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Se dej establecido que de ninguna forma se deba dar muestra alguna de los
recursos blicos de su tropa ni del poder de los caballos. Pizarro observara todo
desde una torre de la fortalecilla. Soto lleg a Cajamarca acompaado del
intrprete Felipillo de Poechos. Felipillo al llegar demand la presencia de
Atahualpa. Hernando Pizarro irrumpi con rabia en el recinto preguntando a Soto
por el motivo de su demora. Es justamente tras esto que se aparece Atahualpa,
caminando hacia el lugar, sentndose sobre un banco, tras una cortina que dejaba
ver su silueta. As poda observar al enemigo sin ser visto; una perfecta posicin
para estudiarlos. Atahualpa se dirigi a su sbdito y le susurr algunas cosas.
Pizarro orden que se remueva la cortina. Su mirada ahora s se diriga a los
espaoles... Sin embargo, apart su mirada de l, mostrando el mayor desprecio,
y se dirigi a Soto, dicindole que le avise a su jefe que al da siguiente ira a
verlos donde ellos estaban y que ah deberan pagarle todo lo que tomaron
durante su estancia en sus tierras.
Francisco dijo que un solo espaol bastaba para matar a todos los indios porque
eran todos unas gallinas y que si l lo deseaba, poda demostrarlo yendo a la
guerra a su lado. Esto iba completamente en contra del plan de su hermano, pero
afortunadamente el Inca solo lo tom como una bravuconada.