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Via Crucis

Para acompañar a Jesús en el camino de la cruz y llegar


con El a la Resurrección.
Es una devoción muy popular y conveniente para los días de la Cuaresma y
Semana Santa.
Puedes aprenderlo y enseñarlo a otros niños asi :
• 1- Identifica cada estación y reflexiona sobre lo que sufrió Jesús por nosotros.
• 2- Enumera cada paso y ponle color.
• 3- Recórtalo y pégalo sobre un cartón.
• 4- Sé misionero . Invita y enseña a tu familia o a tus amigos a rezar el via-
crucis.

EL VIA - CRUCIS
Es recordar con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos
del pecado. Te animarás a cargar con las pequeñas cruces de cada día, si
recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta su muerte en la
Cruz.
- En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo.
- Yo confieso ante Dios Todopoderoso...
- Oremos:
Señor Jesús, que tienes a todos los niños entre tus predilectos, vamos a recorrer y
a meditar sobre tu camino de dolor, no tanto el que viviste hace siglos, sino el que
sigues viviendo hoy especialmente en los niños que sufren. Tú te has identificado
con nosotros los cristianos, pero también, de manera especial con todos los
hombres que sufren. Tú sigues sangrando en las heridas de los hombres y de las
mujeres de hoy. Todos somos víctimas del sufrimiento pero también somos
culpables de que muchos sufran. Ayúdanos a reconocer nuestros errores y
sembrar amor en nuestro corazón. Amén.
(Señala con el ratón , haz click sobre el dibujo de la estación que vas a meditar y aparecerá el
texto correspondiente)

Primera estación: Jesús es condenado a muerte
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo (se repite en cada estación)
Escuchemos la Palabra de Dios: "Pilato se lo entregó para que lo crucificaran..." (Jn 19,16)
El Papa Juan Pablo II nos dice: «Los niños no son una carga para la sociedad, no son
instrumentos para la ganancia; son miembros preciosos de la comunidad humana, encarnan las
grandes esperanzas y potencialidades de toda la humanidad».
Oremos ... (elige una de las dos)
A- Señor Jesús: cuando Pilato te condeno a muerte quisiste reclamar tu inocencia. Pero callaste.
Miraste a lo lejos y viste las caritas de los niños que lloran por la muerte de sus padres, víctimas de
la violencia y preferiste unirte a su dolor. Siguen siendo caritas de miles de niños destruidas por el
hambre, rostros de niños marcados por el cansancio, rostros de nuestros propios niños
desplazados por el hambre y la violencia. Perdónanos, Señor, porque no hemos aprendido todavía
a respetar la vida humana. Nos permitimos condenar a muerte a la criatura que haz creado a tu
imagen y semejanza.
B- Ayúdanos a ser valientes y a seguirte generosamente por el camino del sufrimiento. Enséñanos
a no condenarte nunca en la persona de nuestro prójimo.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Jesús salió llevando la cruz, para ir al lugar llamado "De
la Calavera o Gólgota».(Jn 19,17)
Nos dice el Papa: «En algunos países existen niños que son obligados a trabajar desde tierna
edad, niños que son maltratados, castigados violentamente y a los cuales prácticamente no les
pagan sus trabajos. Se aprovechan de ellos porque son débiles, porque los pueden obligar
fácilmente y no son capaces de defenderse por si mismos»
Oremos:
A- Señor Jesús, cuando te han cargado la cruz, la has abrazado con cariño porque tu amor te
ayudaba a llevarla. Imaginamos que recordabas a tantos niños que cada día tienen que cargar
pesados ladrillos en las alfarerías; que tienen que arrastrar enormes y pesas carretas con carbón
mineral en las minas. Señor Jesús, te pedimos perdón porque hemos inventado esclavos por todas
partes, porque cargamos a nuestros propios amigos y hermanos con tareas que nos corresponden,
porque nos olvidamos de ayudarles a llevar incluso su propia cruz.
