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Cambios conceptuales significativos en el campo de la lógica.

Acercamiento a una definición contemporánea de sistema lógico.

Simposio: Filosofía de la Lógica

Teresita de Jesús Mijangos Martínez


Universidad de la Sierra Sur (Oaxaca)
(teresita_mm@hotmail.com)

Los cambios conceptuales generados en la lógica y que la han llevado a su actual conformación,
constituyen un aspecto importante para la comprensión del desarrollo de esta disciplina bajo el
paradigma del pensamiento sistémico. Nuestra propuesta se orienta al estudio de la modificación
que han sufrido ciertos conceptos lógicos, principalmente el de sistema lógico y del impacto que la
definición de este término conlleva en la caracterización misma de la lógica. Lo anterior nos
permitirá dar a conocer avances actuales en el campo y sobre todo recuperar la idea de que la
lógica formal asume una serie de habilidades como la creatividad, que se pierden cuando ésta no
se concibe por parte de quien la estudia como un sistema.

Palabras clave: Sistema lógico, pensamiento sistémico, lógicas no clásicas.

1. Introducción

Los cambios que a lo largo del siglo XX se dieron en el ámbito de la lógica


han sido numerosos y de alto alcance social en comparación con aquellos que
esta disciplina había experimentado desde su creación. Los avances tecnológicos
influyeron en parte en este boom lógico, pero no explican totalmente la relación
tan fructífera de la lógica con áreas como computación, lingüística, neurobiología,
entre otras. Un cambio de enfoque teórico profundo suscitado a principios del
siglo XX fue el que permitió un cambio de perspectiva en todas las áreas teóricas.
Sin el desarrollo de la perspectiva sistémica, la interdisciplinariedad en la forma en
que la conocemos hoy no hubiese sido posible. Se necesitaba cambiar de una
perspectiva básicamente reduccionista u orientada a la especialización a una
global u holista, para que cada disciplina teórica buscara un apoyo teórico en
otras disciplinas y a su vez apoyara a otras.
2

En este escrito se afirma básicamente lo siguiente: Que la concepción de la


lógica como una disciplina que trabaja en conjunto con otras para la creación de
modelos en distintas áreas fue posible gracias a la generación de un nuevo
paradigma científico, el del pensamiento sistémico. Sin embargo, tal paradigma no
hubiese tenido éxito en la lógica si en ésta no se hubiesen generado ciertos
cambios, en específico, si no hubiese evolucionado la noción de sistema lógico.

Para justificar la primera afirmación presentaré la corriente del pensamiento


sistémico y su importancia dentro de la creación científica actual. Para la segunda
afirmación, se explicarán distintas concepciones de sistema lógico, tomando como
punto de partida el texto “What is a logical system” en Gabbay (1994b). De esta
forma se hará explícito, por qué un sistema lógico que por ejemplo, no se
constriña meramente a fórmulas (en el sentido tradicional), favorece la conexión
de la lógica con disciplinas como aquellas relacionadas con las ciencias de la
computación.

2. El pensamiento sistémico

La corriente del pensamiento sistémico o movimiento sistémico es un enfoque


teórico que se caracteriza por tener como principal objeto de estudio a los
sistemas, ya sean éstos concebidos como realidades per se o como
construcciones sociales.1 Bajo el nombre de pensamiento sistémico se agrupan
distintas perspectivas, algunas más orientadas a las ciencias exactas, otras más a
las ciencias sociales, dependiendo del contexto de aplicación. En ingeniería por
ejemplo, el movimiento sistémico se ejemplifica en el área de la teoría de la
información y la comunicación. Otros ejemplos de enfoques sistémicos son:
Investigación de operaciones, teoría de juegos, teoría de la decisión, cibernética,
redes neuronales, biología organicista. En áreas no matemáticas, el pensamiento
1
La noción de sistema puede combinarse con posturas teóricas como el realismo o el constructivismo. Si se
adopta una postura realista, los sistemas están en lo “real”, en la naturaleza por ejemplo. Esto supone que las
relaciones sistémicas no son creadas por quien estudia los sistemas sino que pueden identificarse en el objeto
de estudio. Desde una perspectiva constructivista, los sistemas serían creaciones sociales. Posturas intermedias
pueden generarse entre estas dos posturas opuestas.
3

sistémico se explicita por ejemplo, en las teorías sociales de Parsons y de


Luhman. (Cfr. Schwaninger, 2005: 2-3).

