Sei sulla pagina 1di 1

ORACIN ANTE EL MISTERIO DE LA

ENCARNACIN

As te necesitaba, oh Dios, mi corazn:


hecho hombre,
para poder mirarte con mis propios ojos
y poder amarte con un amor ms humano.
Y tu bondad todo poderosa hace el milagro:
T, el Infinito, te reduces a la pequeez de un nio,
y me miras y me sonres y me amas.
T, el Verbo eterno de Dios,
eres ahora el - recin - nacido.
T, mi Creador omnipotente,
ests ahora dbil en mis manos.
T, la belleza invisible e infinita,
brillas ahora ante mis ojos.
T, el omnipresente invisible,
ahora ests ah, frente a m,
visible, palpable, a mi alcance;
ests ah y puedo mirarte,
y hablarte con palabras humanas,
y or el sonido de tu voz.
Naces para ser, con tu ejemplo,
mi seguro Maestro.
Naces para ser, con tu muerte,
mi amado Redentor.
Quiero vivir siempre, oh Jess,
la alegra de tu Natividad;
la alegra de saber que naces para m;
y que vienes a buscarme para llevarme contigo.
Oh Jess, Nio Dios!
T, el Pequeo - Infinito,
cubre mi pequeez con tu grandeza,
y llena con tu amor el inmenso vaco de mi alma,
Amn.

Potrebbero piacerti anche