B- Que todos los que sufren sientan tu cercanía y que a través de su dolor se acerquen a Tí.
Recuérdanos que los sufrimientos de cada día aceptados con amor, salvan al mundo.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Tercera Estación: Jesús cae bajo el peso de la Cruz.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Señor protégeme de los violentos, de quienes tienden
trampas para hacerme caer» (Salmo 104,4)
Nos dice el Papa: «En algunos países se ha llegado hasta el punto de obligar a los niños y
niñas a prestar el servicio militar. Los encierran en los campamentos militares, los hacen aguantar
hambre, los maltratan y los obligan a asesinar incluso a las personas de su propio pueblo»
Oremos:
A-Señor Jesús, cuando caíste bajo el peso de la cruz, te olvidaste de ti mismo y preferiste recordar
a tus pequeños hermanitos que caen en las redes de hombres crueles que los entrenan para la
guerra, los obligan a disparar y les hieren mortalmente su propio corazón. El fusil es su propia cruz;
aprenden a manejarlo, a cargarlo, brillarle y por la noche a ponerlo de almohada. Cuando duermen
sus sueños son turbados con pesadillas terribles.
Perdónanos, Señor, porque con nuestro pecado hemos hecho más pesada tu cruz hasta el punto
que no puedes soportarla y caes. Perdónanos por haber caído en la tentación de dar golpes y
patadas a nuestros hermanos y amigos y de hacerles insoportable la vida con nuestras palabras e
insultos,
B- Son nuestros pecados los que hacen que el Señor caiga por tierra.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Cuarta Estación: Jesús encuentra a su Madre.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Simeón le dijo a María: una espada traspasará tu alma»
(Lucas 1,34).
Nos dice el Papa: «Son muchos los niños que están expuestos a padecer graves traumas a
causa de las tensiones que viven sus padres en el hogar y de la destrucción de sus familias. La
mayoría de las veces los adultos arreglan sus problemas matrimoniales y se separan de manera
egoísta sin pensar en sus hijos».
Oremos ...
A- Señor Jesús, cuando tu madre se acercó a ti en el camino del Calvario hubiera querido gritar al
mundo entero su enorme dolor, pero en cambio, prefirió llorar en silencio, Para hacerse solidaria
con las madres de tantos niños mutilados por la guerra, atrofiados por la enfermedad,
encarcelados, desnutridos, ofendidos, humillados y explotados. Tu santísima madre ha unido su
dolor al de aquellas madres que han perdido a sus hijos causa de la droga, de la violencia y de los
accidentes de tránsito...
Perdónanos María, porque pensamos mucho en nuestros dolores y caprichos y nos olvidamos de
amar y respetar a nuestras madres como se lo merecen
B- Madre mía: no nos faltes nunca en el camino y comunícanos tu fortaleza.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Quinta Estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Obligaron a un cierto Simón de Cirene, padre de
Alejandro y de Rufo, para que llevara la cruz de Jesús» (Marcos 15, 21).
Nos dice el Papa: "El recuerdo de millones de niños asesinados, los ojos tristes de tantos de
sus coetáneos que sufren cruelmente nos invitan a emplear todas las vías posibles para
salvaguardar o restablecer la paz, haciendo cesar los conflictos y las guerras."
Oremos ...
A- Señor Jesús, cuando te vieron agotado y casi a punto de derrumbarte de nuevo, te dieron la
ayuda de Simón el Cirineo, que venía cansado de trabajar en el campo pero que no se negó a
ayudarte, sino que puso su espalda bajo tu cruz para aliviar tu carga y tu dolor. Seguramente con
esa ayuda has podido descansar un poco y has pensado en tantas personas buenas que muchas
veces se olvidan de sí mismas y de sus problemas para ayudar a otros. Tal vez has pensado
especialmente en tantos misioneros que con entusiasmo y amor van por el mundo entero en ayuda
de sus hermanos.
Señor: haz que estemos siempre dispuestos a ayudar a nuestro prójimo, especialmente a los que
sufren en sus almas y en sus cuerpos.
