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La muy’, con el HIWo Le vocabulaire des sciences sociales, © 1965, Mouton & Co. and Maison des Sciences de I'Homme. Versida castellana de Jaume Melendres. Primera edicién castellana: Junio 1973. Disefio y realizacién de Ja cubierta: Enric Satué © de Ia presente edicién (incluidos la traduccién y el disefio de Ia cubierta), Editorial Laia, 8. A., Constitucién, 18:20, Barcelonal4 Impreso en RILGS.A. Estruch, 5, Barcelona, Depésito legal: B, 23,900-1973. ISBN: 84722-4627. Printed in Spain - Impreso en Espafia. Mt Q En 1955, Paul Lazarsfeld y Morris Rosenberg publicaron en inglés, con el titulo The ianguage of social research, un importante volumen de textos escogidos relativos a la meto- dologia de las ciencias sociales, Esta obra se ha convertido en un instrumento bdsico, no séto en los paises anglosajones, sino también en otros. Aparece hoy en castellano el primero de los tres voltimenes: Metodologia de las ciencias sociales, que junto con los dos siguientes Analisis empirico de la cau. salidad y Andlisis de los procesos sociales — de prdxima pu- blicacién—, pondran a disposicidn del piiblico de lengua cas- tellana, en una versién ampliamente corregida y aumentada, la parte més importante del trabajo publicado en 1955. Cree. mos que serdn de gran utilidad, Este primer yolumen, Metodologia de las ciencias sociales, trata de ta relacién entre los conceptos y los indices. El pro. blema es doble. Consiste, en primer lugar, en preguntarse como es posible traducir en una medida un concepto surgido del lenguaje corriente 0 de la reflexién tedrica sobre la reati- dad social. Esta cuestién es absolutamente general, Toda pro- posicién sosioldgica, proposicién de hecho (la fe religiosa se halla en decadencia) 0 proposicion tedrica (la organizacién buroerdtica del trabajo provoca la insatisfaccién), implica un acuerde intersubjetivo acerca de ta clasificacién de tos elementos de la muestra utilizada para la verificacién; ello significa que una proposicidn como ta segunda sdlo puede ser verificada si varios observadores independientes clasifi- can del mismo modo, en cuanto al grado de burocratizacién, un determinado conjunto de organicaciones. ¢Cémo conse. guir este ccuerdo intersubjetivo? Salvo los ‘de la dltima seccién, los textos ineluidos en el primer volumen responden en su conjunto a esta pregunta. El lector comprobard que es imposible aplicar técnicas o soluciones mecdnicas y ciegas, ¥ que toda medicion requiere, por parte det investigador, una reflexion sobre tos datos particulares del problema. Sin ent bargo, resuita posible describir de forma general tanto las exigencias a que debe responder toda medida, como la serie de operaciones que es necesario Hevar a cabo. Si an criticamente un conjunto de investigaciones enipiricas cow vincentes, veremos que el procedimiento utilizado para la traduceién de tos conceptos en indices puede ser dividido en 46 R, BOUDON Y P. LAZARSFELD a) Los dos indices se hallan estadisticamente relaciona- dos, pero dan lugar a algunas diferencias en las clasificacio- nes obtenidas (ver cuadro I). b) Ambos indices determinan idénticas relaciones con otras variables exteriores (ver cuadro 2). Es indudable que, en la practica de la investigacién, la intercambiabilidad de los indices es sumamente interesante. Sin embargo, pone de manifiesto la deficiencia de nuestros métodos de investigacién y de andlisis, puesto que demues- tra la imposibilidad de obtener clasificaciones y de conducta» Aclaremos en primer Iugar el espacio vacfo que aparece en el esquema. Entendemos que no se pueden dar variables puiblicas que a Ia vez sean temporales; un valor ptiblico no puede ser, en este sentido, temporal, porque un valor tem- poral no da base suficiente para la interaccién ptiblica. Las variables de base colocan al individuo en Ia estruc- estas variables nos dan la que podriamos Hamar personalidad social del individu; hay quien las llama tam: bién variables estructurales. Por variables de personalidad se entiende aquel conjunto de variables que incluso pueden ser desconocidas por el mis- mo individuo que las posee, y por esta razén —en ocasio- nes — se precisard la habilidad de Ia psicologia para poder descubrirlas, Tiene como una de las caracteristicas esencia- les la permanencia, es decir, no la ausencia absoluta de cam- dios, sino Ia existencia de intervalos suficientemente prolon- gados para poder considerar su relevancia. La tercera categoria —actitudes y conducta— compren- de el resto de las variables. Muchos de los datos que se obtienen por medio de cuestionarios e incluso entrevistas caen bajo esta clasificacién. Con todo, tal como indicaremos mas adelante, este tiltimo grupo puede ser més especificado.” 