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LA PSICOLOGIA HUMANISTA Un nuevo paradigma psicolégico ¥% Critica a la concepcién clasica de la ciencia ¥% Hacia un nuevo paradigma en psicologia ¥% La psicologia humanista en la practica Miguel Martinez Miguélez tri | | as 9] La psicologia humanista Un nuevo paradigma psicoligico Miguel Martinez. Miguélez El autor dedicé varios afios de estudio y reflexion a la elaboracién de esta obra, en la cual ofrece un analisis muy bien documentado de los fundamentos de la psi- cologia humanista, asi como de su método y técnicas. Suanilisis se compone de tres partes.La primera consiste en una critica de la ciencia ortodoxa y de las bases en que se apoya, de sus articulos de fe no probados, de algunas definiciones, axiomas y conceptos gratuitos, de su pretension de ser el camino para el conocimiento y de su ingenuidad y falacia al creer que siempre usa el mismo método cuando, de hecho, no tiene ni ha tenido nunca un método Unico, y los avances de la ciencia se dieron sdlo cuando sus mas distinguidos exponentes decidieron apartarse de las rigidas reglas canénicas que constrefian y coartaban el pensamiento, la originalidad y la imaginacién creadora. Esta parte constituye el marco de referencia critico en que se ubica la segunda, la cual se dedica a estudiar las. bases de un posible paradigma para la psicologia que sea a la vez’cientifico’ es decir, fruto de un estudio rigu- rosamente critico y sistematico, y“humanistayo sea, fiel a la naturaleza integral y personal de los seres humanos., El objetivo de esta segunda parte es dar una base firme y s6lida a las siguientes tesis centrales: el método de- pende del objeto de la ciencia, y si el objeto de estudio “humano; “animal” e inorgdnico" es irreductible uno a otro, necesita métodos diferentes; la vida humana tiene una riqueza de contenido que no captan las técnicas matematicas u operacionalistas y necesita métodos mas humanos y personalistas; la clave para la comprension de la persona es el estudio del significado de las acciones y de la intencién que las anima, mds que el mero estudio de la conducta externa; los caminos que parecen mas adecuados para una comprensién cabal del hombre son aS LA PSICOLOGIA HUMANISTA Un nuevo paradigma psicolégico Miguel Martinez Miguélez EDITORIAL Kf | TRILLAS y| México, Argontina, Espana, Ve Catalogacién en ta fuente Martinez Miguélez, Miguel La psicologia humanista : un nuevo paradigma psicologico. -- 2a ed. - México : Tilas, 1999 (reimp, 2009) 216 pp. ; 25m Bibliogratia: Incluye indices ISBN 978-968-24-5871-2 pp. 195-205 1. Psicologia. 2. Hombre. |. t. D- 150,198'M334p La presentacién y aisposicién en conjunto de LA PSICOLOGIA HUMANISTA. Un nuevo paradigma psicolégico ‘son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida 0 trasmitida, mediante ningan sistema 0 método, electrénico o mecénico (incluyendo el fotocopiado, la grabacién © cualquier sistema de recuperacion y almacenamiento de informacién), sin consentimiento por escrito de! editor Derechos reservados OXR, 1999, Editorial Trilas, 5. A. de CV. Divisién Administrativa Av, Rio Churubusco 385 Col, Pedro Maria Anaya, C. P 05340 México, D. F Tel, 56884233, FAX 56041364 LC- BF204'M5.6 1099 Division Comercial Calzada de fa Viga 1132 C. P.09439, México, D. F Tel, 56530995 FAX 56330870 ‘www. trillas.com.mx Miembro de la Camara Mactonat de fa Industria Editorial Reg. num, 158 Primera edicién KR (ISBN 968-24-1151-2) YOR, Ol, OM) Segunda edicién OO (ISBN 978-968-24-5871 ¥GL, SE) Reimpresién, 2009 Impreso en México Printed in Mexico Se imprimis en impresora Publimex, 5. A KROB 90 TW Hse. feonipl Biilea : PREFACIO Desde la pubiicacién de la primera edicién de esta obra, la Psicologia Humanis- ta ha penetrado en forma significativa en los medios académicos, tanto de pregrado como de posgrado, a nivel teérico como a nivel practico. Primero lo hizo mas bien como protesta y alternativa de las dos corrientes clasicas en psicologia: el psicoana- lisis y el conductismo; después, presentando una vision integral, coherente y légica, de la vasta y compleja dotacién del ser humano. Esta vision integral se ha ido conso- tidando con una firme fundamentacién epistemologica de su enfoque y con el desa- roollo y estructuracién de metodologias y técnicas apropiadas y sensibies a lo mas especificamente humano, como es la libertad, la conciencia, 1a creatividad, los valo- es y los sentimientos. Esta segunda edicién presenta una cuidadosa actualizacién de los temas trata- dos y una gran ampliacion: todos los capitulos han sido refundidos en sus aspectos clave y se ha,afiadido una tercera parte con tres capitulos nuevos dedicados mas especificamente a la aplicacién practica de la Psicologia Humanista. iguales criterios se han usado en el Prologo-Sintesis y en la amplia Introduccién. La obra tiene un marcado enfoque epistemoldgico y metodoldgico, hasta el pun- to de constituir, como se enfatiza en el subtitulo de fa misma, un nuevo paradigma psicaldgico. Este énfasis es debido a la conviccién de que las diferencias entre las diversas orientaciones de la psicologia actual, arrancan de fuertes divergencias de naturaleza epistemoldgica y que s6lo partiendo de esa base se puede Hegar a una mayor unificacion de la disciplina psicolégica. Esperamos que las personas que trabajan en jas profesiones de ayuda, como psicdlogos, psiquiatras, terapeutas, orientadores, trabajadores sociales, educadores y médicos, encuentren en la obra una fuente auxiliar para su practica profesional. Esta seria nuestra mayor satisfaccién personal. MMM PROLOGO-SINTESIS EI movimiento humanista no es exclusivo de la Psicologia; se ha manifestado en todos los aspectos del pensamiento humano y en todos los aspectos de la interaccion humana: en Sociologia, en Antropologia, en ciencia politica, en Filosofia y hasta en