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Conoces a alguien que le d lo mismo hacerlo bien que mal, recibir alabanzas que reprimendas, sentirse
valorado que ser repudiado? A qu futbolista le puede dar igual ganar que perder, jugar bien o mal, recibir
aplausos o silbidos? A nadie, ni siquiera a aquellos que se muestran aparentemente pasotas, posible
mecanismo de defensa para disimular su contrariedad. Ningn futbolista salta al terreno de juego con
el propsito de jugar mal. Pero s, parece que en ocasiones uno no lo da todo, no se entrega al mximo,
no pone el esfuerzo necesario, no compite, no est en el partido Nadie (entrenadores, directivos, medios
de comunicacin, aficionados) tolera a los displicentes, pasotas, futbolistas que parece no ir con ellos el
partido y que se muestran indolentes ante al rival.