16. Ciertamente, Ia simplificacién de un esquema puede inducir a error; en otras palabras, las variables de base, asf como las de nerso- natidad, pueden evolucionar en los individuos o grupos. El esquema se fifa solamente en un andlisis de Ia realidad en un momento preciso. 47. Otra tipologfa Ia encontramos en el trabajo de Lazinsrmip ¥ METODOLOGEA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 55 ©) Segtin ef andlisis posterior Entre las posibles clasificaciones, hemos seleccionado tres grupos: el primero, el més clasico, es esencial en andlisis de dos o més variables; ef segundo se desprende de Ia tipologia que acabaros de presentar; el tercero plantea un problema de mutuas interdependencias ue en muchas ocasiones que- dan ocultas al andlisis sociolégico, Variables intervinientes y antecedentes. Cuando hablamos de variables intervinientes nos referimos a aauellos factores que se encuentran entre la variable independiente (posterior a ella) y la dependiente (anterior a ella). Una expresin gré- fica quedarfa asi Vinter Va La variable interviniente no dice que la relacién anterior- mente hinotetizada pierde casi todo su valor. va que es esta variable la aue vasa a tener verdadera funcién de indepen- dencia frente a la dependiente. En el caso de ta variable antecedente, nos hallamos ante el problema de saber si la relacién establecida en la hindtes tiene o no valor; es decir, nos presuntamos si se necesita una ulterior explicacién. En este caso, dicha explicacién se con- creta en un ‘ercer factor anterior tanto a Ja variable indepen- diente como a la dependiente. #sta serfa la expresién gré- ica: NV, nt Vi, En esta ocasién, ambas variables establecidas en Ia hipé. tesis, pasan a ser dependientes —de alguna manera— de la antecedente, y, ademés, la relacién entre las dos primeras tiene lugar solamente gracias a Ta anterioridad de Ia tercera, Menuet, Cf. A. Erzroxt (ed), Complex Organizations, A Suciotogical Reader, New York, Holt, 1961, 472-440. Cf. también Lizansitiy y KEN bat, «The Relation between Individual and Group Characteristics in the American Soldiers, en The Language of Social Research, Glencoe IIL, Free Press, 1966, 380-28, 56 R, BOUDON ¥ P, LAZARSFELD Existen algunas variantes de los casos citados; todo ello puede verse ampliamente tratado en Ia obra citada reveti- damente de Goode y Hatt, en el capitulo que dedican al and- lisis de los datos." Segtin Ia tipologia que hemos presentado anteriormente, podemos elaborar unos modelos de relacién que pueden ayu- dar para un andlisis de 1a covariacién, Procuraremos ser bre- ves en estos modelos de relacién, ya que algunos de los pro blemas que podrfan surgir de ellos quedaran expuestos més adelante, y también hemos de tener en cuenta que el anilisis de Ia covariacién no entra directamente en el objetivo de este trabajo, variables variables de elementos de base personalidad —_conductuales modelo psicolégico +—___. modelo sociolégico + modelo psico- + sociolégico + modelo inter- viniente ig ee ts La diferencia entre los dos tiltimos modelos estriba en que el psico-sociolégico muestra una variable de personalidad que actiia como variable independiente junto con otra (in- dependiente) que cae dentro de las variables de base; en el modelo interviniente, son las condiciones de base las que de- terminan la personalidad, que a su vez influyen en la conduc- ta concreta. Estos modelos de relacién junto con las variables que Jos han posibilitado, ayudan a elaborar el andlisis de covariacién que puede seguir el esquema siguiente: 18. Gove y Harr, op. eit, 535 ss. METODOLOGIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 37 variable dependiente |variable [variable de | ‘de base [personalidad _|conductuales variable (estructura |(psicologia | (sociologiay de base social) _|social) aa lvariable variable de (estructura de |(psicologia) independiente personali la personalidad) (estructura de] los clementos de conducta) ‘elementos ‘conductuales) I I En el cuadro anterior ® aparecen algunas caracteristicas importantes; la primera de ellas es la dicotomia —un tanto desafortunada — que se presenta entre la sociologia y la psi- cologia: el psicdlogo estudia las actitudes a la luz de las va- riables