Saint Honore es un lugar muy agradable para vivir.
El clima es templado, pero tampoco es lo
suficientemente soleado como para quemar la piel y eso es lo que ha atraído a los vampiros desde hace muchos siglos atrás.
La gente de la ciudad es muy amigable y tranquila,
excepto por las típicas revueltas que ocurren en los lugares menos seguros, sin embargo aún así no es extraño que la gente deje sin mayores seguros sus casas al salir, porque tienen confianza en que nada pasará, o al menos si es que llegara a suceder algo, sus vecinos se encargarán de eso.
Pero no todo era así en un principio. En el año
1860, cuando el país recién fue tomado como colonia por parte de Inglaterra, surgieron muchas pequeñas sublevaciones de los habitantes originales del país, pues no aceptaban ser prisioneros de ninguna potencia. Entonces se comenzó a formar un propio ejército, que sería conocido como el “Ejército de la Resistencia”, el primero de su tipo que se creaba en el país y en donde destacaba un joven guerrero, llamado Eoghan – pronunciado Egán – que sobresalía por su fuerza y determinación.
Este soldado había estado en muchas partes del
país batallando en diferentes guerras de los estados, y, era muy conocido por las mujeres de la época. Dentro de todo esto hay un gran relato e Igor lo ha estado desarrollando muy bien en sus archivos vampíricos, pues como ya se sabe, él es un apasionado por este tema.
“Eoghan era un joven soldado de 19 años que a su
corta edad ya había sido requerido en numerosos ejércitos, logrando ser la pieza clave en la victoria de cada uno de ellos.
De él se decía que era muy alto, bien parecido y
con una fuerza absolutamente descomunal. No había otro ser humano que se le comparara y al ser un muy buen estratega, lograba que todas las batallas se tornaran para su beneficio. Era la envidia de los hombres y era el sueño de todas las jóvenes de aquellos años. Había algo de misterio en su semblante que era un atractivo muy grande para todos, pues su inteligencia también era desbordante y destacaba por saber conquistar a las mujeres. Todas las batallas que a su corta edad había logrado comandar le habían dado esa experiencia que sólo tiene un hombre adulto.
Al establecerse en Saint Honore conoció a la joven
institutriz de una familia acomodada y luego de un tiempo se desposaron y al cabo de unos meses su esposa estaba embarazada.
Había comportamientos muy extraños en Eoghan desde
siempre, pero aún así era muy amable con su esposa, familia y familia política. Durante un tiempo todo marchó bien, pero en un momento la gente comenzó a darse cuenta de algo muy diferente: recién al primer mes de gestación el desarrollo de la barriga de Anne, su esposa, era como el que tiene una embarazada de 5 meses. Un mes después ya estaba en un desarrollo mayor como el de una mujer con 9 meses. Algo andaba mal.
Muchos rumores comenzaron a nacer en la ciudad,
hasta que una sociedad secreta dio con la explicación: el bebé que estaba gestándose no podía ser otra cosa que un vampiro, lo que daba como conclusión que todas las aptitudes grandes que Eoghan poseía se debían a su condición. La otra conclusión fue que su esposa estaba muriendo poco a poco, porque el bebé le estaba quitando la vida.
Entonces todo el pueblo comenzó a rechazarlos, y
en una noche una gran multitud llegó a la casa de Eoghan Williams y Anne Williams y en esa ocasión mataron al joven soldado con una estaca directa al corazón y luego ataron y encerraron a la mujer para finalmente prender fuego a la casa y terminar así con toda evidencia.
Esta historia es parte de la mitología de la
ciudad y así se cuenta a cada generación, pues se dice que el Regidor de esa época se encargó que nunca más se comentara lo sucedido.”
Plaza de Saint Honore / 09:40 pm.
Es día viernes y en la noche la mayoría de los jóvenes sale a divertirse en los pocos lugares para este fin que hay en la ciudad. Casi la totalidad de ellos se encuentran en el centro y todos los jóvenes necesariamente tienen que pasar por la plaza, que es destino obligado para todos los que se pasean por el centro de Saint Honore.
