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Sigmund Freud Escritos sobre la cocaina Notas de esta edicién de ANNA FREUD Edicion e introduccion de ROBERT BYCK im EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA. Titulo de 1a edicién original: Cocaine pat She Stooeit! Publishing Compeny Nueva York, 1975 Traduecion: Enrique Hegewice Maqueta de la colecci6n: ‘Argente y Mumbri Portada: Julio Vivas © EDITORIAL ANAGRAMA, 1980 Calle de 1a Cruz, 44 Barcelona-34 ISBN 84-339-0058-7 Depésito legal: B. 7628-1980 Printed in Spain Gréfices Diamante, Zamore, 83, Barcelens-18 AGRADECIMIENTOS DEL AUTOR Este libro no bubiera podido ser redactado sin la ayuda de muchas personas. En particular quisiera dar las gracias a la pro- fesora Rosemary Ostwald y a la sefiora Hortense Koller Becker por haberme autorizado a reproducir artfculos excritos por sus padres, asi como sobre ellos. El Dr. David Musto merece un agradecimiento expecial no solamente por les anotaciones que ha escrito para su artfculo sobre «Sherlock Holmes y Sigmund Freud» sino tambiéa por su erudi- ta ayuda y sus sugerencias. Los doctores Stephen Fleck y Frede- rick C. Redlich me ayudaron mucho retocando y corrigiendo las traducciones. Nunca hubiera egado a terminar este libro sin la excepcional generosidad y buena voluntad de los bibliotecarios de la facul- tad de medicina de la Universidad de Yale, especialmente los sefiores Ferenc Gyorgyey, Robert Breedlove, y la sefiorita Bette Greenberg. Fueron también magnificos los esfuerzos creadores del sefior Peter Swales. Hay tantas personas de Yale que me han ayudado y estimu- lado que me resulta imposible nombrarles a todos. Este libro lo escribf para mis hijos Carl, Gillian y Lucas, para que aprendan cosas sobre la ciencia a partir de la historia. Rosert Byck Cronotocfa pe Freup ¥ DE LA COcAiNa Nicolés Monardes (1507-588) publica la primera descrip- cién de la coca en Europa. Gardeke extrac un alcaloide al que llama erythroxylon: cs la primera vez que se afsla la cocaina. Nace Freud en Moravia, el 6 de mayo. La expedicién de Ia fragata Novara da la vuelta al mundo y a su regreso leva hojas de coca a Europa. ‘Mantegazza ensalza las virtudes de la coca. Albert Niemann describe la operacién que permite aislar un aledoide de Ta coca, y To bautza con el nombre de aa Oreo Schroff da cuenta del efecto insensibilizador de la cocatna en Ia lengua. La cocaina es incluida en Ia lista oficial de drogas de la farmacopea de los Estados Unidos. Von Anrep informa sobre la accién de la cocaina en los animales, Bentley y Palmer informan acerca del tratamiento del hébi- to de la morfina por medio de la cocaina en la Detroit Therapeutic Gazette. ‘Aschenbrand? tuenta sus experimentos en Ja apli- cacién de Ta cocaina a los soldados. Freud lee su articulo. En abril Freud escribe a su prometida: «ahora juego con tun proyecton. Ha leido los informes norteamericanos ¥ 9 ha quedado impresionado por el articulo de Aschenbrandt. 1884 E130 de abril Freud toma cocaina_por primera vez. ies4 En mayo Freud empieza a tratar_a su_smigo Emst von Fschl-Marxow, adicto a la morfina, con cocaina. 1884 EL 19 de junio Freud escribe « su prometida para de- cirle: «ayer noche terminé “Uber Coca”>. 1884 _Se publica defensa, por parte de Freu ear 1 ne come facea universal. Ambos temas han sido de le es im pidieado gue la norepinefring, que, es liberada en las terminaciones, nerviosas, Hegue @ activarse, aunque este Trecho no Legue a dar tuna explicacin completa de Ia accién de esta droj i inn eapliacion complete ga. Una intere- sre ziube de cove cteoaminien de la depresién seria, bo ap ahe or el naamieato de Salers de deprimidos, 4 in tema He 9-1 SE ade resivg. ‘AT igual que Ta anfetamina, la_cocaina puede cavsar euforia x coo los Fd. formé Freud, tener un efecto antidepresivo mediante u aceiGn en depresiones suaves o neurasténicas. Todavia po se via i Tamia ew ory ta dens a ST Ta covaina tiene efectos antidepresivos en las depresTones biolBgicas. Solo hay un articulo de Tos textos actuales ‘0 re paicoFarmacoloy patsarmacoloie que haya examinado ena posibilidad; en Ale deca que no se abian encontrado efectos ansidepresivos cn Ta coi, Si eta conlsién encvntra comprobscones en ‘0s andlisis, es posible que sea necesario reviser Ia teoria catecolaminica, En este sentido debe tenerse en cuenta que Freud, en a efectos antidepresivos biol sivos biold; ondo_s.nuso a ninhar los fectos amidepresivos biolgicos de ong Sri or_ageate y euférico, se adelantaba_noventa afios a u tiempo, 27 LK @Fue Freud el tinico que, tras descubrir los efectos psicolé- gicamente placenteros de una droga, abog6 en favor de su uso general tendiendo a ignorar Tos peligros inherentes? Retrospecti- Bervente, Freud aparece como el predecesor de una large lista de Teofarmacdlogos. Experimentar en uno mismo agentes Dolch Pralmente eicosetives, y pasar luego a difundir los resultados Caure los amigos, es una tradicién extendida que st prolonga sae Guestros dias. Y no se trata de algo simplemente lim: ado a la juventud sino, més bien, una nora se conducta de Jon cin Vfieog que trabajan en el campo de las drogas psicoactivas. be edo, este ipo de afirmaciones que hacen publicidad de la noeuidad y los placenteros resultados de Jas droges que acim tl sistema nervioso central no ha estado_nunce limitado los cientificos. En The Doors of Perception Aldous Fluxley)escribi6: “para la mayoria de las personas es completamente inocua. ; “A iferencia del alcohol, no conduce @ quien Ja toma 8 un tipo de accién desinhibida que tiene como conserutatt i oetjos, erimenes violentos o accidentes viarios. Un hom- tee que se encuentra bajo los efectos de ls mescaline. 5 edica a interesarse tranquilamente por sus cosas. Es més las cosas por Ias que se interesa consisten en una experiencia de tipo epecialmente iluminador, que (y esto €s muy ime portante) no hay que pagar luego con wna resaca compere erie Apenas sabemos nada acerca de las consecuencias de pueda tener tomar mescalina regularmente, Los indios que caamen botones de peyote * no parecen quedar fisica nt re descubrimiento de alguna cosa importat ae de la clinica o en el de la patologia médic plemente, como podrfa suponerse, la ai mucho més que esto, la esperanza de abrirle una perspectiva suficiente en el te vada como para justificar el adelantar la 2 en un afio, o incluso dos, en relacién c= = animarse a considerar como probable t= Debieron habérsele ocurrido muchas ideas al respecto, y en sus cartas menciona repetidas veces uno u otro nuevo descubrimiento que podria conducitle al deseado fin. Pero ninguna de esas ideas dio resultado. La mayor parte de las veces, por desgracia, sélo proporciona en sus alusiones un vistazo atormentadoramente fugaz de dichas ideas. Los tinicos dos casos en que se extiende sobre el tema son aquellos en que més cerca estuvo de lograr su propésito: son los que se refieren al_método_del o_para_la. in iéa_del tejido nerviosey al_uso clini ina Esto ultimo, como luego veremos, representa algo més que uuno de los tantos esfuerzos de rutina, y los problemas que plan- tea justifican que lo presentemos como un episodio aparte. La primera noticia que tenemos acerca de este asunto de la cocatna aparece en una carta del 21 de abril de 1884, en la que da la noticia de «un proyecto terapéutico y de una esperanza». He estado leyendo acerca de la cocaina, el componente esencial de las hojas de coca que algunas tribus indias mastican para poder. resistir las privaciones y dificultades. Un alemén* la ha estado em pleando para sus soldados, y ha informado que, en efecto, aumenta 2 energia y la capacidad para !a resistencia. Estoy tratando de adquitir. una cantidad, y la ensayaré en los casos de enfermedad cardfaca y en los de agotamiento nervioso, y especialmente en la desdichada sirua- én que sigue al abandono de ia morfina (Dr. Fleischl). Tal vez otros estén trabajando en esto mismo. Quizd no salga nada de esto. Pero haré el intento, desde luego, y ya sabes que cuando se persevera, tarde o temprano se triunfa. No necesitamos mas que un éxito de éstos para estar ca condiciones de pensar en poner nuestra casa. Pero no dés por asegurado que el éxito legard en esta ocasién, Dos cualidades debe tener el temperamento del investigador zsabes?: debe ser te- meratio en el intento, pero debe poner sentido critico en su trabajo. * Se trataba de un médico del ejército, el Dr, Theodor Aschenbrandt, quien realiz6 esas observaciones sobre soldados bévaros durante las manio- bras del otofio precedente. Theodor Aschenbrandt, «Die physiologische Wirkung und die Bedeutung des Cocsins», Deutsche’ medizinische Wochen. schrift, 12 de diciembre de 1883. 