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FACULTAD DE TEOLOGÍA
DOCTRINAS BÍBLICAS II
REACCIÓN CRÍTICA
BACHILLERATO EN TEOLOGÍA
IBARRA-ECUADOR
AGOSTO 2017
CAPÍTULO 14
La Resurrección
Cristo. La Biblia nos enseña que Cristo es el primogénito de la resurrección en Col. 1:18.
De igual manera creemos lo que dice la Biblia en cuanto a que los cristianos somos
resucitados juntamente con Cristo (Col. 3:1-4; 2:12; Rom.6:4). La Biblia de igual manera
nos enseña en Juan 5:25-30 que cuando Cristo venga por segunda vez, los muertos serán
resucitados y serán juzgados, aquellos que han puesto su fe en Jesucristo resucitan para
vida eterna y reinar juntamente con él en su reino (1 Tes 4:16; Col. 3:4) y los que no han
creído en su muerte y resurrección para ser juzgados, y para el desprecio eterno (Daniel
12:2).
muerto con Cristo serán resucitados en un cuerpo glorificado y aquellos que todavía viven
serán transformados sus cuerpos a cuerpos glorificados, esto quiere decir que nuestros
cuerpos no sufrirán decadencia y corrupción a las cuales hoy en día estamos sujetos, sino
que serán cuerpos gloriosos, eso quiere decir que no tendrán ningún tipo de deshonra y
como dice Wayne Grudem: “Tendremos, por lo tanto, la fuerza necesaria para hacer todo
Y por último serán cuerpos espirituales, esto quiere decir que serán cuerpos que
estén en armonía y sometidos al espíritu santo (1 Cor. 15). Esta resurrección se dará cuando
El juicio final
El juicio final sin duda es algo que acontecerá en los últimos tiempos, toda la
resurrección, para ser juzgados por él como lo muestra el Antiguo Testamento (Dn 7:9-10;
12:2; Salm 98:9) y el Nuevo Testamento(Hb 9:27; 2 Cor 5:10), por lo tanto los creyentes
El Juicio final, que efectuará Cristo se dará en dos direcciones o para dos tipos de
personas; para aquellos que han recibido el regalo de la vida eterna y para aquellos que han
rechazado el regalo de la vida eterna, lo que si es verdad y reitero es que todos, sin
excepción tendrán que comparecer ante nuestro Dios para ser juzgados de acuerdo a como
El juicio para los creyentes no será de la misma manera que para los incrédulos;
para los creyentes será una restauración de todas las cosas; tierra nueva y cielo nuevo. Para
los creyentes Dios dio la promesa de que tiene un lugar, una morada que él fue a preparar
en el cielo para todos aquellos que han creído en él como Señor y Salvador y la cual es
herencia de los creyentes y no solo la morada celestial sino toda la nueva creación(Mt 5:5).
El juicio para los incrédulos será para condenación eterna, serán juzgados por no
creer en el Hijo de Dios y por rechazar su regalo de salvación y por cada cosa realizada en
esta tierra y serán condenados y enviados a un lugar de castigo eterno (Salm 9:27; Mt18:8;
Ap. 21:8), el cual nosotros lo conocemos como infierno, donde habrá solamente dolor,
Muchas veces en mi iglesia he charlado con los jóvenes sobre el pecado y ha sido
un tema muchas veces candente, siempre con los colaboradores del ministerio hemos
repetido las palabras “Vivir como Dios quiere que vivamos no es fácil, pero tampoco es
imposible”, ya que la vida del hijo de Dios, de aquel que ha puesto su fe en Jesucristo es
transformada por Cristo y dice la Biblia que somo nuevas criaturas, sin embargo no
podemos dejar de lado nuestra carne, somos pecadores por naturaleza. Nuestra carne está
totalmente corrompida y siempre busca el mal y los placeres de la carne, y antes de conocer
a Cristo somos hijos de ira , esclavos del pecado y vivimos para el pecado, pero cuando
Dios habló y toco nuestros corazones y por su misericordia pudimos creer en Jesucristo
como el único que puede limpiarnos del pecado y sacarnos de la mala vida que llevábamos
por medio de su muerte y su resurrección, Dios cambia nuestra vida por completo, la biblia
dice que somos nuevas criaturas, en 2 Cor. 5:17 dice “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”, esto quiere decir
que si confiamos en él, Dios quita nuestra vieja naturaleza de pecado, nuestra esclavitud
del pecado y pone en nosotros una nueva naturaleza, siendo libres del pecado y ahora
En este punto nuestra vida empieza con una constante lucha contra nuestra propia
carne ya que nuestra carne es débil y busca siempre hacer el mal (Gal 5:17), la vieja
naturaleza nos insta a hacer el mal y como humanos siempre vamos a tener esta luchar
hasta que lleguemos al hogar celestial que Dios nos ha prometido, sin embargo Dios nos
ha hecho hombres nuevos que buscamos agradar a Dios y se crea una lucha entre
naturalezas, sin embargo Dios nos da la solución para poder resistir a las tentaciones de la
vieja naturaleza y que podamos vivir de acuerdo a su voluntad, la solución es alimentar a
la nueva naturaleza, mientras más comunión tengamos con nuestro salvador y nos
satisfacemos nuestra vieja naturaleza alimentándola con cosas carnales, de ninguna manera
Como hijos de Dios es nuestro deber y nuestro compromiso alimentar nuestra nueva
más a él a través de su palabra para estar llenos de su palabra y poder enfrentar las
tentaciones.