Teologia. Los mas grandes problemas de nuestro tiempo son ahora los problemas humanos. En la evolucién histérica de la Psicologia como ciencia, se ha puesto énfasis en tres enfoques 0 fitosofias de la ciencia psicolégica: el empirismo clasico, el empirismo légico y la metaciencia. Et empirismo clasico concibié la Psicologia como una ciencia puramente des- criptiva de las observaciones de los fenémenos psicolégicos y de la conciencia y, quiza, como una formulacién timida de “leyes” empiricas sobre las relaciones entre estos fendmenos. Este enfoque prevalecié hasta la Primera Guerra Mundial y, en amplios sectores del conductismo americano y algunos psicdlogos de la Gestalt, también después. La orientacién positivista, como la entendia el empirismo clasico, fue rota por Freud, cuya teoria psicoanalitica -rechazada primero por considerarta no cientifica~ fue aceptada después dentro del nuevo clima filos6fico de la posguerra: e! empirismo légico. El empirismo Iégico predominé entre las décadas de 1930 y 1960. Con él se da cabida al “pensamiento ldgico”, en el mas amplio sentido de la palabra. El conoci- miento cientifico, segtin este enfoque, no consiste sélo en la descripcién de los he- chos y leyes, sino también en la formulacién de hipétesis explicativas, para lo cual hara uso de construcciones légicas o modelos. Es 1a era de las teoria: A partir de la Segunda Guerra Mundial fue apareciendo y, especialmente en las tres décadas siguientes, se desarrollé un tercer nivel de “abstraccién” que va mas alla de los dos anteriores, el descriptivo y el hipotético, es el nivel de la metaciencia. Aunque todavia no tiene un nombre universalmente aceptado, ésta es una nueva filosofia o teoria de la ciencia. Su tesis basica sostiene que /as teorias cientificas son parte de todo el contexto cultural, el cual, por consiguiente, las influencia en sus formulaciones. Por tanto, toda teoria cientifica tiene su parte filosdfica 0 metaieoria. Con base en este ultimo planteamiento, las teorias cientificas deberan formular explicitamente los presupuestos filoséficos que aceptan, ya que éstos afectan am- pliamente las construcciones hipotéticas y la eleccién de los métodos que van a usar. Y, en el area de las ciencias humanas, entre estos presupuestos, es de una 5 6 — Prdlogo-Sintesis importancia capital la formulacién explicita de los presupuestos concernientes a la “filosofia del hombre” que se acepta. La presente obra esta orientada por este Ultimo concepto de ciencia y teoria cientifica. Cae también dentro de un “amplio marco” de referencia, el del enfoque humanista de la psicologia, es decir, aquel que considera al hombre en si como un ser potencialmente libre y creativo, cuyo comportamiento puede depender mas de su marco conceptual interno, que de ta coaccién de impulsos internos o de la presion de fuerzas exteriores. El concepto de hombre que tiene Ja Psicologia Humanista es sumamente vasto y complejo. Esta orientacidn no desea excluir de su estudio nada de todo lo que, se- gin su enfoque, identifica y distingue mejor al hombre, como es la libertad, la crea- tividad, los valores, el amor, actuar con un propésito y dirigirse hacia una meta, la autorrealizaci6n, el sentido de la vida, del sufrimiento y de la misma muerte. De aqui que una metodologia general, adecuada y eficaz para su estudio, esté en gran parte por hacerse. Sin embargo, éste es e/ gran desafio que tienen los psicdlogos humanis- tas: respetar plenamente ese objeto de estudio tan sutilmente estructurado y entrete- jido, y encontrar, al mismo tiempo, el procedimiento mas adecuado para comprenderlo. Esta obra, para realizar su cometido, se ubica en el nivel de la metaciencia, sefialado anteriormente. En légica se distingue claramente entre nuestro conoci- miento de las cosas y nuestras reflexiones sobre nuestro conocimiento de las cosas; es decir, entre ciencia y conocimiento sobre Ja ciencia o “metaciencia’. Las Wtimas décadas se han visto caracterizadas por la emergencia del “pensamiento sobre el pensamierito”; el hombre trata de redefinir la naturaleza de su propio conocimiento. Esta base epistemolégica es fundamental para la Psicologia Humanista (como para toda psicologia y para toda ciencia) y, por ello, en esta obra se le da especial relevancia. La estructuracién académica de la Psicologia Humanista es un problema de natura- leza esencialmente epistemoldgica (de fundamentacién filoséfica) y metodolégica (cémo lograr nuevos conocimientos seguras). Precisamente, la primera parte de nuestro trabajo consistira en una critica de la ciencia ortodoxa y de las bases en que se apoya, de sus articulos de fe no probados, de algunas definiciones, axiomas y conceptos gratuitos, de su pretensién de ser ef camino para el conocimiento y de su Ingenuidad y falacia al creer que siempre usa el mismo método, cuando, de facto, no tiene ni ha tenide nunca un método tinico, y Jos mejores avances de la ciencia se dieron solamente cuando sus mas distinguidos exponentes decidieron apartarse de las rigidas reglas canonicas que constrefian y coartaban el pensamiento, la originalidad y la imaginacion creadora, Esta parte constituira el marco de referencia critico en que se ubica fa segunda, ia cual se dedicaré a estudiar las bases de un posible paradigma para la psicologia, que sea a la vez “cientifico”, es decir, fruto de un estudio rigurosamente critico y sistematico, y “humanista’, 0 sea, fiel a la naturaleza integral y personal de los seres humanos. E] objetivo fundamental de esta segunda parte es dar una base firme y sdlida a las siguientes tesis centrales: el método depende del objeto de la ciencia, y si el objeto de estudio “humano”, “animal” e “inorganico” es irreductible uno a otro, nece- sita métodos diferentes; la vida humana tiene una riqueza de contenido que no captan las técnicas matematicas u operacionalistas