48 ‘Al comienzo no pensé que pudiera resultar gran cosa de esto; «Me animo a decir que va a resultar algo parecido a lo del mé. todo; * menos de lo que me habia imaginado, pero de todos mo- dos algo bastante respetable». El primer obstéculo results ser el costo de la cocaina que habia pedido a Ia casa Mesgk, de Darms- tadt: en lugar de costar 33 kreutzer (6 peniques) el gramo, se en- contré, con gran dolor, con que costaba 3 florines 33 kreutzer (5 chelines y medio). Pensé al comienzo que esto iba a significar el final de su investigacién, pero una vez pasada Ia primera im- presién, encargé, sin arredrarse, un gramo, con la esperanza de poder pagarlo algin dfa. Inmediatamente ensayé el efecto de un vigésimo de gramo. Comprobé que habia convertido su mal hu- mor en slegria y que le producia la sensacién de haber comido bien, «de modo que no hay que preocuparse de nada en abso- lutom, pero sin disminuir en nada su energia para el ejercicio 0 el trabajo. Se le ocurrié que, puesto que Ix droga actuaba eviden- temente como un anestésico del estémago, suprimiendo toda sen- sacién de hambre, podria resultar «til para cohibir los vémitos de cualquier origen.** Decidi6, al mismo tiempo, ofrecer la droga a su amigo Fleischl, presa de un intenso sufrimiento en su lucha contra la adiccidn a Ja mosfina, en que habia caido para librarse de una fuerte neu. ralgia. Afios después Freud hubo de lamentar amargamente el hav ber tomado esa decisién. Fue en ocasién de un informe que ha- bia leido en la Detroit Medical Gazette, acerca del uso de la droga pera ese fin. Fleischl se abrazé a la nueva droga «como un hom- bre que se esté ahogando»,*** y a los pocos dias estaba toméndola en forma continuada. El resto de la historia de Fleisch! serd rela- tado un poco més adelante. El entusiasmo de Froud iba en aumento. La cocaina era una +E] método del cloruro de oro, ideado por él. ** Carta inédita de Freud a Martha Bernays del 3 de mayo de 1884. se Carta inédita de Freud a Martha Bernays del 7 de mayo de 1884 49 «droga mégica». Tuvo un éxito espectacular en un caso de cata- tro géstrico, en el que hizo desaparecer en seguida el dolor.* Si esto marcha escribiré un exsa to ms iyo sobre Ia droga, y espero que ls terminaré por ocupar su lugar en la terapéatica, junto a a mor na ¥ en Tango superior a ésta. Tengo acerca de esto otras esperanzas intenciones. Es is Bi tra la depresiéa y Ia indigesti6n, con el més brilla suc} lepresi indigesti6n, con el més brillante éxitos, ‘Tengo la esperanza de que serviré para termisar con te ‘vemitos mas rebeldes, aun aquellos que provienen de un dolor intenso, Ea . En una palabra: es apenas ahora que me siento médico, puesto que he ayudado 4 un enfermo y tengo 1a esperana de ayudar a otros. Si las cosas, siguen como hasta aquf no tendrenos que preocuparnos ya en cuanto a poder reunimos y quedar en Viena. Enwid cierta cantidad de Ja droga Marta, «para hacerla fuer: te-y dar color rojo a sus moja, Ie ofreciainssteamente a sus amigos y colegas, tanto para rare ara sus paci dio a sus hermanas. Ea resumen, mirad desde a pants ‘e Sea de lo que hoy sabemos, se estaba convirtiendo en una verdadera amenaza publica. Freud no tenia ningiin motivo, naturalmente, en pensar que su conducta encetraba peligro alguno, y cuando aseguraba que, a pesar de la frecuencia con que tomaba la dro- 2, no habla advertido ansia alguna de volverla a tomar, estaba diciendo estrictamente Ia verdad: tal como sabemos ahora, se esta une predisposiiSn capri para incubar_una_adicién a las drogas, y Frew jente 0 posefa tal predisposicion.** ee ress, y Frond Tellmeate no pool pediooa sposicion.’ Algunos coleges le informaron de éxitos obtenidos con Ja droga; otros se mostraron mas reticentes. Breuer, con su cautela aracte a i carscteristiea, era uno de los que no se mortiaban impresio + Ga nt de Fd «Man Bes 25 Se RS Ra Soe Bes eee oe fos simios realizan trabajos duros para conseguir cocaina. Es poco proba- a ai ea dh eg ee ae, pr Dr. Jones. (N. del E.) ms Pecale a Ie g ‘fier el 50 Freud encontraba dificultades en la obtencin de Ja literatura sobre este tema poco usual, pero Fleischl lo recomends a la Bi- blioteca de Ia Sociedad Média, donde se encontré con el volumen recién publicado del Surgeon's General Catalogue, que contenia tun informe completo de Ia misma. Ahora (el 5 de julio) calculaba terminar el ensayo en quince dias més y dedicarse luego a sus investigaciones sobre electricidad, para ocupar asi Jas restantes cuatro 0 cinco semanas que ain faltaban para ponerse en viaje a Wandsbek. Lo terminé el dia 18, y ya el dia siguiente estaba impresa la mitad. Aparecié en el Centralblatt fiir die gesammte Therapie, de Heitler, en su mimezo de julio Este ensayo, a pesar de constituir una amplia resefia sobre el tema —holgadamente lo mejor que se haya publicado hasta el presente— tiene, a no dudar, més calidad como trabajo literario que como contribucién cientifica original. Estaba escrito en el mejor estilo de Freud, con su vivido brillo caracteristico, su sim- plicidad y su distincién, cualidades éstas que habian hallado redu- ida aplicacién en la descripcién de los nervios del cangrejo fluvial 6 de las fibras del bulbo raquideo. Muchos aos habrian de pasar antes de que se le presentara nuevamente la oportunidad de ejer- citar sus dotes literarias. Hay, ademés, en este ensayo, un tono que nunca volvié a repetirse en los escritos de Freud, una nota ble combinacién de objetividad y calor personal, como si estuviera enamorado de su contenido, Usaba expresiones no habituales en tun trabajo cientifico, tales como «la maravillosa excitacién»* que demuestran los animales a continuacién de un inyeccién de co- caina, y administrando mas bien una «ofrendan ** que una «do- sis». Con gran calor rechazaba la t7aw Se podrfa suponer, quizds, que la euforia que resulta de la buena salud no es més que algo normal en una corteza cerebral bien alimentada que «no es consciente» de los érganos del cuerpo al que pertenece. _ Durante esta fase de lor efectos de la cocafna, que no se distingue por nada més, aparecen los sintomas que han sido ge- neralmente desctitos como el maravilloso poder estimulante de la coca, Es entonces cuando es posible realizar prolongados tra- bajos intensos, tanto mentales como fisicos, sin sentir fatiga. Es como si la necesidad de comer y dormir, que sin la coca se hacen sentir de forma perentoria en determinados momentos del fa, quedara completamente climinada. Mientras duran los efectos de Ia cocaina, si uno lo desta puede comer copiosamente y sin asco; pero se tiene Ia clara sensacién de que Ia comida es innece- saria. Del mismo modo, cuando el efecto de Ja coca empieza a decaer, nada le impide a uno dormirse, pero también resulta posi- ble suprimir el suefio sin que se produzcan consecuencias desa- gradables. Durante las primeras horas del efecto de la coca no s= puede dormir, pero el betho no resulta molesto en modo alguno. He comprobado en mi mismo unas doce veces este efecto de_ Ja coca, que suprime el hambre, el suefio y la fatiga, y permite acentuar el esfuerzo intelectual; no he tenido oportunidad de realizar trabajos Tsicos. Un colega muy ocupado me dio la oportunidad de observar tn asombroso ejemplo de la forma en que la cocaina suprime Ja fatiga més extrema y también una sensacién plenamente justi ficada de hambre; este colegz, que 0 habla comido desde pti- mera hora de la mafiana y que habia trabajado en exceso, se tomé 0.05 gramos de cloruro de cocaina a las seis de Ja tarde. Al cabo de unos minutos dedlaré que se sentia como si hubiera tomado una comida abundance, que 20 deseaba cenar, y que 3 106 sentia Jo suficientemente fuerte como para emprender una larga caminata._ Este efecto estimulante de la coca ha sido confirmado oe) alli de tdda dada por una serie de informes dignos de crédito, de Jos que algunos son muy recientes. Para realizar un experimento, Sir Robert Christison * —que tiene setenta y ocho afios— se cans6 hasta llegar al agotamieno caminando veintidés kilémetros, sin comer. Al cabo de algunos dias repitié el ejercicio con el mismo resultado. Durante el tercer experimento se administré 3.4 gramos de hojas de coca y pudo realizar el esfuerzo sin el agotamiento experimentado en anteriores ocasiones. Cuando llegé a casa, y a pesar de haber estado nueve horas sin beber ni comer, no sintié hambre ni sed, y al despertar- se a la mafiana siguiente no sintié cansancio. En otra ocasién as- cendié una montafia de novecientos metros de altura y legs com- pletamente agotado a la cumbre. Después realizé el descenso bajo la influencia de la coca, que le permitié hacerlo eno de vigor juvenil y sin sensacién de fatiga. Clemens * y J. Collan‘ han tenido experiencias similares, y este tltimo lo hizo después de caminar durante varias horas por la nieve; Masson dice que la coca es excelente «para una lar- ga caminata»; Aschenbrandt ® informé recientemente que unos soldados de Baviera, agotados a consecuencia del esfuerzo y enfer- medades debilitadoras, tras ingerir coca