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ARLANDIS GUZMÁN S, ET AL. LAS PRUEBAS FUNCIONALES URODINÁMICAS EN EL DIAGNÓSTICO DE LA VEJIGA NEURÓGENA
te, sus antecedentes personales y los hallazgos de la ex- Nos interesan aquellos que corresponden a las metá-
ploración física dirigida. En este artículo vamos a cen- meras medulares donde se sitúan los diferentes centros
trarnos en revisar el estudio urodinámico como herra- miccionales.
mienta fundamental para conocer el funcionamiento del La exploración de dermatomos toracolumbares
tracto urinario inferior. aporta información en lesiones situadas en centros sim-
páticos (Th11-L2), pero son las metámeras sacras las
que se explorarán de un modo sistemático:
EXPLORACIÓN CLÍNICA
1. S1. Abarca la cara lateroexterna del quinto dedo,
Deberá ser lo más exhaustiva posible con el fin de borde externo y planta del pie.
descubrir patologías locales, sistémicas y neurológicas 2. S2. Está representada básicamente en la cara pos-
responsables de la disfunción miccional. Incluirá: terior de la pantorrilla y muslos, alcanzando hasta los
glúteos.
3. S3. Se entremezcla con S2 a la altura del muslo,
Exploración física alcanzando también los glúteos en una zona más inter-
na que S2.
1. Exploración general. Aspecto general, obesidad,
marcha (patología neurológica), edemas (insuficiencia En el hombre es muy selectiva la representación de
cardíaca que explique nicturia). S3 en el glande y surco balanoprepucial, mientras que
2. Exploración abdominal. Masas pélvicas, globo vesi- en la mujer los labios y el clítoris corresponden a S2.
cal (descartar micción por rebosamiento). Los dermatomos correspondientes a S3, S4 y S5 se en-
3. Exploración ginecológica. Introito y tacto vaginal en cuentran representados en círculos concéntricos alre-
búsqueda de vaginitis, atrofia de mucosas, celes y pro- dedor de los márgenes del ano.
lapsos. Q-tip test (en la IU de esfuerzo introducimos un
bastoncillo en la uretra y observamos si existe bascula-
ción superior a los 30° con el esfuerzo abdominal, lo Semiología motriz
que sugiere hipermovilidad uretral).
4. Exploración rectal. Tacto rectal que nos informa La exploración de la motilidad está basada en el equi-
sobre la mucosa rectal, el tono esfinteriano y su con- librio de aquellos músculos cuya inervación es funda-
trol voluntario, reflejo bulbocavernoso. En el varón mentalmente sacra.
efectuaremos palpación de próstata y vesículas semi- La exploración de los músculos perineales y esfin-
nales. terianos con inervación dependiente del segmento es-
5. Pruebas de esfuerzo. En bipedestación y con vejiga pinal S2-S3-S4 ofrece una respuesta más específica que
llena, constatamos si se produce escape con los esfuer- todos los grupos musculares de los miembros inferio-
zos abdominales (Valsalva, tos). Prueba de Bonney. res. Para su exploración introducimos un dedo en-
6. Exploración neurológica. Estado cognitivo, explora- guantado en el orificio anal del paciente, y le indicamos
ción neurológica básica, exploración del sistema ner- que cierre el esfínter; notaremos el aumento de la pre-
vioso vegetativo y exploración neurourológica específi- sión de éste sobre el dedo explorador si hay integridad
ca (sensibilidad perineal, tono anal y control, reflejo del núcleo y nervio pudendo, incluido el circuito IV de
bulbocavernoso, reflejo de la tos, reflejo cremastérico, Bradley.
reflejo plantar y aquíleo, prueba del agua helada).
7. Medición del residuo posmiccional. mediante sonda-
je vesical si se sospecha retención urinaria. Reflejos
Dada la importancia que tiene la exploración neu- Exploramos aquéllos cuyos centros medulares coin-
rourológica en pacientes con sospecha de disfunción ciden con áreas en las que se ubican los centros mic-
vesicoesfinteriana de causa neurógena, la describiremos cionales.
con mayor detalle.
