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^MVNDO
A n t ïo v o 38
o
,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au
, ,
tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y
orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con
°^MVNDO ,
un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo
del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
ANTÎGVO monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
ROMA
Coordinación:
Pedro López Barja de Quiroga
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
S. Montero, J. Martínez-Pinna
Indice
Cronología ................................................................................................................ 54
Bibliografía ..................................................................................................................... 55
El dualismo patricio-plebeyo 7
I. El origen de la República
C
O
MI/.*
M u ralla de A rd e a
10 Akal Historia del M undo Antiguo
E. Gjerstad situaban el comienzo de dición afirma que el rey fue inm edia
la República a mediados del siglo V tamente sustituido por una pareja de
a. C., lo que implicaba rebajar en casi cónsules, que heredaron todos sus
un siglo el inicio de la m onarquía poderes excepto los religiosos, confia
«etrusca» de Roma: Tarquinio Prisco dos a un rex sacrorum. Ya en el siglo
habría reinado en el último tercio del pasado, las tendencias más críticas
siglo VI, mientras que Servio Tulio y hacia el relato analístico considera
Tarquinio el Soberbio lo habrían he ban la institución consular como el
cho en la primera mitad del siglo si resultado de una evolución que p asa
guiente. Por su parte, R. Werner parte ba a través de fases intermedias, ca
de la falsificación de los Fstos para el racterizadas por el poder único o por
período com prendido entre el 509 y el una colegialidad desigual, entrando
incendio de Roma por los celtas en el en una fuerte discusión con aquellos
390 a. C., y sitúa el final de la m o nar otros que, como Th. Mommsen, m a n
quía a mediados del siglo V. o en todo tenían la versión tradicional, reflejo
caso no antes de la derrota etrusca en según ellos de la original capacidad
C um as en el año 474. Este último creadora del pueblo romano. En los
dato es considerado fundamental por tiempos más recientes la polémica
R. Bloch, quien se imagina, a tenor de continúa a partir de viejos y nuevos
la docum entación arqueológica, una a rgum en to s, pero puede afirm arse
R om a fuertem ente e tru s q u iz a d a y que prácticamente se encuentra en el
rica y en consecuencia dom inada po mismo punto, sin percibirse todavía
líticamente por los etruscos: la derro u na pequeña luz que pueda conducir
ta de estos últimos en C um as les obli hacia la solución del problema: la
gó a a b a n d o n ar el Lacio y con ellos se cuestión sigue abierta y p ro b a b le
fue también el último rey etrusco de mente se m antendrá así durante m u
Roma. chos años.
Desde hace varios años existe sin El recurso a la historia constitucio
embargo la tendencia a admitir con nal itálica ha dado de m omento nue
mayor o m enor precisión la fecha tra vas perspectivas de acercamiento al
dicional, si no tanto el 509 exacta p ro b le m a . El céleb re h allazg o de
mente. sí al menos las postrimerías u n as peq u e ñ as lám inas de oro en
del siglo VI a. C. Así ocurre con el Pyrgi, antiguo puerto de la ciudad
grupo de opinión, todavía mayorita- etrusca de Caere, muestra que en esta
rio, que acepta la historicidad de la localidad el paso de la m onarquía a
«crónica cum ana» y la convierte en la República se produjo a través de
