Capacidad para reconocer que los síntomas son de naturaleza psicológica
2- Tendencia a la introspección y capacidad para relatar en forma honesta y confiable sus dificultades emocionales
3- Deseos de participar activamente en la situación terapéutica
4- Curiosidad y deseo de conocerse a sí mismo
5- Expectativas realistas respecto de los resultados de la psicoterapia
6- Deseos de cambiar, investigar, experimentar
7- Deseos de hacer sacrificios razonables en términos de honorarios y tiempo
Malan se refiere a dos hipótesis de selección:
- Hipótesis A o estática: Se puede descomponer en cinco factores o criterios: Psicopatología breve y circunscripta;
personalidad básica sana; historia de relaciones personales satisfactorias; comienzo reciente; y momento propicio.
- Hipótesis B o dinámica: Abarca los siguientes factores o criterios: Motivación para obtener insight; forma de
cooperación; contacto o respuesta a la interpretación; y capacidad de encontrar foco.
Fiorini plantea que un paciente estaría bien motivado cuando es posible determinar que posee:
1- Reconocimiento del carácter psicológico de sus perturbaciones
2- Capacidad de introspección que le permita transmitir honestamente lo que pueda reconocer de sí mismo
3- El deseo de comprenderse y una actitud de participación activa en la búsqueda
4- Disposición para experimentar e intentar cambios
5- Esperanza de que el tratamiento alcance buenos resultados
Los pacientes que más se beneficiarían con esta terapia serian los que presentan situaciones de crisis o
descompensaciones, situaciones de cambio, como por ejemplo los cambios del proceso evolutivo (adolescencia,
matrimonio, menopausia, jubilación), los trastornos de naturaleza reactiva en personas que previamente presentaban
un nivel aceptable de adaptación, y los disturbios de intensidad leve o moderada que no justificarían un tratamiento
excesivamente prolongado. Agrega que pueden beneficiarse también los que busquen esta terapia como tratamiento
preparatorio psicoanalítico.
James P. Gustafson propone los siguientes criterios:
a- Saber si el paciente tuvo capacidad para continuar su camino en los peores momentos de su vida
b- Si tuvo experiencias y capacidades para un relacionamiento profundo de dar y recibir con otras personas
Como se puede advertir, son tantos los requisitos que los pacientes susceptibles de beneficiarse con una
psicoterapia breve serian poquísimos.
En cuanto a lo propuesto por Sifneos, yo lo plantearía más bien como requisito para ser psicoterapeuta. Los
múltiples requisitos que hemos reseñado suscitan miles de preguntas, pero demuestran la existencia de una verdadera
resistencia a la psicoterapia breve.
El problema es poseer una ideología pasada en nuestra función y capacidad terapéutica, con una comprensión
del paciente y de sus circunstancias reales internas y externas y, sin ambiciones omnipotentes, renunciar a intentar
restructuraciones profundas de la personalidad o a llevar a cabo investigaciones más acabadas, epistemológicamente
hablando, para poder así utilizar este instrumento con todas sus limitaciones y posibilidades. Tal vez el problema
consista en aceptar el desafio de una preparación para ayudar, asistir y renunciar a la investigación epistemológica,
trascendental y estructural de la personalidad, del pensamiento y del ser-en-la-palabra.
Para seleccionar pacientes que puedan beneficiarse con una terapia de tiempo y objetivos limitados tenemos
que poseer el conocimiento de la teoría y de la técnica, de la técnica misma, de la historia bio- psico- social del paciente
y sus circunstancias, de sus estructuras psicológicas, de las modalidades relacionales y de los mecanismos de defensa
predominantes y de los aún utilizables. En el interjuego de este diagnostico holístico es posible detectar los conflictos
latentes más accesibles y aplicar con la debida flexibilidad un procedimiento terapéutico atransferencial, no regresivo,
que permita elaboraciones cognitivas y modificaciones objetales basadas en la realidad de esta nueva experiencia.
Sugiero para ello que la aceptación de un paciente para este tipo de enfoque terapéutico no sea una especie de
selección sino una adaptación mutua en la cual trataremos de ayudar, aliviar, mejorar, modificar lo que sea posible y
hasta eliminar los obstáculos para una vida más feliz y con proyecciones de futuro y posibilidades de placer.
Haré algunas indicaciones de lo que considero deseable para este pacto terapéutico. Por una lado, todas las
condiciones ya repetidas en la parte del terapeuta. Por parte del paciente, aproximadamente lo siguiente:
1- Una estructura yoica relativamente preservada (funcionamiento discriminativo de la realidad, inteligencia que
permita una comunicación comprensiva con cierta capacidad de simbolización, uso de mecanismos de defensa de
diversos tipos y disponibilidad de otros mecanismos aún no adecuadamente utilizados).
2- Capacidad de hablar y oír. No haber perdido las “funciones autónomas” del yo ni encontrarse gravemente perturbado
en lo biológico.
3- Tener una historia bio- psico- dinámica que revele que en determinados momentos evolutivos y situaciones de crisis
la persona consiguió superarlas y continuar su proceso evolutivo con su particular estructuración de su modo objetal.
4- Tener en su historia algún tipo de compromiso emocional con otra persona, indicando que existe por lo menos
inconscientemente una experiencia afectica confiable.
5- Dar muestras de sentimientos de amor, odio, tristeza, desconfianza, alegría o una indiferencia aparente que
contraste con lo que su historia revela.
6- Establecer una relación con el psicoterapeuta de acuerdo con las posibilidades que sus modalidades relacionales le
permitan.
7- Facilitar una aproximación interpersonal con el psicoterapeuta, que puede ser física o emocional, de comunicación
verbal o no verbal.
8- Poder entender cuándo se encuentra en situaciones de crisis, emergencia o precariedad de tiempo en determinadas
situaciones de la vida.
9- Revelar directa o indirectamente cierto nivel de motivación para la psicoterapia, aunque sea a través de expresiones
que puedan ser interpretadas como resistencias.
10- Disponer de cierto tiempo para esta tarea y usarlo de común acuerdo con el psicoterapeuta.
11- Aceptar la erogación económica, el tiempo operacional, el tiempo terapéutico adecuado y el encuadre disponible.