1. Reflejos superficiales o cutáneos
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b) Cremastérico. Produce la elevación del testículo prapúbica. En la mayoría de pacientes con lesión me-
homolateral al frotar la cara interna del muslo. La afe- dular suprasacra, con vejiga neurógena hiperrefléxica, el
rencia y eferencia viajan por el nervio crural y su metá- reflejo es positivo, mientras que será negativo en vejigas
mera es la L1. inestables de origen no neurogénico. Por tanto, la utili-
c) Plantar. Se consigue una flexión plantar de los de- dad clínica del test está en el diagnóstico diferencial
dos del pie al frotar el borde externo de la planta. Su entre la inestabilidad vesical y la vejiga neurógena hi-
aferencia discurre por el nervio tibial, y el centro me- perrefléxica.
dular está situado en S1-S2. Las vías aferentes y eferentes de este reflejo discu-
d) Anal. Produce la contracción del esfínter anal al rren a través de los nervios pélvicos, y el centro refle-
frotar el área perineal o al insertar un dedo en el rec- xógeno se encuentra en S2-S3-S4. La positividad del
to; sus aferencias y eferencias discurren a través de los test indica integridad del arco reflejo sacro y descone-
nervios pudendos, y el centro medular se encuentra xión de éste de la influencia inhibitoria supramedular.
en S3-S4. En las personas mayores de 65 años con incontinencia
urinaria, el test del agua helada es positivo en más del
2. Reflejos profundos 60 % de los casos.
Este mismo test, pero utilizando contraste yodado
a) Aquíleo. Consiste en la flexión plantar del pie al (test de Rovira Rosell), proporciona al mismo tiempo
percutir con un martillo en el tendón de Aquiles. Sus una cistouretrografía miccional, difícil de conseguir de
vías aferentes y eferentes caminan por el nervio tibial, otra forma en las vejigas neurógenas hiperactivas.
y el centro se sitúa en S1-S2.
3. Reflejos viscerales
Exploración neurourológica específica1
a) Bulbo-cavernoso. Realizando la compresión del
glande, pinzamiento del clítoris o tracción mediante Sensibilidad uretrovesical
una sonda de Foley, se nota una contracción espás-
tica tactable del esfínter anal. Las aferencias y eferen- Una adecuada anamnesis informa sobre su situación.
cias son conducidas por los nervios pudendos a su Así, valoraremos:
centro somático sacro en S3-S4, por lo que su posi-
tividad indicará integridad de dicho nervio y dicho 1. Deseo miccional. Se origina en las terminaciones
centro. propioceptivas del detrusor, cuando la presión intrave-
Este reflejo se objetiva gráficamente recogiendo la sical ha sobrepasado el umbral de reposo, o ha sido in-
respuesta electromiográfica del esfínter externo ure- crementada por la iniciación voluntaria de la micción.
tral. También se observa un incremento de las presio- Los impulsos llegan a la médula y centros superiores a
nes en el perfil de presión uretral utilizando los mis- través de los nervios pélvicos e hipogástricos, ya que en
mos estímulos. denervaciones bilaterales de una sola de estas vías no
Aprovecharemos la realización de este reflejo para se suprime el deseo miccional. La sensación cesa du-
explorar el tono del esfínter anal y su contracción vo- rante la contracción vesical.
luntaria. Su integridad confirma el control voluntario 2. Sensación de micción inminente. Está probablemen-
del esfínter externo de la uretra y la capacidad para in- te originada por la estimulación de los propioceptores
terrumpir la micción. del suelo pélvico, que se transmite hasta la médula por
b) Reflejo de la tos. Se introduce un dedo en el ano, los nervios pudendos, y que posteriormente alcanza a
se hace toser al paciente y la contracción del esfínter través de los cordones posteriores el tálamo y la cor-
anal, sincronizada con la tos, indica indemnidad medu- teza sensitiva. También deriva de las contracciones in-
lar D6-D12, aceptando que el centro sacro se encuen- voluntarias transmitidas por los nervios pélvicos.