Dos pilares en la construcción del movimiento de pensamiento sistémico fueron


Ludwig von Bertalanffy y Norbert Wiener. En el primero esta corriente tomó el
nombre de “Teoría General de Sistemas”, en el segundo, el de “Cibernética”. A
von Bertalanffy es a quien se reconoce como el padre de este movimiento. La
importancia de la aportación de estos autores consiste en que propusieron un
nuevo escenario desde el cual crear ciencia.

La corriente de pensamiento sistémico junto con el mecanicismo, el formismo,


el contextualismo, el organicismo y otras posturas teóricas son lo que Thomas
Kuhn llama paradigmas y, Pepper previamente había llamado metáforas. Los
paradigmas así como las metáforas son perspectivas teóricas que permean
nuestra percepción o construcción del mundo. En la actualidad, el paradigma
predominante de construcción científica es el sistémico (Lilienfeld, 1984: Cap. 1)2.

Para comprender las aportaciones de este nuevo paradigma es importante


señalar lo siguiente:
1. La distinción entre sistema y conglomerado. Ambas entidades son
totalidades, pero el sistema es grosso modo, una totalidad cuyas partes
están relacionadas entre sí para lograr un objetivo común, mientras que
entre las partes de un conglomerado no hay interacción que pueda
interpretarse como significativa para alcanzar un fin común3.
2
En este escrito únicamente se tomará la noción de paradigma en el sentido laxo que se ha señalado. No se
pretende usar tal noción en un sentido estrictamente kuhniano y con ello, comprometernos con implicaciones
que se derivan de ello, como la inconmensurabilidad de los paradigmas.
3
En libros de texto en donde se expone el pensamiento sistémico generalmente se afirma que en un
conglomerado las partes no interactúan. Es importante tener claro que el considerar que haya o no interacción
entre las partes de una totalidad depende de si tales relaciones las pensamos como significativas para el
resultado que se ha generado o se generará. Por ejemplo, un trabajo manual en donde el objetivo final sea
simular nuestro sistema solar puede considerarse un sistema, si tal manualidad rescata las relaciones que
consideramos relevantes del sistema solar, como las relaciones entre el sol y los planetas. Sin embargo, si tales
relaciones no son modeladas en la manualidad pensaremos en eso quizás como un conjunto de bolitas y
palitos pero no lo veremos como un sistema, será entonces un conglomerado. No es que esa totalidad no
4

2. El concepto de “sistema” tiene una larga historia. En el paradigma


mecanicista, la noción de sistema es importantísima para el mismo. La
diferencia entre tal paradigma y el sistémico es la forma de concebir a un
sistema. Un sistema en la concepción mecanicista no es más  como su
nombre lo indica que un mecanismo, éste hace que a la palabra sistema
se le ligue con el determinismo. El sistema desde la corriente sistémica, no
es un mecanismo, básicamente y a la vez metafóricamente se le
concibe como un organismo vivo4. Con ello, vienen una serie de
propiedades que se atañen al sistema que no se le adscribían en el
mecanicismo, propiedades como la homeostasis, autopoiesis,
retroalimentación, entre otras. La confusión que en ciertos grupos se hace
de estas dos concepciones en ocasiones ha generado actitudes de rechazo
no fundamentadas del pensamiento sistémico. El movimiento sistémico se
avoca a la caracterización organicista.

De acuerdo con von Bertalanffy (1976: 1-9), las distintas disciplinas teóricas
experimentaron un cambio hacia un ”enfoque de sistemas”, en biología por
ejemplo, se ejemplificó en el cambio de una biología molecular a una organísmica;
en psicología en el cambio del enfoque conductista al de la psicología de la
Gestalt; en el campo de la historia en el cambio de la escritura de la misma, ya no
es más una historia de “quién-hizo-qué” sino una en donde cada individuo es
responsable de la historia social. En todos estos ejemplos, el autor ejemplifica el
abandono de un enfoque reduccionista o especializado, a uno global u holista. El
segundo es el que caracteriza al pensamiento sistémico.
El enfoque reduccionista se caracteriza por centrarse en el estudio de las
partes de una totalidad, estudiándolas a éstas como elementos aislados sin

tenga relaciones, porque al menos sabemos que hay diversas relaciones entre los objetos que la constituyen
por ejemplo, de fuerza entre las partes o dureza de los materiales, etc.  pero no son las significativas para
el objetivo perseguido: representar el sistema solar.
4
Con ello se modificarán también en la perspectiva sistémica, otras nociones, como la de máquina. Para
ampliar esta información véanse los trabajos de Varela y Maturana.
5