y necesita métodos mas huma- nos y personalistas; la clave para la comprensién de la persona es el estudio del Prélogo-Sintesis 7 significado de las acciones y de la intencién que las anima, mas que el mero estudio de la conducta externa; fos caminos que parecen mas adecuados para una cabal comprensién del hombre son fos métodos que se centran en el “didlogo’: el hermenéutico-dialéctico, el fenomenoldgico, el etnografico, el de investigacién-ac- cin, el de historias de vida, etc, ya que retinen un conjunto de bondades y cualida- des que los hacen flexibles y sensibles a las caracteristicas propias de cada persona. Con base en una identificacion mas clara y precisa del valor de ta “ciencia normal”, sera posible ver la extrapolacién de las ciencias naturales a tas ciencias humanas, precisar su inadecuacién para el estudio de los principales factores que orientan el comportamiento humang, sefalar sus limitaciones en la comprensién del hombre como persona y ampliar el mismo concepto de “ciencia” a todo estudio rigurosamente critico y sistematico, En este sentido, la presente obra se define mejor con base en una epistemologia orientada hacia una meta: la comprensién de! hom- bre, como se ampliara y se ejemplificara en los temas que trata la tercera parte de la misma: el curriculum, la educaci6n y la psicoterapia. Por consiguiente, no nos interesan tanto la naturaleza y validez del conocimien- to en si, en sentido basico y universal, sino la naturaleza y validez de ciertos procedi- mientos metodolégicos para enriquecer una parte del conocimiento, la de la comprensién'del hombre como persona. Sin embargo, le corresponde a la misma psicologia analizar y desentrafiar la naturaleza de los procesos psiquicos en que se fundamenia la metodologia de la ciencia. Los recursos metodolégicos que se van a utilizar -y que especificaremos mas en Ja Introduccién- seran, logicamente, todos los que oportunamente puedan usarse en los estudios epistemoldgicos 0 gnoseoldgicos, es decir, todos los que considere con- venientes y apropiados, sin limitaciones de ningun género, la sindéresis de la pru- dencia intelectual. En cierto sentido, éste es un problema de evaluacién de criterios que, por consiguiente, no puede estar sometido.a normas o a otros criterios que encaucen o limiten su propia tarea. Sdlo.asi sera posible ver la necesidad de un nuevo paradigma epistemolégico para la psicologia y cémo la estructura de la Psico- logia Humanista to lleva implicito en su propia naturaleza. Durante la primera mitad del siglo xx, la psicologia caminé en dos direcciones notablemente diferentes e incomunicadas. Por un lado, Ja orientacion conductista, objetivista, mecanicista y positivista. Por el otro, el grupo de psicologias que se origi- naron con Freud y el psicoanilisis. Sin embargo, estas dos corrientes tenian como denominador comtn un principio bastco sobre la naturaleza del hombre que influira el marco de referencia conceptual y os métodos de investigacion e interpretacion de los hallazgos consiguientes: ef determinismo. Si para unos la conducta era interpre- tada como un proceso automatico y casi mecdnico, estimulado por e! medio ambien- te exterior, para otros era un producto desencadenado por impulsos internos. Freud, guiado por su profesién, escoge un “modelo médico” para la naturaleza psicolégica del hombre. Este “paciente” sequira enfermo o se curara de acuerdo con las vicisitudes de! campo de batalla que es el ser humano, donde tres fuerzas conflicti- vas internas -el id, el ego, y el superego- estan encerradas en una lucha sin cuartel. Por el contrario, Watson y Skinner, maximos representantes del conductismo, estan interesados unicamente en la conducta observable externamente, Ignoran, e incluso niegan, al “hombre interno” y su posible libertad, la cual “no es mas que una pura ilusion”, pues esta abandonado a las fuerzas incontrolables del ambiente. 8 — Prdlogo-Sintesis Es légico que, entendiendo asi al ser humano, predominara el desarrollo de una metodologia cientifica similar a la existente en la Fisica clasica del siglo xx y a la Quimica biolégica actual. Esto fue debido a que ja psicologia siempre ha sufrido una crisis de identidad. Queriendo ser una ciencia “rea!” se alejé de la Filosofia, de la cual siempre habia formado parte, e imité a Ja Fisica y a la Medicina. De la Fisica clasica tomé el modelo mecanicista del estudio de las partes y no del todo; de la Medicina tomé la idea de enfermedad y estudié la patologia. El modelo metodoldgico fisico fue ya considerado como inadecuado en la déca- da de 1950 por insignes fisicos como Heisenberg y Oppenheimer, quienes aconseja- ron a los psicélogos no modelar su ciencia sobre una Fisica ya superada e incapaz de ayudar a entender los fendmenos psiquicos, en los cuales la mente humana entra como objeto y como sujeto del proceso cientifico, y le sefialaron la conveniencia de abogar por un pluralismo en metodologia que incluyera métodos naturalistas y des- criptivos. Por otro lado, estudios posteriores sobre la naturaleza de la ciencia {Polanyi 1962; Kuhn 1978) rompieron el esquema dicotémico entre metodologia objetiva y metodologia subjetiva, siendo tendencia actualmente mas comin el considerar estas dos posiciones como los extremos de un continuo. Esto, lgicamente, implica ia ne- cesidad de una redefinicion de la ciencia y del metodo cientifico. Caminando al margen de este enfoque, la Psicologia se habia ido concentrando en el estudio de las funciones del hombre, perdiendo de vista al hombre mismo; se dedicaba a lo secundario y periférico, dando del hombre una imagen parcial, incom- pleta y unilateral, y descuidaba lo primario y esencial, es decir, todo aquello que mejor identifica y distingue al hombre, como es la creatividad, el amor, los valores, la autonomia, la conciencia, el trabajar con un