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2010 1- Todo se trata de relaciones

Todo se trata de relaciones.


Cada día... todo el día... nos estamos realizando con alguien o con
algo.
Ya sea nuestra relación con el Señor, con nuestra esposa/o, hijos,
padres, compañeros de trabajo, hermanos en la Iglesia, falsos her-
manos, vecinos, enemigos, amigos, el dinero, el ordenador (compu-
tadora), la música, la televisión, etc, etc....

Vivimos en una constante relación.

La palabra relación proviene del término latino “relatio” y el Dic-


cionario la define como una “conexión entre algo o alguien con otra
cosa u otra persona”.

Por lo que, como decíamos, todo el tiempo estamos en “conexión” o


interactuando con otras personas o cosas.
Todo se trata de relaciones. Absolutamente todo.

Isaías 29:13

Hacían lo que su religión les enseñaba que debían hacer, pero no


tenían ningún tipo de relación con el Señor.

Lucas 10:25-37
Los religiosos judíos amaban discutir sobre esto.
Alfred Plummer en su Comentario de Marcos explica esto: “Los ra-
binos dividían los 613 preceptos de la ley (248 mandamientos y 365
prohibiciones) en ‘importantes’ y ‘leves’, pero su clasificación era
causa de muchos debates” (“El evangelio según Marcos”. Pag. 283).

Esta era la gran pasión de los maestros de la ley judía. Ni bien te-
nían oportunidad comenzaban un debate teológico sobre cómo en-

Relacionándome como Cristo 1


2010 1- Todo se trata de relaciones

tendían la ley, cuales eran los preceptos “importantes” y cuales los


“leves”, sobre esto y aquello.
Se trataba de largas discusiones en las que cada uno quería demos-
trar su gran conocimiento y sabiduría.
Entregaban sus vidas para conocer más y más las Escrituras y deba-
tir de arriba a abajo aun las palabras más insignificantes formando
así una larga lista personal de las doctrinas en las que cada uno es-
taba de acuerdo y las que no.

Jesús concluye: “Ve, y HAZ tú lo mismo”.

¿Cuanto de este hombre tenemos muchos de nosotros?


¿Todo nuestro cristianismo se compone de apasionantes debates
sobre palabras, una lista teológica a la que le agrego o le quito nue-
vas y viejas doctrinas, incorporar conocimiento intelectual, apren-
derme la mayor cantidad de historias posibles y escuchar y escu-
char y escuchar y debatir y debatir y debatir?
¿Es esto nuestro cristianismo?.

El Cristianismo se trata de que “Dios mostró su amor para con no-


sotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
(Romanos 5:8).
1 Juan 4:11 dice: “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos tam-
bién nosotros amarnos unos a otros”.
Y unos versículos después: “Dios es amor; y el que permanece en
amor, permanece en Dios y Dios en él” (1 Juan 4:16).

Si digo que amo a Dios pero no vivo en una relación genuina de


amor con mi prójimo, entonces mi relación con Dios no existe. Solo
tengo “un mandamiento de hombres que me ha sido enseñado”.
Una religión fría y muerta que tiene cierto parecido al cristianismo,
pero sin relación con Dios.

Relacionándome como Cristo 2


2010 1- Todo se trata de relaciones

A través de todas las series de “Relacionándome”, veremos como un


cristiano debe relacionarse con el mundo que lo rodea. Con Dios,
con su esposa, con su esposo, con sus hijos, con sus padres, con la
Iglesia, en su trabajo, con sus enemigos, con sus amigos, con los
perdidos, con el dinero, etc, etc...
Para esto nuestro ejemplo perfecto será Cristo.
Esta primera serie se llama “Relacionándome como Cristo” donde
veremos por qué debo seguir el ejemplo de Jesús y cómo seguirlo, y
luego dedicaremos una serie a cada ámbito que nos rodea.

Repito, todo se trata de relaciones. Todos vivimos sin parar relacio-


nándonos con alguien o con algo.

No es tanto cuanto sabes, sino como te relacionas con lo que sabes.


La pregunta es: ¿Lo que sabes está reflejado en todas tus relacio-
nes?
Tal vez digas: “Yo ya leí toda la Biblia”.
Pero yo te pregunto: ¿Cómo te relacionas con eso que has leído?
¿La Biblia es la forma en que tú vives?

Nuestra intención con “Relacionándome” es aprender juntos a ha-


cerlo como Cristo.

TAREA PARA ESTA SEMANA: Usando como base la “parábola


del buen samaritano”, identificar quien es tu prójimo a quien debes
amar con el amor de Dios, en cada ámbito que te rodea.
Puedes hacer una lista con tus “prójimos”.

Relacionándome como Cristo 3

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