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1. DIOS AN VIVE.
Dios ha muerto? Est por verse Tan buena noticia habra producido efectos
solares de los que esperamos siempre en vano, la menor prueba. En lugar de que
dicha desaparicin haya dejado al descubierto un campo fecundo, ms bien
percibimos el nihilismo, el culto a lo ftil, la pasin por la nada, el gusto malsano por
lo sombro propio del fin de las civilizaciones, la fascinacin por los abismos y los
agujeros sin fondo donde perdemos el alma, el cuerpo, la identidad, el ser y el inters
por todo. Cuadro siniestro, apocalipsis deprimente
35 El ateo aparece en la Biblia Salmos (10, 4 y 14, 1) y Jeremas (5, 12)-, pero en
la Antigedad se refera a veces, incluso a menudo, no al que no crea en Dios, sino
al que se negaba a aceptar a los dioses dominantes del momento, sus formas
decretadas por la sociedad. Durante mucho tiempo, el ateo caracterizaba a la
persona que crea en un dios vecino, extranjero y heterodoxo. No era el individuo
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que desocupaba el cielo, sino el que lo poblaba con sus propias criaturas.
37 Obra del padre Garasse, jesuita que no teme ni a Dios ni al Diablo e inventa la
propaganda moderna en pleno Gran Siglo en La curiosa doctrina de los incrdulos de
nuestros tiempos, o que se dicen tales (1963). Volumen que calumnia a los filsofos
libres.
46 Cristovao Ferreira, viejo jesuita portugus que abjur bajo la tortura japonesa
en 1614. En 1636, el ao en que Descartes preparaba el Discurso del mtodo, el cura,
cuya fe deba ser bien endeble, si juzgamos por la pertinencia de los argumentos que
no pudieron ocurrrsele justo en el preciso momento de la abjuracin, escribe, en
efecto, La superchera desenmascarada, un opsculo explosivo y radical. En slo una
treintena de pginas, afirma: Dios no ha creado el mundo; de hecho, el mundo nunca
fue creado; el alma es mortal; no existe ni infierno, ni paraso, ni predestinacin