la piedra angular de todo su sistema: una fase interm edia, personalizada
para los seguidores de esta teoría, la en Thefaries Velianas, cuyo título es
República nace en el año 504, fecha republicano (zilaíh) pero que ejerce el
de la batalla de Aricia según las fuen poder de m anera vitalicia. Asimismo,
tes griegas. Por el contrario, otros in en las constituciones de diferentes
vestigadores siguen prefiriendo la fe pueblo s itálicos a p a rec en algunos
cha tradicional del 509, aunque sin m agistrados, p o r ejemplo, el zilaíh
admitir en su totalidad y con todos purthne entre los etruscos o el summus
sus detalles el relato analístico (J. G a meddix entre los oscos, que parecen
gé, F. De Martino. J.-C. Richard. P. indicar la existencia de una colegiali
M. Martin). dad desigual, esto es. de un colegio de
Una tercera e importante cuestión magistrados (zilath, meddices) a cuya
se centra en los aspectos instituciona cabeza se encuentra uno de ellos con
les, es decir, en la definición del m a mayor poder que los demás. Todas es
gistrado republicano que sucedió a tas situaciones se han intentado apli
los reyes al frente de la ciudad. La tra car al caso romano, utilizando tam
El dualism o patricio-plebeyo 11
propietarios, quienes por todos los dura mediante la lex curiata de impe
medios posibles increm entaban sus rio. Las circunstancias imperantes en
patrimonios y el núm ero de personas Roma con la expulsión de Tarquinio
d e p e n d ie n t e s , d e j a n d o al m ism o el Soberbio favorecieron, como he
tiempo al descubierto la completa in mos visto, un compromiso que facili
defensión de los pequeños campesi tó el acceso al consulado de elemen
nos en esta lucha desigual. tos vinculados a los conscripti. Así, se
Por otra parte, el conflicto patricio- puede comprobar la presencia de doce
plebeyo obedece en una de sus face cónsules plebeyos entre el 509 y el
tas a causas políticas y afecta funda 486, pero a partir del 485 la situación
mentalmente a la élite plebeya. Esta cambia radicalmente: si recurrimos a
última, y su representación de los la estadística, podremos observar que
conscripti, constituía una aristocracia en el casi siglo y medio comprendido
de segundo orden, totalmente a mer entre el inicio de la República y la
ced de los patricios para conseguir el concordia de los órdenes en el 367 a.
desempeño de u n cargo público. En C , dos tercios del total de los magis
los prim eros tiem pos republicanos trados su p re m o s los m o n o p o liz a n
los magistrados no eran elegidos por apenas diez familias patricias, m ien
el pueblo, sino designados por sus tras que los elementos plebeyos son
predecesores en el cargo, limitándose raros y muy mal repartidos, encon
la acción popular a la simple investi trándose tan sólo siete nombres entre
16 Aka! Historia del M undo Antiguo
que en ocasiones podía reportar la del siglo V tan sólo se docum entan
guerra. Por ello su interés se centraba dos más, el de Dius Fidius (466) y el
en disponer de las tropas necesarias de Apolo (431). Estos datos dem ues
para hacer frente a la guerra, y es en tran que las clases artesanales y m er
este sentido como debemos com pren cantiles, tan florecientes en el siglo VI
der esa actitud conciliadora que de y en los primeros años de la Repúbli
vez en cuando el patriciado asumía al ca, atraviesan ahora momentos muy
aceptar el reparto de tierras, esto es, difíciles, propiciándose de esta m ane
incrementar el número de propieta ra su integración política en el orden
rios y con ello el de soldados. Pero plebeyo y su oposición al gobierno
por esta misma razón la plebe dispo patricio.
