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Erdmut Wizisla Revolucién Por medio de una formulacién inusual en términos de lucha de clases, en 1929 Walter Benjamin le oxorg6 a k revolucién un lugar con relacién al pensamiento, qu: pocos afios antes habria caracterizado de modo enter mente diferente. La alusion de Benjamin a la coleccién de articulos Historia y conciencia de clase, publicada en 1923, de Georg Lukics (bajo el titulo Biicher, die lebendig ge- blieben sind (Libros que se maneuvieron vivos] del 17 de mayo de 1929 en Literarische Welt) veia la “sin del libro en la “seguridad con la que en la situacién critica de lafilosofia ha captado la situacién critica dela lucha de clases, y en la ocasional revolucién concreta la condicién absoluta ¢ incluso la resolucién absoluta y la diltima pala bra para el conocimiento teérico” (IIL, 171). De un modo limicado, Benjamin sometié su pensa yalaridad’ iento a este principio: la revolucién no era la ultima ra tio de su pensamiento, Y, sin embargo, revolucidn es una palabra clave que se registra con frecuencia en sus textos: tuna palabra clave que no se puede equiparar por cierto en lo que respecta a la significacién en la obra ni con categorias estructurantes de la teoria del arte 0 de la flo- sofia como alegoria, aura, imagen dialéctca, critica, len- lois EROMUT WIzIstA , ni con categorias antropolégicas como experiencia, ‘percepcidn, espacio corporal. A favor de la elaboracién, cn el al, habla el uso singular que trasciende las convenciones y que ¢s si. tomético dela refundicién benjaminiana delos conceptos contexto de este proyecto de anilisis concept tradicionales. Revolucidn no es, para él, solo una expresion politica, sino una categoria que aproxima la intervencién politico-hiseérica yla perspectiva mesiinica en cuanto ala historia de la humanidad y hasta, por momentos, incluso las superpone. Entre estas particula lades se encuentra que, en el concepto de revolucién, las experiencias de Benjamin que produjeron convieciones politicas~ se entreeru zan con los conocimientos teéricos. Ningin término de Benjamin escé teftdo de tal manera por la biografia. Su peso especifico en cuanto ala historia de la teoria se basa cen este anclaje en la experiencia, que ¢s comparable con aspectos de los conceptos de felicidad, destino, esperanza, recuerdo, crcbtera. Revoluciin es una categoria de la segunda fase de su obra, de la llamada obra tardia. En los principales trabajos: de la época temprana de produccién —tess, texto de habi- litacién y ensayo sobre Las afinidades eletivas- no puede registrarse una mencién de la palabra, para no hablar de dfiniciones o comentarios. Por cierto, ya se prepara aqul el suelo intelectual de aguello que Benjamin entender is tarde como revolucién cuando desarrolle, por gjem- plo, una teoria del estado de excepeién 0 de la “idea de eatéstrofe” (cf. 1/1, Con cl asi llamado “giro materialist”, el concepto irrampe en la escricura de Benjamin, Con sus connotacio: REVOLUCION 1015 nes, estructura su pensamiento desde finales de los aiios dicho concepto abarea, ora revolu ciones histricas, ora andlisis de revoluciones coneretas veinee, En esta época, (en Rusia o Alemania); algunos afios mas tarde, cuando las revoluciones en Francia entran en el campo visual de Benjamin, emergecl punto de vista de la filosofia de la his- toria, La ocupacién con el concepto se afianza,en verdad, en los textos de los afios treinta: en el Trabajo de los pasa jes, en los estudios sobre Baudelaire y en las tesis Sobre el concepto de historia. En esta etapa de su obra, el concepto alcanza una cercania inmediata a categorias centrales dela obra tardia (dialéetica en suspenso, detenimiento del acon- tecer, interrupciin, discontinuidad, destruccién, etcktera)s su horizonte deja decris de si la enfitica determinacién de la posicién relacionada con la mencién de Lukées. Las intenciones de Benjamin se cristalizan en la propuesta de una metéfora contraria ala frase de Marx: “Las revolucio- nes son las locomotoras dela historia universal’ Las ralces del posterior uso del concepto se encuentran yaen textos del escudiante de filosofia Walter Benjamin, El discurso sobre la Vida de las estudiantes, impreso en forma ampliada en 1915, ancicipa las Tesis sobre filosofia de la historia. A una concepcién de la historia inconexa y que confia en la infinieud del tiempo, Benjamin con- trapone la consideracién de un estado “en que la historia parece hallarse concentrada en tn niicleo tal y como anti- .guamente aparecia en las concepciones de los pensadores ‘ut6picos”. Este estado no seria una descripcién pragmé- tica de detalles, sino “que ha de captarse en su estructu: ra metafisca, como, por ejemplo, cl reino del Mesias o la sn Francesa” (HI/1, 75) [VE, 117]. Este idea de la Revo 1016 ERDMUT WIZISLA entrecruzamiento constituye tna constante en la obra de Benjamin. La definicién “merafisica” de una categ ria que, en el curso de los silos, habla conquistado! una clevada cualidad politica, parece integrarse en la imagen de un Benjamin politicamente bisofio hasta el verano de 1924. Cuando, por esta época, se encuentra con Asja Lacis en Capri, sin embargo, sta ya maduro para la “ibe- racién vital y [..] la comprensi6n intensa de la actualidad de un comunismo radical” (Br 1, 351). La expectativa de Benjamin de ~como se denomina en el ensayo sobre cl Surrealismo— una “liberacion desde todo punto de vista” (1/1, 307) (SU, 59), que no se limita ala desarticulacién de las eseructuras sociales opresoras, se extiende como un hilo rojo a través de su imagen de la revolucién. Ya antes de la cesura politica y biogréfica del afto 1924, Benjamin habia leido y discutido en el sentido més amplio, en el cl- clo de amigos literatura revolucionaria.* En su articulo Para una ertica de la violencia (1921/22), “desarroll6, de "Sobre el concepto de reolucidn ver sobre todo Reinhart Koslleck tals [aticlo] Revolucion, Rebellion, Afar, Birgerbrie. In: Geubichiliche Grundbegrif. Hisoriche: Lexikon sur polit sovialen Sprache in Deutschland. Fd. de Oxo Brunner, Werner Conze, Reinhart Koselleck, Vol. 5. Seuegart 1984, 653-788, EL Verscchnie der gelesen Sebrifen (VTU/, 4373s) de Benjamin rmenciona, antes de 1924, por ejemplo, los siguientes bros: Fense Bloch: Grist der Utoie (0° 643); Rosa Luxemburg: Briefe aus dem Gefangis (n° 728); Gusev Landauer: Aufiubr aur Sexalionas (n° 736); Alle Seidel: Produksokifie wn Klassenkampf (a 778), mst Bloch: Thomas Minzer als Theolege der Revolution (n° 803) Sinoviev: Ni Lenin (n® $29) Scholem aestiguaelintensoincerés de Benjamin, hacia 1915, por los encuentro de los opositoes so cialdemécraas ala guecra, al como conversaciones sobre a revista, ‘edicada por Rosa Luxemburg, Die Internationale y sobre el libro de Gustav Landauer Die Revolution (ef. Gershom Scholem: Waler REVOLUCION 1017 un modo ostensiblemente independiente de cualquier orientacién partidaria, una fandamentacién metafisica de la legitimidad de la violencia revolucionaria.’ Su inte- rés por los procesos revolucionarios aumenté de manera continua hasta 1930/1931. Benjamin se veia a si mismo como adepto del “ala burguesa de izquierda de los inte- lectuales” que fe radicalizada por la “Revolucién fracasa- da de 1918” (cf. VI, 781). La comprensién de la préetica contradietoria de la revolucién en la Unisn Soviética fue adquirida durante su estadia de varias semanas en Mosett en 1926/1927. Laconfrontacién con el eine, el teatro y la vida iteraria en la Unién Soviética le mosted las posiili dades del arte para contribuie de un modo inmediaco al progreso politico. Al mis que escribié en este invierno en un campo de tensién ‘entre el fracaso y el éxito de la revolucién” (Br 1, 443), es un testimonio de profundo desencanto: Benjamin re gistra una despolitizacién de la vida civil, que le permite 0 tiempo, el Diario de Mosc, hablar de una fase de restauracién, “Por otra parte, en las asociaciones de pioneros, en Komsom tud una educacidn ‘revolucionaria’. Lo cual significa que lo revolucionario no les llega como experiencia, sino en forma de consignas” (VI, 338) [DM, 69]. Benjamin juzga sin ilusién sus perspectivas en el caso de que él ingresara al Partido Comunista: sabia muy bien lo que le esperaba a un “simpatizante", como rezaba la formula de rechazo de lallinea del partido contra los intelectuales bungueses: “ser ‘comunista en un Estado bajo el dominio del proletariado ¢ da ala juve Benjamin ~ aie Geschichte ciner Frendchaft,Frankfurt/M, 1975 20) smibas, Benjamin, Wale, $7 1018 ERDMUT WIZISLA stupone renunciara la independencia personal” (VI, 359) (DM, 94) La politizacién del intelectual burgués Wal Benjamin, forzada por su expulsién de la investigacién académica de la Repiblica de Weimar, no se podla de net. “Todos los golpes decisivos habrén de asestarse con la mano