observar la relación que guardan entre sí para formar la totalidad. La herramienta


básica de este enfoque es el análisis. La ventaja de este enfoque es que nos
permite profundizar en el conocimiento de los elementos de una totalidad, a esto
se le denomina “especialización”. La desventaja es que se pierde de vista la
relación parte-todo.
En el enfoque global, el objeto de estudio se considera como una unidad,
que si bien tiene partes, el estudio de éstas ha de ser de tal modo que no se
pierdan de vista que todas las partes influyen y son influidas por las otras para
alcanzar un fin común. Ésta es a grandes rasgos la caracterización de un sistema,
una totalidad cuyas partes interactúan o se comunican entre sí y cuya interacción
se orienta hacia un objetivo. La noción de sistema asume una propiedad
denominada “sinergia”, que podría explicarse como el resultado que se alcanza
gracias a la intercomunicación de los elementos del sistema, resultado que no
podría obtenerse considerando a las partes aisladamente, sin relación alguna.5 Al
explicar un fenómeno, el enfoque global considera las partes y sus relaciones, por
ello, está ligado a la noción de sistema. Por su parte, al enfoque reduccionista se
le relaciona con la noción de conglomerado.

En la actualidad, el enfoque sistémico ha revolucionado las distintas


disciplinas teóricas. Por ejemplo, en educación ha favorecido modelos globales de
enseñanza-aprendizaje, en donde el aprendizaje significativo es aquel en el que
se refuerzan las relaciones entre los diversos conocimientos adquiridos y con ello
se facilita el manejo y uso de la información. En la lógica formal actual, se tiene
una concepción global de la misma. El hecho de que se manejen distintos sistema
lógicos habla del mayor énfasis que se ha dado a la noción de estructura. La
traducción entre sistemas apunta también a una mayor importancia de las
relaciones. Si bien, la lógica se ha caracterizado por estudiar relaciones para
determinar la validez de un argumento, el que se haya mantenido por largo tiempo

5
Por ejemplo, cuando levantamos un lápiz con la mano, lo podemos hacer porque se pone en juego no sólo a
la mano como objeto aislado, sino la mano, algunos músculos, el brazo, etc. Al explicar un fenómeno, el
enfoque global considera las partes y sus relaciones, por ello, está ligado a la noción de sistema.
6

la hegemonía de la lógica clásica, puede verse en comparación con lo que


tenemos hoy como un enfoque reduccionista.

Es importante señalar que los enfoques reduccionista y global pueden


considerarse complementarios. Una alta especialización obstruye la comunicación
de las partes, una perspectiva global de una totalidad sin un cierto conocimiento
profundo de las partes, favorece relaciones débiles.

Con respecto a la interdisciplinariedad podemos decir que el movimiento


sistémico la ha favorecido de forma impactante. Las metas mismas de esta
corriente se orientan a una comunicación más cercana entre las distintas
disciplinas teóricas:6

1) Investigar el isomorfismo de conceptos, leyes y


modelos en varios campos, y fomentar provechosas
transferencias de un campo a otro;
2) Estimular el desarrollo de modelos teóricos
adecuados en los campos que carecen de ellos;
3) Minimizar la repetición de esfuerzo teórico en
diferentes campos;
4) Promover la unidad de la ciencia mejorando la
comunicación entre especialistas. (Bertalanffy, 1976:14).

En la lógica la interdisciplinariedad se comenzó a gestar a mediados de


1950, con los trabajos de cibernética e ingeniería. Sin embargo, podríamos pensar
en la década de 1970 cuando se presentan formalmente aplicaciones de lógica
difusa, como el año en donde la lógica se consideró una herramienta poderosa
para aplicaciones en otros campos como ciencias de la computación (inteligencia
artificial, robótica, etc.), biología y neurobiología, lingüística, entre otros.

