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Torcuato S. Di Tella Los partidos politicos Teoria y andlisis comparativo gunda Guerra tivos partidos muy reciente, implantacién icién, Cuando paises domi- 19s, las cond son méximas. sombinan con de la de los de los paises va Occidental, talista popular quedado en el sgimen pro so- Jr estructuras, na parecido al én expresado la borda gran | hacia figuras 3 manutencion ty Macedonia ren en lo basi: ‘ales mas bien nacionalistas. {ossovo y Bos: nan en el area trayectoria, no racionales. situd de su ex fe interrumpida én de Solidari- asi un ejemplo 6n en innume- ss se considera itucién bajo el | Origenes historicos : del corporativismo argentino: el rol de la inmigracién masiva I tema del impacto que ha tenido sobre el sistema politico argentino la gran cantidad de inmigrantes transatlanticos ha sido objeto de una se rie de estudios y debates, que me parece conveniente revisar, para ver qué nuevos aspectos hay que investigar, qué convergencias existen, y qué es lo que realmente esti en discusion, Para empezar, es preciso distinguir entre la condicién de inmigrante y la de extranjero, que son cosas parecidas pero no iguales. La Argentina ocupa el primer puesto en el ranking mundial en cuanto a la proporeién de extranjeros que albergé durante largas décadas de su formacién como pais moderno (aproximadamente, entre 1880 y 1930) Por lo menos ese campeonato mundial lo ha conseguido, aunque _esté en el pasado. Lo que continia hasta el presente son las consecuencias sociales y politicas de ese impacto, A mi juicio, la presencia de una cantidad de ex tranjeros tan grande, que ademas no adoptaban la ciudadania, creé un vacio de participacién ciudadana, con la consiguiente debilidad del sistema institu ional, especialmente en lo que se refiere a los partidos politicos. Esta tesis es discutida por algunos colegas, cuyos puntos de vista trataré de reflejar en el siguiente andlisis, con la menor mala fe de que soy capaz.' La posicién de los extranjeros en el espacio social Comencemos por revisar algunos datos. Dentro de los paises de inmigra cién masiva, la Argentina se destaca, junto a Australia y Nueva Zelandia, por haber tenido un muy alto porcentaje de inmigrantes sobre su poblacién total, aproximadamente de un 25 a un 30% en la época mencionada, contra 1 Gino Germani, Politi y sociedad en una época de transicién: De la sociedad tradicional a ta aciedad madema, Buenos Aires, Paidés, 1962; Ezequiel Gallo. Farmers in Revolt, Low tree Athlone, 1976, Hilda Sabato y Ema Cibot, “Inmigrantes y politica: un problema pen- Ufcnie™ Estudios Migretories Latisoamericanos 2, 4 (980); Hebe Clement, £1 miedo a la inmigracion, Buenow Aes, Levitin. 1988; Fern anfausto Rosai, comps 1 sn 15% para los Estados Unidos o el Canada. Pero en Australia y Nueva Ze landia ( en el C i), la casi totalidad de los inmigran eran briténicos, 0 sea, no perdian ni cambiaban la ciudadania al cruzar ¢ no, y no tenjan que amalgamarse con una poblacién inmigrante preexis rente-tle diverso caracter éinico. En los Estados Unidos, si eran extra como en la Afgentina, y debian am: eros, narse con los sectores nativos de mas antigua inmigracién, pero eran, proporcionalmente, muchos menos. To: dos estos datos nadie los discute, aunque no siempre se distingue, en los analisis comparativos, entre la condicién de inmigrante y lade extranjero. El inmigrante, aun transoceanico, en lugares como Australia, en que tanto el pais de origen comio él de destino estan bajo la misma bandera, se compor ia cas , a formacion de ut como un migrante interno, No esta en juego el complejo problema de nueva nacionalidad o, al menos, no en el mismo grado. Lo que ocurre, en todo caso, es la reproduccién, en tierras nuevas, de un trozo de la antigua nacién expulsora de gente, problema muy distinto del {que le cupo en suerte protagonizar a la Argentina. Por otra parte, dentro de Jos extranjeros, hay que distinguir entre los que tomaban la ciudadania y los que no lo hacian: en este rubro también la Argentina le “gana” a los Estados Unidos, porque entre nosotros