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HISTORIA

Wm v N d O
A ntïgvo 44
LA REPÜBUCA
TARDIA: CESARIAMOS
Y POMPEYANOS
,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va­
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di­
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au­
, ,
tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y
orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con
°^MVNDO ,
un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo
del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
ANTÎGVO monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.

25. J. F ernández N ieto, La guerra 44. C . G onzález R o m án , L a R e­


del Peloponeso. pública Tardía: cesarianos y
1. A. C aballos-J. M . S errano, 26. J. F ernández N ieto, Grecia en pompeyanos.
Sum er y A kka d . la primera m itad del s. IV. 45. J. M. R oldán, Instituciones po­
2. J. U rru ela , Egipto: Epoca Ti- 27. D . P lácido, L a civilización líticas de la República romana.
nita e Imperio Antiguo. griega en la época clásica. 46. S. M ontero, L a religión roma­
3. C . G . W ag n er, Babilonia. 28. J. F ernández N ieto , V. A lon­ na antigua.
4. J. U rru ela , Egipto durante el so, Las condiciones de las polis 47. J. M angas, Augusto.
Imperio Medio. en el s. IV y su reflejo en los 48. J. M angas, F. J. Lom as, Los
5. P. Sáez, Los hititas. pensadores griegos. Julio-Claudios y la crisis del 68.
6. F. Presedo, Egipto durante el 29. J. F ernández N ieto , E l m un­ 49. F. J. Lom as, Los Flavios.
Imperio N uevo. do griego y F Hipa de Mace­ 50. G. C hic, La dinastía de los
7. J. A lvar, Los Pueblos del M ar donia. Antoninos.
y otros movim ientos de pueblos 30. M . A . R a b a n a l, A lejandro 51. U . Espinosa, Los Severos.
a fines del I I milenio. Magno y sus sucesores. 52. J. F ernández U biña, El Im pe­
8. C . G . W agner, Asiría y su 31. A. L ozano, Las monarquías rio Romano bajo la anarquía
imperio. helenísticas. I: El Egipto de los militar.
9. C . G . W agner, Los fenicios. Lágidas. 53. J. M uñiz Coello, Las finanzas
10. J. M . B lázquez, Los hebreos. 32. A. L ozano, Las monarquías públicas del estado romano du­
11. F. Presedo, Egipto: Tercer Pe- helenísticas. II: Los Seleúcidas. rante el A lto Imperio.
nodo Interm edio y Epoca Sal­ 33. A. L ozano, Asia M enor he­ 54. J. M. B lázquez, Agricultura y
ta. lenística. minería romanas durante el
12. F. Presedo, J. M. S erran o , La 34. M . A. R abanal, Las monar­ A lto Imperio.
religión egipcia. quías helenísticas. III: Grecia y 55. J. M. B lázquez, Artesanado y
13. J. A lv ar, Los persas. Macedonia. comercio durante el A lto I m ­
35. A. P iñero, L a civilización he­ perio.
lenística. 56. J. M angas-R . C id, E l paganis­
mo durante el A lto Imperio.
14. J. C . Berm ejo, E l m undo del ROMA 57. J. M. S antero, F. G aseó, El
Egeo en el I I milenio. cristianismo primitivo.
15. A. L ozano, L a Edad Oscura. 36. J. M artín ez-P in n a, El pueblo
58. G . B ravo, Diocleciano y las re­
16. J. C . Berm ejo, E l m ito griego etrusco.
form as administrativas del I m ­
y sus interpretaciones. 37. J. M artín ez-P in n a, L a Rom a perio.
primitiva.
17. A. L ozan o , La colonización 59. F. Bajo, Constantino y sus su­
38. S. M ontero, J. M artín ez-P in ­
gnegtf. cesores. La conversión del I m ­
na, El dualismo patricio-ple­
18. J. J. Sayas, Las ciudades de Jo- perio.
beyo.
nia y el Peloponeso en el perío­ 60. R . Sanz, E l paganismo tardío
39. S. M o n te ro , J. M artínez-P in-
do arcaico. n a, La conquista de Italia y la y Juliano el Apóstata.
19. R . López M elero, E l estado es­ igualdad de los órdenes. 61. R. Teja, La época de los Va-
partano hasta la época clásica. 40. G. Fatás, E l período de las pri- lentinianos y de Teodosio.
20 . R . López M elero, L a fo rm a- meras guerras púnicas. 62. D. Pérez Sánchez, Evolución
ción de la democracia atenien­ 41. F. M arco, La expansión de del Imperio Rom ano de O rien­
se, I. El estado aristocrático. R om a por el Mediterráneo. De te hasta Justiniano.
21 . R . López M elero, La fo rm a­ fines de la segunda guerra Pú­ 63. G . B ravo, E l colonato bajoim-
ción de la democracia atenien­ nica a los Gracos. perial.
se, II. D e Solón a Clístenes. 42. J. F. R odríguez N eila, Los 64. G. B ravo, Revueltas internas y
22. D . Plácido, C ultura y religión Gracos y el comienzo de las penetradones bárbaras en el
en la Grecia arcaica. guerras civiles. Imperio i
23. M . Picazo, Griegos y persas en 43. M .a L. Sánchez León, R evuel­ 65. A. Jim énez de G arnica, La
el Egeo. tas de esclavos en la crisis de la desintegración del Imperio R o­
24 . D . Plácido, L a Pentecontecia. República. mano de Occidente.
WmWum
HISTORIA
^MVNDO
A ntîgvo

ROMA
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Complutense
de Madrid)

Diseño y maqueta:
Pedro Arjona

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ISBN: 84-7600 488-5 (Tomo XLIV)
Impreso en GREFOL, S.A.
Pol. II - La Fuensanta
Móstoles (Madrid)
Printed in Spain
LA REPÜBLICA TARDIA:
CESARIAMOS Y POMPEYANOS

C. González Román
Indice

I. Introducción ............................................................................................................. 7
1. F u e n t e s ................................................................................................................ 7
2. El m arco histórico ........................................................................................... 10
a) El prob lem a a g r a r i o ................................................................................... 10

b) La in adecu ació n de las estructuras p o lític o -a d m in istra tiv a s....... 14


c) O ptim ates y populares .............................................................................. 16

II. El período p o s ts ila n o ............................................................................................. 23


1. Rebeliones militares ....................................................................................... 23
2. La resta ura c ió n del trib u n a d o de la plebe ............................................ 25

III. La formación de las «dinastías militares» ........................................................ 29


1. Los poderes extraordinarios de P o m p e y o ................................................ 29
2. La política ro m a n a en la d écada de los 60: las am bicion es de
C ra so .................................................................................................................... 34
3. El « prim er triunvirato» .................................................................................. 35
4. La conquista de la G alia .............................................................................. 38
5. La agudización de la crisis ........................................................................... 40

IV. Las guerras civiles .................................................................................................. 43

1. La guerra civil C ésar-Pom peyo ................................................................... 43


2. La dictadura de César .................................................................................... 46
3. R o m a tras la muerte de C é s a r ..................................................................... 52
4. El segundo triunvirato ...... ,·............................................................................ 54
5. La victoria de O c t a v i a n o ............................................................................... 58

Cronología ........................................................................................................................ 59

Bibliografía 62
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 7

I. In tro d u cció n

1. Fuentes nos ha c o n serv a d o a través de u n re­


su m en ; este es el caso, asim ism o, de
El p erío do c o m p r e n d id o entre el fin Trogo Pom peyo, que vive en época de
de la d ic ta d u ra de Sila y la te r m in a ­ Augusto, y de cuya o b ra tan sólo c o n ­
ción de las sucesivas guerras civiles servam os el epíto m e de Justino, escri­
que a so la ro n el E sta d o r o m a n o tras to en el siglo II.
la m uerte de César, con la victoria de J u n to a estas o b ra s generales, p o ­
Octavio sobre M arc o A n to n io en A c­ seemos, asim ism o, descripciones p a r ­
cio, el 31 a. C., constituyen u n a de las ciales de d e te rm in a d o s a c o n te c im ie n ­
etapas m ejor d o c u m e n ta d a s de la h is ­ tos, realizad as o bien p o r sus propios
toria de R o m a y, p ro b a b le m en te , del p ro ta g o n is ta s o p o r in d iv id uo s que
m u n d o antig uo en general. La d o c u ­ p artic ip a ro n de u n a u otra form a en
m e n ta c ió n no es u n ifo rm e p a ra todos los a c o n tecim ientos o p o r h isto ria d o ­
los acon tec im ie n to s y vicisitudes his­ res que viven en u n a época bastante
tóricas, pero de su im p o rta n c ia son posterior a los mismos. E ntre los tes­
expresión los siguientes testimonios. tim onios directos h ay que alu d ir ne­
A nte todo, p o se e m o s la in f o r m a ­ cesariam en te, p o r su c o n te n id o estric­
ción p roceden te de u n a serie de obras ta m e n te histórico, a la o b ra de C ésar
generales, m ás o m en o s distantes en y de Salustio. E n el corpus cesariano
el tiem p o de los acon tecim ientos que h ay que in clu ir el « C o m e n ta rio a la
se nos n a rran ; tal ocurre, entre ellas, G u e rr a de la G a lia » y el « C o m e n ta ­
con la n a rra c ió n que nos p ro p o rc io ­ rio a la G u e r r a Civil», ju n t o a obras
na D io n C asio en el siglo III d. C.. o realizadas p o r oficiales suyos, com o
con Veleyo Patérculo, u n oficial de la Hircio; tal ocurre c o n el Bellum Ale­
é po ca de Tiberio, que c o n d e n sa toda xandrinum, Bellum Africanum y Bellum
la historia de R o m a, desde los oríge­ Hispaniense. D e n tr o de este m is m o
nes hasta su tiempo, en dos libros. En ap a rta d o , ta m b ié n h a y qu e referirse a
a lgunos casos, la in fo rm a c ió n que se la o b ra de Salustio, esp ecialm ente a
nos p ro p o rc io n a en estas obras g ene­ la « C o n ju ra c ió n de C atilina», a los
rales h a llegado h asta nosotros tan fragm entos de sus «H istorias» y a sus
sólo p a rcia lm e n te; el caso m ás signi­ Epistulae a d Caesarem, qu e se e n c o n ­
ficativo de este fe n ó m e n o está con sti­ tró ju n t o a otros escritos en u n códice
tuido p o r la n a r ra c ió n que Tito Livio del Vaticano del siglo IX o X, cuya a u ­
nos p r o p o rc io n a b a en los libros 96 y tenticidad, discutida d u r a n te b astante
siguientes de su obra, que ta n sólo se tiem po, parece a h o ra establecida.
8 Akal Historia d el M undo Antiguo

U n a in fo rm a c ió n ta m b ié n parcial, v idad de César, Ovidio en su p o e m a


pero de gra n im p o rta n c ia , está c o n sti­ la M etamorfosis y el p ropio L u c a n o en
tuida p o r los cinco libros dedicados la Pharsalia, d o n d e nos describe el d e ­
p o r A p ia n o, q u e escribe en época de sa rrollo de la guerra civil entre C é s a r
A driano , a la descripción de las gue­ y Pom peyo, en diez libros, desde los
r r a s c iv ile s , i n c l u i d o s en su o b r a inicios hasta sus vicisitudes en Egipto.
Historia Rom ana. Tan im p o rta n te d o c u m e n ta c ió n li­
Poseem os ta m b ié n un n ú m e r o im ­ te ra ria no deja de p la n te a r p r o b le ­
p o r t a n t e d e b io g r a f ía s d e los m á s mas; de sta q u e m o s, ante todo, los d e ­
im p o rta n te s prota go nista s de la é p o ­ rivados de su p ro pio carácter; todos
ca, realizadas a fines del siglo I o co ­ estos escritos tienen la m ism a pro c e ­
m ie n z o s del siglo II d. C ; las realiza­ d en c ia social, ya que e m a n a n de in d i­
das por Plutarco sobre Sertorio, Lucu­ viduos que fo rm a b a n parte de la c la ­
lo, Pom peyo, C raso, Cicerón, C atón, se p r i v ile g ia d a r o m a n a , del o r d e n
Bruto, A n to nio, etc., tienen un m a r c a ­ sen ato rial o del ecuestre; en c o n s e ­
do c arácter m ora liz a nte ; en cam bio, cu encia, pese a las variantes, g u a rd a n
las realizadas p o r S uetonio sobre C é ­ u n a estrecha relación con la visión o
sa r o el p ro p io A ugusto inciden más visiones qu e de la crisis re pu blic a na
en lo anecdótico. existía d e n tro de los g rupos d irig e n ­
Esta d o c u m e n ta c ió n p r o p ia m e n te tes; en c a m b io , c o m o a n o ta L. R. Tay­
histórica se com p le ta m ed ia n te la in ­ lor, no existe en toda esta in f o r m a ­
fo rm ación p ro c e d e n te de otros escri­ ción literaria nin g ú n escrito que nos
tos de diferente carácter; entre ellos aporte, de form a parecida a lo que
hem o s de m e n c io n a r, p o r su interes ocu rre con Petronio, M arcial o Juv e­
histórico, la o b ra de C icerón, que está nal en el Alto Imperio, la visión de la
co nstitu id a p o r sus escritos filosófi­ plebe. Este fe n ó m e n o es tanto más ro-
cos, p o r los c in c u e n ta o sesenta dis­ b l e m á t ic o c u a n t o q u e el e n f r e n t a ­
cursos p r o n u n ic a d o s d elante del Se­ m iento, c o m o veremos, entre optim a­
nado, el p u e b lo o los tribu nales y po r tes y populares constituyó u n a de las
la c o r r e s p o n d e n c ia m a n te n id a con ca u sa s fu n d a m e n ta le s de la lla m a d a ,
sus am igos o fam iliares m ás p ró x i­ p o r R. Syme, «Revolución R o m a n a » ,
m os. O b v i a m e n t e , la in f o r m a c i ó n o si se prefiere crisis del o r d e n a m i e n ­
que nos p r o p o rc io n a tan varia d a d o ­ to político de la R epú blica R o m a n a .
c u m e n t a c i ó n es m u y h e te r o g é n e a , Pero, a d e m á s, d a d a la tr a s c e n d e n ­
d e sta c a n d o p o r su c a rá cter puntual, cia histórica del período, que p o n e fin
en to r n o a d e te r m in a d o s a c o n te c i­ a la R e p ú b lic a R o m a n a , la m a y o r
mientos, las a n o ta c io n e s que se reco­ parte de la d o c u m e n ta c ió n literaria se
gen en sus epístolas e incluso en sus e n c u e n tra sesgada p o r la tom a de p o ­
discursos; en cam b io , sus tra ta d o s fi­ sición política e ideológica de sus a u ­
losóficos p ro p o r c io n a n la riqu eza de tores. Este he c h o se refleja, de forma
u n a reflexión sobre la crisis de la Re­ especial, en los testim onios directos,
pú blica, a p o r ta n d o a veces a lgunas c o m o ocurre, co ncretam ente, c o n los
soluciones; destaca en este sentido el escritos de César, d o n d e p uede a p re ­
tra tad o De República, p o r el análisis ciarse u n a fuerte im p ro n ta p r o p a g a n ­
que realiza sobre el m e jo r régimen d ístic a , q u e en o c a s io n e s , d a d a la
político y p o r su p ro p u e sta de c re a ­ ausencia de otras informaciones, difí­
ción de la figura del princeps civitatis, cilm ente p u e d e corregirse; pero ta m ­
p o r e n c im a de los e n fre n ta m ie n to s bién está presente en las o b ra s p oste­
políticos y tu to r de la ley. riores, d e b id o a q ue la clase dirigente
Ju n to con la o bra de Cicerón, otras r o m a n a , y e sp ecialm en te el o rd e n se­
a p o rta c io n e s n os las p r o p o r c io n a n , n a to ria l, se g u irá a ñ o r a n d o d u r a n te
e specialm ente en relación con la acti­ g r a n p a r te d el A lto I m p e r io , m á s
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 9

c o m o u to p ía q u e c o m o p o sib ilid a d tra p u n to a la visión que C é sa r nos


histórica, el an tig u o o r d e n a m ie n to re­ p ro p o rc io n a del desarrollo de la g ue­
p u b lic a n o ; el ejem plo m ás gráfico de rra civil en sus «C o m entarios» .
este fe n ó m e n o está con stituido p o r el La in fo rm a c ió n pro ced en te de las
p o e m a la Pharsalia de L u c a n o , escrito fuentes literarias m e n c io n a d a s pu e d e
d u ra n te el re in a d o de N erón , que, es­ ser c o m p le ta d a p o r los testim on io s
ta n d o lleno de se n tim ie n to s re p u b li­ epigráficos, n u m ism á tic o s, etc.; d esta­
ca n o s y de s im p a tías p o r Pom peyo, q uem o s, d e n tro de la a p o rta c ió n de la
constitu ye in d u d a b l e m e n te un c o n ­ e p ig r a f ía , la i n f o r m a c i ó n j u r í d i c a

Pompeyo Magno.
Copenhague, Carlsberg Glyptotek
10 Akal Historia d el M undo Antiguo

presente en la «Tabla de H eraclea», ca, los p r o b le m a s qu e están en su


q u e p r o b a b l e m e n t e c o n stitu y e u n a base a p e n a s si se m odifican en todo
parte de la ¡ex Iulia m unicipalis, p r o ­ el proceso de la crisis rep ub lican a; es
puesta p o r C é s a r en el 45 a. C., p a ra cierto, que u n o de los factores qu e i n ­
o r d e n a r la a d m i n i s t r a c i ó n m u n i c i ­ cid e n en la m ism a, la reivindicación
pal; o la leX Rubria de Gallia Cisalpina, de los derech os de c i u d a d a n ía r o m a ­
d a tab le en los añ os 48-41 a. C., que na p o r p arte de los aliados itálicos,
reg ulab a la p ro m o c ió n de la G a lia en c u e n tra su solución en la G u e r r a
C isa lp in a desde los derechos latinos Social (91-89 a. C.) y en las diversas
a la p le n a c iu d a d a n í a ro m a n a ; o, fi­ leyes que, c o n trib u y e n d o a la finali­
na lm ente, la lex Colonia Genetivae Ur- z a c ió n de las actividades m ilitares,
sonensis, fu n d a c io n a l de la co lo nia de extiend en la c iu d a d a n ía ro m a n a p o r
Urso (O suna). toda la p e n ín su la italiana al sur del
R u bicón ; pero incluso en este p u n to
el p r o b le m a q u e d a r á p e n d ie n te en
2. El marco histórico c u a n to a su solución definitiva h asta
Los cien a ñ o s a p r o x im a d o s que m e ­ el 70 a. C., c u a n d o , re sta b le c id a la
d ia n entre el trib u n a d o de la plebe de c en su ra, se p ro ced a a revisar las listas
T ib e r io G r a c o en el 133 a. C. y la de los c iu d a d a n o s y a la integración
tom a del p o d e r p o r parte de Octavio, de aquellos itálicos que a ú n no h a ­
el futuro Augusto, constituyen el p e ­ bía n sido censados.
ríodo de la crisis de la R epúb lica R o ­ El resto de los factores que inciden
m a n a , en la que se p u e d e n in d iv id u a ­ e n la crisis, es decir, el p r o b l e m a
l i z a r d o s e t a p a s d i f e r e n c i a d a s ; la agrario co n sus im plicaciones de d i­
p rim e ra de ellas a b a rc a desde el 133 versa índole, las revueltas de esclavos
a. C. h a sta la d ic ta d u ra de Sila; la se­ y la in a d e c u a c ió n de las estructuras
g u n d a , en cam b io , se extiende desde político-adm in istrativ as de la ciud ad -
esta ú ltim a fecha h a sta la batalla de estado de R o m a a su m arco territorial
Accio, en el 31 a. C., q ue p o n e fin c o n tin ú a n e sta n d o en la base de todo
al conflicto entre M a rco A n to n io y el proceso histórico q ue se op era y
O ctaviano. que d a lugar a que el o rd e n a m ie n to
E sta p e r i o d i z a c i ó n e n c u e n t r a su oligárq uico de la R epúb lica R o m a n a
justificación en el c ará c ter de la lu cha sea sustituido p rogresivam ente p o r el
política y en los m edios q ue se utili­ p o d e r de las g randes «din astías m ili­
z a n p a r a d e c id ir los conflictos; de tares», que d e se m b o c a rá fin alm ente
esta forma, la reiterada intervención en el « p rincip ado ».
de las legiones ro m a n a s, c o m o m edio Puesto qu e las revueltas de escla­
de d irim ir los conflictos a través de vos de este período, es decir, la sub le­
san grien tas guerras civiles en el p e­ vación de E spartaco, se a n a liz a n en
ríodo final de la R e pú blic a R o m a n a , otros a p a r ta d o s de esta obra, nos c e n ­
co ntrasta con el c arácter de la lucha trarem os en los otros dos puntos, es
política desde los G ra c o s a Sila, d o n ­ decir, el p r o b le m a agrario y la in a d e ­
de el e n fre n tam ien to , pese a la utili­ c u a c ió n p o lític o -a d m in istra tiv a ,
zación p u n tu a l de la violencia, que co m o elem entos que in c id en en el e n ­
tiende p ro gresivam en te a convertirse f r e n t a m i e n t o e n tre populares y o p ­
en algo estructural de n tro de la crisis, timates.
es p r o t a g o n i z a d o p o r el S e n a d o y
las A sam b leas, en las q u e juega un a) El problema agrario
papel f u n d a m e n t a l el tr ib u n a d o de
la plebe. La im p o rta n c ia qu e a d q u iere en la
En contraste con el c a m b io q u e se crisis de la R e pú blic a R o m a n a el p r o ­
op era en el c a rá c ter de la lucha p olíti­ ble m a ag rario sólo es com p re n sible
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 11

desde una doble perspectiva; ante todo, N o se trataba, c o m o a p u n ta F. de


p o r el h e c h o de que la base fu n d a ­ M a rtin o , de u n a crisis cuantitativa;·
m ental de la e c o n o m ía ro m an a , pese en realidad, las tran sfo rm a cio n es que
al fuerte desarro llo de la circulación se o p e r a n en los sistemas de ex plota­
m o n e ta ria a p artir del siglo II a. C , ción p r o d u je r o n u n a u m e n to de la
estaba co nstitu id a, c o m o en todas las p r o d u c c ió n en la m a y o r parte de las
so ciedades qu e p reced ieron a la revo­ zo n a s afectadas, com o, p o r ejemplo,
lución industrial, p o r la agricultura; el Lacio, C a m p a n ia , etc.; otras, com o
p e ro , a d e m á s , h e m o s de te n e r en la Italia m erid io nal, se vieron a rra s­
cu e n ta q ue las tra n sfo rm a c io n es que tradas p o r las consecu en cias qu e im ­
se o p e ra n en la ag ricultura ro m a n a e plicab a el desarro llo de u n a g a n a d e ­
itálica de las guerras de c o nq uista se ría tr a sh u m a n te ; p o r el contrario, se
realizan en un m od elo de o rg a n iz a ­ trató f u n d a m e n ta lm e n te de un a crisis
ción histórica, el de la ciudad-estado, social.
que en R om a , c o m o en otras zonas D u r a n te el siglo I a. C. el proceso se
del M e d ite r r á n e o , se b a s a b a en la acentúa, a c tu a n d o adem ás, com o ele­
id e n t i f i c a c i ó n e n tr e el c i u d a d a n o , m ento incentivador, la in estabilidad
el cam pesino propietario de tierras y el política y las c o n tin u a s guerras civi­
soldado. E n este aspecto, las tran sfo r­ les, q u e fu e ro n a c o m p a ñ a d a s n o r ­
m acio nes agrarias a fectaban a u n o de m a lm e n te de p io scrip cio nes y de ex­
los pilares estructurales de la sociedad. pro p ia cio n e s de bienes. Ante todo, se
Tanto Plu ta rco co m o A p ia n o c o in ­ produce u na intensificación en el pro­
ciden a la h ora de c a ra c teriz ar la cri­ ceso de c o n c e n t r a c i ó n de la tierra,
sis agraria; según a m b o s autores, la que d a rá lu gar en m u c h o s casos al
c au sa de la m ism a venía d a d a po r la d e sa rro llo de la tifu n d io s. Es cierto
tra n sfo rm a c ió n en el régimen de p r o ­ que las d im e n s io n e s que Varrón, en el
piedad, q ue provoca u n a c o n c e n tra ­ siglo I a. C., nos da de u n a explota­
ción de la m ism a, en d e trim e n to del ción son e x a c ta m en te iguales que las
p e q u e ñ o c a m p e sin a d o , en m a n o s de que nos p r o p o rc io n a C a tó n en el si­
los ricos; el proceso se describe com o glo II a. C., es decir, 240 yugadas (60
un f e n ó m e n o a largo plazo, en el que Has.) p a ra un olivar y 100 yugadas
los medios utilizados estuvieron cons­ (25 Has.) p a ra un viñedo; pero se tra­
tituidos p o r la o c u p a c ió n del ager p u ­ ta, c o m o a p u n ta C. Nicolet, de u n i d a ­
blicus, la c o m p ra de tierras o, final­ des de explotación, no de propiedad,
m e nte , la a p r o p ia c i ó n m e d ia n te la y, de h echo, u n m ism o p ro p ie ta rio
fuerza de las p ro p ie d a d e s colin dan tes po d ía ten er n u m e ro sas explotaciones
del p e q u e ñ o c a m p e sin o . Las co n se ­ tanto en Italia com o en las provincias.
c uencias q ue el proceso a rra stra b a se Poseem os a lgun os datos concretos
c ifra b a n a d e m á s en u n c a m b io en el que son sinto m áticos del proceso; C i­
sistem a de e xplotación con el e m pleo cerón nos refiere que en el 81 a. C. Q.
de u n a a b u n d a n te fuerza de trabajo Roscio, m ie m b ro del o rd e n ecuestre,
esclava que, no obstan te, no excluye poseía en el valle del T ib e r 13 d o m i­
el e m p leo de mercenarii (trab ajad ores nios, que a c u m u la b a n u n a superficie
libres), y la a p a ric ió n de nuevos siste­ de 6.000 y u ga d a s (1.500 Has.), co n un
m as de cultivo, en los qu e se im p o n e valor de seis m illones de sestercios; y
u n a te n d e n c ia a la especialización, la in fo rm a c ió n general q u e poseem os
sin que ello im p liq u e la a p a ric ió n del nos perm ite a fir m a r qu e el valor m e­
m onocultivo, ya q ue c a d a u n a de las dio de las p r o p ie d a d e s de los m ie m ­
u n id a d e s de explo tació n tiene com o bros de los dos ó rd en es privilegiados
p re m is a el a u to a b a s te c im ie n to y el de la sociedad ro m a n a , el ecuestre y
p r o p o r c io n a r u n a d e te rm in a d a p r o ­ el senatorial, p o d ía oscilar entre un
d uc c ión al «m ercado». millón y veinte millones de sestercios.
12 Aka! Historia del M undo Antiguo

Pompeyo Magno (entre 71-48 a.C.).


