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Hace algunos meses (PROPUESTA 442) planteamos en este semanario que la falta de
motivacin, la motivacin deficiente, la aparente, la insuficiente o cualquier otra variacin de
lo mismo, no provoque la impugnacin del laudo y por tanto no sea causal de anulacin.
Cuando menos en los arbitrajes bajo el imperio de la Ley de Contrataciones del Estado. La
razn es muy simple: la inmensa mayora de recursos que se presentan a las Cortes con la
intencin de anular el laudo se sustentan en su motivacin.
El doctor Julio Csar Guzmn Galindo, entre otros, estima que quien impugna de alguna
manera se sustenta en el inciso c) del artculo 63 en tanto permite la anulacin cuando la parte
que la solicita, alegue y pruebe que las actuaciones arbitrales no se han ajustado a lo
establecido en la propia Ley de Arbitraje. Como la Ley exige la motivacin, si ella no existe, es
deficiente, insuficiente, aparente o lo que fuese, hay incumplimiento. El laudo no se ajusta a la
norma.
El juez no es elegido por las partes. Es un extrao al que le toca dirimir una controversia.
Puede suponerse que las partes no han depositado su confianza en su decisin sino que la
aceptarn en la medida que tenga los sustentos correspondientes. Por eso, a las resoluciones
judiciales se les exige una motivacin escrita y por eso los litigantes pueden impugnar cuando
ella no sea satisfactoria.