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Qu bien le recuerdo!

Tenan una cara colorada y fina; muy de su pas Llevaba ladeada su


chistera clara y siempre impecable su levita gris. Qu bien le recuerdo cuando era chico y a
travs de este seor yo ayudaba a darle agua a los animales! A cambio este seor me prometa
ver la funcin del circo de ese da. A este seor en la puerta del circo lo esperaba yo y cuando
la funcin iba a empezar se presentaba y me deca entra ya. Yo pensaba siempre que este
seor debe ser muy rico Es amo de un circo! Qu barbaridad! Para mi aquel hombre de
gestos gallardos era como un brujo con tnica gris, que mandaba en perros, tigres y leopardos;
y tena cuadra y menajeries Luego, yo estudiante, tambin le envidiaba cuando las artistas
prendan mi amor, yo ardiendo en deseos. Con rabia pensaba: todas sern novias de ese gran
seor Cuntas fantasas! Aquel caballero de melena rizada y alegre mirar era un hombre
afable, laborioso, austero, que amaba, ante todo; familia y hogar

Muy aficionado como buen artista a su arte, en el circo mil veces lo vi, ocupando atento su silla
de pista, o activo, cruzando de un lado para otro. Otras muchas veces en la misma entrada y
entre las dos puertas. Mi curiosidad le vio all impasible, con alma emigrada, sujeto a la
utilidad que el tiempo se la quit. Pasaron los aosEl viejo Guillermo dej de ir al circo y
alguien pregunt dnde estar Guillermo? Cansado o enfermo? Dnde andar? Y se
concluy. Siguieron los saltos con furia infinita sigui las actuaciones y comedias entre risas.
Va un pblico nuevo, con ganas de pasarlo bien y grita: dnde andar Guillermo, el viejo de la
gris levita? Hoy dice la prensa que no existe, cansado de lucha. Le ofreci un retiro de ms
amplios circos. La eterna mansin donde descansa mi amigo Guillermo. Dej de ver. Los aos
pasaron, tu te fuiste y otros quedamos para visitar a los que se fueron a descansar. Adis
amigo Guillermo, descansa en paz.

Antonio Fernndez Vergara

2016-12-11

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