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Anibal, y los enemigos de Roma * Peter Connolly Este libro esté dedicado a. H, Russell Robinson, M. A., F. 8. A., de las Nuevas Armerias, Torre de Londres, fallecido el 16 de enero de 1978, como agradecimiento por su aliento y ayuda para la presente coleccién, Fl autor desea dar las gracias a las siguientes personas por sus consejos: Profesor Howard H. Scullard. Doctor Graham Ritchie. Doctor Brian Dobson, de la Universidad de Durham. Doctor Henry Hurst, de la expedicién britdnica a Cartago. Doctor Ulrich Schaaff, del Museo Central Romano-Germédnico, Maguncia, Alemania Doctor Ian Stead, del Museo Briténico. Al Departamento Griego y Romano del Museo Britdnico. ES PROPIEDAD Version espafola: © Espasa-Calpe, S. A. Madrid, 1981 Obra original: © Macdonald Educational Limited, 1978 Traduecién del inglés Eloy Requena Calvo ustraciones Peter Connolly Impreso en Espaia Printed in Spain Depésito legal: M. 10.900-1981 ISBN 84259-58221 ‘Talleres gréficos de Ia Editorial Espasa-Calpe, S. A Carretera de Irn, km. 12,200. ‘Madrid.-34 ESPASA-CALPE, S. A. MADRID, 1981 > eB ° q q ° Co =] 3 2 ® Ay El afio 218 a. C,, Anibal Barca, joven general cartaginés, condujo un ejército desde el Sur de Espafia, a traves de los, Pirineos, Francia y los Alpes, hasta el norte de Italia. Este épico viaje por paises hostiles ha suscitado desde entonces, la fantasia de todos. :Por qué lo hizo Anibal? Durante los cien afios precedentes, Roma se habia aduefiado de Italia; tras conquistar a los etruscos, sam, nitas y celtas, habia arrojado a los cartagineses de Sicilia occidental, después de que éstos dominaran el lugar durante siglos. Elsuerio de Antbal era levantar las banderas de le rebe- lign en Italia y unir a todos los enemigos de Roma. Con un veterano ejército de mercenarios reclutados en Espaiia irrumpié en le Italia septentrional, y casi consiguié su pro: pésito: en tres fulminantes victorias dio muerte a mas de 100.000 soldados romanos. Tras su derrota, todo el Medi terréneo quedé al fin en poder de Roma. La primera parte de este libro trata de la lucha por el dominio de la Italia central durante los siglos vt va. C.En ella se examinan los sistemas militares, las armaduras y armas de los etruscos, samnitas y otros pueblos de la Peninsula. Asimismo, se traza el desarrollo del sistema militar romano, primero cuando Roma era sélo una ciudad de la frontera, y luego cuando formaba parte de la Liga latina. El relato de esta parte termina a mediados del siglo Vv a. C., cuando Roma era ya cabeza de la Liga latina y su historia y la de Ttalia corrian por la misma senda La segunda parte trata de los cartagineses y sus aliades. En ella se examinan la armada cartaginesa, sus barcos y sus puertos, Se analizan asimismo el ej6rcito, los generales y las tacticas revolucionarias de Anibal, probablemente el més grande de todos los tacticos militares, y se estudian, las tropas mercenarias cartaginesas: niimidas, espaficles, y celtas. Finalmente, se dedica una importante parte del Libro a los celtas, orgullosos guerreros que acaso fueron los enemigos més enconados y persistentes de Roma: durante 500 afios la combatieron en Italia, Francia e Inglaterra, hasta que su casta guerrera qued6 virtualmente extermi nada, Anibal y los enemigos de Roma INDICE 8 Los etruscos y los samnitas 44 Fl ejército de Anibal: los elefantes 10 La era de Romulo 46 El paso de los Alpes 12. La armadura en la era de Rémulo 14 Organizacién militar etrusca 48 Los celtas 16 Armadura y armas etruscas 50 Guerreros del Norte 18 Aliados y enemigos: los pueblos de las co 52. Fuertes celtas construidas sobre colinas ws 54 Carros celtas 20. Aliados y enemigos: los pueblos del Norte 56 Caballeria, trompetas y estandartes 22 Los samnitas (450-250 a. C.) 58 Espadas y lanzas 24 Armadura y armas samnitas 60 Generales y técticas 26 Campanios, lucanos y apulios 62 Yelmos celtas 28 Los iiltimos etruscos 64 Armadura celta 30 Ciudades fortificadas 66 El escudo celta 32 Bl ejército latinorromano hacia 340 a. C. 68 Las legiones de Cannas 34 Los cartagineses 70 Cannas 36 Cartago y sus puertos 72 Entrada triunfal de Anibal en Capua 38 La armada cartaginesa — — 40 El ejército de Anibal: los africanos 74 Glosario 42 Bl ejército de Antbal: tos esparoles 76 indice alfabético Los etruscos y los samnitas Durante el siglo V1 a. C, los etruscos fundaron en Ttalia un formidable imperio, que se extendia desde el valle del Po, enel Norte, hasta la Campania, en el Sur. Este pueblo mis. terioso se hunde en las brumas de la prehistoria. Por des: gracia, s6lo tenemos noticias de él por sus enemigos griegos y romanos. Su escritura no ha sido atin completa mente descifrada, ‘A finales del siglo vi, sin embargo, los etruscos fueron expulsados tras una rebelién de los latinos. Roma, que bajo aquellos habia sido precisamente el centro del poder etrusco en el Lacio, se vio obligada a luchar por su supervi- vencia, Durante los dos siglos siguientes, desbancé a todos sus rivales hasta que, tras vencer a latinos, etruscos y sam- nitas, se aduefié de la Italia central. Nuestra principal fuente de conocimientos sobre este periodo es el romano Tito Livio, excelente escritor pero mal historiador. aristécrata y patriota, en su obra imputa muchos de los exrores de Roma a las clases inferiores, que por entonces luchaban por su reconocimiento. Por otra arte, encubre sistematicamente cuanto es desfavorable para Roma, usa sin rigor términos que pertenecen a perfodos posteriores y, lo que es peor, con frecuencia cita hechos que hemos de reconocer como falsos. ‘También Dionisio de Halicarnaso nos ha dejado un relato muy completo de la primitiva historia de Roma, ‘Aunque nos transmite, en gran medida, las mismas leyendas que Livio, parece algo més fiable en cuestiones militares. Por desgracia, su historia se ha perdido en su mayor parte a partir del comienzo del siglo Va. C. Para el periodo que va de 475 a 265 a. C., estamos casi entera- mente a merced de Tito Livio. Por fortuna, los testimonios arqueologicos son excelentes y nos ayudan a trazar un cuadro més claro de esta época. Lars Porsene, rey etrusco de Clusio (Chius). manda sus tropas en el ‘atague 2 Rome, que se fevanta af otro lado de! Tiber Los etruscos van “armados con escudes redondas ce hoplta. Los demas son mercenorios Y aliados suyos, de Ja Italie central y septentriana. La armadura en la era de Rémulo La llegada de los etruscos Al norte del Tiber florecié la civilizacién de Villanova, con, tuna poderosa clase dominante que gobernaba las aldeas agrupadas en poderosas ciudades-estados. Estos domina dores fueron los etruscos. Grandes navegantes, quizé lle garon a Italia por mar desde Oriente. Pronto fundaron un imperio comercial en el Mediterraneo occidental, en dura competencia con los fenicios, que operaban desde Cartago, en la costa septentrional de Africa, y con los griegos, que habian colonizado las costas meridionales de Italia y la Sicilia oriental. Una de estas colonias era la de Cumas. al — = El guerrero en In era de Rémulo ss fundadas sobre 1 3 el siglo vita. C. erat muy similares a las de Etruria. La arma dura, que probablemente s6lo levaban algunos ricos, era de bronce batido. Cons taba de un yelmo y una coraza, que nor malmente no era més que un pequefio peto. Los escudos variaban desde los grandes que protegian el cuerpo hasta los ‘mas pequeios de tipo redondo, Tos guerreros luchaban a ple, con landas," jabalinas, espadas, dagas y hhachas. Parece que en el siglo vit no se usaban carros, aunque el famoso carro de Ja tumba Regolini-Galassi, de Caere, ‘muestra que ya existian un siglo més tarde, El combate, probablemente, se libraba con les tropas formadas en’ una especie de falange, organizada quizé en cconturias Espadas Las espadas eran largas y de corte, bien cortas y de punta, como las usadas en Europa central. La mas comin era la fespada do ante 31, Se. hak aunque hierro. Habla también espadas de corte con la hoja ligeramente curva, a manera de sables (3). En otras, la hoja, fascicul tera a la vez de corte y de punta (1), mi tras que las de un tercer grupo, de punta se utllizaban solamente para claver Jongitud de la hoja variaba entre 33 y 5! Dagas Las dagas eran principalmente de los tipos 8 y 9, la mayoria de bronce, aunque se than encontrado algunas de hierro, como 8 La hoja era unas veces triangular (9) y otras fascicular. La daga mas comin era Grupo de guerrero de! siglo Vill, pertene cientes 2 la cultura de Villanova, Este es ef hel de ocmechrs Gon’ ads) Rover Ntaate Solamente los mas rices dlsponian de yee y de hoja recta curvada hacia le punta Targa y estrecha. La longitud de In hoja oscilaba entre 25 y 41 centimetros. La fempufadura era_de madera, hueso e incluso piedra, nunca de bronce. este de Népoles, cuya actividad afect6 al comercio de los etruscos con Oriente hasta el punto de dar lugar a una enconada contienda entre los dos pueblos. Hacia 616 a. C., los etruscos cruzaron el Tiber, se apo- deraron de las aldeas romanes y se abrieron camino hacia el Sur a través del Lacio. Sus ejércitos, presionando sin cesar, penetraron en Campania, dejando a un lado Cumas. Se apoderaron de varias ciudades de la costa, como Pom- peya y Sorrento, y fundaron una gran colonia militar en Capua, al sur del Volturno. spades de bronce con antenss 1. De Ferme, cerca de Ancona. 2. Espada con vaina de bronce, de Fermo. 3. Sable, de Bolonis. 4, 6 y 7. Conteras de voina. 4 De Tern 875 kilémetros a norte de Roms. 6. De Eee, norte de Nall, 7. De Bolonis. &, Piezas de ima vaina de madera con ligaduras de Dbronee, de Targuinia, en Evura. Escala 1:5. ages, lantas y pales do hache 8. Dago de hierro con vaina de bronce, de Veves. 9, 98. Dage de bronce con vaina, de Tarauinia, 10, Punta de lonza de bronce y liga dura de atombre, de Veves, 11, 12. Punta y Contera de lone, de bronce. de Torquina. 13. Punta de lenzo gigante de bronce, de Tar. ‘quale. 14. Punta de jabalina de bronce, det Lecio. 18. Pala de hacha de bronce, de Tar- ‘uinla, Escala 9:5. Vainas La vaina de las espadas més cortas era a ‘veces de bronce (2), De las espadas largas sélo queda la contera (extremo de metal) de bronce (4, 6, 7); e resto, probable: mente, era de madera, acaso recubierta de euero, Se han encontrado fragmentos de vainas de madera unides por alambres de bronce (5). La vaina de las dagas era nor- malmente de bronce batide con una con- tera de bronce fundido, a menudo primo- rosamente cincelada. La parte superior de la vaina se hacia siempre por separado, pero han quedado pocos ejemplares, ya que solia_utilizarse un material perece- dlero: 8 es de hueso. En ella iba la correa Irahal Lanzas y jabalinas Se han encontrado en las tumbas, en su pposicién, puntas y conteras de lanzas de Dronce, que nos permiten conocer le lon: gitud de estas armas: 1,48-1,88 metros. El tamaio de las puntas varia ampliamente desde el ejemplar enorme (13), de 52 cen ‘imetros de largo, hasta el pequeno de Jabalina, La punta de la jabalina de bronce {14}, con su largo fusie delgado, es un fantecesor de la pesada jabalina romena de la etapa posterior (pilum). Las armas de bronce se moldeaban a partir de metal fundido. A las de hierro se les daba forma batiéndolas, pues no se conocfa ningin método que permitiera obtener las tempe raturas que exige le fundicién del hierro, De hecho, las armas batidas son mucho mas eficaces que las fundidas, La falange griega 1a falange griega se introdujo en Ttalia en ol siglo vira.C. Era una formacién corrada de lanceros dispuestos en una larga fila de varios en fondo, Cada soldado iba armado con un escudo redondo que le protegia a él y el lado desguarnecide del hombre situado a su izquierda. En esta formacién, el ejército entero actuaba como una sola unidad. No se necesitaban estandartes, [pues éstos s6lo se empleahan para man. tener juntas pequefias unidades indepen. dientes, las cuales de otra manera se podrian desperdigar. 1 La era de Romulo Romulo y las aldeas de Roma En las montaflas que se extienden al norte de Arezzo nacen los rios Arno y Tiber. El primero desemboca en el mar ‘Tirreno, cerca de Pisa, y el segundo, después de un tor- ‘tuoso curso a través de Jas llanuras pantanosas del Lacio septentrional, en Ostia, Entre estos dos rios se encontraba ‘Etruria, la patria de los etruscos. A unos 25 kilémetros del mar se alzan sobre las marismas, a cada lado del Tiber, pequefias colinas que forman el tinico acceso al rfo en sus trechos inferiores. En esta zona, concretamente en las colinas de la ribera meridional, surgieron en el si- 1. Yelmo crestado de! periodo de Villanove, probablemente del sur de Etna, Actualimente fen el Museo Britnieo. 2. Cabeee de una fiw rita de Bolonia, que muesira como ze lievaba el yelmo. 3. Corte del yelmo para mostrar su constuecién oraz tivo poncho, de Naree, en Etruria, Una coraza similar, de oro, se ha encontrado en fe tumba Regolin-Geiassi en Caore. 12 Yelmos El yelmo caractoristico de este period fue el dv bronco crestada Ivéase arriba, 1 versién exagerada de un tipa empleado en Europa central. Constaba de dos partes uunidas a lo largo del borde de la cresta Los hordes inferiores, anterior y posterior, festaban unidos por dos chapas rectangu lares remachadas (véase dibujo esquemé. tice, 3). Como todas las armaduras de! periodo, estaba adornado con clavos: los tres largos que aparecen delante y detrés eran puramente decorativos ¥ no ejerclan ninguna funcién. Bl modo de llevar el yyelmo puede verse claramente en la fig rilla del norte de alia (2). Ta forma mas comin de yelmo era la de gorro redondo. A veces tonta un soporte de hierro fundido para la cresta, que se ale ceaba para recibir la espiga (a). Un ejem plar de Fermo, cerca de Ancona, pres ‘un tubo de cresta hecho con una lamina de bronce (5) Armadura La armadura completa més comin era la constituida por un peto y un espaldar equeio y cuadrados, de bronce (7,8). Nos han liegado varios ejemplares, cuyo grosor varia entre 15 y 22 centimetros (véase ag. 16), La armadura ormamentada tipo poncho (6) se descubrié en Narce, Etruria: data de 700 a. C. Se han encontrado asimismo cie tres y chapas de cinturones (9, 10). 4. Yolmo en forma de gorro redondo con Soporte pare cresta, de Bronce tundide. De Corigen desconociae. Museo de Karlsruhe, Ale- ‘mania. &. Yelmo en forma de gor redondo con tubo de eresta, de bronce. De Ferme, cerca de Ancona 7 V8. Petos de bronce. 7. De Terquinis 8. Del Lacio. 9. Hebille de Bronce, de Teri, 10. Hebila de bronce toladrado, de Ali Todo en eseala 15, glo vit a, C. algunas aldeas para dominar el trafico fluvial. La més importante fue la que se alz6 sobre la colina del Palatino. Segin la leyenda, fue fundada por Rémulo, y se llamé Roma en honor suyo. El rey Romulo tomé el titulo, de Pontifex Maximus {méximo constructor de puentes), que se conservé como nombre del Sumo Sacerdote de Roma, y todavia hoy se da al Papa. En Etruria habla muchas aldeas como éstas. En ellas se desarrollé una cultura de la Alta Edad del Hierro (a la que los arquedlogos dan el nombre de Villanova), que anuncia la gran cultura etrusca de los siglos siguientes. Eseudos ceremoniales Nos han legado muchos escudos redondos, que datan de finales del periodo Villanova. Estin hechos de bronee y su anchura oscila entre 50 centimetros y 1 metro. Aunque parezca raro, no tenian Soporte de madera: el asa y las correas se fijaban directamente en el interior de la lamina. Algunos eran tan delgados que el bronce se eahuecés al construirlos Escudos similares se han encontrado en el santuario griego de Olimpia. Evidente mente, cumpllan s6lo fines ceremoniales: hhubieran sido indtiles en Ia batalla, Pero sin duda se basaban en modelos de com: bate, de los cuales no se ha encontrado ninguno Escudos de batalla {Ls escudos auténticos serian de madera 0 de mimbre, con un revestimiento de cuero crudo, De hecho, el tratado de Roma con los gabinos se consign en un escudo de madera recubierto de cuero de buy. Puede que estuvieran decorados con tachones de metal. En realidad, es posible {que todas las armaduras de este periodo se hiciosen con euero 0 mimbre rectbierto de tachones de bronce. EI seutum Es casi seguro que se us6 el escudo ove lado ‘scutum) Ivease el dibujo de pag. 10), con el asa central comin a todos los modelos anteriores la introduccion del ‘escudo de hoplita en el siglo vita. © Escudo de Villanova, de bronce, de Bisenzo, cerca de Florencia. Escola 16. 1. Parte anterior, en le que se ve ol clavo cen: trol redondo eon tres temaches arriba y abajo, para sujetar 0! 083.2. Reverso del escudo, ue Imuesira ef 98a. Los cinco accesoris col antes eran probablemente para colocer Correas, como en los escudos griagas. 2. See ign del escudo, que muestra asa rellena de ‘madera, 4. Detale del 080, 13 Organizacion militar etrusca Los reyes etruscos de Roma En Roma se establecié un gobernador militar etrusco que agrup6 las aldeas en una ciudad, como se habia hecho en Etruria, Durante los cien afos siguientes, Roma florecié bajo tres reyes etruscos y se convirtié en la principal ciudad del Lacio Los etruscos alcanzaron el apogeo de su poder cuando ‘establecieron una alianza con los cartagineses frente a su Los ejércitos etruscos Cada ciudad etrusca tenia su propio ejér cito, Aunque todas ellas estaban unidas en uuna liga, rara ver actuaban conjunta mente y éste fue su principal punto débil. {A veces se coligaban, al menos algunas, ara una expedicién; la ofensiva hacia el Sur debié de ser precisamente una de esas aventura. Sin embargo, igual que las iu Gades-estados griegas, consumian la mayor parte de sus energias en combatirse reciprocamente. En el siglo vir a. C., los etruscos adop taron el método griege de lucha y organi zaron sus ejércitos en falanges. Como des ppués los romanos, basaron gran parte de su ejército en las tropas de los pueblos que conguistaban o que mantenfan alianza con ellos En el ejército romano de este periodo podemos ver probablemente un tipico ejér ito etrusco. Bajo su primer rey etrusco ‘Tarquino Prisco, el ejército estaba dividido en tres grupos distintos: por un lado Tos etruscos, que formaban una falange. y por otro los romanos ¥ latinos, que luchaban fen su estilo propio, mas libre. 