fueron sin embargo ca- paces de participar en las maniobras y marchas del ejército. More- no y Maiz® fue capaz de permanecer despierto noches enteras gracias a la coca;(Mantegazza} pudo_permanecer_cuarenta_horas sin tomar slimentas No nos equivocamas, por lo tanto, al afirmar que el efects a_en los curopeos es el_mismo que as hojas de coca en los indios de Sudamérica. E] efecto de una dosis moderada de coca desaparece de for- ma tan gradual que, en circunstancias normales, es dificil definir su duracién. Si después de tomar coca se trabaja con intensidad, al cabo de tres a cinco horas decae Ja sensacién de bienestar y 107 S es necesario tomar otra dosis de coca pata que no se produzca la fatiga, El efecto ée-tiempo_si evan a cabo grandes esfuerzos musculares. Todas las opiniones parecen undnimes al afirmar que Ta euforia inducida por la coca no va seguida por ninguna sensacién de laxitud-u otros estados depresivos. Creo que después de tomar dosis moderadas (de 0.05 a 0.10 gramos), parte del efecto de Ia‘coca dura més de veinticua. two horas. Puedo afirmar que, al menos en mi caso, incluso ef dia después de haber tomado coca mi_estado es mejor de lo nor. mal_Para explicar Ia posibilidad de un aaaeaTS doeleno ae Ia fuerza, que a menudo se ha dicho que es uno de los efectos de Ia coca, creo que basta con hacer referencia al conjunto de los efectos que produce. A la luz de los informes que mencionaré posteriormente, parece probable que si se_usa durante largos perfodos, Jers en anidades mendes je ess Seo et cuerpo, Von Anrep traté a animales durante treinta dias con dosis moderadas de cocaina y no detecté efectos negativos en sus funciones corporales.[Me parece digno de destacar —y esto lo descubrf en mi mismo y en ctros observadores capaces fe juzgar tales aspectos— que ni una primera dosis ni una serie repetida de dosis de coca producen un deseo incontenible de volver a uti- lizar_ el estimulante; por el contrario, lo que se siente ¢s cierta aversién inmotivada contra Ta sustancia Esta circunstancia quizé en animales es inconfundible. Al aumentar ain més la Bess Mantegara se sumié en on sopore Beato; el ritmo de sus pulsaciones se aceleré muchisimo y le subié algo Ia temperatura ‘deLgusspo; comprobé que no podia hablar y que su caligraia Grapoco firme; mis adelante experiments esplénidasyvivs alo Jnaciones que al principio, aunque por poco tiempo, le Seo pero goe 2 part de entonces fueron algres, Tampoeo esta intoxicacién por la coca le produjo ningén tipo de depr sién, ni dejé en él ninguna sefial de haber pasado por un periodo de intoxicacién. Moreno y Mafz también experimenté un deseo jgualmente fuerte de moverse después de tomar dosis bastante elevadas de coca. Incluso después de administrarse treints gra mos de hojas de coca, Mantegazza no experiments ninguna limi tacién de Ia conciencia. Un farmacéutico que traté de envenenar- se tomando un gramo y medio de cocaina’ se sintié mareado y mostré sintomas de gastroenteritis, pero mantuvo incélume su conciencia. VI. Urinizaci6 TERAPEUTICA DE LA COCA 2 que una planta que en su pais de origen habia | ones Teputacién por sus maravillosos efectos, fuera utile | zada para el tratamiento de los més diversos desdrdenes y enfer- sea_en parte responsable del hecho de que Ja coca no sea uti zada ya desde hace tiempo en Europa como estimulante, a pesat aE que se han hecho sen tido. Wantegazza) experimenté en s{ mismo el efecto de dosis ele- vadas de coca, que le produjeron un estado de felicidad notable. mente mayor que la que sentia antes de tomar coca, acompanado de un deseo de inmovilidad completa que, sin embargo, se vela interrumpido ocasionalmente por un violentisimo deseo de mo. verse. La analogia de estos resultados con los obtenidos por von 108 medades del cuerpo humano. Los primeros europeos que conocie- —~ ron este tesoro de Ja poblacién india recomendaron sin reservas Ja coca, Basdndose en una amplia experiencia de gpédico. Mante- _gazza hizo posteriormente una lista de las propiedades terapéuti- ‘cas de la coca, que fueron confirmadas yna_por_una por otros dcctossy. En esta secciéa de mi ensayo he tatado de reunr en varios grupos las diversas recomendaciones que se han hecho sobre el uso de Ia coca y, al hacerlo, he intentado establecer una distincign entre las recomendaciones basadas en el tratamieiio de enfermedades que han egado-a ser curadas y Tas que se basah 109 en los efectos’ psicolégicos producidos por el estimulante. En ge- nezal, estos Ultimos son més numerosos que Jos primeros. Actual- mente parecen existir esperanzas de que Ja coca sea reconocida y ampliamente aceptada en los Estados Unidos, mientras que en Europa los médicos apenas si la conocen de nombre. El fracaso que ha tenido la coca en Europa, algo que en mi opinidn es in- merecido, puede atribuirse quizés a la aparicién de informes que han habledo de las consecuencias desfavorables de su utilizacién y que se publicaron muy poco después de Ia introduccién de la coca en Europa. También es posible que sea debido a la dudosa calidad de los preparados, su relativa escasez y cl clevado precio que, debido a estos tltimos, ha tenido. Algunas de las pruebas que hablan en favor de la utilizacién de la coca han sido. confir- madas més allé de toda posible duda, y otras merecen como nimo ser objeto de una investigacién sin prejuicios. La cocaina de Merk [sic] _y sus sales son preparados que tienen todos los efectos, o al menos los més esenciales, de Jas hojas de coca, — @ a coca como estimulante, La principal utilizacién de la coca serd seguramente la misma que ha tenido durante siglos entre los indios. En este sentido resulta valiosa en todos los casos en los que el objetivo primordial sea aumentar la capacidad ffsica del cuerpo durante un perfodo corto de tiempo o mantener gran- des reservas de fuerzas para futuras exigencias, especialmente cuando las circunstancias exteriores excluyen la posibilidad de obtener el descanso y el alimento normalmente necesarios para realizar grandes esfuerzos. Este tipo de situaciones aparecen en tiempo de guerra, durante los viajes, en la escalada de moptafias y en expediciones de otro tipo, etc. Se trata en muchos casos de ocasiones en las que se ha reconocido generalmente que los esti- mulantes alcohélicos resultan tiles. La coca es un_estimulante mucho més fuerte y menos dafino que el alcohol, y su uso gene- ralizado sdlo se ve Impedido_actualmente por su elevado precio. Teniendo en cuenta el efecto producido por la coca en los indios 10 pfs durcke = de Sudamérica, un médico Hamado Pedro Crespo (Lima, 1793) la recomendé ya en esa fecha tan temprana para que fuera utilizada en las naves europeas; Neudérfer (1870), Clemens (1867) y el médico militar mayor E. Charles recomendaron que ademés fuera utilizada por los ejércitos europeos. Las experiencias de Aschenbrandt deberfan servir para que los dirigentes de Tos ejér- citos tuvieran en cuenta Ia coca. Si se da Ja cocaina para producir efectos de estimulo, lo mejor es que se administre en dosis pe quefias pero eflcaces (de VDT a U.IU-gramos) y que se repita Ta dosis tan a menudo que los efectos se superpongan. Aparente. mente no'es posible almacenar la cocaina en el cuerpo. Ya_he wado que cuando terminan los efectos de la coca no se pro- ducen efectos i En este momento todavia no es posible estimar hasta qué punto la coca puede aumentar los poderes mentales del hombre. Tengo la impresién de que una utilizacién de la coca durante largo tiempo puede llevar a una mejoria duradera si las inhibi. ciones que se manifiestan antes de Tomarla se deben simplemente 2 causas fisicas o al_agotaniiento, Sin duda alguna, el efecto ins- tanténeo de una dosis de coca no puede compararse al producido por una inyeccién de morfina; pero, como contrapartida, la coca no_supone el grave riesgo para el cuerpo que implica la utilizacién continuada de Ta morfina, Muchos médicos han pensado que la coca puede llegar a coupar un puesto importante entre la serie de férmacos que admi- nistran los psiquiatras. Es bien sabido que éstos tienen una am- plia gama de productos que Jes permiten ayudar a sus pacientes a reducir_ la excitacién_de los centros_nerviosos, pero que no tienen ninguno que siva para aymentar_yn funciongmiento men | guado de esos centros. La_coca ha sido por esta razdn_recetada para los més variados tipos de de i isteria, hi condgia, inhibiciGn melancdlica, estupor fan comunicado algunos éxitos: por ejemplo, el jesuita Anto- nio Julidn (Lima, 1787) habla de un culto misionero que fue libe- Ie Coce, jul Hugee Asp rado por Ia coca de una grave hipocondria; Mantegazza dice en alabenza de la coca que resultiba casi viniversdTmone cic ficaz para mejorar los desérdenes funcionales que actualmente agrupamos ba- jo el nombre de neurastenia; Fliessburg * habla de los excelentes resultados obtenidos con el