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Sistematizacion y nuevos aportes - cia M. Passalacqua la colatboracion de: Martha Alessandro de Colombo Hilda Leonor Alonso Marta Susana Codarini Maria Cristina Gravenhorst Maria Teresa Herrera 8° edicion aumentada ediciones Kiex indice Prétogo a la 3*edicién, 9 Prétogo de ta 1* edicién, \\ 1 Importancia del Psicodiagndstico en el quehacer psicoldgico, 13, Latarea psicodiagnéstica, 13, [EI Psicodiagndstico de Rorschach: su importancia en la tarea diagnéstica, 22 Métodos y tenicas psicolégicos, 23 Notas, 26 2. El Psicodiagnéstico de Rorschach, 27 CCaracterizacin de la prueba, 27 Valdez y confabilidad, 28 ‘Antecedentes del Test de Rorschach, 30 Deseripcidn de as léminas, 31 Pundamentacion tedrica, 34 EI Psicoandlisis,34 Lateoria dela Gestalt (Psicologia de Ia Forma), 35 Hermann Rorschach, 40 Creacién del Psicadiagnésticn, 44 Difusin en Europa y América, 45 En Europa, 45 Enos Estados Unidos de América, 48 En Latinoamérica, $0 Enla Argentina, Diferents escuelasexistentes en Rorschach, 54 Formas de aplicacién, $3 ‘Campos de aplicacion, 58 Retess y series paralelas, 59 Notas, 63 3. La administracién, 65 Amplitudy constitucién de la hateriapsicodiagnésticn, 65 Ubicacin del test de Rorschach, 66 EE Psicodiagnestico de Rorschach, 68 Suadministracin, 68 ‘Material, 68 Procedimiento, 71 1) La Administracin propiamente dicha, 71 2) El Interogatorio o Encuesta, 78 3) El Examen o Test de Limites, 84 Notas, 89 4. La clasificacion, 91 CClasificacion de las respuestas, 91 Respuestas de detalles usuales, 98 Respuestas de detalles inusuales: Dd, 107, Respuestas de espacios en blanco: S, 111 Determinantes de las respuesta, 113 Respuestas de formas, 114 Respuestas de movimiento, 119 ‘Movimiento humano (M), 124 Movimiento animal (FM), 130 Clases de colores, 144 1. Color forzado, 144 2. Color arbitrari, 145 3.Color simbélico, 146 4. Color nombrado, 146 5. Descripeién del colar, 147 Respuestas de color aeromitico (C’) 148 Clases de colores acromsticas, 152 1, Color acromatico forzado, 153 2. Color acromitio arbitrario, 153 3.Color acromatico simblic, 154 4. Color acramitico nombrado, 154 5, Color acromitico desriptivo, 154 Respuestas de claroscuros, 155 Claroscuros de superficie, 164 "pos de texturas, 166 CClaroscuros de profundidad, 168 (Claroicuros tridimensional reducido aun plano (bidimensional: Fk, KF y ky 175 erminantes miltiples, 177 ntenidos, 182 es, amortiguadores y perturbadores, 182 1, Contenidos vtales, 183, Contenidos amortiguadores, 184 Poreenual de formas postvas, 206 Porcentual de formas positivas extedido, 206 Movimientosactvos pasvos, 208 OE ee ‘edicién anterior mostrando, afortunadamente, Segunda formula vivencial, 209 uievamente el prologo dela primera edicion Proporcidn de color, 210 Jor informativo, ademis de historico, Pérmulas de determinants miipes, 210 sa disposicién de los lectores, a los cuales agradecemos Pence poet Jos resultados de la investigacién que, tres de fei tga Ash. 21 pordinado desde la titularidad de las Cétedras de Rorschach ee casa, poratadore cee de Psicologia de Ia Universidad del Salvador y de la Contenidos perturbadores, 212 Buenos Aires, con la valiosa intervencién del plantel docente ‘Contonidos amortiguadores,212 , incluso, de un grupo de ex alumnos voluntatios. mula de fccuenci, 213, ibjtivo fe validar las respuestas populares en la Capital Federal Indie dered 313 ‘Arentna el Gran Buenos Ais, para adaplara a nesta Saeel eas, ivestigacién que incluimos en el Apéndice y que tiene el gran Fse hecho con una muestra muy numerosa (1.080, entre varones Ejempliicacén, 217 “adems, con no consultantes (y esto no podria haberse hecho Jo, evidentemente). ién esti relacionado con la actividad docente que todo el grupo ollando, ya sea en el émbito universitario, o en la Asociacién mente prologando una jomuy comin dentro de la literatura (Caso Mirta, 217 Protocolo de registro y clasticacién, 218 Laine inert aio de Psicodiagnéstico de Rorschach (nuestra institucién de Fija de ebmputsypscosram, Caro Mir, 225 ) que, en lo personal, me ha Ilevado a una taea de difusion de