A EMPUJAR

Una historia sobre la Obediencia

Un muy buen hombre viva en el campo pero tena problemas fsicos, cuando un da se
le apareci su Maestro Interno dicindole:

"Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaa, y te pido que la empujes
da y noche durante 1 ao".

El hombre qued perplejo cuando escuch esas palabras, pero obedeci y se dirigi
hacia la enorme roca de varias toneladas que el Maestro le mostr.
Empez a empujarla con todas sus fuerzas, da tras da, pero no consegua moverla
ni un milmetro.
A las pocas semanas aparecieron ciertas fuerzas contrarias, involutivas que
pusieron pensamientos en su mente:

"Por qu sigues obedeciendo a tu Maestro? Yo no seguira a alguien que me haga

trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, ya que es estpido que sigas
empujando esa roca, nunca la vas a mover".

El hombre peda constantemente ayuda y fuerza a su Gua Interior para no dudar de

su voluntad, y aunque no entenda, se mantuvo en pie con su decisin de empujar.

Con los meses, desde que se pona el sol hasta que se ocultaba aquel hombre
empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras tanto su cuerpo se fortaleca,
sus brazos y piernas se hicieron fuertes por el esfuerzo de todos los das. Cuando
se cumpli el tiempo el hombre elev una oracin al Supremo y le dijo:

"Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un

centmetro" .

Y se sent a llorar amargamente pensando en su muy evidente fracaso.

El Maestro Interno apareci en ese momento y le dijo:

"Por qu lloras? Acaso no te ped que empujaras la roca? Yo nunca te ped que la
movieras; en cambio mrate; tu problema fsico ha desaparecido.
No has fracasado, yo he conseguido mi meta, y t fuiste parte de mi plan".

Muchas veces al igual que este hombre, vemos como ilgicas las situaciones,
problemas y adversidades de la vida, y empezamos a buscarle lgica, nuestra lgica,
a la voluntad de nuestro mundo interior; y viene el enemigo y nos dice que no
servimos, que somos intiles o que no podemos seguir.

El da de hoy es un llamado a "empujar" sin importar qu tantos pensamientos de

duda ponga el enemigo en nuestras mentes. Pongamos todo en las manos del nico y
sus Mensajeros, y l por medio de su voluntad nunca nos har perder el tiempo, ms
bien, nos har ser ms fuertes!