nía de un arma eficaz en su lucha, Gracias a su organización interna,
pues al negarse a la leva presionaba la plebe pudo disponer de una plata
sobre el patriciado para conseguir sus forma efectiva para llevar adelante
propósitos y es precisamente en este las diferentes reivindicaciones que te
aspecto donde con mayor frecuencia nía planteadas. Sin embargo, en algu
se ejercía la intercessio tribunicia. nas ocasiones la situación escapaba
La situación interna de Roma tam de las m anos de los tribunos, surgien
poco dejaba de ser preocupante. Las do espontáneam ente nuevos líderes
fuentes m e n c io n a n d u ra n te estos que trataban de conducir la lucha de
años constantes tumultos provocados una m anera m ás radical, en cierta
por la cuestión de las deudas y por la medida al estilo de algunos tiranos
reivindicación de la plebe sobre la griegos. Un ejemplo de esta faceta se
parcelación del ager publicus. Por otra encuentra, en mi opinión, en el episo
parte, la escasa productividad agríco dio de Apio Herdonio, fechado en el
la del suelo latino se agravaba con los año 460 a. C. Según el relato tradicio
efectos de la guerra, lo cual producía nal (Livio, III.15-19; Dionisio, X.14-
con frecuencia un grave desequilibrio 17; Floro, 11.7.1-2; Orosio, II. 12.5) era
entre alimentos y población: el h am este personaje un sabino que al frente
bre se presenta pues como otra cons de un nutrido grupo de exiliados,
tante en la inestable situación social siervos y clientes se apoderó por sor
de Roma, que sólo se podía resolver presa y durante la noche del C apito
acudiendo a las ricas zonas trigueras lio, con la intención de liberar a los
del interior de Etruria y del sur de Ita esclavos y favorecer las pretensiones
lia. Finalmente hay que señalar una de la plebe, en esos momentos engar
nueva causa de descontento en la cri zada en un violento conflicto con el
sis económica por la que atraviesa patriciado; tras varias discusiones en
Roma a partir del 475, aproxim ada tre los cónsules y los tribunos, triunfa
mente, en consonancia con lo que finalmente la opinión de los prim e
por entonces sucede también en la ros, quienes con la inesperada y grati
Etruria meridional marítima: la ar ficante ayuda del dictador de Tuscu
queología muestra perfectamente el lum, Mamilio, tom an al asalto la co
descenso de las importaciones de ce lina, d ando muerte a sus ocupantes.
rámica ática a partir del 475, alcan Este episodio es interpretado general
zando cotas mínimas desde el 450; mente en el contexto de las guerras
este cuadro concuerda con el de la que por entonces enfrentaban a ro
construcción de edificios religiosos, manos y sabinos, lo cual no deja de
pues si en los primeros veinticinco sorprender, puesto que parece su m a
años de la República se*dedican cua mente difícil que un ejército sabino
tro nuevos templos (4%: Saturno; o c u p a r a sin m ás la a c ró p o lis de
495: Mercurio: 493: Ceres, Liber y Li Roma sin unas consecuencias d ra
bera: 484: Dióscuros), durante el resto máticas para la ciudad. En mi opi
El dualism o patricio-plebeyo 23
vocatio, sancio nada esta última por lia, de sucesiones, de propiedad, pe
una de las leyes de Valerio y Horacio nal y público.
(F. De M artino). Por el contrario, Para los analistas, a cuyo frente se
otros autores prefieren ver en él una coloca Tito Livio, el objetivo de esta
m agistratura extraordin aria creada legislación sería establecer la igual
para cum plir un fin concreto, más de dad jurídica para todo el cuerpo cívi
acuerdo con el sentido de la tradi co; sin embargo, algunas disposicio
ción. Asimismo, se ha discutido m u nes de las XII Tablas confirman la
cho sobre la cuestión de la influencia desigualdad entre diferentes grupos
griega en el contenido de la ley de las sociales, no sólo respecto a patricios y
XII Tablas, influencia reconocida por plebeyos, sino también entre adsidui y
la propia analística, que habla de una proletarii. Por su parte, los propios j u
legación enviada a Atenas para ase ristas antiguos d ab an otra interpreta
sorarse sobre su sistema jurídico por ción, reflejada en el propio título de
si fuera posible aplicarlo a Roma; in los decenviros, legibus scribundis, esto
cluso se m encionaba a un tal Hermo- es reem plazar un derecho consuetu
d o ro s, e x ilia d o efesio, que h a b í a dinario por otro escrito. Un jurista