B- Llevando con ánimo nuestras cruces, ayudamos a Jesús a llevar el peso de la suya.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Sexta Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: (Salmo 27)
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí y respóndeme!
Mi corazón sabe que dijiste:
"Busquen mi rostro".
Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me abandones,
mi Dios y mi salvador.
Nos dice el Papa: "Además de los niños asesinados, quiero también recordar a los mutilados
durante los conflictos bélicos y a consecuencia de los mismos. Finalmente, mi pensamiento se
dirige a los niños sistemáticamente perseguidos, violentados y eliminados durante las llamadas «
limpiezas étnicas ».
Oremos ...
A- Una mujer quiso refrescarte con cariño y por eso se acercó a ti sin tener miedo a los soldados y
en el paño que usó quedó estampado tu rostro...
Jesús, queremos refrescarte en los hermanos que hoy sufren por el desprecio y la injusticia
Que sepamos imitar su gesto de compasión y valentía. Que el dolor ajeno no nos deje insensibles
sino que nos llenemos de amor y solidaridad. Que consolemos a los demás cuando sufren, viendo
en ellos al Señor.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Septima Estación: Jesús cae por segunda vez.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: "Todos andábamos perdidos como oveja sin pastor, y el
Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes" (Mc 6,34)
Nos dice el Papa: "Existen además personas que no tienen escrúpulos en reclutar niños para
actividades criminales, especialmente para el tráfico de drogas, con el riesgo, entre otras cosas, de
quedar enganchados en el uso de tales sustancias."
Oremos:
A- Jesús ya no da más y se cae de nuevo. Los soldados lo tratan mal y nadie lo ayuda .
Jesús, nosotros no entendemos tanto mal que hay en este mundo. ¿Por qué? Igual que tú
queremos estar al lado del que sufre. Y si nos cansamos de hacer el bien queremos aprender de ti
a levantarnos y seguir luchando.
B- Señor, danos fuerzas y amor para levantarnos cada vez que caigamos. Concédenos Señor, la
perseverancia en el bien y que cada día nos de nuevas fuerzas para seguir sirviendo a nuestros
hermanos y en ellos a Tí.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Octava Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de
mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.
Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más
bien por ustedes y por sus hijos. (Lc 23,27)
Nos dice el Papa: "Los niños han llegado incluso a ser blanco de los francotiradores, sus
escuelas destruidas premeditadamente y bombardeados los hospitales donde son curados. Ante
semejantes y monstruosas aberraciones ¿cómo no levantar la voz para una condena unánime?"
Oremos:
Señor, haz renacer nuevamente en nosotros la ternura y la compasión. Que nuestras alegrías o
nuestras tristezas no nos hagan olvidar el dolor ajeno, sino que su dolor sea el nuestro; que
sepamos darle confianza, alegría y la certeza de tu amor.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Novena Estación: Jesús cae la tercera vez.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: "Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados y
yo los aliviare. Carguen sobre ustedes mi cruz y aprendan de mí que soy manso y humilde de
corazón" (Mt 11,28)
Nos dice el Papa: "El futuro de los niños usados en la guerra está con frecuencia marcado.
Después de años de servicio militar, algunos son simplemente licenciados y enviados a casa, y a
menudo no logran reintegrarse en la vida civil, Otros, avergonzándose de haber sobrevivido a sus
compañeros, acaban cayendo en la delincuencia o en la droga. - ¡Quién sabe los fantasmas que
continuarán turbando sus ánimos! ¿Podrán alguna vez desaparecer de sus mentes tantos
recuerdos de violencia y de muerte?"
Oremos:
Aunque caigamos muchas veces, el Señor nos perdonará por medio de la Confesión.