uso de la coca en casos de «pos- tracién nerviosa»; y segin Caldwell es el mejor tonificante para la histeria. E. Morselli y G. BuccolaS levaron a cabo experimentos en los que durante varios meses administraron_sistemdticamente a melancélicos. Les dieron un préparado de cocaina de acuerdo con Ia receta de Trommsdorf, en forma de inyecciones subcuténeas en Jas que la cantidad de cocaina variaba entre los 0.0025 y los 0.10 gramos por dosis. Después de uno o dos meses comprobaron que se habia producido una ligera mejoria en el estado de sus pacientes: estaban més contentos, tomaban alimentos y disfruta- ban de una digestiimnormal*— = En general, Ia eficacia de Ia coca _en casos de debilidad_ner- viosa_y_psiquica tiene que ser_todavia investigada mds a fond Cuando se haga, seguramente se Ilegaré a conclusiones parci mente favorables. Segin Mantegazza la coca no es util, y a veces resulta incluso peligrosa, en czsos de cambio orgénico e inflama- cién del sistema nervioso. La administracién de coca en los trastornos digestivos del _estdmago, Esta es Ta utilizacion mis antigua y con base mas Hirme de esta sustancia, y al mismo tiempo la que mejor comprendemos. Segiin las afirmaciones undnimes de todas las autoridades, tanto Jas més antigues como las més recientes (Julian, Martius, Une- aug, Mantegazza, Bingel,* Scrivener,** Frankl y otros) la coca Sus afirmaciones sobre los efectos fisiolégicos de la cocaina con- cuerdan con Jas de Mantegaza, Estos autores observaron, como efecto_inme- diato de las inyessioncs de cocaina, dilatacién de lat pupilas, levacién. de Ja temperatura en 12 °C, y acelerGiGn_del pulso y Ta cespicacida, Nuaca se encontraron con él caso de_intoxicaciones. ** Loe. cit. «Un ténico excelente para los estémagos débiles » Boh. 7 nsttan mel di felire? resuelve todo tipo de problemas de disnepsia y los trastornos y debilidad que la acompaiian, y logta una curacidn permanente ciando ut Eun tiempo suficientemente prolonga- do, Yo mismo he realizado algunas observaciones en este campo. Al igual que Mantegazza * y Frankl,” he experimentado per- sonalmente cémo los dolorosos sintomas que siguen a Tas comidas— exageradas —a Saber, una sensacion de presion y plenitad en cl estémago, incomodidad y poca tendencia a trabajar— desapa- recen con eructos después de tomar una pequefia dosis de cocaina (de 0.025 a 0.05_grat ‘lmerosas ocasiones ha logrado proporcionar este alivio a is colegas, y pude observar dos veces que la sensacién de néusea que segufa a un exceso gastronémico respondia positivamente al poco tiempo tras una administracién de cocaina, dejando paso 2 unos deseos normales de comer y a una sensacién de bienestar corporal. También he aprendido a prevenir en mi mismo Jos tras- tomos estomacaleS afiadiendo una pequefia cantidad de cocaina al salicilato de soda ‘Mi colega el doctor Josef Pollak me ha hecho el siguiente relato del asombroso efecto de Ja cocaina, que muestra que puede utilizarse no solamente para el tratamiento de molestias localizadas del estémago sino también para reacciones reflejas de cardeter més grave; hay que deducir, en consecuencia, que la co-. caina tienen un efecto muy fuerte en Ia membrana mucosa y el sistema muscular de este organo: Un hombre robusto de cuarenta y dos afios de edad, a quien el doctor conocia muy bien, se vio forzado a seguir una dieta muy es- ticta y a horarios de comida prefijados; ésta era la tinica forma de evitar los ataques que sufsfa y que se describen a continuacién. Era especialmente susceptible a ellos cuando iba de viaje 0 cuando estaba sometido a Ia influencia de cualquier clase de tensién emotiva, Los * Los exhaustivos informes médicos de Mantegazza me dan la sen- sacién de ser totalmente dignos de crédito, 13 ataques segufan una pauta regular. Empezaban por la noche con una sensacién de incomodidad en el epigestrium, después se le enrojecia Ja cara, asomaban ligrimas a sus ojos, tenfa fuertes latidos en las sienes y un dolor muy violento en la frente. Todo ello acompafiado de una fuerte sensacién de depresién y apatfa. Durante la noche no pod{a dormir; por Ja maffana aparecfan violentos espamos de vémito que duraban varias horas. A mediodia experimentaba cierto alivio y si tomaba unas cucharadas de sopa tenia la sensacién de que «al fin el estémago soltard la bala que tenfa dentro desde hacfa” muchos, A continuacién soltaba un eructo de sabor rancio y por fin, al ano- checer, volvia a la normalidad, El paciente no podfa trabajar durante el dia del ataque y tenia que guardar cama, ‘A las ocho de la maiiana del diez de junio empezaron los sfntomas hhabituales del ataque. A las disz de la noche, después de que se pre sentara el dolor de cabeza, el paciente tomé 0.075 gramos de dom 10 de cosaina. Poco después experiments una sensacién de calor y ganas de eructar, pero dijo que «todavia no es suficienten, A las diez y media Je fue administrada una segunda dosis de 0.075 gramos de cocaina. Los eructos aumentaon; el paciente noté cierto alivio y pudo escribir una larga carte. Dijo que sentia intensos movimientos fen el estémago. A las doce ce la noche, aparte un poco de dolor de cabeza, ya estaba normal, incluso alegre, y caminé una bora. No pudo dormir hasta las tres de la maiiana, pero el hecho no le mo- Testé, Desperté a la maiana siguiente, sano, dispuesto a trabajar ¥ con buen apetito. El_efecto de la cocaina en el estémago —algo que también supone Mantegaza— es doble; por un lado ¢stimula el movi micato, y por otro reduce la sensibilidad de] érgano. Esto ultimo era de esperar porque la cocaina produce un efecto andlogo en las demés membranas mucosas. Mantegazza afirma haber conseguido unos éxitos rotundos en el tratamiento de la gastralgia y Ja enteral- gia, asi como todas las afecciones dolorosas del estémago y los intestinos. Todo ello lo atribuye a las propiedades anestésicas de la coca. Sobre esta cuestién no puedo confirmar las experiencia de Mantegazza; sélo en una ocasién, en relacién con un catarro gistrico, vi que Ja sensibilidid del estémago a la presién dismi- 114 pula después de administrar coca. En otros casos observados por fmf mismo, y que he oido mencionar a otros médicos, enfermos de los que se suponfa que tenian tlceras o cicatrices en el esté- tmago se quejaron de mucho dolor después de tomar coca; esto puede explicarse debido a que Ia coca aumenta el movimiento dal estémago. En consecuencia, 1a coca es muy indicada en casos de debi- lidad digestiva y para los Iamados trastornos nerviosos del est6- ago. En estos casos se puede conseguir no solamente un alivio de los sintomas, sino también una mejorfa gursder 4 ©) La coca en la caquéxia. La utilizacién a largo plazo de la coca debe Sef también muy recomendada —y segtin los informes médicos ha demostrado su eficacia en la préctica— en todas las enfermedades en las que se presenta la degeneracién de los teji- dos, como ocurre en Jas anemias graves, tisis, enfermedades prolon: gadas que cursan con fiebres altas, etc.; y también en los perio- dos de recoperacién tras esas enfermedades. As{, McBean noté tuna firme mejoria en casos de fiebres tifoideas tratados con coca. En el caso de la tisis se dice que la coca Togra limitar Ia fiebre y el sudor. En relacién con una caso de tisis de diagnéstico con- firmado, Peckham ® sefala que después de administrar durante varios meses un extracto fluido de coca se produjo una notable mejoria en el estado del paciente. Hole habla de otro caso bastante grave en el que una falta crénica de apetito evs al paciente a un estado de delgadez y agotamiento muy marcados; también aguf la coca devolvié la salud al paciente. R. Bartholow * observa, en general, que 1a coca resulta til para el tratamiento de la tisis y otros «procesos de desgeste». Mantegazza y varias autoridades mds atribuyen a la coca Ja misma cualidad terapéutica valiosisima; Ta de Timitar la degeneracin del cuerpo y aumentat la Fuerza en casos de caquexia. SSIS San baie estos efectos de la coca al indudable efecto favorable que tiene en la digestién, pero sin des- 1s preciar este aspecto hay que tener en cuenta que muchos de los médicos que han escrito sobre Ia coca creen que esta sustancia permite el «ahorron, es decir, opinan que un sistema que ha absorbido cocaina, aunque sea en pequefias cantidades, es capaz —debido a Ia reaccién producida en el cuerpo por la coca— de acumular una cantidad mucho mnayor de energia vital transforma- ble en trabajo de Jo que hubiera podido hacer el mismo cuerpo sin coca.