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Hecho el dep Editor’ ARTIGAS, SAN MARTIN y los proyectos monarquicos en el RIO DE LA PLATA y CHILE (1818-1820) JOAQUIN PEREZ DEL MISMO AUTOR LIBROS nicaciones”. T. I (1949), Pub de La Plata. bros del|Direetorio y Congreso en 1820" en ome XXXII (1950). Publicacién de la U para la Expedi- “Trabajos y Comunicaci wea de Buenos Aires, Santa Fe y Cérdoba”, en “Trabajos y Comunicaciones”. 1.8 (1959). PALABRAS PRELIMINARES Un grupo de alumnos del Instituto Nacional Supe- rior del Profesorado de Buenos Aires ha querido asumir Ja tarea de realizar una segunda edicidn de este tra- bajo publicado en Montevideo en 1960, en la “Revista ica” que dirige el eminente historiador Juan E. Pivel Devoto. Con ello se han propuesto difundir el conocimiento de esta obra que, por su propia indole, tuvo una cireu- lacién reducida en nuestro pais. En lo que a mf respecta, me siento sobremanera hhonrado porque hayan sido jévenes estudiantes de Historia quienes tomaran Ia iva y decidieran llevar adelante una tarea cultural de esta clase, nada redituable econdmicamente. Necesitamos muchos ejemplos como éste. Estas palabras sélo tienen como objeto que el lector conozea el origen de esta edicién y me acompaiie en el estimulo a estos jévenes. perv El Autor ADVERTENCIA, Este trabajo es un eapitulo de la historia de las ideas polfticas en América. ‘En el mismo se estudian las firmes gestiones empren- estricta l6gica que los thiembros de ursuesiafuesen sinceroe mondrguieps, como un 2 Joaquin Panez Fernando VII en'1814, estos dirigentes, aunque firmes en la defensa del principio de la independencia, busearon 2 a lo que habian sofiado los més audaces promotores de la Revolucién. de a" Zuenos Ares se pens6 primero en Ia coronacién Ja Banda Oriental ambicionaban el protectorado y O'Higgins y el senado chileno proyectos monsrquicos que En otros segtores de América, Bolivar sometin al Congreso de Angostura, en 1819, su proyecto de “monar- quia disfrazada", consistente en una repdblica con un senado hereditario y un presidente que debfa concentrar os “mas poder que el de un monarca cons- come él mismo lo decia en su Mensaje. Sin storia pueda asegurar o negar en forma cate- orica que Bolivar scaricié la idea de una monarguia criolla con l a la eabeas, lo cierto es que a pocos alos de comenzada la guerra Independencia perdié las esperanzas de que fuese posible instalar una reptblice democritica en Amériea, Lo mismo le sueediO a San Martin, que desde el Perd, insistiré después en sus ges- tiones mondrquieas. La efimera coronacién de Iturbide en ‘México en 1822 revelé la existencia de un poderoso par- ‘ido monarquista, que en 1864 tendré todavia la fuera suficiente como para sostener algtin tiempo a Maximiliano de Habsburgo en el trono azteca, No obstante todas estas evidencias, se ha dicho mu- has wees gut las tentativas de cornacén uo fueron sino actos simulados. Entre los grandes historiador “Amba a vee ane ha si et este tapecio mks cle rico que Mitre, cuando afirma en, el de su clésica obra sobre Sen Marti Ja fuente nativa la idea de la monarquia, toda ver que ARTIGAS Y SAN MARTIN 3 Jomo tuna combinacién de circunstancias, fue un mero jo, un eompromiso, 0 menos que es0, una) ‘ocurrencia aisiada y pasajera, cuando no el delirio de tuna ambieién enfermiza.” ‘Sin embargo el monarquismo no fue una planta exé- tiea en Hispanoamériea, En este trabajo creemos haber reunido elementos de prueba que llevan al convencimiento ‘absoluto de la sineeridad y esperanzas con que el gobierno directorial emprendié en 1818 gestiones para la coro- nacién en Buenos Aires, con implieacion en Chile, del Duque de Orléans, mis tarde rey de Francia, para seguir después con la candidatura del Duque de Luea y terminar ‘con la del Infante Sebastian, en una continua declinacién de pretensiones. Con ello se crefa conseguir de un Ja guerra, a la par que se salvaba el principio de la i pendeneia y se aseguraba sobre una ancha base la es lidad interna de esta parte de América! El gobierno directorial se embareé euférico en el plan, respondiendo por lo demas a los anhelos de los ha- cendados de la campafa bonaerense y los comer del puerto portefio,(interesados en una paz que les permitiese traficar cémodamente con el exterior. En su logro, el Directorio nb se detuvo ante nada, en un proceso que fue acentuando su gravedad hasta culminar con la adopeién dde medidas que eran verdaderas abjuraciones de los idea- Jes revolucionarios. De este modo, suspendié los acordados poco envio de la expedicién libertadora de San minar a su pol de presentar al nuevo monarea un pais libre de la in- fluencia de Artigas, el insobornable caudillo republicano, Estas medidas tuvieron las mis graves repe en los planes de San Martin, que aunque mondrquico tam- Lién, disintié totalmente con el Directorio y sus amigos la expe ‘Andes en la guerra civil, en la que traté de mediar perso- | ‘ Joaquin PaREZ 1 nalmente, en un intento que el Director rechaz6 gon aspe- Fora, En wma paulatina agudizacién de sus. relaciones Ton el gobierno, este caudillo de una Revolucion Ameri- ito de perentoriamente sumarse con esta fuerza a lA gt Vivil Lo hizo eon Ja eonvieeién plena de que eon provoeaba la dest Fectorio y Ja caida irremi dida que se acercaba a este punto final, {ba colocando en la misma linea his ‘Artigas. A -muchos les Jamaré la atencién la trabaz6n ¥ jee los sutiles que relacionan e influyen las decisiones de ambos personajes. Por el otro lad eido a la vida pil ‘Nunes habian ralismo colonia los eaudillos populares habfan na~ ‘en plena época revolicionaria. | pendén real ni eumplido|otro for- dejara cristalizar en ellos algtin ata- 700 Los caudillos eran republicanos por la Jndole'de la base en que sustentaban su poder. Lak instruc ones del Alo XIII son terminantes. Aqui damos a conocer (mnt valioga documentacién de Artigas que nos permite preciar la Toeha que sostuvo sin desmayo en gontra de ie proyectos monérquicos, de Ta dictadura econémica del puerto portefio, y de Ta alianza llevada a extremes in- Prefbles del Direstorio con In Corte de Rio dé Janeiro. i final de sus ideas en Cepeda, en 1820, 1 toda posibilidad de instalar una ‘monargusa en el Rio de la bros del Directorio derrocado asilados en Montevideo, Gatura monérquica, aunque el intento no pasd| esta ver del papel ‘Para confeccionar este trabajo hemos contado con elapoyo decidido y el estimulo afectuoso del profesor Juan E. Pivel Devoto. Con una generosidad intelectdal que le hhonra, puso a nuestra disposieién papeles de origen ame- ieano y europeo que aumentaron las perspectivas del tema y enriquecieron su contenido. Justicia es que lo de- jemos aquf consignado. | CAPITULO PRIMERO 1. Potten de Bspafa, Prost wiaterra, Francia y Por. ecto aaa. cola! fonmericanas, eX ol m0- songres0 mite argentino Rivad md fi, Bn lee rousiones ds ion en San Tero, eh apoyo a Ge selvaron las. diseropancias que se ma "y. A espaldas de Pueyrreda ¥ ares bx Riva Genein a cambio de une suma de Sopouieién que so Te haga para coronar en Buenos principe de J casa espafole. . 