la Destrollo de las formulas, Caso Mina, 228 ‘Argentina de Rorschach”, que est libro sistematiza, por diversos palsy del exterior los que, con tal motivo, me invitaron. También jdenta de ALAR. (Asociacién Latinoamericana de Rorschach) desde o Latinoamericano de Rorschach y Otras Técnicas Proyectivas, 7. Graficos, 229 GréficoN?1 Protocolo de regisiro,229 Gace ee Grande, Brasil, de 1992 (Tucumén, en Argentina; Santiago, en ecm eee oc GrifcoN?4 Detalles tsuates, 233 i cen esa tarea de ensefianza, ademas de lo que en tal sentido nos GeificoN*$ —Alqunos detalles inasuales minisculos,250 ifestado con generosidad otros colegas, hemos comprobado nosotras GriticoN76 Hoja de cémputsy psicograma, 260 a utilidad de tener estos aportes unificados y sintetizados en la RE hgh ieotded eecereusaaeed fa, lo que agiliza la transmisién y deja tiempo paral profundizaciény Grifice N°9 Couto de conteidosy eros, 254 fionamientos validos y, aun, para la investigacién. Esto ha motivado la Grifico N° 10 Hisograma de barras, 265, jn creciente de equipos con esta dltima cualidad, aprovechando esta ‘ela que nos presenta el Rorschach en sus aspectos cuantitativos Y, Apéndlice,267 én, cualitativos, dando nuevas muestras, siempre, de su enorme riqueza. Notas, 268 Alicia Martha Passalacqua Bibliogeatia, 269 que también formé parte de I, sin cuya desinteresada ayuda esta publicacién se habria demorado mucho tiempo més; juntas estamos preparando Ia se~ gunda parte, comespondientea la interpretacién, También agradezco Ia eola- boracion activa de las licenciadas Marta Peroni y Elsa Sanchez en tareas de escritura y gréficos. Y la de todos aquellos alumnos, colegas y profesores de Ja APR que de una w otra manera han alentado y estimulado esta tarea Para terminar, dos comentarios: el primero, un recuerdo que quisiera ser tun homenaje para el creador del Psicodiagnéstico, el psiquiatra suizo (y ta bin artista) Hermann Rorschach, quien sin pensar en su ulterior repercusién realiz6 en su corta y malograda vida una obra inestimable. El segundo se refiere al motivo por el que no haré acd una apologia del Test de Rorschach. Demasiados autores ya lo han hecho, De cualquier modo, hay secciones del libro que hablan de su riqueza, Pero si es necesario destacar que el apren: zaje de esta técnica exige constancia, rigurosidad y minuciosidad, condicio- nes que seria deseable existieran en todos los que se dedican a ella. Muchos, sin duda, la considerardn demasiado compleja y ardua: lo es, pero también son ricos sus resultados, Nuestra méxima aspiracién seria entusiasmar al lector para que profundice el estudio de esta técnica, aprendizaje que, sein nuestro criterio, todo psicblogo deberia abordar cualquiera sea el campo laboral en que se desempetie.* Las posibilidades de este test son vastas: desde aportar datos a los psicodiagnésticos hasta investigar innumerables temas de diversa indole, gracias a los cémputos numéricos. A su vez, esto contribuye a la prevencidn de multiples problemas psiquicos e incluso fisi- cos y sociales, que deberia ser nuestra meta més deseada, no s6lo de los psicdlogos sino fundamentalmente de la sociedad en la que nos insertamos. Espero que asf sea entendido por todos. Alicia Martha Passalacqua *Por razones denicas, se ha decidido imprimir en negro todas las liminas del Psicodiag- 1néstico que se incluyen en Ia obra. Para suinterpretacion, el lector deberd hacer uso de las iminas originales, (N. del E.) psicodiagnéstica 108 aclarar algo que si bien ha sido expresado muchas veces, no lo-es redundante o deja de ser necesario: la tarea diagndstica, eminente- clinica, es ardva, compleja y dificil. Esto, que es también vilido para iagndstico médico, lo es mas atin -si cabe- para el psicodiagndstico. éPor qué decimos esto? Primero, porque exige del profesional que se ecializa en ella ~aunque casi nunca excluyentemente de otras actividades linicas~ el esfuerzo de conocer, ampliar y profuundizar, en forma constante, Glettas técnicas que a menudo vio muy répida 0 superficialmente en el curso dle su carrera universitaria, Ademas de poseer conocimientos de Psicologia