aconsejado a los decenviros y cuya del siglo II d. C„ Pomponio, lo expli
estatua fue erigida en el Foro. Algu ca m uy c l a r a m e n t e d ic ie n d o que
nas de las normas incluidas en las «tras la abrogación de las leyes reales,
XII Tablas, como la prohibición del el pueblo vivía de nuevo bajo el im pe
lujo en los funerales, recuerdan dis rio de la costumbre y de un derecho
posiciones similares del m undo grie incierto, más bien que bajo el imperio
go, pero es sum am ente difícil precisar de una legislación positiva» (Digesto,
h a s ta d ó n d e p u e d e lle g a r tal i n 1.2.2.3); esta última sería la misión de
fluencia. los decenviros. En general, las leyes
Más que en su propia existencia, la no eran de conocimiento público y se
im portancia del decenvirato está en ap lica b an según un procedim iento
su obra legislativa, en la ley de las XII cargado de fuerte contenido religioso
Tablas, considerada por Livio como y que obraba en poder de los pontifi
fo n s o m n is p u b lic i privatique iuris ces en este sentido, la codificación y
(III.34.6). En realidad las XII Tablas publicación del derecho suponían un
no constituyen un código, en el senti intento por acercarlo al conocimiento
do de pretender ser una relación sis de todos, y así iniciar el camino hacia
temática de preceptos legales para re la paridad jurídica; al mismo tiempo
gular las relaciones cívicas, sino un se destaca otra im p o rta n te c o n s e
conjunto muy variado de norm as de cuencia de la política de los decenvi
todo tipo de las que la mayor parte ya ros, esto es la laicización del derecho,
existía con anterioridad. Aunque el el intento por privarle de sus antiguas
texto completo se ha perdido, su con connotaciones religiosas presen tán
tenido nos es conocido por gran ca n dolo como expresión de la voluntad
tidad de fragmentos que permiten ha h um ana: como dirían los antiguos j u
cerse u n a idea bastante exacta del ristas, el ius desplaza al fa s en la co n
mismo: hay que tener presente que cepción del derecho.
tales tablas estuvieron expuestas en el La situación imperante en Roma
Foro durante siglos y que su estudio en estos años centrales del siglo V a.
era obligatorio en las escuelas rom a C. recuerda en m uchos aspectos la
nas. La ley de las XII Tablas constitu que existía en algunas ciudades grie
ye quizás el más antiguo m onum ento gas durante la edad arcaica, no sólo
legislativo del derecho rom ano y en en las circunstancias que propiciaron
sus normas de naturaleza arcaica se la crisis (problema agrario, esclavitud
ocupa del derecho procesal, de fami por deudas), sino también en su con-
El dualism o patricio-plebeyo 27
se, las 20 de la segunda, otras tantas la reunían las condiciones para poseer
tercera y lo mismo la cuarta, a las que los auspicios públicos, requisito fun
seguía la quinta clase con 30 centu dam ental para acceder a las magis
rias; el cuadro se cerraba con una traturas ciudadanas que tuvieran la
centuria de proletarios, dos de músi facultad de consultar a los dioses.
cos y dos de ingenieros. La plebe do Los años inm ediatam ente posterio
m in aba lógicamente las clases infe res al decenvirato legislativo asisten a
riores, aunqu e tenía también desta d eterm in ad as reformas constitucio
cados elementos, aquéllos con mejor nales, las cuales son encuadradas por
situación económica, encuadrados en la trad ición —y tam bién p o r gran
la primera; sin embargo, la unidad de parte de la investigación m oderna—
voto estaba constituida por la centu en el contexto del enfrentamiento po
ria, con lo cual la plebe siempre esta lítico entre el patriciado y la plebe;
ba en minoría, pues sum ando el voto sin embargo, en cierta medida res
de la primera clase con el de la cab a ponden asimismo a causas más es
llería, dom inadas am bas por el patri- trictamente administrativas, a la pro
ciado, este últim o alca n zab a fácil pia dinám ica del desarrollo y perfec
mente la mayoría (98 sobre 193), con cionam iento de la constitución repu
lo que la segunda clase rara vez era blicana. Este último motivo es más
llam ada a votar. claro en el caso de la creación de la
De todas las leyes incoiporadas a censura, mientras que para los tribu
las XII Tablas tan sólo una hace di nos militares con poder consular ya
recta alusión al conflicto patricio- no es tan evidente.
