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LA SANTA INQUISICION
OBJETIVO GENERAL
CONOCER, ESTUDIAR SOBRE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA O TRIBUNAL
DEL SANTO OFICIO DE LA INQUISICIÓN COMO FUE SU CREACION,
MANEJO Y CIERRE ASI COMO SU INFLUENCIA EN LA SOCIEDAD.
Objetivo Específico
• Conocer cómo fue creada la santa inquisición.
• Estudiar la estructura y funcionamiento de la santa inquisición.
• Comprender su influencia en la vida de las personas y la sociedad.
• Hacer un análisis de su de cómo fue su cierre y su caída.
III
MÉTODO CIENTÍFICO EXPERIMENTAL
TÉCNICAS
La Observación
La Entrevista
Índice
TEMA:............................................................................................................................1
JUSTIFICACIÓN............................................................................................................2
OBJETIVOS...................................................................................................................4
OBJETIVO GENERAL................................................................................................4
Objetivo Específico.....................................................................................................4
MÉTODO CIENTÍFICO EXPERIMENTAL.....................................................................5
BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................................7
1. CUERPO DE TRABAJO.....................................................................................9
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................9
Origen de la Inquisición..............................................................................................9
Definición de conceptos y terminología:.....................................................................9
Inquisición Episcopal............................................................................................10
Inquisición Pontificia.............................................................................................10
Inquisición en España...........................................................................................11
Delitos contra la moral..........................................................................................12
La Inquisición medieval............................................................................................15
Métodos de tortura empleados.................................................................................15
IMPLEMENTOS DE TORTURA EN LA SANTA ADQUISICION...............................17
TOMÁS DE TORQUEMADA...................................................................................21
Bibliografía...............................................................................................................21
La inquisición tocó la vida de cada individuo............................................................21
Los judíos en España...........................................................................................23
Los Judíos En España
1. CUERPO DE TRABAJO
LA SANTA INQUISICION
INTRODUCCIÓN
Origen de la Inquisición
• Inquisición Episcopal.
• Inquisición Pontificia.
• Inquisición Española.
Contexto histórico
Por último la palabra indulgencia que significa según el DRAE: "remisión que
hace la Iglesia de las penas debidas por los pecados."
Inquisición Episcopal
El edificio de la Inquisición comenzó a construirse varios siglos antes de la gran
conversión de judíos españoles al final del siglo XIV.
Mientras tanto, la autoridad del papado sobre los reyes y príncipes cristianos se
afianza, los reyes reinaban por mandato divino y para su coronación era
necesaria la bendición romana. Además, el papado comienza a administrar las
indulgencias.
Inquisición Pontificia
En el año 1095, el papa Urbano II difunde la necesidad de una cruzada para
reconquistar Tierra Santa que estaba en poder del Islam(es una religión
monoteísta abrahámica cuyo dogma se basa en el libro del Corán, el cual
establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más
Dios que Alá y que Mahoma es el mensajero de Alá». La palabra árabe Allah,
castellanizada como Alá, significa ‘Dios’ y su etimología es la misma de la
palabra semítica El, con la que se nombra a Dios en la Biblia). Para reclutar
voluntarios, afirmó que una cruzada a Tierra Santa era el sustituto de una
penitencia cualquiera e implicaba una remisión total del pecado. Esto dio lugar
al comienzo de las Indulgencias.
Otro hecho importante fue que a mediados del siglo XIII se fundan las órdenes
mendicantes: los franciscanos y los dominicos. Estas órdenes tienen un
crecimiento rápido. En pocos años construyen monasterios en casi todas las
ciudades de Europa. Estos monjes mendicantes hacen un marcado contraste
con el opulento clero episcopal establecido. Dependen directamente de Roma.
Su ortodoxia es extrema. La Orden Dominica es encargada por el papa para
predicar el evangelio y actuar en alguna región infectada de herejía. También
se ocuparon de la educación e influyeron y obtuvieron las principales cátedras
de las universidades.
