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1.

Vuestros pulmones, privados del aire, sern


como una persona hambrienta privada de
alimento. Por cierto, podemos
473 vivir ms tiempo sin alimento que sin aire, que
es el alimento que Dios ha provisto para los
pulmones. Por lo tanto, no lo consideris un
enemigo, sino una preciosa bendicin de Dios. { 2TI
472.1; 2T.533.1 }

2. Este cambio lo sacar del encierro y lo


expondr al aire libre. Su sangre fluye
lentamente por sus venas, por falta del aire
vivificante del cielo.

3. Las alcobas deben ser amplias y arregladas de


tal manera que el aire circule libremente por
ellas da y noche.

4-La respiracin profunda


Para tener buena sangre, debemos respirar
bien. Las inspiraciones hondas y completas de
aire puro, que llenan los pulmones de oxgeno,
purifican la sangre, le dan brillante coloracin, y
la impulsan, como corriente de vida, por todas
partes del cuerpo. La buena respiracin calma
los nervios, estimula el apetito, hace ms
perfecta la digestin, y produce sueo sano y
reparador.El Ministerio de Curacin, 206-
207. { CSI 59.1; CH.59.2 }

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