En una de las muchas bancas que se encuentran
entre los árboles y flores está sentada una joven, delgada, de intensos ojos azules, pelo castaño oscuro y vestida de una manera un poco formal para estar sola sentada en una plaza en la noche.
Se encuentra muy absorta en sus pensamientos,
mirando hacia cualquier lado solamente por mirar, de vez en cuando se toma su pelo, para luego volver a dejarlo caer y cada cierto tiempo se acomoda.
Igor ha estado trabajando todo el día en terreno,
reporteando en la mañana la actividad del Alcalde, para luego ir a buscar información sobre unos asaltos ocurridos en las poblaciones peligrosas y para culminar con la apertura de una nueva librería interactiva.
Va caminando con paso lento, pero firme, con la
cabeza gacha, notoriamente cansado por la extenuante jornada que vivió. Decidió ir a divertirse algunos momentos con sus compañeros de trabajo en un bar que se encuentra en el centro. La parte irónica de todo esto es que Igor no bebe alcohol y las pocas veces que lo ha hecho ha terminado en un desastre, pero aún así necesita distraerse.
Va caminando por el mismo lugar en donde está la
muchacha, que ahora está de pie, cuando de pronto se cae su anillo e Igor se agacha amablemente para recogerlo.
- ¡Toma!, aquí esta tu anillo – dice Igor con
una sonrisa en su rostro. - ¡Muchas gracias! – dice la muchacha mientras extiende la mano para recogerlo.
Al extender Igor su mano y tocar la de la
muchacha, siente una extraña electricidad lo que hace que aparte bruscamente su mano.
- ¡¿Qué demonios fue eso?! – dice al agitar la
mano que quedó resentida. - Ehh…la verdad no lo sé, qué raro, debo estar cargada con alguna energía – la muchacha ríe. - ¡Disculpa!, no me presenté...me llamo Igor, ¿y tú?. - Me llamo Alexandra, ¡mucho gusto!. No estrecharé las manos contigo para que no pase nada anormal – dice riendo. - Claro, el gusto es mío – dice el Igor notoriamente hipnotizado por la belleza de Alexandra. CAPÍTULO 2: Cambio de Planes
“Nunca pensé que llegaría a amar tanto a
alguien. No al menos de la manera en que lo amé más allá de toda diferencia absolutamente grande entre los dos.
Tus ojos, tu cuerpo…tu calor, el cual ha estado
tan ausente en todos mis días. El amor que irradia desde cada hermosa parte de tu ser es algo que de alguna manera envidio en mí.
Me enseñaste que el amar va más allá que un
simple sentimiento, sino que es realmente un estado de felicidad plena, en donde puedes olvidar todos los problemas que te aquejan y por un momento dejarte llevar por la hermosura de la simplicidad.
Gracias a ti aprendí a amar de verdad, a
perdonar, y a mi propia manera de vivir, me enseñaste a respetar.”
Plaza de Saint Honore / 09:50 pm.
- ¿Y qué anda haciendo sola una mujer tan
hermosa a esta hora de la noche en la plaza? – dice Igor mirando fijamente a la muchacha.
- Bueno, la verdad necesitaba un tiempo para
pensar, además tenía otros planes…por eso este vestido…pero creo que los dejaré. - Sí – dice el joven sonriendo – ese vestido me hizo pensar que podías estar de fiesta o algo y no quería interrumpir. ¿Te parece si me siento contigo unos minutos y luego te dejo ir?, lo prometo. – dijo Igor, casi como un mandamiento, mientras se sentaba en la banca.
Alexandra volvió a tomar asiento.
Igor contempló el rostro de la mujer varias
veces, lo hacía con sutileza, para no despertar sospechas en ella, pero secretamente Alexandra observaba a Igor también. De pronto el silencio tomo protagonismo de la situación.
Alexandra toma la iniciativa y rompe el hielo.
- Y, cuéntame Igor, ¿qué es lo que haces?