igquicrda” (IV/1, 89), se lee en Direccién tini- ca (1928). que retine lo personal y lo politico, lo estético y lo cotidiano, en un juego muy artificioso, con formas cemblemiticas de la Modernidad. Es un libro de las trans gresiones de froneeras, en cuanto a lo formal y en cual quier otro plano: el escricorio ya no podia ser el lugar de trabajo exclusivo del autor. Antes gue las convicciones, los hechos determinan la “construccién de la vida", “Bajo ‘estas circunstancias, una verdadera actividad literaria no ado ala literatura: esco es mas bien la expresin habitual de su puede pretender desarrollarse dentro del marco re infructuosidad. Para ser significativa, la eficacia literaria solo puede surgie del riguroso intercambio entre accién y escricura” (IV/1,85) [DU 15 ‘Alrededor de 1930-1931, Benjamin buscaba la fusién inmediaea de la actividad literariay de cin politica El trasfondo era el convencimiento de que Alemania se cencontraba, en una situacién revolucionaria, ante una guerra civil, Més fuertemente que antes, l declaré st compromiso, dio cuenta de la base materialista de su pen- samiento y explicté las conseeuencias de su trabajo en estrecho contacto con otros artistas e intelectuales intere~ *Nos hemos apartado dela traduccin castellana, que dice: “Todos los golpes decisivoshabein de asestarse como sin querer” [DU, 21] (nedel rad REVOLUCION sados en un “pensamiento de intervencién” como Bertolt Brecht, Emnst Bloch, Bernard von Brentano, Siegfried Kracauer HI “virgje” de Benjamin hacia el materialismo, la es peranza de una revolucién y una forma idiosinerisica de marxismo® no fueron radicales. La demanda de incon dicionalidad a los revolucionarios era relatvizada por Benjamin; la fa lo obvio, lo necesario, olucién par como se lee en el poema de Brecht citado por Benjamin El comunismo e: lo intermedio, que procede de esa época “El comunismo es realme: a menor exigencia, / lo mis préximo, mediador, razonable del 6 de mayo de 1934, rechaza Benjamin la idea del co En la carta a Scholem munismo como “credo” propio, y lo denomina “el mal menor”# Y no niega su origen; el hijo de buena famili ‘Cf junto con ls textos de estos aos, especialmente cl proyecta revista Kvite nd Krist com las discusiones con Max Rychner y Gershon Scholem en Be 2, 522-532. ‘Benjamin fue siempre consiente de ls diferencia entre s recep cién de iarey In de la ortodoxia paridara(@F. por ejemplo Br 1 45, asi como Br 2, 524). Bertolt Brecht: Werke, Bd. de Werner Hecheet a. Vol. Ms Gece 4. Bevin y Weimat / Frankfurt/M. 1993, 1365 Benjarnin cite tu del poema al comienzo de ss reseia de La madre(Il/2, 511) * Walter Benjamin/Gershom Scholem: Bri 1933-1940, Ed. de Gershom Scholem. Frankf 0, 140, Es muy fnsraciv la remind ala “carts de Kraus 2 aquellarevtatenience que se habia expresado acerca de Rosa Luxemburg’ que Benjamin Te proposciona 2 Scholem en relacidn con la palabra clave “mal ‘ncnor”([d). Kraus, cagsdo de sabia conten, le habia respon: ido ala ancora dee carts, entre otras cosa: "El comnismo como realidad esolo la contrapare de si propi deol iedeshones Ia vida; en todo caso, de Ia gracia de un orign ideal mis puro, un antidoto complcado parael fin ideal mis puro... Queel demoniose no se adaptaba por completo a los objetivos de la revo: lucién prolecaria, a pesar de que compartia abicrtamente sus metas, sino que se mantenia a distancia.” Benjamin no fue un eraidor a su “clase de origen”, tal como describié Aragon la perspectiva de los intelectuales revolucionarios En consciente oposicién a los “desertores” del tipo de Becher, él dice: “que aun la proletarizacién del intelectual casi munca genera un proletario” (Ill, 224). El exilio produjo la intecrupeién de ese ambivalente in tento de radicalizacién y, sin embargo, los trabajos seguian comprometidos con el impetu politico y materialista de fos afios anteriores a 1933. En los afios treinta, Benjamin mantenia contacto tanto con miembros dirigentes del Partido Comunista en el exilio como con autores criti cos, y buscaba mantener el contacto con los intelectua ceses del movimiento del frente popu centrales de los afios de exilio, sobre todo El autor como productor (1934) y La obra de arte en la época de su repro lleve su prais, pero que Dios lo conserve como constanteanenars sabre as cabezas de aquellos que poseen los bienes quertan lev a tados los dems os frentes del hambre y del honor patio par preservar tales bienes, y con el consuelo de que la vida de los bienes rio es lo mis elevada. Die Facht n” 354-556, 22 (now, de 1920), 8, Habla por si sola la reacidn de Benjani, wansntida por Asia Laci, ala obra puesta en escena por ella "No le gud nada, ex ‘cepto una escena: un hombre con sombre de copa conversa, rabijador debajo de un fal” (ef Morume Brodersen: Spinne i eigenen Netz. Walter Benjamin ~ Leben und Werk. Bih Moos 1990, 1735). Frentea Scholem admitié Benjamin, en 1936, que “la Formacién de wn juiio independiente (..] en custiones politics conereas no es mi Aanco fuerte” (Benjamin/Scholem [nots 8), 'CE Kambas, Benjamin, Wier, SB, gene [OA, 18}, en ef esbozo de una teorfa m: dad séonica (1935), agudiz6 su “formacién de ;evolucionarias en la politica arcistica” (1/2, 435) alista de las artes. Benjamin vefa un “criterio decisivo de una funcién revolucionaria de la literatura” (en una anotacién al en. sayo sobre el autor del verano de 1934) “en la medida de los progresos técnicas que desembocan en un cambio de fancién de las Formas arcsticas y, con ello, de los medios de produccién intelectuales” (VI, 52: conel p del concepto de revolucién Recién el trabajo yyeeto de los Pasajesp -odujo el uso caracteristico En lo que sig sartollaré el concepto benjam niano de revolucién, de un modo sistemético, en cuatro sctos: 1) revolucién y arte (perspectiva de la arte); 2) cardeter de la revolucién: lo sismogrifico y lo embriagador (perspectiva de la veovia revolucionaria); 3) revoluciones como it upcién del curso de la historia (erspectiva de la filosofia de la historia); 4) revolucién y mesianismo (perspectiva mesiénica 1. Revolucién y arce (perspectiva de la teoria del arte) Laexpectativa ingenua, difundida ante todo en los afios veinte en los partidos comunistas, de que las revolucio- nes contribuyen al rrollo del ace, no era compart: nd después desu por Benjamin, En el articulo Newe Dichtung in Rua n Rusia} estadia en Mosei en 1927, Nueva lteratur parecido j formula, siguiendo a Trorski ‘Hasta ahora las épocas de grandes revoluciones politicas, ¢ incluso politieo-sociales, no han sido nunca épocas de 1022 ERDMUT WIZISLA florecimiento dela literacura” (11/2, 758). Y, sin embargo, hay un indudable vinculo entre revoluciones Benjamin investiga en la relaci6n entre el desa politica y cl de la técnica del arte. En 1927 habia comu niicado a los lectores de Literarische Welt que la disputa sovitica sobre “sila forma o el contenido revolucionarios, [uJ] definen el mérito verdadero de una nueva liceratura, Ia falea de una configuracién formal especificamente revo lucionaria [...] deberia ser decidida tinica y exclusivamen te a favor del contenido revolucionario” (I1/2, 744s.) Contra semejante posicién “contenidista’, que considera que la existencia de un mensaje revolucionario es decisiva pata el valor de uso revolucionario de una obra de arte, el articulo El autor como productor defiende la posicién segan la cual “la tendencia de una obra literaria solo po dra concordar politicament, siliterariamente concuerda también” (1/2, 684) [AP, 118]. Como expresién de su climax, la concordancia entre el contenido revoluciona- rio y la forma revolucionaria, Benjamin acufia el concep- vod correcta de una obra incluye su calidad literaria, ya que incluye su rendencia literaria”. (11/2, 685) [{d.). Cuando estas ideas maduraron en él, Benjamin escribié que las “cendencia literari’: “Por eso la tendencia politica tendencias estén a la vista solo en los puntos de rupeura cen la hiscoria del arte; y continfa: “Las revoluciones tée nicas son las rupeuras en desarrollo del arte; rupeuras en CE Mosk (1 (41927): °Y aceusnente la sel contenido y no la forma lo que decide sobre la postura revo Jucionaria 0 contrarrvolucionaca de una obra. A tavés de estas loctinas se suserae ierevocablemente toda base al iterato, igual como la economia equ el sastrato material” (IV, 339: cf tam- bien 593) [MU 55) 1023 las tendencias poniéndose, por as jo”. Examinar tales puntos de ruptura es el tema que recorre la investigacién benjaminiana so- bre la historia del arte, Este puede servir a la verdadera definicién del progreso, tal como afirma una anoracién dentro del legajo de los Pasajes. “El progreso no esté en su clemento en la continuidad del curso del ticmpo, sino en sus interferencias: alli donde por primera vez, con la so briedad del amanecer, seh: nuevo" (V/1, 593) (LP, 4 Benjamin divisa escenarios de revoluciones téenicass a sentir algo verdaderamence |-En la Forografia en l filme, ellos se suman medios artisticos en disciplinas eradiciona~ les, que reaccionan de forma avanzada ante el desarrollo de las arves. En la exigencia de una interconexién ene los temas y las formas revolucionarias, no sc agota sin embargo la pro. puesta de Benjamin, Tampoco su definicién del papel del incelectual conduce alos allejones sin salida en los cuales se habian atascado colegas comprometidos. En ocasion del es udio Los empleados de Siegfried Kracauer, Benjamin designa, alrededor de 1930, como ta- rea de los “escritores revolucionatios de la clase burguesa la “politizacién de la propia clase” (1, politizado de origen burgués puede obrar solo de modo Elinteleceual indirecto. Benjamin entiende al trabajador intelectual no 11/2, 752 (Erwiderung an Oscar A. H. Schmit En La obra de arte en la época de su reproducbilided tenia Benjamin sf a fotografia como el primer medio de reproduc cidn verdaderamente revolucionario (CE 1/2, 441) ll también las mérizas tevolucionaios del lime (493). 