propésito, la autorrealizacion, etcétera. Etimolégicamente, el término psicologia significa “ciencia del alma, o de la mente”; pero, como sefialé alguien criticamente (Tageson, 1982, p. 2), “la Psicologia perdié su alma en las manos de los deterministas freudianos y su mente como resultado de la insistencia de los conductistas en la objetividad y 1a medida’. Estimulada ¢ insatisfecha ante esta serie de incongruencias, ha nacido y se ha desarrollado una “tercera fuerza” en Psicologia, la Psicologia Humanista, que presen- ta diferentes facetas: de protesta, de desafio, de complemento, de extensi6n o de alternativa de las otras dos corrientes, la Psicologia Conductista y el psicoandlisis. La Psicologia Humanista acepta los modelos y analogias de las otras dos corrientes como,guias legitimas para ciertas dreas de investigacién, pero no los considera como una descripcién adecuada de los seres humanos y menos soporta que sean elevados a la categoria de dogmas, como frecuentemente lo han sido. El movimiento humanista, mas que una escuela, es una nueva orientacién ha- cia la Psicologia, un modo de pensar sobre el hombre y toda la empresa cientifica que modifica la imagen que tenemos de los seres'‘humanos y libera a la Psicologia de varias restricciones artificiales que le impusieron teorias que ahora aparecen como superadas. No se puede decir que los proponentes principales de esta orfenta- cién -Abraham Maslow, Carl Rogers, Gordon Allport, Charlotte Bihler, Rollo May, Viktor Frankl, Wilhelm Dilthey, Edward Spranger, William Stern, Kurt Lewin, Kurt Goldstein, Gardner Murphy, Erich Fromm, Fritz Perls, al igual que un gran niimero de otros psicdlogos actuales- tengan una ideologia basica comin, pero tanto ellos como Prdlogo-Sintesis 9 los demas psicélogos humanistas simpatizan o comparten muchas posiciones soste- nidas por la Psicologia de la Gestalt, la Psicologia Adleriana, la Junguiana, ta Neo- Freudiana, la Psicologia dei Yo, la Fenomenoldgica, la Existencial, la Self-theory, la Transaccional y la Proactiva. Siguiendo e integrando las ideas de ta Asociacién de Psicologia Humanista, podemos sefalar cuatro caracteristicas como las mas tipicas en los autores mas representativos de esta orientacién psicologica: 1, Una atencién centrada en la experfencia humana consciente como fenéme- no primario ineludible al estudiar al hombre. Las explicaciones teéricas y la conducta externa son consideradas como posteriores y secundarias ante la experiencia misma y ante la significacién de ésta para la persona. 2. Un énfasis en cualidades tan profundamente humanas como Ia elecci6n, a creatividad, la valoracién y la autorrealizacion, en cuanto opuestas a un pen- sar sobre los seres humanos en términos mecanicistas y reduccionistas. 3. Fidelidad al significado y valor cuando se eligen los problemas de estudio e investigacién, y oposicion al énfasis que se pone en la objetividad metodolégica a expensas de la significacién, 4. Especial aprecio por la dignidad y valor dei hombre e interés en el desarrollo del potencial inherene a cada persona. Charlotte Buhler comparte ta prioridad de estas caracteristicas, pero suele hacer énfasis especial en “el estudio y comprensién de la persona como un todo” -actitud holista- y en la relacion que la Psicologia Humanista tiene con el existencialismo, como base filoséfica subyacente, y particularmente en la experiencia de la intencionalidad, como “parte mas intima de la persona y de su motivacion”. La intencionalidad, que tanta relevancia ha tenido desde Brentano, es efectivamente una nota distintiva de la orientacién humanista. Sin el conocimiento de los valores, metas y propésitos que animan la conducta humana, ésta permaneceria siendo siem- pre un misterio. Frecuentemente nos revela menos el conocer fo que una persona hace que el porqué lo hace. En cuanto a ia metodologia cientifica, la Psicologia Humanista insiste, ademas, en que el estudio debe estar mas centrado en Jos problemas y menos concentrado en los medios y métodos. Poca utilidad tendria el uso de un método muy “objetivo”, si el problema estudiado carece de importancia en la vida humana. Los medios no deben prevalecer sobre los fines, sino estar supeditados a éstos. En segundo lugar, los problemas humanos no pueden ser tratados adecuadamen- te manejando simples abstracciones, palabras y conceptos, como suelen hacer los intelectuales con mucha frecuencia. Es necesario llegar a la experiencia real origina- ria, que es el proceso humano basico del cual depende toda operacién de la ciencia. En tercer lugar, el ser humano es una unidad irreductible; cada una de sus “partes” esta relacionada con todas las demas. La coordinacién e interaccién mutua de los procesos no permite aislarlos sin que pierdan su naturaleza, su relevancia y su significado, Haciéndolo, tenemos sencillamente otra cosa. Por esto, es necesario apren- der Ja gran leccién de la Psicologia de la Gestalt, la cual nos muestra que “el todo contiene propiedades que no se encuentran en la suma de las partes”. De aqui, la necesidad de una metodologia holista, que sea a la vez cientifica y profundamente respetuosa de la naturaleza humana. 