de personalidad mientras que el socidlogo lo hace partiendo de las variables de base. En segundo lugar, obser- vamos la diagonal que nos indica las combinaciones que dan lugar a las estructuras, pero aqui encontramos otro proble mai la estructura de la personalidad se obtiene relacionando las caracteristicas individuales, pero ¢se puede obtener la estructura social relacionando fas mismas caracteristicas in- dividuales? Existe otra clasificacién en el momento del andlisis que sin duda hemos de tener en cuenta también en el inicio de la investigacién, La clasificacién surge de la reflexién siguiente: cuando queremos analizar una serie de individuos 0 grupos, podemos considerar en ellos tres niveles; en primer lugar la propia identificacién de! individuo 0 del grupo; en segundo lugar, lo que podriamos Hamar a manera de pensar o po- sicién («prise de position») que toman ante una serie de acon- tecimientos 0 de experiencias vividas; y en tercer lugar, la actuacién concreta de cada uno de ellos, la conducta, En otras palabras y de manera breve, podemos distinguit entre el quién es, lo que piensa y Io que hace, Segtin esto, pocemos es- tablecer las variables que se pueden llamar de ambiente, de posicién y de respuesta, 19. Ver uns exposicién més detallada en Johan Gautuns, Teorfa 9 métodos de fa investigacién social, Buenos Aires, Eudeba, 1966, vol. II, 415 y 8, Existe la. posibilidad de’ colmar Jos lugares que resultan de tuna combinacién de las variables de personalilad (V;) y las variables de base (Va); serfa el caso de cualquier tipo de neurosis. Ea segundo. lugar, Ia combinacién entre elementos de conducta (V;) ¥ variables de personalidad (V): las experiencias que luego pasaran'a la accién, ac. 58 R. BOUDON Y P, LAZARSFELD Por variables de ambiente entendemos todas aquellas que constituyen las caracteristicas mas externas y apreciables (que se pueden apreciar) del individuo 0 del grupo: educa- cidn, profesién, raza, religién, edad, estratificacién social, nit- mero de hijos, estado civil, procedencia y otras muchas més. En cuanto a las variables de posicidn, ya es mucho mas complicado el sintonizarlas, pues se trata del nivel de pensar en un sentido muy amplio, o si se quiere, de la posicién que toma el individuo o el grupo delante de algo. Esta posicién no es todavia la actuacién concreta, sino que estamos en el plano de las motivaciones (méviles y motivos), actitudes, inteligen- cia, interpretacién, etc., que ayudarén a Ia elaboracién de und doctrina 0 programa abstracto de actuacién, y a lo més, a Ia creacién de una politica, traduccién concreta de un progra- ma abstracto® Por tiltimo, cuando hablamos de variables de respuesta, nos referimos a la actuacién concreta de los individuos o grupos, a su conducta 0 comportamiento; se trata de un ni- vel que sera medible con mucha mas facilidad que el anterior. Aqui entraré la ejecucién, Ia productividad, realizacién, re- visién, absentismo, voto, etc. Explicadas asf estas variables, podemos ahora empezar a establecer posibles relaciones entre todas ellas. Las variables de ambiente pueden determinar las variables de posicién y/o de respuesta. Conociendo quign es una persona, podemos Megara prever su manera de pensar 0 posicién y su compor- tamiento, También parece obvio el decir que si conocemos Ia manera de pensar o posicién de un individu, podemos arriesgar la prediccién de su manera de comportarse. Lo di- cho se puede representar en el siguiente esquema: Como se puede apreciar, las variables de ambiente seran siempre independientes, mientras que las de respuesta esta- ran siempre entre las dependientes. Eso no quiere decir que una variable de respuesta no pueda convertirse en verdadera «Ces doctrines ires entre la théorie pure et Ia pratique directes, Cours de Philosophie positive, 1, 55 ss. METODOLOGIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 59 variable de ambiente, pero en este caso, deber4 elaborarse un nuevo esquema semejante al, expuesto, y asf sucesiva- mente, 7. Larelacién entre fas variables de posicién y las de respuesta Las relaciones que hemos expuesto en el apartado anterior, parecen conceptualmente claras. Ahora bien, creemos que se plantea un problema en la tiltima de ellas, Normalmente en muchos estudios de investigacién social, se pasa sin mds de las que hemos Ilamado variables de posicién a las de res- puesta: conociendo Ia manera de pensar de los individuos, creemos poder adelantar una conducta que todavia no se ha