14 Las reformas de Servio Tullo Servio Tullo, el segundo rey etrusco, intentd integrar a la poblacién organi zando el ejéreito segin la riqueza, y no ‘segin la raza, Dividid toda la poblacién en sels clases. La primera, la més rica, la integré en 80 unidades (centurias) Es cast seguro que los etruscos constitufan Ia mayor parte de ella, La segunda clase Ia Integraban 20 centurias, y lo mismo las clases tercera y cuarte, Sus componentes eran lanceros. La quinta clase Ia inte agraban 30 centurias de honderos. La sexta elase, formada por los menesterosos, no reolizaba tareas militares (Cuando habia necesidad de reclutar un ejercito, cada una de estas centurias apor: taba la proporcién de hombres precisa para el total; por ejemplo, si se neces taban 10.000 hombres, cada. centuria aportaba unos 60 hombres. Formaban parte del ejgrcito, asimismo, dos centurias Ge trompeteras, y otras dos de armeros e ingenieros (fabri). Por lo demés, estaba dividido en dos bloques, de acuerdo con la edad. Los veteranos servian en la defensa de la patria, y los jovenes salian en cam pati Guoraros con escudos redondos, ovalados y rectangulares de Ja sitla de Certsa, ‘epresentaciones primitives del scutum. 1. De Vetulonia. 2. De Este. 3. Un tachon rematede por rebsbe, de Melpasso. ‘comin enemigo, los griegos, a los cuales arrojaron de su colonia de Italia, en Corcega, después de una batalla naval reflida en 535 a. C Pero aquellos dias de gloria tocaban a su fin. Aunque hhabian aislado a Cumas en su avance hacia el Sur por Campania, los etruscos no consiguieron que la ciudad griega se rindiera. De hecho, en 524 a. C. sufrieron una seria derrota en tierra a manos de los cumanos. Catorce aiios después, probablemente incitados por éstos, se rebe- Jaron los latinos, y Roma expuls6 a su rey etrusco, Tar- quino el Soberbio. Fue el desastre, pues los romanos impi- dieron luego @ los etruscos cruzar el rio ‘Tarquino huyé a Toscana y desde alli urdié su vuelta al poder. Pidio a las ciudades etruscas cercanas a Roma que Je ayudaran, Tarquinios y veyenses respondieron a la lla- mada y el destronado monarca marché sobre Roma. Los latinos salieron a su encuentro. La batalla qued6 indecisa, pero el hecho mismo de haber sobrevivido fue suficiente ara que los romanos lo celebraran como un triunfo. Lars Porsena, rey de Clusio (Chiusi), advirtiendo que el ‘control de Roma era esencial, entré entoncesen la lid. Des- pués de reclutar un gran ejército de etruscos, aliados y ‘mercenarios, lanzé un ataque relampago hacia el Sur contra Roma, confiando en tomar la ciudad por sorpresa ‘Armamento {Los soldades de la falange iban armados al estilo griego, con escudo redondo, coraza do bronce, grebas, yelmo, lanza y espada, 1a falange estaba apoyada por tres lineas do tropas, armadas al estilo italiano con tun escudo grande. La primera linea, de la segunda clase, llovaba lanza, esp yolmo y grebas; la linea siguiente tonia s6lo lanza, espada y yelmo; la titima por taba una ianza y jabalina, pero no arma dura, Después de los otruscos A sor expulsados “de. Roma os reyes sie pace spire gh an parte Hicara la notable reducldn de Inc Gnd militar de lo cudad, Livio sosene ae sii nde ied redonda Sntrodcién de a page a finales Gal sigo Fores peeble qe fuer sben donno desde antes, evando Roma se vio Shlgade a unirse a a Liga latina y ate herse-a st organizacion militar Oe TS OE SN Che ff SSS oe I oscudo italiano Livio llama scutum al escudo usado por las clases segunda a cuarta. Este era el hombre que se daba al gran escudo ova lado que usaban los legionarios al final de la Repiblica. En cambio, Dionisio y Dio doro lo describen como xrectangulary. Aqut ha de venir la arqueologia en nuestra ayuda. ¥ ésta nos habla de un descubri ‘miento hecho en Bolonia, ciudad etrusea fronteriza con una situacién cast idéntica ‘la de Roma, pero en el Norte: la llamada situla de Certosa, un cubo de bronce de 500 a. C. con unas figurillas de guerreros talladas en el metal, Estas Sigarllas llevan tseudos redondos de hoplitas, escudos ovalados y escudos rectangulares. 2s propuble que este escudo rectangular fuera una simple variante del scutum ove. lado, que, desde luogo, si existia en Italia central en aquel periodo. La escultura de Etruria del siglo vit y el tachén de bronce procedente de las tierras altas del centro Ivéase a la igqulerda) prueban que el sculwm ovalado tradicional con tachén lerminado en rebaba se usaba tambien desde los tiempos primitives Close 1” Guerrero con ewer, de (a Italo septenvionsl £) ejrcto de campata errusco-romano cons- taba de 40 centurias de hopitas, 10 centurias de lonceros con armemento medieno y 10 Tigeramente armadas, 10 centuries de topes de descubierto y 16 centurias de honderos. €1 {tamaro de las centurias depend del volumen de electives que se necesitaban 15 Armadura y armas etruscas {Los etruscos adoptaron en el siglo vita. C. las técticas y armadura de Ja falange friega. Aunque estaban muy difundidos fos yelmos y corazas griegos, los tipos ita lianos ‘conservaron su popularidad, La escultura reproducida arriba y la pintu ra de una tumba de Chiusi (abajo, a le derecha} muestran guerreros con atuendos totalmente griego. El unico indicia del origen italiano de la figura de Chiusi son Jas plumas del yelmo. El grupo que se ve abajo, aparecido en una. sepultura ‘muestra un equipo tipicamente mixto- escudo griego, yelmo italiano y grebas gre. Armadura [A pesar del amplio uso de Ia coraza griega ‘se han encontrado numerosos ejemplares Ge petos circulares, Resulta dificil Gatarlos, pues no estamos soguros de onde han sido hallados. Con todo, parece Armadura y armas tipicamente etruscas. La ‘madura se ha reconstruido sobre (a base de tuna panopta heterogénea hallada en te tumba {tel guerrero de Vall, hacia 526 2.€. Consta ‘te eseudo griego, como ef do los hoplias fgrebes grecoetuscas y yelmo italiano. comprobado que el uso de este tipo de farmadura estaba bastante difundido; se hhan encontrado ejemplares en Espaa y en Europa central, Incluso se reproducen en baiorrelieves asirios. Yelmos EE] yelmo mas comin en este period fue et do tipo Negau (a la derecha, 2), ast Ha mado por Ia aldea yugosiava en que se ha hhallado en gran niimero, EI modelo mas antiguo es el de la ‘quierda (hacia 525 a. C.. Siguié usdn dose inalterado a lo largo del siglo 1v y- pposiblemente, del a. C. Tiene un aro liso, con orificios de fijacion en el interior del ‘canto; éste tenia un revestimionto que mantenia el yelmo en pesicién “Aunque este tipa de yelmo normalmente erminaba en une cresta que segula el reborde desde el frente 2 1a parte poste rior, se han encontrado varios ejemplos con’ apoyos para una cresta.trasversal (wease derecha, 2). Este tipo de cresta lo evaban los centuriones romanos. Quizé puede verse aqui un indicio del origen ‘etrusco del famoso centurionazgo romano, Grebas ‘Se han encontrado en Italia varias grebas ‘de estilo griego. La més comGn se basaba fen_un modelo griego del siglo vi (5-7, arriba; no tenia comba para las rodillas, Fasgo comin de los modelos griegos, La greba se usé mientras estuvo on uso ol Yyelmo Negau, y es frecuente hallarla al lado de éste. ‘Las guardas para muslos, tobillos y pios que se usaron en Grecia en el siglo vi, 52 utlizeron en Etruria durante bastante tiempo después. Habia también guardas de brazos. Escultura ce guerreros eruscos de. Fler Vetoras. Leven una panoplia griega complet: velmo, grebes, guardes para musias y coraza fe Hens. Yeimos de tumbas etrscas: 1. Tipo griego ccnleiticos 2. Tipo taiano de Noga. 3. Inte ‘ior def reborde de (2) an 0! que se aprecion os onfiios pore tar un revestimiont aa + . \ ge 1. Pintura de un guerero can yelmo griego ¥ peta atrusea redando, te Ceri 23. Anverso Y reverso de peto tedondo. 3a. Reverso te 4. Guerero con panoplis grioga compote, ‘pero con plumias wel yale, af esti aan, De Chis! lus) 5.6 v 7. Parte lateral. frontal y posterior de lina graba etrusea ela tumba del guerra de Vulet Este modelo permanecd inaterada dturanta mas de 200 aos I escudo En ol siglo vii se habla generalizado en Etruria ol escudo de hoplia, Hay aslimisma representaciones esporadicas del escuda ovalaco (el antepasado del scutum romana ¥ del escudo celta) 'véase pag. 15), que fe probablomente cl eseudo originari de los Stalianos, pero que los etrusens no usaron realmente nunca. El ejemplar de Vetulonie (ease pig. 141 procede, al parecer. del perfode anterior al dominio etrusco de Ta zona, ELLachén de un escudo rematado Febaba, de este tipo (véase también Dah hha 14), proviene de cerca de Gualdo adi, allende la frontera oriental de Btruria Arma Durante este periodo los etruscos adop taron la espada griega (wéuse 3 en el cua ro). La espada curvada 19, derechal estuve muy extendida en Grecia y Espaia fen los siglos vi ut: al parecer, era origi paria de Etruria, donde se han encontrado tjemplares que se remontan al siglo vit El sable de bronce de Este, en et norte de Talia (8), podeia ser precursor suyo 9 ales tiqua su orgen italiano, las armas etruscas y grieyas primitivas fran espadas largas de Un flo: las mace Aonias y espafolas posteriores (10) eran de corte y de punta. En Furia se han encon trado asimismo varias puntas de lari, El tipo largo Villanova se us6 todavia durante ‘este periodo. En un sepulero del siglo ven Vlei, se ha hallado una ponte piramidal e jabalina larga (plu? 16) Armas etrusces 1. Punta de lanza. 2. Punte de jaba- lina. 3. Modelo giiego de espade de aAlalia etusce, en Corcega. y 5. Empunadura y contera de vaine de spades. similares. 6. Plum. 7. Hebila tiea. 8, 9, 10. Evolucion de to espada curvada. 8. taliana primitive oronce). 8. Etrusca. 10. Esparo, 17 Aliados y enemigos: los pueblos de las colinas Horacio y el puente Los romanos eran conscientes de que el ataque habia de producirse, y realizaron preparativos desesperados. Cons- ‘truyeron un fuerte en el Janiculo, una colina que se alzaba en el lado etrusco del rio, que dominaba el acceso al puente, y se armaron, dispuestos a vencer 0 a morir. Mas, a pesar de sus preparativos, fueron tomados por sorpresa. Después de ocupar por asalto el Janfculo, los etruscos avanzaron hacia el puente. Livio cuenta que Horacio y dos compafieros suyos, que irénicamente llevan nombres etruscos, resistieron con coraje mientras sus compafieros hundfan el puente. No obstante, hay historia- Et guerrero de Capestrano, con peto de disco yy expad El yelmo, con amplis ola, probable- Imente este bastante exogerade. Abajo: Lo AS achkivon fspaldo de fa misma figura. de las colinas ‘A principios dol siglo v, Roma entré en con. tacto violento con los pueblos de las colinas de la Walia central: los ecuos, hér hicos y volscos, tribus que, con los sam nitas y sabinos, ocupaban los Apeninos, cadena montafiosa que corre de norte a sur de la peninsula. as excavaciones de Alfedena, en Ia Guerrero las colina. EI tipo de armadura y las armas pudiaren ser os que usaban fos her bicos, ecuos y volecos. Leva dos lantas 9770 Jadizas una aspada de tipo griego. 1 y 2 ‘muestran ol anversoy reverso de un peta y un ‘spaldar de Altedena. Escala 1:8. 3. Recons truceion de una corasa de dos piezas con en ‘anche 18 frontera septentrional de Samnio, y de Campovalano di Campli, cerca de Teramo, hhan permitido rescatar una gran riqueza de armas y armaduras, Comparando estos hhallazgos con una famosa estatua encon trada en Capestrano, a unos 30 kilometros al este de L'Aquila, nos es posible trazar tun cuadro exacto de un guerrero de los pueblos de las colinas. dores romanos que admiten que los etruscos reconquis taron Roma Lo cierto es que el ejército etrusco penetré en el Lacio y avanz6 sobre Ariccia, el centro de la resistencia latina. Entretanto, los griegos se ponfan en marcha desde Gumas hacia el Norte para salir a su encuentro. Sorprendidos entre éstos y los latinos, las etruscos quedaron destrozados y Lars Porsena se vio obligado a huir a su pais. Cortado el camino por tierra, los etruscos se vieron for zados a mantener contacto con sus colonias por mar. En 474 a. C. fueron derrotados por los griegos en una batalla naval frente a Cumas, y las ciudades de Campania que- daron aisladas. Pero la suerte jug6 a todos una mala pasada; sélo 50 afios después, tanto la Capua etrusca como la Cumas sriega fueron conquistadas por los samnitas. Entretanto, Roma, que habia sometido al Lacio bajo sus reyes etruscos, intentaba desesperadamente mantener su posicién, Por fin, se vio forzada a firmar un tratado de alianza con las demas ciudades latinas en condiciones de igualdad. Los 80 afios siguientes los pas6 luchando para defender su existencia frente a los pueblos de las colinas orientales, los ecuos, hérnicos y volscos, que se habfan visto obligados a bajar a los lanos del Lacio a causa de la expansién de los samnitas. EI peto El guerrero de Capestrano (iaquierda, 4, 5) Neva un peto y un espaldar redondos que se mantienen en sw sitio por un feje de ‘metal con enganche que pasa por encima del hombro derecho, Dos tiras de tela 0 euero pasan por debajo de los brazos y sujetan las dos piczas en su sitio, sobre el corazén. abundan los hallazgos de estas plezas (igquierda, 1, 2), muy relacionadas con los petos etruscos, ya que no s6lo se conocen los ejemplares de Alfedena y Campovalano, sino otros de lugares tan tes como Caserta, en Campania, y la fiudad exrusca de Alalia, en Céreega. Las iezas son de bronce con un soporte de hierro. El fleje de enganche es también de bronce con refuerz0 de hierro. r 9” 2 ps fe iH Se han encontrado miiches yelmos de ala ancha, pero ninguno tan ancho como el el guerrero de Capestrano, Un ejemplar el Vaticano, de origen desconocido, pudiera ser también del tipo indicado (véase pag. 20, 3) Conservamos asimismo ejemplares de grobas, guardanucas y guardas para el fntebraza y el brazo (abajo, 2-5). Armas 4, 8. Puntas de jabslina, 2-7. Puntas de lanza. 9-11. Conteras de lanza, 12. Cabeora de maca. 13, 14. Daga y vaina de hioro. 140, Reconstruecion de 9 cadena de /o doga. 15. Cuchilio con vaina. 16. Contera de vaina. 17, 18. Espada y vaing de hiorro. 1 16. Son de Compovotano ai Campi. 17, 18 ‘Son de Alfedena. Todo en escale 1 10. 5 1. Peto omamentado, encontrado cores do Ancona. 2. Grebe. 2. Guardacuello. 4. Guards (tel antebrazo. 8. Guarda de) bravo. 2. De Campovalano, 3, 4, 5. De Afedena, Armas ‘Abundan los hallazgos de espadas de tipo frego. Hay una casi idéntica a la del gue rrero de Capestrano (arriba, 17-18). ste porta ademds un pequefo cuchillo unido @ Ta espada (18). Se han hallado asimismo algunas dagas, Las guarniciones en forma de antenas de las empufladuras indican un, origen centroeurope0 (13) ‘A ambos lados del guerrero de Capes trano hay una jabalina con un lazo pars arrojarla ‘Se conocen docenas de ejemplares de puntas y conteras de lanzas y jabalinas Varian desde el tipo griego fascicular (3) hasta el de forma romboide (7), pasando por las hojas triangulares (4, 5) encon. tradas a lo largo de la costa adriatica de Malia. Se han hallado asimismo varias Janzas en su lugar correspondiente en las tumbas, de una longitud que varia entre 1 y 2.2 metros. 19 Aliados a eae A finales del siglo Via. C., 1a situacién se habia hecho im iF . sible en el Sur, y los etruscos tuvieron que buscar u y enemigos: bys tlds pel atta totale Gack sone fundaron una colonia en Bolonia, en el valle del Po, y los pueblos stilace tilts aie Sana use os caboose AaUAEPEU al ull oval ey tat al sus te del Norte tata és eta sears Hacia tiempo que los celtas de Europa central inten taban cruzar los Alpes y asentarse en el valle del Po, Esta ‘emigracién se intensificé en el curso del siglo V, a finales del cual, los etruscos se encontraban sometidos a la doble Los pueblos del Norte Durante lo siglos vi y v aC. lorecié otra cultura al sur de los Alpes. Comprendia toda el area del valle del Po y el noroeste de Yugoslavia, y correspondia a varios pueblos euya forma artisticn mas peculiar fra lo que los arquedlogos denominan situla, Las situlae eran cubos de bronce primorosamente decorados que a menudo Tepresentan guerreros y earros, Estas imé ‘genes, junto con las armas y armaduras que sé han encontrado, nos. permiten reconstruir un cuadro bastante exacto del guerrero del norte de Italia, Las situlae ecogen escudos de todas las formas y tamatios, desde el tipico redondo de los hoplitas ‘hasta los ovalados y rectang) Jares. El tachdn (lequierda, 2) es de Yupos lavia, Pertenece a un escuda completo, convexo, Escudos de este tipo pueden verse con frecuenela en el primitiv arte 1. 2. Guereros ave aparecen on situlse: 2 pod ser un celta printva, 3. Techon de tm escudo de hero de Yugoslav. 4. Cores representados en una sia de Vace, Yagos davia. as ail presion del Norte y del Sur. Roma, que gradualmente se habfa erigido en cabeza de la Liga latina, lanzé un enérgico ataque contra la ciudad etrusca de Veyes, que fue tomada en 396 a. C. Poco tiempo después, los celtas irrumpieron en Etruria, avanzaron sobre Roma, destrozaron a las legiones que se enviaron para hacerles frente y saquearon la ciudad de las colinas, Roma se recuperd, pero los dias de gloria de los etruscos habian terminado. La colonia de Bolonia siguié resistiendo algunos aitos més, pero en 350 a. C. estaba en manos, celtas, Después del revés suftido, en 361 a. C. Roma se sintié lo bastante fuerte para lanzar una doble ofensiva contra los tarquinios y los falerios, en Etruria meridional. Tres afios después iniciaba una guerra a muerte con su més impla- cable enemigo de antafio, los volscos. Quedaba una cues ti6n por resolver: ¢Quién gobernaba el Lacio, Roma o la confederacién militar de ciudades latinas, que era la Liga latina en los siglos Vv a. C.? En 340 a. C. comenzé la lucha final. Después de una guerra encarnizada que duré tres afios, Roma se adueiié dela Italia occidental y sometio a las tribus asentadas entre el Tiber y la Campania, Yelmos italianos en forma de olf, del siglo VI Yelmos El tipo predominante era el de forma de la. En su forma mas primitiva (1) era un simple casco redondo deblado en el borde. Un ejemplar similar se ha encontrado en Roma. A menudo levaba clavos rema- chados. EI modelo 2 era comin a la Talia septentrional y Yugoslavia, y esta hecho de cuatro piezas remachadas. Fl modelo 3 no era frecuente, pues s6lo se han encontrado os ejemplares. Es interesante por su ala, Ja mas ancha encontrada hasta ahora ‘aunque no tanto como la del guerrero de Capestrano. EI modelo 4 era comin en el Adridtico Norte. E15 se ha encontrado in camente en el area comprendida entre Ancona y Bari, en la costa adriatica; se conocen de é! unos diez ejemplares, todos tllos con bollones de bronce remachados al costado, rellenos de plomo y reforzados fon un disco de hierro, El tipo Negaw nag na 17) esta claramente relacionada con este grupo de yelmos. La situla de Certosa (Bolonia) presenta uun yelmo peculiar con tachones 0 discos (6a), Ejemplares de este tipo se han encon trado en Yugoslavia (6), Constan de una base de mimbre, como wn cesta. (Be! ubierta con discos de bronce. Los huecos se lenan de tachones de bronce, El timo modelo (7) no es muy comin. Todos estos yelmos se sostienen con correas en la bar. billa y no tienen carrilleras. Los modelos 1-5 tienen cresta 1. Yelmo primitivo, 2. elmo de cuatro piezas. 2m. Vista esquematiea de 2. 2b. Yelmo similar de una situla. 3 Yelmo de ale ancha. 4. Yelmo combi- ‘nado de Negau y en forma de olla. 8. Yelmo con tachones rellenos de plomo. 