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MECANISMOS DE COHESIÓN

La coherencia atiende a la continuidad de sentido. Sin ella no hay aceptabilidad. Para que esa
arquitectura textual sea aceptable hay que aplicar una serie de mecanismos, acuñados por Van Dijk:
macroestructura global (asunto o tema), estructura de contenidos (disposición de ideas que giran en
torno a la macroestructura global), superestructura (patrón, esquema, protocolo que siguen los textos
según el tipo al que pertenezcan, estrechamente relacionado con la estructura de contenido), marco
(propiedades particulares, internas que tienen que ver con el tipo al que pertenece el texto; pautas,
órdenes que se van dando en el texto) y dimensión pragmática (elementos extralingüísticos que
infunden coherencia, explícita o implícita). Todos estos mecanismos se llevan a cabo a la hora de
crear un texto. Si no seguimos estos pasos, posiblemente obtendremos un texto incoherente y vacío
de aceptabilidad.
No hay que confundir marco con contexto. Aunque en algunos modelos son
sinónimos, el marco lo forman las propiedades internas del texto, mientras que el
contexto es un conjunto de variables situacionales que rodean el texto, como pueden ser
el tiempo, el lugar, etc.
Otro mecanismo de coherencia es la intertextualidad, nombre dado por Julia
Kristeva, que trata de las relaciones intertextuales que se dan entre distintos textos.
Todo texto es resultado de una cadena textual, es decir, de los textos precedentes. Esto
quiere decir que todos los textos son polifónicos, porque en ellos se oyen las voces de
distintos autores.
Todos estos mecanismos son los que tenemos que tener presentes a la hora de
elaborar y comprenderán texto.

La cohesión es el otro principio que establece las distintas posibilidades con que
pueden combinarse los componentes del cuerpo textual (cotexto). Todos los
mecanismos que ayudan a crear el cotexto son los de cohesión. Isenberg considera que
la cohesión es la propiedad o principio que implica la buena formación del texto, la
adecuada composición de las unidades lingüísticas y la gramaticalidad.
La buena formación es la sucesión lineal coherente de las unidades lingüísticas.
La buena composición supone la sucesión de esas unidades, seleccionadas y
organizadas según el plan previo de elaboración de un texto (intencionalidad). Y, por
último, la gramaticalidad es la acomodación de las unidades lingüísticas a las reglas
gramaticales de la lengua (concordancia, etc).
Ejemplo: “Los niñas pasea contento”. No hay concordancia, es agramatical.

Estos mecanismos de cohesión son de naturaleza léxica y gramatical. Establecen


la co-textualidad y ayudan a tejer el texto. La coherencia, por otro lado, se sustenta de la
semántica y la pragmática.

A) PROCEDIMIENTOS LÉXICOS

Hay que tener en cuenta dos principios fundamentales a la hora de seleccionar


las palabras de un texto: la propiedad y la precisión.
L. Carreter dice que la propiedad léxica es el ajuste exacto entre la palabra
empleada y lo que se desea significar con ella. También hay que añadir que debemos
tener en cuenta el registro o nivel de formalidad al que está sometido el texto.

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*”Los estudios de traducción son emblemáticos”
No se trata de un empleo vulgar, sino de un mal uso del adjetivo.
“Emblemático” significa "representativo de un lugar o de una época" A veces los
hablantes confunden “emblemático” con “importante". No se puede aceptar el uso de
emblemático con este significado porque no se ajusta con lo que se quiere decir.

*“El atraco del Queen Mary II fue un espectáculo histórico”


En este ejemplo nos encontramos con dos impropiedades léxicas. El sustantivo “atraco”
procede del verbo “atracar” que a su vez tiene dos significados. Por un lado, significa
“varar” que da lugar al sustantivo “atraque” y, por otro lado, significa “atracar”, por lo
que hablar del atraco de un barco sería una impropiedad a no ser que lo estuvieran
asaltando.
La segunda impropiedad léxica ocurre con el sustantivo "espectáculo". El atraque de un
barco no es nunca un espectáculo, se trataría realmente de un "evento" o
"acontecimiento", sustantivos con los que si se podría usar el adjetivo "histórico”.

La propiedad también está relacionada con el registro.

*”El gobierno pasa de los sindicatos”. El verbo “pasar” se usa en un registro más
informal por lo que no se adecua a este contexto y por lo tanto la frase adolece de una
impropiedad.
La impropiedad léxica también se puede dar con las palabras gramaticales.

*”El amor hacia los hijos”


La preposición "hacia” solo significa aproximación o dirección, por lo que lo propio
sería decir: "Amor por los hijos".

La precisión es un principio que implica la selección del matiz exacto, del


término más clasificador y, por tanto, más adecuado para determinado punto del texto.
Tiene que ver con la máxima de claridad y con el principio de Grice. No debemos
utilizar palabras amplias semánticamente, sino precisas, que no den lugar a
ambigüedades.
* “El albañil hace casas (en lugar de construye)”.
*”Un texto es una cosa que sirve para comunicarnos”

También tenemos que recalcar que las unidades léxicas, dentro del sistema de la
lengua, están en estado puro. Cada una tiene su significado léxico sin mancillar,
limitado y definido. Pero cuando las introducimos en el discurso, es decir, las bajamos
al plano del habla, se contagian con otros matices y valores al relacionarse con otras.
Muchas veces esto supone que terminen significando algo que no significan per se. Así
que decimos que la significación de las palabras admite dos variedades: la denotación y
la connotación.
El término connotación procede del lenguaje del estudio de la lengua.
El significado denotativo es la significación nocional que las palabras poseen por
naturaleza, y el significado connotativo es el significado o matiz que puede adquirir una
palabra al unirse con otras.
El significado denotativo es el significado que se puede encontrar en un diccionario.
Valga como ejemplo el significado de la palabra “ensangrentado” que significa
manchado o cubierto de sangre, que es el significado que se advierte en este enunciado:
“El perro está ensangrentado”.

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No así lo advertimos en este enunciado: “El sol está ensangrentado” en el que la palabra
en cuestión adquiere otro significado que está mediatizado por su relación con la
palabra "sol". De este se infiere por ejemplo el color rojo, el tiempo que sería a las horas
del crepúsculo y la violencia que connota la sangre.
Otros ejemplos de significados connotativos:

“Hidrato” Connota tecnicismo, no es una palabra de uso común.

“Fallecer” es mas culto que “morir”

Connotaciones que derivan de las palabras tabuizadas como por ejemplo:


“Víbora” que en alguna culturas es una palabra tabú
“Revolucionario” que es negativa para una persona “conservadora” lo mismo sucede
con “ateo” y “creyente”.

Todos estos matices se asocian pragmáticamente mediante el contexto lingüístico.

Sinestesia: Combinamos dos sensaciones para producir un sentido distinto. “color


chillón”

Definición de la RAE:
. Ret. Tropo que consiste en unir dos imágenes o sensaciones procedentes de
diferentes dominios sensoriales. Soledad sonora. Verde chillón.

Cuando hablamos de unidades léxicas en este estudio, nos referimos a unidades


con contenido autosemántico. Estas palabras son el sustantivo, el adjetivo calificativo,
el verbo, el pronombre y el adverbio no relacionante (los adverbios relacionantes son los
que utilizamos para unir oraciones, que actúan como marcadores discursivos o nexos).
Además de procedimientos léxicos también hay procedimientos gramaticales, en
los que entran en juego los índices morfológicos que ayudan a establecer la cohesión
(persona, número, artículo, conjunción, preposición, adverbios relacionantes, sintaxis,
puntuación, etc).

El sentido de las palabras se infiere del texto, pero siempre tenemos que tener en
cuenta lo que significan no en el habla (texto) sino también en la lengua. El texto
mediatiza el significado de las palabras porque éstas significan cosas diferentes según el
contexto en el que están introducidas. Las palabras siempre tienen un referente pero éste
puede variar según el contexto y las connotaciones que en él se vierten.
Ejemplo: Noble asiento tocado de la edad y de la poesía (= sillón)
A la hora de evocar este significado el autor identifica este sillón con el que en él
se sentaba, que estaba tocado de la edad por contigüidad con el autor. Por tanto, este
renglón solo se puede entender si conocemos el referente al que evocan las palabras.
Esto pasa muchas veces en la poesía. Son actitudes, modalizaciones, intencionalidad. La
palabra adquiere o puede adquirir valores nuevos.
Witgestein decía “no busquéis el significado de las palabras, buscad su uso”.y
cuanta razón tenía, porque si buscamos el significado virtual de las palabras no
obtendremos cómo usarlas en contexto. Para ello, debemos analizar el uso, el sentido
definitivo. El sentido engloba todos los aspectos y dimensiones significativas que
intervienen en un acto de discurso, ya estén ligados al significante lingüístico, ya sean

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aportaciones contextuales, ya sean aspectos de referencias, ya valores intencionales o
modalizaciones imprimidas por el emisor (S. Gutiérrez Ordóñez).

Las palabras en un texto se impregnan comúnmente de otra savia que contiene carga
expresiva. De la misma manera puede decirse que para producir efectos no tan nobles,
las palabras son a veces “armas arrojadizas”- como sugiere A. Muños Molina-, no
obstante, para surtir cualquiera de sus efectos, las palabras han de salir de la situación de
amparo que les proporciona el sistema de la lengua y batirse en el campo del habla, del
texto o del discurso, es decir, en una situación comunicativa concreta, sobre todo para
adquirir lo que algunos modelos denominan "el sentido completo”.

TIPOS DE RECURRENCIAS:

1. REPETICIÓN
2. SUSTITUCIÓN LÉXICA SINONÍMICA
3. SUSTITUCIÓN HIPERONÍMICA
4. CORREFERENCIALIDAD
5. SUSTITUCIÓN MEDIANTE PROFORMAS

1. RECURRENCIAS LÉXICAS

Consiste en la reaparición, dentro de un texto, de un elemento léxico o de una


categoría autosemántica. Todas las palabras son susceptibles de repetirse y más aún si
forman parte del tópico o tema (macroestructura global).
Este fenómeno se manifiesta tanto mediante repeticiones como mediante
sustituciones y confiere cohesión al discurso porque la palabra repetida o sustituida en
diversos enunciados hace que estos entablen relación entre sí, configurando el llamado
tejido reticular o entramado textual. Cuando una palabra en el texto tiene múltiples
ocurrencias (apariciones) se convierte en recurrencia, que viene dada por repetición o
sustitución (cuando hablamos de ocurrencia nos referimos a aparición de significante o
de significado).
Hay cinco tipos fundamentales de recurrencias léxicas: la repetición, la
sustitución léxica sinonímica, la sustitución léxica hiperonímica, la correferencialidad y
la sustitución mediante preformas.

1.1 REPETICIÓN LÉXICA


Podemos plantearnos si repetir palabras en el texto es una buena idea. Pues bien,
cuando la repetición se debe a un mecanismo de cohesión, se admite. Esto es, si
repetimos la palabra para continuar con el tema textual, y con una continuidad de
sentido, sí estaría justificada esta repetición. Además, cuando hablamos de repetición
nos referimos a palabras autosemánticas, no gramaticales ya que estas pueden repetirse
sin ningún tipo de restricción, pues constituyen un inventario limitado, cerrado. Sin
embargo, las palabras autosemánticas (sustantivo, adjetivo, adverbio no relacionante y
verbo) forman un inventario rico, abierto y variable (ejemplo: mortandad léxica). Las
palabras autosemánticas pueden variar en su significado, adquiriendo nuevos matices o
connotaciones, pero las palabras gramaticales no suelen variar.

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Hay dos tipos de palabras, las de significados léxico, que se corresponden con un
referente real y no solo tangible, sino también, se pueden referir a algo que esté en la
mente (libertad, amor...), pues bien, estas palabras constituyen un inventario abierto que
experimenta mayor número de variaciones. Constantemente nacen palabras nuevas,
mientras otras mueren. Por otro lado están las palabras de significado gramatical, estas
palabras constituyen un inventario cerrado y limitado, por lo que es normal que
reaparezcan con frecuencia.

Por esto, cuando un emisor utiliza una misma palabra muchas veces nos choca,
ya que sabemos que puede utilizar muchas más. El escritor debe ampliar su lexicón
mental para crear un texto aceptable. La repetición excesiva, y en poco espacio, de una
unidad léxica puede resultar enfadosa, reprobable y puede devenir en un defecto de
estilo.

Pero no hay que olvidar como hemos dicho antes que la repetición de los elementos
gramaticales es normal dado que son unidades que forman un inventario cerrado, son
escasas y necesarias por lo que su reaparición continua no resulta extraña. Aun así, en
ocasiones, su excesiva repetición es reprobable, sobre todo cuando se trata de formas
que se pueden alternar. El léxico, sin embargo, forma un inventario abierto de unidades
que posibilitan más fácil y comúnmente la variación, razón por la que la repetición
excesiva puede resultar enfadosa.

La frecuencia de aparición de una unidad léxica dentro de un texto depende


particularmente de los diferentes tipos textuales, pues hay textos que admiten la
repetición y otros que la rechaza. Cuando el tipo textual no la acepta como normal se
dice que ocasiona un defecto de estilo y que atenta contra el principio de “no repetición”,
o incluso, puede provocar tautologías, solecismo que consiste en la predicación de una
palabra con la misma palabra. *"Determinante es el que determina".

Pero hay que tener en cuenta que hay textos en los que no sólo se admite, sino que se
exige la repetición. Esto ocurre en los textos científico-técnicos, en los que la máxima
de claridad prima por encima del estilo. Además hay que añadir que en este tipo de
textos no se acude a la sinonimia porque los términos científicos son únicos. A veces
existen sinónimos pero pertenecen a diferentes registros, como por ejemplo el caso de
“diabetes” y “azúcar”.

Ejemplo: “La inmunología estudia los mecanismos por los cuales el huésped
reconoce lo que es ajeno al organismo y la respuesta que este
reconocimiento produce. La respuesta inmunológica habitualmente es
protectora, pero en ocasiones es desproporcionada o inadecuada a su
función real, ocasionando daños al organismo. Puede ocurrir que la
capacidad de la respuesta sea insuficiente; entonces hablaremos de
inmunodeficiencias. En otras ocasiones las respuestas pueden ser
exageradas y hablaremos de hipersensibilidad.”
Texto médico especializado

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También podemos utilizar la repetición como un mecanismo expresivo, como ocurre en
los textos poéticos que hallan en la repetición variados efectos estilísticos. Como son
los casos de, reduplicación, retruécano, anáfora o concatenación.

La repetición del mismo significante produce una expresividad dentro de la


poesía que no se produciría fuera de ella, o que sería un defecto. A no ser que tenga una
intención fática, aunque también en este caso sería un recurso expresivo (Quiero el
pedido hoy. ¡Hoy!).

REDUPLICACIÓN: Consiste en la repetición de una unidad léxica de forma sucesiva


y próxima.
Ejemplo: Verde que te quiero verde
Verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura,
ella sueña en su baranda
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
“Sonámbulo”, Lorca.

Para García Lorca el verde es el color de la muerte, con este recurso lo que
pretende es intensificar y dar énfasis. (Todo se baña del color de la muerte)

Ejemplo: Pena con pena y pena desayuno


Pena es mi paz y pena mi batalla
Miguel Hernández.

RETRUÉCANO: Consiste en la contraposición de dos enunciados que contienen las


misma palabras y se presentan en orden diferentes para así obtener sentidos distintos u
opuestos.

Ejemplo: Cuando no se piensa lo que se dice


Es cuando se dice lo que se piensa

ANÁFORA: Figura retórica que consiste en la repetición de una unidad léxica al


comienzo de varios versos sucesivos (en poesía) o enunciados sucesivos.(en prosa)

Ejemplo: Temprano levantó la muerte el vuelo.


Temprano madrugó la madrugada,
Temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada
No perdono a la vida desatenta,
No perdono a la tierra ni a la nada
“Elejía a Ramón Sijé”, Miguel Hernández

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CONCATENACIÓN: Consiste en la repetición de una palabra al final de una
enunciado y al comienzo del siguiente. Se utiliza con frecuencia en el lenguaje
publicitario.

Ejemplo: Si usas Evax Fina y Segura, te sientes limpia y seca


Si te sientes limpia y seca, te sientes bien
Si te sientes bien, te sientes cariñosa
Si te sientes cariñosa, te paras a acariciar este perro tan feo
Anuncio de publicidad

Todas estas figuras precisan de la repetición para crear estilo, embellecer el lenguaje,
por lo tanto, no estaríamos ante un defecto de estilo.

Muchas veces también se justifica la repetición con la intencionalidad. En el


coloquio podemos utilizarla como mecanismo enfatizador.

Ejemplo: Escribo y escribo con un lápiz lápiz.


(Mucho) (De Calidad)

En conclusión, la repetición de un término depende del fin, de la intencionalidad que se


persiga con ella, siempre que este fin esté justificado, ya desde un punto de vista
lingüístico, ya desde un punto de vista estilístico, sería tolerable.

En cualquier texto, sea cual sea su naturaleza, vamos a ver que hay algunas
palabras que se repiten más. Esto se debe al tópico del discurso en torno al cual se
desarrolla el texto. Por tanto, si un texto tiene como elemento nuclear las drogas, es
absolutamente normal que este término aparezca en mayor número de ocurrencias. La
repetición es un mecanismo de tematización.

1.2 SUSTITUCIÓN LÉXICA SINONÍMICA

La sinonimia es la recurrencia o repetición de elementos léxicos con significantes


diferentes pero con absoluta igualdad de significado, es decir, de semas. Por lo tanto, es
recurrencia porque se repite el significado de una misma palabra, es decir, reaparece la
referencia, reaparecen los semas.
Fuera del texto, en el sistema virtual de la lengua, no existe la sinonimia absoluta, ya
que ninguna palabra tiene exactamente el mismo significado que otra. Ninguna palabra
es capaz de sustituir a otra en todos lo contextos. Palabras aparentemente similares
como puerco-cerdo-cochino no son absolutamente sustituibles en todos los contextos. Si
decimos “qué cochino eres” no es lo mismo que decir “qué cerdo eres”.

Ejemplo: Fue alumno mío


Fue *estudiante* mío

Ejemplo: (En un bar con amigos)


Ese es mi *automóvil* (en lugar de coche)

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Hay razones de estilo, de registro, de matiz significativo, de asignación, de referencia, etc,
que lo impiden. Cabe añadir que la utilización errónea de un sinónimo puede llegar a
producir una IMPROPIEDAD LÉXICA.

Es en el nivel textual donde único puede darse al sinonimia absoluta puesto que dentro del
texto es en donde las palabras sustituidas poseen identidad referencial, es decir, aluden
al mismo referente. Por ejemplo, en un texto en el que aparezca la palabra "drogas" con el
significado de sustancias aditivas y tóxicas, un término como estupefaciente puede
servirle de sinónimo absoluto.
Por poner otro ejemplo: En un texto sobre el tabaco, la unidad léxica tabaco se repite
muchas veces porque es el tópico del discurso. En un punto del texto aparecía la palabra
“pitillo” sustituyendo a “tabaco”. Este fenómeno se llama metonimia, figura que consiste
en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el
autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas por la vejez; leer
a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.
Cada palabra tiene sus restricciones de uso. Por eso, solo podremos sustituirlas
conociendo el contexto en el que se van a introducir. Además, la sinonimia léxica solo se
da entre palabras del mismo nivel categorial, esto quiere decir que un sustantivo solo
podrá ser sinónimo de otro sustantivo, etc. Pero esto no quiere decir que solo tengamos la
opción de cambiar una palabra por otra, sino que podemos cambiar una palabra por un
grupo de palabras (sinonimia construccional) que tenga identidad referencial con esta.

Ejemplo: ocaso = caída del sol. La sinonimia también es un mecanismo de


cohesión y tematización y contribuye a formar el tejido reticular.

La sinonimia, igual que la repetición, es un mecanismo de cohesión que incide en la


macroestructura global del texto al servir, asimismo, sirve de recurso de tematización de
una idea o de una palabra, es decir, la unidad léxica que se sustituye en un texto por un
sinónimo, se convierte en tema, garantiza la permanencia e incluso puede convertirse en
tópico del discurso si ha tenido múltiples ocurrencias.

1.3 SUSTITUCIÓN LÉXICA HIPERONÍMICA

Hay palabras que no admiten sinónimos, pero sí otras posibilidades de


sustitución dentro del texto. Pero para entender este concepto debemos conocer los
términos extensión y comprensión.

La extensión es la capacidad que tiene una palabra de abarcar y nombrar


múltiples realidades o referencias, de tal manera que esa palabra posee un carácter
genérico. Las palabras de mucha extensión se definen con pocos semas.
La comprensión, por otro lado, es la capacidad restringida que tiene una palabra
de nombrar una o muy pocas realidades, de modo que posee un carácter específico y,
por tanto, se define con mayor número de semas. Generalmente, la palabra de mayor
comprensión semántica se incluye dentro de aquella que cuenta con mayor extensión.
Ejemplo: animal -ave - pájaro - mirlo.
Vegetal- árbol- abedul
En estos dos ejemplos se va de mayor extensión a mayor comprensión semántica.

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La hiperonimia consiste, pues, en la sustitución dentro de un texto de una unidad
léxica de mayor comprensión semántica por una de mayor extensión. O lo que es lo
mismo: por una archilexía.
(Animal y vegetal eran las archilexías de los ejemplos anteriores)
Si en un texto hablamos de mirlos, esta palabra puede ser sustituida por pájaro,
ave o animal.
A veces podemos confundir este mecanismo con otras relaciones que se dan
entre las palabras. Siempre debemos tener en cuenta que el hipónimo es una “clase de”
el hiperónimo. Es decir: un mirlo es una clase de animal. Pero si no se cumple esta
condición no se dará una relación de hiperonimia.
Por ejemplo: “freno, volate, acelerador,…” ¿Se podría sustituir por la palabra
coche?- No, un freno no es una clase de coche. En este caso, freno se incluye en el
campo semántico de coche, pero no es un hipónimo de esta palabra. En este caso el
hiperónimo para todas estas palabras sería “piezas de un coche”

Por ejemplo: “Rosa” puede sustituirse en un texto por "flor" ya que “rosa” es un
tipo de "flor"
Tampoco debemos confundirla con la sinonimia, ya que esta es la equivalencia
de referentes; y la hiperonimia, un proceso de inclusión. En la hiperonimia el
significado de una unidad léxica se incluye dentro del significado de la otra.
RELACIÓN DE INCLUSIÓN.
En la sinonimia hay una relación de igualdad semántica o de semas entre las dos
palabras sustituidas, porque las dos posen la misma capacidad de nombrar dentro de un
texto, es decir, tienen la misma comprensión semántica.
Por ejemplo: “tabaco" no es un hiperónimo de "pitillo", son sinónimos, ya que el
"tabaco" es el producto del que está hecho el "pitillo", no un tipo Metonimia
En la relación de hiperonimia el signo incluyente, el de mayor extensión
semántica es el “hiperónimo” y el incluido, el de mayor comprensión semántica es el
“hipónimo”.
Hiperónimo signo invluyenye + extensión
Hipónimo signo incluido+ comprensión

El ámbito significativo del hipónimo se encierra en el ámbito significativo del


hiperónimo, pero no a la inversa, por ejemplo: “Toda rosa es una flor, pero no toda flor
es una rosa.”
Por lo tanto, cuando hablamos de hiperonimia podemos hablar también de
hiponimia. Para poder habla de hiperonimia y de hiponimia en un texto deben de
aparecer las unidades, la sustituida y la que la sustituye.
No tiene nada que ver el orden de aparición, puede aparecer primero el
hiperónimo y después el hipónimo o a la inversa:
“Cada vez que Isabel salía al campo, venía cargadas de flores. Las rosas nunca le
faltaban. Las margaritas y las azucenas dependían de la época exacta de año (...)"
En el ejemplo anterior, primero aparece el hiperónimo y después la serie de
hipónimos.

Puede que en un texto aparezcan diseminados una serie de hipónimos como rosa,
clavel, tulipán y girasol. Cuando queramos reunir esta lista de co-hipónimos (hipónimos
que se reúnen bajo un mismo hiperónimo) podemos hacer uso del hiperónimo flor.

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Al igual que la sinonimia, también puede darse con grupos de palabras
(instrumentos para escribir > lápiz, bolígrafo, pluma) y debe producirse entre palabras
de la misma categoría gramatical. Y también es un mecanismo cohesivo y tematizador.
Al igual que en la sinonimia, tenemos que tener en cuenta el tipo de texto, ya
que en un texto preciso, claro y conciso es mejor evitar generalidades.