1024 ERDMUT WIZISLA 10 “lider” 0 “fundador’, sino como “individuo” en la ad des oft y de sa esr" como un “scon tento”, “aguafiestas” ~y en una imagen, que se conecta de tun modo nada castal con Ia *sobriedad del amanecer"~ como un “trapero, al amanecer: en a alborada del dia de Ia revoluci6n’” (IIL, 225). 2. Cardcter de la revolucién: lo sismogeafico y lo embriagador (perspectiva de la veoria de la revolucién) Se tone qu azar sus eorios antes de qu ls ots orienta la mirada hacia lo -apos discursivos y los jirones lingiisti- registren el comienzo del di ct nario y fo todavia oculto. La idea secundario, lo benjaminiana de revolucién contienc factores superado- tes y anticiparorios; integra clementos venideros, no ra- cionales, asi como extrapoliticos 0 extrasociales. En las Formas de expresin de la moda, Benjamin descu bre fuctores que citan lo pasado y que muestran algo de lo por venir, yen esto son comparables ala revolucién, como se sefiala en las tesis Sobre el concepto de historia (1940): La Revolucién francesa se entendié a si misma como una Roma que retorna, Citabaala Roma an- pasado. a opaje ds tigua igual que la moda cita un ropaj La moda husmea lo actual dondequiera que lo ac- “De manera apodlcic echasé Benjamin a sprain al idee Brit; cf Witla, 285. mueva en la jungla de otrora. Es un salto tigre al pasado. Solo tiene lugar en una arena en la que manda la clase dominante. El mismo salto bajo el cielo despejado de la historia es el salto dialécti co, que asi es como Marx entendié la revolucién (1/2,701) (TH, 188} Benjamin ve el puente entre moda y revolucién en la repentina vuelta hacia el pasado dictada por el presente Esta persps sctiva superadora de lo actual demi completamente titil: quien supie leer las *sefales sec cas de las cosas venideras" que la moda oculea en kas cr legals ls nu oa Come la moda es un fenémeno social que puede an- as guerras y revoluciones” (W/I, 112) [LP, ticipar revoluciones, las ciudades son un lugar en el cual se preparan acontecimientos revolucionariosy se descarga energfa revolucionaria, Remitiéndose a Marx ya Engels," Benjamin les atribuye a las cindades una gran imporean- cia para la revolucién. “En toda Europa la revolucién bur- guesa dependié de las grandes ciudades” (II/2, 705) [G, 139]. Compara a Paris con el Vesubio: “Paris es en el or- fbr Ia conexién entre moda y revolucién, of adem, entre ose siguiente pase: "La moda pone sempre st hoja de pars en el lugar en el que se encuentra la desmudea revolucionaria de a sociedad” (V/2 1215) (LP. 99 “CE entee ocr obras Si ctn de La clase obre en Inglatern, de Engels: “Las grandes ciudades son obreco" (Karl Marx/Friedrch E Vol.2. Berlin 1962, 349) [Fredsich brea en Inglatern, Buenos Aies: Disspora, 1974, 130]. foo del movimiento fen lo que sigue: MEW 1026 ERDMUT WIZISLA -ogrifico. Una masa amenazante y peligrosa, un junio de la revolucién siem andientes del Vesubio s pre activo, Pero al igual que las convirtieron en huercas paradisfacas gracias a las capas de Java que las cubsian, asi florecen sobre la lava dela revolu i6n, como en ningin otro lugar, l arte, la vida festiva yla moda” (V/2, 1056, cf. V/I, 134) [LP, 110} Esta funcién de indice de la revolucién' se muestra en el hecho de que pueden superponerse, uno sobre otto, lo pasado, lo presente y lo futuro. Se encuentran tendencias antag6nicas y “no contemporéneas” (Bloch). En Aragon y en los surrealistas, cuya “base material, revolucionaria’ (V/1, 494) Benjamin constata, descubre Benjamin, en el arciculo El Surrealismo. La idtima instantinca de la inte ligencia europea (1928/29), energias revolucionarias que 9) [SU, 48}. De un modo similar, se sefiala en una nota para el ensayo sobre Kafka: “La energia y la debilidad revolucionarias son en Kafka dos earas de uno y el mismo estado. Su debilidad, sa aparecen en lo “anticuado” (11/1, dileeantismo, su falta de preparacién son revolucionarios” (1/3, 1194). En una conversacién anotada por Benjamin, Brecht habia reconacido, en 1931, Kafka como “el ini- co escritor bolchevique genuino” (VI, 443). Esta cualidad revolucionaria ~politica y literariamente~ de la obra de Katka es fundamentada por Brecht en el tema de Kafka, en el asombro, que Brecht describié como “el asombro de tun hombre que siente eémo se ponen en marcha enormes concepto de Engels lama a Pars n Yoca" dela evolucién (Vl, 134). * Sobre el uso del concepeo de indie’, ef, V/1, $93 (N92. y Ia segunda de as Tess, 1/2, 693, desplazamientos en todas las cireunstancias, sin poder insertarse en los nuevos érdenes” (id.). La posicién que Benjamin y Brecht atribuyen a Kafka es, para este tltimo, involuntatia; agui se nombran mecanismos como los que se habfa formulado en la famosa carca de Friedrich Engels a Margaret Harkness de abril de 1888 sobre “uno de los mayores triunfos del realismo” en Balzac. El indice de los revolucionarios es dialéctico, no se da a conocer simp wente como algo s ialmente progre sista® Esta perspectiva abre posibilidades insospecha das para la lectura de Mars ve la revolucién “su capitalismo” (I1/2, 665) formulaciones de la Critica al programa de Gotha,” que Benjamin ley6 en 1938 en la casa de Brecht, en Svendborg (cf VII/1, 474, n° 1650); de descubierto el revolucionario en un “tipo malo, egoista”* ales sociales. Segin Benjamin, ecordemos, por ejemplo, las misma forma, puede CE “Cuanco mis ocults permanezcan las opiniones del auto tanto mejor para a ba de ate. Fl ealsmo del que hablo puede rmanifesare ineluso a pesar de las opiniones del ator” (MEW 37,43) [de Mars, KatlyE os sobre Selece.einceod, de Miguel Vedda. Teaduccién y notas de Fernanda ls, Friedrich, Es Aren, Silvina Rotemberg y Miguel Vedda. Buenos Aires: Colthue 2008, p. 2 * Cf laformulacién de 1927: “que I voluncad revolucionaria hoy contiene ialéticamenteen su interior Is voluntad conservadars 1,68), isc emerge a pari de la capitalist, de modo aque ella‘en cada aspecto, econdmica, ica, exptiualmence, tins ceneuentra cargada de los lunares de avs) sociedad, de euyo seno emerge" (MEW 19,20). Benjamin se remite alos personajes Baal y Fatzer, de Bech; es ‘ esfuerzo constante de reche Seale a este acil al hoo como revolucionaio visual” (11/2, 665) 1028 ERDMUT WIZISLA EI jin de Benjamin con el de revuelta, la influencia de factores an £0 del concepto de revolt embriagadores, significa un enriquecimiento de la termi nologia surgida historicamente. Elementos extéticos acu: faron la imagen de pensamiento Bello horror (1929), una descripcién del festejo de la revolucién el 14 de julio, en Paris: “Para las masas, cn su existencia més honda, incons ciente, las fiestas de la alegefa y los incendios son solo un juego en el que se preparan para el instante enorme de la Hlegada a Ja maducez, para la hora en la que el panico y la fiesta, reconociéndose como hermanos, tras una larga se paracién, se abracen en un levantamiento revolucionario” (1V/1, 434) [BH, 149s]. Donde més lejos llevd Benjamin estas ideas fue en su ensayo sobre el Surrealisma: los surrealistas tienen “un jpto radical de la libertad”, como en Euroj habia desde los tiempos de Bakunin. Benjamin cita Nadja de Breton, con la formulacién “la lucha por la liberaciéon de a humanidad en su mas simple figura revolucionaria ectos) es la nica cosa que queda a la que 1 a servie” (II/1, 306) [SU, 578]. Esa cnergja forma el germen para cl entrecru- embriague7, (que esla liberacién en todos los as zamiento necesatio entre la revolucién y I J entrecruzamiento entre el cilculo analitico, met6- io de la revolucin y la energia explosiva dico y discipli nlami- dela sublevacién espontanea y no coordinada rada puesta en los surrealistas, Benjamin pregunta: “Pero consiguen soldar esta experiencia de liberead con la otr experiencia revolucionari, la