8a, 5b. Tachon que ‘muestra ef releno de plomo. 6. Yelmo hecho con ‘discos y tachones sobre una estructura de ‘mimore. 68. Yelmo similar, do fa situa de Cer- tsa. 6b. Capote de un yelmo de disco y tachon. 82. Fragmento de una estructura de mimbre Yeimo cénico, 7a. Yeimo eénieo de una sisi Grebas [A weces se usaban grebas; se ha encon: trado un par de ellas en el famoso gue. rrero de Ia tumba de Sesto Calende, al norte de Milén, con un yelmo de tipo 2 y el {aro de hierra de una rueda de carro. Ente ramientas semejantes se han encontrado fen torno a Ancona Armas [as situlae muestran guerreros armados con lanzas, jabalinas, espadas y hachas Se han encontrado ejemplares de todas 21 Los samnitas (450-250 a. C.) Primera sangre ‘La guerra con los volscos habia colocado frente a frente a Roma y a los samnitas, Estos tiltimos, que constituian el grupo numéricamente més importante de pobladores nativos, ocupaban las colinas centrales de la Ttalia meri dional. Roma habfa firmado un tratado con ellos en 354 a C,, para utilizar su ayuda contra su enemigo comin, Jos volscos; pero en 343 a. C., se abrieron las hostilidades, que habian de durar 50 afi. 1s samnitas, al comprobar que la guerra se les habia ‘do de pronto de las manos, perdieron interés por ella y, después de tres afios de escaramuzas indecisas, se reti- raron. Durante 16 afios, romanos y samnitas estuvieron espiéndose con desconfianza; ambos sabfan que el con- ficto habia de llegar. ‘Tenfan frontera comin en el rio Litis: los romanos ocu- paben la orilla occidental y los samnitas la oriental. En 328 a. C., aquéllos fundaron una colonia en Fregellae, en la ‘margen oriental. En respuesta, los samnitas maquinaron ‘un golpe de mano en Népoles y apartaron a la ciudad dela alianza con Roma. Esta tenia la excusa que necesitaba, y declaré la guerra. Los primeros aos se caracterizaron por escaramuzas indecisas; los samnitas no querian atacar a los romanosen el llano, ni los romanos avanzar sobre las colinas. En 321 a. C.,el Senado decidié lanzar un ataque contra el corazén del territorio samnita. A este fin, los dos con sules combinaron sus ejércitos en Calatia, en la Campania septentrional ‘Los samnitas habfan nombrado a un general de talento, Gavio Poncio. Este, sabedor de que las legiones estaban reuniéndose en Calatia, estudié el lugar idéneo para des- cargar el golpe: un estrecho desfiladero, conocido como las Horcas Caudinas, en el camino hacia las colinas. Alli cesperé con su ejército, apostado en las colinas que rodean el camino. Las conguistas snmnitas las “samnitas ocupaban 1a montafosa region central dela peninsula allan, desde lo. Sengro, al wore, hasta fant, al Sur, Esta era la zona, conoeda om Samnio, en que los omanos sot sieron las guerres con Tos. sametas, tunque el dren ceupada por las tribus flirestamente relacionadas con éstos era miveho mayor. En efecto, poco después de 500 aC, tas ol ealapso del poder etrsco tm el Sor, ies tribue sarmnites se dsemt niaron por fos lanos de Ta costa y en el Siglo siglente haben coupado Te total de Ia Italie meridional. desde. Campania hasta ta punta de Te bota italiana. La caida de Capua y de Cum: En 423 a.C. cayé en su poder la colonia etrusca de Capua, y on 421 a. C. tomaron Ja ciudad griega de Cumas, que tan impor. tante participacién abla tenido en la derrota de Lars Porsena, Conquistaron igualmente Apulia, en la costa este, En todos estos casos, se mezclaron con las poblaciones locales, dando pronto lugar & tribus independientes, Guerreros eammnitas de Ia regién costera Me: vando estandartes;reproduccion de Pesto, en Lucania. Esta pintura date probablemente de princoioe de io IV. 1a federacién samnita {os samnitas intentaron forzar a sus her ‘manos de Campania a entrar en su propia {ederacién. Fue esto, probablemente, lo que Indujo a Roma a intervenir en 343 a. C. pues semejante federacion hubiera const tuldo una grave amenaza para sus ambi clones. Las guerras samnitas a larga guerra entre Roma y los samnitas la dividen los historiadores en tres partes, conocidas respectivamente como primera, segunda y tercera guerras samnitas. El relato de Tito Livio sobre la primera de éllas es tan pobre que muchos investi dores se han inclinado a creer que no tuvo lugar en realidad. Lo cierto es que ninguna de las dos partes consiguié vencer. Aunque el testimonio histérico es mediocre, el arqueolégico es excelente, y nos ayuds reconstruir una buena deseripcién del gue rrero samnita. EI guerrero samnita No existen representaciones indiscutibles de los guerreros samnitas, ya que quienes femigraron ala costa cayeron bajo la influencia de los griegos, y sus armaduras reflejan el influjo de éstos. Es imposible decir hasta qué punto los centenares de imagenes halladas de la costa son fieles a la figura del auténtico guerrero samnita. En ellas, éste aparece feasi siempre con el escudo griego. Un mural de Népoles nos muestra varios gue rreros con grandes escudos redondos fovalados, sin el horde doblado del escudo e os hoplitas (véase pag, 25). Acaso fue @ste el escudo italiano (scutum). La mayoria portan grebas y yelmos de tipo ‘ico con plumas. Todos levan el ancho surén samnita de bronce, Algunos tienen petos triangulares ornamentados con tres discos. Los infantes llevan lanzas © jabalinas, nunca espadas. Los jinetes no portan grebas; en su lugar usan una tobi Hera Ivéase arriba, y peg. 26). Gladiadores samni [La descripcion que brinda Tito Livio de la armadura samnita no guarda relacién con, los. testimonios arqueologicos. Probable- mente, lo que describia 61 era el gladiador samnita de su tiempo, del cual se han encontrado varias esculturas. Llevaba un ‘eseudo que es, evidentemente, el scutum ovalado, con la parte superior suprimida, lo cual hace suponer que lo usaban los ‘Tacticas samnit El relato de Tito Livio no es de fiar en lo aque respecta a las técnicas militares sam- nitas, pero esté claro que el ejéreto lle. vaba'armamento ligero y era muy movil, Varias veces desbaraté las maniobras de Jos romanos. Las pinturas dan a entender que la jabalina era el arma principal Muvestran también muchos ejemplos. de estandarte a modo de bandera, lo cual prueba contundentemente que no Iu. chaban en falanges. 23 Armadura y armas samnitas Las Horcas Caudinas Los cénsules condujeron su ejército por el desfiladero, camino del llano. Al legar al final, encontraron el camino bloqueado con Arboles derribados y a los samnitas ocu pando las laderas de las colinas. Presa del pénico, orde. naron la retirada, pero cuando sus hombres regresaron precipitadamente hacia la entrada, la hallaron también Dbloqueada. Durante varios dias intentaron salir dl lugar combatiendo, Por iltimo, agotados, tuvieron que rendirse. Las condiciones, samnitas no fueron duras: los romanos debian retirarse del ‘ervtorio samnita, abandonar sus colonias alo largo de las oi La armadura El modelo de armadura tipico de los sa nitas es la coraza de tres discos, Se hi ‘encontrado varios ejemplares. Uno, muy bello, es de Alfedena (1, derechal. Por lo demés, resulta imposible wrazar la evolu cién de este tipo de coraza. Aparece en pinturas “de vasos mediados del flo w a. C. De algin modo debe estar rela ionada con los petos de un solo disco del siglo vu Los petos y espaldares cuadrados que se ‘muestran abajo (9, 9a) se conservan en el ‘Museo Briténico. Solo aparecen represen tados en el mural de Pesto (véase abajo y ag. 23). Obviamente, son una version evolucionada de los petos cuadrados de Villanova (pag. 12). Pohbio, fuente fiable fen temas grecorromanos, dice que este tipo de armadura lo usaba todavia el ejér cito romano en el siglo ma. C., cuando él escribia. La ornamentacién anatdmica muestra la influencia de la coraza mus colar griega. Los detalles no se relacionan con los mismos puntos del cuerpo del gue. rrero: el ancho cinturén cubre el ombligo. Esta coraza tenia hombreras, al igual que Ja de tres discos que aparece arriba, Tenia, asimismo placas laterales, generaimente articuladas al espaldar, aunque no nos ha llegado ningun ejemplar de estas placas ni de hombreras. Como no conocemios exa. tamente donde y cundo se encontraron estas corazas, no podemos saber si su empleo se hallaba muy difundido, ni indicar los limites eronoldgicos del mismo, El mural de Pesto dataria del period de la ocupacion samnita (390-273 @. C1) Cinturones EL ancho cinturén de bronce samnita (2) era un accesorio obligado, como simbolo de virilidad, al igual que entre los campa nios, apulios o lucanos. Se han conservado muchos ejemplares con gran variedad de hebillas (3-7), 24 1. Coraza de tres discos de Alfedena: escale 1:8. Originariamente tenia dos hombreras. 1a, Detalle del enganche de ta placa lateral. th, Detolle del clare de la placa lateral. Te. Antculacion de bisagra de te placa fatera 2.Cinurén somnita de Alfedens. 3-7. Hebilas samnitas 5, 5a. Tiene la forma de cabera de elefante. 8. Guerrero con una corara de tiple isco: de un vaso de Componia. 9, 9a. Peto y tespaldar cundrades con misculos estilzedos: scala 1 8. El espaldar tiene bisagras para fas places de los castados. 9b. Detalle de una isagra. 96. Detalle del cierre de las hom braves. tu. Guerrero con peto cusdrade, de Pesto, las del rio y atenerse al tratado de 354 a. C., asi como fentregar, en concepto de rehenes, seiscientos caballeros equites). Los dos cénsules firmaron el tratado, ‘Se perdoné al ejército, pero s¢ le infligié una humilla cién que los romanes ya habian impuesto antes a otros muchos pueblos. Abandonando todas sus pertenencias, y vestidos sélo con una tiinica, los romanos hubieron de «pasar bajo el yugoo. Bra éste un armazén formado por dos lanzas clavadas en el suelo y una tercera horizontal colo- cada a una altura que obligaba a los hombres a agacharse para pasar por debajo. Era el simbolo de la derrota, que encendié en los pechos romanos la sed de la venganza Yelmos y grebas Se conservan muchos yelmos samnitas. Es facil reconocerlos por sus portaplumas. [Normalmente son una versiGn modificada del yelmo atico de los griegos (1, 2). La carzillera de la izquierda (4), que proviene dde Boviano, en el centro de Samnio, es de ddisefo idéntico al peto de tres discos. La la parte superior, placas protectoras de también en la carrillera, pero no enen ningdn fin dui De ahi se sigue que la carrillera se deri vaba de a coraza, y no viceversa. El detalle es importante, porque este tipo de carillera se ha considerado siempre como de origen celta, y no puede ser asi. Es sig nificativo que estos Jobulos fueran Ia pri mera caracteristica de las carrilleras de ‘res discos que abandonaron los celtas véase pig. 62) =n las pinturas se ven grebas de cldsico estilo griego, Han apareeido ejemplares en ‘Apulia (véase pag. 27), Algunas tienen anillas para las correas. Esta mods fue adoptada por los romanos. 10 tco de fos sam hits, on ef castillo de Santangelo, Roms. 2. Porteplumes. 4, Carilera samnita de tres discos, de Boviano. 5 y 6. Pinwras de gue- tipo corriente italiano. En una ‘raros samnitas armados con grandes escudos Népoles pueden verse jabali ¥ jabanas. con 1az0s. Pintura de une espade de un (5, 6). Otra pintura del mismo lugar Solo fo. 6, 6 y 7. De Népoles. 8. Guerrero muestra una espada de un solo filo (7), samnita del siglo WV. pero no nos ha llegado ningin ejemplar. 25 Campanios, lucanios y apulios Los samnitas marchan sobre Roma El ejército derrotado volvié penosamente a Roma. El pueblo se sentia humillado y ardia en deseos de venganza, pero durante cinco afios se atuvo a la paz caudina, En 316 a. C,,sinembargo, denuncié el tratado, aduciendo que Jos consules no tenian capacidad para otorgarlo, y se rea- nudaron las hostilidades en tres frentes. Un ejército ope- raba en Campania, otro, mas al Norte, en el valle del Litis, ¥ un tercero llegé a la costa del Adriético y se encamin6 hacia el Sur, a unirse con los apulios contra los samnitas del lugar. ‘Los samnitas reaccionaron con presteza y, en un prin: 1 y 2. Yelmo cénieo y etruscocorinio, de Apulia, 3. Yeimo etruscocorinio de una pin- tara etrusea. 4. Pinture de un jnete, de Capua. de un jnete, Los samnitas de la costa Campania, Lucania y Apulia son las zonas. ‘quo rodean a Samnio por el Oeste, el Sur y 1 Este, Por ellas se extendieron los sem nitas en los siglos viv, entrando en con: tacto con los griegos y adoptando gran parte de sus armaduras, las cuales alte Faron para ajustarlas a sus propias neces! dades. La caballeria de Campania En los llanos de Campania, los samnitas deserrollaron una formidable fuerza de ceaballeria, que en los siglos insta. C. for maria la espina dorsal de los jinetes romanos. Las pinturas de Campania y del norte de Lucania son ilustrativas. Existia tun hermoso ejemplar en Capua (derecha, 4), pero fue destruido en la segunda guerra mundial. Eleaballo leva testera y plumas. En otra pintura de Pesto, el caballo lleva petral (7). En Népoles pueden verse ejem plares de ambos tipos de armadura (5, 6) La armadura de Lucania Se han encontrado en Lacania dos juegos completos de armadura. El de Pesto consta de una coraza de tres discas, yelmo y cin turén (derecha, 8-10} ‘Una segunda panoplia, conservada en la Torre de Londres, consta de un yelmo, peto y espaldar cuadrados, grebas y cin: turén (11-14). Las grebas tienen trabillas, para cerrar detrés. El yelmo es de las alas, yleva unos portaplumas de muelle, termi: nnados en eabera de serpiente y con soparte de cresta saliente. Muy probablemente es €l del jinete de Capua (4) 26 os apulios Tos apulios sufrieron la influencia de los friegos en mayor medida que los otros pueblos de la costa occidental de Talia, Una bonita panoplia encontrada en Con versano, cerca de Bari (15-18), consta de tun par de grebas griegas clésicas, una ccoraza musculada griega, un yelmo con alas y un cinturén samnita, La ornamenta cién ondulada de la coraza hace juego con los dientes de In eresta del yelmo, el eu tiene tubos para las plumas detras de las alas de bronce (17a). Se han encontrado yelmos cénicos del siglo 1v a. C. (1), y es frecuente su representacién en vasos. El llamado yelmo etrusco-corintio (2, 3) tuvo su origen. al parecer, en Apulia en el siglo vi Este modelo, que se llevaba como tun tocado y no cubria el rostro, siguié lusdindose entre los struscos y romanos hasta el siglo ra. C. En Apulia hubo una fuerte influencia de Jos eeltas, ya que éstos invadian la Ttalia central en el siglo wv 8. C. con cierta regu: lnridad y normalmente terminaban en los trigales de Apulia, Puede que algunos se asentaran alll. Se han enontrado varios yyelmos mixtos, y en una tumba so han hallado wna coraza museulada y un yelmo celta. cipio, desbarataron la maniobra de los romanos. Mientras fijaban a los ejércitos de Apulia y del valle del Litis barrieron al ejército de Campania y se lanzaron hacia el ‘Norte, Los romanos entregaron entonces el poder a un dic- tador, que reunié todas las fuerzas disponibles y avanz6 hacia el Sur. Envié la mitad de sus hombres bajo el mando de su lugarteniente (el jefe de la caballeria) a cubrir el ‘camino de la costa (luego la via Apia), mientras 61 perso- nalmente avanzabe por la via Latina, entre las colinas. Bl ejército samnita, que habla seguido la via Latina, cambi6 entonces de direccién, cruz6 las colinas y cayé sobre el jefe de la caballeria cerca de Terracina. Aniquilé al ejército romano y dio muerte a su jefe. El temor hizo entonces que los aliados meridionales de Roma se rebe laran, pero los samnitas penetraron en el Lacio, des- truyendo las cosechas y saqueando la region hacia el Norte hasta Ardea, a solo 30 kilometros de Roma, Presa del pAnico, el Senado romano llamé @ una parte de sus fuerzas del valle del Liris. Los samnitas cruzaron entonces inmediatamente el rio y atacaron a la debilitada fuerza romana, poniéndola en fuga. En el Norte, los aliados de Roma en la regi6n central de Italia vacilaban. De haber desertado entonces, el ejrcito romano de Apulia habria quedado aislado Panoptias tucania y apulie (restauradas). 8-10. Peto y espaldar de tres discos. Yelmo Atico con alas y portaptses. Cinturén samnite. De ‘Lucania; hacia 300 0. €. 17-18, Peto y espaidar eusdrades. Yelmo stico con las y portaplimes de muelle. Cinturdn Grebas con ‘ables pore Ins correas Lucania: hacia 375 @C 15-18. Grebas, Coraza muscular Yelmo stico con las y por aplumas. Cinturonsemnite. Conversano, ‘cerca de Bari. Apulia; hacia 350 a. C. 27 Los ultimos etruscos Los etruscos entran en la guerra En este momento, los acontecimientos tomaron un sesgo inesperado, Las ciudades griegas del sur de Ttalia y de Sicilia habian recurrido con frecuencia a generales griegos ara que les ayudaran frente a sus enemigos. La peticion de ayuda partié esta vez de Siracusa, y hallé un eco favo- rable en Acrotato de Esparta, quien, de camino para Sicilia, intervino brevemente en los asuntos de Iria y llegé hasta Tarento, Por un momento, los samnitas temieron ‘que usara sus fuerzas contra ellos, y frenaron su campaiia en el Norte ‘La conquista del sur de Etruria Durante el siglo av a. C. y principios del in Roma realizo una lenta poro implacable penetracién en Etruria. Habla perdido la posicion ganada en esto territorio @ conse ‘cuencia de la invasién gaia; tenia, pues, ‘que comenzar la reconguista. Esta le lev6 tres aiios y le hizo enttar en colisién con Jos tarquinios y las demds ciudades etruscas del centro, temerosas de su cre. ciente poder. Asi, primero en 388 y luego fen 386, los tarquinios tomaron las arma, aunque no consiguieron expulsar a los ro Mas tarde, en 359, insistieron en sus Intentos de invasion de la Etruria romana, Dos afios después se les unieron los fala. ros, y al aio siguiente se alz6 en armas ‘también el resto de la federacién etrusca, Se entabl6 una guerra sin cuartel, en la que ninguna de las partes respetaba ni Siquiera’a los prisioneros. Finalmente, en 351, Roma consiguid Ia rendicién de tar- {quinios y falerios. 28 1. Guerrero con ormadura laminar, de Tar ‘quinia, 2. La coraza faminor del Marte de Tock 3. Guerreros can eorazes Menibles y muscu ares, de Chiust 4. Guerrero con coraza ac ‘chads con wscamas, de Votterrs. 48, Detail «del acolehado. 8. Guerrero con cornea de lia, te Tarquin EI final de los etruscos Desde mediados del siglo rv, Roma pudo irar ya a Etruria sin senticla como una amenaza: estaba en franca decadencia, En 311, los etruscos atacaron la fortaleza romana de Sutrium, en el sur de Etruria, ppero fueron vencidos facilmente. Corton Perugia y Arezzo firmaron asimismo tra tados con los romanos. A principios del siglo mt, los etruscos hicieron un tltimo esfeerza para sacudirse 1 yugo romano y unieron sus fuerzas a las de os samnitas, umbros y celtas. Mas, al caer Ios primeros, se hundieron con ellos. aplastadas u obligadas a entrar en alianza ‘con Roma, Los vileos cayeron en 280 a. C, yen 265 los volsinios. Se fundaron co: lonias romanas en las zonas vitales de Etruria, desapareciendo para siempre sus ‘dias de,grandeza. Cuando lleg6 Anibal en 217 a.