plebeyo. A p ro b a d a según el relato Según relata la tradición, en el año
tradicional por el segundo colegio de 443 a. C. se propuso al Senado la ins
decenviros, esta ley prohibía los m a titución de una nueva magistratura
trim on ios mixtos entre patricios y para que se encargara «del control de
plebeyos, m anifestando el patriciado los escribas, de la conservación de los
de esta m a n e r a su a m b i c i ó n p o r registros públicos y de la elaboración
constituirse en una casta cerrada. Sin del censo» (Livio, IV.8.4); los senado
embargo, aparte su valor sociológico, res acogieron con agrado la propues
la medida tiene tam bién un im por ta, pues significaba la inclusión de
tante carácter político, pues se trataba nuevos magistrados patricios en el
de invocar un principio religioso para gobierno, mientras que la plebe no
privar a los plebeyos del acceso a la opuso resistencia por considerar esta
magistratura suprema, y por ello no magistratura más necesaria que bri
es de extrañar que pocos años des llante. Nace así la censura, magistra
pués, en el 445 a. C., cuan do el tribu tura com puesta por dos miembros,
no C. Canuleyo logró suprim ir tan in elegidos en los comicios por centurias
humanissima lex, como la calificaba cada cinco años y con una duración
C iceró n , sus p r o p u e s ta s lle v a b a n de 18 meses, tiempo considerado sufi
tam bién la petición de que los plebe ciente para realizar el censo. La a p a
yos pudieran acceder al consulado. rición de la censura en estos m o m en
Al privar a los plebeyos del ius conu tos se encuadra perfectamente en el
bium , lo que se hacía al mismo tiem contexto de la obra política del de
po era reservar al patriciado las iustae cenvirato que acabam os de ver, y en
nupticie y la confarreatio. forma de m a este sentido la tradición está en lo
trimonio solem ne que se celebraba cierto al poner mayor énfasis en las
p ú b lic a m e n te en p re s e n c ia de los razones adm inistrativas que en las
pontífices y de los magistrados de la políticas. En efecto, la institución de
ciudad, y tan sólo los nacidos de pa la asamblea centuriada, dividida en
dres vinculados m ed ian te este rito cinco clases tom ando como criterio la
El dualism o patricio-plebeyo 29
ETRURIA
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SABINOS
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L. Bracciano Feroniae
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Etruria meridional
A p o lo de V eye s.
M useo de Villa G iulia, Roma
38 Akal Historia del M undo Antiguo
riendo suyos tales problemas, preten estos tribunos presentaron tres pro
de aspirar a un poder personal. En puestas de ley para dar cumplimiento
los años 385 y 384 tiene lugar la lla a todas las reivindicaciones plebeyas:
mada seditio M anliana, cuando el p a el acceso de este estamento a la m a
tricio Tito Manlio, héroe de la defen gistratura suprema, la cancelación de
sa del Capitolio contra los galos, trata las deudas y un mejor reparto del
de levantar a la plebe contra el go ager publicus. Naturalm ente el patri
bierno patricio, tom ando como b a n ciado hizo oídos sordos a proposicio
dera de su revolución la cuestión de nes de este tipo, pero los tribunos,
las deudas, que había conducido a conscientes de su fuerza, no estaban
gran núm ero de ciudadanos a unas dispuestos a dejarse vencer y utiliza
condiciones desesperantes. Al igual ron todos los medios a su alcance
que sus antecesores Casio. Herdonio para conseguir sus propósitos. A lo
V Maelio. Γ. Manlio sufrió la misma largo de diez años consecutivos Lici
pena capital acusado de aspirar a la nio y Sextio fueron elegidos tribunos
realeza. Ahora bien, si Manlio fraca y durante cinco, según dice Livio, fue
só en su intento de poder personal, ron las únicas elecciones que pudie
otro personaje si alcanzó el éxito, ron celebrarse, pues haciendo uso de
aunque disfrazándolo bajo aparien su intercessio los tribunos p a raliza
cias constitucionales. Este último fue ban los comicios para evitar la elec
Marco Furio Camilo, el conquistador ción de nuevos magistrados. El Sena
de Veyes y vencedor de los galos, lla do tuvo que recurrir a la dictadura de
mado «segundo fundador de Roma» C a m ilo p a ra restablecer el orden,
y cuya figura dom ina la política ro pero fracasó en su intento. F inalm en
m ana en las dos primeras décadas te, en el año 367. Licinio y Sextio lo
del siglo IV. Personaje un tanto co n graron triu n fa r y sus leyes fueron
tradictorio. Camilo aparece envuelto aprobadas, siendo L. Sextio el primer
en la tradición por una aureola de le plebeyo que según la tradición alcan
yenda y mitificación que sin embargo zó el consulado.