1.4 CORREFERENCIALIDAD

También es un proceso de sustitución léxica y va estrechamente ligada a la


sinonimia y a la hiperonimia. La correferencialidad es la recurrencia consistente en la
sustitución de una unidad o de una expresión por otra que designa el mismo objeto. Pero
esta sustitución no se da entre esas unidades porque haya una relación lingüística de
significado sino por una relación pragmática de igualdad no necesariamente permanente.
Es decir, los elementos se relacionan entre si por el conocimiento del mundo.
Por ejemplo: Madrid = capital de España; García Márquez = el novelista
colombiano.
Estos casos de correferencialidad enriquecen el texto porque informan sobre los
referentes sustituidos.
Los sustantivos propios son identificadores no clasificadores y, por tanto, no
podemos hablar nunca de relación semántica entre un sustantivo propio y uno simple.
Solo habrá relación pragmática. Pero la correfencialidad también se da entre nombres
comunes.
Ejemplo: “tabaco: vicio”: Correferencialidad.
“futbolista: héroe”: Correferencialidad
Este proceso es muy útil y enriquecedor a la hora de elaborar un texto. Refleja la
capacidad de saber construir textos y evitar repeticiones, además del bagaje cultural del
escritor. Es un proceso tematizador y cohesivo.
No hay que olvidar que, como ocurría con la sinonimia, en la relación con la
hiperonimia se encuentra también la correferencialidad, es decir, una serie de unidades
léxicas de un texto pueden recogerse bajo la forma de una expresión que las englobe a
todas por igual, ahora bien, no estamos ante un caso de relación propiamente semántica,
sino, más bien, de orden pragmático.
“Madrid, Berlín, Roma, Londres,..."  Capitales europeas
“García Márquez, Vargas Llosa, Cabrera Infante,…”Escritores
hispanoamericanos.

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Maldita televisión
“La televisión es un intento equivocado, algo que no debió inventarse nunca”.
Esto escribía, no hace mucho, Francisco Umbral. Casi al mismo tiempo, Antonio
Mingote vertía la siguiente frase: “la televisión ha acabado con el cine, el teatro, las
tertulias y la lectura. Ahora, tantos canales terminan con la unidad familiar”.
Al margen de reconocer la brillantez en la exposición, es inevitable que alguien
que se dedique a la crítica del medio se pregunte si estas visiones catastróficas están
justificadas; si la televisión, efectivamente, está aniquilando cuanto de hermoso,
aventurero o sublime tiene el ser humano; si la principal secuela de este narcótico no
será única, y exclusivamente, la de configurar una sociedad átona, uniforme y dúctil en
manos de los poderosos.
La primera impresión nos empuja a dar una respuesta afirmativa a estas
cuestiones, y a aceptar que las visiones apocalípticas nos son tan excesivas ni
descabelladas en este caso. Basta con echar un somero vistazo a la parrilla y a los
programas con más audiencia para darse cuenta de que la vulgaridad, la frivolidad y, por
supuesto, la mendacidad son consustanciales a todos ellos. ¿Hay algún signo de
esperanza? Seamos optimistas. Si lo hay. Hasta en la más casposa y siniestra de las
programaciones existen resquicios por los que acaban filtrándose el ingenio y la
imaginación, la bondad y la nobleza, el valor y el sacrificio. Pero no es esto lo
fundamental, sino que en su mayor pecado se encuentra también su mayor virtud. La
televisión es como un bombardero. Por si misma no piensa, no actúa, y sólo de quienes
la gobiernan depende de que arroje napalm o víveres. Basta, por tanto, un pequeño
cambio de sensibilidad en quienes la conducen para que su poderosísima influencia sea
más benéfica que perjudicial. Y no parece tan difícil conseguirlo.
Si eliminamos el “núcleo duro” del cotilleo, en todos los horarios y cadenas hay
numerosos espacios de éxito que, en teoría, admiten una amplia gama de contenidos. En
realidad, se dedican casi en exclusiva al chismorreo, pero ¿por qué esta situación no
podría cambiar? Dado que su audiencia está bastante estabilizada ¿por qué no introducir
de vez en cuando un apunte sobre una novela, una entrevista a un artista que no cante,
un retazo de lo que ocurre sobre algunos escenarios? Habría que hacerlo lentamente, en
pequeñas dosis, pero con ganas, con un sello distinto del habitual. Y, mientras tanto,
pensar en que uno de los referentes más firmes en el imaginario del espectador español
sigue siendo el de un insigne escritor protestando justamente porque no le dejaban
hablar de su libro. Y ha llovido.

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Pregunta de examen: Comete qué tipo de relaciones pragmáticas o semánticas se
establecen en el texto entre las palabras subrayadas y el sustantivo "televisión"

Televisión Narcótico: Hay una relación pragmática, pero no semántica, y


también, se produce sustitución, por lo que se trata de un correferente.

PRÁCTICA TEXTO: “Un retroceso de medio siglo”

Jatami Presidente de Iránmandatario árabePresidente de un país con (…)


Todos estos son casos de correferencia.

PRÁCTICA TEXTO: “Si bebes deja vivir"

En este texto se repite la palabra “calle” para darle un efecto intensificador.


Copear beber, son sinónimos
Beodo borracho, es sinónimo de dipsómano, que es una palabra de origen
girgo.
Abstemio sinónimo de sobrio.

PRÁCTICA TEXTO: “Divorcio súbito”

Separaciones matrimoniales sinónimo construccional de divorcio. Aunque


aquí también podríamos hablar de hiperonímia, ya que no toda separación es un
divorcio.
Rupturas inmediatas: es un caso de hiperonimia porque hay muchos casos de
rupturas, no solo divorcio.
Unión Hiperónimo de matrimonio
Casamiento sinónimo de matrtimonio
Estado civil  hiperónimo de casado y de soltero o de viudo

1.5 SUSTITUCIÓN MEDIANTE PROFORMAS

Las proformas son elementos lingüísticos creados para sustituir otros. En los
textos es común el uso de estas palabras especializadas o proformas como sustitutas de
otras palabras para producir cohesión. A diferencia de los sinónimos y los hiperónimos,
el significado de las proformas es ocasional porque depende de la palabra sustituida.

Tres tipos:
- Proformas lexicales: nominales y verbales
- Pronombres
- Pro- adverbios.

1.5.1 PROFORMAS LEXICALES

Son sustitutos universales, de gran extensión semántica, llamadas también


palabras baúl o comodines léxicos. No son nada recomendables en los escritos cuando

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se abusa de ellas. Son elementos de cohesión léxica siempre que sustituyan a otra
palabra dentro del mismo texto. Cuando no sustituyen son una lacra textual ya que no
tienen un referente definido y son más propias de la lengua hablada e informal.
Hay dos variedades de proformas lexicales: nominales y verbales.

La proforma nominal por antonomasia es “cosa”, cuya definición es muy


abstracta y difusa: todo lo que tiene entidad corporal y espiritual, natural o artificial, real
o abstracta. Lo mismo sucede con las palabras cuestión, asunto, problema, tema, etc.
(Definición RAE de cosa:
Todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o
abstracta.)
Proformas verbales son hacer, haber, tener, poder, ser, estar, etc. Ejemplo: el
albañil hace casas (en lugar de construye).
Cuando el verbo de carácter universal sustituye a uno ya nombrado, puede valer
en el texto. Ejemplo: María fuma y José también lo hace. En estos casos se acompaña de
un pronombre que aclara el elemento sustituido.

Es preciso no abusar de estas palabras y menos aún cuando no tienen carácter de


proformas o de sustitutas. Son clara muestra de pobreza léxica y de estilo poco elegante.
Se trata de conseguir más variedad léxica y mayor riqueza de matices semánticos,
empleando palabras más exactas y precisas. Su uso indiscriminado atenta contra el
principio de precisión léxica.
Una premisa para diferenciar una proforma de un hiperónimo es que las
proformas no pueden formas campos semánticos, porque no tienen límites semánticos
precisos. Además, un hiperónimo no puede ser un sustituto universal.

Ejemplos: Hacer maravillas o milagros: obrar...


una canción o un poema: componer
preguntas: formular
estragos: causar
Tener varias partes: constar
joyas: lucir
proyectos o ilusiones: concebir o albergar
una sensación, una mejoría o un cambio: experimentar
Haber una inquietud: latir
peligros: acechar
una conjura: tramarse
gente en una lista: figurar
Poner atención: prestar
una tarea, un sueldo: asignar
argumentos: esgrimir
una emisora: sintonizar
Ser de una religión: profesar
muy fácil, aburrido: resultar
un peligro: constituir
Decir unas frases: pronunciar
insultos: proferir
un lugar: indicar
una cantidad: fijar
razones: aducir

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argumentos: esgrimir
lástima, confianza: inspirar
la dirección: facilitar

1.5.2 PRONOMBRES

Actúan dentro del texto como sustitutos o como proformas, es decir, como
mecanismos de cohesión y tematización. Son los deícticos por antonomasia. Debemos
conocer el paradigma de los pronombres completo, desde los demostrativos, con fuerte
carácter deíctico, hasta los personales o posesivos.

PRONOMBRE PERSONALES:
Pronombre tónicos: desempeñan función de sujeto o de CD o de CN
“Yo, tú, él, nosotros, vosotros y ellos.
Pronombre átonos: Siempre hacen de objeto y pueden estar en posición enclítica
(detrás) o proclítica (delante)
PRONOMBRE POSESIVOS
Pueden ser formas plenas o apocopadas. “mío-mi”
Los pronombres posesivos concuerdan con el elemento poseído, no con el
poseedor.
Suyo pronombre tremendamente ambiguo porque puede ser de él o de ella.
No debemos acompañarlos de pronombre personales porque provocan pleonasmo:
*”Nosotros nos vamos”
*” Esa es la suya”  “esa es suya”
PRONOMBRE DEMOSTRATIVO
No llevan tilde en ningún caso. A excepción de algunos casos ambiguos, por
ejemplo, cuando le sigue un sustantivo:
“Es ésta enfermera del hospital”
*”He hecho solo dos problemas” “he hecho sólo dos problemas”
Los demostrativos son pronombre que indican espacio, es decir, proximidad o
lejanía.
Este: indica proximidad q la primera persona, la que habla.
Ese: proximidad a la segunda persona, la que escucha
Aquel: proximidad a la tercera persona, otra que se encuentra más lejos.

“Antonio y Felipe no fueron a la fiesta. Este a causa de su enfermedad y aquel


por estar estudiando toda la noche”.

Aquel: alude al más alejado en el discurso, es decir, al primero que se nombró, a


Antonio
Este: alude al más cercano en el discurso, a Felipe.
PRONOMBRES RELATIVOS
Que: pronombre relativo por antonomasia. No tiene género ni número y puede
tener como antecedente personas o cosas.
Cual: Precisa de artículo para indicar género y número del antecedente. Se
emplea cuando el antecedente está muy alejado. Ha de utilizarse dentro de oraciones
explicativas, encerrado entre comas.
“Los libros con los cuales aprobaste este año”

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Aquí se usa con preposición y tiene función especificativa por lo que se podría
sustituir por "que"
“Los libros, los cuales has utilizado, están encima de la mesa”
Aquí si tiene función explicativa.
Ejemplo del uso de “cual” en oraciones en donde el referente se encuentra
alejado del pronombre:

“Entraron en el salón dos máscaras ataviadas con vistosos trajes, (...), las
cuales..."
El uso aquí de “Cual” es obligatorio para señalar el número y el género de su
referente. Ayuda a esclarecer el sentido de la frase.
Cuyo: Relativo de carácter posesivo. Siempre se utiliza como determinante,
porque siempre acompaña a un sustantivo
“Aquellos autores cuyas novelas…”
Donde, como y cuando: También se incluyen dentro de los pronombres relativos.
Son mecanismos de cohesión, ya que son conectores, pero no podemos olvidar que
también son mecanismos de sustitución.
“La manera como hace las cosas” funciona como relativo.
“Te acuerdas de los años cuando estábamos en la escuela"  relativo.

PRONOMBRE INDEFINIDOS
Son muy abundantes
Unos: significa algunos
PRONOMBRES NUMERALES (...)

EJEMPLOS DE CASOS DE SOLECISMOS RELACIONADOS CON


LAS PREPOSICIONES Y CON LOS PRONOMBRES
(son ejemplos de clase)

Uso incorrecto de la preposición “entre”

*”Entre yo y la mesa está la silla”

“Entre mi y la mesa está la silla”

Cuando la preposición “entre” se utiliza con un pronombre que esté coordinado


con un sustantivo, tenemos que usar el pronombre tónico preparado para llevar
preposición:

ENTRE + PRONOMBRE (TÓNICO)+ Y + SUSTANTIVO


Mi
Ti :-0 ¡OH!

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Pero cuando al primer pronombre le sigue otro, no ocurre lo mismo:

“Entre tu y yo llevamos el equipaje”

ENTRE + PRONOMBRE + Y + PRONOMBRE

Uso incorrecto de posesivos que concuerdan con adverbios

*”Detrás mía” “Detrás de mi”: Es una locución prepositiva


*”Debajo suyo” *”Debajo suya””Debajo de él”
El adverbio no admite ningún tipo de concordancia, por lo tanto no puede estar
acompañado de un determinante.

Sujetos que llevan preposición

Un sujeto nunca lleva preposición:


*”Por la calle que vamos hay poco tráfico”
“La calle por la que vamos tiene poco tráfico”

*”Mira con las cosas que se divierte" Un C.D nunca puede llevar preposición
C.D
“Mira las cosas con las que se divierte”

El quesuísmo
*”Los alumnos que sus padres no fueron a la reunión”
*”Los alumnos que los padres no fueron a la reunión”
Se usa “CUYO” para oraciones que impliquen pertenencia:
“Los alumnos cuyos padres fueron a la reunión”

Quesuísmo: Es un anacoluto porque se deja al pronombre “que” sin referente

Muchas veces nos encontramos con casos de discordancia cuando el pronombre


tiene función catafórica y el referente es plural. Ejemplo: “Le pedí a los Reyes una
bicicleta.” Este fenómeno se llama anacoluto.

También cabe mencionar que no se ha de confundir los adverbios con los


pronombre indefinidos:

“A lo largo de mi vida he comido mucha” En este caso “mucha” sería un


pronombre que está sustituyendo a un sustantivo femenino singular, por eso, concuerda
con él en género y número.

“He comido mucho”  Aquí se trata de un adverbio que es siempre invariable

La deixis no solo opera dentro del texto, sino que también puede referirse a
elementos que están fuera. Así que tenemos dos clases de deíxis: endofórica, relaciona
dos elementos dentro del texto, y exofórica, relaciona un elemento del texto y el
referente que está fuera. La endofórica, como ya sabemos, posee dos dimensiones: la
anafórica, las partes se conectan retrospectivamente, y la catafórica, prospectivamente.

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Ejemplo: Andrés y Felipe no vinieron a la fiesta. Este porque estaba enfermo y
aquel porque tenía que estudiar. (deíxis endofórica anafórica)

Ejemplo: ¡Dame eso! (Deíxis exofórica)

Ejemplo: Les dije a mis padres toda la verdad (deíxis endofórica catafórica)

Ligado estrechamente al pronombre tenemos el concepto de elipsis, que consiste


en la omisión de un elemento, dada su obviedad. H. Mederos dice que al hablar se
sobrentienden muchas cosas que el contexto suple. Cuando lo sobrentendido se refleja
en alguna parte integrante de la cláusula, estamos ante un caso de elipsis. Lo que se
sobrentiende puede ser cualquier parte del enunciado: un sujeto, un verbo, un
complemento, etc. Dada la frecuencia con la que se omite el sujeto en castellano,
asociamos la elipsis con los pronombres personales. Pero la elipsis ocurre con cualquier
parte del texto.
La elipsis también es un mecanismote cohesión y tematización porque, cada vez
que omitimos un elemento, se está haciendo referencia a este. Así que la elipsis en este
caso podemos decir que es una recurrencia por omisión.
Es preciso dejar claro cuál es el referente omitido. Si se induce a la ambigüedad,
la elipsis puede causar anfibología. En estos casos es preferible repetir y explicitar esa
unidad léxica o recurrir a un procedimiento de sustitución.
Ejemplo: *“Antonio fingió en su careo con la policía. Luego, le recordó sus
derechos” (¿Quién recordó?)
También se podría generar otro fallo gramatical llamado “zeugma", un
solecismo del que se hablará más adelante.
*“Hoy, en occidente, se ha conseguido la igualdad legal de la mujer. Ahora
buscan la igualdad social”
El primer enunciado no tiene sujeto, se trata de una oración impersonal, y en el
segundo hay un verbo que concuerda con un sujeto elíptico en 3ª persona del plural,
pero no se sabe a que sujeto se refiere ya que no se ha nombrado con anterioridad.
Como en el siguiente ejemplo que si se nombre el sujeto con anterioridad:
“El perro es un animal fiel. Es más, nunca pide nada a cambio”
Se puede omitir cualquier palabra pero los elementos más omitidos en los
discursos son los sujetos, la frecuencia con la que el sujeto es remplazado por el
pronombre hace que éste esté estrechamente relacionado con la elipsis.

1.5.3. PRO-ADVERBIOS

Son adverbios que sustituyen a otras unidades léxicas y también tienen valor
deíctico endofórico y exofórico cuando los referentes cumplen una función
circunstancial. Cuando el elemento sustituido no cumple esta función, es mejor
sustituirlo por otra forma con preposición. Este carácter deíctico de algunos adverbios
los convierte en mecanismos correferenciales y, por lo tanto, en procedimientos de
cohesión dentro de un discurso.
Ejemplo: *“Se compró una casa. Allí vivirá el resto de su vida”
“Casa” en la oración es un CD por lo que sería más conveniente decir "en ella",
si el adverbio no sustituye a un CC la frase esta muy forzada.

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Ejemplo: Por los años sesenta, todo era más auténtico. Entonces, los amigos eran
verdaderos amigos. (adverbio endofórico anafórico).

2. RELACIONES ENTRE UNIDADES LÉXICAS

Hasta ahora hemos tratado los procedimientos de recurrencias. Pero a partir de


aquí nos disponemos a citar y explicar otros procedimientos que ayudan a la cohesión
del texto. Las relaciones entre lexías que expondremos en este apartado, también afectan
a la coherencia porque tienen que ver con la semántica. Son mecanismos que atacan por
dos frentes aunque prioritariamente son cohesivos. Hablamos de grupos de palabras que
tienen algún rasgo semántico en común, o cuyos mundos se encuentran muy próximos.
Por tanto, intervienen factores semánticos y pragmáticos.

Muchos autores consideran que estos vínculos entre lexías sirven para crear las
llamadas cadenas nominativas. Viehweger dice que estas se crean a partir de la
aparición en un texto de una unidad léxica que va generando otros términos que tienen
relación entre sí. Por ejemplo, si el texto tiene como tópico “las drogas”, también
encontraremos los términos “estupefacientes, vicio, adicción, narcotráfico, yonki,
consumo, etc”. Cada una de estas palabras guardan una relación con “drogas”, pero
algunas son relaciones semánticas y otras pragmáticas (como en el caso de consumo o
vicio). En esta cadena nominativa hay que tener en cuenta por un lado las recurrencias
(que se dan por repetición o sustitución) y por otro, las relaciones entre lexías (a través
de las relaciones pragmáticas y semánticas).

CADENA NOMINATIVA: series de unidades léxicas que se forman a partir de


la aparición de un elemento en un punto del texto que va generando nominaciones
sucesivas relacionadas entre si, ya sea de forma semántica o pragmática.
Estas cadenas nominativas se consiguen gracias a los procedimientos de
recurrencia (repeticiones y sustituciones que hemos estudiado con anterioridad) y a este
tipo de relaciones semánticas (relaciones parciales de significado: derivación, antonimia
y parentesco) o pragmáticas que van relacionando las palabras entre si

En lo que al léxico se refiere, todo texto se presenta formando cadenas


nominativas. Todas las palabras de un texto contribuyen a la cohesión, pero no todas
forman cadenas. Por eso, conviene distinguir entre léxico específico y léxico común o
general. El primero es el que incluye las unidades léxicas relacionadas con la
macroestructura global del texto. En el ejemplo anterior, todas las palabras que se
relacionan con “drogas” semántica o pragmáticamente forman parte del léxico
específico. Pero las que aparezcan sin motivación alguna, como “caminar, preferir,
mesa, etc.”, forman parte del léxico común. Las cadenas tienen un límite, ya que no
podemos asociar playa con árbol, pero sí con toalla. Estas relaciones nos sirven para
hablar con propiedad y precisión.
Las relaciones semánticas no dejan de ser recurrentes porque las palabras que se
relacionan comparten semas. Sin embargo, no ocurre así en las relaciones pragmáticas.

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2.1 RELACIONES SEMÁNTICAS

Las lexías que guardan relación semántica son aquellas que poseen algo en
común dentro de sus significados, es decir, que tienen en común alguno o algunos
semas. La unidad sema es un componente, un rasgo, un dato o una característica que se
encuentra en el significado o definición de la palabra. El significado de una palabra será,
por tanto, el conjunto de semas asociado de manera permanente a un término.
B. Pottier para explicar las relaciones semánticas y la noción de sema parte del
siguiente ejemplo:

Semas  Asiento Con respaldo Para una sola Sin brazos


Términos persona
SILLA + + + +
SILLÓN + + + -
SOFÁ + + - -
TABURETE + - + +
BANCO + - - +

Cuando hacemos un estudio componencial de estas palabras observamos las


diferencias semánticas que hay entre ellas. Así, vemos que comparten algunos semas y
otros no.
La suma de todos los semas se llama semema (de un concepto) y será el
significado denotativo de la palabra. Solo uno de estos semas es común a todos los
términos presentados en la tabla. A este sema se le llama archilexía. Digamos que la
archilexía podría actuar en un texto como hiperónimo. En este caso es “asiento” el
hiperónimo de los cohipónimos “silla, sillón, sofá, taburete y banco”. Los semas que
son comunes entre algunos (como respaldo) son los que igualan, los que hacen que estas
palabras pertenezcan al mismo campo semántico o paradigma léxico. Los semas
distintivos no vinculan, sino que sirven para diferenciar significados. Si no tuvieran
algún sema distinto estaríamos ante casos de sinónimos, palabras que poseen semas
iguales, es decir, ante sinónimos.

Como hemos dicho antes, el semema de una palabra es el significado denotativo,


el virtual; pero no podemos olvidar que las palabras, introducidas en los textos, pueden
adquirir significados connotativos en virtud de las relaciones que mantienen con otras y
en virtud de una asociación que hacemos mentalmente.

Las relaciones semánticas son, por tanto, permanentes, y se deben a tres tipos de
procedimientos: la derivación, la antonimia y la cognación.

RELACIONES SEMÁNTICA, (tres procedimientos)

1- Derivación
2- Antonimia
3- Cognación

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2.1.1. a DERIVACIÓN

La derivación consiste en el fenómeno mediante el cual una palabra nace de otra


gracias al proceso de sufijación. Cuando hablamos de derivación nos referimos solo a
los sufijos y no a los prefijos. La base o matriz es la raíz de la palabra derivada, por
ejemplo jardin- en jardinero. La base puede coincidir íntegramente con la palabra
primitiva o sufrir algunos cambios, como ocurre en zapat-ero, en elec-ción, perman-
encia o en dent-al.

La base léxica no siempre se mantiene:


Diente dental- modificación vocálica.
Elegir elección- modificación consonántica.
Pertenecer pertenencia- modificación por elisión.

En estos tres casos lo derivados se han formado en la base latina, por eso sufren
estas modificaciones, por ejemplo:

ĕ : es igual a una “e” breve y da lugar en español a una "ei"

También existe el caso de los derivados regresivos:

tomadura

Tomar toma  derivado regresivo

Mudar mudanza

muda derivado regresivo

RELACIÓN DE LAS PALABRAS DERIVADAS QUE HAN SIDO


ACEPTADAS CON EL TIEMPO

Conflicto conflictual

Culpa culpabilizar

Explotar explosionar

Posición posicionarse posicionamiento

Privado  privacidad (en este caso era muy necesario porque no existía el
sustantivo)
Sacrificio Sacrificial

Repetido repetitivo

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Si embargo estas otras constituyen un solecismo:
*Legitimizar

*iniciamiento

*conectividad

*basamentar

*chocolatear

Son múltiples los sufijos que la lengua utiliza para crear nuevas palabras, de
modo que los hay para crear sustantivos, para adjetivos o para verbos. Asimismo, los
sufijos son portadores de diversos matices semánticos (ver ejemplos en el cuadernillo de
lengua AII). Por otro lado, la base contiene el significado léxico primitivo, esencial,
primario.
Todas las palabras derivadas de una misma matriz forman con esta una familia
y todas ellas guardan – claro está – una relación semántica. Por tanto, cuando estos
casos de derivación aparecen en un texto, decimos que la derivación es un mecanismo
válido para establecer relaciones semánticas entre unidades léxicas. Ahora bien, en un
texto los derivados pueden figurar junto con su palabra matriz o puede que esta no se
encuentre en el texto, pero sí una serie de derivados suyos. En el primer caso la relación
es directa y en el segundo, indirecta.
El procedimiento de la derivación es muy fecundo y socorrido, ya que ha hecho
que la lengua se haya ampliado enormemente. Pero esto no significa que podemos echar
mano de él indiscriminadamente. No podemos sacarnos palabras nuevas de la manga y,
por tanto, tenemos que tener cuidado de formar palabras inexistentes y usarlas. Ejemplo:

*controlación > control; *preocupable > preocupante; *suprimición > supresión.