€., los etruseos carecian de deseos do luchar, Esta vacilacion sirvi6 justamente para romper el equili- brio, Los romanos contraatacaron: lanzaron todas sus fuerzas contra el ejército invasor y lo pusieron en fuga. ‘Los samnitas habfan estado muy cerca dela victoria. La guerra habia de durar atin otros diez. afios, pero habia per- ido su impetu. En 311 a. C. entraron en ella varias de las. ciudades etruscas, pero los romanos las pusieron fécil- mente fuera de combate. ;Qué diferentes habrfan sido los acontecimientos si hubieran intervenido tres aiios antes! Alfin, en 304 a. C. los samnitas pidieron la paz, traslo cual quedaron en situacién bastante peor que antes. ‘Mas la paz duré s6lo seis afios. En 296 a. C., después de varios meses de escaramuzas, los samnitas hicieron una nueva incursién hacia el Norte. Esta vez, avanzaron a través de la Italia central y unieron sus fuerzas con los, etruscos, umbros y galos, como preludio de un asalto general a Roma. En Sentino, los ejércitos samnita y galo se encontraron con las legiones romanas. La batalla fuelarga y se saldé con un dificil triunfo de Roma. La desercién de etruscos y umbros antes de la batalla, probablemente les valié la pérdida de su independencia. Roma no volvié a tener serios competidores entre los italianos. 6. Escutura de grebas y yelmo de Montetor- ‘ino, procedente de Caere. 7. Yeimo etrusco de Montefortine. 8. Forme basta de yelmo ‘tio. 9. Grebas restauradas,corara muscular, elmo de Monteforine, eseudo de hoplta: de Orvieto. 10. Mura! de una tumbs de Tarquina, fen que eperecen espade, escudo, yelma y tres Jabatinas pesodes (pl pesado, encontrada en 11, Punta de pitum hh ante ae filem 14 armadura de los altimos etruscos Durante este periodo, Etruria siguié la pauta griega en el disefio de armaduras y adopt ls estilos posclisicos. Las corazas. ‘de lino se reforzaron con planchas de bronee, y se adoptaron las liminas rectan agulares superpuestas (laminar), originarias de Asiria. Puede verse en murales (a la izquierda, 1) y en la famosa estatua de Marte de Todi (2). Se realizaron experi rmentos con corazas flexibles de lino acol chado, reforzado con léminas de esca: mas (4). Desde la primera mitad del siglo 1v se ej6 sentir una nueva influencia: la de los celtas. Los senones, que llegaron a Italia hhacia 400 a.C., llevaron probablemente consigo el tipo del yelmo de Montefortino liaquierda, 7), que fue adoptado por los etruscos y romanos y leg6 a generalizarse durante los siglos 11a. C. Aparece en los rolieves de la tumba de Cerveteri del si flo 1 (6) Una panoplia de una tumba de! si flo 1, deseubierta junto al lago de Bolsena, Consta de una coraza musculada de estilo ariego, grebas y escudo, ademas de un yelmo de Montefortino (9), Un modelo muy burdo de yelmo atico (8) se hizo entonces muy corriente en toda Talia Armas Siguié usdndose la espada de los hoplitas. 1a innovacién mas interesante fue la intro. duccién de la jabalina pesada (pilum). representada, por ejemplo, en una tumba etrusca del siglo w, en Tarquinia (10). El pilum era por entonces més importante ya que la lanza, confirméndose ast la tradi cidn de que se 1s6 con cardcter general contra los celtas en la primera mitad del siglo v. La punta de un pilum pesado (11) hrallada en Grosseto, en Etruria, probable: ‘mente procede de este periodo. El pilum pesado se introducia en un asta de ‘madera, que se reforzaba en la unién y se afianzaba en su sitio. Esta formidable Jabalina se convirtié Iuego en la principal ‘arma ofensiva del eléreito romano. 29 Ciudades fortificadas 1. 2 y 3. Secciones reconstruidas de la ‘mura etrusca de terapien de Veyes. 1 Murata sobre terreno nivelado. Se adosaba a un ternplon de ter 2 Aburalla sobre terreno fen declve. 2. Muralia sobre terreno escar ‘ado, Se cortaba In cara det rsco y encima se levantaba la mural. €/ espacio que quedaba Aeuras se lenata de grava y tera. . Seccién YW trente de ine muralios de Veves 30 Roconsiruceiin de una fs cludad erusea de Veves, hacia 400 2.C. ‘rea principe! esta en lo alto y fe ciudad primer plano Fortificaciones primitivas La mayoria de las aldeas de Talia en el siglo vura. C-estaban eno alto de colinas, exactamente lo mismo que en el resto de Europa. Solian confiar para su defensa en lo abrupto de las laderas; donde esto no eva suficiente, se empleaban empalizadas ¥ fosos, En Etruria habia centenares de estas aldeas, Con el encumbramiento de [a clase ominante en el siglo vi. varias de elias se tunievon para formar ciudades fortifiatas, Las empalizadas y fosos fueron gradual mente reemplazados por murallas de te sraplén, Las murallas de terrapléen Lens excavaciones realizadas en Ia ciudad etrusca de Veyes, 12 kilometros al norte de Roma, han sacado aa le varios ‘ramos de las. murallas etruscas. Veyes estaba edificada sobre una meseta defen ‘ida por laderas abruptas, excepto en unos pcos puntos Ivéase el dibujo general de frribal ‘Se han descubierto murallas con un espesor de 1,58 a 2,08 metros en muchos puntos. Datan de finales del siglo v a... poco antes del altima asedia de Roma. Son fe bloques rectanpulares de piedra de tunos 45-45 centimetros de seccion y hhasta 1.38 motros de longitud. Cuando et acceso era Tana, s¢ construan de. cas) B metros de altura, excluldas las almenas, con una rampa esearpada delante para Impedlir que subleran Ios arietes. Un terra pen macizo por deiras la hacia inexpug, nable (1, izquierda) Donde habia una Tadera abrupt, 1a rmuralla se construfa un poco més abajo y se rellenaba para nivelarla con Io alto de Ja meseta (2). En los riseos, $e cortaba 1a roca para hacerla abrupia: se levantaba la muralla encima, y_3@ rellenaba como anies (3) ‘Algunas murallas etruscas tenian delante ‘un Toso, @ veces excabado en la roca. En ‘uni se levanté un verraplén coronado por tuna torre, donde las dofensas naturales fran débiles Capua, asia 300 8. C. Minturna, hacia 300 2 ¢. — Terreplenes — Coizodas Forfcaciones cludades etruscas, tam Roma surgié de un grupo de aldeas EL asiento ori fue la colina del Palatino, sobre las ‘marismas de la orilla izquierda de Tiber. 'No obstante, se urbanizaron también otras colinas, que paulatinamente se unieron para formar 1a ciudad, Seguin Dionisio, el Aventino y ccolinas del Palatino, Capitolio se fortificaron con empalizadas y fosos ya en tiempo de Romulo, hacia 780 a. C. Posibiemente fueron los etruscos los pri ‘meros en dar a la ciudad una linea con tinua de defensas. Desde entonces la lel Capitolio se convirtié en una ciu- dadela. Fue la tinica parte de la ciudad aque no sucumbi6 a los celtas en 390 a Probablemente los etruscos erigieron el sélido terraplén oriental (a {oso (fossa) delante, que se extendia a través del lado este de la ciudad vieja, Las murallas de Servio Tulio ‘Quizé los terraplenes de Roma fueran sus tituidos por murallas de piedra, pero éstas no sirvieron de proteccién frente a los celtas, por lo que en 378 a,.C. se comenzé ‘mnuralla ser 6 con bloques rectangu lares de toba de 60 centimetros de alto por 45 a 65 de grosor y una longitud entre 74 ¥y 210 contimetros. En el lado este de la Ciudad, débilmonte dofendido, se cons. ‘ruyé una sélida muralla de 3,6 metros de anchura en la. base, reforzada por un fenorme terraplén de’ 10 metros de a nivelado para formar una colina artifical Delante habia un foso de 10 metros de pro- los (rorari) y, por fin, las reservas faccensi ‘Tipos de murallas y puertas En Etruria y el Lacio se usaban normal- mente bloques de piedra rectangulares (véase abajo, a la izquierda de In pagina anterior). Los pueblos de las. colinas uusaban mamposteria poligonal mas primi- tiva (abajo, a la derecha) En Etruria y el Lacio se hizo casi uni versal la puerta en arco. Donde se ust mamposteria poligonal, las puertas tenian a menudo laderas en cuesta; terminaban fen punta © tenian un pesado dintel trans: versal = las que tenia Colonias etruscas y romanas os etruscos fundaron numerosas colonias fen los territorios conquistados, las cuales utilizaban como puestos militares y comer- Ciales. El objetivo principal de las colonias romanas era militar: conservar las posi ciones en territrio enemigo. 1a colonia feirusea més famosa fue Capua, en Cam: ania. Como tantas otras, estaba cons. truida sobre una meseta rectangular y era de gran tamafo; abarca unos dos kilome tos cuadrados. Es improbable que el emplazamiento originario fuera tan ‘grande, aunque pudo dedicarse un espacio, adicional para actividades comerciales. Esas dimensiones superaban en 80 veces las colonias romanas Uipieas, como Minturno. Muratias de mamposteria poligonal. Segni. Puerta etruscorromana en arco. Santa Maria i Falter 31 El ejército Pirro invade talia Roma intent6 entonces obligar a los estados griegos del sur 7 de Italia a confederarse con ella. Tarento, una de las ciu- latinorromano ade Ga VaR ido ca S7 SOMEONES lr) . rey del Epiro, quien, en 280a. C.,desembarcé en Italia con hacia 340 a. C. 25.000 soldados selectos y 20 elefantes. Su objetivo era unir a los enemigos de Roma en ol Sur. Antes de que pudiera lograrlo, los romanos avanzaron con un ejército de unos 25.000 hombres, En Heraclea se enfrentaron por primera vez. con una falange macedénica, y fueron derro- tados. Pero aunque perdieron 7.000 hombres, infligieron tales bajas a Pirro, que se ha hecho proverbial hablar de falange al estilo agriego. La legiin estabe distribuida en tres Thanfpulos, Los principes y asta an armatdos con espadas Y jabalinas pesadas principes y hastati, unos 64 hombres. La logién do cuarenta y cinco unidades ash pion de TH 1s para adaptor al modelo de la ea Hor. Lo cierto es que el ejéreito ro 2 en constante estado de evolucton y Tegion de Livio esta a medio camino entre el ejército etrusco y el descrito por Poltbio (h. 150 aC.) Los wanna wannanni wana Aaa Aaa Aa Hosta Inchaben tambien en Ia segunda linea) y Jos triartt Ia tercera, 32 una «victoria pirrica» para indicar un triunfo obtenido a un costo excesivo. Alafio siguiente, los romanos enviaron contra él 40.000 soldados, Esta vez, Pirro contd con la ayuda de los ita- lianos del Sur. La segunda batalla duré dos dias, y su resul- tado fue en gran parte idéntico. Desanimado por sus pérdidas, Pirro pasé a Sicilia para ayudar a los griegos contra los cartagineses, que, antici- péndose a su enemigo, habjan establecido una alianza con Roma. Después de una excelente campafa, les confin6 en el puerto de Lilybaeum (actual Marsala), en la punta occi dental; pero, ante la perspectiva de un largo asedio, per una vez més el interés y decidié volver a la Peninsula. Su estancia en Sicilia habia'durado mas de dos afios, y Jos romanos habian aprovechado tan preciosa tregua para someter a los samnitas y lucanos. Pirro, pues, se encontré solo, pero los dos cénsules romanos se hallaban separados @ intent6 combatirlos sucesivamente. Atacé al primero de ellos, pero no consiguié la victoria y se retiré a Tarento. Poco después reembarcaba hacia Epiro. No habia sido derrotado nunca, pero habia perdido la guerra, y con ella dos tercios de su ejército, Formacion de batallas En el nuevo ejéreito, el arma ofensiva principal del legionario era la jabalina pesada (plum). Los antiguos lanceres eran ‘hora los triarl, roraru y accensi. Pero mas de un tercio del ejército habia sido trasladado a primera linea y armado con pila para romper el frente enemigo. Las tres lineas estaban dispuestas como los cuadros negros de un tablero de aje ddrez. Las 15 centurias de hastati cupaban Ja primera linea, dejando un hueco entre io. Los principes formaban de modo similar, cubriendo los huecos. Las uni dades de la linea posterior cubrian del ‘mismo modo los huecos de la linea de los princtpes EI combate La batalla comenzaba con el intento de los tiradores (leves) de romper la formacién fenemiga con sus jabalinas ligeras. Cuando avenzaba el enemigo, ligeras se retiraban por los huecos y cargaban los hastati, lanzando sus jabalinas pesadas y acercdndose luego con sus espadas. Si asi no se lograba romper el frente enemigo, se retiraban por los. huecos entre. los prin ipes, los cuales cargaban de forma similar. Si ambas lineas eran batidas, se replegaban hacia los triarl, cerraban los hhuecos y ol efército entero se retiraba, El método de cierre de los huecos puede verse arriba, a la derecha. Esta maniobra se analiza con més detalles en la pagina 68 (ata taetiea manipular) const Los veteranos friar) Mientras los hastati y principes luchabai Jos veteranos.(triari) pontan la roeilla erecha en terra, avanzando la pierna iequlerda. Su gran escudo ovalado perma nnecfa apoyado contra el hombro izquierdo, cubriéndolo de los dardos enemigos. Apoyaban en el suelo el cabo de la lanza, que apuntaban hacia el frente en posicion oblicua, formanda como una empali los demas fracasaban. Es digno de observarse que los estan artes estaban en 1a linea posterior, de forma que si las unidades que operaban Golante ran dispersadas, sablan a qué ordines retirarse. Livio no nos dice si habia ‘uno o dos centuriones para cada manipulo de principes y hastati, 0 ninguno. Durante los primeros 200 Dlica, es probable que Roma. suftiera ‘numerosas derrotas. Tito Livio, haciendo gala de su espirit patridtico, suele deci ‘mal tiempo impidié actuary, pa justificarlas, La mayor de estas derrotas Tue la de Alia (900 a. C.), explicable quizi por el cardcter defensive de la legién del Siglo iv. Le evolucion a una formacion més, mévil fue probablemente una respuesta & los ejércitos mis méviles de los celtas y samnitas. Es posible que la colocacién de los lanzadores de jabalina en primera linea respondiese al objetivo especifico de romper la carga de los celtas. Tian Principes BE tosta = Una tegién sta para entrar en combate, Aejando los pices huecos entre fas unidades para permitr que so intercamblaran as linea. Dereche: Asi pocian Wenar fos huecos los ‘orsines haciendo avanzar las centuras poste Los iat, de rodilas y protegides por sus ‘escudos, mientras luchen os hastati y Joe 33 Los cartagineses Roma dominaba ya la totalidad de Italia peninsular. Las legiones se habian enfrentado con las falanges maceds- nicas, mandadas por uno de los generales mas grandes de su tiempo, y demostraron que podian equipararse a cual quier fuerza semejante. En el Norte se enfrentaron con I temibles celtas y los habian derrotado decisivamente. Slo era cuestién de tiempo el que Roma pudiera saldar la cuenta a su favor. En el Sur, tenfa la mirada puesta, a través del estrecho de Mesina, en Si able la expansion de Roma hacia el Sur produjera una col sién frontal con la gran potencia naval del Mediterraneo occidental, Cartago, que habia colonizado el oeste de Si cilia. No se sabe bien c6mo comenzaron las hostilidades. Lo cierto es que, en 264 a.C., los romanos cruzaron € estrecho de Mesina y comenzaron asf la guerra més larga y enconada que jamés habian sostenido. Durante los siguientes 120 afios, sostuvieron tres gue ras contra los cartagineses. Fueron las mds refiidas de su historia. De hecho, Cartago fue el snico contrincante serio nn que hubieron de enfrentarse. Perdieron medio millén de hombres, pero al final lograron la victoria completa y destruyeron hasta sus cimientos la ciudad de Cartago. Hace pocos afios se iniciaron las excavaciones en gran escala en el asentamiento de la antigua Cartago, y gracias comienza a perfilarse un cuadro auténtico de la ciudad Por suerte, para este periodo disponemos de los escritos ‘an historiador" griego Polibio, que erd soldado y entendia perfectamente los sistemas militares de la 6p Cartago y sus puertos ‘Los romanos invaden Africa Pronto advirtié Roma que, si queria derrotar a Cartago, debia construir una flota. ¥ como los barcos cartagineses eran entonces los mejores, tomé como modelo uno de ellos, abandonado. En el espacio de dos meses habia botado una flota de 120 unidades. Su principal innovacién era un puente de abordaje que permitia convertir la batalla naval en un combate de infanterfa, El éxito fue tan grande que pronto consiguié el dominio del mar. Cuando Cartago se vio obligada a luchar con la formi- able infanterfa romana, tanto en tierra como en el mar, Vista aérea del promontorio de Cartage, con los puertos H, Hy la muraa que atraviesa ef ‘stmo, W, W. EI trezedo aproximado de la ‘antigua lines de ta costa se sefala en rojo. La capital fenicia del Oeste Cartago estaba edificada sobre un pequeio promontorio que se adentraba en el mar, al norte de Tunez. Su historia comenz6 ini ialmente como puerto de los barcos mer ccantes fenicios, hacia le época de la funda ion de Roma. Crecié rapidamente y finales del sigio vit @. C. se habia const tuida en la capital colonia fenicia en el Deste Sus intentos de fundar coloni Sicilia y Cerdena le hicieron entrar en con- Aicto con los. griegos. Aliada con los etruscos, derrot6 decisivamente a aquellos fen una batalla naval librada frente a las ostas de Céreega (h. 535 a.C.) y se las Ingenié para excluirlos de Ias dos islas del Norte, No obstante, en Sicilia se mantavo in una lucha sin cuerte! durante 300, CCartago obtuvo también una firme pisi- ion en Espafa. Su influencia aqui se vio debititada durante la primera guerra con Roma; poro entre ésta y la segunda, gra- cias a los esfuerzos de la familia Barca, consiguié el dominio de la mayor parte del sudeste de la Peninsula y funds su capital en Cartagena, 36 Las murallas de Cartago El emplazamiento de Cartago tiene la forma de una punta de flecha unida a la costa por un istmo de 4,5 kilémetros de ancho, Al término de la tercora guerra con Roma (146 a. C.), la ciudad fue destruida. Tan concienzuda fue la obra de los romanos, que hasta hace poco no se han hallado huellas de las antiguas murallas. ‘Ademés, un largo trecho del antiguo dique se ha hundido bajo el agua, aunque puede verse desde el aire. En 1949, el ojército francés descubrié parte de las defensas ccartaginesas que atravesaban el istmo. Habla un foso de unos 20 metros de"pro- fundidad, defendido por un terraplén coro- nado por una empalizada. Les vigas verti- ccales que sostenian el terraplén y la empa- lizada se habia hundido en el lecho de El historiador griego Apiano, en su rolato de la tercera guerra, nos cuenta que Ja ciudad tenia una triple muralla de unos 18 metros de altura y 10 de anchura, con cada 60 metros. truido establos para 300 elefantes y 4.000 caballos, asi como alojamientos para 24.000 soldados. Sélo la pala del arques- Togo puede decirnos lo que hay de verdad en todo esto. En 1974 comenzé en Cartago ‘una operacién de rescate internacional con el fin de descubrir algo de la antigo: ciudad antes de que se cubri ‘ucciones. Cuando estas excavaciones se hhayan completado, podremos