que tenemos que reconocer, puesto que la teniamos yas lade lo constructive, dietato rial dela revolucién?” (11/1, 307) (SU, 58} La tarea mds propia del surrealismo fuerzas de la ebriedad para la revolucién’ (11/1, 307) [SU 58). En el articulo sobre el Surrealismo, Benjamin desa rrolla un concepto de revolucion que combina las fuentes de energia embriagadoras y el procedimiento construc- tivo y dictatorial de las revoluciones. Un procedimiento constructivo es impensable ¢ inefectivo sin medidas des- tructivas; al principio hay que hacer tabla rasa. Se erata ~y aqui Benjamin re oma proposiciones surrealistas~ de hacer de la “organizacién del pesimismo” la dia Solo la disponen de Poreso es consecuente que el signa del -evoluciones que reflexionan sobre su fracaso violencia que es necesaria para la victoria abajo de los Pasajes preste atencién a un pensador como Auguste Blanqui y también a anarquistas y conspiradores:* Benjamin Experienciy pobreza (19: los concepros,desarollado li, de lo canseractvo, elemper omienoy Is “barbaric posi” (I, 213-219). Es op 7 Scola, dsarala csi de l-deneelon ye Mor cf Gas Lanse Die ta imposbl dar dea Sdesaroa es de ler ion, Fankfare/M. 190; t08 presupuestos: pero conexiones, Asi, Benjamin, sno dela historia + record a gent dea de Landa medida; enrendemos lo acontecido : ) pr ejemplo el paaje sk ddl Segundo Inperioen Bade 2s importantes citas de Marx sabre los conspiradoresprolcaios, los “alqitista dela revolucibn” (1/2, 519). La lisea de leeuras dd Benjamin indies bibliografa sobre el rema: Bakunin: Dieu e¢ tas (0° 715), Georges Sorel Ler lusons du progres y Reflexion: 1030 ERDMUT WIZISLA Las raices para el intento de wzamiento entre revolucién y tevuelta se encuentran en un fragmento temprano sobre filosofia de la historia; este sistema de referencia de la revolucién, no al Estado, sino a Ia historia: “La ética aplicada ala historia, es la teoria de la revolucién; aplicada al Estado, es la teoria de la anarquia (VL 90). 3, Revolucién como interrupcién del transcurso dela historia (perspectiva de la filosofia de la historia) El hecho de que Benjamin atribuya ala revolucién pro- piedades constructivas en el ensayo sobre el surrealismo 0 de historia (1940). En ellas denomina ala historia como “objeto de una cons ya anticipa las Tess sobre el conce truccién cuyo Iugar no esta constituido por el tiempo homogtneo y vacio, sino por un tiempo pleno, ‘tiempo ahora”. Se trata de hacer saltar “un pasado cargado de ‘iempo-ahora’ [..] del continuum de la historia” (tesis XIV, 1/2, 701) (TH, 188]. I factor critico o destructive fen la historiografia materialista se impone en cl estallido de la continuidad hist6rica2 Qué influencia tiene la cri tica del concepto (socialdemécrata) de progreso, que €s constitutiva para las Tess sobre el concepto de historia, cn a idea benj miniana de revolucién? iolence (n? 726 y 734), Rudolf Starwars Die Theorie des 740) ' 587: el dialéctico “no puede contemplar a histo CEI, 394 sia mis que como una co telacin de peligros que dl, siguiénd Jpone a evitaren todo mo- reflesivamente en 9 desarollo, sed mento" (LP. 472) Sin la critica al progreso, sin la duda radical en el per siento autdnomo del desarrollo humano, no es ppensable ninguna revolucién: “La coneciencia de estar ha ciendo saltar el continuum de la historia es peculiar de las clases revolucionarias en el momento de su accibn XV, 1/2, 701) [TH, 188). En la Revolucién Francesa afin de interrampir el tiempo se expresé con la introduc: cién de un nuevo calendario; en la revolucién francesa de julio, el momento revolucionario fue fijado simbdlica os alos relojes de las torres. En ‘cambio, los momentos revolucionatios de la historia son ceubiertos por una historiografia preocupada por la fabr cacién de continuidad, que se manifesta en valoracién o apologia. Benjamin desarrolla el nticleo de su concepto plis- ticamente en oposicién a la famosa metéfora de Marx: Ia hiscoria” Ferrocartiles y locomotoras encarnaban, en el siglo XIX. el comicnzo de la Modernidad que se expresaba en un Las revoluciones son las locomotoras cambio técnico-social hacia la industrializacién, la acele- racién del trdnsito, la intensificacién del riemo de vida, los cambios en los modos de percepcién,#* excétera. En CE Ia tesis XV, 1/2, 7OLs. y 1/3, 1244. Ya en el libyo sobte l Traueripiel habla recurrido Benjamin ala imagen de 5). Chen sobre la el reloj para describe cura dela historia (6.1/1, 2 cece volumen, sobre la incraduci de los calendario relacia con el ibro biblico Josué, la coneribucion Teale, de ‘Andreas Pangrts MEW 7,85 (La en Francia de 18484 1850) fos V/1, 115 y 497. Ea las anotaciones sobre los Pasajs, Benjamin se remit "[iJmportante material par la histo CE entre 0 tia del ferrari y especialmente dels lacomorora en Karl Kaueky, Die materiaistiche Ge heal 1032 ERDMUT WIZISLA Manifesto comunista, Ma cipacién de los ferrocarriles en el ritmo de unificacion de :ngels acencuaron la parti {os proletarios.” Benjamin dice que, para su generacién, tenfan® ya las “locomotoras (..] cardcter simbélico” y, en otro lugar del trabajo de los Pasaes, habla del “poder simbélico natural de las innovaciones técnica” para las cuales “los carrles del tren’, junto con el particularisimo cinconfundible mundo onitico que se les asocia, (son wn] rotundo cjemplo” (V/1, 218) [LP, 179]. El mito de l Jocomotoras fue acrecentado hasta entrado el siglo XC con episodios de la historia de la Revolucién Rusa como ef legendario viaje secreto de Lenin en 1917, en el tren blindado pot Alemania, en el tren acorazado Ilevado por dos locomotoras, cargado de autos, armas, una imprenta, tuna biblioteca, una estacién telegrafica y una de radio; un invento de Trotski que, a partir de la primavera de 1918, Je facili el eraslado desde su trabajo al frente, durante dos afios y medio.” Esa imagen fae llevada a la perversién a dela his) | Belin, 1927" (V/2, 719) [LP, 678] se hace re ferenca aun capitulo dl primer volumen: Natur nd Geslicha 645-654; en el segundo volumen: Der Steat und die Entwicklung (552560). CE in insrctvaexposicibn de Wolfgang Sehivelbusch Gechiche der Eisenbabnrse. Zur Industriaisering von Raion sind Zeit im 19. Jebrbunder. eat! 1989. CE MEGA4,471 V1, 493. Aun en el rechtzo benjaminiano ala formlacién “a goria dela miquina de vapor” de Dolf Seenberger se daa cono Ia fascnacién; Sternberger habla elogiado las locomocoras "en cuanto veloces como un gua, en cvanco corceles de acer, en ‘canto caballos sobre les” (IL, 576). SFI viaje en secreto es descito por el estigo ocular Emil Belz Die Fabrt indie Revolution oder Jone Reie. Aide-mémoire Sobre cL tuen blindadlo de Teotki, of entre otros materiales Harry Wilde: REVOLUCION 1033 en el cumpleafos sesenta de Stalin, cuando se dijo, que él era como Lenin uno de los grandes maquinistas de la locomotora de la historia y el pueblo le decia: “No solo has mantenido el rumbo de la locomotora de la historia Has aumentado la velocidad a pesar de todos los obsté- culos creados por todos nuestros enemigos pérfidos. Has conducido el gran eren de la revolucién hacia la estacién Socialismo”.*® En el legajo de los Pasajes, Benjamin investig6, apoyin dose, en Alfred Gotthold Meyer (Eisenbauten, 1907) y Sigfried Giedion (Bauen in Frankreich, 1928) la impor- tancia del material de construccién hierro para la indus- tializacién: el hierro "se consideraba un material de cons truccién revolucionario”." A los criterios dela historia de la técnica se agregaron otros eriverios sociolégicos y de la teoria de las sociedad: “El indice hist6rico del ferrocarril consiste en que representa el primero y, hasta la aparieién del gran vapor transatléntico, también el tleimo medio de transporte que forma masas. El coche postal, el auto o el avién solo llevan a los viajeros en pequefios grupos” wr, éenico con el de ha filosofia de la historia se manifiesta en, 744) (LP, 615]. La superposicién del punto de vista la advertencia que Charles Fourier concibié con la apari- cién de las méquinas como impulso més intimo para su uropia (ef. V/1, 47) Leo Trotcki in Selbtocugnsson und Bilddoturmenten dargesell, Reinbek bei Hamburg 1969, 120s, Agridezco esta referencia a Michael Rohrwasser, ® Lasar M. Kaganowitsch: The Great Driver ofthe Lacomative of History. Wr Nueva York, 1940, citado por: David Pike Tubinga, 1986, 170, VMI 219, Sobre cdo le sec salem, 46. Latkes und (Conseraccién en Hierro) 1034 ERDMUT WIZISLA La contrametaf Karl Marx sobre las locomotoras se encuentra en los Paralipomena a las esis Sobre el concepto de historia “Marx dice que las revoluciones son las locomotoras de la historia universal. Pero quizis es totalmente diverso. ‘Quizés las revoluciones son la maniobra por la cual la es pecie humana que viaja en ese tren aferra l fren de emer: ), La contradiecidn, relativizada por el gencia” (1/3, 12: repetido “quizés”, apunta a la metéfora de Marx sacada de su contexto, En Mars, la imagen de la locomotora no tie- ne que ser entendida inevitablemente como aprobacién del progreso; mis que los motivos que Benjamin quiere ctiticar ~el ritmo de la aceleracién, lo incontenible, la Tinealidad, la fancién rectora de las revoluciones, la pre- tensidn de toralidad™, la frase connota, como se dice en ‘Manx inmediatamente antes, “prisa revolucionaria’ y “de- cepciones precipitadas”.