10 Prélogo-Sintesis En esta Jinea de prioridades, los métodos de investigacion deberan ser fieles ala naturaleza del objeto estudiado, por profunda y compleja que sea. La metodologia debera crearse, si es necesario, adaptarse y estar en funcién de su objeto y jamas podra sacrificarse la naturaleza del objeto a una metodologia prestada y mas facil de aplicar, hecho del cual la Historia de ja Psicologia nos ofrece abundantes ejemplos. Finalmente, sefialamos que muchos psicdloges humanistas se consideran a si mismos como opuestos al conductismo y ai psicoandlisis, considerando esta caracte- ristica casi como una autodefinicion. Abraham Maslow, padre de la Psicologia Hu- manista, tiene a este respecto un pensamiento muy diferente. £! consideraba esta orientacién como “una estructura supraordenada mas amplia” que puede dar cabida al conductismo, al psicoanalisis y a otras posiciones en Psicologia. Maslow se oponta a las dicotomias (profreudiano o antifreudiano, proconductista o anticonductista, etc). El decia de si mismo: ‘yo soy freudiano y soy conductista y soy humanista..” Logica- mente, esta posi es un sefialamiento y un programa de accidn para Jas futuras investigaciones psicoldgicas: su trabajo debe orientarse hacia el estudio de la complementariedad de los diversos enfoques. La Psicologia Humanista desea abar- carlos e integrarlos todos en una visién del hombre mas amplia. Si tuviéramos que sintetizar en breves expresiones las contribuciones que la Psicologia Humanista ha dado a! pensamiento psicologico actual, podriamos sena- lar, entre ottas, algunas de las principales que Wertz (1998, pp. 46-47) enfatiza: la introduccién de una tradicién hist6rica relevante, como ia griega y la renacentista, en la psicologia moderna, y un fructifero dilogo con las humanidades; una sdlida y bien fundamentada critica de las corrientes imperantes en psicologia (conductismo y psicoandlisis) que, debido a ello, han Ido atemperando sus viejas posiciones radica- les; la inclusion de los aportes del existencialismo y la fenomenologia; nuevas orien- taciones y procedimientos psicoterapéuticos; nuevos tépicos de investigacién; como el cambio, e! crecimiento, la salud, Ja autopercepcién, los valores, la creatividad, el amor, el sentido de la vida y de fa muerte, etcétera; principios teéricos, como ei significado, la libertad, la intencionalidad, la autorrealizacton, etcetera; y todo ello dentroj de un marco tedrico mas comprensivo y enraizado en una nueva y{sofisticada filosofia y teoria de la ciencia, y respaldado por una rigurosa y original metodologia de la investigacién mas fiel y sensible a las caracteristicas peculiares que mejor distinguen a los seres humanos, Y, en una vision mas amplia y comprensiva, pudiéramos decir que el movi- miento humanista ha ido togrando a nivel mundial una serie de “frutes” de amplisi- ma repercusién, tanto a nivel de derechos humanos, del nifio, de la mujer, como a nivel de acuerdos politicos, de desarme, de comercio, de reduccién del colonialismo, etcétera. . INDICE DE CONTENIDO Prefacio Prétogo-Sintesis Introducci6n Primera parte: Critica a la concepcién cldsica de la ciencia Capitulo 1 Naturaleza de la ciencia Capitulo 2 Crisis en la concepcidn clasica de la ciencia Capitulo 3 £1 método en la ciencia Segunda parte: Hacia un nuevo patadigma en psicologia Capitulo 4 Una concepcién humanista del hombre Capitulo 5 Fidelidad a “todo” lo humano Capitulo 6 El conocimiento psicolégico en la actualidad Capitulo 7 Estructura y Gestalt Capitulo 8 —_Desintegracién de la vida psiquica Capitulo 9 Limitaciones de los modelos matematicos en el estudio del hombre Capitulo 10 —_ EI problema del método Capitulo 11 Busqueda de una clave metodolégica Capitulo 12 EI “didlogo” como método Tercera parte: La psicologfa humanista en la practica Capitulo 13 Una concepcién humanista del curriculum Capitulo 14 La educacién humanista Capitulo 15 La orientacién y tetapia humanistas Bibliografia Indice onomastico Indice analitico Buw 25 37 47 61 79 87 105 111 121 137 143 153 161 181 195 207 211 INTRODUCCION CONTEXTO GENERAL En el numero de septiembre-octubre de 1975 (Num. 35, pp. 4-16), la revista The Humanist publics una declaracién ~Objections to Astrology: a Statement by 186 Leading Scientists- contra la Astrologia. La declaracién consta de cuatro partes; la primera, de una pagina de extensién, es la declaracién propiamente dicha. Siguen, luego, 186 firmas de astrénomos, fisicos, matematicos e indivi- duos de otras profesiones no especificadas, entre ellos 18 Premios Nobel. Por Ultimo, hay dos articulos que explican mas detalladamente el “proceso” contra la astrologia. Esta declaracion que, por la respetabilidad de quienes la firman, pareciera evidenciar la posicién inobjetable y decisién definitiva de /a ciencia (al estilo del Roma locuta causa finita), suscit6, por el contrario, toda una ola de criticas pos- teriores. Lo que en estas criticas se censura es el tono “religioso” del documento, la debilidad e ignorancia que reflejan los argumentos y la manera autoritaria en que se presentan. Efectivamente, muchos se preguntan: épara qué son necesa- tias 186 firmas, cuando se poseen fuertes y sdlidos argumentos? Pero lo mas grave es que sea literalmente cierto que algunos de estos eminentes cientificos “no saben de qué estan hablando”. En efecto, ante un representante de la BBC de Londres que quiso entrevistar a algunos de los premios Nobel, éstos declina- ron la solicitud afirmando que “nunca habian estudiado la astrologia y no tenian idea de sus detalles” (Feyerabend, 1978, p. 91). Todo esto ha hecho pensar a mas de un critico en el famoso Malleus Maleficarum que el Papa tnocencio Vill publicé en el afio 1484 contra Ja brujeria. Hay mucho paralelismo entre ambos, £] Papa hace preceder este libro -preparado por los mas eminentes estudiosos de la época, sobre los fendmenos, etiologia, aspectos legales y aspectos teolégicos de ta brujeria- de una bula, habla con toda la autoridad de su sagrada y maxima investidura y, en nombre de Dios, condena y estigmatiza todos los fenémenos hechiceros y de brujeria como provenientes de los demonios. Para los que creian en la autoridad papal, ese pronunciamiento estaba respaldado por la autoridad divina y era total y absolutamente cierto. 