Sobre un denario

La fo rm a ció n de los gran des p o d e ­ cado s a la g a n a d e ría , se h a b ía p r o d u ­


res personales, de las gran d e s « d in a s ­ cido, asim ism o , la a pa rición de ex ten­
tías m ilita r e s » , lleva n o r m a l m e n t e sas explotaciones dedicadas al cultivo
a p a r e ja d o la constitució n de g randes del cereal; en el caso de la ciu d a d de
p ro p ie d a d e s agrarias; el caso m ás sig­ L eontini, el exiguo n ú m e ro de p ro p ie ­
nificativo al respecto está constituido tarios existentes a finales de la d é c a ­
p o r M. Licinio C raso, triunviro, cuyas da de los setenta a. C. poseía p r o p ie ­
p ro p ie d a d e s ag rarias a lc a n z a b a n un dades cuyas d im e n sio n e s m edias os­
v alor de doscientos m illones; y el p r o ­ c ila b a n entre 2.200 y 800 yugadas. El
pio Pom peyo, que h a b ía h e re d a d o en m ism o fe n ó m e n o se c o nstata en las
el P ic e n o a m p lia s p ro p ie d a d e s, p o ­ prov in cias h isp an a s, d o n d e sab e m o s
seía u n a c a n tid a d p a re c id a a la a n ­ que, en el 49 a. C., L. D o m ic io A h eno -
terior. b a r b o se p ro p o n ía a s e n ta r a miles de
El fe n ó m e n o de la fo rm a c ió n de sus soldados, c onc e d ié n doles p a rc e ­
los latifu nd os n o se restringe a la p e ­ las. a p a rtir de sus p rop iedad es, que
n ín su la italiana, sino qu e está a sim is­ oscilarían entre 15 y 40 yugadas.
m o presen te e las provincias; el caso Sem ejan te tra n sfo rm a c ió n en el ré­
m ás significativo está co nstituido p o r gim en de p ro p ie d a d corre p areja a los
Sicilia, d o n d e los discursos de C ic e ­ c am b io s que se p ro d u c e n en el tipo
ró n c o n tr a Verres c o n s titu y e n u n a de explotación, d o n d e se aprecia u n a
fuente de in fo rm a c ió n de p r im e r o r ­ in te n sific a c ió n de la u tiliz a c ió n de
den. E n esta provincia, a d e m á s del fuerza de tra b a jo esclava, así c o m o la
desarro llo de a m p lio s d o m in io s d e d i­ ten de n c ia a crear gran d e s c o n ju n to s
La república tardía: cesaríanos y pompeyanos 13

g e o g r á f ic o s s e m i e s p e c i a l i z a d o s en econ óm ica; M ario, c u a n d o procedió,


d e t e r m i n a d o s tip o s de p r o d u c c ió n c on o casió n de la guerra contra Yu-
que se a d e c ú a n a las condicion es cli­ gurta, a reclutar un corto n ú m ero de
m áticas y edafológicas; de esta forma, con ting entes legionarios entre los ca-
nos e n c o n tr a m o s co n que C a m p a n ia pitecensi y al m arg e n del o r d e n a m i e n ­
se convertirá en u n a z o n a e m in e n te ­ to censitario, abrió las puertas al de­
m ente arbustiva, con p re d o m in io del sarrollo de u n ejército de signo dife­
cultivo de la vid y del olivo; este m is­ rente, el p ro fe sio n a liz a d o , que p r o ­
mo tipo de cultivo d o m in a asim ism o gresivam ente, en el siglo I a. C., se
en E truria y S ab in a; en cam bio, la g a­ tra n s f o rm a en u n ejército personal,
n a d e ría es p re d o m in a n te en zonas, v in c u la d o a través del ju r a m e n to a
c o m o la lla n u r a del Po, d o n d e a d ­ sus jefes militares, de quienes esperan
q uiere especial im p o r ta n c ia la cría fuertes rec o m p e n sa s d u ra n te el perío­
del cerdo y cordero, en el S a m n io y do de servicio m ilitar y tierras al li­
entre los sabelios, d o n d e tiene u n c a ­ cenciarse. De esta forma, nos e n c o n ­
rácter e m i n e n te m e n te tr a s h u m a n te , tram os con que el m agistrado que se
así c o m o en L u c a n ia y el Brucio. e n c u e n tra al frente de las legiones ro­
Los c a m b io s que se p ro d u c e n en el m a n a s tiende a convertirse en u n p a ­
sistem a de p r o p ie d a d , en la fuerza de tr o n o de sus s o ld a d o s , q u e c o n ti-
trabajo y e n el tipo de cultivo pro vo­ n a ú a n ligados al m ism o, incluso des­
c a n la q u ie b ra del p e q u e ñ o c a m p e si­ pués del licénciam iento, p o r fuertes
no, fe n ó m e n o que a rra stra rá im p o r ­ lazos de clientela. E n este sentido, es
tantes consecuencias en el plano mili­ s u m a m e n te significativa la im p o r ta n ­
tar y en el político; en el orden mili­ cia que a d q u ie re n e n las asa m ble as
tar, nos e n c o n tr a m o s con que d e s a p a ­ ro m a n a s los veteranos de Pom peyo
rece el a ntiguo o rd e n a m ie n to tim o ­ en el pe ríodo c o m p re n d id o entre el 70
crático. b a s á n d o s e en el cual los c iu ­ y el 49 a. C.
d a d a n o s p a r tic ip a b a n en el ejército El p e q u e ñ o c a m p e s in o a r ru in a d o
en fu nción de su p ro p ia c a p a c id ad emigra a la c iu d a d de R om a, cuya p o ­

Reconstruccción general del Foro


Republicano con el Capitolio al fondo
14 AkaI Historia d el M undo Antiguo

blación a u m e n ta c o n sid e ra b le m en te prerrog a tiva s legislativas a la plebe


h a s t a a l c a n z a r en el m o m e n t o de u rb a n a , que se e n c o n tra b a o r g a n iz a ­
p aso de la R e p ú b lic a al Im perio, se­ da en las cuatro tribus u rb a n a s, pero
gún los c álculos de Brunt, los 3/4 de ta m b ié n en las rústicas, con servad as
millón de h a b ita n te s; en la c iu d a d se p o r los c a m p e s in o s tras su e m ig ra ­
integra en la infim a plebs, es decir, en c ió n a la ciudad.
lo que c o n un térm in o poco a fo rtu n a ­
do se ha d a d o en lla m a r el « lu m ­ b) La inadecuación
p e n p r o le t a r ia d o » . de las estructuras
El a u m e n to de la p o b la c ió n de la
político-administrativas
urbs arrastra consigo im portantes p r o ­
ble m a s p a r a el E stad o ro m a n o , que Las im p o rta n te s guerras de c o n q u is ­
tien e q u e h a c e r frente al a b a s te c i­ ta, efectuadas en el siglo II a. C. y en
m iento de la c iu d a d a p a rtir de las el siguiente, h a b ía n d a d o lug ar a la
provincias fru m e n ta ria s (Sicilia, Afri­ fo rm a c ión de un «estado universal»,
ca, H isp a n ia , etc.), al m ism o tiem po o al m enos, c o m o lo define Polibio,
q u e a d is trib u c io n e s de trigo, bien u n estado con «un proyecto de d o m i­
gratuitas o a u n precio inferior al del nio universal». Sin em bargo, las es­
m ercado, c o m o form a de h ac e r frente tru c tu ra s políticas y ad m in istrativas
a la crítica situ ació n de subsistencia no h a b ía n ev olu cio n a d o ni se h a b ía n
de la plebe u r b a n a . P aralelam en te, se a d e c u a d o al m arco territorial; p o r el
p ro d u c e u n im p o rta n te a u m e n to de c o n t r a r i o , h a b í a n s e g u id o e s ta n d o
los precios q ue afectará de form a es­ c o n fig u rad a s c on fo rm e al m od elo de
peculativa a la vivienda y, en c o n se ­ las c iu d ad es-estad o c o n un territorio
cuencia, a los alquileres en u n a ciu­ que, a u n q u e o scilaba según los casos,
d a d en la q ue todavía en el 8 8 a. C. la era b a sta n te restringido.
p o b la c ió n se c o n c e n tr a b a a b ig a r r a ­ Las c o n s e c u e n c ia s p o lític o - a d m i­
d a m e n te y en casas de varios pisos nistrativas q u e se d e r iv a b a n de las
tras el « m u ro serviano»; de este alza nuevas necesidades se h a b ía n in te n ­
sería clara expresión tan to el precio ta d o a ta ja r m e d ia n te d e te r m in a d a s
de la vivienda de C ic e ró n en el P ala ti­ m e d id a s a fines del siglo II y c o m ie n ­
no, que le costó 3.500.000 sestercios, zos del siglo I a. C.; en este sentido,
c o m o el h e c h o de qu e C é sa r tuviera h ay q ue m e n c io n a r el nuevo sistema
que invertir cien millones de sester­ de re c lu ta m ie n to in a u g u ra d o p o r
cios p ara a d q u ir ir las p arcelas n ece­ M ario, la c oncesión de la c iu d a d a n ía
sarias p a ra c o n stru ir el foro que lleva r o m a n a a los aliados itálicos y, final­
su nom bre. m ente, las m e d id a s de Sila, entre las
Inevitablem ente, el proceso de e n ­ que h ay que m e n c io n a r el a u m e n to
d e u d a m ie n to se ace n tú a en la ciudad, c u a n tita tiv o del n ú m e r o de in d iv i­
afectando p recisam en te, de form a es­ d u o s de d e t e r m i n a d o s colegios de
pecial, a los sectores m e n o s favoreci­ m a gistra do s y la se p a ra c ió n del ejer­
dos e c o n ó m ic a m en te de la plebe u r ­ cicio del p o d e r p o r los m agistrados
b an a , a la infim a plebs. D e esta forma, en R o m a y en las provincias.
tan to las distrib uc ion e s de trigo co m o Sin em bargo, todas estas reform as
el p ro b le m a de las d e u d a s se proyec­ e ran p u n tu a le s y no tra n s f o r m a b a n
tan en la política r o m a n a del siglo I las e s tr u c tu r a s p o líti c o - a d m in is tr a ­
a. C., e sp ecialm en te en los com icios tivas p ro p ia s de u n a ciudad-estado,
tribales, d o n d e el siste m a de voto, q u e su b siste en R o m a en la e ta p a
m ás d e m o c rá tic o que en el o r d e n a ­ p oste rior a la d ictad u ra de Sila. La
m ie n to c e n s i t a r i o (ie los c o m ic io s in a d e c u a c ió n resultante se proy ecta­
centuriad os, c on c ed ía un peso p olíti­ ba ta n to en las instituciones y m agis­
co im p o rta n te en el desarro llo de sus tra tu ra s del E stado, co m o en el ap a ra -
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 15

to a d m in istra tiv o y burocrático; L. R. la « q u in ta clase serviana»; no o b s­


T a y lo r ha s e ñ a l a d o a c e r ta d a m e n te tante, la c o ncesió n de la c iu d a d a n ía
que en la R ep úb lic a R o m a n a no exis­ r o m a n a a los itálicos y la integración
tía n in g u n a o rg a n iz a c ió n estatal que de los m ism o s en el o r d e n a m ie n to
a seg urara el servicio postal, los tra n s ­ c ensitario p a liará la situación creada
portes o la vigilancia de policía; de y co ntrib uirá, al m ism o tiempo, a for­
ahí, el que de form a privada la n o b le ­ talecer el control que la oligarquía ro­
za se e n c a rg a ra de p a lia r las necesi­ m a n a ejercía sobre la m ism a, d ado s
dades existentes en estos apartados, los lazos de a lia n z a que se establecen
c o n la in e v ita b le c o n se c u e n c ia del entre la aristocracia itálica y la nobili­
a u m e n to de su peso específico en el tas r o m a n a .
E stado y del cará c ter oligárquico del Los com icios tribales, com puestos
mismo. p o r treinta y u n a tribus rústicas y c u a ­
D u r a n te el siglo I a. C., y especial­ tro u rb a n a s, se h a b ía n visto afectados
m ente en el p e río d o postsilano, la si­ p o r la a m p lia c ió n de la c o m u n id a d
tuació n se agrava. D e esta forma, nos c iu d a d a n a que se p ro d u jo tras la gue­
e n c o n t r a m o s con q ue el S e na do , y rra social, ya que, tras la d ic ta d u ra de
m ás c o n c re ta m en te la nobilitas, es d e ­ Sila, los nuevos c iu d a d a n o s itálicos
cir, el g ru p o restringido de familias fueron integrados en las treinta y una
qu e tra d ic io n a lm e n te h a b ía ejercido tribus rústicas, en las que se estructu­
de fo r m a o l i g á r q u i c a el p o d e r en rab a con a n te rio rid a d el territorio ro­
R om a, deja de c o n tro la r tanto la si­ m a n o ; ello dio lugar a que el ám b ito
tuació n interna c o m o la política exte­ territorial de u n a d e te rm in a d a tribu
rior. C icerón, en De officüs, define g rá­ se e n c o n tra ra fraccio nado p or diver­
ficam ente su situ ación al a firm a r que sas z o n a s de Italia; de esta forma, nos
su fu nción se ve a b o c a d a a ada p ta rse e n c o n tra m o s con que la tribu C o r n e ­
a las c irc u n sta n c ias {necesítateparere): lia se proyectaba, ad e m á s de en el a n ­
esta actitud se derivaba del h e c h o de tiguo d o m in io de los C ornelios en los
que la nobilitas, políticam en te re p u ­ alrededores de R om a, en las m o n ta ­
b lic a n a , c a re c ía del c o n tro l de los ñas de los volscos, en territorio sam-
centros de p o d e r q ue le p erm itieran nita e, in cluso , en U m b r ia . O b v ia ­
u n a restauración de la república oli­ m en te, tal d is p e r s ió n territorial d i­
gárquica. E n c o nsecu encia, en todo el ficultaba a ú n m ás su fu n c io n a m ie n ­
p eríodo final de la crisis re pu blic a n a to; m áxim e, si tenem o s en cuenta que
la clase privilegiada y otrora dirigente en R o m a n u n c a existió un sistema re­
se verá obligada a ponerse en m anos de presentativo y que las asam bleas, ta n ­
a qu el « d in a sta m ilitar» que m enos to los com icios tribales co m o los c e n ­
peligroso fuera p a r a sus intereses. turiados, siguieron c e le b rá n d o se en
La in a d e c u a c ió n y, p o r tanto, la cri­ la ciu d a d de R o m a, con el necesario e
sis se proyecta, asim ism o, en otra de in ev itab le d e s p la z a m ie n to h a c ia la
las instituciones fundam entales, como m ism a de sus c o m p o n e n te s.
•las asam bleas. De los dos comicios F in a lm e n te, las pro p ia s m agistra­
im p o rta n te s existentes en R o m a a fi­ turas se verán afectadas tan to p o r la
nales de la República, el c e n tu ria d o y crisis g e n e r a liz a d a c o n la a c e n t u a ­
los tribales, el prim ero, es decir, la ción de la lu ch a política, c o m o p or
a s a m b le a p o r clases censitarias, d o n ­ las nuevas necesidades a las que el
de se elegían las m ás altas m agistra­ m u n d o r o m a n o tiene que h a c e r fren­
turas, se h ab ía visto afectado p o r la te en el siglo I a. C.; la radicalización
crisis del p e q u e ñ o c am p e sin o , co n las de la lucha política prov o c a rá el que
inevitables co n sec u e n c ias en el p la n o algu nas características de las m agis­
militar, que d ie ro n lu gar a la re d u c ­ traturas ro m a n a s , c o m o la colegiabi-
ción progresiva del censo m ín im o de lidad, o de sus prerrogativas, c o m o el
16 Akal Historia del M undo Antiguo

dere c h o de veto sobre las decisiones optim ates e ra n asim ilad os a los « ju n ­
d e los colegas, no se respeten. Las kers» prusianos.
nuevas necesidades m ilitares p ro v o ­ La crítica a esta interpretación se
c a r á n en esta é p o c a , a s im is m o , la form aliza en 1939 en la o b ra de R.
c o n c e n tra c ió n en m a n o s de d e te rm i­ S y m e , R o m a n R e v o lu tio n , q u i e n ,
n a d o s in d iv id uo s de u n o s p oderes y p a rtie n d o del rechazo de la c o n c e p ­
u n a ju ris d ic c ió n territorial que i n d u ­ ción m o d e r n iz a n te y de los estudios
d a b le m e n te r e b a s a b a n las an tig u a s prosopográficos, afirm a ta x a tiv a m e n ­
a trib u c io n e s de los m ag istrado s p r o ­ te que la vida política ro m a n a estaba
vinciales. d o m in a d a , no p o r pa rtidos y p ro g ra ­
m a s d e c a r á c te r m o d e r n o y p a r l a ­
m e n ta rio , ni p o r la oposición entre el
c) Optimates y populares
S e n a d o y el pueblo, sino p o r la lucha
P o lític a m e n te , los d iversos factores qu e los nobles, in d iv id u a lm e n te o en
que inc id e n en el desarrollo de la cri­ grupos, establecían en las elecciones
sis de la R e p ú b lic a se v erteb ran en el o a n te los tribunales.
e n fre n ta m ie n to entre optimates y p o ­ La i n t e r p r e t a c i ó n de Sym e, q u e
pulares; el c a r á c t e r d e estos m o v i ­ debe ser e n m a r c a d a d en tro de la evo­
m ien to s políticos se e n c u e n tra descri­ lución del p e n s a m ie n to historiográfi-
to p o r Salustio y Cicerón, que, desde co m o d e r n o en lo q ue se ha d a d o en
p o sicio n es d ife re n c iad a s, ofrecen, l la m a r «teoría de las élites», h acía
no ob stante, u n a visión del c onflic­ h in c a p ié sobre u n o de los rasgos dife-
to q u e e n lin e a s g en e ra le s p u e d e n r en ciado res de los conflictos políticos
ser coincidentes; C ic eró n incide e sp e ­ de la tardía R e púb lic a R o m a n a ; es
c ia lm e n te en los rasgos p e r s o n a le s cierto, y lo verem os a c o n tin u a c ió n ,
que definen a a m b o s grupos; de esta qu e en ellos sub yacen intereses eco­
forma, c o n sid e ra que q uienes en sus n óm icos, elem entos ideológicos e, i n ­
actos o en sus p a la b ra s quieren a g ra ­ cluso, c o m p o n e n te s sociales d ife re n ­
d a r a la m a sa son c o n s id e ra d o s com o ciados; pero no lo es m enos, co m o
populares; en c a m b io , los q u e p r e te n ­ su b ray a F. Serrao, el im p o rtan te p a ­
d en c o nse gu ir la a p r o b a c ió n de las pel de las « g rand es p ersonalidades» ,
gentes « h o n e sta s» son te nidos por op­ pues todos los protagonistas del c o n ­
timates. P o r su parte, Salustio, m á s flicto, al m arg e n de que fueran p o p u ­
am ig o de ab stra c c io nes , c la r a m e n te lares u optimates, p e rte n e c ían a la c la ­
afirm a que el E stado se e n c u e n tra d i­ se p r iv ile g ia d a , a la nobilitas; este
vidido en dos partes: la del p u e b lo y fe n ó m e n o e n c u e n tr a su explicación
la del Senado. en la fuerte im p ro n ta que te n ía n en el
E n la historiografía m o d e r n a la c a ­ m u n d o r o m a n o las r e l a c i o n e s de
racterización de optim ates y populares clientela y justifica el que se haya p o ­
h a d a d o lugar a distintas in te rp re ta ­ d id o d efinir el desarrollo histórico de
ciones; en la base de todas ellas, h e ­ la ta rd ía R e p ú b lic a R o m a n a co m o
m os de refe rirno s a la q u e h iciera « u n a crisis sin alternativa»; el prop io
T. M o m m s e n e n su H isto ria R o ­ Salustio incide en este aspecto al afir­
m a n a , p u b l i c a d a en 1854-1856; h a ­ m a r que «todos los que a partir de
c i e n d o u n a le c tu r a m o d e r n i z a n t e , a q uellos tiem pos a gitaron la re p ú b li­
T. M o m m s e n i n t e r p r e t a b a a m b o s ca b a jo h o n o ra b le s pretextos, a p a r e n ­
m ovim ientos c o m o « p a rtid o del se­ t a n d o u n o s proteger los d erechos del
n a d o » y «p a rtid o del pueblo» , e id e n ­ p u e b lo y los otros e n c u m b r a r la a u to ­
tificaba a a m b o s p a rtid os c o n la lu ­ rid a d del S enado, no d efend ían, bajo
c h a qu e se d e sa rro lla b a en su tiem p o la sim u la c ió n del bien público, sino
entre el liberalism o y la reacción q u e su p a rtic u la r influen cia» {Cat., 38, 3).
triunfa en 1948; en con se c u e n c ia, los S o c i a l m e n t e , los o p tim a te s e r a n
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 17