® Pero el “malentendido”™ ben xml (1/2, 700s). El hecho de que las revouciones eprciptan “con ve CE las tess Sabre el comcepto de bistoria, em especial la Tocidad aclrds algo que formal ya anes que Mars Georg los Parische Uren [Petfilesprisinos), Ck 28; of ibid. 70% “En Ia aceeracin reside la ‘experiencia otidiana comin de ls revolucién’ CE MEW 7, 85. Giinther elude esta dimensi6n; su cucstio- rnamiento dela frase sein la cual Mare no se encontrar "seguro sninmo de si el vapor y la maquinaria poseen tn ‘papel sumamente revolucionatio” no esthavalado pore texto (H. Ginter: farciculo) Revolution, In: Hlstorsches Warterbuch der Philosophie. Ba. de Joachim Rite y Kafe Grinder. Vol. 8.Basilea 1992, 968). No se ha de discucir aqui en qué medida la recepeién benje rminiana de Mars esti marcada por propio conocimiento de la obra. Adorno -por cierto, no es objetivo en esta cust des tribe en forma interesene la selacién ambivaenee: “‘Debe decirse {que el conocimientoyla comprensién que WB tenia de Marx eran REVOLUCION jaminiano dela frase es consecuente en sty estévineulado de forma inequivoca con su filosofia de la historia. El fondo del cambio de la reinterpretacién se encucn: tra en Benjamin en su idea posterior, originada, entre otros, en Friedrich Schlegel,” en la idea de un curso ca tastrofico de la historia, dirigido contra la interpretacién tcleolégica dela historia como linea de logros del progreso y como perfecribilidad infinica de la humanidad (ef. 1/2, 700). La *catisteofe tinica que amontona incansablemen te ruina sobre ruina” (1/2, 697) [TH, 183] tiene que ser interrumpida, y cl acontecer tiene que ser detenido: “Hay que basar el concepto de progreso en la idea de catéstrofe ‘Que esto ‘sign sucediendo’ es la catistrofe, Ella no eso in minente en cada caso, sino lo que en cada caso est dado” (V/1, 592) [LP, 476]. Las concepeiones formuladas sobre todo en las Tesis sobre filosofia de Ia historia apuntan ala rogreso. En cambio, Benjamin erata de “mostrar claramente un materialismo| critica de un concepto ingenuo de p histérico que ha aniquilado en su interior la idea de pro- greso” (V/I, $74) [LP, 462]. “El materialismo histérico tiene que abandonar el componente épico de la histori. Arranca violentamente la época de la sélida ‘continuidad de la historia” (V/1, 592) [LP, 476] Benjamin refuta también la concepcién marxista del camino hacia una sociedad sin clases: sumament limitados. [Por ota pate, quizis solo a través dela doctaignorantia in re Marx era posible salvar su forma de experen cia dentro de su materialismo, con los mis arduos antagonivmos" (Theodor W. Adorno: Uber Walter Benjamin, Aufitze, Artie, Briefe Ed, de Rolf Tiedemann, Frankfuct/M. 1990, 99) PCE Bohrer, 13.28 1036 ERDMUT WIZISLA jefinida alguna ¥ Si la sociedad sin clase como tarea infinita, el tiempo vacio y homogénco se transformaba en una antesala en la que se podia esperar, con mayor 6 menor sosiego, la irrupeién dela situacidn revolucionaria, En realidad, no exis- ten instante que no acarree su oportunidad revo- lucionaria (1/3, 1231). En Marx, a estructura de la idea fundamental se re- presenta de esta manera: a través de una serie de lu chas de clases, la humanidad consigue, en el curso de la evolucién histérica, avibar a la sociedad sin clases. = Pero la sociedad sin clases no puede ser concebida Apar tir de esta concepeién erronea surgié, en los epigonos, ‘como punto final de una evolucién historica Ja representacién de la ‘situacién revolucionatia’ que, como es sabido, nunca estaria dispuesta a llegar (1/3, 1232) Refiriéndose a su teorla de la interrupcién, Benjamin formula [a relacién entre meta y camino “la sociedad sin clases no es la meta final del progreso en la historia, sino su ineerrupcién tan frecuentemente frustrada y finalmente conseguida” (1/3, 1231). En la sutura de los desarrollos sociales a las revoluciones se les otorga la tarea de inte- rrumpir el eranscurso de la historia experimentada como catistrofe; por lo tanto, ellas no son las locomotoras de la historia que se colocan a Ja cabeza del proceso social, ‘guidndolo por un camino predeterminado; son, en cam- bio, las del transcurso veloz y fatidico de la historia, in terrupcién violenta y necesaria. Ademis la mecifora del freno de emergencia dirige la mirada, como observé Rolf REVOLUCION 1037 mann, al individuo y su intento ~¢desesperado?~ de influir en el proceso histérico.™ La interpretacién benjaminiana de Ia historia est influida por la “especulacién cosmologica” de Auguste Blangui L'érermité par les astres, caya cosmovisién Benjamin calificaba de informal (cf, V/1, 168): “La acti- vidad del revolucionario profesional que fue Blangui”, escribe en los Pasajes, “no presupone la fe en el progreso, sino solamente la firme decisién de acabar con la injust: cia presence” (V/1, 428) [LP, 3 sobre la interrapcién no se formularon p i7). Las consideraciones en el tiempo de elaboracién fundamental de los Pasajes yaen el texto Avisador de incendios de Direccién tinica (1919), Benjamin habia advertido: Laidea de la lucha de clases puede inducir a error. No se trata de una prueba de fuerza en la que se decide la cuestién de quién vence o quién sucum- be, ni de un combate a cuyo término le iré bien all vencedor y mal al veneido, Pensar asi es disimular Jos hechos bajo un tinte roméntico. Pues, ya salga vencedora o sucumba en el combate, la burguesia esti condenada a perecer por las contradicciones internas que, en el curso de su evolucién, habrén de resulearle fatales. La pregunta es tinicamente si perecerd por si misma 0 a manos del proletariado. [1] Es preciso cortar la mecha encendida antes de que la chispa Iegue a la dinamica (IV/1, 122) (DU, 64]. * No sigo la valorcin de Tiedemann segin la ual el empleo dl, fieno de emergencia no e ningun poiia mejor sino que sigue siendo el intento de Minehhatsen de saat 2 rio del pan tano irando dels propioseabellos (ef, Tiedemann, 109} 1038 ERDMUT WIZISLA, Esta critica ala concepcién de la lucha de clases podela inducir a delimitar la concepcién benjaminiana de revo: lucién al reclamo por un cambio de “conviccién”, que re- trocede amedrentado frente a un cambio de las “eicew tancias exteriores”.” Eso no es completamente errénco; enlaobrahay pasajes que pueden ser interpretados en esta direccién.* Pero mucho més fuertemente que la distancia a la lucha de clases se expresaba la aprobacién de la accién, revolucionaria; asi, en el “Viaje por la inflacién alemana” de Direccién tinica: “Pero nadie deberd hacer nunca sus propias paces con la pobreza, si est, cual gigantesca som- bra, se abatiera sobre su pucblo y su casa. Tendré entonces {que mantencr sus sentidos muy despiertos frente a cual- guier humillacién que le toque en suerte, y someterlos a tuna disciplina hasta que sus sufrimientos hayan abicrto no ya el abrupto camino de la afliccién, que lleva cuesta abgjo, sino el sendero ascendente de la rebeldia” (IV/1, 97) (DU, 30} En la incerpretacién socialdemécrata del progreso so- cial, Benjamin condena el hecho de que ella habia matado cLimpulso luchador del proletariado. El conocimiento de aque “la clase obrera surge como la iltima clase avasallada, ‘como la clase vengadora y liberadora” (1/3, 1236ss.), des de siempre le parecia escandaloso @ la socialdemocracia; con ello le habia coreado “el tendén de la mejor fuerza” "En clensayo sobre cl Sartealismo, Benjamin se pregune: cles son os presupustos de a revolucin? La modifcacin dela ae tudinal de as ciccunancas xtesores? Esa a pregunta tarda! que deerminalareacon de pola y moral y que no to {er pala alguno,Hsrrealimo seh aproximado mis y mis a larespaeacomunisa (1,308) (SU, 595} CE less IV de as esis Sore ef concept de hisria (U2, 694) “La clase desaprendi6 en esa escuela tanto el odio como la voluntad del sacrificio” (1/2, 700, cf 1/3, 1236). Al mo- delo opuesto a Benjamin dela interpretacién revisionist de la revolucidn, dirigida a una reconciliacién de las con- tradicciones, es inmanente la tesis de que las revoluciones histéricas inevicablemente habian producido injusticias. ‘Asi, en el verano de 1930, subraya que lo “informativo” de un discurso de Ossip Brik es el conocimiento de que cen Rusia el “abrazo de la justicia fue remplazado por cl de Ia revolucién”.