® Si la cantidad de trabajo es constante, el cuerpo que ha absorbido cocaina puede funcionar bien con un metabolismo reducido, lo cual supone a su vez que necesita menos cantidad de comida. Esta suposicién fue utilizaca naturalmente para tratar de ex plicar, segin von Voit, el efecto de la coca en los indios. La, idea no se contradice con el principio de la conservacién de la energla. Porque un trabajo que se alimenta de la comida o de Ios elementos de los tejidos impl cierta pérdida en la utiliz cién de Ja comida asimiladz o en Ja conversién en trabajo de la energfa; esta pérdida puede quirds ser reducida si se dan determi- nados pasos. De todas formas, no se ha demostrado que este proceso ocurra, Los experimentos que trataban de determinar la cantidad de orina climinada usando coca y sin usarla, no han sido siempre realizados en condiciones que permitieran obtener tales conclusiones. Ademés, parece que los investigadores presu- ponfan que la eliminacién de Ja orina —factor que sabemos no afectado por el trabajo— podria proporcionar una medida del metabolismo general. Christison noté una ligera reduccién de los elementos sélidos de su orina en los paseos en los que tomé coca; Lippmann, Demarle, Marvaud, y més recientemente Mason, también dedujeron de sus experimentos que el consumo de coca reduce la cantidad de eliminacién por la orina. Por otro lado, Gazeau ® establecié un aumentc de eliminacién por la orina de un 11 a un 24 por ciento bajo Ia influencia de Ia coca. En su opi: nign, el aumento de la capacidad de trabajo del cuerpo y la posi bilidad de abstenerse de comer que aparecen bajo la influencia 116 de Ia coca se deben a que ésta hace més accesibles los materiales que ya estén almacenados en el cuerpo. No se han realizado expe- rimentos que estudien la eliminacién de didxido de carbono. Voit demostré que el café, que también ha sido clasificado entre las sustancias que permiten el «ahorro», no tiene influencia en Ia descomposicién de la albémina en el cuerpo. De todas formas podemos considerar demostrado que la coca no es una «fuente de ahorro», como prueban algunos experimentos en los que se hizo pasar hambre a un grupo de animales, con y sin co- caina, En estos experimentos realizados por C. Bernard,# Moreno y Maiz, Demarle, Gazeau y von Anrep, se observé la reduccién del peso y el tiempo que resistian la inanicién, y el resultado fue gue los animales 2 los que se habfa administrado cocaina sucum- bian a la inanicién al mismo tiempo —y quizds incluso antes—| gue los que no habjan tomado cocaina. Sin embargo, el hambre que padecié Ia ciudad de La Paz —un experimento llevado a cabo por la propia historia, y del que da cuenta Unanué— parece refu- tar esta conclusidn, pues se dice que los habitantes que tomaron coca consiguieron librarse de morir de hambre. Sobre esta cuestién podriamos recordar que el sistema nervioso humano tiene una indudable, aunque oscura, influencia sobre la alimentacién de los tejidos. Al fin y al cabo, un hombre sano puede perder peso debido a factores psicoldgico: “Asi, pues, las cualidades terapéuticas de la coca, de las que parcimos al principio, no deben ser totalmente rechazadas. La excitacién de los centros nerviosos, producida por la cocaina, puede tener una influencia favorable en Ia alimentacién de un cuerpo victima de un estado de acusado desgaste, aunque esa influencia podrfa muy bien no ser la de reducir el ritmo del netabolismo. Quisiera afadir aguf que la coca ha sido calurosamente ala- bada en relacién con el tratamiento de la sifilis. R. W. Taylor dice que mediante la coca aumenta la tolerancia del paciente al mercurio y que la caquexia dei mercurio puede ser controlada uy con Ja administracién simulténea de coca. J. Collan* Ja reco- rante largo tiempo grandes dosis de opio o morfina, No hay mu- mienda como el mejor remecio contra la stomatitis mercurialis Ghas informaciones sobre el tema de las recaidas, pues en la dice que Pagvalin siempre la receta al mismo tiempo que todos mayor parte de los casos se publicaba el informe casi inmediata- los preparados de mercurio. fbente después de producida la cura. Tampoco se dan suficientes detalles de Jos sintomas que aparecen durante Ia abstencién. Son | La coca en el tratamiento de la morfingmania el alco- especialmente valiosos los informes en los que se dice que los holismo. En América yerto reci seo acientes pudieron dejar de tomar coca al cabo de pocas sema- Kh CERES de oan a eee ieee feccaremente gu Js pre fur sin experimentar de nuevo el deseo de tomar morfina” Se de morfina que sienten los adictos, y reducir ssimismo a propor” presta especial atencién al hecho de que la caquexia de In mor- clones inaprecables los graves sintoues que aparesen cae al fina fue sustitida por una excelente salad, hasta tal punto ape paciente es sometido a una cura de reduccin de Ia morfina, Se- los pacientes apenas si podian, ser reconocidos después de_ ss azin mis informaciones (debidas en gran parte a la Detroit Thera. curscién™ En cuanto al método,uilizado para la reducién ¥ peutic Gazette), W. H. Bentley anunciS en aayo de 1878 eee supresion de la droga que habia dado lugar al habito, la f6rmula utilizada en la gran mayorfa de los casos consistié en una reduc- cién gradual de la dosis de la droga acompafiada por un aumento gradual de la dosis de coca. Sin embargo, también se experimenté la supresién brusca de la droga.” En este dtimo caso Palmer dice qo er neeane nT cierta dosis de coca cuantas ve- ces al dia aparezca el deseo de tomar morfina.* La dosis diaria de coca es reducida gradualmente hasta llegar el momento en que resulta posible abandonar totalmente el antidoto. Desde el primer momento, los ataques experimentados a causa de la abs- tinencia resultaron leves © se redujeron en intensidad al cabo de pocos dias. En casi todos los casos el propio paciente pudo llevar a cabo el tratamiento por sf solo, Jo cual es muy importante si se habia sustituido el alcaloide que habia creado ese deseo por coca en el caso de una mujer adieta a la morfina. Al cabo de di afios, un articulo del doctor Palmer publicado en el Louisville Me dical News, desperts gran interés por su_tratamiento de los adic tos_ala morfina; durante los dos siguientes aiios aparecieron au: merosos informes sobre la utilizacién de la coca para el tratamien. to del habito del opio en la revista médica de Detroit. A partir d entonces se hicieron menos frecuentes las informaciones que hablaban de curaciones, aunque no sé si fue debido a que el tra- tamiento quedé establecido como forma conocida de cura 0 por _gue_dejé de practicarse. A juzgar por los anuncios de los fabri- antes de productos farmacéuticos que aparecen en los némeros 7 Europa a cura de la morfinomania sin més recientes de las revistas norteamericanas, creo que lo que ha tiene en cuenta que en Europa Ja cura de la morfinomania sin eee he ene Ia ayuda de Ia coca exige que el paciente sea vigilado en un hos . Hay unos diecis¢is informes de cas: J 7 pital. \ A | fee guade de at adie, So onan ss Fs Suef pacieate Una ver tuve ocasiGa de observar el caso de un hombre que fracaso de-Ta coca en el tratamiento de la moinpeate sT— fue sometide al tipo de cura en el que, con ayuda de la coca, ‘édico que suscribe el informe se asombra de que — Dido se suprime repentinamente el suministro de morfina, Durante tan calurosas recomendaciones de la cura por medio de la coca.” tuna cura anterior, este mismo paciente habia padecido graves No todos los casos de curacién son igualme : . igualmente rotundos, En algu- + Therapentic fe, julio de 1880. El preparado utilzado foe nos de ellos los pacientes hebfan tomado habitualmente y du. a ee er idse’bcado por Darke, Bas tod Co 118 19 4 sintomas debido a la supresién de la morfina, Esta vez sus difi} cultades resultaron tolerables; mientras duraban Jos efectos la coca no se presentaban signos de depresin ni de néusea, mien, tras que permanecian los del frio y la diarrea. El paciente no se| vio obligado a permanecer en cama y podia vivir normalmente.