PABLO SIERVO DE CRISTO JESS, ME DIRIJO A USTEDES

LOS JVENES PARA QUE LLEVEN UNA VIDA ENTREGADA

AL EVANGELIO COMO YO ME ENTREGU HACE CASI DOS
MIL AOS ATRS. MEDIANTE ESTA EPSTOLA QUE
ESCRIB AL PUEBLO DE FILIPO, ME DIRIJO TAMBIN A
USTEDES PARA QUE SALGUEN AL ENCUENTRO CON
JESUCRISTO NUESTRO SEOR Y ENCUENTREN LA
SALVACIN.
 Deben
llevar una
conducta
digna del
Evangelio
de
Jesucristo y
estar firmes
en un
mismo
espritu.

Y luchar
unidos por la
fe en el
Evangelio, sin
desanimarse
por las
adversidades.
 Seguir
hermanos
el designio
de Dios
que nos
concedi a
travs de
Jesucristo.

No slo la
gracia de
creer en l,
sino de
padecer por
l
anunciando
el
Evangelio.
Debemos
vivir con un
mismo
sentir, un
mismo
amor y un
mismo
nimo.
No hacer nada
por ambicin o
vanagloria,
sino con
humildad, no
buscar
nuestros
propios
intereses, sino
el de los
dems.
Tener los unos con
los otros los mismos
sentimientos de
Cristo, que teniendo
condicin divina se
hizo semejante a
nosotros y siendo
obediente sufri una
muerte de cruz.
 Por eso Dios
lo elev y le
otorg el
nombre sobre
todo nombre y
que toda
rodilla se
doble para
adorarlo.
Y que toda
lengua
proclame
que
Jesucristo
es Seor
para gloria
de Dios
Padre.
Trabajar con
cuidado por
nuestra
salvacin y
abrir nuestro
corazn a
Dios, que con
su
benevolencia
quiere obrar
en nosotros.
Trabajar juntos sin
murmuraciones, ni
discusiones y llegar
a ser humildes y
sencillos en medio
de esta generacin
perversa en que
vivimos.
Dejar atrs
aquello que
no nos
conduce a
Cristo y
correr hacia
la meta, al
premio al
que Dios
llama desde
lo alto en
Cristo Jess.
Estad siempre alegres en el
Seor y que todos conozcan
que somos clementes.
Presentar a Dios nuestras peticiones,
mediante la oracin y la splica
acompaada de accin de gracias.
Y la paz de Dios que supera toda
inteligencia, custodiar sus
corazones y mentes en Jesucristo
nuestro Seor.
Apreciar tambin todo cuanto hay de
verdadero, noble, justo, puro, amable y
honorable. Y todo cuanto sea virtud o
valor.
Por ltimo ponerlo a trabajar todo cuanto
hemos aprendido, recibido, odo y visto en
Jesucristo, as como yo lo he
desempeado arduamente.
Espero que cumplan cuanto les he
enseado, no es para que me sigan, sino
para seguir a Jesucristo, porque en l esta
nuestra salvacin y por l, debemos
trabajar para que los dems se salven.
Que la gracia del Seor Jesucristo est
con ustedes.
 SAN PABLO APSTOL

ENSEANZAS DE LA EPSTOLA A LOS FILIPENSES