* Benjamin, apoyéndose en Marx y Engels, sin compar: tir sus teorias accrea de la ley de “sucesién de formacio- nes” o de la dictadura del prolecariado, comprendia las revoluciones proletarias como ruprura radical con todas las revoluciones anteriores El Estado tiene al "proleta riado revolucionario” como al “inico contrincante irre conciliable”: “Este destruye la apariencia de la masa me diante la realidad de la clase social” (V/I, 469) [LP, 377] * Ck por ejemplo Karl Kautskys Der Wag aur Macht. Police Ber 1920, 65: A comienaes de los aos noven nngen iber das Hineinwachien in die Revolution. Berlin reconoef que un de sarrlloseeno dels organizacionesyfundamentos proletatis ra lo que permits avanzar mis en a stuacién de aquellaépoca! SCE Rustiche Debatte anf Deutsch (V1, 595), “La coincidencia consists, sin embargo, en la conocida caracte rian del revolucién proketatia que Marx habia realizado ene Dieciocho bramari de Louis Bonaparte, "Las revolucionesprolets ria, como las del siglo XIX, se eiican constantemente as mismas, se interrumpen continuan ace en su propia marcha’ ete.(MEW 8, 118s) [Kasl Marx: El diecocho Bramarie de Luis Bonaparte In: ~ Trabajo aalariado y capital. Tad: Ediciones Progreso. Planet-De Agostini. 1985, pp. 135-225; aqui, 138]. Benjamin leys el escrito en 1938 en casa de Brecht, en Svendborg: cf Verzeichnis de gel seonenSchrifen (VIV Is n" 1648), 104 ERDMUT WIZISLA La idea de que las revoluciones burguesas representan el arbol geneal6gico de una revolucién prolecara, la define en 1937 “como una opinién muy difundida y necesitada de revisién” * De hecho, la “legislacin sobre la represién de los trabajadores se remonta a la Revolucién Francesa” (V/2, 885) [LP, 734]. Ya en el invierno moscovita de 1926/27, Bernhard Reich habia confrontado a Benjamin con la, segin este iltimo, “formulacién fecunda de la pre- gunta’: “{Cmo la ineelectualidad francesa, una pioncra de la gran revolucién, podia ser dada de baja tan rapida- mente después de 1792 y convertirse en instrumento de la burguesia?” (VI, 310). La concepcién benjaminiana de revolucién tiene como eje fundamental Ia idea segin la cual la historia tiene que ser cepillada “a contrapelo” y Entonces hay que contar con nuevas interpretaciones: para Benjamin, es una condicién para Ia interrupcién del ‘continuum dc \a historia, en la propagacién de la descon- fianza frente a los supuestos fines de la historia; entre las anotaciones para los Pasaes se encuentra la siguiente en- trada: “El irremplazable valor politico del odio de clase consiste precisamente en dotar a la clase revolucionaria de una sana indiferencia frente a las especulaciones 30- bre el progreso” (V/I, 428) (LP, 347]. Silas revoluciones no son locomotoras de la historia, catalizadoras del pro: greso, sino frenos de emergencia, cesuras del desarrollo, hay que asignar una nueva medida a las imégenes del fu- turo. Ellas tienen que encarnar el ideal sin que se pueda aiin pensar en una conexién directa entre cl presente y “Eduard Fuchs der Samer ued der Hitrier (1/2, 493); de modi parecido en el Exposé de los Pass (V1, 58). REVOLUCION 1041 cl ideal. Hay que pensar la interrupcién como un “cen- telleo” (cesis V, 1/2, 695), como “hacer salear” (resis XIV yXV, 1/2, 701s), como “explosién revolucionacia” (V/2, 1032). Con la afirmacién de la violencia revolucionaria'* y con enunciados como “provocar el verdadero estado de excepcién” (tesis VIII, 1/2, 697) (TH, 182], Benjamin se remonta a trabajos anteriores como el ensayo sorclia no Para una critica de la violencia (1921) y cl Origen del ‘Trauerspel'alemén (1925) * 4, Revolucién y mesianismo (Perspectiva mesidnica) La filosofia de la historia de Benjamin experimenta su ampliacién caracteristica ~que trasciende el presente— en el uso de las categorias redencin, saloacién y Mesa, La esperanza de una redencidn, expresada como “flaca fuer za mesiénica sobre la que el pasado exige derechos” (cesis 11,1/2, 694) (TH, 178], es un componente indispensable Bn 1965, Herbert Marcuse formal adecusdamente; “Para ser pacifist, Benjamin vomé demasiado en serio a a inerente alapalaba ‘pa’ vo de qué forma inseparable perenece ala gueea Jque hoy amarnos pa, y cdo esta paz es Ta necesria sancidn de toda victors y cémo perpen la violencia bls” (Marcuse, 23). “Los paralelos solo pueden ser aqui mencionadoss en Pars sna crtice dela valencia, de 1920, Benjani habla reromad de Fora afirmatia la concepcid de Georges Sorel de una huelga general como momento de reel, y con ceo habla rechazad “tod tipo Ge programas y uropas, es decir, fundasiones de derecho pars ‘movimiento revolucionaio™ (H/1, ef Kambas, Benjamin let Sorel). En Origen del "Teauerspie'alemén, se habian desarollada teas sobre el concepto de soberania el estado de excep, basa das cn Carl Schmit y oros(e£1/1, 245s) 1042 ERDMUT WIZISLA de-un punto de vista histérico que exige la ruptura radi- cal con lo que se encuentra como precedente: “El pasado lleva consigo un indice temporal mediante el cual queda remitido a la redencién” (tesis IL, 1/2, 693) (TH, 178} ‘Ala dimensién mesidnica no le es propio nada contem plativo. Benjamin utiliza las categorlas redencién, sale cin y Mesias en un sentido politico que puede inctuir la aprobacién de la violencia revolucionaria.” La idea de la accién se vuelve inequivocamente explicita con referencia a la imagen del Mesias en la tesis VI: “EI Mesfas no vie~ ne tinicamente como redentor; viene como vencedor del Anticristo” (1/2, 695) [TH, 180]. La imagen ideal de una humanidad redimida” se roza con la utopia comunista; Benjamin demanda fa interconexin entre la perspectiva politica y la escatolégica: “Al concepto de la sociedad sin clases hay que devolverle su verdadero rostro mesiénico, y por cierco en beneficio de la politica revolucionaria del proletariado mismo”. ¥ en otro pasaje del legajo de las tesis, mis explicito todavia y con referencia ala necesidad del odio: “Fuerza del odio en Marx, Desco de lucha de Ia clase obrera, Entrecruzar la destruccién revoluciona- Audreas Pangice de que “el Mesias, en a cadcn ja, a dife- (cf nora 26 del aricalo Tali en este bro), Hebert Marcuse ‘eutpara, en 1965, el concepto benjainiano de redencibn con {lide revolucién: “La suerte esl saci del destino, pero el ‘destino es el de la sociedad hecha historia, es deci, cela opesiin hecha detecho, a slvacin es un concepco materilisex-poitco: el concepto de revolucign” (Marcuse, 24 {87/3, 1252. Yaen Saint Justy Robespiere, “Ta expectativa crstians de savacin, que se liga al fn del mundo, leno de etistroes, {ques aercaba en plazos cadaver mds cortos, habia] reaparecido “Teforma progrsivamencecambiante” ef Kosellck [nota 1], 739). REvOLUCION 1003 ria con la idea de redencién (Nejaiev. Los demonios)”.* Agente de la violencia mesinica es la posteridad; una “ita secreta entre las generaciones que fueron y la nues tra” (1/2, 694) (TH, 178] impone el cumplimiento de lo prometido. La concepcién benjaminiana contiene, ademés del en: trecruzamiento de la accién revolucionariay la expectati- ‘a mesiinica, una serie de interpeneeraciones,a través de fas cuales habia de quedar protegida de cualquier Funcio- alizacibn la perspectiva de revoluciones. En el invencario {que have de los impulsos revolucionarios, Benjamin esti decidido a “volver a reunir en la accién revolucionatia y n el pensamic . to revolucionario precisamente los ele- mentos de lo “demasiado pronto’ y de lo ‘demasiado tar de’, del primer comienzo y de la diltima cuina” (V/2, 852) (LP, 708). El negarse a separar “accién revolucionaria” y “pensamiento revolucionario” sefiala ya un concepto am plio, que corresponde a la expansién espacio-temporal de Ja percepcién de los temas revolucionarios en el inicio y en la decadencia, La percepcién de las huellas revolucio- narias presupone una concepcién del cardcter inconelu- so de la historia, La aversién contra cualquier intento de #13, 1261, # argv rue Seu Nati. pra de aor ch Ne en 1802 Su poamadl Cane dn re imi scan cof de nk deacon fb pi dene er ae p ce e de asesinato o ee ee Nejder cuvo influencia en la novela Los de monies de Dostoieski. CE Michael Wegner: Nadhwort In: Pédor Dostoicwski: Die Dimonen. Novela en tes partes. Segunda vol ‘men. Belin/Weimar 1985, 341-343, 104 RDMUT WIZISLA uso y eategorizacién de procesos revolucionarios es muy ronunciada; Benjamin, siguiendo a Marx, denomina ala Palaces vgoamig,nuesto Robin Hood viejo topo que sabe trabajar tan ripido bajo la tierra". Mo queen acclonesubrrinesy taj de zaps metifora del topo hace pensar en la capacidad de crear de forma ripida canales de conexién subterrineos, ¢s decir: relaciones sociales.” En los Pasajes, Benjamin desartolla, en conexién con Fourier, la idea “de la revolucién como inervacién de los rganos técnicos del colectivo” (V/2, 777, ef. VIL/2, 666) (LP, 643s]. Ve las “inervaciones del colectivo", remicién- dose alos escritos tempranos de Marx, en el desarrollo de “érganos