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CAMINO DE SANTIDAD

Por: Manuel Vázquez

Isaías [1] 35:8 Y habrá allí calzada [2] y camino [3], y será llamado Camino [3] de Santidad [4]; no
pasará inmundo [5] por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino,
por torpe que sea, no se extraviará.

‫והיה ׁשם מסלול ודרך ודרך הקדׁש יקרא לה לא יעברנו טמא והוא למו הלך דרך ואוילים לא יתעו׃‬

[1] ‫ יְ שַׁ ְעיָהּו‬Yeshayáju; Jah ha salvado; Jesaiá, nombre de siete isr.:- Isaías.
[2] ‫ מַׁ ְסלּול‬maslúl; carretera arterial (como vía controlada):-calzada.
[3] ‫ ֶּד ֶּרְך‬dérek; camino (como pisado); fig. curso de la vida o modo de acción, a menudo adv.:-asunto,
calzada, camino, carrera, conducir, conducta, corredor, costumbre, curso, dar (al oriente), encrucijada,
jornada, lado, marchar, misión, oriental, proceder, rastro, rumbo, senda, sendero, vereda, vía, vía pública,
viaje.
[4] ‫ ק ֶֹּדש‬códesh; lugar o cosa sagrados; rara vez abst. santidad: - (cosa) dedicada, (lugar) sagrado,
santidad, santificar, (lugar) santísimo, (cosa, día, lugar) santo, santuario.
[5] ‫ טָ מֵ א‬tamé; impuro en un sentido religioso: - amacillar, contaminar, impuro, inmundicia, inmundo,
menstruo, suciedad.

¿Qué dice de la santidad?


Dios es santo. Al Jehová ser santo, también es su nombre, su morada, su inteligencia y sabiduría,
su gloria, su hermosura o sea, todo lo que Él es y todo lo que lo rodea es santo. Hay que tener
reconocimiento y certeza que al nuestro Dios ser santo, es necesario adorarlo en santidad. Cuando
tomamos la iniciativa, la determinación y el deseo de agradar a Dios, pues entonces es necesario tomar la
ruta y el camino de santidad.

Éxodo 15:11 ¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Levítico 11:45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro
Dios; seréis, pues, santos, porque yo soy santo.
Deuteronomio 26:15 Mira desde la morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a
la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
1 Crónicas 16:29 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de
él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.
Salmos 29:2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre: Adorad a Jehová en la hermosura de la
santidad.
Salmos 77:13 Oh Dios, santo es tu camino: ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios?
Proverbios 9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del
Santísimo es la inteligencia.
Isaías 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el
Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para
hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
¿Quién y por qué se debe estar en santidad?

Todo creyente, todo cristiano con el deseo de ser de agrado ante Dios Padre y todo aquel que
quiere vivir para Él ya que Dios mismo nos llama a conducirnos en santificación. Cuando al servirle
cumpliendo su voluntad a través de lo que está escrito en su Palabra, éste acto en obediencia se le conoce
como el camino que nos conduce hacia la santificación. Al entrar en obediencia a la Palabra de Dios,
comienza a nacer la nueva criatura al dejar la vieja manera de vivir, conocido por el nacer de nuevo. Vivir
en santidad no es tan solo un llamado de Dios, sino un requisito. Éste caminar en santidad es necesario
para así mantener la salvación para ser parte del levantamiento/arrebatamiento de la iglesia, o sea todo
aquel que anhela y quiera ser uno entre los escogidos para la venida de nuestro salvador Jesucristo y ser
arrebatado vivo.

Levítico 11:44 Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis
santos, porque yo soy santo: así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se
arrastre sobre la tierra.
Levítico 19:2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque
santo soy yo Jehová vuestro Dios.
Levítico 20:26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de
los pueblos para que seáis míos.
Mateo 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Romanos 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis
por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
1 Corintios 15:2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si
no creísteis en vano.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
1 Tesalonicenses 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad
delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
1 Tesalonicenses 4:3 -4 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de
fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia [1] esposa en santidad y honor;
[1] skeous; utensilio de sí mismo, el vaso, equipo o aparato (literal o
metafóricamente la contribución de la esposa en la acción de su plenitud hacia su esposo).
1 Tesalonicenses 4:7 Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Hebreos 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
1 Pedro 1:14 - 16 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando
en vuestra ignorancia; sino, como aquél que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Apocalipsis 22:11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo
todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.
¿Se puede estar en santidad?
La Biblia claramente menciona y le da por nombre de santos a los miembros de la congregación ya
sean judíos en el antiguo testamento y a cristianos en el nuevo testamento. Así que afirmativamente, sí, se
puede vivir en santidad aquí en la tierra.