Inquisición en España
Se debe hacer aquí una distinción entre la Inquisición en España y la
Inquisición Española, expresiones que parecen iguales pero no lo son. La
Inquisición Española es la que los reyes Isabel de Castilla, y Fernando de
Aragón establecen en España a partir de 1478 y que fue independiente y
diferente de la del resto de la cristiandad. Sin embargo, en España también
funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia, como veremos
enseguida.
Las leyes de los diferentes reinos limitan cada vez más las posibilidades de
trabajo de los judíos impidiéndoles ejercer diversos oficios. Sus actividades son
cada día restringidas y son obligados a vivir en barrios determinados; hay un
intento de excluirlos de la vida económica.
En éste panorama se insertan los conversos, llamados también marranos o
cristianos nuevos, en contraposición a los cristianos viejos o lindos que son los
originarios cristianos. Los conversos ven que al cambiar de religión, los
impedimentos que tenían como judíos son eliminados y tienen acceso a todos
los oficios y puestos del reino, que antes les eran vedados. Enseguida
comienzan a escalar posiciones en las cortes de España por su capacidad y
sabiduría, aventajando a los cristianos lindos.
Además, en cada pueblo o ciudad había comisarios que debían cumplir las
órdenes del tribunal de la región. Sus funciones eran las de difusión de los
edictos de la Inquisición, especialmente el edicto de fe que se leía en las
iglesias. Debía hacerlos cumplir, investigar los casos de herejía que pudieran
presentarse y arrestar a los sospechosos.
LA INQUISICIÓN MEDIEVAL
Cuadro de Goya.
Están diseñados para causar la muerte, pero dejar al reo sentir el tormento que
se le aplicaba. Dos de los instrumentos de este grupo son:
El Desgarrador De Senos
ya frías o incandescentes, las cuatro puntas desgarraban hasta convertir en
masas informes los senos de incontables mujeres condenadas por herejía,
blasfemia, adulterio y muchos otros "actos libidinosos", aborto provocado,
magia blanca erótica y otros delitos. En varios lugares en diferentes épocas en
determinadas regiones de Francia y Alemania hasta el siglo XVIII un "mordisco"
con dientes al rojo vivo se aplicaba a uno de los pechos de las madres solteras,
a menudo mientras sus criaturas se contorsionaban en el suelo salpicadas por
la sangre materna. Además de la función punitiva, el desgarramiento de senos
servía como procedimiento inquisitorial y judicial. El caso mas famoso es el de
Ana Pappenheimer. Que después de ser torturada con el "strappado", Ana fue
despellejada y rasgadas sus carnes con tenazas candentes y al rojo vivo, sus
pechos se los cortaron, y una vez ensangrentados fueron dados por la fuerza a
sus hijos, ya crecidos, en la boca.
El Potro La Víctima
Es atada al instrumento y estirada rápidamente o gradualmente por periodos de
días. Se reportaron casos de cuerpos estirados hasta doce pulgadas como
resultado de la sistemática dislocación de cada coyuntura del cuerpo, fuertes
ruidos de huesos dislocados, gritos de agonía y fútiles pedidos de misericordia
retumbaban por el taller del inquisidor. Con el prisionero atado a este horrible
aparato, el inquisidor también usaba una variedad de torturas más sutiles.
El Aplastacabezas
La barbilla de la víctima se coloca en la barra inferior y el casquete es
empujado hacia abajo por el tornillo. Primero se destrozan los alvéolos
dentarios, después las mandíbulas, hasta que el cerebro se escurre por la
cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo. Esto aseguraba que el
diablo saldría de la cabeza del acusado.
Unas De Gato
Grandes casi como cuatro dedos de hombre, estos artefactos, montados
encima de un mango, se usaban para reducir a tiras la carne de la víctima y
extraerla de los huesos, en cualquier parte del cuerpo: abdomen, espalda,
extremidades, senos, etc...
El toro de FalarisSe
Atribuye la quema de seres humanos dentro de la efigie de un toro a Falaris,
tirano de Agrakas (la actual Agriento, en Sicilia), que murió en el año 554 a.C.
Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo
parecer que la figura mugía.
La Silla De Interrogatorio
Se trataba de un utensilio básico del inquisidor El efecto de los pinchos sobre la
víctima, siempre desnuda, es evidente y no necesita comentarios. Ésta sufre
atrozmente desde el primer instante del interrogatorio, que puede ser más
intenso si se aplican sacudidas o golpes en brazos, piernas u otras partes del
cuerpo. El asiento era muchas veces de hierro, de manera que se podía
calentar con un brasero o una antorcha. Hoy en día esta función la realiza la
electricidad.
El Garrote
Este tipo de muerte era reservada para aquellos que tenían dinero y podían
pagar para no morir tan dolorosamente en la hoguera o para las víctimas cuya
sentencia a la hoguera ya había sido leída pero que, después de dicha lectura,
se arrepintieron. Con esto se les evitaba morir quemados vivos y todos los
dolores atroces que implicaba. Además obtenían el perdón de sus pecados, lo
que si bien no les servía para salvar sus vidas, si les era útil para "salvar" sus
almas. Originalmente el garrote era una especie de poste vertical con un
agujero a través de ellos. La víctima se paraba o se sentaba delante del poste
se colocaba una cuerda alrededor de su cuello. Los extremos de ésta cuerda
eran tiradas a través del agujero del poste y el ejecutor al “tirar” de esa cuerda
estrangulaba lentamente a la víctima. Algunos determinaron hacer algo mas
creativo y colocaron un pincho, una punta que sería conducida al cuello de la
víctima, y cuando comenzaba el estrangulamiento partía las vértebras. A veces
un cuchillo era utilizado en vez del pincho.
La Horquilla
Con cuatro puntas afiladísimas que se clavaban profundamente en la carne
bajo la barbilla y sobre el esternón, la horquilla impedía cualquier movimiento
de la cabeza, pero permitía que la víctima murmurase, con voz casi apagada,
"abiuro" (palabra que se halla grabada a un costado de la horquilla). En
cambio, si éste se obstinaba o si la Inquisición era española, el hereje
considerado "impenitente", se vestía con el traje característico y se le conducía
a la hoguera, pero con la condición de la Extremaunción; si el inquisidor era
romano, se le ahorcaba o quemaba, sin el beneficio del traje pero siempre con
el rito cristiano.
La Garrucha Consistía
En amarrar al preso con los brazos hacia atrás, colgarlo y subirlo lentamente.
Cuando se encontraba a determinada altura era soltado bruscamente,
sujetándosele fuertemente antes de que tocase el piso. El dolor producido en
ese momento era mucho mayor que el originado por la subida. Si el preso no
confesaba en la segunda estrepada, le colocaban un sobrepeso en los pies a
fin de aumentar el dolor
TOMÁS DE TORQUEMADA
Biografía
Tras ser destacado en sus servicios como monje y erudito, Torquemada fue
nombrado Inquisidor General en 1482 por Fernando II de Aragón e Isabel I de
Castilla, entonces gobernantes del joven reino de España. La extensión de su
poder sobre España fue facilitada por el asesinato del Inquisidor Pedro de
Arbués en 1485 en Zaragoza, atribuido a una banda de «herejes» y judíos; y
por el supuesto asesinato ritual del así llamado Santo Niño de La Guardia en
1491, también atribuido a una banda de judíos. Dichas acusaciones infundadas
eran típicas de la época y su fin era perjudicar a las comunidades judías. En
1492 Torquemada fue uno de los propulsores de la expulsión masiva de los
judíos de España.
Torquemada es tal vez mejor recordado como una figura del mito y propaganda
anticatólica que como una figura de historia seria. Sin embargo, existe
documentación que evidencia que él y la Inquisición española son
considerados responsables de terribles actos de injusticia y sufrimiento
comparables a los realizados en la segunda guerra mundial, realizados
mediante el uso de torturas, denuncias anónimas y ejecución por fuego en el
así llamado «auto de fe» o «acto de fe» por el que sometían a los supuestos
herejes y otros.