1 Para medir el aleance que tuvo Ia aecién de los eau- dillos populares frente al propésito del gobierno de Bue- ‘hos Aires de buscar una salida politica a le guerra de Windependencia por via de Ia implantacién de una mo- arquia constitucional, es preciso que realicemes un e& ‘Juoma de la politica europes en esta materia y su reper cusién en América, ‘Para la époce que vamos a tratar, nos interest el ‘ soaguix PEREZ potencias que debia reunirse en in) hac fines de 1818. Alli se jemas, la conducta que se adoP- pecto a Esyafia y a sus eonio- + fiadaa en América, Ex vista de ello, ends pe qos linearientos de su pulitica a este respec, centonces el apoyo Gere la isla de Meni Hones mercantiles sobre bases Hibe- de todas las ‘medidas favorables @ Sbles eon el derecho real . is, y ante la inminencit Neary a ‘Fernando VII propuso @ ingk a le Fernando 'apanola de la isa Santo Domin- ‘el pian anterior. Como se vl de su pretension de ‘No aceptaba ningun sabre la base de la cor if i aba a Titrien, poltien. que mantenia desde 1610. Dusty rai, pli, am cone snt reconociendo a Esraiia algan privilegio en este aspecto. ‘apmiGas ¥ SAN MARTIN 7 Hsta linea de conducta llev6 al ministro Castlereagh o rechazar los ofrecimientos espafioles antedichos, y fij6 su politica en un memorandum que dirigié « aquel gobierno fechado el 8 de agusto de 1818, en el que admitia mediar, siempre en forma pacifica, sobre las bases siguientes: Gad absoluta entre espafioles y america de comercio entre América y Europa, gozando Espafia “ana justa preferencia”. ‘No obstante esta posicién, Castlereagh no era contra- establecimianto de monarquias constitucionales ex yy en dot oportunidades, en ese mismo afio 1818, ad de antes de celebrarse el congreso en Aix-le-Chapelle, expuse ‘sus ideas sobre al particular al embajador francés ex Londres, marqués d’Osmond. En un informe de éste a su jefe, el ministro duque de Richelieu, del 24 de febrero de 4818, le manifesiaba que “en una’ entrevista celebrads Ja vispera con lord Castlereagh, habia hecho girar la com versacién hacia las Américas espafilas, y habia podido suavemente abordar el proyecto de extablecer monarquias, fen esa parte del mundo, a fin de salvar a las europeas del hhacer fructifi- inglés contesté expresando su duda de que la corte de Madrid fuera lo suficientemente sensata como para en- viar a América princfpes de su casa, para fundar en ells festados independientes. El marqués d'Osmond no vacilé fen exclamar que, si se negaba a ello, la corte espafiola Sestaria loca de atar”. Luego la ccnversacion prosiguis sobre las ventajas de una semejante iniciativa, ereyenco el diplomético francés que no seria mal acogida, pregun- tando al mismo tiempo cuéles podrian ser esos principes espafioles. Hablé del rey de Etruria [duque de Luca] ‘como el candidato mas indieado para Buenos Aires. Pero ‘habia que convenir que si se estaba atin a tiempo, ea ‘menester obrar cuanto antes”. Bn otro informe, del 14 de agosto de 1818, d'Osmoxd daba cuenta al ministro Richelieu que Castlereagh “re- guia convencido del peligro que constituia para Europa Te ereacién de repablieas en América”, y que incluso se ‘manifestaba dispuesto a secundar las gestiones que la 5 JOAQUIN PEREZ corte francesa pudiera hacer en Madrid para la corona eign de un principe espaiiol en América. De modo pues que con estas ideas marché Castle reagh a Aix-la-Chapelle. Poco antes de partir, recibié ‘ana carta de San Martin en la que invocaba Ja necesidad de implantar el sistema mondrquico constitucional en ‘América, aunque dejaba a salvo la imposibilidad de ad- mitir aun principe espafol. En un gosto de lealtad, Castlereagh dio cuenta de esta carta a la edrte de Ma- Francia, ypada como todas las potencias por la propagacién de las ideas republicanas en América y por fl peligro de que los Estados Unidos reconocieran la in- Gependencia de las colonias insurreecionadas, era parti- daria de la implantacién de una monarquia borbénica en ‘América como medio para coneluir el conflicto. Ya en julio de 1817, el ministro Richelieu se ar- fidario de la ereacién de monarquias 0: Jes en jera la aprobacién de Espaiia, e impartié instruecion¢s a su em- ‘bajador en Madrid, el duque de Montmorency Laval para quevllevara adelante esta idea. I “Las esperanzas de Richelieu en tal sentido aumen- taron cuando arribs —proveniente de Buetlos Aires— el joven armador Grandsire, quien era portador de una earta del director Pueyrredén al ministro francés, fecha- da el 4 de marzo de 1818, en la que le expresaba que Buenos Aires queria “establecer relaciones de comercio ‘y cualésquiera otras que pudieran considerarse de més Interés con Ja poderosa nacién franeesa”. Sostenia que el “divoreio de la metr6poli es irrevocable, porque de que volver a la antigua dominacién, es el! mayor mal ‘que pudiera sucedernos en el caso de que fuésemos ven- cidos. Creen estos pueblos con sobrado fundamento que esta iiltima hipétesis est muy distante hasta de las es- peranzas de los Espafioles, y V-E. que sabe calcular las ‘probabilidi tales persuasiones, no trepidaré en mo= ver e] Real dnimo de S.M. Cristianfsima para, aprovechar las disposiciones favorables que han eonservado siempre estos habitantes por los nacionales franceses y que Du- dieran ser en Jo sueesivo el fondamento de relaciones su- mamente provechosas a ambas naciones. Quiera V.E. pe- ARTIGAS Y SAN MARTIN ® netrarse de Ia importancia de este negocio en el que no reo deber poner otra cosa de mi parte, que la ligera in- ‘Sinuacién que he hecho”. Las entrelineas de‘ esta frase se aclaraban con las informaciones de Grandsire sobre cl recibimiento cordialisimo que Je habia dispensado el director Pueyrredén, quien le manifesté entre otras co- ‘sas: “recuerdo todos los dias con nuevo placer que corre por mis venas sangre francesa”. Entusiasmado, Richelieu bused el apoyo de Espafia y el 6 de agosto de 1818 le escribié a Montmorency Laval ‘una larga exposicién sobre el plan que convenia presentar éndole: “La emancipacién sucesiva la cual hay que resignarse porque ella esté utable de la naturaleza, se veria poster- a preparar a hacerla menos peligrosa para ‘uropa, aclimatando las formas de gobierno los cuales serian los primeros el Brasil, ¥ wue yo propongo fundar en Buenos Aires. el principe de Luca, 0 de Paula] podria ser , ereo estar seguro, la acep- wba Richelieu en este oficio sostendria en Aix ofrecido a Pueyrredén, el taria con entusiasmo”. Afi que si Espafia aceptaba la la-Chapelle, y no creia que I En el momento de reuni guiente mes de setiembre, Richelien no habia respuesta de Madrid, sin embargo de lo cual acudié a faquel congreso con la candidatura del principe de Luca ene} bolsllo, y alli desenvolvié su plan. . Esta gestion de su corria paralela con la co- ‘rrespondeneia que mantenia con su embsjador en Lon- Gres, marqués d'Osmond, a quien se le proporeioné una establecer contacto con un aventu- en Londres, el coronel Le Moyne, jones con algunos americanos y libe- rales. espafioles, sobre todo con el mariscal Renovales. ‘Aquél se habia’ presentado aduciendo que Francia podria sacar grandes de Is tendencia favo esta- Dlecimiento del existia en América, y que Renovales, que ‘en Buenos Aires junto a Pueyrredén durante las invasio- nes