César (año 44 a. C.). Procede de Nápoles


18 Aka I Historia del M undo Antiguo

identificables co n la nobilitas, en la im p lic a b a la c o nc e ntra ció n de p o d e r


que se in te g ra b a n las antigu as fa m i­ en el S e n a d o y en las altas m a gistra ­
lias patricias, entre las que d e se m p e ­ turas y la lim itación de los poderes de
ñ a n un papel relevante a fines de la las asa m b le a s p op ulare s y de las in i­
R e p ú b lic a los C la u d io s , E m ilio s y ciativas legislativas de los tribunos de
ciertos b razos de los C ornelios y de la plebe.
los Emilios, e ilustres fam ilias p le b e ­ S o c ia lm e n te , se o p o n í a n a c u a l ­
yas, c o m o las de los Licinios, Lutacio q u ie r a m p lia c ió n del ám b ito de la co-
Catulo, Livio D ruso, Cecilios Mete- m u n d ia d c iu d a d a n a ro m a n a ; y eco­
los, etc.; el acceso de nuevos indivi­ n ó m icam en te, los optimates d efen dían
duo s a este grup o social fue progresi­ a u ltra n z a la ag ricultura b a sa d a en el
vam ente m ás difícil a lo largo de la latifu n d io y en la esclavitud y los p r i­
crisis re p u b lic a n a ; M. Tulio C icerón vilegios ec o nóm ic os a lc a n z a d o s en la
constituye u n o de los casos e x tra o rd i­ é p o c a p r e c e d e n te, d e riv a d o s de las
narios en la ta rd ía R epública; y, de guerras de c o n q u ista y de la a d m i n is ­
c u a lq u ie r form a, el pap el s u b o r d in a ­ tración provincial.
do de estos hom ines novi en el interior Los soportes de su p o d e r estab a n
de la nobilitas q u e d a p erfectam en te constituidos, ante todo, p o r su pro p ia
reflejado en las c onside ra c io nes que s itu a c ió n e c o n ó m ic a , en ta n to q u e
Q u in to hace a su h e r m a n o M. Tulio g r a n d e s p r o p i e t a r i o s de tie rra s, lo
C ic e r ó n d u r a n t e su « c a m p a ñ a » al que, ju n to a otros procedimientos, les
c o n su la d o sobre la n ecesidad de «no p erm itía d is p o n e r de la fortuna sufi­
perder o casió n p a ra d e m o s tra r a los ciente p a ra a fro n ta r la carrera políti­
nobles tu alta c o n sid e ra c ió n y defe­ ca en u n sistem a cara c teriz a do p o r
rencia p a r a con su posición social». la g r a tu id a d de las m a g istratu ra s y
Políticam ente, la nobilitas se a rtic u ­ p o d e r a rtic u la r los factores que la p o ­
laba en su lu c h a p o r las m a g istra tu ­ d ía n facilitar, co m o la c o m p ra de vo ­
ras y en la vida política en general en tos. E n este aspecto, el sistem a era
torno a diversas facciones a n ta g ó n i­ gravoso p ara la nobilitas, g e n e ra n d o
cas (factiones); R. Syme ha p o d id o in ­ e n d e u d a m ie n to s que luego e ra n c o m ­
d iv id u a liz a r en el p e río d o in m e d ia t a ­ p e n s a d o s a través de otros p ro c e d i­
m ente p osterior a la m uerte de Sila la m ientos co m o p o d ía ser la a d m in is ­
existencia de tres de ellas, la de los tración provincial; el caso de C é sa r es
Cecilios Metelos, C la u d io s y M. Por­ su fic ie n te m e n te cono cido . D e c u a l ­
cio C atón; pero ello no im plicaba, lle­ q u ie r forma, es b a sta n te sintom ático,
g ad o el caso, la falta de. c o h e sió n , en c u a n to que revela el ca rác ter de los
c om o se p o n e de m anifiesto en las tiem pos, la p ro p ia a firm a c ió n de M.
propias c o n sid era c io n es de Salustio, L ic in io C r a s o de q u e n a d ie p o d ía
quien llega a a firm a r que la « n o b le ­ co n sid e ra rse rico si no p o d ía a r m a r
za, fo rm a n d o b a n d o , tenía m ás p o ­ u n ejército a sus expensas.
der, m ientras las fuerzas de la plebe Los apoyos sociales se a r tic u la b a n
se d e b ilita b a n » (Yug., 41, 4). a través de diversos pro c e d im ie n to s
El análisis de la actividad legislati­ que, bien fortalecían el p o d e r en el in ­
va y de la actitud m a n te n id a ante la terior de la nobilitas o bien lo p ro yec­
m ism a p o r parte de los optimates ha ta b a n fuera del mism o. E n el interior
p erm itido a F. Serrao establecer los de la nobilitas, los nobles b a s a n su in ­
objetivos políticos de estos últimos. fluencia, ante todo, en sus relaciones
En el p la n o político, d e b e m o s m e n ­ fa m ilia re s, c uy o p e s o esp ecífico se
cio n a r el m a n te n im ie n to a n a c ró n ic o potencia a través de adopciones y m a ­
de la c o n s t i t u c i ó n d e la c i u d a d - trim onios. D a d o q ue la nobilitas rara
estado, con las características olig ár­ vez tenía u n a d e sc e n d e n c ia n u m e r o ­
quicas que ésta poseía en R om a; ello sa y qu e co n frecuencia carecía de
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 19

ella, la a d o p c ió n de hijos de familias h o sp ita lid a d (hospitium ) a s e g u ra b a n


ilustres constituye la solución de c o n ­ e sp ecialm en te la alia n z a de las oli­
tinuidad; pero, al m ism o tiempo, d ado g a rq u ía s itálicas, q u e p r o p o r c io n a ­
qu e el a d o p ta d o se c o n sid e ra b a que b a n a los optimates su apoyo electoral
pertenecía a las dos familias, proyec­ a c a m b io de albergue y de un trata­
taba a ú n m ás su influencia. En el p e ­ m iento a d e c u a d o a su rango c u a n d o
ríodo qu e tratam os, el ejem plo más visitaban R o m a . La im p o rta n c ia de
gráfico de esta práctica está c o nstitui­ este tipo de relación se constata a tra­
do p o r P. C o rn e lio E scipión Nasica, vés de n u m e ro sa s tesserae que hacen
que po d ía retrotraer la historia de su m en c ió n a pactos de h o spitalidad e n ­
fa m ilia d u r a n t e o n c e g e n e r a c io n e s tre fam ilias de la nobleza r o m a n a e
q u e h a b í a n o c u p a d o casi to d a s el itá lic a , ya el p r o p io C ic e r ó n h a c e
co n su la d o ; su situación se realzó aún c o n s ta r el hospitium q ue u n ía a S.
m ás p o r la a d o p c ió n te sta m e n ta ria Roscio, o r ig in a rio de la c iu d a d de
p o r Q. M etelo Pío, pontífice m áx im o U m b ría , con las familias de los C eci­
y cónsul. lios Metelos, Servilio, Escipión, etcé­
Pero, a dem ás, estos apoyos en el in­ tera.
terior de la nobilitas se solidificaron a La i m p o r t a n c i a p o lític a de esta
través del m a trim o n io ; de ello sería a lian z a se derivaba de las posiciones
m anifestación el m a trim on io de P o m ­ n o r m a lm e n te c o n se rv a d o ra s que es­
peyo con la hija de P. C o rn e lio Esci­ ta b a n presentes en los círculos diri­
pión N asica, el « m e jo r partid o» de gentes de las c iu da d e s itálicas, que de
R o m a , o las a lia n z a s familiares esta­ esta form a co n flu y e n en su actitud
blecidas p o r los triunviros, c o m o m e ­ c o n las p o s i c io n e s m a n t e n i d a s en
d io p a r a d a r so lid e z a sus p a c to s R o m a p o r los optimates; un ejemplo
políticos. gráfico de este fen ó m e n o está consti­
J u n to con las relaciones familiares, tuido p o r la lucha m a n te n id a p o r el
los optim ates a r tic u la b a n su in flu e n ­ a bu elo de C iceró n en su c iudad natal,
cia person al en el in terior de los gru­ A rp in o , c o n tra la im p la n ta c ió n del
pos privilegiados a través de la am ici­ voto secreto en las a sam bleas, lo que
tia, co m o c o n tra to sag rado que p e r­ h a b r í a d if ic u lta d o el co n tro l usual
mitía o b te n e r a p o y o de la nobilitas que la n ob leza ejercía sobre el p ro ce­
tan to an tes de las elecciones com o d im ie n to electoral.
frente a c u a lq u ie r vicisitud de la c a ­ En cam bio, la clientela facilitaba la
rre ra p olítica. Este m is m o tipo de influ e nc ia de los optim ates entre la
p ro c e d im ie n to articula las relaciones plebe r o m a n a e itálica, y en las p ro ­
c on el ordo ecuestre, a u n q u e el peso vincias. La relación que se establecía
específico de este ordo, e c o n ó m ic a ­ con base en la m isma implicaba protec­
m ente privilegiado, d ism in u y e en la ción p a ra el cliente p o r parte del p a ­
seg und a etapa de la crisis re p u b lic a ­ trono. q ue c o m o c o m p e n sa c ió n reci­
na con respecto a la p rim era, d o n d e bía el apoyo de aquél; tran sm itié n ­
el p ro b le m a de la co m po sic ión de los dose de p a d re a hijo, la clientela se
trib u n a le s de ju stic ia c o n stitu ía un h a b ía visto p o te n c ia d a a través de di­
conflicto de p rim e r orden, pero cuya versos p r o c e d i m ie n to s ; e n tre ellos,
a lia n z a era necesaria d a d o el papel m e n c io n a re m o s el p ro p io proceso de
im p o rta n te que d e s e m p e ñ a b a en la c o n q u ista , qu e h a b ía d a d o lugar a
articu lación de los com icios c e n tu ria ­ que los nobles sig uieran ejerciendo
dos, d o n d e se elegían las m a gistratu­ su in flu e n c ia so b re a q u e lla s z o n a s
ras m ás im portantes. que h a b ía n sido c o n q u ista d a s p o r sus
E n otros sectores sociales, los opti­ an te p a sa d o s; la p ro p ia f u n d a c ió n de
mates b a s a b a n su influ en cia en el hos­ colonias p o r co m isiones d a b a lugar,
pitium y en la clientela. Los lazos de asim ism o, a la subsistencia de reía-
20 AkaI Historia del M undo Antiguo

Denario con representación de M. Claudio Marcelo.


París, Biblioteca Nacional

ciones de clientela entre los d e sc e n ­ que c o n f irm a n su difusión en otros


dientes de a m b a s partes. á m b i to s ; e n este s e n tid o , s a b e m o s
La im p o rta n c ia q ue a d q u ie re n es­ q u e los C l a u d i o M a r c e lo , d e s c e n ­
tas clientelas en la etapa final de la dientes del c o n q u is ta d o r de Siracusa,
crisis re p u b lic a n a es c o n sta ta d a p o r se c o n s id e r a b a n p a tro n o s de toda Si­
C ic e ró n (Pro M urena, 71-72), q u ie n cilia; y algo p a r e c i d o o c u r r ía c o n
d is tin g u e tres tip o s de c lie n te s: la L. D o m ic io A h e n o b a rb o en relación
m asa, que venía c a d a m a ñ a n a a s a lu ­ c on la N a rb o n e n se .
d a r al p a tro n o a la p u e rta de su casa y Tal vez el caso m ás significativo de
que m uchas veces d e a m b u la b a de u na c on fluencias de clientelas h e re d a d as
casa a otra; los q u e d e s c e n d ía n al con nuevas está constitu id o p o r Pom-
foro con el c a n d id a to y los que le se­ peyo; éste h a b ía h e r e d a d o de su p a ­
guían en las « c a m p a ñ a s electorales»; dre u n gran n ú m e r o de clientes que
C iceró n en este caso'se está refiriendo es ta b a n constituidos b á sic a m e n te p o r
e spe c ífic am e n te a la p le b e u r b a n a , u n g ru p o de v e te ra n o s q ue h a b ía n
pero p o seem o s diversos testim onios sido re c o m p e n s a d o s p o r él, u n a i m ­
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 21

p o rta n te m a sa de clientes en el Pice­ populares, c o m o a n o ta el prop io S a­


no, d o n d e la f a m ilia d e P o m p e y o lustio, se e n c o n tr a b a n m e n o s o rg a n i­
p o s e ía i m p o r t a n t e s d o m i n i o s , p o r zado s y p o seían u n a m e n o r cohesión;
a b u n d a n t e s c o n tin g e n te s de p o b l a ­ este f e n ó m e n o se p o n e de manifiesto
ción de las c iu d a d e s al norte y al sur espe c ia lm e n te en la heterogénea c o n ­
del Po, a las q u e se les h a b ía con c e d i­ figuración de sus círculos dirigentes;
do el d ere ch o latino, y p o r h ispa n os de los m is m o s f o r m a n p a rte, a n te
de la región del E b ro a los que se les todo, los trib u n o s de la plebe, m ie m ­
h a b ía c o n c e d id o c iu d a d a n ía ro m a n a bros de la nobilitas, q ue al m enos d u ­
d u r a n te la guerra social. Esta cliente­ rante el a ñ o de su m ag istratu ra tenían
la h e r e d a d a será m u l t i p l i c a d a p o r a b ie n h a c e r gala de su c a ía c ter p o p u ­
P om p ey o a través de la c o ncesión de lar, sin q u e ello p reju zg ara su futura
c iu d a d a n ía a indiv id uos o a grupos y a c tu a c ió n política. Pero, ju n to a ellos,
m e d ia n te el e n ro la m ie n to de so ld a ­ nos e n c o n tr a m o s con optimates que
dos, a d q u i r i e n d o u n a a m p l ia d if u ­ no h a b ía n co nsegu id o sus fines po lí­
sión en O rie n te y e n H isp a n ia . ticos en la a p r o b a c ió n de proyectos
In d ud ablem ente, la im portancia del en el S e n a d o o en la lucha p o r las
fe n ó m e n o de las clientelas a rra stra b a m agistraturas en los com icios c e n tu ­
co nsecuencias inevitables p a ra la vida riados y q u e a c u d ía n a los tribunos
política r o m a n a ; el p ro p io Salustio de la plebe c o m o m ed io de conseguir
c on stata el fe n ó m e n o al a firm a r que po deres e x tra o rd in a rio s y a p ro b a c ió n
el p u e b lo , o t r o r a s o b e r a n o , h a b í a de leyes, al m ism o tiem p o que recom ­
co nc lu id o a cuerd os que le relegaban p e n s a b a n al p ueblo. Y, finalm ente,
a servidum bre. he m o s de a lu d ir a la existencia de n o ­
E n con traste con los optimates, los bles q ue c o y u n tu ra lm e n te y con ca ­

Basilica Emilia del Foro romano,


(hacia el 65 a.C.)· Denario de M. Emilio Lépido
22 Akal Historia d el M undo Antiguo

rácter pasajero recurrían a u n a políti­ c o n tr a b a el del ap ro v isio n a m ie n to de


ca p o p u l a r , q u e les f a c i l i t a b a su cereales de la c iu d a d de R o m a; en
carrera política, que con p osteriori­ este aspecto, la victoria obte n id a p o r
dad se caracterizaba po r un p r o fu n d o P o m pe yo frente a los piratas no so lu ­
con servadu rism o . P recisam en te, las c io n a de form a definitiva el p r o b le ­
fuentes definen esta actitud de algu­ ma, pues en los años 6 6 , 61, 58, 5 7
n os n o b le s c o n e x p r e s io n e s ta le s a. C., etc., vuelven a surgir dificul­
com o «actuar po pu la rm e n te » (p o p u ­ tades.
lariter agere) o « h a b la r de form a p o ­ F i n a l m e n t e , el p r o b l e m a d e las
pular» (populariter loqui). d e u d a s constituía el tercer elem ento
De esta forma, nos e n c o n tr a m o s q ue f o rm a b a parte e c o n ó m ic a m e n te
con que el m ovimiento p o p u la r podía de la política de los populares; se trata­
ser instrum entalizado p o r la nobilitas ba de un mal endém ico en la sociedad
en su lucha p or el p od er o p o r el c o n ­ r o m a n a , que en la crisis re p u b lic a ­
trol de las magistraturas; pero ello no na se e n c o n tr a b a u n id o al desarrollo
implica el que no existieran causas de la crisis social, la e sp e c u la c ió n
objetivas en la base de los populares, y la u su ra ; en el p e río d o in m e d ia ­
que se p o n e n de m anifesto en sus t a m e n t e p o s t e r i o r a la m u e r te de
principales objetivos políticos. Sila, el e n d e u d a m ie n to se acentúa, a l­
En el plano económico, la activi­ c a n z a n d o sus p u n to s álgidos en la
dad política de los populares tiende a d é c a d a de los 70 y hasta el 63 a. C.;
h acer frente a tres g randes p ro b le ­ esta ag u d iz a c ió n debe ser explicada,
mas; ante todo, a la crisis agraria y co m o a p u n t a M. C raw ford, en rela­
del pequeño cam pesino, con la p u e s ­ ción co n la p e n u ria de recursos del
ta en práctica de una reforma agraria E stado en este p erío do q ue se p ro yec­
que conllevaba asignaciones de tie­ ta en la escasez de acuñaciones.
rra; los criterios que in fo rm a n la acti­ Políticam ente, los populares c e n tr a ­
vidad legislativa con la que se intenta b a n su actividad en la restauració n y
afrontar el problem a no son un ifo r­ a c e n tu a ció n de los poderes de los tri­
mes a lo largo de toda la crisis re p u ­ b u n o s de la plebe, lim itados p o r Sila,
blicana; en el período postsilan o y en la po te n c ia ció n de la actividad le­
durante toda la tardía república p ri­ gislativa de los com icios tribales y, fi­
m an ante todo la necesidad de re­ n a lm en te, en la creación de m a g istra ­
compensar, tras su licénciamiento, al tu r a s c o n p o d e re s e x tr a o r d in a r io s ;
«proletariado militar». precisam en te, este ú ltim o p u n to c o n s ­
Junto a ello, la situación de la plebe tituía un p ro c e d im ie n to peligroso, en
urbana intentará ser paliada m e d i a n ­ ta n to q u e la lib e ra c ió n del co n tro l
te distribuciones de trigo, cuyo c a rá c ­ qu e sobre las m agistraturas ejercían
ter oscilará desde constituir o rig in a ­ la nobilitas y los optimates (dom inatio
riamente un instrum ento para salvar paucorum ) se in te n ta b a realizar m e ­
la supervivencia de la plebe hasta d ia n te la creación de am plio s poderes
convertirse en un elemento más de la p ersonales, que te r m in a r ía n p o r c u e s ­
profunda corrupción política que se tio n a r el o r d e n a m ie n to republicano.
desarrolla en los últimos m om entos E n este sentido, L. R. Taylor ha re­
de la crisis republicana. Las distribu ­ se ñ a d o qu e en el p l a n o político el
ciones gratuitas o a bajo precio h a ­ conflicto entre optimates y populares
bían sido prohibidas p or Sila, pero no im plic a ba la creación de u n «go­
las reivindicaciones de las m ismas se bie rn o p o p u la r» frente a un « gobier­
reinician poco después de la muerte no s enatorial», sino el escoger entre el
del dictador, cotejándose en el 76 a. C. m a n te n im ie n to de la tiran ía de la oli­
y en los años posteriores. U nido al g a rq u ía y el e stablecim ien to de la ti­
problema de las distribuciones se e n ­ ran ía de un individuo.
La república tardía: cesaríanos y pom peyanos 23

II. El período postsilano

La lla m a d a « c onstitución silana», es los países q ue r o d e a b a n el M are Nos­


decir, el c o n ju n to de reform as relati­ trum .
vas a las m agistraturas, instituciones, La reacción c o n tra el sistem a sila­
etc., q ue Sila e m p r e n d e d u r a n te su no te n d rá un doble signo; ante todo,
dictadu ra, h a b ía n tenido com o ob je­ se p r o d u c e n rebeliones militares, que
tivo evitar en lo sucesivo el proceso h a b r á n de ser sofocadas en abiertas
que le h a b ía a él m ism o p e rm itid o to­ guerras civiles a través del n o m b r a ­
m a r el poder, m e d ia n te la utilización m iento de m agistrados con poderes
de la fuerza m ilitar en el interior del e x t r a o r d i n a r i o s ; p a r a l e l a m e n t e , se
ager romanus; pero al m ism o tiem po p ro d u c e n u n a serie de iniciativas le­
h a b ía so lid ific a d o , r e m o d e lá n d o la , gislativas que, c u lm in a n d o en el 70
las c a ra c te rís tic a s tra d ic io n a le s del a. C„ a n u l a r á n alg u n a s de las más
o rd e n a m ie n to oligárq uico de la R e­ im p o rta n te s disposiciones de Sila.
p ú b lic a R o m a n a ; de esta form a, el
p o d e r de la nobilitas, es decir, del c o n ­ 1. Rebeliones militares
ju n to de familias entre cuyos a n te p a ­
sados se p o d ía n o ste n ta r m ie m b ro s La c on testació n al régim en silano es
que h u b ie se n d e s e m p e ñ a d o el c o n s u ­ coetánea al p ro p io golpe de estado y
lado. q u e d a b a restablecido. va a estar p r o ta g o n iz a d a p o r Q. Serto­
Se tratab a de u n c o n ju n to de refor­ rio, q ue h a b ía sido n o m b r a d o en el 83
m as q u e resu lta ría n efímeras, pues en a. C. g o b e r n a d o r de la H isp a n ia C ite­
los años in m e d ia ta m e n te posteriores rior. A nte el e m in e n te regreso de Sila,
a la m u e r t e de Sila se o b s e r v a la Sertorio m a r c h a r á a H is p a n ia , d o n d e
tra n s fo rm a c ió n p ro g resiv a, co m o es d e rro ta d o p o r los contin gen tes si­
afirm a P. de Francisci, del régim en lanos, no sin antes hab e rse a traído el
oligárquico re p u b lic a n o en u n a a u to ­ apoyo de los ind íg e na s m e d ia n te d e­
cracia militar; este proceso se p la sm a te r m in a d a s d is p o sic io n e s, entre las
tanto en la p a u la tin a de c a de n cia de que hay que d e sta c a r la d ism in u c ió n
la nobilitas, c o m o en la c o n tin u a rea- de los gravosos im puestos, la a n u la ­
firm ación de m agistratu ras con p o ­ ción de las g u arn ic io n e s m ilitares en
deres extraord in arios, que p o n ía de las c iu da d es o la pro p ia a lia n z a con
m a n ifie sto la i n a d e c u a c ió n del o r ­ las aristocracias locales.
d e n a m ie n to in stitu cio n al ro m an o , Las op e ra c io n e s m ilitares se r e a n u ­
p r o p io de u n a c iu d a d -e s ta d o , a su d a r á n a p a r tir del 80 a. C., c u a n d o
m a rco territorial, el c o ntrol de todos Sertorio fue re c la m a d o p o r los lusita-
24 Aka! Historia del M undo Antiguo

nos; p a ra hacerles frente, Sila enviará E n este contexto, la sublevación en


a O· Cecilio Metelo, q uien inicia u n a Fiesole de los propietarios, qu e se h a ­
le nta p e n e tra c ió n en la L usitania a b ía n visto afectados p o r las e x p ro p ia ­
través de las o p e ra c io n es militares de c iones y p o r los a se n ta m ie n to s de ve­
los a ñ o s 79-78 a. C. t e r a n o s de S ila, p r o p o r c i o n a r á la
La situación de abierta pero locali­ o ca sió n a M. E m ilio L épido de c o n ta r
z a d a guerra civil c read a p o r Sertorio c on c on ting en tes militares en el inte­
en H is p a n ia se co m p lic a a p a rtir del rior del ager rom anus con los q ue o p o ­
78 a. C. co n la m u erte de Sila tras la nerse a la aristocracia silana. E n efec­
a b d ic a c ió n de todos sus p oderes el to, p a ra re p rim ir la sublevación fue
a ñ o a nte rior; p re c is a m e n te, en este e n v ia d o Lépido, que dirigió sus c o n ­
m ism o a ñ o se inicia en R o m a e Italia tingentes m ilitares con tra el Senado.
u n a co nte sta c ió n al régim en silano, A nte la crítica situación, se p ro c la m ó
q u e i n d u d a b l e m e n t e e n c o n t r a r á su el senatus consultum ultim um ; en las
e x p lic a c i ó n en la fu erte r e p r e s ió n c o n s e c u e n te s o p e r a c io n e s m iltares,
efectuada p o r el d ic ta d o r con la a n i­ P om peyo, n o m b r a d o propretor, logró
q uilac ión de c iu d a d es y con im p o r ­ d e r r o ta r sucesivas veces a M. E milio
tantes proscripcion es, y en la situ a ­ L é p i d o , q u e f i n a l m e n t e m o r í a en
ción cre ad a en d e te rm in a d a s zonas, C e rd e ñ a .
c o m o Etruria, d o n d e se h a b ía p r o d u ­ N o ob stante, parte de sus c o n tin ­
cido un a m p lio proceso de e x p ro p ia ­ gentes militares fueron salvados p o r
ción de tierras que ben eficiaba a los su lugarten ien te P erp enn a, quien se
veteranos de Sila a costa de sus e n e ­ dirigió a H is p a n ia p a ra eng ro sar con
migos políticos. ellos la rebelión de Sertorio. En las
La op osición del régimen silano se dos p ro v in cia s h is p a n a s, las o p e r a ­
proyecta in cluso en las elecciones al ciones m ilitares de Sertorio y de sus
c o n su la d o , d o n d e M. Em ilio Lépido lugartenientes, H irtuleyo y P e rp e n n a ,
logrará ser elegido cónsul, co n la d e ­ p r o s e g u ir ía n en los a ñ o s sucesivos
s a p ro b a c ió n de Sila, q ue in tenta c o m ­ co n diversas vicisitudes frente a los
p e n s a r la situació n a través del otro co ntin gentes militares de Q. Cecilio
colega en el c o n su lad o , Q. H o rten sio Metelo, y de Pom peyo, hasta que a
Cátulo. La m uerte de Sila a gu diz a rá p a rtir del 74 a. C. las posiciones de
la situación; en efecto, M. Em ilio Lé­ Sertorio alc a n c e n u n a situación críti­
pid o a c e n tu a rá su oposició n m e d ia n ­ ca, e sp ecialm ente despu és de la p u e s­
te actitudes c la ra m e n te provocativas, ta en práctica de u n a ley qu e c o n c e ­
c o m o o c u rre c o n c r e ta m e n te con su d ía a m n i s t í a a lo s s e g u i d o r e s d e
negativa a que los gastos de sepelio L épido; el a sesinato de Sertorio, en el
del d ic ta d o r se h icie ran a costa del 72 a. C., en O sea, p o n d r á fin a la
erario público, o m e d ia n te m ed id a s rebelión.
que trad ic io n a lm e n te se e n m a r c a b a n C o n la m uerte de L épido y de Ser-
en la política de los populares, a u n q u e torio c o n c lu ía n las reacciones m ilita ­
adecuadas a la coyuntura concreta; de res que h a b ía suscitad o la d ic ta d u ra
esta forma, el conflicto con la aristo ­ de Sila; sin em b arg o, la d errota de los
cracia silana se a c e n tu ó a través de enem igo s de la aristocracia silan a se
pro pue sta s que in c lu ía n el restableci­ h acía a través de m étod os que cu es­
m iento de las d istrib ucio nes de trigo, t i o n a b a n el o r d e n a m i e n t o p o lític o
p ro h ib id a s p o r Sila, el regreso de los m o d e la d o p o r el dictador, ya que se
exiliados, la re sta u ra c ió n a sus a n ti­ h a b ía recu rrid o a p r o c ed im ie n to s ex ­
guos prop ietarios de las p ro p ie d a d e s t r a o r d in a r io s , lo q u e p e r m it ía u n a
c o n f is c a d a s o la a n u l a c i ó n de las c o n tin u id a d en las m ag istra tu ra s p o r
co nse c ue n cias q ue las proscripcio nes u n perío d o s u p e rio r a u n año; ello
im p lic a b a n p a ra sus descendientes. arrastraba in d u d a b le m e n te c om o c o n ­
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 25

