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| IAM AYO Ul las Politicas... Nr LUBS)r. AGUDLAR YILLANUEMA OD tate ee) Documento de uso ‘exclusive para Primera edicion, julio de 1992 1a. reimpresién, agosto de 1994 ‘Segunda ediién, enero de 1996 Tercera edicién, marzo de 2000 14, reimpresidn, octubre de 2003 2a. reimpresion, abril de 2007 © Lass Asuna Vasasteve Estudio introductorio y ediién © 1992 Derechos adquirdos © 19922007 Por caracteristeastipografeas y de diseho edlitorial Micum: Await Pom, Hbrero-editor Derechos reservados conforme la ley ISBN 968-812:960.0 Queda prohibida la reproducei6n parca o total, diecta 0 indi- ‘recta del contenido de a presente obra, sin conta previamente con la autorizacién por escrito de los editores, en téeminos de a Ley Federal del Derecho de Autor y, ens €280, de los tratados laternacionales aplicables. IMIRESO EN MENICO Gay raivrnD wv exten Say porrun com, me Amargura 4, San Angel, Alvaro Obregdn, 01000 Méxied, D.E Be HAROLD D. LASSWELL El énfasis en el método EI significado del desarrollo actual seré més claro si revisamos las tendencias entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. La pri- mera fue un viraje en la historia de las ciencias sociales y sicol6- gicas en Estados Unidos. {Por qué solamente algunas disciplinas hicieron contribuciones importantes durante ¢] desenvolvimiento de la guerra? La evolucién de las disciplinas sociales en Estados Unidos en el periodo de entreguerras se explica en gran medida segéin la manera como se responda a esta interrogante. La respuesta més aceptada es la siguiente: las disciplinas que contaban con métodos cuantitativos fueron las que ejercieron ma~ yor influencia, Es el caso de 1a economia, Se empleé mucho a los, economistas en actividades cuyo objetivo era estimar las instala- ciones, la fuerza de trabajo y los recursos necesarios para producir el armamento del ejército y para canalizar hombres y material a los sitios requeridos. Los economistas que lograron hacer las ma- yores contribuciones utilizaron las matematicas y la estadistica, Tenian método, y éste era cuantitativo. Pudieron manipular los datos a la luz de un sistema general de postulados, leyes e hipote- sis. Lo mismo ocurrié con los sicélogos. El grupo de mayor éxito fue el que diseié y utilizé “pruebas de inteligencia” como un medio expedito de seleccionar el personal idéneo para varias operaciones. Sus resultados alcanzaron gran notoriedad inme- diatamemte después de la Primera Guerra Mundial, cuando apa- recieron articulos que seftalaban que la mayorfa del ejército nor- teamericano tenfa una capacidad intelectual por “debajo de la inteligencia promedio”. Tomé muchos afos modificar las malas interpretaciones de esos primeros informes sensacionalistas. Ob- viamente, la palabra “promedio” tenfa un significado enteramente diferente para el piblico lector y para los sicélogos que habjan elaborado y aplicado la prueba. Sin embargo, la publicidad dada a las pruebas y a la sicologia aument6 considerablemente el inte- LA ORIENTACION HACIA LAS POLITICAS 85 rés por su cientificidad y por Ia disciplina profesional en particu- lar. Una vez mas, el éxito de la disciplina parecia depender de Ja utilizacién de métodos cuantitativos. Las pruebas de inteligen- cia fueron desarrolladas y aplicadas con la ayuda de procedimien- tos estadfsticos. El auge de los economistas y de los investigadores sicométricos parecla indicar que mientras mds se acercaran los cientificos sociales a los métodos de la ciencia fisica, tendrfan mas probabilidades de aceptacion. Este punto de vista fue enfatizado por Charles E. Merriam, profesor de ciencia politica en Ix Universidad de Chicago, quien ocupa un sitio importante en la remodelacién de las disciplinas so- ciales. Bl profesor Merriam tomé la iniciativa de organizar el Con- sejo de Investigacién de la Ciencia Social, que es el organismo representativo de las asociaciones universitarias en ciencia politica, economia, sociologia, sicologia y otras ciencias sociales. Merriam subrayé la importaneia de cancelar las barreras que dividfan a los catedraticos y de elevar su competencia metodol6gica. En 1925, en el prefacio de su libro New Aspects of Politics, escribi6: “El pro- pisito de este estudio ...es sugerir algunos acercamientos posibles de método, con la esperanza de que otros asuman la tarea y, a tra- vés de la reflexi6n y la experimemtacién, aporten técnicas més in- teligentes tanto al estudio y a la préctica del gobierno como a las actitudes populares sobre el proceso gubernamental.”* Al mismo tiempo que se organizaba a nivel nacional el Consejo de Inves- tigacién en Ciencia Social, las universidades lideres creaban también programas de investigacién interdisciplinaria, En la Universidad de Chicago, por ejemplo, se estudiaba sistematica- mente la ciudad de Chicago por el Comité de Investigacién de 1a Comunidad Local (que més tarde se llam6 Comité de Inves- tigacién de Ciencia Social); la Universidad de Columbia y la Universidad de Harvard desarrollaban programas conjuntos y se "Chacles E. Merciam, New Aspects of Polis, (1925), p. xi. 86 HAROLD D. LASSWELL habia establecido en la Universidad de Yale un Instituto de Rela- ciones Humanas, Estos programas eran financiados en gran medi- da por la Fundacién Rockefeller y, de la misma fundacién, el Fondo en Memoria de Laura Spelman Rockefeller. Una de las personas més imaginativas y comprometidas en el programa era Beardsley Rum, quien en varias ocasiones fue administrador de ambas fundaciones. Cabe