-El rol del entrevistador en la OVO:


De la Cruz, C.: Crisis, identidad y duelo.
Fundamentos teóricos: supuestos
 El adolescente puede llegar a una decisión si logra elaborar los conflictos y ansiedades que experimenta frete a su
futuro
 Las carreras y profesiones requieren potencialidades que no son específicas. Por lo tanto no pueden definirse a priori.
Estas potenciales se modifican en el transcurso de la vida de estudiante y de profesional
 El goce en el estudio y en la profesión depende del tipo de vínculo que se establece con ellos
 La realidad socio cultural cambia incesantemente
 El adolescente debe desempeñar un rol activo. Un joven que concurre a orientación vocacional demuestra estar
preocupado por su persona en relación al futuro. Concurre a un orientador para buscar ayuda, lo cual indica que esta
comprometiendo a un otro

Aspectos técnicos:
 Consigna: Tipo abierta, al modo de Bleger, ya que nos permitirá conocer más ampliamente quien es la persona que
tenemos adelante y conocer también la índole de su problemática. Se da una consigna lo más amplia posible (por
ejemplo: “te escucho”) y se explicita la duración de la entrevista y Honorio.
 Tipo de intervenciones: en caso de que el entrevistado o hable espontáneamente de: su relación con el estudio, las
materias del secundario, preferencias, rechazos, relaciones con los compañeros y profesores, opiniones de la familia
sobre sus proyectos futuros, opiniones que él mismo tiene, expectativas sobre la orientación vocacional, se puede
interrogar sobre estos temas en forma breve, clara y no directiva.
 Objetivo: lograr un diagnóstico de la problemática vocacional y las indicaciones posteriores. El análisis del primer
planteo que formula el entrevistado, nos suministra condensada toda su problemática vocacional.