tra intacto. 3. Sensación de paso de orina por la uretra. El aumen-
to de presión en la uretra posterior o el contacto de las
4. Test del agua helada. Se introduce en la vejiga primeras gotas de orina con la mucosa uretral poste-
50 ml de agua a 5 °C mediante una embolada a través rior, junto con la sensación térmica, es registrado por
de una sonda vesical; se retira la sonda y, antes de un los receptores uretrales, que vía nervio pudendo, trans-
minuto, se produce la micción del líquido introducido, y miten la sensación al centro sacro de la micción a la
se indica su positividad. La prueba se valora gráficamen- vez que informan a los centros superiores.
te dejando la sonda alojada en la vejiga y conectándola a 4. Sensación de dolor. Es captada por los aferentes
un cistomanómetro. El test del agua helada positivo es de ambas cadenas vegetativas; asciende por los trac-
siempre patológico, y es negativo en un sujeto normal tos de conexión intersegmentaria medular y los ha-
en el que sólo da origen a una sensación de frialdad su- ces espinotalámicos hacia la esfera consciente.
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ble efectuarla en estos pacientes por las dificultades 8. Capacidad vesical máxima (anestésica). Es el volu-
de movilización y falta de control miccional que pa- men medido después de llenar la vejiga con el paciente
decen. bajo anestesia general o espinal, especificando la tem-
peratura del fluido de llenado, la velocidad y la presión
de llenado.
Cistomanometría 9. Acomodación. Indica los cambios de volumen de
llenado con relación a los cambios de presión. Se
Mediante la cistomanometría se evalúa la conducta calcula dividiendo el cambio de volumen (V) entre el
del detrusor cuantificando y expresando gráficamente cambio de presión del detrusor (Pdet) en cualquier
la relación entre las variaciones de presión intravesical momento del llenado vesical (A = V/Pdet). La acomo-
y el volumen de llenado. Para ello se utiliza un catéter dación se expresa en ml por cm de agua. En una cis-
uretral, que permite el llenado progresivo de la vejiga tometría normal, en la que no hay contracciones in-
con un líquido y al mismo tiempo el registro de la pre- voluntarias ni otros cambios de presión, se calcula
sión intravesical y un catéter rectal para registrar dividiendo la máxima capacidad vesical entre la pre-
la presión abdominal. De la sustracción entre la pre- sión del detrusor en el momento de la máxima capa-
sión intravesical e intraabdominal resulta la presión del cidad vesical. Nos informa acerca de la distensibilidad
detrusor, que refleja la presión producida tanto por vesical.
las propiedades activas como las pasivas de la pared ve-
sical. A continuación, se exponen los datos que se re-
gistran durante el estudio cistomanométrico y los pa- Interpretación
rámetros que se utilizan para la interpretación de la
función vesical durante la fase de llenado: actividad del La función vesical durante la fase de llenado se valo-
detrusor, acomodación vesical, sensación y capacidad ra a través de los siguientes parámetros:
vesical.
1. Sensación vesical. Puede estar aumentada, dismi-
nuida o ausente; puede aparecer precozmente (con
Definiciones 3,4 poco volumen de llenado vesical) o estar retrasada; se
puede percibir acompañada de miedo al escape (ur-
1. Primer deseo miccional. Sensación durante el llena- gencia) o como sensación dolorosa. En pacientes con
do que hace decidir al paciente ir a orinar tan pronto vejiga neurógena existen frecuentes cambios en la sen-
como sea posible, aunque puede ser demorada si es ne- sibilidad vesical, a menudo está disminuida o incluso au-
cesario. Habitualmente aparece entre los 150 y los sente; a veces la sensibilidad es inespecífica, en las que
250 ml. el paciente es consciente de su llenado vesical a través
2. Deseo miccional normal. Se define como el volu- de otras sensaciones, como la plenitud abdominal o
men de llenado al cual el paciente desea orinar, aunque los síntomas vegetativos 8.
la micción puede retrasarse si es necesario. 2. Capacidad vesical. Fácilmente medible.