los censos arrojan sélo un 2.6 3% de naciona lizados sobre el total de extranjeros existentes, contra casi el 70% en el pais del Norte. De manera que la diferencia ya importante entre un 30 yun 154 de retenian su ciudadania original? De nuevo, este hecho no se discute, aunque cidos en el exterior, se magnifica si se toman en cuenta sélo los que las interpretaciones acerca de sus causas son diversas, y a ellas vo Ahora bien, esta competencia entre los Estados Unidos y la Argentina po €l primer puesto en cuanto a cantidad de extranjeros, termina de definirse si se considera no sdlo el nimero, sino también el status relativo de los inmi- fgrantes en la sociedad receptora. Ocurre que los inmigrantes europeos en la Argentina ocupal 2 pesar de sus modestos origenes: desde luego, tenian la in una posicién relativamente alta en la pirimide social, istocracia de la piel, y aunque muchos provinieran de zonas bastante atrasadas del sur de Europa, tr saltar por encima de las clases populares nativas, y aun de los estratos me ian un caudal de cultura campesina 0 artesanal, que les facilitaba La inmigracion italian Argentina, Buenos Aires, Biblos,-1985 y de los misme orca italia nella scité argentina, Roma, Centro Studi Emigrazione, 1988; Carl Sol Bee tramigration and Nationalism: Argentina and Chile, 1890-1914, Austin, Univer eas Press, 19 a cia censual del ier ue silo esa p sxtranjeros toma a fa ciudadana, porque i nmigrantes estaban incluidos ¢ i De todos modes, elon Tos Estados Unidos es contund Nueva Ze te preexis ativos de nenos. To- ue, en los anjero. El ie tanto el voblema de 10 grado. vas, de un listinto del dentro de tania y los ntina por lefinirse si ropeos en ide social, racia de la del sur de s facilitaba dios del interior. En los Estados Uni situacién era distinta, pues los inmigrantes del sur 0 el este europeos, o de Irlanda, tenian que aceptar una Jtuacién de clara marginacién e inferioridad respecto de los primeros se tlers, de origen inglés, escocés, aleman 0 nérdico. En cierto sentido, los ite bolivianos en la Argentina de hoy: habia —hay— una clase obrera nativa cla amente “por encima” de ellos, por no hablar de la clase media, y aunque movilidad era posible, habia que adaptarse a las reglas de juego establecida: por la sociedad local. En la Argentina de comienzos de este siglo, la clase di rigente politica era la que establecia, claro esta, las reglas de juego en iltima instancia, pero en la sociedad civil el peso y el status social de los extra adaptacion eran los nativos tanto o més que los extranjeros. Con est toy tratando de minimizar el trauma de la inmigracién, cuyas dimen jenes de la sociedad civil nal. Los argentinos se concentraban, en cambi abajo, entre los estancieros, los militares, los funcionarios piiblicos, la dlase-media tradi ional, sobre todo del interior, y los sectores bajos de las clases trabajadoras., Por supuesto que con el tiempo los hijos de los extranjeros dan do un tinte argentino, ciudadano, a las posiciones que ellos ocupaban en e espacio econémico creado por sus padres, pero a pesar de eso los censos estan ahi para sefalar el 60 6 70% de extranjeros que por mucho tiempo hu bo entre los empresarios y los obreros urbanos. Y claro esta que los hijos adoptaban en gran parte las actitudes de los padres. estas actitudes? Es dificil reconstruirlas con exactitud, pero mi hipotesis es que en gran medida implicaban una actitud de superioridad respecto al ps de desprecio hacia sus tradiciones, su sistema politico, y su antigua compo mas bien el fendmeno opuesto y simétrico, de desprecio por parte de la cl , nos intelectuales, hacia los recién venidos, para quienes no escaseaban los motes, adoptados incluso por la poblacién local de mas modestos recursos. Es que en este espinoso y feo tema del orden se puede legar son insc ellos hay que asomarse una parte de Ia realidad. Los los unos no quitan | otros, pero cuando se hacen las stimas y restas finales, quedan dos hechos a mi juicio igualmente importantes, aunque dé di ado de verificacion: 1. Los extranjeros (no meramente inmigrantes) formaban, en