Cayo Julio César. Retrato de bronce


(hacia el 50 a.C.). Roma. Museo Nacional

secuencia u n a u m e n to ostensible del 2 La restauración


p o d e r y de las influ encias de los jefes
militares. La rep resión de la rebelión del tribunado de la plebe
de los esclavos, e n c a b e z a d a p o r Es- La m uerte de Sila no sólo incentivó la
p arta c o —e stu d ia d a en otro lu g a r—, oposición violenta a su sistema; ta m ­
p o r los m ism o s p ro c e d im ie n to s a c a r ­ bién facilitó la revisión de las refor­
go de M. Licinio C raso venía a a cen­ m as q u e el d ic ta d o r h a b ía in tro d u c i­
tu a r a ú n m á s el proceso. do e n el o r d e n a m i e n t o tr a d ic io n a l
26 Akal Historia del M undo Antiguo

p a ra h a c e r frente a los p rin c ip a le s convertido, en la situación concreta


in stru m e n to s de lu ch a o centros de del m u n d o r o m a n o en la d éc a d a de
fricción q u e h a b ía n estado presentes los 70 a. C., en u n im p o rta n te in stru ­
en la p r im e ra e ta p a de la crisis re p u ­ m e n to de in fluencia y de p o d e r p o ­
blicana; entre ello, se e n c o n tra b a la lítico.
cuestión de las prerrogativas y a trib u ­ L a elección de Pom peyo y de Lici­
ciones del t r ib u n a d o de la plebe y el nio C r a s o co m o cónsules co ntravenía
p ro b le m a de la co m p o sició n de los las tradicionales norm as sobre el cursus
trib unales de justicia, q ue h a b ía p r o ­ honorum , recientem ente rem od eladas
vocado que, en d e te rm in a d a s o ca sio ­ p o r Sila, que im p o n ía n un d eterm i­
nes, el ordo ecuestre, p r e s io n a d o p o r n a d o o r d e n e intervalo en el ejercicio
los p u b lic a n o s , b a s c u l a r a h a c ia la de las m agistraturas; de hecho. C raso
a lia n z a c o n los populares. u n o s meses a ntes h a b ía ejercido la
Las p rim e ra s m atiz a c ione s al siste­ pretu ra, y P o m p ey o no pertenecía al
ma silano se in tro d u je ro n poco d es­ S e n a d o p o r n o h a b e r ejercido a ú n
pués de su d e sa p a ric ió n de la escena la m a g is tra tu ra qu e d a b a acceso al
política; c o n c re ta m en te , en el 75 a. C„ mism o.
u n a ley p r o p u e sta p o r el cónsul M. L a o p osición del se n a d o y de la no­
A urelio C o tta perm itió que el trib u ­ bilitas no se hizo esperar; en ella inci­
n a d o de la p lebe volviera a ser u n a diría, ob viam ente, la infracción de la
m a g is tra tu ra m á s d e n tro del cursus le g alid ad vigente q ue s u p o n í a n las
honorum y que, en consecuencia, los pre ten sio ne s de P o m peyo y C raso al
individuos q ue ejercieran el tr ib u n a ­ c o n su la d o ; pero, tam bién , en la m is­
do, c o n tr a r ia m e n te a lo dispuesto p o r m a debió de d e se m p e ñ a r un papel de
Sila, p u d i e r a n p r e s e n ta r s e a c o n t i­ no m e n o r relevancia, d a d a s las c a ra c ­
n u a c ió n a otras m agistraturas. terísticas del juego político ro m an o,
Sin em b argo , resulta significativo la d e b ilid a d de sus respectivos a p o ­
del grado de ac eptació n de la « co nsti­ yos en el interior de la clase dirigente
tución silana» el he c h o de q ue la d e ­ en la c o y u n tu ra co ncreta de los 70
rogación de sus p u n to s fu n d a m e n ta ­ a. C.; es decir, en té rm inos históricos
les se p ro d u je ra ta n sólo u n o s años m ás id ón eo , el escaso m o n to de sus
después, c o n c re ta m e n te p o r la activi­ factiones; tal ocurría en el caso c o n ­
d ad de los cónsules del 70 a. C.; p a r a ­ creto de los Pom peyo, pues el p rim e r
dó jicam ente, los q u e p ro ta g o n iz a ro n c o n s u la d o de esta fam ilia pro c e d ía
la destrucción fueron individu os cuya del 141 a. C., gracias al apoyo que le
carrera política y cuya fortuna se h a ­ prestó entonces la im p o rta n te familia
bían iniciado a la som bra del dictador. de los Escipiones; el p ro p io P o m p e ­
E n efecto, c o m o c ó n su le s del 70 yo, c o m o a p u n ta R. Syme, poseía u n a
a. C. fueron elegidos C n e o P om p ey o factio cuyos m ie m b ro s e ran de escasa
y M. Licinio C raso ; a m b o s h a b ía n relevancia en el interior de la nobili­
iniciado su actividad política protegi­ tas, ya que estaba b á sic a m e n te c o m ­
dos p o r Sila; el prim ero , p o n ie n d o a p u e s ta p o r in d iv i d u o s p ro c e d e n te s
disposición de éste, en el m o m e n to del Piceno, de d o n d e e ra n originarios
del golpe de estado, im p o rta n te s c o n ­ los Pom peyos, y entre los cuales cabe
tingentes militares, constitu id os p o r incluir a M. Lollio Policano, L. A fra­
dos legiones reclutadas c o n m edios nio, T. Labieno , A. G a b in io , etc. P o m ­
propios, y p ro c e d ie n d o a c o n t i n u a ­ peyo intentó corregir esta d e bilida d
ción a rep rim ir la o p o sic ió n antisila- política m e d ia n te el establecim iento
na; M. L icinio C ra so h a b ía s e e n r i­ de lazos fam iliares co n la im p o rta n te
q u e c id o e n o r m e m e n t e d u r a n t e las familia de los Metelos; p rim e ro m e ­
p roscripciones silanas, h a sta el p u n to d ia n te el m a tr im o n io c on Em ilia, y a
de que su p o d e r e c o n ó m ic o se h a b ía la m uerte de ésta co n Mucia.
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 27

P re c is a m e n te , la o p o s ic ió n de la pero ta m b ié n p a r a a m b ic io n e s p erso ­
nobilitas a las p reten sion es de Pom pe- nales p o r p arte de aquellos m ie m b ro s
yo p a r a el 70 a. C. va a d a r lu gar a de la nobilitas que, no a lc a n z a n d o sus
un tipo de d in á m ic a que, se c u n d a d a a m b ic io n es y objetivos p o r los pro c e ­
p o r M. Licinio C raso, a c e n tu a b a p a u ­ d i m i e n t o s u s u a le s , p o d í a n u til iz a r
tas políticas q ue h a b í a n estado p r e ­ esta m agistratura com o medio p ara p o ­
sentes en la p rim e ra etap a de la crisis ten c ia r sus apoyos entre la plebe y su
re pub lic a na ; P om peyo, p a rtid a rio de fuerza política c o n tra sus adversarios,
la nobilitas y de los optim ates, se incli­ que, en líneas generales, en n a d a dife­
n a b a y b u s c a b a el ap o y o de los e n e ­ rían en c u a n to a su ética política.
migos de éstos p a r a conseguir, de esta Las p ro p ia s co n d ic io n e s socioeco­
forma, sus objetivos personales. n ó m ic a s de la p lebe u r b a n a y rústica
Elegidos cón sules p a r a el 70 a. C., d u r a n te el p e r ío d o q u e e stu d ia m o s
P o m peyo y Craso, d u ra n te el ejercicio p ro p ic ia b a n , precisam ente, este tipo
de esta m agistra tu ra colegiada y su ­ de p ro c e d im i e n t o ; en efecto, c o m o
p re m a de la c o nstituc ión de la R e p ú ­ veíam os p á g in a s atrás, u n o de los p i­
blica R o m a n a , van a p ro c e d e r a la d e ­ lares fu n d a m e n ta le s de la R epública,
ro gación del o r d e n a m ie n to político el c iu d a d a n o -c a m p e s in o , h a b ía q u e ­
realizado p o r Sila. Esto se p o n e espe­ b r a d o c o m o co nse c u e n cia de la c o n ­
c ialm en te de m an ifiesto en la revitali- c e n tra c ió n de la p ro p ie d a d y del d e ­
zación del trib u n a d o de la plebe; esta sarrollo co n sec u e n te del latifundio y
m agistratura, q ue h u n d ía sus raíces del em p leo de fuerza de tra b a jo escla­
en la R e p ú b lic a p rim itiva y en el c o n ­ va; los tenues intentos de leyes ag ra­
texto del conflicto p atricio-plebeyo, rias no h a b í a n m e jo ra d o su situación
h a b ía se revitalizado recientem ente a s u s t a n c ia lm e n te ; las d i s tr ib u c io n e s
través de la acción de los G ra c o s y de tierras a los veteran os de Sila se
h a b ía d e m o s tra d o su efectividad polí­ h a b ía n h ec h o a e x pen sas de sus e n e ­
tica, c on virtiéndose en « u n m edio de m igos p o lític o s, los p a r tid a r io s de
a cción directa», con sus im p o rta n te s M a r i o , y, e n d e t e r m i n a d a s z o n a s
pre rrogativas, entre las cuales cabe de Italia, como Etruria, h a b ía n d ado lu­
d estacar su d erec h o a in te rp o n e r el gar entre el c a m p e s in a d o a u n a situ a­
veto sobre las disposiciones de otros ción crítica. T a m b ié n la plebe u rb a n a ,
m agistrados, su facultad de p rese n ta r e n g r o s a d a a p a r t i r de c a m p e s i n o s
proyectos de ley, su inviolabilidad, etc. a r r u in a d o s , d e esclav os m a n u m i t i ­
Sila, en su o rd e n a m ie n to , h a b ía re­ dos, pero ta m b ié n de sectores p r o d u c ­
d u c id o a la m í n i m a e x p r e s ió n las tivos, d e d ic a d o s al a r te s a n a d o y al
a tribu ciones de estos m agistrados; de p e q u e ñ o comercio, se veía, asim ism o,
esta forma, sus funciones q u e d a r o n afectada p o r p r o b le m a s de e n d e u d a ­
red ucid as a la p o sib ilid a d de interve­ m iento y de aba ste c im ie n to de trigo.
nir en favor de los c iu d a d a n o s, d e ­ T am bién, d u r a n te el c o n s u la d o de
b ie n d o p a s a r sus proyectos de ley p r e ­ Pom p e y o y C ra so en el 70 a. C., se
v ia m e n te p o r el S e n a d o ; e s tá n d o le a frontó el p ro b le m a de los trib un ales
p r o h ib id o a los in d iv id uo s que h a ­ de ju sticia, vital p a r a el p o sicio n a-
b ía n d e te n ta d o el tr ib u n a d o de la ple­ m ie n to po lítico del o r d e n ecuestre,
be ejercer otras m agistraturas. que Sila h a b ía s o lu c io n a d o coyuntu-
M e d ia n te u n a lex Pompeia Licinia ra lm e n te m e d ia n te la a trib u ció n de
de tribunicia potestate se restablecían, las fu n c io n e s ju d ic ia le s al S e n a d o ,
en el 70 a. C., los p o deres y a trib u c io ­ que fue a m p lia d o h a s ta a lc a n z a r los
nes de los trib u n o s de la plebe, q ue de 600 m ie m b r o s e n tre los qu e se i n ­
esta fo rm a se c o n v e rtía n en u n a r m a clu ía n in dividu os procedentes, co m o
política, susceptible de ser utilizada testim onia A p iano , del o rd e n ecues­
p a r a r e f o r m a r el s is te m a p o lític o . tre. M e d ia n te u n a ley p ro p u e s ta p o r
28 AkaI Historia del M undo Antiguo

el tribuno G. Aurelio Cotta, se so lu ­ ta u r a r la im p o rta n te m agistratura de


cionó definitivamente el pro b le m a de la c ensura, que, eligiéndose c ad a c in ­
la composición de los tribunales de co años, desde el 8 6 a. C. no se hacía;
justicia, cuyos jueces serían escogidos la a c tividad de los censores elegidos
desde este m o m en to a partes iguales se va a centrar, d u ra n te los 18 meses
entre los senadores, los caballeros y de ejercicio de esta m agistratura ex­
tribuni aerarii; este último grupo tenía tra o rd in a ria , en la revisión del censo
un censo eq uivalente al del o rd e n c iu d a d a n o , q ue p asa de 463.000, en el
ecuestre, pero sin sus privilegios de 8 6 a. C., a 910.000 p o r la inclusión de ­
votos en las asam bleas centuariadas. finitiva de los aliados itálicos, y en la
La solución dada a los tribunales de d e p u r a c ió n del Senado, e x p u lsa n d o
justicia explica el m e n o r p rota go nis­ p o r in d ig n id a d del m ism o a 64 s e n a ­
mo político que los caballeros ejercie­ dores a c u sa d o s de so b o rn o o afecta­
ron durante la tardía República. dos p o r el grave p ro b le m a del e n d e u ­
Finalmente, du rante el co n su la d o d a m ie n to que sufría en este m o m e n to
de Pompeyo-Craso. se procedió a res­ i la sociedad rom a na .

Arcadas de la terraza del templo de Júpiter


Anxur en Terracina (siglo I a. C.)
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 29

II!. La formación de las «dinastías


militares»

Sin em bargo, y pese a las im plicacio ­ 1. Los poderes


nes que se d e riv a b a n del restableci­ extraordinarios de Pompeyo
m iento del tr ib u n a d o de la plebe, los
principales peligros p a r a el o r d e n a ­ D os p ro b le m a s fu nda m e n ta le s, p r e ­
m iento político y p a ra la nobilitas se sentes en la política ro m a n a de los
p ro d u je ro n a partir de la concesión a añ os in m e d ia ta m e n te posteriores al
d e te rm in a d o s indiv id uo s de poderes c o n su la d o de P o m p eyo y Craso, van
e xtraordinarios, que, a u n q u e se e n ­ a facilitar la creación de m a g istra tu­
c o n tr a b a n legitim ados p o r leyes, se ras e xtraordinarias, con poderes ex­
s u p e r p o n ía n al o rd e n a m ie n to tra d i­ cepcionales; se tra ta b a de la piratería
cional de la R e p ública h asta el p u n to y de la guerra co ntra M itridates del
de p o d e r destruirlo. Ponto.
Sila h a b ía in te n ta d o p recisam en te La a n e x ió n territorial p o r parte de
evitar esta situación m e d ia n te u n a se­ R o m a del M e d ite rrá n e o oriental h a ­
rie de disposiciones que te n d ía n ex­ bía a r r a s t r a d o , o b v i a m e n te , el d e ­
p lícitam ente a la se p a ra c ió n de las rr u m b a m ie n to de los reinos helenísti­
funciones y poderes v inculad os a la cos; este cam bio en el contexto político
actividad política e n R o m a , con el im p lic a ba con se c u e n c ias en el p la n o
ejercicio del con su la d o , y la a d m in is ­ e conóm ico; entre ellas, la m od ifica ­
tración de las provincias, fuente de ri­ ción del m a p a com ercial, lo q u e origi­
q ueza y de p o d e r militar; tam b ién, en nó un vacío en el control de las rutas
este p un to , la «c o nstitución silan a» y, c o m e r c ia le s , q u e c o n a n t e r i o r i d a d
en con secuen cia, el re fo rz a m ien to de h a b ía n d e ten tad o los reyes h elenísti­
los pod eres de la nobilitas, se vería cos y que te n ían en la isla de Rodas
de struida p o r la actividad de P o m p e ­ u n o de sus c e n tro s fu n d a m e n ta le s .
yo, q u ie n tendía h acia la consecució n Este vacío favoreció el desarro llo de
de poderes extraord in arios, de la m is­ la piratería, que co n su actividad difi­
m a forma que otros m iem b ro s de la c u l t a b a e n o r m e m e n t e el a b a s t e c i ­
nobleza, co m o el p ro p io C raso, cuyos m iento de trigo de la c iu d a d de R o m a
éxitos en este caso, d u r a n te la déc a d a y c u e stio n a b a la seg uridad del tráfico
de los 60, pese a intentarlo, serían m e­ com ercial en el M editerráneo.
nos afortun ado s. De ah í el que R om a, d esde finales
30 Aka! Historia del M undo Antiguo

M uralla <e Adriano

Isuríum V ÍA X O N ES
^\£bi<r(i¿u OCÉANO GEIJVÍÁNICO

Mona.
Iíííhí ii/rt (Lincoln)
«TAN! FRIS1I

fórnm /(LeÜ Vèiita Icenorum


rpxeter)w^=i^ Noviomagus (Nimègue)'
. plevumy\ , raieclum
^Gldücesísé-- JtrecHt)í; —-r—VetüÎâ (Xañtem)

SlV Colonia ngríppina


¡u/nnómopiih
m Jirum // ^fcil.tC o lo niai i

y (Exéter^gfj T T ffik T E N C TE IU
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Saintes) ^ 1 (Clcrttfariw
ATLÁNTICO γη i t à n i a
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Burtligalajy^ %TROCqiílI
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Millas Romanas ijfr Pompae lo,
0 50 r 100 (Pamplona)
! Lcruiis galas |
0 30 ... fiO

Galias. Alpes. Germanias. Britania

del siglo II y d u r a n te el c o m ie n z o del nia de bello piratico), q ue establecía la


siglo I a. C., p ro ced iera a c o m b a tir la elección de un m a g istra d o co n p o d e r
piratería con m edios y m éto d o s que p r o c o n s u l a r , p o r u n p la z o de tres
n o a l c a n z a r o n su fin; la s itu a c ió n años, sobre el m a r y las costas hasta
se hizo crítica en la d é c a d a s de los 60 80 kilóm etros en el interior; este m a ­
a. C., h asta el p u n to de q ue en el 67 g istra d o d is p o n d r ía de 2 0 legiones,
a. C. A. G a b in io , trib u n o de la plebe, u n a flota de 500 naves, u n o s recursos
presentó u n proyecto de ley (¡ex Gabi­ de 600 talentos áticos y de facultades
La reoLihiica tardía: cesaríanos y pom peyanos 31
p a r a p o d e r n o m b r a r 24 legados de individu os q ue p re te n d ía n acced er a
rango senatorial; en el proyecto de ley las m ás altas m agistraturas, o c u a n d o
no se d a b a n in g ú n n o m b re , pero era m e n o s c o n t in u a r su carrera política,
u n secreto a voces qu e se trataba de c o m o C ic e ró n o César, y que necesi­
Pompeyo. El S e n a d o se op u so con la tab a n, en con se c u e n c ia, la influencia
excepción de César, que b u sc a b a el de P om peyo, a p o y a ra n d e c id id a m e n ­
a poyo de P o m p e y o en los c om ien zo s te el proyecto. D e esta forma, P o m p e ­
de su c a r r e r a p o lític a ; p e ro la ley yo lograba sus p ro p ia s pretensiones,
fue ap ro b a d a . con la oposición del Senado, pero aún
P om p e y o , m e d ia n t e u n a correcta d e n tro de u n fo rm a lism o político que
pla n ific ac ió n de la lucha, p rocedió a era necesario aceptar.
la d errota de los piratas en tres meses; E ntre el 6 6 y el 64 a. C., Pompeyo,
esta celeridad, o b v iam en te, no venía a liá n d o se con F ra a te s III, rey de los
c o n d ic io n a d a p o r el h e c h o de que Partos, p ro cedía a la derrota y s u m i­
c o n s i d e r a r a in n e c e s a r i o p r o l o n g a r sión de M itrídates, que perecía asesi­
d u r a n te m ás tiem p o sus p oderes ex­ n a d o en el 63 a. C. en C rim ea. De esta
traord in ario s; p o r el c ontrario, era la forma, c o m o a p u n ta J. Vogt, p o r obra
c o n t i n u i d a d de los m is m o s lo q ue de Pom peyo, R o m a a su m ía ah o ra la
p reten día, h a c ié n d o se co n c e d e r la d i­ h e re n c ia de los seleúcidas, a n e x io ­
rección de la guerra c o n tra M itrídates n a n d o o so m e tie n d o a su control des­
del Ponto. de el Bosforo a A rm enia, incluyendo
E n esta zo n a re in a b a la inestabili­ Palestina.
dad, h e re d a d a p re c isa m en te de la ac­ Tras su victoria, P om peyo procedió
tividad de Sila, que h a b ía s u b o r d i n a ­ a re o rg a n iz ar los territorios c o n q u is ­
do, e n la p a z de D a r d a n o s del 84 tados o som etid os a la hegem on ía ro­
a. C., el a se n ta m ie n to sobre bases só­ m a n a ; en alg u n a s partes de Asia M e ­
lidas del p o d e r r o m a n o en O riente a nor, co m o G a le c ia , C a p a d o c ia y
la lu c h a p o r la in stau ra ció n de su p o ­ P a fia g o n ia , se c re a r o n p rin c ip a d o s
der perso nal en R o m a; la actividad a u tó n o m o s e n m a n o s de dina sta s lo­
que d e sarro llaría in m e d ia ta m e n te cales, que reciben el título de «reyes
después L. Licinio M u r e n a tan sólo aliado s y am igo s del p u e b lo r o m a ­
fa c ilita ría la in te n s ific a c ió n de las no»; el resto del antig uo reino seleú-
hostilidades; la a c tu a c ió n del go ber­ c id a, es deci, el t e r r i t o r i o . e n tre el
n a d o r de Asia y Cilicia, L. Licinio L u ­ M e d ite rrá n e o y el Eúfrates, fue tra n s ­
culo, triunfal en sus inicios, va a c u l­ fo rm a d o en la prov in cia ro m a n a de
m in a r con el a m o tin a m ie n to de las Siria; finalm ente, la estrecha franja
pro p ia s legiones ro m a n a s, c u a n d o el existente entre el desierto sirio y el
general intente u n a expedición c o n ­ mar. Palestina, fue c o n c e d id a a la d i­
tra el rey de A rm e n ia , T igranes, su e ­ nastía de los a sm o neos, a u n q u e las
gro y aliad o de Mitrídates. diferencias existentes entre A ristóbu-
E n el 6 6 a. C., el trib u n o de la plebe lo e H ircan o, hijos de A le ja n d ro J a ­
C. M a n ilio conseguía la a p r o b a c ió n neo, dieron lugar a la intervención de
de u n a ley m e d ian te la cual se le c o n ­ Pom peyo, q ue asedió Jerusalén.
cedía a C n e o P om p e yo la dirección La r e o rg a n iz a c ió n a d m in istra tiv a
de la guerra contra M itrídates, a c u ­ fue c o m p le ta d a m e d ia n te la revitali-
m u la n d o todas las prerrogativas que z ació n y p ote n c ia c ió n de la vida u r ­
h a b ía o ste ntad o m e d ia n te la lex Gabi­ b a n a a través de concesio nes de esta­
nia y los poderes de los que g ozaba tutos ren ov ado s a las viejas c iudades
L. L icinio Luculo; el s e n a d o se op uso hele nística s o c o n la f u n d a c ió n de
a esta c oncesión de pod eres extraor­ n u e v o s n ú c le o s u r b a n o s ; en c u a l ­
d inarios; sin em bargo, era significati­ q u ie r caso, era sintom á tic o del c a rá c ­
vo de los tiem pos qu e co rría n el que ter que ésta a s u m ía el he c h o de que
32 Akal Historia del M undo Antiguo

los n o m b re s de las nuevas c iudades represión del m ovim iento sertoriano.


