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Este documento resume el octavo artículo de la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo ha estado presente desde la creación y ha revelado al Padre y al Hijo a lo largo de la historia. También describe cómo el Hijo y el Espíritu comparten la misión de revelar a Dios a los hombres y cómo el Espíritu ha guiado a la humanidad hacia la verdad a través de profetas y promesas. Finalmente, enumera los principales sign
Descrizione originale:
articulo inspirado en el 8° articulo del catecismo de la Iglesia Catolica
Este documento resume el octavo artículo de la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo ha estado presente desde la creación y ha revelado al Padre y al Hijo a lo largo de la historia. También describe cómo el Hijo y el Espíritu comparten la misión de revelar a Dios a los hombres y cómo el Espíritu ha guiado a la humanidad hacia la verdad a través de profetas y promesas. Finalmente, enumera los principales sign
Este documento resume el octavo artículo de la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo ha estado presente desde la creación y ha revelado al Padre y al Hijo a lo largo de la historia. También describe cómo el Hijo y el Espíritu comparten la misión de revelar a Dios a los hombres y cómo el Espíritu ha guiado a la humanidad hacia la verdad a través de profetas y promesas. Finalmente, enumera los principales sign
UNIVERSIDAD CATLICA SANTA ROSA MATURN, EDO. MONAGAS
Fecha: 14 de noviembre de 2017
Henry Lpez, etapa propedutico Facilitador Catecismo de la Iglesia Catlica Pbro. Jaaciel Rincones
SNTESIS SOBRE EL 8 ARTCULO DE
LA PRIMERA PARTE DEL CATIC
No estamos desamparados por El Padre
Desde antes de la creacin ya exista la Santsima Trinidad, Padre, Hijo y Espritu Santo, pues a este ltimo se refiere el escritor del Gnesis cuando dice: el Espritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas Gn 1, 2b. esta tercera persona de la Trinidad es la misma a la que hace referencia San Pablo cuando, slo el Espritu de Dios conoce las cosas de Dios 1 Cor 2, 11b. el parclito, como le llama Jess en algunos momentos en el Evangelio Segn San Juan, ha sido el encargado de revelar al Hijo y al Padre hacindonos escucharle e inspirndonos a creer en l, pero a lo largo de la historia nunca se ha dado a conocer a s mismo como Espritu de Dios, solo le conocemos por sus intervenciones abrindonos caminos para recibir la fe en el verbo del Padre. Algunos de los medios para conocer al espritu son las Escrituras; inspiradas por l, la Tradicin que viene desde los Apstoles; presentes hoy en nuestros Obispos, en el testimonio de vida de los Santos, en la Liturgia, en la oracin y en los carismas que a su vez son signo de vida apostlica y misionera. El Hijo y el Espritu comparten una misma misin pues, aunque Cristo es quien se manifiesta, Imagen visible de Dios invisible, pero es el Espritu Santo quien lo revela. Esto lleva a una redencin del hombre en la que es necesaria que Dios actu como sacrificio; en el Hijo, y como protector, gua, maestro, pedagogo, etc., a travs de su Espritu Santo. En esta sintona sabemos que el hombre ha visto a lo largo de la historia previa a la era cristiana como desde Cristo hasta ahora la constante intervencin del Espritu de Dios en bsqueda del hombre para llevarlo a conocer la verdad que es el mismo Dios, desde las promesas y antiguas alianzas este espritu ha sido un mensajero, un revelador, la voz que manifiesta la voluntad del padre incluso a travs de hombres profetas. La presencia mayor de este Espritu en el Nuevo Testamento est enmarcada en dos grandes momentos, el primero en orden cronolgico es la encarnacin luego de la anunciacin echa por el ngel Gabriel y luego en el cenculo al final de las 7 semanas de Pascua en el momento del Pentecosts o venida del Espritu.
Basndose en un firme sustento Bblico la Iglesia ha procurado tener signos del
Espritu Santo para brindar una imagen de aquello que tiene similitud con aspectos del Espritu Santo y se ha tenido como signos principalmente a: El agua. La uncin. El fuego. La nube y la luz. El sello. La mano. (imposicin) El dedo. La paloma. El soplo.
Mediante estos signos el Espritu Santo bendice y santifica a la iglesia.
Que este mismo Espritu Infunda en todos, un deseo pleno de acercarnos a Cristo y al Padre, pues no es por nosotros que reconocemos a Dios sino por el Espritu en la medida que se abra el corazn a aceptar este mensaje salvfico y al espritu de amor y verdad.