No obstante, en algunos campos técnicos se usan algunas palabras que no


existían pero ahora se admiten como tecnicismos, como “inicialización” o
“situacionalidad”.

2.1.1.b PARASÍNTESIS

El concepto “parasíntesis” ha sido explicado de varias maneras por distintas


gramáticas. En unas se define como la formación de una palabra mediante prefijo +
palabra base + sufijo (ejemplos: encarcelar, sobrealimentación, aclarar, embellecer). En
otras se define como un caso de composición + derivación (ejemplos: picapedrero,
radiotelegrafista). La Academia llama parasíntesis al primer caso.
Muchos de los prefijos utilizados en este procedimiento son transcategorizadores,
pues, con ellos, la base de una categoría pasa a ser base de otra: la base cárcel
(sustantivo) necesita el prefijo en- y la terminación –ar para formar el verbo
“encarcelar”.

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2.1.2 ANTONIMIA

Solemos confundir la antonimia con la oposición absoluta de dos elementos, lo


que resulta confuso, valga la redundancia. Se incluye también en los tipos de relación
semántica porque, aunque dos palabra antónimas sean contrarias, guardan relación
porque forman parte del mismo ámbito significativo; comparten semas. Podemos decir
que incluso comparten campo semántico. Ejemplo: blanco ≠ negro > color (relación
semántica). Si se establecieran los límites del campo semántico del color, diríamos que
blanco se sitúa en el extremo opuesto al negro. Aún perteneciendo al mismo ámbito
significativo, están en el límite opuesto, razón por la que los antónimos también reciben
el nombre de contrarios. Podemos decir que estas relaciones son arbitrarias porque
podríamos coger como límite el rojo en lugar del negro; pero esto lo marca la tradición
lingüística, que estructura la lengua.
Decimos que “calor” y “frío” son contarios porque se sitúan en los polos
contrarios del ámbito significativo de temperaturas, pero ambos son grados de
temperaturas, y por lo tanto guardan relación semántica, comparten la archilexía.

En algunos estudios se distinguen tres tipos de contrarios: los llamados


propiamente antónimos, los recíprocos y los complementarios. De los primeros se
dice que entre ellos hay gradación (alto ≠ bajo; caliente ≠ frío). De los recíprocos se
dice que uno implica al otro necesariamente (vender ≠ comprar; entrega ≠ recepción,
abuelo- nieto). De los complementarios se indica que la negación de uno implica la
afirmación del otro (positivo ≠ negativo – lo negativo es lo que no es positivo;
masculino ≠ femenino; ileso ≠ lesionado).
Para crear antónimos, la lengua utiliza sobretodo prefijos (inmóvil, deshacer),
aunque existen muchos ejemplos en los que el prefijo no se opone a su ausencia porque
no existe la palabra sin prefijo, como en el caso de “despabilar”.
Para hablar de antonimia como mecanismo de cohesión deben aparecer los dos
contrarios en el texto, no basta con que aparezca una sola palabra que virtualmente sea
contraria de otra. Además, también podemos hablar de antonimia construccional.
A veces hay palabras que no están concebidas como antónimas en la lengua pero
que en el texto el autor las expone como contrarios. Esto es la antonimia textual.
Ejemplos: perros de ataque ≠ víctima; mesa ≠ silla – si el enfoque que adopta el autor es
el de oponerlas. Es el texto le que decide si existe la antonimia o no.

2.1.3 COGNACIÓN O PARENTESCO

La cognación o parentesco es la tercera forma de relación semántica entre las


unidades léxicas de un texto. En su caso, las palabras poseen como mínimo alguno o
algunos semas en común porque pertenecen a un mismo campo semántico, pero ni
derivan unas de otras, ni se oponen unas a otras, ni pueden sustituirse. Es el caso de
relación que existe, por ejemplo, entre mesa, silla, armario, cama, etc. o de fútbol,
ciclismo, deportista, entrenador, competición, etc. Se dice de las palabras de cada uno
de estos grupos que son cognados entre sí.
La cognación se define como la exclusión o negación de los procedimientos que
hemos visto hasta ahora. Es decir, no son ni sinónimos, ni derivados, ni antónimos, etc.
En los casos de sinonimia, antonimia o hiperonimia, los términos debían pertenecer a la
misma categoría gramatical. No ocurre así en el caso de los cognados (ni en el de los
derivados). Y tampoco debemos olvidar que la aparición de estos procedimientos en un

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texto da como resultado una cadena de nominaciones que se relacionan con el tópico del
discurso y, por ende, con la macroestructura global.

Pongamos un ejemplo para acabar de entenderlo. Si en un texto aparecen los


términos silla, taburete, banco, sofá, hamaca, etc. pero no su hiperónimo (asiento), estos
mantendrían una relación de cognación. Si apareciera en el texto también el hiperónimo
correspondiente serían cohipónimos.

2.2 RELACIONES PRAGMÁTICAS

Cuando en el texto aparecen palabras que nuestro conocimiento del mundo


puede asociar, aunque no exista relación en el diccionario, hablamos de relaciones
pragmáticas, extralingüísticas. Esto ocurre cuando no tienen ningún sema en común,
pero aun así las relacionamos. Ejemplo: moto – accidente; circo – león; playa – toalla.
Pero, aunque parezcan relaciones ambiguas y muy extendidas, tienen un límite. Nunca
podremos asociar, por ejemplo, playa con árbol.
Lo que campo semántico es a relación semántica, es campo asociativo a relación
pragmática.
Recordemos que el procedimiento de correferencialidad se sustenta asimismo de
una relación pragmática, pero su fin es la sustitución de una unidad o expresión léxica
por otra, hasta el punto de que se adquiere, dentro del texto, toda la significación de
aquella por asociación (son como “sinónimos pragmáticos”).
Como en el caso de cognación y derivación, las palabras que guardan relación
pragmática no tienen que ser de la misma categoría. Por tanto, podremos relacionar
verbos con sustantivos, o adjetivos con adverbios, etc.
Las relaciones pragmáticas pueden llegar a convertirse en relaciones semánticas,
con el paso del tiempo y el uso, como ocurre con la relación entre dopaje y deporte.
Asimismo, pueden variar o incluso romperse.
Todas estas relaciones (pragmáticas y semánticas) contribuyen a la formación de
cadenas nominativas en los textos y también a la creación de la macroestructura global.

(Analizar los textos proporcionados por el profesor a modo de prácticas)

B) PROCEDIMIENTOS GRAMATICALES

1- RECURRENCIAS GRAMATICALES
2- USO DEL ARTÍCULO
3- USO DE CONECTORES
4-USO DE LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN

RECURRENCIAS GRAMATICALES

La concordancia es uno de los procedimientos de cohesión que brinda la lengua.


El género y el número, a diferencia de los morfemas verbales, empiezan y acaban su
misión dentro del sintagma, o del enunciado como mucho. No son itinerantes. Sin
embargo, las desinencias verbales sí que caminan a lo largo del texto, son itinerantes, y
se convierten, por tanto, en constantes textuales. La repetición de estos morfemas como
mecanismo de cohesión está ligada estrechamente a la tipología textual y a otras
propiedades como la función lingüística dominante. De manera que algunos exigen
tercera persona, otros segunda y otros primera.

23
La adecuada utilización de estas marcas dentro de un texto contribuye al logro
de la aceptabilidad del discurso. Un descuido puede conllevar un error de cohesión, no
solo en el nivel intraoracional sino también interoracional o transfásico. Y del mismo
modo ocurre con otros morfemas verbales: persona, tiempo, modo y aspecto. Tales
índices morfológicos se repiten a lo largo del discurso como un recurso de cohesión y,
mientras no se den otras órdenes en el texto, se someten a continuidad.
¡OJO! Algunas gramáticas prescriptivas nos dicen que ciertos tipos textuales
exigen determinadas categorías gramaticales, por ejemplo, la función argumentativa
necesitará más sustantivos. Esto es falso. Ligar las categorías gramaticales o la sintaxis
a la función textual es una teoría frágil y endeble.

Los morfemas verbales de tiempo, modo y aspecto caminan a lo largo del texto.
Si cambiamos de tiempo, modo o aspecto una forma verbal, necesariamente cambiarán
las siguientes. Las formas verbales se acomodan al tipo textual. Si cambiamos el
presente por imperfecto se crea un relato (descripción de la narración). De
argumentación a narración, dos funciones muy diferentes. Estos accidentes gramaticales,
que son constantes, están ligados al tipo y técnica textual (descriptiva, narrativa o
expositiva). El tipo textual va en línea con las propiedades internas del texto.

Ejemplo: Cada cultura se caracteriza - y se diferencia de otras - por los velos y


tamices que coloca entre sus miembros y la realidad. Es decir, por la forma que les
impone su percepción y su valoración. Con tales tamices cada cultura uniforma en cierta
manera a los seres humanos que le pertenecen – forja su personalidad y hace que se
sientan protegidos de la soledad y de la angustia. Sí; pero a costa de ocultarles o
falsearles una parte más o menos grande, aunque siempre intencionada, de la
autenticidad que les rodea. Porque la verdad no es de nadie: sólo podemos buscarla y
descubrirla, no inventarla. (Antonio Gala)

Práctica: cambiar las formas verbales de presente a imperfecto, y observar la diferencia.


Observar que una vez se cambia una, tenemos que seguir haciéndolo con las demás.

FUNCIONES LINGÜÍSTICAS

1-FUNCIÓN REPRESENTATIVA O REFERENCIAL

- Textos argumentativos artículo de opinión


-3ª persona, pone de relieve el contexto situacional.
Es habitual y necesario que en un texto argumentativo y expositivo predomine la
3ª persona como una constante discursiva, alternando sus ocurrencias con la 1ª persona,
que es la persona que da la opinión. La razón es porque representan hechos o contenidos
objetivos, razonamientos o argumentos que son constatables. Incluso la primera persona
utilizada en estos textos es, con mucha frecuencia, sustituible por la 3ª.
-Tiempo presente
-Modo indicativo
-Aspecto

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2- FUNCIÓN APELATIVA O CONATIVA

-2ª persona, interés por el receptor


-Modo imperativo

3-FUNCIÓN EXPRESIVA O EMOTIVA

-1ª persona, las opiniones que aparecen en el texto son resultado de la opinión
subjetiva del emisor

1.1) Morfema de persona

Cuando hablamos de persona debemos acordarnos no sólo del verbo sino


también de los pronombres. Es un morfema ligado a la función lingüística dominante
del texto, de tal forma que, si la función que se cumple en él preferentemente es la
referencial o representativa, la persona utilizada con mayor número de ocurrencias,
sustentadora del grueso fundamental del texto, será la tercera. Mientras que, si se
produce un abundante uso de la segunda persona, la función que cumple el texto será la
apelativa o conativa. Sin embargo, con el frecuente uso de la primera, el texto cumple la
función expresiva o emotiva. Esto que decimos, grosso modo, suele ser común y debe
tenerse en cuenta, particularmente en nuestro caso, como mecanismo de cohesión
textual.
Por ejemplo, es habitual y necesario que en un texto argumentativo y expositivo,
o en un texto informativo, predomine la tercera persona como constante o recurrencia,
alternando esporádicamente con la primera, que es la persona de la opinión. La razón de
ello es bien evidente: en el caso de los ejemplos propuestos, es la función referencial o
representativa la que se cumple, pues en tales discursos la información se orienta al
contexto, a la realidad extralingüística, al referente. Es decir, con ella se enuncian o se
representan hechos o contenidos objetivos, razonamientos o argumentos que son
constatables. Incluso la primera persona utilizada en estos textos es fácilmente
conmutable, la mayoría de las veces, por la tercera, razón por la que esa primera persona
no refleja expresividad del productor del texto, no cumple función emotiva.
Se puede hablar de un predominio de una persona en cada tipo textual, pero esto
no quita que se pueda utilizar cualquier persona en cualquier tipo textual. Por tanto, las
personas pueden alternarse y también pueden mezclarse más de una función lingüística
en un texto.
La persona tiene tres funciones lingüísticas:
1- referencial 3ª persona
2- conativa 2ª persona
3- expresiva 1ª persona

Al margen de estas tres funciones se puede decir que también existen la “función
poética” y la “metalingüística”, ambas consisten en el uso de lengua para hablar de la
lengua.
También existe la “función lúdica”, uso de lenguaje con el fin de entretener.

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1.2) Morfema de modo.

1- Indicativo modo de la objetividadargumentativo(artículo de opinión)


2- Subjuntivo modo de lo subjetividad emotivo o expresivo
3- Imperativomodo del ruegoapelativo.(publicidad)

También el modo es una constante discursiva. Traduce la actitud del hablante


ante la acción o proceso que el verbo expresa. Es una forma de entender la acción. Esa
actitud varía según el modo que se emplee. Si el hablante explica lo que ve
objetivamente, utilizará el indicativo. Está convencido de que es una realidad que puede
observarse; aunque estos hechos no tengan realización efectiva en la realidad externa,
como ocurre en la narración. Son hechos verosímiles. Por otro lado, el modo subjuntivo
se utiliza para dar a entender que la acción verbal sucede en su pensamiento, pero no
confirma que pueda tener existencia real. Se emplea en casos de hipótesis, falta de
certeza, condiciones, concesiones, probabilidad o apreciación subjetiva. Estas oraciones
son planteadas como posibilidad no realidad. Y por último, el modo imperativo es el
modo del ruego, de la orden, de la invitación o del mandato.
También los verbos pueden tipificarse de acuerdo con el modo predominante, de
tal forma que, por ejemplo, en un texto argumentativo, el modo indicativo es el que se
ofrece con mayor número de ocurrencias, frente al subjuntivo, que depende sobre todo
del engranaje sintáctico o del tipo de oraciones elegidas (concesivas, condicionales,
finales, etc.). La razón es la misma que antes se argüía para el morfema de persona.
No hay que olvidar que el uso del subjuntivo está estrechamente ligado a las
estructuras sintácticas, como por ejemplo, las oraciones subordinadas sustantivas y
adjetivas.
“Es importante que vengas mañana”
“Te lo digo para que lo tenga en cuenta” en estos 2 caso pierden el valor de
posibilidad.

Ejemplo-práctica: Texto “Contra nuestra voluntad”.


Hay un predominio del indicativo y de la tercera persona. También hay formas
de subjuntivo y de primera persona pero son menos. No se puede hablar de que haya
una sintaxis textual que defina el tipo de texto.

SIGNIFICADO DE LOS MODOS VERBALES:


Modo, con las desinencias verbales se alude también a la postura o actitud personal del
emisor ante la noción expresada por el verbo. Según sea esa actitud ante la acción se distinguen
tres modos:

MODO SIGNIFICADO EJEMPLOS


Indicativo Afirma o niega hechos pensados como se Juan vendrá mañana
producen, se produjeron o se producirán en Juan no vendrá mañana
realidad.
Subjuntivo Afirma o niega actos anímicos del sujeto. La Ojala Juan venga mañana
realidad de los hechos se ignora. Los hechos
se desean, se imaginan o se sospechan.
Imperativo Expresan exhortación, mandato o ruego. Ven mañana, Juan.

26
1.3) Morfema de tiempo.

También es un morfema que se repite a lo largo del discurso de acuerdo con el


tipo textual de que se trate. Expone un tiempo relativo al momento en que el autor
reprodujo su discurso. Para diferenciar los tres tiempos (pasado, presente y futuro) hay
que tener en cuenta el punto de referencia, que es el momento en el que se escribió. Del
presente hay que destacar su valor intemporal, es decir, que muestra los hechos sin
límites temporales, eternos, duraderos. El pasado es retrospectivo, remite al tiempo
anterior a la producción del texto; y el futuro es predictor o prospectivo, remite a un
tiempo posterior. En los textos argumentativos es el presente el que sustenta la
argumentación propiamente dicha.
PRESENTE: muestra los hechos sin límites temporales
PASADO: presenta los hechos como sucedidos en un tiempo anterior, es un
tiempo retrospectivo
FUTURO: presenta hechos que están por venir.

Así en los textos argumentativos, es el presente el que sustenta la argumentación


propiamente dicha, dado su valor intemporal. Los hechos se presentan sin límites
temporales. Lo que se demuestra en estos textos es presente, el presente que vive el
productor de tales textos, pero, a su vez, es el presente que avala unas opiniones que se
ofrecen sin fronteras temporales, es decir, opiniones válidas para siempre mientras no se
refuten o se invaliden mediante contraargumentos.

1.4) Morfema de aspecto.

Es el tiempo interno. Indica en qué fase de su desarrollo considera el hablante la


acción o proceso y bajo qué óptica con respecto a su duración y acabamiento. No
necesita punto de referencia para que la acción se presente como acabada o inacabada.
En la argumentación (tercera persona, presente, indicativo, aspecto imperfectivo) se
contienen hechos sin caducidad. Se ofrecen como eternos, que pueden continuar en el
tiempo.
Hay textos como la noticia o el relato, en los que los hechos se presentan
concluidos (perfectivo), y otros, como el artículo de opinión o la argumentación, en los
que los hechos se presenta sin caducidad, sin límites temporales. (imperfectivo)

SIGNIFICADO DEL ASPECTO VERBAL

El aspecto expresa como transcurre la realización de la acción verbal:


- Tiempos imperfectos. El hablante se fija en el transcurso o en la continuidad de la
acción, sin que le interese el comienzo o el final de la misma. (Acción durativa).
- Tiempos perfectos. El hablante señala la acción como completa o acabada, (acción
acabada).
Son imperfectos todos los tiempos simples, excepto el pretérito perfecto simple. Son perfectos
el pretérito perfecto simple y todos los tiempos compuestos.

27
2) EL ARTÍCULO

Todo lo nombrado anteriormente son recurrencias gramaticales. Pero no son los


únicos procedimientos gramaticales cohesivos. El artículo, por ejemplo, también
redunda en la cohesión textual porque tiene carácter deíctico, señala otros puntos del
texto. La aportación del uso del artículo como elemento de cohesión textual la hizo la
gramática textual, mientras que la gramática tradicional se limitaba a ligar el artículo al
sintagma nominal, y hacer una descripción frágil de él.
La tradición engloba dos variedades de determinantes bajo el nombre de artículo:
el indeterminado o indefinido, y el determinado o el definido. No obstante, hay muchos
gramáticos que no están de acuerdo con esta clasificación, ya que creen que el
indefinido (un) no es un artículo propiamente dicho por distintas razones:

TEORÍA DE LOS ARTÍCULOS


Razones por la que el artículo determinado se considera el verdadero
artículo

1- RAZÓN FONOLÓGICA

El determinado es átono y nunca puede ser núcleo del SN y el indeterminado es


tónico. El determinado lo pronunciamos completamente ligado al sustantivo. Es una
sílaba más del nombre. Mientras que el indeterminado se pronuncia separado.

1) El determinado es átono. El indeterminado es tónico


/elárbol/ /ún árbol/

2- FUNCIÓN SINTÁCTICA

El artículo determinado no puede ser nunca núcleo de un SN, es inseparable del


nombre, de modo que solo no puede funcionar.
El artículo indeterminado si puede ir solo y, por lo tanto, puede ser núcleo de un
SN.

*”Los niños caminaban lentamente” sin el sujeto no tiene sentido

“ Unos niños caminaban lentamente"  Aquí no se diferencia entre el artículo y


el numeral. Puede ir solo sin ningún problema.

Por lo que el artículo indeterminado a veces acompaña al nombre (determinante)


y a veces no (numeral)

28
2- ALTERNANCIA

El artículo determinado alterna o bien con su ausencia o con algún indeterminado:

“Al principio de la frase” concreta


“A principio de frase” nombra un hecho general
En este caso el artículo determinado alterna con su ausencia para generalizar.

El indeterminado alterna con los numerales, a excepción de algún caso que lo hace con
un determinado.

(Excepción en la que el artículo determinado alterna con el indeterminado)


a) “Una rana es un batracio” “La rana es un batracio”
Ambos cumplen la misma función significativa.

b) “Un caballero español nunca miente” “Los caballeros españoles nunca


mienten”
Aquí se usa para designar un hecho general en plural.

Estos dos casos (a y b) son los que dan lugar a que se haya integrado el
indeterminado en el paradigma de los artículos. En estos dos casos, ambos confluyen,
nombra el mismo hecho general, pero esto no quiere decir que pertenezcan al mismo
paradigma.
Alarcos decía que el indeterminado tiene funciones completamente distintas, y
en lo único en que coincidían (razón por la cual la gramática tradicional los agruparon
bajo un mismo nombre) es en las ocasiones en las que el indeterminado en singular, al
pasar la oración a plural pasa a ser determinado sin perder el sentido. Ejemplo: Un
caballero español nunca miente (generalidad, no uno en concreto) = Los caballeros
españoles nunca mienten.
El indeterminado además forma parte de varios paradigmas: pertenece tanto a
los determinados indefinidos (algún, cierto) como a los numerales (uno y no dos).
También podemos decir que es tónico y puede ser el núcleo del SN al convertirse en su
versión pronominal, que es equivalente. Por todo esto, decimos que el determinado es el
real artículo.
El indeterminado alterna con indefinidos y numerales:
“Un día te lo diré” : “Algún día te lo diré”
“UN y UNA” adquieren diferentes valores según la casuística, según el caso en
el que se presente.

En los textos aparecen muchas veces estas palabras emparejadas, aportando


cohesión al texto. Cuando introducimos una palabra nueva, la acompañamos del
determinante indefinido, mientras que, si lo volvemos a citar, lo actualizamos con el
artículo. Por tanto, “un” remite a algo que va a ser nombrado posteriormente (deixis
catafórica), y “el” remite a algo mencionado con anterioridad (deixis anafórica). En este
caso, la gramática moderna continúa llamándolos artículos a ambas clases, pero no con
tal simplicidad y para fines diferentes.

29
4.1) EL ARTÍCULO DETERMINADO

El artículo determinado es una creación romance que tiene origen en el


demostrativo latino ille – illa – illud, de ahí su valor deíctico. Este artículo determina a
un sustantivo conocido por el hablante o bien es indicador genérico de una clase o
especie:

“El hombre mortal” Valor genérico


“El hombre se sentó” Sustantivo conocido de antemano
En cualquiera de sus casos el determinado siempre identifica y actualiza y,
además, posee un valor deítico destacado, ahora bien la manera de identificar no es
siempre igual. Su función básica es la de identificar, pero esto lo hace a través de cuatro
maneras diferentes según Helbig y Buscha.

1) De manera automática. Los interlocutores saben, por su conocimiento del


mundo, cuál es el nombre al que se refiere. Ejemplos: La bondad siempre
encuentra recompensa. La playa sirve de medio terapéutico.
Hablante y oyente reconocen los sustantivos como los conceptos de
bondad y playa en general

2) Por contexto social. El nombre presentado por el artículo, solo es conocido


por los que viven en un mismo ámbito social. Ejemplos: El director está
preocupado. Los sindicatos han pedido al Gobierno que retire su reforma.
Los interlocutores, al compartir un mismo ámbito social, saben de qué
director o sindicatos se habla.

3) Por contexto situacional. Los interlocutores están presentes en una misma


situación, que permite reconocer los nombres presentados por el artículo.
Ejemplo: Coloca las piezas en la caja.

4) Por contexto lingüístico (cotexto). Solo se reconocer los nombres


acudiendo a otras partes del texto. Ejemplo: De toda la producción de
Delibes, la novela más enternecedora es “El Camino”, además de ser la
más representativa de la Guerra civil.
El primer artículo aparece porque el CN (de Delibes) determina el
sustantivo “producción”. Remite a otra parte del texto. Si no apareciera el
CN parecería que estamos hablando de la producción en general de
cualquier cosa. El cotexto nos determina de qué sustantivo hablamos. El
artículo con elipsis del nombre tiene función transcategorizadora, porque
ha convertido al adjetivo “representativa” en el núcleo del SN. El artículo
que precede a Guerra Civil, hace la actualización del nombre mediante el
contexto social, ya que somos todos los españoles los que conocemos esa
guerra. No hay que explicarla.