Números 16:3 Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque
toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os
levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?
Salmos 30:4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
Salmos 34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen.
Romanos 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y
paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1 Corintios 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Filipenses 4:21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os
saludan.
Apocalipsis 14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús.

¿Cuándo debemos estar en santidad?


Comenzando desde el momento que aceptas al Señor y durante toda nuestra vida en Cristo. Así se
nos menciona en la Palabra y más importante una necesidad para adquirir la vida eterna.

Lucas 1:75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.


Romanos 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis
por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

¿Cómo llegar hacia la santidad?


La santidad solo se puede alcanzar al entrar en obediencia a la Palabra. Cuando pones en práctica
los estatutos y enseñanzas que nos han dejado por escrito en la Palabra, el Espíritu Santo nos guía en este
caminar. Cuando oramos y le pedimos ayuda al Señor, el Espíritu Santo entra en acción tal como escrito
está, a guiarnos a toda verdad y toda justicia. Al ir despojándonos de nuestra antigua manera de vivir, en
la cual vivíamos en iniquidad o sea en la práctica del pecado, entonces vamos dando los primeros pasos
en este caminar. Luego el Padre terminará la obra en nosotros.

Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.


Romanos 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
2 Corintios 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Efesios 4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
1 Timoteo 4:5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
Filipenses 1:6 estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
1 Juan 3:2 - 3 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de
ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es
puro.
Conclusión:
Jehová Dios es santo. El Padre es santo, su hijo Jesucristo es santo y su Espíritu Santo también es
santo. Nuestro creador, al ser santo, sus hijos también tienen que de ser santos. La santidad es un llamado
directo por nuestro Dios y aun más, es un requisito. La iglesia que será levantada en el arrebatamiento,
conocido como la esposa de Cristo, que es el cristiano que será escogido entre los elegidos de los
llamados para ser arrebatado vivo, tiene que ser santa, manteniendo su vestimenta limpia y sin manchas.
El Padre le va a conceder una esposa para su hijo Jesucristo, por lo tanto esa esposa es de ser santa como
Él es santo y al igual su Hijo es santo.

Cuando fuimos llamados a los pies de su hijo Jesucristo por el Padre y lo aceptamos como nuestro
salvador, nuestros pecados son perdonados a través de su sacrificio en la cruz. Aquí nos convertimos en
cristianos, hijos de Dios. En éste momento recibimos la salvación por gracia, ahora ésta salvación hay que
mantenerla al entrar en obediencia a la Palabra, o sea los evangelios ya escritos en la Biblia. Cuando
entramos en ésta obediencia y empezamos a dar el cambio en nuestras vidas, dando por testimonio que las
cosas viejas pasaron y todas sean hechas nuevas, nos colocamos en este camino de santidad. Dejando
atrás todas las obra del mundo, de la carne y del pecado que es salir de las tinieblas y entrar en la luz. Éste
camino de la santidad es necesario para prepararnos para ser uno de los elegidos, para ser escogido y ser
arrebatado vivo en la venida de nuestro salvador Jesucristo.

Éste vivir en santificación es cuando permitimos al Espíritu Santo en nosotros a guiarnos a través
de la Palabra a toda verdad y toda justicia. Reconociendo que pasamos de las tinieblas (el mundo) a la luz
(Jesucristo), de muerte (el vivir en pecado que te conducía a la condenación) a la vida (el camino de la
santidad que te conduce a la salvación). Aquí es que después de encontrar la salvación a través de
Jesucristo, entonces tienes que morir, dándole muerte a los deseos de la carne, apartándose del mundo y
dar por testimonio propio que eres una criatura nueva al no vivir tú, sino Cristo en ti (el nacer de nuevo).
Éste es el sacrificio diario que tenemos que dar, que aborreciendo al mundo y los deseos carnales con todo
nuestro esfuerzo sin importar las veces que fracasemos, nos colocamos en el camino hacia la santidad. Al
final de éste camino, antes del arrebatamiento, nuestro Dios Padre terminará la obra que comenzó en
nosotros, nos santificará y perfeccionará todo nuestro cuerpo, alma y espíritu.

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