3. La noción de sistema formal

6
Aunque estas metas las menciona von Bertalanffy como metas de la Sociedad para la Investigación General
de Sistemas, fundada en 1954 y que actualmente lleva el nombre de Sociedad Internacional para las Ciencias
de Sistemas (International Society for the System Sciences), se les reconoce como metas generales del
pensamiento sistémico.
7

La historia de la noción de sistema formal viene unida a la de sistema


axiomático, “desde una perspectiva histórica, los sistemas formales son la forma
más acabada del método axiomático” (Torres, 1999: 25). Dos cambios que ha
sufrido la axiomática son importantes para comprender a los actuales sistemas
lógicos: 1) la “sustitución del contenido por la forma (siglo XIX) y [la] conversión de
la forma en un cálculo simbólico (finales del siglo XIX y principios del siglo XX)”
(Torres, 1999: 25).

En los inicios de la axiomática, la intuición todavía jugaba un rol especial.


La misma noción de axioma estaba ligada al concepto de evidencia. Un axioma
era un enunciado evidente no susceptible de demostración. A finales del siglo XIX
esta concepción cambió y ya no se requirió de la evidencia para considerar a un
cierto enunciado como axioma. El axioma sería un supuesto, una hipótesis que se
tomaría como base para una teoría deductiva, sin demostración (al menos no
dentro del sistema para el cual se le mantiene como axioma). La importancia de
los axiomas es que son los pilares o bases a partir de los cuales se teje toda una
teoría deductiva, la diferencia que se generó es que ya no se exigió la verdad
material del enunciado, la importancia se desplazó a la estructura. Una teoría
axiomática sería fuerte por la estructura que tuviera, independientemente de si los
enunciados “iniciales” o axiomas eran verdades (por correspondencia). 7 Este
cambio de perspectiva es al que nos podemos referir como la sustitución del
contenido por la forma.

Posteriormente en la axiomática se comenzó a introducir el simbolismo


hasta llegar a la formalización. Con este último paso, comenzaron a nacer
propiamente los sistemas formales. La lógica de las teorías deductivas tuvo

7
La teoría de verdad por coherencia es la predominante en la noción de sistema axiomático a partir del siglo
XIX. Anteriormente la verdad por correspondencia tenía predominio sobre la selección de axiomas y
posteriormente en el desarrollo del aparato deductivo la verdad por coherencia. Sin embargo, este híbrido
resultó problemática, sistemas como el euclideano por ejemplo, presentaban incoherencias internas
insalvables.
8

entonces que cambiar, volviéndose más rigurosa.

La presentación lógica de las teorías deductivas tomó,


hacia 1920, un nuevo giro, comprometiéndose con el camino de
la formalización. Con el fin de sustraer la validez del sistema de
toda apreciación subjetiva se impuso a partir de entonces la
necesidad de enunciar en forma precisa y detallada, que no dé
lugar a la casuística en las reglas de definición y demostración
que rigen su construcción. (Blanché, 2002: 60).

En la actualidad en un sistema lógico se mantiene tal orientación de una


enunciación clara y detallada de sus elementos. Esto se hace explícito si
consideramos los elementos básicos de un sistema lógico.
1. Un conjunto de símbolos primitivos. Este conjunto constituye el alfabeto
o vocabulario del sistema.
2. Un conjunto de reglas de formación. Que constituyen la gramática del
sistema, indican cómo construir fórmulas bien formadas partiendo de los
símbolos primitivos.
3. Un conjunto de reglas de transformación o inferencia. Que nos indican lo
que es permitido inferir en el sistema.
4. Un conjunto de axiomas (opcional). Si el sistema lógico es axiomático se
tendrá obligatoriamente que agregar este requisito, de lo contrario tal
conjunto no se agrega. Es importante mencionar que los axiomas en un
sistema lógico deben de ser fórmulas bien formadas. 8

En ocasiones los términos “sistema formal” y “sistema lógico” se consideran


sinónimos. Con respecto a ésto es importante hacer las siguientes observaciones: Si
nos constreñimos a la lógica formal, todo sistema lógico es formal. Sin embargo, si
8
En la actualidad no todo sistema lógico es axiomático. Los sistemas de deducción natural no lo son. A
Gentzen se le considera creador del método de deducción natural, en 1939 introdujo el primer modelo
funcional.
9

consideramos el aspecto de la axiomatización como requisito de los sistemas


formales, no todo sistema formal sería un sistema lógico, dada la acotación del
punto 4 de arriba.

4. ¿Qué es un sistema lógico?