Las tres primeras maneras de identificar tienen un valor exofórico, es decir, los
artículos señalan sustantivos cuyos referentes se reconocen pragmáticamente, se infieren
por el conocimiento del mundo. Sin embargo, el último posee un valor deíctico
endofórico, precisa del texto; por lo tanto, el artículo también contribuye a la
consecución de cohesión

30
4.2 EL ARTÍCULO INDETERMINADO
No tiene carácter actualizador. Vamos a decir que tiene tres valores, que no
tienen nada que ver con los del determinado.

1) Valor general. Presenta al nombre representante de la clase o especie,


frente al determinado que recogía toda la clase. En este caso sus funciones
son equivalentes aunque se diferencian en ese pequeño matiz. Ejemplo:
“Una rana es un batracio. La rana es un batracio”

2) Valor particular. Presenta un nombre no conocido. Este es el caso en el que


el indeterminado puede alternar con indefinidos y numerales. Ejemplo:
“Vino a visitarme un primo.” “Pasaron unas vacas.” “Parece que lo ha
descubierto un periodista.”
Este es el valor propio del indeterminado.

4) Valor enfático. Se utiliza con los nombres propios. (el nombre propio en si
es un identificados)

“Un Einstein nacerá dentro de poco”


“Un Julio Iglesias no vendría a cantar aquí nunca"
“Esto si que es un coche”

EL ARTÍCULO EN EL TEXTO
Lo incluimos como mecanismo de cohesión porque a veces, ambas formas
aparecen en el texto emparejadas, presentando un mismo nombre pero señalándolo de
maneras distintas. Colaboran a la cohesión cuando el indeterminado tiene el valor
sígnico, mediante el cual se señala información de un nombre que se va a desarrollar
con posterioridad en el texto.
En los 70, Weinrich fue el 1º en señalar que el artículo indeterminado tiene valor
catafórico y el determinado anafórico.
Esto es, el determinante indica que la información relativa al sustantivo se debe
encontrar en un punto anterior del texto, sin embargo, el indeterminado señala que
debemos esperar a un punto posterior para encontrar información nueva relacionada con
el sustantivo, es una advertencia para que el lector o el receptor sepa que el objeto
presentado no es conocido todavía, y que hallará más información sobre él en puntos
posteriores del texto.
Por lo que debemos meterlo dentro de los mecanismos de cohesión en el estudio
del texto.
“Un hindú inventó en ajedrez. El hindú era un hombre sabio y reposado al que le
gustaba mucho los juegos de mesa”
El artículo forma parte de los elementos de cohesión, camina dentro del texto
más allá de los límites oracionales.

Texto práctica: “Perros de ataque”

31
6. LA CONEXIÓN

Si queremos medir la madurez lingüística de un usuario, solo tenemos que


proponerle que conecte varias frases y ver qué resultado obtiene (ver cuadernillo de 2º
página 17). La conexión es el recurso más importante para la consecución de la
cohesión desde un punto de vista global. Además, también incide sobre la coherencia
del texto, y hace que sea aceptable o no, ya que, desde este punto de vista, el texto se
define como un conjunto de partes adecuadamente conectadas, no sólo de acuerdo con
significados internos o intensionales (pragmáticos o referenciales) sino también con
factores externos o extensionales (extralingüísticos).

Ejemplo: No voy al cine, por lo tanto, llueve.


Hay un factor extensional que impide la conexión: la lluvia no puede ser
consecuencia de no ir al cine.

Cuando hablamos de partes que se conectan no nos referimos solo a palabras


sueltas sino también a sintagmas, proposiciones, oraciones, enunciados y párrafos. En
un texto coherente, todo está conectado, si no explícita será implícitamente.
Nos referimos, no a la conexión en sentido extenso, lato o amplio, que es la
aportada por los elementos deícticos y léxicos del texto, que ya hemos estudiado en
apartados anteriores al hablar de las recurrencias, sino a la conexión en sentido estricto,
que es aquella para la que están preparadas determinadas unidades lingüísticas de
inventario cerrado que solo poseen significado gramatical, pero con gran poder de
cohesión.
En toda conexión deben cumplirse unas condiciones, pues no todo es susceptible
de conectarse sin más. Estas condiciones son las siguientes:

a) Que haya relación de significado o de sentido entre las palabras de las partes
conectadas. No obstante, no es una condición suficiente para que las frases se conecten
adecuadamente.
Ejemplo: Juan es soltero; por tanto, no está casado. ☺

b) Que en ambas partes haya referencia al mismo individuo o a la misma cosa o


idea.
Ejemplo: Juan es soltero; por tanto, Pedro no está casado. 
Al cambiar de sujeto se convierte en un enunciado no aceptable.

c) Que exista una relación entre los hechos denotados en las parte conectadas, es
decir, que los hechos denotados en ellas estén relacionados con mundos que, a su vez,
sean compatibles, se relacionen de alguna forma. Relación pragmática.
Ejemplo: Juan es soltero; por tanto, compra muchos discos. 
Ejemplo: Juan es soltero; por tanto, Ámsterdam es la capital de Holanda. 

d) Desde el punto de vista gramatical, debe existir una continuidad o una


simetría entre las partes conectadas para evitar saltos que rompen la cohesión. Casi
puede afirmarse que esta condición es un imperativo de la conexión.

Ejemplo: La crisis de la adolescencia crea en los jóvenes problemas psicológicos y


buscan evadir esos problemas con la droga. 

32
Hay una alteración gramatical que hace que el enunciado sea inaceptable. En la
segunda parte debería seguir hablándose del mismo tema, del mismo sujeto. Pero en su
lugar, aparece un salto en el vacío, una ausencia de simetría.

Ejemplo: Actualmente, el conocimiento de una lengua extranjera permite viajar


sin problemas, profundizar en una cultura extranjera y es requerido en sectores de
trabajo que tienen relación con el exterior.
Hay un salto en el tercer punto, donde nos esperábamos un infinitivo objeto de
“permite”.

Ejemplo: Todo texto que se produce se basa y depende de otros textos anteriores.
Se han conectado dos verbos con regímenes distintos y a ambos les hemos
asignado el mismo complemento. No podemos unir verbos con régimen preposicional
diferente y omitir el objeto del primero. Quedaría: ... se basa en textos anteriores y
depende de ellos.

Tales condiciones han de cumplirse tanto cuando la conexión sea explícita como
cuando sea implícita.

5.1 CONEXIÓN EXPLÍCITA


La conexión explícita es la que se manifiesta con la presencia de enlaces en la
superficie del texto. Cuando hablamos de enlaces, no solo nos referimos a las palabras
gramaticales, que forman un inventario cerrado (como conjunciones y locuciones
conjuntivas, adverbios relacionantes, preposiciones y locuciones prepositivas), sino
también a otras formas que no se registran normalmente en los inventarios de
conectores conocidos, pero que cumplen la función de la conexión. Unen palabras,
sintagmas, proposiciones, oraciones, enunciados e, incluso, párrafos.
Cuando nos comentaban el paradigma de las conjunciones copulativas, nos
decían que eran “y, e, ni, que”, pero esta lista se quedaba corta, ya que hay otras
palabras que la gramática tradicional no recogía en sus estudios.
Los términos que emplearemos para recoger a todas estas palabras serán los de
“marcadores textuales” o “conectores”. Los clasificamos en intraoracionales y
extraoracionales según las dos posibilidades que admiten a la hora de enlazar. Los
marcadores intraoracionales unen palabras, sintagmas y proposiciones o cláusulas
dentro de una misma oración o enunciado. De otra parte, los marcadores
extraoracionales enlazan unidades más complejas, como los enunciados y los párrafos.
Esta clasificación no supone una división estricta de paradigmas de estas
palabras, sino que una misma palabra puede funcionar como marcador extraoracional e
intraoracional. Por ejemplo la conjunción “y”.

Ejemplo: Juan y Luisa estudian juntos porque usan los mismos libros. Intraoracional
La televisión es un medio necesario en la actualidad para todas las
edades. Sin embargo, la contemplación indiscriminada de todos sus
programas resulta nociva particularmente para los niños. Extraoracional

Estos marcadores admiten dos posibilidades a la hora de conectar, motivo por el


que pueden se:

33
Marcadores intraoracionales: cuando unen palabras, sintagmas y oraciones
dentro de un mismo enunciado.
“Solo toma café con leche y pan con mermelada”

“Solo toma café con leche porque no le gusta el pan con mermelada”

Marcadores extraoracionales: cuando enlazan unidades más complejas, como los


enunciados y los párrafos. Es posible considerar que el límite de un enunciado es un
punto y coma o los dos puntos siempre y cuando estos puedan ser reemplazados por un
punto.
“Entrar en aquella dependencia era conocer el mundo del caos y del desorden. Y
también era encontrarse con el fantasma del pasado”
Un mismo marcador puede funcionar a veces de forma intraoracional o
extraoracional, como por ejemplo, la conjunción “y”.

5.1.1 CONEXIÓN INTRAORACIONAL

La gramática oracional observaba la conexión intraoracional como único tipo de


relación entre las partes de la oración, y que se manifestaba de dos maneras: parataxis o
coordinación, e hipotaxis o subordinación. Ahora bien, la conexión no se obtiene
exclusivamente por coordinación o por subordinación porque, en un texto, se pueden
dar otras múltiples relaciones que no se acogen a estas dos tradicionales, es decir, que
exceden los límites de la sintaxis oracional.
Los enlaces coordinantes se clasifican, según nociones semánticas, en:
copulativas, disyuntivas, adversativas, explicativas y distributivas.

1- copulativa: une y coordina. “y”


2- Adversativa: Son contraargumentativos. “pero, más, sino, aunque”
3- Disyuntivas. Son excluyentes o restrictivas. Una restringe a la otra e impide
que aparezca. "o/u, o bien)
4- Explicativas: En donde la segunda explica la primera. "a sea, es decir, esto
es…)
5- Distributiva: Acciones que se pueden realizar en momentos diferentes

Los enlaces subordinantes se clasifican en, según nociones sintácticas o


semánticas, sustantivas, adjetivas y adverbiales. Los subordinantes introductores de
oraciones subordinadas sustantivas adquieren también el nombre de la función sintáctica
que cumple la proposición en relación con la oración principal. De este modo, pueden
ser de sujeto, de objeto directo, de objeto indirecto, etc. Siempre serán funciones propias
del sustantivo. Las oraciones adjetivas se clasifican según nociones estilísticas y
semánticas en explicativas y especificativas. Y, por último, las oraciones adverbiales se
clasifican según nociones semánticas en temporales, locativas, modales, causales,
finales, consecutivas, concesivas, condicionales y comparativas.

Subordinadas:

1. sustantivas
2. adjetivas (especificativas/explicativas)
3. adverbiales

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(Hacer práctica “Los Ídolos” Conexión intraoracional explícita)

Los ídolos

Si en todo los terrenos de la vida el éxito resulta algo difícil de llevar, quizá porque

vivimos en una cultura enraizada en el sentimiento de culpa, es seguramente en el

ámbito del deporte, y, más aún, en el del fútbol, donde el éxito resulta más espectacular

y, por tanto, más arriesgado.

En absoluto es fácil ser un futbolista famoso, un futbolista solicitado, por cuyo

traslado de un club a otro se ofrecen muchos millones. Por supuesto, son envidiados, y

no les falta razón a quienes les envidian, puesto que las cifras que se embolsan son muy

suculentas y se imagina uno que su vida ha sido resuelta para siempre. Sin embargo, no

sucede siempre así, y entre las crónicas de la vida deportiva leemos a veces breves

referencias al drama personal de los jugadores tempranamente enriquecidos o que o que

se han arruinado o han sido destruidos por aficiones peligrosas. La caída de estos héroes

tiene algo de patético. Juguetes rotos, así los llamó Martín Patino en una película

estremecedora.

35
Lo cierto es que el éxito le sobreviene al futbolista, al deportista en general, en

plena juventud, cuando la naturaleza humana está más inclinada a actuar, a

experimentar, que a pensar, a reflexionar. Y, desarrollarla, ya tiene suficientes razones

para considerarse afortunado. Y, repetidamente, llegan las solicitaciones, el dinero. Es

difícil, por ello, no perder la cabeza en esta condiciones. Es verdad que el reto continúa:

el entrenador, los compañeros y los aficionados esperan de él que sea el mejor y se

supone que, cada vez que pisa el ampo, él quiere demostrarlo, pero la tensión se va

haciendo más y más fuerte. Se ha pagado por él mucho dinero, se sabe que vive muy

bien, la exigencia aumenta. Incluso corren rumores-en algunos casos más que

comprobados- de turbios enredos en el lado oscuro de la vida, y se habla de drogas, de

alcohol, de mujeres, en tono de escándalo. Encima, el jugador es examinado ahora con

desconfianza, y, más de una vez, esa desconfianza queda justificada. No hay empeño en

sus jugadas, no hay nada ya que recuerde al jugador que fue, ¿se ha vuelto cínico?, ¿se

está riendo de nosotros, que le hemos encumbrado?

36
Fue la conexión, y en concreto la coordinación, el detonante de que se
empezaran a revisar las teorías tradicionales sobre la conexión. Tradicionalmente se
consideraba la coordinación como una mera suma de elementos, sin embargo, hay algo
más. El significado de dos proposiciones coordinadas viene a ser el que cada una posee
más el propio de la coordinación (ya adversativo, ya copulativo, etc.), que es el
denominador común que se infiere de la unión.
Otro de los valores que suele aportar la coordinación es el de sucesión temporal
de las cláusulas, información que también se infiere de la unión, de tal manera que la
inversión del orden de las cláusulas produce un cambio en el significado global.

Ejemplo: Elías va de paseo. Pedro se queda en el bar.


Elías va de paseo. Pero Pedro se queda en el bar (se infiere que
Elías también estaba en el bar).

Antonio se rasca la barriga. Juan fue reclutado para ir a Afganistán.


Antonio se rasca la barriga, y Juan fue reclutado para ir a Afganistán.
(Se infiere un nuevo significado de la primera parte)

Fueron a casa de los vecinos y jugaron al póquer. (Primero fueron y luego jugaron)
Jugaron al póquer y fueron a casa de los vecinos. (primero jugaron y luego fueron)

En la coordinación, al significado de cada una de las proposiciones que se van sumando,


se le suma otro significado inferido.
La coordinación no es una mera suma de significados, sino también, aporta otros
valores. Significado global que se desprende de la unión, de la suma de ambas
proposiciones, esto hizo rebasar los límites oracionales en el estudio de las lenguas.

5.1.2 CONEXIÓN EXTRAORACIONAL

Los enlaces extraoracionales reciben muchos nombres en las diferentes


gramáticas: relacionantes supraoracionales (Fuentes), conectores discursivos (Montolío),
conectores enunciativos (Lamíquiz), enlaces textuales (López García), ordenadores del
discurso (Alcina y Blecua),marcadores del discurso (Martín Zorraquino), marcadores
de función textual (CasadoVelarde) y enlaces o marcadores extraoracionales (Gili Gaya).
Nosotros los llamaremos marcadores extraoracionales o textuales, o marcadores de
función textual.
Nosotros los llamaremos marcadores de función textual. Terminología de
Casado Valarde.

El primero que consideró importante ir más allá de la oración en lo que refiere a


la conexión fue Gili Gaya (“Curso superior de sintaxis española”). Él llama a los
enunciados oraciones contiguas si están conectadas.

De los marcadores extraoracionales se dice lo siguiente:


(1) Que son palabras gramaticales que no poseen significado léxico, como
sucede en el siguiente ejemplo con la palabra “cambio”
“Luís Y María son hermanos. Luís es dinámico, en cambio, María es tranquila"
En este ejemplo la palabra en cuestión adquiere naturaleza gramatical.
(2) que son partes invariables, y que no cumplen función dentro del enunciado
en el que se encuentran (son marginales)

37
(3) que tienen dos cometidos en el texto: unir, normalmente partes superiores a
la oración, y dar cuenta del desarrollo lógico del discurso para guiar al receptor en la
interpretación que ha de inferir. Esta tercera cualidad parece irrefutable y precisa. Sin
embargo, las dos primeras cualidades son revisables y cuestionables.

Ejemplo: Por eso = Por esto = Por estas (pocas/muchas) razones


“Estoy muy cansado. Por esto, me quedo en casa." CC de causa
Y también podría variar:
“La inmigración es una evidencia. Por ello, los gobiernos deberían buscar
soluciones.” tiene función de CC, y además podría admitir variaciones “ Por esta
misma razón…” o en caso de plural “Por estas razones…”

Algunos marcadores cuentan con cierta movilidad: pueden aparecer tanto al


principio como incrustados en medio de la frase o al final. Por esto decimos que el texto
se define a posteriori, es decir, se puede analizar pero no presuponer ni establecer
normas prescriptivas. Pero esto no quiere decir que podamos colocarlos a nuestro libre
albedrío.
Ejemplo: Javier y Luisa son hermanos. Él es muy colérico. En cambio, ella es
muy reposada. / Ella, en cambio, es muy reposada. / Ella es muy
reposada, en cambio.
Ella es muy, en cambio, reposada. 

Otra característica de los marcadores es que suelen ir acompañados gráficamente


por comas, que suponen una pausa fónica. Además, pueden aparecer combinados,
aunque no con toda libertad. Es más, hay combinaciones absolutamente imposibles,
como y/o (leer artículo de “El dardo en la palabra” de F. Lázaro Carreter).

Ejemplo: Se me ha dicho que la vida es hermosa. Pero también se me ha dicho


que la vida duele.

En este ejemplo se puede suprimir el primer marcador y “también” seguirá


cumpliendo su función de suma. De ahí deducimos que ambos cumplen una función por
separado, su función propia.

Formalmente pueden ser simples o complejos. Los primeros son aquellas


unidades únicas (y, pero, además...), y los segundos están constituidos por acumulación
de partículas, a modo de locuciones (sin embargo, por consiguiente, por un lado, en
resumen...). También podemos clasificarlas por su uso, según se empleen en el registro
formal escrito o coloquial. Nosotros estudiaremos los marcadores pertenecientes a la
lengua escrita.
Para saber qué función textual cumple el marcador, solo tenemos que
conmutarlo con otro de su mismo paradigma.

Ejemplo: Estaba lloviendo y no fuimos al cine (y = por eso  consecuencia)

38
Combinación de y/o

Hemos dicho que hay marcadores que se pueden combinar, pero no todas las
combinaciones son posibles. Este es el caso del fenómeno y/o. Esta combinación
procede del lenguaje de la lógica para señalar lo que se llama disyunción inclusiva. Su
uso está muy extendido y es aceptado en inglés, pero no en español.
Gramaticalmente es una coordinación de coordinadores. El valor semántico de
"y" es combinatorio y el de "o" alternativo o disyuntivo. Aparentemente se excluyen, sin
embargo, no siempre "o" presenta” una alternativa entre términos que se desplazan
mutuamente, hay casos en el que el hablante puede optar indistintamente por uno o por
otro:

A) En estos casos las dos conjunciones significan lo mismo y puede ser palabras
polisémicas.

“Aquí o en mi casa, estoy a su disposición”


“Aquí y en mi casa, estoy a su disposición”
En este caso tienen el mimo significado (Y: O)

B) Valor de disyunción inclusiva que es atribuible al valor que el hablante le


otorga a la combinación "y/o"
“Quizás venga a vernos mi hermano o mi primo”
En efecto, no se elimina la posibilidad de que vengan ambos

C) Valor en el que “o” es solo metalingüísticamente disyuntivo, porque en


realidad conecta términos equivalentes. Disyunción apositiva
“El hueso que hay entre la cadera y la rodilla, o fémur"
En este ejemplo la “o” indica igualdad.
Solución para sustituir la forma “y/o”:
“Considerando este asunto desde el punto individual o social o desde ambos…”

RESUMEN DE LAS POSIBILIDADES DE LAS QUE GOZA UN


MARCADOR

1- MOVILIDAD

“Javier y Nuria son hermanos. Él es muy inquieto y nervioso. En cambio, ella (*) es (*)
muy reposado y tranquila”

Como vemos en el ejemplo, este marcador adversativo (equivale a pero) tiene en


esta frase tres posibles colocaciones.

39
2- COMBINACIÓN

Pero también…

3- SIMPLES O COMPLEJOS

En cambio: es un solo marcador pero complejo

4- REGISTRO

Aunque hoy en día se utilizan todos independientemente del registro, existen


modelos que distinguen entre marcadores conversacionales y marcadores propios de la
escritura.

“en efecto, por supuesto, de hecho…”  algunos modelos los consideran


propios de la conversación.

6- MARCADORES PLURIFUNCIONALES

Un mismo marcador puede cumplir varias funciones según el co-texto.

“pues” causalconsecutivocontinuativo

Para obtener exactamente de que función se trata habrá que conmutarlo por otro del
mismo paradigma.

La FUNCIÓN TEXTUAL es la instrucción o información que aporta el


marcador al discurso para que el lector siga la disposición lógica del texto. Algunos
añaden, otros aclaran, otros contraponen, otros enumeran, etc. Para ver la clasificación
de los marcadores textuales según la función textual, veamos la lista de Velarde o la de
Martín Zorraquino y Portolés Lázaro, ambas ofrecidas en clase (cuadernillo páginas 22
y 23). El listado de Velarde atiende a la información que aportan los marcadores, es
decir, a la pragmática y semántica, pero no a la sintaxis. Por el contrario, la lista de
Zorraquino y Portolés atiende al papel que cumplen los marcadores en la comunicación.
Muchos marcadores aparecen en más de una lista. Son los marcadores
plurifuncionales. En estos casos tampoco hay ambigüedad porque es el contexto el que
define la función textual del marcador.

Ejemplo: Pues  causa, consecuencia, continuidad, conclusión...

El concepto de función textual va más allá de la coordinación o subordinación.


En esta nueva clasificación sí encuentran cabida marcadores como “en efecto” o “en
pocas palabras”, que incorporan nuevos valores que no encajaban en la clasificación de
coordinantes o subordinantes.

40
PRINCIPALES FUNCIONES TEXTUALES

1- aclaración y explicación:
Es decir, o sea, esto es, a saber, a lo que es lo mismo, en otras palabras, en otros
términos, mejor dicho, quiero decir, dicho de otro modo (manera), etc.

2- Adición e intensificación:
Y, además, asimismo, más aún, es más, todavía más, incluso, aparte, encima,
también, ni, ni siquiera, etc.
3- Atenuación y restricción:
En cierta medida, en cierto modo, si acaso, en todo caso, hasta cierto punto,
claro está que, al menos, salvo que, etc.
4-Causalidad:
Pues, puesto que, porque, ya que, etc
5-Cierre discursivo:
En fin, por fin, finalmente, por último, en último lugar, en conclusión, etc.
6-Concesividad (contraargumentativo)
Aunque, a pesar de, pese a, a pesar de todo, con todo, en cualquier caso, en todo
caso, de todos modos, etc.
7- Condición
Siempre que, a condición que, con tal (de) que, etc.
8-Consecuencia, inferencia y conclusión
Pues, luego, entonces, de ahí que, así, así que, por consiguiente, en definitiva, en
conclusión, etc.

8- Continuidad, ordenación y enumeración:


Pues bien, primero, segundo…, en primer lugar, por una parte, por otra parte,
luego, después, etc.

“Por otra parte”: si aparece sin estar precedido de su correlato la función sería de
sumaBifuncional.

“Pues”: Forma parte de este grupo siempre y cuando sea como respuesta a una
pregunta:
“¿Qué tal el viaje? Pues al final no fui.”
“Pues bien”: también se utiliza después de una secuencia enunciativa, pero no
necesariamente tiene que ser un pregunta:
Por ejemplo: se enuncia algo y a continuación se dice: “Pues bien,…”  y se
sigue sumando la información.

“Después”: marcador que indica tiempo por lo general, pero cuando indican el
orden en el que va apareciendo los acontecimientos pierden el carácter temporal.

“Antes dijimos que…”: aunque se mantenga un matiz temporal, la función


principal es de ordenación.

10- Contraste u oposición


Sin embargo, ahora bien, por lo contrario, al contrario, pero, no obstante, etc.
“Ahora”: es como un “pero””…ahora, hubo un problema”

41
11-Digresión
Por cierto, a propósito, a todo esto, a todas estas, etc.

Consiste en el efecto que se `produce cunado en un discurso e interrumpe el hilo


para añadir cosas que no tienen un vínculo mus estrecho con lo dicho. Es una
pausa que indica un añadido.
Estamos hablado y nos acordamos de algo, entonces paramos y decimos: “..., por
cierto,..."