Torquemada es tal vez mejor recordado como una figura mítica más que como
parte de la historia seria. Su retrato más conocido muestra un hombre brutal,
de cara cuadrada y ojos hundidos; pero proviene de la época romántica. Sus
pocos retratos originales lo muestran junto a la reina Isabel como un hombre de
facciones correctas, casi delicadas y mirada muy penetrante. Su nombre se ha
convertido en un apodo para la crueldad y el fanatismo al servicio de la religión
La historia negra relacionada con España es obra del imperio rival, Inglaterra,
que aprovechó cuando pudo para desprestigiar a su adversario y se hizo fuerte
luego en el largo predominio mundial que siguió en que su voz se escuchó más
que ninguna otra. No obstante, hay documentos que muestran que
Torquemada y la Inquisición española son responsables de actos de injusticia y
sufrimiento, realizados mediante el uso de torturas, denuncias anónimas y
ejecución por fuego en el así llamado “auto de fe” o “acto de fe” por el que
sometían a los supuestos herejes y a otros.
Juan Antonio Llorente, primer historiador del Santo Oficio, asegura que
durante su mandato fueron quemadas más de 10.000 personas y otras 27.000
sufrieron penas infamantes. Pero otros investigadores como Gams o Hefele
consideran exageradas estas cifras.
Hubo judíos en España desde siglos antes de Cristo, al menos desde los
primeros tiempos de la presencia de Roma en Hispania, antes de la diáspora.
No hubo problemas con ellos hasta los visigodos del siglo V, cuando a romanos
y celtíberos les preocupó la falta de unidad y vieron en los judíos una causa de
ella. Los títulos III y XII del fuero juzgo, monumento del antiguo derecho
español, están dedicados a la cuestión judía.
Recaredo, primer rey visigodo cristiano, prohibió a los judíos tener esclavos
cristianos y pretendió la conversión obligatoria de minorías que no se
mezclaban.
Ervigio mandó que los judíos abjuren de su fe ante el obispo y presentarse los
días festivos en el templo para mostrar que no celebran sus ritos.
Egica prohibió a los judíos negociar en el mercado con cristianos. Los judíos
conspiraron contra la monarquía de acuerdo con los árabes del norte de Africa,
que preparaban la invasión. Egica se sintió traicionado y aplicó duras penas a
todos, conjurados o no.
En 1223 el Papa Gregorio IX promulgó la bula que creaba la “Santa Romana y
Universal Inquisición” con la finalidad declarada de "desarraigar la herejía
donde quiera que se encontrase". Los judíos y los árabes no eran herejes, ya
que no eran cristianos, pero eran infieles que debían convertirse.
En España, los judíos que vivían en territorio musulmán fueron bien tratados,
con posibilidades de autogobierno. A esos territorios llegaban judíos de otras
partes, haciendo crecer las juderías. La tolerancia árabe, hija genuina de una
doctrina tolerante aplicada por una minoría inteligente, se extendió también a
los cristianos, que eran mayoría, y se produjo una época de convivencia
ejemplar no igualada hasta ahora.
El fuero real y la ley de las siete partidas establecían dos principios: Establecía
la tolerancia religiosa como norma general, pero no reconocía el derecho a
realizar proselitismo entre los cristianos.
Su sucesor Alfonso VII (1126 –1157) les permitió construir cuanta sinagoga
quisieran, e incluso, favoreció la causa judía ortodoxa de los rabinos contra la
herejía caraíta que rechazaba el Talmud.
Alfonso VIII tuvo romances con una judía a la que la historia recuerda como "la
bella judía toledana Raquel".
Fernando III les entregó tierras quitadas en la guerra a los moros y transformó
mezquitas en sinagogas.
Doña Catalina mandó que los judíos vivan en barrios cercados y con una sola
puerta de acceso. No podrán tener sus jueces ni hacer comercio con cristianos.