Con la creación de sistemas de lógica no clásica esta pregunta adquirió
relevancia. Tradicionalmente un sistema lógico era un sistema clásico, definido
éste como un sistema bivalente que cumple con las propiedades de reflexividad,
monotonicidad y transitividad.9 La lógica clásica se caracteriza también porque en
ella los principios de no contradicción, tercio excluso e identidad son tautología.
Así, para ∼ (p ∧ ∼ p)  principio de no contradicción; p ∨ ∼ p principio del
tercio excluso  y p → p principio de identidad, no hay instancia en la cual no
sean verdaderos.
Con el surgimiento de sistemas en los cuales alguno de los principio
anteriores no era tautológico, comenzó a cuestionarse la naturaleza misma de la
lógica, ¿qué es la lógica?, ¿qué es un sistema lógico? Preguntas que en el
contexto de la lógica formal resultan equivalentes. El problema se orientó a la
demarcación de un límite, en otras palabras, ¿hasta dónde se justificaba la
alteración de vocabulario o de reglas de formación, o de reglas de transformación?
Éste es un problema aún vigente en la lógica actual. Parece que por un lado, no
puede permitirse que cualquier conjunto de elementos forme un sistema lógico,
por otra parte, ya no podemos hablar de forma simple del sistema lógico como
sistema clásico.

En Gabbay (1994b) se menciona que en la actualidad hay sistemas


formalizados que están operando y que desde la perspectiva clásica no son
sistemas lógicos. Esto le lleva a la necesidad de modificar el concepto mismo de
sistema, que ya ha cambiado en el contexto de uso pero no en el contexto teórico.

9
Para una definición de estas propiedades pueden verse Mendelson (1964: 30) o Gabbay (1994:182-183).
10

5. Definiciones de sistema lógico


Dov Gabby en Gabbay (1994b: 179-216) presenta distintas definiciones de
sistema lógico. Primero presenta la definición tradicional de sistema lógico como
una relación de consecuencia; luego, caracteriza a los sistemas lógicos como
sistemas de prueba algorítmicos; posteriormente trata de ellos como relaciones de
consecuencia estructuradas algorítmicamente para finalizar con su propuesta
principal, los sistemas lógicos como sistemas deductivos etiquetados (o LDS
systems). En el texto también señala algo con respecto a sistemas de
razonamiento práctico.

Gabbay comienza el escrito señalando que hay una demanda creciente


desde disciplinas como ciencias de la computación, lingüística y filosofía de una
variedad de sistemas lógicos, debido a las amplias aplicaciones de la lógica en
ciencia de la computación teórica, inteligencia artificial y programación lógica y que
esta actividad ha tenido como consecuencia un cambio en la noción de un sistema
lógico.

La definición tradicional define a una lógica o a un sistema lógico como


relación de consecuencia entre un conjunto de fórmulas. Esta definición según
señala Gabbay no es adecuada cuando se hacen aplicaciones, ya que en tal
contexto se necesitan relaciones entre estructuras de fórmulas.

Un sistema lógico tradicional se define como un lenguaje más una relación


de consecuencia. En donde el lenguaje especifica el conjunto de fórmulas bien
formadas dentro de la lógica en cuestión y la relación de consecuencia cumple con
tres propiedades: reflexividad, monotonicidad y transitividad (corte). (Véase
Gabbay, 1994b: 182 para las definiciones). Aquí es importante resaltar que la
relación de consecuencia es entre fórmulas. La relación de consecuencia entre
estructuras es de un orden superior y no está a juicio del autor, propiamente
11

contemplada dentro de la definición tradicional de lógica.

Para Gabbay es importante no sólo definir un sistema lógico en términos de


la relación de consecuencia sino que ésta debe ir acompañada por la teoría de
prueba de tal relación, es decir, entender el sistema algorítmico para generar una
cierta relación de consecuencia. Así, no sólo conoceremos la relación de
consecuencia para “conocer” a lógica sino sabremos como ésta se presenta
(Gabbay, 1994b: 181).

Algo muy importante de esta última caracterización de sistema lógico como


sistemas de prueba algorítmicos, es que lógicas bastante distintas desde el punto
de vista filosófico, pueden ser muy parecidas desde el enfoque de presentación
teórica de pruebas y, viceversa, lógicas muy parecidas filosóficamente,
algorítmicamente hablando pueden ser muy distintas.10

Para la caracterización de los sistemas lógicos como relaciones de


consecuencia definidas como estructuras algorítmicas, Gabbay se apoya de las
bases de datos. De ellas dice que asumen una estructura general que contempla
listas, conjuntos parcialmente ordenados, etc., en donde la relación de
consecuencia puede presentarse entre bases de datos estructuradas y fórmulas A,
o entre dos bases de datos estructuradas. Aquí la relación de consecuencia es
mucho más compleja, se da en un nivel de abstracción mucho mayor que a nivel
de fórmulas y ya contempla un cierto sistema algorítmico. La relación de
consecuencia cumplirá con las propiedades de identidad y corte quirúrgico.

