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Los Juguetes Ordenados

rase una vez un nio que cambi de casa y al llegar a su nueva habitacin
vi que estaba llena de juguetes, cuentos, libros, lpices... todos
perfectamente ordenados. Ese da jug todo lo que quiso, pero se acost sin
haberlos recogido.

Misteriosamente, a la maana siguiente todos los juguetes aparecieron


ordenados y en sus sitios correspondientes. Estaba seguro de que nadie
haba entrado en su habitacin, aunque el nio no le dio importancia. Y
ocurri lo mismo ese da y al otro, pero al cuarto da, cuando se dispona a
coger el primer juguete, ste salt de su alcance y dijo "No quiero jugar
contigo!". El nio crea estar alucinado, pero pas lo mismo con cada
juguete que intent tocar, hasta que finalmente uno de los juguetes, un viejo
osito de peluche, dijo: "Por qu te sorprende que no queramos jugar
contigo? Siempre nos dejas muy lejos de nuestro sitio especial, que es
donde estamos ms cmodos y ms a gustito sabes lo difcil que es para
los libros subir a las estanteras, o para los lpices saltar al bote? Y no
tienes ni idea de lo incmodo y fro que es el suelo! No jugaremos contigo
hasta que prometas dejarnos en nuestras casitas antes de dormir"

El nio record lo a gustito que se estaba en su camita, y lo incmodo que


haba estado una vez que se qued dormido en una silla. Entonces se dio
cuenta de lo mal que haba tratado a sus amigos los juguetes, as que les
pidi perdn y desde aquel da siempre acost a sus juguetes en sus sitios
favoritos antes de dormir.
La deliciosa msica del
arpa
Un rey adoraba tanto la msica que busc por todo el mundo el mejor instrumento
que hubiera, hasta que un mago le entreg un arpa. La llev a palacio, pero
cuando toc el msico real, estaba desafinada; muchos otros msicos probaron
y coincidieron en que no serva para nada y haba sido un engao, as que se
deshicieron del arpa tirndolo a la basura. Una nia muy pobre encontr el
arpa, y aunque no saba tocar, decidi intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el
da, durante meses y aos, siempre desafinando, pero hacindolo mejor cada
vez. Hasta que un da, de repente, el arpa comenz a entonar las melodas ms
maravillosas, pues era un arpa mgica que slo estaba dispuesta a tocar para
quien de verdad pusiera inters y esfuerzo. El rey lleg a escuchar la msica, y
mand llamar a la nia; cuando vio el arpa, se llen de alegra, y en aquel
momento nombr a la nia como su msico particular, llenando de riquezas a ella
y a su familia.

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