3. Fuerte deseo miccional. Es el deseo persisten- 3. Acomodación. Cambia durante la cistomanometría
te de orinar sin que exista miedo o temor a fuga de y su variabilidad depende de la velocidad de llenado, de la
orina. parte de la curva empleada para calcularla y del volumen
4. Urgencia. Súbito e irresistible deseo de orinar. al que se calcula, de la geometría o forma de la vejiga, del
5. Dolor. Su localización y tipos deben ser especifi- espesor de la pared vesical y sus propiedades mecánicas
cados. El dolor durante el llenado vesical o durante la y de la capacidad contráctil y de relajación del detrusor.
micción es siempre anormal. La acomodación normal se define cuando durante el lle-
6. Capacidad cistomanométrica máxima. Es el volu- nado de la vejiga no ocurren cambios significativos de
men de llenado al cual el paciente siente que no pue- presión; se consideran normales cifras superiores a los
de retrasar más la micción, en pacientes con sensa- 30-40 ml/cm de agua. Por debajo de 15-20 cm de agua
ción normal. En aquellos que no tienen sensación, la hablamos de hipoacomodación (fig. 4). No existe el con-
capacidad cistomanométrica máxima es el volumen al cepto de hiperacomodación. Por otra parte, en la prác-
cual el investigador decide terminar el llenado. Si exis- tica puede ser difícil diferenciar la hipoacomodación de la
te incompetencia esfinteriana, la capacidad cistomano- hiperactividad tónica del detrusor 9.
métrica máxima se puede incrementar significativa- 4. Actividad del detrusor. Se interpreta por la medida
mente ocluyendo el cuello vesical con un catéter de de la presión del detrusor en la cistomanometría. Du-
Foley. rante la fase de llenado el detrusor puede ser normo-
7. Capacidad vesical funcional o volumen de orina va- activo o hiperactivo, mientras que durante la fase de
ciado. Es más importante, y puede ser determinada con vaciado puede comportarse como normoactivo, hipe-
la hoja de frecuencia/volumen. ractivo o hipoactivo.
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Función uretral durante el llenado finido como “en ausencia de contracción del detrusor”,
aunque otros la han medido durante las contracciones
Durante el llenado debe mantenerse activo el meca- involuntarias del detrusor 8,10.
nismo uretral de cierre ante los aumentos de presión in- Atendiendo a estos parámetros, una cistomanometría
travesical. La presencia de escapes de orina en el caso de llenado normal presenta una capacidad vesical entre
de incrementos de presión abdominal denotan inconti- 300 y 500 ml, una presión del detrusor que se mantiene
nencia de esfuerzo por fallo del mecanismo de cierre baja con el llenado (por debajo de 20 cm de agua para la
uretral. Las lesiones de las metámeras sacras pueden máxima capacidad), una acomodación entre 30-55 ml/cm
ocasionar hipoactividad o incompetencia del esfínter de agua, una sensación de llenado presente y ausencia de
externo por lesión del pudendo. Un parámetro urodi- contracciones involuntarias durante la fase de llenado ve-
námico importante en los pacientes con vejiga neuróge- sical. Además, el paciente debe ser capaz de producir
na es la presión de escape del detrusor. Se define como la una contracción voluntaria del detrusor, cortar el chorro
menor presión del detrusor que produce escape de ori- miccional e inhibir la contracción del detrusor una vez
na en ausencia de contracción del mismo y aumento de iniciada durante la fase de vaciado (fig. 5).
