En una sociedad en donde los bienes ocupan un lugar privilegiado y en
donde existe el convencimiento errado de que el dinero lo resuelve todo, hay quienes buscan a Cristo el Seor y la vida cristiana, en procura de mejorar su economa. Lo ms complejo del asunto es que en su afn de tener solidez han dejado de lado a Dios. Qu dice la Biblia al respecto? La respuesta la encontraremos en el mensaje de Dios.
I.- La prosperidad terrenal es temporal (vv.1, 2).
1.- Nuestra vida no debe afectarse a causa de la prosperidad ajena (v. 1
a).
2.- Quien no guarda su corazn, puede dar lugar a la envidia y a la
frustracin (v. 1 b).
3.- La prosperidad terrenal es efmera. Nada es para siempre (v. 2).
II.- La prosperidad verdadera debe buscarse en Dios (v. 3).
1.- Nuestra confianza para provisin y salida a las crisis debe estar volcada hacia Dios (v. 3 a).
2.- Las circunstancias adversas no deben ni pueden afectar nuestra vida
de rectitud (v. 3 b).
Confa en Jehov y haz el bien
3.- Dios bendice la fidelidad de su pueblo (v. 3c).
III.- Dios es la fuente de todo bien (vv. 4, 5).
1.- El principio para recibir bendiciones es la fidelidad a Dios (v. 4a).
Delitate asimismo en Jehov...
2.- El galardn de Dios para su pueblo es responder a las peticiones (v. 4b).
3.- Es necesario someter a Dios planes y proyectos como paso a la
bendicin (v. 5a).
4.- Es necesario confiar en la respuesta de Dios y esperar en El (v. 5b).
Conclusin:
La verdadera prosperidad proviene de Dios. Los bienes materiales son
perecederos y no estn asegurados para siempre. Ahora, cmo ser prosperados en Dios? De acuerdo con las Escrituras, guardndole fidelidad, sometiendo a Su voluntad planes, metas y proyectos, y abrindonos al obrar divino. Adems, cuando Dios prospera tal prosperidad es slida y no perece con facilidad porque forma parte de los maravillosos planes que el Seor tiene para nuestra vida.