la Argentina y sobre todo en la burguesia y Ia clase obrera, un abultadisimo porcentaje del total, y gozaban de un nivel social muy alto en comparacién con el que Los extranjeros se sentian relativamente superiores al resto on la excepcién de la clase alta—, y ése era uno de los motivos por los cuales no se tomaban el trabajo de adquirir la ciudadania La segunda afirmacién, claro esti, es més cuestionable que la primera. Bs sabido que una buen: ia politica argentina no tenia muchos deseos de facilitar la nacic 'én de los extranjeros, cuya pre jonderancia y eventual izquierdismo se teméa, Se han hecho, incluso, esti maciones del mimero de horas que se hubieran necesitado simplemente para hacer los trimi este iiltimo argumento no es vilido para las capas mis altas de la bur argo, también preferian rete ner la proteccién de su ulados antes que la muy dudosa de las leyes raentinas. Respecto a las clases populares, bien podria algun sector polit naberse decidido, como en los Estados Unidos, a facilitarles los trimites, a cambio de una contrapartida electoral. gPor qué no existié tal sector poli tico? Se ha buscado a veces la explicacién en las actitudes de los dirigentes partidarios argentinos, tanto los conservadores ca adicales, que no Visuatizaban la necesidad de incorporar al extranjero.' Aunque esta hipotesis wuede ser atractiva en estos tiempos de rebelidn contra los determinismos simplistas de tipo estructural, me parece que ella da excesivo peso a las va riables actitudinales. Porque grupos que querian incorporar a los inmigrantes habia, entre ellos el Partido Socialista, cuya prédica, de todos modos, fue desoida. Es demasiado facil y esquemitico decir que el socialismo se v que son en Chile, no menos oligirquico que la Argentina. Simplemente, los extran eels ros, en su mayoria, no querian tomar la ciudadania, En realidad, habria s hecho: sido un poco absurdo, dada su posicién en el espacio social, que quisieran ficacién: hacerlo, Tan absurdo como que a un emigrante argentino de estos siltimos tiempos, instalado en Venezuela para ganar mis plata 0 por estar persegut oeaind, do en su pais, se le ocurriera la peregrina idea de adoptar ta ciudadania ve worcentaje nezolana, Otra es la situacién para ese no tan imaginario argentino cuando nel que fe encuentra en un pais que le impone mas respeto, como los Estados Unidos 0 la Italia o la Espaita de hoy. El tema, claro esta, debe ser investi zado mas a fondo, buscando establecer una estructura de casos comparativos del pai masados y presentes que nos ayude a comprender el comportamiento huma- aie be no en estas condiciones de desarraigo, En el estudio del impacto inmigrato- » primer y la poblacién local sttudes de Tos recié Negados hacia las insti juso, est plemente La participacién politica o para las de los extranjeros is leyes Dada la situacién descripta —dejando de lado las hipétesis explicat s tramit ticamente de los hechos: sector pol dirigen 1. Existia en la Argentina un masa de extranjeros, mucho mayor es, que no sue en cualquier caso comparable, con mucho peso econémico y social, ta hipotesis ellos no tomaron, salvo contadas excepciones, la ciudadania, Esta argumentacién ya habia sido hecha por Sarmiento, quien ponia én sis en la incongruencia entre el peso econémico y social de los extranje ros, que formaban la mayoria del pais productivo, y su escasa participacion politica, medida por su falta de nacionalizacién, Germani volvié a sefalar es te hecho, dando por sentado que los extranjeros no participaban mucho en Ia actividad politica. ¢Pero era esto realmente asi? Porque, a lo mejor, la ad quisicion de la ciudadania o el hecho de votar son aspectos muy periféricos de eso que puede llamarse realmente participacién politica. Tanto o mas im portante que el voto —siguen diciendo los criticos de la hipétesis germania na— puede ser la actividad asociativa profesional o cultural, la protesta, la nuelga, el enfrentamiento violento contra el orden establecido, o bien, en Jos sectores altos, la accién corporativa en defensa de sus intereses, la co rrupcion de funcionarios 0 