la presión abdominal. Se ha usado muy frecuentemente
para predecir los problemas del tracto urinario superior
en pacientes neurológicos con acomodación vesical dis- Función hiperactiva del detrusor
minuida, estableciendo como punto de corte los 40 cm
de agua para establecer el concepto de vejiga de riesgo. Se caracteriza por contracciones involuntarias du-
La Sociedad Internacional de Continencia (ICS) la ha de- rante la fase de llenado, espontáneas o provocadas,
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que el paciente no puede impedir (fig. 6). Las con- 1. Hiperactividad del detrusor idiopática. Cuando no
tracciones involuntarias del detrusor pueden ser pro- hay una causa definida. Este término reemplaza la ines-
vocadas por el llenado rápido, cambios posturales, tabilidad del detrusor.
tos, maniobra de Valsalva, saltos y otros procedi- 2. Hiperactividad del detrusor neurogénica. Este térmi-
mientos precipitadores. Las contracciones involunta- no se prefiere al de hiperreflexia del detrusor, y se de-
rias son generalmente de tipo fásico; la mayoría de los fine como hiperactividad por alteración de los mecanis-
autores consideran la cifra de 15 cm de agua de ele- mos de control neurológico. Este término se emplea
vación de la presión del detrusor como el límite para solamente cuando hay un trastorno neurológico evi-
considerar una contracción involuntaria, aunque oca- dente (fig. 7). El uso de términos conceptuales indefini-
sionalmente se observan contracciones entre 10 y dos tales como hipertónico, sistólico, no inhibido, es-
15 cm de agua que se denominan pequeñas contrac- pástico y automático deben ser evitados.
ciones, coincidiendo en la mayoría de los casos con
contracciones de mayor magnitud 11. Un incremento En la práctica clínica y de la investigación, la ampli-
gradual de la presión del detrusor sin el consiguiente tud de las investigaciones varía. Así, es probable que la
descenso es mejor considerado como una disminu- proporción de hiperactividad del detrusor neurogéni-
ción de la acomodación (considerado por algunos au- ca/idiopática aumente si se realizan estudios neurológi-
tores como hiperactividad tónica). cos más exhaustivos.
La hiperactividad del detrusor se califica según la Un detrusor hiperactivo durante la fase de llenado
causa subyacente (siempre que sea posible): no tiene por qué comportarse como hiperactivo du-
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rante el vaciado, sino que puede ocurrir que sea hi- por lesión del cono medular o de la salida de los ner-
peractivo durante el llenado e hipoactivo durante el vios sacros, el detrusor se denomina descentralizado
vaciado al no poder desarrollar una contracción de su- o no denervado, ya que la neurona periférica persis-
ficiente magnitud y duración. Hasta el 9 % de nuestros te. Estas vejigas presentan fluctuaciones de presión
pacientes con vejiga neurógena secundaria a esclerosis de baja amplitud autónomas. El uso de términos tales
múltiple padecen este trastorno funcional de hiperacti- como atonía, hipotonía, autonómico o flácido debe
vidad/hipoactividad12. ser evitado.
Cuando ante la sospecha clínica de inestabilidad vesi-
cal reproducimos los síntomas durante la exploración La alteración de la contractilidad de origen neurogé-
urodinámica sin evidenciar contracciones del detrusor, nico tiene su origen tanto en la alteración de las vías
hablaremos de urgencia sensorial, caracterizada por el sensitivas como en las vías motrices. En la actualidad de-
hallazgo de una vejiga estable, de capacidad reducida, finimos la situación de las vejigas neurógenas por la con-
con acomodación normal, con un primer deseo mic- tractilidad de su detrusor durante el llenado y el vacia-
cional precoz y un vaciado vesical normal que el sujeto do, la conducta de la región de salida y su sensibilidad.
realiza voluntariamente para evitar el dolor. La influencia supraespinal facilita o inhibe el umbral
de contracción. Las lesiones medulares de nivel supe-
rior a las metámeras sacras facilitan la contracción a un
Función del detrusor durante el vaciado bajo umbral de excitación, mientras que las de nivel sa-
cro bajo la abolen.
