Sei sulla pagina 1di 1

Una Flor

Una tarde bendecida


me diste , amada , una flor,
y de entonces su perfume
embriaga mi corazn.

Era un jazmn blanco y puro


ms no tanto como t ;
emblema de mis ensueos
smbolos de tu vida.

Yo lo conservo en mi pecho
y en el siempre vivir;
lo han marchitado mis besos
y lo he regado al llorar.

Pero conserva el aroma


de tu aliento virginal
de tus lgrimas la huella,
de tus miradas quiz.

Ser el dulce compaero


de mi triste soledad;
y mientras t no me olvides
jams me abandonars.

Ms, acaso por desgracia,


te olvidaras de mi amor,
no resistirn sus hojas
la tormenta del dolor.

Y en medio de mi amargura,
de mi angustia y afliccin,
se deshar en mil pedazos,
Y con el corazn!

Jernimo Ossa (Panam)

Potrebbero piacerti anche