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En las discusiones llevadas a cabo en Frankenthal en el Palatinado, del 28 de mayo al 19 de

junio de 1571, entre representantes de los hermanos suizos y la Iglesia Reformada estatal,
los portavoces de los hermanos dijeron:

Estamos de acuerdo con ustedes en cuanto a la opinin de que un cristiano no debe


vengarse, pero Cristo ensea (Mateo 5) que aun si se nos ha hecho mal, no debemos ser
causa de que el gobierno use la violencia contra nadie por motivo nuestro. Nuestro
pensamiento no es que la magistratura no deba ser reconocida, sin embargo, no queremos
ser la causa, por presentarnos ante la ley, de que el gobierno ejerza venganza contra el
trasgresor.
Ustedes dicen que un cristiano podra ser magistrado y castigar a los malhechores con la
espada. Nosotros no podemos aceptarlo sin pruebas al respecto de Cristo y los apstoles.
Confesamos que la magistratura, de acuerdo a las enseanzas de Pablo (Rom. 13) es
ordenada por Dios. Pero en cuanto a que un cristiano puede servir en tal carcter para
ejercer venganza por medio de la espada, demandamos que para tal enseanza se nos d
evidencia en las Escrituras.
Todos los creyentes apuntan al ejemplo de Cristo. Sus apstoles no participaron en guerras
ni usaron la espada para castigo sino que han manifestado amor hacia sus enemigos as
como a sus amigos.
Ustedes dicen que la paz de Cristo debe estar en el corazn del creyente pero que, sin
embargo, l podra participar en la guerra si se le solicita. No encontramos ejemplo
apostlico que muestre un hecho tal.

En 1589 los Hermanos Suizos del Cantn de Zurich, en una Splica dirigida a las
autoridades, dijeron:

Es asunto del gobierno proteger el bien y, por medio del uso de la fuerza, castigar el mal de
acuerdo a sus transgresiones. Por lo tanto el ser magistrado y usar la espada, con el ser
cristiano, son dos cosas que no concuerdan. Reconocemos al gobierno como una institucin
necesaria.... Pero no creemos que la autoridad civil debe estar dentro de la iglesia de Dios.

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