politicos, el cultivo de la amistad y Tos negocios 1 los gobernantes. Anite esta panoplia de formas de participacién, el me Fo ¢jercicio del voto parece reducido a una dimensién secundaria, formal sobre todo, en elapas en que eT Traude era endémico, como ocurrié hasta 1912, pero aun en condiciones mais respetuosas del veredicto de las uma Por cierto qué el poder verdadero no radica solo en las elecciones, sino en otro orden de cosas, que van desde las antes mencionadas, la organizacion de intereses, la rebelidn, o su contraria la represién y Ia intervencién mili tar, hasta el simple peso del dinero, Todo esto es cierto en gran medida, pero se lo sobreenfatizé, sobre todo, en épocas en que cundié entre la inte: lectualidad argentina y latinoamericana un fuerte desprecio hacia la lamada ‘democracia formal”. El resultado de esa actitud fue una especial preocupa- in por el estudio de los caminos “reales” hacia el poder, que no estaban tan automaticamente bloqueados por la condicion de extranjero como el de Este aporte temético fue por cierto un paso positive, aunque no puede irse que los analistas previos, desde Sarmiento hasta Germani, lo ignora ran, Pero la investigacién avanza, a menudo, a través de estas puestas selec tivas de énfasis en determinadas dimensiones de la realidad. El enfoque que cuestiona la hipotesis tradicional acerca de la no participacién politica de los extranjeros ha generado una serie de investigaciones concretas que mues tran importantes casos donde estin involucrados inmigrantes. Pero demasiado a menudo se ha incurrido en una sobresimplificacion de la teoria criticada convirtiéndola en una especie de_straw man_o caricatura contra la cual es Yemasiado facil anotarse tantos. Efectivamente, la teoria que podemos lamar inca sostuvo que los extranjeros no tenéan ninguna participacién Je no tenian opiniones 0 ideologias, 0 interés en lo que pasabi * en el pis. Incluso fue siempre un hugar comin de Ia hisorogree’ Ts ey oT importante de los extranjeros en la formacion partidos pol 1 ma ee igguterda, en el sindiclismo yen el anarauismo, Por cv * 4 Germani no ignoraba este hecho hasta se puede decir que exage aba el i oe ear en esie tema del impacto de in masa inmigrator, © * eman vonstruir un esquema detallado del sistema politico, deine TT 2 Mee ons Gaia mob ibe. Hay aoe superar Ol rel Ua : ' eae ge vena Gamera ae Pa Ona ge la jeterminadas areas de actividad p rotopolitica, Al observar con cui a i dado, en gen jescubre que efectivam bia extranjeros j 0. ee en diversas dreas de ete frente de accion. Ademis Os 2 { casos tar la gran paricipacion italiana en el Grito de Alcor. 2S TOF ta ‘ de Hilda Sabato y Ema Cibotti ¢ la politica de la provincia ‘de Buenos 5 ies hacia ls décadas de 1860 y 1870. La vineulaciOn ds italianos con a el mites vfaccho bien documentado, asi como su partcipacion en le in Sones miliares —algo mercenarias, quizas, en ls #u ras civiles y en ves, seguramente va a quedar una Gomo resultado de estas investigacic Secucen mobs midezad Oe ta kiervencion. Extraniers, en Doo vende de una interpretacién algo esquematica de 13s Pensindolo un poco, h ss ei movilzada por la migracion internacional y estimulads ncion le fe ana vida mejor, no hubiera ejercido, a través de sus 9 \s inquietos repre de wate, algin inflyjo sobre 1a politica local Se tata, sit emartt el de veto y ia forma de esa participacion, y en eso creo que EE Te do co 2 monte % planteo cldsico sarmientinogermaniano que senala & Hvt grave 1 rrr de paricipacion que se deriva de la condicién extranik’™ & Ta may’ ue fia de los miembros de dos de las clases sociales mas Jinamicas y més pro- snizacién y democratizacion paulatina de un_sistemgfpolitic Segtrata de saber en Pero veamos ya el esquema de funcionamiento para usarlo como cartabén en el estudio comparative a politico Un esquema del siste En cualquier sistema politico, la participacién de la ina gama, un continuo desde lo més pasivo a lo mis activo, que constituye tuna especie de destilacién de energias y voluntades. Dentro de esa gama se pueden establecer tres grandes grupos: unicipales), ¥ los afiiados a partidos politicos, sindicatos, asociaciones mu tuales 0 culturales. El signifi d. Asi, por ejem tinto segiin el tipo de socie de los paises democraticos el hecho de votar —casi automitico, a veces oblt sat ho significa gran cosa, y quizis no permite clasificar al que lo realt ta como participante; distinta es la situacién, en cambio, en sociedades donde el voto estaba restringido segiin el ingreso, o bien por la condicién de ntranjero, También, el hecho de ser afiliado a un partido refleja grados di Jos requisitos para mantener la afiliacién. En la situacién argentina del pe do considerado (1880-1930), para poder calificar a alguien como “participante feea persona debe haber sido votante, 0 si no, ser afiiada a alguin partido, sin mutual, o asociacién cultural. Se trata, claro esti, de criterios diversos ia sociedad muy extranjerizada y algo heterogéneos dada la pecul vente votar es lo menos importante, y lo mas importante ¢ Aunque norma afliarse a asociaciones, en la Argentina de aquella época bien podia haber un iglo XIX", Estudios Migratorios — 8 n“Adininistracin y poi iano en Rosario, (1860 390 0, Progra ica te itallana de B wari de la Escuela de Hist le Humana . io, vol ear ( ma Trinchtela, “La vol z ficos de la colectivdad Haliana”, minx soe eng Kctraia tliana, Limpatto deimmigrazione sul si a Ba ad tala: GU emigratt\\ me 180-1940, Milano, Franco Angeli, 1983.)) inglpolitico je saber en sy los con dle ser di mayor parte veces obli que lo real partidaria, y a del perio- oartcipante partido, sin ios diversos ranjerizad sportante es 2, Los activistas: pueden ser definides como los individuos que concurren con frecuencia a las reuniones, las asambleas u otras acciones colectivas, {que ejercen cargos de delegados locales 0 sus equivalentes. Estamos aqui refiriéndonos a una minoria muy marcada de cualquier grupo social, por cierto no mas de un 5 6, a Jo sumo, un 10% del total, salvo coyunturas muy especiales, y a menudo bastante menos que esa cifra. Se trata de personas participacion Sin embargo, hay que ver en qué medida el extranjero puede llegar a int FESSTSEER-ESIE tipo de actividades, dado su mundo cultural y grupos de referencia, Es més probable para un extranjero llegar al activismo en los ambientes de la accion profes seguramente terminara por adquirir la ciudadania. Es muy probable que el pequei inclu porcentaje de extranjeros que se nacionalizaban en la Argent el anterior, formado por quienes ejercen cargos directivos nacionales 0 ‘egionales, a veces locales, asi como por individuos prominentes en sus ¢s: feras de actividad, que debido a eso son incorporados a los circulos dirigen tes de la organizacién. En este nivel, se puede actuar también a través del lobbying, los negocios, la presién personal, los vinculos de amistad y de fa milia, También se puede actuar desde posiciones ya no en asociaciones, sino en instituciones “guardianas” como las Fuerzas Armadas 0 la Iglesia, 0 la burocracia estatal. Para los extranjeros la accién en este nivel ‘obre todo en las areas econdmicas y profesionales, siéndoles més dificil 0 imposible la accién en lo politico partidario 0 en esferas como las de las Fuerzas Armadas (no asi en la Iglesia de las areas (desde lo econémico-cultural hasta lo especificamente politico institucional) y segin el grado de violencia involucrado. Como lo que nes cada canal de conexién entre estructura social y activismo politico, la in njeros sobre el flujo de fluencia que puede tener un gran nimero de extr personas que circulan entre una y otra casilla conceptual ros participantes, activistas y elite politica), es distinta segiin el area de que te trate, Hay un primer grupo de Areas de actividad (econdmica, profes nal, sindical, mutualista, cultural) muy ligadas a la vida dia a defensa Ye intereses o expresiOn vocacional, que les es bastante accesible. En cam en ¢ specificamente politico partidaria, se precisa mucha determi nacién y vocacién, para un extranjero, para superar la barrera de su falta dk se encuentran contextos de mucha frustracién, que llevan a estos casos, en