- Bueno – dijo Igor mientras tomaba una mejor
posición – yo trabajo en la televisora de la ciudad como periodista y además estoy viviendo aquí junto a mi madre, porque ella está sola en casa ya que mi hermano pequeño fue a estudiar a la Universidad y yo decidí volver a radicarme en Saint Honore para así pasar tiempo con ella.
- Ya veo, ¡eso es muy tierno!, hubiera deseado
tener la misma oportunidad, pero no pude – el rostro de Alexandra denota cierta tristeza.
- ¿Por qué?, ¿no vives con tu madre? – preguntó
un poco sorprendido Igor. - No…ella…ella falleció hace algunos años y tampoco tengo a mi padre, pues no lo conozco.
- ¡Vaya!, tan joven y sola…¿sabes?, yo tampoco
crecí con mi padre, pues se divorció cuando tenía pocos años. Creo que es difícil, pero no imposible.
- Sí, de todas maneras sé como defenderme, y en
cuanto a cocinar no me preocupo tanto, pues mi dieta es demasiado…fácil…por decirlo de alguna manera…
- ¡Ciertamente!, pues eres muy hermosa…debes
cuidar muy bien lo que comes… - dice Igor bajando el volumen a medida que la oración avanzaba.
Alexandra se ríe con entusiasmo e Igor repasa en
su mente lo que acaba de decir. Se sonroja.
- Oh, ¡disculpa!, no quise ser inoportuno…
- No te preocupes, agradezco tus palabras.
- Bueno, veo que no soy muy bueno expresándome y
suelo decir las cosas sin pensar, siempre he sido así y siempre hay algo que no hago bien por mi impulsividad – dice Igor como excusa.
- No, está bien Igor, eres muy verdadero, a
veces es algo que está tan ausente en mi vida, desearía ser siempre yo en todos lados. Alexandra e Igor siguieron conversando sobre muchas cosas durante unos 45 minutos. La química entre los dos era absolutamente perceptible y aunque Alexandra se comportaba un poco seria, Igor de vez en cuando lograba sacar una carcajada a su rostro pálido, pero perfecto, al igual que todo su cuerpo.
- Bueno Igor, fue un gusto haberte conocido,
ahora debo irme, no me siento muy bien – Alexandra dice mientras baja su cabeza.
- ¿Te sientes bien? – dice Igor preocupado.
- Es mejor que me vaya – responde Alexandra
seriamente.
- Si quieres te puedo acompañar…
- ¡No!, no hace falta tu ayuda – dice Alexandra
y al levantar nuevamente su cabeza y mirar a Igor sus ojos tienen un color rojo brillante.
- Bueno Alexandra, cuídate, ojalá podamos vernos
nuevamente – dice Igor mientras comienza a caminar en dirección contraria a Alexandra. Da unos pasos y decide darse la vuelta para decirle algo a la muchacha.
Pero Alexandra ya no está. Entonces Igor continúa
su camino un poco confundido por la repentina despedida de la muchacha. Hospital de Saint Honore / 10:15 pm.
Los médicos llegaron corriendo a la habitación
donde se encuentra Amelia y su madre, quien está muy desesperada por la forma en que su hija gritaba y se desesperaba. Uno de los médicos se trata de su padre, quien abraza a Amelia con todas sus fuerzas.
- ¡Amelia!, ¡hija!, tranquila, no pasa nada.. –
dice tiernamente su padre, al abrazarla - ¿qué es lo que ha pasado?, le pregunta a su esposa.
- ¡No lo sé!, acabo de llegar y ella despertó y
comenzó a gritar muy fuerte y descontrolada.
Amelia logra calmarse un poco, aunque sigue muy
agitada.
- Papá…papá… - murmura la joven claramente
debilitada.
- ¿Qué te pasó hija mía?, ¿te duele algo?
- Tengo…mucha…sed…
- Voy a traerte algo para beber, yo creo que
agua por si acaso…enfermera, por favor cuide muy bien a mi hija, volveré enseguida. Grace, acompáñame por favor.