inglesas, aseguraba la predisposicién especial de éste en apoyo de aquel sistema. D’Osmond propuso @ Richelieu aw soaquix, PEREZ e1 10 de marzo de 1818(Gt envio de Le Moyne # Buenos ‘Aires en misin exploratoria, “tanto més cuanto que Puey- fredin no parece agriado contra los principes”, segin foefa, Fue asi como se embarc6 el coronel hcia Buenos tera veria con la mayor repugnancia el establecimiento Ge una repablica en América”. Le Moyne, canvertido en agente tecreto del gobierno francés, desembared en Bue- ‘En cumplimiento de sus viejos anhelos, habia inva- 11 y ceupado Montevideo en enero de ‘diferencia absoluta, cuando no la compli Portugal. Finalmente, se acord6 radicar el problema en Paris, en manos del consejo de embajadores de las cinco grandes potencias: Austria, Francia, Inglaterra, Prusia F "Rusa, los que dieron comienzo a largas negociaciones. ’h cambio de la evacuacién de la Banda Oriental, la corte de Rio pedia indemnizaciones y la devolucién de Ia, plaza de Ollvenza, que Espaiie retenfa todavia contra el voto de] Congreso de Viena. “Al aproximarse la reunién del congreso en Aix-la- de las canollerias enropeas por. esta arauia eo América, aRTIGAS Y SAN MARTIN a Chapelle, ‘la corte del Brasil prayect6 la coronaci un principe de Ia familia de Braganza en el Pl ministro Vilanovs dio instrucciones al respect nistro en Europa, conde de Palmella. También sobre esie particular, Vilanova entusiasmé a Manuel Garcia —te- Dresentante del yobierno de Buenos Aires en Rio para iuyera sobre Rivadavia, agente del mismo gobier- jién envi6 érdenes a Montevideo al procurando —ie republican! por la forma mondrquica, esto tranquilizaria el énimo de su Monarea y lo decidiria de un modo absoluto en favor de la causa de ese pals: mayormeate si se adoptaba un miembro de la casa de Braganza, en cuyo caso su corte cooperaria en todo con ese gobierna! Yo tuve hacia este punto —dice Rivadavia— la cireunspeccién que su gra- vedad exige y me limité a prometerle que daria parte de ello a VE"? Garela, sin participarlo al gobierno argentino, escri- ié también a Rivadavia para que colaborara en este pro- yeeto, segiin lo notificaba después Buenos Aires en oficio del 28 de noviembre de 1 diacién me Megaron dos cartas ellas me comunica que la precitada Corte le habia hecho entender que estaba dispuesta a apoyar el plan de que las Provincias Unidas de Sud América se constituyesen en ‘Monarquia, y adoptasen por [rey] a uno de los prineipes de la casa’ de Braganza: que con arreglo a estos princi- Besxoe Anns. 1 Joaquin PEREZ pios se escribia al conde de Palmella para que se pusiese Fe acuerdo conmigo y cooperase a la adopeién de dicho andes poderes de Europa, Esta eomunica- istré motivo decoroso paFa presentarme ‘quien desde luego visité. A la ligeta indi- ‘ce a este ministro de lo que se me antinciaba fuvo la bondad de leerme una nota de su icado por el St. Garcia.” gregabe luego: “El Sr. Dn, Manuel Garcia mé da clara mente a entender que no tenfa autorizacién ai tion expresa de V.E. sobre tan importante pint $ la posieidn actual de ese Estado me ha confin Jp obligacién en que me he considerado, de no|promover, ni menos entrar por nada que conduzes al establecimien- to de una Monarquia en esas provincias, sin Cialmente instruido y facultado por V.E. A eomunicado con repeticién esa Supremacia, eines este respecto he demandado tantas v Esta era la politica lusitana en el momento nign el congreso en Aix-la-Chapelle. tar espe- u i Por su’parte, Rivadavia también se movié frente a un hecho de tanta magnitud como el que se|avecinaba, ya que deseontaba que en el citado congreso se tomarfan esaluciomes firmes sobre la politica a seguir |eon las co- Tonias insurreceionades en América. ' "A fines de 1817 se trasladé a Londres, donde se pre- senté como representante del gobierno de las, Provineias Unidas mediante una extensa nota del 15 de febrero de 4818 dirigida al ministro Castlereagh. En ella hacia pre- gente que posefa informaciones de una presunta negocis~ ign entre Inglaterra y Espafia sobre el destino de las ‘olonias “hispanoamericanas, y elevaba con ¢ste moti je dos puntos de i tancia incontestabilidad”, Del primero de ellos, decia: “Ta Administracién de estas provincias protesta que no sélo est pronta a tratar [con Espafia], sino & hacer todo fenero de sacrificios por Ia presente, que no|tendré mas mites que los de la posibilidad. El segundo| es una de- finecidn necesaria del punto prefijado: toda negocinelén 7] "Gomision de Bernardino Rivadavia...” eft (1p. 313 ARTIGAS Y SAN MARTIN a ‘que no tenga por base la separacién de aquellas Provin- ias de la monarquia espafiola, y consiguientemente su independencia nacional, no puede ser adi de sentadas estas premisas, estableefa, en én de su gobierno con respecto-2 los eos vigentes en Europa: “Ellas no independencia sino después de 7 afios atin entonees, evitando los mor ‘extremos de los partidos, y han tado su declaracién a edlo el punto que es muy moc cable, dejando todo lo demas a la resulta del tratado que hhan tenido siempre en vista con las naciones de Europa. Asi, el representante se halla autorizado a pro- ja mareha y disposiciones de dichas Provin- no contrariar jamés la politica y los prin- cipios de los Gobiernos de sino que estén dis- respetarlos ¥ co fen todo lo que sen wwia inieié también gestiones ante el duque de San Carlos —embajador espaiiol en Londres— en enero de 1818. Es un error generalizado entre los autores et ‘afirmar que éstas fueron iniciadas por el duque de San La verdad es que éste escribia a la corte de Ma- 38 de enero, sobre el contacto buseado por Riva- davin: “Me ha hecho decir que si me hallara autorizado para tratar con él de algin acomodo, vendria.a esta: Cor- te para verifiearlo, Yo le he hecho responder, que no tenis ‘autorizacién alguna; pero que si pasaba por aqui oiria y daria cuenta de La gestion de ulterieridades, por lo que rogresé a Pai ‘meses después; por mano del marqués de . itacién del duque de San Carlos para que pasase a conferenciar a Londres. ‘Al dar cuenta a Buenos Aires de esta nueva alternativa, fen nota del 27 de al i nes al respecto, y deci hhice hacer entender al marqués de Almen: Jo que mi gobierno podria hacer para pro sus deseos de paz y sus prineipios de just nidad, era sacrificar una suma de dinero que indemnizase a Espefia,.. El precitado Marqués, se empeé en per- suadirme que haria muy bien en que no me parase en 7 "Comision de Bernardino Rivadavia..."