que la gente esti mas presionada por las circunstancias la pared posible independientemente de st ideologia, el sentirse mas contra la p mente leva al activismo a sectores normalmente mis pasivos, y también a grupos extranjeros, movilizados por una situacién limite antes, 1a pa jan nuestros inmi En muchos de los paises de donde v censitario. Pero debe tene nados de la p inado y obreros sin calificacién). En la Argentina, en cambio, justamente sos grupos tenian en principio el voto, y eran a menudo usados como mi rticipacién eran los mas bajos de la pirdmide s a de maniobra por los politicos criollos; mientras que los que no Io tenian lo ca feran quienes estaban por encima de ellos: la burguesia y el proletar tif hegentina, entre el peso ec ado, De ahi la incongruencia-ya_antes referida, como_caracteristica om al y el politico de las diversas cla: 5 sé daa en equivalente medida en Europa. dentro de Ta piramide social, a la burguesia co- 3, que en cambio cami gemplo tomemo mercial. Y analicemos, de sus varias formas eventuales de actividad politica {en el sentido mas amplio de la palabra), la que corresponde al nivel del ac tiviemo, en el area especificamente politico-institucional (0 sea, partidaria), y rente politico: en condiciones no violentas. ¢En qué medida la condicién mayoritariamente njera de la clase considerada afecta la-circulacién de individuos hacia smalizar, para el casillero del activismo en partidos politicos? Obsérvese que lo que se olitco, la in busca no es simplemente determinar las simpatias politicas del grupo en re el flujo de cuestidn, sino averiguar cémo contribuyen ellos a la existencia del casillero considerado del sistema politico. Si resultara que abrumadoramente, para la iveles (me burguesia comercial, las formas de involucracién politica privilegian las co- 1 area de que 4 nexiones financieras, los negocios, las influencias detris de escena, y dejan ica, profesio de lado el activismo en los partidos y también el voto, el resultado sera algo a defensa bien distinto del paradigma europeo de desarrollo de la democracia liberal ble. En cam No es que debamos dejar de val importancia que en ese paradigma uucha determi 4 tienen las connexions de todo tipo de las que tan elocuentemente hablaba de su falta de Edmund Burke, ni mucho menos dejar de dar su debido peso a los nego ‘arse cuando cios, la corrupcién y la amistad, bases poco brillantes pero sélidas de mas violencia. En de un sistema democratico liberal. Pero la retraccién de toda una clase rcunstanciae social de ciertas areas de activismo politico partidario no puede menos que pared posible dar pies de barro al sistema y también a Contra esto a veces se arguye que, también en los casos de desarrollos mis exitosos del régimen democ beral, a menudo los empresarios no antes, la par son los mds activos en el frente politico partidario, y dejan esas tareas en mo 0 de tips las manos mis expertas de los politicos profesionales, los miembros de la ectores elimi aristocracia, 0 a veces los mismos militares. Esto es en parte cierto, pero cial campe hay que analizar el tema en perspeciva comparaiva y tratando de cuant caracteristica >) HB ——supere la mera participacién pasiva. Los motivos de retraccién pueden ser ividad politica toritarios como en Alemania y otras partes de Europa, son obvios motivos nivel del ac 7 de retrace Pero siempre habra minorias que se orientan a la esfera de partidara), y fia accisn pica. Lo que se debe estuciar en el caso que aqui nos proc pa es cémo se daban esos procesos de circulacién en la Argentina, cudles eran los factores de estimulo o retraccién, y en qué medida eran afectados La formacién de las actitudes entre los extranje a, dada la 5 El corrimiento hacia arriba del status i i i \ los ext de estratificacién social algo po i ; i } i condicion Jo en secto- mensaje de mbito electo- Je la alta movilidad social, lo que es un eta necesariamente Tigado’a la condicién extranjera (aunque la pertenenci trices en mas de un caso ayudaba a ascender eocialmente, 0 a evitar el des

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