La función del detrusor durante el vaciado puede ser Con frecuencia, en las cistomanometrías normales
normal, hipoactiva o acontráctil: no aparecen contracciones del detrusor en la fase de
vaciado. Cuando esto ocurre habrá que diferenciar si se
1. Contractilidad normal del detrusor. El vaciamiento trata de una acontractilidad por inhibición psíquica (re-
normal se logra por medio de una contracción del de- lativamente frecuente) o neurológica (arreflexia). Se ha
trusor iniciada voluntariamente, sostenida y suprimida demostrado que sólo el 60 % de las mujeres y el 95 %
voluntariamente. Una contracción normal del detrusor de los hombres normales presentan una contracción
tendrá el efecto de vaciar completamente la vejiga si del detrusor en el estudio urodinámico. Antes de ter-
no existe obstrucción. minar la exploración, si pensamos que es un detrusor
2. Detrusor hipoactivo. Es aquél cuyas contracciones arrefléxico, intentaremos que el paciente se relaje y se
son de inadecuada magnitud y/o duración para efec- desinhiba, o facilitaremos que se desencadene la mic-
tuar el vaciamiento vesical en una extensión de tiempo ción con maniobras que incrementen la presión abdo-
normal. minal. También se sugiere cambiar de posición al pa-
3. Detrusor acontráctil. Es aquel que no se contrae ciente (algunos pacientes sólo desencadenan el reflejo
durante el estudio urodinámico. El detrusor arrefléxi- detrusoriano de pie) o hacer el test del betanecol y del
co es el acontráctil por anormalidad del sistema nervio- agua helada. Una maniobra sencilla pero efectiva para
so y denota ausencia completa de contracción central- desencadenar la contracción del detrusor es la disten-
mente coordinada (fig. 8). En la arreflexia del detrusor sión uretral.
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Estudios combinados
Electromiografía
La tecnología actual permite diagnosticar con gran
El objetivo de esta exploración es la determinación precisión la causa de la disfunción vesicoesfinteriana
de la actividad del esfínter externo uretral, así como su efectuando estudios simultáneos de la vejiga y de la re-
coordinación con respecto a la conducta del detrusor14. gión de salida (cuello vesical, esfínter externo y uretra
Estudiaremos: funcional comprendida entre ambos). Las técnicas diag-
nósticas por imagen (fluoroscopia y ecografía) combi-
1. Actividad esfinteriana en reposo. nadas con los estudios urodinámicos aportan informa-
2. Actividad esfinteriana durante el llenado vesical. ción funcional y orgánica del tracto urinario inferior.
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Estudios de presión/flujo (instantánea miccional) En los pacientes con vejiga neurógena a veces es im-
posible efectuar estos estudios debido a la falta de con-
Estudia la fase de vaciado del ciclo miccional. Apro- trol voluntario miccional y a los problemas de movilidad
vechando el estudio cistomanométrico y sin retirar el que padecen con frecuencia, que impiden realizar un re-
catéter intravesical, se invita al paciente a iniciar una gistro flujométrico simultáneo en condiciones de calidad.
micción espontánea, efectuando un registro flujométri-
co simultáneo. Mide la presión del detrusor durante la
Flujo-EMG
micción con relación al flujo miccional producido. Se
estudia con esta prueba la capacidad contráctil del de-
Es una exploración combinada, no invasiva, de gran
trusor (normal, disminuida o ausente), así como la exis-
utilidad para el diagnóstico de la disinergia del esfínter
tencia de obstrucción infravesical (determinada por
estriado uretral.
flujos bajos con altas presiones del detrusor). La pre-
sencia de flujos bajos con bajas presiones de vaciado del
detrusor orientan hacia una insuficiencia contráctil de la Ecovideocistomanometría
vejiga (detrusor hipoactivo) (fig. 10). Diversos nomo-
gramas son utilizados para determinar el grado de obs- La cistomanometría efectuada con perfusión de so-
trucción infravesical (ICS, Schäffer). luciones coloidales permite la identificación ecográfica
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simultánea no sólo de vejiga, cuello vesical y uretra, sino 14. Fase de vaciado: caída de la presión intrauretral,
también del flujo, gracias a que las soluciones coloidales elevación de la presión del detrusor, silencio electro-
dan señal ecográfica. En esta exploración se suma la in- miográfico, flujo normal.