\ et. hp. & Pi JOAQUIN PEREZ recibir un principe de la familia reinante en Bspaia, con tal que a tal se ganase la paz y la Independencia”. ‘Agregaba a continuacién, que no creia que en este punto ‘el marqués obrase a instancias de Espafa, y finalizaba ‘su nota: “De todos modos, si tal proposicién me fuese hecha, yo la tesistiré fuertemente, mis si i gabinete de Espafla en que sea una condicién sine qua non, después de apurar todos los recursos, me reduciré ‘a que se espere la contestaciin de V. E. al aviso oficial, ‘que dosumentado remitiré er tal caso. Asi,como dos aos hha no habria trepidado en suscribirme a esta medida, en el dia sreo de mi deber no adoptarla sin orden expresa y terminante de esa supremacia”. iatretanto legaba la respuesta, Rivadavia se tras- ladé a Londres y eelebré alli dos conferencias con el du- que de San Carlos, en junio de ese afio. Al dar cuenta de las mismas al gobierno d» Buenos Aires, en un infor- », Rivadavia afirmaba que en ellas ha- bia adguirid irieza de que en Madrid se aceptar la solucién de Ig?independeneia sobre la base de una com- pensacién monetaria y la coronacién de uno de los infan- tes espaiioles con esta opinién de Rivadavia, et fi un informe a Ia corte de Madrid resaba haber sido Rivadavia quien ‘mencion6 ia posibilidad de la coronacién de wn infante y agregabs, optimista: “Quiz seria atin tiempo mh ellos sin pasar por la condicién de ia inde- pendencia.” En Espafa, cuys politica en esa época ya conocemos, no se atribuyé ninguna importancia a esta negociacion iniciada por Rivadavia, como que todo se habia reducido a conversaciones no formales, ni autorizadas previamen- te por los respectivos gobiernos. Ya veremos después la respuesta. del gobierno de Buenos Aires a la consulta de su represéntante en Europa. tes de partir para Aix-la-Chapelle, Richeliew ha- bia @xtendido pasaporte a Rivadavia para que pudiera trasladarge a este punto, pero el diplomético argentino prefirié hacerse presente’ mediante una nota, fechada el {5 de octubre, en la que exponfa la situacién de las Pro- vineias Unidas y Chile y participaba la representacién ‘que iavestia ante las cortes europeas. Con ello dejaba abierta una puerta por si los monareas considereban ne. ARTIGAS Y SAY MARTIN ro cesaria su presencia en el congr Torus 6 Ames copes si14 El 5) de setiembre de 1818 se abrieron las sesiones Congreso de Aquisgran, Estaban presentes el de ania, lemperador Federicy Gullermo file Pras, Richelieu y el barén Mounier, cue representaban a Fran. ¥ Castlereagh y Wellington que haeian To propi respecto a Gran Bretaila. a ie ey Después de tratar varios puntos relativ. f tien europes, sobre todo el de I evecuacion del terionio s ‘Francia ee ocupado por fuerzas de las potencias iadas, se pas6 a considerar el problema i isueoaeas ug ron el prot de las colonias a ‘osiciones opuestas estuban sostenidas Alejandrc y Castlereagh. El primero, wgeae ne tie. sia, era yartidario de I intervenelén armada eu favor del res Te autoridad eapefiola, Cas. Area resists das siseusiones esta politica y ‘qué decir en cuanto a imporer restresiones sl comer. cio con las colonias espafiolas, como tambié Sugerido. Hino jugar enc faver i victoria de Sen Mat tin en Maipi, para demostrar ‘o que eostaria una inter- enelén armada en América. Fnalment, el ministro in. sé impoao au punto de vista on contra de lx mediaeén En le que sf estuvieron todos de acuerdo neces de estabacermonargian em Arnie Ha Aix Ja-Chapelle recibi6 Castlereagh wna comunicacién de su gobierno an el sentido de que Inglaterra se digpuesta a reconocer la independencia de las colonins que Se cdlocaran bajo el trono de alguna de 8 Sovenee dela fama real cept, nel congress ee habl6 de la candidatura del digue de Luce, Borbén y __ Sobrino de Fernando VII, para el trono de Buenos Aires, __Més tarde, el mismo Castlereagh lo reconocié asi ante el fembajador espaftol en Londres, segiin veremos. No obstante, al finalizar las reuniones del congreso, 6 Joaquin PRREZ { | ARTIGAS Y SAN MARTIN i fa fines de noviembre, nada se habia resuelto eo firme. cvitar la “tebre de jacobinisni” que de Américi podia {Lo haba impedido la postura de Fernand, YH, Os pasar a Buropa;-convenfa la instalacién de una o varies Tmonarea, ciya pretensién de estar present, ex, Abe: Doser quias en favor de algunas ramas de la real familia Chapelle babian rechazado des, poteriiay — Zapafiola, con una organizacién liberal bastante suficien- cre ivanca To deseaba—'dirgié al congresa| ura fuerte expafcla, com Usecuraries su consoldacin. °{ aif en la que protestabs’ contra todo lo que se tratase 3 ; PPeaviera relacign con los inereses de la mena-qula, e | pafiola. Por nada ‘que no fuese el restablecimiento Vv de su autoridad absoluta en América, \ TEI fracago de sus esperanzas puestas en ls reunitt ‘A comienzos de 1318 el gobierno directorial de Bue- de este ecngreso enfurecié a Fernando VII, jque cambié nos Aires, que habia eonducido la guerre de la Indepen- fonar el con- Joncia con tanta entereza, velase enfrentado con una di- de Espaia fied sitmacion.’A pesar de todos sus esfuerzos no habia ‘odido dominer la “anarquia” del interir, encarnada en Tos caudillos. La sombra de Arti iba precarios los i proyectos de .cién constitucional,’ desde que su \ Pietinada resistencia a0 daba tregua. Al gobierno le era preciso acabar con él de cualquier modo, para consolidar del Direc an autoridad en el pais y negociar con prestancia en. ¢l ireetorio txterior. La figura de Artigas, por lo que era en realidad ¥ por lo que incubate en potencia, significaba una poss ila en Jos planes de Pueyrredén y la Logia Lautaro, fiola para eubrir ‘Cuando en el curso ce este afio se presente una coy Ja Revolucjon Ame En tanto Es em vorable pare soluelonar el problema del inde Jas potencias pendencia por'via de la ‘implantacién de una ‘monarquia eontinué con, constitucional, la necesidad de destruir + Artigas se pre- fealizatse el net como improrroquble y sabre él se volearkn todos de net jos ejércitos y recursos de la Nacién. ofdos fas en escenatios distintos y de tir a gefalaron el comienzo de 1818 Aescaba ia prolongacién aaa | ue so eomerelo obenia a nee finud adelante eon st proy Se ra | When én trono_ que pre ‘ire sche foes oe oer Mess \t eat one pant So hacia sino mostrar nuevamente, con toda lar Sraneli oa Frigambre popular de la causa que sostenfan los cau proyecto de coroner carrie overan derrotas que en luga* de convencer al ee a Girector ‘Pueyrredén de encarar de otra manera el Pro- ans blema creado por la postura republicano-federal de tos conocido ce de Mariava ae divgieron Gaulillos, no hacian més que exasperaplo en su propésito, Wellington, exponiendo que Juan VI no creis| que Espaia Dudiese dominar por Ia fuerza a sus colonias|¥ que para conclleriay exopen atin cltada referente 2 ta actividad de las a JOAQUIN PEREZ de terminar cuanto antes con la “anarguia” que preva- ios artiguistas. ‘toria, la de San Martin sobre los realistas 7 ‘de abril, abria las més lisonjeras pers- pectivas, al tiempo que ‘planteaba un interrogante. Libre ‘el Ejército de los Andes de toda tarea en Chile —asi se 2 ream comienzo— quedaba disponible para nuevas ize que no quiere ‘se conforme a recibir caciones de amistad ‘Una comision de ‘debe también salir de los Andes. 