(P o m p e ó p o lis, M agnó po lis, etc.) tu ­ Precisam en te, esta relación del te­
vieran tal im p ro n ta personal, que en rritorio c o n q u ista d o y o rg a n iz a d o a d ­
realid ad p o te n c ia b a n a Pom peyo m in is tra tiv a m e n te se p ro yectaba en
c o m o nuevo Alejandro. m u ltitu d de fenóm enos; entre ellos,
Sin e m barg o, esta a m p lia c ió n terri­ u n o de los m ás significativos, en ta n ­
torial del m u n d o r o m a n o o de su h e­ to en c u a n to que con trad ecía las c a ­
g e m o n ía se h acía m e d ia n te la c o n ­ r a c te rís tic a s p r o p ia s de la religión
c e ntra c ión de u n p o d e r político tan r o m a n a , e s ta b a c o n s titu i d o p o r la
am p lio en m a n o s de un m agistrado, c o n c e sió n a Pom peyo, c o m o nuevo
qu e ello sig n ific a b a el fin o el c o ­ A le ja n d r o , de h o n o r e s d iv in o s; en
m ie n z o del fin, c o m o a p u n t a r a T. M itilene u n mes llevará el n o m b re de
M o m m s e n , del gobierno aristocráti­ P om peyo, y en Délos, Atenas, Fila-
co, de los p oderes y pivilegios de esta delfia, etc., las inscripciones testim o­
oligarquía que configuraba la nobilitas. n ia n que «el pu eblo ha co n sa g ra d o
La p ro p ia victoria p o ten c ia b a en imperator a Pom peyo»; en S am os es
todas sus d im e n s io n e s esta situación h o n r a d o c o m o «salvador» y en gran
que se derivaba, en el fo rm alism o le­ n ú m e r o de c iudades c o m o «custodio
gal, de las a trib u cio n e s de la lex M a n i­ del cielo y de la tierra».
lia. A nte todo, en el p la n o político, Pero, no sólo se potenció el p o d e r
p u e s t o q u e la a c t i v i d a d p o l í t i c o - político bajo la form a de clientela o
a d m in istra tiv a en O riente dio lugar al de h o n o re s divinos; ta m b ié n los re­
desarrollo en esta z o n a de u na c lie n ­ cursos ec o n ó m ic o s del ven c e d o r de
tela propia, que se a ñ a d ía , m ultipli­ M itr íd a te s se v ie ro n e n o r m e m e n t e
cá n d o la , a la que ya h a b ía c o nse gu i­ desarro llad os; el h ech o no era nuevo,
do en la P e n ín su la Ibérica d u r a n te la sin o q u e era in trín s e c o al c a rá c te r

Servicio de plata sobre una mesa.


Pintura pompeyana
La república tardia: cesarianos y pompeyanos 33

Retrato (entre el 60-50 a. C.).


Museo Vaticano

que en el m u n d o r o m a n o revestía la que su elección h a b ía conllevado y


a d m in is tra c ió n provincial; Craw ford que d a b a lugar a frecuentes procesos
h a p o d id o s e ñ a la r que el siglo I a. C. de e n d e u d a m ie n to ; otra, p a ra so b o r­
dio lugar a aquel «chiste» que in d ic a ­ n a r al ju r a d o en el posible juicio po r
ba que u n g o b e r n a d o r de provincias la m ala a d m in istra ció n , y, u n a terce­
del E sta d o ro m a n o d e b e ría a c u ­ ra, para p o d e r vivir, u n a vez con c lu i­
m u la r d u r a n te su gestión tres fortu­ das sus funciones.
nas: u n a p a ra c o m p e n s a r los gastos Tras su victoria en O riente, Pom pe-
34 Akal Historia del M undo Antiguo

yo reportó al estado 1 2 0 millones de ced er a las m á s altas m ag istraturas


denarios, d eriv ado s del botín y de los del E sta d o está c o n stitu id o p o r las
im p u esto s e x tra o rd in a rio s , m ie ntra s c o n ju ra c io n e s de C atilina, que tanto
que es p ro b a b le q u e u n a su m a s u p e ­ en el 6 6 c o m o en el 63 a. C. se p r o p o ­
rior fuera d istrib u id a a su ejército; fi­ nía, a n te la d e r r o ta su frid a en las
na lm ente, el p ro p io P om pe y o o b te n ­ e le c c io n es, a s e s i n a r a los c ó n s u le s
dría u n o s beneficios évaluables en 40 electos; el p ro p io Cicerón, cónsul en
ó 50 m illo nes de den arios; p rec isa ­ el 63 a. C., nos ha de ja d o descrito, en
mente, esta fo rtun a p o d ía ser u tiliza­ p a la b r a s del p ro p io C atilina, el c o n ­
da en la a m p lia c ió n de las p ro pias texto histórico en el que se e n m a r c a ­
clientelas y en el a p oy o a los m ie m ­ ba la u tilización de la violencia, que
bros de su factio en su lucha p o r el prog re siv a m e n te tendía a convertirse
control de las m agistraturas. en usual d en tro del sistema: «Dijo,
e n to n c e s, C a tilin a que h a b ía dos
c uerp os políticos, u n o débil y con c a ­
2. La política romana en la beza e n c le n q u e sobre los h o m b ro s; el
década de los 60: otro fuerte y sin cabeza; pero, m ie n ­
las ambiciones de Craso tras él se h a lla ra co n vida, se c o n v e r­
tiría en la ca b ez a» (Pro M urena, 51).
Las a m b ic io n e s de P om pey o n o c o n s ­ E n la ú ltim a de las c o n ju ra cio n e s
tituían un fe n ó m e n o excepcional en de C atilin a, la del 63 a. C., se h a b ía n
estos a ñ o s de la déc ad a de los 60 a. C., pro ye c ta d o rebeliones sim u ltá n e a s en
en los que se revitaliza la actividad de varias z o n a s de Italia, y, en especial,
los trib u n o s de la plebe y en los que en Etruria, d o n d e u n o de los c o n ju r a ­
C é sa r inicia su carrera política. Por el dos, M a n lio, c o n ta b a con nu m e ro sos
c o n tra rio , se tr a ta b a de u n tipo de partid arios; desde esta zona, la rebe­
c o n d u c ta b a s ta n te exten dida entre los lión, a lim e n ta d a p o r p ro p u e sta s de
m ie m b r o s de las nobilitas', S a lustio c o n d o n a c io n e s de d e u d a s y d istrib u ­
(Yug., 41,5) veía la situación en los si­ ción de tierras, debía extenderse h a s ­
guientes térm inos: «E n efecto, la n o ­ ta llegar a R om a , d o n d e el asesinato
bleza co m enzó a forzar hasta los lím i­ de Cicerón marcaría la toma de poder.
tes de lo s o p o rta b le su d e re c h o a la El com plot, falto de organ ización ,
dignitas, y el p u e b lo su derecho a la li­ fue descub ierto y el pro pio C icerón
bertas; c ada u n o trata b a de co brarlo obtuv o del S en a d o la p ro c la m a c ió n
todo o a rre b a tarlo p a ra sí mismo. Y del senatus consultum ultim um ; en la
así, todo caía hacia u n a u otra parte y co n sec u e n te represión, C atilin a m o ­
la res publica, que era el elem ento de ría c o m b a tie n d o en Pistoia.
la discordia, q u e d ó d estrozad a». O tros nobles, en cam b io , in te n ta ­
Para o b te n e r dignitas y su m a te r ia ­ ron a lc a n z a r poderes extraordinarios
lización, la elección p ara las m ás a l­ en el períod o en que Pom peyo c o m ­
tas m ag istraturas del E stado o la o b ­ batía c o n tra los piratas o contra M i­
ten ción de p o d e re s e x tra o rd in a rio s, trídates, p o r p ro c e d im ie n to s legales.
se utilizaron los m ás diversos p ro c e ­ Tal ocurría con M. Licinio C ra so en
dim ientos, q ue ib a n desde la v io le n ­ el 6 6 a. C., a ñ o en el que ejerció la
cia h a sta proyectos de ley que p r o p i­ c e n s u r a , c u a n d o i n te n t ó q u e se le
c ia b a n la creación de m agistratu ras c o n c e d ie ra n poderes extraord in ario s
con poderes y fun cion es especiales. p a ra la con versió n de Egipto en p r o ­
U n o de los casos en los que p o se e ­ vincia ro m a n a , a p r o v e c h a n d o la si­
mos u n a in fo rm a ció n m a y o r y d ire c ­ tua c ió n de crisis existente d u ra n te el
ta, p o r los escritos de C ite r ó n , y S a­ re in a d o de P tolom eo Auletes, hijo ile­
lustio, y en los q u e se utiliza o se gítim o y no re c on oc ido p o r R om a;
proyecta utilizar la violencia p a r a a c ­ con po sterioridad, en el 63 a. C., tanto
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 35

M. Licinio C ra so c o m o C ésar in ten ­ R epúb lica; los h e ch o s le d e m o s tra ­


taron c onseguirlo m e d ia n te la a p r o ­ rían lo contrario.
ba c ió n de u n proyecto de ley agraria D e form a in m e d ia ta , Pom peyo p re ­
{rogatio R u lla ), p re se n ta d o p o r el tri­ tend ía ser elegido cónsul p a ra evitar
b u n o de la p lebe P. Servilio Rulo; de esta form a p a s a r a ser un simple
esta ley preveía la distribu ción de tie­ privado, al m arg en de las prerrogati­
rras, tanto a p a rtir de ager publicus vas del poder; pero, adem ás, necesita­
c o m o de la c o m p ra p o r parte del E s­ b a a s i m i s m o la c o n f i r m a c i ó n p o r
ta d o de las p a rc e la s n ecesarias; lo parte del S e n a d o de todas las m e d i­
tra sc e nde n te del proyecto no era ta n ­ das p olíticas y a d m in istra tiv a s que
to el objetivo, d istrib uc ión de tierras, h a b ía a d o p ta d o en O riente y la distri­
c o m o los m edios q u e se utilizarían b u c ió n de tierras a sus veteranos; to­
p a ra p o n e rlo en práctica, ya que p re ­ das sus p re te n sio n e s fra ca sa ro n en
veía la creación de u n a com isión de los a ñ o s 62, 61 y 60 a. C., ante la o p o ­
diez m iem bros, elegidos po r el p u e ­ sición de la nobilitas, e n c a b e z a d a por
blo p o r cinco años, qu e te n d rían un M. Porcio C atón. La explicación de
p o d e r pretorial ilim itado e irresp o n ­ este fracaso se e n c u e n tra en el hecho
sable, tanto en lo tocante a fondos p ú ­ de que la in fluencia de P om p ey o e n ­
blicos c o m o a ju risd icció n; es decir, tre las distintas factiones de la nobilitas
u n o s p o d e r e s su p e r io r e s a los que no h a b ía h e c h o g ra n d e s progresos,
Pom peyo o ste n ta b a en virtud de la lex p ese a su s m a t r i m o n i o s p o lític o s;
Gabinia y de la lex Manilia. En am b o s P om peyo in tentó corregir esta situa­
casos, la oposición senatorial evitaría ción y procedió a divorciarse de M u ­
que C é sa r y C ra s o c o nsiguie ran sus cia, de la familia de los Metelo, para
objetivos. establecer lazos familiares con el p o r ­
tavoz de la nobilitas, M. Porcio C atón,
3. El «primer triunvirato» a través del m a trim o n io con su her­
m a n a ; el in tento fracasó y fue utiliza­
Estas victorias de los optimates, de la do p o r el p ro p io C a tó n p a ra ac u sar a
nobleza y de sus prin c ip ale s p orta v o ­ P om peyo de intento de soborno.
ces en estos m om e n to s. Cicerón, un Todo fue en vano; el Senado, e n ­
h o m o novus, p r o c e d e n t e d e l ordo ca b e z ad o , asim ism o, p o r L. Licinio
ecuestre, que recientem ente h a b ía ac­ Luculo, que h a b ía antecedido a P o m ­
c edido al S enado, y de M. Porcio C a ­ peyo en la dirección de la guerra c o n ­
tón, biznieto de C a tó n el censor y li­ tra M itrídates, proced ió a e x a m in a r
g a d o a las p o te n te s fa m ilia s n o b i ­ c a d a u n a de las m ed id as to m a d a s p o r
liarias de los Servilio y de los D o m i­ Pom peyo en Oriente, en u n claro ges­
tio, eran m e ra m e n te coy un tu rales y to de o po sición a las pretensiones de
efímeras. éste último.
E n los añ os 62-60 a. C., un cú m u lo En el veran o del 60 a. C. C ésar re­
de circ u n sta n cias daría lugar a u na gresó a R o m a p a ra presen tarse a las
su m a de fuerzas políticas contra las elecciones a cónsul, tras su propretu-
que la nobilitas n a d a tenía que hacer; ra en la p rovincia H is p a n ia Ulterior,
en efecto, a fines del 62 a. C., P o m p e ­ d o n d e h a b ía o b te n id o i m p o r ta n te s
yo. v e n c e d o r de M itrídates, d e s e m ­ éxitos militares frente a lusitanos y
b a rc a b a en Brindisi; cabía esp erar la galaicos, que le d a b a n el derecho al
repetición del golpe de estado de Sila; triunfo y que le h a b ía n perm itido sal­
sin em b a rg o, Pom p e y o licenció sus d a r las d e u d a s que h a b ía d ejad o en
tropas, c o n s id e ra n d o q u e sin el apoyo Roma.
m ilitar p o d ía m a n te n e r su posición La c o y u n tu r a se ofrecía pro p ic ia
privilegiada, respetuosa pero p o r e n ­ p a ra llegar a u n acuerdo, al que ta m ­
cim a del o r d e n a m ie n to político de la bién se uniría M. Licinio Craso; los
36 Akal Historia del M undo Antiguo

intereses de C é s a r se cifra b a n en la ciones; en realidad, c om o afirm a Gel-


obtención del c o n su lad o ; los de P o m ­ zer, el c o n s u la d o de C ésar constituye
peyo en la a p r o b a c ió n de las m edidas u n p u n to n o d a l en la evolución de la
to m a d a s p o r él en O riente y en la R e p ú b lic a R o m a n a ; a p o y á n d o se en
concesión de tierras p a r a los vetera­ la a s a m b le a p o pu lar, C ésar p u d o h a ­
nos; m ás con fuso s resultan los objeti­ cer a p r o b a r todos los c o m p ro m iso s
vos de C raso, que, tal vez, h aya que que h a b ía n estado en la base del «pri­
buscarlos en la reducción, a través de m er triunvirato».
un a ley, de los m o n ta n te s globales fi­ A nte todo se hizo frente al p ro b le ­
jad o s para la re c a u d a ció n de im p u e s ­ ma de las d istribuciones de tierras a
tos en Asia. F i r m a d o el pacto, fue los veteranos de Pompeyo; m ediante,
sellado entre C é s a r y P o m peyo m e ­ p r o b a b l e m e n t e , dos leyes a g ra ria s,
diante el estab lecim iento de lazos fa­ q u e a m p l i a b a n s u c e s i v a m e n t e el
miliares; P om peyo to m a b a co m o es­ m a rc o de a plicación, se dispo nía que
posa a Julia, hija de César. todo el ager publicus d ispo nible debía
Este acu e rd o entre César, Pom peyo ser rep artid o, in clu id o el de la fér­
y C raso ha sido d e n o m in a d o p o r los til C a m p a n i a ; pero, adem ás, se debía
historiadores m odernos «prim er triun­ c o n s e g u ir m e d ia n te c o m p ra , a p a r ­
virato», té rm in o qu e h a hecho fortu­ tir de los ingresos p o r botín de guerra,
na, pese a las diferencias p a lp a b le s p o r im p uesto s de O riente y en otras
que existen entre este acuerdo, sella­ provincias, las tierras suficientes; asi­
do con u n sim ple ju r a m e n to , y el «se­ m ism o, las disposiciones de Pom peyo
gu nd o triunvirato», que poseyó u n a en O rie n te fueron c o n firm a d a s m e ­
fo rm alización legal. E n realidad, se d ia n te ley y se redujo, m e d ia n te otra,
trataba de u n a a lia n z a , que nuestras en u n tercio los m o n ta n te s que d e ­
fuentes d e n o m i n a n co n diversos tér­ b í a n p a g a r los c o n c e s io n a rio s , p u ­
minos, puesto que Tito Livio la c o n o ­ blicanos, de im pu estos de la p ro v in ­
ce com o conspiratio, Veleyo Patérculo cia de Asia.
como potentiae societates y D ió n Casio Inútiles fueron todos los intentos
como filia; entre los elem entos de la de la nobilitas p a ra o b s ta c u liz a r la ac ­
m ism a h a y q u e h a c e r m e n c i ó n al tividad de César; ta n to la obnuntiatio
c om p ro m iso a d o p ta d o p o r los tres i n ­ (observación del cielo p a ra im p e d ir
tegrantes de no e m p r e n d e r acción a l­ la celeb ració n de a sa m b le as) c om o el
guna que p erju dicase a las restantes. veto e, incluso, el in tento de p ro c la ­
Los peligros que el acu erd o a rr a s ­ m a r el estado de excepción, se m o s­
traba p ara los optim ates e ra n ev id e n ­ tra ro n ino peran tes. A nte ello, Bíbulo
tes; todos los recursos se m ovilizaron; y C ic e ró n o p ta r o n p o r retirarse el res­
la corrup ción y la c o m p ra de votos to del a ñ o a sus casas p a ra s u b ra y a r
llegaron h asta sus cotas m ás altas; de esta form a su im potencia.
el propio M. Porcio C a tó n justificaba El p ro p io Sueto nio (Cesar. 20, 4),
en este caso tal m o d o de proceder, a ño s m ás tarde, se hacía eco de esta
a f i r m a n d o q u e en esta o c a s ió n se o m n i p o t e n c i a de C é s a r c o n el s i ­
practicaba el s o b o rn o p a ra el bien de g u i e n t e c o m e n t a r i o : «A p a r t i r de
la República (Suetonio. Cesar, 9,1). aquel m o m e n to (retirada de Bíbulo),
C ésar fue elegido cónsul, pero j u n ­ a d m in istró solo y a su arbitrio todos
to a él. Bíbulo. c a s a d o con u n a hija d e los a su n to s del Estado, h asta el p u n to
M. Porcio C a tó n y d efen so r a u ltr a n ­ de que algunos graciosos, c u a n d o en
za de los intereses de la nobilitas. La b r o m a f i r m a b a n a lg ú n d o c u m e n to
actividad de C é sa r d u ra n te el ejerci­ p a ra autorizarlo, no escribían « lib ra ­
cio de su c o nsulad o, en d 59 a.C., es­ do d u ra n te el c o n s u la d o de C é sa r y
taría a la altura de las expectativas Bíbulo», sino « d u r a n te el c o n s u la d o
que h a b ía n existido d u ra n te las elec­ de Julio y César», c ita n d o dos veces
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 37

al m ism o cónsul, p o r el n o m b re g en­ p o r el trib u n o de la plebe Vatinio (lex


tilicio y el s o b re n o m b re» . Vatinia de provinciis Caesaris), se hizo
Si C é s a r qu ería salvag uard arse de c o n c e d e r la prov in cia de la G a lia C i­
los peligros que le a m e n a z a b a n tras sa lp in a y del Ilírico p o r cinco años,
su c o n su la d o , d ebía hacerse co nceder j u n t o c o n tres le g io n e s; el p r o p io
un p o d e r p r o c o n s u la r que le pusiera P o m p e y o c o n t r i b u i r í a a fo rta le c e r
al abrigo de los a ta q u e s de la nobili­ los poderes c on c e didos a C é sa r p o r la
tas; m e d ia n te un plebiscito, propuesto lex Vatinia, h a c ie n d o a p r o b a r p o r el

El César de Túsculo (año 44 a. C.)