13 14 Introduccién En el caso de Jos 186 cientificos que se manifestaron contra la astrologia, tampoco cabe duda alguna -para los que creen en ia infalibilidad de fa ciencia- de que los fenémenos ¢ ideas que propugna la astrologia han quedado definitiva- mente juzgados por la ciencia y condenados como absolurtamente falsos. Hay, sin embargo, una notable diferencia entre ambos casos. El Papa y sus asesores conocian lo que estaban tratando, pues eran las personas que mas sabian acerca de esos fendmenos; por ello, describen, examinan y rebaten con aigumentos cada uno de éstos, Esos autores conocen la materia, hacen una con- creta exposicién de los argumentos de sus opositores y arguyen en contra de ellos con base en el mejor conocimiento disponible de la época. Esto no parece ser asi ~por confesién propia- en el caso de los cientificos. Por to que se refiere a la brujerfa, hubo que esperar varios siglos para que los hechos coridenados fueran mejor conacides y revalerizados, debido a los estudios de Mesmer y otros investigadores de los fendmenos hipndticos. Sin embargo, mu- chos de los médicos que presenciaron las primeras operaciones bajo hipnosis se negaron a creer que fueran indoloras. La astrologia, en cambio, que ha sido culti- vada por mas de 3 mil afios y representa la cadena hist6rica mas larga de gene- ralizaciones empiricas, no va a necesitar esperar tanto tiempo para que la misma ciencia que !a condené confirme muchos de sus asertos. De hecho, parece ser que, segtin algunos estudiosos (I. H. Nelson y L. Watson), fos conceptos modemos de astronomia y fisica espacial incluyen extensos “plas- mas” pianetarios, asi como una atmésfera solar que se extiende en el espacio mucho mas alld de la Tierra. Los plasmas interactan con el Sol y entre si. Esta interaccién Sleva a una dependencia de la actividad solar con respecto de la post- cidn de los planetas. Asi, viendo los planetas se pueden predecit ciertas formas de la actividad solar con gran precisién. La actividad solar influencia, a su vez, la calidad de ciertas sefiales radiales de onda corta; de aqui, que también puedan predecir fluctuaciones en esta calidad a partir de la posicién de los planetas. Por otto lado, se conoce muy bien la profunda influencia de la actividad solar sobre la vida (Feyerabend, 1978, p. 93). En la psicologia cognoscitiva hay un principio que ha sido confirmado por incontables estudios: las grandes estrategias de descubrimiento no son transferi- bles de una disciplina a otra. “Este principio Io ilustran los risibles errores de lagica y de juicio cometides por cientificos y sabios distinguidos cuando se aven- turan fuera de sus propias disciplinas” (Ausubel, 1976, p. 556). UN NUEVO PARADIGMA PARA LA COMPRENSION DEL HOMBRE La dectaracién de los 186 cientificos es, quiza, un hecho mas de los muchos que han inducido a diferentes representantes de las ciencias que se relacionan Introduccién 15, con el comportamiento humano (psicclogia, pedagogia, antropologia, sociologia, historia, economia, ciencia politica, etc.) a clamar por una nueva metedologia para el estudio de sus fendmenos, En efecto, el concepto tradicional de ciencia y su método, parece constrefir y aprisionar nuestro pensamiento cuando trata de comprender la conducta humana. Se necesitaria, por tanto, un sistema légico, una metodologia agil y flexible capaz de adaptarse y captar la estructura de las vivencias profundas que se dan en el ser humano y que dan razon de ser de su comportamiento externo. En Jo referente a la Psicologia, se puede afirmar que ésta cuenta con una historia de teorias hecha de cambios de puntos de vista, de cambios de doctrinas y de cambios de imagen; cambios, todos, que tratan de emular a las ciencias naturales, sobre todo, a la Fisica. Durante mucho tiempo el método de la Psicolo- gia ha sido calcado det de la Fisica, Es cierlamente increible y lamentable que una ciencia tan joven como Ia Psicologia haya restringido, sobre todo en el pasa- do, su pensamiento a lo que otras han pensado, hallado, elaborado u organizado en formulaciones tedricas, declaraciones programaticas o estipulaciones metodo- ldgicas. La psicologia humanista representa una nueva y mas amplia filosotia de la ciencia y comparte, con otras tendencias filoséficas de origen europeo, una “revo- lucion" en Ia filosofia de Ia ciencia. En muchos aspectos, el elemento diacritico que se da entre la psicologia humanista y las otras orientaciones psicolégicas es de orden metodoldgico. La orientacién humanista se ubica en e/ problema que se debe estudiar y en el pleno respeto a su naturaleza (el ser humano como persona); las otras orientaciones han estado mas centradas en sus técnicas metodolégicas, las cuales han sido consideradas como la unica via para lograr algo confiable. Einstein decia que la “formulacién de un problema es mucho mas importante que su solucién, {a cual puede ser una mera cuestién de destreza matematica 0 experimental”; que “plantear nuevas interrogantes, nuevas posibilidades, ver los viejos problemas desde nuevos angulos, requiere imaginacion creativa y marca un avance real en la ciencia” (Maslow, 1970, p. 18; cursivas nuestras). La idolatria del método proviene de los grandes resultados que su uso ha proporcionado en el campo de fas ciencias naturales; pero estos beneficios no se pueden atribuir al métode en si, sino a su alto nivel de adecuacién al objeto de estudio de fas ciencias naturales, que es, mas bien, pasivo y estalico. Por otra parte, la adecuacion anterior seria, en cambio, infima en relacion con 61 objeto de estudio de la Psicologia (vida psiquica intima y su correspondiente manifestacion extema) y, en general, con cl objeto que estudian todas las ciencias humanas. Todo esto aconsejaria el uso de una gran imaginacién y valor para idear nuevas formas metodolégicas mas finas y apropiadas a Ja dindmica y estructura psiquicas. 