12- Ejemplificación
Por ejemplo, si (por ejemplo), pongo por caso, verbigracia, tal como, etc.
Ilustra lo dicho con un caso que aclara lo anterior
“Verbigracia”: equivale a un “por ejemplo”, pero es mucho más culto, este
marcador goza de una gran movilidad y se utiliza solo en la escritura.
13- Evidencia, constatación o confirmación
En efecto, efectivamente, sin duda, evidentemente, por supuesto, desde luego,
etc.
Lo dicho se confirma con otras palabras, es prácticamente decir lo mismo de
nuevo.
“es verdad que…”: En efecto, es cierto.
14- Precaución
Por si acaso, no sea cosa que, no sea que, no vaya a ser que, etc.
15- Precisión o matización
Precisa algo ya dicho antes.
En realidad, en rigor, en puridad, en el fondo, precisamente, en concreto, etc.
16- Recapitulación o resumen
Al fin y al cabo, en conclusión, en resumen, en resumidas cuentas, total, en dos
palabras
17-Tematización o topicalización
Retoman algo dicho con anterioridad para volver a presentarlo
En cuanto a, al respecto, en este sentido, etc.

5.2 CONEXIÓN IMPLÍCITA

Es la que se manifiesta mediante la ausencia de marcadores, la que se infiere de


la pragmática y semántica de las partes conectadas. Es una conexión asindética, tácita,
subyacente, la llamada por la gramática tradicional yuxtaposición, y que abunda entre
los enunciados y párrafos de los textos españoles. Se infiere de la semántica y de la
pragmática.
Esto se debe a que la conexión implícita guarda estrecha relación con la
concisión del estilo, es decir, constituye una opción estilística que redunda en beneficio
de la fluidez del texto.
Ejemplo: Jesús suspendió. Estudió mucho. ( Se infiere un matiz
contraargumentativo: aunque, pero).

Ejemplo: No puedo dormir; los vecinos me molestan ( el lector sabe que la


segunda proposición indica la causa de la primera: porque)

42
Esto se debe a que la conexión implícita guarda estrecha relación con la
concisión del estilo, es decir, constituye una opción estilística que redunda en benefico
de la fluidez del texto.
En cambio, si todas las partes estuvieran conectadas con marcadores se
obtendría un texto con un ritmo apelmazado.
En español no es corriente explicitar todos los marcadores. Y, en este punto, es
donde entra en juego el principio de cooperación de Grice: yo no te explicito la
información para que tú interactúes con el texto y la repongas (con tu cálculo
inferencial).
Pero si el escritor ve que, si omite un marcador, se puede malentender o entender
de muchas maneras (ambigüedad) una parte de su texto, es imprescindible que lo
explicite. Ya no hay lugar al estilo, sino que se trata de nociones lingüísticas.
Las razones de la conexión implícita son de índole estilística.
La omisión de los conectores tiene su máxima expresión en el asíndeton.
Para que se produzca un asíndeton no debe de aparecer ni una sola vez una
conjunción y, además, debe de haber una gradación.
En relación directa con el asíndeton figura la gradación o intensidad significativa,
que puede ser ascendente (clímax) o descendente (anticlímax).
Ejemplo: Acude, corre, vuela,  gradación con clímax
Traspasa la alta sierra, ocupa el llano.

Se vuelva, más tú y ello juntamente,  gradación con anticlímax


En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Por otro lado, en posición al asíndeton figura el polisíndeton, o coordinación de


varios elementos mediante abundantes y reiteradas conjunciones, para producir el efecto
contrario, es decir, la pausa, la lentitud, etc.
Practica, analiza la conexión explícita e implícita extraoracional. Página 44 de
apéndice.

7. LA ORDENACIÓN DE LAS PARTES

La ordenación de los elementos de un texto puede considerarse como un


mecanismo más de cohesión, que, además, afecta también a la coherencia discursiva.
Con ordenación de las partes nos referimos a cómo se distribuyen las palabras dentro de
los enunciados y cómo se ordenan los párrafos dentro del texto. La disposición de las
partes es muy importante en la lengua. Aunque en algunas lenguas el orden de los
elementos oracionales es inamovible, véase el alemán, en español gozamos de una
libertad constructiva que muy pocas lenguas alcanzan, y, precisamente por esto,
tenemos que tener en cuenta que, simplemente por cambiar de orden un sintagma,
podemos crear anfibologías o errores de sentido.

Ejemplo:

1-“Sacó los muebles de la casa”


OD CN
2-“De la casa sacó los muebles”
CC OD
3-“Sacó de la casa los muebles”
CC OD
4-*“De la casa los muebles sacó”   no es propia del español

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1- El sintagma “de la casa” no es el lugar de donde sacó los muebles, los
ha podido sacar de cualquier orto sitio.
2- El sintagma “de la casa” es el lugar de donde se sacan los muebles
3- Se distingue el lugar de donde se sacan los muebles al adelantar el
sintagma, esto produce un efecto estilístico. No solo se nombre el
lugar, sino que también, se pone de relieve. Lo normal sería que la
frase siguiera del siguiente modo: "... y del jardín las sillas, la ropa la
sacó del otro cuarto (...)"
4- Esta oración no es propia del español.

En efecto, las palabras que componen un enunciado o un texto no se suceden siempre al


azar de la iniciativa individual de los hablantes, sino que el sistema sincrónico impone a
todos unas restricciones que deben observarse. De no ser así cada cual ordenaría a su
manera y esto podría bloquear la comprensión.

La gramática tradicional no estudiaba detenidamente la ordenación de las partes,


sino que se limitaba a decir que el orden de las palabras podía obedecer a dos patrones:
orden recto o estructura lineal (suj + pred), y orden envolvente (orden recto alterado).
Asimismo, se decía que cuando se alteraba la estructura lineal de la oración se debía a
que el emisor quería poner de relieve la parte adelantada, y, por tanto, le daba matices
estilísticos. Pero tal consideración no es en absoluto válida para todos los casos de
colocación, puesto que esta desempeña muchas veces una función crucial no solo en la
interpretación simultánea de los enunciados, sino también en su estructuración sintáctica.

Ejemplo: De la plaza del Obelisco saldrá una manifestación.


CC SUJ

En este caso, la intención del hablante no es poner de relieve que es de la plaza


del obelisco de donde va a salir la manifestación, sino que quiere poner delante la
información que estima conocida por el oyente y al final la desconocida.

No siempre que el orden de la oración es envolvente se debe a una elección del


hablante, sino que la norma ya impone algunas premisas que son infranqueables. El
traductor tiene que tener muy en cuenta estas limitaciones.
Como decíamos, la colocación con que enunciamos los elementos es el resultado,
unas veces, de la tradición heredada o de la imposición de la norma; pero con frecuencia
la construcción está motivada por determinadas vivencias que el hablante procura
diferenciar de las más comunes o habituales, es decir, el hablante elige libremente y
ordena no solo por razones estilísticas sino también con otros fines específicos.
Por lo tanto, podemos establecer dos grandes grupos de factores o razones que
han de tenerse en cuenta en la ordenación lingüística de las partes: los estilísticos y los
propiamente lingüísticos. Estos últimos, a su vez, se agrupan en dos tipos de aspectos:
los formativos y los informativos.

ASPECTOS QUE DEFINEN LA ORDENACIÓN DE LAS PARTES

ESTILÍSTICOS: HIPERBATÓN Y EPÍTETO

LINGÜÍSTICOS: ASPECTOS FORMATIVO Y ASPECTOS INFROMATIVOS

44
ASPECTOS ESTILÍSTICOS

Como ya hemos dicho, existen casos en los que la ordenación se debe a razones
exclusivamente estilísticas, a un deseo de transmitir un efecto expresivo. Las cuestiones
estilísticas están al alcance del hablante. Incluso puede valerse de figuras retóricas que
se sustentan en la alteración del orden sintáctico para crear ritmos musicales en la poesía
o para producir rareza en el lector.
Estos recursos están muy ligados a diversos movimientos espirituales, poéticos,
que se han sucedido a lo largo de la historia literaria. En el barroco la poesía culterana
(ej. Luis de Góngora) era muy dada a retorcer la sintaxis, porque manifestaban que lo
retorcido era bello (como en las columnas barrocas).
Claros ejemplos de figuras retóricas que juegan con la alteración del orden recto
de los elementos son el hipérbaton y el epíteto.

El hipérbaton

EL hipérbaton es un recurso poético que persigue un fin estilístico, un fin


enrarecedor y embellecedor del enunciado. Consiste en una alteración sintáctica que el
poeta efectúa deliberadamente y que se usa sobre todo en la poesía.
Un claro ejemplo lo vemos en la fábula de Góngora “Polifemo y Galatea”
Polifemo es un cíclope caníbal de un solo ojo que se enamora locamente de
Galatea, diosa de la fecundidad de los ganados.
La poesía gongorina huye de la realidad y se centra en la mitología. Busca el
embellecimiento y el enrarecimiento de las formas.

De este, pues, formidable de la tierra


Bostezo el melancólico vacío,
a Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío
y redil espacioso donde encierra
cuanto las cumbres áspera cabrío
de los montes esconde: copia bella
que un silbo junta y un peñasco sella.

Ejercicio: prosificar la poesía --> darle el orden lineal

“El vacío melancólico de este bostezo formidable


de la tierra es, pues, a Polifemo
horror de aquella sierra; choza bárbara,
albergue umbrío y redil espacioso, donde encierra
cuanto cabrío esconde las cumbres ásperas
de los montes: copia bella
que un silbo junta y un peñasco sella.”

45
- Bostezo formidable de la tierra entrada de la cueva de donde sale aire
caliente como el de un bostezo.
- Choza bárbara lugar mal construido
- Cuanto cabrío esconde las cumbre son tantas cabras que no se ve la
montaña
- Copia abundancia

Otro fragmento de la octava de Góngora:

“Donde espumoso el mar sicilïano


el pie argenta de plata al Lilibeo
(bóveda o de las fraguas de Vulcano
o tumba de los huesos de Tifeo),
pálidas señas cenizoso un llano,
cuando no del sacrílego deseo,
del rudo oficio da. Allí una alta roca
moraza es a una gruta de su boca.”

• Prosificación: “Donde el mar siciliano, espumoso, argenta de plata el pie al


Lilibeo (bóveda de las fraguas de Vulcano o tumba de los huesos de Tifeo), un
llano da, cenizoso, pálidas señas del duro oficio, cuando no del sacrílego deseo.
Allí una alta roca es mordaza de su boca a una gruta.”

• Notas: En el extremo occidental de la isla de Sicilia hay un promontorio llamado


Lilibeo. Más hacia el este se alza el Etna. Hay varias leyendas mitológicas que
pretenden explicar la actividad volcánica del Etna. Según una de ellas, el volcán
era la chimenea de la fragua de Vulcano, situada bajo la isla. Vulcano forjaba en
su fragua los rayos que lanzaba Júpiter durante las tormentas. Según otra
leyenda, antes de que el hombre poblara la Tierra ésta era habitada por gigantes,
que trataron de escalar el monte Olimpo, la morada de los dioses, para
dominarlo también, pero fueron aniquilados. Uno de ellos, Tifeo, fue sepultado
vivo por una gran roca que le lanzó Júpiter, roca que se convirtió en la isla de
Sicilia y el Etna era el respiradero por donde el gigante exhalaba su aliento.

• Observaciones: La expresión A cuando no B equivale a A si no B, o más


simplemente a A o B. El llano, con sus cenizas, da muestras de la actividad del
Etna, es decir, señas del duro oficio (el oficio de herrero de Vulcano) o del
sacrílego deseo (que tuvieron Tifeo y los demás gigantes de invadir el Olimpo).

Pálidas puede entenderse como débiles (pálidas señas = débiles indicios) o bien
como lúgubres, pues en la literatura latina es habitual calificar a la muerte como
pálida. Así, pálidas señas = señales de muerte.

La expresión A es B a C significa A le sirve a C como B. Esto es habitual en


castellano cuando B es un adjetivo (La roca es útil a Juan), pero Góngora la
emplea habitualmente con sustantivos (La roca es mesa a Juan = le sirve como
mesa a Juan.) Así, los últimos versos significan que una roca hace de mordaza a
la boca de una gruta (es decir, la cierra).

46
Comentarios:
La narración comienza con una colorida descripción del escenario:

Donde, espumoso, el mar sicilïano


el pie argenta de plata al Lilibeo

El mar azul se vuelve plateado por la espuma de las olas que rompen al pie del Lilibeo.
Sintácticamente, los versos son llanos: no hay un hipérbaton forzado en el primero, ya
que no hay que entender "el espumoso mar siciliano", pues lo que dice es que el mar
siciliano argenta espumoso el pie al Lilibeo (espumoso = con su espuma). La frase no es
más retorcida que "donde, afanosos, los agricultores trabajan los campos", que a nadie
le chocaría lo más mínimo en poesía.

Etimológicamente, argentar es platear, por lo que argenta de plata puede parecer un


pleonasmo. No lo es, pues en la época de Góngora argentar se usaba con el sentido
general de dar brillo de oro o plata, especialmente a determinados calzados, lo que hace
necesaria la precisión "de plata" y hace todavía más oportuna la expresión "argenta de
plata el pie".

En Lilibeo los cartagineses instalaron su plaza más fuerte en Sicilia. Durante las
interminables luchas que mantuvieron contra los griegos por la supremacía en la isla,
Lilibeo nunca les fue arrebatada. Cualquier lector educado en la época de Góngora
había estudiado historia antigua, y los nombres de Sicilia y Lilibeo le resultaban muy
familiares y bastaban para evocarle muchas escenas que indirectamente le situaban en el
lugar de los hechos. Una técnica que Góngora usa con frecuencia es la de evocar hechos
conocidos con unas mínimas alusiones, lo que le permite condensar muchos matices en
pocas palabras. Por desgracia, los conocimientos que Góngora podía esperar en sus
coetáneos no son los mismos que cabe esperar en un lector moderno, lo que impide leer
su poesía seriamente sin aclaraciones como éstas. Hay que insistir en que esta dificultad
no es intencionada, sino fruto de las circunstancias.

A continuación nos encontramos con

(bóveda de las fraguas de Vulcano


o tumba de los huesos de Tifeo),

Nuevamente, los contemporáneos de Góngora con estudios básicos conocían sin duda
las historias de la mitología clásica a las que aluden estos versos. Casi todas las
alusiones mitológicas de Góngora pueden ser captadas fácilmente por un lector
familiarizado únicamente con las Metamorfosis de Ovidio, que en aquella época eran
tan conocidas como hoy puedan serlo Hamlet, o Romeo y Julieta. Estos versos indican
que (en el poema) la Mitología es real, que la Sicilia que han evocado los versos
anteriores no es la Sicilia histórica, sino la Sicilia mitológica, con sus dioses, ninfas,
faunos, monstruos, etc. Además, las dos referencias aluden al Etna, y los versos
siguientes refuerzan esta alusión:

47
pálidas señas, cenizoso, un llano,
- cuando no del sacrílego deseo -
del duro oficio da.

Ahora estamos en un lúgubre llano en las cercanías del Etna. Una vez más, no debemos
ver un hipérbaton en cenizoso un llano, pues, como en el primer verso, hay que entender
que el llano da, cenizoso, (= con las cenizas que lo cubren) señas pálidas del duro oficio.
Aquí tenemos un ejemplo de correlación: Góngora propone dos explicaciones
alternativas de la actividad del Etna y, en correlación con ellas, da dos interpretaciones
de por qué hay cenizas en el llano (son señas del duro oficio si pensamos que el Etna es
la chimenea de las fraguas de Vulcano, o señas de la historia de Tifeo, si creemos que
Sicilia es la tumba de Tifeo). Góngora siempre deja al lector la tarea de ir atando cabos,
como en este caso captar la correlación.

Sí tenemos un hipérbaton en el desplazamiento del verbo da hasta el final de la frase.


No dificulta en absoluto la comprensión, pero la frase termina bruscamente. No sería
descabellado decir que evoca un martillazo del herrero Vulcano. Más violento es que el
punto final no puede ser respetado, pues es necesario formar una sinalefa y leer en la
misma sílaba la vocal siguiente: da. Allí... Esto fuerza a una transición brusca que nos
saca rápidamente de las digresiones mitológicas para interesarnos en una cueva. Si esta
estrofa fuera una película, estaríamos ante un lento zoom: primero el mar, luego el
Lilibeo, luego el Etna, luego el llano, luego la cueva. Este zoom continúa en la estrofa
siguiente, que nos llevará hasta el interior de la cueva.

El epíteto

Este es un adjetivo calificativo que se antepone con el fin de poner de relieve


una cualidad inherente del sustantivo. Sobejano nos dice que puede hablarse de dos
tipos de epítetos: el propio, que indica una cualidad inherente del nombre; y el
accidental, que señala una cualidad accidental pero, que al anteponerse al nombre,
produce un efecto expresivo.

El epíteto es un medio ornamental que se logra anteponiendo el adjetivo al


nombre, se trata de un adjetivo inherente al sustantivo:

“blanca nieve” “negra noche”

Se quiere destacar esta cualidad que además es inherente


Si la cualidad es consustancial, también sería un epíteto aunque aparezca
pospuesto:
"hierba verde” “nieve blanca” también es epíteto aunque no se anteponga,
porque la cualidad es inherente al sustantivo.

“Hermosa mujer” al anteponer el adjetivo al nombre también se forma epíteto


aunque no sea cualidad inherente.

“El fuerte viento asolaba la alta hierba”


“proceloso mar” los dos forman epítetos accidentales

48
El efecto es adornar esa cualidad sin ánimo de distinguirlo de otro, es el adjetivo
explicativo. Es un adjetivo ornamental que no conlleva diferenciación alguna de ese
nombre. Sin embargo, el especificativo si tiene finalidad lingüística de carácter
semántico, distingue ese sustantivo de otros: "Alcánzame la carpeta azul"
“Pueblos mediterráneos”

El adjetivo explicativo puede ir también entre comas detrás de un nombre. El


adjetivo especificativo no pertenece al ámbito de la estilística, sino más bien, al de la
sintaxis.

“Cual queda el blanco cisne (1) cuando pierde  orden que favorece la rima
la dulce vida (2) entre la hierba verde (3)”

1. epíteto propio
2. se puede considerar epíteto propio por tratarse de la vida del cisne
3. sigue siendo epíteto, ya que es una cualidad inherente al sustantivo pero se
pospone en beneficio de la rima

“Tristes recuerdos del placer perdido” epíteto accidental, se adelanta para dar un
valor estilístico.

Los hay asimismo que forman pleonasmos (términos innecesarios, redundantes),


que son los casos de epítetos gastados, como dulce miel, altas torres, etc.
Estos epítetos gastados no poseen carga expresiva alguna ni, por consiguiente,
enriquecen la lengua. Son tópicos que no aportan riqueza léxica al discurso, están
excesivamente usados.
Pero,a pesar de todo esto, dependerá de cómo se usen, porque en el "cante
jondo" de García Lorca, se utiliza el epíteto "altas torres" para establecer la diferencia
entre Sevilla y Granada, y adquiere un gran valor expresivo.

“Guadalquivir,
Altas torres y viento en los naranjales
Darro y Genil,
torrecillas muertas sobre estanques”

ASPECTOS LINGÚÍSTICOS

2 RAZONES:

1- ASPECTOS FORMATIVOS
2- ASPECTOS INFROMATIVOS

49
6.2 ASPECTOS FORMATIVOS

Entramos en el ámbito puramente lingüístico. Los aspectos formativos son los


que obligan a ordenar de una manera determinada, sin posibilidad de alterar ese orden.
Son principios estructuradores fijos que afectan a la sintaxis y a la semántica, y que son
propios de cada lengua. Son varias las razones por las que el hablante esta obligado a
seguir estos patrones:

1. El uso normativo

La norma impone un uso que el hablante no puede permitirse alterar. Hay


razones lingüísticas que obligan a colocar las piezas de manera determinada. Por
ejemplo, si bien el adjetivo explicativo se puede colocar delante por razones estilísticas,
el especificativo debe siempre posponerse al nombre.
Normas como las siguientes:
- Artículo antes del nombre.“La casa”
- Conjunciones en medio de los elementos conectados, este es el motivo por el
que un CN siempre tiene un orden fijo, no se puede alterar:
- *” De madera la casa”  “la casa de madera”
- Los pronombres objetos que también tiene un orden específico, como por
ejemplo, los pronombres proclíticos que se usan con el gerundio, infinitivo y
participio.
- “Tráeme el periódico” “Tiendo a olvidarlo”  enclíticos
- *” díjole”  “le dijo”
- Adjetivos que van en un aposición obligada con respecto a sus significados,
como es el caso de, grande, pobre o nuevo

Pobre hombre / hombre pobre

Gran hombre / hombre grande

Casa nueva / nueva casa


- Adjetivo especificativo que va siempre detrás del nombre. Se coloca de
acuerdo al uso formativo y por lo tanto ésta colocación es fija.

“Piel morena” “Árbol frondoso” “Animal mamífero”


Se distingue ese sustantivo de otros, ese animal de otros.

2. La tradición idiomática

La costumbre lingüística, la convención, las normas sociolingüísticas, exigen


una ordenación determinada. Este es el caso del nombre + adjetivo o adjetivo +
sustantivo que han adquirido una posición fija inalterable.
Por ejemplo: fuego fatuo, libre albedrío, alta mar, idea fija, etc. Son
construcciones ya lexicalizadas. Este es el caso también de los refranes y frases hechas
o lo que Coserio llama discursos repetidos, como entre la espada y la pared, poner la
mano en el fuego, etc. Y lo mismo ocurre con las fórmulas de cortesía como Señor
Presidente o Señoras y Señores Diputados.

50
“las reacciones suyas son fuego fatuo”  reacciones momentáneas
Discurso repetido:
“Entre la espada y la pared” “Atado de pies y manos” “A las duras y a las
maduras” etc.

3. El valor diferencial

El orden de los componentes de un enunciado debe atender a la semántica, de


manera que no confundamos un sujeto con un OD o un CN con un CC. Es decir, cuando
tenemos una pieza de la oración en un lugar, esta adquiere un significado sintáctico que
puede variar si lo cambiamos de posición. Estas palabras desempeñan una función
sintáctica y cuando se cambian el significado también lo hace.

“El director está verdaderamente nervioso” adverbio


El adverbio cambia al adjetivo hasta el punto de que lo cambia de grado, “está
muy nervioso”
“Verdaderamente, el director está nervioso” marcador de función textual

“Probablemente mis amigos me visitarán a las 5” modifica a todo el


enunciado

“Mis amigos me visitarán probablemente a las 5”se da por echo que vendrá
seguro, lo que no se sabe es la hora.

4. La cacofonía.

Ocasionalmente se produce cacofonía, para lo cual se recomienda buscar otro


orden u otra manera de expresar las mismas ideas. La cacofonía es la disonancia que
resulta de la inarmónica combinación de elementos acústicos, resultado a su vez del
encuentro de palabras con sonidos iguales o parecidos.
*“El niño cunado cuenta ya pasa de cuarenta”
“El niño al contar ya pasa de cuarenta”
*”Vemos unos casos corrientes en la relación siguiente”
“En la siguiente relación vemos casos corriente”
A veces se soluciona con un cambio de orden

5. La extensión o la longitud del período sintáctico.


Cuando tenemos un enunciado extenso, podemos tener problemas de
comprensión porque no sabemos a qué grupo pertenece un elemento de la oración. Para
ello, redistribuimos el enunciado dejando clara su pertenencia al conjunto o su relación
concreta con otras partes, de manera que no haya malos entendidos.

Ejemplo: “En España las mujeres hemos estado luchando durante décadas para
conseguir tener los mismos derechos que los hombres y ser consideradas como iguales.”

“Las mujeres hemos estado luchando durante décadas para conseguir tener los
mismos derechos que los hombres y ser consideradas como iguales en España.”

51
La rozón por la que se adelanta el CC de lugar es lingüística, al adelantarse deja
clara su pertenecía a toda la frase.
“A medida que se abre el día otros pájaros se incorporando al concierto de los
árboles. Y al mismo tiempo, en el transistor (…)”

Todo lo que le sigue, sucede a medida que se abre el día, si lo colocáramos al


final, que es el sitio que le correspondería según el orden recto, solo afectaría a la última
parte del enunciado.