El Papa Benedicto XIII prohibía a los judíos leer y enseñar el Talmud (libro
santo de los judios).
Historiografía Moderna
Durante la ocupación francesa de las tropas napoleónicas, se encargó a Juan
Antonio Llorente, un ilustrado afrancesado que había sido durante algún tiempo
Comisario y Secretario de la Inquisición de Corte, la conservación de los
archivos de la institución. Llorente fue el primero que realizó una historia de la
Inquisición basada en documentos originales, aunque más tarde los destruiría,
escribiendo un libro que tendría una influencia enorme en la percepción de la
institución y que en su momento fue la obra estándar sobre el tema. Sin
embargo, la obra contiene muchos errores, de los que el más sonado es la
cantidad de víctimas de la Inquisición que da: 32.000 quemados en la hoguera.
[39]
La obra de Llorente fue empleada por otros historiadores, como el
norteamericano Prescott, que en su estudio inacabado sobre Felipe II (1855)
hace responsable al Inquisidor General Valdés de la falta de genio intelectual
en España.
Hubo que esperar hasta el siglo XIX para que se realizara un estudio en
profundidad de la vertiente antisemita de la Inquisición. Parece ser que este
movimiento comenzó en los años 30 del siglo XIX con la emancipación de
judíos y católicos en Gran Bretaña. Historiadores y novelistas empezaron a
usar la España del siglo XV como paradigma de la nación de raza y religión
única. De la época son, por ejemplo, la History of the Reign of Ferdinand and
Isabella, the Catholic (Historia del reinado de Fernando e Isabel; 1837) de
William H. Prescott y Conquest of Granada (La conquista de Granada) de
Washington Irving. Con el crecimiento de este movimiento. diversos autores,
como el español Amador Ríos o el judío alemán Yitzhak Baer, comenzaron a
explorar el papel de víctimas de los judíos, olvidados hasta ese momento,
eclipsados por los protestantes.
CONCLUSIÓN
El interés mueve el mundo…” se suele decir, y de la misma pasta está hecho el
engranaje con el que se mueve dicha Inquisición. Una Inquisición salvaje, sin
motivos para llevar a cabo tan cruento acto de vejación; pero, parémonos a
pensar… ¿en aquella época no se vería igual que ahora?
Una época en la que la muerte está a la orden del día, donde el hijo de la
vecina a muerto de tifus; la panadera a muerto dando a luz; el mendigo de la
esquina parece que ya no se le ve; al marido de la Angustias lo han quemado
en la hoguera… La población ya está prácticamente acostumbrada a ello,
siempre duele pero el tiempo todo lo cura, claro, aunque también nadie quiere
morir.
Nadie tiene la potestad de dar o quitar vida a una vida ya nacida. La Inquisición
lo vio fácil, usando el miedo y mostrando lo fácil que era separar la vida de la
muerte, la eliminación de aquellos que algún día pudieran romper con ese
oligopolio cada vez más deteriorado no era tan complicada; y la población, ante
tales “actos teatrales”, preferiría seguir siendo espectadora antes que
protagonista.
Difícilmente se puede juzgar desde nuestro tiempo los acontecimientos del
pasado. Pero estoy de acuerdo con los autores más sobresalientes de mi
trabajo, que la Iglesia, pudo haber hecho más por evitar la Inquisición, sin
embargo, la dependencia al poder del Estado la limitó. Actualmente puede
existir este peligro, estar unido a una estructura que reprima las conciencias y
las mantiene calladas, y nosotros por estar unido (de cualquier forma ya sea
económicamente, por intereses de poder, que tal por conveniencia social) a
ella, no podemos hablar ya que, lastimaríamos la susceptibilidad de algunos
clérigos, empresarios y gobernantes.
Infinidad de veces el Papa Juan Pablo II ha pedido perdón por las faltas que
como Iglesia
BIBLIOGRAFÍA
• Julio Caro Baroja: El señor inquisidor y otras vidas por oficio, Madrid:
Editorial Alianza, 2006, ISBN 84-2066-009-4