38 Akal Historia del M undo Antiguo

S e n a d o la c on c e sión de otra p ro v in ­ m as, p ro d u c to s agrícolas y h o m b re s


cia, la G a lia N a r b o n e n s e , y u n a c u a r ­ p o d ía re p o rta r la zona, y que d a rá n
ta legión. lugar en los a ñ o s in m ed iatos al d e s a ­
rrollo de u n a im p o rta n te actividad de
4. La conquista de la Galia los negotiatores, prsentes ya desde los
prim e ro s a ñ o s de la conquista. D e h e ­
P recisam en te, la c o n q u ista de la G a ­ cho, el p ro p io C icerón a n o ta que la
lia p o r C é s a r revela c la r a m e n te la e xp ed ición q ue C é sa r em p re n d e en el
e s tre c h a re la c ió n existente en tre la 55 y e n el 54 a. C. a Britania era inútil,
evolución de la «política exterior» ro ­ p o r q u e n o re p o rta b a ni plata ni escla­
m a n a y el d e s e n c a d e n a m ie n to de la vos de valor, ob viam ente, el h e ch o se
crisis final de la República. p o n ía en co nstraste con el contexto
La presencia r o m a n a en esta z o n a opu e sto q ue p o d ía observarse en la
se h a b ía solidificado en el 121 a. C., al G alia.
procederse a c re a r la prov in cia N a r ­ L as o p e ra c io n e s militares se c e n ­
b o n e n s e . D e s d e este m o m e n to , los tra r á n en los a ñ o s 58 y 57 a. C. en e n ­
pilares fundam entales del poder ro m a ­ fre n ta m ie n to s y victorias aisladas so­
no en este te rrito rio e s ta b a n c o n s ­ bre los helvetios en Bibracte, sobre
tituidos p o r la an tig u a co lo nia fócen­ Ariovisto en Belfort y sobre los belgas
se de Massalia, a lia d a con a n te rio ri­ en M auberge, con las inevitables c o n ­
d a d de R om a, y p o r la colonia, cread a secuencias de qu e los helvetios h u b ie ­
en estos m o m e n to s, de Narbo Martius. ron de a b a n d o n a r sus proyectos e m i­
la a lia n z a c on los eduos, pu e b lo que gratorios y los g e rm a n o s tuvieron que
o ste n ta b a e ntonces u n a d e te rm in a d a p a s a r de nuevo el Rhin. La fuerte ex­
h e g e m o n ía en la G a lia , c o n so lid a b a p lo ta c ió n a la qu e se som ete el territo­
a ú n m á s las posiciones ro m anas. rio d a rá lugar en el 56 a. C. a u n a su­
Esta situación se modifica en la d é ­ b le v a c ió n g e n e r a li z a d a , q u e C é s a r
c a d a de los 60 a. C., c o m o c o n se c u e n ­ logra controlar. Las actividades m ili­
cia de la presió n de los g e rm a n o s del tares de los años 55 y 54 a. C. se c e n ­
otro la d o del R h in , que c o m a n d a d o s tran en las dos expediciones a Brita­
p o r Ariovisto logran asentarse en Al- nia y en la c a m p a ñ a co n tra Ariovisto,
sacia; la acción de Ariovisto a rr a s tra ­ q ue resultó estéril. F in a lm e n te, en el
rá, co m o fen ó m e n o s co nc o m ita nte s, 52-53 a.C.. se p ro d u c e la g ran su b le ­
la p é rd id a de p o d e r de los eduos en v ació n gene ralizad a , c o m a n d a d a por
favor de los secuarios y la em ig ració n Vercingétorix, cuya derrota en Alesia
que los helvetios, p re s io n a d o s p o r los m a rc a la co m p le ta sum isión.
g erm ano s, e m p r e n d e n desde su lugar La c o n q u ista de la G a lia a p o rta rá a
de origen h asta la costa atlántica de C é s a r riquezas, en c on cep to de botín,
la G alia. a n á lo g a s a las que P om peyo h a b ía
Estos c a m b io s en la situ a c ió n geo­ conseguido en sus c am pañas en O rien­
política de la G a lia p u e d e n ser c o n si­ te; parte de los beneficios sirvieron
derados com o pretextos del desencade­ p a ra solidificar la v in cu la c ión a su
n a m ie n to del conflicto, en el contexto p e rso n a de los so ld a d o s que c o m p o ­
de la co n c e p ció n r o m a n a del bellum n ía n sus legiones, pu esto que c ada
iuxtum , c o m o acción qu e se e m p r e n ­ u n o de ellos, al final de las o p e ra c io ­
de en defensa p ro p ia o de los aliados; nes militares, recibió co m o c o m p e n ­
sin em bargo, c o m o a p u n ta L. Perelli, sació n 2 0 . 0 0 0 sestercios; ta m b ié n a u ­
la auténtica causa d ebe b u sc a rse t a n ­ m en tó el peso político de C é sa r en
to en la necesidad q ue C é s a r tenía de R o m a c o m o conse c ue n cia de que d e ­
p ro c u ra rse u n p o d e r perso n a l p a r a n - te rm in a d o s m a g istra d os fueron c o m ­
g o n ab le con el de P om peyo, c o m o en p ra d o s con los beneficios de la c o n ­
los beneficios que, en m a te ria s p ri­ quista; de este m od o , s ab e m o s q ue el
La república tardía: cesaríanos y pompeyanos 39

Templo de Hércules Víctor


(hacia el 50 a. C.). Reconstrucción.
Tíbur, Tívoli

trib u n o de la plebe, C u rió n , recibió tru c c io n e s (800 p u e b lo s fu e ro n s a ­


u n a c a n tid a d que según las fuentes q u e a d o s y u n m illó n de p e rso n a s es­
oscilaría entre 1 0 y 60 m illones, y el clavizadas, según Plu tarco) im p o n ía n
cónsul L. E m ilio Paulo, 36 m illones u n límite a los mismos.
de sestercios. G alia tam bién arrastraba im po rtan­
Pero ta m b ié n la c o n q u ista b en efi­ tes c onsecuencias; ante todo, d a b a lu ­
ciaría a otros sectores; el botín que gar a que el E stado ro m a n o , que con
C é sa r apo rtó fue e v a lu a d o en 800 m i­ a n t e r i o r i d a d te n ía u n a p r o y e c c ió n
llones de sestercios, al m arg e n de las prioritaria h a c ia Oriente, se p o te n cia ­
c o ro n a s de oro; y la afluencia de m e ­ ra en la otra parte del M editerrán eo
tales preciosos de la G a lia hacia Ita­ hasta alcanzarse un determ inado equi­
lia provocó, según Suetonio, u n a ele­ librio entre O riente y Occidente; pero,
vación de los precios del 30 p o r 100 al m is m o tiem po, se producía, com o
c om o con se c u e n c ia del d esequilibrio a p u n ta J. Vogt. u n a conse c ue nc ia de
que p ro d u je r o n e n la relación oro- u n a relevancia histórica, si cabe, aún
plata; los p ro pios tributos que se im ­ m ayor; u n a p arte de E u ro p a central,
p u sie ro n , 40 m illones de sestercios, in m e rsa e n la civilización de La Teñe,
e ra n significativos, pese a que las d e s ­ b a s c u la b a h a c ia el M e d ite r r á n e o y
40 A ka l Historia del M undo Antiguo

q u e el S e n a d o p u d ie r a in te r r u m p ir
las libertades c iu d a d a n a s m e dia nte la
p r o c la m a c ió n del senatus consultum
ultim um , y u n a nueva ley de a p e la ­
ció n q u e e s tip u la b a la c o n d e n a de
todo aqu el q ue fuera cu lp able directa
o in d ire c ta m e n te de la m uerte de un
c iu d a d a n o sin ju icio previo. Esta últi­
m a ley co nstitu ía u n a clara respuesta
a la actividad q ue C iceró n h a b ía des­
p le g a d o en el 63 a. C. co n tra la seg u n ­
da c o n ju ra c ió n de Catilina. Las c o n ­
secu encias prácticas de la ley fueron
el exilio de Cicerón, la destrucción de
su casa y la in c a u ta c ió n de sus bie­
nes; el otro p orta v o z de la nobilitas,
M. Po rcio C a tó n , ta m b ié n se vería
a f e c ta d o p o r la r a d i c a l i z a c i ó n del
conflicto, teniendo que a b a n d o n a r Ro­
ma, con el pretexto de que debía p r o ­
ceder a la organización de una nueva
provincia, Chipre, creada para este fin.
La actividad de C lod io llegó a a m e ­
n a z a r en su ra dic a lism o las posicio­
Bajorrelieve funerario (siglo I a.C.)
S. Guglielmo al Goleto nes de P o m p eyo y de César; deb id o a
ello, el p rim ero, q ue tem ía p o r su vida
h acia el m u n d o g re c o rro m a n o , que hasta el p u n to de tener que retirarse a
h ab ía p en e tra d o con an te rio rid a d su casa, p ro ce d ió a u n ace rcam ie n to
sólo en las z o n a s m á s c e rc a n a s al a la nobilitas, a lia n z a a la que siem pre
Mare Nostrum. estuvo dispuesto. Las co nsecuencias
in m e d ia ta s de la nueva correlació n
de fuerzas fue el regreso triunfal de
5. La agudización C ic e ró n de su exilio y la co ncesión a
de la crisis Pom p e y o de nuevos poderes ex trao r­
dinarios; esta vez bajo la form a de u n
Los a ñ o s c o m p r e n d id o s entre la m a r ­ p o d e r p r o c o n s u l a r p o r c in c o a ñ o s
cha de C ésa r a la G alia, en el 58 a. C., p a ra el a b a ste c im ie n to de trigo de la
y el nuevo a c u e rd o entre los triu n v i­ c iu d a d de R om a.
ros, en el 56 a. C., están d o m in a d o s La a p r o x im a c ió n de P o m peyo a la
p o r u n a ra d ic a liz a c ió n de la lucha nobilitas p r o d u jo u n d e b ilita m ie n to
política en R om a, es decir, del e n fre n ­ de las relaciones con César, que h a ­
tam ien to entre optim ates y populares. b r ía p o d i d o c o n d u c i r al e n f r e n t a ­
El 58 a. C. sería, p o r excelencia, el m ie n to militar; la situación se soslayó
a ñ o del tr ib u n a d o de C lodio, que, or­ m e d ia n te nuevos acuerdos, firm ados
g a n iz a n d o a la plebe a través de la re­ en Lucca, a d o n d e c o nc urrie ron , en la
v ita liz a tio n de los collegia y a tra y é n ­ p rim a v e ra del 56 a. C., César, P o m p e ­
d o s e a la p le b e u r b a n a m e d i a n t e yo y C raso, ju n to c o n sus partidarios,
distribuciones de trigo, a c e n tu ó la lu­ entre los cuales m á s de 2 0 0 se n a d o ­
c ha co n tra la nobilitas. res; los a cuerdo s a los que llegaron
Diversos proyectos fueron a p r o b a ­ perfilaron la evolución política y la
dos p o r in iciativa suya; e n tre ellos d istrib u c ió n de p o deres en los años
h ay qu e a lu d ir a la ley q u e im p e d ía siguientes.
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 41

Pom p e y o y C ra so a s u m iría n en el P om p ey o p e rm a n e c e en R o m a, diri­


55 a. C. el c o n su la d o , y u g u la n d o de g iend o las prov in cias h isp a n a s m e­
esta form a las prete nsion es de D o m i­ d ia n te sus legados.
tio , a c é rrim o enem igo de César; d u ­ Sin e m b argo , el acu e rd o a lc a n z a d o
ra n te el e jercicio de su c o n s u la d o . n o e s ta b a d e s t i n a d o a d u r a r p a r a
C ra s o y Pom p e y o d e b ía n o bte n e r u n siem pre, ya que, c o m o a p u n ta F. de
p o d e r p r o c o n s u l a r s o b r e las p r o ­ M a rtin o , constituía u n episodio de la
vincias de H is p a n ia y de Siria; César, lu c h a p o r el p o d e r p e rso n a l y no u n a
p o r su parte, co nsegu ía la c o n tin u i­ so lu c ió n definitiva a los p ro b le m a s
d a d de sus p o deres p roc o n su la re s p o r de la R epúb lica; la lucha c o n tin u a rá
cinco a ñ o s m ás y la «legalización» de co n el em p leo de a rm a s legales p ara
las c u a tro legiones, qu e rec ie nte m en­ d e sa c re d itar al contrario.
te h a b ía reclu tad o en la G alia, E n este m a rc o varios hechos en los
Elegidos c ónsules P om pey o y C r a ­ a ñ o s in m e d ia ta m e n te posteriores al
so, no sin « pro c e d im ie n to s especia­ acu e rd o de Lucca irían d e sb ro z a n d o
les», d ie ro n c a rá cter de ley a todos los el c a m in o h a c ia la guerra civil. Ante
acuerd os suscritos en Lucca; a c o n ti­ todo, la m uerte de M. Licinio C raso
n uación , C ra so m a r c h ó a Siria, d o n ­ en el 53 a. C., d e rro ta d o en C a r r h a e
de le e sp e ra b a el e n fre n ta m ien to con p o r los partos, h e c h o que pon ía fin al
el r é g i m e n p á r t i c o . m i e n t r a s q u e « p rim e r triunvirato» y qu e p o te n c ia ­

Cayo Julio César. Denario


(entre 58-44 a.C.)
42 Akal Historia del M undo Antiguo

ba el d istanciam iento entre C é sa r y le p e rm itie ra p resentarse in absentia,


Pompeyo, cuyas relaciones familiares es decir, sin te n e r que estar presente
se h a b ía n visto rotas a con secuen cia en la c iu d a d de R om a, al c o n su la d o
de la muerte de Julia y de la no a c e p ­ en el 49 a. C.
tación po r parte de Pom peyo de u n Sin em bargo , la actividad legislati­
nuevo m a tr in o n io c on O ctavia, s o ­ va q u e P o m p e y o desarrolla d u ra n te
brina-nieta de César. A ello se s u m a ­ su c o n s u l a d o sin colega a b r irá tal
ba la a g u d iz a c ió n de la crisis que a b is m o entre a m b o s que d e s e m b o c a ­
sufre la vida política r o m a n a a partir rá en la guerra civil; m e d ia n te deter­
de las elecciones del 54 a. C. y que se m in a d a s leyes, P om pey o procedió a
prolon gará d u ra n te el 53 a. C. La co ­ c o m b a tir la c o rru p c ió n y la violencia;
rrupción electoral a lc a n z ó sus cotas pero sus m e d id a s m ás tra sc e n d e n ta ­
más altas en las elecciones al c o n s u ­ les a fe c ta b a n a la regulación del acce­
lado del 54 a. C., c u a n d o los cuatro so a la a d m in is tra c ió n provincial, que
candidatos fueron a cusados de a m b i­ sólo p o d ía ejercerse p a s a d o un p erío ­
tu (corrupción), no p u d ié n d o se elegir do de cinco a ñ o s del d e se m p e ñ o de
magistrados hasta ju lio del 53 a. C., u n a m a g istra tu ra en R om a, y al p ro ­
c u a n d o ya se ace rc ab a n las eleccio­ c e d im ie n to electoral, c o n la o blig ato­
nes p ara el a ñ o siguiente. riedad p a r a todo c a n d id a to de estar
La acentuación de la utilización de p re se n te físicam en te en R om a. O b ­
la violencia en la lucha política venía v i a m e n t e , e s ta s d o s d i s p o s i c i o n e s
a pro fund izar aún m ás la crisis; opti­ a fe c tab an d ire c ta m e n te a la legitimi­
mates y populares se ro d e a b a n de a u ­ d a d legal de los p o deres de C é sa r y a
ténticas b a n d a s a rm a d a s, cuyas acti­ su c o n t in u id a d m e d ia n te u n nuevo
vidades van a d e se m b o c a r en asesi­ c on sulado .
natos, como el de C lodio po r el opti­ Los a c o n te c im ie n to s se p re c ip ita­
mate Milón en la vía Apia. ron d u r a n te los a ñ o s 51 y 50 a. C. en
Ante la inexistencia de m agistratu ­ un c lím ax de au téntica guerra civil,
ras, el Senado procedió a d e cla rar el en el q ue los optimates in te n ta ro n b á ­
estado de excepción y n o m b ró , con la sicam en te c onse g uir la deposició n de
aprobación incluso de C atón , a P o m ­ los p oderes de César; de esta forma,
peyo como consul sine collega. D e esta en el 51 a .C . el c ónsul M. M arcelo
forma, la nobilitas, p a ra salvar en la p ro p u so la derog ació n de los poderes
m edida de lo posible su o r d e n a m ie n ­ de C é s a r y la explícita p ro h ib ic ió n de
to político, tenía que re c u rrir a un qu e se pu d ie ra p re s e n ta r in absentia;
tipo de m agistraturas que no e staban la p ro p u e sta no fue a p r o b a d a porq ue
contem pladas en la c o nstitución de la el otro có nsu l in te rp u so su veto. En el
República R om a na ; el propio Cice­ 50 a. C., C é sa r logra atraerse, m e d ia n ­
rón, reflexionando en estos críticos te im p o rta n te s c o m p e n sa c io n e s eco­
años sobre el o rd e n a m ie n to político nó m ic a s, a u n o de los cónsules, L.
romano, se veía obligado a ac e p ta r el E m ilio Paulo, y a u n o de los trib un os
papel de guía, de u n p rim e r c iu d a d a ­ de la plebe, C. E scibo nio C u rió n ; sin
no, que por su especial dignitas per­ e m b arg o, la actividad de los aliados
mitiera un equilibrio a rm ó n ic o en la de C ésar, e sp e c ia lm e n te de C u rión ,
vida de la República. que p r o p u s o q ue C é sa r y Pom peyo
El acercam iento de Pom peyo a los d e p u sie ra n sim u ltá n e a m e n te sus p o ­
optimates a rrastró el d e b ilita m ie n to deres, o de los nuevos trib u n o s de la
de las relaciones con César; es cierto plebe, que e n tra ro n en funciones el
que este últim o aceptó el n o m b r a ­ 10 de diciem bre del 50 a. C., y que
miento de Pom peyo co m o m ag istra­ p re s io n a ro n m e d ia n te la agitación de
do e x tr a o r d i n a r io , p e r o a c a m b i o la plebe en co n tra del Senado, resultó
de que éste presentara u n a ley que ineficaz.
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 43

IV. Las guerras civiles

El 7 de enero del 49 a. C. el S enado p o r t a n t e s p r o s c r i p c i o n e s e n tre los


d e c la r a b a el senatus consultum ulti­ vencidos, que p ro p ic ia rá n u n a signi­
m u m y otorgaba a Po m pey o poderes ficativa reno vación de la nobilitas.
ex tra o rd in ario s p a ra d e fe n d e r el E s­
tado; el 10 de enero del 49 a. C., C é ­
sar, con u n ejército p e rfe rc ta m e n te 1. La guerra civil
ad ie stra d o y a p e la n d o a que los trib u ­ César-Pompeyo
nos de la plebe, M. A n to n io y Q. C a ­
sio L ongino, h a b ía n tenido que a b a n ­ La p rim e ra de estas guerras civiles, la
d o n a r R o m a an te la violencia de los que enfre ntará a c esarian os y p o m p e ­
optimates, c ru z a b a el R ub icó n, un ria­ yanos, será ta m b ié n la de m ás larga
ch u e lo q ue p o n ía límite a la G a lia du rac ió n , pues se extiende desde el 1 0
C isalpina. de enero del 49 hasta el 17 de m a rz o
C o n ello se in iciaba la últim a etapa del 45 a. C., c u a n d o C é s a r logre de­
de la R ep úb lica R o m a n a , d o m in a d a r r o t a r a los ú l t i m o s c o n t i n g e n t e s
p o r sucesivas guerras civiles, que tan pom pey an os en la batalla de M unda.
sólo te r m in a rá n en septiem bre del 31 El d e s e n c a d e n a m ie n to del conflic­
a. C. con la victoria de O ctavio sobre to venía d e te r m in a d o p o r la o p o si­
M arco A ntonio. Este p e río d o de d ie ­ ción de los optimates a las aspiraciones
cinueve a ñ o s constituye u no de los de C é s a r de o b t n e r u n a c o n t i n u i ­
m á s s a n g r i e n t o s de la h is to ria de d a d en el ejercicio del p od e r, m e ­
R o m a , c o m o se p o n e de m anifiesto d ian te el d e s e m p e ñ o del c o n su la d o
en el he c h o de q ue en el m ism o se d e ­ d u r a n te el 49 a. C. , y p o r la finaliza­
s e n c a d e n a ra n no m e n o s de seis gu e­ ción de los p od eres ex traord in ario s
rras civiles; c o m o h echos dignos de que h a b ía o ste n ta d o en la G a lia en
reseñar, h a y qu e d e sta c a r la im p o ­ virtud de la ley Vatinia, prorrogada
tencia del Senad o, bajo la dirección p o r las d isposiciones to m a d a s a tal
de Cicerón, p a ra s a lv a g u a rd a r el o r­ efecto p o r Pom peyo y Licinio C raso
d e n a m ie n to de la R ep ública; en reali­ d u ra n te su c o n su la d o en el 55 a. C.;
dad, la institución f u n d a m e n ta l de la deb id o a estas dos cuestiones se ha
República, el S enado, p r e p a r a su p r o ­ suscitado en la historiografía m o d e r ­
pia ruina, entre g án d o se a aquel diri­ na toda u n a serie de hipótesis que in ­
gente, a aquel « d in a s ta militar», que tentan explicar el desarrollo del c o n ­
c o n sid e ra ra c o y u n tu ra lm e n te m enos flicto b a s á n d o s e en p ro b le m a s de o r­
peligrosos; el desenlace, por otra parte, den jurídico, relacionados con la fecha
de las guerras civiles a c a rrea rá i m ­ de finalización de los poderes de C é ­
44 Akai Historia del M undo Antiguo

Bajorrelieve con representación de


procesión funeraria, hallado en Amiternum,
Museo Nacional de Abruzzo

sa r en la G alia; tres hipótesis, que se su influencia en la zona, de recursos


b a sa n en fuentes co ntrad icto rias, in ­ ec o n ó m ic o s y h u m a n o s ingentes, al
ten ta n fijar el fin de las prerrogativas m is m o tie m p o q u e sus leg a d o s en
de C é s a r en el 1 de m a rz o del 50, el 31 H is p a n ia p o d ía n a ta c a r a C é sa r por
de diciem b re del 49 ó el 1 de m arzo la retaguardia.
del 49, c o m o sugieren E. M eyer y G. A nte la a m e n a z a que s u p o n ía para
G iannelli. ellos el golpe de m a n o de César, los
Sin em b arg o, p o r d e b a jo del p ro ­ cónsules y u n a g ran parte del S en ad o
blem a ju ríd ic o existen c o n d ic i o n a n ­ a b a n d o n a r o n la c iu d a d y m a r c h a r o n
tes de c arácter histórico, que, com o hacia A pulia, d o n d e Pom peyo reclutó
a p u n ta F. de M artino, deben buscarse un ejercito que desde Brindisi p asó a
en la situ ación de la clase dirigente G recia, sin que César, pese a in te n ta r­
r o m a n a en estos m o m e n to s; en efec­ lo, lograra evitarlo. En abril del 49
to, la nobilitas se e n c o n tr a b a p ro f u n ­ a. C., C é sa r se a d u e ñ ó de R om a, a p o ­
d a m e n te d iv id id a y era in c a p a z de d e rá n d o se del erario público. A c o n ti­
asegurar el go bierno del Estado, al no n u a c ió n se dirigió a H isp a n ia , d o n d e
c o n tro la r los resortes fu n d a m e n ta le s los legados de Pom peyo, Afranio, Pe-
del poder, esp e c ia lm e n te los c o n tin ­ treyo y Varrón d is p o n ía n de c o n tin ­
gentes legionarios; de ah í que, com o gentes militares im po rtan tes, siete le­
a f ir m a C i c e r ó n , i n t e n t e a d a p t a r s e giones; en el c a m in o hacia H is p a n ia
a las circu nstan cias, e n tre g á n d o se a p u so sitio a la c iu d a d de M assalia, fi-
P o m p e y o , qu e , p ese a q u e a s p i r a ­ lo p o m p e y a n a . Las op e ra c ion es m ili­
ra a u n p o d e r p e r s o n a l , r e s u lta b a tares en H is p a n ia se d e s a r ro lla r o n
m e n o s p e lig ro so p a r a el m a n t e n i ­ con celeridad; A fra n io y Petreyo fue­
m iento de sus privilegios que César, r o n d e r r o ta d o s en Ilerda, m ie n tra s
que estaba ligado a los populares. que Varrón se ren día en C o rd u b a . Al
Las estrategias m ilitares que se p u ­ m is m o tiempo. D é c im o Bruto logra­
sieron en práctica tras el p aso del R u ­ ba la c a p itu la c ió n de M assalia.
bicon diferían o stensiblem ente. La de A fines del 49 a. C., C é sa r regresaba
C é sa r se b a s a b a en la invasión de Ita­ a R o m a , d o n d e to m a ría d e te r m in a ­
lia, ben eficiánd ose del faótor sorpesa; das m e d id a s relativas a la fo rm a liz a ­
en c a m b io , P o m p e y o se re tir a rá a t i o n de sus poderes, h a c ié n d o se ele­
O riente, d o n d e p o d ía d ispon er, d a d a i gir cónsul, m ie n tra s que de otra parte
La república tardía: cesaríanos y pompeyanos 45

Togado Chiaramonti (siglo I a.C.).