sefialar que Ruml era Doctor en sico- logia, versado en estadistica, y participante en el programa de prue- bas de inteligencia del ejército en la Primera Guerra Mundial. La visién de Merriam y la de sus colegas de la generacién de la posguerra se hizo explicita en muchas publicaciones de los aftos veinte. El tema de la interdisciplinariedad es central en A History of Political Theories: Recent Times, volumen editado por Merriam y el profesor Harry Elmer Barnes, publicado en Nueva York en 1924. Ademés de los cientificos politicos que contribuyeron al simposio, habla abogados, E.M. Borchard y Caleb Perry Patter- son; un economista, Paul H. Douglas; un historiador, Carlton J. H. Hayes; un filosofo, Herbert W. Schneider; socidlogos, Barnes y Frank H, Hankins; un sic6logo social, Charles Elmer Gebike; un antropélogo, Alexander A. Goldenweiser; y un gedgrafo social, Franklin Thomas. Una evidencia del énfasis metodolégico fue el Comité para el Método Cientifico, aprobado por el Consejo de Investigacion de Ciencia Social, que en 1931 sacé a la luz Methods in Social Science: A Casebook, editado por Stuart A. Rice. El libro estaba compues- to por cincuenta y dos andlisis metodolégicos de diversas ciencias sociales. Los analistas inclufan autoridades de muchas éreas tales como Robert E, Park y F. Ogburn, sociologia; A.L. Kroeber y Ed- ward Sapir, antropologia; John Maurice Clark y Frank H. Knight, economia; W.Y. Elliott y George E. G. Gatlin, ciencia politica; Heindrich Kliiver y Robert S. Woodworth, sicologia; Floyd Allporty Kimball Young, sicologfa social; Philip Klein, trabajo so- cial; Raoul Blanchard y K.C. MeMurry, geografia social; y Henri LA ORIENTACION HACIA LAS POLITICAS. 87 Pirenne y Sidney B, Fay, historia. Otro medio de estimular el in- terés en los métodos fue ¢l programa colegiado de posdoctora- do del Consejo de Investigacién en Ciencia Social. El programa fue concebido para ofrecer estimulos a los catedréticos jévenes, capaces de mejorar sus instrumentos cientificos mediante la incor- poracién de técnicas novedosas en su especialidad. Las consecuencias de la Depresion y la Guerra Los avanees ciemtificos posteriores son resultado de la importan- cia que se dio a la afinacién de los instrumentos de investigacién de las ciencias del hombre. Nadie pone seriamente en duda que el nivel de excelencia técnica de la ciencia social norteamericana surgi entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la Depresi6n, Cuando la segunda guerra estall6, las nuevas disci- plinas habfan ya evolucionado lo suficiente para hacer sentir su presencia ¢ integrarse a las antiguas especialidades. La economia continué haciendo grandes contribuciones a la reorientacién de Ja planta productiva norteamericana al servicio de la Segunda Guerra Mundial. No hay duda de que los audaces planes y proyectos de un grupo clave de economistas de la Junta Directiva de Produccién Bélica tuvieron un impacto decisivo al momento en que el pafs entré en guerra. Me refiero especial- mente al trabajo de Stacy May, Simon Kuznets, Robert Nathan y sus asociados (Kuznets fue uno de los colegas mas productivos del profesor Wesley C, Mitchell en Ia investigacién de los ciclos economicos, realizada en la Oficina Nacional de Investigacién Econ6mica). Los sic6logos fueron mucho més numerosos y efi- caces en la Segunda Guerra Mundial. Ademés de los avances en las pruebas de inteligencia, los sicélogos habian progresado no- tablemente en la medicién de las aptitudes y de la estructura de la personalidad durante el periodo de entreguerras. También los 88 HAROLD D. LASWELL socidlogos y los sicdlogos sociales entraron en escena de manera més prominente que en la primera guerra, El profesor Samuel A. Stouffer y sus colegas hicieron estudios continuos y sistematicos sobre las actitudes prevalecientes entre el personal militar, utili zando y desarrollando procedimientos cuantitativos elaborados en el periodo de entreguerras por el profesor L. L. Thurstone, entre otros. A la luz de los éxitos obtenidos, no hay raz6n para dudar que el énfasis puesto en los métodos cuantitativos est4 sufitientemen- te justificado. Bstos seguir4n inspirando a los jévenes catedraticas ambiciosos en el campo de las relaciones humanas. Hay, sin em- bargo, razones para pensar que los cientificos sociales en los pr6- ximos afios concentrarén sus esfuerzos en otros temas, pues la ba- talla del método ha sido ganada. Me parece que los cientificos sociales y los sicblogos se sienten lo suficientemente seguros de s{ mismos para aceptar el método como algo dado, elegir problemas significativos y enfatizar aquellos en los que el método sea aplica- do y desarrollado. éConocimiento para qué? Aungne la importancia del método cuantitativo fue el tema do- minante en la ciencia social del periodo de entreguerras, hubo muchos indicadores de que las politicas comenzaban a ser un fo- co intelectual de interés creciente. Un primer y vigoroso expo- nente del enfoque de politicas fue el profesor Robert S. Lynd de la Universidad de Columbia, coautor de estudios clésicos sobre la comunidad y secretario del Consejo de Investigacién de la Ciencia Social por mucho tiempo. El profesor Lynd dié, en 1939, tuna serie de conferencias en la Universidad de Princeton con el titulo de “4Conocimiento para qué?”. A lo largo de ellas insistfa en la importancia de utilizar todos los medios posibles de adqui- sicién de conocimiento, a fin de acabar con la crisis gigantesca de nuestro tiempo.

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