CAPITULO 17
Conducta cristiana
La conducta cristiana es un punto muy crucial en la vida del creyente, muchas veces
hay personas que dicen ser cristianas pero su conducta no muestra la relación que dicen
tener con Cristo, de igual manera como cristianos muchas veces nos hemos enfrentado en
circunstancias en las que nos hemos preguntado: ¿Está bien hacer tal o cual cosa?, ¿Es
correcto hacer esto?, muchas veces son cosas obvias en las cuales Dios rechaza por
completo que lo hagamos, y en otras ocasiones no tenemos en claro este punto, esto se da
por lo general en personas recién nacidas espiritualmente, sin embargo Dios nos ha dado
un patrón e instrucciones de cómo debemos vivir para agradarle a él y llevar una vida de
obediencia, todo está en conocerle más a él y su voluntad que está escrita en la Biblia.
Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y salvador, el Espíritu Santo mora
en nuestros corazones y nos redarguye de pecados y nos guía hacia una manera de vivir,
en experiencia propia cuando hay cosas que no están bien delante de Dios el Espíritu Santo
obra en mi vida y me hace cuestionar si esta correcto lo que estoy haciendo. El punto clave
en esta situación es hacerse preguntas como: ¿Está prohibido por es Señor para los
creyentes de hoy?, ¿Me edifica esto de alguna manera?, ¿Está es la conducta de un hijo de
Dios? O simplemente ¿Jesús lo habría hecho?, son cosas que podemos cuestionarnos al
momento de vivir una de esta situaciones y vuelvo a repetir, el Espíritu Santo hablará a
“Todos los creyentes son hijos de Dios, pero no todos son sus discípulos” (Bautista
s.f.), es una frase que me llamó mucho la atención, pero que lleva una gran verdad. Para
tener una vida que realmente vale la pena sin ninguna duda es poner mi vida al servicio de
Dios, para que él me use conforme a su voluntad y haga de mi un vaso útil para él.
En las iglesias hay muchos cristianos que no han puesto su vida al servicio de Dios
cristianos de asiento que solamente esperen a que los demás lo hagan. Sin embargo una
vida fructífera en Cristo se ve reflejada cuando una persona creyente tiene la necesidad y
el hambre de servir al Señor, como una muestra de su compromiso con Dios, no como una
ostentación sino como frutos de su vida cristiana, de servicio al Señor (Mt 9:35).
Jesús dijo a sus discípulos: “Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté,
allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.” Juan 12:26. El servir
al Señor es un privilegio, para servir al Señor hay que hacerlo de todo corazón y esto tiene
un costo, y es poner de lado las cosas que a mí me hacen sentir bien, mi confort, auto
negarse y en ocasiones ser mal vistos por las personas del mundo para servir al Señor, esto
no es fácil pero cuando hay un verdadero compromiso con Dios, Dios pone en nosotros el
obra y esto al igual que tiene costos, también trae bendiciones para el Cristiano, vives una
vida que le agrada al Señor, reconocemos que estamos aquí en la tierra con el único
propósito de servirle al Señor ya que él lo ha dado todo por nosotros y lo más gratificante
que podemos hacer es poner nuestra vida a su servicio y sin dudas trae muchas bendiciones
para la vida del cristiano, “Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e
inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en