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Tercer mandamiento y el mayor de los sacramentos.

 «El día séptimo será día de descanso completo, consagrado al Señor» (Ex
31,15). Con este precepto, Dios desea que el pueblo tenga muy claro que Él es
el Señor de todo lo creado, por lo que debe dedicar un día para el culto divino:
El sábado es un «día consagrado al Señor». Al mismo tiempo, se manda el
descanso de todo tipo de trabajo, Lo que servirá de ayuda para el que hombre
no desgaste en exceso sus fuerzas. De ahí que el sábado tenga dos fines de
honda raíz teológica y antropológica: ocuparse religiosamente del culto a Dios
y desocuparse del agobio del trabajo para dedicarse a tareas que le faciliten un
descanso creador (CEC 2172).
 Con el tiempo, la moral judía apremió la obligación de no trabajar hasta el
punto que se prohibía coda clase de labores, llegando a considerar el descanso
como un peso abrumador, casi como nueva esclavitud. Por eso Jesús condena
el rigorismo de los fariseos y sentencia que «no es hombre para el sábado, si
no el sábado para el hombre» (Mc 2,27).
 es un día dedicado a que los bautizados recuerden su vocación, para que den
gracias por haber sido salvados y a que se empleen en la instrucción religiosa y
en la plegaria cristiana, especialmente en la participación de la Eucaristía;
- el domingo es la fiesta primordial del calendario cristiano; por eso es un
día dedicado a la piedad y a la alegría cristiana;
 «El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de
participar en la Misa, y se abstengan además de aquellos trabajos y actividades
que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor o
disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo" (c. 1247).
 1324 La Eucaristía es "fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11). "Los
demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras
de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada
Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir,
Cristo mismo, nuestra Pascua" (PO 5).
 la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: lo decimos después de la
consagración. 1336 El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos,
igual que el anuncio de la pasión los escandalizó: "Es duro este lenguaje,
¿quién puede escucharlo?" (Jn 6,60). La Eucaristía y la cruz son piedras de
escándalo. Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división.

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"¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67): esta pregunta del Señor
resuena a través de las edades, como invitación de su amor a descubrir que
sólo Él tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68), y que acoger en la fe el don de
su Eucaristía es acogerlo a Él mismo.
 En cada misa escuchamos juntos la palabra de dios, damos gracias
expresamente a dios por las cosas que nos ha hecho le pedimos en el nombre
de Jesús que nos de fuerza para llevar una vida realmente cristiana, en cada
misa celebramos la muerte y resurrección del señor, en cada misa podemos
aprender a conocer más a Jesús. (JPII)
 De la Eucaristía es de donde recibimos todos nosotros la gracia y fuerza para la
vida diaria, para vivir la auténtica vida cristiana con la alegría de saber que Dios
nos ama, que Cristo, que murió por nosotros, y que el Espíritu santo vive en
nosotros.
 Es el sacrificio perfecto, porque es el mismo sacrificio de la Cruz. Por eso es lo
mejor que podemos hacer por una persona, al rezar por ella. Tiene un valor
infinito aunque estemos distraídos, pero su aprovechamiento dependerá de lo
que nosotros hagamos….
 Por eso no solo escuchamos, sino que rezamos. Partes:
- Acto penitencial: concretamos nuestras faltas y pecados. Silencio y
Oremos. En pie. Disposición.
- Liturgia de la palabra. Conexión entre el antiguo y nuevo testamento.
No he venido a abolir la Ley sino a darle cumplimiento. JPII, el
evangelio, es la voluntad de Dios para ese dia. Dios nos habla en el
pan y en la palabra. Si fuéramos a misa todos los domingos, en tres
años hacemos una lectura completa de los 4 evangelios.
- Credo: ha recomendado el Papa que lo recemos con frecuencia.
Conviene pararnos para ver en qué creemos…
- Ofertorio: momento para ofrecer nuestra vida, que no vale, xo que
gracias a la misa lo vale todo.
- Plegaria eucarística: oración más importante. Prefacio, oración para
dar gracias, es justo y necesario es nuestro deber y salvación….
Epíclesis, anamnesis, doxología final.
- Consagración: 1375 Mediante la conversión del pan y del vino en su
Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento. Los
Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la

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eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo para
obrar esta conversión. Así, san Juan Crisóstomo declara que:
- «No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan
en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado
por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras,
pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo,
dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas (De proditione Iudae
homilia 1, 6).
- Comunión: El sacerdote comulga y, a continuación, lo hacen aquellos
fieles -es decir, sólo pueden comulgar los fieles bautizados- que se
saben con las debidas disposiciones. Se han examinado y han
reconocido que están en gracia de Dios (que no tienen ningún
pecado mortal sin confesar).
- La Iglesia nos recuerda que “los que van a recibir el sacramento no lo
hagan sin estar durante una hora en ayunas de alimentos sólidos y
bebidas, exceptuando el agua” (Ritual).
- La comunión es un don que el Señor ofrece a los fieles por medio de
un ministro autorizado. Se imita el gesto del Señor: “se lo dio,
diciendo, tomad…”. Por esa razón, la Iglesia no admite que los fieles
tomen por sí mismos el pan consagrado y el cáliz sagrado; ni que se
lo pasen de uno a otro.
 La liturgia: Preserva el misterio y la solemnidad de la sagrada eucaristía. A
través de.
- La vestimenta del cura
- El lugar. Centralidad del altar
- Las palabras. Que sean las correctas, las canciones las correctas, las
lecturas son las del domingo,
- Nuestra actitud: la genuflexión, el estar sentado de pie o de rodillas,
el contestar, la puntualidad…
 Presencia eucarística«La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del
culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento del amor. No
escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración, en la
contemplación llena de fe y abierta a reparar las faltas graves y delitos del
mundo. No cese nunca nuestra adoración» (Juan Pablo II, Carta Dominicae
Cenae, 3).

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