INDIGENA

AUTOR: ANNIMO.

Mujer noble, de mirada taciturna,

bano puro, de frente a su destino,
melancola escueta, lucirnaga nocturna
buscando los inicios del camino.

Mujer mrtir descendiente de una raza

que se rinde a los siglos lentamente,
toda una vida ante sus ojos pasa
y ni una ofrenda le dej la muerte.

Otom? Nhuatl? Mazahua? Quin sabe!

no existe en su rostro marcada diferencia;
mil luchas por comer en su organismo caben
y por sobrevivir, muy alta y digna su conciencia.

Maya? Huichol? Cora? Tal vez Mexica

vendiendo su ignorancia entre las plazas,
india vendedora de chicles, mujer bajita
estrellndose en el smog social que la rechaza.

Mujer sometida a un mundo extrao

donde no hay pjaros que canten su dialecto;
su orgullo qued atrs y tan lejano
que lo han borrado las horas y los vientos.

India, de trenza canosa y caminar chiquito

cruzando un mundo que destruye el tiempo,
su propio mundo (que ahora ya es mito)
perdido a la orilla de los templos.

Mujer de extrao silencio; olor a rosas

cual fresco jarro de tierra fermentada,
magia multicolor, cual mariposa,
de coche en coche vendiendo una mirada.

-India que te destruye tu propio mestizaje

embarrado en la raza como quiste,
te han cambiado de vida y de paisaje
doblegando la gloria de tu estirpe.
 -India, mujer perdida en la selva citadina
con dinosaurios de acero y montaas de cemento
cual semforo sin luz en las esquinas,
extraa estatua de bronce y de concreto.

-Y te resistes a morir; tu orgullo grita

como especie de reto al dogal que te aprisiona,
mujer adusta, de cara monoltica
que ves a otro mundo que el tuyo desmorona.

-India de arrugada faz y negros ojos

que a vender tu orgullo de la sierra bajas
con un nio a la espalda envuelto en tu rebozo,
hoy cuna, maana, tal vez mortaja.

Con tus mltiples faldas como campanas en silencio

queriendo buscar tu propia independencia,
perdida entre un enjambre de locos y de necios
mirndole pasar con muda indiferencia.

-India, mujer cargada de ancestral tristeza

viviendo en un mundo que lento de margina,
vendedora de chicles, de jcamas y fresas,
con ltimo esfuerzo bajo el sol caminas.

India, que comiendo el rencor de tus carencias

te marchitas por lo poco que esperas de la vida,
y con ltimo orgullo te esfuerzas y yergues tu presencia
ante el irremediable ocaso de una tierra prometida.

... India, mujer, arraigada en tus creencias

gritando tu odio sin darte por vencida.