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Revisin de Rutina

Victor Lpez

Se sacudi tres veces y subi la cremallera del pantaln, este pinche fro est ms cabrn que ayer,
pens mientras se frotaba los brazos intentando calentarse un poco, mir a ambos lados de la
carretera, avanz y entr a la patrulla, tom el radio que estaba conectado al tablero.

-Aqu Delta, Eco, Sierra, Octavo, Octavo, reportndome desde la cabecera de Cajetzingo, kilmetro
34+ 500, todo en X8.

Una somnolienta y monocorde voz respondi del otro lado de la frecuencia.

-Tierno, es la una de la maana, ya puedes dejar de usar las putas claves, chcale bien, abre bien
los pinches ojos y afila la oreja, a ver si ves a esos pinches huachicoleros que como dan lata con
eso, del gas y los combustibles.

-Enterado, pero le traigo ms ganas al que mat a esas jovencitas de la universidad, mire que
despedazarlas de esa forma

-Otra vez con eso, ya dijo el foriense que fue un animal, de esos grandes, ya ves que del monte
salen un buen de animales, uno de esos se las chingo.

-Jefe no creo, lo cortes de las piernas y de la cabeza no corresponden a las marcas de dientes

-Que la chingada, sobre los chupaductos cabrn, es una orden, y ya sabe que las ordenes no se
discuten se acatan, entendi

-Afirma.

-rale ntonces no est dando lata, despirteme cuando empiecen los madrazos.

Dej el radio, encendi el automvil y comenz a avanzar sobre la carretera, preguntndose dos
cosas, debera creer la historia del animal salvaje y la otra ms importante que le preparara
Brenda, su esposa para desayunar.

Despus de mucho avanzar y a punto de orillarse para dormir un poco, por el retrovisor observo el
primer automvil de la noche, lo conoca bien, un cutlass 94 color gris, su propietario Don Arnulfo,
padre de la primera jovencita asesinada, no se le hizo raro verlo circulando a esas horas, ya que
desde el asesinato se haba vuelto muy extrao, de igual manera lo dej pasar e inmediatamente
le marc el alto, le servira para despejarse y no quedarse dormido.

-Buenas Noches, Don Arnulfo, todo bien? Puedo ayudarlo en algo

-Oficial, comet alguna infraccin?, porque me detienes?, pregunto con cierta Hostilidad

-Ninguna, solo una revisin de rutina, lo cual deca mientras con la lmpara de mano alumbraba el
interior del vehculo

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