10s Aires —adorde llegé el 11 de stejos por su triunfo en Maipt, immediate} ‘O'Higgins se mostraba anhelante por el resultado de lo aite alli se iba a tratar, segiin se lo manifestaba.a San 7 pecumentor ad Archivo de San Martin’. t. IV, p. 582- ubieacion ae a Comision Nacional oe. Cxmnesanio, Buenos Aires, ‘io, anrigas Y SAN MARTIN ” ‘Martin: “Quedo impuesto de cuanto Ud. me dice [carta ‘ sobre la préxima sesin que iban a tmer n acerea del principal objeto de su viaje. e Pueyrredén, y tanto por Jo uno, como quedo impacientemente esperando la reso- ‘de ella cudndo debemos contar con la rarias referencias de valor historico sobre jo en ia quinta de San Isidro y las discrepancias lecfa en ‘También se manifestaron diferencias entre San | Martin y Pueyrredén. Aunque finalmente el Director es; tuvo de acuerdo en la realizackin de la expedicién al | Peré, la discropancia se suscité por Ia direcetén que debia | darse a las operaciones militares y por el tiempo en el (que se caledlaba podian reunirse los $ 500.000 volados | {que nos tiene la eseasez de numerario, Cinco mil ‘eon armamento para igual mimero, son im ‘siendo en Lima: esta fué mi opizién cuando "elt, IV, p61. = cenran: | | agTigas Y SAN MARTIN TT , junie de 1818, Decia; “Bn mi canta reserde 2012 de junle de tale ampliamente para V. E, le substancia, de febrero Geversaciones on el general San Martin sobre Jos asuntos de ese pai 'y conoci sus serios deseos tos aawnto a la mediacién del gobierno de(@.R.A> en si y Sen Martin eseribi fl tono de ambas cart ‘mero y el optimismo del segundo, en este ast préstito, Pueyrredén le escribia el 16 de ju de 500.000 pesos nercoyy diealo y puede Ud. graiuar mis ‘Habjéndolo encontrado en esta ciudad a mi retorte cclones, conndo he recurrido a ete arbirio wena de Rie ie Jancio, ha aprovechado todas Ins oportunidades Fn cambio, San Martin se mostraba exultante jee esegurarme que sus sentimientos et. este a da ‘que el empréstito tendria 10 ars fe gon ln mismos, y que les acontetimientos de le fue Te decia a Guido: “Higase por ose Estado [Chile] "de eugerirle ideas de conquista Sito esfuerzc y la cosa es hecha: sobre todo quméntese UieMambiciones persorales, han tan s6lo wecho, aparcot Ja fuerza lo menos hasta. nueve mil hombres, pues de lo vas elaramente 1a ne i Contrario nala se podré hacer. Prevengo gue eh ls au América, Me informa gue su pri nientos mi ‘va inclusa la cantidad del ‘batalla de Maipé fué mndueir al enatro restuarios destinados pau ovar su solieitad por los buenos cito de Péngase Ud. en zancos y de ura im- Principe Regente, ¥ que pulsién a todo para que haya menos que trabajary de 10 ‘sido adelantada por via contrario yo me tire & muerto.” " | abril, Su estudiads ocult del.” En una postdats afiadia fl general San Martin me ha tra fl aonor de incluir y que esté divi para los Asuntos Extranceros de Su Ma° yb antes de cerraria, pero no encuentro spect) que merezea un comentario espe- ia ningGjreumataneia de que ha antidatado la fecha (ubiedndcla en Chile), para lo cual supong™ tendré al- puna raz6n que no creo valga 1a pens preguntarle.” M rutvta de San Martin a Castlereagh 2 que is ja fechada en Chile e} 11 de abril Ree tea cage gma antaago J. W. Croker, en un ‘nforme lA Ae a0 | i ime les ef ado car are | oe 2 JoaQuIN POREZ “Yo he molestado la atencin de V. E. no como: Ge- vente ale het ae ts oe ‘sino.omo'un Ciudadano que no puede ver con indiferencia de sus semejantes.” los mitra sabemos que San Martin obraba a espaldas de Pueyrredén y de la Logia Lautaro, prueba de que la in- fluencia de éstos no era determinante en sus planes. VI {no tuvieron diferencias Pueyrredon y San Martin’ fue en la necesidad de encarar tma defensa jafia impresa con la cual se los atacaba a través de la Uamada “Imprenta Fe- josé Miguel Carrera, y que con el ‘a constituir uno de los factores que lante en la hist Couceido con el nombre de "Patria infuenca argenting en Ohl, lo ; in y Pueyrredén, waver’ O'Higgins eu mortal enemigo — en easo de tina restauracion patriota en Chile,’ Liuego del triunfo de sus aversarios personales en ‘Chacabuco, fracasé en un subrepticio intento de embar- cearse en Buenos Aires hacia Chile con una escuadrilla que habla traido desde los Bstados Unidos, por, lo aue fue detenido. Poco después fugé de su prision y Uegs en de aio a Montevideo en sbi) de 8X0. ibo a , el prestigio a 5 su arribo a esta plaza, ol prestgio que le dabe jén pueyrredonista, Je le- varon zee con otros elds pparticipaban igualmente de su encono 0 or eee cee Ee onoeié a otros amigos de éste; pero sin duda la amista mas valigsa en aquellos momentos fue la de Nicolis He- ‘Aires, 1950, . 480.7 455 res fan Tmportante doctmentacion sobre el pensamient ARTIGAS Y SAN MARTIN Pn rrera, que habia sido ministro de Alvear y que se des-(°-"-* empefiaba entonces como consejero del general Lecor. Herrera, que conocia la politica y los hombres de su €poca, Jo fue poniendo en contacto con los problemas del Rio de la Plata, A través de él, columbré Carrera la significacién del federalishao y su arraigo en las masas. La visién politica del ex-ministro le hacia presagiar el triunfo de esta tendeneia y asi se lo indicaba a Carrera, aconsejdndole enrolarse en ella: “Para nosotros —le décia — es preciso tomar el partido de la federacién si queremos movernos de nuestro baluarte, No se olvide que esa sera dentro de muy breve tiempo la situacién que se produzea: la federacién vendré y nosotros debemos aprovecharla.” 3 1 INo es de extraiiar pues que los exilados se organi- zaran en un eentro comin para combatir a Pueyrredén, ¥.Que por afinidad de intereses so pusieran de parte de log federales. Ast 10 empezé Carrera a envolverse en los pliegues de la politica interna del Rio de la Plata. La instalacién de una imprenta en Montevideo se pre- sentaba como la mejor arma de combate. Lecor permitis que esto se levase a cabo porque seguramente iban en ello sutiles célewlos sobre lo que podria reportar a los ortugueses una vor més en la discordia imperante en al Rio de ls Plata, Su apoyo a la causa carrerista era también una forma de contrarrestar la expansién de la influencia argentina en Chile.) batir la alianza argentine-chilena, pero cuando en abril de 1818 fueron fusiladosen Mendoza sus hermanos Juan José y Luis, toda la fuerza de reaccién de que era turaleza de José Miguel Carrera Aunque ya hemos probado feha- fe en otra obra la influencia determinante del genio terrorista de Monteagudo en este injusto fusila- miento de Jos hermanos Carrera, para José Miguel nadie, sino San Martin, Pueyrred6n y O'Higgins podian ser los ganza! iVenganza potas de Sud América ‘Los eargos eran demai ‘os papeles de Carrera ia obscure de la capital gre de los Carrerq pide ven- otas| ;Odio eterno | Tos dés- Jado graves y la difusién de iizaba con eficacia. Pueyrre- se don y San Martin trataron este ‘asunto en Bugnos Aires. i Mimo edacto une exposicién, documenteda 2 cade de los hermanos Carret Director, por su parte, 8€ dirigié en a podido serme indiferente —desi ol? biefno en paz y armonia con el de la én, para salvar su responsabilidad en| el procese wa, pero no la legé @ publicar. El ja a Lecor: “No ha jo que un go- ag Unidas irinio de In Plata, y con quien ha ofrecidp mantener Jas mas estred mita y tolere la ‘que atacan escan Gus, invierten el orden péblico, propsgan el ‘ones de amistad y confianza, per- ién de esos papeles ineendiarios, ne a las autoridadés constitul- gérmen de ‘preparan la més monstruose anarquia. fo, y que me es muy mortificante Is id el desengaio.” Bn su contestacién del 24 aria un agravio a mi sobre el permiso 0 dignidad as contiendasyinsigniti- jonarios de.un\pajs extrat~ eral desprecia los peaue- Jere; Y ques de sus rivales, cuando tiene aflanzada, sy no siacion pabliea sobre