Para presentar una base de datos formalmente, necesitamos


describir las estructuras. Sea M una clase de estructuras (por
ejemplo, todos los árboles finitos). Entonces una base de datos ∆

10
Presenta el siguiente ejemplo: Desde una formulación al estilo de Hilbert son muy cercanos un sistema
lógico clásico y los sistemas de tablas de verdad para las lógicas n-valuadas de Lukasiewicz; mientras que una
lógica intuicionista no. Sin embargo, si consideramos una formulación estilo Gentzen la lógica clásica y la
intuicionista son muy cercanas, mientras que los sistemas n-valuados de Lukasiewicz no lo son.
12

tiene la forma ∆ = (M, f) donde M ∈ M y f: M → fbfs, tal que para cada


t ∈ M, f(t) es una fórmula.
Una relación de consecuencia estructurada ├ es una relación ∆
├ A entre una base de datos estructurada ∆ y las fórmulas A. ├ debe
satisfacer las condiciones mínimas, a saber,
Identidad {a} ∆ ├ A
Corte quirúrgico ∆ ├ A; Γ[A] ├ B
Γ[∆] ├ B

En donde Γ[A] significa que A reside en alguna parte en la


estructura Γ y Γ[∆] significa que ∆ reemplaza a A en la estructura.
(Gabbay, 1994b: 187).(Gabbay, 1994b: 187).11

La propuesta del autor son los sistemas deductivos etiquetados, en estos


sistemas la relación de consecuencia es estructurada, del modo en que se
presentó en los sistemas anteriores. Los sistemas LDS, por sus siglas en inglés
(Labelled Deductive Systems) también contemplan un sistema algorítmico como
parte de su definición, y la relación ha de cumplir con identidad y corte. No entraré
en detalles en la exposición de estos sistemas, sólo me interesa señalar que se le
pueden agregar mecanismos por ejemplo, de abducción, de actualización, etc. con
lo cual se acercan tales sistemas al razonamiento práctico. Así, Gabbay define a
un sistema lógico como un sistema deductivo etiquetado que incluye ciertos
mecanismos:

Definición 7.1 (Punto de vista tentativo actual de un sistema


lógico). Un sistema lógico tiene la forma (├ , S├ , Sabducir, Sactualizar, …),
en donde ├ es una relación de consecuencia etiquetada, S├ es un
Sistema Deductivo Etiquetado con procedimientos de nivelación
[Flattening procedures] y Sabducir, Sactualizar, son mecanismos que son
dependientes de (el uso de) S├. (Gabbay, 1994b: 200).

De acuerdo a este autor, la lógica clásica es matemáticamente adecuada,


sin embargo, conserva el problema de la naturalidad de la representación y la
compatibilidad de los cambios de razonamiento en las áreas aplicadas. Por otro
lado, la lógica no clásica tiene presenta desventajas para la facilidad de
computación. Así, para Gabbay los sistemas etiquetados serán un puente para
aprovechar lo mejor de lo clásico y lo no clásico, ya que casi todo sistema lógico

11
La traducción es mía. En Gabbay (1994) no se usa el functor ├, sino otro en donde la línea horizontal es como
una tilde (∼).
13

puede ser presentado como un sistema etiquetado y, todo sistema etiquetado


puede ser traducido en una lógica clásica (Véase Gabbay, 1994a).

De lo anterior, me interesa comentar que lo expuesto en Gabbay (1994b)