Ítems para la elaboración de un diagnóstico según Boholanky:


 Manejo del tiempo: sus planteos pueden centrarse en el presente, en el pasado o en el futuro, o en varios sentidos.
Además de la dimensión temporal puede estirarse o acortarse. Es importante detectar una mayor o menor
adecuación al tiempo real ya que toda elección implica un proyecto y un proyecto es una estrategia en el tiempo. El
pasado tiene que ver con lo infantil, la renuncia a lo conocido, lo que deja
 Momentos por los que pasa el adolescente: Se toman tres momentos: el de selección, el de elección y el de decisión.
El momento de selección pone en juego la función yoica de discriminación. El fracaso en esta función conduce a
proyecciones como introyecciones, indiferencia y confusión. El segundo momento, bloqueos afectivos o
enamoramientos. En el tercer momento comprometería el proyecto a largo plazo, ya que la posibilidad de decidir
está ligada a poder tolerar la ambigüedad, postergar y graduar la acción, tolerar la frustración
 Ansiedades predominantes: Toda entrevista en la medida que constituye una situación nueva, desencadena
ansiedades de tipo persecutorio. Sin embargo también es esperable que en el transcurso de la misma aparezca otro
tipo de ansiedad, interesa el monto, el objeto con el cual está ligada, la persistencia o movilidad y el tipo de
mecanismos de defensa que desencadena.
 Carreras como objeto: Las carreras constituyen el que de su conducta de opción. Estos objetos pueden acompañar,
proteger, perseguir, destruir, reparar, vaciar, frustrar, confundir, sobreexigir, retener, agredir, etc. En la fantasía del
sujeto, independientemente de lo que es en realidad. Hay que tener en cuenta la cantidad de carreras que menciona
en primer plano. Puede no hablar de ninguna, o hablar de todas, o de varias. Expresa respecto a ellas sus gustos y
rechazos y el análisis de su mensaje nos permitirá ver la fantasía predominante, las ansiedades y las defensas con las
que encara la opción
- ninguna carrera: mundo externo confuso, yo inmaduro, falta de discriminación, ansiedad muy alta o bloqueo
- todas las carreras: mundo externo confuso, pero catectizado, y inmaduro, pero el déficit aparece no en la selección,
sino en la elección, ansiedad baja, elevado monto de omnipotencia.
- Dos carreras: mundo externo relativamente diferenciado y claro. Yo con suficiente grado de madurez para
seleccionar y elegir. La dificultad puede presentarse en el momento de la decisión
- Varas carreras: mundo externo polivalente, los objetos valiosos del yo están dispersos. Ansiedad baja, estereotipia en
las defensas
 Identificaciones predominantes: se trata de conductas de conocimiento y reconocimiento de la situación de
oportunidades que atraviesa
 Situaciones por las que atraviesa: como toda situación de cambios, la elección de futuro, implica un incremento de
conflictos. Cada situación se caracteriza por un tipo de relación objetal, ansiedades predominantes y mecanismos de
defensa característicos. La situación predilemática es en la que el adolescente no se da cuenta de que tiene que
elegir, la ansiedad es confusional, la conducta manifiesta es de extrema dependencia. La situación dilemática se
caracteriza por la presencia de afectos confusionales en una persona que si se da cuenta de que enfrenta una duda,
una dificultad en un momento de cambio, los adolescentes suelen revelar una conducta exterior con un alto monto
de ansiedad, las fantasías predominantes son agorafóbicas, puede haber fracaso en las funciones de discriminación
posteriormente. La disociación es intensa y la confusión es utilizada como defensa. En la situación problemática es
necesario suponer que los mecanismos puestos al servicio de la disociación han asumido un carácter más
instrumental perdiendo su estereotipia. El adolescente está realmente preocupado. Sus funciones yoicas se
encuentran al servicio de un análisis exhaustivo de la situación. La situación de resolución está caracterizada por la
calidad y el monto de ansiedades vinculadas a la elaboración normal de un duelo. Se activan sus antiguos
mecanismos con los que enfrentan las situaciones de pérdidas, es capaz de reconocer sus miedos y tristezas.
 Fantasías de resolución: se tienen en cuenta las expectativas concientes o icc. ante el proceso de orientación
vocacional. Estas tienen dos facetas, la búsqueda y el rechazo. El adolescente en su búsqueda para elegir puede
buscar: libertad, apoyo, permiso.
Vinculo transferencial que pueda manifestarse en la primer entrevista:
- Relación mágica: el psicólogo es investido de características omipotentes, que todo lo hace por el adolescente
- Relación filio – paterna: el adolescente fantasea que si él se porta bien, el psicólogo tiene que ponerse de su parte,
apoyarlo, aliviando sus dudas
- Relación autoconfiada: se caracteriza por cierta dosis de omnipotencia, que hace creer al adolescente que bastaran
dos o tres ideas del psicólogo para que pueda arreglárselas solo
- Relación de aspiración: se caracteriza por el sentido de la oportunidad que el adolescente asigna al proceso de
orientación vocacional. Aceptará un buen grado el contrato y el vínculo es de cooperación
 Deuteroelección: proceso de cómo eligió elegir el adolescente, como elige enfrentar una situación nueva, que eligió
decir y que omitir