El doctor Nielsen y Grace salen de la habitación y
Amelia vuelve a recostarse agotada y muy agitada todavía. Las enfermeras se dan cuenta que algo anda mal con el equipo médico, pues no mide las pulsaciones ni da otro tipo de información tampoco. Deciden esperar al doctor para tomar una decisión al respecto.
Autopista Central / 11:32 pm.
La autopista central comienza en la parte poniente
del centro de Saint Honore, y es la única carretera que permite llegar o ir desde o hacia el sur del país, por lo tanto es muy concurrida, pero en estos días no hay mucho tráfico debido a todas las celebraciones importantes que se llevan a cabo en el país y en la ciudad principalmente, por lo que no es muy usada. Sin embargo en un auto Volvo muy moderno se encuentran dos amigas, probablemente dirigiéndose hacia la costa.
- ¿Así que eso te dijo? – dice enérgicamente la
muchacha rubia y que va manejando el automóvil.
- ¡Sí!, pero no sé que hacer…creo que es un poco
mayor para mí.
- Yo creo que deberías aprovechar esta
oportunidad, pues él tiene dinero y además es muy guapo… - dice al mirar a su amiga con ojos picarones.
- No lo sé, aún sigo pensando que hacer…pero
creo que tomaré tu consejo…pues él es demasiado sexy – ríe. - ¡Me gusta mucho esta canción!, le voy a subir el volumen – dice la muchacha de pelo corto, morena y de intensos ojos verdes.
Comienzan a entretenerse con la música con un
volumen muy alto y siguen conversando y gritando, aunque también molestando.
Están conduciendo a mucha velocidad y poco les
importan las señales y las leyes de tránsito en este momento. Ellas sienten la libertad de estar solas manejando hacia otra ciudad para ir y juntarse con hombres desconocidos en los que ellas ven una posibilidad de amor, contrariamente a lo que los hombres piensan.
Están en eso cuando de pronto una neblina densa
cubre la carretera y una de ellas, la que va de copiloto, se comienza a preocupar.
- Judi, ten cuidado por favor, esta niebla es
muy peligrosa… - dice preocupada mientras ajusta su cinturón de seguridad.
- ¡No te preocupes tanto!, esto va a pasar
pronto y será todo normal, sigamos disfrutando de la música – dice con un tono despreocupado.
A lo lejos una sombra puede observarse con
dificultad. Es difícil darse cuenta si es un animal o una persona, sin embargo las muchachas van a mucha velocidad, y es demasiado tarde cuando se dan cuenta que la silueta es de un hombre que está en medio de la carretera.
- ¡Cuidado! – grita la copiloto
desesperadamente.
El automóvil atropella al hombre y el impacto
lanza el cuerpo a muchos metros más allá. El automóvil da un giro en su eje y comienza luego a dar vueltas hasta chocar con la barra de contención.
Pasan unos minutos y la mujer rubia que iba
manejando, Judi despierta atrapada en el vehículo, que está todo abollado y destrozado. Abre los ojos con mucho cuidado y siente mucho dolor. Comienza a gritar por ayuda, quizás sabiendo que nadie va a ayudarla, y su horror es más grande cuando se da cuenta que su amiga no está en el asiento de copiloto. Grita aún más queriendo salir. En su frente hay una gran herida de la cual sale mucha sangre. Está demasiado débil y atrapada entre el fierro torcido y sus fuerzas comienzan a desaparecer.
De pronto mira hacia su izquierda y ahí, unos
metros más adelante, ve el cuerpo de su amiga que yace inerte en la carretera. De repente siente unos pasos que se acercan y grita pidiendo ayuda. Es Máximo.
- ¿Estás viva? – pregunta Máximo con una voz muy
sombría. - No…no siento mis piernas…estoy muy débil…y…atrapada – gime Judi casi murmurando.
- Coloca tus manos apoyándote en el techo,
mientras yo trataré de dar vuelta el vehículo para rescatarte – señala el vampiro.