5. La ambigüedad o anfibología.

Los casos de ambigüedad son la excusa perfecta para alterar el orden de alguna
parte del texto. Pero a veces no se resuelven todos los problemas de ambigüedad
simplemente variando el orden y hay que recurrir a otros mecanismos.
*“Me gusta ir por el mundo libre”
“Me gusta ir por el mundo con libertad”
“Me gusta ir libre por el mundo”

* “Vieron los cometas cuando descendían”


“Cuando descendían vieron los cometas”
*“Vendo bicicleta para señora en buen estado”
Estos aspectos formativos son intrínsecos de cada lengua y, por tanto, son
factores distintivos. Esta es la razón por la que es preciso cuidar mucho la ordenación de
los elementos en la actividad de la traducción.
Hay que añadir que muchas veces el orden no afecta al mensaje desde un punto
de vista semántico, pues el contenido de una frase puede ser el mismo si se invirtieran
sus términos. A pesar de todo, como advierte Shogt, las dos frases resultantes no son
siempre intercambiables, y no lo son porque en cada una de ellas se produce, en relación
con la otra, un desplazamiento del centro de atención. En ambos casos, el contenido de
la designación es el mismo, pero el modo de designación es diferente.
Ejemplo: Nueva York está a 500 millas de Toronto.
Toronto está a 500 millas de Nueva York.
Se produce un desplazamiento del centro de atención que no sería válido en un texto sobre Nueva York, ya
que se le atribuye más importancia a Toronto por estar al principio.

6.3 ASPECTOS INFORMATIVOS

La informatividad, término acuñado por Dressler y De Beaugrande, es el


principio de la textualidad que regula el grado de expectativa o de novedad que presenta
un mensaje. Pues bien, este principio también influye en gran parte en el orden de las
partes, y da razón de ser a los aspectos informativos.
La carga informativa o el grado de aportación de la información hacen que los
distintos componentes puedan ir colocados de una manera u otra; de esta forma, los
enunciados, además de articularse sintácticamente en sujeto y predicado, se articulan
asimismo de acuerdo con esa carga informativa, en tema y rema.
En muchas lenguas esto siempre ha sido así y por ello los enunciados no solo se
articulan sintácticamente en sujeto y predicado, sino que también se articulan de
acuerdo con la carga informativa de las partes en tema y rema.

52
No obstante, hay que tener siempre muy en cuenta que los aspectos que
prevalecen siempre son los formativos, pero una vez que estos no lo impiden, podremos
modificar el texto según nociones informativas.
Los conceptos tema / rema reciben también los nombres de tópico y comentario
o foco respectivamente. Hacen referencia fundamentalmente a la perspectiva
comunicativa del hablante, es decir, lo que previamente supone que el oyente sabe y
desconoce.
El tema puede definirse como aquello que contiene lo ya conocido o presupuesto
y que, en consecuencia, posee la menor información en un contexto dado o en una
situación de enunciación determinada. El rema, por el contrario, es lo que aporta el
contenido fundamental del mensaje en un contexto dado o en una situación determinada,
lo nuevo, lo que se comunica acerca del tema. Así que sacamos como conclusión que
muchas veces los textos no siguen el orden lineal porque la carga informativa de los
elementos requiere esa colocación, siempre que los aspectos formativos lo permitan.
“En el parque de Santa Catalina ya no hay inmigrantes.”
El hablante se imagina que el oyente ya conoce la información que encabeza el enunciado
(en el parque de Santa Catalina). Introduce el enunciado con una parte conocida, que es la menos
informativa.

“De la plaza del Obelisco parten muchas manifestaciones"


No hay razones formativas que explique el adelantamiento de este CC. La única
razón es informativa, se adelante lo que se cree conocido por el receptor.

TEMA: Es lo conocido por el hablante y el receptor, tiene craga


expresivaTópico
REMA: Es lo desconocido, lo que tiene un mayor peso informativo Foco o
cometario.

Detrás de la distinción entre tema y rema hay un principio fundamental,


denominado por Bolinger principio de modificación lineal. Viene a definirse como la
ordenación mediante la cual todo elemento de un enunciado está mediatizado por el que
le antecede inmediatamente, es decir, el elemento posterior restringe informativamente
al elemento anterior.

Ejemplo: Ayer fue el último día de vacaciones

“Último día” restringe lo que se podría decir de ayer; restringe al elemente que le
precede.

“Los hijos son para toda la vida” Concepto amplio


“Los hijos de parejas desavenidas sufren trauma” Se restringue el concepto de
la palabra “hijos”.

Este principio guarda relación, a su vez, con el proceso de progresión


informativa, en otras palabras, el proceso por el que todo texto debe avanzar en la
información o debe añadir información nueva a medida que se va desarrollando. Es más,
este principio regula que todo aquello que va apareciendo en un texto se justifica por lo
aparecido anteriormente o por lo que aparecerá con posterioridad. Hay veces en que

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leemos un texto y no lo entendemos hasta que en un punto avanzado se aclara la
información, ya que esta va progresando hacia datos nuevos.
El hecho de que en español parezca frecuente la anteposición del tema, no
significa que lo primero en aparecer sea siempre el tema. Se considera tema lo que, o
bien ya ha sido presentado con anterioridad, o bien, si se trata de un elemento que no
aparece explícitamente, lo que el hablante presupone perfectamente conocido por el
oyente por su conocimiento del mundo, por ejemplo.

Como sabemos que no tiene porqué coincidir el sujeto y el tema, vamos a


explicar las divergencias que existen entre la articulación sintáctica sujeto-predicado y
la articulación informativa tema-rema:
a) El tema puede plasmarse en cualquier elemento o conjunto de
elementos del enunciado. En principio, existe la tendencia
generalizada de situar el tema al comienzo del enunciado, así que suele
coincidir con el sujeto si se sigue el orden lineal, que es el más usual.
Incluso podemos decir que la sintaxis se subordina en muchas
ocasiones a la carga informativa.

"En la plaza Sta. Ana hay muchas palomas" tema es CC porque se adelante.
“La tele no la veo mucho” CD adelantado
“A Juan no le digas lo sucedido” CI tematizado
“De Pedro es mejor no hablar” Suplemento

b) Muchas veces el tema es una simple proforma o sustituto léxico.

Ejemplo: Mi tío tiene 80 años. Lo conserva el vino.


Tema/Suj Tema/OD

c) A veces todo lo presentado es rema porque el enunciado es una expresión de


lo inesperado por el oyente o porque el tema está implícito.
Ejemplo: Está lloviendo.
Aquí y ahora. No hace falta explicitarlo porque estos complementos coinciden con la situación
comunicativa, que es conocida por ambos.
-“¿Qué paso?
- “Que zarpó el Queen Mary II”
El enunciado se construye en base a una ideas única y carece, por tanto, de la
articulación tema/rema. Ocurre con frecuencia en la oraciones impersonales, en donde
todo lo que se anuncia es novedoso.

La operación lingüística que consiste en convertir un elemento del enunciado en


tema marcándolo inequívocamente como tal, es la tematización o topicalización, que
puede ser lingüística o pragmática. La operación inversa es la rematización o
focalización, que consiste en señalar un elemento como foco o rema. Pero la
tematización no solo se señala ordenando los elementos de un modo, sino que existen
otros procedimientos. En principio, cuando un elemento se presentan una vez en el texto,
se tematiza. Pero, además, tenemos los procedimientos de sustitución o recurrencia, de
elipsis, de alusión a los dicho, e incluso los marcadores de función textual llamados
precisamente marcadores de tematización (con respecto a, en lo que concierne a, en
cuanto a, etc).

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Existen dos tipos de tematización: a) tematización por contacto, que se produce
cuando el componente tematizado está inmediatamente antes o muy próximo al que
sigue; b) tematización a distancia, que se produce cuando el tema o componente
tematizado se encuentrea alejado del otro elemento que también está sirviendo de tema.

Un fenómeno derivado del anterior es la progresión temática, que consiste en lo


siguiente: la estructura superficial de un texto se presenta como una articulación
sucesiva de temas y remas concatenados de forma diversa que van configurando el
armazón del texto. Son cinco los tipos fundamentales de progresión temática, según
Danes:
a) Progresión lineal simple. El rema de una proposición se convierte en tema de
la siguiente. Se va concatenando.
Ejemplo: Tengo un perro. Le puse un nombre muy bonito. Lo elegí entre varios.

b) Progresión con continuidad del tema. A un mismo tema se van asignando


sucesivos y nuevos remas.
Ejemplo: Mi perro se llama Rex. Ø Es un podenco. Ningún perro lo supera en
inteligencia.

c) Progresión con despliegue del tema. El rema se reinterpreta como compuesto


de dos o más elementos, y cada uno de ellos se va utilizando sucesivamente como
nuevo tema. Se va dividiendo el grupo, formando subgrupos de los que se va a añadir
un rema.

Ejemplo: En el salón había un buen número de personas. Unas bailaban; otras


miraban. Las más jóvenes se mostraban preocupadas.

d) Progresión por el contexto situacional. Se toma un tema directamente del


contexto, es decir, el elemento tematizado no es un rema anterior.
Ejemplo: En este pueblo abundan las perdices.

e) Progresión con derivación del tema. Puede darse progresión temática con
temas derivados o relacionados semántica o pragmáticamente. Este tipo guarda relación
directa con la formación de cadenas nominales dentro de un texto.
Ejemplo: Los libros suben de precio al llegar a los puntos de venta. Los libreros
estiman que el porcentaje aplicado es una necesidad.

La tematización guarda una estrecha relación con la macroestructura global


porque, cuando extraemos de un texto la idea principal, la elaboramos mediante los
elementos tematizados. No todos los textos se presentan con un único tópico; hay
algunos que abordan información relativa a temas diferentes. Estos textos se llaman
híbridos o misceláneos.

6.4 LA ORGANIZACIÓN Y COLOCACIÓN DE LOS PÁRRAFOS EN EL


TEXTO.
A veces, a la hora de crear un texto, cometemos saltos de sentido, produciendo
un párrafo que no sigue ningún orden con respecto a la idea anterior. Una de las
soluciones para evitar este tan frecuente error es planificar previamente nuestro texto en
macroestructuras parciales, de manera que en cada párrafo haya un idea principal. Un

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texto no debe tener saltos de continuidad de sentido, por eso, es muy importante que nos
esforcemos en cohesionar y conectar de manera adecuada sus partes.
El párrafo es una unidad estructural; la unidad jerarquizante por antonomasia.
Existen por necesidad. Para ayudar al lector en su proceso de lectura, por un lado,
proporcionándole una pausa y, por otro, organizando el discurso. Tanto es así que
cuando observamos que un texto no tiene divisiones de ningún tipo, nos resistimos a la
lectura.
El concepto de párrafo no está muy definido. De la teoría anglosajona se infiere
que es una unidad gráfica que contiene una idea separada por un punto y aparte. Otras
gramáticas defienden la idea de párrafo por su contenido, sin tener nada que ver que
haya o no punto y aparte. Otro punto de vista atiende a la unidad temática, no
necesariamente entre dos puntos y aparte. En las monografías podemos encontrarnos
con estos símbolos: § y //. Nos indican acudir al número de párrafo que se especifica.
La disposición de párrafos depende de la actitud del escritor pero nunca de
manera arbitraria, ya que deben seguir un orden restringido. Hay párrafos conectados
expresamente, que están atados, impidiendo su descolocación. El hilo del discurso no
puede romperse en ningún momento. Cuando se escribe según el flujo del pensamiento,
el texto resulta caótico. Es imprescindible saber qué se va a decir antes de comenzar el
texto.
Los párrafos o parágrafos se conectan mediante distintos modos:
a) Por medio de la conexión en sentido estricto, es decir, mediante conectores o
marcadores de función textual que nos permiten deducir si un párrafo es consecuencia
del anterior, o causa, o precisión, etc.
b) Por medio de recurrencias, sustituciones y relaciones léxicas. En este sentido,
es muy frecuente la presencia de elementos deícticos de un párrafo que remiten a
párrafos anteriores.
c) Por medio de elipsis, es decir, partes que, una vez presentadas en un
determinado párrafo, se omiten en el siguiente.
d) por medio de recursos semánticos y pragmáticos, pues el contenido de un
párrafo debe guardar estrecha relación con el sentido del que le precede y del que le
sigue para dar cuenta de la continuidad.

Estas razones explican, a su vez, que los párrafos guarden un orden. Asimismo,
nos llevan al concepto de restricción, porque el orden en que se presentan los párrafos
está sometido a unas condiciones que les impiden situarse en otro lugar.
Muy unido al concepto de restricción figura el de transición, un período
sintáctico o un enunciado del final de un párrafo que antepone o anuncia la idea que se
va a desarrollar en el párrafo siguiente. Por esto decimos que también la transición
restringe el orden de los párrafos. Es una manera de impedir roturas de sentido y,
consecuentemente, de facilitar la labor del lector.

6. EL SISTEMA PUNTUARIO

La puntuación no es solo un mecanismo de coherencia en cuanto que jerarquiza


las ideas, sino que también incide en el sentido del texto. Constituyen un mecanismo
importante de cohesión textual toda vez que se proyectan en forma de señales en la
superficie del texto.
Hay tres razones fundamentales que justifica el uso de los signos de puntuación:

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a) Razones lingüísticas. Poseen una función demarcativa porque establecen los
límites de las unidades lingüísticas, las individualizan y jerarquizan. De este
procedimiento se sirven especialmente los signos fonográficos (los que todos
conocemos como signos de puntuación comunes; la coma, el punto...), pero también los
ideográficos (los que destacan o subrayan una idea; las comillas, la cursiva, el
subrayado...), que no implican pausa fónica, pero sí ponen de relieve algún segmento
discursivo. Aparecen allí donde la delimitación facilita la correcta interpretación de la
información.
La demarcación que estos signos establecen se produce en todos los niveles
lingüísticos del texto: fónico, morfosintáctico y semántico; y en todos ellos puede tener
carácter distintivo.
Ejemplo: Cuando llega Luis se pone contento.
Cuando llega, Luis se pone contento.
Cuando llega Luis, se pone contento.

El tonema es la inflexión tonal de una frase enunciativa a partir de la última


sílaba. La coma, en el caso del ejemplo, determina el tonema de la oración, que puede
ser ascendente, descendente o en suspensión.

b)Razones pragmáticas y estilísticas.


En ocasiones el signo se utiliza como un simple refuerzo, resultado de una
intencionalidad específica, o tiene una finalidad estilística. Este es el caso en el que no
existe una razón lingüística que obligue a su aparición aunque sí un efecto expresivo
determinado, que no se lograría si el signo no apareciera.

Todo signo obedece, pues, a un criterio: lingüístico, pragmático o estilístico.


Pero, en lo que respecta concretamente a la coma, se da con frecuencia el caso que
obedece a más de una razón: es la coma bifuncional, llamada así porque cumple
simultáneamente dos funciones y que ocasiona sincretismos fónicos.
Ejemplo: En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no
ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín
flaco y galgo corredor.
NORMAS DE PUNTUACIÓN

Este texto fue tomado del "Esbozo..." de la Real Academia


Española, que es poseedora los derechos de autor

a) Hay necesidad de signos de puntuación en la escritura, porque sin ellos podría resultar
dudoso y oscuro el significado de las cláusulas. Los que se usan en castellano son estos:
coma (,), punto y coma (;), dos puntos (:), punto final (.), puntos suspensivos (...), principio
de interrogación (¿), fin de interrogación (?), principio de admiración (¡), fin de admiración
(!), paréntesis ( ), diéresis o crema ( ¨ ), comillas (« »; "), guión (-), raya (—), dos rayas (=
). La coma, los puntos y paréntesis indican las pausas más o menos cortas que en la lectura
sirven para dar a conocer el sentido de las frases; la interrogación y la admiración denotan lo
que expresan sus nombres, y la segunda, además, queja, énfasis o encarecimiento; la
diéresis sirve en unos casos para indicar que la u tiene sonido (§ 1.8.1A, 2.°) y en otros se
puede emplear para deshacer un diptongo; las comillas señalan las citas, o dan significado
especial a las palabras que compreenden; el guión es signo de palabra incompleta; la raya lo
es de diálogo, o de separación de palabras, cláusulas o párrafos; las dos rayas solo se usan
ya en las copias para denotar los párrafos que en el original van aparte.

57
b) De la coma. 1.° El nombre en vocativo llevará una coma detrás de sí cuando estuviere al
principio de lo que se diga, y en otros casos la llevará antes y después; p. ej.: ¡Cielos,
valedme!; Julián, óyeme; Repito, Julián, que oigas lo que te digo.

2.° Siempre que en lo escrito se empleen dos o más partes de la oración consecutivas y de
una misma clase, se separarán con una coma para que al leerlas haya de hacerse una leve
pausa que separe su sentido, a excepción de los casos en que mediare alguna de las
conjunciones y, ni, o; como Juan, Pedro y Antonio; sabio, prudente y cortés; vine, vi y vencí;
NI el joven NI el viejo; bueno, malo o mediano.

3.° Dividense con ella los varios miembros de una cláusula independientes entre sí, vayan o
no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía
detenerse; Al apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra
movimiento y frescura.

4.° Cuando una oración se interrumpe, ya para citar o indicar el sujeto o la obra de donde se
ha tomado, ya porque se inserta como de paso otra que aclara o amplía lo que se está
diciendo, tales palabras, que suspenden momentáneamente el relato principal, se encierran
entre dos comas; v. gr.: La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y
autoridades; Los vientos del sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes,
ponen en grave conflicto a los viajeros.

5.° Por igual motivo suelen ir precedidas y seguidas de coma las expresiones esto es, es
decir, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante y otras parecidas: La
enfermdad parece grave, es decir, más grave de lo que esperábamos: Tales incidentes, sin
embargo, no se repitieron por entonces.

6.° Cuando se invieste el orden regular de las oraciones de la cláusula, adelantando lo que
había de ir después, debe poner-se una coma al fin de la parte que se anticipa; v. gr.: Donde
interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay
encantamento alguno. Como el orden regular de este ejemplo de Cervantes, Quijote, I, 37,
seria: No hay encantamento alguno donde interviene conocerse las personas, importa para
la claridad que se haga una breve pausa en personas, la cual se indica con la coma. Pero es
de advertir que en las transposiciones cortas y muy perceptibles no se ha de poner esta
señal.

c) Del punto y coma. 1.° Cuando los miembros de un período constan de más de una
oración, por lo cual o por otra causa llevan ya alguna coma, se separarán con punto y coma
unos 6 otros; por ejemplo: Vinieron los aquilones de noviembre, glaciales y recios;
arrebataron sus hojas a los árboles, llevándolas, ya rodando por la tierra, ya volando entre
nubes de grueso polvo. se guareció el rabadán en su cabaña, y el labrador en su alquería; la
nieve, descendiendo espesa sobre el monte y el valle, borró los matices del suelo, toda la
variedad riquísima de la Naturaleza.

2.° En todo período de alguna extensión se pondrá punto y coma antes de las conjunciones
adversativas mas, pero, aunque, etc.; verbigracia: Salieron los soldados a media noche y
anduvieron nueve horas sin descansar; pero el fatal estado de los caminos malogró la
empresa. Cuando la cláusula sea corta, bastará una simple coma antes de la conjunción;
como en Vendrá, pero tarde; Lo hizo, aunque de mala gana.

3.° Siempre que a una oración sigue, precedida de conjunción, otra oración que, en orden a
la idea que expresa, no tiene perfecto enlace con la anterior, hay que poner al fin de la
primera punto y coma, según lo aclarará el ejemplo siguiente: Pero nada bastó para
desalojar al enemigo, hasta que se abrevió el asalto por el camino que abrió la artillería; y se
observó que uno solo, de tantos como fueron deshechos en este adoratorio, se rindió a la
merced de los españoles (Solís, Historia de Nueva España, III, 7). Si después de la palabra
artillaría solo se pusiese coma, la oración y se observó, etc., vendría regida de la preposición
hasta y cambiaría el sentido.

d) De los dos puntos. 1.° Cuando se sienta una proposición general y en seguida se
comprueba y explica con otras oraciones, se la separa de estas por medio de los dos puntos;
como, por ejemplo: No aflige a los mortales vicio más pernicioso que el juego: por él gentes
muy acomodadas han venido a parar en la mayor miseria, y aun en el patíbulo; por él,
además del caudal, pierde el hombre la vergüenza y hasta la estimación de sí propio.

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2.° Cuando a una o varias oraciones sigue otra que es consecuencia o resumen de lo que
antecede, esta se ha de separar con dos puntos, como en el ejemplo que sigue: Aquel que
por sus riquezas y esplendor fue tan aplaudido como envidiado cuando entraba triunfante
por las puertas de Constantinopla, y cuyo nombre era respetado y temido desde la capital
del Imperio hasta el confín de los arenales de la Líbia, murió ciego, pobre, olvidado y
mendigando su alimento de puerta en puerta:¡raro y espantoso ejemplo de las vicisitudes de
la fortuna!

3.° En los decretos y sentencias, bandos y edictos se ponen dos puntos al final de cada
motivo o fundamento de la resolución, aunque estos van en párrafos distintos y principian
con letra mayúscula. En certificaciones y memoriales también se ponen dos puntos antes de
ciertos párrafos con letra inicial mayúscula.

4.° Citando palabras textuales, se han de poner dos puntos antes del primer vocablo de la
cita, el cual suele principiar con mayúscula; v. gr.: Cicerón en sus Oficios dice a este
propósito lo siguiente: No hay cosa que tanto degrade al hombre como la envidia.

5.° También se emplean los dos puntos después del Muy señor mío y otras expresiones
semejantes con que se suele dar principio a las cartas; v. gr.: Muy señor mío: Sírvase usted
tomar a su cargo, etc.; Amigo mío: En contestación a la estimada de usted, etc.

e) Después de los dos puntos se escribe indistintamente con letra mayúscula o minúscula el
vocablo que sigue.

f) Del punto. 1.° Se pone punto cuando el período forma sentido completo, en términos de
poderse pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la comprensión de aquel. Es la mayor
pausa sintáctiva que la ortografía señala. En la lectura, la duración de la pausa indicada por
el punto puede variar más o menos, según el sentido y la interpretación del lector; pero en
todo caso, es mayor que la que señalan la coma y el punto y coma.

En la escritura, se le llama punto y seguido (o punto seguido), cuando el texto continúa


inmediatamente después del punto en el mismo renglón, o en el siguiente sin blanco inicial;
y punto y aparte (o punto aparte), cuando termina párrafo, y el texto continúa en otro
renglón más entrado o más saliente que los demás de la plana. Por último, punto final es el
que acaba un escrito o una división importante del texto (parte, capítulo, etc.).

2.° Resta advertir que en toda clase de escritos suelen hacerse después del punto final
ciertas separaciones o divisiones llamadas párrafos, cadauna de las cuales ha de empezar en
renglón distinto de aquel en que acabe el anterior, y más adentro que las otras líneas de la
plana. Deben principalmente usarse tales divisiones cuando se va a pasar a diverso asunto, o
bien a considerar el mismo desde otro aspecto.

g) De los puntos suspensivos. 1.° Cuando conviene al escritor dejar la oración incompleta y
el sentido suspenso, lo denota con los puntos suspensivos; v. gr.: Él concitó la plebe contra
los patricios; él acaudilló y juramentó a los mozos más corrompidos y perversos de la
República para subvertila con su auxilio; él subornó con oro y con promesas... Pero ¿a qué
repetir lo que a todos es notorio?

2.° Si en una cláusula de completo sentido gramatical se necesita pararse un poco,


expresando temor o duda, o para sorprender al lector con lo inesperado de la salida, se
indicará la pausa con puntos suspensivos; v. gr.: ¿Le diré que ha muerto su padre?... No
tengo valor para tanto; Se citó a junta, distribuyéronse centenares de esquelas, y llegamos a
reunirnos... cuatro personas.

3.° También se usan dichos puntos cuando se copia algún texto o autoridad los cuales no
hace al caso insertar íntegros, indicando así lo que se omite.

h) De la interrogación y la admiración. 1.° Los signos de interrogación y de admiración se


ponen al principio y al fin de la oración que deba llevarlos: ¿Dónde estás?; ¿A qué vienes?;
¿Te veré mañana?; ¡Qué asombro!; ¡Ay de mí!

2.° Si las oraciones con interrogación o admiración son varias, breves y seguidas, no hay
necesidad de que, exceptuada la primera, empiecen con mayúscula: ¿Dónde has estado?,

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¿qué has hecho en tantos días?, ¿como no te pusiste en camino, así que recibiste mi carta?;
¡Cuánto engaño!, ¡cuánta perfidia!, ¡qué impudencia!

3.° Cuando lo escrito después de la interrogación o la admiración fuere complemento de la


pregunta o de la frase admirativa, no comenzará con letra mayúscula: ¿Digo yo que no
tengas razón?, contestó Blas a Diego; ¡A las armas!, gritaron todos.