Pronóstico de orientación vocacional: elementos:


 Estructura de la personalidad (pauta típica de relaciones)
 Manejo de la crisis adolescente (como ha resuelto el resto de elecciones)
 Historia escolar
 Historia familiar
 Identidad vocacional y ocupacional
 Madurez para elegir (momento de elección por el que atraviesa, deuteroelección y fantasías de resolución)

Indicaciones posibles:
Información: si la entrevista revela que gran parte de los conflictos de este adolescente se refieren a la carencia de
información, se lo orientará hacia la búsqueda de la misma
Psicoterapia individual: se opta en aquellas situaciones en que es prioritario atender a un sujeto con estructura de
personalidad frágilmente estructurada, con severos conflictos para proseguir todo su procedimiento de crecimiento
Proceso de orientación vocacional grupal: el grupo es el espacio ideal donde se sienten más contenidos en su confusión,
es refugio de incertidumbres.
Proceso de orientación vocacional individual: atención más exclusiva. Las personalidades psicopáticas por su modalidad
de inducir al otro a la acción interferirán la tarea grupal. Tmb adolescentes con conflictos en su identidad sexual, ya que
movilizarán las ansiedades grupales. Y adolescentes que sienten marcadas inhibiciones para relacionarse con los demás,
el grupo potencia su ansiedad.

- La entrevista en instituciones de asistencia a la víctima:


Zachetti: La entrevista en el área Criminológica.

Ámbito de Instituciones que asisten a víctimas de delitos


En relación a las consecuencias psíquicas en la persona víctima de un delito, debemos considerarla en situación
de crisis o urgencia, que llega a la consulta inmersa en un estado extremo de humillación y desvalimiento que le
imposibilita reconocer aquellos modos que le permitirían correrse de ese lugar y preservar su vida; generalmente no
presenta síntomas sino angustia, correlato directo del caos intrapsíquico producido por el exceso de cantidades de
excitación producto del impacto que provocó la vivencia del trauma.
El remanente excitatorio que excede los modos habituales de simbolización ingresa como cantidad extra y
deberá organizarse bajo diferentes formas de pasaje, encontrar nuevas modalidades de ligadura. Entonces, el abordaje
teórico desde el cual se hace posible aprehender la situación, es el de la teoría del trauma.
Esto se inicia en la Ciudad de Córdoba, década de los 80: Centro de Asistencia a la Víctima del delito; funciones:
- Determinar el daño en la personalidad de la víctima y la posibilidad de trascendencia al futuro de ese daño y
la determinación y aplicación de los medios idóneos para subsanar ese daño.
- Asistir y tratar a la víctima para su recuperación física, psicológica y social.
- Orientar a la víctima y a su familia para superar la situación.
Las personas son recibidas por un equipo de admisión, constituido por un profesional del derecho y un
profesional de la salud. Este equipo realizará la primer entrevista a los fines del diagnóstico victimológico y
confeccionará un legajo de paciente donde estarán detallados el diagnóstico, el material de las entrevistas, las
indicaciones y recomendaciones, y los controles de tratamiento; ese mismo equipo se hará cargo del tratamiento
posible para la víctima, teniendo en consideración las características del delito, las características de la víctima y las
consecuencias de la violencia en la víctima.
A esta entrevista no la podemos considerar “entrevista psicológica” propiamente dicha debido a su
característica de interdisciplinariedad pero es necesario indicar que aunque el marco referencial de cada profesional
interviniente sea diferente, ambos convergen en el mismo objetivo: a partir de una escucha victimológica realizar un
diagnóstico victimológico. Este tipo de escucha se funda en la creencia en el relato de la víctima para valorar la situación
y pensar medidas asistenciales. Este tipo de diagnóstico apunta a reconocer las necesidades en la urgencia y las
posibilidades asistenciales y terapéuticas.
Rol del profesional: Activo, ya que deberá reflexionar por un lado sobre la transferencia y por el otro, ubicarse en
diferentes momentos de la entrevista en posición de escucha, contención y apoyo. Intervenciones: pregunta,
esclarecimiento e información, para que la víctima pueda darse cuenta de que ella misma debe actuar para frenar la
violencia, y si la persona está en condiciones de sostener una decisión y es necesario, se le indicará efectuar la denuncia
como una forma de establecer un límite.
Será imprescindible con la persona que llega dar lugar a un vínculo de confianza y a la creación de una alianza desde la
cual se podrán llevar a cabo las medidas terapéuticas y con ello favorecer la continuidad del tratamiento.