de la sociedad” por la revolucién. La condicién para a “completa emancipacién de todos los sentidos hu- tnanos [..] es la supresién de la propiedad privada"; por la emancipacién, “los sentidos y el espitieu de los demés hombres se convierten en algo propio” (V/2, 801) (LP, 664], La inclusin de factores antropolégicos en la con cepeién de la revolucién, desarrollada por Benjamin si- guiendo Marx, se dirige en contra de a escisién entre, por tun lado, el hombre que percibe y, por ello, quesiente y que por el otro, el hombre politicamente tiene esperanza; 9/2, 888, Bvidentemente, Benjamin cita a Marx de memoria c& MEGA 12, 4s “En las seals que siembran confusin ene la bburguesia, la noble y os profetasinsignifcantes del reo, re onocemos a nuestro honrado amigo Robin Goodfeiow; el viejo fe ananburgraatnaen co emis" Vio top Hixon pj animoumente” CE Ros Lamb De ae au = Gea Werk NO good 1914 Facacnro de 1919 Hen 1979, 258264 ag, 264 REVOLUCION 1045 Benjamin ve que la cualidad promisoria, mesidnic: de las revoluciones, tiene como agentes a individuos no alienados que, dotados con la capacidad de organizacién yyracionalismo, al mismo tiempo, estin abiertos a clemen tos misticos, pertenecientes a la corporalidad (cf. V/2, 853), La insensibilidad de tales individuos frente a “las, sugestiones mis peligrosas de los que detentan el poder” (Vb 63), su incorruptbilidad, su fiebre revolucionatia, velarian para que ellos, citando al famoso enunciado en El dieciocho Brumario, se buslen “cruel y exhaustivamente de las deficiencias, debilidades y mezquindades de sus pri smeros intentos"; Benjamin, siempre pondrin “en cuestién toda nueva victoria que logren los que dominan” (1/2, 694) (TH, 179], Para el historiador Reinhart Koselleck, el concepto de revolucién es complejo. Para él, tiene “una fuerza de propulsion en primera instancia politica", pero incluye tambien un contexto social més amplio |...], que designa tsntoun cambio vielen, acort plz, como un proceso histérico de duracién més larga" Desde la Revolucién Francesa, es comin que los dos campos de significado coincidan en el mismo concepto de revolucién. "EL as- pecto historico explica el fin politico, y a la inversa, la di- imensién histérica se infiere por la posicién del objetivo politico”. En el hecho de que, al mismo tiempo, guia el conocimiento y orienta la accién, Koselleck encuen tra comprendida la modernidad del concepto de revo- lucién.® El concepto de Benjamin, en el cual conflayen MEGA, 118, *Koselleck (not 1), 654 id Cbd 1046 ERDMUT WIZIStA diversas tradiciones de manera productiva -la historia de la Revolucién Francesa, la filosofia del Romanticismo és, el emprano, el marxismo, el anarquismo ruso y fran Surrealismo, la vanguardia histérica-, est penetrado, ademés de por la dimensién politica y Ia histdrica, cam biién por la mesidnica (quizés incluso se encuentra sobre cargado por esta tltima). Walter Benjamin no desarrollé ninguna tcoria genuina de la revolucién, Su concepto, aque aspira ala integracion de lo no integrable, le agrega al concepto histérico de revolucién algo no pensado hasta envonces: la interconexién de contenidos revolucionarios ‘con formas revolucionarias; de ebriedad y construecién, revuelta y revolucién; revolucién y mesianismos pero mis aque nada, la ineerpretacién de la revolucién como inte- rrupcién del curso de la historia. 5. La recepcién del concepto benjaminiano de recepeién Curiosamente, en la discusién de la teoria politica el concepto benjaminiano de revolucién cumple un par pel subordinado.* La recepeién se ha concentrado en Ia ocupacién directa con su obra; cuando, en el entorno del movimiento” de 1968, surgieton interpretaciones de % En el articalo Revolution de fa obra historiogrfica extindar Goshicheliche Grundbegrifien 135 pigs no aparece ni una sola ‘yer el nombre Benjamia (cf Kosellec [nota 1), 7 Un penoso testimonio de kx poce del 68 es el libro sobre Benjamin de Saleingr, que vela I atuaidad del concepto ben iminiano de revolucon cn ss componente anarqusta, El hecho de (que Benjamin comara su teoria por comunist no demuestra segin REVOLUCION 1047 Benjamin politicamente divergentes, su concepto de re cin tambien fue discutido, de manera controvertida, por Herbert Marcuse y Jiirgen Habermas,* entre otros. En la representacién benjaminiana, “la lucha revolucio- naria” tiene que ver con “la puesta en suspenso de lo que sucede y sucedi6”; en 1965 Marcuse ve “la verdad de la teorfa critica [...] expresada de una manera ejemplar”: ‘Benjamin era incapaz. de comprometer el concepto de revolucién, incluso en un tiempo en que los compromisos todavia parecian propiciar su causa”. Segin él, es enor me la distancia que separa al presente de tales palabras; cl “continuo de la historia [..] volvié a cerrarse”.” El Ensayo sobre la liberacién de Marcuse, escrito antes de los protestas estudiantiles de mayo/junio de 1968, continiia algunas ideas de Benjamin: cl autor dedicé su ensayo a los *jévenes rebeldes” porque lo impresioné a “coincidencia” de las propuestas benjaminianas con los contenidos de los disturbios parisinos; “ellos extrajeron la idea de la revo- lucién del continuo de la opresién, y la conectaron con Saleinge, que ella no fuera, en su ncleo, anargusr (Helmut Salinger: Swinging Benjamin Frankore/M, 1973, 141-145 y 116) Para Habermas, en 1972, actuaidad de sa concept d revolucién: "La hermenéatia comservador dor revo cionara de Benjamin’ segin 4, podria ser un indicada en el pro: de cambio de a “concepcién de la revoluciin como proceso de formacién de una nueva subjeivdad’, tl como es necesaria sj ctcunstancsshisdrieas que obstaculizan la idea dela revo- incién y que sugieren a expectativa de procesoe de cambio de alent’. Jurgen Habermas: Bewaimachende oder rettende Kritik = die Abzslitat Walter Benjamins. Ins ~t Zar Aktualice Waler Benjamins, Edita por Sieglid Unseld. Frankfrt/M. 1972, 220), Marcuse, 24-27 104s ERDMUT WIZISLA su verdadera dimensién, la de Is liberacién’.® La contra rernizacion entre ebriedad y revolucién, pretendida por Benjamin, estd evocada por la observacién de Marcuse acerca de que las inscripciones en las paredes de la “rebe- lin de mayo en Francia” unian a “Karl Marx y a André Breton; la consigna Uimagination au powooir se adecuaba bien con les comités (coviets) partout”*' De cara las socie- dades opulentas, que Marcuse llama “obscenas” él des cribe la situacién aporética bésica a a cual se ve enfrenta- da coda revolucién: “Este es el circulo vicioso: la ruprura con el continuo conservador de las necesidades que avan- 2a automiticamente tiene que anteceder a la revolucién, que deberia desembocar en una sociedad libre; pero una ruptara asi solo puede ser vislumbrada en el transcurso de una revolucién”™® Atin més inmediata, de ser posible, que en el debate politico-filoséfico fue la influencia que ¢jercié Benjamin sobre la concientizacién politica de los escritores; parti- cularmente en [a lirica se encuentran alusiones directas a su idea de revolucién. El poema de Volker Braun Js¢ os su frth, Ist es au spit (Fir Thomas Mintzer) (Bs de- masiado temprano? Es demasiado tarde? (Para Thomas Miintzer)|* recuerda, inspirado por la docta spes de Bloch, la dialéctica del tiempo de las anotaciones de los Pasajes. De wna forma igualmente apremiante, la obra de Herbert Marcuse; Versuch ber die Beng, Feankfurt/M. 1969, 13 Ibid, 4, bid. pp. 21-28, ©Tbid, 36s. ns Volker Braun: Tang des anechton Gangs Gedichte. Halle, 1979, 39, teatro Transit Europa, de Braun, basada en Anna Seghers ‘¥publicada en los tltimos afos de la RDA, expresa dudas sobre la validez de la teoria de lucha de clases marx Ieninista: Benjamin, cuyo destino sirvié de ejemplo para muchos rasgos del personaje del doctor, también es la fiuense para elementos de la estructura politica del texto: “Mi paraiso fue abierto por el soldado rojo, con el cual acid el camarada Callote. Es un acantilado: ahora se abre el ciclo, y la montafia de basuca de las revoluciones Hl ga hasta la entrepicrna”.