4.° El signo de principio de interrogación o admiración se ha de colocar donde empieza la


pregunta o el sentido admirativo, aunque allí no comience el período; v. gr.: Privado del
racional discurso, ¿que es el hombre sino una criatura desvalida, inferior a los brutos? Y si la
caprichosa fortuna lo encumbra en alto puesto, ¡cuántas lágrimas y ruina y sangre le
cercarán en torno!

5.° El signo de principio de interrogación o admiración refleja el movimiento de la entonación


en las frases de este tipo, da claridad a la escritura, y no debe suprimirse por imitar, con mal
acuerdo, la ortografía de lenguas extranjeras, que solo usa el signo final.

6.° Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota
de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre
saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!

i) Del paréntesis. 1.° Cuando se interrumpe el sentido y giro del discurso con una oración
aclaratoria o incidental y esta es larga o tiene conexión escasa con lo anterior, se encierra
dentro de un paréntesis, como en el siguiente ejemplo: Acostados todos en un género de
lechos que rodeaban la mesa (pues los romanos comían tendidos y soslayado el cuerpo
sobre el codo izquierdo), empezó a echarles en cara la tibieza de su fe, etc.

2.° En este ejemplo se ha puesto como después del paréntesis porque allí finaliza el miembro
del periodo con que va unida la oración comprendida en el paréntesis; y al fin de él o dentro
se ha de usar, además, la puntuación que la cláusula necesitare. Cuando el paréntesis
termine la cláusula de que depende, el punto final irá fuera.

3.° En las obras dramáticas suele encerrarse entre paréntesis lo que los interlocutores dicen
aparte. Para que tales paréntesis no se confundan con otros convendría valerse de los
rectangulares, en esta forma [ ], que algunos impresores usaban en el siglo pasado. El punto
final de los apartes va colocado dentro del paréntesis.

4.° Empléese también el paréntesis curvo para encerrar en él noticias o datos aclaratorios,
explicaciones de abreviaturas, etc.; y el rectangular, para indicar en la copia de códices o
inscripciones lo que falta en el original y se suple conjeturalmente. Ejemplos: El hijo del rayo
de guerra, Carlos V (D. Juan De Austria); Perdió Boabdil a Granada en la hégira 897 (1492);
Imp(eratori) Caes(ari) [Nervae] Traiano [Aug(usto)] p(ontifici) m(aximo). etc.

1.8.6 De la diéresis o crema. — El uso de la diéresis solo es preceptivo para indicar que ha
de pronunciarse la u en las combinaciones gue, gui: pingüe, pingüino, argüir /ar.gu.ír/.
Véase el § 1.8.1A, 2.°. Queda a salvo el uso discrecional cuando, por licencia poética o con
otro propósito, interese una pronunciación determinada 50.

1.8.7 De las comillas. — a) Para distinguir las palabras sobre las cuales quiere el que escribe
llamar particularmente la atención del lector, se sublayan en lo manuscrito; y en lo impreso
se ponen de letra cursiva, y a veces con versales u otras que resalten por su figura o su
tamaño. Se practica lo mismo con las voces o citas en idioma extranjero, con el texto literal
de citas en castellano, con los títulos de libros y con las dicciones y cláusulas que en las
obras de enseñanza y otras se ponen por ejemplo. Mas cuando las cláusulas de este género
tienen alguna extensión o llenan varias líneas, se les suelen poner comillas inversas al
principio de cada uno de los renglones que ocupan; v. gr.: Dice un escritor célebre: «El
hombre tiene aptitud, por su naturaleza, para habitar en todos los países del mundo: en los
arenales del desierto, en los montes más encumbrados, en los climas polares puede vivir y
propagarse. No así los animales, que, sujetos a más estrechos límites, perecen fuera de ellos
o arrastran vida penosa.»

b) Las comillas simples (‘ ’ o , ’) se usan al principio y ao final de una palabra o frase


incluidas como cita o puestas de relieve dentro de un texto entrecomillado más extenso.
También se emplean para indicar que una palabra está usada en su valor conceptual o como

60
definición de otra, ejemplo: espiar ‘acechar’.

1.8.8. Del guión. — a) Cada vocablo de por sí, ya simple, como guardia, poner, ya
compuesto, como salvaguardia, reponer, se ha de escribir aislado, o con entera separación
del que le preceda o siga. Sin embargo, en la escritura hay necesidad muchas veces de
dividir una palabra, y entonces se ha de observar lo siguiente:

b) Cuando al fin del renglón no cupiere un vocablo entero, se escribirá solo una parte, la cual
siempre ha de formar sílaba cabal. Así, las palabras con-ca-vi-dad, pro-tes-ta, sub-si-guien-
te, podrán dividirse a fin de renglón por donde señalan los guiones que van interpuesto en
dichas voces, mas no de otra suerte.

c) Esto no obstante, cuando un compuesto sea claramente analizable como formado de


palabras que por sí solas tienen uso en la lengua, o de una de estas palabras y un prefijo,
será potestativo dividir el compuesto separando sus componentes, aunque no coincida la
división con el silabeo del compuesto. Así, podrá dividirse no-sotros o nos-otros, de-samparo
o des-amparo.

d) Como cualquiera diptongo o triptongo no forma sino una sílaba, no deben dividirse las
letras que lo componen. Así, se escribirá gra-cio-so, tiem-po, no-ti-ciáis, a-ve-ri-güéis.

e) Cuando la primera o la última sílaba de una palabra fuere una vocal, se evitará poner esta
letra sola en fin o en principio de línea.

f) Cuando al dividir una palabra por sus sílabas haya de quedar en principio de línea con h
precedida de consonante, se dejará esta al fin del reglón y se comenzará el siguiente con la
h: al-haraca, in-humación, clor-hidrato, des-hidratar.

g) En las dicciones compuestas de preposición castellana o latina, cuando después de ella


viene una s y otra consonante además, como en constante, inspirar, obstar, perspicacia, se
han de dividir las sílabas agregando la s a la preoposición y escribiendo, por consiguiente,
cons-tan-te, ins-pi-rar, obs-tar, pers-pi-ca-cia.

h) La ch y la ll, letras simples en su pronunciación y dobles en su figura, no se desunirán


jamás. Así, co-che y ca-lle se dividirán como aquí se ve. La erre (rr) se halla en el mismo
caso, y por ello debe evitarse separar los dos signos de que consta, que habrán de ponerse
de esta manera: ca-rre-ta, pe-rro.

i) Cuando los gentilicios de dos pueblos o territorios formen un compuesto aplicable a una
tercera entidad geográfica o política en la que se han fundido los caracteres de ambos
pueblos o territorios, dicho compuesto se escribirá sin separación de sus elementos:
hispanoamericano, checoslovaco, afroantillano. En los demás casos, es decir, cuando no hay
fusión, sino oposición o contraste entre los elementos componentes, se unirán estos con
guión: franco-prusiano, germano-soviético.

1.8.9 De la ortografia de las palabras extranjeras. — Los nombres propios extranjeros se


escribirán, en general, sin ponerles ningún acento que no tengan en el idioma a que
pertenecen; pero podrán acentuarse a la española cuando lo permitan su pronunciación y
grafía originales: Schlegel o Schlégel, Wagner o Wágner, Schubert o Schúbert; Lyon o Lyón,
Windsor o Wíndsor. Si se trata de nombres geográficos ya incorporados a nuestra lengua o
adaptados a su fonética, tales nombres no se han de considerar extranjeros y habrán de
acentuarse gráficamente de conformidad con las leys generales: París, Berlín, Turín, Nápoles,
Támesis. 1.8.10 De la raya. — 1.° Este signo se emplea en los diálogos, como puede verse
en el ejemplo siguiente: Maravillado el capitán del valor de aquel soldado, le mandó venir a
su presencia y le dijo: —¿Cómo te llamas? — Andrés Pereda, contestó el valiente. — ¿De
dónde eres? — De Castilla. — ¿De qué pueblo? — De Bercimuel.

2.° Empléase también al principio y al fin de oraciones intgercalares completamente


desligadas, por el sentido, del período en que se introducen: Los celtíberos —no siempre
hubían de ser juguetes de Roma— ocasionaron la muerte de los dos Escipiones.

3.° Sirve asimismo para indicar la palabra que se ha de entender suplida dentro de un
mismo renglón; ejemplo: Sanar de la enfermedad. —por ensalmo. Secar al aire. —con un
paño. Seguir con la empresa. —de cerca. —en el intento. —para Cádiz, etc.

61
O en renglones diferentes, como en el índice alfabético de un libro:

Verbos: intransitivos.

— transitivos.

— irregulares.

— regulares.

1.8.11. De las dos rayas. — Este signo se usaba para dividir algunas palabras compuestas;
actualmente se emplea solo en las copias, para denotar que en el original se pasa a párrafo
distinto.

1.8.12. De otros signos auxiliares. — a) Apóstrofo (‘ ). Solía emplearse antiguamente, sobre


todo en poesía, colocado a la mayor altura de los palos de las letras, con el fin de indicar la
omisión o elisión de una vocal: d’aquel, por de aquel; l’aspereza, por la aspereza; qu’es, por
que es. Recientemente, y para evitar dudas al lector, se ha restablecido en algunas
reimpresiones de obras antiguas, donde palabras de esta clase aparecen como si fuera una
sola; v. gr.: daquel, laspereza, ques.

b) Párrafo (§). Sirvió en lo antiguo para distinguir los diversos miembros de un escrito, y
como signatura de pliegos impresos. Ahora se emplea en los libros, seguido del número que
corresponda, para indicar divisiones internas de los capítulos: § 12, § 13, etc.

c) Calderón ( ¶ ). Tuvo antiguamente los mismos oficios que el signo anterior. Ahora se
emplea en lo impreso para señalar alguna observación especial.

d) Asterisco ( * ). Es una estrellita que se pone sencilla, doble o triple en ciertas palabras del
texto, como llamada a nota que en el margen o al pie de la plana va encabezada con el
mismo signo. Para igual fin se emplean letras, números, cruces, etc., en vez de asteriscos.
En obras de lingüística se coloca delante de las formas cuya existencia se supone sin estar
documentada.

e) Llave o corchete ( {} ). Su oficio es abrazar diversas partidas en una cuenta, varios


miembros en un cuadro sinóptico, etc., que deben considerarse agrupados y unidos para
determinado fin. f) Manecilla - Puesta al margen o en el texto de un escrito, da a entender
que lo señalado por ella es particularmente útil o interesante.

62
Práctica: “Filomeno a mi pesar”.

Me instalaron, bien instalado, en una habitación grande de la casa Villavieja, con un

balcón a la calle de la fachada en que da el sol, justamente la opuesta a la que da al

obispado. A Belinha le concedieron otra a mi lado, a pesa de no ser aquel el piso de los

criados, más pequeña y con una ventanita por la que el sol entraba hecho apenas un

hilillo de luz; pero ella estaba contenta, y, por ese lado, no hubo cambios en mi vida.

Como el obispo seguía viniendo a tomar el chocolate cunado mi padre estaba en la

ciudad, una tarde me vistieron de gala y me presentaron a él, y quedó convenido que me

confirmaría en la capilla de la casa, un día cualquiera; pero en aquella reunión entrevista

se descubrió que mi abuela se había despistado en materia religiosa y que yo no había

hecho aún la primera comunión; de modo que se organizó la ceremonia para recibir los

sacramentos uno detrás de otro, con una sola fiesta. Al día siguiente vino un clérigo,

que empezó a instruirme en el catecismo, y venía todas las tardes. Al principio

estábamos solos; pero, como yo le contaba a Belinha todo lo que aprendía del clérigo,

ella pidió que la dejase asistir a las lecciones para entretenerse también; porque de

aquellas cosas de Dios le habían hablado poco, y todo lo que sabía, era de oídas. Así,

entraba conmigo en el salón donde el presente ya se había instalado: siempre en un

sillón de alto respaldo, y, nosotros, en sillas. Yo quedaba frente a él, y , Belinha, en un

rincón, muy recogida y silenciosa, aunque alguna vez interrumpiese al cura para hacerle

alguna pregunta sobre cosas que no entendía. Yo se lo agradecía a Belinha, porque

generalmente lo que ella no entendía tampoco lo entendía yo, pero el cura no se

esforzaba mucho por aclarárselas: nos mirábamos, ella y yo, y la lección seguía su curso.

Después, el cura merendaba conmigo y Belinha servía. Sin embargo, al llegar la noche y

acostarme, no rezábamos ninguna de las oraciones que nos enseñaba aquel cura, sino la

que habíamos aprendido de la abuela Margarida, cuyo significado tardé mucho tiempo

63
en comprender: "Dios todopoderoso, mantén en tus infiernos al marqués del Pombal por

los siglos de los siglos, amén".

Hubo otra novedad, más importante. Una tarde, después de haberse ido el cura, mi padre

me llamó a su despacho, que era muy oscuro, con muebles grandes y cortinajes rojos, y

un gran Cristo encima de la mesa, un Cristo que yo había visto en el pazo miñoto, cuyo

mérito descubrí años después, cunado ya empezaba a entender de esas cosas. Mi padre

me mando sentar y me echó un largo sermón del cual recuerdo dos advertencias

principales: la de que, en lo sucesivo, yo me llamaría Filomeno Freijomil Taboada, que

era mi verdadero nombre, y nada de señorito Ademar de Alemcastre. La segunda, que

todo aquello de los reyes de Inglaterra era una pura invención de mi abuela, que estaba

loca, y que los Alemcastre eran una familia que se había enriquecido robando negros en

África y vendiéndolos en Brasil. “De modo que todo lo que has heredado de tu abuela

está hecho con sufrimiento y la muerte de seres humanos como nosotros; es dinero

sangriento. Tú ahora no lo entiendes, pero algún día lo comprenderás, cuando llegues a

la edad apropiada. Lo que tienes de los Taboada es un poco más limpio, pero no

demasiado. Cuando sepas de historia lo suficiente, verás que esas riquezas feudales

tampoco son muy legítimas. Lo único limpio es lo que tendrás de mí: el nombre

preclaro de un hombre que no debe nada a nadie, y unos dineros menores, pero ganados

con mi trabajo. Esto no debes olvidarlo nunca. ¡Ah! Como en octubre comenzarás a ir al

instituto, para estudiar bachillerato, debes tener que tu obligación es ser siempre el

primero de la clase, el que lleve las mejores notas, y que nadie pueda decir que estás por

debajo de tu padre”. Así es cómo perdí el nombre de Alemcastre y, sobre todo, el de

Ademar, y me quedé Filomeno, ni siquiera señorito Filomeno, que mi padre no toleraba

que me llamasen así. (…)

64
DIAGNOSIS TEXTUAL

1. INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, en los tratados de lingüística, se viene describiendo la lengua
en cuanto al sistema se refiere, es decir, virtualmente. Pero la poca eficacia de la
aplicación de estos métodos ha llevado a la necesidad de hacerlo al revés: observar los
errores y decir lo que no hay que hacer. Precisamente por eso llamamos “diagnosis” –
un término más bien médico - a este estudio, porque tratamos de localizar los errores y
subsanarlos. Hay un buen número de publicaciones de índole lingüística que persiguen
un fin normativo, aplicando las normas en sentido inverso y sistematizando los errores.

Hay dos vías de expresión de la lengua: la oral y la escrita. Existen muchas


diferencias entre ellas que no deben transferirse de una a otra. Estas propiedades
dispares son varias:
La lengua oral se caracteriza por la poca elaboración del discurso (libertad
constructiva), que es consecuencia a su vez de otra característica, la repentización.
Permite mayor libertad a la hora de seleccionar y combinar las unidades lingüísticas. La
lengua oral carece de filtro; no seguimos a rajatabla las normas lingüísticas. Pero, por
otro lado, al hablar tenemos la ventaja de que tenemos al receptor delante de nosotros,
es decir, que el receptor es conocido y, además, nos puede advertir de si entiende lo que
le decimos a no mediante gestos o respuestas. Por esto, lo oral se produce en una
situación de baja incertidumbre, permite un mayor grado de implicitud y,
consiguientemente, genera un menos gasto lingüístico.
Sin embargo, la lectura es diferente. No solemos conocer al receptor, no estaba
delante cuando redactamos el discurso. Así que la lengua escrita se produce en una
situación de alta incertidumbre, posee un mayor grado de explicitud, lo que genera un
gasto lingüístico superior. Ahora bien, la escritura no siempre es usada de forma
conveniente y correcta, no solo por el desgaste que ha sufrido sino también y sobre todo
porque la lengua oral contamina la escrita. Quien incurre en errores en la lengua escrita
por influjo de la lengua oral ignora que lo escrito requiere mucha más formalidad.
Antonio Briz denomina oralidad a la influencia o manifestación de lo oral en lo
escrito y, por analogía, llama escrituridad a la influencia de lo escrito sobre lo oral. De
ello se deriva la necesidad de reconocer el grado de oralidad o escrituridad que tiene un
texto y subsanarlo. En este sentido, uando un escrito posee un alto grado de formalidad,
no admite interferencias de lo oral. Estas interferencias constituyen errores que deben
evitarse siempre. Cuando un texto es emitido oralmente y se registra de manera escrita,
sufre una transformación. Esto es, la escrituridad ha afectado al texto.
Todo escrito tiene, en principio, grado de formalidad alto. Pero esta regla se
rompe cuando el escribiente incurre en errores léxicos (barbarismos) y sintácticos y
gramaticales (solecismos)
2. SOLECISMO
Esta palabra proviene del griego y viene a significar “falta contra las reglas del
idioma, expresión que contraviene las reglas de la gramática”. Proviene del gentilicio de
los habitantes de Soloi, donde se hablaba una versión muy mala del griego. A pesar de
que en su definición aparece solo la palabra ‘gramatical’, se aplica a los barbarismos
léxicos, los calcos sintácticos de otras lenguas, las frases incoherentes o la pérdida de
cohesión; en definitiva, cualquier falta que contravenga la normativa de la lengua.

65
Los solecismos más comunes son el anacoluto, la silepsis, el anantapódoton, el
zeugma, el pleonasmo, la anfibología, la cacofonía, la afectación, el inadecuado uso de
los signos de puntuación y otros errores variados.

2.1 ANACOLUTO
Término griego que proviene de la voz anakolouthon, negación de akolouthon,
que significa “compañero de camino, el que sigue”. Por tanto, consiste específicamente
en una ruptura de la construcción sintáctica, en una inconsecuencia en la construcción o
en el régimen. Dicho de otro modo, el anacoluto es tanto la frase rota como la frase
inacabada, es decir, la frase cuya segunda parte no sigue a la primera, bien porque no se
corresponde con ella, porque no sigue la estructura presentada en la primera parte, bien
porque no aparece esa segunda parte.
No obstante, en un sentido amplio, anacolutos son todas las rupturas, todas las
desavenencias y descalabros gramaticales, como el dequeísmo, el queísmo, el
quesuismo, etc. Y todos ellos son absolutamente reprobables.

Ejemplos:

*“La televisión, aparte de distraernos, su función tendría que ser también


educativa.” SN SUJ SN SUJ

“La televisión” que se supone que tendría que ser el SUJ de la oración, se ve
desbancada por otro SN SUJ. El segundo sujeto le usurpa ese puesto.
“La sunción de la televisión, aparte de distraernos, tendría que ser también la de
educarnos”

*”Entre el 38% de residentes en Cataluña, que se consideran castellano Comentario [N1]: No lleva preposición,
porque es un sujeto.
hablantes lo interesante sería saber la clase social a la que pertenecen”

Si se le da la vuelta ala frase se ve más claro:


“Lo interesante sería saber la clase social a la que pertenecen el 38% de
residentes en Cataluña que se consideren castellanohablantes”

*”El sujeto es cuando concuerda con el verbo en número y persona”


Siempre que veamos "es cuando" o "es donde" en estructuras copulativas
encierran un anacoluto. Estructura copulativa: SUJETO+VERBO+ATRIBUTO
Por eso hay una ruptura, porque falta el atributo

“El sujeto es la palabra que dentro de una oración concuerda (…)”

*”Los textos que necesitan restricciones son [los que cada párrafo encierra Comentario [N2]: Aquí debería de
comenzar el atributo.
una idea suelta]” VC sujeto otro SUJ en singular
plural
“(…) son aquellos en los que cada párrafo encierra una idea suelta”

*”Los signos fonográficos son representaciones gráficas que,(1) al verlas, Comentario [N3]: Se deja al pronombre
relativo sin función, éste debe de ser o SUJ
reconocemos su significado” (Sub. Sus. o CD.
Verbo CD Adverbial
de tiempo)

66
(1) Rasgos de oralidad. El uso de la 1ª persona “al verlas”

“(…) cuyo significado reconocemos al verlas”

*”Te presento a la chica que su hermano” Comentario [N4]: Otra vez se deja al
relativo sin función sintáctica.

“Te presento a la chica cuyo hermano” Normalmente el hablante huye de la


forma “cuyo” al considerarla muy culta y cae en este defecto llamado quesuísmo.

*” No hay duda 0 que la filosofía es una disciplina útil y conveniente”

Falta la preposición “de”, ha este fenómeno se le llama “queísmo" y se cree que


esa ultracorrección del hablante medio culto que huye en el “dequeísmo” y cae en el
“queísmo”.

“No hay duda de que (…)”

*”(…). Es por ello que decidimos intervenir desde el 1er momento” Comentario [N5]: Se deja al pronombre
sin función sintáctica. No es ni sujeto, ni
CD.
*”Es por ello que” *”Es por eso que”Son estructuras galicadas.

La solución sería colocar delate del relativo la preposición propia para definir la
función que desempeña, que es la de CC de causa.

“Es por ello por lo que…”

* “Le pedí a los Reyes una bicicleta.” “Pedía a los Reyes una bicicleta"

2.2 SILEPSIS
La palabra silepsis, que proviene del término griego sullepsis, “comprensión”,
tiene dos significados: 1) dilogía, doble sentido – que es un recurso estilístico legítimo -
y 2) concordancia ad sensum, solecismo que incurre en la ruptura de la concordancia.
Este último significado es el que aquí nos ocupa.
La concordancia ad sensum consiste en el quebrantamiento de la concordancia
en el género, el número o la persona para atender al sentido.
Ejemplo: (Silepsis como recurso estilístico) ...que la muerte, su vida acabe y su
vivir ordene... (Quevedo)
Ordene: que le dé órdenes ≠ que ponga las cosas en su sitio

(Silepsis como solecismo) ¿Veis esa repugnante criatura, chato, pelón,


sin dientes, estevado...? (Moratín)

El término de concordancia ad sensum abarca varios casos:

67
1) discordancia de número en los casos de pluralia tantum, sustantivos de
número gramatical plural pero cuyo referente es un solo objeto. Está tan extendido que
el D.R.A.E. ha admitido algunas de estas palabras en singular. Un claro ejemplo de su
popular aceptación es el dicho “están cortados por la misma tijera”. Ejem.: ”la
tijera”, ”el pantalón.” “las tijeras”
Este uso está aceptado.

También existe el singularia tatum, que abarca un buen número de palabras que
no tienen plural.

2) discordancia de género que se hace atendiendo al sexo de la persona,


obviando el género gramatical del nombre. Está absolutamente legitimado.
“Su Señoría está enfermo” Atiende al género de la realidad y no al género del
referente gramatical.

3) discordancia de número que se hace atendiendo a la pluralidad contenida en el


sustantivo. Es reprobable. No obstante, nos extenderemos en este tema más adelante.

*“El matrimonio discutió y se marcharon”Este uso es reprobable

4) discordancias hechas deliberadamente por motivos estilísticos y afectivos.


Está admitido, por ser una práctica muy usual.
“¿Cómo estamos?”

5) concordancia de nombres colectivos en plural. Es reprobable según el caso.


Ejem.: *“la mayoría opinan así.” En este ejemplo es reprobable porque no hay ningún
índice plural que lo propicie.

Esta última variedad admite, a su vez, dos tipos:

5.1) Si el colectivo está seguido de un complemento del nombre en plural que lo


determina, la concordancia en plural es más tolerable. Ejem.: “La mayoría de los
españoles opinan del mismo modo.”

5.2) Cuando el sujeto colectivo está alejado del verbo es más tolerable aún.
Ejem.: “La mitad de los invitados, entre los que figuraba el representante del Partido
Conformista, llegaron a tiempo.”

La R.A.E. se limita a señalar que estas licencias deben usarse con parsimonia y
tino, mientras que la recomendación general que dan muchas gramáticas es la de
transferir la concordancia gramatical con el núcleo sustantivo principal. Es decir, la
concordancia estricta es la más formal y correcta.
Pero a veces ocurre que esta concordancia gramatical estricta no es conveniente,
por lo que se hace necesario tolerar aquellas desavenencias más corrientes que permiten
mayor claridad o las que no causen extrañeza o extravagancia, particularmente cuando
el sustantivo con el que se establece la concordancia no es el más apropiado
semánticamente para establecerla.