Aspectos técnicos:
Entrevista semidirigida es la que se ajusta mejor, ya que siempre en un primer momento se toman los datos de
filiación, dirección, y todo aquello que además de permitirnos conocer desde los aspectos formales a la persona, le
servirá a ella como una instancia de re-conocimiento.
Elementos del encuadre:
Lugar: Institución.
Tiempo: Variable.
Honorarios: No corren para el entrevistado, sino que quedan a cargo del entrevistado.
Importante: Se realiza in situ desde un enfoque y práctica interdisciplinaria.

Zachetti: La entrevista en Instituciones de asistencia a la víctima


La Criminología históricamente ha estudiado el delito desde el punto de vista del delincuente; en nuestra
sociedad, cuando tomamos conocimiento de un hecho delictivo generalmente se pone la mirada sobre el agresor; de
este modo se descuida a la persona que ha sufrido el hecho de violencia, no sabemos cómo esta nueva experiencia
traumática ha hecho su montaje en su historia personal y qué efectos podría desencadenar, ya que entra en conexiones
asociativas con diversos aspectos de su vida íntima; o cómo ha impactado en su medio familiar y social.
Cuando una víctima concurre a pedir ayuda, llega invadida de angustia, en su vertiente automática, inmersa en
una situación de humillación e indefensión que no le permite reconocer aquellos modos que le posibilitarían correrse de
ese lugar y preservar su vida, incluso se siente culpable por lo sucedido, pensando en qué ha hecho o cómo lo podría
haber evitado.
Por esto la entrevista psicológica en el ámbito de la asistencia victimológica tiene las características de una
entrevista en situación de crisis. Hay una necesidad de creer en el relato de la víctima, establecer un lazo de confianza y
crear una alianza que prometa la continuidad del tratamiento.
Entrevista Inicial: El objetivo es realizar un diagnóstico victimológico que consiste en reconocer las necesidades en la
urgencia y las posibilidades asistenciales y terapéuticas, de acuerdo a ello se podrán en marcha diferentes medidas
asistenciales victimológicas, que si bien asisten en la urgencia, también apuntan a prevenir nuevas situaciones de
victimización. El profesional debe reflexionar sobre la transferencia y sin apartarse del rol poder ubicarse en posiciones
de escucha, contención y apoyo; en un rol activo desde el cual se interviene utilizando la pregunta, el esclarecimiento o
la información.
Es necesario sostener el tratamiento victimológico desde un enfoque interdisciplinario en el cual convergen el
Campo de las Ciencias Jurídicas y el de las Ciencias de la Salud; y promover además el trabajo en redes asistenciales
interinstitucionales que se articulan con el fin de proveer los recursos necesarios para la asistencia a la víctima.