principios de moderacién y ios: Tha quiere VE. persuadirae de que siendo Inalteraties “mis principios de ‘cas, jamas consentiré yy buena armonia con esas provin- ‘que se atague la dignidad de V.E. ARTIGAS Y SAN MARTIN % ni Ja estabilidad de un Gobierno que sot (Ges del interés reciproco de ambos territo vo Satisfecho de lo resuelto en la quinta de San Isidro, ‘no del todo conforme por las resistencias que * eontvado, San Martin se encamin6 en los, prime: i tiago de Chile. Desde Men- neces hombres que pensaba di homegtaviese todo listo en tres meses, ntusinamado, ‘San hha sacado més que 87 mil pes MM tees. ge han rehusado abiertamente, ¥, de 14% we Tes eupieron no han entregado mis que 6-700 parte. El 13 de todo esto es que el Estado no se esulfomercio nacional se arruina; que 106 ‘ase, Joagois: “San Martin y José Miguel Carrera’, 28 JOAQUIN PEREZ | “ARTIGAS Y SAN MARTIN 28 ingleses, nicos introductores, utilizan exclusivamente fen carta “reservadisima” a O'Higgins de! 18 de septiem-y toda la quiebra del que no entra un| peso en la | Jeyé, mi querido amigo, en 0-0 fsigno de la reque todos 10s derechos se satisfagen en dicho enuncia hesha por San Martin a fonseeuencia peor ¥ mi i destruye de un modo escandaloso. desesperado, Ayer he dicho que se proporcio- Ne puede Ud. figurarse Ie sorpresa que produjo- esta o- ‘oO que se me admita mi dimision de este juumeacién inesperada del Gobierno, cuando todos esté- fastos y amarguras.” j : amos persuadidos que ya el dinero estaba colectado, To- Sevamextos eatsaron una profunds impresign os acusaron la fra apatia con que se procedia en nego- tin, que no crey6 en la valides portante. Yo expresé los sacrificios de mi presenté de inmediafo tu renun- 2 Guido, siempre desde Mendoza, | ‘ideraba to él v fafartu nos revela que la Logia ‘ido participacién en la deci- asegurata este resultado, suspend! é 2 shen, Nace he hecho al Director ln renuncia del mando! del ejército, : ¥ que debian ‘me volveré a excargar jamés. Yo no quiero fe de nadie y sobre todo quiero cubrir mi vm | de un plan expé jo distinto al de San Martin, ‘a admiracién por la figura de éste y los jeramente afeetuosos de la corresponden- in de una oposi- "Antes. bien, {Con su terminante reruncia, San Martin obligabs, @ Pueyrredén a consultar a la Logia, de qufer dependia. tia entre ambos, ‘ prestigio de San Martin era incon- Giga Tormal de’ Pueyrredén a San sociedad secreta. La lectura debe verse aqua Tagle como al Jos planes de San Martin en el seno de la Logia y en el goblerno de Buenos Aires} Este siempre lo considerd asi yz atin lo dejé eseri veremos més adelante. Aqui isos de vercsimilitud la tradieiin recogida wo JOAQUIN PEREZ historiador Lépez de labios de su padre —presente en las ‘enidae de San Iidro— sobre el chogue violent entre San Martin y Tagle en aquella oportunidad. Muchas voces, antes de que se concrete su famosa desobediencia a fines de 1819, debié San Martin emplearse a fondo para contra- restar esta escurridiza influencia de Tagle. fi "A conseouencia de Jo resuelto en la Logia, eseribié Pueyrredén a San Martin, el 16 de septiembre: “i Como ce ign aparada; y maiiana se intimard al comercio ‘que el que no hubiese eubierto en «as restantes eabido, seré em- ‘estaba encandilado con un proyecto monérquico que tor- hnabainmecesaria la expedicién, como une semana més tarde se lo dird él mismo a San Martin, segtin lo documen- tamos en el proximo eapitule) , aunque no satisfecho del in a Guido el T de octubre: “Al fin, consecuente a mi renuncia se ha vuelto « decre- tar el auxilio de los quinientos mil pesos para el Hjército de los, Andes... Todo esto ha mejorado mi salud y s6l0 fspero un poco de mis tiempo para que venga todo el dinero y marcharme a esa aunque sea muriéndome. Ahora fal cual se puede trabajar; de lo contrario seria ir a ser victims de la mecesidad.” ix jaramente influyé en el primer aflojamiento del dniinhe Pueyrredén en este azunto del empréatito, Te "Documentos del Arehivo de Sam Martin 3S Guiog ¥ Srano: “Vindlenclin Mietéria ARTIGAS Y SAN MARTIN a conocimiento que se tuvo en Buenos Aires de las comu- ‘uicaciones que enviara Rivadavia desde Europa y que egaron a Buenos Aires en los primeros dias de julio 1818. La principal era aquella nota de Rivadavia del 21 de abril, de le que ya hemos dado cuenta, en la que l comisionado informabs de sus primeros pasos en la negociacién con el duque de San Carlos y solicitaba ins- trucciones en vista de que tendria que pasar a Londres a verse con éste, ademés de que préximamente se reu- niria el congreso en Aix-la-Chapelle y deseaba saber a qué atenerse, Pueyrredén elev6 el 28 de julio estas comunicaciones al congreso, e] cual se ocupé de tratarlas en las sesiones seeretas del 30 de de agosto. En que ni proponga ni concluya -oposicién que se le haga de un Principe de la case reinante de Espaiia para establecerlo Soberano de nues- tro Estado; 2°) Podrd contratar con Espafia el reconoci- miento de nuestra independencia por una suma de dinero, culdando y esforzéndose en consultar el menor perjuicio de los Pueblos tanto en la cantidad, como en la forma y tiempo en que ha de pagarse, ineluyéndose todo el terri- torio que comprendia el Virreynato de las Provincias en el afio 1810, y procurando también emprender igual ne- gociacién respecto del Estado de Chile por los poderes de él y correspondientes instrucciones, siempre que se las remitan, y Virreynato de Lima segin las cixcunstancias”. ‘También se acordé prevenir a Garcia de que sia los 25 dias de recibida la comunicacién, no era despachado el proyecto de alianza entre Buenos Aires y la corte de Rio, aprobado en sesiin secreta del 10 de diciembre de 1817, se retirara y lo hiciera entender asi a la corte. * Estas instrucciones llegaron tarde a Rivadavia, pues olvidé muy pronto todo esto. 30 “Asambleas Constituyentes Argentinas’, publicacon del Isertroro se Liveenescionas Hetoacag op 12 Usivensipay Nacto- Nat be Boevos Aunss, 1898, LVI, 2 parte, uncés Le Moyne, Pueyrredén 1518, «poco de doviadas las .. Pueyrredén tomé, contacto con ay Pony yemoh habla, ARTIGAS Y SAN MARTIN " Tos archivos franceses, se encontré una valiosa documen- tacién sobre esta negociacién, que junto con los elemen- tos que aportamos en este trabajo, 1a dejan perfectamen- te aclarada. ‘En un extenso informe elevado posteriormente por Le Moyne al embajador d’Osmond, rindi6 cuenta, porme- norizada de sus gestiones en Buenos \ fl mismo que, por intermedio de Ant comerciante francés casado con una rredén, habia conseguido la primera entrevist ¥ que lleg6 hasta el Director a de una escalera secreta que ‘Bn uma extensa conversacién, ¥ ido Le ‘Moyne In actitud recelosa det ‘mi edueacién, conozco su ‘nacional, que_es el ‘nico que puede convenir 2 "Os prometo, aunque no haya consultado con ‘particular, que no encontraré obstécu! ff éstos existen serdn tan débiles que no nos seré Semoverlos. Os diré francamente, que tanto yo, como Telembros del Congreso, hemos mirado hacia Francia para \ a Antes de su regreso a Francia, Le Moyne divigié ite haber consultado a los diputados, los que jo el proyecto “con un entusiasmo dificil de peasant 7 ol Cate concordancia con estas con- igié al Congreso el 4 de se alba ds dara tancia, en el que decia: fior. Aunque me es constante, que V.e $= contrae gus mis afanosas tareas al objeto de sancionar las leyes fundar del Estado, ereo de mi deber itucional a pesar de su impor- See ear e Ti GmGn capes ; resultado final de la Constitueién, que VS. t — i 3 : z ARTIOAS Y SAN MARTIN ” 36 soaquin PEREZ que determing mi viaje « Buenos Aires y de lag inten i” Montevided, quien refiere sus pasos en ese sentido en a i gobierno para con él, me apresure | wor eonnstdirigido a la corte de Rio el 27 de-octubre de a para hacer conocer al Rey las buenas inten- Ye1e: "Desde que recibi por el teniente general Sebastién ai ue encontré en V.E. para el establecimiento de I Pinto de Araujo Correa, las érdenes verbales y secretas Gna monarquia constitucional, de los votos que ella hace t de VM, respecto de las Iimeas 4 fs i | en la Banda Occidental se estab! | Serenisimo Infante D. ‘juzgué més convenientes..