tener un ‘cuadro de lo que realmente fue la antigua Cartago. Vista aérea dela supertici del puerto de Car: ago. donde pueden verse la laguna en herra- ‘dura y ta romboidal. En azul mss oscuro, of ‘rea donde se hunelo ef malecén Plano reconstrvide de las excevaciones del doctor Hurst en la isto det puerto militar. La estructura del centro es Ja mansion del almi- ante. Las lineas punteadas son digues de arena. Lo demis apareco en negro, pas6 ala defensive. La guerra degeneré asi en una serie de prolongados asedios de las fortalezas cartaginesas. En 256 a, C,, los romanos emprendieron la invasion de Africa. El cnsul Régulo, con 15.000 soldados de infan- terfa y 500 jinetes, desembarcé a unos cuatro dias de marcha de Cartago. Por dos veces en los meses que siguieron, derrot6 a las mal entrenadas fuerzas enemigas. Establecié su cuartel de invierno en Tiinez, a la vista de la gran ciudad, y por dos veces rechazs el ofrecimiento de ez de los cartagineses, al imponerles condiciones tan duras que no les dejaban otra alternativa que combati Los grandes puertos El orgullo de Cartago eran sus grandes ppuertes, uno comercial y el otro miller piano los describe diciendo que estaban Aispuosios sucesivamente, separados por un doble malecén. El primero, destinado al tréfico mercantil, tenia una salida al mar de unos 20 metros, que podia cerrarse con ‘cadenas do hierro, Detrés estaba el puerto militar, cuyo acceso al mar pasaba par el puerto ‘comercial. Dentro de aquél habia una isla, con diques de carena y almacenes suficientes pare acoger 200 naves. Las dos columnas que se alzaban a uno y otro lado de cada @ique daban al conjunto del puerto y Ia isla un aspecto porticado, En Ia isla. se ntraba el slojemiento del almirante, 12 se elevaba por encima del nivel de los ‘edificios circundantes y permitia ver lo ‘que ocurriera en el mar La excavacién del puerto militar Actualmente se conservan dos Ingunas, tuna en forma de herradura y otra rom Doidal, que desde hace tiempo se cree corresponden a los dos puertos. En 1973, €l arque6logo briténico doctor Henry Hurst comenz6 a excavar la primera de elias, con notables resultados: descubrio, fen el contra los clmientos de un gran edi ficio, y dispuestas en forma de radio desde 4 hleras de bloques de piedra rectangu lres. Estas bileras, con una separacion de 5,9 metros, s6lo pueden ser los cimientos de los diques de carena. Hace més de cien ais, Beulé, el arquedlogo francés, hallé hileras similares Ge bloques en el Indo norte de Ia laguna, el ulterior puerto romano. De coincidir con el primitivo muelle, habria tenido un cireuite de més de 1.100 metros; lo sufi ciente para unos 160 diques sacos. En la jsla hay 30. Apenas puede caber duda de que Ia descripeién de Apiano es basi mente correcta Seceidn transverse! de un dique de carene reconstruide. (Como nose han encontrado tejas, el techo se representa plano) ‘Reconstruccién del puerto militar, en ave apa: ‘racer los diques secos y [a mansion del simi ‘ante, Hasta ahora s6lo se ha excavedo en a ‘sin. La reconstruccion se basa en los dibujos del doctor H.R. Hurst y de S.C. Gibson 37 La armada cartaginesa Derrota, desastre y humillacion de Roma En su desesperacién, los cartagineses llamaron a un general espartano. Durante el inviernoéste entrené al ejér- Gito y lo puso en forma Enla primavera sacé sus tropas y presents batalla alos romanos. Dispuso su falange con 100 elefantes al frente y 4.000 soldados de caballeria en las alas. Los romanos fueron destrozados por los elefantes, a los cuales siguié la falange, Por las ales, la caballeria africana puso en fuga a los jinetes romanos y atacé a las legiones por Ia reta- Solamente escaparon 2.000 romanos. El cénsul Los bareos ‘eartagineses Fue su flota la que dio a Cartago el control del Meditorréneo occidental. Por des agracia, se sabe muy poco de ella, Polibio euenta quo el principal barco de. guerra era el quinquerreme, una galera de cinco Dancos de remos, que fue copiada por los omanos. Sabemos que una de sus escua. Gras tenia como buque insignia un barco de siete bancos; éste fue capturado a Pirro, Se sabe también que tenia trirremes (tres bancos de remos) y cuadrirremes (cuatro bancos) BI tamafo de la flota Apiano refiere que el puerto naval de Car tago tenia fondeaderos para 200 barcos. Como ya hemos visto, probablemente esti en lo cierto, Pero esto no debia de ser més ‘que una parte de la armada eataginesa Sin duda habla también flotas mas pequefias, estacionadas permanentemente fen lugares tales como Palermo y Lily: Daeum, en Sicilia. Polibio cuenta que, en 256 2.C., los cartagineses pusieron en accion una flota de 350 barcos. En la batalla, se alinearian de varios en fondo. Seccién det quinquerreme de ta derecha. ‘Muestra la posieién do Tos tres ramos ¥ 10s Produceién de barcos en serie Bn 1971 se descubrid el caseo de una glera cartaginesa en aguas poco pro. fundas, al norte del puerto de Lilybaéum, Este barco, y otro que se descubrié en las cercanias, se han datado del periodo de Ia guerra con Roma, La marca del las cuadernas implica que se los producta on gran escala, lo cual explicaria que Roma pudiera contruir 120, bbareos en dos meses. wae 1. Parte del casco del primero de los dos barées de guerra cariagineses descublertos cerca de Liybaeum, en Siella. 2. Parte det fespoldn del segundo barco. A. Forma de ‘fovar las planchas 2 la cuaderna. C y D. See: iones de 1a quila. E. Seccién de Ja euaderna de pops. F. Seccién de fa quinta cvaderna, en ‘que aparece la plancha clavada a fo cunderna la quill. Gy H. Secciones det expolén, Régulo y 500 hombres fueron capturados. Pero quedaba algo peor. La flota romana, ahora con 330 unidades, recibié orden de recoger a los supervivientes, Enel viaje de ‘vuelta fue sorprendida por una tempestad y, excepto 80, todos los barcos quedaron destruidos, con unas posibles pérdidas de unos 100.000 hombres. Lejos de arredrarse, los romanos construyeron otra ota. Con ella pusieron sitio al puerto de Lilybaeum, en el extremo occidental de Sicilia, bloqueéndolo por mar en tanto las legiones lo rodeaban por tierra. Sin embargo, para humillacién de la flota, un capitén cartaginés, Anibal el Rodio, burlé una y otra vez el bloqueo en una galera ligera; los pesados barcos romanos no podian capturarle, y pronto otros siguieron su ejemplo. Al fin, levantando Dancos de arena a la entrada del puerto, los romanos se las arreglaron para capturar a uno de los burladores del blo- queo, antes de atrapar al Rodio, En 248 a. C., ambas partes estaban agotadas. Mientras Jos romanos se limitaban a mantener sus lineas, los carta- gineses se mostraban igualmente inactivos. Al aiio siguiente, un joven general, Amilcar Barca, se hizo cargo del mando. Mediante incursiones contra la costa de Italia, pens6 que lograria alejar a los romanos de Lilybaeum; no Jo consiguié. La guerra en Sicilia lleg6 a un punto muerto. ‘Seccién de_un quinauerreme con tas pasi- iones de fos remeros. Abajo: Porte anterior do una galera de guerra cartaginesa, en uno monede, Reconstruceién de un quinaverreme sin laminas de lomo on ef case ni de. bronce ene) espolen. Doreche: Parte anterior de un barco totalmente eau ado. os restos de Lilybaeum Parte de los restos encontrados en Lily- ‘baeum se muestran a la izquierda: (1) ¢s la popa del primer barco; (2) es parte del espolén del segundo. La quilla esta hecha de madera de arce, las cuadernas de roble Yy las planchas y las piezas semejantes a Colmillos del espolén son de pino. 1s hareos se construyeron con juntas a tope: primero se armalnan las planchas se uunian con Jengietas planas de madera les pigas), las cuales se ajustab (a), Las planchas se clava dermas por fuera, y los clavos se doblaban por dentro (B}. Ei calafateo (consistente en tapar ranuras de las planchas) se hacia con una especie de masa. BI casco se ccubria con laminado de plomo. El espolén se revestia de bronce. 2Qué tipo de barco? El excavador Honor Frost cree que ambos Darcos eran liburna (singular, liburnur, © sea, naves répidas y ligeras. Puede que asi fuera, pero se debe tener en cuenta que el tamafo estimado de un barco, unos 35 ‘metros de largo por § de ancho, es muy considerable. Los diques de Cartago, que s6lo tenian 5,9 metros de ancho, debian de albergar quinquerremes. Reconstruccién de un quinguerreme Lo més interesante de los barcos de Lily- Daeum es su estructura. Basandose en ella hha sido posible reconstruir un quinque- rreme (arriba). La superestruciura se basa fen una moneda cartaginesa de Espana (z- quierda) y en una talla de Cartago (dere- chal. Ambas presentan detrés del ojo, lo que es, inconfundiblemente un_botalén. Esta estructura sobresale a cada lado para ar un mayor soporte a los remos. Ambas presentan también el puente encima..La moneda muestra unos escudos ovalados ssujetos a lab de Lilybaeum 9 ‘Trajano (derechal El quinquerreme tenia probablemente remos en tres niveles, con dos hombres para cada uno de los remos superiores y ‘uno para el remo inferior (véase Las legiones romanas, pag. 22), Polibio dice que la flota cartaginesa de 350 barcos tendria una tripulacion de 150,000 hombres. Esto supone que los bar- cos cartagineses, al igual que los rom ‘nos, levaban 300 marineros y 120 infan. tes de marina, De aquellos, unos 270 eran ndilla. El tipo de espolén rece en la columna de Tall de Cartago que muestra la proa de una Galera de guerra. EI espolén que aparece en flay en la moneda dela izquierde es la forma ‘mas’ comin. EI tipo de Liybeeum aparece fbojo, en la escultura de una galera romana le az columnas de Traano, El ejército de Anibal: los africanos Guerra con los mercenarios Cansados de la guerra, los cartagineses redujeron el envio de suministros a sus guarniciones sitiadas. En la prima- vera de 241 a. C., la flota romana intercepts y destruyé una escuadra de suministro que se habfa retrasado. Las exhaustas guarniciones se encontraban a merced de los, romanos, y se rindieron, Fueron obligadas a abandonar Sicilia y a pagar una indemnizacion de guerra. Concluida la guerra, los mercenarios cartagineses que habian estado en Sicilia se amotinaron. Cartago manej6 torpemente la situacién y, de no ser por Amilear Barca, hubiera sido completamente derrotada. El general sofocé 1-4. Escutura y pintura helenisticas. 1 y 3 Yelmos procedentes de Pérgamo, Turguia 2 Oficial de Magnesia dei Meanaro, Turgul, 44. Yelm de una tumba maceddnica, & Pi aero cartoginés del efercito de Anibal. Lieve 2! tiplea equipo helenstic: yelnva. tract, g7ebas fiadas con correa,excudo redonda de nos 60 centimetros de tiimetro.y lance pesads, do 5 a7 movros de igo. El escudo va enganchado en ef brazo y con wna corres aivdedor det cuelle. La coreea es italiana Dare do fos despojas capturados en Trebia 0 40 EI elército cartaginés ‘La mayoria de las tropas que servian en el ejército cartagings eran necesarias, Habla, sin embargo, un nicleo de mestizos (ibio fenicios), tanto de infanterla como. de caballeria, segin nos cuenta Polibio aunque no dice cudntes eran. La respuesta puede estar en los alojamientos cons truidos en las muralles de Cartago para 20.000 soldados de infanteria y 4.000 de caballerta, Estos mestizos formaban una falange de tipo macedénico, Cada hombre llevaba la armadura y las armas de un tipico infante hhelenistico (griego del sltime periodol: un pequeio escudo redondo, una_pesada Janza para las dos manos, de 5 a 7 metros de larga, y espada corta para la lucha ‘cuerpo @ cuerpo, Estos pigueros se all neaban de muchos en fondo, con varias filas de lanzas sobresaliende de la linea delantera En la galera cartaginesa esculpida que aparece en la pag. 38 hay un estandarte coronado con un disco y una media luna reciente. La frecuente aparicién de este simbolo indica que: pudiera ser el estan arte de Cartage, Los mercenarios {Los mercenarios formaban el ejércitos cartagineses, Tenian origen diverso: celtas, espafoles, naturales de las jslas Baleares (famosas por sus hondas), ligures, griegos mestizos ~principelmente Aesertores y esclavos fugitivos— y nartea frieanos. A estas tropas se les imponta, sin duda, le disciplina cartaginesa, y proba: blemente servian bajo cl mando de of ciales cartagineses. 2] éxito notable de Anibal, con un ejér ‘ito colta on un 40 por clento, constituye tun homenaje al sistema cartaginés. No 3° Intent6 imponer uniformidad. cada grupo nnativo luchaba a su manera y tenia que ser empleado en la mejor forma posible. La relacién de Anibal con sus tropas era admirable. A pesar de la heterogeneidad, sus hombres le siguioron durente.16 afios sin un solo intent de metin, ‘Mercenarios asesinados Hay una invorosimil historia de Diodoro, fn 203 a. C. Anibal maté 2 jos que no querian seguirle Africa, La realidad es que, aunque hubiera (querido, no habria padido embarcar mas que a unos cuantos hombres: no tenia armada. Es mas probable que los romanos ftecieran ciertas condiciones para la ren dicién de los hombres de. Anibel que hhabfan quedado detrés, y luego los ma- taran, la revuelta con extrema crueldad y aniquil6 a los amot. nados. En Ja confusién, Roma se anexion6 Cerdefia, con un total desprecio del tratado que acababa de firmar. Amilcar Barca, disgustado con la politica de su gobierno, que habia traicionado al ejército de Sicilia, dej6 su pais natal y, tomando a su joven hijo Anibal, partié para Espafia. Ocho afios después encontré la muerte en el ‘campo de batalla, Para entonces habia conquistado ya el sudeste de la Peninsula. Por aquella época, la ciudad griega de Marsella, que tenia intereses comerciales en Espafia, era aliada de Jinete nimvide representado en la eolumna de Tiajano, Rom, inete nimve, 61 ecb no Move brida ni ‘ile. El hambee porta jabelinasy escudo redondo. pero no armadura Los namidas Roma. A instancias suyas, Roma oblig6 a Asdribal, sucesor de Amilcar, a firmar un tratado por el cual co sentia en no rebasar el rio Ebro. Fn 221 a. C., las tropas eli- gieron general al hijo de Amilcar, Anibal, que tenia 25 atios. Dos afios més tarde, Anibal lanz6 un ataque al fuerte de Sagunto, situado en una elevada colina, que los romanos habfan colocado bajo su proteccién. Sabfa que Roma se servira de ello como pretexto para declarar la guerra, y asi ocurria en la primavera siguiente. Los romanos movil zaron dos ejércitos, uno hacia Espafia y otro para invadir Africa Tieticas y equipo ndmidas La cabellerin ntanida era indtil_ como La parte del norte de Africa que llamamos Argelia era para los romanos Numidia, por fel nombre de las tibus nomadas que alli vivian, El camello no habia sido introdu- ido ain en el norte de Africa y aquellas tuibus vivian a lomo de caballo, No usaban brida ni bocado y cabalgaban sin silla. Constituian una maravillosa caballe ligera; tanto es ast que el que los mand; sanaria cualquier guerra en aquel terri El mayor éxito de Escipién el Africano fue persuadir a los mimidas para que cam: biaran de bando al final de la guerra con Anibal. El cambio fue decisivo. Cuando, al final del siglo 1 &. C., Roma se vio envuelta en una guerra con los 5 Fesult6 tan ardua, que més de un feneral romano termin6 su carrera por st ‘conseguir una victoria, Tanzando dardos contra el enemigo, arro: ido sus jabalinas y retirdndose, cui dando de no acercarse nunca demasiado, Una y otra vez, los cartagineses se sir vieron de ellos para airaer al enemigo a ‘una emboscada, Los nimidas aparecen en la columna de Trajano en Roma persiguiendo a los dacios, Sus caballos no llevan més que una correa al cuello, Los jinetes usan escudo redondo y tinica corta, pero no llevan puntas herro en Argeli cipe del siglo El ejército de Anibal: los esparioles Anibal marcha sobre Italia Anibal tenia otros planes. Su chjotivo era elentar una revuelta contra Roma en Italia. ¥ como los romanos domi- naban el mar, tonfa que acercarse a Italia por tierra Pero primero debia contener a Escipién, a quien se habia encomendado la invasién de Espaila. Lo que hizo fue ingeniérselas para provocar una revuelta en el norte de Italia, ante la cual las legiones de Escipién fueron desta- cadas al lugar para hacerle frente Asi, dejando considerables fuerzas para defender Espaiia y el norte de Africa, Anibal se abrié paso hacia el Norte, hasta los Pirineos. Antes de que Escipiéa pudiera 1 2 le il 1. Saunion, jabating peseds con punta der ade, toda de hier. 2. Punta de jabni 3. Punta de lanza. 4, Faleata. 5. Espade recto Ge fio y punta \gladius Pispaniensis). 6. Daga 7. Daga con vaina. 8 y 9. Conteras ds fonea 10. Cuchi det tipo que se faba a la vaine de fs falcata. Todas elias son armas esparolas Ge los siolos IV 9, C, Escala 178. 1a infanteria y la caballeria espanolas for ‘maban una parte pequena pero importante el ejército de ‘Anibal. De los" 20.000 Infantes que llegaron a Italia, 8.000 eran espafloles. Unos iban armados con espadas ¥y otros, procedentes de las Baleares, con hondas. Segin Polibio, los primeros lle ‘vaban una tiinica corta blanca ribeteada de pirpura (probablemente quiere decir color carmesi); su escudo, gelta, era de gran tamafio, y la espada, corta, de filo y punta. Algunas esculturas de Osuna, en el ‘sur de Espatia, representan guerreros que se adaptan bien a la descripcign de Polibio 1, 3, arriba). 42 Esculturas de Osuna, on ef sur de Espate 1. Guerrare armacte de espade, con escudo de tipo conta y gor de fibre. 2. Gor del mismo tipo. 3. Guerrero con falcata y capuche de {iora, 4. Detale de capucha similar. 