Museo Vaticano
46 Akal Historia del M undo Antiguo

solid ificab a su po sic ió n política en ser d o m in a d a gracias a la ayuda p r o ­


Italia m e d ia n te d e te rm in a d a s d isp o ­ p o r c io n a d a p o r M itrídates de Pérga-
siciones q ue h a c ía n frente a la a g u d i­ mo. La derro ta de Farnaces, hijo de
z ació n del e n d e u d a m ie n to , d ic ta m i­ M itrídates VI. del Ponto, que in te n ta ­
n a n d o u n a reducción de deudas, o a ba a p r o v e c h a r la c o y u n tu ra p a ra re­
través de la co n c e sió n de la c iu d a d a ­ c u p e r a r la in d e p e n d e n c ia del reino
nía r o m a n a a la T ra n sp a d a n a . de su padre, p o n e fin a las actividades
A p rinc ip io s del 48 a. C. C é sa r se militares de C é s a r en el M e d ite rrá n e o
dirige al e n c u e n tro co n los c o n tin g e n ­ oriental.
tes m ilitares que Pom p ey o d isp o n ía Tras la sum isió n del Oriente, C ésar
en G recia, u n o s 50.000.hom bres, a d e ­ h a b ía de h ac e r frente a la situación
m ás de 300 naves. Tras alg u n a s esca­ c r e a d a en el M e d ite rrá n e o central y
r a m u z a s , los c o n tin g e n te s militares occidental. Ante todo, la que existía
de César, u n o s 30.000 h om bres, d e ­ en Italia, d o n d e la situ a c ió n h a b ía
rro taro n en Farsalia el 9 de agosto a e m p e o ra d o c o m o co nsecu encia de la
las legiones p o m p e y a n a s; d a d a la s u ­ a g u d iz a c ió n del p ro b le m a de las d e u ­
p e r io r id a d q u e P o m p e y o o s te n ta b a das y de la actitud a d o p ta d a p o r las
en el m ar, p u d o retirarse a Egipto, legiones, que, a se n ta d a s en C a m p a ­
d o n d e p e n s a b a e n c o n tr a r apoyos, ya nia, veían retrasado el m o m e n to de
que el reino lágida h a b ía c onseguido su licénciam iento ante la perspectiva
salvar su in d e p e n d e n c ia gracias a él; de la c a m p a ñ a en Africa, sin h a b e r
sin em bargo, la m uerte tres a ñ os a n ­ r e c i b i d o to d a v ía c o m p e n s a c i o n e s .
tes de P to lo m e o Auletes h a b ía p r o ­ A m b o s p ro b le m a s fueron afro ntad os
v o c a d o el e n f r e n t a m i e n t o p o r la p o r C é s a r tras su regreso de O riente,
su c e sió n e n tre P to lo m e o X IV y su m e d ia n te u n a c o n d o n a c ió n de a lq u i­
h e r m a n a , C le o p a tra VII Filopator; de leres y el a p a c ig u a m ie n to de los legio­
a h í que c u a n d o P o m p eyo d e s e m b a r ­ narios a m o tin a d o s.
có en Egipto fuera asesinado. Las últim as ope ra c io ne s militares
La m uerte de P o m peyo no im p lic a­ te n d r á n c o m o escenario el norte de
ba la total derro ta de los adversarios A frica, d o n d e los p o m p e y a n o s h a ­
de César; im p o rta n te s b alu artes del b ía n logrado reu n ir 14 legiones e im ­
p o d e r de P o m pe y o a ú n presistían. E s­ p o rta n te s tropas aliadas, e H isp a n ia ,
tos se h a b í a n h e c h o e s p e c ia lm e n te d o n d e según el Bellum Hisociniense los
fuertes en Africa y en H is p a n ia , d o n ­ h ijo s de P o m p e y o lo g r a ro n c o n ta r
de se h a b ía p r o d u c id o u n a im p o r ta n ­ c on u no s conting en tes militares entre
te rebelión con tra el g o b e r n a d o r cesa- 11 y 13 legiones, a u n q u e con u n a h e ­
riano Q. C asio L o ngino, que facilitó te r o g é n e a c o m p o s ic ió n . E n A frica,
la re c up e rac ió n de la m ism a p o r p a r ­ C é s a r o b te n d ría frente a los p o m p e ­
te de los hijos de Pom peyo, Sesto y y ano s la victoria de T h a p so s, tras la
C neo. q ue M. Porcio C a tó n se suicidaría. En
Precisam ente, las ú ltim as vicisitu­ H isp a n ia , la victoria de M u n d a , en
des de la guerra civil te n d r á n c o m o los alrededores de O s u n a (Sevilla), el
e scenario estas dos zonas; antes, C é ­ 17 de m a rz o del 45 a. C., p o n ía fin a
sa r h u b o de h a c e r frente en A le ja n ­ la guerra civil, p e rd ie n d o la vida un o
dría a la situación cre a d a c o m o c o n ­ de los hijos de Pom peyo, Cneo.
s e c u e n c i a d e la c o m b i n a c i ó n del
p ro b le m a dinástico con la exigencia 2. La dictadura de César
de re c u p e rar las d e u d a s q ue P to lo ­
m eo Auletes h a b ía c o n tra íd o con los El sistem a político resultante de la
triunviros c u a n d o fue re sta u ra d o en g u e rra civil y, en co nse c u e n c ia, los
el poder; la sublevació n p r o ta g o n iz a ­ po deres de C é s a r h a n sido caracteri­
da p o r P tolom e o XIV tan sólo logrará zado s p o r la historiografía m o d e rn a
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 47

de form a c o n tra d ic to ria ; la diversi­


d a d de hipótesis em itidas se ve c o n d i­
c io n a d a tan to p o r el carácter de n ues­
tras fuentes, qu e difieren con respecto
a al visión de C é s a r en función de la
época en la que se insertan, como, en
algu no s casos, p o r el m ito de la perso­
n alid ad , q u e se gesta en la historia
m o d e r n a con el ascen so de la b u rg u e ­
sía y la constitu ción de poderes per­
sonales, qu e están en la base de la
teoría política del «cesarismo».
D e las diferentes hipótesis fo rm u ­
ladas, a p a rtir del siglo XIX, la p rim e ­
ra fue re a liz a d a p o r T. M o m m s e n ,
q u ie n c o n s i d e r a b a q u e C é s a r c o n ­
c e n t r ó e n su s m a n o s los m is m o s
p od eres q ue los primitivos reyes de
R o m a ; en este sentido, h a b ría que te­
ner en cu e n ta que, incluso, se llegó a
c olocar u n a estatua suya ju n to a la de
los siete reyes de la m o n a r q u ía r o m a ­
na. E n teoría del «reino arcaico» difí­
c ilm ente p ued e sustentarse debido a
que en todos sus p la n o s la realidad
r o m a n a del siglo I a. C. difería c u a li­
t a tiv a m e n te de la de los p r im e r o s
a ñ o s de la historia de la Urbs.
C o m o r e a c c i ó n a la t e o r í a d e
M o m m s e n , E. M eyer con sideró que
C é s a r llegó a po se e r al final de su
vida poderes absolutos, que se veían
a d em ás potenciados p o r la aureola re­
ligiosa que envolvía a su persona. En
este sentido, los p oderes de C é sa r se
a p ro x im a b a n a la m o n a rq u ía helenís­
tica, es decir, al tipo de realeza con ca­ a ve stibu lu m h a po the ca
b fauces i a n d ro n
rácter divino que se h a b ía im puesto c cellae j tric lin iu m
en el M e d ite r r á n e o o rie n tal tras la d c u b ic u la k p e ris tilio
m uerte de A le ja n d ro M agno. La p r in ­ e atrium I e xedra
f alae m oeci
cipal ob jeción que p u e d e hacerse a la g ta b lin u m n c u b ic u la
teoría de M eyer es la de sus f u n d a ­
mentos históricos, pues los principales
indicios de la m ism a se e n c u e n tra n
e n h i s t o r i a d o r e s b a s t a n t e ta r d ío s ,
que, co m o D ión Casio, p o d ía n tras­
vasar en su visión la re a lid a d de su
tiempo, el siglo III d. C., a la época de
César; m áxim e, c u a n d o n in g ú n testi­
m o n io coetáneo incide en ello.
E n realidad, u n a característica del
sistem a político y de los poderes de Planta general de una casa de Pompeya
48 Akat Historia del M undo Antiguo

C ésar tras la guerra civil debe tener sar p u e d e ser cara c teriz ad o co m o de
en c uenta la p ro p ia realidad en la que tran sic ió n entre la república y la m o ­
se d irim e la crisis de la República, es n a rq u ía , en ta n to en c u a n to que c o n ­
decir, el conflicto entre populares y opti­ serva fo rm a lid a d e s del sistema políti­
mates; sólo el análisis de la realid ad co en crisis ju n to con u n a im p o rta n te
histórica y de las fuerzas que lo a p o ­ a c u m u la c ió n de p o d e r personal; en
yan p u e d e n evitar la im ag en de u n este s e n tid o , los p o d e r e s de C é s a r
C ésar p o r e n c im a de la realidad, que c o n stitu iría n el precedente m ás in m e ­
está presente en la teoría del «m ito de diato del p rincipado, in a u g u ra d o p o r
la p e rson alid ad» . Augusto.
E n esta perspectiva, d eb e m o s tener Estos p od eres no le h a n sido c o n c e ­
en cu enta qu e la política de César, dido s de form a repentina, sino que
desde sus inicios, se e n m a r c a d e n ­ resultan de u n a serie de actos a través
tro de las reivindicaciones populares, de los cuales se m o difican las a n ti­
com o o c urrió c o n c re ta m en te d u ra n te guas instituciones republicanas. Las
su co n su la d o ; en c on secuen cia, sus m agistra tu ra s concretas que co n stitu ­
apoyos fu n d a m e n ta le s e s ta b a n c o n s ­ yen las bases fu n d a m e n ta le s de los
tituidos p o r la plebe, el «p ro le ta ria do poderes de C é sa r están constituidas
militar» y p arte del o rd e n ecuestre, p o r el c o n s u la d o y la dictadu ra; fue
especialm ente d e te r m in a d a s societates n o m b r a d o d ic ta d o r en el 49 a. C., d u ­
publicanorum, a los que h a b ía b e n e fi­ rante el sitio de M arsella; con poste­
ciado en el 59 a. C. con la reducción rioridad, y hasta antes de la batalla de
de los m o n ta n te s de las concesiones T h a p so s, seguiría siendo d ic ta d o r y
de Asia. Este m ism o c a rá c ter posee la c ó n s u l, r e n o v á n d o s e le los p o d e r e s
política que p o n e en práctica d u ra n te c a d a año. D espu és de la victoria de
la guerra civil, esp ecialm ente en rela­ T h a p s o s y, al m ism o tiem po que se le
ción con el p r o b le m a de las deudas; c o n c e d e n nuevos honores, se le n o m ­
en el 49 a. C„ u n a ley c o n d o n a b a p a r ­ bra d ic ta d o r p o r diez años, a u n q u e
cialm ente las d e u d a s en el sentido de ta m b ié n en este caso sus poderes se­
que concedía la remisión de los intere­ rían reno vado s a n u a lm e n te p a ra ate­
ses p o r dos a ño s y el descu ento del nerse a la f o r m a lid a d r e p u b lic a n a ,
capital de los intereses pagado s; en el c ónsul y e n c a rg a d o de la curam orum
m ism o p ro b le m a volverá a in cidir en p o r tres años, con lo q u e a su m ía parte
el 47 a. C., c u a n d o ante la situación de las funciones de los antiguos c e n ­
existente d icta m in e u n a c o n d o n a c ió n sores; en el 45 a. C. pasa a ser consul
de alquileres, que en R o m a a lc a n z a rá sine collega; d u r a n te este últim o a ñ o y
los 500 denarios y en Italia 125. c o m ie n zo s del 44 a. C. sus poderes no
Sin em bargo, d en tro del contexto h a r á n m ás que a u m e n ta r h asta cul­
de la política de los populares, estas m in a r el 15 de febrero del 44 a. C. con
m edidas se c a ra c teriz a n p o r su m o d e ­ el n o m b r a m i e n t o de d i c t a d o r p e r ­
ración, en c o n tra p o sic ió n a las p osi­ petuo.
ciones más ra d ic a liz ad a s que exigían, Sin embargo, sus poderes no se cons­
p o r ejemplo, la a n u la c ió n co m p leta tituyen e xclusivam ente b a s á n d o s e en
de las deu d a s con traíd as. Esta m o d e ­ las funciones y prerrogativas de estas
ración, c om o afirm a F. de M artin o, se dos m agistraturas rep ublican as; p o r
acentúa en el últim o períod o de su el contrario, leyes específicas le c o n ­
vida, c u a n d o C é sa r tien da a llegar a cedieron otra serie de privilegios; des­
p u n to s de a c u e rd o c o n las fuerzas ta q u e m o s u n a lex Cassia, p r o b a b l e ­
m á s m o d e r a d a s de la, a r is to c r a c ia m ente del 45 a. C., que regulaba las
hasta el p u n to de q ue las reform as so­ relaciones de C é sa r con el patriciado,
ciales pasaron a un segundo término. con c ed ié n d o les el p o d e r de la adlec-
En este contexto, el régim en de C é ­ tio, que perm itía in tro d u c ir plebeyos
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 49

Mariscal de Tívoli
(primera mitad del siglo I a.C.)
Roma, Museo Nacional
50 A kal Historia del M undo Antiguo

co m o nuevos patricios; o u na lex A n ­ sión de todos o de algunos de los d e ­


tonia del 44 a. C. qu e le perm itía a C é ­ r ech os in h e re n te s al c iu d a d a n o ro­
sar el derecho de la comendatio de la m a n o co nstitu yó u n o de los p ro c e ­
m itad de las m agistraturas, excluida d i m i e n t o s m e d i a n t e el c u a l C é s a r
el con su lad o, es decir, en la práctica c o m p e n s ó a provincias o a c o m u n i­
virtualm ente el n o m b r a m ie n to de los d a d e s con cretas los servicios p re sta­
mismos. dos d u r a n te la guerra civil. N u m e r o ­
D e te rm in a d o s h on o re s y distincio­ sas c iu d a d e s provinciales recibieron
nes p o te n c ia ro n a ú n m ás sus poderes de esta form a el derecho latino, c o n ­
personales; entre ellos m e n c io n a r e ­ c e d id o , p o r o tr a p a rte , a la G a l ia
mos el uso del m a n to p ú rp u ra , que T ra n sp a d a n a .
los m agistrados tan sólo p o d ía n utili­ Sus reform as políticas afectaron a
zar el día del triunfo, el derecho a g ra n parte de la org a n iza c ió n del Es­
sentarse en la silla d o ra d a , la de m ás ta d o r e p u b lic a n o ; el S e n a d o se vio
alta distinción en la curia, el im p ri­ afectado m e d ia n te el a u m e n to de sus
m ir su efigie en las m o n e d a s, el h o n ­ m iem bros, que p a s a r o n de 600 a 900,
rar su natalicio con pú blicas c e re m o ­ r e c l u tá n d o s e los nu e v o s s e n a d o r e s
nias, el título de pater patriae, etc. entre los p a rtid a rio s de César, a lguno
La victoria en la guerra civil y los de los cuales, co m o Balbo de G ades,
am plios poderes a c u m u la d o s le van a p ro c e d ía n del á m b ito provincial; el
perm itir realizar u n a serie de refor­ n ú m e r o de individuos que c o n fig u ra ­
mas que en el p la n o social se incardi- b a n a lg u n a s de las m agistraturas a u ­
n a b a n d entro de la política tra d icio ­ m entó; tal ocurre con los cuestores,
n a l d e los p o p u la re s; se p u s o en que a lc a n z a ro n la cifra de 40, o con
práctica un a m p io p lan de c o lo n iz a ­ los pretores, cuyo n ú m e ro llegaría a
ción que, a falta de ager publicus en 16; pero ju n to al au m e n to , se aprecia
Italia, afectará b á s ic a m e n te a las p r o ­ u n a tra n sfo rm a c ió n en el carácter de
vincias; en la c o lo n iz a c ió n p a rtic ip a ­ estas m agistraturas, que re sp o n d ía n
rá ante todo el «proletariado militar», en alg u n o s aspectos m ás a la c o n c e p ­
que veía c o m p e n sa d o s sus servicios ción del fu n c io n ario que a la del c lá ­
m e d i a n t e la deductio d e c o lo n i a s ; sico m ag istrado rom ano.
pero, ju n to a las colo n ia s militares, La com p o sició n de los trib un ales
ta m b ié n se fu n d a r o n civiles; de he­ de ju stic ia fue m o d if ic a d a , p a r tic i­
cho, Suetonio cifra en 80.000 la p o ­ p a n d o en lo sucesivo de los m ism os
blación civil a se n ta d a en las p r o v in ­ e xclusivm ante los sen a do re s y el o r ­
cias; los efectos se h icieron sentir en d en ecuestre, con la con sec u e nte ex­
la plebe u rb a n a , e specialm ente en el c lusión de los tribuni aerarii; los colle­
nú m ero de aquellos que ten ía n d ere­ gia, q u e h a b í a n d e s e m p e ñ a d o un
cho a repartos de trigo, qu e d is m in u ­ papel im p o rta n te a p a rtir de su revita­
yeron desde 320.000 a 150.000. liz a tio n p o r C lod io com o form a de
La im porta nte fu n d a c ió n de colo­ o rg a n iz a c ió n de la plebe, fueron p r o ­
nias a r ra s tra ría im p o r ta n te s c o n s e ­ hibidos. O tras m e d id a s afectarían a
c u e n c ia s , en t a n t o en c u a n t o q u e las reform as del calendario , con la in ­
contribu iría d e c id id a m e n te a la ro ­ tro du c ción del ju l ia n o de 365 días y
manización de las provincias de H ispa­ seis horas, a las costu m bres, etc.
nia, G a lia y Africa; en el p la n o socio- F in a lm e n te , la a d m in istra c ió n p ro ­
jurídico, el a se n ta m ie n to de los colo­ vincial se vio afectada p o r u n a ley
nos en las provincias im p lica b a u n a que regulaba la d u ra c ió n de la activi­
cualitativa tr a n s f o rm a c ió n en tanto d a d de los g o bern ado res, lim itada a
que la c iu d a d a n ía r o m a n a , con todas un a ñ o en el caso de los pretores y de
sus im plicaciones, se p ro y e c ta b a en dos en el de los cónsules; al m ism o
las mismas. Precisam ente, la c o n c e ­ tiem po u n a ¡ex Julia M unicipalis in-
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 51

D Alturas
OCEANO ATLÁNTIO

Tolósa
r. m c u ¿ íu g U s ti\ ™ ' ' (( ■ ' ¡
, y ¿ · - Panuiacloï ■
( í¿ g ó ) A S SU R E S ¡f ü^^níplo^)
¿i ^^^^alhf^rris
w m /i1 ^mpurias)
g Á L A f e C I — J - l - X - J ’a to í^^Tunaw )y
Bracara A YACCÁfej^** ^Ñuniánlia\· ÏaraugusU
4quae, PÍaviat ^Zarago:
(Bra -^Séptima tea <P '.Barcino
Portus Caí \¿ ? (Barcelona)
(Oporto B E kl Tarraco
Segoiitiii i \ ■.
ISalamantloa y / (Tarragona)
Jjjhrtosa
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AenilniUi \ / < , y * . f M AR
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Jo ü sip o ‘*1 E n ie à ittjS u g tïIid f, Saétabisi *■-·.(/ Piiyusae lae
Iiaimni
M etellinum pretuin

~ ^ ~ ~ h ^ ^ U ilL a __<.
V ifc(NíO'
V ip Ó s c a fÍn lL A t u r d e ; MEDITERRÁNEO
M v r li/ ix i '■ -* v - '\‘ ^ -· Carthago N iva
,ςρΝί --'Mss^Hh ^Astigr” ^ í \ (Cartagem )
. ,M um ^% U fso~ 'III ¡grV
loi Caesarea
\Salpcnsa Y T U L ·
(ChercJ^
' .. ^ J ^ f Afàhcù¿«te/ -¿Mera
, (Mál iga)
OCÉANO ^.¿¿7 áarieia
ST’· Julia Traducta

ATLÁ1 Rusaddir
(M clilla)

Pom aria,
(T Iem cen)
Numerus Syrorum
(Mamia)

la de los mapas 8 y 9

Hierro- ' ' ” Cereales, trigo, esj laT Ganaderln

Carbón L Pesquerías y
Plomb Viftcdo l. Bronce
w salazones de pescado
Cinabrio 0rf,/
.
λP ^Olivos 1
( '{ ^ .¡calazones de cerdo Limites provin ;¡ales
Escala; 1/8 000 000
.Cobre Kilómetros
2? X /)
Estaño 5 ¡S Cer Arnica, alfaroí/vidrios Vlas romanas

Hispanias y Mauritanias

te n ta b a o r d e n a r la a d m i n i s t r a c i ó n cio C atón , escrita p o r Cicerón, en la


municipal. que se re p rese n ta b a al a n tiguo repre­
La política de ap ro x im a c ió n a la se n ta n te de los optimates c o m o el ciu­
nobilitas, u n a de cuyas ex presion es d a d a n o ideal. Los elem entos p r o p a ­
era la co nco rdia, no p u d o evitar que gandísticos de la m is m a in te n ta ro n
la o posición de la m ism a , cuyos id e a ­ ser c o m b a tid o s p o r C é sa r m edian te
les eran y seguirían sie n d o re p u b lic a ­ u n «Anticato».
nos, a u m e n ta ra ; expresión de este fe­ L a op osición llegó a tales límites
n ó m e n o sería la biografía de M. P o r­ que C é s a r intentó b u sc a r u n a solu-
52 Akal Historia del M undo Antiguo

ción a la m ism a m e d ia n te u n a expe­ afectados p o r la crisis e con óm ica que


dición contra los partos p a ra la que a rra stra las guerras civiles, los c a b a ­
p re p a ró contin gen tes enorm es, parte lleros p refe rirán en el p e ríodo p oste­
de los c u a le s fu e ro n tr a s la d a d o s a rior a las idus de m a rz o del 44 a. C.
A p o lo n ia . Sus p r o y e c to s se v e ría n m a n ete n e rse alejados de los c o m p r o ­
frustrados en las idus de M a rz o del 44 m isos políticos, pese a que entre los
a. C., c u a n d o C é sa r fue a se sina d o en m ism o s existían im p ortantes grupos
la curia, c a y e n d o m u erto bajo la esta­ de «cesarianos».
tua de Pom peyo; S ueto nio afirm a que C e s a r ia n a era, asim ism o, la plebe
en la c o n ju ra c ió n pa rtic ip a ro n alre­ u r b a n a de R om a , pese a que d e te rm i­
d e d o r de 60 c aballeros y senadores; n a d a s m e d id a s del dictador, c o m o la
de ellos, c o n o c e m o s al m eno s el n o m ­ p ro h ib ic ió n de los collegia, la h u b ie ­
bre de 17, entre los cuales se e n c o n ­ sen p e rju d ic a d o ; en las ciud ad es itá­
tra b a n a lgunos de sus co lab orad ores, licas, la división política, entre p a r ­
c o m o Ju n io Bruto. C. C a sio Long in o t i d a r i o s y e n e m i g o s de C é s a r , se
o C. Trebonio. v e rte b ra b a con base en prin cipios p a ­
recidos a los de R om a; m ien tras que
3. Roma tras la muerte las olig arqu ías dirigentes de las dis­
tintas c iu d a d e s se h a b ía n alegrado,
de César c o m o afirm a C icerón, p o r los a c o n te ­
El asesinato de C é sa r no resolvía la c im ie n to s de las idus de m arzo, la
crisis de la R epública, sino que, po r el plebe era ta m b ié n fiel p a rtid a ria de
contrario, venía a ag ud izarla; con su César, que la h a b ía beneficiado con
m uerte se ab re u n o de los períodos alg u n a s de sus m edidas.
m ás trágicos y confu sos de la historia F in a lm e n te , el ejército, p ro fesio n a ­
de R o m a, en el que las guerras civiles, lizado y con fuertes vínculos p e r s o n a ­
cinco al m enos, constitu yen la so lu ­ les, era c e sa ria n o y exigía la u n id a d
ción final a la ru ptura de acuerd os y de los pa rtida rios de César; en la cri­
a lian z a s coyunturales, n o r m a lm e n te sis final se convertirá en el fiel de la
sellados m e d ia n te u n a a d e c u a d a p o ­ ba la n z a .
lítica m a trim o n ia l; de form a i n m e ­ Es d e n tr o de esta c o rre la ció n de
diata, su m uerte p ro vo cará la p o la r i­ fuerzas d o n d e d e b em o s e n m a r c a r los
z a c i ó n de la s o c ie d a d r o m a n a en acontecim ientos in m e d ia ta m e n te po s­
«cesarianos» y «cesaricidas». teriores a la m uerte del dictador. U n
El m arco histórico en el que se d e ­ p rim e r co n a to de solución a la p ro ­
senvuelven los aco n te c im ie n to s está fu nd a división existente en el interior
constituido, an te todo, p o r la in c a p a ­ de la clase privilegiada se in te n ta rá
cidad de la n obleza p a ra h a c e r frente c o n s e g u ir e n la se sió n del S e n a d o
a la crisis; dividida y sin el control de del 17 de m arzo , c u a n d o el cesaria­
resortes de poder tales com o la «plebe» no m a rco A n to n io y Cicerón, c o m o
y el «p ro le ta ria d o militar», la nobilitas po rtavoz de sus adversarios, alc a n c en
se m o stra b a in c a p a z de a d o p ta r una un acu e rd o en b ase al c o ncepto p o lí­
línea política que perm itiera la res­ tico griego de la «am n istia » , que en la
tau rac ión de la República. coyuntura histórica concreta de R om a
El ordo ecuestre constituía el otro im p lic a b a el reco n o c im ie n to de la va­
sector de la clase privilegiada sobre e.L lidez de todos los actos y disp osicio­
que C icerón fo rm u la b a la necesaria nes de César, la p ro h ib ic ió n de toda
concordia ordinum, c o m o prem isa para ac u sa c ión y, en c o n secu encia, la a m ­
salir de la crisis. N o era in te rn a m e n te nistia p a ra los asesinos de César.
un sector socialm ente h o m o g é n e o y Se tra ta b a de un in tento de a c u e r­
sus ideales políticos o sc ila b a n entre do. cuya fragilidad q u e d a r á c o n s ta ta ­
la R e p ú b lic a y el p o d e r p e r s o n a l; da in m e d ia ta m e n te , al verse d e sb o r­
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 53

d a d o p o r los a c o n te c im i e n t o s . En de los ce sa ria n o s y de los dos c ó n s u ­


efecto, el 18 de m a rz o se leía el testa­ les del 44 a. C., M. A n to n io y Do-
m e n to de C ésar, en el que se n o m b r a ­ labela.
ba c o m o he re de ro de las tres cuartas Sin em bargo, las disposiciones tes­
partes de sus bienes a su so brin o C. t a m e n t a r i a s de C é s a r a r r a s t r a r í a n
Octavio; el otro c u a rto era d ejado a u n a c o n se c u e n c ia a ú n mayor; se tra­
otros dos so b rin o s m e n o s próxim os, taba del n o m b r a m ie n to de su sobrino
Q. Pedio y L. P in a rio; co m o segundos co m o heredero; octavio, que no h ab ía
herederos, en caso de m uerte p r e m a ­ c u m p lid o los diecinueve años, se e n ­
tura o de re n u n c ia de Octavio, se d e ­ c o n tra b a en estos m o m e n to s en Apo-
sig n a b a a M. A n to n io y a u no de los lonia, p r e p a r a n d o la c a m p a ñ a contra
asesinos, D. Bruto. Al pue b lo ro m a n o los partos; r á p id a m e n te regresará a
se legaban los ja r d in e s del Janiculo R o m a, d o n d e llegó a finales de abril;