no logra esconder el hecho real de A pesar de que las leges Liciniae-
haber sido el p r im e r p rinceps romano: S ex tia e han sido muy criticadas, lle
como ha puesto en relieve J. Helle- gándose incluso a querer privarles de
gouarc’h, en C am ilo se encuentran valor histórico, lo cierto es que sal
elementos fundamentales que carac vando algunos detalles, su trasfondo
terizarán el régimen imperial rom a se adapta con bastante facilidad a las
no, como son la realización de una condiciones de la época. La primera
m onarquía sin recurrir a un título ley es de orden constitucional y esta
que exprese claram ente esta situ a blece que en lo sucesivo ya no se vol
ción, m antenim iento de las p o te sta verán a elegir tribunos militares con
tes tradicionales, respeto a la auctori poder consular, ordenando el resta
tas del Senado y búsqueda del co n blecim iento del co nsu lad o, con la
sensus popular. Censor en una oca obligación de que uno de los cónsules ^
sión, tribuno militar con poder con ha de ser plebeyo. Esta norma es con
sular en siete y d ictad or en cinco, siderada por algunos autores m oder
constituye un cursus h o n o ru m que h a nos no com o la restauración, sino
bla por sí solo de la importancia de com o el nacim iento del consulado,
Camilo en la vida política romana. que habría sido precedido, según he
En el año 377 a. C. son elegidos tri mos visto, p o r otras m agistraturas
bunos de la plebe Cayó Licinio y L u (m agister p o p u li, decem viri, praetores,
cio Sextio y con ellos se inicia la recta trib u n i m il. con. p o t.) a tenor de las
fnal en el triunfo de la plebe. Inm e condiciones políticas imperantes. Sin
diatamente a la entrada en el cargo. embargo, en la actualidad muy pocos
El dualism o patricio-plebeyo 39
du dan de que este episodio de la tra una única, con la creación de la cen
dición es histórico: tras varios inten sura primero y de la pretura y edili
tos por definir el ejercicio del poder dad después, se la va descargando de
supremo, el consulado se manifestó funciones con una clara tendencia
como la solución más práctica, pero hacia la especialización, reflejo de la
adaptándolo a la nueva situación, por complejidad creciente de la adm inis
lo que su reinstauración hay que c on tración de la ciudad.