5. Gue: ‘79"0 pintado en un vasa. ‘adoptaron los romanos. Deno- ‘minada gladius hispaniensis, era un arma fen punta (5, arriba) El tipo més comin era Ja elegante falcata curvada (4), de flo y punta, cuya hoja tenia una longitud media Ge sélo 45 centimetros. Esta claro por el fragmento de una esialua (que no se muestra aqui), que colgaba. del lado iquierdo. A veces llevaha un pufal corto adosado a la vaina Se han encontrado también gran ndmoro de dagas |6, 7), precursoras de la aga romana. Los espafales usaban ask ‘mismo un pilum cor.o. Pero el arma mas extraordinaria era el saunion (1), jabalina dentada de hier. Atuendo y armadura ‘Los dos guerreros de Osuna llevan escudos largados de tipo celta, como el deserito por Polibio. También existia un pequedio eseudo redondo, que aparece @ menudo en esculturas. La tnica corta y el einturén fancho son comunes en cientos de figuri- Tas. Lo mismo ocurre con las hebllas de clnturén, La figura (3), arriba, lleva un extrafo tocado rematado en cresta, que se ve con més cleridad en otra escultura (4). El ge frafo griego Estrabén nos dice que. los Iberos llevaban gorvos de fibre. La cresta prueba que no puede tratarse de cabelo. Estas capuchas son muy similares a las que aparecen en las esculturas encon: tradas en el sodoeste de Francia. Los gorros que se reproducen en (1! y (2) arecen ser una versién simplificada de estas capuchas. Se han encontrado flgunos yelmes de ronce, pero som muy reunir un nuevo ejército, Anibal habia sometido el nor deste de Espatia, Finalmente, Escipién se embarcé para ‘Marsella, aliada de Roma. Al llegar alli, qued6 sorpren- dido al enterarse de que Anibal no estaba ya en Espaiia, sino que avanzaba hacia el Rédano. Solo se le ocurria pensar que se dirigia a Marsella para dejar fuera de com- bate aquella avanzadilla de Roma. los cuatro dias de abandonar la costa, Antbal leg6 al Rédano. Llevaba consigo 38.000 soldados de infanteria, 8,000 de caballeria y 34 elefantes, Enterado Escipién, des- tacé la caballeria hacia el Norte, a fin de estar informado de sus movimientos. En la orilla opuesta, los celtas se habian reunido en gran némero. Antbal los flanqueé enviando secretamente parte de su caballeria a cruzar el rio més al Norte, y consigui6 seguir su camino. | movimiento de flanco habia llevado varios das pre- ciosos. Anfbal supuso que Escipion estaba ya cerca y, como todavia tenia que hacer cruzar el rio alos elefantes, envi6 a algunos de sus niimidas hacia el Sur, en misién de vigi- lancia. Ese mismo dia regresaron diciéndole que habian encontrado la caballeria romana. Sin duda se trataba de las fuerzas de cobertura que precedian a las legiones ‘Antbal, sin embargo, no se atrevi6 a enzarzarse en com- bate antes de legar @ Italia, def 1 y 2. Vistas de costado y de frente de un Jinete do bronce del seta i, armed con un equete escudo de asa conval La caballeria ‘espaiol: ete & intante esparoles de la épaca de ‘Aniba ademas de espada y lanza, el segundo ‘bodla evar un saunion, como aqul, 0 una ja- bana igual que la {3 Escultura de caballo con rida y coberior de Sila 4 y 8. Dos bocades de tivo acodade, pro- eedentes del comenteria de Aguila de Anguita, on centro de Espar, GQ) romana y la celta, resulta un tanto confusa para el lector moderno, pues esta mu Claro que estos jinetes desmontaban Frecuencia para luchar a pie, No era raro {que un caballo llevase dos hombres, uno de los cuales desmontaba para combat. 2] jnete espaol usaba un pequeno eseudo redondo con asa central (ease 1, 2, arriba). Va vestido como un infante, ¥ parece llevar el mismo tocado @ la cabeza En su mano derecha sostiene una falcata. ballo (3) presenta la brida y la de la silla sostenida por una smuestran tambien @ veces el tipo helenistico de silla. Los bocados del caballo son normalmente de tipo acodado. Se presentan en miltiples formas. Los mas comunes son el aillo (5) y el creciente (a) 43 El ejército de Anibal: los elefantes La marcha de Anibal hacia el Norte Anibal habia pensado dirigirse hacia Italia por el camino més corto y mas facil: el valle de Durance y el paso de Montgenévre. Mas, creyendo que los romanos estaban cerca, decidié remontar el Rédano para intentar despe: garse, Ala maiiana siguiente, colocé a su caballerfa como cor- tina frente a las legiones que avanzaban y envié a la infan. teria rio arriba. Durante el dia se las arreglé para hacer pasar a los lefantes en balsas, y pronto dio aleance a su in fanteria. La caballeria romana avisté al fin el campamento de ‘Anibal y regres6 luego a toda prisa a la costa a informar. Escipién apenas podia dar crédito a las noticias que le trafan, Aquello s6lo podia significar una cosa: el ejército cartaginés no se dirigia a Marsella, sino a Ttalia, Presa casi de pénico, se apresuré hacia el Norte, Cuando llegé al cam- pamento, estaba abandonado, pues hacia tres dias que Anibal llevaba cuatro dias de camino hacia el Norte cuando se enteré de la retirada de Escipién. Habia llegado al punto en que el Isére se junta con el Rédano, formando un triéngulo de tierra conocide como sla Isla». Sus hom- bres se adentraron entonces en los Alpes siguiendo el Isére hhasta la confluencia del Drac, y ali giraron hacia el Sur para cruzar el puerto que les devolveria al valle de Anibal se habia ido. Escipién se apresur6, pues, a volver a Ja costa. No tenia tiempo de transportar de nuevo todo el, ejército, por lo que ordené a su hermano que levara los soldados a Espaiia, mientras él se embarcaba para Italia, Durance. En ese lugar fueron atacados por las tribus locales y sufrieron cuantiosas pérdidas al abrirse paso. Pero a los pocos dias habian liegado al amplio valle de Du- ance Los elofantes de Anibal fueron transportados ‘on balsas a través del Rédano, Segun Polio, varios de ols cayeron af agua y vadearon 6 ‘io con ta wompa fuera. Aunque se perdieron afounos mahouts (condvctores de elefantes), Tos animales lograron eruzarel rie. El grabado ‘muestra e! espig6n hecho con balsas de ocho ‘metros de ancho, amarrado a os arbotes de fa ovis. Cuando los animales Negaran a las dos ~ ‘timas balsas, las solaron y remolearon con bots. ‘Aoneda cartaginess con ia figura de un ele- {ante de guerra africana, Se puede identiticar por sus grandes rojas y ef lomo hundido. Indios y africanos ~~ Los elefantes de guerra Megaron a Occi Ss deme traidos por Alejandro Magno, hacia 25 a. C. Produjeron un efecto devastador fen la caballeria hasta que los caballos se facestumbraron a ellos. Se importaban de la India, ¥ por eso los pueblos que, como Epipto y_ Cartago, no. tenian contacto directo con aquel. pais, tropezaban con Aiflcultades para abastecerse. Existia, sin ‘embargo, una alternativa: el elefante de la hoy extinguido y menor Los elefantes de Anibal Mis adelante, una ver que los legionarios hbubieron capturado algunos elelantes conocido sus puntos débiles, éstos dejaron e desempenar un papel importante, Aun asi, Anibal se lev6 348 Talia. Salvo uno, todos ellos murieron al cruzar los Alpes, causa del riguroso invierno que sigulo. Ea Trebia (218-2, C), In Gnica batalla en que tomaron parte, desempeiaron un. papel poco importante cuando se los enfrents on la caballeria romana, que, de todas formas, estaba en notable inferioridad nu mérica, 2,5 metros hasta el lomo, mientras que el lefante indio mide 3 metros y el gran ele: ante de la sabana africana, 3,5\metros. EI eruce del Rédano los elefantes se aterraron ante Ia répida corriente del Rédano, que tiene una fanchura de 200 a 500 metros y fluye & tunos § metros por segundo, por lo cual los ‘cartagineses se vieron obligades a cons truir robustas halsas de unos 8 metros de ancho. Luego unieron dos de cellas y las famarraron a la orlla, Afiadiendo otras, ‘tadas a los drboles, intentaron construir lun espigon de 16 metros de ancho y 60 de largo. Al extremo ataron dos balsas muy fuertes. Después lo cubrieron todo con tierra, para que pareciera un sendero a la corilla del rio, Utilizando dos. hembras, Tograron atracr a los otros elefantes al espigon. Una vez en las balsas finales, las cortaron y las remolearon a través del rio 45 Los elefantes de guerra cartagineses {os cartagineses cazaban los elefantes en Marruecos y Argelia, y en el limite del desierto del Sahara, 800 kilémetros al Sur {es dieron el bautizo de guerra al iniciarse las hostiidades con Roma, en 262 a. C., y Jos usaron tanto contr teria como contra Ia caballerfa, Destrozaron la moral romana, al extremo de que durante mucho tempo Tos legionarios no quisieron enfren tarse con ellos. Los elefantes se cargaron de laureles en 285 a. C. al aplastar a la infanteria de Régulo en ios tlanos del Ba aredas; El paso de los Alpes El valle de la muerte Una marcha de varios dias remontando el valle de Durance levé al ejército de Anibal a L’Argentiére-la- Bessée. Aqu{ el rfo atraviesa un estrecho barranco y el camino conduce a las colinas. Anibal avanzé con la caba- llerfa al frente, la infanterfa en la retaguardia y la impedi- menta en el centro Cuando el ejército se habia desplegado por las laderas, los celtas atacaron la retaguardia, La infanteria se dio la vuelta ¥ les present6 cara, mientras los celtas, en las alturas, arrojaban piedras y hacian rodar enormes cantos ladera abajo sobre el ejército. El cruce del Rédano Anibal intenté repetir el mitico vis Hércules a Talia, remontando el valle Durance y cruzando el paso de Montge névro. Era el camino mas facil y la ruta comercial tradicional entre el norte de talia-y Espaila. Anibal la siguié. hasta Hogar al Rédano, en Taraseén, punto mas bajo por donde podia cruzarse el rio. La zona situada hacia el Sur habia estado jinundada hasta hacia poco; cuando los a calzada de ‘dycto Iconocido después como Le Pont des Ares) a través do ostas marismas sha Isla» Después de cruzar el rl, Anibal abandoné su Tute originaria y se irigio hacia el Norte con la esperanza de despegarse del ejercito de Escipién. Al enterarse de la wrch6 durante cuatro or aqui lego al lugar jo eLa Islav, un triengulo de tierra bordeado por el Rédano y el Skaras y con el otro extremo blogueado por una Impenetrable cadena de montaias y por grandes marismas. Esta faja de terreno es facil de reconacer: esta situada entre el Rodano y el Isire. E] nombre romano de Isére, Isara, es muy similar a Skaras, ito Livio y Polibio Tito Livio menciona algunas de las tribus que encontré Anibal. Los intentos de trazar la ruta del la posicion de romano han sida infruetwosos. El valle del Rédano estabo en constante agitacion, pues lo barrian ola tras ola de invasores Déraros, que se tan desplazando unos otros, Desde sla Islay, Anibal se dirgié a los Apes. Resulta difieil coordinar los relatos de Tito Livio y de Polibio. El primero es Cconfuso; resulta mas seguro emplear al ‘segundo como guia: Pasado el barranco, el camino desciende hacia el valle. Una gran estribacién rocosa se alza en la via, dejando sélo un estrecho paso. Cuando la caballeria habia rebasado el lugar, los celtas lanzaron un nuevo ataque contra el grupo Ge la impedimenta y partieron el ejército en dos. La infan- teria, y Anibal con ella, quedé atrapada en el desfiladero. ‘Durante toda le noche trataron de abrirse paso; no lo lograron hasta la mafiana siguiente. Las pérdidas habian sido enormes. Aquella tarde, la infanterfa, sin pegar ojo, haba conseguido llegar al paso. All{ acampé dos dias espe- Por el lado norte del paso, la nieve del afio anteriorno se habia derretido todavia y la superficie helada estaba cubierta de nieve reciente. Al descender los soldados, sus pies se hundian en la nieve y resbalaban en el hielo; fueron muchos los que se precipitaron al vacio. Como sino fuera bastante, parte del camino habfa quedado bloqueado por un corrimiento de tierras. Hubo que abrir un camino para 10s caballos y la impedimenta, pero los elefantes tuvieron que pasar cuatro noches en lo alto del paso helado. Tres dias después, los supervivientes del ejército cartaginés rando a los rezagados. entraban en el valle del Po. 2Oué paso? Tos eruditos han discutide acalorada mente sobre el paso que remonté Anibal Polibio nos dice que los pasos de los Alpes estahan cubiertos de nieve todo el afto. Se twata de una afirmacién general, que se rofiere sin duda a los pasos més utilizados: 1 Montgenevre, el Pequefio San Bernardo Yel Brennero. Los expertos en climatologia. irman que en aquellos tiempos el nivel de las nieves en los Alpes estaba mucho ‘que ahora: @ unos 2.000 metros de os 3,000 aetuales. En conse el paso mo tonia por qué ser noce: sariamente alto, I Itinerario de Anibal debe ajustarse a las earacteristicas siguientes: ‘Tener un desfiladero situado a un «ia de marcha (16-30 km.| desde lo cima, 2. Tener su parte alta lo bastante grande para permitir la acampada de todo tun efércit, 3. Tener la ladera de descenso, al ‘menos en parte, mirando al Norte; la nieve 4,41 hl 0 encontraban a bajar, no al 4.” Tener una bajada escarpada. 5. Tener el lado extromo a tres dias de marcha del terreno llano. ermitir la visién de Italia desde lo EI descenso del peso de Monigentuee, Lo zona de! deshzamierto de terra, donde ef camino quedd interrumpid, esta af fondo, El paso de Montgenévre Slo un paso se ajusta a la ilkima condi cién, Ia ‘Traversette, Pero, prescindiendo e ésta, s6lo se ajusta a la cuarta condi cién. Su desfiladero supane mas de un dia de marcha desde la cima. Ademés, tiene Las rutas del Montcenis (2.083 m.)y del Clapier (2.482 m.) solo se ajustan a las Condiciones primera y segunda. Es impo- sible ver Italia desde punto de Cle pier. El Pequeso San Bernardo (2.188 1.) ‘6lo satisface las condiciones segunda y El Gnico pretendiente razonable es el ‘Montgenévre (1.880 m.), que se ajusta a las cinco primeras condiciones. EL Montgenévre es, pues, la_opeién obvia, Es también el desflladero mas bajo. Esto es, clertamente, razonable, pues estaba en la ruta originaria de Anibal: para volver a tomarla desde wa Islas, hhubo de eruzar las estribaciones alpinas. La ruta probable Es posible reconstruir la ruta probable de Anibal con el relato de Polio. 12 Gste que Anibal siguié ol rio durante 800 estadios (160 km), y luego ‘comenz6 a subir. Siguiendo el’ Isére, y luogo el Drae durante 180 kilometros, se Wega a un punto cerca de le actual La ‘Mure, donde el camino se hace dificil. ‘Aqui los celtas intentaron bloquear el paso. ‘Mas allé, ol camino es facil y a través de ‘suavos pendientes por los pasos de Bayard (1.248 m.) 0 Manse (1.260 m.) se vuelve al valle de Durance. Después de sois dias de marcha desde La Mure (unos 150 km.) le garian al desfiladero, a 10 kilometro sur de Briancon. Aqui quedaron pados. Al dia siguiente Negaron a 420 kilémetros de distanci imino, la distancia desde el cruce {ol Rédano hasta el comienzo de la subida ‘era de 287 kilémetros; Polibio dice 1.400 festadios (280 km.). Desde aqui hasta Talia (Avigliana) hay "234 kildmetros; Polio dice 1.200 estadios (240 km.) Le ruta hacia el paso de Montgenevre. El des- Iedero este ai fondo. Le lines punteeds en ‘ojo 2s 1a marcha de Anibal, Las Nechas azules Imuestran donde atacaron los celts Las doe Mechas grandes incicen el punto donde of ‘jéreta queds cortado on dos partes. Los celtas Siete afios antes de que Anibal emprendiera su larga marcha, los celtas del norte de Italia habjan lanzado un fuerte ataque contra Roma. La més violenta de aquellas tribus, la de los senones, habia desaparecido mucho antes. Ellos fueron quienes saquearon Roma en 390 a. C. Durante los cien afios siguientes habian invadido reitera- damente la Italia central, uniéndose a los samnitas en stu ultima guerra contra Roma. En 285 a. C., nuevamente habian invadido Etruria y destrozado un ejército romano. Enfurrecidos, los romanos habian enviado otro ejército contra ellos, que les puso en fuga. Iuego invadieron su territorio y exterminaron sin compasién a la poblacion, expulsando de Ttalia a los restantes. Entonces comenzaron a reunirse las otras tribus. En 225 a. C., cruzaron los Apeninos con un ejército de 70.000 hombres. Por primera vez, Roma se vio envuelta en una ‘guerra de gran envergadura con los celtas. Fue el principio del fin de aquel pueblo orgulloso. Durante los 170 aftos siguientes, Roma los destruyé sisteméticamente en el norte de Italia, en Espafia y Francia. Puede decirse, sin miedo a error, que durante el Imperio murieron més celtas que de todas las restantes poblaciones. Estas guerras son las mejor documentadas de toda la historia de Roma. No solamente tenemos las narraciones del gran Polibio, sino también el relato de César sobre su guerra contra los celtas galos, asf como una descripcién verdaderamente valiosa del guerrero celta de mano de Diodoro, escritor griego de Sicilia, quien vivid en el si- glota.c. Los testimonios arqueologicos son vastos y se extienden desde Turquia a Escocia, En esta parte de la presente obra se pasa revista a los celtas no s6lo en Italia, sino en toda la Europa occidental, desde 500 a. C. al afio 100 de nuestra era. Las tlbus celtas que vielen en los Alpes tienden una emboscade al rei de Anibal Atacon desde lo lto haciendo rodar grandes piedras Sobre los cartagineses cvendo éstos eaminan por un paso estrecho. El eseenario es of deshiladero el valle alto del Durance, der kiidmetros al sur de Briangon, 49 Guerreros del Norte ‘Los romanos invaden el valle del Po Para hacer frente al ataque celta en 225 a. C., Roma envié dos ejé 3, compuesto cada uno de 50.000 infantes y 3.200 jinetes. Uno acamp6 en Rimini y el otro en Toscana. Los galos atravesaron los Apeninos y atacaron a las legiones en Toscana. El ejército de Rimini leg6 justo a tiempo de impedir un desastre. Los celtas se retiraron a la costa, con el ejército de Rimini pisandoles los talones. Un tercer ejército romano llegé desde Cerdefia, viéndose los celtas sorprendidos entre las dos fuerzas enemigas. Cerca El origen do los celtas ‘Los celtas procedian del sur de Alemania y se diseminaron por Europa occidental. En fl siglo v 8G. se habian extendido por ‘Austria, Suiza. Belgica y Luxemburgo. ast ‘como en partes de Espana, Francia y Bre taf, En ol siglo siguiente, invadioron Talia, La primera tribu que logd fue la de los isubros, y éstos hicieron de Milin su capital. Siguieron los boios,lingons, cen ‘manos y otras tribus, que conquistaron la mayor parte del valle del Po, obligando finalmente a los etruscos a cruzar de nuove los Apeninos. Los senones fueron los ‘limos en ogar. Avanzaron hacia la costa del Adridtico y se establecieron en lore a Ancona. Los romanos llamaban egalos» a los celtas Durante los siglos 1v yu a. C., otros celtas se establecieron en los Baleanes € Invadieron Grecia. Fueron rechazados, pero algunos de ellos penetraron en Asia Pstableciéndose finalmente en Turquia 50 Los historiadores griegos y romanos Por desgracia, Ia mayor parte de nuestros cconocienientos sobre Tos eeltas nos han lle tgado a través de sus enemigos, los griegos Yromanos. El siciliano Diodoro da una viva descripcién de los guerreros cols: nos habla de su pintoresco atuendo, de sus largos bigotes y'del cabello, que lavaban ‘con agua alcalina para mantenerlo tivso ‘como crin de caballo. ‘Al principio, los romanos sintioron torror ante aquellos gigantes. rubios. Tuego, al darse cuenta de que su diseiplina podia triunfar siempre del valor indiscipi nado de sus enemigos, se mostraron des Gefiosos frente a los indémitos barbaros. Los escritos de Tito Livio reflgjan este punto de vista. Sin embargo, a pesar de {odo ol desdén de los romanos, los celtas se comportaban como excclentes soldados hhajo el mando de un buen general. Consti twian casi la mitad del ojéreito de Anibal, quien durante 15 afos dominé a las logiones romanas. Mas tarde, los romanos reconoverian el valor de los cultas, ¥ durante siglos éstos lenaron las filas de las legiones, Parte de le decoracién de un caldero encon- trade en Gundestrun, Dinamarca. Muestra a Jinetes, infantes y trompoteros celtas de toe fgtos 1 9.C. La casta guerrera Ta mayoria de las sociedades primitivas tenian una casta guerrera; también los griegos y los romanos la tuvieron, y los teltas no fueron una excepcién. Las gue rreros_procedian de lo que podriamos Aefinir como la clase media y superior. La asta guerrera era le que combatia real ‘mente, mientras que los pobres servian como conductores de los earromatos del Dagaie I colta ora un guerrero en el sentido horoico, Todo tenia que ser més grande que la vida. Vivia para la guerra; su glori ‘Beacién del valor le Ilevaba a menudo @ le temeridad. Parte del rival del querrer0 era ufanarse de sus victorias, y la lucha fentre querreros era una parte importante de su Vida de Telamén, 140 kilémetros al norte de Roma, cayeron 40,000 celtas luchando bravamente hasta el fin. EI miedo a una nueva invasin habia terminado. Los ‘omanos juraron que aquélla seria la tiltima y sus legiones invadieron el valle del Po. En la primera campatia se rin- dieron los boios, En la subsiguiente (222 a. C.), el consul Gayo Flaminio, que caeria més tarde frente a Ansbal en la batalla del lago Trasimeno, cruz6 el Po y aniquilé un ejér- cito de insubros, cerca de Bérgamo. Al afio siguiente, las legiones tomaron Milan, la principal ciudad de los insu- bros. Los celtas se rindieron incondicionalmente y los romanos establecieron colonias en Piacenza y Cremona, Un jefe de tos senones hacia 300 0.