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Que sea ésta una invitación a recordar mundos olvidados allá en la infancia y a explorar los confines de la existencia, no sólo en la lejanía, sino también aquí, entre ceja y ceja, como siempre debió de haber sido.
Que sea ésta una invitación a recordar mundos olvidados allá en la infancia y a explorar los confines de la existencia, no sólo en la lejanía, sino también aquí, entre ceja y ceja, como siempre debió de haber sido.
Que sea ésta una invitación a recordar mundos olvidados allá en la infancia y a explorar los confines de la existencia, no sólo en la lejanía, sino también aquí, entre ceja y ceja, como siempre debió de haber sido.
El
concepto
de
egrgora
proviene
del
trmino
griego
,
egrgoroi,
veedor
y
designa
la
fuerza
generada
por
la
sumatoria
de
energas
fsicas,
emocionales
y
mentales
de
dos
o
ms
personas
cuando
se
renen
con
cualquier
finalidad.
Todas
las
agrupaciones
humanas
tienen
sus
egrgoras
caractersticas,
no
importa
si
estamos
hablando
de
una
Orden
Milenaria
o
de
un
simple
grupo
de
msica,
por
poner
dos
ejemplos
bien
diferentes,
lo
que
s
es
preciso
tener
en
cuenta
es
que
mientras
ms
antigua
es
una
egrgora,
ms
poderosa
es.
Las
egrgoras
son
como
personalidades
colectivas,
entidades
gregarias
que
en
algn
punto
llegan
a
parecer
seres
independientes
de
sus
integrantes,
con
voluntad
propia,
con
la
capacidad
de
tomar
decisiones
e
imponerse
sobre
el
colectivo,
especialmente
cuando
sus
miembros
no
son
lo
suficientemente
conscientes
del
fenmeno
que
estn
desencadenando.
Ahora,
con
las
egrgoras
musicales
pasa
algo
an
ms
inquietante,
y
es
que
los
sonidos
tienen
un
enorme
poder
de
incidencia
sobre
las
emociones,
y
el
cuerpo
emocional
de
una
egrgora
es
precisamente
el
que
le
permite
manifestarse
ms
all
de
su
cuerpo
fsico,
cuya
substancia
est
constituida
por
los
cuerpos
de
sus
integrantes,
sus
instrumentos,
los
lugares
que
frecuentan
para
trabajar
y
dems
asuntos
tridimensionales.
De
esta
manera
el
plano
sonoro
se
convierte
en
otro
espacio,
a
travs
del
cul
la
egrgora
puede
manifestarse
de
una
manera
ms
contundente
en
el
plano
fsico
sutil,
que
hace
parte
de
la
tercera
dimensin,
en
la
que
nos
movemos
todos
los
das.
En
la
cuarta
dimensin,
que
tambin
podramos
llamar
plano
emocional,
la
cosa
es
un
poco
diferente,
pues
all
es
ms
fcil
que
los
diferentes
cuerpos
emocionales
de
los
integrantes
se
fundan
en
uno
solo,
que
ser
como
una
especie
de
ngel,
hado,
o
cualquier
otra
apariencia
que
adopte
la
egrgora,
siempre
reflejando
las
caractersticas
de
los
sujetos
y
objetos
que
la
conforman.
Tambin
nos
movemos
todos
los
das
en
este
plano,
generalmente
con
menos
conciencia
que
en
el
anterior.
La
quinta
dimensin
es
la
mente,
el
propio
logos,
que
termina
de
configurar
la
psique
de
nuestro
querido
ser
colectivo.
Todos
estos
vehculos
(cuerpos,
emociones
y
mente
colectiva),
juntos,
constituyen
el
cuerpo
de
la
egrgora,
cuya
personalidad
ser
ms
o
menos
amiga
de
sus
creadores,
dependiendo
de
cmo
la
traten,
o
mejor
dicho,
cmo
se
traten
entre
ellos
mismos.
Mientras
mejor
nos
conozcamos
como
entidad
colectiva
ms
capacidad
tendremos
de
tornar
las
fuerzas
de
la
egrgora
a
nuestro
favor.
Mientras
ms
conozcamos
las
obsesiones,
los
miedos,
los
desamores
y
los
secretos
que
yacen
en
el
fondo
de
nuestro
Hado,
ms
capacidad
tendremos
de
encarnar
esa
fuerza
alrededor
de
nuestros
propios
huesos
y
as
volar
al
cielo
con
alas
hechas
de
emociones
compartidas,
sumergirnos
hasta
la
profunda
oscuridad
del
ocano
con
branquias
compuestas
de
pensamientos
gregarios,
o
bien,
llegar
al
Sol
con
un
Cuerpo
Glorioso
compuesto
por
tomos
de
los
miles
de
hombres
y
mujeres
que
se
cada
da
se
unen
con
el
fin
determinado
de
trascender
la
existencia
individual,
egosta
y
caduca
de
estos
ltimos
milenios
de
oscurantismo
y
entrar
en
una
nueva
dinmica,
y
as.
El
Amor
es
la
Fuerza
gregaria
ms
poderosa,
no
nos
puede
dar
vergenza
decirlo
en
pblico
ni
asumirlo
con
toda
nuestra
voluntad.
Slo
l
tiene
el
poder
de
sublimar
todos
los
odios,
resentimientos,
miedos
y
frustraciones
que
se
han
venido
consolidando
como
poderosas
egrgoras
a
lo
largo
de
tantos
siglos
de
guerras
y
silenciamientos
histricos.
Las
egrgoras
se
aparean
y
se
multiplican
entre
ellas,
se
reproducen
por
mitosis
o
por
meiosis,
se
fusionan
o
se
fragmentan.
Las
egrgoras
cobijan
o
exilian,
ofrecen
o
roban,
aman
o
matan,
y
dependiendo
de
cun
conscientes
seamos
de
su
colosal
fuerza
seremos
capaces
de
percibir
cundo
estamos
obrando
por
voluntad
propia
y
cundo
estamos
obrando,
sin
darnos
cuenta,
guiados
por
una
voluntad
superior,
colectiva,
tal
vez
la
familia,
tal
vez
un
grupo
de
amistades,
tal
vez
una
Ciudad,
tal
vez
una
Guerra,
tal
vez
un
grupo
musical,
tal
vez
una
Orden
Milenaria
que
ni
siquiera
conocemos
pero
que
nos
quiere
para
S,
o
tal
vez,
simplemente,
la
propia
Energa
del
Universo,
llmela
como
usted
prefiera.
Que
sea
esta
una
invitacin
a
amar
ms
y
a
amarnos
ms
entre
nosotros,
pero
con
ms
consciencia
de
la
fuente
motivadora
de
nuestras
decisiones
y
con
un
punto
de
vista
ms
crtico
ante
las
fuerzas
que
desencadenamos
a
travs
de
ese
Amor
o
la
ausencia
de
l.