dado, No tratamos aqui de Ios factores que pueden inducir a una serie de errores en las expectativas de una conducta concreta, sino en el mero paso de un tipo de variable a otro: Parece que a menudo se da por supuesto que una posicién conereta determinard un comportamiento, pero puede ser que no sea asf. En sentido inverso, conocido un comporta- miento, se enuncia una manera de pensar, una eprise de posi- tions: o sea, en muchas ocasiones existe el rieszo de no tener en cuenta todo Io que implica la presuncién y la prediccién. Sin embargo hemos de tener en cuenta aue el compor- tamiento adecuado (el que de hecho se realizard o se ha realizado), no eauivale al comportamiento previsto. Si la equivalencia existiese, no habria problema, pero no es asi. Un comportamiento adecuado tiene dos componentes esenciales, el primero es de tipo condicional, lo que deberfa hacerse. el segundo es componente real, de una situacién que por defini- cidn todavia 10 se ha dado: fo que es posible hacer. El factor condicional, el «deberiax, indica sobre todo unas normas idealizadas del individuo, 0 una accién aue Ia persona apova- rfa o realizarfa en una situacién libre de cualouier clase de imperativos. Siguiendo el andlisis, podemos decir que wma situacién libre de imperativos, de Ia clase aue sean, prdcti- camente no se da nunca. Antes de una situacién, no se puede juzgar sobre la decisién que se tomar cuando Ilegue; de esta manera, se puede afirmar que —en general — cualquier «si» condicional es falso, ya que la situacién concreta crea de por 21. Para ver esta serie de factores influventes, se puede consultar Ja obra de Quentin GrsoN, La Idgica de fa investigacion social, Madrid, Teenos, 1964, en especial el cap. 3 «Critica de la generalizaciéns, y el cap. 14 «Bl suruesto de la racionalidad». ov AK. BUUDUN fF LAZAKSHELD sf unas circunstancias y condicionamientos totalmente nue- vos. Hoy quizds todos abjurarfamos 0 no de nuestras creen- cias, pero Tegada Ia ocasién no podemos saber — desde un punto de vista sociolégico— lo que realmente ocurriré. Normalmente en una situacién concreta, los individuos se encuentran mezclados en conflictos, ya sea entre normas diversas, ya sea entre normas y comportamiento. En momen- tos asf, las normas (que corresponden al comportamiento previsto) operan més como una gufa de lo aue se debe decir (en el momento presente) y como guia de lo gue se deberfa hacer (en el momento concreto), atte como sufa de Jo que de hecho se har en el comportamiento adecuado. Ast pues, re- sulta que todo comportamiento previsto se confunde con el comportamiento ideal (C = Ci) y no con el comportamiento adecuado (Cy = C2), Segtin lo dicho hasta aquf, para conocer el comportamien- to de una persona, interesa conocer sus posiciones, su_ma- nera de pensar, sus creoncias, pero de mancra especial, 1a realizabilidad dentro de la nueva situacién existente (S,). Se- min esto, el comportamiento adecuado seré resultado del com- portamiento ideal (correspondencia con las normas propias), mAs la situacién nueva (Cy = Ci + S.). Las preguntas sobre el comportamiento previsto 0 ideal, suponen una prediccién personal con respecto al comporta- miento de una persona determinada en una situacién nueva. to puede ser el resultado de Ja expresién de sus deseos 0 de su criterio moral en el momento de su previsién: mientras que la conducta en Ia situacién real (comportamiento ade- cuado), est4 influida por la presién de la situacién, que a su ver es muy dificil de imaginar sin haberla experimentado previamente. Se ha intentado una aproximacién a la realidad del com- portamiento adecuado por medio de un pasar del punto de vista moral (correspondiente a las normas) de los individuos, a remarcar el punto de vista de preferencia personal en sus comportamientos previstos; pero inchiso asf, nos encontra- mos ante el abismo de pasar de una preferencia personal, a Ia previsin exacta de una actuacién que esté de acuerdo con esta preferencia Hay que notar también Ja diferencia que existe entre Jas que podrfamos Mamar variables individuales y las colecti- vas; ciertamente, no es lo mismo Ia prediccién o el conoci- 22. Véase Ia introduccién a la seccién ITT eThe Analysis of Change METODOLOGIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 61 ‘miento del comportamiento adecuado de un individuo con- creto que el de una colectividad. Los errores a los que esta- mos sujetos en el caso individual tienden a superarse cuando entran en juego las leyes de los grandes mimeros. Pero la dificultad persiste: el paso de las variables de posicion a las de respuesta y viceversa presenta problemas que se han de tener en cuerta, y no afirmar sin més deducciones automé- ticas.