General, Profunda, Psicopatologia, Logica, Lingiistica y hasta Gramatica y Ortografia (para la redaccién de los informes), debe tener ~como si todo esto fuera poco- una capacidad sintética que sin duda va mis alld de ta preparacién tedrica y técnica, por completa que ella sea. En segundo lugar, la tarea es arduia porque ~como bien lo expresa Allport! ¥a veces no comprendemos en un principio cada persona es tinica y siem- pre diferente de cualquier otra, aunque puedan compartir ciertos mecanis- ‘mos, estilos y hasta historia, medio y factores hereditarios. Por lo tanto es poscedora de multiples facetas y complejidades formadas a través de sus [pocos o muchos afios de vida; y, en tiempo reducido y a veces con escasos elementos, el profesional que eventualmente la psicodiagnostique debe tratar de captarla lo mas ampliamente que le sea posible. No hablemos de si es posible llegar 0 no al rétulo gnoseolgico ~que en algunos casos puede hasta ser secundario- sino simplemente del poder des- cribir e6mo es, qué le pasa y eémo actia tal o cual persona en su particular ¥ propio modo de ser. Muchas veces nos preguntamos por qué muchos psicélogos dejan de lado desdettosamente una de las pocas tareas que no les discute el resto de la sociedad y que es especifica de su rol. También es, por otra parte, siempre una de las actividades inherentes al método esencial de la ciencia psicolégica: el método etinico. Le concieme en sus dos primeras etapas de procedimien- {os (observar y diagnostiar),previas ala ltima de modificaru operar (Ulloa)? Y esto sies fundamental: sea cual fuere la actividad profesional que ejerza- mos 0 la especialidad que practiquemos -seleccién de personal, orientacién ‘vocacional, psicoterapia, psicodiagndstico, psicologia institucional, educa- cional, forense, ete. no debemos perder de vista que los psie6logos somos ‘eminentemente clinicos (promovemos salud mental) y, por consiguiente, nos 4 El Psicodiagnéstico de Rorschach valemos en principio de un método: el elinico; éste nos permite intentar la modificacién operativa de aquello que se encuentra en una situacién c tica y/o de desequitibrio, con las técnicas que consideramos més adecut das para lograrlo. Sobre este particular ~cabe destacarlo— también encontramos a veces actu: des opuestas entre los profesional: muchos psicblogos recién egresados ereen ‘que la tarea psicodiagnostia les permite hacer una buena primera aproximacién al quehacer psicolégico, por ser, segin dicen, “la mis facil y la menos compromete- dora”. Grave error que suele detentar un alto costo para su rectificacién y que ¢s, en tiltima instancia, un modo de desvalorizar por desconocimiento, Pronto se advierte que es una de las tareas més complejas y que exige mayor expe- riencia, En especial porque el profesional, como ya sefialamos, debe intentar captar en breve tiempo lo méximo de una persona que es la resultante de determinados afios de vida ~y logicamente variados en eircunstancias~y que, inclusive, muchas veces no se quiere mostrar por miltiples motives. Esto tlkimo se da cuando el sujeto es enviado o en una evaluacién laboral o judicial, por ejemplo, ya que de ésta depende a menudo una recomendacién cru para el futuro de esa persona en cuanto a trabajo, salud, libertad, tcétera, Por otra parte, a lo anterior debemos agregar que el psicodiagnéstico casi siempre trasciende los “protectores” limites del consultorio del que lo hace (lo cuat no pasa necesariamente con la psicoterapia) para llegar al médico, empresa, maestros, padres 0 al mismo interesado. Y en mas de una ocasién, ¥¥ esto es lo mis serio, por escrito y con su firma, comprometiéndose asi all mismo tiempo en los avatares de la siempre aleatoria pr fica que nos responsabilizamos directa ¢ ineludiblemente de lo que inferimos ‘en Ia evaluacidn, sin las posibilidades de rectificacién y de impune intimidad ‘que tiene, por ejemplo, la tarea terapéutica, para exponernos a las crit disensos de otros (en muchos de los casos, justificados). Esta complejidad de la tarea es tal vez uno de los motivos fundamentales por los que frecuentemente se la