16 Introduccion En sus escritos, Kuhn (1978) ha demostrado que no debemos los aspectos negativos de la practica de la “ciencia normal’ a los grandes cientificos, creado- tes de paradigmas, descubridores o revolucionarios, sino a la gran mayoria de cientificos mediocres que todo lo resuelven con el uso de la paciencia, precau- cién, cuidado y lentitud para no cometer errores; es decir, que todo parece un constante actuar sumergidos en el miedo. La historia muestra que lo que ayer nos asustaba por considerarlo revolucio- nario, hoy se considera sélo una buena intuicién, mafiana llega ser una doctrina anticuada y poco después seré juzgada como represiva y hasta pura supersti- cién. Segtin la primera edicién de la Enciclopedia Britanica, el flogisto era “un hecho demostrado”, segtin la ultima edicién, “el flogisto no existe’; al astrénomo Hubble le dieron el premio Nobel por ciertos hallazgos sobre el comportamiento de las galaxias, pero afios después se lo dieron a otro astronomo por demostrar practicamente le contrario. Esa es la vida de nuestra ciencia, y es natural y ldgico que asi sea. Por esto, no deja de ser lamentable la conducta de muchos investigado-. res cuyo ciclo de vida intelectual, tanto en la ciencia como en metaciencia, se asemeja, mas bien -como ironiza Maslow-, al comportamiento de los corales ma- rinos: mientras son jévenes nadan libremente en el océano, pero mas adelante se vuelven sedentarios y se calcifican; asi viven segutos en su nicho. La tradi- cién cientifica ofrece también un nicho tranquilo y pacifico a los investigadores que han aceptado sumisamente los canones metodolégicos consagrados por ella. Sin embargo, no aceptar nada como definitivo es la esencia de la investiga- cién. Todo sera perfectible, por muy acabado que aparezca, por el mismo espiritu humano que ha hecho avanzar la ciencia hasta ei punto donde ahora se encuen- tra. E} progreso de la ciencia, y, en general, del conocimiento, implica bastante mas que una gradual acumulacién de datos, hechos y técnicas cientificas. Quiza, fa Psicologia, en su orientacion positivista y experimentalista, haya pecado grave- mente en este sentido. La riqueza de hechos no es necesariamente una riqueza de pensamiento. Necesitamos encontrar el método para organizar y estructurar ese material en poderosas sintesis tedricas y no quedarnos perdidos en una in- mensa masa de datos inconexos y dispersos. Aunque es cierto -como afirma Kuhn (1978)- que en cada época una comunidad cientifica adopta un paradigma determinado, es decir, un cuerpo de creencias, presupuestos, reglas y procedi- mientos que definen como hay que practicar la ciencia, también es cierto que un paradigma se impone a ctro en la medida en que ofrece una respuesta a la crisis reinante y demuestra mayor capacidad de resolver los problemas importantes que vive esa comunidad. En el caso de la Psicologia, el paradigma con que ha laborado hasta ahora, ha alcanzado los fimites de su utilidad en muchas areas y se impone la necesi- dad de hallar otro. No obstante, estamos en un periodo de transicién en el que las insuficiencias de! paradigma usado son patentes, pero no es clara la articula- cién del.nueve paradigma que deberd sustituirlo. Sin embargo, por nuestra parte, Introducci6n 17 hemos realizado un gran esfuerzo para colaborar en dicha empresa, por medio de nuestra obra E/ paradigma emergente: hacia una nueva teoria de la racionalidad cientifica, 1a. ed, Gedisa, Barcelona, 1993; 2a. ed., Trillas, México, 1997: y proxima edicion en inglés. La lucha entre paradigmas es siempre muy aguerrida. En general, siempre se acusa al nuevo paradigma, que busca status y aceptacién, de no ser “cientifico", lo cual equivale a acusarlo simplemente de no aceptar los criterios y reglas de “cientificidad” establecidos, es decir, de no ser como el anterior. Es légico que si es otro paradigma, tiene que ser y presentarse en forma diferente. Por otro lado, ningun paradigma puede defenderse a si mismo con base en los criterios sobre los que se funda, ya que se apoyaria en una argumentacion circular. Por ello, ef debate debe centrarse en la ponderacién de los critetios. Con la aparicién del psicoanilisis surgieron ejemplos muy claros de esto; se le acusaba de no ser “cientifico”, a lo cual respondian algunos psicoanalistas diciendo que “la ciencia no era psicodinamica”. Se dieron con igual frecuencia muchos casos en el campo de las ciencias socioecondmicas en los paises socialistas, donde se acusaba a los teéricos disidentes de ser “anticientificos” en esa area, porque iban contra la vision social y econdmica aceptada y sostenida por los lideres de la comunidad, MARCO DE REFERENCIA Y PRESUPUESTOS BASICOS En una obra de fondo epistemolégico y metodolégico como ésta, parece evi- dente que no debiera haber presupuesto alguno. Sin embargo, como nunca ac- tuamos sin algunos presupuestos y sin un marco de referencia que dé sentido a lo que decimos, conviene hacerlos patentes para apreciar mejor su posible influen- cia en nuestro pensamiento. Ante todo, hay una realidad que consideramos concreta y evidente: que todo ser humano esta ubicado en un tiempo y un espacio determinados y que es el resultado de una historia personal, familiar, social y cultural unica e¢ irrepetible. Este hecho hace que el individuo vea las cosas desde un punto de vista que no coincide totalmente con el de ningun otro ser humano. En nuestra caso, la histo- ria personal de quien escribe le ha llevado a ver las tealidades humanas en forma menos positivista y materialista y mas cargadas de valores y de espiritu, en forma menos atomista y estatica y mas en sus aspectos de significacion, relacién con el contexto, la totalidad y el proceso. En la conciencia de esta realidad esta claramente implicito cierto perspecti- vismo, es decir, que cada uno de nosotros tiene un punto de vista del Universo, que la realidad se compone de innumerables puntos de vista, y cada individuo y cada época escoge solamente aque! o aquellos que se acomodan mas a su capa- cidad receptiva, y que es absurdo pretender la posesién gnoseoldgica absoluta de la realidad: nadie posee un “ojo de Minerva" o esté dotado del “ojo de Dios”. 