| Durante los primeros dfas de Ja cura consumié 3 decigramos de| cloruro de cocaina diariamente, y.al cabo de diez dias pudo aban-| donar totalmente las tomas de coca. Asi, _pues, el tratamiento de Ja adiccién_a la morfina_me- diante la coca no supone simplemente cambiar un tipo de adic- ‘ro. El uso de la coca se interrumpe al cabo de un tiempo. Por ott lado, lo que al sistema debilitado por la morfina le permite resistir a costa de sintomas sélo ligeros, la supresiéa de la mor- fina, en mi opinién no es resultado del fortalecimiento general que produce Ja coca. Pienso més bien que Ia coca tiene un efecto directamente antagSaico frente a la morfina. En apoyo de esa ipdtesis citare Tas siguientes observaciones del doctor Josef Po- Wak sobre un caso tratado por Una mujer de treinta y tres afios habla padecido durante muchos afios una grave jaqueca menstrual que sélo se aliviaba con inyecciones de morfina. Aunque la sefora en cuestién no tomaba sunca morfina ni experimentaba deseos de hacerlo cuando no padecfa jaqueca, du- es se comportaba como una adicta. Unas horas después i6n suftfa una depresin intensa acompafiada de trastor- nos biliares y ataques de vémito que s6lo desaparecfan tras una segunda inyeccién de morfina. Después reaparecian los sintomas, de forma que el ataque de jaqueca, con todas sus consecuencias, forzaba ala paciente a permanecer en Js cama durante tres dias en muy mal estado. Se intenté combatir la jaqueca con cocaina, pero el tratamiento no tuvo éxito, y fue necesario :ecurrir a las inyecciones de morfina. Pero en cuanto aparecieron los sintomas de intolerancia de la morfi- ta, éstos fueron répidamente aliviados con 1 decigramo de cocaina. EY resultado fue que la paciente se recuperé de su ataque en mucho menos tiempo y sin necesitar tanta morfina como antes, 1 * Crate Hf 2 es CAS ghost También se ha probado en Jos Estados Unidos el tratamien- to del alcoholismo cxénico por medio de la coca, paralelamente 4 su utilizacién contra la morfinomania, y la mayor parte de los in- formes bablan conjuntamente de estas dos aplicaciones. En el tratamiento del alcoholismo hubo casos de éxito indudable en los que se suprimié o alivié el deseo irresistible de beber, al paso que se aligeraban las molestias dispépticas de los bebedores. En general, sin embargo, la supresién del deseo de beber por medio de la coca resulté més dificil que la supresién de la morfinoma- nfa. En un caso del que habla Bentley,.el bebedor se convirtié en coquero, No hard falta ni sugerir la inmensa importancia ¢co- némica que podria llegar a adquirir Ja coca como «fuente de ahorron, en otro sentido, si se confirmara su eficacia frente al alcoholismo. ©) La coca y ef ami) Tschudi y Markham” afirman que masticando hojas de coca se libraron de los sintomas normales de Ja llamada enfermedad de las montaiias cuando escalaron los Andes. Estos sintomas son, entre otros, el jadeo, los fuertes Ia tidos del corazén, vértigo, etc. Poizar™ informa que logré de- tener los ataques de asma de un paciente gracias a la coca. Menciono esta propiedad de la coca porque parece admitir una explicacién fisiolégica. Von Anrep comprobé en sus experiments con animales que se producia una temprana pardlisis de ciertas ramificaciones del vago; y, por otta parte, tanto el asma provo- cado por Ia altitud como los ataques caracteristicos de la bron- quitis crénica pueden ser explicados como una excitacién refleja que tiene su origen en las ramificaciones pulmonares del xago. Deberfa, por tanto, estudiarse la aplicacion de Ja coca para tratamiento de otras neurosis del vago. 19° 0? Coreente {) La coca como afrodisiaco. Los nativos de Sudamérica, que representaban a su diosa del amor con hojas de coca en la mano, no dudaban del efecto estimulante de Ja coca para los 7 apredinince . yaa — On genitales. Mantegazza confirma que los coqueros_conservan_un alto grado de potencla hasta edades avanzadas. Menciona tam- én easor de Feeuperacidn de In pona-yte desaparcién de debilidades funcionales después de utilizar coca, aunque no cree que estos efectos se produzcan en todos los individuos. Marvaud esté de acuerdo con la opinién que habla de los efectos estimu- antes de Ja coca; otros autcres recomiendan vivamente la coca como remedio para casos de debilidad funcional ocasionales y ago- tamientos temporales; y Bentley informa de un caso de este tipo curado gracias a la coca.” Tres de las personas a las que he administrado coca dijeron que habfan sentido una violenta excitacién sexual que atribuian sin dudarlo a la coca. Un joven escritor, que gracias a un trata- miento de coca pudo reanudar su trabajo tras una prolongada en- fermedad, abandoné esta drcga debido a los indeseables efectos secundarios que le producia. 8) Aplicaciones locales de la coca. La cocaina y sus sales tie- nen un notable efecto anestésico cuando se ponen en contacto jobre todo en relacién con Jas afecciones de la mem .* Ch. Fauvel recomienda la cocaina para eI tratamiento de las enfermedades de la faringe y dice que es «le fenseur par excellence des chordes vociles>. Las propic- dades anestésicas de le coceina deberian hacerla muy adecuada para otras muchas aplicaciones. nn nn 122 coa_ta piel y las membranas mucosas en solucién concentrada; propiedad sugiere la posibilidad de utilizarla como apesté: 6. La cocaina y sus sales por E. Merck Octubre de 1884 En Europa, el abasteced ina ere de Den] stad CAlemonia). Esta empresa, predecesora de la actual. Merck, Sharpe 5 Dobme, fue la que produjo ta cocaine que fue utlizeda ‘por Freud, Este articulo del fundador, E. Merck, aparecid en tra- duccién inglesa el aio 1885.en las paginis de «traducciones» del Chicago Medical Journal and Examiner. Los médicos norteame- ricanos conocieron gracias a este texto los principales avances ceuropeos en el estudio de la cocaina. (N. del E.) Cir Hay NOy (Lossen) * 0c loide de las hojes dec roxylon Coca Lam.), que fue aislado por Ni En 1862 Lossen encontré otra base volatil, la higrina, que hasta el mo- mento ha sido poco investigada; sin embargo, tiene aparente- mente poca fueraa, y carece de los resultados caracteristicos de a cocafna. También se han extraido de las mismas hojas de ecgo- nina, el Scido ténico de la coca, y una_cera especial. Los cristales Fe cocaina son del sistema monoclinico; se fundea a 98° C, se diguelven con facilidad en alcohol, y mis Taciimente incluso 9 * Esta es la fSrmula de Ia cocaina. (N. dé E.). 123 ter, pero en agua sélo se disuelven en proporcién 1 a 704, a 12°C, En cambio, las sales de cocaina se disuelven fécilmente en el agu La primera vez que se conocié la accién de la coca al ser ingerida fue en el siglo xvt (doctor Monardes, Sevilla, 1569). En 1749 Ja planta fue traida_a Europa, descrita por_Jussie, y bauti- zada por Lamarck con el nombre de Erythroxylon coca. Tschudi, Markham, Poeppig, y otros investigadores que viajaron a Sudamé._ rica, observaron que los nativos xt jas de coca cuando deseaban neutralizar Tos efectos del cansancio excesivo. Los indios maceran Tet Holes con en et SL Tojas_con ceniza del chenopodium quinoa, para eli- minar_el dcido tdnico por medio del dlcali, y liberar el alcaloide. Yo fabrico el alcaloide de cocaina puro y también sus combi- naciones con Acido clothidrico, écido_salicilico, écido_hidrobré. mico, écido tartéreo y Fede. citrico. Como Ia produccién de co- caina ha sido-lograda, se cree que en esta sustancia se encuentra el principio activo de Tas hojas de coca. ‘Al principio parecia probable que se produjera una accién si- milar a la que.causan alcaloides andlogos como la cafeina, la teina o la teobromina-Sin embargo todavia no hay ninguna prue- ba que respalde esta suposicién. La cocaina actéa" sobre los_centros nerviosos, pero tambiéa en otras Tegiones nerviosas: tomada en Pema dns se como estimulante; en grandes dosis produce la paralizacidn, Pue- dad pulmonar, aunque se ven menos afectados que los animales de sangre frla. Asf pues, aunque no existe duda alguna de que la cocaina es un_vegeno, sus cualidades téxicas son relativamente Pequellas, y no tienen efecios acumulativos. chroff, que realizé en 1862 los primeros experimentos con este remedio, noté que los cachorros de perro, después de tomar una dosis de 0.05 gramos por orificio tenfan una respiracién fluc- tuante y una midriasis pasajera. Si esa misma dosis era adminis- trada por via subcuténea, causaba la muerte del animal con con- 124 vulsiones de tipo epiléptico y una clara midriasis que desaparecia inmediatamente al producirse la muerte. En el caso de las ranas, la aplicacién de 0.001 gramos basta para producir una imposibi- lidad completa de movimiento; dosis lethalis 0.002 gramos. Segin Fronmiiller, quien en 1863 examiné los efectos narcé- ticos de la cocaina, la administracién de cantidades entre 0.03 y 0.33 gramos al ser humano internamente no produce ningin efecto importante; en uno de los casos del experimento la reac- cién fue de suefio. El pulso y la respiracién eran un poco acele- rados al principio y después segufan un ritmo inferior al normal. En una ocasin 1.5 gramos de cocafna ingeridos con propésito de suicidio no produjeron ningtin efecto grave para la salud. Por consiguiente, la dosis fatal para el hombre debe ser muy grande, ‘ano ser que pueda demostrarse que los preparados de aquella €poca no eran cocaina pura. Por Jo que respecta a las posibles experiencias con infusién de coca, puede considerarse que las hojas contienen de un 0.02 0.2 por ciento de cocaine. Mi cloruro de cocaina soluble de 0.05 gramos parece ser una dosis eficaz para el hombre. Cuando se inyecta por via subcuténea una solucién atenuada de cocafna, al principio se siente una sensacién de calor seguida por otra de pérdida de la sensibilidad en la zona donde se ha puesto la inyeccién; por fin una rojez circunscrita en Ja piel, y al cabo de treinta minutos un regreso a las condiciones normales. Cuando se aplica a la lengua, atrofia su sensibilidad nerviosa. Muy recientemente, el doctor Th. Aschenbrandt, en el mime- ro 