€. Aunque los jeles, regularmente, levaban velmos y otras armaduras, [os guerreras ord Narios de aquel tiempo preterian luchar des fhudes, como fas dos figuras del fondo, ‘armadura y armas La mayoria de los celtas despreciaban el uso de la armadura, y antes de 300 a. C. aproximadamente, preferian luchar des nudes. Algunas tribus celtas todavia Tucharon desnudas en la batalla de 228 a, C. El colta era eélebre por su habilidad con la espada, pero también usaba jabalinas y lanzas, Dos lanzas enontradas en La Tene, Suiza, tienen casi 2,5 metros de largo. Su dinica proteccién era un gean escudo, generalmente ovalado, La idea de que los celtas Hevaban pesados brazaletes en la Datalla resulta dudosa, pues es dificil com prender cémo podian servirse del brazo para manejar la espada. Dionisio cuenta que, en la batalla, ta blandian sobre la cabeza, cortando el aire de un lado a otro, y luego la bajaban, gol peando a sus enemigos como si cortaran madera, Este uso de la espada es lo que tanto aterraba a sus enemies. ‘os eeltas no luchaban en tropel, como se ha supuesto a menudo, sino que estaban organizados en compafias. Es facil pro barlo por el uso de estandartes, Gazadores de eabezas os celtas eran cazadores de cabezas. En Ta batalla, cortaban las do los enemigos caidos y las colgaban con frecuencia del cuello de su caballo. Después las exhibian ‘ala entrada de sus templos. Bl tema de la teabeza cortada, por lo demas, es una cons tante del arte celta. En Ia batalla de Bene vento, en 214 a. C., el general romano Graco ordend a su ejercito de esclavos bres (presumiblemente celtas) que dejaran de recoger cabezas y siguieran lu cchando, Después del combate, los celtas solfan ofrendar las armas de sus enemigos a los doses y las arrojaban a un rio o un lago. los cientos de armas que se han sacado el lago de Neuchatel, en La Tene, pro ‘eden de ofrendas de este tipo. De hecho, fn la localidad de La Tene, se han encon trado tantos artefactos celtas, que se ha dado su nombre a toda la cultura ¢ Los jofes Ls jefes y los celtas més ricos llevaban con frecuencia armadura, particularmente los que entraron en contacto con los fgriegos y romanos. A menudo adoptaban detalles de las armaduras griegas. y romanas, Se ha encontrado un par de ‘grobas en la tumba de un jefe en Clumesti ‘Varias tumbas del norte de Italia con tienen armaduras etruscas y armas celtas. Es improbable que sean celtas, pues hay ‘una en San Marino, en la localidad de Gat tara, a unos 50 kilometros de Bolonia, que no solamente contiene un yelmo etruseo ¥ ‘rebas, sino también los accesorios del asa de un escudo de hoplit ‘Antes de la batalla, los jefes soltan situarse al frente de su ejéreito, haciendo chocar las armas contra los escudos, pro clamando sus hazaflas y retando al ene. ‘igo al combate personal César describe @ los briténicos vestidos con pieles y adornados con glasto, un tinte azul Algunas pieles con tatuajes, hallados fen una tumba escita de este periodo, dan @ fentender que los britanos sv tatuaban de azul Representacion de infantes celtes en una vaina de espade del siglo IV 2.0. proce 51 . sobre coli mia ae Fuertes celtas construidos Reconstruccibn de! oppidum de Eniremont, visto desde el lado norte, Lae almenas apa recen hechos de madera, ero muy bien udieron ser de piedra 0 Iadrilo. La fortalera ue tomada por los romanas en 123 a. Entremont: porte de la murals del norte y una torre. 12 muraia, que tenia dos metros de espesor. estaba consiruida con piedras. sin labrar. La robusta tore tiene ocho metros de anchura. Probablemente estaba coronade por otra tore huvea, Mages: una puerta de las fases 24 y 3% de desarrollo de fuerte. Esta tore también poses ‘una base séiida. ‘Nages: plane de la torre y muralarepreducida ‘encima, que muestra su estructue, Los primitivos fuertes construidos sobre colin Se llama fuerte de montafa a toda fortif cacion levantada en lo alto de una colina Normalmente constaba de un refugio defendido por terraplenes y fosos, que ocu: ppaba la totalidad 0 parte del alto de la Colina. Su area podia variar entre una y 380 hectareas. En Europa occidental se hhan descubierto miles de fuertes erigidos sobre colinas. la mayoria estaban dl empalizadas: pero éstas eran insuficientes, ¥@ menudo se las reemplazS por wn Foso y un terraplén de tierra, con el lado exterior fen vertical, revestidos de maderos. Estos terraplenes revestides de troncos fueron reemplazados gradualmente por tipos mejorados de terraplén, Fortificaciones de piedra y ladrillo Enel Sur, durante los siglos via va. C., los celtas primitives, bajo la influeneia de los Briegos, comenzaron a revestir sus terra. plenes de piedras 0 adobes. En el sur de Francia se han encontrado varias forta lezas celtas enteramente construidas de piedra, que datan del siglo nt. C. y se ins piran en las fortficaciones riegas. cer. canas a Marsella. La més famosa es la de Entremont, 1a fortaleza de Entremont Esta forteleza triangular se encuentra en tun alto cerro que domina Aix‘en:Provence Dos de los lados tienen un acceso escar. pado y probablemente estaban defendidos or una simple muralla, El acceso al lado forte es llano, Aqui ha sido excavada parte de la muralla, que tiene un espesor aproximado de 2,5' metros y esté refor zada con torres a intervalos de 19 metros, Solamente subsiste la parte mas baja, que festé construida con piedras sin labrar, de tamaso y forma desiguales, colocadas de forma irregular (ilustracién, igquierdal, las torres estaban rellenas de cascote Para resistir los embates de los arietes: ‘como se basan en modelos griegos, parece cierto que se trata de auténticas torres, y nno de meros bastiones. De ser asi, se los habria coronado con almenas de piedra, Indrillo © madera | \ — Murates «Torres Terreno en declive Planos de twertes sobre colins en el sur do 1. Eniremont. 2. Noges: las sucesivas feses de Nages pueden verse en gris oscuro. Las dhiinas ferticactones ‘estan en negro. El oppidum de Nages A los fuertes mas importantes, ales como fl de Entremont, los romanos los llamaban ‘oppida singular. oppidum) ‘Uno de estos oppidum es el fuerte de ‘ages. Situado al oeste de Nimes, protegia Ja ruta hacla Espana. Anibal debio de pasar por é] en su marcha hacia Italia Ocupaha parte del alto de una calina y estaba pravisto de murallas en tres Iados: fl cuarto estaba defendido por wna ladera escarpada. El lado que se abria al resto del alto de la colina estaba defendido por una ‘muralla reforzada con torres, como en Entremont, Este fuerte es particularmente interesante, porque muestra cuatro esta dios sucesives de evoluciéa (véase plano, arriba). Murus gallicus Secetdn dol murus galicus. que muestra ef revestimiento de piedra y fos maderos unidos con elavos. Clave dle una muralto gale, en Murcens. ‘Murus gallicus En la Francia central y septentrional se constituyeron los primitives terraplenes por un tipo de estructura descrito por Julio, César, que la denomina, simplemente, ‘muraila gala (Murus gallicus). Se construla ‘con revestimiento de piedra por delante y por detrés. El contro Herra 0 cascote yu fstos se introducian on la muralla de ppledre por delante y por detras, Las murallas de Huelgoat, Finisterre (véase Ia ilustracion de arriba, tenian cast 4 metros de alto estaban coronadas con César quod impresionado por este tipo de murallas, ya que la piedra revestida impedia que se quemara la madera, y la tierra y la madera impedian que fuera ido el muro. Mediante el examen exierno, los ingenieros de César no pudieron saber que el muro tenia también ‘maderos longitudinales, que estaban cla: vuados a los travesatios. Estos detalles los hhan revelado las excavaciones realizadas ‘en Francia. BL esposor y la composicién de las murallas varian considerablemente, pues algunas no tienen revestimiento de por dentro; delante tuna 0 dos i do made piedra de este periodo se encuentran ‘menudo en Gran Bretafa, Son similares al murs gallicus, pero no tan sélidos. yen deci e comengaron a erigir fen el siglo aC. muchos terraplenes revestidos de maderos. Se ahondaron los {osos y se dio inclinacion # aquéllos para formar un declive abrupto y_ continuo. Desde 100 a.C., aproximadamente, imiichos fuertes del sur de Gran Bretaia incrementaron sus defensas aiadiendo mas fosos y terraplenes fuera de sus lin originales. La entrada a estos fuertes era muy complicada, con el fin de impedir que fl enemigo atacara las puertas 1. Fuerte con murus gallcus, Huelgoat, Finis Francia. 2. Maiden Caste, Dorset. 3. Danebury, Hanis. Les Dimas son fuertes con terraptenes miitiples: escala 1 : 20.000. Puertas: 4. Hod Hil, Dorset. 6. Yarnbury. Witshire. 6. Maiden Caste, 3 mm Fosos Terreno on dectve sem Terraplenes — Murus gaticus ‘Reconstruccién de! fuerte de Oanebury, do terraplén matin, que se hallaba en su vino Carros celtas Lega el salvador Anibal llegé a Italia en el otofio de 218 a. C. Las montafias se habian cobrado un mimero terrible de victimas. En el paso de los Alpes habia perdido casi la mitad de su ejército: de los 46,000 hombres iniciales, s6lo sobrevivian 26,000. Los insubros, dolidos todavia por sus derrotas ante los romanos, dieron la bienvenida al salvador con los brazos abiertos. Las tinicas fuerzas romanas estacionadas en el valle del ‘Po eran las legiones situadas inicialmente bajo el mando de Escipién, que habian sido enviadas a la zona al prin- cipio del verano, Escipion habia llegado justo a tiempo de Moneda de tiempo de César, en que aparece un carro celta Lipide de Padua, en el norte de Hale, on que se vo un carro celta con el lado formade por dos semicheutos: hacia 300 a.C. 1 y 2 Yugo y suede de La Tene, en Suiza: hacia 200 2,C. 3-16. Partes metéiicas ‘haladas en comenterios de caros, on Francia. 3.4 y 11. Accosorios de un arnés anicutado, 5. Tapacubos con cabila. 7. Junta de pina. By 8. Omamentos de bronce, 10. Bocado do caballo. 12 y 18, Pezoneras. 13. Porta Iniendas. 6 y 14. Pernos de ojo, de fnalitad 54 Los dltimos carros Polibio, en su relato de los acontecimientos que logan hasta la batalla de Telamén, en 225 a. G, dice que en el ejéreito galo habia 20,000 saldadot de caballersa y earros, Es ésta la tkima referencia al uso de carros do guerra en el continente europeo. No vuelvon a aparecer hasta que César Invadié Gran Bretana en 55 a.C Diodora nos dice que los cares eran tirados por dos eahallos y tripulades por uun auriga y un guerrero. En la batalla, el guerrero lanzaba jabalinas desde él y Juego bajaba para Tuchar a pie. El relate dde César sobre los carros britanos es muy similar, pero afada un detalle muy impor- tante: so usaban contra la caballeria. No se podia luchar contra la infanteria de este modo, excepto en escaramuzas. César expresa gran admiracion por la habilidad de los hombres de estos carros. Describe aurigas corriendo a lo largo dela vara del carro y de ple sobre el yugo, a Tomo de los caballos. tomar el mando. Sempronio, con otro ejército, estaba en Lilybaeum, Sicilia, en espera de pasar a Africa. Ahora se dirigis hacia el Norte. Escipién, que avanzaba por la orilla norte del Po con su caballeria, cayé directamente en una emboscada. Aunque herido, se las arreglé para liherar a sus tropas y retirarse. Cruz6 el Po y se coloce a la defensive en la orilla este del ‘Trebia, en las laderas de los Apeninos, cerca de Piacenza, Aqui esperé a su colega. Anthal cruz6 también el Po y avanzé hasta unos pocos kilometros de los romanos. Sem- pronio lleg6 unos dias més tarde. ‘Anfbal conocfa bien el carécter impulsive de Sem- pronio, y trazé sus planes de acuerdo con ello. Menu- dearon las escaramuzas entre los dos bandos, y el carta- ginés permitié deliberadamente que los romanos llevasen, en ellas la mejor parte. Era todo lo que necesitaba Sem- pronio, que ardia en deseos de lucha, ‘Varios arroyos fluian por el Ilano que separaba alos dos ejércitos. Una noche, Anibal envié a su hermano Mago con 1,000 soldados de caballeria y otros tantos de infanteria a ocultarse en los elevaclos ribazos de uno de estos arroyos. ‘Al amanecer envié a sus jinetes mimidas a hostigar e! campamento romano. Luego ordené que todo el ejército desayunara y estuviera listo para tomar las armas. Cabatios de un carro etrusca, de Tarquin, ‘que muestran el modo de far el yugo; probe Dlemente, muy similar al metodo cata Reconstruccién de un carro que muestra la fargo caja con sus lados formades par dos somiciculos. Poraimpedir que fa caja se des- rend elas ruedas, os trantes estén unos fa! ee La vara de remolque ests unida caja y a! fe CCementerios de carros Se han encontrado en Francia varios Ccementerios de carros: desgraciadamente, parece que algunos de ellos fueron des. ‘mantelados antes de la inhumacién, En estas sepulturas se han conservado ‘muchas piezas metélicas de los carros: tntre ellas, armeses articulados iequierda, 3,4, 11), que debieron usarse para engan char los tirantes. (La longitud del perno da ‘ entender que se enganchaba al ¢je. Esta fs, ciertamente, la posicién en que se los hhan encontrado en las tumbas.) Las series de anillas que se encon traren junto con el petral pueden haber estado sujetas a la cincha para guiar el tirante, Las sepulturas contienen otras plezas, como pezoneras para asegurar las uedas (12, 18) y portarriendas que se ataban al yugo (13). Un yugo muy bien conservado (1) y una rueda completa con Tanta de hierro (2) hhan sido extraidas del lago de La Tone. Reconstruccién del carro celta Hasta hace poco nos tenfamos que basar en las monedas para hacernos una idea de Ja forma del carro celta, Estas monedas muestran vehfeulos con lo que parecen ser dos costados semicirculares. Hace algunos. fahos se encontré en el norte de Talia una épida que muestra cémo las dos piezas semicirculares forman, de hecho, un solo lado. Asi lo confirman los hallazgos arqueol6gicos. En los cementerios de carros de Francia, el espacio entre las, ruedas es de poco més de un metro, mucho ‘menor que en los careos chipriotas, donde el euriga y el guerrero estaban uno al lado de otro. Por lo tanto, el guerrero celta dobié de estar de pie, detrés de su auriga. La larga caja del carro que se neces para ello explica los dobles lados y que el uerrero pudiera estar tendido a lo largo fen su carro, como ocurria en los cemente ‘Hos de Francia. 55 Caballeria, trompetas y estandartes Una derrota aplastante Sempronio vio legar a los numidas y ordené a la caballeria que saliera a su encuentro, Detrés iba él con los lanzadores de jabalina y, por iltimo, el resto del ejército. Los niimidas se retiraron y los romanos los persiguieron. Més bajo, se ‘metieron en las aguas heladas del Trebia, que habia cre. ‘cido durante la noche por causa de la Ihivia. Bl viento arrastraba la nieve conforme avanzaban tropezando con, los guijarros y con el agua hasta las rodillas. Se hundian una y otra vez en las depresiones del rio. Por fin, empa: pados y tiritando, los legionarios llegaron a la otra orilla. inete celta con escude redondo rematado en {Los jinetes celtas eran una verdadera ca- £1 equipo de In caballeria Se ha dicho que los celtas no eran una ver dadera caballeria, sino que desmontaban y luchaban a pie. Ciertamente, en la batalla, dde Cannas lo hicieron asi celias, espafoles romanos, pero quiza fue por lo angosto el espacio on que combatian. El comen: tario de Anibal, recogido por Tito Livio, parece contradecirlo. Cuando le contaron ue Paulo habia ordenado que desmontara, Ja caballeria, sentencié que era coma silos. hhubiera entregado atados con cadenas, lo que da a entender quo la caballeria des. montada era initil. De hecho, resulta dificil imaginarse aun gran numero de jinetes desmontando para combatir. Cier tamente, los romanos no Io hacian asi de ordinario; de Jo contrario, no tendria sen: tido el comentario de Polibio sobre la Se han encontrado muchos bocadas de ccaballos, normalmente del tipo acodado, La escultara de la iequierda muestra un jinete que sirve en las tropas macedonias ‘on Ia batalla de Pidna (168 9, C). El ‘escudo redondo, ciertamente, na romano ni griego, debe de ser el de In caballeria celta ‘ia oscultura de la derecha muestra un celta haciendo pasar si caballo sobre un Bgriego caida, El caballo sin jinete muestra €l tipo de silla usada por los griegos de fentonces. Los celtas empleaban Ia misma gue los romanos de periodos posteriores {a sllla con perillas a cada lado se muestra fen el caldero de Gundestrup Ivénse abajo) que recoge tambien los discos que se usaban para adorar los eaballos celtas Algunos de éstos, de plata, se han encon ‘esta, del monumento 21a vitor de Emvio adopcion de la lanza g Paulo, on Dotfos: 168 2.C. eeieeenieaes ja, que no osci-trado en el norte de Italia inetes eatias del siglo M Vinete celta del caldero de Gundestrp, 1 ‘cabal leva una sila con cuatro perils y discos edornando ef ants. Sigfos MPT 2. C Anibal ordend entonces que atacaran sus fuerzas. La infanterfa iba en el centro y la caballeria en las alas. Los niimidas se habian dispersado, por lo que los romanos ordenaron a su caballeria y a sus lanzadores de jabalina que volvieran, Entonces las legiones avanzaron a marcha lenta con las tropas ligeras al frente y la caballeria en las alas. El resultado de la batalla no podia ofrecer la menor duda, Los romanos estaban empapados y tiritando y ni siguiera habian desayunado. Arrojaron sus pila y se lan- zaron al ataque con la espada. La caballeria cartaginesa ccargé y diezmé los flancos de las legiones. Entonces los Janceros afticanos, que habfan sido mantenidos en reta guardia, rebasaron a sus propias tropas y atacaron los flancos romanos. Los legionarios lucharon valerosamente, pero fueron destrozados. Cuando Mago sacé sus 2.000 hombres de su emboscada y atacé la retaguardia romana las legiones se encontraron completamente rodeadas. Algunos romanos intentaron abrirse paso a través de la linea cartaginesa. Otros se volvieron y emprendieron la fuga por el rio. La victoriosa caballeria cartaginesa les pisaba tenazmente los talones. Muchos romanos murieron al intentar cruzar el rio. Otros, debilitados por el hambre y Jas heridas, fueron arrastrados por la corriente. Excultara que muestra a un jinete griego y ‘tro cette: hacia 200 9 ¢. 