- Gomo la delicadeza y alta importancia de este negocio I negociacién, m0 i 7" Soonsejaba que sobre ella nada se hiciese de oficio, ¥ que id i6n hub Sada se eseribiese por mano extrafia, di al capitén teniente Pueyrredét citado; por es0 se , referencia superfi Pedro Carlos, eon lo que se obviaria el peligro de ls expe contenido, dicién espatola, tendrfa. pleno apoyo de Portugal desde Sr Dirdetor te contesté al dia siguien fuego, y por aguellas calidades, calmaria.a los dos par- estar seguro, y contar con que el proyecto relativo a los aes i Jntereses de este pais, que ha propuesto Ud. y @ que s __Informaba Lecor seguidamente, que habiendo cum: iifere en su nota de 17 del corriente, tendr§ los resul- plido Barrozo sus drdenes, “resulté que el Director recibié \ fades favorables que debemos prometernos.”* | i mw | | i ‘Avrebatado por su propio entusissmo, alin se daba ' el lujo Pueyrredén en aquellos dias de rechazar otro ofre- | cimiento, monérauico, (que los historiadores no han men- : jonado hasta el presente. | bs ban los ejéreitos “Ya hemos hecho notar en el capitulo anterior |a poli Z je man ideas contrarias Oe RRS See ee ee ! zeunién de un congreso de las grandes otengias en Aix: \ Gio oportunidad para que se le e a plantear seme- || Pres cera vee fe sare ere tame \ ate materia, que tal ver debfa s ‘tratada ministerial- i Atigen | = a ove a ree ae Rio de la Plath a] Infante | ___\No cedié por ello Lecor en sus esperanziss y en otro a x ee ] informe a su gobierno, del 8 de de 1818, expresaba s érdenes se dieron al general Lecor en \ Tue Alvesr, asilado en Montevideo, tenia muchas espe- yanzas de ser restituido al poder, y que en varias conver~ Sen ei «a | 3s |, soaguis: Pee sdide partidario de la eovonacién del Infante Sebast | decidide partidarig or lo para el trono:de Buenos. Air ‘Que Te habia manifestado “aue sl @ ober ere negocio, siendo de desear entonces saver — ener VL. apoyaré oquella determinacién, para qve Tssorpierno.y ios mismos. pueblos pudiesen tener une seguridad.” ©) | ‘Las gestiones de Barrozo trascendieron, y el com: dro bowies escribia desde Buenos Aires por via reservada | dove Mobierno: “Frecuentss comunicseiones ‘ienen ugar au i Director ¥ las autoridades portuguesas en Mon; Gieidec, y prevalece una idea muy generaliza vevidet de que algin convenio decisivo sobre el futuro serie pais podria ser esperado a la brevead. TE! ostt- _ blecimiento del Infante don Sebast candidatura del ‘Aires dio aviso a Riva- sade este posiciOn, en respuesta a las instrucc/ones que = fabiapeaido com tanta ns para coatestar a las epposieiones del conde, Palmella: se le expresaba e2, Ot prebe del 22 de mayo, que no habia “cosa alguna, ni ai p> oficie Get in relaciGn a Principe o Infante de la ease de ‘Bragenza; y eato debe servir a VS. de regla de condueta-~t Vv fpueyrredén se permitia rechazar en seco el ofre- imizate de la Corte de Rio porque, con el proyecto acor- cron ‘Le Moyne, ya creia tocar con 1a mano la reali- gacién de sus suehos mondrquicos, ARTIGAS Y SAN MARTIN ” asegurar nuestra independencia de, toia otra nacién ex: traniera. Por él, Taremos que al momento evactien los portugueses ‘itorio Oriental. Por fin, son incaleu- Pear los desenn de us aig y aezurar pra sempre ia independencia de las Provincias Unidas y nuestra quie- | fud y deseanso, cue a la verdad, bien lo necesitamos =| después de tantor sfanes y de tantas perradas en nuestros | pprimeros afios.” ¢ San Martin debié quedar perplejo por los términos fe la carta de Pueyrredén y sumamente preocupado en lo atinente a la"prosecucién de sus propios planes, ya que se Je hablaba nada menos que de variar la proyectada expe- ‘Tras esta carta marché don Juién Alvarez, 's tario de la Logia Lautaro, con la misién de conse ‘apoyo de San Martin y de O'Higgins para el proy mondrquico. Existia la certidumbre en las esferas oficial de que en Ja préxima reunién de soberanos en Aix-la-Cha- pelle se formularis un programa de transaccién con aque. tos pafses coloniales dispuestos a aceptar la forma monét. quica de gobierno. ‘Alvarez sufrié en el camino un staque de los monto- + ‘eros de Santa Fe que le obligé, por precaucién, a quemar ceasi todos los: papeles y credenciales que llevaba, por le que al legar 2 Mendoza informé a San Martin que fobierno habia resuelto enviar al eandnigo Valentin Gémer como representante ante el congreso de soberanos que ibe!) a reunirse proximamente en Aix-laChapelle, para que Alli promoviese el reeonocimiento de la independencia del Bstado. Imposibiltado de continusr viaje » Chile por la pérdida de sus papeles, Alvarez elev a San Martin un jnforme el 11 de cctubre, en el que relataba las peripecias de su viaje y le solicitaba garantizase ante O'Higgins su ‘exposiciOn sobre este asunto y el text Pueyrredén O'Higgins por el a envio de Gémez ante el congreso de Aix-la-Chapelle, para ‘que promoviese ante los soberanos conjunta o separads- mente —decia la nota— “cuantos expedientes creyese cor ] “Documentoe del Arehivo de San Marin’, cit, t IY, p. 60. “ oxgutN Pee a be ARTIGAS Y SAN MARTIN an venientes a cimentar la felicidad de esta parte dat oer corder que tenfa adelantada su propia gestién por_inter- ‘distinta opinién de San quinientos mil pesos y la realizacién de los nuevemente decretados, asi como a otros asuntos que a nuéstra vista a (Joaquin PEREZ vineias Unidas a negociar en aquel-Congreso el-recono- seslones 0 entre Inglaterra y con ; peas, dejaré traslucir influjo de sus rel i su imperio en Chile para conservar su independencia de Fernando VII y sus sucesores y metrépoli, y de todo otro de Londres como Se de destino, |Seguramente scbre este cambio conversaron 0’ y San Martin, que habia arritado a Santiago el tubre, y que siempre habia manifestado inclinaci una salida al problema de la De toda esta documentaci Ti Bowes, Gosuavo: “Historia Je la Bxpedicién Libertatora det Pera (1807 "1822)", t UL, p. B5T. Santiago de. Chile, 1886 se deduce que Pueyrre- ro de dou Bernardo, Ovliggins”, elt, &. 1V, p. S20. » Pero “ Joaquin PEREZ vi Ins fuerzas portefias los suefios moni ‘en grado extremo para la causa ‘americana. 