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Mendoza
DM Tingo Mara B
www.prmendoza.com
Introduccin
Mucho se predica que, antes del retorno del Mesas,
habr una crisis mundial, llamada el Armagedn.
El Armagedn es una
guerra csmica y
religiosa entre el cielo y
la tierra.[1]
[1]HansLaRondelle, O Armagedom na Perspectiva Bblica, en O Futuro: A visao adventista dos ltimos acontecimentos,
ed. Alberto Timm, et al (Sao Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2004), 181.
Qu es el Armagedn?
La cada apocalptica de
Babilonia ser mucho ms
devastadora e infinitamente
ms espectacular que su tipo.
Ser el Armagedn para
Babilonia.[1]
[1]Hans LaRondelle, The Fall of Babylon in Type and Antitype, Ministry, September, 1989, 8.
Qu es el Armagedn?
El Armagedn es la
respuesta del cielo a los
clamores del Israel de
Dios para ser librados
de la opresin de
Babilonia.[1]
[1]Hans LaRondelle, Chariots of Salvation (Hagerstown, MD: Pacific Press, 1987), 144.
Qu es el Armagedn?
El Armagedn es para
ejecutar el doble veredicto
del juicio anterior al
advenimiento, destruir al
enemigo y librar al pueblo
de Dios.[1]
[1]NormanGulley, El caballo de Troya de Satans, trad. David Gulln (Buenos Aires: Asociacin Casa Editora
Sudamericana, 2004), 190.
Qu es el Armagedn?
As que Armagedn no es
precisamente una batalla
secular entre dos naciones en
el Cercano Oriente.[1]
[1]Gulley, 189.
DIOS SATANS
LA BESTIA -
EL PUEBLO DE DIOS
EL FALSO PROFETA
(los sellados)
(los marcados)
Smbolo Significado
Babilonia apocalptica Espiritismo, papado y protestantismo
apstata de los EE.UU. (Ap 16:13)
Babilonia vs Satans,
Los 144,000 Resucitados
(remanente) impos vs
Dios
Reaccin ante las persecuciones
Qu Dios omnipotente. l
sabe cmo luchar. Siempre es
mejor cuando su pueblo le
permite hacer lo que l hace
mejor![1]
[1]Gulley, 80.
Reaccin ante las persecuciones
[1]Ibd.
Reaccin ante las persecuciones
Como he participado en todo paso de
avance hasta nuestra condicin presente,
al repasar la historia pasada puedo decir
Alabado sea Dios! Al ver lo que el Seor
ha hecho, me lleno de admiracin y de
confianza en Cristo como director. No
tenemos nada que temer del futuro, al
menos que olvidemos la manera en que el
Seor nos ha conducido, y lo que nos ha
enseado en nuestra historia pasada.[1]