siderarla conjuntam ente con otra me La segunda ley hace referencia a la
dida constitucional, que si bien no cuestión de las deudas, u na de las
em ana de la misma ley. se inserta en grandes lacras que había sacudido a
idéntico contexto: la creación de nue la sociedad romana. La ley de los tri
vas magistraturas especializadas, la b u n o s Licinio y Sextio trataba de
pretura y la edilidad curul, encargada ca n c e la r las d euda s estableciendo
la primera de la administración de la que las cantidades entregadas en con
justicia y la segunda de asuntos de la cepto de intereses serían deducidas
adm inistración local, en consonancia del capital, y si todavía quedaba parte
con los ediles de la plebe. De esta m a de éste por redimir, se pagaría en tres
nera se va perfilando el contenido de a n u a lid a d e s iguales. Sin embargo,
las m agistraturas republicanas, que aunque esta disposición supuso un
h a b i e n d o n a c id o u n if o r m a d a s en gran alivio para los deudores, no ata
La ciudad de Roma
40 AkaI Historia del M undo Antiguo
Plano de Veyes
El dualismo patricio-plebeyo 47
Según Plinio (NH 111,172), el mismo Pero estas infiltraciones sobre sue
día que Veyes caía en poder de los ro lo itálico sólo fueron un tímido prece
manos. los galos conquistaban la ciu dente de las invasiones a comienzos
dad de Melpum. bastión septentrio del siglo IV de boyos, lingones y sesno-
nal de los etruscos. nes, tribus conocidas más tarde en
La expansión gala en Italia es con R om a con el nom bre de galli, que
secuencia de los movimientos inter sem braron el pánico y la desolación.
nos del m undo celta de lines del s. VI. La mayor parte de las ciudades de la
Los celtas llegaron a Italia, proceden Etruria p a d a n a fueron cayendo en
tes de la Europa central, atravesando m anos de las diferentes tribus celtas:
algunos de los principales pasos alpi Melpum y M arzabotto fueron, entre
nos e infiltrándose en la península otras, tom adas pese a la resistencia de
itálica durante varias generaciones. sus habitantes, poco numerosos y es
Estas gentes habían determinado una casamente unidos entre ellos. Algu
nueva-civilización, la de la Teñe, ca nas, sin em bargo, lograron resistir
racterizada frente a la anterior, la de cierto tiempo, como Felsina, cuyas es
Hallstatt, por una transformación de telas funerarias ilustran la lucha de
los ritos funerarios, modificaciones sus habitantes —a caballo— en acto
en el armam ento, y un mayor enri de luchar contra los galos ignudos.
quecimiento de la cerámica y las al La zona septentrional de Italia reci
hajas por influencias mediterráneas. bió. de los romanos, desde mediados
Los primeros indicios de la presen del s. IV, el nom bre de Galia Cisalpi
cia celta en Italia, las necrópolis célti na, nom bre que conservó hasta fines
cas de la Romagna, pertenecen a los del período republicano. Los galos no
comienzos del s. V. Las fuentes hacen celtizaron completamente esta región
alusión a las antiguas relaciones co y así M antua, al norte del Po, protegi
merciales entre los celtas y las ciuda da p o r sus p a n ta n o s , p erm a n e c ió
des etruscas. De la misma manera, la etrusca; de forma similar. Ravenna y
arqueología ha puesto al descubierto otras ciudades al sur del río nunca se
tesoros como el de Vix, una de las transformaron en centros galos.
más típicas estaciones del Hallstatt fi Por lo demás. Italia no fue una ex
nal. donde junto a cráteras de bronce cepción: arrastradas por igual ímpetu
de procedencia griega figuran algu otras bandas célticas siguiendo la vía
nas piezas de importación etruscas. del D anubio asolaron Grecia (Delfos
48 Aka! Historia del M undo Antiguo
fue saqueada en el 279 a. C.) y alcan suele ser reducida a la mitad, es decir,
zaron la península anatólica, donde a unos treinta mil hombres.
fundaron el reino de los gálatas. Contra los invasores hay que supo
Polibio (11,17,10) señala que junto ner que los rom anos movilizaron to
al trabajo del campo, otra de las for das sus fuerzas. De Sanctis, en base al
mas principales de vida de los galos núm ero de tribunos militares y legio
era la guerra, las incursiones por tie nes, calcula una cifra de quince mil
rras de los umbros y etruscos en bus hombres, incluyendo los contingen
ca de botín. Una de estas, posible tes de aliados, que, como señala Poli
m ente tras el frustrado intento de bio (11,18,2). colaboraron con los ro
saquear la ciudad de Clusium, fue la manos en la defensa de la ciudad.