Judi hace lo que pide Máximo con las pocas fuerzas
que le quedan, y grita de dolor, pues todo su cuerpo tiene heridas y huesos rotos. Máximo, con su gran fuerza, logra volver el automóvil a su posición original y abre la puerta para sacar a la muchacha. La toma en sus brazos y la saca.
- Gracias…por ayudarme… - dice Judi debilitada
completamente.
- No, gracias a ti, hermosa dama – dice Máximo.
- Gracias, ¿por qué?... – dice Judi incrédula,
mientras grita por el dolor.
- Al llegar, tu amiga ya estaba en el suelo
muerta, así que no tuve que forzarla y fue una rica cena…y ahora tú serás el postre… - dice mientras deja a Judi en la carretera acostada y se ríe malévolamente.
Máximo abre su boca y sus perfectos colmillos
blancos salen a la luz, se acerca a la muchacha muy débil, que no puede escapar por estar tan herida y tampoco puede gritar muy fuerte. El vampiro comienza a olerla y a lamer sus heridas. Finalmente llega al cuello, la muerde y con ello llega el fin de la vida de Judi.
Al terminar de alimentarse, coloca los dos cuerpos
dentro del automóvil, lo lanza con fuerza hacia el acantilado que se encuentra posterior a la barrera de contención golpeada y el vehículo va girando mientras se golpea y al llegar al fondo se incendia.
- Esta vez fue fácil, me merezco unas
felicitaciones. Esa actuación del atropello es una de mis preferidas, me encantan las muchachas que se entregan con rapidez ante este tipo de “accidentes”. – dice Máximo mientras se ríe.
El vampiro entonces emprende una rápida carrera
hacia la ciudad nuevamente, se mueve tan rápido que su imagen se desfigura y logra perderse en el horizonte.
Hospital de Saint Honore / 12:38 am.
Efectivamente los equipos médicos no marcaban los
latidos del corazón de Amelia, ni tampoco sus pulsaciones, por lo que se mando a cambiar la maquinaria. Al llegar el nuevo equipo, sucedía lo mismo. No había ningún signo vital en el cuerpo de Amelia, pero el panorama era bien distinto, pues ella al pasar las horas comenzaba a mostrar una mejoría bastante extraña, pues era como si nunca le hubiera pasado nada. Llegan a la conclusión que los equipos están averiados y la desconectan. Amelia se encuentra recostada en la camilla y ya ha tomado bastante agua, sin encontrar saciedad a su sed.
- Hija has tomado mucho agua – dice preocupada
su madre, Grace.
- No puedo controlarlo, sigo teniendo sed – dice
mientras vuelve a recibir un vaso de agua a manos de su madre.
- ¿Pero te sientes mejor? – pregunta el doctor
Nielsen.
- Sí, como nunca me he sentido, creo que los
médicos en este hospital son muy buenos, incluido tú, papá.
- Pero es muy raro, tu estabas con una anemia
aguda y no deberías sentirte así al cabo de un día – señala el doctor con incredulidad.
- Papá, quien mejor que yo para saber como
estoy, me siento bien, mareada y un poco afiebrada, pero mi cuerpo ya no duele, al menos no como dolía antes.
- Eso está bien, aunque sigo sin explicarme
como…
- …¡papá, silencio! – grita muy enojada Amelia -
¡salgan todos de aquí no quiero escucharlos más! De pronto, Amelia comienza a ponerse muy enojada y a gritar desaforadamente. En su descontrol es posible ver que el color de sus ojos se coloca de un negro intenso. Sigue gritando hasta que todas sus fuerzas se agotan de repente y cae en un transe profundo, no responde y no hace nada. Finalmente vuelve a desmayarse.
Han pasado algunas horas y los médicos han logrado
estabilizar a Amelia, sedándola parcialmente. Su familia está en la casa y ella nuevamente se encuentra sola en la habitación.
Hospital de Saint Honore / 03:50 am.
Amelia despierta de su profundo sueño, mira hacia
el techo, se mueve un poco y mira hacia la ventana.