1. Disco de omés de plata, procedente de! norte de Malla 2. Bocodo de caballo: hacia 400 a.€. 3. Bocedo de cabaio; hacia 50 aC 44 Bocada de caballo wrndrico, ‘Trompetas y estandartes La trompeta mas comin entre los celtas era el camny', larga y con la boca en forma e cabeza de animal. Se puede ver en el ealdero de Gundestrup (véase pag, 50) y en el arco de Orange, en el sur de Francia Ivéase derecha). En el norte de Italia se nusaba también el cuerno. La escultura de Ja derecha muestra a un celta tocando el euerno y a un portaestandarte, Este lleva tun yolmo Negau y un escudo de forma earacteristiea. Un escudo similar puede verso on la lapida mortuoria de wn por taestandarte ausiliar romano del muro de Adriano. Se usaban asimisma banderas y festandartes con animales (véase el arco de Orange). Las extrafas puntas de lanza con, fguras rocortadas eran probablemente de estandartes, Trompetas y estandartes 1. Cabeza de un carnyn, de Desktord, Escocla 2 Escultura dol arco de Orange, Francia, Se males de los B74. Punias ‘hombre tocando el everna y por- ‘aestandorte, de Bornio, on el norte de Italia, 57 Espadas Vi lanzas Todos los celtas se unen al invasor Durante la noche, Escipion y los que habian logrado llegar hasta el campamento huyeron a Piacenza, Los romanos habfan perdido en la batalla més de 20.000 hombres. ‘Todos los celtas se unieron entonces a Anibal, aunque éste no pudo explotar el éxito debido a la terrible tormenta de nieve que cayé por la noche. Solamente un elefante sobre- vivi6 al invierno siguiente, y muchos de los caballos mu. rieron, En Roma, el invierno se pasé en medio de preparativos febriles. Se reclutaron once nuevas legiones (100.000 Espadas y dagos: escaln 18 nacia 450: hacia 2650 2. I Ml 4 i" 58 Hecia 250. Jnzcig 120 2. c| el ry Hacia 120. ‘hacia 50 8.€. Britinicas: hacia 50 2.0100 oC. 2 t18 11 120 1, 2 y 3. Espades y vainas de la zona det Mame, Francia. 4,5 y 6. Dagas y vainas de fa zona del Marne, Francia, 7 y 7a. Espada y vaina de Le Tene. 7b. Reverso de [7a], mostrand le abrazedera {te suspension Ze. Extremo de la contera de (7a) 8. Contera de una espada irancess del periodo celta medio. 9'y 9. Vaing y espade de Suita 10. Vsina de! Témesis. 11, 116. Espada y anverso y ceverso de vaina de Cumberland, 12, 120. Espa ¥ vaina de Yorkshire. La espada larga de los celtas a deseripcion de las espadas celtas de corte lateral que dan los autores antiguos no es del todo exacta. Realmente, s6lo es plicable a los siglos uta. C. Polibio dice que los romanos_procu aban recibir el primer golpe de In espada celta en el borde del escude, que entonces las espadas se doblaban. Puede que ocurriera asi, pero las espadas celtas no eran tan malas. El autor ha visto una Vieja espada de hace 2.000 aos, encon trada en el lago de La ‘Tene, que, despu de casi doblaria, recobraba como un resorte su posicin. Espadas primitivas (h. 450-250 a. C.) La mayoria de las espadas son de punta y la hoja tiene una longitud de 55 2 65 centi metros. La espada (1} es excepcional, pues tiene hoja de 80 centimetros de largo. Son corrientes las dagas con hojas de 25 a 30 centimetros de largo. La prineipal caracte Fistica de estas armas primitivas es su con tera pronunciada (pie de la vaina). EI periodo medio (h. 250-120 a. C.) Durante este periodo, las hojas se redon- dearon y aument6 gredualmente su lon- aitud, siendo corvientes las de 75-80 centi- metros, Aunque en el Este continuaron las formas primitivas de contera, en Europa ‘oceidental se ajustaron mas al contorno de Ta espada, La més tipica es la espada de La ‘Tene, de Suiza (7. I timo periodo (h. 120-50 a. C.) La longitud media de Ia espada auments ahora hasta mas de 60. centimetras Algunos ejemplares tienen incluso 90, Aunque habia espadas de punta, predomi aban las de extremo romo (8). La vain 10} es britanica. Su contera se deriva de Ja vaina de La Téne, pero la longitud es de! ‘ltimo periodo, Espadas britanicas th. 50 2. .-100 d. de C) Las espadas se hicieron con hojas puntia judas y mas cortas, de 85-57 centimetros; (11) es tpica por su pequelia contera de doble pi hombres) y se las puso bajo el mando de los nuevos con. sules. Flaminio, el jefe del partido del pueblo (el hombre que habia exterminado a los insubros seis afios antes), toms posiciones con sus dos legiones en Arezzo, al norte de Toscana. Su colega, Gémino, acampé en Rimini, también con dos legiones. De les otras siete legiones, dos se enviaron a Espafia, dos a Sicilia, una a Cerdefta y dos per- ‘manecieron en Roma en reserva. Durante el invierno, Anibal haba estudiado el carécter de los dos cénsules y sabia que Flaminio era el més facil de tentar. Apenas lo permitié el tiempo, cruzé los Apeninos. Habja sido un invierno espantoso, y el valle del Arno estaba inundado. Confiando sorprender a Flaminio, Anibal decidié atravesar el valle inundado, en lugar de flan- quearlo, Durante tres dias y tres noches marché por los antanos. La mayoria de los animales de carga que habfan sobrevivido al paso de los Alpes murieron en el barro. Anibal montaba el tinico elefante superviviente. Tenia una afeccién en un ojo, pero, debido a la situacién desesperada del ejército, no habia tiempo para detenerse y curarlo. Cuando salieron de los pantanos era demasiado tarde. El mal estaba muy avanzado y hubo que estirparie el ojo Cinturones de espada Empunaduras de espade tii Cinturones do espace 1. Reverso de un vaina del norte de Hai, que muestra ta abracadera de suspension 2.3) 4. Tro2os de cadenas do aspada fo clacosh 8. Modo de sujetar ia espadt. Empunaduras de espade 6. De Thorpe. Briington, Yorkshire 7. Oe Hou Hil, Dorset 8. Det valle det Mame, Francia, 9. De Hatlstat, Austria 10. Eseutura de Péreamo, Turgut, Hacia 250-hcio 120 0.0. las aparecen @ menudo provistas de anillas y trozos de cadena (véase 2, 3, 4, en el cuadro| Se trata de segmentos del cinturén. La cadena (4), normalmente de unos 50-60 centimetros de largo, forma la parte posterior del cinturén. La anilla final lleva una correa que pasa por el orficio de Ta vaina y esta unida 2 la doble anilla (2) 0 ‘roro de cadena (3) para completar el cin: turén. La espada se llevaba a la derecha. se sue taban con correas al orificio de la vaina, y un cinturén de cuero provisto de cierres reemplazaba a la cadena. Empufaduras La empunadura tradicional tenia la forma de una X alargada. A veces, en las espadas ‘ceremoniales, presentaba la forma de un hombre con fos brazos en alto. La empuia dura (6), aunque posterior, es todavia un {eco de Ia forma tradicional, Los tipos pos: teriores (7) sufrieron a menudo la influencia de los modelos romanos. Las fempufiaduras se hacian probablemente de madera, y por ello, han desaparecido la mayor Hn Sritanicos 50 2.6. Hocie 120-nacie 50 a.c, 90 8 O- Lanzos y jobatinas. Escola 1:8 1-8, Puntas do lanza. 6, 7. Conteras de lanza. 8. Punta de jabalina. 2, 8, 6. De la 200a dol Marne, Francia, 4. Del norte de italia. 1,2, 7, 8. De origen descondcid. 9-12. Puntas de lanza de La Tene. 13, Punta de lanza de I9 zona del Marne. 14:20. Puntos de lanza. 21. Conteras de lanza. 22. Punta de jabatina. 14: 22. De Alesia, Francia. 23. Punta de jabolina (el sur de Inglaterra. 24, 26, Puntas de lanza tte Escocio, Lanzas Se han descubierto dos lanzas completas en La Téne, que median casi 2,5 metros de largo. También han aparecido puntas de Janea con gran variedad de formas, Algunos ejemplares pueden verse arriba Los tipos celtas més tipicos son los que se curvan hacia adentro entre el punto més fancho y la punta (1, 4, 5, 12, 13, 14), Algunas tienen hasta 50 centimetros de largo, mientras que otras, probablemente de jabalina, solo miden 10 centimetros. Hay cabos de lanza, tanto de! tipo plea ‘midal como en espiga. Dondequiera que Tos celtas entraron en. contacto con los ‘romanos, adoptaron el tipo piramidal de Ia jabalina romana (pilum). Ejemplos de ello se han encontrado en. muchos asenta mientos celtas del sur de Europa, 59 Generales y. * tacticas Se cierra la trampa Tan pronto como el ejército hubo descansado, avanz6 sobre Arezzo, donde habia acampado Flaminio, El plan romano era que, cualquiera que fuera el camino por el que avanzara Antbal, el cénsul més cercano esperaria a que se le uniera su colega, a fin de combinar las fuerzas, como habian hecho ocho afios antes contra los galos. Sabedor de ello, Antbal avanzé hasta las mismas mura- lias de Arezzo, saqueando la regidn e incendiando las cose has, Como Flaminio rehusara salirle al encuentro, Anibal pasé de largo y se dirigié al Sur, hacia Roma, queméndolo Estatua de un generat con ef equipo completo, encontrada on ia isla de Redes. Probable mente es del siglo IM aC: Hombreras de corazas det tipo Mustado anita, 60 El comandante en jofe Onasandro, filésof@ griego del siglo : de nuestra era, nos indica las cualidades nocesarias para ser un buen general. Debe tener, sogin él, dominio de st mismo, vem. planza, atencién y frogalidad. Ha de estar libre de codicia, endurecido en el trabajo y ser un buen orador, pues ha de animar a Sus tropas. Onasandro indica asimismo que dobe ser padre y de mediana edad Este titimo es un punto de vista muy eon servador; los tres grandes generales de 1a, antigiedad, Alejandro, Antbal y Escipién, Tograron sus grandes victorias en plena ju ventud Lo mismo Polibio que Onasandro insisten en que la funcién del general es mandar sus tropas, pero no de tomer parte cen la lucha; si se mezcla en ella, no puede observar el efecto global de su estrategia, Polibio va mas allé. Dice que el general que conduce sus tropas a la batalla es con: templado por ellas, pero que é1 no ve a nadie. He aqui una fuerte critica de Ale Jandro, que tba siempre al frente de su Ccaballeria, El peligro mayor es que sea ‘muuerto, con el consiguiente efecto desmo- ralizador para sus tropas. Los generales deben permanecer apar- tados de sus tropas, transmitiendo las Grdenes a través de la cadena de mando. S6lo en las circunstancias més criticas Gobe un general tomar parte personal ‘mente en la lucha, y tinicamente cuando su efecto consiga infundir dnimas en las tropas desmoralizadas. EI pracio del fracaso ‘Todos los antiguos estados castigaron a los generales fracasades. Los griegos y romanos multaban 2 los jefes que no ograban los objetivos. previstos. Los ‘griegos desterraron a muchos, e incluso ejecutaron a algunos lapidéndolos, Pero nadie trat6 tan brutalmente a los oficiales derrotados como los cartagineses. Los rales vencidos oran normalmente cru ls, a veces incluso por sus mismas tropas’ Con frecuencia, también las farni lias de los generalos derrotados cafan en esgracia Los deheres del genes Resumiondo, los deberes de un general fran supervisar y conocer todas las activi dades del ajércita, Debia asegurarse de que sus tropas estuvieran listas y_ bien entrenadas; debia hacer que cada hombre conociera su puesto en la formacion de Datalla. El soldado tenia quo familiarizarse con el compafero que le seguta on la fila y en Ia linea, pues un hombre sélo rinde en. Ja lucha ‘cuando puede siesta. entre amigos. #1 general nunca debe dar dema- siada beriad asus avanzadillas, pues fran féeil presa de la caballeria enemiga Religion y moral EI general debe siempre realizar sacri cios y asegurarse de que los augurios son Tavorables antes de emprender una marcha 0 presentar batalla. Asimis mo, debe ofrecer sacrificios de accién de gracias después de una accién. Era fbligacién suya hacer que fuesen ent Frados todos los cadaveres después de la batalla; de lo contrario, los soldados ppodrian pensar que también ellos queda Tian sin. enterrar, lo cual minaria. sv moral. Sin embargo, Polibio dice que le obligacién mas importante de un general fs conocer los puntos fuertes y faces de su adversario, Anibal se distinguié por esto’ tuna y otra vez explaté los defectos de los generales romano, ‘Tactica cartaginesa los cartagineses fueron probablemente los principales representantes del empleo de tropas mercenarias. A pesar del desprecio que los autores griegos y romanos sentian por los ojéreitos cartagineses, estos. sol Sados asalariados realizaron frente 2 Roma una exhibicién mas brillante que ningin otro de sus rivales y estuvieron a punto de vencer. Los cartogineses eran excelentes tacticos; los romanos, gene nesas tldandolas de eperfidia ptnicas. Les {gustaban las emboscadas, Anibal y su her ano Asdrdbal tendieron emboscadas sels generales romanos. Cuando sus fuerzas estaban alineadas, parte de sus tropas permaneetan siempre ocultas al enemigo. todo. Era demasiado para Flaminio: levanté el campa- mento y le persiguié. La ruta hacia el Sur sigue un ancho valle de unos 35 kil6metros, Al final de éste hay un lago rodeado de colinas por tres de sus lados. Aqui el camino se bifurce, yun tramo sigue el borde norte del lago, dirigiéndose hacia Perugia. Enel punto en que el camino se bifurce, una estribacién de Jas colinas del Norte se adentra hacia el borde del agua. Siguiondo Ja ribera norte, las colinas avanzan de nuevo hacia el borde del agua, configurando un Hano. Anibal administré su marcha, a fin de llegar al lago hacia el final de la tarde. Bordeé el Iago, cruzé el llano y acampé en las laderas. Flaminio lleg6 al extremo del lago cuando anochecfa y acampé para pasar la noche. A la majtana siguiente, los romanos levantaron el campamento y continuaron la persecucién. Flanquearon laestribacién y entraron en el llano. Una fuerte neblina se alzaba del lago hacia las colinas, ocultando a los 50.000 hombres for- mados en orden de batalla a lo largo de las laderas. Tan pronto como la retaguardia romana hubo rebasado la estribacién, se dio la orden. De repente cobraron vida todas las colinas, y con un poderoso clamor mezclado con elestruendo de las trompetas, celtas, africanos y espafoles, cayeron sobre los desprevenidos legionarios. Contgineses Romanos Derrota de Répulo en ia bi fos fons del Bagradas. Los etefantes raniieron la for macion romana: detras. 18 falange aniquilé 9 fos lepionaros Merconarios WM Folenge africana WR exiranforos Esparoles Colts Em Eletantos Cabotoria | Legiones iim Trepas figoras ‘La batalla de! Tebia. La cabaleria cartaginese rechazo las aos ramones y Ins legiones fueron atvapadas en un mavinvento de tenaza por las dos fatnges, Vista aéreo de fa orla norte def lago Tras: meno positiones probables de ambas oer. La derrota de Régulo ‘Aunque el mérita de esta victoria cartagi nesa se debe al instructor dspartano Jan tipo, Ia formacién de combate es tics mente cartaginesa (véase arriba, ala izquierda). Al frente se colocaron fos ele fantes, para romper las legiones: la caba lleria, combinada con las tropas ligeras, estaba en las alas, y la infanteria pesada iba detrés, oculta en parte para los romanos, que no se dieron cuenta de que su infanteria estaba flanqueada. La falange africana, el grupo mas fuerte de la infanteria, ocupaba le izquierda, no el centro; también esto iba encaminado a romper la formacién romana. Polibio dice que los romanos formaron Aisponiendo muchos manipulos en fondo, Esto quizi sean los ultimos vestigios de la legién dol siglo 1v. Los elefantes atrave. saron las filas de logionarios, aplastén dolos; la caballoria dispersd las alas romanas, y la falange, que le siguié, com pletd el trabajo, La batalla del Trebia La formacién de Anibal en Trebia es casi idéntica a la que usd en Cannas (véase ag. 71). Colocé en el centro a los espa. Roles y celtas, armados con espadas; en las alas situé a la caballerta, con los ele fantes al frente; detrés, oculta a los romanos, formé su falange en dos columnas. Cuando las legiones cargaron contra el centro, la caballeria pinica y los slofantes barrieron las alas romanas. La falango se lanzé adelante, se volvié hacia el contro y cargé contra los flancos ro. La batalla del lago Trasimeno Trasimeno fue una emboseada clésica. Por esgracia, Polibio parece que no esté en Io cierto sobre su_topografia. 1 borde noroeste del lago Trasimeno ha cambiado considerablemente desde el tiempo de los romanos, debido a la combinacién del dre naje y Ia sedimentacién: pero aun asi, no se ajusta.a la descripcion de Polibio Anfbal formé sus tropas por la noche a lo largo de las tres laderas cubiertas de Dosque que dan sobre el lago. A la manana siguiente los romanos siguleron la persecu cién, Fueron sorprendidos de Improviso y fempujados dentro del lago. Yelmos celtas Los insubros se vengan Los legionarios no tuvieron tiempo de formar en orden de batalla y lucharon donde estaban. Poco a poco, fueron empujados hacia la orilla del agua, donde iban cayendo entre las cafias, el barro y las ranas del lago. Alli fueron destrozados por la caballerfa. Algunos intentaron salvarse a nado, pero se hundieron bajo el peso de la armadura. El mismo Flaminio, luchando velerosamente, fue rodeado y muerto por los insubros, que vengaron asi el tra- tamiento que les habia dado cinco aiios antes. Todo el ojér- cito romano de 20.000 hombres fue muerto o capturado, 700 0c. 16 y 17. De Suita, ambos son de hierra. y (16) tue el precursor de tos yelmes que usaban 108 legionarios romanos del sr aol aC. 62 Yelmos primitivos Sehhan descubierto gran nimero de yelmos en la regién italiana habitade por los senones, todos ellos provistos de wna pieza posterior para proteger la nuca, Se los Aenomina generalmente de Montefortino, Por el cementerio en que fueron encon trados la primera vez, Pueden relacionarse on un tipo de yelmo usado en Francia y fen Austria a finales del sigho v(1, 2) os nlimeros (5), (6) y (9) proceden de tumbas de senones, y datan de antes de 282 a. C., cuando ests tribu celta fue arro- Jada de su tierra por los romanos. Las ‘carrlleras son casi siempre del tipo de tres discos (6), Su parecido con los petos de triple: disco (pag. 24) sugiere un origen semnita. En el siglo i, esta carrillera se Cconvirtié en triangular, con tres tachones. 1 10, De ta zona det Mame. 2 y 3. De Aus tra, y 18. Do la Francia cenial. 8, 6 tumbas do Senones. 7. De Umbro, tan. Yelmo vtrusco do Eturia. 11. Oe! nore ae tala. 12 y 14. De fos Alpes. 12. De Yugos: ‘avin. 1, 2,4, 8 8, 10, 11, 18. De bronce. 3, 12, 19, 14, Do hiorre. 6, 7 y 8. De ivero y bronce ‘Tipos de yelmo Estos yelmos pueden dividirse on dos tipos: los quo estén romatades on wn botn y los do forma de easco redondo (3, 11, 18). El tipo con botén superior es, con ‘mucho, el més comin. £l tipo de casco re:

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