Ayuda Señor a todos los que son calumniados y perseguidos. Da tu fuerza a quienes en su labor
misionera se sienten cansados e incomprendidos. Siembra en todos los misioneros el gozo y la
alegría de trabajar por ti.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Y los soldados echaron suertes para repartiese la ropa de
Jesús y ver qué se llevaría cada uno» (Mateo 27,35)
Nos dice el Papa: «Aunque muchos niños viven en la abundancia de bienes materiales,
algunas veces tienen que vivir y crecer solos, sin cariño, sin una justa y amorosa orientación y sin
una adecuada formación moral».
Oremos ...
A- Señor Jesús, contigo también han hecho lo que hacen con los pobres: se han llevado todo y te
han dejado sin nada. En el mundo se da el contraste entre millones de niños que mueren de
hambre y miles de niños que comen hasta reventar. Niños que no pueden asistir a la escuela
mientras que muchos otros no quieren aprovechar el estudio; niños que botan la comida y niños
que escarban en la basura para encontrarla.
Perdónanos Señor porque nos hemos olvidado de nuestros pequeños hermanos que mueren de
hambre, de frío, de sed o no pueden simplemente asistir a un colegio.
B- Se despojó de todo, su amor no se guardó nada. Que tu salvación, oh Jesús, se extienda a
todos los hombres, y que toda la tierra herede tu salvación.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima primera Estación: Jesús es clavado en la Cruz.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Entonces lo crucificaron y con él crucificaron también a
dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda» (Marcos 15, 24.27).
Nos dice el Papa: "A menudo los niños son enviados como avanzada para limpiar los campos
minados. ¡Evidentemente su vida, vale bien poco para quien se sirve así de ellos!"
Oremos ...
A- Señor Jesús, cuando te han clavado en la cruz has experimentado el dolor de tantos niños y
niñas que han sido heridos por las minas explosivas. Con ellas se ha arruinado la vida de millones
de seres humanos que han perdido sus piernas, sus brazos, sus ojos. Señor, perdona nuestra
crueldad y danos fuerza para desarmar las minas de la envidia y el rencor que llevamos
camufladas en nuestros corazones.
B- "Me amó y se entregó por mí" (Gal 2,20). Danos fuerza para seguirte siempre y cumplir nuestra
misión.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima segunda Estación: Jesús muere en la Cruz.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus
amigos...»(Jn15,13 )
Nos dice el Papa: "La muerte deliberada de un niño constituye una de las manifestaciones más
desconcertantes del eclipse de todo respeto por la vida humana."
Oremos: Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros,
aceptar llenos de esperanza los sufrimientos de cada día y descubrir a través de tu vida, buen
Jesús, el verdadero sentido del sufrimiento y del amor a todos los hombres.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima tercera Estación: . Jesús es bajado de la Cruz y entregado a
su Madre.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: "Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado
José, que también se había hecho discípulo de Jesús, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de
Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. (Mateo 27, 57-58)
Nos dice el Papa: No son pocos los niños que acaban por tener como único lugar de vida la
calle: escapados de casa, o abandonados por la familia, o simplemente privados para siempre de
un ambiente familiar, viven precariamente, en estado de total abandono, considerados por muchos
como desechos de los que hay que desprenderse.
Oremos:
María está de pie junto a la cruz donde muere su Hijo. En ese momento solemne, Cristo nos la
entrega como Madre. María, Madre nuestra, enséñanos a imitarte en la aceptación por amor del
dolor, para que Cristo sea conocido y amado.
Virgen María, nuestra Señora de la Soledad, acompáñanos para seguir junto a tí, los dolores de
Cristo. Danos tu esperanza, tu ternura y tu amor. Jesús, danos esperanza de saber que siempre
triunfa el amor y la Vida.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima cuarta Estación: Jesús es puesto en el sepulcro.
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «José de Arimatea tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en
una sábana de lino limpia y lo puso en un sepulcro nuevo» (Mateo 27, 58-59).
Nos dice el Papa:
«Todos debemos hacernos pequeños como los niños, confiados totalmente al amor de Dios-Padre,
y llenos con humildad evangélica».
Oremos:
El Señor no se queda muerto en el sepulcro, Resucitó y nos ha abierto las puertas de la
Vida eterna.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

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