® En la escena inmediatamente anterior, Braun tematiza la crisis ecolégica del mundo, retomando tambien las tesis Sobre el concepto de historia (cf. 1/2, 6985s.); son una cita criptica del pasaje sobre las locomororas: “La Tierra se pone en movimniento con sus bosques y rios, Se despedaza bajo nuestros pasos. [..] Sic transit gloria mundi. Las locomororas de la historia. Hay que activar el fieno de emergencia”. Ya en 1975 Voll Braun habia parodiado el pasaje sobre las locomotoras: “La revolucién, la bicicleta de a historia’, dijo el padee: ya que todavia no tenia auto”. * Volker Braun: Transit Fuopa. In: mene deasicheltratur 35 Volker Braun: Unoollendete Geschichte. In: Sinn und Farm (1975), 972. ~ El poem de Volk ocer Das Ausbletben des Fruehrite (La batalla sobre el hielo ola ausenciadelprogrso] tambien jucga con las tesissobrelahistoria de Benjatnin: “Die Kaastrophen, die ausbeiben / Sind der Fortschret, / Den wir eewarten / An der Haltestlle/ Der Geschichte” [Las Braun Die Schacht auf dem Eis catistofes que no suceden / son el progreso / que esperamos / en Inestacién deren / de a hiscosia}. Volker Braun: Teen cic Folge. Vol 6, Halle Leipzig, 1991.78, 1050 ERDMUT WIZISLA El poema Ungleichseitigheiten (No contemporanei dades} (1991), de Peter movimientos sociales, cexcana intelectualmente y, asimis- imo, secundaria: los versos de Zahl remiten a la auroobtu- racién de los asi llamados primer y segundo mundo frente al asi llamado tercer mundo. Las tensiones no se pueden Paul Zahl, es una revisién de los describir con la idea tradicional de las revoluciones. Zahl pregunta: “Ahora, cudl revolucién es la locomorora / de Ia historia mundial (segin Marx) / y cual / la maniobra del freno de emergencia (segin Benjamin) / 0 ambas En su ensayo Blindflug [Vuelo a ciegas], Friedrich Dieckmann analiza en 1990 las metéforas benjaminianas de la revolucién frente ala caida dela RDA. A partir desu renuncia a una formulacién ~"La catastrofe es el progreso, el progreso es la catéstrofe” (1/3, 1244)— en la iltima ver sién de las tesis Sobre el concepto de historia, Dieckmann, deduce que Benjamin “tenia en claro que dl, en tina época de triunfo de la conerarrevolucién, habla descrito el con- cepto contrarrevolucionario de historia”. En la imagen del angel de la historia (cesis IX), que no conoce ningin faruro, Dieckmann ve “la cifta mis convincense pata el fracaso de la revolucién proletaria’ © Peter Paul Zahl: Unglecheitghitn, In: Aber ein Sturm webs vom Paradise er Teste 2u Walter Brjamin.Eltado por Michael Opitey Erdewoe Wizisla. Leiprig 1992, 63-78, gu, 69. Dieckmann, 58 Thi, 59. En cambio, Herbert Mateus, imposibilidad que el Sngel tiene de detenerse como quintaesenci inverpreta en 19642 dd a esperanza en a “lucha conta el continuo de lo existente” La anplcud de a imagen benjainiana es problema. REVOLUCION 1051 Elanilisis de Heiner Mille sobre las revoluciones pro- lecarias ¢s una recuperacién ereativa del concepto benja miniano de revolucién. Las imagenes de convulsién de Miller deseriben una huella de sangre del pasado parecida alos “documentos de barbarie” y alas ruinas catastréficas de las tesis. Para Miller, las oposiciones que insisten en la revoluciones son Norte y Sur, blanco y negro. Es el tie mo del progreso social lo que lo anima a indagar: en una entrevista sobre Benjamin en 1990, Milller dijo “que te- nemos o teniamos un concepto de revolucién totalmen te equivocado. La idea fue siempre que las revoluciones son factores de aceleracién. Pero eso es asi solamente en Ia superficie. En las revoluciones europeas, el verdadero impulso siempre fue el intento de detener el tiempo, de feenar la historia’ Mill la capacidad de desarrollar cifras politicas para perspecti- como Volker Braun, se acerca a Benjamin en 2s sobre la filosofia de la historia, Como continuacién de la famosa tesis IX del “angel de la historia", Miller fija Olivier Orcolanis Georg Bichner: Die Vereigerung des Uberblicks (Gesprich mie Heiner Miller] Ww: Kalefell. Theater der Zeit. Edicin especial: Heiner Miller. Belin 1996, 69.76, aqui 70. De forma parccid, en una conversacién con Alexander Kluge, 1990: “Fs posible considerar ahora lo que dessparecd es dese fa Cortina de Hierro, todo lo que represenea exo, muro, como insceumentos pra desacelerar un proceso histrico. Y Stalin fe el im freno } Hitler el gran acelerador” (Alexander Kluge / Heiner Miler: ch schulde der Wels einen Tote’. Gespriche, Hamburgo 1995, 63s). La concepcisn benjaminiana de la historia como suctsin de caisrofesresuena también en el comentario de Miller: "Cada revolucin o cada progreso estan solo una disrbucién de volen- cat (Alexander Kluge / Heiner Miller: ch bin in Landoermesser Gesprche, Nueva sete. Hamburgo 1996, 36). 1052 ERDMUT su Angel desdichado; en lugae dela tempestad que sopla ;ece la espera de la historia en la petri eel paraiso, ficacién. A la imagen de las “locomotoras de la h ‘ren blindado” para hablar Miller enfrenta la metéfora de la revolucidn, y de este modo remite, a diferencia del tren blindado de Trotski, ala lentitud del progreso social ya la agresividad, la pesadez y la clausura inaccesible, mi- licarmente defendida, en especial, de la revolucién prole también més alli del Viejo ia” El estancamiento rei Mundo. En la obra teatral soby la revolucién Lat misién, de Miiller, dos nifios en Perit hacen trabajos de bricolaje a partir de una cruza de maquina de vapor y locomoto 13”. "Yo, europeo", sigue el monélogo del empleado, “veo ue su empefio est perdido: este vehiculo a prime: rho se movers’. Al ser interrogado sobre a actualidad de Heiner Miller; Die Wnde Woyesh in ~: Shae 2, Berlin 1994, 261. Aqui solos: puede hacer referen Bichnerpreis en 1985, “Tien blindado de mola (i). Lacompa do que hade con al preci scurso ~saturado de meeiforas- en ‘casi de a encrega del laevolucidn, cistalzado ‘muro de concencin anrifasit”y el ren bind ddcie ala victoria del socalismo muestra el salto morale de tod los valores comunisas. La imagen del wen blindado mare ambi cl texto de Volker Braun Material VI: Der Eizenwagen [Material Vill: el coche blindado}"Lalacomocora dela historia, mis seiores crabajadoresy campesinos Pero era un tren bindado Sus armas de sro, Nosottos adener: aprisionados, culos, guarecidos. Foxa sasnima, fea” (Volke Braun: Langiamer, knrschender Morgen Getic. alle /Le ‘lta: 51) Aloe pasjeros del tren blindado se les escapa lo familiar: equines son los e «sts son libertadoresw opresores? "No era el siglo adecuado para dlscuir sobre est" (id). Heiner Miller: Der ung Erinnerung an eine Reo Hersh. Belin 1983, 62 tion. 1053, genes de las locomotoras de la historia y de los fre- nos de emergencia, el dramacurgo di 1991:"Enere Marxy -njamin se encuentra el acelera miento del desarrollo tecnolégico. Usted conoce la foto de la locomorora que sale de la estacién en la direccién equivocada,a través de la pared, Este es uno de los aspec tos infernales de la Modernidad”* Miller serefiere aun hecho real: el 26 de octubre 1895, un tren irrumpié en plena calle atravesando el edificio de Ia estacién de Montparnasse. Esta imagen hace estallar la mecifora de Benja d nin, Ya es tarde para empleat el freno emergencia. Desde el principio, el tren -la revolucién— avanzé en la direccién equivocada, se precipitéy se detu de que hubiera comenzado el viaje. La causa revolucionaria no podrfa haber sido I neta més desfavorable Apariciones del concepto 435, 441, 473, (=435), 481 (=441), 492, 514, 516, 527s.,658, 701-703; 1/3, 1024-1027, 1032, 1036, 1038, 1153, 1231s, 1236 124s, 1251 (=1/2, 703); 11/1, 75, 184, 190, 194s,, 295, 299s, 304, 307-309; 11/3, 1021, 1024-1027, 1031s., 1034-1040, 1080, 1093, 1194, 1393; * Heiner Malle Benjamin wihiig af, Ab cen Ape bet wd Erde q (noea apie de 054 ERDMUT WIZISLA IIL, 25, 62, 68, 74, 105, 107, 110, 162, 168s 242, 280s, 351,485, 1V/1,337, 339,435, 488, 490, IV/2, 929, 1096; V/1, 46,52, 58, 748, IIs, 120, 134, 158, 169, 219, 428, 469, 494, 531, 592s., 602s., 650; V/2, 676, 51, 754, 777, 797, 801, 820, 852, 885, 888s, 949s, 952, 1000 (=V/1, 111), 1026 (=676) 1032, 1054 (=V/I, 111), I 1211, 1215, 1219, 1236 (=V/1, 58). 1248s. (=V/1, 58) VI,63 91s, 178, 310, 338,359, 367s, 434,438, 523,781 Vil/1, 165, 173, 282, 350 VIL/2, 6655s Br 1,351, 443; Br 2, 530s, 537, 741,798, 820: CET/, 246; 11/1, 30051V/1, 593, 595: Bibliografia Karl-Heinz Bohrer: Zeit der Revolution ~ Revolution der Zeit. x: Merkuer 43 (1989), 13-28. Friedrich Dieckmann: Blindflug. In: Aber ein Stacrm webt vom Paradiese her. Texte zu Walter Benjamin. Ed. por Michael Opitz y Exdmuc Wizisla. Leipzig 1992, 54-59. Wolfgang Fietkau: A le recherche de la révolution per: due. V diagnostic social. In: Walter Benjamin et Pai international, Ed. por Heinz Wismann, Paris 1986, 285-332. ter Benjamin entre la théologie de | REvOLUCIC Christoph Hering: Die Rekonstruktion der Revolution. Walter Benjamins mesianischer Materialismus in den Thesen “Uber den Begriff der Geschichte” Frankkure/Berna 1983. Chryssoula Kambas: Walter Benjamin lest Geor Sorel: “Reflexions sur la violence”. In: Aber ein Sturm webt com Paradiese her. 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Ademés, este curn- sas epistemolégicas y ple cierto papel en una serie de anotaciones fragmentarias que lo rodean, en las que se reflexiona sobre él sin defi- luyentemente. El concepto parece, sin embar adccuado para caracterizar Ia forma de represen Hloncanat Valencia. 1970, 8 El eérmino alemn Rertng significa tanto “sl dos profano, uso dela palabra cn este articulo (yen Benjsmin)abares como "resate’ ens sentido literal y ambos signiicados(n del tad)

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