que llegó hasta Roma. Los rom anos salieron al encuentro
En el año 390, según la tradición para cortar el avance de los galos.
latina, o el 387, según la cronología de Ambos ejércitos se enfrentaron a ori
los historiadores griegos, un grupo de llas del Allia, afluente del Tiber por la
galos senones, siguiendo el valle del derecha, a unos 16 kilómetros de la
Tiber penetró en el Lacio con el pro ciudad: el ejército rom ano sufrió una
pósito de tom ar la ciudad más rica y derrota calificada por la tradición de
potente de la zona. El jefe militar es verdadera catástrofe. Vencidos y dis
llam ado por las fuentes, Brenno; en persados. la mayor parte de las tropas
cuanto al núm ero de bárbaros, la exa se refugió en Veyes, mientras otros re
gerada cifra propuesta por Diodoro gresaron desordenadam ente a Roma.
El dualism o patricio-plebeyo 49
Merecen subrayarse tam bién los vín de las obligaciones militares y fisca
culos que desde entonces unieron a les propias de los ciudadanos de ple
Roma con la etrusca Caere. Ambas no derecho, pero sí todas las garantías
ciudades eran vecinas desde la ane jurídicas para los comerciantes y a r
xión del territorio veyentino; durante tesanos ceretanos que vivían en Roma.
el saqueo galo, Caere acogió a las ves Algunos autores, como J. Hcurgon,
tales y a los fugitivos romanos, lo que consideran que en los años siguientes
contribuyó aún más a un favorable a la invasión gala comenzó, lenta
entendimiento entre ellas. mente, la colonización ultram arina
El ataqu e con d u c id o por D io n i de Roma. Tal suposición se basa, fun
sio I en el 384-383 contra Pyrgi, el dam entalm ente, en el testimonio de
puerto de Caere, cuyo santuario fue Teofrasto, quien conocía una colonia
saqueado, con el propósito de fijar un que «antiguamente» trató Roma de
establecimiento sobre esta zona de la fundar en la isla de Córcega con 25
costa tirrénica, anim ó también a los navios. También Diodoro (XV,27,4),
romanos a hacer causa com ún con corroborando dicha afirmación, co
los etruscos en los años siguientes a la nocía una expedición a Cerdeña, h a
invasión gala para defenderse de la cia el 377, de quinientos colonos.
expansión siracusana. De ser esto cierto es preciso admitir
Esta alian za rom ano-ceretana se que R o m a u tiliza b a la flota y los
estableció, tras la retirada de los ga puertos de Caere tratando de asegu
los, bajo el marco de un hospitium p u rarse el dom inio de una zona contro
blicum, según M. Humbert, que fue lada por Dionisio de Siracusa, quien
reemplazado más tarde, hacia el 350, desde el 382 había iniciado una nue
por la civitas sine suffragio. Esto no im va guerra contra Cartago. Desde el
plicó que la ciudad etrusca perdiera 350 la pujanza marítima de Caere p a
su autonom ía local: Caere mantuvo sara bajo el control de Roma —lo que
las magistraturas y los cultos locales. será s a n c i o n a d o en el II t r a t a d o
Una prueba de dichas relaciones la rom ano-cartaginés— iniciándose lo
constituyen las denom inadas tabulae que J. Heurgon considera «su entra
caeritanae, en las cuales venían con da en la política mediterránea».
signados aquellos que no tenían dere El tratado entre Roma y Massalia,
cho de voto, quizá tampoco ninguna recordado por Justino, podemos da-
52 AkaI Historia d el M undo Antiguo
Cronología
Bibliografía
Eteocles y Polinices.
Tum ba François de Vulci