Encuadre:
Lugar: Institución.
Tiempo: Variable. Generalmente la primera entrevista se realiza en dos tiempos; el primero se basa en la escucha y en
algunas preguntas, y el segundo en elaborar un plan de acción a seguir en conjunto.
Honorarios: No corren, la asistencia a las víctimas en las instituciones públicas es gratuita.
- Fundamentación técnica de las entrevistas en la investigación: diferentes tipos:
DISEÑOS DE CUESTIONARIOS- PRINCIPIOS PARA LA ELABORACION.
-Amplitud de cuestionario, se estima que un cuestionario debe durar 30´aprox, se calcula con los medio de cuestionario
de prueba,
-Evitar irradiación: es cuando el contenido de una pregunta que ya respondió, continua ocupando la mente del
encuestado y que por lo tanto la siguiente pregunta va a estar influenciada por esto., como lo evitamos?, por medio de
preguntas amortiguadoras, que son preguntas que tienen que ver con el tema no hacen al aspecto central que estamos
investigando.
-Mezcla de preguntas: se utiliza cuando se utiliza una variable compleja, vamos a descomponer esta variable compleja
en varias preguntas que vamos a esparcir a lo largo del cuestionario. Ej., si estamos investigando la rigidez en la
educación podemos disgregar esta variable es diferentes preguntas; ej., si se trata de violencia física buscar palabras
menos violentas para preguntar.
-Embudo preguntas más generales a preguntas más específicas, que tienen que ver con nuestra investigación,
empezando por preguntas generales.
_codificación del campo: es cuando tenemos marcado un campo determinado, aunque no se lo digamos, estima usted
necesario pegar a los niños...
0- Si
1- 1- no
2- Indeciso.
No le mostramos al entrevistado, solo sirve para nosotros, y abren camino a preguntas más especificas que vienen a
continuación. Si nos contesten que hay violencia a los niños, seguimos con los ítems, caso omiso, terminamos la
encuesta.
-Horquilla miento: cuando nos interesan las dos categorías, tanto las personas que nos dicen que si, como las que nos
dicen que no.
f- preguntas de introducción / alivio / control.
*alivio: se utilizan cuando se ha hecho un complejo de preguntas donde se encontraron varias preguntas antipáticas,
causan retraimiento en el encuestado, entonces se le ofrece al encuestado que se recupere, cuando son muy densas,
*De introducción: son preguntas generales, nada específicas.
*de control: son preguntas para saber si el encuestado ha contestado con sinceridad a una la pregunta que le hicimos.
Cambiamos la formulación, Preguntándole lo mismo de otra manera.
g- Datos sociales: datos de filiación, nombre, edad, estado civil, formación escolar, y se solicita al final de la encuesta,
en caso que sea anónima, no los nombre individualizadoras, pero lo otro si.

- Fundamentación teórica de las entrevistas psicooncológicas:


Ferrero, G.: Entrevista Psicooncológica. Generalidades, aspectos teóricos y técnicos
Los avances q en los últimos tiempos se han conseguido en el tratamiento del cáncer han modificado en forma
sustancial el perfil clínico y pronóstico del paciente oncológico, así como sus aspectos terapéuticos y asistenciales.
Desde la perspectiva psicosocial, la filosofía asistencial planteaba la atención de los estados emocionales de
enfermo x morir, actualmente ha dado un paso al desarrollo de áreas importantes como: la calidad de vida del paciente,
el estudio de los mecanismos del dolor, la psicoinmunología, el abordaje y el tratamiento de las complicaciones
psiquiátricas q surgen en el curso de la enfermedad, el perfil del paciente oncológico, la personalidad pre- mórbida, las
estrategias psicológicas q usa el paciente en esta enfermedad, cuidados paliativos, etc.
La Psicooncología es la actividad científica q relaciona la psicología y la oncología. Orienta sus actividades hacia la
investigación, docencia, y en especial, a la asistencia del paciente con cáncer y su entorno. Esta rama es una
subespecialidad de la Psicología y la Oncología.
Sus áreas de intervención son: paciente, familia y equipos; sus niveles de abordaje:
 1rio: prevención en familia y equipo.
 2rio: tratamiento.
 3rio: rehabilitación.

¿Qué tipo de enfermedad es el cáncer? Es la proliferación de células en un tejido, de aspecto y biología diferentes. Con
capacidad de investir y destruir tejidos vecinos y emigrar a otros órganos.
¿Qué es el cáncer desde el punto de vista psicológico? Se llama cáncer a un proceso reconocido como propio, integrado
al organismo q le pertenece desde el punto de vista biológico y psíquico y q en su evolución sigue leyes fijas, regulares y
constantes. X sus características puede destruir la totalidad de esa estructura. Reconocido como integrante del YO
(indiferencia inmunológica).
El cáncer q aquí se considera no es una degeneración. Es otro orden. X eso, xq es ordenado y coherente, se puede
estudiar, se puede estudiar, diagnosticar, reconocer, individualizar y tratar. Esta enfermedad integrada al Yo, mantiene
una relación biológica estrecha con el resto del organismo, responde a una biografía bio-psico-social.