50 (1883) de Deutsche Med. Wochenschrift, se ha convertido en un paladin de Ja cocaina, en cuanto le atribuye muy notables cualidades beneficiosas para casos de gran debilidad, especialmen- te los producidos por la diarrea. El mes pasado, el doctor E. von Fleischl, de Viena, y el doctor Sigm. Freud, médico del Hospital General de Viena, se han ocupado con gran diligencia de este pre- parado, El primero de ellos ha determinedo que la cocaina admi- nistrada mediante inyeccién hipodérmica es una ayuda valiosisima 125 | contra el uso continuado de morfina; también es muy util para contrarrestar una dosis fatal de ésta. Este hecho bastaria por sf solo para conceder a esta medicina un lugar destacado entre los tesoros del médico. En los casos tratados por el doctor Fleischl, la medicina se ad- ministré en su combinacién con el dcido clorhidrico, en dosis comprendidas entre 0.05 y 0.15 gramos, hasta un méximo de 0.5 gr al dia, en una soluciin acuosa. El doctor Freud ha rea’ lizado cierto mimero de experimentos en si mismo y en otras personas, y ha reconocido que ademas de un aumento constante de la fuerza fisica la coca produce una euforia especifica. El senti- miento de hambre y Ja falta de sueto desaparecen durante Ia accién de la coca. Cuando, en los siguientes pirrafos, trate de explicar el valor terapéutico de la cocafna, sefialaré también que hasta este mo- mento sélo se han establecido los fundamentos de las investiga- ciones futuras. Con esta finalidad, el medicamento ser probado fen varios campos de la ciencia médica, y confiamos que en fecha temprana pueda establecerse cudl es su valor en todos ellos. La cocaina es un estimulante especialmente _apto para aumen* tar Ia capacidad de trabajo del_cuerpo, sin consecuencias peli sgrosas. Su accidn es més enérgica que Ja del alcohol, Su utilize. cién para marchas y escaladas de montaia parece evidentemente valiosa, En estos casos Ia dosis debe estar comprendida entre 0.05 y 0.01 gramos, que se podré repetir cuando sea necesario. Sigue sin ser totalmente claro si los trabajos mentales pueden realizarse durante periodos mis prolongados de tiempo, 0 si se hacen menos fatigosos con su utilizacién. De todas maneras, de momento no puede decitse todavia si el psiquiatra podré en cl futuro utilizar la cocaina con el fin de conseguir un aumento continuado de las fuerzas de los centros nerviosos. La administra- cién subcutinea de la cocaina en dosis diarias entre 0.0025 y 0.1 gramos ha dado resultados positivos en pacientes que padecian melancolia. 126 La cocaina es una medicina estomacal porque ha producido répidas mejorias después de abusos de comida y bebida. Produce también un hambre normalizada cuando se utiliza en dosis com- prendidas entre 0.025 y 0.05 gramos. Cuando se dan casos de debilidad en Ia digestién o de pertur- baciones nerviosas en el estémago, se pueden conseguir durade- tos regresos a la situacién normal utilizando cocaina de vez en cuando. También se recomienda la utilizacién de la cocaina de forma continuada en casos de caquexia: tisis, anemias agudas y estados febriles prolongados. Mediante el uso de Ja cocaina también se ha evitado Ja amenaza de caquexia mercirica debida al uso conti- nuado del mercutio. En todo caso, el principal futuro de la cocaina_esté en los tratamientos para Combatir Tas adicciones a la morfina y, quizés [cohol, Un médico norteamericano, W. H. Bentley, publicé en 1878 su cbservaciin de_aus lacoca_nyede. detente las ansias de morfina de los de opio. Si todo lo que sido publicado recientemente sobre este tema Hega 2 confirmar- se, nos encontramos ante una medicina de valor incalculable. Tras Jas cutaciones no se producen recaidas; por el contrario, puede dejarse de utilizar Ia coca répidamente. cuando llega el momento, sin que haya peligro de recaida en el ansia de morfina. Durante cl tratamiento no se producen depresiones ni néuseas; los Gnicos sintomas observables son las diarreas y los escaloftios. Cuando se quiere reducir Ia adiccién a la morfina, se leva a cabo un proceso en el cual por un lado se van disminuyendo Jas dosis de morfina y por otro se aumentan las de cocaina. Cuan- do se trata de casos de abstinencia total y repentina, se inyectan dosis de 0.1 gramos cada vez que el paciente siente deseos de tomar morfina, Con este método resulta completamente innecesa- rio confinar al paciente en instituciones especiales. El doctor Freud, quien, con otros, ha visto un caso de estos pasar en diez dias de tratamiento con cocaina (dosis de 0.1 gramos, por via sub- ] 127 catdnea, tres veces al dfa) a una fase de convalecencia, opina «) hay una oposicién directa entre la morfina y la cocafna. El tratamiento a realizar en caso de alcoholismo es mucho mis dificil. Los primeros experimentos también han sido levados a cabo en Estados Unidos, y parecen haber terminado de manera favorable. También se ha recomendado esta medicina como afrodis(aco, y el doctor Freud ha observido sin lugar a dudas, que des de tomar cocaina se produce una excitacién sexual, Como ya he sefialado, en cuanto Ia cocaina entra en contacto con la membrana mucosa produce una pérdida transitoria de sen- sibilidad en Ja misma. De ests forma se han hecho no solamente intentos de curar ciertas afecciones de Ia laringe y la garganta, sino que se tiene incluso Ja esperanza de que pueda servir como anestésico local para las operaciones de la laringe. Parece también asegurada una utilizacién importante y evidentemente frecuente de Ia cocafna en el campo de la oftalmologia. El dia 15 de septiembre, en la reunién de la Sociedad Oftal- mol6gica de Heidelberg, fueron objeto de anilisis los experimen- tos del doctor Koller, efectuados en Viena. El dactor Koller ha realizado repetidas experiencias en los ojos de animales, y también en Jos sae Bopiarny ba araiginte aoe a y ha averiguado que inmediatamente dey pués de aplicar una solucién al 2 por ciento de- se produce un certo escozor, que dura menos de medio minuto, al cual sucede muy pronto una ciefta sensacién de sequedad. El ojo en el que se realiza el experimento tiene los pérpados mds abiertos que de ordinario; las acciones reflejas que se producen normalmente cuando algiin objeto se aproxima a la cérnea, desapa- recen, y también Jo hace el retaimiento de la esfera ocular, Cuan- do el ojo esté bajo los efectos de Ia cocaina se puede pasar sobre Ja cérnea una pequefia espétula sin producir sensaciones desagra- dables. ¥ entonces se pueden sacar con {6rceps los bulbos con- juntivos. La anestesia del ojo dura unos diez minutos, aunque a veces 128 se sigue sin tener sensaciones durante varias horas. De veinte a treinta minutos después de haber puesto las gotas, la pupila se dilata y no vuelve a su estado normal hasta transcurridas unas horas (doce aproximadamente). La nica anormalidad que se ha observado es una ligera pardlisis, que se supera ficilmente. Por Jo que se refiere todo lo demés, las funciones del ojo siguen intactas. Fl (doctor Kolley ha determinado la sccién_anestésica de la cocafna en animales, en los que ha producido una queratitis me- diante iritaciones causadas por cuerpos extrafios. Este médico pronostiea-imr-gran-fararo para Ta cociina en Tas operaciones de extraccién de cuerpos extrafios en la cérnea, y también en ope- raciones mds importantes (extracciones de cataratas, iridectomfas), fo también como ngroStico en las afecciones de la cémea o de la conjuntiva, Pronto se sabrd cuél es la sal de cocaina que més Stil resulta en Ja oftalmologfa. Queda por decir que los experimentos de cuyos resultados he hablado aqui han sido realizados, sin excepcién, con los prepara- dos puestos en el mercado bajo el nombre de «Cocain nmur. solut. Mezek». Las dosis que se han mencionado sélo deben ser tenidas en cuenta si se trata de este preparado. Y lo mismo por lo que hace a los resultados obtenidos. 