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1 Les deca una parbola para inculcarles que era preciso orar siempre sin
desfallecer
2 Haba un juez en la ciudad, que ni tema a Dios ni respetaba a los
hombres.
3 Haba en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a l, le dijo: Hazme
justicia contra mi adversario!
4 Durante mucho tiempo no quiso, pero despus se dijo a s mismo:Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres,
5 como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no
venga continuamente a importunarme.
6 Dijo, pues, el Seor: Od lo que dice el juez injusto;
7 y Dios, no har justicia a sus elegidos, que estn clamando a l da y
noche, y les hace esperar?
8 Os digo que les har justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga,
encontrar la fe sobre la tierra?
9 Dijo tambin a algunos que se tenan por justos y despreciaban a los dems,
Esta parbola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano.
11 El fariseo de pie oraba en su interior de esta manera: Oh Dios! Te doy
gracias porque no soy como los dems hombres, rapaces, injustos, adlteros, ni
tampoco como este publicano
Cuan es tu respuesta a la pregunta: Pero cundo venga el Hijo del
Hombre hallar fe en la tierra?
La oracin debe empezar reconociendo tu debilidad.
En este tiempo de crisis debes dedicarte a conocer a Dios y as
aumentar tu fe. Debemos buscar a alguien que nos ensee de Dios.
Cuando conoces a Dios las crisis ya no te sorprenden y sabrs a donde ir.
Cmo est tu entrenamiento? No vayas a Dios slo en la prueba. La
diferencia es que Dios te quiere ayudar, pero cunto te dedicas a
insistir?
Un da vas a estar orando y vas a saber en tu corazn que Dios te
escuch.