comodidad de la citomanometría a la de la ecografía
transrectal. Por eso es importante la colaboración del La disfunción vesicoesfinteriana neurógena se defini-
paciente y el poder de convicción del explorador. rá según la conducta del detrusor y la uretra, así como
Nuestra experiencia personal demuestra que se tolera por la preservación o no de la sensibilidad.
bien y permite, además de la valoración funcional del
tracto urinario inferior, obtener imágenes que acercan
a la comprensión de la disfunción. Conducta del detrusor
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en aquellos casos en que el reflejo metamérico queda arrefléxico durante un tiempo, aunque normalmente la
interrumpido: lesiones del nervio pélvico (por el que actividad se restaura antes que en el detrusor.
viajan las aferencias y eferencias del detrusor) y lesio- En las lesiones completas por encima de las metá-
nes medulares en las metámeras sacras S2-S3-S4. meras sacras el esfínter externo tendrá un comporta-
Los pacientes presentarán: miento espástico (hiperrespuesta de las motoneuronas
de las astas anteriores del núcleo pudendo sacro). Ade-
1. Dificultad de inicio de la micción. más, el comportamiento será disinérgico con respecto
2. Flujo miccional alterado. a la contracción del detrusor.
3. Vaciado por compresión y prensa abdominal. En los pacientes con arreflexia del detrusor por le-
4. Incontinencia de esfuerzo e incontinencia por re- sión de las metámeras sacras, el esfínter estriado puede
bosamiento. estar o no afectado. La hipoactividad o incompetencia
5. Test de agua helada negativo. del esfínter será debida a la lesión de los núcleos y ner-
6. En lesiones completas: reflejo bulbocavernoso ne- vios pudendos. Si la lesión medular es incompleta y
gativo, esfínter anal hipotónico con ausencia de con- afecta sólo al núcleo sacro del detrusor o al nervio pél-
trol voluntario, ausencia de sensibilidad propioceptiva vico, respetando el núcleo y nervio pudendo, nos en-
vesical (aunque sí pueden notar sensación de plenitud contraremos con un detrusor arrefléxico y un esfínter
abdominal). activo, que puede o no relajarse durante el vaciado. En
7. Ausencia de actividad contráctil del detrusor. este caso no hablaremos de disinergia vesicoesfinteria-
na, ya que no existe contracción del detrusor, sino que
esta disfunción la denominaremos como arreflexia sin
Detrusor hipoactivo relajación del esfínter estriado.
En las lesiones medulares agudas (fase de shock me-
Detrusor que, siendo capaz de contraerse, la magnitud dular) se observa, junto con la arreflexia del detrusor
o duración de su contracción es insuficiente para conse- y la hipoinactividad del esfínter externo estriado ure-
guir un vaciado vesical efectivo. Implica la objetivación de tral, una resistencia aumentada de la uretra por activi-
residuo posmiccional, así como parámetros flujométricos dad de la musculatura lisa del cuello vesical.
alterados y presiones bajas del detrusor en la fase de va- Las lesiones medulares crónicas por encima de
ciado, lo que implica un deterioro de la contractilidad. D6 producirán una disinergia detrusor-cuello vesical.
Se da con frecuencia en pacientes con mielomenin- En la tabla 1 se resumen las distintas posibilidades
gocele, esclerosis múltiple y lesiones medulares incom- de disfunción vesicoesfinteriana.
pletas que afectan parcialmente al parasimpático sacro.
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pioceptiva, por lo que para proteger la función renal es (evidenciable en la cistomanometría con EMG), pero
necesario instaurar inicialmente sonda vesical perma- los registros flujométricos son bajos, ya que existe una
nente. Posteriormente, estableceremos una pauta de obstrucción funcional derivada de la mala apertura del
cateterismo limpio intermitente que iremos adaptando cuello vesical (esfínter liso). Esto sólo es evidenciable si
en función de los residuos, según el patrón funcional practicamos un estudio ecourodinámico o videourodi-
que se establezca cuando se supere esta fase. námico (cistográfico).