129 pn 18 MW 1. «Coca» > * ee we por Sigmund Freud J i Diciembre de 1884 ae Muchas revistas médicas norteamericanas publicaban_periédi- camente paginas de traducciones de textos extranjeros. El articu- lo que sigue fue la. primera traduccién de «ber Coca» de Sigr rund Freud_al inglés, pero debe tenerse en cuenta que no €s una traduccién en el sentido corriente del término. Es a la vez un faze Mel articulo original y un compendio de varias fuer tes! En especial deberia notarse que la opinién sobre el uso de la cocaina para el tratamiento del morfinismo no es de Freud tino de Fleiscbl, y probablemente fue tomeda del articulo de E. Merck (N. del E.) | La planta Erythroxylom coca es cultivada en extensas éreas de Sudamérica, sobre todo en Peri y Bolivia. Era una planta que conocieron y valoraron altamente los conquistadores espafioles Gel Peng, La planta estaba estrechamente vinculada a ceremonias religiosas. Las hojas eran ofrecidas en sacrificio a los dioses, mas ticadas durante la adoracién, y puestas en la boca de los muertos afin de asegurarles una favorable acogida en el otro mundo. El gobiemo local de Lima prohibié su uso tachéndolo de pagano ¥ pecaminoso. Pero cuando los espafioles vieron que los indios no podfan realizar las pesadas tareas que les imponian en las mines ino tomaban esas hojas, suprimieron la prohibicién. Se la daban 131 4 sus trabsjadores tres o cuatro veces al dia, y Ia costumbre ha continuado hasta nuestros diss, Los indios levan consigo, cuando van errantes de un pueblo 4 otro, una bolsa con hojas de coca, y también un frasco con cenizas de un Arbol. Hacen con Jas hojas una bola en Ia boca, la perforan con un clavo empapado de cenizas, y después mastican Ja bola envolviéndola con saliva. Suelen tomar generalmente entre cien y ciento veinte gramos al dia. El habito de masticar hojas de coca empieza entre ellos cuando Megan a la juventud, y ya munca Io abandonan. Cuando tienen que emprender un viaje largo, o cuando cohabitan con sus esposas, 0 hacen cualquier cosa que exija un gran esfuerzo fisico, aumentan la cantidad de hojas de coca. Hay abundantes pruebas que hablan de que los indios son capaces de Hevar a cabo los trabajos més pesados sin sentir necesidad de comer si pueden ir mascando coca. El uso inmoderado de la coca provoca caquexia, indigestio nes, adelgazamiento y pérdida de fuerzas, depravacién mental de tipo anti-tico, apatfa por todo. En general se trata de un estado que recuerda mucho al que producen la morfina y el alcoholismo. Esta caquexia de la coca siempre es resultado de su abuso, En cambio, no se produce nunca como resultado de una despropor- cién entre los trabajos realizados y la dosis tomada. Una sustancia eficaz de las hojas de la coca es Ia cocaina. Este cristal tiene sabor amargo, causa anestesia en las mucosas, ¢s dificil de disolver en el agua, y més fécil en alcohol y Acidos diluidos, sobre todo en el écido clorhidrico. Segtin los resultados producidos por los experimentos, la coca es, tomada en dosis pequefias, un estimulante. En dosis. grandes paraliza los nervios, sobre todo en animales pequefios. En las ranas produce un breve periodo de estimulo, pero en seguida resulta paralizadora. Primero se atrofian las extremidades de los nervios sensoriales, después los nervios sensoriales mismos. Al principio la respiracién se acelera, y después se detiene. El corazén ve reducida su accién hasta llegar a un descanso diastélico, Una 132 dosis de 2 mg causa sintomas t6xicos. La cocaina excita en los animales de sangre caliente los centros psiquicos y cerebrales. Los pertos a los que se ha administrado 0.01 gramos de cocaina por Kilogramo de peso muestran perturbaciones manfacas, y también movimientos pendulares de la cabeza. La cocaina causa una aceleracién de la respiraciéa, un aumen- to de la frecuencia de las pulsaciones por la paralizacién de los nervios vago, midriasis, aumento del peristaltismo, elevacién de la presién sanguinea y disminucién de las secreciones. El efecto que tiene la cocaina en el ser humano no es muy diferente al que producen Jas hojas de coca. El autor tomé 0.05 sramos de cocaina en una solucién al 1 % cuando se encontraba cansado y con malestar. La solucién tenia al principio sabor amar- 0, pero pronto cambié y se hizo bastante agradable. Al cabo de ‘unos minutos se sintié muy alegre y a gusto. Los labios y la len- gua parecian habérscle arrugado y luego los sentfa. desacostum- bradamente calientes, La respiracién se hizo més lenta y profunda, se sintié cansado y somnoliento y se puso a bostezar. Notaba Ja mente confusa, Después de unos minutos empezé la auténtic exforia de 1a cocaina, con frecuentes eructos frios. El pulso era al principio més Iento y después més acelerado, y con mucho calor en la cabeza. En otras experimentaciones se encontraron eritemas, aumen- to de Ia miccién, resecamiento de las conjuntivas y de la mucosa nasal, bucal y de la garganta. El efecto fisico del cloruro de cocaina en dosis comprendides entre 0.05 y 0.10 gramos consiste en alegria y euforia constantes. No se produce un tipo de alegria semejante a la que da al alco- hol. La persona que toma la cocaina se siente segura de s{ misma, vigorosa y activa, pero no con la excitacién mental que produ- cen la cafeina, la teina y el alcohol, sino simplemente con una fuerza normal y una gran capacidad de trabajo. Estos son los efectos més maravillosos de Ia coca. Es posible, habiéndola inge- do, llevar a cabo los més prolongados, persistentes ¢ intensos 133 trabajos mentales o musculares sin sentir fatiga. El hambre y el sueio, tan imperativos generalmente, dejan de sentirse y tenerse en cuenta. Cuando se ha tomado cocaina se puede comer y beber, pero se tiene Ja conviccién de que fécilmente se podria prescindir de ello. Se puede también dejar de dormir, aunque, si se desea, el suefio viene sin dificultades. En la primera fase de Ia ingestién de cocaina siempre se produce insomnio, pero no es un insomnio molesto ni doloroso. El efecto de una dosis corriente de cocaina va disminuyendo poco a poco, de forma que resulta dificil determinar con exac- titud su duracién relativa, Si se realizan trabajos muy pesados € ininterrumpidos mientras se estd bajo los efectos de la cocaina, durante periodos de cuatro o cinco horas, es necesario repetir la dosis para evitar la fatiga. El efecto seré més duradero sin em- bargo si el trabajo es menos pesado, Después de que desaparece Ja enforia causada por la coca no aparece ningtin tipo de lasitud. El efecto de una dosis de 0.05 gramos durard veinticuatro horas. Terapéuticamente es utilizeda como estimulante siempre que se necesite mantener un aumento de la capacidad de esfuerzo fisico sin alimentos ni descanso; sf, en las guertas, viajes largos, escaladas de montaia, etc., en las que tanto se suele valorar el alcohol, Ia coca es un estimulante que da muchas més fuerzas y resulta ademés absolatamente inofensiva aunque se tome durante periodos continuados. La nica objecién es su alto costo. También se recomienda Ja coca para personas con problemas digestivos; se trata del correctivo de la digestién més antiguo, mejor conocido y més recomendable. Las diversas presentaciones de Ia coca pueden recetarse para dispepsias en todas sus for mas, sobre todo las producidas por casos de debilidad general. Con dosis pequesas de cocaine (de 0.025 a 0.05 gramos) se logra hacer desaparecer Ia indigestiSn, la lasitud, y la incapacidad de trabajar. Tambiéa ha sido recetada y ha obtenido buenos resultados en 134 casos de caquexia y sifilis, asf como en casos de morfinismo y Sleoholismo: esté considerada como un antfdoto total contra la morfina, ¥ ba demostrado también ser muy beneficiosa en trastor- nos de tipo asmitico. Por encima de todo se han descubierto los efectos anestési- cos locales del cloruro de cocaina en la oftalmologia, y este hecho he sido confirmado por oculistas tanto europeos como norteame- 308. Meer) profesor Fleischl de Viena ha confirmado que el cloruro de cocaina es valiosfsimo, utilizado mediante inyecciones subcu- ‘neas, para tratar el meorfinismo (de 0.05 a 0.15 gramos disueltos tn agua). Se utiliza la técnica de reducir gradualmente las dosis de morfina e ir elevando paralelamente las de cocaina. Si se quiere producir una abstincacia brusca de morfina es necesario aumen- far la dosis de cocaina hasta leger a inyecciones de 0.1 gramos. Gracias a ella es posible prescindir totalmente de los asilos para alcobélicos; se puede conseguir una curacién radical en diez dias inyectando 0.1 gramos de cocaina tres veces al dia.* Después de excesos en comida o bebida, la cocaina restablece le buena digestién mejor que ningiin otro preparado, Una dosis entre 0.025 y 0.05 gramos bastard para ello, * Los dos pésrafos precedentes se encuentran en «Uber Coca» de Freud. Cf, més arriba el articulo de E. Merck. (N. del E.) 135 8. Notas sobre la cocaina y otras perspectivas Enero de 1885. En sus cartas a Martha Bernays esté documentada la utiliza. cién de la cocaina por Freud durante este periodo. Vor Scheidt’, ‘ba sugerido que el origen del psicoandlisis y de la psicologia det go [ues or parle, Consecuencla Gel Trtento ie Fieul de expicer” y comprender al especial gst Scucia producido por la cocaina, En estas cartes es evidente que utilizaba esta droga como sustancia capaz de producir euforia. (N. del E.) Cartas A MARTHA BERNAYS Viena, miércoles 7 de enero de 1885, Querida mfa: Por fin he vuelto a recibir carta tuya, que por cierto me ha hecho reir, porque me informa que ahora poses tres ejemplares del articulo * que querias. Ahora podrés enviarle uno a Rosa. En una cuestién no puedo estar de acuerdo contigo. Dices que ahora somos los dos muy amables el uno para con el otro y que antes nos habfamos tratado muy tontamente. Me alegra estar * Ober Cova 137

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