nos muestra la modificación de la noción de sistema lógico, básicamente a partir
de la modificación de la relación de consecuencia lógica. Los cambios de una
noción a otra no son tan simples como pudiesen pensarse en un primer momento.
Tómese como ejemplo las definiciones de consecuencia clásica con la
consecuencia definida como una estructura algorítmica. En la primera, la relación
de consecuencia se estable entre fórmulas o entre conjunto de fórmulas. En la
segunda, entre estructuras. Estructuras como por ejemplo, las bases de datos
contienen a su vez mecanismos internos de inferencia, que si bien podríamos
validarlos por los mecanismos de la lógica clásica, estas inferencias estarían o a
nivel de premisas o a nivel de la conclusión. Sin embargo, queda en pie el
problema de cómo evaluar la relación entre dos estructuras. Al parecer no es tan
simple, habría que evaluar si la noción clásica de validez se puede extender a ese
nivel.
Asimismo, lo anteriormente expuesto nos lleva a cuestionarnos sobre
asuntos relacionados con la gramática de un sistema. ¿Hasta qué punto se
aceptará como correcto que una fórmula bien formada sea definida por ejemplo,
no sólo conteniendo los operadores usuales lógicos sino también números o
algunos otros símbolos? En la actualidad hay sistemas lógicos cuyas fórmulas
bien formadas difieren de las clásicas.12

12
Por ejemplo, en sistemas como los de lógica dinámica proposicional <π>φ y [π]φ son fórmulas bien
formadas, o en un sistema de penalización {pi → bi 20} es una fórmula correcta desde la gramática de ese
sistema.
14

6. Conclusión

Los cambios que se han generado en la noción de sistema lógico por el uso
de este tipo de sistemas, no van a la par de los cambios teóricos de este
concepto. Lo anterior se ejemplifica en el hecho de que sean creado sistemas para
resolver problemas en el nivel de aplicación de la lógica que divergen de la noción
de sistema lógico que se tiene a nivel de la comunidad lógica tradicional. El hecho
de que la lógica se aplique actualmente a tan distintos campos, es producto de
que cada vez se asimila más como generadora de modelos. Si bien, esta
capacidad que la lógica formal tiene está contenida ya en los requisitos mínimos
que tiene que cumplir todo sistema lógico,13 tal capacidad no fue totalmente
expresada sino con el nacimiento de sistemas lógicos para los cuales las
herramientas clásicas no eran suficientes para resolver alguna necesidad
específica real. Estos sistemas regularmente respondían a problemas planteados
por otras disciplinas teóricas, lo que favoreció el trabajo conjunto de la lógica con
esas disciplinas. Esta apertura que ya no asumía a la lógica como la disciplina que
daría las reglas del correcto razonar, sino que asumiendo como racionales ciertos
discursos excluidos por la tradición, trataría de modelar su forma de razonar. Estos
cambios fueron favorecidos por el cambio al paradigma sistémico, en donde el
trabajo interdisciplinar que favorezca la transferencia de conocimientos de un área
a otra es crucial.14

13
Un conjunto de símbolos primitivos, un conjunto de reglas de formación y un conjunto de reglas de
trasformación.
14
Históricamente, el paradigma sistémico y las lógicas no clásicas nacieron casi al mismo tiempo, en la década
de 1920. Sin embargo, el reconocimiento del paradigma sistémico no llegó sino hasta los años de 1950,
cuando se comenzó a desarrollar la cibernética. Las lógica no clásicas tuvieron que esperar un poco más para
su auge, a partir de los años de 1970.
15

7. Referencias

Bertalanffy, L. von (1976). Teoría General de los Sistemas, México, FCE.


Blanché, R. (2002). La Axiomática, México, FCE, Breviarios del FCE, No. 535.
Gabbay, D.M., Hogger C.J. y Robinson J.A. (1994a). “Classical vs Non-classical
Logics (The Universality of Classical Logic)” en Gabbay, D.M., Hogger C.J. y
Robinson J.A. (editors), Handbook of Logic in Artificial Intelligence and Logic
Programming., Deduction Methodologies, Vol. 2: 359-495. Oxford: Clarendon
Press, Oxford Science Publications,

Gabbay, D.M. (1994b). “What is a Logical System?”, Gabbay, D.M. (editor), What
is a logical system, pp. 179-216. Oxford, Oxford University Press.

Lilienfeld, R. (1984). Teoría de Sistemas, Orígenes y Aplicaciones en Ciencias


Sociales. México: Trillas, Biblioteca de Sistemática Educativa.

Mendelson, E. (1964). Introduction to Mathematical Logic. New York: Van


Norstrand.

Torres, Alcaraz (1999). “Los Sistemas Formales” en Ramírez, S. (coordinador),


Perspectivas en las Teorías de Sistemas. México, Siglo XXI/UNAM-Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades.

Schwaninger, Markus (2005). “System Dynamics and the Evolution of Systems


Movement, A Historical Perspective”, St. Gallen, Alemania, University of St.
Gallen-Institut für Betriebwirtschaft.

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