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Limosna, San Juan Mara Vianney
No somos dueos sino administradores de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos.
Dios desea que esos bienes ayuden tambin a otros.
-Ser secreta, no proclamada a los cuatro vientos, buscando la alabanza de los que la ven
hacer.
Cada vez que he comprado algo para m, sea ropa o cosas necesarias, siempre me he sentido
mal. Con tantas desgracias que hay en este mundo y yo comprando cosas.
Mi casas no tiene muebles y los cuartos de mi hijos estn vacos. Se nos est dando la
oportunidad de comprar cosas para la casa. Pero me siento con esta sensacin otra vez. Me
digo, tanto arreglar la casa para que.
RESPUETA
Dios te bendiga. Es hermoso encontrar personas que amen a los pobres. Ellos son nuestros
hermanos.
Como seres humanos usted y sus familiares necesitan de algunas cosas esenciales para vivir
dignamente. Debes adems mantener tu hogar con lo necesario para una convivencia familiar
sencilla pero acogedora. No debe existir una oposicin entre tu hogar y los pobres. No se trata
de "tanto arreglar la casa" pero si de arreglarla. Dios quieres que desarrolles un equilibrio. Para
ello debes dialogar con tu esposo, para hacerlo juntos. Querer tener tu hogar bonito y arreglado
es una virtud que honra a los que all viven. Ocuparse de los pobres segn vuestras
posibilidades es una obra de misericordia y una bendicin para la familia ya que la familia
generosa es familia amorosa.
Cuando amamos nos vamos liberando del apego a lo caro, a las marcas y a la compra
impulsiva. Podremos desarrollar creatividad y la capacidad de hacer rendir el dinero. Con poco
sabremos hacer el hogar acogedor y ayudar segn podamos a los pobres. Ver artculo arriba.
El pecado est en el egosmo que nos hace olvidar a los pobres y gastar innecesariamente.
Ella mantiene un orfanato y otras obras de caridad. Para ella no es un sacrificio porque de
verdad los ama. Siempre me dice lo feliz que es porque Dios le permite ayudar. El otro da
mam vesta una chaqueta y aretes que nunca le haba visto. Le dije que estaban lindos.
Con una gran sonrisa me dijo: Ambas cosas me costaron 5 dlares y 50 centavos. Los compr
en un pulguero (de cosas usadas). Lo que me ahorr es para mis hurfanas
Dios quiera que tus hijos recuerden tu ejemplo de amor a los pobres.