Marco Antonio (entre 44-30 a. C.). Denario

m ás u n a su m a de 300 sestercios p o r a d o p ta n d o el n o m b r e de C. Julio C é ­


cabeza. sar O ctaviano, será b ie n acogido po r
La lectura del te sta m e nto de C é sa r los ve te ra n os de C ésar. I n d u d a b l e ­
c o ntrib uyó a crear un clím ax p o p u la r mente, el n o m b r a m ie n to de Octavia-
de ex altació n del dictador, q ue iría no c o m o h ered ero y el regreso de éste
en a u m e n to h a sta los fu n e ra le s de a R o m a creaba u n a situación política
C é sa r, c e le b r a d o s el 20 de m a rz o , a ú n m ás com pleja, en tan to que p ro ­
c u a n d o la m u l t i t u d d e s b o r d a el piciaba la a p a ric ió n de u n a doble ca­
acu e rd o del c o n c o rd ia a lc a n z a d o p o r beza al frente de las filas cesarianas,
M. A n to n io y Cicerón, b u s c a n d o a los dific u lta ndo la política de M. A n to ­
c o n ju ra d o s, que prefirieron a b a n d o ­ nio; m áx im e c u a n d o O ctav iano ini­
n a r la ciudad. D e esta form a, R o m a ciará u n a política de a c e rc am ie n to a
q u e d a b a c o m p le t a m e n te en m a n o s C icerón y al Senado.
54 Akal Historia del M undo Antiguo

En este contexto se pla n te a el p r o ­ classis et orae maritimae, y se perm ite


blem a de la d istribuc ión de las p r o ­ que O ctavio co m ien ce a reclutar sol­
vincias; con a n te rio rid a d a las idus de dad os, lo grando, incluso, que dos le­
M a r z o , la G a l i a C i s a l p i n a h a b í a giones que M. A n to n io tenía a s e n ta ­
sido c onfia da a D. Bruto; en co n se ­ das en M a c e d o n ia se p usieran de su
cuencia, tras el ase sin a to de César, parte; con ello, el S enado rom pía su
esta provincia, rica en h o m b re s y m e ­ a isla m ie n to y la correlación de fuer­
dios, po día convertirse en un b aluarte zas se reequilibraba.
que c o n tr a p o n e r p o r p arte de la nobi­ A finales de noviem bre, M. A n to ­
litas a los cesariano s; de hecho. A p ia ­ nio a b a n d o n a b a R o m a y se dirigía a
no la c o n s id e ra b a c o m o u n a a c ró p o ­ la G a lia C isa lp in a ; a co n tin u a c ió n ,
lis del senado , c on la posib ilid ad de los a c o ntecim ien to s se precipitarían.
que q u ie n c o n tro la ra esta provincia D. B ruto es sitiado p o r los c o n tin g e n ­
fuera d u e ñ o a su vez de Roma. tes m ilitares de M. A n to n io en M óde-
D a d a la im p o rta n c ia de la G a lia na; in m e d ia ta m e n te , el S en a d o envía
C isalp in a, M. A n to n io va a pre se n ta r en a y u d a de los sitiados a los c ó n s u ­
ante los com icios trib u n o s un proyec­ les del 43 a. C., los c esarian os Aulo
to de ley p o r el q ue se m od ificaba la H ircio y C. Vibio Pansa, cuyos c o n ­
distribución de pro vincias existentes; tingentes militares se veían p o te n c ia ­
el proyecto fue a p r o b a d o y la co n se ­ dos p o r las fuerzas de O ctaviano, a
cuente ley (lex de perm utatione provin­ qu ie n el S e n a d o le h a b ía co ncedido
ciarum) c on c e día a M. A n to n io p o d e ­ el cargo de propretor. C o n esta c o n ­
res p o r c in co a ñ o s (43-39 a. C., se­ ju n c ió n de fuerzas, el S en a do logrará
m ejantes, en c o nsecuencia, a los que d e rro ta r sucesivam ente a M. A n to nio
se le h a b ía c o n c e d id o a C é sa r m e ­ en el Forum Gallorum y en M utin a ,
dian te la leX Vatinia del 59 a. C.), so ­ pero en el desarrollo de las o p e ra c io ­
bre la G a lia C isa lp in a y G o n a ta , en nes militares u n o de los cónsules, A.
lugar de M a c e d o n ia q ue le h ab ía c o ­ Ircio, moría, m ientras que el otro, C.
rrespondido; en agosto del 44 a. C., V ibio Pansa, resultaba herido.
los cam b io s en la d istribu c ió n de las C o n la guerra de M ó d e n a del 43
provincias se c o m p le ta b a n m e d ian te a. C. se po n ía fin a los tenues esfuer­
la a p ro b a c ió n de u n a nueva ley que zos de c o n s e g u ir q ue los a c o n te c i­
c oncedía a los cesaricidas, D. Bruto y m ientos de las idus de m a rz o n o d e ­
C. Casio, la a d m in istra c ió n de Creta s e m b o c a ra n de nuevo en u n a guerra
y C irenaica. civil; los ideales ciceronianos, sobre
O b viam ente, sem e ja n te re d istribu ­ los que se p re te n d ía teó ricam en te res­
ción del p o d e r p rovincial d ebilitaba ta u r a r la R epública de la concordia or­
a ú n m ás a los cesaricidas y creaba dinum y la a m n istía del 17 de marzo,
una correlación de fuerzas aún más fa­ q u e d a b a n co y u n tu ralm en te sep u l­
vorable a M. Antonio. El Senado, ante I tados.
la situación creada, reacc io n ará con
todos los m edios a su alcance. De un
lado, C iceró n c o m e n z a r á sus d isc u r­
4. El segundo triunvirato
sos contra M. A n to n io («filípicas»), In d u d a b le m e n te , la guerra de M ó d e ­
en los que se exigía que éste fuese d e ­ na h a b ía significado u n claro triunfo
cla ra d o al m a rg e n de la ley, e incluso de las fuerzas sen atoriales, pero se
lograba o b te n e r del S e n ad o la a n u l a ­ había conseguido m ediante una a lian ­
ción de las d isposiciones a d o p ta d a s za frágil, con la conflu en cia de fuer­
en las a s a m b le a s popu lares; al m is­ z as c o n t r a d i c t o r i a s q u e p r o n t o se
mo tiempo, se c on seg uía la a lia n z a rom pería. De hecho, en los m o m e n ­
con el hijo superviviente de Pom peyo. tos posteriores a la guerra de M ó d e ­
Sexto, al que se le n o m b r a praefectus na. se o bserv an dos fe n óm e n os p ara-
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 55
56 Akal Historia del M undo Antiguo

lelos, que te r m in a r á n po r invertir la M. Em ilio Lépido. las dos provincias


correlación de fuerzas y la situación h isp a n a s y la G a lia N a rb o n e n se ; y. fi­
política; de un lado, M. A ntonio, tras n a lm e n te . O c ta v ia n o ejercería el c o n ­
la derrota, logra h u ir pero consigue trol sobre Africa, N u m id ia y las islas.
co nfluir con Em ilio Lépido, cesaria- Italia debía de estar bajo la ju risd ic ­
no, qu e en estos m o m e n to s c o n tro la ­ ción de los triunviros.
ba las prov in cias de H isp a n ia U lte­ E ntre los acu erd os ta m bién se in ­
rior y de la G a lia N a rb o n e n s e ; y. de cluían las proscripciones, que a lc a n ­
otro, O c ta v ia n o ro m p e rá progresiva­ z a ro n cuotas superiores a las de Sila,
m ente sus lazos con el S e n a d o co m o p u e s en t o r n o a 3.300 s e n a d o re s y
conse c ue nc ia de la política a d o p ta d a 2 . 0 0 0 caballeros fueron víctimas de la
p o r este últim o, que lo excluía de la represión, a c u sad o s de crim en sacri­
nueva repartición de p rovincias y le lego y c o n d e n a d o s a interdictio aqua et
vetaba en sus a spiracion es al c o n s u ­ igni; la c o n d e n a fue a c o m p a ñ a d a de
lado, al m ism o tie m p o que n eg aba e x p ro p ia c ió n de bienes, que sirvieron
c o m p e n s a c io n e s a sus veteranos. p a ra fin a n c ia r la posterior c a m p a ñ a
La con se c u en c ia in m e d ia ta será la c o n tra los cesaricidas. Entre las vícti­
rup tu ra entre O c ta v ia n o y el Senado, mas se e n c o n tr a b a el pro p io Cicerón,
con la m archa de Octavio sobre Roma, d ec a p ita d o en C a p u a el 7 de d icie m ­
d o n d e entra con sus tropas h a c ié n d o ­ bre del 43, que de esta form a p o n ía
se n o m b r a r cónsul j u n to al c esarian o fin a u n a c o n t r a d i c c i ó n , ya q u e ,
Q. Pedio; tras ello, u n a lex Pedia c o n ­ c o m o afirm a S. M az z a rin o , h a b ía in ­
d e n a b a a los cesaricidas y. a c o n ti­ te n ta d o d e fe n d e r la agónica R e p ú b li­
nu ación, se a n u l a b a n todas las m e d i­ ca en el foro, m e d ia n te el uso de la
das to m a d a s c o n t r a M. A n to n io y pa la b ra , c u a n d o el p o d e r se decidía
E m ilio L ép id o , que re g re sa ro n a en los castra, m ed ia n te la utilización
Italia. de la fuerza.
En Bolonia, en el 43 a. C., se sella­ Al m arg e n del p o d e r de los triu n v i­
ba la inversión de a lia n z a s m ediante ros q u e d a b a n im p o r ta n t e s p r o v i n ­
un acu e rd o entre M. A ntonio. Emilio cias; e n tre ellas. Sicilia y C e r d e ñ a
Lépido y O ctaviano , al que días d es­ q u e d a b a n bajo el control de S. P o m ­
p u é s se le f o r m a liz a r í a le g a lm e n te peyo. m ie n tra s que los cesaricidas.
m ed ia n te u n a p ro pu e sta pre se nta da Bruto y Casio, c o n tr o la b a n los terri­
por el trib u n o de la plebe P. Ticio (lex torios orientales y e n tr a b a n en c o n ­
Titia), con la que se iniciaba el «se­ tacto con el reino pártico. El e n fre n ta ­
g u n d o triunvirato». La ley conced ía a m ie n to c o n los c e s a r i c id a s te n d r á
M. A ntonio. L épido y O c ta v ia n o p o ­ lugar en M a c e d o n ia , frente a la c iu ­
deres ilim itados p o r cinco años, c o n ­ d a d de Filipos en o ctubre del 42 a. C..
cluyendo. en c o nsecuencia, el 31 de que te rm in ó con la victoria de M. A n ­
diciem b re del 38 a. C.. para la rees­ tonio y O c ta v ia n o y con la derrota de
tructuració n del E stado (tríunviri re- Bruto y Casio, últim os bastiones de la
publicae constituendae). república oligárquica.
En la repartición de prerrogativas y D e s a p a re c id o el enem ig o c o m ú n ,
esferas de in f lu e n c ia se e s tip u la b a p ro n to su rg irán las p rim e ra s fisuras
q u e M. E m ilio L é p id o ejerciera el entre los triunviros; tas la victoria de
c o n su la d o en el 42, m ien tras que O c ­ Filipos. O c ta v ia n o regresará a Italia,
taviano y M. A n to n io se dirigían a m ientras que M. A n to n io p e rm a n e c ía
O riente co ntra los cesaricidas; al m is­ en Oriente. En Italia, O c ta v ia n o d e ­
m o tiem po tiem po el control de las berá h a c e r frente a u n a grave crisis,
provincias se c o n fo rm a b a de la for­ que venía c o n d ic io n a d a b á sic a m e n te
ma sigueinte; M. A n to n io o bten ía la p o r las dificultades de ab astecim ien to
G a lia G o m a ta y la G a lia C isa lpina ; que im p lic a b a p a ra Italia el control
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 57

Casa de Herculano

p o r Sexto P o m peyo de Sicilia y Cer- p rop ied ad es, ju n t o con 16 ciudades


deña, j u n to a la n ecesidad de c o m ­ itálicas. La a g u d a crisis e c o n ó m ic a
p e n sa r con d istribu c io ne s de tierras a h a b ía d a d o lugar, asim ism o , a u na
170.000 veteranos. Las parcelas nece­ ra d ic a liz ac ió n de las deudas; O c ta ­
sa ria s sólo p o d ía n ser o b te n id a s a viano ta m b ié n h aría frente a este p r o ­
partir de las e x p ro piacio nes a los sec­ blem a m e d ia n te u a n c o n d o n a c ió n de
tores privilegiados; n u m e ro sa s fam i­ alquileres qu e en Italia a lc a n z a b a n
lias. co m o los Virgilios, Propercios, hasta los 500 sestercios y en R o m a
Tíbulos, etc., serían afectadas en sus hasta los dos mil.
58 Akal Historia del M undo Antiguo

La crítica situació n existente será m o n io dos hijos, Tiberio y Druso. Los


in s tr u m e n ta liz a d a p o r M a rc o A n to ­ lazos fam iliares que O ctaviano h a b ía
nio en u n in te n to de p o n e r fin al establecido co n S. Pom peyo q u e d a ­
triunvirato, a rtic u la d o a través de las b a n rotos y el conflicto se precipitó,
pro pue sta s de su h e r m a n o L. A n to ­ hasta q ue en el 36 a. C., Agripa, g en e­
nio, c ó nsu l en el 41 a. C., que d a rá ral de O ctav iano , logra d e rro ta r con
lugar a u n a nueva guerra civil que el a poyo de M. A ntonio a los últim os
te n d rá c o m o escenario Perugia, d o n ­ p o m p e y a n o s en N auloco. Poco des­
de O c ta v ia n o o b te n d r ía u n a nueva pu és M. Em ilio L épido era a b a n d o ­
victoria. n a d o p o r sus tropas, con lo que el Es­
M ientras en Italia se desarro llab a tado rom ano quedaba polarizado entre
la guerra de Perugia, M. A n to n io p r o ­ un O rie n te en m a n o s de M. A n to n io y
cedía a la re o rg a n iz ac ió n de Oriente u n O c c id e nte en p o d e r de O ctaviano.
desde la c iu d a d de Tarso, a la que El conflicto se a gudiza d eb id o al
muy p ro b a b le m e n te co nc e d ía los d e ­ p ro b le m a pártico; en efecto, en los
rechos de c iu d a d a n ía , y d o n d e se p r o ­ días de Filipos, algunos c esaricidas se
du ciría el e n c u e n tr o con C le o p a tra h a b ía n refugiado en el reino pártico,
con la co nse c ue n te hiero ga m ia entre desde d o n d e instigaban a las p ro v in ­
los dos héroes divinizados. cias orientales; de ahí, que la po si­
Los intentos de M. A n to n io po r ais­ bilid a d de d a r c u m p lid o fin a la o p e ­
lar a O c ta v ian o se m ov ían en la c o n ­ ración proyectada p o r C é sa r se viera
tradición de que esto sólo era posible a h o r a in cen tivado p o r la actividad de
m e d ia n te la a l i a n z a c o n la a r is to ­ los cesaricidas. En el 36 a. C„ M. A n ­
cracia se n a to ria l; p e ro esta a lia n z a to nio realiza u n a p rim e ra expedición
pro duciría la deserción de sus c o n tin ­ c o n tra el reino pártico que fracasa, no
gentes m ilitares. D e ahí, el que se h a b ie n d o recibido los apoyos m ilita­
llegue a un nuevo acu e rd o en B rin d i­ res que O c ta v ia n o h a b ía c o m p r o m e ­
si en octub re del 40 a. C„ en el que se tido co m o conse c ue nc ia del tratado
procede a redistribuir las provincias; de Tarento, que h a b ía p e rm itid o la
M. A n to n io con serv aría O riente; O c ­ c o n flu encia de fuerzas p a ra destruir a
tav iano O ccidente, y L épido Africa. Pompeyo. En el 34 a.C. se repite la ex­
La pacificación se c o m p le ta ría m e ­ pedición por parte de M. Antonio, que
dia n te u n a c u e rd o con Sexto P o m p e ­ esta vez a lc a n z a ría la victoria, c o n ­
yo en Miseno, en el 39 a. C , por el que q u is ta n d o A rm e n ia y convirtien do la
se le reconocía a éste últim o el c o n ­ A tro p a te n e en u n estado vasallo.
trol de las islas, y a través de u n a a d e ­ D e sd e el 34 a. C. la situ a c ió n se
c u a d a política m a trim o n ia l. precipita en u n clím ax de auténtica
guerra civil, en la que O ctav iano ins-
5. La victoria de Octaviano t r u m e n ta liz a r á con c a r á c te r p r o p a ­
g a n d ís tic o todos los e le m en to s po-
Parecía que las guerras civiles hubie- :\ s i b l e s c o n tal d e d e s a c r e d i t a r a
r a n t e r m i n a d o ; s in e m b a r g o , los M. A ntonio. Las guerras civiles, solu­
acuerdos eran frágiles y pronto se rea­ ción últim a a la crisis rep ublican a,
n u d a r á n los conflictos entre el hijo de c u l m in a r á n el 2 de sep tiem bre del 31
Pom peyo. Sexto, y el a d o p ta d o p o r a. C , c u a n d o O riente y O ccidente se
César. Octaviano, que consigue atraer­ enfrenten en Accio, frente a las costas
se a la a r is to c r a c ia s e n a to r ia l m e ­ de A m b rac ia , de d o n d e surgirá con la
dia n te el m a trim o n io c o n Livia Dru- victoria de O c ta v ia n o u n nuevo siste­
sila. d iv o rc iad a de T ib e rio C la u d io ma político, que pod ía articu lar la si­
Nerón, que aportaba a su nuevo matri- i tuación del m u n d o ro m ano.
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 59

Cronología

78 a. C. M u e rte de Sila. R ebelión de M. E m ilio Lépido.

77 D e rro ta y m uerte de Lépido. P e rp e n n a se u n e en H isp a n ia


a Sertorio.

75 L ex Aurelia que perm ite a los trib u n o s de la plebe p o d e r a su ­


m ir otras m agistraturas.

74 M itrídates declara la guerra a R o m a e in vad e Bitinia.

73 R e be lió n de Espartaco.

72 Sertorio es asesinado; P e rp e n n a d e rro ta d o en H ispania. L.


L ucu lo o btiene im p o rta n te s victorias en la guerra contra
Mitrídates.

71 D errota de E spartaco p o r Craso.

70 P rim e r c o n su la d o de P om peyo y de Craso. R establecim iento


del tr ib u n a d o de la plebe. L ex Aurelia sobre la com posición
de los trib un a le s de justicia.

69 L. Luculo invade A rm enia.

68 M o tín de las legiones de Luculo.

67 L ex Gabinia: c a m p a ñ a victoriosa de P o m p e y o c o n tra los


piratas.

66 L ex M anilia: P o m p eyo sustituye a Luculo en la guerra c ontra


M itrídates. A lian za con F raates III de Partía. D erro ta de M i­
trídates.
60 A kal Historia del M undo Antiguo

65 C ra so censor; intrigas p a r a co nsegu ir poderes e x tr a o rd in a ­


rios p a r a la ane x ió n de Egipto.

64 P om peyo en Siria. F in de la m o n a r q u ía seleúcida.

63 C o n s u la d o de Cicerón. S e g u n d a c o n ju ra c ió n de Catilina.
C a íd a de J e r u s a lé n en m a n o s de P o m p e y o y fin de los
asm oneos.
62 D e rro ta y m uerte de C a tilin a ; P o m p e y o regresa a Italia y li­
cencia a su ejército.

61 C é s a r g o b e rn a d o r de la H is p a n i a Ulterior.

60 Regreso de César; pacto secreto entre C raso, C é sa r y P o m p e ­


yo. « P r im e r triunvirato».

59 C o n s u la d o del César. Ley Vatinia, que le confiere a C é sa r la


G a lia C is a lp in a y el Ilirico; a ello se le a ñ a d e p o r acu e rd o del
se n a d o la G a lia T ra n sa lp in a .

58 C lo d io trib u n o de la plebe. Exilio de C icerón. Victoria de C é ­


sar sobre los g e rm a n o s y los helvetios.

57 Regreso de Cicerón. P o m p e y o es e n c a rg a d o del ab aste c i­


m ie n to de la ciudad. C é s a r derrota a los belgas.

56 S u rg e n d e s a c u e r d o s e n tre los « triu n v iro s» . A c u e rd o s de


Lucca.

55 C ra so y P o m p ey o cónsules p o r se g u n d a vez. P rim e ra ex ped i­


ción de C é sa r a Britania.

54 S e g un da exp edición de C é s a r a Britania; C ra s o en Siria p r e ­


p ara la guerra co ntra los partos; P om pey o go bierna las p r o ­
vincias h isp a n a s m e d ia n te legados.

53 Los c ón su les no p u d ie ro n ser elegidos hasta julio. C ra so es


d e rro ta d o p o r los partos.

52 C lo d io es a se sin ad o p o r las b a n d a s de M ilón; revuelta gene­


ral en la G alia; sitio de Alesia. Po m peyo es n o m b r a d o consul
sine collega.

51 M a n io b r a s de los optim ates co n tra César.

50 Se p la n te a la sucesión de C é sa r en la G alia. El trib u n o Cu-


rión p la n te a que C é sa r y Po m p e y o d e p o n g a al m ism o tiem po
sus poderes. El c ónsul M a rc e lo o r d e n a qu e Pom p e y o a su m a
la defensa del Estado. Los trib u n o s a b a n d o n a n R om a.
La república tardía: cesarianos y pompeyanos 61
49 C é s a r pasa el Rubicon. P o m pe y o a b a n d o n a Italia. César,
n o m b r a d o dictador, m a r c h a a H isp a n ia , d o n d e derrota a los
p o m p e y a n o s en Ilerda.

48 Victoria de C ésar en Farsalia: m u erte de P o m p eyo en Egip­


to. Bellum Alexandrinum .

47 C é s a r regresa a R o m a ; a m o t in a m ie n to de legionarios en
C a m p a n i a . Los p o m p e y a n o s se p r e p a r a n p a ra d e fe n d e r
Africa.

46 Victoria de C é sa r en T h ap sos; suicidio de C atón ; reformas


internas.

45 C é sa r derrota a los p o m p e y a n o s en M u n d a .

44 C o n ju r a y asesinato de César. O ctavio n o m b r a d o heredero


de César. M. A n to n io recibe co m o prov in cias la G a lia C isa l­
p in a y T ransalpina.

43 G u e r ra de M ó d e n a . Octavio cónsul; «segu nd o triunvirato».


C o m ie n z a n las proscripciones.

42 Batalla de Filipos. Suicidio de C asio y de M. Bruto.

40 G u e r ra de Perugia.

39 A cuerdos de M isen o entre M. A nto nio, O c ta v ia no y Sexto


Pompeyo.

37 Pacto de Tarento; A n to n io desposa a C leopatra.

36 L épido a b a n d o n a el triunvirato; Sexto P o m peyo es derrotado


en N aulo co; c a m p a ñ a con tra los partos de M. Antonio.

34 Victoria de M. A n to n io frente a los partos.

31 Victoria de O c ta via no en Accio.


62 A kal Historia del M undo Antigut

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