desvaloriza, incluso entre los propios psicd~ logos y algunos psicoanalistas. Y esto muchas veces sucede por no admitir supropio desconocimiento sobre el tema, minimizindolo recurriendo a mile tiples y variados argumentos. Existen profesionales que no critican la tarea en si, sino que euestionan los tests dentro de las técnicas psicodiagnésticas. La mayoria son psicoterae peutas (psiquiatras, psicoanalisas e incluso psicdlogos). Algunos afitman ‘que pueden extraer en una 0 dos entrevistas lo mismo que a los denis leva horas de trabajo, ;Qué afortunados son! Pero surge la dudas siempre hacerlo? ¢Realmente pueden distinguir sin mls un tumor cerebral (0 cuala EL Psicodiagnéstico de Rorschach 15 importancia que tiene la entrevista como técnica psicol6gica valio- ‘oslayable. Pero tampoco la sobrevaloremos. Un psicodiagndstico inpleto la incluye, sin duda, como un elemento indispensable por anal De hecho, cuanto més amplio sea aquél mas datos nos aportaré sobre Heonsultante, ahorrandonos a veces un tiempo considerable, sobre todo Os casos en que éste entre en una psicoterapia que de lo contrario, quizé rian atios en surgir. Con el agravante que esos datos pueden ser im- les puntos conflictivos que incluso podrian trabar (ademas de retra- el desarrollo del proceso terapéutico Esto sucede frecuentemente cuan- lin asociados a elementos resistenciales que contribuyen a crear ~de ‘abordados— una transferencia negativa Si bien en ocasiones esos no aportan demasiado al diagnéstico de personalidad (y si a relevan- stancias vitales) completan indudablemente la informaci6 © ferapeutas deberemos evaluat. Ello se hace indispensable, por ejem- a determinar la posibilidad alternativa de una derivacién y/o de una eidn, 1a duracién del tratamiento, la necesidad de profundizar cier- el saber en qué momento hacerlo, el prondstico, y el definir, nehuso es anterior ~e imposible de hacer sin tener un espectro bien ‘del funcionamiento de la persona—la eleccién del tipo de tratamien- Drofesional mas adecuado para llevarlo a cabo (y en algunos casos ln Sexo U otro). Muchas veces esto reduce considerablemente la neia de algunos terapeutas que creen poder abordar cualquier pro- ‘Ademés, cabe considerar que a menudo la entrevista utilizada stadores noveles o escasamente adiestrados sirve para que és- nen la superficie del relato que hace el paciente, o en lo anec. dificultad para poder evaluar lo inconsciente, justificéndolo que narra y perdiendo de esta forma la necesaria objetividad. sel uso de otras técnicas -y sobre todo el Psicodiagndstico de mitira confrontar distintos productos del entrevistado y asi ivos para poder evaluarlo, considerando las recurren- intra e intertests. De lo contrario, advertimos el peligro la posibilidad de confundir por ejemplo, ansiedad con de medicar a la persona, en el supuesto caso de que la esario especificar lo negativo que puede resultar iv 0, peor alin, antidepresivos a alguien muy miis frecuentes de lo que se supone, determinada patologia, seguramente di ritira determinar si es abordable 0 no con una p Si bien es muy importante Hegar a la compleja conclusion de que un sujeto est angustiado y no deprimido, 0 que otra paciente, por ejemplo, es ‘una histérica grave y no una esquizofrénica, para tratarlos como correspon= de, es igualmente valioso, o més aii, describir las diferentes y miiltiples facetas de sus respectivas personalidades, ademés de ser imprescingible en algunas areas, como la laboral, por nombrar alguna. Para ello es necesario realizar una interpretacién dindmica de los datos obtenidos, que dé cuenta de ‘esa persona y no de cualquier otra (estén los que hacen informes casi ealea~ dos). Por otta parte esto enriquece la teoria confirmndola o rectificdndola, Entre los que consideran la tarea psicodiagnéstica prescindible, hay quienes aducen motivos de tipo teérico: la relacién transferencial que se establece en el proceso diagnéstico perturbaria la que debe surgir postetionmente en el curso de la psicoterapia, o algo emparentado con esto: el cambio de rol de “psico-

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