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1- “La mitad llegó a tiempo” MITAD+ SINGULAR ESTRICTA,
es la correcta
2- “La mitad de los individuos llegó a tiempo”MITAD+ CN
PLURAL AD SENSUM. Porque se establece la concordancia con
el complemento del nombre.
3- “La mitad de los individuos, entre los que figuraba el representante
del Partido Reformista, llegaron a tiempo” Cuando se aleja del
verbo es más tolerable.
4- *“La mitad de los individuos llegó agotada” Este caso resulta
extravagante “La mitad de los individuos llegaron agotados” más
natural.

CONCORDANCIA AD SENSUM CON PRONOMBRE RELATIVO

Uno de los casos de concordancia ad sensum en el que no se ponen de acuerdo


los gramáticos es el de la concordancia en número o en persona del pronombre relativo
cuando la preposición principal es atributiva.

“Yo soy de los que (verbo)…”


VC
Esta concordancia ofrece dos variedades:

a) la del pronombre relativo, sujeto de la subordinada, con el verbo, en los casos


en que la cláusula principal tiene como sujeto la primera o segunda persona, o un
nombre o pronombre con un número diferente.
“Soy de los que creo en la familia.” Sujeto de la subordinada es “YO” y no el
pronombre relativo.

“Soy de los que pensamos que es lo mejor.”

b) la del pronombre relativo con un pronombre que aparece en su propia cláusula


subordinada y con el que establece una relación deíctica catafórica.

“Yo soy de las personas a las que nos gusta la verdad por delante”

En vez de: “Yo soy de las personas a las que les gusta la verdad por delante”

La Academia indica que la abundancia con la que aparecen las hace


gramaticalmente posibles y correctas. A. Bello recomienda como más lógica la
concordancia en tercera persona, es decir, estricta; y por otro lado, R.J. Cuervo ve en la
discordancia una actitud afectiva, y en la concordancia una actitud lógico-discursiva.
Muchos otros gramáticos consideran obligatoria la concordancia estricta.

A la vista de esta divergencia de opiniones, nosotros nos inclinarnos por la


concordancia en tercera persona, si bien hay concordancias en primera y segunda

69
persona del plural, cuando el relativo no lleva preposición, que resultan aceptables. Son
los casos en los que el hablante o el referente se incluyen.

Ejemplo: “Nosotros somos los que dijimos la verdad.”


Estructura copulativa sin preposición y en plural
En estos casos, el sujeto de la subordinada incluye la persona del sujeto principal.

2.3 ANANTAPÓDOTON
Voz procedente también del griego que significa ‘carente de la correspondencia
simétrica’, ‘ruptura de una estructura de dos pies, partes’. Es una variante de anacoluto
pero especializado, porque con el anacoluto también se rompe el curso lógico del
período sintáctico. No obstante, la diferencia de este solecismo radica concretamente en
que solo se expone uno de los dos elementos correlativos o distributivos que tendrían
que aparecer, es decir, el error ocurre cuando la información se divide en dos pero no
aparece la segunda parte. Por ejemplo, se muestra el primer elemento de la distribución
o correlación introducida mediante un marcador del tipo ‘por otra parte’, ‘de un lado’,
‘ en primer lugar’, etc. pero no se muestra el segundo. Es un fallo muy corriente, incluso
entre escritores y periodistas.
Ejemplo: El sistema permite mejorar, por una parte, el ruido de los vehículos y
el alto riesgo de accidentes.
En este ejemplo hay ambigüedad porque no se sabe si el sintagma introducido
por la conjunción copulativa es el segundo término de la distribución o si forma parte
del primero.

El error, recalcamos, solo existe cuando se presenta el primer miembro


introducido por un marcador y no el segundo. Si apareciera sólo el segundo marcador
no hay problema, ya que equivaldría a un marcador de adición.

2.4 ZEUGMA
La palabra zeugma también es polisémica. Por un lado, es un recurso estilístico
totalmente legítimo que supone la omisión de una parte que ya se ha presentado con
anterioridad o se va a presentar posteriormente, es en definitiva una elipsis; y por otro,
se trata de un solecismo que supone una elipsis inapropiada que conlleva una asimetría,
un defecto gramatical, una discordancia o una irregularidad. De esto deducimos que
debemos saber hacer uso de la elipsis, ya que no se puede omitir todo.
Ejemplo: Major planta cara a sus rivales y Rocard, sin opción a la presidencia.
Es incorrecto porque el verbo omitido no es el mismo verbo que el anterior.

Romario, que marcó dos goles y le fueron amulados otros dos, puso en pie al
público del Camp Nou.
Falta la preposición ‘a’ y su correspondiente pronombre relativo delante de ‘le
fueron’, porque al coordinar ambos verbos se presupone que el pronombre relativo tiene
la misma función, pero no es así, ya que tenemos dos verbos con régimen diferente.

Todavía mis padres se acuerdan y sueñan con la isla griega donde pasaron su
luna de miel.
Se han coordinado dos verbos con regímenes diferentes y, consecuentemente, se
les ha asignado la misma preposición, lo que supone un error.

70
Algunos ejemplos de zeugma como solecismo se observan cuando: 1) el
hablante une dos verbos con regímenes diferentes, omitiendo una de las dos
preposiciones indebidamente; 2) se omite un complemento de modo que sea lógico
(ejemplo: El banquete tenía que satisfacer económicamente a los novios y al paladar de
los invitados); 3) se omite el determinante de un sustantivo haciéndole concordar en un
género que no le corresponde (ejemplo: *”Nuestros alumnos y alumnas”); 4) en
estructuras sintácticas complejas, se omite el segundo sujeto, creándose una asimetría
gramatical (ejemplo: la crisis de la adolescencia crean en los jóvenes problemas
psicológicos y buscan evadirlos con la droga); 5) se omite un complemento produciendo
un descalabro gramatical (ejemplo: ... permite viajar, profundizar y es requerido...), etc.

Muchos de estos errores también vienen dados por una de las máximas que han
de darse para que la conexión de las partes sea posible. Es la simetría gramatical. Si una
conjunción coordinada está uniendo infinitivos en función de objeto directo, no podrá
unir un verbo conjugado deliberadamente. En la coordinación se conectan sintagmas o
estructuras sintácticas equivalentes.
NOTA: Cuando se dan dos o más sustantivos coordinados cuyos referentes se
consideran como entidades independientes lo recomendables es que a cada uno les
preceda el determinante en género y en el número correspondiente.
“Vinieron el padre y la madre”
“El padre y los hermanos”
Se puede dar el caso de utilizar un solo determinante para la serie de sustantivos.
En este caso el determinante ha de concordar con el 1er sustantivo de la serie.
Existen tres casos:
a) Cuando los sustantivos se refieren a la misma cosa o persona, tienen el mismo
referente.
“Él es el dueño y señor de todo lo que se ve"
b) Cuando los sustantivos llevan delante un adjetivo calificativo
“En estas fechas ofrecía su mejor vino y jamón”
c) Los sustantivos se concibe como un todo compuesto de partes.
“Como premio a vuestro empeño y dedicación”
En este caso, empeño y dedicación forman parte de un conjunto, se podría decir
que los dos forman parte del esfuerzo.
“Las ventanas y balcones” Forman parte de un todo, del conjunto de la
fachada.
“Las ventanas y los balcones” También se puede decir.

*”Nuestros alumnos y alumnas”  En este caso, el emisor no lo considera parte


de una todo porque, de hecho, lo está repitiendo. Por eso mismo no se puede dar por
válido.

2.5 PLEONASMO O REDUNDANCIA


La palabra pleonasmo viene también del griego y significa superabundancia. Se
asocia a la redundancia como con el énfasis, y se opone a la elipsis. El pleonasmo
supone, según el DRAE, emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para el
correcto y cabal sentido de ella, pero con los cuales se da gracia y vigor a la expresión.
Tanto el DRAE como el diccionario de María Moliner tratan este fenómeno con
benevolencia y, aunque reconocen su carácter redundante y gratuito, no llegan a
censurarlo.

71
Ejemplo: Yo lo vi con mis ojos.
Lo escribió de su puño y letra
Entrad dentro

Martínez de Sousa clasifica algunos casos como tolerables y otros como


reprobables. Considera correctos los pleonasmos que dan mayor énfasis al enunciado,
como en “verlo por mí mismo”, “nunca jamás”, “al fin y al cabo”, “a mí me buscan”,
“hoy en día”, etc. Por otro lado, clasifica las expresiones redundantes como “subir”,
“bajar abajo”, “salir fuera”, “entrar dentro”, etc. porque considera que son frases que
constituyen pleonasmos atenuados por la necesidad de dotar la lengua de viveza,
espontaneidad y dinanismo. Dice M. De Sousa que si nadie se percata de la redundancia
en oraciones como “sube al desván”, tampoco han de resultar pleonásticas las
expresiones antes mencionadas. Finalmente, recoge como pleonasmos sibilinos las
expresiones como “doblar a muerto”, “macedonia de frutas”, “divisa extranjera”, “erario
público”, etc. Así pues, no todos los pleonasmos son reprobables.
Sí lo son: “volver a reincidir”, “reiniciar de nuevo”, “ser aproximadamente
unas...”, “...apenas ninguno...”, “introducirse dentro”, “idiomas diferentes”, “bifurcarse
en dos direcciones”, “adelantar un anticipo”, “mejorar favorablemente”, etc. En
definitiva, todas aquellas expresiones que nos hacen saltar la alarma.

“A mí me han dado un premio”


Los dos cumplen la función de CI
Hay redundancia tanto gramatical como sintáctica
Le les llama pronombres pleonásticos

2.6 ANFIBOLOGÍA
Esta palabra proviene también del griego (amphibolia) con el significado de
ambigüedad, doble sentido. Ya la comentamos en el apartado de ordenación de las
partes, como uno de los fenómenos lingüísticos que obligan a ordenar de una manera
determinada la oración para que no se den malos entendidos, dobles sentidos. Cuando
hablamos de anfibología no nos referimos a dilogía, que es un recurso estilístico que
supone un juego de palabras, un doble sentido pretendido. Nos referimos a los casos en
los que se ha producido un error de sentido por estar mal construido el enunciado.
Muchas ocasiones, la anfibología va de la mano de la extravagancia, por eso es tan
común en los chistes o la publicidad.

Ejemplos: Llaman al hijo de un compañero cobarde


Llaman cobarde al hijo de un compañero

Compré un diccionario de uso académico


Compré un diccionario académico de uso

Tengo un trabajo para entregar al director, que me tiene muy


preocupado
Tengo que entregar al director un trabajo que me tiene muy
preocupado.

Muchas veces los hablantes piensan que el error se subsana poniendo comas,
pero esto incluso puede empeorarlo

72
Traigo unos caramelos para los niños, cuyo sabor es muy bueno
Traigo para los niños unos caramelos cuyo sabor es muy bueno

Hablo de Pablo, el hijo de mi vecino, a quien usted conoce muy bien.


Hablo del hijo de mi vecino, Pablo, a quien usted conoce muy bien

2.7 CACOFONIA
Se define como la disonancia producida por la repetición casual de letras o
sílabas, que produce un efecto acústico desagradable o inarmónico. Produce ripios que
deben evadirse, con el fin de tener un estilo mejor.

Ejemplo: [Hemos excluido] [los siguientes contenidos.]


Hemos excluido los contenidos siguientes.

Puede solventarse con la redistribución del enunciado o recurriendo a otras


palabras de significado equivalente. Ejemplo: Siguiente = que siguen = a continuación.
Muchas veces se produce cacofonía cuando siguen varios adverbios terminados
en –mente. De ahí que sea posible la coordinación de adverbios omitiendo el sufijo:
“feliz y tranquilamente”.

2.8 AMPULOSIDAD Y AFECTACIÓN


La afectación es la extravagancia presuntuosa en la manera de hablar o escribir,
es decir, el defecto cometido cuando el hablante se aparta viciosamente de lo natural. De
debe seguir la naturalidad, sin extender esa verborrea innecesaria, y a veces pedante. Por
otro lado, la ampulosidad es la hinchazón y la redundancia en la expresión, defecto que,
asimismo, se aparta de lo que suena natural. La diferencia en este caso es que con la
ampulosidad el hablante no se da cuenta de ello. Lo hace porque cree que de esa forma
parece más culto. No obstante, suelen darse conjuntamente.
Hay que tener en cuenta que ambos vicios se muestran frecuentemente cuando
se hace uso de extranjerismos y de calcos de otras lenguas, sobre todo de expresiones
anglicadas o galicadas. En los textos de pedagogía se ven muchos casos de ampulosidad
y afectación.
Ejemplo: La verdad es que su conferencia impactó a los oyentes, que quedaron
epatados por sus vastos conocimientos puntuales. Como quiera que a lo largo y a lo
ancho del coloquio se columbraban posicionamientos distintos, yo deje como muy claro
el rol que los profesores deben jugar a nivel pedagógico en las técnicas grupales y
conductuales que toda pedagogía comporta de cara a motivar a sus alumnos y alumnas y
dinamizar así las clases.

2.9 TICS PERSONALES


Repetición enfadosa de palabras, sobre todo cuando va contra el estilo; abuso de
algunas estructuras sintácticas, como las de gerundios inapropiados: usos pocos
comunes y defectuosos de los signos de puntuación; alteración del uso de las
preposiciones; uso indiscriminado de muletillas, etc.
Un tic es cualquier solecismo que se de reiteradamente en el idiolecto de un
usuario de la lengua.

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2.10 OTROS DEFECTOS
A este grupo pertenecen todos aquellos defectos que no hemos nombrados ya y
que atentan contra el buen estilo. Hay que incluir la imprecisión léxica, uso de palabras
semánticamente amplias y vagas; y la impropiedad léxica, uso de palabras que no son
las adecuadas en determinado contexto; las derivaciones inapropiadas; el uso de
“mismo” con valor pronominal anafórico, etc. Este último defecto destaca por su
recurrencia.
“Mismo” es siempre un adjetivo que desempeña esencialmente tres fines:
a) refuerza la significación del nombre, del pronombre y de otras palabras a las
que acompaña. Por ejemplo: Juan mismo lo hizo. Ayer mismo lo compré.
b) establece comparaciones. Por ejemplo: En estos cuadros se pinta el mismo
paisaje
c) como cualquier adjetivo se puede sustantivar, en cuyo caso denota mera
identidad o semejanza. Por ejemplo: Este chico no es el mismo. Eso que dices no es lo
mismo.

Algunos ejemplos en los que el uso de “mismo” supone un error son:


* Se ha levantado la estructura del edificio pero la terminación del mismo está
aún muy lejana.
* Fue hasta el coche y se introdujo en el mismo.

PRÁCTICAS:

TEXTO 5- “PASAR EL MONO”

“Quiero aconsejar y animar a toda persona que consuma heroína o cualquier otra

droga que cree dependencia para que se sacrifiquen, pasen el mono y lo dejen, sobre

todo el primer motivo por la calidad-precio. Si el día de mañana con suerte está todo

esto legalizado y hay una buena información entonces ya veo que quien quiera que se

drogue pero hoy en día la gente se está engañando a sí mismo comprando porquería,

destrozándose a sí mismo y en segundo lugar pues a la familia y amigos, aparte de todas

las degradaciones que tiene que ir pasando al cabo de su vida. Que se animen, pues el

mono no es tan duro, hay medicamentos para pasarlo y hay muchas cosas agradables

que el estar dependiendo del consumo de heroína o cualquier otra droga “

TEXTO 6- “RESIDUOS EN LA PLAYA”

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“Quisiera denunciar el estado en que se encuentra la playa de Las Canteras con

la cantidad de residuos que hay en ella. Yo creo que la cantidad de cartuchos de caza,

aparte de los residuos de esos cartuchos, ya que en su interior lleva una cápsula de

plástico, cómo es posible que la playa de Las Canteras se encuentre llena totalmente de

esos residuos. De dónde provienen esos cartuchos de caza, de qué lado provienen

porque es increíble que en la misma playa se encuentre infectado de esos residuos"

TEXTO 7- “EL PESO DE LA LEY”

“Mi llamada es en relación a ese perro que quemaron hace unos días en la playa

de La Garita tres individuos y mi llamada, repito, es muy especial porque tengo

conocimiento que uno de ellos tiene un familiar que trabaja en el juzgado. Yo espero

que todo el peso de la ley caiga sobre ellos y que no sea un atenuante esta relación

familiar. Es un ruego que el hago a las autoridades oficiales"

TEXTO 8- “DE MALAS MANERAS”

“Quiero denunciar que nosotros nos hemos manifestado pacíficamente cortando

la carretera de San Lázaro. Ha habido problemas con los GEOS. Hay personas que han

recibido golpes y nos han tratado muy mal cuando lo único que hacíamos era expresar

lo que pensábamos”

TEXTO 9-

“Quiero denunciar la jornada continua en los colegios de enseñanza pública.

Estas medias jornadas que tienen algunos centros por la tarde no ponen actividades, los

colegios prometen actividades y los niños están desde la una y media en casa y por la

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tarde no tienen ninguna actividad que desarrollar. Me gustaría que lo tuvieran en

cuenta”

TEXTO 10

“¿Se imaginan la buena imagen que daríamos de personas civilizadas, unidas y

que además nos gusta hacer región, etcétera? A lo mejor, incluso, nos respetarían más.

Yo, al menos, he llegado a esa conclusión y estoy seguro que muchos coinciden

conmigo"

TEXTO 11 “LA PLAZA DE SANTA ANA”

“¿Cómo es posible que la plaza de Santa Ana emblemática de la ciudad se halle

en ese estado de abandono y desidia tan lamentable? El piso y las paredes de cantería se

desmoronan lentamente sin remedio; en los parterres de las palmeras se debería plantar

césped para embellecerlas. A las tres entradas sur y norte les faltan los floreros y los que

están no tienen ni una flor. Algunas farolas le han sustituido las tapas de la conexión

eléctricas por una chapa sujeta con unos cables en plan chapuza.

Yo me pregunto ¿Dónde están los equipamientos de urbanismo y jardinería?

Si esto pasa en el corazón de Vegueta, que es visitado por muchos turistas a

diario, comprendo el estado de otros monumentos de la ciudad”

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TEXTO 12- “ESTUDIO SOBRE LA DELICUENCIA”

“Quisiera hacer una sugerencia al CANARIAS7. Sería interesante que los

periodistas hicieran un exhaustivo estudio de la inseguridad que padece Canarias en

general y Gran canaria en particular, debido a que las alusiones del señor Anastasio

Travieso, por otro lado tenía que haber dimitido si tenía un poco de vergüenza, cosa que

en este país no tiene muchos políticos nuestros, puesto que habla de que hay seguridad,

será para él puesto que tiene personas a su cargo que le protegen a él y a su familia,

pero evidentemente ayer mismo decían ustedes que Fernando en Guanarteme se había

producido un intento de violación en un garaje de esta calle y en las primeras páginas

del mismo periódico aludía el señor Travieso que no venían policías porque no les

daban la supercomisaría. Hay muchos sitios donde enclavarla, como por ejemplo la

antigua plaza de toros en Jinámar, que es sitio ideal de conexión tanto para el sur como

para Las Palmas de Gran Canaria. Lo demás me parece un chantaje por parte de este

buen señor, al que no conozco y no puedo asegurar nada, pero a través de lo que veo y

leo, como muchos canarios con los que hablamos, probablemente éste sea un tema

bastante candente y delicado pues nuestra economía depende del turismo y lo último

que nos podía pasar es la muerte de un turista como si esto fuera Harlem”

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TEXTO 13- “AL BARRIO DE TINOCA”

“Me confieso amante de los animales, pero con el defecto de no saber

convivir con ellos, yo, que he tenido perros en casa y que cualquier animal casero me

parece adorable, he de confesar que cuando voy por la calle me asusta mucho cualquier

chucho que vaya suelto, las personas que como yo tienen miedo a un animal

desconocido, nos sentimos muy inseguras cuando, caminamos, nos encontramos con

estos amigos, sin poder remediarlo se nos mete miedo en el cuerpo y ellos, sabedores de

la situación, nos miran y se acercan desafiantes, sintiéndose superiores. Por eso hago

una llamada de atención al barrio de Tinoca, a todos aquellos vecinos que salen con sus

perros a pasear y los llevan sin correas, por favor, habemos muchos, que como yo, nos

sentimos aterrorizados ante la presencia de un perro desconocido.

TEXTO 14- “VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL”

“Hola soy un voluntario de una determinada agrupación de Protección Civil y

leyendo un artículo, que está muy bien por cierto, sobre el incendio de Barranco de

Santa Lucía al cual axistí junto a mis compañeros a sofocar el mismo. Cual fue mi

sorpresa cunado seleccionaba a las diferentes agrupaciones no estaba la mía, al margen

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de que fue la que más personas y medios llevó, es un halago menos. En la mayoría de

las ocasiones no se nos reconoce nuestra labor; incluso nos insultan y critican sin

reconocer la ayuda que prestamos a la sociedad y que en algún momento podemos

ofrecerles nuestros servicios. Un saludo y mi felicitación a los que, como a mi, nos

gusta este mundo de ayudar a los demás y seguir adelante"

TEXTO 15- “LUCHAR CONTRA LA DROGA”

“Soy Carmen Tacoronte, de Madres unidas contra la Droga. Es un mensaje

dirigido a los padres. Le hago esta pregunta tanto al padre como a la madre. ¿Qué

compromiso tiene en su casa con sus hijos tantos en los hogares como en lo social? Yo

le hago esta pregunta a todos ellos. Cuando vez a tu hija de 10 y de 11 años cuídela,

porque detrás hay un narcotraficante que ya le esta echando el ojo a tu hija. Hay que

pensar qué posturas tenemos que coger las madres canarias, para buscar soluciones, no

quedarse pasiva ante la situación y dejarse manipular por los propios hijos y por la

propia sociedad. La manipulación está en la mentira, y la mentira y la realidad son dos

cosa. Aprender a luchar, así que tenemos que pensar que pensamos la sociedad que

pensamos los padres, en esta sociedad actual integrarnos al mismo juego de estos

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asesinos o integrarnos a la luchador la vida de nuestros hijos y hoy en día digo también

y por mis nietos. Así que adelante y no llorar a la familia, sino que busquen soluciones.”

TEXTO 16- “¿POR QUÉ?

Si, no existe hecho más cruel, triste, abominable, perverso, espeluznante y

monstruoso que la guerra, máxime, si es civil. La vida es patrimonio de Dios.

Ha habido lamentablemente guerras; hay y seguirán habiendo. ¿ Por qué después

de 60 años, aún corren ríos de tinta, evocando hasta la saciedad nuestra guerra civil?

Abrigo la esperanza que con la aparición de Romario se relegará al olvido. Todo,

absolutamente todo lo negativo sucedido o suceda es con o después de Franco. Me

comentaba hace unos días que el culpable de los casos Lasa Y Zabala es Franco, era su

sistema. "Más mérito que el Cid Campeador, que ganó una sola batalla después de

muerto".

Si, Franco fue un general de 33 años, el más joven de Europa, enviado a todas

las contiendas por su bravura y bizarría. Amó entrañablemente a España. Hizo una

guerra que contuvo la invasión del Comunismo en Europa, aunque no podemos

enjuiciarla con la mentalidad actual, (Ya he expresado mi opinión respecto a las guerras.

Impidió el libertinaje y la corrupción, levantó a España sin oro. Su equivocación:

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encerrarse en sí mismo con la frase atribuida: “Que inventen otros”, lo no apertura al

resto del mundo y la longevidad de su mandato.

¿Por qué? Pese a los errores mencionados, y los atribuidos a 60 años luz, no le

reconocemos algo constructivo: la O.N.C.E., el N.S.S., los pantanos que movía a risa y

se quedó corto; en el ranking industrial mundial estuvimos en el undécimo lugar; nos

legó un gran Rey, viviendas con módicos alquileres, que pasaban a ser propiedad a los

20 años (Schamann y Escaleritas…), bagatelas comparado con lo que han hecho sus

sucesores. ¡Claro!

Murió mucha gente de un bando y de otro; fatal para ambos bandos. Ruego por

todos.

¿Por qué recordar de continuo, las víctimas de la zona nacional, vejadas y

torturadas, y omitimos, las víctimas de la zona republicana? Evidente que "curas y

monjas" antes iban al cielo..., y ¿los qué oían misa, y porque rezaban el rosario, y los

que "paseaban" de "derechas"? (así llamados) y no regresaron...

¿Por qué no olvidamos el deplorable pasado?

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