18 — Introduccion Asi pues, es facil detectar que hay cierto intento de obligar a la Naturaleza a que encaje dentro de unos limites preestablecidos y relativamente inflexibles, y a los fenémenos que no encajan en ellos frecuentemente ni siquiera se les considera. El método que hemos seguido en esta obra nos Ilevard a tomar un alto nivel de conciencia de los presupuestos aceptados, asi como a considerarlos Gnica~ mente coma una hipétesis guia, sin que esto implique circularidad; o mejor dicho, si implicara circularidad, pero no sera viciosa, sino virtuosa, pues implicara Gni- camente “interaccién" entre los presupuestos y los argumentos examinados. En general, no queremos negar que la realidad, vista desde otro punto de vista, se presente con determinadas caracteristicas, propiedades o matices interesantes y utiles; sdlo queremos afirmar y probar que estamos viendo esa misma realidad ~la realidad humana- bajo un nuevo sistema de relaciones y desde un punto de vista que nos parece mas vasto, mas fértil, mas coherente y mas acorde con el resto de los conocimientos aceptados por otras disciplinas; slo queremos decirle, humildemente, a nuestros lectores que, durante 25 afios, hemos estado presen- ciando y ayudando a nuestros alumnos de posgrado en Psicologia a presenciar el espectaculo desde un balcén que nos parece mejor ubicado en la sala del teatro, e invitarlos a venir a nuestro lado para que lo comprueben ellos mismos. UBICACION EPISTEMOLOGICA Mario Bunge, en su obra La investigacién cientifica (1975), sefiala, con la claridad y el énfasis que lo caracterizan, una serie de ideas sobre fa importancia de la investigacién teorética en Psicologia, que, por la pertinencia de las mismas a nuestro estudio, hacemos plenamente nuestras. Es una peculiaridad de Ja ciencia contemporanea -sefiala Bunge~ que la actividad cientifica mas importante, la mas profunda y la mas fecunda, se centre en toro a teorias y no en torno a recoleccién de datos, las clasificaciones de los mismos o hipotesis sueltas.. La infancia de toda ciencia se caracteriza por su concentracion sobre la busqueda de variables relevantes, datos singulares, clasi- ficaciones e hipétesis sueltas que establezcan relaciones entre esas variables y expliquen aquellos datos. Mientras ja ciencia permanece en ese estadio semiempirico carece de unidad légica... La dimensién y la adecuaci6n relativas del trabajo teorético miden, pues, el grado de progreso de una ciencia... Por esta ra- 6n, la Psicologia y la Sociolog{a, a pesar de su enorme acervo de datos empiricos y generalizaciones de bajo nivel, siguen considerandose aun en un estadio sub- desarrollado porque no abundan en teorias \o suficientemente amplias y profun- das como para dar raz6n del material empirico disponible. Pero en ése como en otros departamentos de la investigacion, la teorizacién se considera frecuente- Mente como un lujo, y no se admite como ocupacién decente mas que Ia recolec- Introducci6n 19 cién de datos, o sea, la descripcién. Y esto hasta el punto de que esta de moda en esas ciencias oponer la teoria (como especulacién) a la investigacién {entendida como acarreo de datos). Esta actitud paleocientifica, sostenida por un tipo primiti- vo de filosofia empirista, es en gran parte la causa del atraso de las ciencias del hombre. En realidad, ese punto de vista ignora que los datos no tienen sentido ni pueden ser relevantes mas que en un contexto teorético, y que la acumulacién al azar de datos, e incluso las generalizaciones que no son mas que condensaciones de datos, son en gran parte pura pérdida de tiempo si no van acompafiadas por una elaboraci6n teorética capaz de manipular esos resultados brutos y de orientar la investigaci6n (pp. 413-416; cursivas nuestras). Examinando difereittes tipos de investigaciones se puede constatar, tlamen- tablemente con cierta frecuencia, que medir y contar son, algunas veces, sustitu- tos del pensamiento, y que quien se centra precipitadamente en la acumulacién de datos no tiene tiempo o preparacién para ser critico. Por esta razon, solia decir Einstein que fa ciencia consistia en crear teorfas: “ideamos una teoria tras otra ~decia-, y lo hacemos porque gozamos comprendiendo.., reduciendo los fendme- nos, por un proceso lagico, a algo ya conocido o (en apariencia) evidente” (1950). Es natural que cuanto mas alto queramos que suba el edificio de la ciencia, mas profundos y sdlidos deberan ser los cimientos en que se apoya. CARACTERISTICAS DEL PARADIGMA CIENTIFICO-HUMANISTA Los principales representantes de la Psicologia Humanista estan de acuerdo en que los puntos mas significativos que debieran distinguir 0 sobre los cuales se debiera construir un paradigma cientifico y humanista para la Psicologia pudie- ran ser los siguientes: 1. Reconocer, ante todo, /a prioridad de la experiencia inmediata. Esta experiencia tiene prioridad por su original inmediatez, porque la vivimos y experimentamos antes de cualquier conceptualizacion y aparicién de signifi- cados, porque es el modo fundamental en que se nos ofrece el mundo y porque es el fendmeno basico para toda clase de actividades, incluyendo la misma ciencia. Esto quiere decir que todas las cosas, objetos, ideas, eventos, etc, tienen un origen fenoménico. En cambio, la Psicologia, en general, comenz6 con las cosas, objetos, ideas, etcétera, creyendo que eran su punto de partida. 2. Comprensién de la naturaleza de la conciencia y de la conducta. El considerar la conciencia y experiencia interna como fendmenos irrelevan- tes o secundarios mas que soluciones son evasiones. Husserl enfatiza la importancia de Ja conciencia por su principal caracteristica: la intencionalidad:

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