La enfermedad del cáncer y su entorno social: su significado


La palabra cáncer es un constructo social, una representación social y tiene sus características propias; genera imagen,
emoción, produce actitudes y moviliza defensas como la negación, etc.
La enfermedad se presenta como intermedia entre la vida y la muerte. Tmb como objeto específico del saber médico. Se
presenta como la falla impersonal de una función o un órgano. La subjetividad desaparece con los tratamientos y la
sustituye el parámetro biológico.
Tmb la familia acusa movimientos q, muchas veces, distan mucho de ser favorables, activando conflictos y, en
oportunidades, sin poder establecer una red de contención. Necesita tanta ayuda como el mismo paciente.

Aspectos Teóricos de la entrevista a un paciente de estas características


La entrevista psicooncológica tiene características especiales, ya q debemos considerar los elementos específicos q
caracterizan esta circunstancia. Poder comprender, analizar, la conformación del aparato psíquico donde no sólo se
recibe una mala noticia a través del dx, sino q se le sumará el impacto de los tratamientos dejándolo muchas veces sin
recursos p/continuar.
Una situación traumática, de desvalimiento, al modo del desvalimiento originario, con la consecuente cantidad de carga
q traumatiza e invade al aparato psíquico q este no puede elaborar, rompiendo barreras y cadenas de representación;
son conceptualizaciones q marcan al abordaje psicológico de los procesos de angustia y ansiedad q se desencadenan.
No se trata q el psicólogo se comporte como médico, sin embargo, acompaña todos los procesos de enfermedad,
esclareciendo, en oportunidades hasta enseñando técnicas de tratamiento y cuidando.

Aspectos Técnicos de la entrevista


Objetivo: conseguir alivio. Establecer rápidamente una relación de ayuda y contención, posibilitar las mejores respuestas
psicológicas adecuadas a esta circunstancia. Evaluar crisis anteriores, duelos, perdidas.
Tipo de psicoterapia: planificada, focalizada, breve, individual y/o familiar (llamada de soporte y apoyo).
Entrevistas: en la dimensión temporal acorde a la duración del tratamiento oncológico.
Encuadre: preciso y claro, pero flexible (consultorio, domicilio, internación, quimioterapia, etc).
Rol: activo, continente, dialogal, empático, mantenedor del equilibrio de bajos niveles de estrés. Complementario del
equipo médico y del paciente. En el dx el rol se dirige a una valoración de la situación. Dx estructural, en 1er momento
no, luego sí.

Dx: evaluar los siguientes aspectos:


 Características personales.
 Edad.
 Lugar de residencia.
 Grupo familiar.
 Dx médico y pronóstico.
 Información (a nivel cc)
 Impacto emocional agudo.
 Niveles de adaptación (mecanismos de defensa, modos de respuestas).
 Evaluación de los dominios de calidad de vida: dominios funcional, de síntomas, psíquico, social.

Transferencia: ampliada al equipo. No se trabaja la transferencia en sentido estricto con el terapeuta sino desde las
transferencias. Ampliada xq se intenta extender este vínculo hacia el equipo total de salud.

Perfil del terapeuta:


 Actitud de compromiso.
 Formación en psicooncología.
 Supervisión constante.
 Terapia personal.
 Capacidad interpersonal.
 Reglas de abstención: cuando padece esta enfermedad, cuando acaba de salir de esta, cuando alguien de su
familia la tiene.

Lugar del terapeuta: dentro de la institución o centro de asistencia preferencialmente.

Intervenciones: generalmente atienden a lo circunstancial:


 Pregunta.
 Esclarecimiento.
 Señalamiento.
 Interpretación (escasamente) ya q se trata de no fomentar la regresión.
 Silencios.
 Validación.
 Reformulaciones.
 Prescripción del síntoma.
 Psicoeducación (counseling).
 Combinación de otros recursos técnicos.
 Aquellas intervenciones q evalúen el dolor y q apunten a diferenciar aspectos psíquicos y físicos.
 Todas aquellas q apuntalen recursos yoicos adaptativos.
 Contención y apoyo.
Se hace hincapié en la supervisión y la terapia personal ya q el compromiso profesional necesario p/este tipo de
atención toma lo teórico y lo técnico pero sobre todo los recursos anímicos del profesional.

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