1 sccretario de la Logid para pro- ‘Martin y O'Higgins a la proyectada 8.000 hom de setiembre, dir Unidas y “a los habitan! el mando del general Juan Rs Sseuadvilla portefia, al mando de Angel Hubac, zarpé DIRECTOR SUPREMO wagiranTes ‘Proclams del Director ‘Rivvamente Ia guerra civil ene oral “ JOAQUIN PEREZ para dominar la navegacién del Parand levando @ bordo tuna fuerza de $00 entrerrianos al mando del caudillo Hereiié, quien debia desembarcar en Entre Rios y_esta- blecer enlace con otros caudillos locales, prevenidos al efecto. En -combinacién con estas operaciones, se ordend al frente de 400 hom desde donde amagaba la froatera de Sant las armas del mando de V.E. y sus justos deberdn ser tratados militarmente como ARTIGAS Y SAN MARTIN “ glo ala Ley, imponiéndoles sin dilacién la iltima pena ‘arrespondiente.” “Pronto a cruzar la frontera, Balearce expuso a su robierno que pensaba realizar una oferta pacifice para 8 ins Este propésito de exterminar la poblacién de Santa Fe en easo de resistencia, expuesto con tanta ligereza por al Director, habla por sf solo del apasionamiento con que Pueyrredén abrazabe aquella causa. Mitre no escatima los vérminos severos para calificar esta tueva guerra; des- ués de explic asta entonce tenia de Le Moyne, icia."Lo que sf es Lima, en’ un planteo que equivalis S@i0 en iw"marcha de la revolucién Nacibs, 8X, C1 ALB NPS “e JOAQUIN PEREZ | Pueyrredén. \ vo | que agregaba: “Seré necesario que yo mande pasar parte que atfropas a la margen derecha del Uruguay, para que all{ operen en combinacién con las que persiguen a Artigas alt oPsnargen izquierda y traten de remover lop auxilios frie.” Ahora, eh su contes- jondu- Su earacter, acepto qustoso. el arbitrio.que_propone Yt $ Savengo'desde luego en que pasen a 1a matgen derecha 3A Uniguay las tropas del mando de V.E, que quiera Geueinar al expresado objeto.” Previa la salvedad de que pretaciones mal la zona ocupadi . ecpués, expresaba también Pueyrredén su acuerdo 2 is Gropussta de Lecor de estrechar el bloqueo del rio. Uru vaay para evitar el contrabando de armas éon desting & avtigas, Los términos amigables en que estan redactados aE Gocumentos, son un indiee de lo estfecho de las SSieeiones y de la unidad de propésites que,guiaba ambos gobiernos. | Basta recordar la constante de la pol ional portuguesa, que no quitaba sus ojos so ee, para comprender en toda su magnit LD brorre how oli hole pot pooh Ime Ear, com fe Port conte Lecor a Pueyrredén yor el que otrece ‘tre. Rios para, combstir ya Ramires. ARTIGAS ¥ SAN MARTIN a sgroso juego a que se prestaba Pueyrredén en su afén de demuestran que cuando en el litoral se hablaba de “trae | ifn”, no se hablaba en vano, Arenemos pues que en este mes de setiembre de 1818, Pueyrredén convino con Le Moyne el plan de coronar mn al que res- pondieron eada una de estas resolucioneé, C5 A Gomme Fonts sh are et ps et » Por entonees se agudizé el problema de la “Imprenta Federal” de Montevideo, que seguia publicando piezas de atag. ju gobierno, La nueva campafia militar desatada acreceria en lo futuro las acusaciones, No era a las Provineias Unidas de Sud-Américe”, son, tal vez, las ‘mas importantes y efectivas. | Junto a estos periédicos se difundieron otros muchos ‘mpresos, casi todos enderezados « descubrir los manejos de la Logia Lautaro y sus intentos de instaurar un ré- gimen monérquico. La lectura de’ estas publicaciones nos 3 soaquin Pinez | ls conelusién de que los exilados en| Montevideo dien al tanto de los entretelones dé la politica directorial, También hay on fe mismo fantéatens exage- raciones y acusaciones injustas. Tenian esta finalidad, entre otros libelos, el “Didlogo curioso entre el Director Pueyrredin y su Secretario Tagie”; el “Nuevo descubri- miento o maximas secretas del actual Gobierno de Buenos swifusién, Se comprende que para el gobiernp directorial ‘era muy importante silencisr esta campafia, que tanta mella hacia en su autoridad moral. | ‘Pueyrredén abandoné toda consideracién y se dis- puso 2 obrar con Ia ‘mayor exergia, dando a este problema Ja maxima importancia, de noviembre dirigié al la que mostraba su ver- crédito. Se referia al contenido de los papeles impresos “que no cesan de introducirse a pesar de todas las pre- ‘cauciones severas que se han adoptado para impedirlo”. ibelos referidos| mo son ais- adopten dos medidas radicales: una, cerrar el puerto para ‘Montevideo, reclamando al Gobierno del Brasil por medio de nuestro Diputado en el Janeiro la de los que son conotidamente autores del complot incend:ario, pro- testando interrumpir todas nuestras relaciones, medida ‘que podri adoptarse con varias modificaciones que con- ARTIGAS Y SAN xarTlN ss cilien tantos ineonvenientes como ocurren en la préctica; y otra, de internar a varios puntos de las provincias los agentes que tienen 2n esta capital los corifeos de Mon- tevideo, autorizéndome Vuestra Soberaria extraordinaris- mente al efecto”. El congreso tra: el asunto en sesién secreta del 13 de noviembre, y frente a la gravedad de la solicitud de Pueyrredén, acordé enviar una comisién de dipu- or “con el objeto de tomar informes itenido de su nota”. La comisién sarias para sostener el orden, se sirviese este Sobe- rano Cuerpo proceder a nombrar otra persona que se eneargase del mando supremo de las Provineias”.” Alli mismo —sesién secreta del 21 de noviembre — el ‘con- « sreso re 1. 8e autorice extraordinariamente al i 48 efecto de que tome medidas de segu- cpulsando de ésta, o internando a algunos . ce jento de que lbs papeles de la “Imprenta Federal”. BI 28 de noviembre fueron desterrados Manuel Sarratea y su hermano Juan Yosé a San Juan; los hermanos Gervasio y Luis Posadas, Eugenio Balbastro —parientes todos éstos de Alvear — y José Maria Somalo a Lujan; y Manuel y Ladislao Mar- falian para introdueir y difundir En el campo federal, al ponerse en movimiento los invasores, el goberzador santafecino Liper actué con ra pidez. Al frente de 400 montoneros marché en prim mino contra Bustos, sobre quien eayé sorpresivamente Gazeta. PUEBLO DEL RIO DE LA PLATA 4 Les PROVINCIAS DE SUD-AMERICA, Conta et daar enceriar "Topos ening asd a nin jespues de unas declamacionet conta ln Nam. 5. Gazeta 2 ow PUEBLO DEL RIO DE LA PLATA 4 Las PROVINCIAS DE SUD-AMERICA. Continéa el discurss anterior. Ta smicon ot de tds ts pains Is ue oben con mas {hate sabre el corazon bumano. "Un amblcion fl no sens ieee eres tees pee Sopp re de ees’ Sgn, arama, Collen, enous, San Tarlo por re berad , y extraerle sus tesorus para. fixar of de la faccion consttaada sobre of resultado feliz Primera pigina del Nr 5 de la “Gansta de un Pueblo del Rio de a Pia “ Joaquin PREZ en Fraile Muerto — actual Bell Vil rechazé el ataque, lo tuvo sitiado del y Te quit6 sus cabalgaduras y ganados. Cuando se acer- ‘eaba el eoronel Arenales con 300 hombres de. caballeria, Léper levant6 al sitio y emprendié una fruetifera reco. rida por la campafia cordobesa, antes de acudir a cortar el paso a Balearce, que habia abierto la marcha derecho a ocupar a Santa Fe, | Entretanto, Balearce sufria en su marchA la hosti- Jidad permanente de grupos volitiles de montoneros y ‘una pronuneiada desercién que lo alarmabaly probaba el

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