® éCémo encontrar una salida al problema planteado? Sola mente se puede apuntar un camino hipotético, una hipétesis elegida casi por exclusién o por sentido comtn, que arroje un poco de luz sobre el tema que acabamos de exponer. El pro- blema — ya lo hemos indicado— se plantea por el hecho de conocer Jos imperativos y circunstancias de la nueva situa- cidn, es decir, por el desconocimiento de todos los compo- nentes del comportamiento adecuado, En la tltima clasifica- cidn de variables, inclufamos las de ambiente, posicién y res- puesta; vefamos que la problematica se planteaba en ia re- lacién entre les dos tiltimas; creemos que una mayor profun- dizacién de las primeras, las de ambiente, nos podria ayudar a una prediccién ms vélida o a una presuncién mAs obje- tiva, Se trata de un conocimiento de dichas variables, pero no en un sentido estatico sino dindmico, segin el cual se puedan determinar unas lineas tendenciales que permitan conocer mejor los componentes ambientales de la nueva si- tuacién. Se precisa, pues, el poder trazar una especie de pros- pectiva y retrospectiva situacional, Existen estudios en este sentido, pero de lo que se trata es de caer en la cuenta del valor de sus resultados en orden a poder medir ms exacta- mente las conductas adecuadas de los individuos. El estable- cimiento de estas tendencias de situacién, nos permitiria el conocimiento del otro componente del comportamiento ade- cuado (S,). Ciertamentz que no todas las preguntas quedan resuel- tas. ¢Bastaria este conocimiento tendencial? ¢Es posible lo- grarlo? ¢Se debe profundizar algiin otro aspecto mas intere- sante? Sdlo un progreso teérico basado en experimentaciones empiricas nos puede dar respuesta a estos interrogantes; pero no debemos olvidar que, en el fondo, lo que se intenta ‘Throught Times, en el libro ya citado, Lazansrup y Roseamans, The Language of Social Research, 204, B, Pucden consultarse algunos «Prediction Studies» en The Lane guage... op. cit, 260-281. 62 R. BOUDON ¥ P. LAZARSFELD en la investigacién sociolégica es no solamente medir, sino comprender; y una comprensién sociolégica leva consigo la dialéctica sujeto-objeto en Ja misma persona del socidlogo; una sociologia comprensiva, ha de ser consciente de que esta analizando el «mito de la sociedads, realidad objetiva, pero consiruida socialmente; por eso nos atrevemos a afir- mar que un anilisis socioldgico es realmente objetivo, si la ciencia sociolégica no olvida el carécter «mitico» de su objeto. Werner S, Landecker* Tipos de integracién y su medida? A partir de Comte y Spencer, el problema de la integra- cin de las waidades sociales en conjuntos més amplios ha Preocupado constantemente a los socidlogos. La literatura sobre las diferencias entre grupos y conjuntos de individuos yuxtapuestos, sobre la individualidad del grupo y sobre la naturaleza de su unidad es, hoy todavia, muy abundante. El problema de la integracién presenta las mismas dif cultades para el socidlogo empirico que para el socidlogo ted- rico. No obstante, la naturaleza del problema planteado ha sufrido modificaciones. Hoy dia, la mayor parte de los 0. Jogos ya no se preguntan qué es Ia integracién; 0, en todo caso, esta pregunta no constituye sino una etapa preparato- ria para otra cuestién mucho ms importante: ¢c6mo medir la integraci6n? Pero también ésta es, en si misma, una cues- tién preliminar, que permite plantear, en una fase posterior, nuevos problemas: gbajo qué condiciones aumenta el grado de integracién social?, ¢cudles son las consecuencias de un alto grado de integracién?, zcudles las de un escaso grado de integraci6n? Para tratar el problema de la integracién, la so- ciologia debe abordar ante todo estas cuestiones analiticas, Al iniciar le exploracién de un determinado tipo de fend. menos, es conveniente fragmentar el objeto de estudio en el mayor nimerc posible de subtipos, y utilizar después cada subdivisin como variable de investigacién. Es indudable que este método es mucho mis fecundo que un intento de gene- ralizacién inmediata a partir del tipo inicial. En efecto, una 1. El autor agradece al profesor Angell sus stiles consejos. 2, Publicado en «American journal of sociology», vol. 35 (1950-1),

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