Suele darse en lesiones neurológicas suprapontinas, Presente en pacientes con daño medular sacro y de
también en lesiones medulares altas incompletas. nervios periféricos que no afectan al núcleo y nervio
El esfínter externo uretral permanece relajado todo pudendo, y por el contrario afectan al núcleo parasim-
el tiempo que el detrusor se contrae. La sensibilidad sa- pático sacro del detrusor o al nervio pélvico. En el es-
cra es normal, el esfínter anal es normotónico, su con- tudio urodinámico observaremos ausencia de actividad
trol volitivo es normal, el reflejo bulbocavernoso es po- del detrusor durante el llenado, con escaso incremen-
sitivo y el test del agua helada es positivo. to de la presión del detrusor a máxima capacidad, au-
La hiperreflexia no suele incidir sobre el tracto urina- sencia de sensibilidad e incremento de la actividad elec-
rio superior, ya que el vaciado no es obstructivo (uretra tromiográfica del esfínter externo con el llenado. Los
relajada), las infecciones son escasas y el residuo nulo. El intentos miccionales se producirán a expensas de in-
problema fundamental es la incontinencia urinaria. cremento de la presión abdominal (maniobra de Valsal-
va). Se produce una obstrucción e imposibilidad de va-
ciado vesical, con retención urinaria y flujos bajos. La
incontinencia, si aparece, será por rebosamiento.
Hiperreflexia con disinergia del esfínter
estriado uretral
Es frecuente en las lesiones medulares por encima Arreflexia asociada a la falta de relajación
de las metámeras sacras, en algunas mielitis transver- del esfínter liso
sas y esclerosis múltiple avanzadas.
La urodinámica muestra un detrusor hiperactivo con Urodinámicamente observaremos ausencia de activi-
acomodación disminuida. Se produce una ausencia de dad del detrusor, con actividad electromiográfica del
relajación del esfínter externo durante las contrac- esfínter externo normoactiva o hipoactiva. El vaciado
ciones del detrusor (evidenciable con el registro elec- será obstructivo, con flujos bajos y residuos altos, a
tromiográfico). Esto ocasiona altas presiones intravesi- expensas de una mala apertura del cuello vesical evi-
cales, responsables del posible deterioro del tracto denciable con estudios videourodinámicos.
urinario superior. En la exploración neurourológica en-
contraremos un esfínter anal hipertónico, reflejo bul-
bocavernoso positivo, test del agua helada positivo y
¿Cuándo indicamos la repetición del estudio
sensibilidad sacra abolida, sin control voluntario del es-
urodinámico?
fínter anal. Clínicamente existe incontinencia urinaria y
obstrucción urinaria funcional (valores flujométricos
Siempre repetimos la exploración una vez superada
bajos). El volumen residual suele ser alto. Los pacien-
la fase de shock medular, para determinar el patrón dis-
tes no perciben las contracciones involuntarias del de-
funcional final establecido. Por otra parte, siempre que
trusor por afectación de la sensibilidad propioceptiva
observamos cambios clínicos evolutivos significativos,
vesical, aunque a veces las interpretan por síntomas
repetimos el estudio para detectar posibles cambios
vegetativos acompañantes.
funcionales que puedan determinar escalones terapéu-
ticos superiores a los actualmente adoptados. Aun exis-
tiendo estabilidad clínica evolutiva, así como ausencia
Hiperreflexia del detrusor con disinergia de complicaciones detectables en las exploraciones
del esfínter liso complementarias, solemos repetir el estudio urodiná-
mico cada 5 años con el fin de obtener información fun-
En estos pacientes se produce una relajación del es- cional evolutiva del paciente, e información científica
fínter externo simultánea a la contracción del detrusor para nuestra unidad.
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